Guía
temática
Escuela para
Padres y Madres
de familia
Hay dos cosas que los niños deberían adquirir de sus padres:
raíces y alas.
Tema 1
La
Importancia
de conocer
a mis hijos e hijas
1. Objetivo: Compartir información y reflexiones con las y los padres de familia para que descubran la importancia de conocer los diferentes aspectos de la vida de sus hijos.
2. Actividad de inicio “Conociendo a las y los demás” •
Se divide al grupo de padres y madres de familia en subgrupos.
•
A cada grupo se le asigna una pregunta para que compartan entre ellos durante unos 5 minutos.
•
Luego se les pide que cada grupo escoja a otro grupo para que ambos compartan sus reflexiones, se les da otros 5 minutos.
•
Se les pide que regresen a su lugar y la o el facilitador, les pregunta ¿cómo se sintieron? El facilitador orienta respecto a que es normal sentir miedo, nervios, vergüenza al principio; pero que es necesaria la confianza para poder conocernos mejor. ¿qué conocieron de los demás? ¿Fue o no interesante saber algo de los demás? Se utiliza la técnica “lluvia de ideas”.
•
La o el facilitador tratará de inducir que los padres y madres de familia tengan conciencia (caigan en la cuenta) de todo lo que hicieron para lograr conocer algo de las personas del grupo. Para ello se les pregunta ¿qué hicieron para lograr conocer algo de las personas con las que compartieron? El facilitador intenciona para que digan las siguientes opiniones: Hablamos, compartimos, escuchamos, estuvimos allí presentes, dimos nuestro tiempo, hubo respeto, nos reímos etc.
•
Se cierra la actividad haciendo una breve reflexión sobre lo bueno que es conocer a los demás, sus gustos, sus metas, sus sentimientos, sus pensamientos, sus aspiraciones, sus recuerdos, su historia etc. Esto hace que en una comunidad o en una familia hayan relaciones de más cordialidad, de armonía, de respeto, de apoyo y sobre todo de confianza.
•
Preguntas sugeridas para los grupos: Comparto con mi grupo ¿Por qué hay comidas que me gustan más y otras que no me gustan? Comparto con mi grupo ¿qué cosas de las que hacen mis hijos e hijas no me gustan, me enojan? Comparto con mi grupo ¿qué hacía yo cuando era niño o niña? Comparto con mi grupo ¿cómo quiero que sean dentro de unos 10 años mis hijos o hijas que ahora están en la escuela? Comparto con mi grupo ¿qué pueblo me gustaría conocer? Y ¿por qué? Comparto con mi grupo, si me ganara un viaje para dos personas al lago de Atitlán ¿quién de mi familia me gustaría que me acompañe? Y ¿Por qué?
3.Presentación del tema Es importante que los padres y madres de familia pensemos o nos preguntemos alguna vez, ¿qué estoy haciendo bien y que estoy haciendo mal con mis hijos? La respuesta que nos demos a esta pregunta va a depender mucho de qué tanto conocemos a nuestros hijos e hijas, es decir: si conozco lo que les gusta, lo que no les gusta, lo que quieren lograr en la vida, ¿cómo se sienten? ¿Qué problemas tienen? ¿Con quienes se juntan? ¿De qué hablan? ¿Qué espera de mí? ¿Qué imagen tiene de mí? En fin, si conozco casi todo sobre cada uno de mis hijos. En otras palabras, es muy importante conocer la mente de cada hijo, sus necesidades, sus gustos, sus incomodidades, sus debilidades, para poder saber si estoy orientándolos bien o no. Todos nuestros hijos e hijas son diferentes, piensan diferente, tienen gustos diferentes, tienen metas diferentes, esperan de sus padres diferentes apoyos, por eso es muy importante conocerlos bien a cada uno y a cada una. 3.1 ¿Por qué son tan diferentes nuestros hijos e hijas? Eso sucede porque cada uno tiene diferente tipo de personalidad. La personalidad podría decirse que es esa forma de ser de cada persona en la que se incluyen sus sentimientos, sus pensamientos y su conducta que llegan a definirla y a distinguirla de las demás personas. El desarrollo de la personalidad se inicia desde la temprana infancia e intervienen diferentes factores como pueden ser la biología, los modelos que tenemos más cercanos, los límites educativos, las situaciones más o menos traumáticas, etc. En un gran porcentaje se hereda, el niño y la niña nacen con ciertas características que debemos conocer. 3.2 Por qué es importante conocer a nuestros hijos e hijas? Si queremos ser buenos padres y madres de familia y hacer un buen trabajo a la hora de educar y orientar a nuestros hijos e hijas, el SECRETO está en CONOCERLOS bien. Una manera de comprender los comportamientos de los hijos es saber quiénes son, qué quieren y hacia dónde les gustaría ir.
Conocer qué es realmente importante para ellos, qué prefieren y qué les disgusta, qué los motiva y los hace felices. Es importante conocer no solo sus gustos, sino también sus sentimientos y emociones, entender cuándo está alegre y cuándo triste, qué le genera miedo o rabia y que lo tranquiliza, qué afecta o fortalece su autoestima. Así mismo, podemos identificar sus virtudes y debilidades, para de esta forma potenciar sus fortalezas y ayudarlo a superar las dificultades. Conocer a los hijos es la base para formar en ellos valores sólidos y profundos, para conducirlos a ser conscientes de sí mismos y construirse cada día. Las acciones que realizamos para conocer y entender a nuestros hijos son un mensaje de reconocimiento y aprecio para él o para ella, porque él o ella entienden que “me intereso por sus cosas porque él o ella es muy importante para mí”.
Es también una manera de afianzar la comunicación y estrechar los vínculos entre padre e hijo.
3.3 ¿Qué debemos hacer para conocer bien a nuestros hijos e hijas? Los padres y madres de familia debemos tener claro, que conocer a nuestros hijos e hijas no se logra de la noche a la mañana, requiere tiempo para observarlos, conversar o platicar con ellos, sentir entusiasmo, escuchar con atención, jugar, leer, hablar de nuestras cosas, contarles anécdotas, intercambiar experiencias de vida, tenerles mucha paciencia, mucho amor y sobre todo generar mucha confianza en ellos y ellas. Algunas veces será más fácil conocer a los hijos, pues estos están más abiertos a compartir su mundo con los padres. Otras veces será difícil abrir los canales de comunicación con ellos. Esto no debe convertirse en un obstáculo, más bien, debe ser un reto en el que se invierta todo el ánimo y dedicación.
el SECRETO está en CONOCERLOS bien
4.Trabajo en grupos Después de haber presentado el tema, indíqueles a los padres y madres de familia que harán un ejercicio de lo que cada uno de ellos piensa y siente, de qué tanto conoce a sus hijos e hijas. • • • •
En un papelógrafo entréguele a cada grupo el diagrama Busca a un o una coordinadora del grupo Explíqueles cómo se llena el diagrama: El coordinador o coordinadora del grupo es el encargado de llenar el diagrama.
•
Pídales a todos y todas que contesten con toda la sinceridad posible. Todos y todas deben tener claridad de cuántos hijos e hijas tienen y cuanto los conocen.
•
Por cada hijo o hija solo pueden decir una de estas tres opciones: a) lo conozco bien, b) lo conozco regular y c) lo conozco poco.
•
El coordinador inicia el llenado de la gráfica preguntándole a cada persona de su grupo. ¿Qué tanto conoce a su primer hijo o hija? Según la respuesta que le vaya dando cada persona, el encargado del grupo va colocando un punto en la casilla que corresponde: lo conozco bien en la casilla 1; lo conozco regular en la casilla 2 y lo conozco poco en la casilla 3.
