U n
1 €.
Primavera 2007
Madrid
N.º 3
b a j o r
Generación Espontánea
r e l i
e v e c r e a t i v
o t a l l a d o s o b r e l a l u c i d e z d e l t
u r
n o d e n o c h e
Relato
/
Dibujo
Poesía
/
Fotografía
Generación Espontánea
SU M A RI O
Editorial n.º 3 Generación Espontánea
4
Non s ono inv is ibile I m agen:M .Gobbo Texto:A.Roura
6
Frenes í I m agen:Lecturas 1933 Texto:I .Garcí a
8
Los c elos de Charito I m agen:T .af onA
10
Texto:V.de l as Heras
T ení a un m óv il I m agen:M .de l as Heras
12
Texto:F .Urbano
Voy a hablarte de M I m agen:I .Garcí a Texto:H.Gonz ál ez
14
El arte de des aparec er I m agen:M .Gobbo Texto:I .de l as Heras
16
Des c reer I m agen:F .Cerri Texto:J.delVil l ar
18
Aris tas I m agen:T .af onA Texto:A.Castaño
Generación Espontánea
T elev is ión
Contacto
generac iones pontanea@ gm ail.c om www.generac iones pontanea.org
20
I m agen:Kaprika I lus trac iones de la c ubierta: Gius eppe Sc ognam illo I lus trac ión del s um ario:Chiara Cerri
Texto:A.López
22
Generación Espontánea
SU M A RI O
Editorial n.º 3 Generación Espontánea
4
Non s ono inv is ibile I m agen:M .Gobbo Texto:A.Roura
6
Frenes í I m agen:Lecturas 1933 Texto:I .Garcí a
8
Los c elos de Charito I m agen:T .af onA
10
Texto:V.de l as Heras
T ení a un m óv il I m agen:M .de l as Heras
12
Texto:F .Urbano
Voy a hablarte de M I m agen:I .Garcí a Texto:H.Gonz ál ez
14
El arte de des aparec er I m agen:M .Gobbo Texto:I .de l as Heras
16
Des c reer I m agen:F .Cerri Texto:J.delVil l ar
18
Aris tas I m agen:T .af onA Texto:A.Castaño
Generación Espontánea
T elev is ión
Contacto
generac iones pontanea@ gm ail.c om www.generac iones pontanea.org
20
I m agen:Kaprika I lus trac iones de la c ubierta: Gius eppe Sc ognam illo I lus trac ión del s um ario:Chiara Cerri
Texto:A.López
22
Generación Espontánea
4
Generación Espontánea
5
Generación Espontánea
Editorial
N úm ero Tres
un
Las moscas son tontas. Pese a su
momento en que dejo de ser cons-
Cuando
tejo
mi
red
llega
trajín evolutivo, a razón de una gene-
ciente de lo que hago y me olvido de
ración por día, su especie no acaba
mí
de aprender a esquivar las telas de
y
me
momento
quedo
dormida.
maravilloso
de
Es
la
el
crea-
arańa. Tropiezan seducidas por las
ción, en que sigo tejiendo entre sue-
formas
ńos automáticos una tela apátrida e
igual
inacabable.
ante las pantallas luminosas.
Los
humanos
me
observan
con
rareza. Me molesta que utilicen sus microscopios porque mientras ellos me ven de cerca yo, al otro lado de la lente, los veo a mucha distancia, perdidos
en
su
inopia
científica
como astronautas desahuciados en medio del cosmos. No
saben
que
yo
también
les
que,
al
infiltrarme
en
las
bibliote-
cas, rápido me intereso por los filósofos
de
la
frontera.
Caillois
por
ejemplo dice que los humanos tienen cuatro tipos de juego: mimicry, o
juegos
agôn:
de
juegos
espejo de
e
lucha
imitación; y
competi-
ción; aléa: juegos de azar; ilynx: juegos de vértigo. Yo tengo
no un
me
los
de
mi
vientre,
humanos
al
sucumben
Mi único juego sólo se parece al
Necesito oír el tic-tic de mis patas al tricotar para caer en las aguas de un sueńo creador. Huir de mí misma e imaginar que soy, qué sé yo, Napoleona de Aragón. hilo
sale
de
dentro
en
una
cadencia infinita y luego, al despertar y ver kilómetros de red, al ver un ovillo
del
como techos,
yo
tamańo
de
desplegado
descubro que
cien
arańas
sobre lo
irreal
los ha
sobrevividoa la destrucción del sueńo. Tricoto
mis
pensamientos,
me
empeńo muy aplicada en un juego de generación espontánea. Los humanos duermen intranquilos temiendo que una arańa se les
complico
juego,
colores
de las viejecitas que hacen punto.
El
observo. Y leo cosas sobre ellos por-
y
que
el
de
tanto.
Sólo
empezar
a
tejer y de repente quedarme dormida y dejar de ser yo y fabricar una red acogedora.
Imagen de Matteo Gobbo
presente en mitad de la noche. Yo en cambio cuando duermo sueńo con tejer una tela que acune a los bebés recién nacidos.
Generación Espontánea
4
Generación Espontánea
5
Generación Espontánea
Editorial
N úm ero Tres
un
Las moscas son tontas. Pese a su
momento en que dejo de ser cons-
Cuando
tejo
mi
red
llega
trajín evolutivo, a razón de una gene-
ciente de lo que hago y me olvido de
ración por día, su especie no acaba
mí
de aprender a esquivar las telas de
y
me
momento
quedo
dormida.
maravilloso
de
Es
la
el
crea-
arańa. Tropiezan seducidas por las
ción, en que sigo tejiendo entre sue-
formas
ńos automáticos una tela apátrida e
igual
inacabable.
ante las pantallas luminosas.
Los
humanos
me
observan
con
rareza. Me molesta que utilicen sus microscopios porque mientras ellos me ven de cerca yo, al otro lado de la lente, los veo a mucha distancia, perdidos
en
su
inopia
científica
como astronautas desahuciados en medio del cosmos. No
saben
que
yo
también
les
que,
al
infiltrarme
en
las
bibliote-
cas, rápido me intereso por los filósofos
de
la
frontera.
