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ANTHONY PERKINS El elegante atormentado

por Javier Fernández de Angulo

POCOS ACTORES TIENEN UN ESTILO TAN ROTUNDO que dan nombre a prendas de moda, Grace Kelly bautizó al mítico bolso de Hermès y Anthony al cuello perkins, por su vestuario en Psicosis. Su moda genuina y elegante es recordada este verano y todavía inspira a los diseñadores.

Casi en silencio, bueno a gritos como en Psicosis, entró en la leyenda del cine, Hollywood le recibió con los brazos abiertos, en su segunda película Friendly Persuasion fue nominado al Oscar.

Nació en Nueva York (1932) y su infancia fue marcada por su relación con su madre posesiva. Tuvo la suerte de compartir escena con Sofía Loren, Audrey Hepburn, Silvana Mangano o Jane Fonda. Sus papeles de joven asesino, psicópata, afectaron a su carrera, pero eso no le impidió trabajar con directores como George Cukor, John Huston, Orson Welles o Claude Chabrol.

La película de Hitchcock le acompañó como una obsesión y Anthony Perkins será recordado como Norman Bates, el dueño de un motel en Psicosis que usó el vestido de su madre y masacró a Janet Leigh en la ducha. La historia continuó con secuelas como Psicosis II y III, esta última que él mismo dirigió. Los escenarios de Broadway también le aclamaban, Té y simpatía, fue un gran éxito con Joan Fontaine.

Bisexual tuvo pareja con hombres y mujeres, entre ellos Rock Hudson y el bailarín Rudolf Nureyev, estuvo seis años con el coreógrafo Grover Dale. Era un galán distinto, con mucha personalidad, y su estilo sin duda marcó época, sus camisas blancas, sus playeras, corbatas ultra finas, suéteres a rayas antes que Gaultier, calcetines de distintos colores, siempre elegante con saco o de sport su estilo era único y hoy su moda y su look tienen un aire completamente contemporáneo.

Ingrid Bergman fue otra de sus parejas de reparto, y la actriz sueca cuenta: “Llevé a Anthony Perkins, mi joven amante –antes de que comenzara el rodaje de No me digas adiós- a mi camerino y le pedí: ¡Bésame, por el amor de Dios! Se quedó de piedra y luego se echó a reír. ¿Por qué, a qué viene eso? Porque tendremos que hacerlo durante el rodaje, apenas le conozco, soy tímida y me ruborizo. De acuerdo. Y después me dijo ¿Le he hecho daño?”.

Se casó con Berry Berenson y falleció a los 60 años víctima del SIDA y una neumonía. Silenció su enfermedad hasta sus últimos días en los que emitió un duro comunicado, “Elegí no decirlo [que padecía sida] porque, parafraseando Casablanca, no es que yo sea muy noble, pero no lleva mucho tiempo darse cuenta de que los problemas de un viejo actor no valen ni un puñado de alubias en este mundo desquiciado”. Y añadió en su comunicado, “Hay muchos que creen que esta enfermedad es una venganza de Dios, yo creo que fue enviada para enseñar a la gente cómo amarse y comprenderse, y para tener compasión. He aprendido más sobre el amor y la comprensión humana entre la gente que he encontrado en esta gran aventura en el mundo del sida que en el feroz y competitivo mundo en el que he malgastado mi vida”.

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