•
Continúa la ronda preguntándoles que tanto conoce a su segundo hijo o hija y va colocando los puntos en la casilla correspondiente y así sucesivamente hasta llegar al octavo hijo o hija.
•
Las personas dejan de participar cuando llegan al número de hijos que tienen, es decir si una persona solo tiene tres hijos pues solo dará información de sus tres hijos y deja de participar; pero la ronda debe continuar para las personas que tengan más hijos e hijas.
•
El o la facilitadora pide que coloquen los carteles en alguna pared donde todos y todas los puedan ver y hace la reflexión de la cantidad de puntos que están en las casillas. Este es un indicador de qué tanto los padres conocen a sus hijos e hijas y qué tan cercanos están de ellos. En esto debe centrarse la reflexión de la o el facilitador.
5. Cierre del taller Para finalizar coméntele a los padres y madres de familia que un aspecto muy importante, entre otros, que nos permite conocer mejor a nuestros hijos, es dejar que HABLEN y ESCUCHARLOS. Porque cuando escuchamos a nuestros hijos e hijas: 1. Se genera un mayor vínculo y apego. Cuando tienes a una persona que te escucha es más fácil abrirse a ella. Si se fomenta la comunicación desde niños es más fácil porque entonces se desarrolla la confianza entre padres y los hijos quienes están seguros de que cuenten con sus padres a la hora de expresarles sus sentimientos o posibles problemas. 2. Les estamos dando un ejemplo que les servirá de modelo para que ellos escuchen a los demás y lo hagan cuando sean adultos. 3. Una hija o un hijo escuchado se sentirá importante, esto repercutirá en aumentar su autoestima. Recordemos que la escucha implica buena actitud de los padres y madres, esto incluye las miradas, no basta con escucharle mientras hacemos otras cosas, los silencios, las caricias, no enojarse, en definitiva, la expresión emocional de los padres también cuenta. 4. También es una forma inteligente de saber y conocer qué y cómo piensa mi hijo o hija respecto a alguna situación. 5. Les da mucha seguridad al saber que hay alguien que está pendiente de ellos. 6. Al ESCUCHARLOS nos damos la oportunidad de conocerles mejor, entonces es más fácil orientarlos, prevenir posibles situaciones o desviaciones, como los vicios y tantos males de la sociedad de hoy, porque habrá la suficiente confianza y porque conocemos cuáles son las fortalezas y las debilidades de cada uno, sus aspiraciones y sus deseos. Esto nos permitirá apoyarlos y orientarlos de la mejor manera porque conocemos las fortalezas y debilidades de cada uno de nuestros hijos e hijas, sus aspiraciones, sus formas de ver y entender la vida, entonces podremos ayudarlos de mejor manera a prepararse para enfrentar los retos de la vida, conseguir sus sueños y a desarrollarse como personas integrales.
deja que tus hijos e hijas
HABLEN
y ESCÚCHALOS
Tema 2
La
Importancia
de la comunicación con nuestros hijos e hijas
1. Objetivos:
Reflexionar y valorar con los padres de familia la importancia de aprender a comunicarse y hacerlo con asertividad, es decir: expresar lo que se piensa y se siente, y a su vez aprender a escuchar a los hijos e hijas con tranquilidad y sin violencia. Mejorar las relaciones interpersonales y la dinámica de las familias a través del diálogo crítico y constructivo.
2. Actividad de inicio “Diálogo de los sordos” Si el grupo es grande, asegúrese que se subdividan en pequeños (10 personas) y pídales lo siguiente:
grupos más
•
Sin hablar pensar, algo que vivieron o les sucedió durante la semana y que no le hayan platicado a su familia.
•
Formar un círculo, de pie o sentados, dándose la espalda unos a otros.
•
Pedir, que a la cuenta de tres, durante un minuto todos digan en voz alta lo más fuerte que puedan, pero sin gritar, lo que pensaron.
•
Tomar el tiempo y animar al grupo a que hablen más fuerte, si no lo están haciendo.
•
Al terminar, se pide al grupo que se acomoden mirándose a los ojos unos a otros, y se les pregunta: ¿Cómo se sintieron? Se sintieron escuchados?
Si lo que contaron fuera muy importante para ustedes, ¿Cómo se sentirían de no haber sido escuchados? escuchar atento a lo que diga el grupo. ¿Alguien ha sentido que no lo escuchan cuando habla?, ¿En qué situaciones? ¿Cómo nos damos cuenta de que sí nos escuchan cuando hablamos? ¿Ustedes escuchan a las demás personas de su familia, ¿Por qué?
3.Presentación del tema Comunicación: Proviene de la palabra latina Communis que significa COMUN. Por tal motivo al comunicarnos con otra persona se trata de establecer una comunidad con ella. La comunicación es uno de los pilares básicos en los que se apoya cualquier tipo de relación y es importante prácticamente en todas las situaciones de la vida. Es muy importante para el bienestar personal, para las relaciones íntimas, nos ayuda a expresar nuestros sentimientos y emociones, nuestras alegrías y penas, nuestros proyectos y metas, a superar situaciones delicadas, resolver conflictos, defender nuestros intereses y derechos, evitar malas interpretaciones etc. Para comunicarnos mejor con nuestros hijos es fundamental que tomemos muy en cuenta estos aspectos:
Escuchar y ser escuchados Dejar que nuestros hijos se expresen y mientras ellos o ellas hablan hacerles sentir que los estamos escuchando, tratemos de no interrumpirles. Esto implica sentarse con ellos, verles a los ojos no ver a otros lados, no distraerse, mantener un semblante tranquilo. Cuando ellos hayan terminado de expresarse, los padres podremos expresarles nuestros puntos de vista; pero debemos hacerlo con mucha tranquilidad y respeto, manteniendo la confianza.
Ser asertivos Esto quiere decir que debemos escuchar con atención las opiniones y el pensamiento de nuestros hijos e hijas, con mucho respeto y atención, aun cuando estos sean diferentes a los nuestros, aun cuando sus pensamientos no coincidan con los nuestros. Pero esto no quita que nosotros como padres les expresemos de manera directa, fraterna, abierta y honesta nuestras propias formas de pensar.
Usar la comunicación asertiva Es decir, cuando nos comunicamos con nuestros hijos e hijas debemos usar una expresión consciente, clara, directa, equilibrada y honesta, que nos sirva para expresar nuestros pensamientos, sentimientos o defender nuestros derechos; pero sin herir a las otras personas, sin hacerlas sentir mal. Esto lo podemos lograr si estamos conscientes que estamos en un diálogo fraterno y así no caer en la rabia, el enojo o el insulto. Cuando nos toque escuchar a los hijos e hijas
Demostrar interés de escucha a lo que el hijo o la hija nos está diciendo; mirar a la cara al hijo o hija que nos habla y no distraerse; tenga claridad en todo momento que si el hijo o la hija le están hablando es porque confían en usted, usted es importante para ellos, esperan lo mejor e usted, NO SE ENOJE. Pregúnteles, haga todas las preguntas que necesita si algo no le quedó claro de lo que le está diciendo su hijo o hija, para no emitir juicios, opiniones o críticas equivocadas hacia sus hijos e hijas. Cuando nos toque hablar a los hijos e hijas
Antes de hablar hay que hacernos estas preguntas ¿qué le voy a decir? ¿por qué y para qué se lo voy a decir? ¿cómo se lo voy a decir? ¿la forma que estoy pensando utilizar para decirle es la mejor? ¿cómo se sentirá? o ¿hay alguna otra forma mejor de decírselo? Esto no quita hablar de manera franca y firme, pero respetuosa, amistosa, no hay necesidad de agredir. No juzguemos antes a los hijos para no contaminar lo que vamos a decir, por eso es muy importante escucharlos antes de emitir nuestra opinión.