Caillois
por
ejemplo dice que los humanos tienen cuatro tipos de juego: mimicry, o
juegos
agôn:
de
juegos
espejo de
e
lucha
imitación; y
competi-
ción; aléa: juegos de azar; ilynx: juegos de vértigo. Yo tengo
no un
me
los
de
mi
vientre,
humanos
al
sucumben
Mi único juego sólo se parece al
Necesito oír el tic-tic de mis patas al tricotar para caer en las aguas de un sueńo creador. Huir de mí misma e imaginar que soy, qué sé yo, Napoleona de Aragón. hilo
sale
de
dentro
en
una
cadencia infinita y luego, al despertar y ver kilómetros de red, al ver un ovillo
del
como techos,
yo
tamańo
de
desplegado
descubro que
cien
arańas
sobre lo
irreal
los ha
sobrevividoa la destrucción del sueńo. Tricoto
mis
pensamientos,
me
empeńo muy aplicada en un juego de generación espontánea. Los humanos duermen intranquilos temiendo que una arańa se les
complico
juego,
colores
de las viejecitas que hacen punto.
El
observo. Y leo cosas sobre ellos por-
y
que
el
de
tanto.
Sólo
empezar
a
tejer y de repente quedarme dormida y dejar de ser yo y fabricar una red acogedora.
Imagen de Matteo Gobbo
presente en mitad de la noche. Yo en cambio cuando duermo sueńo con tejer una tela que acune a los bebés recién nacidos.
Generación Espontánea
6
Generación Espontánea
Perdonadme
que
sólo
os
la
7
dé
oreja, el la
ojo
cara, la
voz el cuerpo
Escondo
sin
saber
dónde el
oído, la el
vista
rostro, la
palabra el
Si
miráis
desde
fuera
soy
lo
que
alma
veis.
Si miráis dentro la angustia es la tapadera que hay que retirarSi miráis
dentro
la
angustia
es
la
tapadera
que
hay
que
retirarSi
miráis
dentro
la
angustia
es
la
tapadera
que
hay
que
retirarSi
miráis
dentro
la
angustia
es
la
tapadera
que
hay
que
retirar
el
vacío
la
escalera
hasta
No,
yo
no
me
veo
tampoco Sólo
en en
Sólo
el
me
en veo
mi
el
para
llegar
hastío
de
no
ser
eterna
primavera
reflejo,
en
el
vuestro,
no
lo
intentéis.
tuyo,
la
honda
me
eres
y
transparente
verdad
de
tus
pupilas,
tú tú
espejo.
Texto de Antonio Roura Imagen de Matteo Gobbo
Generación Espontánea
6
Generación Espontánea
Perdonadme
que
sólo
os
la
7
dé
oreja, el la
ojo
cara, la
voz el cuerpo
Escondo
sin
saber
dónde el
oído, la el
vista
rostro, la
palabra el
Si
miráis
desde
fuera
soy
lo
que
alma
veis.
Si miráis dentro la angustia es la tapadera que hay que retirarSi miráis
dentro
la
angustia
es
la
tapadera
que
hay
que
retirarSi
miráis
dentro
la
angustia
es
la
tapadera
que
hay
que
retirarSi
miráis
dentro
la
angustia
es
la
tapadera
que
hay
que
retirar
el
vacío
la
escalera
hasta
No,
yo
no
me
veo
tampoco Sólo
en en
Sólo
el
me
en veo
mi
el
para
llegar
hastío
de
no
ser
eterna
primavera
reflejo,
en
el
vuestro,
no
lo
intentéis.
tuyo,
la
honda
me
eres
y
transparente
verdad
de
tus
pupilas,
tú tú
espejo.
Texto de Antonio Roura Imagen de Matteo Gobbo
Generación Espontánea
F
D
esde
la
terraza
la
8
r
fiesta
e
es
n
e
s
un
sueño. Las cortinas filtran las lu-
risas, lastran el movimiento de los invitarumor
de
la
música,
que
está
ebria. De entre todos los cuerpos errantes del salón, mis ojos se detienen en Susan, por selección perceptiva, y aparto el vi-
bral cristalino con un solo pie, pues no quiero deshacer la escena. Susan está dando la espalda morena, desnuda, a su interlocutor, que habla de algo con la voz y con las manos, y cree que ella lo escucha con el hombro y con el cuello, ligeramente ladeados hacia él. E lla en realidad escucha las burbujas de la copa que sostiene, y siente su cosquilleo húmedo cuando se estrellan en su
por él, su vida, su felicidad. Todo aque-
hombro y en su cuello, ligeramente la-
llo
No
puedo
aparición
evitar
espectral.
sonreír Ese
hacía
imposible
Incomprensible, ante
cuello,
esta
ahora
nuestra
trágico,
relación.
inconcebible,
la muerte súbita. Sin
embargo,
me
dio
un
clavo,
al
salpicado de champán, hermoso, mu-
que me agarré con fuerza y que supu-
rió anoche estrangulado por mis manos.
so nuestra salvación:
Susan está muerta y no lo sabe.
—No puedes dejarme así, Susan, sa-
Susan es la esposa de Jack, la mujer de su vida y la de mis sueños. No conozco a Jack lo suficiente como para no querer
hacerle
ningún
daño.
Me
co-
bes tan bien como yo que entre nosotros hay algo. —No, querido, eso sólo lo sabes tú, sólo lo sientes tú.
nozco a mí lo suficiente como para sa-
—Estás mintiendo.
ber que quise a Susan desde la primera
—No te atormentes con cosas impo-
vez que la vi. La quise de principio a fin,
sibles. ¿Sabes qué hago yo con los de-
en toda su extensión y con todo mi ser.
seos imposibles? Los imagino, y se ha-
La quise y fue tan evidente para mí que
cen realidad en mi cabeza.
teníamos que estar juntos, que éramos
—Entonces, ¿puedo imaginarte?
ella y yo, que no podía ser de otra ma-
—Te
doy
permiso
para
imaginar
lo
nera, tan evidente, digo, que olvidé to-
que quieras, Peter, pero sólo eso—. Y se
do lo demás.
rió, tan dulcemente que la habría besa-
A la primera ocasión que tuve, la primera vez que nos encontramos a solas,
la aparecer y lógicamente, tras la expli-
noches.
cación, manteníamos una pequeña ri-
do allí mismo. Si no me hubiese correspondido, ja-
le expliqué mis intenciones, totalmente
más
convencido de que sería correspondi-
hubiese
do. Fue un duro golpe que ella me mos-
Estaba meridianamente claro que lo de-
trara todo lo demás: su marido, su amor
más no existía tampoco para ella. Crucé
me
habría
dicho
algo
abierto
esa
puerta
así.
