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CAPITAL HUMANO

FUENTE DE INSPIRACIÓN PARA ARTISTAS, PINTORES Y CINEASTAS. SÍMBOLO DE FIDELIDAD, ANTIDEPRESIVO NATURAL Y COMPAÑÍA

TRANQUILIZADORA: LA AMISTAD ENTRE EL HOMBRE Y EL PERRO SIGUE SIENDO EL VÍNCULO MÁS AUTÉNTICO DE TODOS.

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TEXTO GIADA BARBARANI

NO HAY NECESIDAD DE MOLESTAR A FREUD para explicar la importancia, a nivel emocional, de tener un perro, y la relación que se crea entre un dueño y su animal. Las fotos en las siguientes páginas y donde encontraras una donde se retrata al príncipe Guillermo durante el saludo a la multitud tras la muerte de la reina Isabel, agachándose y acariciando a un labrador. Un gesto que expresa, sin necesidad de palabras, no solo el amor heredado de la abuela por las mascotas, sino también cómo los animales pueden dar consuelo en las situaciones de gran dolor.

Así que sí, incomodemos al padre del psicoanálisis y a su mejor amigo Jofi, un chow chow que le regaló la princesa —y su paciente—

María Bonaparte, bisnieta de Napoleón. Ya el nombre es explicativo: en hebreo, Jofi significa “bien, está bien” y, con él, Freud lograba relajarse y liberar la mente. Como lo describe en una carta. “Las razones por las que uno puede amar a un animal como Jofi con una intensidad tan singular son la simpatía ajena a cualquier ambivalencia, el sentido de una vida simple y libre de conflictos difíciles de soportar con la civilización, la belleza de una existencia realizada en sí misma. Y, a pesar de la diversidad del desarrollo orgánico, el sentimiento de parentesco íntimo, es de una afinidad incontestable. A menudo, al acariciar a Jofi, me he sorprendido tarareando una melodía que yo, un hombre absolutamente no dotado para la música, reconocí como el aria de la amistad del Don Giovanni: ‘Quiero que seamos amigos... de corazón’ (con mucha modestia y humildad, me gustaría añadir)...”.

Arriba, la Top Model y activista Gisele Bündchen con Lua, una cruza de Pit Bull y Scooby de raza Beagle. El escritor Tom Wolfe y Strawberry, un Jack Russell Terrier.

Arriba, Sir Alfred Hitchcock con Sarah, un Westhigland White Terrier. El fotógrafo Bruce Weber y su familia de Golden Retriver. Buster Keaton con su Saint Berbard Elmer.

Varios lienzos que Andy Warhol pintó tras el fallecimiento de Marilyn Monroe fueron vendidos en su día por 250 dólares. Uno de ellos, Shot Sage Blue Marilyn (1964, en la imagen), alcanzó en una subasta celebrada en mayo pasado la cifra de 195 millones de dólares. Es la obra creada en el siglo XX más cara jamás vendida.

Jofi, para Freud, no solo era un amigo, sino también un apoyo válido durante las sesiones de terapia: el chow chow, de hecho, era capaz de comprender los estados de ánimo de los pacientes y se los comunicaba a su maestro. Si el paciente estaba ansioso, se agachaba junto a su padre-médico; al contrario, si estaba sereno y dispuesto a abrirse, iba a ponerse a su lado, tranquilizándolo aún más y anticipando unas pocas décadas los estudios y beneficios, de la terapia con mascotas.

Los ejemplos son muchos: desde el filósofo Arthur Schopenhauer y su poodle Atma (en sánscrito: esencia, alma del mundo), para quien no valía la filosofía del velo de Maya; a la cantante de jazz Billie Holiday, que nunca se separaba de Mister, el bóxer que la esperaba en el camerino comiendo filete durante los conciertos. Lump, el perro salchicha alemán de Picasso, fue inspiración del artista (está retratado en la pintura Las meninas), al igual que Archie, otro perro salchicha enano, protagonista de muchas de las obras de Andy Warhol. Son famosos los más de 50 gatos de Hemingway, pero no todo el mundo sabe que a su lado, mientras escribía, también le hacía compañía un labrador muy dócil, con el cual también iba a cazar. Sin mencionar a los maravillosos cuatro Seayham Terriers de Alfred Hitchcock: Mr. Jenkins, Geoffrey, Stanley y Sarah, protagonistas de un cameo, en compañía del director, en Los pájaros. Tan queridos como mimados: eran regulares las visitas a la carnicería para comprarles la mejor carne picada. Un perro puede también ser un consuelo para el final de un amor. O eso esperó Frank Sinatra cuando le regaló un West Highland White Terrier a Marilyn Monroe. Por supuesto, si hoy se preguntáramos a algunos de los colegas de Freud qué piensan de esta relación, que casi ha reemplazado a la que existe entre padres e hijos, la respuesta no sería de agrado para muchos dueños. Sin tener que involucrar al complejo de Electra o Edipo, lo único que nos queda es disfrutar y mimar a nuestras mascotas.

Abrigo de lana, jersey con apliques de tejido técnico, pantalones de lana suave y mocasines de piel. Todo de Tod’s.

El alma animalista de Brigitte Bardot en los años sesenta; David Bowie retratado con un danés; Frank Sinatra con un West Highland el cantante también le habría regalado uno a Marilyn Monroe.

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