Juicios Políticos Memoria de Ofelia Por el Dr. Gerson Villa González
A últimas fechas se han llevado a juicio a una serie de personajes políticos por malos manejos. En cambio a otros solo exponen su forma de vida disipada que llevan incluyendo familiares. Sea cual fuere por la cual cayeron en desgracia a los ojos de esa cúpula de poder de la cual formaban parte, hacen de estos sujetos un melodrama, trabajando aquellos puntos sensacionalistas y morbosos cuyo objetivo es atraer la atención del mayor número de audiencia a través de los medios de comunicación ya que estos están al servicio de ese poder. Muchos días trabajan y explotan al máximo cualquier punto que pueda subir la audiencia y con el transcurso del tiempo va desapareciendo. Al principio encabezado con enormes letras en negro en las primeras páginas si son escritos, si son hablados comienzan como noticia principal dando una perorata en fotos, para después terminar en últimos lugares siendo un reporte pequeño. Lo increíble y paradójico, es que el público cree toda esta sarta de mentiras, hasta comentan que la justicia los alcanzo. ¡Increíble! Se niegan a aceptar que la justicia es una palabra que no tiene significado para la mayoría de la población y están voluble así como manipulable que se adapta para cualquier necesidad existente. La justicia existe para los ricos y poderosos, todos los demás somos daños colaterales. Todo este teatro, maroma y circo los hacen para desviar la atención del principal problema que nos va a porrear. Mientras tengan a la gente distraída con alguna diversión o chisme morboso no protestara, ni causara alboroto y para cuando nos demos cuenta si es que nos damos, entonces ya no habrá nada que hacer sino aceptar todo en detrimento de toda nuestra existencia. Siempre ha sido así, somos espectadores, vemos, oímos y callamos. Nos tienen tan entrenados y cuando alguna vez levantamos la voz las secuencias no se hicieron esperar, ¿Cuáles fueron? Una agresión salvaje y cruenta como resultado muerte, miedo y dolor.
Realmente el pueblo no tiene voz ni voto para alguna ley, regla, norma, en si para cualquier modificación que se haga de la que ya existen o no existentes que siempre van en detrimento de nuestro diario vivir y que nunca jamás para beneficiarnos. Siempre parchando los errores de otros a los cuales sucedieron pero nunca para enmendarlos ni mucho menos corregirlos. Nos hacen creer que la justicia existe y es para todos, al igual que los beneficios. Que todos podemos alzar la voz y ser escuchados. ¡Mentira! Los que alzan la voz son aquellos paleros que se prestan para todo ese teatro que montan. Somos el pueblo de una nación el que trabaja, explotan, divierten, enferman, sufren y al final mueren siempre en beneficio de unos pocos, ese que se llama poder y nos gobierna y el que al final decide cómo vivimos y como morimos. Lo peor aún es que siempre van a tener repuestos para manipular y controlar a su antojo. El día en que recapacitemos y sobre todo que estemos consientes de si queremos reproducirnos o no dándoles a nuestros hijos como repuestos es entonces que se acabara su poder.