Jamás
para
mí.
ña que casi siempre terminaba entre las
amos, nos cuidábamos bien de guardar
sábanas, con un sabor agridulce. Su ex-
las apariencias, sobre todo ella, apenas
cusa era que no la avisaba con tiempo,
me dirigía una mirada fugaz, y a mí, lejos
que no podía adivinar en qué momento
de molestarme, me enternecía su fal so
del día iba yo a querer verla, sin un míni-
pudor. Cuando todos dormían, Susan y
mo de previsión. Yo no comprendía es-
yo despertábamos al sueño de nuestros
tas
deseos.
ofenderla.
El
escenario
fue
siempre
mi
apartamento, que yo preparaba ansio-
sillo para verla mejor, y traspaso el um-
deados hacia su interlocutor.
feliz el umbral aquella noche y todas las
Durante el día, si alguna vez coincidí-
ta de los trajes, apagan las voces y las
al
9
í
ces de las arañas, velan los colores tin-
dos,
Generación Espontánea
razones,
pero
Ella
me
no
callaba
necesitaba
por
no
ninguna
previsión, yo no tenía que avisarla con
so para el encuentro, con pulcritud y de-
tiempo, ni si quiera tenía que avisarla:
tallismo. Su música preferida, velas olo-
ella era un sueño que debía materiali-
rosas, champán y cuencos rebosantes
zarse donde y cuando yo lo desease, sin
de aceituna s en cada habitación. A la s
tratar
doce
qué
en
punto
ella
hacía
aparición,
de
entender
extraña
o
razón
exigir
había
nada.
Por
dejado
de
con su amplia sonrisa, su contorneo de-
cumplir su parte. Sólo había una razón
licado y el mismo vestido dorado de la
por la que podría estar esquivándome:
noche que nos declaramos, que ilumi-
que
naba mis manos al rodear su cintura y
aparte
me
Susan tenía un amante.
hacía
sentir
afortunado.
Durante
tuviera del
que mío.
atender De
otros
pronto
lo
ruegos
vi
claro,
meses seguimos el mismo ritual sincroni-
Algo dentro de mí se rompió con es-
zado: el champán, las doce, su vestido,
ta certeza, alguien había traspasado el
mis manos.
umbral de mi conciencia y penetrado
Una noche olvidé poner el despertador
y
aquella
hasta lo más íntimo, arruinando mi fan-
amanecimos
tasía para siempre. Esa noche no hubo
juntos. Temí que Susan huiría enfadada
música, ni velas, ni champán. Ella apa-
por
de
reció, sin más, y yo rodeé su cuello con
ocultar la luz del sol antes de que fuera
mis manos y apreté con fuerza los de-
culpa
de
mañana
mi
descuido
y
traté
tarde. Pero ella despertó sonriente y no
dos, tratando de hundir su garganta. La
se
luz de su vestido iluminaba nuestros ros-
desvaneció.
Desde
entonces
tuvi-
mos también fines de semana de en-
tros, fijos el uno en el otro, y escucha-
sueño,
mos
cuatro
en
los
que
paredes
no
de
salíamos
mi
de
las
apartamento.
un
chasquido
que
disipó
nuestra
alucinación para siempre.
Después fueron también los días libres,
Me acerco a la pareja, el hombre si-
las vacaciones. Pronto empecé a can-
gue hablando con la voz y con las ma-
celar compromisos sociales y llegué in-
nos
cluso a fingirme enfermo en el trabajo
aceituna
para
sonríe. Pero ya no me enternece su fal-
correr
a
su
lado
cuanto
antes.
Vivía por y para Susan, encerrado a cal y canto, y creía que ella vivía por y para mí. Pero estaba equivocado. Todos los esfuerzos que yo hacía por
y
Susan y
sorbe
me
la
mira.
anchoa Finge
de
una
sorpresa
y
so pudor. Lo nuestro terminó. Desde la fiesta la terraza es un abismo negro. Las luces de las arañas apagan
las
estrellas,
las
voces
y
las
risas
estar juntos eran pagados por ella con
inundan de frío la noche, que está enfa-
desconsiderada impuntualidad en cada
dada.
cita. En ocasiones tenía que esperar horas sentado frente a la puerta para ver-
Texto de Isabel García Viejo Imagen de Lecturas 1933
Generación Espontánea
F
D
esde
la
terraza
la
8
r
fiesta
e
es
n
e
s
un
sueño. Las cortinas filtran las lu-
risas, lastran el movimiento de los invitarumor
de
la
música,
que
está
ebria. De entre todos los cuerpos errantes del salón, mis ojos se detienen en Susan, por selección perceptiva, y aparto el vi-
bral cristalino con un solo pie, pues no quiero deshacer la escena. Susan está dando la espalda morena, desnuda, a su interlocutor, que habla de algo con la voz y con las manos, y cree que ella lo escucha con el hombro y con el cuello, ligeramente ladeados hacia él. E lla en realidad escucha las burbujas de la copa que sostiene, y siente su cosquilleo húmedo cuando se estrellan en su
por él, su vida, su felicidad. Todo aque-
hombro y en su cuello, ligeramente la-
llo
No
puedo
aparición
evitar
espectral.
sonreír Ese
hacía
imposible
Incomprensible, ante
cuello,
esta
ahora
nuestra
trágico,
relación.
inconcebible,
la muerte súbita. Sin
embargo,
me
dio
un
clavo,
al
salpicado de champán, hermoso, mu-
que me agarré con fuerza y que supu-
rió anoche estrangulado por mis manos.
so nuestra salvación:
Susan está muerta y no lo sabe.
—No puedes dejarme así, Susan, sa-
Susan es la esposa de Jack, la mujer de su vida y la de mis sueños. No conozco a Jack lo suficiente como para no querer
hacerle
ningún
daño.