Orientarlos Muchas de las situaciones que hacen, que les pasa, que viven o necesitan saber nuestros hijos e hijas es por falta de experiencia. Recordemos en todo momento que los padres y madres de familia hemos vivido más que ellos, esto quiere decir que tenemos más experiencias que nuestros hijos. Por esa razón hay que escucharlos y orientarlos, hacerles ver lo positivo y lo negativo, los riesgos y peligros de las diversas situaciones, hay que ayudarlos a que comprendan que todos los actos que realizamos tienen consecuencias y estas pueden ser malas o buenas dependiendo de cómo obramos, de cómo nos comportamos.
4.Trabajo en grupos Indíqueles a los padres y madres de familia que la actividad que se va a realizar requiere mucha honestidad o sinceridad y valentía para reconocer cómo actuamos. Motívelos y genere confianza en ellos para que participen de manera espontánea y que no tengan vergüenza, todo va a quedar en el grupo. Coménteles que se les va a leer algunos textos que tratan de actitudes que los padres utilizamos para comunicarnos con los hijos e hijas o algunas cosas que nos pasan con nuestros hijos. Después de la lectura el o la facilitadora cuenta, uno, dos y tres y de forma inmediata o rápida, los padres y madres que consideran que su respuesta es SI se ponen de pie y los que consideran que su respuesta es NO permanecen sentados. Luego se les pide que se sienten los que se pararon para seguir con la siguiente lectura y así sucesivamente hasta terminar los textos. Textos sugeridos: 1. Aunque muy de vez en cuando; pero sí hablo con mis hijos. 2. Casi siempre hablo con mis hijos. 3. No tengo tiempo para hablar con mis hijos. 4. Me enojo cuando me cuentan sus problemas, no me dan ganas de seguirles escuchando. 5. Mis hijos no me cuentan sus cosas. 6. Mis hijos casi no platican conmigo. 7. Cuando hablo o corrijo a mis hijos utilizo gritos, insultos. 8. Amenazo a mis hijos, le digo que si no obedecen o si no se portan bien, les voy a castigar. 9. Cuando les pasa algo malo a mis hijos, les digo que ellos tienen la culpa. 10 Los problemas de mis hijos no son mis problemas, que miren ellos que hacen. 11 Escucho con atención a mis hijos. 12 Les hablo con cariño y respeto. 13 Trato de no enojarme cuando me están contando sus cosas. 14 Siempre trato de orientarlos.
la COMUNICACIÓN es
el PILAR de toda buena relación
5. Cierre del taller Pídales a los padres y madres de familia que hagan un círculo, una vez hecho el círculo se les pide que hagan silencio. (Puede apoyarse con alguna música instrumental para colocarla de fondo) Pídales que cierren sus ojos y usted inicie a llevarlos, a dirigirlos haciéndoles preguntas que los ayude a pensar y reflexionar un momento. ¿Es importante tener buena relación y comunicación con mis hijos? ¿ mis hijos y yo nos merecemos tener relaciones y comunicaciones cordiales y respetuosas? (Silencio de 30 segundos) continúe... Ahora cada uno y una piense y reflexione ¿cómo es mi comunicación y relación con mis hijos e hijas? Es cordial, respetuosa, sincera, sin gritos, sin enojos ¿cómo es? (otro momento de silencio, 30 segundos) continúe... ¿Será que puedo mejorar mi comunicación y mi relación con mis hijos e hijas? Será que puedo acercarme más a ellos, dedicarles más tiempo, escucharles, darles confianza, no enojarme antes, sino apoyarlos y orientarlos? (otro espacio de silencio) luego continúe... Ahora que ya reflexionamos y vimos o evaluamos cómo es mi relación y comunicación con mis hijos, y cómo puedo mejorar esa relación. Pensemos en uno o dos aspectos que yo quiero mejorar o que quiero cambiar y que sí me comprometo a hacerlo: pero que en realidad lo quiero hacer. (Otro tiempo de silencio) Luego se les anima y motiva diciéndole que sus hijos son lo mejor que ellos tienen, es fruto de su amor, son su sangre y son personas muy valiosas; por eso vale la pena quererlos, tener con ellos buena comunicación, fraterna, respetuosa y con mucho amor. Se les desea un feliz día, se les pide aplausos para todos.
si hay comunicación, habrá
CONFIANZA
y ARMONÍA
Tema 3
Apoyemos a nuestros hijos e hijas
para que crezcan libres
y tengan una imagen positiva de ellos y ellas mismas
1. Objetivos:
Concientizar a los padres sobre la necesidad de desarrollar en los hijos la autonomía para que puedan llegar a ser personas libres y responsables. Concientizar a los padres y madres de familia sobre la importancia de cuidar a sus hijos para que tengan una imagen positiva de ellos mismos y su autoestima sana.
2. Actividad de inicio “La caja del tesoro” Forra o decora una caja de la manera más bonita. Dentro, en el fondo, coloca un espejo de regular tamaña con el vidrio hacia arriba y cierra la caja. Puede hacer uno o varios círculos con los participantes y coloque la cajita en el centro de cada círculo. (Dependiendo del número de grupos de participantes, así será el número de cajitas y espejos) Explíquele a las y los participantes que en la caja hay un gran tesoro, lo que van a ver dentro de la caja es el mayor y mejor tesoro del mundo, no hay otro igual, por eso es importante que tomen un tiempo prudencial para ver y apreciar ese tesoro. Pídales a las y los participantes que uno por uno pase a mirar dentro de la caja y que aprecie lo que ve. Indícales que no se puede hablar, no le puede decir al compañero o compañera qué fue lo que vio. Después de que todos hayan pasado, pregúnteles: ¿qué vieron? O ¿a quién vieron? ¿Eso que vieron es un tesoro? ¿por qué cada uno o una es un tesoro? Puede hacer una reflexión corta respecto a la importancia de querernos, de apreciarnos, de valorarnos. Esto es muy importante porque en la medida que nosotros nos apreciamos, también podremos apreciar y valorar a las demás personas, en especial, a nuestros hijos e hijas.
3.Presentación del tema “En la vida, todos hemos tenido un modelo”. Conjuntamente con los padres y madres de familia activar los conocimientos previos respecto a qué es un o una MODELO. Asegurarse que los padres y madres de familia comprendan bien que es un modelo. Un modelo puede ser una persona que conocemos y que nos ha enseñado alguna cosa o cosas, o hemos aprendido de esa persona, la imitamos, queremos hacer lo que hace o ser como ella, es nuestro referente. Por ejemplo quisimos aprender a montar bicicleta porque vimos que alguien lo hacía. Queremos hacer las mismas tortillas como lo hace o hacía la abuelita, etc. Pregúnteles, ¿Quiénes son los modelos para las hijas y para los hijos? Los padres de familia son el primer modelo para los hijos. Los hijos ven y aprenden e imitan lo que hacen o dicen sus padres. Muchas veces pensamos y creemos que los pequeños aún no entienden lo que hacemos o decimos los adultos, no es cierto, ellos ven y escuchan y todo lo van guardando, y poco a poco conforme van creciendo van sacando, imitando y haciendo todo lo que han aprendido de sus padres. Entonces los padres y madres de familia tienen responsabilidad directa en la formación de la personalidad de cada uno de sus hijos e hijas. Son ellos quienes influyen en sus hijos para que estos tengan seguridad y aprecio por si mismos “AUTOESTIMA”, o todo lo contrario. La autoestima es la valoración positiva o negativa que una persona se hace de sí misma, es decir, es el valor que una persona se da a sí misma, es la autoimagen y la auto aceptación que se tiene de sí mismo. De allí la importancia que los padres y madres de familia fortalezcan la autoestima positiva en sus hijos e hijas. ¿Qué podemos hacer los padres y madres de familia para que nuestros hijos crezcan libres sin complejos y con una autoestima alta y sana?
