El estudiante evangélico

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Programa de Formación Región Costa Centro AGEUP 2013

EL ESTUDIANTE EVANGÉLICO

Samuel Escobar Bobby Sng Oliver Barclay

Asociación de Grupos Evangélicos Universitarios del Perú 1


Este libro ha sido publicado por Ediciones CERTEZA CIEE © 1993 (2ª edición en castellano). Ediciones CERTEZA CIEE es el esfuerzo editorial de la Comunidad Internacional de Estudiantes Evangélicos en América Latina. La CIEE es un movimiento compuesto de grupos universitarios nacionales y autónomos que buscan compartir la historicidad de la encarnación, muerte, resurrección y señorío de Jesucristo, su relevancia en la vida del estudiante y su relación con la iglesia y la sociedad. Para mayor información, escriba a la CIEE, Casilla 17-08-8531, Quito, Ecuador, o consulte con los movimientos nacionales listados al final de este libro. También visite nuestros sitios web en: IFES - International Fellowship of Evangelical Students www.ifesworld.org CIEE - Comunidad Internacional de Estudiantes Evangélicos www.cieeal.org - www.ciee.tk (Hermenéutica) AGEUP - Asociación de Grupos Evangélicos Universitarios del Perú www.ageup.org.pe Responsable de la reproducción digital con fines de formación Región Costa Centro, Iván Campos Díaz , Obrero de la Región Costa Centro - AGEUP. E-mail: camposdiazivan@gmail.com 2


EL ESTUDIANTE EVANGÉLICO CONTENIDO

NUESTRA HERENCIA EVANGÉLICA Samuel Escobar

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LA OBRA ESTUDIANTIL Y LA IGLESIA Bobby Sng

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LA OBRA ESTUDIANTIL Y EL MUNDO Oliver Barclay

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PRESENTACIÓN

Cada cuatro años, la Comunidad Internacional de Estudiantes Evangélicos realiza su Asamblea General. Los movimientos estudiantiles miembros de la Comunidad esparcidos por todo el mundo se reúnen en esta Asamblea para considerar sus metas, los progresos llevados a cabo en el ministerio y las necesidades que se van presentando a nivel mundial. La Asamblea es un foro de expresión del pensamiento estudiantil y profesional evangélico en las situaciones y culturas más diversas. Casi siempre se prepara material que los delegados y observadores estudian con anticipación para el magno evento. Los tres trabajos que aquí se presentan son el material de estudio preparado para la Asamblea General que se realizó en Ashburnham Place, Inglaterra, del 18 al 27 de julio de 1983. Sus autores son líderes de la obra estudiantil desde sus años de universidad y han venido acompañando el trabajo de la Comunidad, en las capacidades más diversas, en Europa, Asia y América Latina. Estas páginas se presentan para el estudio, el debate y la acción de los discípulos de Jesucristo en las universidades de todo el mundo. Esperamos que contribuyan a que la chispa de los grupos estudiantiles, que hoy testifican de Jesucristo en América Latina, se convierta en una llama que abrace el continente con el fuego del Espíritu Santo y la pasión de servicio a Dios y al prójimo. Ediciones Comunidad Quito, 1993

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EL ESTUDIANTE EVANGÉLICO

NUESTRA HERENCIA EVANGÉLICA

Samuel Escobar El Dr. Samuel Escobar sirvió durante 26 años como Asesor de movimientos de la CIEE en América Latina y Canadá. Desde 1985 está dedicado a la enseñanza en el Seminario Bautista del Este, en Filadelfia, Estados Unidos. Es uno de los Vicepresidentes de la CIEE y también profesor visitante en varias instituciones teológicas latinoamericanas.

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NUESTRA HERENCIA EVANGÉLICA 1. LA CIEE Y LA IGLESIA EN EL SIGLO VEINTE 1.1 LA IGLESIA EN EL SIGLO VEINTE El desarrollo de la Comunidad de Estudiantes Evangélicos hasta llegar a ser una comunidad mundial compuesta de movimientos nacionales fuertes y autóctonos es un proceso que no se puede separar de la vida de toda la Iglesia. Es parte de uno de los avances misioneros más notables en la historia, que se ha dado contra viento y marea, en un siglo en el cual las fuerzas espirituales y sociales parecían presentar obstáculos insalvables. En nuestro siglo se han dado dos guerras mundiales, la lucha contra el colonialismo, la aparición de totalitarismos de derecha e izquierda y las tensiones de la guerra fría, para nombrar apenas algunos de los males más visibles. Pero éste ha sido también el siglo de avance misionero en todos los continentes, la época en la cual cristianos provenientes de lugares donde la fe no existía hace dos siglos han llegado a ser líderes de organizaciones cristianas mundiales, la época en la cual las comunicaciones masivas y el evangelismo de multitudes han extendido la proclamación el Evangelio a una escala que antes ni siquiera se hubiese soñado. 1.2 LA COMUNIDAD JUEGA SU PAPEL Durante este mismo tiempo, la Comunidad se ha desarrollado en el mundo estudiantil de manera que podemos ver ahora por lo menos tres resultados evidentes de su ministerio. En los países de habla inglesa ha producido una recuperación de la iniciativa en el campo de la investigación bíblica y teología seria, y en la vida universitaria. En algunos países del Tercer Mundo ha abierto la universidad para una evangelización permanente a través de movimientos nacionales autóctonos. Ha producido una generación de líderes capaces dentro del avivamiento evangélico mundial, que demuestran al mismo tiempo el fuego misionero con la erudición bíblica seria y la devoción a la verdad. Creo que esto ha sido posible debido al carácter evangélico de nuestro movimiento. Si permanecemos fieles a nuestra herencia evangélica podemos continuar siendo una fuerza misionera de avance y un cuerpo de personas seriamente preocupadas por la integridad del Evangelio, con un ministerio definido dentro de la Iglesia Universal.

2. LOS EVANGÉLICOS EN LA HISTORIA 2.1 LOS EVANGÉLICOS NO SON ALGO ENTERAMENTE NUEVO Con la forma tan lucida que lo caracteriza, John Stott ha demostrado que el cristianismo evangélico no es un fenómeno nuevo en este siglo, sino mas bien la forma de cristianismo que se ha forjado partiendo del modelo bíblico y que ha avanzado siglo tras siglo con vigor renovado. Stott explica que el cristianismo evangélico se puede comprender en la cuádruple fórmula que los Evangélicos reclaman para si: El cristianismo evangélico es teológico en cuanto a su carácter, bíblico en cuanto a su sustancia, original en cuanto a su historia y fundamental en cuanto a su énfasis (Stott, 1975, 48). Así pues la Comunidad no es un movimiento reaccionario desarrollado a fin de contraponerse a otros movimientos estudiantiles en nombre de la ortodoxia. Es más bien el resultado de una preocupación teológica y un sentido practico de misión que brota de la verdad. Expresa un movimiento del Espíritu de Dios que se renueva de tiempo en tiempo en su Iglesia. 2.2 LOS EVANGÉLICOS: LA PARTE MAS VIVA DE LA IGLESIA Con una visión penetrante y panorámica, posible gracias a su dominio de la historia de la Iglesia, el historiador Latourette hace dos comentarios muy importantes en cuanto al cristianismo evangélico. En primer lugar afirma que tanto en Europa como en el resto del mundo los Evangélicos son el segmento mas vigoroso del Cristianismo: Las minorías vitales de protestantes en Europa son en gran parte de tradición puritano-pietístico-evangélica. A la misma corriente obedece más aún el crecimiento en números e influencia fuera de Europa. Esto significa que el protestantismo mundial tiene más y más una complexión puritano-pietístico-evangélica (Latourette, 1957; 78). El autor demuestra cómo el avance misionero de los últimos dos siglos ha salido principalmente de fuente protestante y evangélica, porque ésta posición está mas cerca del meollo del Evangelio. 2.3 LOS EVANGÉLICOS: FIDELIDAD QUE RESISTE El segundo aspecto de la percepción de Latourette es que a través de los siglos de la historia cristiana, las formas de cristianismo que han persistido son aquellas que han mantenido un núcleo básico de creencias que tiene como centro a Jesucristo, la Biblia y el Evangelio. He aquí sus palabras: … las formas de cristianismo que han persistido han acentuado ese núcleo y han tratado de permanecer fieles a él. Algunos han agregado elementos sinceramente. Sin embargo, aquellas formas de fe que lo redujeron sustancialmente o han desaparecido o se han debilitado lentamente (Latourette, 1955; 21). 6