Me
co-
bes tan bien como yo que entre nosotros hay algo. —No, querido, eso sólo lo sabes tú, sólo lo sientes tú.
nozco a mí lo suficiente como para sa-
—Estás mintiendo.
ber que quise a Susan desde la primera
—No te atormentes con cosas impo-
vez que la vi. La quise de principio a fin,
sibles. ¿Sabes qué hago yo con los de-
en toda su extensión y con todo mi ser.
seos imposibles? Los imagino, y se ha-
La quise y fue tan evidente para mí que
cen realidad en mi cabeza.
teníamos que estar juntos, que éramos
—Entonces, ¿puedo imaginarte?
ella y yo, que no podía ser de otra ma-
—Te
doy
permiso
para
imaginar
lo
nera, tan evidente, digo, que olvidé to-
que quieras, Peter, pero sólo eso—. Y se
do lo demás.
rió, tan dulcemente que la habría besa-
A la primera ocasión que tuve, la primera vez que nos encontramos a solas,
la aparecer y lógicamente, tras la expli-
noches.
cación, manteníamos una pequeña ri-
do allí mismo. Si no me hubiese correspondido, ja-
le expliqué mis intenciones, totalmente
más
convencido de que sería correspondi-
hubiese
do. Fue un duro golpe que ella me mos-
Estaba meridianamente claro que lo de-
trara todo lo demás: su marido, su amor
más no existía tampoco para ella. Crucé
me
habría
dicho
algo
abierto
esa
puerta
así.
Jamás
para
mí.
ña que casi siempre terminaba entre las
amos, nos cuidábamos bien de guardar
sábanas, con un sabor agridulce. Su ex-
las apariencias, sobre todo ella, apenas
cusa era que no la avisaba con tiempo,
me dirigía una mirada fugaz, y a mí, lejos
que no podía adivinar en qué momento
de molestarme, me enternecía su fal so
del día iba yo a querer verla, sin un míni-
pudor. Cuando todos dormían, Susan y
mo de previsión. Yo no comprendía es-
yo despertábamos al sueño de nuestros
tas
deseos.
ofenderla.
El
escenario
fue
siempre
mi
apartamento, que yo preparaba ansio-
sillo para verla mejor, y traspaso el um-
deados hacia su interlocutor.
feliz el umbral aquella noche y todas las
Durante el día, si alguna vez coincidí-
ta de los trajes, apagan las voces y las
al
9
í
ces de las arañas, velan los colores tin-
dos,
Generación Espontánea
razones,
pero
Ella
me
no
callaba
necesitaba
por
no
ninguna
previsión, yo no tenía que avisarla con
so para el encuentro, con pulcritud y de-
tiempo, ni si quiera tenía que avisarla:
tallismo. Su música preferida, velas olo-
ella era un sueño que debía materiali-
rosas, champán y cuencos rebosantes
zarse donde y cuando yo lo desease, sin
de aceituna s en cada habitación. A la s
tratar
doce
qué
en
punto
ella
hacía
aparición,
de
entender
extraña
o
razón
exigir
había
nada.
Por
dejado
de
con su amplia sonrisa, su contorneo de-
cumplir su parte. Sólo había una razón
licado y el mismo vestido dorado de la
por la que podría estar esquivándome:
noche que nos declaramos, que ilumi-
que
naba mis manos al rodear su cintura y
aparte
me
Susan tenía un amante.
hacía
sentir
afortunado.
Durante
tuviera del
que mío.
atender De
otros
pronto
lo
ruegos
vi
claro,
meses seguimos el mismo ritual sincroni-
Algo dentro de mí se rompió con es-
zado: el champán, las doce, su vestido,
ta certeza, alguien había traspasado el
mis manos.
umbral de mi conciencia y penetrado
Una noche olvidé poner el despertador
y
aquella
hasta lo más íntimo, arruinando mi fan-
amanecimos
tasía para siempre. Esa noche no hubo
juntos. Temí que Susan huiría enfadada
música, ni velas, ni champán. Ella apa-
por
de
reció, sin más, y yo rodeé su cuello con
ocultar la luz del sol antes de que fuera
mis manos y apreté con fuerza los de-
culpa
de
mañana
mi
descuido
y
traté
tarde. Pero ella despertó sonriente y no
dos, tratando de hundir su garganta. La
se
luz de su vestido iluminaba nuestros ros-
desvaneció.
Desde
entonces
tuvi-
mos también fines de semana de en-
tros, fijos el uno en el otro, y escucha-
sueño,
mos
cuatro
en
los
que
paredes
no
de
salíamos
mi
de
las
apartamento.
un
chasquido
que
disipó
nuestra
alucinación para siempre.
Después fueron también los días libres,
Me acerco a la pareja, el hombre si-
las vacaciones. Pronto empecé a can-
gue hablando con la voz y con las ma-
celar compromisos sociales y llegué in-
nos
cluso a fingirme enfermo en el trabajo
aceituna
para
sonríe. Pero ya no me enternece su fal-
correr
a
su
lado
cuanto
antes.
Vivía por y para Susan, encerrado a cal y canto, y creía que ella vivía por y para mí. Pero estaba equivocado. Todos los esfuerzos que yo hacía por
y
Susan y
sorbe
me
la
mira.
anchoa Finge
de
una
sorpresa
y
so pudor. Lo nuestro terminó. Desde la fiesta la terraza es un abismo negro. Las luces de las arañas apagan
las
estrellas,
las
voces
y
las
risas
estar juntos eran pagados por ella con
inundan de frío la noche, que está enfa-
desconsiderada impuntualidad en cada
dada.
cita. En ocasiones tenía que esperar horas sentado frente a la puerta para ver-
Texto de Isabel García Viejo Imagen de Lecturas 1933
Generación Espontánea
LOS
CELOS
Texto
de
Tuberías, ban
al
una
las y
de
Generación Espontánea
11
CHARITO las
Heras.
de
de
de
ventilación
líquidos
pecera
Imagen
y
gases
y
afonA.
cañerías
que
tempestades.
Trama
hacían
La
retumba-
de
sirena
aquella
que
Los
vapores
los
que
grandes
mar-
Un
escapaban
ventanales
monumento
entre
que
ritmos
formaban
adivinaban
triunfalista
a
la
la
luz
vaho
del
en
día.
Industria.
pausas,
cuando
pistones
de
conductos
paso
fábrica caba
DE
Víctor
10
que
rugía,
subían
y
siempre bajaban
lo al
hacía
al
compás.
ritmo
de
los
hasta
Marco, cada
vez
diez
que
engrasaba
calaña horas
su
de
torno
todas
podía
de
a
su
y
de
su
grasa,
torno
de
cabeza.
al
que
las
se
de
la
máquina.
una
sola
cuando momento en
un
de
Charito
que
enero
rarios
nadie
Marco,
trabajo. Charito
tras
produjo
sólo
Marco
Cuando dido
màs el
que
le
se
dirigió
“Sabe...
me
ha
un
y
su
que
un
y
par
que
Tobías
hecho
prode
su
diez
satisfacprecisos
de
le
al
la
a
al
pero
tres
openo
malformes.
estaba
y
sordos
celosa al
supo
serenidad al
no
martes
entero,
oídos
retirarla
favor
pues Un
asistió
distrito
faena
ese
saltaban
sustituyó,
haciendo
gran
gran
no
excepto
en
también
tornillos
Charito
a
que
hospitalizar
luz
con
un
su
maquina.
todos,
ordenó
reincorporó a
de
y
infinito
más
ya
Marco
a
dedo, sin
calmarla,
las
incandescentes
preciada
Tobías,
decían
le
desaprovechaba,
regañadientes un
él,
sexual
acercaba,
virutas
dejar
Para
acto
que
ho mbre
demostraba
sorprendiendo a
un
tornillos
se
se
celosa
capataz
podía
Marco
se
era
amputarle
abrasados
voces
de
limpiaba
vistos.
metal
tocara
Julián,
Finalmente las
de
extraño
vendabal
todas.
aceptaba
viruta
alguien
que
orgulloso tornillo
Charito,
vida. a
los
jamás
Ni
Diariamente
Charito
creando
sentía
magnífico
llamaba
resumían
estilo:
se
un
satisfacciones
esperar
faena
hombre
ción
cejas
centímetros
porcionaba
entre
las
nacía
y
y
a que
desgüace.
lo
suce-
le
dijo:
deshacerse
de
Charito.
¡No
quisiera
saber
saber
có mo
que
hubiera
tengo
mujer
reaccionado y dos hijos!”
si
llega
a
Generación Espontánea
LOS
CELOS
Texto
de
Tuberías, ban
al
una
las y
de
Generación Espontánea
11
CHARITO las
Heras.
de
de
de
ventilación
líquidos
pecera
Imagen
y
gases
y
afonA.
cañerías
que
tempestades.
Trama
hacían
La
retumba-
de
sirena
aquella
que
Los
vapores
los
que
grandes
mar-
Un
escapaban
ventanales
monumento
entre
que
ritmos
formaban
adivinaban
triunfalista
a
la
la
luz
vaho
del
en
día.
Industria.
pausas,
cuando
pistones
de
conductos
paso
fábrica caba
DE
Víctor
10
que
rugía,
subían
y
siempre bajaban
lo al
hacía
al
compás.
ritmo
de
los
hasta
Marco, cada
vez
diez
que
engrasaba
calaña horas
su
de
torno
todas
podía
de
a
su
y
de
su
grasa,
torno
de
cabeza.
al
que
las
se
de
la
máquina.
una
sola
cuando momento en
un
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Charito
que
enero
rarios
nadie
Marco,
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tras
produjo
sólo
Marco
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que
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se
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“Sabe...
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y
su
que
un
y
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hecho
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su
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tres
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y
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entero,
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excepto
en
también
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Charito
a
que
hospitalizar
luz
con
un
su
maquina.
todos,
ordenó
reincorporó a
de
y
infinito
más
ya
Marco
a
dedo, sin
calmarla,
las
incandescentes
preciada
Tobías,
decían
le
desaprovechaba,
regañadientes un
él,
sexual
acercaba,
virutas
dejar
Para
acto
que
ho mbre
demostraba
sorprendiendo a
un
tornillos
se
se
celosa
capataz
podía
Marco
se
era
amputarle
abrasados
voces
de
limpiaba
vistos.
metal
tocara
Julián,
Finalmente las
de
extraño
vendabal
todas.
aceptaba
viruta
alguien
que
orgulloso tornillo
Charito,
vida. a
los
jamás
Ni
Diariamente
Charito
creando
sentía
magnífico
llamaba
resumían
estilo:
se
un
satisfacciones
esperar
faena
hombre
ción
cejas
centímetros
porcionaba
entre
las
nacía
y
y
a que
desgüace.
lo
suce-
le
dijo:
deshacerse
de
Charito.
¡No
quisiera
saber
saber
có mo
que
hubiera
tengo
mujer
reaccionado y dos hijos!”
si
llega
a
Generación Espontánea
12
Generación Espontánea
13
Menú-Asterisco para desbloquear. Presionó hacia la izquierda la tecla Menú.
8 (1 pulsación), 8 (2 pulsaciones), 8 (3 pulsaciones), 3 (2 pulsaciones) 0 (1 pulsación), 7 (2 pulsaciones),
TENÍA UN MÓVIL
8 (2 pulsaciones), 3 (2 pulsaciones) 0 (1 pulsación), 4 (2 pulsaciones), 2 (1 pulsación), 2 (3 pulsaciones), 7
(3 pulsaciones), 5 (3 pulsaciones), 6 (3 pulsaciones),
1 (1 pulsación). 2 (1 pulsación), 5 (3 pulsaciones), 4 (1 pulsación), 8 (2 pulsaciones), 6 (2 pulsaciones) 0 (1 pulsación), 3 (1 pulsación), 4 (3 pulsaciones), 2 (1 pulsación), 0 (1 pulsación), 5 (3 pulsaciones), 6 (3 pulsaciones), 0 (1 pulsación), 3 (2 pulsaciones), 6 (2 pulsaciones), 8 (1 pulsación), 3 (2 pulsaciones), 6 (2 pulsaciones), 3 (1 pulsación), 3 (2 pulsaciones), 7 (3 pulsaciones), 2 (1 pulsación) 7 (4 pulsaciones), 1 (1 pulsación).
Enviar. Menú-asterisco para bloquear.
Nunca lo entendió. Le amó siempre.
Texto de Fran Urbano Imagen de Marcos de las Heras
Generación Espontánea
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8 (1 pulsación), 8 (2 pulsaciones), 8 (3 pulsaciones), 3 (2 pulsaciones) 0 (1 pulsación), 7 (2 pulsaciones),
TENÍA UN MÓVIL
8 (2 pulsaciones), 3 (2 pulsaciones) 0 (1 pulsación), 4 (2 pulsaciones), 2 (1 pulsación), 2 (3 pulsaciones), 7
(3 pulsaciones), 5 (3 pulsaciones), 6 (3 pulsaciones),
1 (1 pulsación). 2 (1 pulsación), 5 (3 pulsaciones), 4 (1 pulsación), 8 (2 pulsaciones), 6 (2 pulsaciones) 0 (1 pulsación), 3 (1 pulsación), 4 (3 pulsaciones), 2 (1 pulsación), 0 (1 pulsación), 5 (3 pulsaciones), 6 (3 pulsaciones), 0 (1 pulsación), 3 (2 pulsaciones), 6 (2 pulsaciones), 8 (1 pulsación), 3 (2 pulsaciones), 6 (2 pulsaciones), 3 (1 pulsación), 3 (2 pulsaciones), 7 (3 pulsaciones), 2 (1 pulsación) 7 (4 pulsaciones), 1 (1 pulsación).
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Nunca lo entendió. Le amó siempre.
Texto de Fran Urbano Imagen de Marcos de las Heras
Generación Espontánea
Voy a hablarte de M, la perversión... M es una Dama redonda y hermosa como el perfil de embarazada de una isla que flota en el agua blanda. M de magia, M de luna (en lenguas de origen anglo-sajón y germánico), de pupilas llenas como lunas llenas de noche en noches de luna llena.
14
Generación Espontánea
15
... química, la enfermedad mágica M de mierda, que ese tío habla con dos voces y una de ellas no me gusta nada. M de miedo, que en lenguas de origen anglosajón y germánico se llama Angst.
Angustia de lunático encerrado en un lugar angosto.
Texto de Helena Gonz ález I m agen de I sabel Gar cí a Vi ej o
Generación Espontánea
Voy a hablarte de M, la perversión... M es una Dama redonda y hermosa como el perfil de embarazada de una isla que flota en el agua blanda. M de magia, M de luna (en lenguas de origen anglo-sajón y germánico), de pupilas llenas como lunas llenas de noche en noches de luna llena.
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Generación Espontánea
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... química, la enfermedad mágica M de mierda, que ese tío habla con dos voces y una de ellas no me gusta nada. M de miedo, que en lenguas de origen anglosajón y germánico se llama Angst.
Angustia de lunático encerrado en un lugar angosto.
Texto de Helena Gonz ález I m agen de I sabel Gar cí a Vi ej o
Generación Espontánea
16
Generación Espontánea
(En la oscuridad me siento desaparecer, dejo que la tiniebla empape mi piel y luego se derrame sobre mis órganos.)
El arte de desaparecer
Cuando el gran mago Vitín me hace un gesto yo entro en la caja de contrachapado que construimos a partir de los restos de una mudanza, eso que él llama delante del público el desaparecedor cósmico de partículas. M e tumbo procurando no engancharme las medias mientras él cierra la tapa y pronuncia las mismas palabras: “ Y ahora, en cuanto dé tres giros, mi asistenta se habrá evaporado como el agua burbujeante alrededor de un haz de espagueti” . En ese momento, en el interior de la caja, cierro los ojos y la oscuridad se hace doble. El vacío empieza a ensancharse, me desmigo como un trozo de pan duro, siento la liberación de este volumen de laca, tacones, pestañas postizas, apariencias. Luego escucho cómo el gran Vitín acciona la palanca escondida y mi cuerpo cae al doble fondo, pero yo desaparecida, yo invisible, de partículas transparentes, quedo en la parte de arriba.
Vitín abre la tapa y allí no está el cuerpo de la asistenta. Veo a los mayores carraspear escépticos y a los niños gritar asombrados con mi ausencia mágica. El gran Vitín cierra la tapa, acciona de nuevo la palanca, deshace el mecano del hechizo y mi cuerpo ocupa otra vez el espacio del yo pintado de oscuridad. Al abrir la tapa el mago prorrumpe en una exclamación, lanza un puñado de purpurina. Yo sonrío al regreso de mi cuerpo del más allá y los mayores aplauden aliviados mi reaparición. (Tras la función, en el hostal, al quedarme dormida, siento aún mezclarme en la alta oscuridad del cielo, diluirme en una acuarela sobre la noche de grillos, evaporarme como el agua burbujeante alrededor de un haz de espagueti. —Soy una artista, Vitín, aunque ellos no lo crean. —No te hagas ilusiones—, me abraza él con tanta fuerza que no podría yo en ese momento desaparecer.) Texto de Iñaki de las Heras Imagen de Matteo Gobbo
17
Generación Espontánea
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Generación Espontánea
(En la oscuridad me siento desaparecer, dejo que la tiniebla empape mi piel y luego se derrame sobre mis órganos.)
El arte de desaparecer
Cuando el gran mago Vitín me hace un gesto yo entro en la caja de contrachapado que construimos a partir de los restos de una mudanza, eso que él llama delante del público el desaparecedor cósmico de partículas. M e tumbo procurando no engancharme las medias mientras él cierra la tapa y pronuncia las mismas palabras: “ Y ahora, en cuanto dé tres giros, mi asistenta se habrá evaporado como el agua burbujeante alrededor de un haz de espagueti” . En ese momento, en el interior de la caja, cierro los ojos y la oscuridad se hace doble. El vacío empieza a ensancharse, me desmigo como un trozo de pan duro, siento la liberación de este volumen de laca, tacones, pestañas postizas, apariencias. Luego escucho cómo el gran Vitín acciona la palanca escondida y mi cuerpo cae al doble fondo, pero yo desaparecida, yo invisible, de partículas transparentes, quedo en la parte de arriba.
Vitín abre la tapa y allí no está el cuerpo de la asistenta. Veo a los mayores carraspear escépticos y a los niños gritar asombrados con mi ausencia mágica. El gran Vitín cierra la tapa, acciona de nuevo la palanca, deshace el mecano del hechizo y mi cuerpo ocupa otra vez el espacio del yo pintado de oscuridad. Al abrir la tapa el mago prorrumpe en una exclamación, lanza un puñado de purpurina. Yo sonrío al regreso de mi cuerpo del más allá y los mayores aplauden aliviados mi reaparición. (Tras la función, en el hostal, al quedarme dormida, siento aún mezclarme en la alta oscuridad del cielo, diluirme en una acuarela sobre la noche de grillos, evaporarme como el agua burbujeante alrededor de un haz de espagueti. —Soy una artista, Vitín, aunque ellos no lo crean. —No te hagas ilusiones—, me abraza él con tanta fuerza que no podría yo en ese momento desaparecer.) Texto de Iñaki de las Heras Imagen de Matteo Gobbo
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Generación Espontánea
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Enl a s p el í cu l a s, l a s a ero n a v es esp a ci a l es de l o s a st ro n a u t a s a meri ca n o s t ra sp a sa na men u do l a s b a rrera s ma rca da s p o r elesp a ci o t i emp o .Lo s t ri p u l a n t es a cci o n a nu n a p a l a n cayen t ra nenl oq u e el l o s l l a ma nh i p eresp a ci o . Acel era nsu s p a rt í cu l a s, b u rl a nl a rea l i da d yse t el et ra n sp o rt a n .En g a ñ a na lmu n dorea l ,b o rra ndeldi scu rso“ rea l i da d”y escri b en en su l u g a r p a l a b ra s f é rt i l es:“ i ma g i n a ci ó n ” ,“ so rp resa ” ,“ ci en ci a ” ,“ ma g i a ” . En t o n ces l o s sesu do s crí t i co s ci n ema t o g rá f i co s et i q u et a nl aci n t aco moci en ci af i cci ó n yn ose creenn a dade l oq u e su cede du ra n t e esah o raymedi aden t royenl a s i n medi a ci o n es de l an a v e esp a ci a l .
Bu en o , p u es y ome l ocreo . Yosíséq u e l area l i da d, a l l áa rri b aenelco smo s de l a s p el í cu l a s ya q u í a b a j o , enl ap l a n t acero , p u ede ca mb i a rse p o r o t raco sa . Nodesca rt ol a ma g i a . Y h e v i st o su ceso s a so mb ro so s. Yo mi smo en t réen u n o de eso s h i p eresp a ci o s si en doj o v en , de mu ych i co , cu a n dop a decísev era s f i eb res q u e me n u b l a ro nl ara z ó ny l asa l u d. Yo est u v e den t ro de ese t ú n elen elq u e n op a sa b aelt i emp o y al av ezt o do su cedí amu yrá p i do . Yof u i yso yca dadí aci en ci af i cci ó n . Yov eol o s sa l t o s, l a s di sco rda n ci a s, l o s desa j u st es, l a s t a ra s de l area l i da d. Os di g oq u e p u edodet ect a r l a s a n o ma l í a s delsi st ema ,l oq u e se l es esca p aal o s ra ci o n a l i st a s,elf a l l o de l aru t i n aru t i n a ri a , ese p eq u eñ oma t i zq u e desb a ra t acu a l q u i er ex p l i ca ci ó n .
Ha yf i cci ó nsemb ra daenl aesp a l dadeledi f i ci odo n de v i v o :l ao t rama ñ a n a , so b re l ai n men sal l a n u radesp ej a da ,a rra sa dap o r l a s má q u i n a s de l a s co n st ru ct o ra s,co mp l et a men t e p l a n a ,u n o s h o mb res t en di ero n ro l l o s y ro l l o s y ro l l o s de u nh ermo so cé sp ed a rt i f i ci a l ,b ri l l a n t e,l u mi n o so ,ref l ect a n t e.Ah o ra ,j u st o det rá s de do n de v i v oh a yu n ca mp oq u e es i rrea l , u nsu eñ o , u n arep ro du cci ó nde u np a i sa j e i n v en t a do . Yn oh a yu n g i g a n t e de o f i ci n a s, n iv i v i en da s, n iu nn u ev oyci cl ó p eocen t roco merci a l . Ha yf i cci ó n v erde env ezde cen i ci en t area l i da d.
¿ Y ma g i a ? La ma g i aa so ma cu a n do l o s seres h u ma n o s,en p a rej a ,co n v ersa n ,se co n o cen , se mi den , se v i g i l a ny , de p ro n t o , u n ode el l o s, t ra n sg rede elu mb ra ldelo t ro , se a so maau nl u g a r p el i g ro so , q u eb ra n t aelesp a ci oyelt i emp o , se a rri esg a , yp ro p o n e env o za l t al oq u e l l ev aso ñ a n dosui ma g i n a ci ó ndu ra n t e n o ch es yn o ch es env el a :“ t a l v ezt úyy op o drí a mo s sa l i r j u n t o s,oemp ez a r asa l i r,o …
q u ét e p a rece” . Ah íco i n ci -
di rá nco n mi g o -n oex i st e elt i emp o , n oh a yco sa s a l rededo r q u e def i n a nu nesp a ci o ;en ese escen a ri o só l ol a s p a l a b ra s yl a s sen sa ci o n es,l ama g i a , ma rca nl a s co o rden a da s. ¿ O n o ?
Deb encreerme. Ha yf a l l a s enel di scu rsorea l q u e est áescri t oenl o s l i b ro s de t ex t o , en l o s b o l et i n es de l o s serv i ci o s i n f o rma t i v o s.Sa l t o s,a n a co l u t o s,t ra mp a s.M o t i v o s p a raseg u i r a del a n t e, p a racreer enl aci en ci av i daf i cci ó n , ydescreer al o s crí t i co s ci n ema t o g rá f i co s.
descreer Texto de José del Villar.
Imagen de Francesca Cerri.
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Bu en o , p u es y ome l ocreo . Yosíséq u e l area l i da d, a l l áa rri b aenelco smo s de l a s p el í cu l a s ya q u í a b a j o , enl ap l a n t acero , p u ede ca mb i a rse p o r o t raco sa . Nodesca rt ol a ma g i a . Y h e v i st o su ceso s a so mb ro so s. Yo mi smo en t réen u n o de eso s h i p eresp a ci o s si en doj o v en , de mu ych i co , cu a n dop a decísev era s f i eb res q u e me n u b l a ro nl ara z ó ny l asa l u d. Yo est u v e den t ro de ese t ú n elen elq u e n op a sa b aelt i emp o y al av ezt o do su cedí amu yrá p i do . Yof u i yso yca dadí aci en ci af i cci ó n . Yov eol o s sa l t o s, l a s di sco rda n ci a s, l o s desa j u st es, l a s t a ra s de l area l i da d. Os di g oq u e p u edodet ect a r l a s a n o ma l í a s delsi st ema ,l oq u e se l es esca p aal o s ra ci o n a l i st a s,elf a l l o de l aru t i n aru t i n a ri a , ese p eq u eñ oma t i zq u e desb a ra t acu a l q u i er ex p l i ca ci ó n .
Ha yf i cci ó nsemb ra daenl aesp a l dadeledi f i ci odo n de v i v o :l ao t rama ñ a n a , so b re l ai n men sal l a n u radesp ej a da ,a rra sa dap o r l a s má q u i n a s de l a s co n st ru ct o ra s,co mp l et a men t e p l a n a ,u n o s h o mb res t en di ero n ro l l o s y ro l l o s y ro l l o s de u nh ermo so cé sp ed a rt i f i ci a l ,b ri l l a n t e,l u mi n o so ,ref l ect a n t e.Ah o ra ,j u st o det rá s de do n de v i v oh a yu n ca mp oq u e es i rrea l , u nsu eñ o , u n arep ro du cci ó nde u np a i sa j e i n v en t a do . Yn oh a yu n g i g a n t e de o f i ci n a s, n iv i v i en da s, n iu nn u ev oyci cl ó p eocen t roco merci a l . Ha yf i cci ó n v erde env ezde cen i ci en t area l i da d.
¿ Y ma g i a ? La ma g i aa so ma cu a n do l o s seres h u ma n o s,en p a rej a ,co n v ersa n ,se co n o cen , se mi den , se v i g i l a ny , de p ro n t o , u n ode el l o s, t ra n sg rede elu mb ra ldelo t ro , se a so maau nl u g a r p el i g ro so , q u eb ra n t aelesp a ci oyelt i emp o , se a rri esg a , yp ro p o n e env o za l t al oq u e l l ev aso ñ a n dosui ma g i n a ci ó ndu ra n t e n o ch es yn o ch es env el a :“ t a l v ezt úyy op o drí a mo s sa l i r j u n t o s,oemp ez a r asa l i r,o …
q u ét e p a rece” . Ah íco i n ci -
di rá nco n mi g o -n oex i st e elt i emp o , n oh a yco sa s a l rededo r q u e def i n a nu nesp a ci o ;en ese escen a ri o só l ol a s p a l a b ra s yl a s sen sa ci o n es,l ama g i a , ma rca nl a s co o rden a da s. ¿ O n o ?
Deb encreerme. Ha yf a l l a s enel di scu rsorea l q u e est áescri t oenl o s l i b ro s de t ex t o , en l o s b o l et i n es de l o s serv i ci o s i n f o rma t i v o s.Sa l t o s,a n a co l u t o s,t ra mp a s.M o t i v o s p a raseg u i r a del a n t e, p a racreer enl aci en ci av i daf i cci ó n , ydescreer al o s crí t i co s ci n ema t o g rá f i co s.
descreer Texto de José del Villar.
Imagen de Francesca Cerri.
Generación Espontánea
20
Generación Espontánea
21
He mirado en secreto piedra adentro
y he advertido enseguida que nuestra
inquietud ya no es lo que era,
que hemos llenado los recovecos con servilletas
escritas para allanar el tacto,
para no tropezar con la más mínima arista,
no vayamos a herirnos las manos;
a quién se le pasa ya por la cabeza
ningún esfuerzo por cicatrizar.
Texto de Ángel Castaño Imagen de Trama afonA
Generación Espontánea
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Generación Espontánea
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He mirado en secreto piedra adentro
y he advertido enseguida que nuestra
inquietud ya no es lo que era,
que hemos llenado los recovecos con servilletas
escritas para allanar el tacto,
para no tropezar con la más mínima arista,
no vayamos a herirnos las manos;
a quién se le pasa ya por la cabeza
ningún esfuerzo por cicatrizar.
Texto de Ángel Castaño Imagen de Trama afonA
Generación Espontánea
22
Generación Espontánea
Un tipo con un banjo eléctrico
Com ité editorial
otro flauta y perilla larga hasta el esternón,
Chiara Cerri Isabel García Viejo
más:
Iñaki de las Heras Víctor de las Heras
baile de salón sobre una pista de patinaje de hielo, maniquíes,
Col aboraciones
“más veneno”
Alf onso López
me pide otro.
Ángel Castaño Antonio Roura
Fumo un cigarrito en el salón de mi casa,
Fran Urbano
la gente aplaude mientras escribo
Francesca Cerri Helena Gonz ález
justo lo anterior.
José del Villar
Y los giros virtuosos del vals
M arcos de las Heras M atteo Gobbo
en la Viena de antaño
Tram a af onA
llamaron tanto la atención
A gradecim ientos
que era casi un pecado mortal. Realmente son excéntricos estos músicos
A todos los que leyeron los núm eros anteriores
les sobrepasa su quehacer, pienso, y deben posarse sobre el cable de la vida
Distribuidores
como lágrimas de pájaro.
Bar M alatesta [ c /Olm o,3 ( M adrid) ] Bar El indio M ocaqua [ avda /de M adrid,13 ( Alcobendas) ]
Registro de la Propiedad Intelectual nº .M 003515/ 2007
Im preso en Santos Reprograf ía,s. l. General M argallo,27.M adrid Texto de Alfonso López Imagen de Kaprika
En m ayo de 2007
Generación Espontánea
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Generación Espontánea
Un tipo con un banjo eléctrico
Com ité editorial
otro flauta y perilla larga hasta el esternón,
Chiara Cerri Isabel García Viejo
más:
Iñaki de las Heras Víctor de las Heras
baile de salón sobre una pista de patinaje de hielo, maniquíes,
Col aboraciones
“más veneno”
Alf onso López
me pide otro.
Ángel Castaño Antonio Roura
Fumo un cigarrito en el salón de mi casa,
Fran Urbano
la gente aplaude mientras escribo
Francesca Cerri Helena Gonz ález
justo lo anterior.
José del Villar
Y los giros virtuosos del vals
M arcos de las Heras M atteo Gobbo
en la Viena de antaño
Tram a af onA
llamaron tanto la atención
A gradecim ientos
que era casi un pecado mortal. Realmente son excéntricos estos músicos
A todos los que leyeron los núm eros anteriores
les sobrepasa su quehacer, pienso, y deben posarse sobre el cable de la vida
Distribuidores
como lágrimas de pájaro.
Bar M alatesta [ c /Olm o,3 ( M adrid) ] Bar El indio M ocaqua [ avda /de M adrid,13 ( Alcobendas) ]
Registro de la Propiedad Intelectual nº .M 003515/ 2007
Im preso en Santos Reprograf ía,s. l. General M argallo,27.M adrid Texto de Alfonso López Imagen de Kaprika
En m ayo de 2007