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El renacer del águila
LA FIRMA CHOPARD REVITALIZA A UNO DE SUS ICONOS, EL RELOJ ST. MORITZ. EL RESULTADO, UN HOMENAJE AL ESPÍRITU AVENTURERO. EL RENACER DEL ÁGUILA
TEXTO IZASKUN ESQUINCA
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DESDE SU NACIMIENTO, el reloj St. Moritz estuvo cargado de innovación para la firma con sede en Fleurier, Suiza, y es que fue la primer pieza deportiva creada por la marca, así como el primer ejemplar creado en acero. Pero eso no es todo. El St. Moritz también fue el primer reloj creado por un joven KarlFriederich Scheufele a mediados de los años 80, y lo presentó a su padre como primer proyecto relojero a su cargo.
Cuarenta años después, y ahora como copresidente de Chopard, es Karl-Fritz, hijo de Karl-Friederich quien repite la historia. Casi en secreto, aunque con el apoyo de su abuelo, Fritz se encargó de revitalizar la estética del modelo en cuestión. El resultado lleva por nombre Alpine Eagle.
Hay que subrayar, que el St. Moritz, desde su creación, ha sido una de las piezas más representativas de la manufac
96 tura de Fleurier, que hoy evoluciona en una colección de tres piezas en Lucent Steel con carátula azul y gris, así como una tercera versión bicolor en Lucent Steel y oro rosa, todas de 41 milímetros.
La nueva colección de Chopard es una buena apuesta contra otros grandes nombres de la industria que se han atrevido a incursionar en nuevas siluetas o el uso de materiales, lo que siempre será atractivo tanto para los coleccionistas como para los entusiastas de la marca.
“La creación del reloj St. Moritz fue un movimiento atrevido. Para la casa fue la primera vez que trabajamos el acero como oro, además de seguir la idea del arquitecto americano Louis Sullivan, quien dice que la forma debe seguir a la función [del objeto]”, ha comentado Karl-Friederich.
Chopard Alpine Eagle se une al pequeño club de relojes con caja y correa integrados.
Tres generaciones que aman la relojería se han reunido en el Alpine Eagle, que toma su nombre de la pasión que abuelo, padre e hijo sienten por los Alpes suizos. Es ahí en donde tiene su hogar el águila representada en la carátula del reloj con un terminado rugoso y un homenanje al ojo siempre atento y vigilante de la enigmática ave, mientras que las manecillas evocan las plumas de sus alas.
Para enfatizar su tono deportivo, a la corona del Alpine Eagle se le ha colocado una rosa de los vientos, encargada de guiar a los aventureros a encontrar el rumbo.
En el terreno técnico, el Alpine Eagle se encuentra impulsado por el calibre 01.01-C, con 60 horas de reserva de marcha para la versión de 41 milímetros y el calibre 09.01-C, con 42 horas de reserva para una caja de 36 milímetros. Ambos cuentan con la ya tradicional certificación COSC. Una pieza para los aventureros.