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Las primeras de la clase
Grace Kelly. Una de las estrellas más famosas del cine, siempre perfecta, parecía salida de un cuento. Cuento que vivió —e hizo vivir— casándose con un príncipe.
DESPUÉS DE DÉCADAS, DEFINEN TODAVÍA ESTILO Y TENDENCIAS. GRACIAS A SU PERSONALIDAD, INTELIGENCIA Y UN “NO SÉ QUÉ”.
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TEXTO LUISA CIUNI
“EL PROBLEMA NO ES EL MAL GUSTO, sino la ausencia de gusto”. Con estas palabras, Diane Vreeeland explicaba qué distingue una mujer glamurosa de las demás. No es la riqueza de las prendas de vestir o las joyas, ni una aceptación servil de las modas actuales, ni la belleza. Es ese “no sé qué” que define una identidad, que la hace recordar, que la hace seguir e identificar más allá de lo que lleva puesto.
Así, también hoy, no tenemos dudas cuando miramos las imágenes de Grace Kelly y Brigitte Bardot. No hay riesgo de confundirlas, a pesar de llevarse solo cinco años de diferencia. Símbolo perfecto de la princesa y con el pelo siempre impecable la una, ícono de rebelión la otra. Quien quiera vestir con elegancia encuentra en los atuendos de Grace un modelo a seguir. Sin embargo, maestra de todas ha sido Coco Chanel, quien liberó a las mujeres de corsés y olanes, y enseñó a Jackie Kennedy a quitar moños, encajes y ornamentos excesivos. Jackie se encargó de difundir en todo el mundo las lecciones de mademoiselle Coco, renovándolas e imponiendo una nueva simplicidad a pantalones, playeras y sandalias. Siguió su camino también la nuera que jamás conoció, Carolyn Bessette, esposa del hijo John F. Kennedy Jr., apodado John Jhon, que era capaz de volver icónica cualquier prenda. Delgada, desmaquillada y con el pelo largo suelto hasta los hombros, ha sido un verdadero símbolo del eslogan less is more. Por otro lado, pocas mujeres son bellas como Carolina, la princesa de Mónaco, hija de Grace. Claro, no es perfecta como la madre, pero es símbo-
Brigitte Bardot. Espíritu rebelde que ha marcado una época. “BB” ha conquistado a todos con su sensualidad explosiva pero nunca vulgar. Una belleza única.
“LA MODA NO TIENE QUE VER SOLO CON LA ROPA, SINO CON TODO TIPO DE CAMBIO”.
KARL LAGERFELD
Carolina de Mónaco. De la madre Grace Kelly ha heredado el estilo y elegancia, que, a su vez, ha trasmitido a su hija Charlotte. Cuando el atractivo y el buen gusto son de familia. Jane Birkin. Musa de estilistas y diseñadores (pocas pueden lucir un bolso firmado Hermès diseñado solo para ellas), desde el topless de Blow Up hasta los murmullos que acompañaban las notas de Je t’aime... moi non plus, su estilo elegante, pero rebelde está siempre de moda. Diana Vreeland. En los años sesenta el estilo lo dictaba la directora de Vogue América. Su inteligencia, su estilo y su fuerte personalidad la han vuelto un ihcono para siempre. Jackie Kennedy. Desde el traje tipo bouclé hasta los pantalones Capri. Desde las maxigafas hasta el collar de perlas. Desde el impermeable hasta el pañuelo en el pelo. El estilo Jackie es más actual que nunca.
“LO MÁS IMPORTANTE DE UN VESTIDO ES LA MUJER QUE LO LLEVA PUESTO”.
YVES SAINT LAURENT
lo de una generación. Existen, luego, mujeres tan singulares que dieron su nombre a un bolso de Hermès, como es el caso de Jane Birkin, paladina de la sexualidad libre antes de la era del VIH, o mujeres como Lauren Hutton que, con una película, hizo que todas las mujeres soñaran con tener un bolso de Bottega Veneta. ¿Y Diana? Tenía su “no sé qué” y todas querían parecerse a ella. Las prendas a veces eran discutibles, pero ella era muy elegante e inmortal.
Catherine Deneuve. Si a los 77 años Saint Laurent te elige como embajadora, significa que el estilo no tiene edad. Y el mito del cine francés que ha hecho enamorar a Marcello Mastroianni es la prueba de ello.
Lauren Hutton. Desde los comienzos de su carrera, en los años setenta, hasta hoy, la actriz y modelo ha siempre seguido un estilo personal, apostando a prendas de inspiración masculina, pero manteniendo una feminidad única. Lady Diana. Revolucionaria también en la moda, Lady D ha llevado el estilo callejero a corte. A través de su vestimenta comunicaba sus estados de ánimo (para la gran felicidad de Su Majestad).
Coco Chanel. “La moda pasa, el estilo queda”, no podía ser una frase de la diseñadora de moda más revolucionaria del novecientos, inventora del vestido negro y del traje Chanel.