Algunas recomendaciones: • Reconocer sus cualidades y ayudarles a darse cuenta de ellas. Todos los hijos e hijas son distintos, por eso no es bueno compararlos porque cada quien tiene lo suyo. Nadie es mejor o peor que el otro o la otra, simplemente son distintos y hay que enseñarles que cada quien tiene distintas habilidades y cualidades y eso no los hace superior o inferiores a los demás. • Comprender sus conductas en la situación en la que se den. Es importante no juzgarlos desde lo que nosotros como padre creemos y pensamos. Es importantísimo tratar de comprender por qué él o ella actúa de tal forma, porqué reacciona así, cuáles son sus miedos, cuáles son las cosas que le agradan. Si lográramos comprender esto antes de juzgarlos, lograremos apoyarlos y ayudarlos de mejor manera a superar alguna dificultad que tengan o a fortalecer las cosas positivas de ellos. • Ayudarle y orientarle a cambiar las conductas que sean negativas para él. Esto se logra con mucha escucha, mucho diálogo y mucho amor. Antes de regañarles o darles un gran discurso, es bueno escuchar sus razones, dialogar con amor para que él o ella logre por sí mismo darse cuenta que no está bien lo que está haciendo. Hay que hacerle sentir que es una persona valiosa, que no es una persona mala; pero que debe corregir algunas situaciones que le ayudaran y le harán sentirse feliz. • Aceptar y permitir que desarrolle y exprese su personalidad. Los padres muchas veces caemos en el error de pretender que los hijos actúen y piensen como nosotros queremos que lo hagan, es decir los condicionamos, hay que dejarles que se expresen, que digan los que sienten, lo que piensan. Lo que nos toca a los padres y madres de familia es orientarles para que cuando expresen sus pensamientos y sentimientos no se dañen a sí mismos ni dañen a los demás. • Animarle y motivarle para que cada vez se esfuerce para conseguir sus logros. Hay que enseñarles que ellos mismos son capaces de conseguir y alcanzar lo que se proponen. Muchas veces esto requiere esfuerzos, luchas, desvelos etc; pero que ellos tienen toda la capacidad de conseguirlo. También hay que enseñarles a escuchar las sugerencias y experiencias de las y los demás; pero ellos deben tomar las decisiones y no perder de vista sus metas y proyecciones. • Tener cuidado de no intentar moldearlo según lo que nos gustaría que fuera. Es importante que nosotros los padres y madres de familia los
escuchemos y les demos confianza para que ellos mismos se ilusionen y poco a poco vayan descubriendo su vocación y lo que quieren ser en la vida. Nos toca apoyarles y orientarles respecto a lo que ellos quieren ser y conseguir. Es esencial para la formación de la autoestima positiva en nuestros hijos e hijas que se sientan escuchados. Para ello hay que demostrarles nuestro interés y que lo que cuentan es importante para nosotros. Cuando nuestros hijos estén contándonos algo debemos prestarles toda nuestra atención, minimizar las distracciones y hacerles preguntas o comentarios que demuestren nuestro interés. Si nuestros hijos no hablan no se animan hacerlo por sí solos, debemos crear ocasiones para ello e invitarles a hacerlo. No es suficiente solo escuchar, también hay que intentar comprender qué quieren decirnos, ponernos en su situación e intentar entender sus sentimientos. No les demos la solución a sus problemas si no lo están pidiendo. Lo mejor es que los escuchemos, los comprendamos y los guiemos para que encuentre la solución por sí mismos. Cuando nuestros hijos e hijas manifiestan sentimientos negativos (miedo, culpa, inseguridad, tienen algún problema…) podemos ayudarles a superarlo. Para ellos debemos: • Hacerle sentir que es aceptado y comprendido. Una vez que lo sienta, será más fácil que exprese esos sentimientos negativos. • Ayudarle a encontrar maneras de expresarse mediante ejemplos, usando su imaginación… muchas veces ellos o ellas no encuentran las palabras adecuadas para expresar lo que sienten, o por lo que están pasando, entonces debemos ayudarles a que con su imaginación nos digan ejemplos. • Apoyarle en los momentos de fracaso. Intenta hacerle ver que, aunque cometa errores, siempre será una persona importante y valiosa para ti y que esos errores le servirán de aprendizaje para la vida y para su futuro. Por último, tengamos en cuenta los padres y madres de familia que somos el espejo en el que las y los hijos miran para aprender y desarrollarse. Entonces procuremos ser un modelo de persona con autoestima sana y equilibrada para que nuestros hijos puedan formarse íntegramente y de la mejor manera. Saquemos lo mejor de nosotros para que nuestros hijos e hijas copien y aprendan de nosotros lo mejor que tenemos.
4.Trabajo en grupos Divide a los padres y madres de familia en pequeños grupos, en cada grupo busquen a una persona que dirija al grupo y que escriba las opiniones y pensamientos de los padres y madres de familia respecto a los siguientes casos y preguntas: “Juanita y Pedrito son dos niños de familias distintas tienen 5 años de edad. A Pedrito en su casa lo regañan mucho, le pegan mucho, todos los días escucha gritos de maltrato y de regaño, le dicen que no sabe nada que es un inútil, que no sabe hacer bien las cosas, sus padres le dicen que ya están cansados con él y que ya no quieren saber nada de él, en su casa no hay mucha armonía. Por el contrario Juanita recibe mucho cariño de sus padres, sus hermanos la quieren y la cuidan, cuando comete errores le explican con cariño que no debe hacer estas cosas, sus padres y hermanos constantemente le repiten que es una persona valiosa y que puede llegar a ser alguien importante en la vida, le llaman la atención pero con respeto y amor.” ¿Cómo se sentirá Pedrito? ¿Cómo será el carácter de Pedrito? ¿Cómo se sentirá Juanita? ¿cómo será el carácter de Juanita? Se le pide a cada encargado de grupo que socialice lo que se discutió en su grupo. El o la facilitadora hace una síntesis de lo dicho y enfatiza aquellos puntos o ideas que considera importantes que los padres y madres de familia tomen en cuenta para que sus hijos e hijas crezcan seguros de sí mismos con una autoestima alta y sana.
Es escencial para la
AUTOESTIMA POSITIVA
en nuestros hijos e hijas que se sientan escuchados.
5. Cierre del taller Se les pide a los padres y madres de familia que hagan un círculo, el o la facilitadora pasa con cada uno o con la mayoría, le pone el espejo cerca de cada uno y le pide que se vea, que se aprecie. El espejo debe estar sucio, no debe dar mucha oportunidad de que se vean en él. Luego les pregunta ¿pudieron verse bien en el espejo? Seguramente contestarán que No, se les pregunta por qué no se pudieron apreciar? Y ¿qué hay que hacer para que se vean bien? La idea es que digan que el espejo esté bien limpio. Delante de ellos se limpia bien el espejo y se les vuelve a pasar para que se vean nuevamente y se les pregunta ¿ahora sí se pudieron ver bien? Dirán que SI. Entonces el o la facilitadora cierra la actividad diciéndoles que ellos son los espejos de sus casas de sus hogares por eso es muy importante que siempre estén como el espejo: “limpios” es decir que siempre traten de que se vea lo mejor de ellos y ellas, para que sus hijos se puedan ver en ellos todo el tiempo y aprendan lo mejor de ellos. Ellos son el espejo de su hogar, de su familia, en sus rostros, actitudes, palabras, acciones, se refleja lo que hay su corazón, en su mente, en su alma, por eso, los padres y madres de familia debemos cuidar mucho y siempre lo que hacemos, lo que decimos, lo que sentimos, para que nuestros hijos e hijas aprendan e imiten lo mejor de nosotros, sus padres.
