Protagonista de la historia

sir Jackie Stewart, apodado cariñosamente el “escoces volador” es Testimonial de Rolex desde 1968.

SIR JACKIE STEWART, TESTIMONIAL DE ROLEX, ESTUVO EN MÉXICO PARA SER PARTE DEL GRAN PREMIO DE MÉXICO. THE BEATLES Y FANGIO FUERON PARTE DE LA CHARLA.

TEXTO IZASKUN ESQUINCA

SER TESTIMONIAL DE ROLEX es sinónimo de excelencia y sólo unos cuantos pueden ocupar ese cargo. Entre ellos se encuentra sir Jackie Stewart que ostenta este título desde 1968, ya que es uno de los pilotos de Formula 1® más aclamados de todos los tiempos. Ganó el Campeonato del mundo de los pilotos de Formula 1® de la FIA en tres ocasiones ( 1969, 1971 y 1973), sin duda, toda una leyenda en el mundo motor y que durante la celebración del Gran Premio de México estuvo de visita en el país. El espacio de nuestro encuentro fue un lugar privilegiado del Autódromo Hermanos Rodríguez, exactamente en el Paddock Club y donde también se encuentra el espacio de premiación de los pilotos.

Una mesa elegantemente presentada ya nos esperaba. Al frente, la curva 12, esa que los expertos en automovilismo conocen con el nombre de Adrián Fernández, y es que en esta zona los autos de las diez escuderías pueden disfrutarse a detalle. El sonido local ya anunciaba los nombres de algunos pilotos y animaba al público mientras el sonido de los potentes motores se acrecentaba conforme cada auto pasaba cerca de la zona. Y así, de repente apareció sir Jackie Stewart, luciendo una impecable camisa blanca con la palabra Rolex en su costado derecho, y un pantalón escoces que hacía juego con su boina, claro, sin faltar su reloj Rolex Oyster Day-Date con carátula en verde.

Apenas se sienta, toma un sorbo de agua y comenta: “estoy muy contento de finalmente estar en México, me gusta mucho estar aquí, las personas son muy entusiastas”, dice mientras observa a la distancia el paso de uno de los autos. “La Formula 1® ha evolucionado mucho en términos de tecnología y de seguridad, eso permite que cada vez más personas puedan disfrutar de este bello deporte”, continúa el que es conocido como el “escoces volador” y es que, sir Jackie fue de los pilotos pioneros en proponer el uso obligatorio de cinturones de seguridad, monos ignífugos y cascos de seguridad, además de la creación de zonas de escape, barras de protección y espacios médicos en los circuitos. “En una ocasión, aquí en la Ciudad de México, justamente en la curva frente a nosotros había muchas personas cerca de la pista, yo me acerqué y comencé a gritarles que se alejaran porque estaban muy cerca. Al comienzo no me reconocieron pero segundos después decían: ‘Claro sir Jackie’, y los puse a salvo, pero lo gracioso fue que apenas me di la vuelta todos se regresaron a la pista”, comenta mientras ríe y señala con su mano derecha el paso de otro de los veloces autos.

Este icónico piloto tiene una agenda muy apretada a pesar de sus 82 años, “terminando este circuito voy a continuar a Buenos Aires para participar en el homenaje que se rendirá a Juan Manuel Fangio para llevar sus restos a un museo junto a sus autos de carreras”, comenta y agrega: “es increíble pensar que yo fui una de las seis personas que cargamos el féretro de mi amigo Fangio cuando falleció”.

Pero como no todo es velocidad, le preguntamos a Stewart si había conocido a The Beatles: “Claro que los conocí, George Harrison era el más listo de todos… le gustaban las carreras de autos y algunas veces me acompañó”. ¿Y John y Paul?, le preguntamos: “no, a ellos no les gustaban las carreras”, ríe.

Además de Oyster Day-Date que pudimos ver durante nuestra charla, sir Jackie Stewart posee un Rolex Daytona del que se encuentra muy orgulloso: “lo obtuve en Mónaco a finales de los 60 por haber conseguido la victoria en esa carrera legendaria. Es un reloj clásico que me recuerda los viejos tiempos y el Grand Prix más elegante, colorido y fascinante de toda la temporada”.

Es casi la hora en que terminan las pruebas previas al día de la carrera, nuestra comida y el encuentro con una leyenda del automovilismo. sir Jackie se despide con un fuerte apretón de manos y diciendo: “gracias por la charla, nos vemos el próximo año”.

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