(Profecía respecto de Cristo). Más él herido fue por nuestras rebeliones, Molido por nuestros pecados; El castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Isaías 53:5. Él sana a los quebrantados de corazón, Y venda sus heridas. Salmo 147:3.
El Vitral Quebrado Durante la violenta guerra civil que hizo estragos en Inglaterra en el siglo 17, las tropas penetraron en la catedral de Winchester y destruyeron todos los vitrales. Sin embargo algunos habitantes pudieron recuperar en los escombros varios fragmentos de esos vitrales. Más tarde, con motivo de la restauración de la catedral, un artesano creó un magnífico vitral con esos fragmentos. A través de ese mosaico el sol o las nubes daban una variada luminosidad. Amigo lector, quizás algo se quebró en su vida: la pérdida de un ser querido, la enfermedad, la falta de trabajo, el divorcio, un fracaso... lo cual ha hecho de su vida una pesadilla sin perspectiva de porvenir. Pero una buena noticia esclarece ese sombrío cuadro. ¡Usted no está solo! Alguien está atento a su sufrimiento. Es Jesús, el Hijo de Dios, aquel que fue “herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados”. Es el único que puede restaurar su vida, si usted le lleva los pedazos, reconociendo su necesidad de perdón por sus culpas, pues ¿Quién no ha pecado? Él hizo suyas estas culpas en la cruz del Calvario. Entonces, habiendo recibido Su perdón y confiado su vida al divino artesano, usted empezará una nueva existencia. No será sin dificultades; con el sol también habrá nubes, pero la luz divina siempre se filtrará y dará a su vida un esplendor sin igual.
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