Tema 4
La importancia
de nuestro tiempo en familia
1. Objetivos:
Reflexionar con los padres y madres de familia sobre la importancia de dedicarle tiempo a la familia. Facilitar a los padres y madres de familia algunos elementos que los ayuden a planificar el tiempo que pasan juntos como familia.
2. Actividad de inicio “El tiempo en familia” Se les pide a los padres y madres de familia que se organicen en grupos pequeños (3 o 4 personas). El facilitador o facilitadora les indica que deben compartir entre ellos durante 3 minutos sus respuestas a las siguientes preguntas: a) si se ganaran un viaje a Panajachel (lago de Atitlán) para 5 personas con todos los gastos pagados ¿a quienes llevaría? y ¿por qué? Después se les pide a algunos grupos que compartan lo que platicaron, (sus respuestas). Seguidamente la o el facilitador, dibuja un círculo grande en la pizarra o en un papelógrafo. Les pide a los padres y madres de familia que le vayan diciendo en voz alta las actividades que ellos realizan en un día normal. La facilitadora o facilitador va dividiendo el círculo (con marcador) como se corta un pastel y en cada porción va anotando la actividad que le indican. El tamaño de la división o de la porción va a estar determinada por la cantidad de tiempo que le dedican a la actividad. Cabe mencionar que se inicia con las actividades que realizan por la mañana cuando no más se levantan y se termina cuando se acuestan para dormir. Ejemplo: Oración, limpieza personal, oficios de la casa, preparar desayuno, desayunar, ir al trabajo, etc, etc hasta dormir. Recuerde que el tamaño de la división en el círculo dependerá del tiempo que le dediquen a la actividad. Una vez terminado de dividir el círculo y anotar las actividades, podremos notar cuánto tiempo le dedicamos a las actividades diarias. La idea es que ellos vean en el pastel si dedican tiempo para ellos mismos y si dedican tiempo para estar con su familia. Generalmente estos dos aspectos no aparecen en las actividades diarias; por esa razón la facilitadora o facilitador debe hacer la reflexión y comenzar a enfatizar sobre la necesidad de hacer tiempo para pasar con la familia y tiempo para ellos mismos. Se retoman las ideas de la primera actividad, haciéndoles la reflexión que es importante hacerse acompañar de la familia para ir a visitar lugares bellos; pero también es muy importante hacer el tiempo necesario para que en la misma casa pasen unos tiempos juntos o unos momentos juntos.
3.Presentación del tema Tanto madres como padres de familia tienen mucho que hacer, tienen diferentes actividades que realizar durante el día, por esa razón tienen poco tiempo libre para pasarlo con las y los hijos. Esto ocurre a causa del trabajo, los quehaceres diarios y todo lo que tenemos en la cabeza por hacer antes de que finalice el día. Esta es una realidad muy cierta. Muchos dicen que debido a la pobreza es que los padres tienen que salir a trabajar y por eso no queda tiempo para convivir con los hijos. Esto no es del todo cierto, porque El tiempo es una de las pocas cosas igual para todos. Todos disponemos de 24 horas diarias, nadie puede tener ni más, ni menos tiempo, por mucho que quiera añadir o quitar. Ni los ricos tienen más horas, ni los pobres tienen menos. Lo que pasa es que cada quien o cada persona lo administra de forma diferente. Si se organiza bien y no lo desperdicia, le podrá sacar más provecho y le rendirá más. Lo cierto es que el tiempo pasa, los hijos crecen, y esos minutos que vamos desperdiciando nunca regresarán a nosotros. Si no hacemos algo para optimizar el tiempo que pasamos con nuestros hijos, sin duda llegará un momento en que nos arrepintamos del tiempo perdido. Generalmente los padres se van cada mañana de sus casas con la obligación de ir a trabajar, pero a medida que los niños crecen y sienten que sus padres están ausentes la mayor parte del tiempo, los padres empiezan a tener sentimientos de culpa. A causa de esta ausencia del padre, la madre y el hijo pasan más tiempo juntos, comparten más vivencias y, por consiguiente, aumenta la complicidad entre ellos, algo que el padre puede celar. Ante esta realidad y a causa de ese mal sentimiento, algunos padres dejan de intentar participar en las actividades de sus hijos. El problema que ocasiona el ser un padre ausente es que los hijos no le tienen confianza al padre, no tienen buena relación, el padre no conoce lo que le pasa a su hijo, lo que piensa, lo que quiere, sus propósitos, sus sueños etc. Esta falta de relación con el padre hará que los hijos crezcan con un modelo de padre deficiente y que no cuenten con la oportunidad de beneficiarse de algo tan importante y esencial para su desarrollo íntegro. Es muy importante que el padre encuentre la manera de pasar más tiempo con los hijos y se involucre más en su educación y en las actividades que realizan. Los hijos deben ser la prioridad de todo padre y madre sin renunciar obviamente, a su satisfacción laboral o profesional.
Entonces las madres y padres de familia deben esforzarse por administrar y organizar de mejor manera su tiempo y así dedicarles atención a sus hijos e hijas. Todos sabemos que la vida de los padres de familia en las comunidades es de muchas horas de trabajo; sin embargo, es muy importante y necesario esforzase para pasar un tiempo con la familia, es la única manera de poder encontrar el equilibrio en la vida familiar, aunque eso signifique tener que hacer algunos sacrificios con el tiempo y el trabajo; pero cuando sean grandes sus hijos, les agradecerán que hayan estado presente en sus vidas. Si quieren tener un rol positivo en la vida de sus hijas e hijos deben ser padres y madres que no estén ausentes la mayor parte del tiempo. Y si de verdad no lo pueden hacer, intenten proporcionarles tiempo de calidad a sus hijos, con cariño, felicidad y mucho amor. Pasar tiempo de calidad con los hijos es sumamente importante para su desarrollo físico, intelectual pero sobre todo para su desarrollo afectivo y emocional. Las hijas y los hijos demandan más atención de la que imaginamos, y el tiempo que les dediquemos en casa será imprescindible para su desarrollo como personas. Por eso debemos optimizar el tiempo que tengamos junto a nuestros hijos e hijas para lograr una conexión con ellos en varios niveles: físico, intelectual, afectivo y emocional, a través de buenas palabras, caricias, abrazos y gestos que les hagan saber que cuentan con nosotros y con nuestro amor incondicional. Porque desafortunadamente para poder cumplir con las obligaciones del hogar, a menudo los padres dejamos la crianza de nuestros hijos a la televisión, los videojuegos, al Internet o a otras personas que no son los padres y madres de familia. Lo importante para los hijos e hijas es la calidad del tiempo que los padres y madres pasan con ellos y no la cantidad del mismo. Es importante organizarse para dedicar tiempo de calidad a los hijos, es decir, tiempo en el que disfruten de nuestra compañía, de cariño, aprendizaje y desarrollo. Dedicar tiempo de calidad a los hijos hace que se fortalezcan y se estrechen los lazos y vínculos familiares y ayuda al desarrollo afectivo, social, cognitivo y físico de los hijos.
¿Qué podríamos hacer para dedicarles tiempo de calidad a nuestros hijos e interactuar con ellos?
