grietagarbo desde 1970 apoyando al fanzine nacional
HACIA EL
abismo
feat. Francisco
Peréz
El Régimen militar que azotó Chile entre los años 1973 y 1990 fue la etapa más conflictiva que ha vivido el país. Las violaciones a los derechos humanos eran pan de cada día y poco a poco los chilenos fuimos perdiendo todo tipo de libertad. Así lo vivió la Editorial Independiente Experimental Grietagarbo , fundada el año 1970. Gabriel Garvo, joven estudiante de medicina y aficionado al dibujo, junto a su primo Roberto Tillo, egresado de la carrera de Derecho y amante de la escritura, encabezaron el movimiento del fanzine gracias a su trabajo colectivo en Grietagarbo. En el año 1972, después de publicar perseverantemente la revista Fititui, habían logrado destacarse sobre su competencia y ser elogiados tanto en Europa como en toda América Latina como una de las editoriales de fanzines más importantes del momento. Alvaro Subdark, ingeniero comercial dedicado a la orfebrería, fue el tercer integrante en completar el equipo y el elemento clave en la consagración de Grietagarbo en el medio artístico chileno.
En septiembre del año 1973, la destacada editorial chilena se preparaba para lanzar una recopilación de sus grandes obras, la cual prometía ser la publicación más importante del movimiento fanzinero latinoamericano. Pero el 11 de septiembre se esfumaron todos esos planes. Un golpe de Estado despertó a la nación y de un momento a otro Chile se convirtió en un país gobernado por fuerzas militares. La represión a todo pensamiento opositor fue inmediata y la libertad de expresión desapareció en el país. Como el fanzine era el medio de comunicación más masivo en ese momento, se vio atacado y censurado como nunca antes. Garvo, Tillo y Subdark debieron ocultarse de la luz pública y mantenerse al margen de todo lo relacionado con las ediciones independientes. El gobierno militar mandó a quemar todas las librerías donde se comercializaban fanzines. Se ordenó clausurar centros culturales y galerías que daban espacio y difusión a los pasquines, y se persiguió a cientos de ilustradores, escritores y artistas relacionados con el mundo del fanzine. Algunos escaparon del país, otros fueron capturados y fusilados. Muchos dibujantes partidarios de la publicación independiente simplemente desaparecieron y hasta hoy no se han encontrado los cuerpos. Grietagarbo, pese a todas las tragedias que afectaban el país, decidió mantenerse trabajando en secreto para contraatacar con el arma que mejor sabían utilizar: EL FANZINE. Esta es la historia de cómo un colectivo de ediciones independientes sobrevivió a la tiranía de un régimen militar.
A mediados de los años 70’, Chile atravesaba por un ambiente tenso que se podía oler en el aire. Situados geográficamente en una humilde casa de la comuna de Santiago Centro es donde Grietagarbo puso sus cimientos para dar lucha a la represión y darle voz a los callados. Los 3 integrantes después de vivir las torturas, exilios e incluso muertes de la dictadura es que se encontraron acorralados por sus ideas en una encrucijada, vagando por diferentes lugares, escondiéndose de la represión, sabiendo que podrían ser hasta incluso eliminados de la faz de la Tierra como unos malditos chanchitos de tierra. Es cuando encontraron alojo en lo que ellos denominaron su “Cuartel General”, una casa de una familia promedio chilena. Don Victor y la señora July, amigos de la agrupación, quienes habían colaborado estratégicamente en anteriores publicaciones le dieron un espacio en su casa para que pudieran desarrollar y seguir con su idea del fanzine libre.
