Política
GPS y el kirchnerismo 2.0
Generación de ideas POR JOSÉ GLINSKI, TOMÁS AGUERRE Y ALEJANDRO SEHTMAN (GENERACIÓN POLÍTICA SUR)
L
a generación que entró a la vida políti- tica no es otra cosa que un colectivo capaz de ca argentina en el curso de la última dé- discernir, en el horizonte histórico común, cada fue testigo de una fenomenal un destino mejor para todos. Pero ningún destransformación de la democracia. Tan sólo dos tino puede alcanzarse si no se conocen sus cadécadas después del final de la dictadura, el Es- racterísticas, si no se superan los desafíos que tado pudo empezar a constituirse en un pilar presenta, si no se convence a todos, o al mecapaz de sostener tanto el crecimiento econó- nos a una mayoría, de su conveniencia. La gemico como la integración social. Vista en pers- neración debe abocarse al duro trabajo de despectiva histórica, la centralidad que el Estado cubrir nuevas soluciones pero, sobre todo, a alcanzó en estos años podría considerarse el entender la complejidad de los nuevos profin de una historia de claudicaciones frente a blemas, asumiendo sus responsabilidades prelos poderes fuertes de las corporaciones. Sin sentes y futuras cuando ya va quedando atrás embargo, sólo hacia el futuro se encuentra la débil democracia de los años ochenta y noorientada indefectiblemente la vida política de venta. Su emergencia está signada por la conuna nación, por lo que solidación del Estado la situación actual es, como actor clave de No se trata sólo de sobre todo, el punto las principales dináde partida de una nuemicas económicas y acompañar, sino de va era democrática. sociales. Y es precisaarrogarse el Frente a este inicio, la mente ese Estado, nueva generación poaquel que todavía lleprotagonismo lítica debe pasar de va en su interior la necesario para un mero testigo a partícimarca a fuego del pape, asumiendo un rol sado, la maquinaria cambio de época preponderante en la principal que la geney un devenir más vida pública. ración deberá conocer auspicioso. Una generación polípara convertirla irre26
versiblemente en el motor de una república verdaderamente de todos. El desafío está en poder dar cuenta y reivindicar lo hecho hasta el momento, pero como condición de posibilidad para proyectar un devenir más auspicioso de nuestro país. Y, justamente, en ese punto de partida esta nueva generación hace pie, complejizando la agenda para escapar de los lugares comunes y trazar su propio rumbo. Trabajar por democratizar la matriz socioeconómica del país, ampliando las capacidades estatales de intervención. La generación, nuestra generación, no puede hacer la vista gorda: más seguridad es más gobierno civil sobre la policía; más integración latinoamericana son más y mejores instituciones regionales; más y mejor trabajo es más regulación de las relaciones laborales y más potenciamiento de las cadenas de valor de todas las regiones. Los espacios para debatir estas y otras cuestiones empiezan a tener cada vez más peso propio. Ejemplo de ello resulta el ciclo de encuentros “Argentina soberana y popular”, organizado por el Consejo Federal de Juventud, en el que participaron más de cien organizaciones para construir una agenda política generacional. No se trata sólo de acompañar, sino de arrogarse el protagonismo necesario para un cambio de época. Veintitrés |2 de septiembre de 2010