Precisamente por ello es que necesitamos proclamar, defender y aplicar el Evangelio, a fin de que continuemos viendo la persistencia de un espíritu evangélico en siglos por venir. 2.4 LOS EVANGÉLICOS: SOBREVIVIENTES DE CRISIS La persistencia resulta especialmente evidente en tiempos de crisis y cambio, y la historia misionera mas reciente prueba el punto de vista de Latourette. Escribiendo acerca del fracaso de la empresa misionera no evangélica, cuando se dio la crisis de la toma comunista del poder en China, el Obispo Stephen Neill afirma: El Cristianismo se presentó (en China) mucho mas como un programa de reforma política y social que como una religión de redención. Pero los conceptos del cristianismo liberal resultaron en última instancia menos dinámicos que los del Marxismo comunista… La interpretación liberal de la Biblia, de la cual estaban ausentes las dimensiones proféticas y escatológicas… produjeron una difundida falta de interés en la teología, una casi total falta de comprensión de la naturaleza de la Iglesia. (Citado en Fije-Glasser, 1962; 75). El resultado de tal pérdida de espíritu evangélico en aquella situación misionera se pudo ver cuando llegó la hora de la crisis ¿Qué sucedió entonces? El liberalismo cristiano se convirtió con facilidad en liberalismo cristiano-comunista en la China. El liberalismo cristiano pasó por alto el reconocimiento de la profundidad del pecado y en consecuencia de la necesidad de salvación personal, la humildad y la necesidad de límites a toda forma de poder social… La vida cristiana mas vigorosa en Pekín hoy en día no está en las iglesias sino en los grupos estudiantiles del estilo de la Comunidad… (Charles West citado en Fife-Glasser, 1962; 77). Estos comentarios son muy elocuentes pues vienen de líderes ecuménicos que no se ubican necesariamente en el campo evangélico.

3. LA EXPANSIÓN MUNDIAL DE LA COMUNIDAD 3.1 UNA AMPLIA GAMA CULTURAL Como movimiento evangélico entre estudiantes, la Comunidad ha llegado a ser verdaderamente una “comunidad internacional”, y está avanzando hacia la percepción adecuada de todo lo que significan esas dos primeras palabras de su nombre oficial. Cada movimiento tiene un trasfondo histórico diferente, y tiene que vivir en condiciones eclesiásticas, políticas y sociales muy diferentes. Nos regocijamos en nuestra herencia común, pero se necesita tiempo y experiencia en las diferentes circunstancias en que vivimos. 3.2 UN SUBSTRATO UNIFICADOR Un elemento común a todos nosotros es la edad similar de todos aquellos entre quienes trabajamos, y otro es el nivel educativo. Esta edad joven en el mundo estudiantil se está volviendo una especia de subcultura global con muchos elementos comunes en los cinco continentes. Debido a esta homogeneidad, muchos métodos y procedimientos son fácilmente transferibles de un país a otro. Ello está bien descrito en la palabra “estudiante” en nuestro nombre. Pero cuando consideramos otros aspectos de nuestra vida tenemos que aprender a reconocer las diferencias. 3.3 LA AMPLIA GAMA EVANGÉLICA Para empezar, por ejemplo, hay grandes diferencias entre las situaciones eclesiásticas en Gran Bretaña, Perú, Noruega, Singapur o Senegal. Una persona que se considera Evangélica en cada uno de estos países, viene de una experiencia muy diferente, por ejemplo, una historia diferente, y en consecuencia una manera diferente de vivir la fe. Un Evangélico británico puede ser Anglicano o Hermano Libre. Las consecuencias de su posición evangélica para su vida de iglesia, su ministerio y aún su carrera pueden variar mucho debido a la particular historia eclesiástica en Gran Bretaña. Pero tomemos al Evangélico peruano, que es miembro de una pequeña minoría religiosa en una cultura mayoritariamente católica. Para él, ser Evangélico significa volverse a bautizar, en el 95% de los casos. Comparémoslo con el evangélico noruego que casi seguramente será Luterano, y que nunca le pediría a una persona que ha tenido la experiencia de conversión que se vuelva a bautizar. Y luego pensemos en los desafíos especiales que se les presentan a los creyentes de Singapur o Senegal, que viven dentro de una sociedad dominada por una mayoría religiosa no cristiana. Para ellos ser Evangélicos no es tanto separarse y distinguirse de una mayoría nominalmente cristiana, sino que es mas bien la presencia y testimonio en un ambiente pagano. Es muy importante comprender estas diferencias si queremos formular adecuadamente el elemento común de lo que llamamos “nuestra herencia evangélica”. Las líneas denominacionales que están arraigadas en circunstancias históricas son significativas en Europa, menos importantes en Norteamérica y totalmente insignificantes en el Tercer Mundo. Mientras que la palabra “Anabautista” o la palabra “Pentecostal” puede poner muy nerviosos a ciertos evangélicos europeos, con un timbre de honor para Evangélicos en otras partes del mundo. Alrededor del mundo han surgido nuevas denominaciones como el resultado de las misiones independientes conocidas como “misiones de fe”. En su perspectiva, doctrina y práctica, son similares en mucho a los Evangélicos de Europa o Norteamérica, pero son muy diferentes en otros aspectos. Por ejemplo, la idea de celebrar la cena del Señor o comunión después de un campamento estudiantil, en algunos países europeos puede dar lugar a tremendos debates sobre el ministerio y los sacramentos, que han dividido a los cristianos desde la Reforma. 7


Por otra parte, en África y América Latina es lo mas natural que estudiantes Luteranos, Bautistas, Pentecostales y de la Alianza Cristiana y Misionera celebren la comunión como expresión de su experiencia evangélica en un campamento. Esa hermosa y solemne experiencia de la cena del Señor, durante la convención misionera de Urbana en los Estados Unidos, sería algo inconcebible para algunos evangélicos europeos, en esa clase de situación interdenominacional. 3.4 UNA PERSPECTIVA PERSONAL Todo esto significa que cuando yo trato de bosquejar nuestra herencia evangélica, estoy consciente de mis propias limitaciones, debido a la historia de mi iglesia en la parte del mundo donde vivo. Creo que los años de experiencia en la Comunidad, y la vida entre evangélicos en diferentes partes del mundo, han ampliado mi visión y la han profundizado. Pero mi manera de comprender la verdad evangélica está todavía muy ligada a mi propia nacionalidad y denominación. Sin embargo, no desespero porque, como quiero demostrar, la experiencia y la creencia evangélica es algo rico, variado, y pleno de posibilidades para el futuro.

4. UNA HERENCIA MULTIFACÉTICA La vida y el ministerio de la Comunidad, como parte del movimiento evangélico alrededor del mundo, es una buena expresión no sólo de una herencia doctrinal común sino también de muchas actitudes y prácticas que expresan la verdad. Es una joya multifacética. Algunos estaremos más inclinados a distinguir una faz que otra, pero deberíamos ser conscientes de que las otras fases están allí también. 4.1 LA HERENCIA DOCTRINAL DE LA REFORMA: VERDAD Y VIDA UN EJEMPLO: LA JUSTIFICACIÓN El Dr. Isabelo Magalit, que por muchos años ha sido un evangelista entre estudiantes de Asia, vinculado con la Comunidad, preparó una herramienta de evangelización que fue publicada pos las Sociedades Bíblicas en Filipinas. Allí Magalit explica claramente los que es nuestro mensaje. Cito aquí la forma en que explica lo que es la “justificación”: Justificar es absolver, declarar no culpable. En relación a la Ley de Dios somos criminales condenados. Ya estamos bajo sentencia de muerte, separados de Dios y de su vida. Nada de lo que hagamos puede ganarnos el perdón; ni siquiera toda nuestra devoción religiosa o nuestras buenas obras. Ninguno de nosotros es lo suficientemente bueno. La santidad de Dios demanda la blancura inmaculada de la novia, pero nuestros mejores esfuerzos vienen a ser como el sucio estropajo con que se limpia la cocina. Pero cuando Cristo murió tomó nuestro pecado sobre él mismo y nos dio su justicia. (Philippine Bible Society, 1978; Apéndice). El claro y moderno inglés de Filipinas en que escribió Isabelo refleja, como un eco, el alemán de Martín Lutero del siglo XV, quien con tanta claridad presentó la enseñanza de la Palabra de Dios acerca de la justificación por la fe. OTRO EJEMPLO: LA AUTORIDAD DE LA PALABRA DE DIOS Pedro Arana, asesor asociado de la Comunidad en América Latina preparó un trabajo para una consulta sobre ética social realizada hace unos años en Lima. Del mismo citamos: Lo que la iglesia evangélica debe hacer en la sociedad latinoamericana no se lo ha de decir ésta, ni el compromiso ideológico de sus miembros, ni el éxito numérico de sus actividades, sino el Dios vivo y soberano a través de su Palabra. Nuestro punto de partida para hablar de ética cristiana es la revelación de Dios, la Palabra de Dios en tinta (la Biblia) y la Palabra de Dios en carne (Jesucristo), de quien la primera da testimonio, juntamente con el Espíritu Santo. Esta afirmación de la revelación objetiva es necesaria porque nos libra del “experimentalismo” en sus dos versiones: la subjetivista, que reduce todo el compromiso con Cristo a arranques emotivos y vuelos místicos, y la objetivo-materialista, que quiere hacer de la situación histórica y la acción en ella el caldo de cultivo de la reflexión teológica, y lo que determina, (por ende), la ética de los cristianos. (C. René Padilla, ed 1974; 173). La sintaxis española de Pedro revela ecos de Calvino y otros reformadores que establecieron claramente la autoridad de la Palabra de Dios para la vida del creyente. Estos son sólo dos ejemplos de que tanto para la evangelización como para la obra teológica y pastoral somos deudores a las formulaciones doctrinales de la Reforma. Nuestra manera de comprender el núcleo central de la fe cristiana nos ha sido mediada por el redescubrimiento que se dio gracias a la Reforma. Las verdades básicas a las cuales hace referencia nuestra Base Doctrinal no son todo lo que creemos pero son los puntos principales de lo que consideramos decisivo para nuestro ministerio. John Stott ha dicho claramente: La acepción clásica de “evangélico” está involucrada con una teología del evangelio que se remonta hasta la Reforma y, en verdad, más allá de la Reforma, hasta la Biblia misma. (Stott, 1975; 34) 8


VERDADES PARA LA VIDA Es importante que aclaremos el sentido del término “herencia”, que estamos usando. No es únicamente la idea pasiva de un “depósito” que debe mantenerse y reverenciarse. Más que ello, es la expresión de verdades vivientes sin las cuales ni tenemos un mensaje ni tenemos una base para comprender la vida cristiana en el mundo. Somos Evangélicos porque éste es el Evangelio que anunciamos y estas son las verdades por las cuales vivimos. A partir de ellas estamos desarrollando una visión del mundo, una perspectiva y una forma de vida. EL FUNDAMENTO BÍBLICO Ser Evangélico no significa únicamente ser Protestante o Reformado, sino ser verdaderamente bíblico. Un principio central al genio de la Reforma fue el redescubrimiento de la Palabra de Dios como la única regla con autoridad de fe y práctica para la Iglesia. Porque Dios ha hablado existe un universo creado; porque Dios ha llamado hay un pueblo de Dios; porque Su Palabra se ha hecho carne en Jesucristo, tenemos un Evangelio. Una parte muy importante de este Evangelio es que todo lo que Nuestro Señor hizo y dijo fue “conforma a las Escrituras” (Lc 24:25-27; Hch 3:1126; Ro 1:1-6; 1 Co 15:1-4). De esta convicción proviene la insistencia en la doctrina correcta, y la predicación y enseñanza bíblicas como esenciales para la vida de la Iglesia y de todo movimiento estudiantil evangélico de verdad. La insistencia sobre una trasmisión y administración correcta del “depósito” de la fe que se recibe resulta evidente especialmente en las Epístolas Pastorales, pero es también una norma en los diferentes escritores apostólicos: compárese 2 Ti 1:13,14; 3:13-17; 1 P 1:22-25; 1 Jn 2:21-24. Su origen se puede advertir ya en la enseñanza del Señor mismo: Jn 8:31-32; 16:12-15. 4.2 EL PIETISMO: LA REALIDAD DE UNA NUEVA VIDA LA PIEDAD PERSONAL EN LA COMUNIDAD Nuestra insistencia en una Base Doctrinal puede ser el énfasis con el cual se ha identificado más estrictamente a la Comunidad en algunos países. En otros es la demanda de una conversión personal y las disciplinas de una vida espiritual profunda en el nivel personal y el comunitario. Alrededor del mundo, y a pesar de las variantes locales, el “tiempo devocional” es parte de la tradición de la Comunidad, y la evangelización se concibe como el hecho de llevar a las personas, tarde o temprano, a la experiencia de una entrega personal a Jesucristo. La vivencia de esta piedad y entrega personal son las bases de nuestro culto y piedad como grupos, y las acciones de entrega corporativa. La piedad personal y la grupal se enriquecen mutuamente. LA PIEDAD PERSONAL EN LA HISTORIA Estas características se asocian generalmente en la historia de la iglesia con el movimiento pietista que floreció en los siglos XVII y XVIII. Felipe Jacobo Spener (1635 -1705) y Augusto Hermann Francke (1663 -1727) fueron los precursores de este movimiento en la Alemania luterana. El Conde Zinzendorf (1700-1760) fue el líder del movimiento en Moravia. Las marcas de este avivamiento que afectó a las iglesias Protestantes, ortodoxas pero muertas, son: la reunión en pequeños grupos sin abandonar sus denominaciones, la lectura diaria y personal de la Biblia un busca de una palabra personal de Dios, y la importancia dada a la oración en esta disciplina espiritual. LA PIEDAD PERSONAL EN LA PRÁCTICA El pietismo no solo revivió a la Iglesia por dentro, sino que también la proyectó hacia la misión afuera de sí misma. Esto fue evidente especialmente en el surgimiento del movimiento misionero moravo que se desarrolló bajo el ministerio de Zinzendorf. Pero la influencia del pietismo también llegó a hombres como John Wesley en Inglaterra, Abraham Kuyper en Holanda, Hans Nielsen Hauge en Escandinavia y aún más lejos, a predicadores como Moody y Spurgeon de época posterior. De esta manera, el surgimiento del movimiento estudiantil evangélico que llegó a ser la Comunidad esta directamente vinculado con el Pietismo europeo. Más aún, los primeros misioneros que introdujeron el Evangelio en algunos países del Tercer Mundo, hace dos siglos, eran por lo general protestantes entusiastas influidos por el Pietismo. En sus escritos encontramos este claro sentido de un llamado personal de Dios, y en sus biografías admiramos la calidad y profundidad de su vida espiritual disciplinada. Cuando insistimos en enseñar a los estudiantes las disciplinas de un “tiempo devocional” o “encuentro con Dios” (cualquiera que sea el nombre que le demos), como parte del discipulado comprometido, nos estamos ubicando en la tradición de la herencia pietista, a la cual el movimiento evangélico actual tanto le debe. LA PIEDAD PERSONAL EN LA BIBLIA Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento encontramos en los hombres y mujeres de Dios la clara conciencia de una relación personal con Él. Refiriéndose a su propia vocación, Pablo usa las mismas palabras que usó Isaías (compárese Is 49:1 y Ga 1:15). En los Evangelios encontramos a Jesús refiriéndose constantemente a su relación personal y única con el Padre (Mt 11:27), y también encontramos en el libro de los Hechos que la obra apostólica depende de la dirección personal que el Espíritu da a individuos que tienen clara conciencia de ello (7:5460; 8:26,29,39; todo el capítulo 10; 15:28; 20:23). La piedad y la adoración dependen de esta relación personal. El Pietismo apunta a un precedente bíblico muy rico.

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NECESITAMOS LA PIEDAD PERSONAL Es una lástima que el término “pietista” haya adquirido una connotación negativa. Esto se debe a los extremos en algunos segmentos del mundo evangélico de habla inglesa: una moralidad legalista, una actitud demasiado negativa respecto al papel del cristiano en la sociedad y en el mundo, y una tendencia a formar criterios arbitrarios de espiritualidad que con frecuencia reflejan la influencia y ejemplo de líderes fuertes más bien que los requisitos directos de la Palabra de Dios. Tomando en cuenta la historia y la necesidad humana, tenemos que recuperar esta dimensión y darnos cuenta que la piedad personal intensa de ninguna manera necesita divorciarse de la reflexión teológica seria o del compromiso social y la acción misionera. Mi propia experiencia de veinte años en América Latina me ha mostrado que cuando se abandona esta dimensión, todo el empuje del movimiento estudiantil se debilita. En efecto, los líderes evangélicos que son utilizados por Dios son aquellos que tienen una vida espiritual disciplinada, en la mejor tradición pietista, aunque ellos no le den ese nombre. 4.3 LA EVANGELIZACIÓN ENTUSIASTA: UNA FORMA DE VIDA NUESTRO OBJETIVO: EVANGELIZAR La evangelización de estudiantes es algo fundamental para la existencia misma de nuestros grupos y movimientos nacionales. La necesidad de mantener este sentido de misión es importante especialmente cuando los movimientos han empezado a crecer y se han institucionalizado. La continuación de “un movimiento” puede volverse un fin en sí misma sin que éste cumpla sus metas trazadas. Nuestros grupos y movimientos están comprometidos en auspiciar una presencia cristiana en las aulas, de la cual surge la proclamación del Evangelio de Jesucristo. Debido a que la evangelización es un objetivo claro y definido de los movimientos de la Comunidad, estamos ubicados en la frontera donde se da el encuentro entre la incredulidad y la fe. Los grupos no se forman para que sirvan de refugio en el cual se protege la fe de los estudiantes, ni como células en las cuales se proyecta la atmósfera de la iglesia dentro de la universidad. Son más bien puntos donde los discípulos pueden crecer porque se embarcan en la misión y en ese proceso fortalecen su fe y la comprenden en un sentido más profundo. AVIVAMIENTO Y EVANGELIZACIÓN Ver el mundo como un campo de misión, tener una perspectiva de la realidad que brota de un corazón evangelizador es una de las marcas de la vida evangélica. En la historia contemporánea esta característica puede vincularse con toda época de avivamiento espiritual, pero especialmente con el gran avivamiento de la fe que marcó los siglos XVIII y XIX en los países de habla inglesa. Jorge Whitefield y los hermanos Juan y Carlos Wesley fueron ejemplos destacados de esta época. Mucho debemos a la mezcla de entusiasmo, piedad, disciplina y actividad incansable que caracterizaron su ministerio. La rica herencia doctrinal de la Reforma y la profundización de la vida espiritual que vino del Pietismo se pusieron en acción con pasión evangelizadora. Cuando la revolución industrial barría a Inglaterra, Whitefield y los Wesley se dieron cuenta que las masas que necesitaban a Cristo estaban fuera de la Iglesia, y se entregaron a la tarea de ir hacia ellas para traerlas a la familia de Dios. La labor de estos hombres, movidos por la pasión de que otros lleguen a salvarse, es algo verdaderamente sorprendente. Se ha dicho de Whitefield: En una época en que los viajes eran increíblemente lentos y trabajosos, cruzó dos veces a Irlanda, visitó Escocia quince veces, penetró hasta los últimos rincones de Inglaterra y Gales. Pero ninguna isla iba a contenerlo. Atravesó el Atlántico un total de trece veces (Skevington Wood, 1960; 80) En otro libro el mismo autor historiador nos dice respecto a Juan Wesley: En el curso de su vida cubrió cerca de medio millón de kilómetros en sus viajes, predicó cuarenta mil sermones, y aun tuvo tiempo para escribir más de doscientos libros (Skevington Wood, 1976; 116). La evangelización que realizaron estos hombres no fue solo una comunicación verbal de la verdad cristiana. También fueron activistas sociales. Lucharon contra los males sociales de su día y animaron a otros a entrar en la arena política y social. Fueron teólogos que se dieron a una reflexión creativa sobre la iglesia de su época, y también organizadores eclesiásticos. Howard Snyder ha observado: El don Wesley para organizar se puso al servicio de un objetivo: la formación de un pueblo genuino de Dios dentro de la iglesia institucional. Se concentró no tanto en los esfuerzos que llevaban personas a una decisión, sino en el momento que seguía a la decisión. Su sistema nada tenía que ver con la publicidad y la propaganda y su imagen pública sino con la construcción de la comunidad del pueblo de Dios (Howard Snyder, 1980; 2) Este avivamiento fue también el origen de numerosas agencias para la promoción de la obra cristiana, entre ellas las sociedades misioneras desde las cuales fue posible el gran avance del siglo diecinueve.

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La Iglesia mundial, que el Arzobispo Temple ha reconocido como “el gran factor nuevo de nuestra época”, sólo fue posible gracias al flujo de entusiasmo misionero y de esfuerzos que salieron de la Gran Bretaña después del avivamiento. (Skevington Wood 1960; 238). Tenemos una gran deuda con este movimiento, en esos hermosos himnos de los Wesley que cantamos todavía, en la participación en pequeños grupos como las “células” o “grupos de acción”, y en nuestro énfasis en un liderazgo laico para la evangelización y el avance. Conviene que recordemos estas raíces de las cuales venimos. Después de todo Whitefield y Wesley, como sus sucesores; sólo estaban redescubriendo principios bíblicos que encontramos también en Jesús y Pablo. EL MODELO BÍBLICO DE EVANGELIZACIÓN Así fue también el modelo bíblico. En el llamado mismo de Dios a su pueblo encontramos el propósito explícito de que éste sea misionero (compárese Gn 12:1-3 con 1 P 2:9-10). Esta es también la forma en la que Pablo define su vocación personal y su existencia: Ro 1:14-17; 2 Co 4:1-6. La riqueza del mensaje apostólico, arraigada en la riqueza de la revelación en el Antiguo Testamento, “conforme a las Escrituras”, (Hch 10:37-43; 1 Co 15:1-4) caracterizaron la actividad evangelizadora de Jesús, Pablo, Pedro, Esteban y Juan. Veámoslo en acción en las páginas de la Biblia, detengámonos a ponderar sus mensajes en las Epístolas. En todo ello no hay superficialidad. Cada uno de ellos es un hombre de oración, de sensibilidad a los impulsos del Espíritu de Dios, de verdadera piedad y un claro sentido de llamamiento de Dios. Y cada uno está también poseído del fuego ardiente de una vocación misionera. ¡Viven para la misión! Sí, más allá de Wesley, los pietistas o los reformadores llegamos al modelo bíblico y encontramos esta perspectiva y práctica evangélica.

4.4 LA IMITACIÓN DE CRISTO: UNA VIDA DIFERENTE NUESTRA VISIÓN DE LA SANTIDAD Íntimamente vinculado con los puntos que ya hemos mencionado está la preocupación por la santidad y la integridad en la vida personal. Partiendo de la centralidad de la obra salvadora de Jesucristo en el Evangelio, redescubierta por la Reforma y la experiencia personal de la salvación y comunión con el Señor, redescubierta por el pietismo y difundida por la evangelización se desarrolla una calidad de vida moldeada por el ejemplo de Jesucristo. Ole Hallesby uno de los fundadores de la Comunidad dice: Nuestra generación debe no solamente escuchar el mensaje cristiano sino verlo en vidas. A esta época es la acción lo que le resulta convincente. Si tratamos hoy en día de vivir nuestro cristianismo tendremos un gran avance. El Cristianismo es la vida de Cristo. Pero la vida de Cristo fue amor, servicio, negación de sí mismo, sacrificio y sufrimiento. Cómo me gustaría que todos nuestros jóvenes estudiantes regenerados fuesen al mundo estudiantil llevando estas realidades de la vida; entonces verían cosas mucho más grandes de las que se atreven a esperar. (Citado por Douglas Johnson, ed 1964; 183) Esta calidad de vida no es lo que caracteriza a la sociedad que nos rodea, ni siquiera en aquellas sociedades donde la Iglesia es una institución poderosa, con siglos de historia. Así que nuestra fe significa de manera inevitable, en muchos aspectos viviremos en abierto contraste con el mundo que nos rodea. Nuestro primer Secretario General C. Stacey Woods escribió: Una causa de la actual debilidad y falta de eficacia es que hemos dejado de puntualizar la diferencia esencial entre la forma cristiana de vivir y la forma no cristiana de vivir, entre el ser cristiano o no serlo. Si el mundo ignora a los cristianos e ignora a la iglesia, es porque nos inclinamos ante el mundo, buscamos sus favores y sus golosinas, y procuramos a toda costa imitarlo. La Biblia es absolutamente claro respecto a la diferencia entre un cristiano y un no cristiano (2 Co 5:17; Mt 6:24). (Woods, 1975; 118). UNA ILUSTRACIÓN DE LA SANTIDAD EN LA HISTORIA El énfasis sobre la calidad de vida según el modelo de Jesucristo fue especialmente marcado entre los Anabautistas del siglo XVI. Lamentablemente en algunos círculos sólo se conocen los extremos de Tomás Müntzer, y esto desde la perspectiva de sus enemigos. Hoy en día, sin embargo “La investigación histórica crítica reconoce unánimemente que el concepto de discipulado radical (Nachfolge) expresa mejor la esencia del Anabautismo” (A. J. Klassen, 1970; 110). Seguir a Jesús establece un claro contraste entre el creyente y el mundo. Este fue el `principio que llevó a los Anabautistas a cuestionar la simbiosis de iglesia y cultura que se identifica como “Cristiandad”. Ellos “procuraban un regreso a las raíces (radices) de la cristiandad anterior a Constantino, como se ven en el Antiguo Testamento y en la literatura patrística más temprana”. Y estuvieron listos a pagar las consecuencias. Dice el historiador checocanadiense Zeman: Con la posible excepción de la Iglesia anterior a Constantino, durante los períodos de severa persecución, ningún otro grupo cristiano en la historia caminó por la senda de la obediencia hasta la muerte como los Anabautistas lo hicieron. Fueron una iglesia de mártires, una iglesia signada por la cruz. La historia la cuenta con elocuencia una larga crónica que se titula El espejo de los mártires (J. K. Zeman, 1978; 20). Conforme el mundo se paganiza cada vez más, aun en tierras donde la sociedad tuvo antes una fuerte influencia cristiana, la pertinencia de esta dimensión de nuestra herencia evangélica resulta más evidente. 11


LA SANTIDAD PARA EL ESTUDIANTE Ahora bien, esto también se vincula con la tarea pastoral en el mundo estudiantil. Especialmente allí donde la Iglesia está adormecida o no tiene un buen ministerio, nuestros movimientos estudiantiles han tenido que proveer alimento espiritual y guía para la aplicación de la verdad a la vida diaria. El inmenso bagaje de literatura sobre asuntos como el sexo, la mayordomía, la ética personal y social, producida en nuestros grupos para satisfacer las demandas de estudiantes y profesionales ilustra bien este punto. Ni la evangelización ni el cambio social son permanentes y fructíferos sino existen grupos o comunidades que encarnen la nueva vida. Lo que nuestro finado presidente el Dr. Lloyd Jones dijo acerca de la Iglesia, se aplica a la obra estudiantil: El mundo actual necesita desesperadamente verdaderos cristianos y está buscándolos. Nunca me canso de decir que lo que la Iglesia necesita no es tanto organizar campañas evangelísticas para atraer gente de afuera, sino empezar ella misma a vivir la vida cristiana. Si hiciera eso, los hombres y mujeres llenarían nuestros edificios (Lloyd Jones, 1959; 18). LA SANTIDAD EN EL NUEVO TESTAMENTO El Nuevo Testamento afirma con toda claridad que Jesucristo no es sólo nuestro Salvador y Señor sino también nuestro modelo. Pedro afirma esto varias veces en su Primera Epístola, mostrándonos ambas dimensiones del ministerio de Cristo para nosotros: 1 P 2:21-25. En Juan 13:15 hay una clara afirmación del Señor vinculada a su afirmación más general de que nuestra manera de estar en el mundo es seguir el modelo de la suya: Jn 20:21. Pablo usa el mismo principio para su obra pastoral: 1 Co 11:1; 1 Ts 1:6. Cuando tomamos conciencia de la paganización de sociedades que antes estuvieron moldeadas por la enseñanza cristiana, vemos que es necesario redescubrir esta verdad, y la insistencia en ella se hace más urgente. 4.5 LAS IMPLICACIONES SOCIALES DEL EVANGELIO LOS EVANGÉLICOS Y LA RESPONSABILIDAD SOCIAL El Obispo Anglicano de Kenya, David Gitari, quien fue líder estudiantil y asesor viajero con la Comunidad en África Oriental, nos describe lo que ha sido un reciente desarrollo en el mundo evangélico: Durante un Congreso de Evangelización Mundial que se realizó en Lausana en 1974, los evangélicos de todo el mundo adoptaron una posición sin precedentes respecto a la responsabilidad social del cristiano. No cabe duda que el Pacto de Lausana ha demostrado al mundo que los Evangélicos han experimentado un cambio dramático en su pensamiento sobre la responsabilidad social (Lionel Holmes ed., 1978; 21). Lausana fue la culminación de un largo proceso que se dio en diferentes segmentos del mundo evangélico, siendo uno de ellos precisamente la Comunidad. En el mundo de habla inglesa se publicaron dos libros significativos relacionados con el tema. En 1960 la editorial Tyndale Press publicó una obra básica de investigación sobre el Nuevo Testamento: The Social Pattern of Christian Groups in the First Century (El modelo social de los grupos cristianos en el primer siglo), por el historiador australiano E. A. Judge. El libro exploraba “un tema de gran interés” para los escritores del Nuevo Testamento: la obligación social. En 1964, la misma casa editora sacó a la luz la obra The Christian in Industrial Society (El cristiano en la sociedad industrial) por el estadista evangélico Sir Fred Catherwood, libro que fue resultado de presentaciones y discusiones con profesionales del movimiento británico vinculado a la Comunidad, para dos Asambleas Generales del movimiento: “El Cristiano en la Sociedad; su Actitud Frente a la Injusticia Social y la Discriminación Racial” (1967) y “La Salvación del Individuo y el papel de la Obra Social” (1971). Un trabajo más amplio fue preparado también por Hans Bürki y traducido a varios idiomas: El Cristiano en el Mundo (1967). Las ideas básicas de todo este material se incorporaron en las ponencias que René Padilla y yo presentamos en el Congreso de Lausana. El argumento principal de nuestra presentación fue que simplemente estábamos llamando la atención de nuestros hermanos a un aspecto de la vida y obligación de los cristianos que los evangélicos habían olvidado debido a condiciones históricas particulares. En este proceso hubo un regreso a fuentes evangélicas y a la Palabra de Dios a fin de comprender nuestra obligación social hoy en día. LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EN LA BIBLIA Un aspecto distintivo de la religión en el Antiguo Testamento es que no podemos separar el culto de la ética. Is1:1317 se basa en la naturaleza del Pacto: Dt 6. Este es el trasfondo de la enseñanza que con claridad meridiana nos da Jesús respecto a los dos mandamientos fundamentales: Ama a Dios y ama a tu prójimo (Mt 12:28-34; Mt 22:34-40). Juan resume la relación entre salvación y amos al prójimo (1 Jn 3:16-17) y Cristo se refiere al efecto que nuestras obras de amor tienen produciendo culto a Dios: Mt 5:13-16. EXPRESIONES DE RESPONSABILIDAD SOCIAL Varios de nuestros movimientos alrededor del mundo han dado expresión a esta preocupación social a través de proyectos concretos. En Gran Bretaña el “Proyecto Shaftesbury” es un ejemplo de aplicación especializada y sistemática de la enseñanza bíblica a cuestiones sociales. En el Perú el “Proyecto Huaylas” ha sido un esfuerzo por demostrar la preocupación social evangélica de estudiantes y profesionales creyentes, en una aldea rural. La 12


enseñanza sobre estos asuntos está convirtiéndose en un aspecto importante del proceso de discipular a los futuros profesionales, quienes deberían tener una visión misionera del mundo y de su papel en él, como parte de la madurez cristiana. 4.6 LA IMPORTANCIA DE LA IGLESIA LA COMUNIDAD COMO MOVIMIENTO PARAECLESIÁSTICO Los evangélicos están convencidos de que la Iglesia es importante y central en el plan que Dios ha revelado en su Palabra. Como movimiento Evangélico, la Comunidad recalca que no es una iglesia. A veces expresamos lo que es nuestro papel diciendo que somos “un brazo de la Iglesia” en la universidad. Hemos insistido en que nuestra tarea evangelizadora se completa cuando una persona que llega a conocer a Cristo en un grupo estudiantil termina siendo miembro activo en una iglesia local. Creemos que en la Comunidad tenemos una historia mejor que la de otros movimientos estudiantiles en este aspecto. Una característica interesante del ya mencionado Congreso de Lausana fue que en algunas de las voces dirigentes que representaban a sus iglesias en ese evento, fueron personas convertidas, reavivadas o capacitadas en los movimientos de la Comunidad en cinco continentes. LOS EVANGÉLICOS EN LA RENOVACIÓN DE LA IGLESIA Richard F. Lovelace se ocupa de este punto en uno de lo libros más amplios que se han escrito recientemente acerca del movimiento evangélico: Dynamics of Spiritual Life (La Dinámica de la Vida Espiritual) nos dice: Si prestamos atención a la historia del movimiento evangélico, podemos ver muchas evidencias de que éste, en sí mismo, estuvo desde el comienzo destinado a ser una fuerza regeneradora que expresaba la levadura del Reino de Dios, dentro de las estructuras más amplias e inclusivas de la iglesia, y no tanto un movimiento separatista que buscaba ser la iglesia perfecta (Richard F. Lovelace, 1979; 294) Sin embargo, Lovelace reconoce que no siempre fue posible realizar el ideal de renovación sin cisma que Lutero tenía, y que se expresaba en su frase ecclesiolae in eclesia (pequeñas iglesias dentro de la iglesia). Señala este autor que el separatismo de los Anabautistas Evangélicos, por ejemplo, preservó valores que de otro modo se hubieran desvanecido (Id.; 295). En la práctica, muchos de nuestros movimientos viven dentro de una verdadera tensión, para poder mantener el principio de respeto por la Iglesia y su unidad. A veces la vida espiritual que surge se ve encadenada por tradiciones que no son bíblicas, a veces hay falta de enseñanza adecuada y de ministerio pastoral para los nuevos creyentes, y a veces la generación mayor no comprende el celo evangelizador de los más jóvenes. En muchos lugares quienes ministramos entre estudiantes hemos podido ver que la gran tentación para los jóvenes y sus movimientos es llegar a ser una iglesia o un sustituto de la iglesia. Pero es necesario insistir que no debemos caer en esto, cualesquiera sean las presiones que nos empujen a ello, no debemos convertirnos en una secta. Vale la pena citar aquí a otro de nuestros pioneros, el británico Douglas Johnson: La verdad simple y llana es ésta, que cuando la verdad eterna corre el riesgo de desaparecer por descuido, el Evangélico se siente guiado por su lealtad a Cristo a intentar que se escuche su voz. Como declaró el fundador del movimiento estudiantil noruego: “Hay que lamentar todo cisma en los círculos cristianos; pero cuando nuestra posesión más preciosa, el Evangelio de libertad, está en juego, no podemos hacer concesiones en ningún punto” (Johnson, 1974; 45). EL MODELO DEL NUEVO TESTAMENTO La preocupación evangélica por la Iglesia sigue la enseñanza del Nuevo Testamento, que es muy clara al respecto. Su mejor expresión se encuentra en la Epístola a los Efesios, donde se establece la existencia a los dones y la forma del ministerio, ubicándolos en el contexto cósmico del propósito de Dios y la consecuente preocupación por la unidad del cuerpo que es la iglesia (p. ej. Ef 4:1-16).

5. UNA HERENCIA LIBERADORA 5.1 NO SE TRATA DE UNA CARGA PESADA Nuestra herencia no es una carga pesada que generaciones anteriores nos han impuesto para mantenernos bajo su control. A veces la propia expresión “herencia” le disgusta a la gente joven porque transmite esa imagen. Pero lo que vemos en nuestra propia historia y en la historia de la Iglesia en que estos principios básicos de la vida y la verdad evangélicas han sido verdades liberadoras, elementos dinámicos dentro de los movimientos de renovación que Dios ha usado para mantener a su iglesia viva en tiempos de crisis y avance. Es así como lo entendemos en la Comunidad. 5.2 LA VERDAD: NUESTRA VIDA En primer lugar, no es la Iglesia la que produce la verdad cristiana sino al revés: la verdad cristiana produce a la Iglesia. De la misma manera, no es la Comunidad la que ha producido la verdad evangélica, sino que la Comunidad es el resultado de la verdad evangélica; el Espíritu de Dios en acción por medio de su Palabra. Separados de la fuente de nuestra vida, pronto moriríamos. Aunque continuásemos funcionando como institución, estaríamos muertos espiritualmente. 13


5.3 LA VERDAD: NUESTRA MISIÓN En segundo lugar, existimos como un propósito, tenemos una misión. Esa misión se define basándose en la verdad evangélica. Surge de ella. Esta verdad, el Evangelio, constituye la única acción y la única palabra que podemos ofrecer al estudiante de hoy. Si lo abandonamos no tenemos misión ni propósito. Podríamos continuar con las actividades de auto preservación institucional, pero no estaríamos cumpliendo nuestra misión. 5.4 LA VERDAD SE COMPRENDE EN LA ACCIÓN En tercer lugar, nuestra herencia evangélica se comprende mejor en la acción. Un estudio y comprensión intelectual de ella no son suficientes. Conforme vivimos nuestra fe en el mundo, descubrimos las dificultades y también la validez del estilo de vida semejante a Cristo. Conforme compartimos el Evangelio, reconocemos su pertinencia para responder a las necesidades de la gente, su aplicabilidad a la condición humana. Conforme trabajamos y luchamos experimentando las tensiones del discipulado en un mundo hostil nos damos cuenta qué importante es cultivar los recursos espirituales interiores mediante el encuentro diario y personal con Dios.

6. ¿QUÉ PODEMOS HACER? 6.1 Además de agradecer a Dios por nuestra herencia y por la finalidad y valor de aquellos que la mantuvieron, ¿qué nos toca hacer? Tenemos por lo menos tres desafíos por delante. TRANSMITIRLA ¡Hay que pasar la posta! Para eso se nos ha dado. Como dice Pablo: “(estamos) encargados de enseñar los secretos del plan de Dios. Pues bien, el que tiene un encargo debe demostrar que es digno de confianza” (1 Co 4:12 VP). Cada uno de los seis puntos de nuestra herencia polifacética se puede expresar en enseñanzas y prácticas sencillas que todo estudiante en nuestros grupos alrededor del mundo debiera estar en condiciones de comprender y aplicar. Parte del arte de la enseñanza consiste en reducir las grandes verdades a declaraciones sencillas, y en diseñar una serie progresiva de pasos partiendo de las prácticas y verdades más sencillas hasta las más avanzadas. Sencillo no significa simplista. Por ejemplo, el libro Cristianismo Básico de John Stott ya ha sido traducido a veintiséis idiomas. Es una excelente iniciación en la gran herencia doctrinal de la Reforma tal como se aplica a la vida diaria, hoy en día. Puede que las modernas generaciones de la época de la televisión lo consideren un libro muy largo. Algunos movimientos han producido herramientas más breves pero hay que hacer todo esfuerzo posible para transmitir los elementos básicos con fidelidad. SEGUIR AVANZANDO ¡Pero no nos quedemos en el nivel básico! Hay que desafiar a los estudiantes a avanzar hacia la madurez. Consigue que tus líderes tomen conciencia de la historia, que crezcan en su vida devocional, que consigan articular con claridad su expresión de la verdad evangélica, que sean capaces de debatir y defender el Evangelio, que puedan entrar en profundidad en su tarea evangelizadora, que sean sólidos en su carácter y entregados a una vida de servicio, como su Maestro. Esto demanda que se complete el proceso de transmisión. Lo básico es para todos, lo avanzado para algunos, pero a todos hay que desafiarlos a crecer. 6.2 PROFUNDIZAR CUIDADOSAMENTE La belleza, profundidad y pertinencia de la práctica y la verdad evangélicas sólo se comprenden cuando uno se dispone a penetrar en sus profundidades. Esto demanda trabajo serio. Sin duda alguna creemos que es tan importante que hay que dedicarle tiempo y energía y no limitarse únicamente a repetir frases y gestos. Tenemos que aprender a reflexionar, a evaluar y aun a cuestionar la validez de lo que vamos haciendo y predicando. Si se me permite un testimonio personal, me gustaría decir que estoy agradecido por la forma en que se me enseñó lo básico cuando siendo estudiante me acerqué a un grupo de la Comunidad. También estoy agradecido por las múltiples oportunidades provistas mediante cursos, conferencias y Asambleas Generales, que me llevaron a conocer lo más profundo de nuestra herencia. Estoy agradecido por la inmensa cantidad de literatura evangélica publicada por nuestros movimientos hermanos en Gran Bretaña y Estados Unidos. Todos agradecemos a Dios por personas como Stacey Woods, Hans Bürki, John Stott, entre otros, quienes han realizado largos y fatigosos viajes para pasar días y horas enseñándonos, en un encuentro cara a cara, ayudándonos en este proceso de profundización. Ahora estamos entregados no sólo a esa tarea, que nunca acaba, de enseñar lo fundamental; sino también a ayudar a los líderes en el fatigoso pero apasionante proceso de profundizar cuidadosamente un nuestra fe y nuestra práctica evangélicas. 6.3 CONTEXTUALIZACIÓN CULTURAL CREATIVA Conforme la Comunidad avanza hasta las partes más remotas de la tierra, los movimientos nacionales enfrentan la tarea de tomar nuestra herencia evangélica y ponerla a funcionar dentro de su propia realidad, esto no es sólo una técnica de ventas. No tenemos un producto final empaquetado llamado “herencia evangélica”, hecho en el Perú, Inglaterra, Estados Unidos o Noruega, y que debemos vender a consumidores en las universidades del mundo. Se trata más bien de que tenemos una verdad viviente que personas de carne y hueso entienden y aplican dentro de sus muy variadas circunstancias. Esto sólo sucederá si la CIEE es de veras una “Comunidad”. Si hay respeto muto de cada movimiento nacional a todos los otros, confianza en la obra del Espíritu Santo en cada situación nacional. Lo 14


que debemos evitar es toda forma de imperialismo cultural que se cubre con el disfraz de “preocupación por nuestra herencia evangélica”. Hay una distinción teológica muy útil que la debemos a David F. Wells y que vale la pena señalar aquí. En su libro The Search for Salvation (La búsqueda de la Salvación) expone la doctrina central de la fe evangélica, dentro del trasfondo de las teologías e ideologías contemporáneas. Dice: La doctrina y la teología se relacionan no como disciplinas adyacentes, una al lado de la otra, sino como el primero y el segundo paso de un mismo proceso. La teología se debería preocupar con la organización de las doctrinas, exploración de sus relaciones, defensa de su enseñanza, relacionando su contenido con otros campos del conocimiento y aplicando sus conclusiones a cada época en una expresión filosófica y cultural autóctona. En otras palabras, la teología es lo que hace que la doctrina eche raíces en una época particular … La doctrina nunca cambia; pero la teología, que es la que pone una cáscara alrededor de la nuez, sí cambia. La doctrina rechaza la novedad, la teología, en sus papeles interpretativo y defensivo, la requiere (Wlls, 1978; 40,42). Esto es un buen ejemplo que puede aplicarse a la totalidad de nuestra herencia evangélica. En cada aspecto podemos captar un elemento básico que no cambia, y tenemos luego libertad para cambiar lo que sí debe cambiar, de acuerdo a nuestra propia situación. Alabamos a Dios y le damos gracias por nuestra herencia evangélica. Comprometámonos a ser administradores fieles de lo que se nos ha confiado. No hay otra forma de sobrevivir como instrumentos útiles en las manos de nuestro Dios.

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PREGUNTAS PARA DISCUSIÓN EN GRUPOS 1. Escobar señala cómo los evangélicos han sido “la parte más viva de la Iglesia” (2.2) y “han persistido a través de los siglos” (2.3) con un avance misionero amplio debido a que permanecieron fieles a un núcleo básico de creencia que se centra en Jesucristo, la Biblia y el Evangelio. Sin embargo, todavía nos falta mucho terreno por conquistar. ¿A qué se deberá ello? ¿Por qué algunas personas son evangélicas sólo por un tiempo? ¿Estaremos fracasando? En tal caso ¿cómo podremos mejorar? 2. “Insistimos enseñar a los estudiantes la práctica del tiempo devocional” (4.2) En tu experiencia, ¿Cuál es la mejor forma de lograr esto? ¿Cuál sería el antídoto contra la “sequedad o esterilidad espiritual”, aun en medio de riquezas espirituales? 3. ¿Es la Base Doctrinal de tu grupo nada más un “depósito” al cual se reverencia? ¿Cómo actúan estas verdades fundamentales de la doctrina sobre la piedad, la evangelización, la ética, etc.? ¿Cómo has pasado de la enseñanza de la verdad bíblica y doctrinal a la enseñanza de la obediencia a Cristo? 4. ¿Cómo resuelves la tensión de que nuestros grupos existen para la evangelización y no como un refugio para proteger a los estudiantes (4.3)? 5. ¿Cómo podemos mejorar en la ayuda a los estudiantes para que sean transparentes, santos, según el estilo de vida delineado en 4.4? Da algunos ejemplos. 6. ¿Has visto cambios significativos en las iglesias protestantes o evangélicas de tu país como resultado de la obra de tu grupo o movimiento? ¿Qué contribuciones distintivas te gustaría ver que haga tu movimiento estudiantil en tu universidad, tu país y tu iglesia? 7. la vida estudiantil es corta. En vista de ello ¿cuáles son ahora tus obligaciones sociales y cómo puedes cumplirlas? Considera esta pregunta teniendo en cuenta ilustraciones de tu movimiento. 8. Necesitamos transmitir nuestra valiosa herencia. ¿Cuál es la manera más efectiva que has encontrado para vivirla, comprenderla y transmitirla? ¿Qué peligros has encontrado en la “contextualización cultural” y cómo los has superado?

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BIBLIOGRAFÍA Lamentamos mucho que la bibliografía sobre este asunto se encuentre, en buena parte, únicamente en inglés. A continuación indicamos los libros que se han citado a lo largo del texto de este artículo. Ofrecemos luego una lista de libros que contienen material semejante o relacionado con el tema.

Historia de los Evangélicos: Kenneth Scott Latourette, Challenge and Conformity, Harper, New York, 1955. Kenneth Scott Latourette, Desafío a los Protestantes, La Aurora, Buenos Aires 1957. Richard F. Lovelace, Dynamics of Spiritual Life, Inter Varsity Press, Downers Grove, 1979.

Historia de la CIEE: Douglas Johnson, ed. AB. History of the IFES, Lausanne, 1964. C. Stacey Woods, The Growth of a Work of God, Inter Varsity Press, Downers Grove, 1978. Samuel Escobar, La Chispa y la Llama, Ed. Certeza, B.A. 1978.

Distintivos Evangélicos: Philippine B. Society, Good News New Testament, Manila, 1980. Hans Bürki, El Cristianismo en el Mundo, Ediciones Evangélicas Europeas, Barcelona. Lionel Holmes, Church and Nationhood, World Evangelical Fellowship, New Delhi, 1977. A.J. Klassen, Consultation on Anabaptist Theology, Council of Mennonite Seminaries, 1970. Martyn Lloyd – Jones, El Sermón del Monte, Estandarte de la Verdad, Cochabamba. A. Skevington Wood, The Burning Heart, Paternoster, Exeter, 1976. Howard A Snyder, The Radical Wesley, