Soho #19

DOMINIKA PALETA

ocho ESCRITORES CONFIESAN SUS PLACERES CULPOSOS antropología forense: el caso de Brenda Damaris gonzález Por Emiliano Balerini Lagrimita para presidente (municipal) Por Gerardo Ruiz En busca de la cerveza prometida en jordania Por Fernando Rivera Calderón

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19

MÉXICO

DIRECTOR Javier Martínez Staines

EDITORIAL Rafael Carballo EDITOR GENERAL

Allan Glatt EDITOR

Gerardo Ruiz EDITOR

Shantale Carrera Tolksdorff REDACTORA

NO. 19

PUBLISHER Alejandro Benbassat

VENTAS Josu Garritz Alcalá jgarritzal@editorial.televisa.com.mx DIRECTOR COMERCIAL DE CUENTAS

Oscar Gaona Lozano ogaonal@editorial.televisa.com.mx DIRECTOR DE CUENTAS

Ernesto Sánchez Castañeda esanchezca@televisa.com.mx DIRECTOR COMERCIAL DIGITAL

Anuar Bajos

ARTE Alberto Torres García DIRECTOR DE ARTE

Salvador Rojas Becerril DISEÑADOR

Alberto Newton

COORDINADOR COMERCIAL ESTRATEGIAS DIGITALES

Flor Alonso COORDINADORA COMERCIAL DIGITAL

Maricarmen Morales mmoraleso@editorial.televisa.com.mx COORDINADORA DE MARCAS

EDITOR DE FOTO

Xavier Velasco, Mauricio González Lara Julio Trujillo, María de la Mora COLUMNISTAS

Julia Santibáñez DIRECTORA EJECUTIVA EDITORIAL

Bogart Tirado Arce DIRECTOR CREATIVO

Mary Hurtado Ramos COORDINADORA DE OPERACIONES

CONTACTO Soho@televisa.com.mx

Fernanda Álvarez Cuevas mfalvarezcu@editorial.televisa.com.mx GERENTE DE MARCAS

Karla Solís Peña kmsolispe@editorial.televisa.com.mx EJECUTIVA DE MARCA

María Begoña Beorlegui Estévez REPRESENTANTE COMERCIAL OCCIDENTE

Juan Ramón Zurita Cano REPRESENTANTE COMERCIAL MONTERREY

Ericka Jesús García REPRESENTANTE COMERCIAL DEL SURESTE

DIGITAL José Luis Carrete Alfeirán DIRECTOR DIGITAL

Sergio Cárdenas Fernández DIRECTOR CONTENIDOS ONLINE

Sandra Lucario Lizardi EDITORA DIGITAL

Flor Velasco Prado COMMUNITY MANAGER

MARKETING Patricia Cárdenas Godoy DIRECTORA DE MARKETING

Patricia Martínez Trujillo DIRECTORA DE COMUNICACIÓN ESTRATÉGICA

OPERACIONES John Jairo Mejía DIRECTOR DE OPERACIONES

Refugio Michel García DIRECTORA DE PRODUCCIÓN

RELACIONES PÚBLICAS Israel Lara Guillén COORDINADOR

César Jacques Cuevas COORDINADOR DE CIRCULACIÓN

Ramón García Calderón COORDINADOR DE SUSCRIPCIONES

Luis Velasco Hernández COORDINADOR DE PLANEACIÓN COMERCIAL

FINANZAS Oziel Fontecha DIRECTOR DE ADMINISTRACIÓN Y FINANZAS

BAJO LICENCIA DE: Casa Editora Publicaciones Semana, SA

COLABORADORES Paulina Campos Hierro, María de la Mora, Natalia Herrera, Ana Lorenzana, Patricia Madrigal, Julio Trujillo, Xavier Velasco, Jennifer Zepeda.

Libros: Julia Santibáñez. Gadgets: Social Geek.

TELEVISA PUBLISHING INTERNATIONAL Martha Elena Díaz Llanos DIRECTORA GENERAL MÉXICO Y EUA Javier Martínez Staines DIRECTOR GENERAL EDITORIAL Mauricio Arnal DIRECTOR GENERAL DE ADMINISTRACIÓN Y FINANZAS

PUBLICACIONES SEMANA Elena Mesa Zuleta Gerente General Daniel Samper Ospina Director Diego Garzón Editor General Andrés Grillo Editor Internacional Alejandra Quintero Sinisterra Editora Fotográfica Luis Carlos Cifuentes Director de Arte © SOHO. Marca Registrada. Año 2 N° 19. Fecha de publicación: 02-04-15. Revista mensual, editada y publicada por EDITORIAL TELEVISA, S.A. DE C.V., Av. Vasco de Quiroga N° 2000, Edificio E, Col. Santa Fe, Del. Alvaro Obregón, C.P. 01210, México, D.F., tel. 52-61-26-00, por contrato de licencia celebrado con PROYECTOS SEMANA, S.A. Editor responsable: Francisco Javier Martínez Staines. Número de Certificado de Reserva de derechos al uso exclusivo del Título SOHO: 04-2006-113012562600-102 de fecha 02 de diciembre de 2014, ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Certificado de Licitud de Título y Contenido, No. 16159 de fecha 3 de marzo de 2014 ambos con expediente No. CCPRI/3/TC/14/20083, ante la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas. Distribuidor exclusivo en México: Distribuidora Intermex S.A. de C.V., Lucio Blanco N° 435, Azcapotzalco, C.P. 02400, México D.F. Tel. 52-30-95-00. Distribución en zona metropolitana: Unión de Expendedores y Voceadores de los Periódicos de México A.C., Barcelona N° 25, Col. Juárez, México D.F. Tel. 55-91-14-00. Impresa en: Reproducciones Fotomecánicas, S.A. de C.V. Durazno No. 1 Esquina Ejido, Col. Las Peritas, Tepepan Xochimilco, México, D.F. CP 16010. Tel 5334-1750. EDITORIAL TELEVISA S.A. DE C.V. investiga sobre la seriedad de sus anunciantes, pero no se responsabiliza con las ofertas relacionadas por los mismos. ATENCIÓN A CLIENTES: a toda la Republica Mexicana tel. 01 800 REVISTA (7384782). Exportado por Editorial Televisa, S.A. de C.V. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial del contenido e imágenes de la publicación sin previa autorización de Editorial Televisa, S.A. de C.V. IMPRESA EN MEXICO - PRINTED IN MEXICO. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. ALL RIGHTS RESERVED. © Copyright 2015.

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ÍNDICE

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PORTADA. DOMINIKA PALETA.

MUJERES. 6 APERITIVO. Jess.

74 CON CARIÑO DESDE COLOMBIA. Catalina Valencia.

100 MODELO. Natalia Plascencia.

ZONA CRÓNICA.

VIDA SOHO. 100

7 COLUMNA.

74

46 PLACERES CULPOSOS. Julio Iglesias, por Marcelo Birmajer.

Malas series de TV, por Rodrigo Fresán.

José José, por Xavier Velasco.

Los Best Sellers, por Eduardo Sacheri.

La resaca, por Guillermo Fadanelli.

Mis hedores, por Daniel Riera.

Sex and the City, por Jaime Mesa.

Buscar trabajo en los clasificados, por Monica Lavín

En penúltima instancia, por Xavier Velasco.

8 JUGUETES. Lenovo, Sony, Olympus, Toshiba, Neptune, Mercedes Benz.

14 MODA. Utiliza prendas con estampados.

16 RELOJ. Omega Seamaster Aqua Terra 15,007 Gauss.

54

28

19 COLUMNA. 20 HALLAZGOS. Destinos: Para consentirte en el DF y el regreso de los grandes hoteles.

23 JOYITAS.

Por Gerardo Ruiz.

62 ANTROPOLOGÍA FORENSE EN MÉXICO: EL CASO DE BRENDA DAMARIS GONZÁLEZ.

Tour de force, por Mauricio González Lara.

Recomendaciones de libros.

Libros: Entrevista con Juan Pablo Escobar.

Estrenos cinematográficos y lo mejor de la cartelera teatral.

56 LAGRIMITA PARA PRESIDENTE.

Por Emiliano Balerini Casal.

70

70 ELECTRICISTA DE DÍA, LUCHADOR DE NOCHE.

112

Por Pantaleón Juárez Ferrer.

86 JUZGANDO A AMÉRICA.

25 COLUMNA. Ojos inusitados, por Julio Trujillo.

Portafolio fotográfico de Joel Parés.

26 MÚSICA.

94 EN BUSCA DE LA CERVEZA PROMETIDA.

Dos entrevistas: Centavrvs y Monocordio.

Por Fernando Rivera Calderón.

32 COLUMNA. Tarjeta amarilla, por María de la Mora.

112 MUECA.

56

Ilse Salas.

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EQUIPO

SOHO

COLABORADORES Fernando Rivera Calderón Si no está haciendo música con su grupo, Monocordio (que se presentan este mes en el Lunario), lo escuchas en W Radio, en El Weso. Si no, lo puedes leer de vez en cuando en SoHo. Se describe como un anarquista que respeta los semáforos. Aquí, narró su periplo para conseguir una cerveza fría en Jordania: misión complicada.

Rodrigo Fresán Argentino afincado en Barcelona desde hace más de 13 años. Es autor de Historia argentina, Mantra y Esperanto. También es reconocido como uno de los mejores críticos literarios en España por sus textos en la revista Letras Libres y el suplemento cultural del diario ABC. En esta edición confiesa el placer que le causa ver malas series de televisión.

Eduardo Sacheri Autor de seis libros de cuentos y tres novelas, su obra más conocida es La pregunta de sus ojos, que luego se convertiría en la película ganadora del Óscar El secreto de sus ojos. Entre sus lecturas favoritas: Bestiario, Crónica de una muerte anunciada y cualquier cosa de Mario Vargas Llosa. En este número explica su gusto por los best-sellers.

Daniel Riera Poeta, cronista, crítico de música, acaba de publicar el libro De Argentina a México en bus. En sus primeros años laborales trabajó vendiendo biblias, pero por cosas de la vida terminó en el periodismo y ahora él mismo es una biblia, pero del rock argentino. Como buen rockero, tiene un placer culposo muy peculiar, sus hedores.

Fotos: Cortesía de los colaboradores.

Mónica Lavín Estudió Biología en la UAM, pero lo suyo es la palabra escrita; entre sus libros destacan Ruby Tuesday no ha muerto yYo, la peor. Vive en Coyoacán, le gusta el café en taza roja por las mañanas, las ostras frescas, un buen vino y, admite en esta edición, encuentra un placer culposo buscando empleo en los anuncios clasificados del periódico.

Marcelo Birmajer Periodista, escritor y guionista argentino. Desde muy joven trabajó como reportero en el periódico Nueva Presencia, y pronto se dio cuenta de que lo suyo era contar historias. Dentro de sus credenciales destacan varios libros publicados, entre ellos, Un crimen más alto. También es coautor del guión cinematográfico de El abrazo partido.

Xavier Velasco Desde que en 2003 ganó el Premio Alfaguara por Diablo guardián, Velasco se ha consolidado como uno de los escritores más importantes de la literatura hispanoamericana. Aunque es colaborador fijo de esta revista con su columna Ojos inusitados, en esta ocasión, también describió uno de sus grandes placeres culposos: escuchar a José José.

Guillermo Fadanelli Elusivo y prolífico escritor mexicano. Creó la revista Moho, y el nombre lo conserva para la editorial que ahora dirige. Entre sus novelas destacan El hombre nacido en Danzig y Lodo. También ha publicado cuentos y ensayos. En estas páginas se confiesa amante de la secuela corporal de una fuerte borrachera, es decir, la resaca.

Jaime Mesa Este escritor sostiene diariamente en su Twitter (@jmesa77) una feroz batalla contra el reloj checador de su oficina. Su tercera novela, Las bestias negras, será publicada por Alfaguara este mes de abril. Aunque vive en Cholula, es maestro asador y sus carnes asadas son legendarias. Para esta edición, aceptó su afición a Sex and the City.

Emiliano Balerini Nació en Villa María, provincia de Córdoba, Argentina. Tierra de vacas, caballos y comechingones (de verdad, así se llama el pueblo indígena de su bisabuela). Disfruta del boxeo y el fútbol aunque dejó las canchas al constatar, como Roberto Fontanarrosa, que tiene dos problemas: la pierna izquierda y la pierna derecha.

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APERITIVO

Tiene 24 años y está en el cuarto año de la carrera de medicina y anhela convertirse en una gran doctora. Es una fervorosa amante de los animales; tanto, que llegó a tener una pequeña granja.

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Foto: Franc Ross.

JESS

PENÚLTIMA INSTANCIA

EL NEGOCIO

DEL REMIENDO Por Xavier Velasco @XavierVelasc0

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Si no está descompuesto, no lo arregles”, reza el sabio refrán. No obstante, son legión los expertos en descompostura y descomposición. Prueba de ello es el rarísimo prestigio de que aún goza el término remake. Probemos traducirlo al español: ¿quién diablos se interesa en comprar como nueva una rehechura vil? ¿De qué puede estar hecha, quiero decir rehecha, sino de remiendos?

Todos lo hacemos, cuando somos niños. Desarmamos, rompemos, parchamos el avión hasta que ya no tiene alas ni ruedas, y decimos entonces que es un cohete espacial. Luego nos apropiamos de historias, fantasías, trucos y personajes que hemos visto y nos han impresionado, de manera que el truco podrá ser primitivo, pero igual sirve para entretenernos. Es un juego de niños, no le hace falta ser original, complejo o verosímil, pues ya de entrada cuenta con la complicidad de los participantes (que estarán muy de acuerdo en que una escoba sea un caballo, un cíclope o un hipopótamo, si así se les ofrece).

Verdad es que las cosas se desgastan. Los chales de mi abuela, por ejemplo, difícilmente pasarían por nuevos, menos aún novedosos, incluso y sobre todo si me da por parcharlos y remendarlos. Una buena comedia de hace medio siglo nos hará menos gracia que a sus contemporáneos, toda vez que esos chistes han sido repetidos, emulados y echados a perder año tras año, hasta hacerse lugares comunes. De pronto, sorprendidos, apreciamos audacias en el guión que en su época debieron de causar escándalo. Hasta que un día llega un productor urgido de rehacer sus finanzas y decide embarcarse en un remake.

La rehechura de una historia bien hecha no suele actualizarla, sino justo al contrario: le da sepultura. Pues antes de eso le da mala fama, porque el remiendo al fin va por la vida usurpando el título del original, caricaturizando su argumento, y en resumen borrando su paso por el mundo. Una cosa es que aquél luciera envejecido, otra muy diferente que

volviera a nacer idiotizado. Como bien lo explicó María Conesa: Mejor mi vejez dorada que tu juventud de mierda.

Ahora bien, no todas las rehechuras son actualizaciones. ¿Alguien tuvo la pena de ver tanto la original inglesa como la perversión americana de una película que lleva por nombre Muerte en un funeral, filmadas con dos años de distancia? Si la primera es graciosa, inteligente, divertidísima, la segunda resulta no sólo insulsa, obvia y estúpida, sino además un crimen contra la primera. ¿Necesito decir, por otra parte, cuál de las dos fue la más promovida?

El de las rehechuras es un negocio que se anuncia fácil. Si una historia tuvo éxito en el pasado, lo probable es que vuelva a funcionar. Se trata, en suma, de vender lo mismo con el mínimo riesgo.

Aunque no sea lo mismo, ni se acerque siquiera, con tal de que contenga los ingredientes apenas necesarios para hacer funcionar la receta y, publicidad mediante, supere los ingresos del original. Nada que un fabricante de mercancía pirata no sepa cómo hacer.

Mención especial merece el caso de las telenovelas, donde lo que treinta años atrás ya era cursi, anticuado y ridículo se vuelve a maquilar en alta definición, de modo que esos y otros atributos luzcan aún más nítidos y exagerados, mientras afuera el tiempo sigue pasando, corre el siglo XXI y ni quién se dé cuenta.

Tan sólo imaginemos que algo así sucediera en la literatura: un escritor de escasa imaginación y ancha codicia decide reescribir El retrato de Dorian Gray. Sus editores lanzan una campaña millonaria y al poco tiempo el libro —una vil porquería que se promueve como “graciosa” y “atrevida”— se convierte en bestseller. Si quieren mi opinión, habría que linchar a esos gaznápiros.

Coprofagia, se llama al acto de digerir lo que otro previamente digirió. Cada vez que me acerco a una rehechura, me queda la impresión de que compré un paquete de carroña envuelto en etiquetas suculentas. Con la pena, perdonen el mal aliento.

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GADGETS

KIT PARA EL HOMBRE

INTERCONECTADO Muchos aseguran que tanta tecnología nos ha alejado de nuestro entorno; nosotros no lo creemos y para muestra, estos artículos de interacción.

Por Social Geek

NEPTUNE DUO Después de tantos relojes inteligentes, era de esperar que llegue el momento en que alguien intente olvidarse del teléfono por completo, eso es Neptune. El teléfono, la memoria, una batería de larga duración y todo el sistema operativo (Android Lollipop) están al alcance de tu muñeca y, gracias a la pantalla adicional (que también funciona como batería externa), puedes tener lo mejor de ambos mundos. Piénsalo como un smartwacht, pero al revés.

THINKPAD X1 CARBON Esta computadora de Lenovo debutó en 2012 y desde entonces ha recibido las actualizaciones necesarias para mantenerse como una de las mejores ultra portátiles del mercado. Su pantalla de 14 pulgadas de 2650 x 1440 pixeles se suma a un procesador i7 y una memoria RAM de 8 GB, ostentando una duración de batería de hasta 11 horas. Algunos detalles de diseño le restan prestigio, pero si buscas desempeño sobre elegancia, esta es una gran alternativa.

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Fotos: Cortesía de las marcas.

RAY ¿Recuerdas los controles universales? Esos armatostes llenos de botones que requerían una maestría para ser manipulados. Con Ray eso es cosa del pasado, intuitivo y sencillo, este aparato de pantalla táctil te permite acceder a la información más importante, buscar programación por canal o género y descubrir nuevas series en base a tus preferencias. Es compatible con productos de Apple, televisores, barras de sonido, consolas de videojuego y muchos aparatos más.

MOTA

USB ENCRIPTADO La información es poder, dicen algunos. Con esta memoria USB puedes estar tranquilo de que tus documentos estarán seguros.

Sigue utilizando tecnología USB 2.0, pues nadie lo consumirá por velocidad, y está disponible en versiones de 4, 8, 16 y 32 gigabytes. Si llegas a perderlo, no te preocupes, después de 10 intentos fallidos de ingreso de contraseña, el dispositivo borra automáticamente toda la información contenida.

Con el boom de los relojes inteligentes, era cuestión de tiempo para que apareciera otro periférico diseñado para una parte del cuerpo distinta. Este anillo te permite guardar el teléfono sin perder las notificaciones de tus correos, redes sociales, llamadas y mensajes.

Creado para ser manipulado con la misma mano en la que lo portas, Mota es una forma orgánica de mantenerte conectado del mundo real sin desconectarte por completo de tu vida online.

XPERIA E4 Con el objetivo de crear un teléfono más accesible pero que mantenga los estándares de calidad acostumbrados, Sony presenta este nuevo equipo. Pantalla táctil de 4.7 pulgadas, procesador de 1.5 GHz y una cámara de 5 megapixeles (siendo honestos no necesitas más), se combinan en un aparato con diseño renovado en el que se pueden apreciar bordes curvos, una cubierta texturizada y detalles en aluminio y acero para mayor longevidad.

AIR 01 Para quienes creen que la cámara de sus celulares no es suficiente, Olympus presentó este lente que utiliza la pantalla del teléfono como un visor. Su sensor de 16 megapixeles y 81 puntos de enfoque, ranura para tarjeta de memoria y compatibilidad con otros lentes de la marca hacen de esta Olympus un accesorio muy interesante. Lamentablemente, por ahora sólo se puede conseguir en Japón pero no tardará en llegar a nuestro país.

Q-JAYS Pocos audífonos pueden guardar tanta calidad en tan pequeño empaque. Aplicando la misma tecnología que usan las bocinas grandes, cada pieza incluye dos altavoces —uno para frecuencias bajas y otro para medias y altas—, lo que consigue un espectro auditivo más amplio. Las cabezas (que son intercambiables) están fabricadas en acero inoxidable, pensado para que duren mucho tiempo.

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VEHÍCULO

EL CREADOR Graham Hawkes es un ingeniero que ha dedicado su vida a la creación de sumergibles, ya sea para la industria militar o petrolera. Desde entonces la idea de crear vehículos que pudieran “volar” por el mar ha rondado por su cabeza, por lo que ha creado la empresa Deep Flight, dedicada a la concepción de distintos submarinos.

Hawkes también ha desarrollado armas, entre ellas una pistola automatizada que puede ser controlada remotamente.

SUMÉRGETE

A LO MÁS PROFUNDO

Tener tu propio submarino es una excentricidad absoluta, pero al menos es una posibilidad gracias a Deep Flight y el Super Falcon Mark II.

ESPECIFICACIONES

HALCÓN MARINO

Capaz de sumergirse hasta 120 metros de profundidad, esta nave cuenta con un sistema de seguridad que brinda 12 horas de soporte de vida en caso de accidente y cuenta con flotabilidad positiva para poder subir a la superficie fácilmente. La velocidad máxima que alcanza es de 6 nudos (11 km/hr), lo cual es suficiente para un vehículo que no busca cubrir mucho terreno, sino hacerlo de forma elegante.

Gracias a sus dos cabinas con domo transparente, la experiencia de pilotear este vehículo es distinta al de otros sumbarinos. El Super Falcon es eléctrico y muy silencioso, lo que permite explorar las profundidades sin incomodar a las especies que ahí se encuentran. Desde viajes recreacionales, inmersiones para investigación y exploración, las opciones para esta nave son ilimitadas.

INTERIOR Los asientos están fabricados de fibra de carbón —no es lo más cómodo, pero tiene ventajas prácticas— con un sistema de arneses de cinco puntos. El piso está hecho de acero inoxidable con descanso para los pies y sistemas de aire acondicionado independientes para cada pasajero. El control del vehículo puede estar en ambas cabinas y funciona con un sistema de control de tres ejes.

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Fotos: Cortesía de la marca.

Por Rodrigo Fischer

AUTO

La alemana Mercedes-Benz deja en claro que puede competir en el segmento deportivo con los ‘coupés’ más reconocidos del mercado, gracias al AMG GT S.

INSTINTO FICHA TÉCNICA Motor V8 turbo, 4.0 litros, 510 hp, 650 Nm. Caja automática de siete velocidades.

Medición de 0 a 100 km/h 4.3 segundos.

Medición de 100 a 0 km/h 33.6 metros.

Consumo medio obtenido por automóvil: 10.1 km/l.

PRECIO ESTIMADO: $2,549,000

pesos.

INTERIORES La postura de manejo es lo que puedes esperar en un auto que pide atención por la velocidad que alcanza. Los brazos quedan ubicados a la perfección para maniobrar el volante con total seguridad, mientras las piernas se acomodan a la distancia ideal de los pedales. Pero cuidado, pues hará falta contorsionarse para modificar algunas funciones con los botones del medio mientras manejas.

DE LUJO La cabina está detallada con materiales de altísima calidad —no puedes esperar menos de un Mercedes—, desde la piel sobre el tablero y los asientos de gran soporte hasta el aluminio cepillado y la fibra de carbono en la consola. Todo da la impresión de estar hecho con ganas de consentirte para que nunca quieras abandonarlo.

JUGUETES A quien haya conducido un automóvil así antes, no le costará entender la cantidad de mandos: uno modifica la dureza de la amortiguación, otro hace sonar el escape más fuerte, otro evita que la caja haga los cambios por sí misma.

De otros coches modernos se toma la perilla para graduar la agresividad e inmediatez de la transmisión.

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Fotos: CreditoLomo

MÁS RÁPIDO, MÁS FURIOSO Para empezar, se reemplazó el sonoro V8 de 6.2 litros por un pequeño 4.0 biturbo: decisión acertada porque, en conjunción con la caja de doble embrague de siete marchas, el AMG GT S es uno de los autos más rápidos que hemos probado. Basta pasar de las 4,000 rpm y un canto gutural te acompañará, indicando que el límite de velocidad legal quedó muchos kilómetros atrás.

VOLADOR

Por Redacción Automóvil Panamericano / @automovilonline

NO TAN RETRO

Fotos: CreditoLomo

YA ENCARRERADO Es en carretera cuando resalta la vocación del AMG GT S como un viajero ágil y no como un deportivo nato. Su dirección y frenos complementan las capacidades del motor sin ser los más inmediatos a nuestras acciones. Pero tampoco es un coche tan incómodo a pesar de su necesaria rigidez.

Fotos: Automóvil Panamericano.

Como un simple recuerdo quedan las puertas tipo “ala de gaviota” del SLS AMG, dándole paso a una figura que en lugar de evocar viejas glorias, transforma los rasgos de los actuales Mercedes-Benz en un objeto decididamente provocador... al final del día se requiere de una silueta atractiva si se pretende rivalizar con el Porsche 911 o el Jaguar F-Type.

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MODA

IMPRIME TU PROPIA

PERSON

BOSS ORANGE No, tampco te vamos a recomendar usar lentes con dibujitos.

Precio en tienda.

BANANA REPUBLIC Sencillos y discretos, pero siempre de buen ver.

Precio: $1,499.

STÜSSY DOCKERS El motivo de ojitos puede ser de mucha utilidad para los supersticiosos.

Precio: $899.

LEVI’S Después de la mezclilla, no hay prenda de mayor batalla que unos caquis.

Precio: $899.

US VERSUS THEM No recomendables para utilizar bajo la influencia de estupefacientes.

Precio: $1,799.

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Foto: Patricia Madrigal. Coordinación : Pilar González para departamento creativo de moda de Editorial Televisa.

Playera de algodón con muchas monedas, igual y una se te pega.

Precio: $699.

NALIDAD

Los estampados en la ropa no es algo nuevo, sin embargo, la vieja creencia de que no se puede usar más de un dibujo en tu pinta sí es cosa del pasado.

SFERA Sin duda, el estampado más clásico en el mercado.

Precio: $199.

BANANA REPUBLIC No importa si eres elegante o casual, siempre ten una camisa a rayas.

Precio: $1,199.

PENGUIN Aunque haga frío, siempre te sentirás vacacionar con los motivos playeros de esta chamarra.

Precio: $2,890.

NAUTICA Con ese color, nunca vas a olivdar tu cartera en la mesa.

Precio: $1,255.

DOCKERS Pantalones en un color que va con lo que le pongas.

Precio: $969.

TOMMY HILFIGER Zapatos para modo casual que se pueden usar en situaciones elegantes.

Precio: $3,599.

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RELOJ

UN RELOJ

PARA MATAR Aunque sea el reloj que usa el agente 007, no esperes una bomba oculta o un cortador láser. Aunque de lo que puedes estar seguro es que te hará lucir de maravilla.

Por Horlogisto

EL HÉROE La película del espía británico se estrena a finales de este año, lo que se traduce en una amplia gama de coches, mujeres y gadgets para deleitar la pupila. Para esta entrega de la saga James Bond se hizo una edición especial del popular Omega Seamaster Aqua Terra > 15,000 Gauss, con un par de sutiles diferencias. Entre los detalles distintivos de esta versión se encuentran los colores especiales y el escudo de armas de la familia Bond.

LA INSIGNIA Obviamente ficticio, el escudo de armas apareció en la cinta del 007: The World Is Not Enough. En esta pieza se aplica en la carátula azul, así como en el contrapeso del segundero. Además, el movimiento auténtico cuenta con un diseño especial en su rotor, el cual es visible a través de la pantalla de cristal.

MOVIMIENTO El Seamaster Aqua Terra > 15,000 fue primer modelo de Omega en integrar partes del movimiento Master Co-Axial. El > 15,007 lleva el movimiento automático Omega Master Co-Axial calibre 8507, nombrado especialmente por su rotor con diseño de barril de pistola y distinto al que se encuentra en el resto de los relojes de la colección Aqua Terra, los cuales llevan un calibre 8508.

CARACTERÍSTICAS

SE ESPERA QUE SALGA AL MERCADO EN UN RANGO QUE OSCILE ALREDEDOR DE LOS $7,000 DÓLARES O, SI LO LEES AL REVÉS, 0007.

ÚNICO (CASI) Omega producirá solamente 15,007 unidades de esta edición limitada. Honestamente, una cantidad bastante elevada al tratarse de una pieza de “edición limitada”. Lo que es una realidad es que las colecciones anteriores de James Bond de Omega han sido muy bien recibidas por la audiencia, por lo que suponemos que la marca no dejará pasar la oportunidad de hacer algunas ventas.

16•SOHO SOHOMEXICO.COM

Fotos: Cortesía de la marca.

Una buena noticia es que el color amarillo está de vuelta, un elemento que popularizó el Omega > 15,000. Esta versión viene en una caja de acero de 41.5 mm con un brazalete del mismo material.

Cuenta con cristal de zafiro tanto al frente como al reverso, es resistente al agua hasta 150 metros y, gracias al componente Master CoAxial, es altamente resistente al magnetismo.

FRAGANCIAS

POLO RED

REVEAL

SPICEBOMB

L’HOMME IDEAL

Uno de los colores dominantes de este año es, sin duda, el rojo. Red no es sólo un pretexto para diseñar una botella de ese color —aunque no podemos quejarnos de la apariencia—, sino un concepto en sí mismo.

Las notas base que conforman esta loción son el azafrán rojo, salvia roja y lavanda. En el fondo puedes apreciar tonos de maderas rojas (así es), ámbar y granos de café.

Esta fragancia de Calvin Klein se inspira en el juego de seducción que hay entre un hombre y una mujer a la hora del coqueteo.

En primera instancia, se puede percibir un aroma a jengibre cristalizado, pera y melón, aunque al final del día puede ser considerada una fragancia que va en tonos más salados. Osada y diferente, Reveal es una propuesta interesante para hombres no convencionales.

El nombre de la fragancia de Viktor&Rolf lo dice todo. Una bomba de notas especiadas que remite inmediatamente a un exótico oriente en el que se contrastan dos acordes: De un lado se encuentran las notas picantes del chile, azafrán, cuero y tabaco, en el otro, acentos explosivos de bergamota, toronja y pimienta. La botella en forma de granada luce masculina sin perder la elegancia.

Belleza, inteligencia y fuerza son los tres pilares sobre los que descansa un hombre ideal, asegura la empresa francesa Guerlain. Esos mismos pilares se traducen a aromas, la inteligencia proviene del lado cítrico complementado por el romero fresco, la belleza nace de la suave esencia de la vainilla, mientras que la fuerza llega a esta minimalista botella gracias a los acentos de madera y cuero.

ACQUA ESSENZIALE A veces lo que necesitas en tu piel es un toque fresco y revitalizante; eso es lo que Ferragamo consigue con esta loción.

Las notas principales son de menta y hojas de limón, mientras que en el fondo encontrarás acentos de romero, lavanda y geranio. Ideal para días soleados de verano, pero no exclusiva para esta estación; un esencial para hombres en movimiento.

ESCONDE TU

VERDADERO OLOR

Fotos: Cortesía de las marcas.

Quienes insisten en que su aroma corporal es suficiente para volverla loca están muy equivocados. Mejor usa alguna de estas alternativas para conquistarla.

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DEPORTES

LA BURLA

DEL BÉISBOL

El comediante Will Ferrel logró lo que nunca antes ningún ser humano había podido: jugar en 10 equipos profesionales de béisbol el mismo día.

Por Allan Glatt

EL BUENO

EL MALO

EL FEO

En realidad, este gran papel de Ferrel fue parte de un especial de HBO para recaudar fondos. Si bien, el histrión tiene pocas habilidades al bate, aseguró que la campaña reunió alrededor de un millón de dólares para la lucha contra el cáncer y, de paso, hizo que la pretemporada de este deporte fuera más llevadera (al menos por un día).

No todo fue risas ya que algunos amargados, como John Madden —sí, el comentarista y nombre franquicia de los videojuegos de la NFL—, entre otros, consideraron que el acto de Ferrell fue una falta de respeto al deporte, a los jugadores y a los aficionados, sin importar cuán buena o mala haya sido la causa que respaldaba el proyecto.

Ferrell ya tiene un lugar en las estadísticas para siempre. La página baseball-reference.com tiene registrada su actuación en 2015 y queda inmortalizada con una línea que despliega dos ponches en dos intentos y un porcentaje de bateo de .000. En su defensa, sus números de picheo (solamente 1 out) quedan con una efectividad de 0.00, digno de presumir.

POSICIÓN POR EQUIPO P Los Ángeles Dodgers C San Francisco Gigants 1B Chicago Cubs 2B Seattle Mariners 3B Cincinnati Reds SS Oakland Athletics LF Arizona Diamondbacks CF Anaheim Angels RF San Diego Padres DH Chicago White Sox

Foto: Getty Images.

Coach Chicago Cubs

18•SOHO SOHOMEXICO.COM

TOUR DE FORCE

¡PINCHES CRÍTICOS! Por Mauricio González Lara* @mauroforever

*Para Alta Empresa Comunicaciones G2, S.A. de C.V.

H

ace unas semanas se celebró la edición 30 del Festival Internacional de Guadalajara (FICG), evento que funciona como un escaparate para mostrar la producción más reciente del cine nacional e iberoamericano. Desde hace algunos años, el FICG provoca una dinámica doble en redes sociales. Por un lado, una buena parte de los críticos de cine que cubren el festival se dedican a quejarse del nivel ínfimo de las películas proyectadas, sobre todo las nacionales. Aunque muchos juran no volver, casi siempre todos regresan bajo el argumento de que necesitan estar informados de lo que pasa en la industria cinematográfica mexicana (así produzca pura mierda, la mayoría de las veces). En el extremo opuesto se encuentran los involucrados con el proceso creativo o la distribución de los filmes exhibidos. Para ellos, los críticos son el origen de todos sus males (“¡pinches críticos!”, suelen decir), ya que en lugar de apoyarlos por el simple hecho de producir cine en México (labor, aceptemos, casi heroica), se dedican a la descalificación burlona. Hay trabajos que concilian a ambos bandos —Los insólitos peces gato, por ejemplo—, pero son casos aislados y poco frecuentes.

La percepción negativa hacia el crítico no se limita solamente al círculo festivalero. La audiencia general desprecia cada vez más la labor de este personaje. Es más, la crítica verdadera, la que aspira a analizar una película, está a punto de desaparecer del llamado “mainstream”. Los medios de circulación masiva que cuentan con alguien que pueda escribir un texto ambicioso sobre cine son ya estricta minoría. Es una profesión devaluada: por lo menos la mitad de la gente que escribe en periódicos y revistas sobre cine no cobra por lo que hace, sino que se contenta con recibir invitaciones a premieres o aceptar el ocasional viaje con gastos pagados a un junket de prensa (todo a cambio de manufacturar reseñas de cinco líneas que rematan con una calificación basada en números, colores o estrellitas). Sólo los cinéfilos más intensos le manifiestan todavía alguna clase de deferencia al crítico cinematográfico. Por eso es tan

risible la postura de los creadores mexicanos en los festivales: a estas alturas, es más probable que la recomendación del cajero de Cinemex tenga más influencia en el público que la crítica negativa de un analista fílmico. No son pocos los que ven esto con simpatía, e incluso sostienen que la horizontalidad en la generación de influencia es una dinámica deseable y natural en estos nuevos tiempos mediáticos.

Tanto antagonismo es un error: la desaparición del crítico profesional es un fenómeno que debería preocuparle a todo aquel que disfrute de la narrativa audiovisual, pues implica la degradación del goce que asociamos con la experiencia cinematográfica (no sólo del que asociamos con las mal llamadas “salas de arte”, sino de todo el cine que conocemos). Hace algunos años, tuve la oportunidad de preguntarle a Jorge Ayala Blanco, quizá el analista fílmico más respetado de México, para qué servía un crítico de cine. Sin grandilocuencia, el aún colaborador de El Financiero respondió: “La crítica sirve para prolongar e intensificar el placer del cine. ¿Para qué otra cosa podría servir? El crítico es un compañero de butaca con el que puedes platicar y establecer una complicidad inteligente.

Quiero creer que a mí me hubiera interesado leer las notas que hoy escribo cuando tenía 18 años. Me gusta pensar que escribo para el joven que yo fui”.

La labor del crítico profesional no está bien entendida. El crítico no es —o por lo menos, no debe ser— un fantoche que ejerce el oficio en aras de masajear su ego y erigirse en un juez mamón que dicta lo qué debemos ver. Tampoco debe ser visto como un espejo con el que acreditamos opiniones y refirmamos certezas. Al contrario, como un detective experimentado, un buen crítico revela aspectos que quizá habíamos pasado por alto y nos permiten saber que no estábamos frente a un delito menor, sino ante un crimen diseñado por una mente maestra. La crítica de cine debe disfrutarse en función de un fin perfectamente egoísta: la generación de placer. Si el “cine es mejor que la vida”, como dijera Emilio García Riera, ¿por qué prescindir de sus analistas más avezados?

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DESTINO

CONSIÉNTETE

EN EL DF

CÉNTRICO

BOUTIQUE

COMPLETO

Ubicado en el corazón de la colonia Condesa, este hotel te hará olvidar que te encuentras en una zona con tanto movimiento. Una vez afuera, es otra historia por completo: bares, restaurantes y mucho que hacer por las noches.

Son solamente 39 habitaciones, por lo que siempre estarás muy bien atendido. El diseño combina elementos modernos con detalles que recuerdan los años 30, como los pisos de talavera y una gran escalera circular el centro.

El enfoque en el diseño, no significa que las amenidades quedan olvidadas en segundo plano. Un gimnasio muy equipado funciona las 24 horas para quienes no viajan sin sus tenis, cuenta con un Starbucks y servicio de concierge a todas horas.

Alfonso Reyes 218, colonia Condesa. Ciudad de México. www.AR218.com. Tel: 6388 9218.

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Fotos: Cortesía del hotel.

Ya seas un turista en la capital o simplemente estés buscando escaparte de la monótona vida diaria, el AR218 es una opción elegante, bien ubicada y muy equipada.

DESTINO

EL TAMAÑO

SÍ IMPORTA

A pesar de que el mundo de la hotelería sigue avanzando hacia los espacios pequeños y elegantes, estas grandes cadenas nos recuerdan que aún hay lugar para ellos

BAHA MAR, NASSAU ¿Qué más puedes esperar de un hotel que cuenta con inmensos espacios al aire libre, playa en una isla caribeña e instalaciones de lujo? Un gran casino es la respuesta que estabas buscando. “Imagina tener la misma experiencia de Las Vegas, pero la diferencia es que cuando sales no te mueres de calor en el strip, sino que tienes albercas y un clima paradisiaco”, explica Alex Pariente, Vicepresidente Ejecutivo de Baha Mar. Sin embargo, la gran diferencia de este coloso conformado por alrededor de 3,000 habitaciones, es que no está creado para un público tan amplio como el de la ciudad de Nevada. “41 millones de visitantes al año van a Las Vegas por la experiencia y la energía. Pensamos que no necesitamos tantos millones, pero que si hay un grupo importante que quiere algo similar a un menor volumen. Buscamos una clientela más curada que la de Las Vegas y eso se lo debemos a la exclusividad que nos da estar en Bahamas”, asegura Denise Godreau, directora de marketing de la empresa. Uno de los desarrollos mas ambiciosos dentro del caribe, la promesa de el Baha Mar es que, a diferencia de los hoteles boutique, aquí siempre encontrarás una actividad para entretenerte.

QUINTA REAL MONTERREY Si tienes un viaje de negocios a Monterrey y quieres hospedarte en un hotel de primer nivel, en donde te puedas olvidar por un momento que eres un ejecutivo y que tu vida pasa mientras haces check in, aquí puedes disfrutar de una noche como te mereces.

Ubicado en la mejor zona de la ciudad y con una construcción de cantera, adobe, piedra y ladrillo, que te llevarán aunque sea en tu imaginación a una ciudad colonial o pueblo mágico. No es un hotel boutique, tiene casi 200 habitaciones, pero eso no será un problema para que te sientas bien atendido, la alberca es moderna, la comida muy buena y gimnasio bien equipado. Te lo mereces, trabajas mucho.

LORETO BAY BAJA CALIFORNIA

MISIÓN EX HACIENDA DE CHAUTLA Si vas a Puebla, querrás conocer este lugar. Este sitio es una belleza en términos del espacios exteriores; cuenta con jardines al estilo Versalles, un lago y un pequeño palacio. Al estar en la habitación te transportarás a una película antigua, todas tienen chimenea —lo que ya te da una idea del ambiente—. Es perfecto para ir con tu pareja en plan relajado y muy romántico para hacerla sentir en una película de época. Entre las actividades que puedes realizar aquí están la pesca, pasear en bote, senderismo y acampar. Si vienes por un fin de semana no vas a necesitar salir de esta ex hacienda, que por cierto, es una cadena 100% mexicana y el servicio como podrías esperar, es cálido, muy a la mexicana.

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¡Este hotel lo tiene todo! Si quieres descansar, sus habitaciones están increíbles, si quieres hacer deporte es el sitio perfecto. Tiene un campo de golf espectacular. Está a la orilla del Mar de Cortés, así que dependiendo de la temporada del año podrás disfrutar de avistamiento de ballenas, pesca, kayak, bici de montaña, snorkel, buceo, entre otros. También hay visita a las pinturas rupestres si te interesa la historia del arte.

Descansar en estas instalaciones y con todo lo que las rodean, es garantía. La playa y la alberca nunca están llenas porque hay mucha oferta alrededor, así que por multitudes no te tendrás que preocupar.

LIBROS

YO NO SOY

PABLO ESCOBAR 2.0 Tras 21 años de la muerte de su padre, Juan Pablo Escobar (ahora Juan Sebastián Marroquín Santos), narra lo que fue ser hijo del hombre más buscado en los años 90.

Por Allan Glatt

“Me estuve muriendo de hambre rodeado de millones.”

anécdotas que no tienen mucha importancia, aisladas, no trascendentes para contar la historia desde el punto de vista macro.

¿Por qué escribir este libro ahora?

Principalmente porque todos estos años estuve amenazado de muerte si llegaba a contar las historias que aquí publico. Creo que para todo hay un tiempo, y justo la editorial se interesó cuando sentí que las amenazas habían perdido vigencia; las personas que las profesaron ya no administran el poder como antes y 21 años es tiempo suficiente. También yo ya entendía que no debía caer en el juego de justificar las acciones de mi padre, sino, simplemente contarlo como ocurrió. Bueno. Triste. Duro. Difícil.

Foto: Ricardo Pinzón.

Sin embargo, en 2009 habías hecho ya un documental.

Pero estaba más enfocado al tema de la reconciliación y el perdón de las personas involucradas. Esa fue la entrada para que la editorial se me acercara. Me pusieron un editor que hizo un filtro riguroso de lo que le contaba, investigamos, fuimos a preguntar a antiguos socios, amigos de la infancia y bandidos que trabajaron con él. No me quedé con mi propia versión.

¿Qué opinas de lo que sucede ahora en México?

Mi relación con el país es muy estrecha, mi esposa es mexicana. Me duele ver como se está repitiendo esta historia que ya está escrita e impresa. Pero no es culpa de los mexicanos, sino de las políticas antidrogas y de cómo se maneja un negocio que ha derivado en sangre y sangre. Después de cuántos capos que han caído y años de violencia, ¿ha subido el precio de la droga?, no. ¿Ha bajado el stock?, tampoco. ¿Ha crecido el desafío a la democracia?, sí. ¿Ha aumentado el poder militar de los narcos?, sí. Entonces hay que replantearnos muchas cosas.

SOHO RECOMIENDA PABLO ESCOBAR MI PADRE JUAN PABLO ESCOBAR

Se siente un libro muy curado. Hay partes muy personales y otras que se sienten ajenas a ti.

Sí, la editorial se involucró mucho, me advirtieron que no querían que usara su prestigio para decir lo que me diera la gana y, sobre todo, que no se convirtiera en una oda a mi padre. Me era muy importante que se filtrara como se contaban las historias. El público no es idiota, sabe reconocer si lo que le están vendiendo es verdad o una apología. ¿Qué piensas del producto final?

Logramos reunir alrededor del noventa y nueve por ciento de las historias en las que mi padre tuvo relación. Quedan fuera

¿Es difícil cargar con el hecho de poder afirmar “yo sé que mi padre mató a…”?

Yo lo que he hecho es asumir la responsabilidad moral de esos actos. Yo no los cometí, no los ordené. Nunca lo vi dar la orden de matar al ministro pero sé que lo hizo. Pero eso no quita que era mi viejo, no puedo cambiar esa realidad. Lo que puedo es cambiar la actitud frente a la historia y dejar un mensaje inequívoco de que los jóvenes no intenten ser como él. Si yo pude ser Pablo Escobar 2.0 y no lo hice, ¿por qué alguien más lo haría? No quiero que se escriba otra historia como estas.

Hay una polaridad en lo que narras; no es una oda a tu padre, pero lo dibujas como un padre

muy presente.

Lo fue. Cuando abrimos los baúles con centenares de cartas y pasábamos todo el día revisando esos archivos, en ninguna veías consejos de “sé un matón” o “métete a la mafia”, es un padre educando a su hijo con los valores que sueña como padre para su hijo.

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LIBROS

DE TOCHO

MOROCHO

La literatura puede contar cómo en ocasiones vivimos la crisis del mundo como si fuese incurable, según dice Claudio Magris en una de nuestras recomendaciones del mes.

NUESTRO HOMBRE EN LA HABANA GRAHAM GREENE (DE BOLSILLO) Escrita como una novela policiaca, esta divertida obra de 1958 funciona como una sátira a los servicios de inteligencia (MI6 en especial). James Wormold, un vendedor de aspiradoras inglés que radica en Cuba, acepta la misión de ser un informante para el gobierno británico, sin embargo, la falta de material para enviar lo obliga a inventar reportes e historias con personajes que saca de periódicos y otros lugares.

CAPITÁN NEMO HUGO HIRIART (OCÉANO)

LA LITERATURA ES MI VENGANZA MARIO VARGAS LLOSA Y CLAUDIO MAGRIS (ANAGRAMA) ¿Qué puede esperarse de un diálogo entre el Nobel peruano y el intelectual italiano? Este pequeño libro reúne a dos de las mentes más importantes de nuestro tiempo, que exponen sus ideas sobre la literatura. Desde la Odisea hasta Don Quijote, ambos escritores plasman su visión.

“Cuando Ulises escucha al aedo cantar sus gestas llora porque entiende que aquellas ya no son solamente suyas”, explica acertadamente Magris en una de sus ponencias.

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CONTRA ESTADOS UNIDOS DIEGO OSORNO (ALMADÍA) En 2012, la Caravana por la Paz encabezada por Javier Sicilia recorrió 14 estados del país del norte, en una iniciativa sin precedente. Unos 100 familiares de desaparecidos y muertos por la guerra contra el narco alzaron la voz contra los intereses estadounidenses en la política antidrogas y la doble moral de ese gobierno. Esta crónica de Osorno aborda historias individuales de miembros de la Caravana, entrevistas con Sicilia y testimonios de activistas que se sumaron a la movilización.

PARIS D.F. ROBERTO WONG (GALAXIA GUTENBERG) Reciente ganador del Premio Dos Passos (España) a primera novela, este libro de Wong trata sobre un joven que intenta darle sentido a su vida sosa, mientras está obsesionado por conocer París.

Cuando ocurre un asalto en la farmacia en la que trabaja y el delincuente muere, arranca un itinerario delirante que superpone los planos de ambas ciudades: París y el D.F. El vaivén entre pasado y futuro pasa por el amor, la soledad, la violencia, el deseo y la sinrazón. Es una primera novela que anuncia una voz narrativa sólida.

Un enorme monstruo marino aterroriza a los navíos de todo el mundo: un día ataca el Pacífico, al siguiente, el Atlántico. Semejante criatura es, ni más ni menos, el Nautilus tripulado por el capitán Nemo. En la interminable embarcación submarina las opiniones no son menos diversas que en la superficie: para algunos un dictador, para otros un gran líder, los tripulantes de esta maravilla están condenados a no salir nunca de ella. Esta novela transita por territorios que se acercan a un tratado político, sin perder nunca la fluidez de la buena escritura.

OJOS INUSITADOS

POETISA Por Julio Trujillo/@amadonegro

¿

Ya leíste el poemario de la poetisa Arúgula Chacel?, me preguntó un compañero de la oficina.

Pensé en no responder, porque no me identificaba con ninguna de las palabras de su pregunta, pero finalmente le dije: No. No conozco a Rúcula Chacel, pero sí te puedo decir que no me gustan nada las palabras poemario y poetisa. Son casi tan feas como mingitorio y empoderamiento. Arúgula, me dijo. ¿Qué?, le pregunté. No es Rúcula sino Arúgula. ¿Por qué no te gustan esas palabras? ¿Qué tienen de malo?, reviró, y yo pensé que iba a tener que argumentar por primera vez en voz alta algo de lo que estoy seguro en silencio pero sin saber exactamente por qué. Es como decirle cuentario a un libro de cuentos —me arranqué—. No sé, siento que con esa palabreja el libro sufre una devaluación. Si me hubieras preguntado por el libro de Rúcula Chacel estaría en igualdad de circunstancias que cualquier otro libro, pero poemario es como un diminutivo, como un apodo cursi, aunque reconozco que la palabra es correcta y existe, pero no me gusta. Lo último que quiero yo es escribir poemarios, yo escribo poemas, que luego son libros, y ya, y le di un golpe sobreactuado a mi escritorio. Arúgula, me dijo. ¿Qué?, le pregunté. No es Rúcula sino Arúgula. ¿Y por qué no te gusta poetisa?, me preguntó. Esa es más fácil de responder, le dije. Para empezar, poeta termina en a, por lo cual tendrían que ser los hombres quienes pidieran ser llamados poetos, jajajaja.

Pero mi compañero de la oficina no se rió, así que proseguí. Una vez más, la palabra es correcta, pero poeta funciona perfectamente para todos, ¿no te parece? Usar poetisa es pedir una distinción innecesaria,

un trato especial, con guantes, que además de todo suena extraordinariamente anticuado, como del porfiriato. Vamos: ni Safo era poetisa: era poeta, y de las chingonas. ¿Cómo te explico? El solo uso de la palabra poetisa, si es aceptado por la poeta, es anuncio de que la poesía va a ser chafa. Imagínate que usáramos poetiso, pues es lo mismo. ¿Rúcula se autonombra poetisa?, terminé por preguntarle, consciente de que era Arúgula, pero ya estaba comenzando a divertirme. Arúgula, me aclaró, molesto. No sé, pero yo soy el que le dije poetisa, y además me parece que el libro es muy bueno, ya lo tengo todo subrayado. ¿Quién es Safo? ¿Es mujer?, me preguntó.

Sí, le respondí, fue una poeta de la antigua Grecia, Platón la llamó “la décima musa”, en realidad no se sabe mucho sobre su vida y sólo han sobrevivido algunos fragmentos de su poesía, pero si quieres le decimos Safa, para que no te hagas bolas. ¿Cómo se llama el libro de Arúgula?, le pregunté ya sin bromas, en tono solemne y respetuoso.

Se le iluminó la mirada. Abraza la brasa, me respondió con satisfacción. ¿Qué? Es el peor título que he escuchado en mi vida, le dije, genuinamente escandalizado e incapaz de la diplomacia. A ver, y le arrebaté el ejemplar que todo el tiempo había sostenido en sus manos. Lo abrí al azar y leí: “Tú eres el bombero de mi incendio”. Cerré el libro y se lo devolví. Se hizo un silencio.

Los dos mirábamos al suelo. Finalmente hablé. Retiro lo dicho, le dije. Usemos poetisa, al menos con Rúcula. Rúcula es y será una increíble poetisa todos los días de su vida. Me le quedé mirando. No supo qué decir. Se dio la media vuelta y alcancé a escuchar que murmuraba entre dientes: Arúgula.

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MÚSICA

Electrónica regional con sabor

A ROCK

No les gusta catalogarse bajo ninguna etiqueta. Los Centavrvs están seguros de que su música puede ser escuchada en muchos niveles. Ellos solamente quieren tocar.

Por Bechus

Muchas bandas en México van a temáticas y ritmos mexicanos, a diferentes generaciones y buscan acercamientos diferentes. Pero ¿que les da en su música esa línea, por qué se van por el corrido? Sé que tuvo que ver con la celebración del bicentenario. ¿Qué les da eso como músicos?

Nos da inspiración, nos da ideas nuevas, para hacer cosas en la banda. Nos han catalogado como rock, que no lo somos, pero todo lo que está afuera del pop y del regional acaba encasillado en rock, entonces tiende a repetirse la fórmula, en el caso de nosotros la búsqueda si fue hacia ritmos de aquí, de México, sonidos de todas partes, desde el sur con la marimba, que fue un experimento para celebrar la identidad de México y luego se extendió a todo lo latino. Por ser lo más cercano a la cultura y la sociedad resuena más en nosotros como artistas.

Entonces, ¿ustedes no se consideran rock? Porque tocaron en el Vive Latino y suenan en la estación de rock número uno en México…

La gente en general, así como los medios, es distinta, hasta en el trato. Recientemente, nos pusieron una van solita para nosotros, con Centavrvs, nos compraron la fecha, nos pusieron backline; todo el paquetito muy bien. Y con Los dorados nada güey, ni van, ni nada. A pesar de que compartimos los mismos elementos. No sé a que se deba eso.

Puede ser que sea porque con Centavrvs son más populares y eso es lo que hace que jalen más banda…

Nos hemos fijado que el público de Los dorados, pasó a tener una banda como si se hubieran ido por la fácil y nosotros hemos tocado en bandas mas hipsters, les entra más el morbillo de que tengas varios proyectos.

La gente identifica que somos una banda que está haciendo algo ligeramente distinto, por no decir que estamos haciendo una reconstrucción de la manera de hacer la música, es lo que la gente aprecia y les resuena: música mexicana con bajo y con guitarra, y luego como con bits, eso creo que más allá de los géneros, llama la atención, ya sea por morbo o por curiosidad, pero resuena en su mexicanidad o cultura. ¿Escuchan cosas con las que se identifiquen o se escuchan en bandas internacionales? ¿Creen que están en una generación de música electrónica mundial?

Fotos: Bechus

Es que realmente nosotros surgimos con el label de Electrónica regional mexicana y desde el inicio no queríamos imitar un ritmo de rock, ni anglo, ni francés. En México padecemos mucho del síndrome wannabe sobre todo en música, y es una búsqueda válida, no hay verdad absoluta, pero no nos interesa mucho eso, nosotros cargamos con un acervo cabrón de música que tenemos, si le escarbas así nomás tantito, hay un chingo de cosas hermosas en México, de antaño y no tanto, eso es lo que nos inspira.

¿Cómo han sentido la reacción de la gente ahora que comparten el público con otro tipo de bandas?

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Todo el rollo de que no pretendamos sonar a James Holden o a Caribou nos da lo que hemos logrado: un sonido bastante particular que nos da más proyección. De hecho vamos al South by Southwest, en un cartel internacional con bandas bien chingonas, como The Basics y Twin Shadow, un cartel bien interesante, que a nivel global tiene un sello o un sonido y nos da mucho gusto poder compartir el escenario con esas bandas.

Nos hace falta desarrollarlo más, con tan poco tiempo estamos en un cartel así lo que nos obliga entonces a que lo que sigue tiene que estar mejor hecho, siempre hacer un producto de mejor calidad cada vez.

Justo ahora para el Vive Latino hicimos arreglos de “Colibrí” y “Chiquita milagrosa”, que no es por nada pero quedaron bien chidos, Pipe agarró la onda de punch y bit y le otorga buena dinámica con los platillos. Está sonando muy cabrón. Todos siempre seguimos haciendo cosas, no queremos quedarnos a corto plazo, seguir haciendo cosas todo el tiempo. Estamos haciendo un LP como Centavrvs, con colaboraciones enfocado al hip hop.

Ya que saben que el proyecto sí funciona, ¿cuál es el siguiente paso para Centavrvs?

No puedes aislarte y no hablarle a nadie, nos gusta hacer featurings, nos gusta cotorrear con artistas en general, no solo músicos. Somos parte de una familia, queremos hacer un tour, hacer cosas con otras bandas, eso nos encantaría.

Renovarse, generar nuevas ideas. Salir de nuestra zona de confort porque una vez que te estableces ahí es bien peligroso. Cada uno de nosotros tiene una forma y estética artística fuera de la banda, y es ese un punto de partida de las ideas; eso es parte de como se consiguió el sonido.

Siendo una banda tan nueva y todos viniendo de lugares diferentes, ¿componen en vivo? ¿Ya piensan en cómo se va a traducir esto al escenario?

Lo primero que hacemos es juntar las piezas en el estudio y vemos qué secciones podemos aprovechar más. Tocarlas con gente ayuda, exponemos el arreglo, el show y estando arriba te das cuenta si hay partes muy largas que hay que cortar. La mayoría de las canciones han surgido de tocarlas, no tanto de estudio. Ya después como cualquier otra canción, es de estar tocando. En Colombia nos pasó que tocamos todas las rolas nuevas, estábamos bien calientes con el nuevo disco, y a la mera hora nadie nos conocía, hicimos un show que nunca habíamos tocado. Pero justo ese es el chiste, aprender de los chingadazos.

Con todo esto que están haciendo, ¿se sienten parte de una generación de bandas o que están muy alejados de la escena?

¿No sienten que el rock está disociado con todo lo que pasa en el país en la actualidad?

Deberían ser un grito social, es la esencia del rock, por una rebeldía surgió de hecho. Desde la opresión de los papás. Como el ska, ese tipo de géneros son con los que se nos expresamos. Vivimos una represión diferente a la que se vivía en el rock and roll de los 70 en México, o en los 90 pero ahora es difícil mantener esa virtud contestataria, de alguna manera hay diferentes caminos, no necesariamente tiene que ser la lírica. La gente también está un poco harta de la saturación de la información, de alguna manera creería que el rock es cada vez menos directo, es más una manera de escapar de lo que está pasando. Los periódicos son más amarillos de lo que fueron en los 90. No significa que las personas del rock no seamos conscientes de lo que está pasando, llega un punto donde no puedes no decir nada, aunque ese no es el objetivo de nuestras canciones.

EL CEREMONIA, MÁS FUERTE QUE NUNCA México se ha convertido en un paraíso para la creación de festivales. Con la misma velocidad que nacen nuevos conceptos musicales van desapareciendo otros más.

Pero, aunque hay público para todo tipo de conciertos, es un hecho que era necesario ampliar los horizontes más allá de la Ciudad de México. Ceremonia regresa por tercer año consecutivo y se ve en gran forma. Cada vez mejor organizado, basta con ver la alineación que conforma este festival para saber que será memorable.

Empezando por Snoop Dogg, que regresa de su viaje rastafari que lo transormó en Snoop Lion hace un par de años, para demostrar que por más frito que se encuentre, sigue siendo un músico al que vale la pena ver en vivo. Aparte, el rapero californeano está por estrenar un nuevo álbum, producido por Pharrell Williams y el Ceremonia será un gran foro para probar algunas de sus nuevos sencillos.

Al rapero se le suman The Horrors, una agrupación de rock inglesa que ya ha venido antes a México y siempre ha tenido una gran respuesta, y muchas otras propuestas interesantes que justifican el viaje a Toluca.

Fecha: 9 de mayo a partir de las 12pm Lugar: Centro Dinámico Pegaso, Carretera Toluca – México km 52.5, Toluca de Lerdo, Estado de México.

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MÚSICA

MONOCORDIO,

AL LUNARIO

El 17 de abril, el grupo liderado por Fernando Rivera Calderón presenta en vivo varias novedades: se alinea como trío, reinterpreta temas clásicos suyos y estrena canciones.

Por Julia Santibáñez E.

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¿Qué novedades van a presentar?

Es una reinvención de Monocordio como proyecto. Además de alinearnos como trío habrá nuevas versiones de temas viejos del grupo pero, sobre todo, estrenaremos muchas canciones que abordan temáticas distintas a la del amor de pareja. Claro que estarán presentes “Siempre te busqué”, “Un día de esos” y “Me haces existir”, que los seguidores siempre piden, pero también tocaremos un ejercicio de contemplación que se llama “Chicas en bici” o “Un beso de tres”, que hace una apología del triángulo amoroso. Y luego tendremos invitados especiales, gente admirada de la escena musical y poética. ¿Por qué te arriesgas?

Porque me niego a convertirme en el clásico artista mexicano que tiene un éxito en la vida y se dedica a repetirlo eternamente, a hacer una especie de karaoke de sí mismo. Uno cambia, las canciones cambian, toda obra de arte está

inacabada. Me emociona crear nuevas cosas y también reinterpretar mi obra musical. ¿El sonido será rockero, rugoso?

Sí, muy rugoso, porque los tres implicados en este crimen sonoro venimos del rock. Y es que además Chema, Alonso y yo nos preguntamos si podemos seguir cantando al amor, al desamor y a la belleza si estamos tan encabronados por la realidad terrible de México, por el espanto que es el mundo. El concierto va a sonar a esa pregunta.

El espectáculo se llama Pájaros y cuchillos, ¿por qué?

Así nos sentimos, atravesados por emociones que nos conmueven y nos arroban, mientras otras nos desgarran. De hecho, el concierto estará dividido en esas dos partes: la primera será emplumada, suave, para volar, y la segunda será más áspera y violenta en términos sonoros.

Foto: Ernesto Ramírez.

F

er Rivera es un monstruo polifónico, de muchas cabezas. Desde hace años es coconductor de “El Weso” en W Radio, además de colaborar como periodista en varios medios, entre ellos SoHo. También ha hecho teatro de cabaret, es autor del Diccionario del caos y está preparando un nuevo libro, pero su proyecto más íntimo se llama Monocordio, su alter ego musical. En sus casi 15 años de vida, esa agrupación se ha movido de lo electrónico a lo folk, pasando por el bossa nova y hasta lo sinfónico. Ahora cambia su propuesta para limitarla a bajo, guitarra eléctrica y batería, y así presentarse el viernes 17 de abril en el Lunario del Auditorio Nacional. Para ello, con Fernando al frente, Monocordio suma a Alonso y José María Arreola, escritores y músicos de riquísima trayectoria internacional, además de nietos del escritor Juan José Arreola. Esto cuenta Fer sobre el concierto.

ARTE

COMPOSICIÓN LIBRE

DE TECNOLOGÍA

Fotos: Cortesía del Museo del Palacio de Bellas Artes y Nikon.

Hoy, cualquiera con un teléfono inteligente puede hacer una fotografía decente.

Pero hace 80 años, cuando Henri Cartier-Bresson plasmó momentos perfectos, las cosas eran muy diferentes. El arte requiere precisión.

LA EXPO

EL AUTOR

CONCURSO

El Palacio de Bellas Artes es nuevamente sede de una sobresaliente exposición con curaduría de Clément Chéroux que consiste en cerca de 400 piezas con imágenes del artista francés.

Henri CartierBresson, nacido en Brie, Francia, hoy tendría 107 años. Pionero del fotoperiodismo, fue inspiración de muchos fotógrafos por captar el momento decisivo de los hechos.

Nikon y el Museo del Palacio de Bellas Artes invitan a participar en el concurso de fotografía “El arte de saber estar ahí”. Lo único que tienes que hacer es visitar la exposición, tomar una foto que capture un instante preciso y subirla a votación.

Los premios son, obviamente, cámaras Nikon (D7100, 5300, 3300 y P600).

DIRECCIÓN Av. Juárez #4, Centro Histórico.

Hasta el 17 de mayo, de martes a domingo.

Horario: De 10:00 a 17:30 hrs.

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TEATRO

VOCES

ÚNICAS

Ya que a veces una sola voz es más elocuente que el barullo multitudinario, presentamos algunas opciones para ver trabajos que recaen casi sólo en el desempeño actoral.

Por Lorena Abrahamsohn

ROSE Qué hermoso es el teatro a veces. En pocas ocasiones se presenta en escena un monólogo “duro” —es decir, sin que el actor interprete más de un personaje o se interprete a sí mismo en distintos momentos—. Amanda Schmelz le da vida a Rose, una mujer judía de 83 años que nos cuenta su historia. Nacida en Ucrania en 1920, sufrió primero los embates de la revolución bolchevique y poco después el ataque de la Alemania nazi. Nos presenta a su familia, a sus amores, a sus hijos. Frente a nosotros hace Shivá —tradición judía de guardar luto por siete días— sentada en una banca de madera. Ella en su lugar y nosotros en el nuestro, vamos juntos mientras huye, migra, se casa. La abrazamos mientras llora y nos reímos con ella las pocas veces que lo hace.

El trabajo de Amanda es quirúrgico. Pasa por cada palabra, por cada idea.

Respira y crea imágenes que los espectadores casi podemos tocar. Así, Rose deja de ser un personaje y se convierte en una persona. Una sola que podrían ser 6 millones, o 20.

Qué hermoso es el teatro a veces.

Se trata de un texto tan complejo y redondo que no habla únicamente del Holocausto y las Guerras del Siglo XX; sino de las vueltas de tuerca que ha dado el mundo hasta el día de hoy. Así, Rose, se encuentra a sus 83 años haciendo Shivá por una niña Sisjordana a la que no conoció.

Desde esa banca, casi sin moverse, Amanda hace una entrega generosa y brillante de las mejores cosas que puede provocar el teatro: empatía, escucha, complicidad, emoción y reflexión.

Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico.

Av. Revolución 1500, col. Guadalupe Inn. Martes a las 20:00 hrs.

En una cárcel mexicana, una cárcel cualquiera, se encuentra Antígona.

Fue encerrada por sus ideas, no por sus acciones. Es pues, una presa de conciencia. Ahí, en la oscuridad, encuentra el eco de su propia voz. Va tomando diferentes formas, diferentes personajes. Finalmente se narra a sí misma el mito de Antígona.

Cecilia Ramírez Romo presenta este trabajo en distintos reclusorios femeniles de la Ciudad de México, obteniendo con ello una experiencia que se va sumando a la puesta en escena. Actriz joven, guapa y con gran facilidad para conectar emociones propias y ajenas; Ramírez Romo, logra vincularse con sus espectadores. “Hay cosas más importantes que los dramas personales”, dice el slogan de la puesta.

La Antígona sale de prisión para presentarse muy pronto en el teatro La Capilla (Madrid 13, col. Coyoacán).

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Fotos: Cortesía de las obras.

LA ANTÍGONA.

CINE

SIN CLASIFICACIÓN

DEFINIDA Falta muy poco para que llegue la temporada de grandes blockbusters, pero en taquilla nunca deja de haber opciones.

Aquí van tres para este mes.

Fotos: Cortesía de las productoras.

Furious 7

5 to 7

Woman in gold

5 TO 7

WOMAN IN GOLD

FURIOUS 7

Dirige: Victor Levin.

Actúan: Anton Yelchin, Olivia Thirlby y Bérénice Marlohe.

Lo bueno: Acéptalo, de vez en cuando tienes que ir a ver una chick flick para salir del apuro. Si estás en esa situación, mejor ver una que sea uno de buena calidad. En ésta, su ópera prima, Victor Levin nos presenta a Brian (Yelichin), un aspirante a escritor en búsqueda de la musa que le hace falta para consolidarse. Sin embargo, una vez que la encuentra, resulta ser una mujer francesa, casada y sin intenciones de separarse de su marido. La pareja furtiva solamente puede reunirse entre las 5 y 7 de la tarde, de ahí el nombre de la cinta.

Lo malo: En momentos trata de emular el Nueva York woodyallenesco en el que todo sucede, mientras que el estereotipo del amor a la francesa —menos complicado y más ambiguo—, llena de clichés la historia.

Lo raro: Anton Yelich y Olivia Thirlby ya habían compartido créditos en otra cinta cargada de lugares comunes citadinos: New York I Love You.

Dirige: Simon Curtis.

Actúan: Helen Mirren, Ryan Reynolds y Katie Holmes.

Lo bueno: Lo mejor de esta película —otra historia parabólica sobre la Segunda Guerra Mundial— es, sin duda alguna, Helen Mirren. Quien hace un trabajo espléndido interpretando a Maria Altmann, una sobreviviente de la guerra que hará lo posible por recuperar un Klimt que le fue arrebatado por los Nazis, incluso demandar al gobierno de Austria. Entrelazando escenas de los años 40, con otras actuales, la cinta se desarrolla con facilidad y no pide un extra de atención al público.

Lo malo: La justificación de que es una “inspiradora historia de la vida real” ya no es suficiente para sustentar una película. Si bien, se agradece que no nos avienten un remake de otras cintas más exitosas, a veces un poco más de creatividad se agradece.

Lo raro: En la vida real, meses después de recuperar el valioso Klimt, Altmann lo puso a la venta en Christies, consiguiendo una suma de 135 millones de dólares.

Dirige: James Wan. Actúan: Vin Diesel, Paul Walker, Dwayne Johnson y Jason Statham.

Lo bueno: Cuando una película llega al absurdo de pistas de aterrizaje infinitas (Fast & Furious 6) o automóviles invaluables que caen desde un avión, el guión se convierte en lo de menos. Lo importante es que haya mucha acción, cuantiosa testosterona y un par de curvas que contrarresten tanto macho en escena.

Lo malo: Tener a dos de los peores actores de Hollywood en una misma historia nunca es halagador. Sumando (o restando) a las “habilidades” histriónicas de Vin Diesel, desde la quinta entrega se unió Dwayne Johnson a la saga de los arrancones, para crear uno de los tándems menos talentosos y más taquilleros.

Lo raro: Más allá de la irónica muerte de Paul Walker —en un Porsche Carrera GT a 150 km/h—, lo interesante es que la producción resolvió la falta del recién fallecido utilizando a sus hermanos como dobles de voz y actuación.

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TARJETA AMARILLA

STAY HIGH Por María de la Mora

S

oy una pacheca tardía y, cabe mencionar, bastante amateur. Y eso que tenía material para ser de esas que llevan su bolita de hash y su papel de arroz en la bolsa desde los 13 años, pero la verdad es que fumé mi primer flaco el mismo año que a mi hijo se le cayó el primer diente.

Pink Floyd, chimenea, resina de cedros y una enorme y envolvente nube de marihuana.

Así crecimos mi hermano y yo. Con un papá de barba cerrada, huaraches y cientos de libros, y una mamá que decidió ser mejor persona cuando recorrió Oaxaca en una Dart K, leyendo a Fernando Benítez y comiendo peyote.

Quizás por eso me tardé en probar. Por eso y por intentar hacer homenaje a la niña del Regina que siempre he llevado dentro, pero que con los años se ha ido retrayendo un poco.

Cuando cumplí 36, viajé con un amigo a Sayulita una semana, con la consigna de volver al DF con el guión de una película en el que llevábamos trabajando desde recién graduados de la universidad, terminado y bien pulido. Y sin huiro, la misión era imposible. Al menos eso dijo él y yo, con mi bikini de flores y mi niña del Regina, obedecimos sin objetar.

Después de 300 gramos, dos paquetes de papel de arroz y siete manzanas agujereadas con una pluma Bic, volvimos a casa, no sólo con el guión, sino con tres canciones compuestas y un estatus en nuestra relación que hasta hoy no sabemos cómo definir.

De ahí, pal real. Eso sí, liando churros siempre con la consigna de la creatividad. Infalible Moleskine en mano, pidiendo a gritos que alguien del grupo escriba lo que se dice, se ve, se escucha, se llora y se ríe, jurando que de esas noches (que con los años se han ido haciendo mañanas, tardes y semanas enteras) sale, sino un Oso de Berlín o un Grammy, al menos la constatación de que no somos ni tan del montón, ni tan cojonudos.

Jamás me he dado a la tarea de leer a posteriori las supuestas genialidades producto del

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THC. Pero ese estatus indefinible que se generó mientras, sentados en la arena bajo una luna que jamás habíamos visto, escribíamos el diálogo entre Madame Zaza y el estudiante provinciano de aquel guión que jamás cobrará vida, con esa nuevísima sensación de dilatación infinita: de energía electrizante, de ver muchísimo más allá de lo evidente y de una fluidez que limita en lo obseno, desembocó en nueve horas del mejor sexo que jamás se haya tenido.

Calculamos nueve porque después hicimos cuentas, pero fue uno de esos momentos que bien pudo haber durado nueve minutos o nueve años. Quién sabe y a quién le importaba. Ritmo, sudor, una humedad que redefinía la feminidad y una extraña percepción de abundancia en la piel que me hicieron olvidar el concepto romántico del amor para reinventarlo con cada orgasmo. En un recóndito rincón de mi mente, mi niña del Regina se lamía los labios como queriendo comerse a sí misma. ¿Y desde entonces coges siempre pacheca? Me preguntó hace poco mi amigo de toda la vida con quien escribo y me acuesto de vez en cuando. La verdad es que no, por la misma razón por la que no viajo a París todos los meses, ni tengo 50 obras de arte en la pared, ni descorcho champagne si no es mi cumpleaños. Lo bueno, hay que racionarlo.

Cuando en las películas, por no decir en la vida real, los funcionarios públicos responsables de regular el consumo de sustancias que nos permiten salirnos, por un momento infinito, de nuestra limitada versión de nosotros mismos, presumen orgullosos jamás haberlas consumido, me acuerdo de esos momentos en los que le digo a mis hijos que se pongan el suéter cuando yo tengo frío.

En pleno puente que gozamos gracias a aquel oaxaqueño que dijo aquello del respeto al derecho ajeno, me retiro a llenar mi pipa de cristal amarillo en forma de colibrí. Lástima que no tengo a mi lado a quien quiera perderse entre mis piernas, mientras limpio los coquitos.

PORTADA

DOMINIKA PALETA Comer bien y cuidarse rinden frutos. Ella es la mente detrás de la página web Placeres orgánicos y uno de los rostros más bellos de la televisión mexicana. Próximamente la veremos en la obra de teatro Casa matriz, mientras tanto admírala como nunca en una sesión de fotos espectacular con un AMG GT de Mercedes Benz.

Fotos: Olga Laris

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Fotos: CreditoLomo

PORTADA

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Camisa, Juicy Couture.

Sujetador y bragas, Oysho.

Zapatos, Zara.

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PORTADA

Body, Yamamay.

Zapatos, Zara.

DERECHA: Chamarra, Zara Woman.

Body, Yamamay.

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ZONA CRÓNICA PORTADA

Body, Yamamay.

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PORTADA

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PORTADA

Body, Yamamay.

Zapatos, Zara.

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Maquillaje: Vicente Montolla.

Peinado: Erick Moreno.

Coordinación de moda: Pierina Feria y Andre Guerrero para DC MoET. Agradecemos al Museo del Juguete Antiguo México las facilidades para la realización de esta sesión.

MUJAM Dr. Olvera 15, colonia Doctores, Ciudad de México.

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HUMOR

S E R E C A L P S O

S O P L U C

OCHO ESCRITORES CONFIESAN A SOHO CUÁLES SON ESAS COSAS QUE LES PRODUCEN PLACER A PESAR DE NO SER MUY BIEN VISTAS. SEGURAMENTE TE VERÁS IDENTIFICADO CON MÁS DE UNO.

ILUSTRACIONES: Natalia Mon.

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OA R O AD

JULIO IGLESIAS Por Marcelo Birmajer

Ninguno de mis conocidos de entre 40 y 50 años comparte mi admiración por Julio Iglesias; pero sí 300 millones de personas. Me importan un rábano ambos datos. Lo seguiría escuchando en cualquier caso. Por su causa, he soportado que se pongan en duda mi virilidad, mi oído y mi sinceridad. Hay mujeres que prefirieron vestirse y marcharse en el momento en que las invité a bailar “Me olvidé de vivir”; y amigos que me han negado tres veces. Pero he continuado comprando y escuchando cada uno de sus discos sin pedirle nunca permiso a nadie. Es el cantante con más canciones en mi iPod. Me gustan las melodías, las letras y el color de su voz.

Puedo cantarlo de memoria. Pero sólo una vez asistí a uno de sus recitales. Comenzaban los noventa y me tocaba perpetrar una de mis payasadas en una radio de sonido metálico y humor vitriólico.

Entonces, el locutor recibió las entradas para ver a Julio Iglesias en la cancha de Vélez, en Buenos Aires, y las dejó caer a un lado, profiriendo un gracejo ofensivo al aire. Pregunté, luego de mi discreta performance, si se me permitía quedarme con las entradas. Me las dejaron como una limosna, con asombro y desprecio.

La noche del recital en Vélez, bajo un cielo plúmbeo y en un clima frío, el estadio dejaba ver vacíos como las entradas del comienzo de la calvicie masculina. El número uno agradeció a los presentes y cantó con cuerpo y alma. Cuando terminaba el recital, el único otro hombre solo que ocupaba una butaca en mi sector se me acercó y me preguntó, extendiéndome una tarjeta: —¿Eres de prensa?

—Sí —mentí a medias.

—A mí tampoco me gusta —descerrajó el desconocido—. Pero lo imito.

Presencié, al pasar, su acto, a la salida del estadio. También vendía casetes con sus imitaciones.

Comenté el suceso del imitador en la radio. No sé cómo lo contactaron. A los pocos días, para mi gran desmayo, comenzaron a burlarse de Julio en complicidad con el farsante. De algún modo, el imitador consiguió mi número telefónico. Y en lo que pareció ser un arrebato de agradecimiento por el contacto que le había

conseguido con las altas esferas del espectáculo, me dejaba mensajes como los siguientes: —Gracias, chaval. Que te has pasado, vale—. Si bien la voz de Julio le salía a la perfección, el léxico era patético como el de aquellos viajeros argentinos que, luego de pasar un fin de semana en Madrid, vuelven a Buenos Aires hablando como si fueran José Sacristán en Solos en la madrugada. —Hombre, que me siento un gilipollas, pero qué coño, gracias, tío, gracias—. El perseverante impostor me llamaba al menos dos veces por semana.

Yo oprimía el botón del contestador esperando encontrar una voz amable, una oferta de trabajo, una respuesta a mis plegarias, y en cambio aparecía el remedo de Julio, como un zumbido: —Colega, ¿cuándo nos tomamos un carajillo? O un pitillo. Qué colocón—.

Pensé que se apagaría solo. Pero los molestos son infatigables.

El mundo, en realidad, está preparado para ellos. Su contacto con el medio ambiente no genera erosión, no envejecen, no se frustran. Y el día de mi cumpleaños número 25, mi abuela me llamó emocionada para decirme que Julio Iglesias había leído la nota que yo había escrito sobre el recital, y la había “telefoneado” para felicitarla por mi “natalicio”. Las cosas habían llegado a un punto de no retorno.

Lo llamé y le informé que yo imitaba a Dyango. Por primera vez desde nuestro desafortunado encuentro, logré callarlo. Le canté mi primera canción de Dyango. Me agradeció y se disponía a cortar. Es sólo la primera, dije, y arremetí con la segunda. Ciertas personas no son capaces de cortar una conversación telefónica unilateralmente. Luego de la cuarta canción, le avisé que ya tenía también el teléfono de su madre y que, luego de saludarla para su natalicio con el tema Si la vieras con mis ojos, le entonaría, a modo de serenata, el simple “Ese hombre a su esposa”, impostando yo también la segunda voz a cargo de Joaquín “Pimpinela” Galán. Corté. El falso Julio no me llamó nunca más.

Debo confesar que también me gusta Dyango, incluyendo su dúo con Pimpinela. Como efecto secundario pernicioso de aquella estratagema, por lo demás entre mis pocos éxitos, perduró mi manía de, de vez en cuando, cuando el brandy me invita, entonar las “Confidencias” del sabio cantautor y trompetista catalán.

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HUMOR

INA C S A ME F

VER MALAS SERIES DE TV Por Rodrigo Fresán Ante la imposibilidad —por razones legales— de abofetear a todo aquel que vaya por allí diciendo eso de “Si Shakespeare viviera, hoy estaría escribiendo para HBO”, queda el consuelo/vendetta de malgastar buena parte de nuestras existencias viendo buenísimas malas series de televisión.

Porque, de acuerdo, The Sopranos, Six Feet Under, The Wire, Mad Men, Breaking Bad es muy buena televisión. Pero, en realidad, es muy buena colección con todas las temporadas. Así, de ser posible, aguantar hasta que todo haya terminado. Porque verlas semana tras semana es una experiencia más bien frustrante, insatisfactoria, interrupta.

Por lo contrario, ver desordenadamente malísimas buenas series de televisión siempre colma nuestro apetito y, con ellas, alcanzamos ese nirvana que nos produce engullirnos una Big Mac mientras nuestro estómago cruje y nuestro cerebro se licúa.

Y, ah, hay tantas malas series.

Admitámoslo: en realidad, el formato es, en esencia, malo, tóxico, nocivo, mediocre. Las buenas series a secas son excepciones, anomalías de la naturaleza, errores del sistema: Rod Serling sólo hubo uno y, de verdad, Friends sería un espanto de no haberse beneficiado del mejor casting de la historia después del de The Beatles.

Y, vamos, Games of Thrones es pésima sin atenuantes además de que (si no has leído las novelas de George R. R. Martin) no se entiende nada, y de que la platinada Daenerys Targaryen no sea otra cosa que una versión fantasy de Shakira, quien ya de por sí es fantasy.

Y Lost fue la estafa colectiva más grande desde la implantación del euro. Y True Detective y Fargo son absolutamente innecesarias.

Aún así, andan muchos locos por ahí pensando que son obras de arte.

En cambio, ver series incuestionablemente malas relaja y es el equivalente en nuestra vida sexual a una cita con nuestra mano sin la tensión anticipatoria que puede llegar a producirnos un deseable encuentro con la sollozante y acelerada Carrie Mathison de Homeland o con la voraz y transgresora Virginia Johnson de Masters of Sex. ¿Cuáles son las malas series que recomiendo para pasar una buena noche? A saber, a ver…

Arrow: absurdo y complejísimo intento de hacer de un inocuo héroe de la DC Comics, Flecha Verde, una especie de Batman con un protagonista que estará perfecto el día que se filme la biopic —o miniserie— de George Michael. Pero aquí no.

Nashville, o cómo tomar en vano el nombre de un genial filme de Robert Altman para ofrecer algo así como una Dallas/Dinasty en el 48•SOHO SOHOMEXICO.COM 48•SOHO

mundo de la música country. Aquí, todos se acuestan con todos en una suerte de minué con botas de cowboy/cowgirl. Y ya he perdido la cuenta de las evoluciones de las parejitas que cantan hasta en la cama. Smash (R.I.P.) era lo mismo, pero con trasfondo de Broadway y la industria de los musicales. Allí, también, cantaban en la ducha después de. Y todo resulta tan falso como las poses punks de U2 en ese video/canción en memoria de Joey Ramone. Bueno, no tan falso.

En The Blacklist, un James Spader al que no es que le hayan pasado los años por encima (sino que los años lo atropellaron y dieron marcha atrás para volver a pisotearlo) presenta su versión de Hannibal Lecter; aunque lo verdaderamente apasionante es, seguro, la protagonista femenina. Créanme, de verdad, no miento: Megan Boone —en el rol de la inexpresiva agente del FBI Elizabeth Keen— es, hoy por hoy, la peor actriz del mundo. Está claro que alguien le explicó a Boone que Keene debe ser fría y cerebral, pero a la chica se le ha ido la mano con la obediencia y así no hay episodio o escena (ya se la muestre atada, torturada, contemplando cómo apuñalan a su marido o sospechando de todo y de todos) en que la profiler no mantenga, invariablemente, el mismo rostro impasible de muñeca petrificada.

Nada la conmueve. Nada la inquieta. Verdaderamente asombroso.

Dominion: una cosa con arcángeles en un futuro distópico. Casi casi tan incomprensible como Game of Thrones. Me comentan que el opio produce un efecto parecido.

Grimm: vi tan sólo parte de la primera temporada porque me desconcentraba el peinado/corte de pelo de su héroe. Parece —volví a cruzármelo en una pausa de Dominion— que ahora se lo han cambiado.

True Blood: probablemente la falta de respeto más grande al mito draculino en clave involuntariamente almodovariana. Vampiros al borde de un ataque de nervios, tetas y culos, un mamarrachesco personaje gay que debería haber desatado la ira de asociaciones homosexuales en todo el mundo, y Sookie como una de las mujeres más bobas de la caja boba.

Scandal y Revenge: aquí y allá todo puede suceder. Y sucede. No hay límites para el absurdo. Cuando sea grande, quisiera que me contratasen para formar parte del equipo de sus guionistas. Estoy seguro de que son personas que se ríen mucho entre ellos y de nosotros.

Cuéntame cómo pasó: esta es española y con Imanol Arias y ya lleva 16 temporadas desde su estreno en 2001. El “concepto” es repasar la historia de España desde 1968 hasta nuestros días, pero como recreada por una familia de alienígenas à la Kurt Vonnegut. Circula una leyenda urbana en cuanto a que cuando Cuéntame... alcance el presente —ahora van por los años ochenta y La Movida— tendrá lugar el fin del mundo. O, por lo menos, de la Península Ibérica. Pero por cómo van las cosas, tal vez no haya que esperar tanto para el Big Crash.

C.S.I. (Here, There, and Everywhere): lo mismo —Apocalipsis ahora— se dice que tendrá lugar cuando, tarde o temprano, se comience a filmar un C.S.I. en tu barrio.

Y hasta aquí llego por razones de espacio. No son todas pero son, calculo, suficientes. Ustedes tendrán las suyas. Cuídenlas. Las necesitan.

Las series —excelentes y lamentables—son un gran tema de conversación para parejas y padres e hijos que ya no tienen nada que decirse.

Y el visionado en dosis homeopáticas de una serie mala nos permite, además, tantas otras cosas: ir al baño o a la cocina o a otro canal y volver como si nada, gritarle a la pantalla, reír a carcajadas. Y, por último pero no en último lugar, olvidarnos de que nuestras propias existencias son igual de absurdas, de mal actuadas y que, tarde o temprano, dejarán de emitirse por falta de presupuesto, de ganas y de rating.

NTA A C N ME E

JOSÉ JOSÉ Por Xavier Velasco

Todo empezó en el Juicio final, que era el nombre del programa de concurso al que los radioescuchas llamábamos para votar por alguna canción. La ganadora, prometía noche a noche el locutor, sería en adelante parte de la programación de Radio Mil. Aquella noche competía, entre cinco o seis más, una canción sombría que de inmediato atrapó mi atención. ¿O sería tal vez la voz adolorida, el aliento angustiado, el tono mendicante del cantor, bajo el tambor helénico que predecía la íntima catástrofe? En todo caso, no paré de llamar hasta el fin del programa. Cierto es que aún no cumplía los nueve años, pero igual me comían ya las ansias por tripular de vuelta “La nave del olvido”.

Me recuerdo cantando “El triste” al fondo del jardín, donde daba por hecho que nadie me oiría, junto a quien todavía no llamaban el Príncipe, si bien ya parecíame una suerte de superhéroe, capaz de sostener la nota interminable con gallardía impertérrita cuando yo ya tosía, jadeaba y resoplaba, vencido y admirado. Por no hablar del desgaste emocional que suponía meterse en los zapatos del personaje trágico y patético emperrado la gesta flagelada de seguir saboreando ese dolor recóndito que interesa miocardio, vesícula, riñones, páncreas, próstata, huesos, cuero y garganta, por decir lo menos. Si así acababa uno con sólo una canción, ¿cómo terminaría Su Inminente Alteza tras toda una función sin bajarse del mismo superhéroe?

Deserté de su corte cuando un par de greñudos estrafalarios abdujéronme hacia otra dimensión. Alice Cooper, primero; David Bowie, después. Tipos que ni pintados para erizar los pelos de mis padres con la misma violencia que empleé en desdeñar a ese Príncipe bohemio y melodramático cuya solemnidad de mártir querendón parecía de pronto ignominiosa. Luego me volví punk y lo negué como a un pariente presidiario, pero es verdad que a veces, si manejaba un coche con los vidrios cerrados o caminaba a solas por un remoto puente peatonal, me ayudaba a vivir a disparejo coro con aquel Soberano de capa y corona —la primera, caída; la segunda, de espinas o barril, según fuera la etapa del vía crucis— a quien

seguramente no conocía Iggy Pop, por más que allá en el fondo fuesen ambos demonios de rituales afines.

Nunca me causó culpa este placer, pero cualquiera sabe que todo fanatismo produce cantidades industriales de hipocresía. Desde mi pose cool, José José lucía lo bastante apestado para rendirle culto secretísimo con la sinceridad de un beato morfinómano.

Aprendí, de esta forma, que también a escondidas se puede ser valiente. Pues si he resuelto, al fin, dejarme continuar con este juego, es sólo porque a veces regreso borracho de angustia clamando por “El Triste”.

Creo que fue en el Twitter que leí alguna vez que, si hubiera justicia en este mundo, las canciones del Prince mexicano estarían debidamente versiculadas.

Escapé del armario aún a tiempo de paladear el gusto a sacrilegio que daba confesar, en las páginas de un suplemento cultural, adhesión reverente a la fe del dos veces consorte de María, mártir crucificado por su personaje cuyos excesos autodestructivos reclamaban a gritos un sitio distinguido entre los grandes próceres del cool. Y fue entonces que el milagro ocurrió: de un día para otro, el Príncipe se había puesto de moda, y en tanto ello tornábase súbito patrimonio vitalicio de quienes un mes antes arrugaban la nariz ante la sola mención de su nombre.

Volví al fin al armario y lo dejé entreabierto. Mentiría si un día me dijera conocedor profundo del asunto, pero traicionaría mi esencia personal si negara que allá, en el fondo del limbo redentor donde ya no se pide compasión ni piedad, despierto cualquier día bajo la piel de “El Triste” y entro en un raro trance de íntima fruición que oculto como un vicio licencioso.

Ahora mismo, presa de dos audífonos providenciales, llego al fin de estas líneas imaginando, como un depravado, que el auditorio entero se pitorrea del soundtrack de mi vida. Go on, Ladies & Gentlemen. O como mejor dice el Soberano: “Y si es que van a hablar, adelante: que hablen”.

(Y qué: 3, 6–7).

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HUMOR

NTAN A C N ME E

LOS BEST SELLERS Por Eduardo Sacheri

Entre mis placeres más culposos se encuentra uno absolutamente inconfesable. No hablo del consumo de sustancias alucinógenas ni de prácticas sexuales reñidas con la moral occidental y cristiana.

No. El mío es más delicado todavía.

No sé si se espera de los cirujanos cardiovasculares que se pasen el día practicando incisiones exquisitas sobre naranjas o lonjas de carne de vaca, como para no perder la exactitud. O si el gran público imagina a los cantantes líricos haciendo gárgaras diarias de jalea real o dinamita para fortalecer sus cuerdas vocales. Pero de algo estoy seguro: de los escritores se espera que estén leyendo, siempre, buenos libros. Y cuando digo buenos digo… buenos. Preferentemente clásicos, preferentemente arduos, preferentemente en su lengua original.

Imaginemos un festival literario en Mozambique. Uno baja a desayunar, en el hotel, y se topa con algunos colegas. Se sirve un café con leche y, con afectado descuido, apoya sobre la mesa un ejemplar (manoseado, casi vetusto si es posible) de Ulises, de James Joyce. Con ese sencillo ritual uno demuestra que es un lector de los buenos, y deja en el resto de los comensales la sospecha de que, si a las 7:00 de la mañana, y en medio de esa exótica vacación con los gastos pagados, es capaz de zamparse un ladrillo semejante; cuando se ponga a escribir sus propios textos algo de esa prosapia habrá de colarse, beneficiosamente, en lo que uno está pergeñando.

Muy distinta sería la reacción de nuestros colegas si el libro que dejamos sobre la mesa es El código Da Vinci o la última novela de Ken Follett. En ese caso nos observarán ateridos ante nuestra cándida osadía. Casi como si, en medio del salón, nos rociásemos un bidón de nafta en la cabeza mientras solicitamos, gentiles, que alguien nos preste un fósforo.

Y, sin embargo, queridos lectores, algo en el fondo de mi alma pecadora me pide que confiese a gritos: ¡me gusta leer best sellers!

No siempre, no todos los días. ¡Pero sí, me encanta! Esas historias planas, superficiales, llenas de agentes secretos que viajan por el mundo y definen la suerte de la humanidad, o de detectives infalibles que conversan con uno, conversan con otro, encuentran un pelo de testículo y resuelven 17 homicidios que llevaban dos décadas ocultos. Para completar el oprobio, hago mi confesión completa, y si esto fuera un campo de prisioneros camboyano del Khmer 50•SOHO SOHOMEXICO.COM 50•SOHO

Rojo, mi vida tendría los segundos contados: los leo traducidos al castellano de España. Ni siquiera los consumo en su idioma original. Imagine entonces, querido lector, cómo le sienta a mi cabeza argentina, que habla ese español tan… temperamental, que los protagonistas de esos libros no laven la ropa, sino que “hagan la colada”, o “aparquen carros” en lugar de estacionar un auto como todo el mundo, o que “follen con frenesí” en vez de revolcarse como cualquier hijo de vecino.

Los best sellers son a la literatura lo que las películas de Stallone al cine. No cambiarán la historia del arte, pero de vez en cuando los necesitamos. Cuando nuestras lecturas habituales (esas que exigen empatía, concentración, análisis, un lápiz en la mano para subrayar expresiones importantes o herméticas) resultan demasiado cuesta arriba… ¡Dame, por favor, Dios mío, una de esas otras que corren entre los dedos, esas que me cuentan una historia inverosímil de tan vertiginosa, de tan llena de intrigas, de tan plagada de personajes interesantísimos con vidas inauditas! Y si al final todos terminan siendo hermanos de todos, mejor. Y si en la página 700 confirmo lo que sospeché en la página 12 sobre quién era el culpable, no importa. Y si todos los protagonistas masculinos son maduros, apuestos e inteligentes, y todas las protagonistas femeninas son todas bellísimas, inexpertas y misteriosas… bueno.

Nadie es perfecto.

Los best sellers son un remanso de paz, de luminosa sencillez.

Un paraíso. Un paraíso culposo, por supuesto. Por eso hay que mantener el secreto. Y si en una entrevista radial nos preguntan qué estamos leyendo jamás confesaremos que estamos atrapados en la saga del sueco ese Stieg Larsson. Mentiremos que estamos atorados pero felices con los salvajes detectives de Bolaño. Y en los aeropuertos, para no sentirnos en paños menores a la vista de todo el género humano, forraremos con una hoja de revista la cubierta del libro. Pero no para proteger las ajadas páginas de La montaña mágica, sino para que nadie, nunca, jamás, sepa que estamos absortos en la lectura de una de vampiros que sabemos que es malísima, pero que no podemos dejar por la mitad.

Eso sí. El de las Sombras de Grey no te lo leo ni borracho. Todos tenemos un límite. Ese es el mío. Que, al fin y al cabo, uno también tiene su dignidad, qué tanto.

AMO

LA RESACA Por Guillermo Fadanelli

El placer oculto que deseo compartir con ustedes no les causará ninguna sorpresa ya que, en apariencia, se trata de una actividad sumamente practicada que no representa ningún misterio para casi nadie. De hecho, este anunciado y supuestamente privado placer hermético no suele ser considerado una fuente de gozo o encantamiento, y más bien se le tacha de un sentimiento cruel y doloroso.

Yo he pasado buena parte de mi vida —y por lo tanto de mi literatura— acarreando los asuntos privados a los terrenos del dominio público: soy como una hormiga que lleva sus secretos a escena, los exhibe y también los contempla y se sorprende.

Ello ha causado que no tenga mucho que confesar o esconder a los ojos del otro. No guardo en mis bolsillos ninguna confesión extraordinaria, ni nada que ofrecer a los ojos avariciosos del pervertido o del curioso. Y no obstante mi anemia de perversiones secretas y la constante publicidad que realizo de mis inclinaciones morbosas, existe un estado que, en lo personal, me causa un placer extraordinario: la cruda, o resaca, como se le llama a ese insólito estado de putrefacción en vida.

Esta sensación o estado, que en ocasiones excepcionales y benditas, llega a apoderarse de mí hasta por dos o tres días continuos, ocupa hoy en día el lugar que debería haber sido dispuesto para el disfrute de la felicidad. Soy un amante confeso de la resaca. Habría sido demasiado sencillo narrar en esta página alguna tribulación sexual o hacerlos cómplices de la conducta indigna o no esperada de un escritor (esto a sabiendas de que todo escritor que se precie de serlo debe encarnar en un auténtico costal de manías, cochinadas y placeres culposos). Ya en el siglo XVIII Fernández de Moratín escribía en su Arte de las putas, que la castidad es una virtud que carcome o destruye a las especies vivas. La intolerable castidad de nuestros sentidos, incluyendo al sentido más importante de todos: la intuición moral.

Contra la castidad que destruye todo lo que está vivo he llegado a reconocer, finalmente, que la resaca se encuentra entre los placeres más sofisticados de la edad madura. Y estoy hablando estrictamente de mi persona, pues sé que un crudo es lo más parecido a un alma en pena: a un ser atormentado, avocado al dolor y a la expiación de sus culpas: una piltrafa sanguínea que rumia y se promete no volver a caer ni beber jamás una gota de alcohol.

Me arriesgo a afirmar que prefiero la resaca a la ebriedad, pues durante el transcurso de la segunda el rostro se deforma, las más necias pasiones (¿y cuáles no lo son?) asoman su rostro; y si uno es

tolerante “nuevas” y empalagosas amistades nacen en medio de la estampida lúdica. En la ebriedad el dinero se consume, las peleas afloran, se cambia teóricamente al mundo sin moverle una pestaña, se traspasan puertas clandestinas y uno se encuentra de pronto en un escenario extraño y desconocido. La buena juerga, en tantos casos, depende completamente de la simpatía o antipatía de los compañeros de fiesta: un idiota puede echar a perder el paraíso que el vino edifica y solapa. En cambio, la resaca es un estado de soledad casi místico, de ataraxia y desapego. Tirado en mi cama estoy muerto y vivo al mismo tiempo: corto cualquier clase de comunicación personal, el volumen de los teléfonos se extingue, no reconozco ninguna voz que me despierte atracciones. Mis amigos y parientes mueren durante ese trance. Mi dedo pulgar hace aparecer canales en el televisor, y las tonterías dramáticas y visuales dejan de hacerme daño, los argumentos propios de una mente derrotada ya no me conciernen ni causan mi aversión, la absoluta bestialidad del mundo humano llega a parecerme soportable.

Quizá el misterio que supone el placer de mi resaca es “un poco demasiado sencillo”, como sugiere August Dupin, en La carta robada, de Edgar Allan Poe. Podría haberme decantado por una deformación moral estrafalaria o por alguna atrofia en verdad impactante, mas la derrota moral a la que nos condena la elucubración de nuestra mente y la acción de los sentidos no puede ser tan fácil. Los placeres más ocultos siempre están a la vista. La carta robada está allí, a nuestra mano. La ignoramos porque forma parte de nuestro andar cotidiano, de nuestros objetos comunes, de lo que somos. Las pasiones arraigadas se confunden entre la turba y, al mismo tiempo, se exhiben para esconderse. Yo no he encontrado goce más sublime que establecerme dos días y pernoctar en esta supuesta ausencia de encantamiento a la que llamamos resaca; gozar el dolor que no es nocivo porque te conduce a la remota calma y a la paz tanto tiempo invocada. Placer en el rascarse los testículos sin necesidad de dar cuentas a nadie. Y allí me verán transcurrir durante 50 horas sumido en mi nirvana ficticio y en el absoluto olvido del lenguaje. Comiéndome a un perro que pasa junto a mí o bebiendo de un caldo que exhuma grasa y porquería. ¿Qué puede ser comparado a placer tan sublime? Los zapatos de la secretaria, la sonrisa de las mujeres bisexuales, las lágrimas del hombre derrotado que jamás se rinde, son poca cosa para mí. El único placer que me avergüenza y enaltece, en realidad, es el de morir cada noche después de la ebriedad.

Lo demás es literatura.

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HUMOR

STAN U G ME

MIS HEDORES Por Daniel Riera

Lo primero que hago cuando me levanto es meterme el dedo en el culo. La puntita, nomás. Lo mío es breve: bastan unos segundos de dedo–en–culo. Si hay un inesperado excedente de mierda, la limpio con papel higiénico, Si no, continúo con el procedimiento. Cubro una de mis fosas nasales (cualquiera de las dos) con el dedo utilizado, inhalo con alegría. Después, recién después, me lavo las manos.

Antes era, digamos, más tímido: mantenía el dedo a cierta distancia de la nariz y simplemente, olía. La decisión de inhalar llegó de la mano de la experiencia, que va animándolo a uno a correr riesgos en aquellos territorios que domina. ¡Ah, qué placer! Lo hago otras veces durante el día (la trasnoche es ideal), pero sólo cuando estoy en casa y, por supuesto, cuando nadie me ve.

No sé cuándo descubrí que mis propios hedores me fascinan: supongo que fue cuando niño. En los niños está permitido este tipo de cosas (los pediatras nos dieron permiso para descubrirnos). En los perros de cualquier edad, también. A quienes suele censurarse es a los adultos humanos. En todo caso, la pregunta debería ser “¿cuándo descubrí que mis propios hedores seguían fascinándome?”. Porque hay más, claro que hay más. Todos los varones estamos dispuestos a reconocer que nos encanta rascarnos los huevos.

A menudo asociamos esa práctica con el disfrute del ocio, apoyados en la falacia de que aquellos que trabajan mucho no tienen tiempo para rascarse los huevos. Sin embargo, deberíamos admitir —al menos yo estoy dispuesto a hacerlo en este momento— que nos deslumbra el olor a huevo cuando impregna las manos (ahora ya no hablamos sólo de los dedos, porque la palma también puede participar) y cuanto más penetrante es mejor: cuando sentimos, aunque no lo veamos, que se forma una especie de caldo grasiento, cuando el “sudor de huevo” adquiere algo así como un espesor que pegotea los dedos.

Para los no iniciados en estos asuntos, hay que decir que el perineo —el punto limítrofe entre los huevos y el culo— es un lugar 52•SOHO SOHOMEXICO.COM 52•SOHO

exquisito, en la medida en que allí se juntan dos olores muy específicos, que mezclados dan lugar a una fragancia intermedia. Los genitales nos reservan a los varones (las mujeres tienen sus propios olores deliciosos, pero no es este el objeto de mi estudio) dos olores más que valen la pena. Sujétese muy despacio el prepucio (si lo hubiera) entre los dedos pulgar e índice, y masajéese durante unos cinco segundos. El olor que quedará entre los dedos no es “a pis”; no, señor: es un olor suave, como a leche tibia. Y hablando de leche tibia, el olor a semen, que Wikipedia describe, no sin cierta poesía, como “dulce y afrutado”, también tiene lo suyo. Pero tengo que bajar de esa zona, para que no piensan que es la única que puede proporcionar felicidad olfativa. Vamos a decirlo: los sobacos también son fabulosos. Sé que hay gente a la cual le gusta olérselos directamente, es decir, de la nariz al sobaco y del sobaco a la nariz. Yo prefiero casi siempre la mediación de los dedos índice y/o mayor: tocarse el sobaco, llevarse los dedos (si están mojados, mejor) a la nariz. En general, mi estilo contempla la utilización de los dedos de las manos como medio de transporte de las sustancias que contienen mis propios olores. Los dedos de las manos, por ejemplo, hurgando entre los dedos y en la planta de los pies (los zapatos no me van ni me vienen) para traer hasta mí aquello que el ingenio popular bautizó alguna vez como “olor a queso”. Los dedos de las manos hurgando entre los oídos para quitar la cera. Los dedos de la mano izquierda para el oído derecho, los dedos de la mano derecha para el oído izquierdo, aunque en este caso, ay, lo esencial no es tanto el olor, sino más bien el penetrante sabor amargo de la cera, que tarda bastante tiempo en irse. Nunca conversé sobre estas cosas con nadie, porque uno no suele conversar sobre sus placeres solitarios con los demás, en especial si estos no están lo que se dice “bien vistos”.

Si le parece que todo lo que digo es un disparate asqueroso, tómate 10 minutos para ti mismo antes de bañarte y después me cuentas. O no me lo cuentes, si no quieres.

N DE A F SOY

SEX AND THE CITY Por Jaime Mesa Existe una edición especial de Sex and the City con cinco de las seis temporadas, cuya presentación parece una caja de zapatos rosa. Soy dueño de una de ésas, porque soy un fan irredimible de esta serie que revolucionó el concepto de la superficialidad. No sé cuánto tiempo tardé en aceptarlo, pero sé que nunca lo escondí y que siempre traté de hablar, en la medida de lo posible, de ese gusto, primero culposo, y luego abiertamente feliz.

Como me ocurrió con The Sopranos, me perdí el estreno de Sex and the City en HBO y sólo llegué a ella cuando había terminado. Así que soy de los afortunados que logró ver todas las temporadas en un mes mediante maratones donde me integré a la vida de cuatro neoyorquinas, casi prototípicas para la cultura popular. Me sé diálogos completos, puedo recordar casi cualquier escena y tengo, entre muchos, tres episodios preferidos: “The Real Me” (temporada 4, capítulo 2, 2001), cuando Carrie se cae en una pasarela a la que es invitada por ser una celebridad y de manera heroica se levanta; “Critical Condition” (temporada 5, capítulo 6, 2002), cuando Carrie publica su primer libro y Michiko Kakutani le dedica una reseña en el Times; y “The Post-it Always Sticks Twice” (temporada 6, capítulo 7, 2003), cuando Berger, el novio novelista de Carrie, la abandona con la mítica frase: “I’m sorry. I can’t. Don’t hate me”, escrita en un Post-it.

Estoy seguro de que prefiero a Aidan sobre Mr. Big; que me hubiera gustado que el novelista Jack Berger tuviera un poco de autoestima para luchar por Carrie; y que grité emocionado cuando Mr. Big quiere matar a Aleksandr Petrovsky (Mikhail Baryshnikov) porque le había pegado a Carrie.

Me parece que he dejado bastante claro hasta qué punto soy fan de la serie. Y que no es mentira cuando declaro que he visto cada temporada unas 15 veces. ¿Por qué hago esto? Acá van unas cuantas razones: 1. Empecé a ver la serie cuando quería ser un escritor publicado.

Así que la idea de que alguien viviera de escribir, de tener una columna semanal, me llenaba de esperanza.

2. En la serie siempre había guiños a la literatura, al arte y los artistas de una forma superficial y neoyorquina: integrada al día a día, como parte de la cultura popular, hasta esnob: como tomar un espresso macchiato en Central Park mientras lees la última crítica de Michiko Kakutani en The New York Times, donde despedaza la novela del más nuevo escritor estadounidense que mencionó Oprah hace una semana mientras suena en tu iPod The Bends, de Radiohead.

3. Carrie Bradshaw anduvo con dos novelistas y ese juego con el arquetipo de cómo deben ser los escritores, caricaturizados, es un tema que siempre me ha interesado.

4. Porque van al beisbol una vez y Carrie sale con el novato del año de los Yankees.

5. Por toda la farándula literaria que envuelve a Carrie rumbo al final de la serie: fiesta de lanzamiento de su libro, reseña de Michiko Kakutani en el Times, traducción al francés de su libro, los problemas al elegir portada, la recepción de los lectores, la felicidad del primer cheque de las regalías, etcétera.

6. Las historias de amor y sus vueltas de tuerca. La alegre convicción de que el amor de tu vida existe y que la perseverancia te recompensa al final de la temporada seis.

Mientras escribo esto me doy cuenta de que Sex and the City estuvo presente durante un periodo fundamental de mi vida: cuando comencé a entender realmente el significado de “amar” y cuando comencé a ser escritor.

En aquel momento, con una presumible madurez inmersa en los fracasos naturales de la confianza artificial al enfrentarnos a lo real, la balsa que ofrecía la historia de cuatro mujeres (donde el personaje principal era escritora) envueltas en decenas de historias de amor, como una educación sentimental postmodernista, me ayudó, creo, a no enloquecer. Por una parte, la pérdida del amor y por otra la imposibilidad de la escritura y la dificultad de escribir una novela.

Qué curioso descubrir lo cerca que está una serie, presumiblemente banal, a las primeras percepciones de lo que después se volvió fundamental para mí. Así, la búsqueda del tesoro, aderezada por las cuatro mujeres protagonistas, me convirtió, de alguna enferma forma, en adulto. La síntesis perfecta de Nueva York (su remedo, su parodia) que proyectaba la serie chocó en mi conciencia mucho tiempo después cuando visité la ciudad, en un viaje memorable. El choque, también aclaro, fue de una suavidad desconcertante. La serie, aunque era una representación de Nueva York, no existía en la ciudad real.

Mi punto es que para mí Sex and The City representó la plastilina de mi educación sentimental y extraliteraria. Cuando, por fin, el amor y la publicación deseada llegaron, ni el novelista Jack Berger, ni Carrie Bradshaw ni las relaciones amorosas que se mostraban ahí surtieron efecto en mí. Descubrí, mucho tiempo después, que mi niñez había terminado (sí, a los 20 o 21 años) con la última temporada de la serie y que la repetición obsesiva sólo era como aquel destello que dejan las estrellas al morir y que seguimos viendo luego de millones de años.

Este aprendizaje, saber qué representaba para mí esta serie odiada y amada, me hizo descubrir que tenía bien dividido el asunto de los divertimientos, de la ficción y de la vida real.

Que aunque me gustaba ver en una pantalla la representación gráfica de mis deseos (el amor, ser publicado), mi conciencia supo diferenciar lo que sí y lo que no, y me salvé de terminar el resto de mis días sentado en un sillón, bebiendo cerveza, en bermudas y Crocs, buscando en Sex and The City algo más que lo que es. O bien, frustrándome por no encontrar al amor de mi vida o enojándome con los que sí han publicado y les va bien en su carrera de escritor. Al contrario, mi gusto culposo, mi helado de tocino de las tres de la mañana, se conserva en el lugar donde nació y murió: el patio de juegos de mi conciencia y no permeó mi vida.

No soy Mr. Big ni Aidan ni Berger ni Aleksandr Petrovsky ni estoy enamorado de ninguna Carrie Bradshaw, Charlotte York, Miranda Hobbes o Samantha Jones. Son, si acaso, mis muñecos descabezados, mis caballitos de juguete, mis dientecitos de ajo. Sin embargo, este gusto, aunque es defendido por mí, sigue siendo culposo porque no es algo que suela comentar en un bar con mis amigos, ni pensaba revelarlo tal cual (hasta antes de este texto) y, sobre todo, aún no sé si le heredaré a mi hijo Dante mi adorada caja de zapatos rosa.

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HUMOR

AL O Z O G

BUSCAR EMPLEOS EN LOS CLASIFICADOS Por Mónica Lavín

No, no busco un trabajo, pero no resisto recorrer las páginas del Aviso Oportuno como si lo hiciera. Este placer comenzó en alguna vacación de la preparatoria. ¿Cómo hacer para ganar dinero? Recuerdo que me llamaban la atención los anuncios donde se buscaban vendedoras de piso en Liverpool. Quizá porque me era un mundo más conocido y me imaginaba en uniforme impecable, sonriendo entre vajillas o en el departamento de mercería, entre estambres y máquinas de coser. Sin embargo, sólo acaricié la idea, literalmente. Llené la solicitud de empleo, busqué papeles, una foto infantil y cuando, con los papeles entre las manos, vi la enorme fila que esperaba para entregar las solicitudes, me rajé.

Es verdad, nunca me han gustado las filas. Si puedo, las evito. O quizá no me quería enfrentar a ser rechazada. ¿En función de qué elegían? ¿Experiencia laboral? Escasa, apenas sustituir a una maestra en unas clases de baile o modelar unos pantalones Topeka en la recién estrenada Plaza Universidad o atender la tienda de mis padres en Navidad. Pero de cualquier manera me rondaba la tentación de ganar el puesto. A veces pienso que eso es lo que me mueve a mirar y marcar en un círculo rojo algún trabajo: la posibilidad de dar la talla, de reunir los requisitos. ¿Será que se pasa uno la vida reuniendo requisitos? Cuando estudiaba biología sólo encontraba “secundaria solicita maestro…”. Los sueldos por los suelos. Llegué a llamar a alguno en donde se requería maestra de inglés para ejecutivos. Había que manejar distancias inconcebibles y la paga, como casi toda paga profesional en México, miserable. Parte de este recorrido insensato tiene que ver, lo pienso ahora, con saber si hay un lugar para mí.

Una vez que abandoné la biología por la escritura, quería saber si uno podía acceder a una “gran oportunidad”. Empezaba por mirar los anuncios más grandes, como ahora lo hago (por algo son más grandes), con fotos de empleados muy sonrientes. Supervisores, gerentes, vendedores. ¿Qué quería yo? ¿Escritor para película, para equipo de series de televisión? ¿Director de colección?

Encontraba trabajos para editores. Los encerraba en un círculo.

Tlalnepantla o Granjas México me desilusionaban por la lejanía con mis rumbos, por tener que comer en un área común o de pie en la calle, o en una fonda todos los días. Me gusta comer. ¿No podía encontrar un trabajo de periodista gourmet? ¿Periodismo de viajes? No, yo no estaba en el periódico. El mundo laboral requiere contadores, auxiliares de enfermería, técnicos electricistas, jefes de cuenta, programadores de nómina, choferes y estilistas.

El de los anuncios clasificados no era un mundo soñado, sino real. No pedían editores para la sección cultural de un periódico, ni cronistas para alguna revista. Una nueva empresa de editores independientes no me estaba esperando para proponer ideas, para abrir 54•SOHO SOHOMEXICO.COM 54•SOHO

foros de lectura. No, el mundo era ese. Y yo no era contadora. O sí, pero de cuentos.

Por eso, las columnas que más me empezaron a atraer son las que ahora no existen. Los masajistas, las acompañantes, los busca pareja. Las “madurita y comprensiva”, “pompuda y alegre”, el que “hacía buen trío”, “el de los 24 centímetros”. Ese mundo de fantasías sensuales era mucho más divertido que el de la eficiencia en traje sastre. La contadora de historias se encontraba más a gusto develando ese comercio de intimidades. Uno muy parecido al que ahora se ha mudado a Internet, donde viudo honesto y responsable busca mujer comprensiva y seria.

A todo joven le llega su tiempo de buscar chamba, y mi hija acudió con un amigo a una convocatoria de profesionistas de ciencias sociales o biológicas, químicos, abogados. Oportunidad de ganar dinero en tiempo libre. Una verdadera puesta en escena tragamonedas, donde después de fingir una entrevista personal y preparar la conferencia para los elegidos (todos), cada uno de los asistentes, bien presentados desde luego, debía comprar un maletín con perfumes que vendería a la brevedad para surtirse de inmediato. El falso reclutamiento es una forma de hacer negocios con los sedientos de empleo. El anuncio se repetía todos los días variando la especialidad profesional para quienes era esta oportunidad. En mis tiempos de búsqueda de chamba me hubiera parecido que allí tenía un lugar. O sea, que el anuncio era en sí una forma miserable de hacer negocio.

Ese es también el mundo real. Con mayor razón se atizaron mis afanes de lecturas en las columnas del despropósito.

Leo los anuncios clasificados sin sed de chamba, por jugar a inventarme otra yo. La que quiere ser experta en manejo de duyas en una pastelería, la que es asesora de imagen, o maneja cuentas desde la comodidad de su hogar triplicando sus ganancias. Busco los actores del mundo real, porque lo desconozco y así me ato a lo concreto, a los mecánicos, a los valuadores, a los fisioterapistas. Aunque no tengo remedio, mi olfato por lo extraordinario me traiciona y me ata a esas columnas con cuadritos que compiten uno con otro, un detective que persigue infidelidades, un organizador de reuniones de solteros, un afinador de pianos.

Lo bueno, a final de cuentas, es que tengo asegurado el placer: nadie se pelea por leer los anuncios clasificados, así, en papel, para husmear el peso de cada columna, para encontrar las convocatorias más desesperadas, impresos en altas, los anuncios más ingeniosos a pesar de su contenido, los más escuetos para gastar menos. Siempre puedo tener la sección, y ojearla a cualquier hora. Empleo mi tiempo, lo invierto a fondo perdido, aunque no busco empleo. Quien quita y un día dé la talla.

ZONA CRÓNICA

PARA PRESIDENTE

LA CANDIDATURA DEL PRIMER PAYASO EN INCURSIONAR EN LA POLÍTICA MEXICANA —AL MENOS ASÍ SE PROCLAMA PÚBLICAMENTE— ESTÁ RODEADA DE POLÉMICA: HAY QUIEN LO LLAMA INEXPERTO U OPORTUNISTA, HASTA QUIEN LO TACHA DE MERCENARIO DEL PRI. SOHO VIAJÓ A GUADALAJARA, LA CIUDAD QUE QUIERE GOBERNAR, PARA QUE EL PROPIO LAGRIMITA NOS CUENTE SU HISTORIA.

Por Gerardo Ruiz. Fotos: Bechus 56•SOHO SOHOMEXICO.COM 56•SOHO

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ZONA CRÓNICA

1.

Por la ubicación que me había mandado días antes tocamos en la casa equivocada. “¿Es el que es Lagrimita? Vive al lado [sic]”, nos dijo la señora del aseo. La de al lado es una casa blanca, tan de moda en estos días, de dos pisos. Hay un Peugeot deportivo de medio millón de pesos en la cochera junto a otros tres autos. Nos abre un señor de unos 50 años, cabello escaso, pero alborotado, sin maquillaje. Su nombre es Guillermo Cienfuegos y es precandidato independiente a la Presidencia Municipal de Guadalajara.

Lagrimita, el álter ego de Guillermo Cienfuegos, fue noticia el pasado enero cuando anunció que buscaría la alcaldía de la segunda ciudad más importante del país en las elecciones del próximo 7 de junio.

“Pero cómo, ¿un payaso en la política? ¡Ay, México, me dueles!”, gritaban las voces en contra. Sin embargo, como en todo, hay

2.

Aunque su mayor éxito se dio en Guadalajara, Lagrimita nació en la Ciudad de México. Creció en el barrio de Santa Julia, por la torre de Pemex, en una vecindad ubicada en la calle Lago de Chapala. Su papá era mecánico —quien durante esta entrevista se encontraba de visita con su hijo, recuperándose de una cirugía— y su mamá, ama de casa. Cuando tenía seis años, ella lo llevó a ver una función del circo Atayde Hermanos y desde esa tarde quiso ser payaso.

“Salí embelesado, no hablaba de otra cosa, Dios me había dado ese don. Tiempo después investigué de qué forma podría ser un mejor payaso: en Europa sí hay una carrera, así que anoté qué clases tomaban allá y las apliqué aquí en México, estudié música, tap, jazz, arte dramático y pantomima.

que darle el beneficio de la duda y conocer bien el asunto antes de emitir un juicio de valor. Por eso estoy aquí, desayunando huevos rancheros con el payaso que alguna vez animó mis tardes. Porque Lagrimita para mí es —y será— el del programa Súper vacaciones del Canal Cuatro, y que dice: “¡Qué barato!”, como marca personal.

Terminamos de desayunar. Mientras se maquilla —no lo tenía planeado porque sólo iría al banco, asegura— y dibuja las tan famosas lágrimas sobre sus mejillas, Guillermo dice que no piensa retirar a su personaje, que se ve en un futuro como el payaso host del espectáculo Mystère de Cirque du Soleil: ya viejito, pero con muchas ganas. “No me ha enfadado Lagrimita. Hay momentos en los que comienzas a trabajar mecánicamente y es cuando tienes que poner un alto.

Igual hay que descansar un poco, a mí me

gusta que [el espectáculo] fluya y salga espontáneo. Cuando oigo la risa de la gente, no me queda más que sorprenderme”, dice.

“Todos en esta vida tenemos un propósito”, afirma ya maquillado en su jardín, junto a una fuente y un estanque con varios peces y una tortuga grande. “A mí ni me gustaba la política, honestamente, pero nuestro país necesita dirigentes diferentes, de ciudadanos. Tengo nietos e hijos que necesitan un México mejor. Estamos en un grito de desesperación”.

Lagrimita está consciente que la fama le ayuda: ya ha conseguido cerca de 27,000 firmas (el requisito es el 2 % del padrón electoral de Guadalajara), que fueron entregadas al Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC). Sin embargo, al cierre de esta edición, la autoridad aún no validaba su candidatura independiente.

Ensayaba ocho horas diarias”, recuerda. A los 14 años comenzó a trabajar profesionalmente como ayudante de un circo. Entre sus tareas tenía que cargar cosas muy pesadas, algo que el delgado Guillermo no soportaba.

“Lagrimita me lo pusieron en el circo. Me ponían a cargar cosas muy pesadas, como tambos de agua y yo estaba muy flaco, apenas podía con uno o con medio y de ahí me decían Lágrima, porque me quejaba que no podía”.

Unos 12 años después, con 26 de edad, ya era un payaso reconocido gracias al programa de televisión Súper Vacaciones. Lagrimita se fue a probar suerte a Guadalajara. Lalo Armendia, productor del famoso En familia con Chabelo, tenía la inquietud de estar a cuadro y Lagrimita, quien siempre se hacía

acompañar por un patiño, vio en Lalo una oportunidad. Estuvieron juntos siete años; luego Lalo murió de cáncer en mayo de 2005. “Era como mi hermano. Fue una pérdida muy fuerte”, lamenta Guillermo.

En una analogía un poco extraña (y perturbadora), Lagrimita compara la fama con un embarazo porque “se cuida mucho y se espera con mucha ilusión. Desde el principio de mi carrera me planteé ser como Cepillín, igual de famoso o más. Siempre lo establecí en mi mente y trabajé para ello. He tenido tres éxitos: el programa Súper vacaciones, la etapa de Lalo y Lagrimita y ahora con mi hijo Costel. Hemos rebasado fronteras, grabamos un show de TV en Burbank, a cinco minutos de Hollywood, que se transmite en 40 ciudades de Estados Unidos”.

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ZONA CRÓNICA

3.

Si Lagrimita llega a ganar las elecciones de junio próximo en Guadalajara, su hijo, el también payaso Costel, será uno de sus regidores —algo como lo que sería un delegado en el DF. Costel no es su nombre artístico, así le puso su papá cuando nació, en honor a un compañero de circo rumano.

Además del lazo familiar que los une, Lagrimita y Costel hoy comparten varios discos, programas de televisión, un espectáculo de circo y miles de fans en México y Estados Unidos, algo que casi no llega a pasar por la renuencia del padre a que su hijo fuera payaso.

“Yo no quería. Él estudió Diseño Industrial. Un día platicamos en la oficina y se soltó a llorar, me dijo que era su vida, que era un apasionado. Si a él le das un instrumento, le saca una melodía, aunque no lo conozca. Me convenció, pero le advertí que no fuera un mediocre, que fuera el mejor.

No hay competencia entre nosotros, si él tiene éxito, lo siento como mío”, dice Lagrimita, orgulloso.

4.

Apenas comenzó la campaña de Lagrimita, se publicaron varias notas periodísticas —principalmente de los diarios Mural y El informador—, diciendo que el payaso estaba apoyado (pagado) por el gobierno del estado, a cargo del priísta Aristóteles Sandoval, con el objetivo de restarle votos al candidato puntero en las elecciones municipales, Enrique Alfaro, del Partido Movimiento Ciudadano. No suena tan descabellada la idea viniendo del PRI, donde hasta el más chimuelo mastica clavo.

Hugo Luna, delegado de Movimiento Ciudadano en Jalisco, dice que su partido y su candidato tomaron la decisión política de ignorar a Lagrimita, “porque darle un segundo de atención es subirnos al ring y darle derecho de que nos ataque, que esa es la chamba que le encargó el PRI, en pocas 60•SOHO SOHOMEXICO.COM 60•SOHO

“Es mi pasión desde pequeño. Al principio me iba con él a los eventos y le limpiaba los zapatos o le planchaba sus trajes con tal de estar ahí y aprender”, recuerda Costel.

Lagrimita reconoce que gracias a su hijo está en la política, que él es su ejemplo. “Le gusta mucho ayudar a la gente, hace labores altruistas. Nadie lo sabe porque él no quiere que se enteren. Pensé en encausar esto seriamente, hay muchos con necesidades reales. El público se acerca a ti como si fueras un político y te piden”, explica Lagrimita.

La versión de Costel es menos romántica que la de su padre: un día se encontraban en el aeropuerto de Guadalajara cuando alguien les dio un folleto en el que se explicaban las candidaturas independientes aprobadas en las reformas político electorales de febrero del año pasado. Ya en el avión, padre e hijo bromearon sobre cómo sería ocupar un puesto público, ser presidente municipal de Guadalajara.

En las vacaciones navideñas pasadas, Lagrimita reunió a familia —previa

consulta con su esposa— y les dijo que sería candidato.

“Pensé que me estaba cotorreando”, recuerda Costel. “Pero con ello crearía conciencia de que hay muchos payasos en el gobierno y sería como una sátira. Es muy fácil criticar, mejor hagamos algo”.

Entonces reunieron un equipo de 50 personas para recolectar las firmas, que deben ir acompañas por una copia de la identificación oficial de cada persona que rubrica. “La gente no ha cambiado, nos muestra un cariño muy padre. Es raro si escuchamos una mala palabra o un reclamo, como pasa con los políticos”, dice Lagrimita. Alguna vez su nieto llegó con unas 200 firmas a casa: “No tuve recreo, abuelito, pero no importa, conseguí firmas de todos mis amiguitos”.

El 2 de marzo, Lagrimita y Costel entregaron cerca de 27,000 firmas en el IEPC de Guadalajara. En teoría, al instituto le tomaría cinco días validar la candidatura. Sin emnbargo, al cierre de esta edición (24 de marzo), no han dado respuesta.

palabras. Yo entiendo que para ustedes sea lúdico y curioso un candidato payaso, pero para quienes estamos tratando de hacer las cosas en serio es un empleado del PRI. Tampoco tenemos el interés de debatir con él, no vale la pena porque es darle el espacio que él quiere. Con eso logra su objetivo, sistemáticamente sólo ataca a Alfaro porque ese es el encargo que trae”.

Según Luna, el payaso ha animado varios eventos del gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, quien tiene acuerdos político con el gobernador de Jalisco con miras a las elecciones presidenciales de 2018.

“Lagrimita nació y se desinfló muy pronto por todas estas inconsistencias. Es un mercenario del PRI, las firmas que tuvo que juntar las hicieron con una empresa privada. ¿De dónde salió el dinero para hacer eso?

Nunca vi a tanta gente apoyándolo. Poco a poco lo han ido conociendo, mata la esperanza de las candidaturas independientes”, argumenta Luna.

Ante las acusaciones, Costel se lo toma con calma e intenta pensar positivo, en espera de la respuesta final que avale la candidatura independiente de su papá.

“En este ámbito tenemos muchas voces a favor y varias en contra. En nuestra profesión nos llegó a pasar que muchos nos criticaban porque piensan que nuestra comedia es tonta. Nos han buscado cosas hasta debajo de las piedras, han intentado sobornar a excolaboradores para que hablen mal de nosotros. Sólo nos inventan cosas. Nosotros estamos en contra del gobierno actual que es priísta. Es momento que los ciudadanos tomemos el control”, explica Costel.

5.

El sonido de la fuente del estanque en el jardin de la casa de Lagrimita hace más agradable el clima caluroso de Guadalajara. Hoy es el único día de descanso de Guillermo, quien lo aprovecha para llevar a la escuela a su hijo menor, de 13 años, y atender su negocio de bienes raíces.

Nuestra charla está por terminar, así que apresuro una última ronda de preguntas.

—Si resultas candidato y pierdes las elecciones, ¿lo volverías a intentar?

—No lo sé, quiero una ciudad diferente, con menos injusticias.

Alguien me dijo, no sé qué tan cierto sea, que si llego a perder me iba a acomodar de regidor. Algo así me dijo. No sé si realmente me interese, a lo mejor sí porque desde un cargo público puedes hacer cosas diferentes. Y si no, pues a seguirle con mi profesión, esa no la pienso dejar.

—¿A quién consideras tu modelo a seguir en la política?

—Me gusta mucho Lázaro Cárdenas. Sé que estudió sólo hasta

cuarto de primaria. De los nuevos son pocos a los que admiro. Tenía mucha confianza en nuestro presidente, aunque de pronto, le han hecho burlas, aunque tiene sus cosas buenas; no tenemos que ‘satanizarlo’. Hay cosas que ha hecho bien y otras que no.

—¿Por qué México está tan mal?

—Porque no se le inyecta dinero como debe de ser. Porque los políticos se quedan con la mayoría de la lana para ellos mismos.

Pienso que podríamos ser un país primermundista si tuviéramos salarios mejores.

—¿Qué es lo primero que harás cuando seas presidente municipal?

—Una fiesta con payasos, en la sede del Ayuntamiento de Guadalajara. Hay que festejar.

Así terminó mi visita.

Quien alguna vez vendiera gelatinas y paletas en su niñez se sube a su Peugeot deportivo blanco de medio millón de pesos y su pelo, de por sí alborotado, se despeina con el viento.

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ZONA CRÓNICA

Doña Juana Solís, madre de Brenda Damaris, llora luego de que se ratificara que los restos que tenían sí correspondían a los de su hija.

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Antropología forense en México

el caso de Brenda Damaris González Solís Una joven desaparece en 2011 y todo el caso presenta irregularidades. Los familiares recurrieron a peritos forenses externos para tener la certeza de que los restos de su hija son los que enterraron. Esta es la ruta que se siguió para encontrar la verdad del caso.

Por Emiliano Balerini Casal Fotos: Dayan Jiménez

ZONA CRÓNICA

Brenda Damaris González Solís desapareció el 31 de julio de 2011 en el municipio de Santa Catarina, Nuevo León. Iba acompañada de su jefe, Julio César Santos Domínguez, mientras se dirigían al trabajo en una constructora en la que ella servía comida.

En el trayecto tuvieron un pequeño accidente automovilístico en la avenida Luis Donaldo Colosio, de Santa Catarina, sin mayores consecuencias. Brenda Damaris llamó a su hermano Abraham para contarle lo sucedido y mientras lo hacía llegó un policía de tránsito al lugar, que le pidió que apagara su teléfono. Nunca más se supo de ella ni su acompañante.

Al día siguiente, el 1 de agosto, apareció con cinco agujeros de bala la camioneta en la que viajaban en una zanja de la carretera Monterrey–Saltillo.

El 31 de julio, luego de hablar por teléfono con Brenda, Abraham llegó a la mencionada avenida Luis Donaldo Colosio para averiguar qué había sucedido y se encontró con la policía, quienes le preguntaron por qué se detenía en el lugar. Al ver que no estaba Brenda, Abraham le informó a sus padres y ellos denunciaron ante la Procuraduría General de Justicia del Estado de Nuevo León (PGJENL) la desaparición de su hija y de su acompañante. A partir de ese momento, su vida se convirtió en un martirio incesante durante los siguientes cuatro años.

La búsqueda de los restos El 4 de octubre de 2012, poco más de un año después de la desaparición de la joven, sus familiares recibieron información, por parte de personas cercanas a ellos, que en el paraje La Huasteca, de Santa Catarina, se había encontrado una fosa con restos humanos.

Al llegar al lugar, con la esperanza de que entre esos restos se hallara el de Brenda, elementos del Ejército mexicano que custodiaban el sitio los amenazaron con detenerlos e incluso los acusaron de que la manta que traían (en la que se veía una foto de Brenda Damaris) era una “narcomanta”, según señala un comunicado de prensa de las Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos de Nuevo León (FUNDENL), organización dedicada a la búsqueda de los desaparecidos en esa entidad y que ha acompañado a la familia González Solís durante todo este tiempo.

Unos días más tarde, el 17 de octubre, otra llamada marcó el futuro inmediato de los González Solís. La PGJENL notificó a Juana 64•SOHO SOHOMEXICO.COM 64•SOHO

Solís Barrios, la madre de Brenda Damaris, el hallazgo de los restos de su hija. La procuraduría le entregó dos bolsas negras de plástico con huesos sin identificar y le dijeron que habían estado en el Servicio Médico Forense (Semefo) todo ese tiempo.

En ese momento, la policía le sugirió a la familia de Brenda Damaris que incinerara los restos inmediatamente, argumentando que eso sería lo más barato, recuerda Leticia Hidalgo, integrante de FUNDENL. Sin embargo, la familia decidió enterrarlos en el Panteón Santo Cristo de García, Nuevo León, en el lote 102 de la sección 31.

A pesar de que los restos de Brenda Damaris fueron entregados y enterrados, las irregularidades del caso mantenían a la familia inquieta. Leticia Hidalgo, madre de Roy Rivera, quien desapareciera el 11 de enero de 2011, acompañó a Juana Solís a la procuraduría a consultar el expediente de su hija.

“En octubre de 2013 fuimos a checar el expediente. En él encontramos varias inconsistencias: las tallas de la ropa encontrada en la fosa común donde la policía decía haber hallado a la chica no concordaban con las de la joven, y los restos los habían entregado en bolsas negras de basura con tierra”, explica Hidalgo.

Primero, surgió la duda de por qué los restos aún tenían tierra si ya habían pasado en el Semefo tanto tiempo, y luego Juana Solís y Leticia Hidalgo tuvieron más preguntas, que al final las llevaron a dudar de que los restos que habían enterrado no fueran de Brenda Damaris.

“El mismo agente que nos acompañaba mientras revisábamos el expediente nos decía: ‘No coincide, ¿verdad?’”, recuerda Hidalgo. “Ahí, nos dimos cuenta que no éramos las únicas que dudábamos. Nosotros, como familiares, siempre tenemos la esperanza que no sean, pero que un delegado te lo diga, te reaviva los cuestionamientos”.

Un comunicado de FUNDENL emitido el 17 de febrero pasado señala, como otras inconsistencias del caso, que la notificación de la localización de los restos de Brenda Damaris no la hizo la PGJENL, sino conocidos de la familia, y que el Registro Civil emitió el certificado de defunción el 10 de octubre de 2012, con información errónea, donde se dice que la joven falleció en su domicilio de causas desconocidas.

Estas inconsistencias orillaron a que la familia González Solís junto con el FUNDENL enviaran un reporte a un antropólogo forense en Querétaro para conocer su opinión

profesional al respecto. Él les respondió que las inconsistencias sí justificaban las dudas, y que deberían hacer un peritaje externo.

El perito, siendo hermano de una compañera solidaria con la organización, incluso se ofreció para realizar el peritaje externo de manera gratuita y se comprometió a buscar al equipo de trabajo y el laboratorio para cotejar los exámenes de ADN. Sin embargo, dada la complicación logística al tener que viajar a Monterrey y pagarle a terceros, se decidió buscar recursos para el proyecto y encargarlo a alguien más. Según Hidalgo, el costo calculado era de unos 80,000 pesos.

—¿Qué hicieron para juntar el dinero?

—Realizamos actividades. Hubo gente que donó 4,000 pesos, otros 2,000. Juntamos un poco. Paralelamente, el 31 julio de 2013 fuimos con el gobernador de Nuevo León [Rodrigo Medina de la Cruz] para pedirle que nos diera el permiso de hacer un peritaje externo. No nos contestó. Nos acostumbramos a que no lo hiciera.

Hasta que un mes después, el 26 de agosto, nos dieron el permiso con la condición de que los gastos los asumiera la familia.

Hasta ese momento, casi 11 meses después de haber recibido los restos que les entregó la Procuraduría, los padres de Brenda Damaris obtuvieron la autorización de la PGJENL para hacer el peritaje externo.

Durante ese tiempo, doña Juana realizó distintas actividades para clarificar las inconsistencias en el caso de su hija. “Juana fue a buscar a Brenda Damaris al Semefo, acudió a las áreas periciales, vio las fotos de los 49 cadáveres mutilados en Cadereyta, y aunque le decía que eso no era muy bueno, ella lo seguía haciendo. Es de las mujeres que siempre estaba ahí”, explica Hidalgo.

—¿Quién era el acompañante de Brenda Damaris el día que desaparecieron?

—Era el jefe de los obreros de la constructora en la que trabajaban. Amigo de Brenda.

—¿Qué pasó con él?

—Él era del Estado de México. Su familia es muy humilde.

Juani —como le dice a la madre de Brenda Damaris— me contó que dos o tres meses después de que les entregaron el cuerpo, sus padres vinieron a Monterrey y lo cremaron por sugerencia de la Procuraduría.

—¿Sabe por qué decidieron cremar el cuerpo? ¿Les dio miedo?

—No. Les sugirieron que lo hicieran porque era más barato. Eso no es cierto. Lo que sabemos es que se llevaron las cenizas de regreso al Estado de México.

Intervención de los equipos forenses La oficina de la FUNDENL es un pequeño apartamento en la Colonia Roma de Monterrey, adornado con algunos pósters de desaparecidos y donde destaca el recorte de una nota periodística del proyecto “Bordando por la paz”. Ahí fue donde se entrevistó a Hidalgo, quien recuerda que en julio de 2014 conoció a Franco Mora, integrante del Equipo Peruano de Antropología Forense (EPAF), en un curso que tomó sobre el tema.

Después de escucharlo en el taller se acercó a él y a Alejandro Vélez, entonces integrante de Gobernanza Forense Ciudadana (asociación que facilita pruebas de ADN a los familiares de los desaparecidos, para cotejarlos con los restos encontrados en fosas comunes), y les propuso que les ayudaran en el trabajo del caso de Brenda Damaris.

Menos de un mes después, a sabiendas de que la PGJENL ya había dado el permiso para hacer el peritaje externo, Mora aceptó realizar, en conjunto con el Equipo Mexicano de Antropología Forense (EMAF), la exhumación de los restos, el análisis de ADN y el envío de las pruebas al laboratorio Bode Technology, en Washington. Los gastos del proceso los asumieron el EPAF y Gobernanza Forense Ciudadana, cuenta Hidalgo.

La exhumación del cuerpo en el Panteón Santo Cristo de García, en Nuevo León, se realizó el 10 de septiembre de 2014. Posteriormente, los restos fueron trasladados al Semefo, donde se realizaron los análisis de ADN, los cuales fueron enviados al laboratorio

“En octubre de 2013 fuimos a checar el expediente. En él encontramos varias inconsistencias: las tallas de la ropa encontrada en la fosa común donde la policía decía haber hallado a la chica no concordaban con las de la joven”. en Washington. Los resultados se recibieron a principios de este año.

—¿El resto de los familiares de FUNDENL ha pensado en pedir peritajes independientes en los casos en los que la policía ‘encuentre’ los cuerpos de los desaparecidos?

—Sí lo hemos pensado —responde Hidalgo—. Sobre todo después del caso de los 43 normalistas desaparecidos en Ayotzinapa, lo cual nos ha dejado dudas a todos. Creemos que este camino es bueno. Buscamos a nuestros familiares con vida, pero encontramos en esta otra vía una alternativa. Hemos aprendido que la antropología forense significa muchas cosas.

En cualquier caso, las partes involucradas tienen derecho a contratar peritos externos para establecer algún resultado. El resultado se glosa en el expediente. En caso de que el peritaje externo contradiga los resultados del Ministerio Público, la ley obliga a hacer un tercer peritaje para que no exista una preferencia de las partes.

El Ministerio Público La mañana del 17 de febrero Doña Juana Solís rompe en llanto al enterarse de que los restos que la PGJENL le entregó en octubre de 2012 sí corresponden a los de su hija Brenda Damaris González Solís, desaparecida desde el 31 de julio de 2011.

Doña Juana, vestida de blusa blanca y pantalón negro, está en la Agencia del Ministerio Público especializada en robos a tiendas de conveniencia en Monterrey, frente a Rubén Aguilar, el tercer SOHOMEXICO.COM 65•SOHO 65•SOHO

ZONA CRÓNICA

“Me cambié de casa, vendí una troca y otras muchas cosas.

No he recibido apoyo por parte de ninguna institución.

He ido a terapia.

Iba a Províctima”. funcionario encargado del caso. Ahí, también están Franco Mora, miembro del EPAF, y un integrante del EMAF, quien prefiere no revelar su identidad por cuestiones de seguridad. Atrás de doña Juana está su marido y algunas personas de FUNDENL.

Aún más atrás un grupo de empleados platican como si no pasara nada, mientras los antropólogos ratifican como peritos externos que se han encargado del caso que los restos analizados sí son los de Brenda Damaris.

Son las 11:30 de la mañana cuando Aguilar, el funcionario del MP, comienza la ratificación de hechos y le pregunta tanto a doña Juana como a los antropólogos forenses datos personales. SoHo es el único medio de comunicación en las oficinas del Ministerio Público.

—¿Cuál es su nacionalidad? —pregunta Aguilar a uno de los peritos.

—Mexicana —responde.

—¿De dónde es originario?

—Del Distrito Federal.

—¿Cuál es su estado civil?

—Soltero.

—¿A qué se dedica?

—Antropología forense.

—¿Con qué documento se identifica?

—Con la cédula profesional.

La seriedad, tensión e incertidumbre se apoderan del lugar, mientras la secretaria

del Ministerio Público, una chica joven, toma nota de todo lo que se dice. Aguilar, se dirige a Franco Mora y le pregunta sobre el tipo de trabajo que hicieron el 10 de septiembre de 2014 al exhumar el cuerpo que la PGJENL entregó a la familia González Solís.

—¿Cómo está compuesto el expediente?

— Por 44 fojas.

—¿El dictamen que ustedes están haciendo es pericial?

—Los restos fueron trasladados del Panteón Santo Cristo, lote 102, sección 31, al Semefo para hacer los análisis de ADN. —¿Qué tipo de análisis se hicieron?

—Se tomaron cuatro muestras óseas: una al fémur izquierdo, otra al fémur derecho, así como de las piezas dentales 17 y 47, las cuales se compararon con muestras de saliva de los papás.

—¿De qué consta su dictamen?

—Nuestro dictamen está dividido en tres partes: arqueología forense, antropología física forense y análisis genético.

—La conclusión de la investigación de la

Los padres de Brenda Damaris, doña Juana y don Antonio, ante medios de comunicación afuera de las oficinas del MP, en Nuevo León.

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Procuraduría es que los restos encontrados son compatibles con los de los padres. ¿Ustedes coinciden en lo mismo? —pregunta Aguilar.

—Cada muestra ósea comparada con los perfiles de los familiares tienen una probabilidad de 99.9% de compatibilidad. Los restos son de Brenda Damaris — responde Franco Mora.

—¿Entonces concuerdan con nuestra investigación?

—Nosotros nos remitimos a nuestro trabajo.

—¿El resultado es concordante? —insiste el Ministerio Público.

—Nosotros no tuvimos acceso a sus resultados, no los vimos —responden al unísono los peritos del EPAF y EMAF. Una vez concluido el cuestionamiento, la familia de Brenda Damaris preguntó cuándo les entregarían el cuerpo de su hija, al tiempo que le pidieron a la autoridad que se hicieran cargo de los gastos funerarios.

“Me cambié de casa, vendí una troca y otras muchas cosas. No he recibido apoyo por parte de ninguna institución. He ido a terapia. Iba a Províctima. Me hicieron hace poco una resonancia por el dolor de cabeza. Mi esposo y yo perdimos el trabajo. Me enfermé y me operaron en diciembre”, le explicó doña Juana a la secretaria.

El agente del Ministerio Público le pide a la secretaria el expediente de Brenda Damaris y le dice a los familiares que el Registro Civil determinó en el Acta de Defunción que el 10 de octubre de 2012 la joven falleció en su domicilio de una causa indeterminada, por lo que se debe aclarar la situación antes de que les entreguen el cuerpo, que se encuentra en el Semefo.

El funcionario le dice a doña Juana que vuelva al día siguiente, 18 de febrero, con el Acta de Defunción, para que él llame al Registro Civil y resuelvan el error. “Si no hacemos esto, no les aceptarán el cuerpo en la funeraria”, explica el funcionario.

Los restos de Brenda Damaris fueron entregados y enterrados hasta el jueves 20 de febrero en el mismo panteón, Santo Cristo, en el lote 102 de la sección 31, en García, Nuevo León.

Proceso sin resolver A pesar de que la Ley General de Víctimas dice en su capítulo I, artículo dos, que el objetivo de esta es reconocer y garantizar los derechos de las víctimas del delito y de violaciones a derechos humanos, y enlista una serie de derechos consagrados en la Constitución y tratados internacionales, en el caso de Brenda Damaris González Solís no se cumplieron los protocolos en la materia. Al día de hoy no se ha sancionado a los responsables de la desaparición de la joven.

Al preguntarle, extraoficialmente, a Aguilar, agente del ministerio público encargado del caso de Brenda Damaris, sobre cuándo se llamará a declarar al policía de tránsito implicado en la ‘presunta’ desaparición de la joven, dijo: “En el desarrollo de cualquier averiguación se cita a las personas involucradas, desde policías hasta testigos. Dentro de este expediente se han desahogado esas diligencias”. Asimismo, el funcionario aseguró que tiene prohibido hablar sobre cualquier caso en concreto y que hay una oficina de prensa destinada a dar información al respecto.

Las autoridades de Nuevo León también incurrieron en la violación a los derechos de reparación de la familia González Solís. Según la misma ley en su capítulo V, sobre el derecho a la verdad, artículo 18, “las víctimas y la sociedad en general tienen el derecho de conocer los hechos constitutivos del delito y de las violaciones a derechos humanos de que fueron objeto, la identidad de los responsables, las circunstancias que hayan propiciado su comisión, así como el acceso a la justicia en condiciones de igualdad”.

Después de escuchar la ratificación de la identidad de los restos de su hija, doña Juana salió de las oficinas de la PGJENL, se abrazó con amigos y familiares, y caminó hacia los pocos medios de comunicación que se encontraban en el lugar.

PRIMER EQUIPO FORENSE EN AMÉRICA LATINA El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), dirigido actualmente por Luis Fondebrider, fue el primero en crearse en América Latina. Era 1984, acababa de retornar la democracia en ese país luego de ocho años de dictadura militar.

“En ese año comenzaron a hacerse investigaciones sobre lo que había pasado con las personas desaparecidas. Mucha de esa gente estaba enterrada y la justicia ordenó que se identificaran los cuerpos”, explica Fondebrider. “El problema empezó porque, por un lado, los familiares de los desaparecidos no creían en el equipo ya que habían sido parte del sistema y, por otro, no tenían experiencia en trabajar con la exhumación de esqueletos”.

Entonces, un grupo de jóvenes estudiantes de arqueología, antropología y medicina crearon el EAAF para brindarle a familiares una alternativa forense independiente para poder realizar estos trabajos.

En 30 años el equipo ha trabajado en 50 países del mundo. El primer trabajo que hicieron fuera de Argentina fue en Filipinas en 1986. Luego fueron a Chile y Centroamérica. En 1992 comenzaron a trabajar en la ex Yugoslavia; en 1994, en África. Al principio lo hacían de la mano de asociaciones de familiares de desaparecidos que no confiaban en las respuestas oficiales.

La mayoría de los casos que atienden son por desaparición forzada, étnica o religiosa. A veces, cuando las autoridades se los solicitan, se ocupan de algunos casos criminales comunes.

Para que cualquier equipo forense trabaje debe haber un marco legal. No se puede excavar sin autorización.

“Nosotros somos peritos. El perito puede ser propuesto por una parte, un familiar, por ejemplo, y el tribunal correspondiente acepta al perito. Igualmente puede ser que un juez me nomine como perito, pero siempre debe existir el contexto donde un juez, un fiscal o una comisión autorice la tarea”, dice Fondebrider.

En México, el EAAF ha trabajado en varios estados. Actualmente lo hace como perito de coadyuvancia con la Procuraduría General de la República (PGR) en el caso de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, Guerrero, a solicitud de los padres de familia. Pero la primera vez que hicieron una exhumación y luego análisis de ADN fue cuando en 2001, a pedido por la oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU, ayudaron a desarrollar un protocolo para el análisis de cadáveres y en 2003 les pidieron que apoyaran en los casos de identificación de restos de mujeres desaparecidas en Ciudad Juárez.

América Latina “es la zona del mundo donde más equipos se han creado. Después de nosotros se formaron los de Chile, Guatemala, Perú, Colombia y México.

Tiene que ver con la realidad de nuestros contextos, donde muchas veces hay falta de credibilidad hacia los peritos oficiales y el Estado ha sido el responsable de la desaparición de personas”, concluyó.

ZONA CRÓNICA

“Falta que se haga justicia. Las autoridades deben buscar a los culpables, porque mi hija era una persona de hogar. Ahorita ya estamos sufriendo demasiado como para que no se haga nada. En estos cuatro años nos la hemos llevado en puro papeleo”, dijo doña Juana en el estacionamiento de la Procuraduría, ante los medios que hicieron algunas preguntas.

—¿Qué se sabe de los responsables?

—Que fue un policía de tránsito, al cual están viendo de llamar a declarar, pero no nos han dicho cuando —dijo doña Juana.

—¿Qué les dijo el fiscal Rubén Aguilar?

—Que él acaba de agarrar el caso; se está empapando del tema y hará lo posible por resolverlo.

—¿Qué le dijo Brenda Damaris a su hijo Abraham en la llamada telefónica que le hizo?

—Le contó que habían tenido un accidente. Incluso él escucho cuando el [policía de] tránsito le preguntó su nombre y le pidió que apagara el celular. Abraham llegó hasta el lugar y ya no encontró más que al policía.

—¿Cuándo les entregan los restos de su hija?

—Probablemente mañana. Hoy [17 de febrero] no lo hicieron porque como en este momento yo ya no puedo gastar en nada más, le estoy pidiendo a la Procuraduría que me ayuden para que cubran los gastos funerarios.

Jesús González, integrante de FUNDENL, asegura que el siguiente paso en este caso es que la Procuraduría esclarezca los asesinatos de Brenda Damaris y Julio César, defina la situación de los policías de tránsito de Santa Catarina involucrados en el tema, integre a las familias al Registro Estatal de Víctimas para que accedan a la

reparación del daño y se preserve la memoria de los jóvenes.

Para González, este caso es paradigmático porque el mayor ejemplo que ha dado la familia de Brenda Damaris es que las víctimas no deben quedarse pasivas, sino al contrario. “Si existe alguna sospecha de que la Procuraduría o cualquier autoridad está realizando algo mal, deben saber que tienen derechos y se pueden organi-

“Si existe alguna sospecha de que la procuraduría o cualquier autoridad está realizando algo mal, deben saber que tienen derechos y se pueden organizar”.

zar. Estos otros pasos: acceso a la justicia, reparación del daño y preservación de la memoria son importantes, y si las autoridades mexicanas se niegan a atender los casos iremos a tribunales internacionales o a donde sea necesario para que quede claro que en Nuevo León no ha habido justicia”, dijo.

Con la ratificación de que los restos sí correspondían a los de la joven y el nuevo funeral, se acabó la historia de la lucha de una familia que cuestionó al gobierno de

Nuevo León y a las autoridades ministeriales hasta tener las certezas que buscaban.

Ahora, según ha dicho la propia Juana Solís, sólo falta juzgar a los culpables.

Ser forense en México En un departamento de la colonia Doctores en la Ciudad de México, dos integrantes del Equipo Mexicano de Antropología Forense (EMAF) recibieron a SoHo para conversar sobre la creación del grupo en mayo de 2013 y del caso de Brenda Damaris González Solís. Ambos prefieren mantenerse en el anonimato por cuestiones de seguridad; para efectos explicativos, le llamaremos a uno Juan, y María a la otra.

Hay una mesa de por medio, vasos de agua, paredes pelonas que definen el lugar, y María recuerda que en el origen del proyecto se hablaba de formar una organización o una fundación, pero se dieron cuenta que se requería un equipo forense independiente que sirviera de contrapeso a las autoridades, como ha sucedido en otros países de América Latina (Perú y Argentina, por ejemplo).

La idea, explica María, era plantear un proyecto con un fin social, que ayudara a las personas, a tener los elementos para que el problema de identificación de los restos de familiares desaparecidos impacte de menor manera en su vida y su salud.

“Comenzamos por contactarnos con José Pablo Baraybar, del EPAF [el equipo peruano]. Hicimos un convenio de colaboración para capacitarnos y tener un intercambio de experiencia en la materia y que, así, nos ayudaran a conformarnos”, explica María. “Parte del convenio que firmamos se basa en las capacitaciones y en el apoyo económico para trasladarnos a una diligencia. Los gastos en el caso de Brenda

CRONOLOGÍA DEL CASO BRENDA DAMARIS: 31 de julio de 2011

1 de agosto de 2011

4 de octubre de 2012

17 de octubre de 2012

31 de julio de 2013

Brenda Damaris González Solís desaparece junto con Julio César Santos Domínguez en Santa Catarina, tras tener un accidente vial.

El vehículo en el que transitaba Brenda Damaris es encontrado en la carretera Monterrey– Saltillo con cinco disparos de bala.

La familia de Brenda Damaris acude al paraje La Huasteca, en Santa Catarina, ante la información de que había sido hallada una fosa con cuerpos humanos. En ese lugar elementos del Ejército Mexicano amenazan con detenerlos.

La PGJENL notifica a Juana Solís Barrios, madre de Brenda Damaris, del hallazgo de restos de su hija. Le entregan dos bolsas negras con huesos y polvo.

Dos años después de la desaparición, sus familiares e integrantes de FUNDENL solicitan al gobierno estatal hacer un peritaje externo al realizado.

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Damaris González Solís los cubrió el EPAF, por ejemplo”. En 2013, se crearon los objetivos y misiones del EMAF. Cada equipo forense de América Latina contextualiza su trabajo dependiendo de su realidad. El equipo mexicano hizo lo mismo. En mayo de ese año se constituyeron como una Asociación Civil sin fines de lucro y empezaron a sumar colaboradores.

Hasta el momento, lo que más trabajo ha costado para la conformación del equipo ha sido encontrar gente que quiera hacer antropología forense desde una plataforma de sociedad civil, para contribuir en materia de derechos humanos.

Además, confrontar su trabajo contra las investigaciones oficiales hechas por la Procuraduría tampoco es algo transparente. “El problema se presenta cuando los Ministerios Públicos te confrontan por tu formación, te cuestionan sobre los intereses que persigues en una investigación, o te meten el pie para que no hagas bien tu trabajo”, explica Juan.

Para contraponer esta afirmación, se buscó la opinión de peritos forenses de la Procuraduría General de la República (PGR) sin obtener respuesta.

Otro de los problemas a los que se enfrentan los peritos externos es que el MP le otorgue el derecho a los familiares para que puedan pedir un peritaje de parte, es decir, peritos en representación de la familia, pues su formación profesional se los permite.

Como antropólogos físicos de carrera pueden emitir un dictamen de evidencias.

“Los familiares, ante una investigación que el MP dirija, están sujetos a las líneas de investigación que manejan las autoridades.

Sin embargo, tienen el derecho de coadyuvancia y, por lo tanto, de pedir que se evalúe la prueba que les han entregado. Ellos pueden decir: ‘No confío en ustedes, voy a buscar a otro perito’”, explica Juan. “No siempre los familiares tendrán recursos económicos para pagar distintos peritajes. De ahí que el EMAF brinde el apoyo de manera gratuita”.

Ahora, el equipo forense mexicano acaba de terminar el trabajo del caso de Brenda Damaris González Solís en Monterrey, Nuevo León, e investiga otro caso en Veracruz. En este último, al parecer, el gobierno apoyará económicamente el peritaje externo pues la hermana de la víctima se ha apoyado en la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, quienes en su principio fundacional tienen por objeto apoyar a los familiares, dice el perito.

Hasta el momento, el equipo mexicano ha trabajado con la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Víctimas de violaciones a los Derechos Humanos en México (AFADEM) —en

26 agosto de 2013

Casi 11 meses después de haber recibido los restos de su hija, Juana Solís Barrios recibe la autorización para hacer un segundo peritaje. El trabajo queda en manos del EPAF y EMAF.

el caso de Rosendo Radilla, detenido el 24 de agosto de 1974 en un retén militar de Atoyac de Álvarez, Guerrero— y FUNDENL. Hace poco el equipo estuvo en un foro sobre prácticas forenses en el Instituto Doctor José María Luis Mora, donde se contactaron con varias organizaciones, recuerda María.

Ambos peritos coinciden en que una de las partes más difíciles del trabajo es no involucrarse con los familiares, aunque muchas veces es inevitable. “Como antropólogo no puedes evitar analizar el contexto social, el contacto con la gente; si vas a hacer análisis biológicos es imprescindible que establezcas una relación personal con los familiares de la víctima”, explica María. “Las personas que hacemos antropología forense nos involucramos demasiado. Hay que saber manejarlo muy bien”.

Actualmente, el equipo, en el que colaboran siete personas, se mantiene de los empleos que cada uno de sus integrantes tiene de manera independiente: “Nuestra estrategia actual es la de capacitar a los nuevos profesionales. Hemos dado cursos en la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), que nos han servido para solventar algunos gastos”, dice María.

Pero el trabajo del equipo mexicano apenas empieza, coinciden ambos peritos. El trabajo se ha enfocado, por lo pronto, en definir la estructura y organizar la base administrativa. Aún falta difusión, dicen ambos. “Poca gente nos conoce. Quizá en las organizaciones y fundaciones de desaparecidos ya hayan oído de nosotros, pero apenas estamos entrándole al trabajo”, explica Juan.

Al cuestionarlos sobre los protocolos de seguridad que siguen, Juan dice: “Nuestra experiencia no es tan amplia. Para nosotros no ha sido sencillo decir que ya tenemos un protocolo que nos exige manejarnos de alguna manera. Lo hemos hecho de forma empírica, por instinto”. Así que lo que sigue será crear un protocolo flexible que pueda usarse o modificarse con los diferentes casos que el equipo atienda.

En México, por ejemplo, existe un contexto de violencia con muchos actores. No sólo hay desaparición forzada por represión gubernamental, como podría ser el caso de Argentina. En este país hay que considerar al crimen organizado, que puede referirse al narcotráfico, la trata de personas, conflicto con inmigrantes y la violencia de género.

Las circunstancias de cada caso varían y eso dificulta la seguridad de los peritos, aunado a que cada estado maneja legislación diferente. Los protocolos de seguridad, por tanto, deben ser bastante complejos y es el paso que sigue para el incipiente Equipo Mexicano de Antropología Forense.

10 de septiembre de 2014

17 de febrero de 2015

20 de febrero de 2015

El EPAF y el EMAF exhuman los restos de Brenda Damaris González Solís. Envían la muestra al Laboratorio Bode Technology en Washington. Es el primer caso de su tipo registrado en México en el que un equipo independiente realiza una exhumación.

El EPAF y EMAF ratifican ante la PGJENL que los restos analizados pertenecen a Brenda Damaris.

Los restos de Brenda Damaris se vuelven a enterrar en el Panteón Santo Cristo, de García, Nuevo León.

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TESTIMONIO

SOY ELECTRICISTA DE DÍA

Ser luchador es una necesidad. Así lo expresa Pantaleón Juárez, quien tiene su oficio como electricista, pero no puede abandonar su pasión: la lucha libre. Aquí nos cuenta su historia.

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TESTIMONIO

Soy Puños de Acero, desde hace 30 años me dedico a la lucha libre y siempre prefiero estar del lado de los rudos. Soy luchador, pero fuera del ring me conocen como Napoleón y tengo un oficio menos espectacular: soy electricista.

Siempre me gustó el deporte. Cuando era joven busqué la forma de jugar futbol americano y aunque no sabía nada de las reglas de ese juego me gustaba su lado físico. Creo que soy luchador porque mi ídolo de las historietas era Kalimán; combiné esa historieta con el deporte y así fue como llegué a mi primer gimnasio cuando tenía 16 años.

Primero pensé hacer fisicoculturismo, pero me decidí mejor por la lucha libre. De haber pensado en algo así como las Olimpiadas, me hubiera gustado practicar la lucha grecorromana.

Ahora es tarde, estoy por cumplir 50 años. Quizá me queden tres años, todavía, con las cualidades físicas que se requieren para las luchas. Ya he pensado en mi despedida; no me importa en qué arena la haría, pero sí me gustaría que fuera contra Áspid Mortal porque nos damos unos buenos agarrones. Puños de Acero contra Áspid Mortal.

El uniforme y la máscara Las cosas ya no son como eran antes. Cuándo yo empecé tuve que entrenar varios días a la semana durante dos años, asistía a clases especiales de llaves, de acrobacia y mucho ejercicio para mantenerme en forma. Al principio entrenaba una hora u hora y media cada que podía, diario si era posible. Los grupos eran de 10 personas aproximadamente y las clases eran más estrictas que ahora, con reglamentos más rigurosos.

En 1987, cuando tenía 19 años, debuté como Acrilman. Mi nombre era una revoltura de inglés y español, algo así como “el hombre acrílico”. Mi profesor, Emilio Aragón, vio que tenía la mano pesada y me renombró Puños de Acero, porque ya existía “Manos de Piedra” [el boxeador panameño, Roberto] Durán, y ese ha sido mi nombre de luchador desde entonces.

Mi uniforme es color azul marino y plateado, inspirados en mi ídolo luchador Lizmark. El diseño en forma de puño que me identifica lo hice yo. Llevo mis dibujos y patrones a algunas costureras que se dedican especialmente a confeccionar ropa para los luchadores y les entrego las plantillas hechas, porque soy muy estricto al mandar hacer mis equipos. Uso capa y he luchado enmascarado y sin máscara. Las que usamos en las peleas son más finas y resistentes que las que venden en la calle y siempre hay que tener varias, ya que a veces el rival te las destruye o te atoras en el cuadrilátero. Es importante usar botas especiales para proteger el tobillo. Siempre hay que ponerse vendas antes de calzarse la botas y alrededor de las muñecas, por debajo de la muñequeras.

Era un jovencito cuando le dije a mis padres que quería ser luchador y no dijeron nada porque ya era independiente. Ellos desconocen esta parte mía; no le dan importancia. Alguna vez fueron a 72•SOHO SOHOMEXICO.COM 72•SOHO

una de mis luchas porque llevé un evento a las fiestas de mi pueblo.

Asistieron a la función, me vieron, pero sin darle mayor importancia, para ellos yo soy Pantaleón, el electricista.

Pantaleón, el electricista Mis padres me bautizaron como Pantaleón Juárez Ferrer. Nací en Santiago Mexquititlán, Querétaro, el 27 de julio de 1965. De niño cuidaba los borregos de mi papá, que además era campesino. Allá se daba el maíz y el frijol, pero dependía del temporal. Era un albur.

Por eso comenzó a venir a la Ciudad de México a trabajar como albañil para mantenernos. A mí me mandaban a la escuela, pero no me gustaba. Lo agarré como cotorreo, terminé la secundaria de panzazo. A los 16 años me vine con mi papá. Mi primera sensación al llegar al DF fue ardor en los ojos debido al humo de los carros.

Aquí comencé a trabajar en la construcción. Los compañeros hacían mofas de mi nombre original. Fue ahí donde me hice llamar Napoleón. Me acuerdo mucho de los primeros días como albañil porque no aguantaba cargar los botes de concreto de 19 litros. Estaba flaquito. Era un oficio muy pesado, pero quién me manda a no estudiar. Mi padre me hubiera apoyado hasta donde hubiera querido, pero no quise seguir y hoy me arrepiento.

La albañilería era muy complicada. Pero veía a los plomeros y los carpinteros —los que se dedicaban a hacer muebles, no los de cimbra—, eso me llamó la atención. Y también otro oficio: la electricidad. En 1985 ya trabajaba de electricista, me acuerdo porque coincidió con el terremoto. Uno de mis primos me recomendó con un señor y comencé como su ayudante.

Yo no seguí el camino de mi padre, ni mis hijos el mío. Tengo cuatro, tres mujeres y un hombre, que se dedica a la plomería.

La mayor de mis hijas, Elizabeth, boxeaba. Llegó a defender un campeonato en la Arena México, pero a los 20 años quedó embarazada. Ahora es ama de casa y me dio tres nietos más. Me hubiera gustado que siguiera en el deporte, pero cada quien elige su vida.

El riesgo diario Mis manos son mi principal herramienta, tanto en las luchas como en mi oficio diario. Hace algunos años estaba trabajando y me rebané el dedo medio de la mano derecha. Me lo rescataron, pero me quedé sin mis dos trabajos.

Ya no pude ir a las luchas porque no tenía fuerza para ejercer presión. Mi última función fue en 2009 y regresé apenas hace unos meses. Tampoco podía trabajar de electricista porque se me zafaban las herramientas, pero nunca dejé de trabajar, contraté un ayudante porque ya tenía varios compromisos laborales.

Hasta ahora no me he electrocutado. Claro que uno se da sus toques. Es lo cotidiano. Es como ser carpintero y no darse nunca un martillazo. Eso sí, no te puedes descuidar cuando trabajas con electricidad.

A pesar de estar en riesgo en mis dos actividades, nunca he tenido seguro médico. En la lucha libre lo único seguro es el trancazo. Un día me fisuré la costilla izquierda y, un año después, en 1998 me fracturé tres huesos del pie derecho. En ambas ocasiones tuve que hacerme cargo de los gastos médicos. Por eso siempre, antes de cada pelea me encomiendo a Dios para subir y bajar bien. No rezo nada en especial.

Las lesiones están a la orden del día y ya han muerto compañeros luchando. Por ejemplo, Sangre India, en una función navideña el 25 de diciembre de 1979; y Oro, en octubre de 1993, en la Arena Coliseo.

El mayor premio es el aplauso Mi mejor época como luchador fue en la Arena Zapata. Ahí, disputé mi primer campeonato y siempre conseguía buenos carteles.

Cada noche hay cinco peleas. A partir de la tercera ya es especial.

Yo participaba de la tercera en delante, entre mejor seas, te seleccionan para las últimas o las estelares.

Es mentira que las luchas están arregladas. ¿Cómo? Muchas veces ni conoces a los luchadores y sólo en ocasiones coincides con amigos. Llegas a la función y ahí mismo se hacen los equipos.

Algunas veces funciona, otras no, porque no te acoplas al estilo del contrincante o del compañero. Al final, la lucha libre es como una bola de hilo: si tienes la punta se va desmadejando solita.

A mí me gusta más ser del bando de los rudos, pero también he sido técnico. El promotor te pregunta dónde te sientes más cómodo, pero cuando se necesita alguien para completar el equipo de los técnicos, no me rajo.

Las peleas siempre son distintas. En mi caso, si me siento relajado me desenvuelvo bien, si estoy estresado también, ahí arriba saco todo. Si percibo a la gente muy callada hago cosas, y si empiezan a meterse conmigo y a recordarme a gritos el 10 de mayo, pues ya se prendió. Cuando se genera una comunicación entre luchador y público sales más satisfecho. Las personas van a eso. Que me abucheen y que me digan lo que quieran, que saquen todo el estrés que traigan. Eso es lo bueno de estar enmascarado: arriba ven al personaje. Ya después eres una persona normal, cualquiera, saliendo de la arena oyes los comentarios del público, críticas buenas y malas, pero ellos no saben que soy yo de quien hablan.

El mayor premio es el aplauso. Algunas veces, si los asistentes están satisfechos empieza a aventar dinero y es algo extra. Una vez un niño se acercó y me dijo: “Me gustó cómo luchaste” y sacó un escapulario y me lo dio. Esa sí fue una gran satisfacción.

El promotor te paga lo convenido ganes o no la pelea. El sueldo es entre 500 y 1,000 pesos por lucha. Por noche puedo luchar varias veces en la misma función, si hay tiempo y se coordina. No es un gran sueldo si no te dedicas al 100%. Los luchadores de tiempo completo, como los que pertenecen a una empresa, por ejemplo la AAA, pelean varios días a la semana. Quizá participen en una arena grande aquí en la ciudad, por decir, cada viernes, y toda la semana luchan en giras por el país.

Es una vida muy sufrida por los viajes y los golpes, y el desgaste físico, porque además entrenan. Yo no tengo promotor, lucharía diario si se pudiera, pero sólo lo hago en arenas pequeñas. Además, tengo mi oficio, aunque regresar al cuadrilátero es un gusanito que no puedo controlar.

Siempre regreso.

CON CARIÑO DESDE COLOMBIA Catalina Valencia

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CATALINA VA L E N C I A A ESTA MODELO COLOMBIANA le gusta salir de ŵHVWD FRQ VX QRYLR R VXV DPLJDV D VLWLRV GH P¼VLFD lounge &DVL VLHPSUH SLGH VDQJU¯D ŐUXPEHDő SHUR QR OH JXVWD H[FHGHUVH $O OOHJDU D VX FDVD HVWD LQJHQLHUD ŏSURIHVLµQ TXH HVWXGLµ SHUR TXH DEDQGRQµ SDUD GHGLFDUVH DO PRGHODMHŏ VH TXLWD ORV WDFRQHV VH GHVPDTXLOOD VH ODYD ORV GLHQWHV \ VH YD D GRUPLU HQ URSD LQWHULRU R GHSHQGLHQGR GHO FOLPD VHPLGHVQXGD FRPR HQ HVWDV LP£JHQHV

FOTOS: ESTEBAN ESCOBAR SOHOMEXICO.COM 75•SOHO 75•SOHO

CON CARIÑO DESDE COLOMBIA Catalina Valencia

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CON CARIÑO DESDE COLOMBIA Catalina Valencia

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CON CARIÑO DESDE COLOMBIA Catalina Valencia

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CON CARIÑO DESDE COLOMBIA Catalina Valencia

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CON CARIÑO DESDE COLOMBIA Catalina Valencia

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juzgando a América El mensaje del fotógrafo joel parés con este trabajo va dirigido a los estadounidenses. sin embargo, a cualquiera puede quedarle el saco: No se debe juzgar a una persona por su apariencia, y mucho menos en un mundo tan diverso culturalmente.

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ALEXANDER HUFFMAN, PINTOR.

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EDGAR GONZALEZ, DIRECTOR DE UNA EMPRESA EN LAS 500 DE FORTUNE.

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SAHAR SHALEEM, ENFERMERA DE LA CIUDAD DE NUEVA YORK.

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JACK JOHNSON, PASTOR Y MISIONERO.

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JEFFERSON MOON, EGRESADO DE HARVARD.

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PORTAFOLIO

BEN ALVAREZ, FUNDADOR DEL PROGRAMA SOCIAL FAMILY OUTREACH.

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juzgando a América El estadounidense Joel Parés no es un fotógrafo común. Su carrera ha dado giros inesperados, sin embargo, cada paso lo ha llevado de una u otra manera al lugar en el que se encuentra ahora.

Mientras servía en el ejército comenzó a desarrollar su pasión por la fotografía. Sin ninguna experiencia en este mundo, descubrió que tenía una afinidad con las cámaras —de ambos lados de la lente, pues también ha modelado—, y dedicó largas jornadas a practicar sus encuadres y posteriormente el área de retoque. “No podía salir a retratar sin saber cómo mejorar las fotos después”, asegura el artista. Por esto, Parés pasaba hasta ocho horas diarias haciendo autorretratos, para poder perfeccionar sus habilidades de postproducción.

Su primera serie, The Unconscious, fue un reto excelente para llevar su capacidad de retoque al siguiente nivel. Ya con la experiencia, decidió enfocarse en el contenido de su obra y en la manera en que imágenes fijas podían contar historias sobre su experiencia y la de otros.

La inspiración para Juzgando a Ámerica llegó al recordar sus visitas militares a Savannah, Georgia, una ciudad en la que, a pesar de haber una fuerte tradición militar en la que llegan personajes de todo tipo de etnias, sus compañeros indios eran constantemente acosados verbalmente. “‘¡Terroristas! ¡Talibanes!’,

les gritaban”, recuerda el fotógrafo. “A pesar de mi origen puertorriqueño, sufrí poco en primera persona ese racismo, aunque sí me llegaron a llamar ‘spic’ [término despectivo contra la población hispana] durante la secundaria”, explica.

Juzgando a Ámerica pone el dedo en la llaga sobre uno de los temas más recurrentes en Estados Unidos: el racismo. A pesar de ser un país erigido por inmigrantes en el que la población está conformada por una gran diversidad, es normal encontrar que los estereotipos rigen sobre el subconsciente colectivo de sus habitantes.

Así como no todos los mexicanos trabajando en Estados Unidos son jardineros que roban empleos ilegalmente, tampoco todos los negros son matones y pandilleros. Las imágenes contundentes y claras de Parés confrontan dos visiones: la primera muestra el estereotipo en el que se encasilla a sus modelos, mientras que con una simple explicación, la segunda foto ofrece el cuadro completo. “Me gusta mostrar la imagen prejuiciosa primero, para encender el fuego que hay dentro de nosotros y después enfriar las perspectivas con la fotografía real”, explica.

Dentro de esta serie puede encontrarse a una enfermera, el director de una empresa, un egresado de Harvard, un artista, un pastor, un desarrollador de aplicaciones y un veterano de Vietnam.

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ZONA CRÓNICA

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El escritor Fernando Rivera Calderón fue a Jordania a conocer la fascinante cultura de aquel país y terminó por demostrar que, como dijo el Profeta, cuando la montaña no viene, uno debe ir a la montaña. en este caso, sin embargo, la demostración no fue religiosa ni edificante, y en lugar de montaña, el objeto del deseo fue una cerveza.

Por Fernando Rivera Calderón Fotos: Javier Otaola y FRC

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ZONA CRÓNICA

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Lo que ahora les contaré sucedió hace no mucho tiempo en la milenaria ciudad de Ammán, capital del Reino Hachemita de Jordania, una ciudad monocromática y resplandeciente construida con las mismas piedras de las viejas ciudades que desde el neolítico comenzaron allí a edificarse, incluida la bella Filadelfia, construida por los griegos en el siglo I antes de Cristo.

Varias cosas llaman la atención a quien visita Ammán por primera vez. El canto agudo y fervoroso que irrumpe en el ruido de fondo cotidiano para llamar a la oración a través de altavoces instalados en los minaretes de las mezquitas; las mujeres que van cubiertas de los pies a la cabeza, algunas con las famosas burkas, y las parvadas de papalotes que sobrevuelan el cielo Jordano, en el que de vez en cuando aparecen gordos aviones militares.

Quise brindar por descubrir tanta belleza en aquella ciudad tan lejana y misteriosa, por todas esas cosas que tenemos en común a pesar de estar justo al otro lado del mundo; quise brindar por el rey Abdalá II y la reina Rania de Jordania, quien a pesar de vivir en el desierto es una incansable defensora de los derechos de los osos polares. Quise brindar por todo ello y más, pero me dicen en el hotel que no venden alcohol. Les digo que deben estar en un error, que de hecho los árabes inventaron la palabra Al Khol, pero no parecieron conmoverse ante mi aclaración.

Existen personas que tenemos problemas cuando alguien nos dice que no. “Problemas con la figura de autoridad”, le llaman unos; “la seducción de lo prohibido”, le dicen otros. El asunto es que aquella noche Sherezada llegó a mis sueños, no para contarme una historia, sino para reclamarme por la falta de Al Khol.

Al otro día, muy temprano, al iniciar un recorrido hacia las ruinas de Jerash, no dudé en levantar la mano y preguntarle a Omar, nuestro guía, ¿por qué no toman?. “Es pecado”, me dijo. “Está en el Corán”. Pero yo —formado emocionalmente por las canciones de José José y las de José Alfredo— no podía entender semejante aseveración, estuviera en el rincón de una cantina o en el rincón de una mezquita, por lo que insistí en mis cuestionamientos.

—¿Por qué es pecado beber?

—Porque daña al cuerpo y al espíritu.

—¿Pero antes se la pasa uno bien, no?

—Sí, pero no al final. La consecuencia de tu acto no es buena para ti.

—¿Pero has bebido?

—Claro.

—¿Y te ha gustado?

—Sí.

—¡Ajajá! ¡Entonces te gusta!

—Sí, pero es pecado.

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—Bueno, pues entonces vas a la mezquita, comulgas y regresas al bar.

—Esa es una de las grandes diferencias entre musulmanes y cristianos. Todos podemos pecar, pecar es humano, pero los cristianos cuando pecan con el puro arrepentimiento les basta para quedar libres de pecado y vuelven a lo mismo. Si como musulmán has pecado, es entendible, lo que no es entendible es que después de haber reconocido tu pecado, insistas en ello.

Debo reconocer que por un momento me sentí avergonzado de ser parte de esta religión de adictos al pecado, pero unos instantes después recordé cuando Jesús transformó el agua en vino, y pensé que la misma palabra divino, sin vino sólo sería un absurdo “di”. El buen Omar me hizo ver lo poco consistente que puede ser una religión como el cristianismo para la cual el pecado está en oferta, porque el verdadero negocio está en el perdón. Aunque esto no quita el hecho fundamental de que si el asunto del Al Khol llegó hasta las páginas sagradas del Corán es porque los árabes realmente tenían problemas con su manera de beber.

Omar me explica que el alcohol no está prohibido en Jordania, lo que me generó cierta esperanza, lamentablemente la falta de demanda hace que prácticamente nadie lo venda.

Lo que me contó Omar no era ciencia ficción. La noche del viernes hicimos un recorrido por Rainbow Street, una calle al estilo de presidente Masaryk, en Polanco, llena de cafés, restaurantes y tiendas pletóricas de jóvenes que charlaban y reían sin beber una gota de alcohol. Para quien proviene de una cultura alcohólica en la que la sangre de nuestro mesías se vuelve vino y no existe celebración en la que no fluya libremente el alcohol, este escenario parece insostenible, pero lo vi con mis propios ojos: mujeres y hombres de todas las edades departían alegremente bebiendo té o café, o limonada y fumando en sus hookas o pipas de agua.

Aquí valdría la pena acotar que los jordanos no beben, pero eso sí, fuman como chacuacos. Ya sea en cigarrillos o en sus pipas de agua fuman y fuman y vuelven a fumar. Y el tabaco que se meten es tan potente que marea y es capaz de derrumbar a una persona. Y lo digo por experiencia propia.

Mientras recorría junto con un grupo de periodistas algunos de los lugares emblemáticos de Jordania, nunca cesé en mi misión de encontrar la que llamé “la chela prometida”. Me sentía una especie de Moisés conduciendo a mi hígado a un lugar donde pudiera brindar por Cristo y por Mahoma libremente, pero en el largo y sinuoso camino hacia mi objetivo aprendí cosas fascinantes, como que “Habibi” significa amorcito, y que decir “Abanico” es igual que proponerle a alguien tener relaciones sexuales. Supe de la sensual Haifa, “la Shakira árabe”, y de la música de Omar Sulayman. En el mercado me sorprendió saber que al jitomate le dicen “Pandora” y

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hasta llegué a pensar que quizá la caja de Pandora en el fondo sólo era un huacal de jitomates. Caminé por calles que me recordaban a la Ciudad de México y en una tienda de antigüedades hasta encontré un disco de Roberto Carlos. Conversé larga y sabrosamente con individuos que no hablaban ni inglés ni español y bebimos té desaforadamente.

Pero de Al Khol, nada.

En mi búsqueda obstinada de una cerveza en tierra de Alá viví episodios complicados. Un día siguiendo la pista que me dio un vendedor de camisetas piratas del Barcelona y del Real Madrid, salí de la zona turística de Ammán en busca de una cerveza que al final resultó cerveza sin alcohol. Sin embargo en mi camino encontré un mercado peculiar de muebles y electrodomésticos usados instalado sobre la calle misma. Cabe decir que las televisiones, refrigeradores y demás aparatos que ahí se vendían parecían sacados de un museo de la tecnología. Ahí me acerqué a dos jóvenes vendedores para preguntarles cómo diablos regresaba hacia la zona turística, pero como no nos entendimos mucho, mejor les pedí permiso para tomarles una foto.

Jamás imaginé que a la hora de sacar mi teléfono celular para tomarles la foto, un niño que estaba cerca de nosotros se pondría como loco y gritaría con todas sus fuerzas y un tonito árabe inolvidable: “¡Aiiiiiiiifoooooooooooooooon!”

Su grito provocó que de todas partes empezaran a salir chamacos corriendo hacia mí, que empezaron a jalonearme el celular. No dudo que tal vez sólo querían verlo, pero debemos recordar que soy un turista mexicano y si en México alguien te pide tu celular, difícilmente te lo va a devolver.

No sé cómo hubiera salido bien librado de aquello sin la ayuda del fotógrafo Javier Otaola que había tenido a bien salirse de la zona turística igual que yo. Javier me vio en aquel embrollo y me gritó, y su grito ayudó a disipar a los chamacos aifoneros. Salimos apresurados de ahí y nos refugiamos a tomar oootro té. Javier me habló de lo complicado de mi empresa, de algún modo buscar una cerveza en Jordania era como buscar un table dance en el Vaticano o democracia en México, pero esto para mí ya era algo personal. “Esto es bíblico”, le dije a Javier.

No faltará quien piense que este texto debería ser leído en una sesión de Alcohólicos Anónimos, pero también podría verse como la lucha de un hombre por lograr su sueño: “I have a drink”. Pasaron dos semanas en las que recorrí Jordania, desde el desierto de arena de Wadi Rum hasta el golfo de Aqaba, pasando por el Río Jordán, el Mar Muerto, la maravillosa Petra y la reserva de Dana, y el alcohol era tan sólo un espejismo en medio del humo del tabaco y los pasones de té y de café árabe. ¿Cómo debía interpretar todo esto? ¿Acaso era una señal de Dios para dejar el vicio e incluso replantear mi camino espiritual o, por el contrario, era una prueba divina para reafirmar mi fe y mi alcoholismo?

Hubo un último recorrido organizado para los periodistas en Jordania al que decidí no acudir. No podía irme de ese país sin lograr mi cometido. Ya no era un simple deseo personal de refrescarme o ponerme ebrio, era una reivindicación del cristianismo, ¡era una cruzada por la libertad de beber lo que uno quiera, por Cristo 98•SOHO SOHOMEXICO.COM 98•SOHO

nuestro Señor! Caminé y caminé por las calles Jordanas mientras cantaba el camello prieto azabache hasta que llegué nuevamente a la zona de Rainbow Street.

El círculo se cerraba. Como no era un día de asueto la mayoría de los lugares estaban vacíos o de plano no estaban abiertos. Aún así caminé y caminé movido por no sé qué fuerza, crucé por un tianguis callejero lleno de baratijas, luego encontré una mezquita y fue justo después de mirar hacia el minarete y ver la luna creciente del símbolo del Islam cuando sentí un llamado poderoso, una epifanía que me llevó hasta uno de los últimos locales de la calle donde se encontraba altivo, como un dios pagano, un ploter recortado con una cerveza corona de tamaño humano.

No recuerdo con claridad si me arrodillé ante la imagen de la cerveza como Fray Juan de Zumárraga se postró ante el ayate de Juan Diego, pero es probable que así haya sucedido.

Entré con cautela al local y pregunté si lo que anunciaba esa imagen era verdad. El dueño del negocio me miró con cierto recelo, como el dealer que ve al heroinómano demasiado urgido. Traté de mantener la calma, de poner cara de que me daba igual, pero evidentemente no era así. El hombre asintió con la cabeza, pero me explicó en una mezcla curiosa de idiomas que no podía beber a la vista de la gente. Señaló con su dedo una escalera y me confinó al área de pecadores del lugar.

Así, oculto para los habitantes de Ammán, pero mirando el paisaje desde una ventana, pude por fin alzar mi cerveza helada por la unión entre dos países que apenas comienzan a tener vida diplomática. Por la enigmática Jordania donde las piedras tienen memoria, y las arenas del tiempo nos cuentan de viejos mares y de viejos dioses.

Conmovido hasta las lágrimas, descubro que mi cerveza en lo alto empata en mi campo visual con la mezquita que tengo frente a mis ojos y que la luna creciente empata con la rodaja de limón que corona mi Corona. Sí, probablemente para algunos sea una herejía, pero para mí, ese momento fue la prueba inexorable de la existencia de Dios.

Debo agradecer al señor Yousef M. Haddad quien, según la información contenida en la botella, es el loco soñador que decidió distribuir cerveza mexicana en el Reino Hachemita de Jordania, pensando que quizá —algún día— “alguien” llegaría de muy lejos con la revelación de que cuando la cerveza no va a uno, uno debe ir hacia la cerveza.

Termino esta narración con un fragmento del poema del gran sabio Li Bo, que vivió y bebió en la antigua China:

“Me sirvo bebida solo, a falta de compañía.

Levanto mi copa e invito a la Luna, y, con mi sombra, somos tres.

Pero la Luna no sabe beber Y mi sombra no hace más que seguirme.

Por el momento la Luna y mi sombra me acompañan.

Cuando uno desea ser feliz, ha de aprovechar estos momentos”.

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Esta guapa modelo, orgullosamente mexicana, fue fotografiada en su cotidianidad, en su departamento, con luz natural y pocos elementos. Esta simplicidad sirve para resaltar la

*Fotos: Óscar González Huerta.

sensualidad de la sesión: entre menos, mejor.

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SOCIALES

¡SALUD Y

VINO TINTO!

Fotos: Ricardo Cristino.

Bodegas Alianza inauguró en Plaza Polanco una exposición con los mejores vinos de prestigiosas marcas que deleitaron a los consumidores.

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Bodegas Alianza realizó la exposición ¡Salud y Vino Tinto! en Plaza Polanco, un evento que reunió a personalidades de la industria y marcas de vinos nacionales e internacionales.

Del 23 al 28 de febrero se presentaron expositores y se realizaron catas abiertas a todo público. Así, Bodegas Alianza, con más de 60 años en el mercado, acerca al consumidor su amplia oferta de vinos y licores nacionales e importados a precios competitivos.

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MUECA

UNA MUECA DE

SALAS Actriz mexicana que, claramente, va al alza. Protagoniza la cinta ‘Güeros’, premiada en San Sebastián y Berlín, estrenada el mes pasado en México.

Foto: Camilo Christen.

ILSE