Lo más importante es organizar bien el tiempo y las actividades que se pueden compartir con ellos. No es necesario realizar actividades especiales, las actividades rutinarias de los padres se pueden convertir en el mejor tiempo de calidad en familia. Ejemplo: • Ir a la iglesia o a las actividades religiosas en familia, juntos. Esto permitirá prepararse antes, estar juntos en la actividad y después de la actividad comentar o compartir lo ocurrido. • Realizar con su familia algunas actividades agrícolas, como la siembra, la cosecha o la limpia. Esto permitirá que se sientan parte importante de la familia y en estas actividades generalmente se platica sobre cualquier tema, se cuentan chistes, o se cuentan algunas historias, algún suceso. • Establecer algún tiempo de comida juntos, generalmente la cena es un buen momento. Se comparte, se dialoga, no hay prisa, los padres pueden intercambiar más con sus hijos, los hijos pueden hablar sobre lo que piensan, lo que sienten, lo que quieren etc. • Aprende e interesarse por las cosas que le interesan a sus hijos e hijas: hay un dicho “si no puedes contra ellos, úneteles”. Averigüe qué es lo que le interesa a sus hijos y comparta con ellos, aunque esto signifique hacer cosas que no mucho nos guste; pero esto ayudará a conocerlos mejor y creará oportunidades de diálogo, especialmente con las y los adolescentes. • Estar presentes en los momentos, pequeños y grandes, de su vida. Cuando compartimos con ellos creamos sentido de pertenencia y les enseñamos la importancia de dar y recibir afecto. Son las experiencias las que crean memorias profundas que van a estar presentes por el resto de su vida. • Reírse: fomentar siempre en la familia el buen humor y la alegría, debemos permitirnos reírnos en familia. La risa no sólo baja la tensión en muchos momentos, sino también ayuda a subir el estado de ánimo. Además, nos enseña a reírnos, sin burla, de lo que nos sucede y de nosotros mismos, y a aprender a ser tolerantes con nosotros mismos y con los demás.
especiale os s rz
Ju g
ubrir sus gu sc
Almu e
De
as junto are s rt
s sto
Hac e
• Realizar juntos tareas del hogar; pero fomentando el dialogo y haciendo que sea una experiencia agradable.
m en fa ilia ar
Se trata entonces de organizarse para que en el día a día dispongan de tiempo para disfrutar con sus hijos e hijas, aunque no sean grandes cantidades de tiempo. Y es muy importante que en estas actividades establezcan conversaciones, cuéntenles historias, jueguen con ellos. Hagan de cada encuentro con sus hijas e hijos momentos especiales. Concéntrense en ellos: Cuando estén con sus hijos, ya sea en el hogar o en cualquier parte enfoquen su atención en ellos. Dejen el celular a un lado y enfóquense en lo que están haciendo: miren sus caras de asombro cuando descubren algo, corran con ellos, disfruten con ellos y háganse parte de sus juegos. No cometan el error de estar al lado de sus hijos, pero no realmente con ellos.
Si hacemos esto, obtendremos muchos beneficios:
•
La interacción constante entre padres e hijos permite que la familia se conozca mejor. Ustedes conocerán mejor a sus hijos y ellos los conocerán mejor a ustedes.
•
Ayuda a superar el estrés, la tensión diaria, el miedo, la desconfianza.
•
Se desarrollan las habilidades sociales, porque nuestros hijos e hijas aprenderán a relacionarse con los demás, más fácilmente.
•
Aumenta la autoestima, confianza y seguridad en los hijos e hijas porque se sentirán aceptados y queridos.
•
Se reduce el riesgo de que caigan en las redes de los vicios o de las malas juntas, porque tienen el cariño y la atención de los padres.
•
Se evita que los hijos e hijas busquen cariño, comprensión y refugio fuera de su hogar.
•
Hay aprendizajes mutuos, ellos aprenden de ustedes y ustedes aprenden de ellos.
el mayor BENEFICIO que tendrás es fortalecer EL AMOR en familia
4.Trabajo en grupos La o el facilitador les pide a los padres y madres de familia que formen grupitos de tres personas. Una vez conformado los grupos les indica que para la siguiente actividad la regla fundamental es: cada una de las tres personas del grupo debe participar, no se vale quedarse callado. Les pide que hagan silencio y les dice que tienen un minuto para pensar en alguna experiencia muy bonita que les haya pasado cuando eran niños o niñas y que quieran compartir con sus compañeros del grupo. Pasado el minuto, les indica que se les dará otro tiempo para que comiencen a compartir entre los miembros del grupo esa experiencia bonita y que recuerden la regla que se dijo antes: “todos deben participar, no se vale quedarse callado”. El facilitador cuenta de uno a tres para que inicien a compartir; pero solo les da 30 segundos para que compartan, concluidos los 30 segundos los interrumpe y les dice que ahora piensen en una experiencia no muy bonita o triste que les haya pasado cuando eran niños, les da otro tiempo para que lo piensen (1 minuto máximo) y nuevamente a la cuenta de tres inician a intercambiar en el grupo la experiencia triste, previamente se les vuelve a recordar la regla fundamental de la dinámica. Se les da un minuto para que compartan y se interrumpe la actividad. La idea es que protesten porque nos les alcanzó el tiempo para que todos y todas compartieran sus experiencias. El facilitador pide que le indiquen las causas de por qué no pudieron cumplir con la regla fundamental: “todos deben participar, no se vale quedarse callado” al mismo tiempo que retoma todas sus reacciones y actitudes, tal vez molestias por no haber podido compartir. La idea es que con esta dinámica todos lleguen a la conclusión que fue el “tiempo” el que no les permitió cumplir con la regla. Entonces se les pregunta ¿cómo se sintieron o qué sintieron cuando se dieron cuenta que se había acabado el tiempo para compartir? Se retoman sus respuestas para reflexionar sobre la importancia de dedicar tiempo a las cosas importantes. ¿Cómo creen que se sienten sus hijos e hijas cuando quieren contarles a sus padres alguna cosa bonita o alguna cosa triste, pero resulta que los padres no tienen tiempo para ellos? La idea es que reflexionen y caigan en la cuenta de la necesidad e importancia de dedicarle tiempo a la familia y en pasar más tiempo en familia.
5. Cierre del taller Se les dice a los padres y madres de familia, que vuelvan a conformar los grupos de tres personas y que ahora sí cuenten la experiencia bonita que les pasó cuando eran niños y niñas, no olviden cumplir la regla: “todos deben participar no se vale quedarse callados” se les da un aproximado de diez minutos para que compartan. Es importante monitorear el avance de los grupos para cortar cuando sea conveniente antes de los diez minutos o dar un poco más de tiempo si fuera necesario. Se pide que unas tres o cuatro personas compartan ¿qué o como se sintieron ahora que sí pudieron contar su experiencia? Y concluir diciéndoles o recordándoles por qué entonces es importante dedicarle tiempo a la familia. Los hijos e hijas siempre tienen algo muy importante que quieren contar o platicar con los padres, por eso los padres y madres deben dedicarles tiempo, pasar más tiempo con la familia.
Tema 5
Nuestra
formación sexual
1. Objetivos:
Contribuir a la formación y orientación de Padres y Madres de familia en temas de educación sexual integral. Brindar orientaciones para establecer espacios de diálogo con sus hijas e hijos sobre temas de sexualidad.
