Hace unos días, Reggie Fils-Aime respondía a las críticas contra Nintendo por su deplorable E3 asegurando que los consumidores nos hemos vuelto muy exigentes, y que siempre queremos más y más.
Muchas veces perdemos la perspectiva pensando que los fabricantes, desarrolladores o distribuidores son ONG’s que velan por nuestro bienestar social y lúdico haciendo juegos para que el populacho tenga algo que hacer en sus ratos libres. Tendemos a alienarnos bajo el símbolo que más parece que simpatiza con nuestra forma de entender el mundillo y atacamos sin piedad todo aquello que no comulga con esa visión. Pero claro, resulta que aquí todos estamos para hacer dinero. Que nadie regala nada y que esto de por amor al arte tiene bien poco.