Mente abierta

Espacios eclécticos que emanan bienestar absoluto: la firma inconfundible de la interiorista Ana Fernández, fundadora de NOMETRI

«La vida no se mide en metros, se mide a través de vivencias, de experiencias y de emociones». Todos y cada uno de los proyectos que emprende la diseñadora de interiores mexicana Ana Fernández se rigen por este leitmotiv. En su estudio NOMETRI, con showroom en el número 72 de la madrileña calle Santa Engracia, crea estilos que fusionan diseño y funcionalidad con el fin de integrar las necesidades individuales de cada cliente en un marco estético capaz de generar emociones, satisfacción y confort. Y para lograrlo, la interiorista no escatima en la calidad de las piezas, de los materiales, de los textiles y de los elementos decorativos. Maderas nobles, telas artesanas y alguna pieza de metal caracterizan los espacios diseñados por Ana. La cerámica y la porcelana son materiales obligados, puesto que siempre se han utilizado de manera decorativa y funcional, sobre todo en torno al mundo de la mesa y el servicio, aportando un plus de belleza y valor. Colores sobrios con algún que otro acento rompedor crean ambientes que invitan a disfrutar de las pequeñas alegrías de la vida: tomar el té, escuchar música, leer un buen libro, charlar... Espacios en los que conviven en absoluta armonía esencias clásicas y tradicionales con elementos contemporáneos. Un eclecticismo que Ana Fernández entiende como la obra de una mente abierta que no pierde de vista su criterio, capaz de escuchar diferentes posturas para lograr un conjunto equilibrado. De tendencias, pero con mesura, de clasicismo en su justa medida, de atreverse con alguna locura.