2. Actividad de inicio Vale la pena cuidarse Esta actividad la puede realizar con todo el grupo; pero si el grupo es muy grande divida en sub grupos a los padres y madres de familia. Dígales que cada uno piense en una prenda, un objeto, en algo que es de su propiedad y que le gusta mucho y lo cuida. Cuando ya cada uno identificó lo que más le gusta, pida que compartan en su grupo qué es eso que le gusta mucho y cómo lo cuida, que hace para cuidarlo y qué no le gusta que los demás le hagan a ese objeto o prenda que a él o a ella le gusta mucho. Para finalizar haga con ellos la siguiente reflexión retomando los aspectos importantes que ellos y ellas comentaron en sus grupos: Si nos desvivimos y hacemos tantas cosas por cuidar ese objeto o prenda (nombrar lo que dijeron) seguramente lo hacemos porque lo queremos, lo valoramos, nos gusta mucho. Ahora qué piensan sobre cuidar lo más lindo, hermoso y sagrado que tenemos: Nuestros hijos e hijas? ¿vale la pena cuidarlos? ¿vale la pena orientarlos para que no les pase nada malo? ¿vale la pena hablar con ellos y ellas sobre temas difíciles como la sexualidad? Procure que no solo den respuestas cortas cómo SI o NO, pregúnteles sus argumentos, es decir, porqué si o porqué no.
3.Presentación del tema Para muchos padres y madres de familia resulta difícil hablar con nuestros hijos el tema de la sexualidad porque no se acostumbra en nuestras familias hacerlo. También resulta un poco vergonzoso porque no nos han enseñado a los padres y madres hablar estos temas de manera natural y abierta. Sin embargo, lo que sabemos pero no queremos hacerle caso es que los jóvenes o nuestros hijos harán hasta lo imposible por conseguir información relacionada con sexo y alguna relacionada con sexualidad por otros medios. Actualmente en el internet encuentran información; pero lo delicado es que hay fuentes confiables y fuentes no confiables. Esto no asegura que nuestros hijos obtengan una buena información. Muchas veces lo que consiguen en estos medios no contribuye a su formación, al abordaje y conocimiento de su sexualidad de manera sana y responsable. Por eso es importante que los padres y madres de familia nos formemos y perdamos el miedo de hablar de estos temas, y así podremos orientar bien a nuestros hijos e hijas.
¿Qué es
sexualidad y qué es
sexo?
Sexo y sexualidad no se refieren a lo mismo, aunque se encuentran estrechamente relacionadas: SEXO, es el conjunto de características anatómicas (forma) y fisiológicas (funciones) con que nacemos y que distinguen a los individuos en masculinos y femeninos. Cuando un bebé nace el medico ve los órganos sexuales en base a esto da el sexo de asignación, que solo puede ser niño o niña. La SEXUALIDAD engloba un conjunto de condiciones, entre las que podemos encontrar, anatómicas, fisiológicas y psicológicas que son inherentes al sexo de cada persona. La sexualidad se relaciona con el desarrollo psicobiosocial del individuo. Se trata de un elemento básico de la personalidad, un modo de ser, de manifestarnos y comunicarnos con los otros. Se incluye nuestra anatomía sexual y reproductiva. Es la manera como aprendemos a ser hombre o mujer, en una sociedad con una cultura y en un momento determinado.
Diferencia entre
sexo y
sexualidad Sexo Son un conjunto de características fisiológicas, como los genitales, que nos distinguen como hombres y como mujeres.
Sexualidad Es un conjunto de condiciones que regulan el modo de comportarse, de vivir y actuar como un ser –sexualdentro de la sociedad.
Es natural, pertenece a cada ser desde su nacimiento, se nace con el sexo masculino o con el sexo femenino.
Es regulada por la cultura y la sociedad en la que vive la persona. Se suele transmitir de generación en generación a través de la familia, costumbres y enseñanzas.
No dependen de ninguna condición que la pueda modificar según Las condiciones que regulan este época y lugar. modo de comportamiento, varia, evidentemente según el país, la El sexo en las personas es invariante, época y el lugar donde viva la es decir, no cambia a lo largo de su persona. vida. La sexualidad de las personas puede variar a lo largo de su vida y puede cambiar si ella decide adoptar un modo diferente de comportarse y actuar dentro de la sociedad como ser -sexual- en la sociedad.
En términos sencillos el sexo es una cuestión biológica externa y no está sujeta a elección, así nacemos. La sexualidad, por el contrario, está relacionada con nuestra parte psicológica. El sexo está en nuestra naturaleza, la sexualidad se elige. La sexualidad se ejerce, requiere exploración y búsqueda.
¿De qué deberíamos hablar los padres y madres con nuestras hijas e hijos? a) Que son seres con sentimientos y emociones: Las niñas y los niños son seres humanos preciosos, son personas muy valiosas. Por esa razón hay que decirles que dentro de su cuerpo están sus pensamientos, su inteligencia, sus sentimientos, sus emociones y no deben avergonzarse de ello. Ellos pueden sentir felicidad, miedo, enojo, tristeza etc. Pero lo importante es que aprendan a manejarlos, para que no sufran. Por esa razón los padres y madres de familia debemos hablarles para enseñarles a cuidar su corazón. b) Que deben conocer su cuerpo: Es importante que los padres y madres de familia hablemos desde pequeños a nuestras hijas e hijos acerca del cuerpo humano, de su cuerpo. Debemos enseñarles los nombres de las distintas partes de su cuerpo, especialmente los nombres de sus partes íntimas. Generalmente usamos otros nombres para ello, esto no debe ser así ya que debemos enseñarles con naturalidad para que ellos y ellas también reconozcan con naturalidad sus cuerpos y las diferencias entre el cuerpo de las niñas y el de los niños. También debemos explicarles los cambios que van a tener sus cuerpos en la medida que vayan creciendo, esto para que no se asusten y más bien estén felices de que están creciendo. Hay que contarles con toda la naturalidad del caso los cambios físicos que se presentarán en el cuerpo de los hombres y en el cuerpo de las mujeres durante la adolescencia. Hablarles a nuestras hijas e hijos sobre su cuerpo es muy importante porque con ello les estamos facilitando el derecho que tienen a conocer su cuerpo y saber cómo funciona para cuidarlo y respetarlo. Y de esa manera quererse a ellos mismos y disfrutar lo que son. c) Que deben cuidar su cuerpo: Los padres y madres de familia debemos enseñarles a nuestras hijas e hijos que su cuerpo es sagrado, por esa razón deben cuidarlo y respetarlo. Hay zonas del cuerpo que son públicas, es decir, son todas aquellas partes de cuerpo que todas las personas pueden ver y que pueden tocar. Por ejemplo nuestras manos cuando nos saludan, los brazos cuando nos dan un abrazo, nuestros ojos, nuestra nariz. Hay otras zonas de nuestros cuerpos que son semiprivadas, es decir, aquellas partes de nuestro cuerpo que están tapadas y que no los pueden tocar. Por ejemplo la espalda, los pies, el estómago, y también hay zonas de nuestro cuerpo que son privadas o íntimas, es decir, las áreas donde están nuestros órganos sexuales, que solo las puedo tocar yo, mamá o papá cuando nos bañan, el doctor o la doctora para examinarnos, es decir nos tocan no para hacernos daño.
Entonces los padres y madres debemos orientarlos a que cuiden su cuerpo, que crezcan con el hábito de la higiene de su cuerpo y lo que es más importante que aprendan a que nadie les puede obligar a tocar su cuerpo o a tocarse su cuerpo. Cuidar y respetar su cuerpo les permitirá crecer sanos y felices. d) Que tienen metas y sueños: Los padres debemos enseñarles que las y los niños deben aprender y vivir los valores que se practican en la familia y la comunidad. Sin embargo debemos enseñarles que las mujeres y los hombres aunque físicamente no son iguales, ambos valen mucho y por eso deben tener las mismas oportunidades para superarse y alcanzar sus sueños. Debemos hablar con ellos sobre lo que piensan y quieren ser cuando sean grandes, es bueno que puedan imaginarlo para luchar y conseguirlo y para que también tengan conciencia de lo que deben hacer y lo que deben evitar para alcanzar sus sueños, es acá donde cobra mucha importancia la orientación y acompañamiento de los padres y madres de familia. Debemos orientar y platicar con nuestras hijas e hijos y hacerles ver que sus cuerpos maduran y que ellos pueden ser padres y madres de familia; pero que antes de esto, ellos deben pensar en sus sueños en sus metas, en sus proyectos de vida, esforzarse para conseguirlos. Esto les permitirá ser felices. También debemos hablarles que las relaciones sexuales a temprana edad, destruye sus ilusiones y metas, trae consecuencias graves para su vida, pues, sus sueños se truncan, porque deben asumir responsabilidades de adultos a muy temprana edad. También les debemos hablar que las relaciones sexuales pueden ocasionarles problemas graves de salud, por todas las enfermedades de transmisión sexual que existen en la actualidad. e) El noviazgo: Los padres y madres de familia debemos orientar a nuestros hijos e hijas respecto al noviazgo. Ellas y ellos tienen derecho a enamorarse; pero también deben conocer lo que pueden y no deben hacer en el noviazgo. En este estado de la vida ellas y ellos deben pensar mucho respecto a sus sueños y metas, deben tener mucha claridad de lo que quieren alcanzar en sus vidas, para que el noviazgo sea algo que contribuya con sus planes y objetivos y que no interfiera negativamente en esto. La orientación de los padres y madres es fundamental al igual la trasmisión y vivencia de valores, para que su noviazgo sea una experiencia bonita y de mucho respeto mutuo que les permita crecer como personas y afrontar con madurez las posibles dificultades que deriven en esta relación.
4.Trabajo en grupos Esta actividad se puede realizar dentro del salón si el espacio es amplio, si no, mejor al aire libre. Pídales a las madres y padres de familia que se formen o que hagan una fila india de 10 a 15 personas. Si el grupo es grande habrá varias filas. Explíqueles que todos deben cerrar los ojos y solo puede tenerlos abiertos el último o la última de la fila. Todos deben permanecer en silencio, incluyendo la persona que va de último. La última persona (el o la que tiene los ojos abiertos) es el o la encargada de dirigir al grupo. Cada integrante del grupo pone sus manos en el hombro del que va delante de él, el grupo va a caminar con los ojos cerrados y la persona de último (la que tiene los ojos abiertos) los va a dirigir: para que el grupo gire a la derecha la persona de ultimo le da palmaditas en el hombro derecho del que va delante de él y esté pasa la bola a la siguiente persona hasta que la indicación llegue al que va a la cabeza y así gire al lado que le marque la señal; si quiere cruzar a la Izquierda la persona de último, toca el hombro izquierdo de la persona que va delante de él para que se pasen la bola, y si quiere que el grupo vaya de frente da palmaditas en la cabeza del que va delante de él y se pasan la bola. Es importante que nadie hable y que la persona de último cuide a su grupo para que no choque, no se lastimen, para ello debe estar atento y debe ser preciso con las orientaciones. Indíqueles cuál es el área por donde deben caminar y haga que caminen durante un tiempo prudencial. En voz baja indíqueles a los últimos que lleven a su grupo donde usted está, con el objetivo de reunirlos. Luego indíqueles que paren y que abran los ojos (pero que no desintegren las filas) inicie la reflexión, haciendo las siguientes preguntas ¿cómo se sintieron? ¿Qué sintieron? ¿Qué sucede cuando no podemos hablar ni podemos ver? Retomando los que ellos digan se reflexiona sobre la importancia de guiar y orientar bien a los hijos, a escucharles y darles las orientaciones en el momento preciso; pero es mucho mejor dejar que ellos y ellas participen que expresen sus emociones, sus sentimientos, digan su palabra. Entonces repite el mismo ejercicio (que caminen) solo que ahora todos pueden ver y todos pueden hablar. Después de unos momentos los vuelve a reunir y les pregunta lo mismo ¿cómo se sintieron? ¿Qué sintieron? ¿Qué pasa cuando todos pueden hablar y ver? Se reflexiona que cuando acompañamos y orientamos a nuestros hijos es muy importante que dejemos que se expresen, que saquen sus sentimientos y emociones, si quieren llorar que lloren, si quieren expresar su enojo o rabia que lo hagan, si quieren expresar su alegría que lo hagan, a los padres y madres nos toca orientarlos y a enseñarles a manejar sus sentimientos y emociones y escuchar sus inquietudes preocupaciones inclusive de temas tan difíciles como la sexualidad. Si hacemos esto con nuestras hijas e hijos, hará que nuestro caminar en la vida sea más llevadero, un poco más fácil, como sucedió con el ejercicio cuando todos pudieron ver y hablar. En este ejercicio debe enfatizar que es importante dejar que nuestros hijos e hijas se expresen, dejar que sean ellos mismos y orientarlos para que puedan manejarse solos ante cualquier adversidad.
5. Cierre del taller En cartulina o papel de color verde recorte varias figuras de hojitas y en cartulina o papel de color rojo figuras de manzanas. Entréguele una hoja o una manzana a cada padre y madre de familia. Coloque en el centro del salón o en algún lugar visible una rama de algún arbusto, (trate que esta rama no tenga ninguna hoja) simulando que es un árbol sin hojas y frutos (pelón). Dígales a los padres y madres de familia que los hijos e hijas cuando son pequeños o adolescentes son como este árbol, tienen vida pero no están frondosos ni tienen frutos, está pelón. El cariño, la orientación, el diálogo, la confianza, la escucha, el cuidado que los padres y madres le damos a nuestros hijos e hijas hacen que su vida sea como un árbol frondoso que da frutos buenos. Entonces pídale a los padres que pasen a pegar su hoja o el fruto en cualquier parte del arbusto (que está simulando el árbol) la idea es que dicho arbusto o rama se convierta en un árbol frondoso y con frutos. Cierre explicando y haciendo la reflexión a los padres y madres, que si quieren ver a sus hijos e hijas exitosos, sin vicios, unos buenos seres humanos, tienen que acompañarlos, orientarlos, dialogar con ellos todo el tiempo, aún aquellos temas difíciles como la sexualidad, para que se vean como el árbol transformado, ya que si no lo hacen sus hijos e hijas se verán como el árbol pelón y seguramente tendrán muchas dificultades en su vida, no sabrán enfrentarse a los desafíos de la vida, quizá tendrán alguna hoja o algún fruto; pero aprendido de otras personas o del internet que no siempre son buenas ideas para su vida.
Lo mejor de lo mejor es que todo el apoyo cariño y orientación venga de sus propios padres y madres.
Proyecto de Desarrollo Santiago –PRODESSADiseño y mediación del contenido: Gilda Lemus y Edgar García Diagramación: Glen García Revisión: Edgar García Coordinadora del Proyecto: Diana Marisol González Codirectores de PRODESSA: Edgar García y Federico Roncal Este material se elaboró en el marco del proyecto “Fase II de la propuesta educativa para la prevencion del embarazo en niñas, en escuelas públicas de Guatemala; implementación y ampliación de la propuesta en dos departamentos con población mayoritariamente indígena.”
Un padre le dice a su hijo… “Ten cuidado por donde caminas” El hijo le responde: “Ten cuidado tú, recuerda que yo sigo tus pasos” Vive de tal manera que, cuando tus hijos piensen en justicia, cariño e integridad, piensen en ti.