En los últimos meses por cualquier web “profesional” que se precie o desde los medios escritos se nota un cierre de filas en torno a la figura del periodista de juegos. Ensalzando su figura y dejando patente que sin ellos la prensa “especializada” está abocada a su irremediable desaparición. Visto desde fuera, y aun sin ser nadie en este sector, me suena a miedo, sobada de lomos y titulitis.