Especializaciones Memoria de Ofelia Por el Dr. Gerson Villa González
Especializarse en un área específica tiene sus bemoles. Nunca como humano podremos abarcar el conocimiento total, probablemente una fracción minúscula si, es eso lo que nos hace de forma pomposa decir especialista, siempre y cuando le dediquemos la mayor parte de nuestra vida a estudiarla. El incursionar en otras áreas no es imposible pero nuestra deficiencia y carencia de los conocimientos necesarios para entenderla nos va a ser difícil comprenderla. Cuando se elige un área para dedicarse a ella es porque en primera de cuentas se va a ser honesto, primero con uno mismo y después con los demás. La presunción se deja de lado para vislumbrar todo el panorama que tendremos que enfrentar y saber cuáles son nuestros puntos débiles y en donde tendremos que reforzar nuestros esfuerzos para tener éxito. El caer en otra área en la que nunca se cruzó en nuestra mente, que azares del destino o porque fue fácil llegar a ella, lo único que puede ocurrir es un profundo y abismal fracaso. Es muy difícil alcanzar el éxito cuando todo nuestro ser está en contra, por sobre todo nuestras carencias son tales que por más que nos esforcemos nunca llegamos a entender esos conceptos que para otros son fáciles. El aprendizaje comienza desde muy temprana edad, va a depender de la calidad de enseñanza que les prodiguemos a nuestros hijos. Debemos tener claro que la educación y demás actividades que conllevan a un buen desarrollo de ellos son responsabilidad de los padres y no del educador. Nosotros debemos estar al pendiente siempre para exigir y sugerir un buen desarrollo en los hijos.
Muchos se dicen ser especialistas pero realmente son “maestros de todo y oficiales de nada”, sujetos sin escrúpulos que se alquilan con resultados desastrosos o aquellos que ostentan grados máximos de estudios en una especialización y que no tienen empacho en decir que los conceptos básicos ya se les olvidaron. No dudo que si existan pero son sujetos, pero muy muy contados y no están trabajando donde deberían estar. Siempre me he asombrado por un lado y por el otro lado tengo mis dudas de cómo es posible que sujetos con preparaciones de licenciatura o sin ellas en áreas sociales puedan decidir sobre el bienestar de la población en áreas como medicina, agricultura, ganadería, productos renovables, no renovables, etc. En su mayoría sujetos que rehuyeron de las ciencias exactas porque eran malos e incluso en sus propias áreas. Como es posible que no se les exija evaluaciones continúas sobre los diversos temas sobre los cuales deciden. Tienen puestos privilegiados de poder con salarios fuera de lo normal, prestaciones, viáticos, bonos para colmo fondo de retiro y muchas otras cosas que ni nos imaginamos. Esto sujetos se rodean “disque” especialistas gastando recursos que no tienen razón de ser pero no tienen empacho de hablar de la pobreza, el hambre y demás. Hacen reformas, en ellas proponen evaluaciones cuando ellos mismos se la pasan sentados cotorreando o durmiéndose en sus lugares de trabajo, en su defecto no se presentan con solo levantar la mano asistiendo una propuesta deciden. Quién corrobora su capacidad y solvencia en muchos casos algunos al retirarse se dedican a la enseñanza. ¡Increíble! Es un círculo vicioso que debe romperse en su defecto corregirse. Si en los puestos de trabajo sea cual fuere, fueran elegidos por su capacidad estarían desiertos. En la actualidad están saturados por el influyentismo y tráfico de poder. El panorama se contempla muy gris porque es muy difícil que se pueda romper ese círculo vicioso de ineficiencia e ineptitud cada vez es más fuerte, sus raíces se hacen más profundas e intrincadas.
Con que cara se proponen evaluaciones y certificaciones cuando los que la proponen carecen de toda credibilidad. Si los que nos gobiernan dejan mucho que desear, no debe esperarse mucho de los gobernados que siguen el mismo ejemplo al pie de la letra de esos “disque” lideres. No pienses que solo en nuestro país pasa, está pasando en todo el planeta que quieran esconder la verdad con “parchecitos” es otra cosa. No te dejes sorprender, ni que te menosprecien o te hagan sentir mal. Supérate y sobre todo razona y piensa antes de actuar. Nunca es tarde.