Después de vivir y masticar la censura, después de entender que la gran mayoría de los pares de ese entonces ya no estaban es que Grietagarbo empezó de nuevo a publicar, tomando de referencia e inspiración el día a día, lo que los rodeaba, la televisión y las publicaciones de ese entonces, lo primero que se hizo para volver a la escena de manera camuflada luego de las exitosas revistas temáticas Fititui, es ahí cuando nació Lucho Antártico, un hombre pequeño, narigón y orejón que mantiene la moda de los años 40’, peinado con jopo y vestido con un traje a rayas con la característica de ser galante con las mujeres que no importaban que fuesen bellas, tampoco si estaban casadas. Sus técnicas de seducción son un pañito con cloroformo seguido de violentas ilustraciones de ultrajaciones y desgarradores relatos de las victimas de Lucho Antártico, Esto no llegó a más que 1 numero, ya que resultó ser que por mucho que se quería retratar el ambiente de esa época, esta publicación terminó por ser un tanto ofensiva para todo tipo de público. Acto seguido de esto es que nació la idea de crear El Penecaca. Bajo el sistema de convocatoria, esta publicación se caracterizó por tener pequeños artículos sobre diversos temas de interés general y una gran cantidad de colaboraciones de lectores. Esto fue uno de los atractivos de la revista: su capacidad de integrar al público en la creación de El Penecaca. Sin embargo, durante la segunda edición su circulación cayó drásticamente, debido, ante todo, “a la baja calidad de sus contribuciones literarias”, como dijo la crítica especializada. Después de eso es que Grietagarbo, decidido a abrirse a nuevos formatos, acercarse al arte contemporáneo, muy ligados a las tendencias europeas y de los nortes americanos es que decidieron hacer una Activación Artística, que sin lugar a dudas fue una de los proyectos mejor logrados, el proyecto bajo el nombre de: “PICO Y ZORRA” trataba de reflejar el amor que podían sentir dos heterosexuales, que en los tiempos del régimen militar fueron perseguidos y torturados para que se volvieran “normales”.
Avanza el tiempo y los seguidores de Grietagarbo se multiplicaban rápidamente, aunque no era un gran número de feligreses los pocos eran muy fieles. Sabiendo de eso, el colectivo es que se motivaba a publicar y crear nuevas cosas. A finales de los 70’ es que empezaron a salir encuentros folclóricos en donde clandestinamente se reunían a compartir sus últimos trabajos. Eran encuentros que duraban no más de un par de horas, porque los grupos extremistas de oposición llegaban a violentar a los exponentes. Eran tiempos de mucho enfrentamiento, lucha, sudor y lágrimas. Las fuerzas de represión estaban monitoreando todo lo que ocurría en el país con altas formas de espionaje. En 1980 es que para la preparación de una de las peñas folclóricas que reunían a más expositores es que el colectivo Grietagarbo se dio cuenta del SAPO de la represión, la forma de que cómo se delató este individuo fue en un descuido a la hora de publicar uno de sus fanzines, en donde al momento de corchetear un fanzine él sólo usó un corchete, exponiéndose a craso error y siendo exhibido delante de todos como el SAPO, el cual se autodenominaba como SALINAS. Asumió humilladísimo su castigo por vender a sus pares y se autoexilió a USA en donde hasta el día de hoy se encuentra trabajando como ayudante de un carrito de sopaipillas en la quinta avenida.
El descubrimiento de espías en los eventos fanzineros se hizo cada vez más habitual. Era vital trabajar bajo perfil y siempre escondiéndose de la mirada del gobierno. La distribución “pirata” de publicaciones no decaía, pero cada día que pasaba se hacía más difícil coordinar ferias o puntos de encuentro para difundir los pasquines con mensajes revolucionarios. De una u otra forma, los militares recibían los datos de los eventos y llegaban para quemarlo todo. Cientos de fanzines ardían en los parques públicos. Recordada es la fallida Feria del Cómic en Plaza Brasil de 1984, donde se realizaría un gran acontecimiento del mundo del fanzine. 100 expositores, música en vivo y un grato ambiente artístico esperaba ser llevado a cabo en pleno barrio popular. Cuando Grietagarbo, Abrazo Ediciones y Piña Ruda (algunos de los colectivos que participarían del evento) llegaron al lugar encontraron cientos de mesas y toldos quemándose. Un tanque del ejército resguardaba el lugar y una docena de militares llevaba detenido a destacados expositores como Christiano, Carlos Reyes y Comic Man. Grietagarbo organizó clandestinamente un evento-protesta en forma de homenaje a los camaradas víctimas de la fuerza militar. El evento fue tan secreto que nadie llegó y fue un fracaso.
Todo este tiempo la agrupación se vio en la obligación de crear bajo el modelo de autogestión, que en verdad eso era lo que ellos decían pero que en rigor estaban bajo la tutela de sus padrinos y fieles auspiciadores que eran ni más ni menos que don Victor Jara y la Sra. July Roberts* que trabajaban de lunes a lunes para poder darles el dinero suficiente para la creación de sus publicaciones.
*nombres adulterados para proteger a Don Victor y la Señora July que nos caen tan bien <3
La represión que se situaba en la vereda de al frente no encontró nada mejor que crear sus propias publicaciones independiente auspiciadas. claro está, por los dueños de las grandes empresas. Publicaciones en papel couche y con impresiones de gran nivel, con contenidos artísticos más que revolucionarios y que llamaban subliminalmente a la obediencia y al acato de lo que llamaba el régimen en ese momento. Grupos como “Kixtaza” que después pasaron a llamarse: “La Nueva Renovación Gráfica Nacional” (Lnrgn) y que terminó llamándose “U.D.I.” (Unión de dibujantes independientes) se codearon con los expositores más antiguos de ferias de fanzines y siendo apoyados por el gobierno de turno. Gracias a esto es que las ferias ya no eran violentadas como en años anteriores pero el roce entre los dos grupos de fanzineros era insostenible. Como medida el Gobierno hizo lo que fue casi una medida desesperada para esos tiempos, el renombrado toque de queda, el que desfavorecería claramente a los fanzineros más viejos, que casi de manera artesanal hacían su trabajo, los que no tenían de muchos medios para imprimir y si tenían dinero lo ocupaban en desarrollar más material. En cambio, los nuevos fanzineros del gobierno tenían autos lujosos con choferes, casas rodantes y limusinas. Entonces el toque de queda para ellos no era un problema.
A finales de los locos años ochenta, Chile llamó a un pebliscito abierto para un cambio de poder político, un llamado a un SÍ, para seguir con el modelo que existía o un NO, para un cambio de gobierno y derrocar el régimen militar que estaba instalado en ese momento. Los creativos para las propuestas publicitarias fueron claras y marcadas. Grietagarbo se encargó en conjunto con un exitoso publicista mexicano llamado Gael García, creando una innovadora y muy certera campaña política que en comparación a la que creó La Nueva Renovación Gráfica Nacional y la U.D.I. (que en ese tiempo se dividió en 2 pero que era prácticamente lo mismo) fue un fiasco e hicieron que sus seguidores se cambiaran de bando hasta incluso de ideales políticos. Todo esto favoreció a Grietagarbo y a los partidarios de la campaña del NO, que de un momento a otro se multiplicaron extraordinariamente.
El 5 de octubre del año 1988 fue un día decisivo en la historia de Chile. Se realizó, después de muchos años, una votación popular para decidir el futuro político del país. El pueblo chileno alzó su voz y exigió el término del régimen militar.
Con la vuelta a la democracia, el fanzine tuvo un glorioso y ansiado retorno. Grietagarbo lanzó re-ediciones de todas las publicaciones confiscadas y censuradas en la dictadura, y se encargó de desempolvar valioso material histórico de editoriales independientes clausuradas por fuerzas militares. La gente pudo acceder a ese importante registro gráfico y el interés por el fanzine volvió a ser una virtud nacional.
Garvo, Tillo y Subdark comenzaron a realizar una notable labor social a favor del fanzine. Después de numerosas reuniones en el congreso con diversas personalidades políticas, por fin se lograron incluir las artes fanzinescas como materia obligatoria en las escuelas del país, convirtiendo a Chile en la primera nación en considerar el fanzine como una verdadera obra de arte.
Hoy en día, son miles los profesionales que se dedican a las publicaciones independientes y los que trabajan en pro de esta disciplina, confirmando así que todos los esfuerzos de Grietagarbo por mantener viva la llama del fanzine durante la dictadura no fueron en vano, al contrario, la siguieron encendiendo con el fuego más cálido y luminoso que se ha podido ver en este rincón del mundo.
Textos: Roberto Tillo y Alvaro Subdark Ilustraciones: Francisco PĂŠrez y Gabriel Garvo www.grietagarbo.club facebook/grietagarbo twitter @grietagarbo instagram @grietagarbo Fanzine creado para proyecto Multiplo 2014 Santiago de Chile