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4.3. Los judeoconversos
antijudaísmo religioso que parece abrir paso al antisemitismo radical (odio de raza). Bajo este pretexto, muchas juderías fueron asaltadas por la población cristiana, que veía a los judíos como culpables de todos los males que afligían a la sociedad castellana.
4.3. Los judeoconversos
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Es patente, a lo largo de todo el documento, la hostilidad y la inquina con que Alonso de Espina se refiere a los judeoconversos. El autor se muestra especialmente inflexible con el colectivo de los falsos cristianos, es decir, aquellos que —camuflados— simulan con la boca alabar a Dios y se alejan de él en el corazón25 . Este grupo de heretici et perversi christiani —o de iudei occulti— (tal y como aparecen referidos en el Fortalitium) es el que verdaderamente preocupa al fraile, puesto que «los judaizantes —mimetizados en el rebaño de Dios tras un simulacro de conversión— son quienes socavan los fundamentos de la cristiandad desde sus propias entrañas»26 . De acuerdo con este enfoque, se sostuvo la opinión de que los herejes se valieron del cristianismo como máscara para seguir cometiendo el mal. Es en el marco de estas discusiones donde surge la definición de la verdadera fe como todo aquello que se obra desde el amor para conseguir la salvación; según Espina, sin amor, la fe es ociosa y propia del demonio27 . Resulta especialmente paradójico que el franciscano trate de conciliar la idea de la fe y el amor desde un llamamiento a una cruzada universal para expandir la doctrina de Cristo por la faz de la Tierra. A esta orientación, Espina añade además una dimensión de resentimiento y repulsión hacia los nuevos cristianos, a quienes se les transmitía que era inútil tratar de defenderse, ya que el daño sería todavía peor. Por ello, los conversos «debían ocultarse, huir y alejarse de todos los problemas»28 . Otra de las principales ideas dogmáticas que aborda Espina en su obra es, necesariamente, la cuestión de la circuncisión. Según el autor, la circuncisión prepucial acompaña el pecado grabado en el alma. Por tal razón, Espina propone a los cristianos una circuncisión espiritual, para diferenciarse de aquellos que han sido circuncidados carnalmente y que, por tanto, son filii dyaboli (hijos del diablo). Es aquí donde el Fortalitium fidei radicaliza su mensaje y se convierte en una «llamada a la sociedad cristiana [...] para cobrar conciencia de la malicia de sus enemigos, y para purificarse contra ellos»29 .
25 Fortalitium fidei, f. 1v. -2r. 26 Ibídem, f. 79r. 27 Ibídem, f. 52v. 28 SUÁREZ, L. (2012): La expulsión de los judíos. Un problema europeo. Barcelona:Ariel, p. 15. 29 ROUND, N., (1989): Alonso de Espina y Pedro Díaz de Toledo: odium theologicum y odium academicus. University of Glasgow, p. 321.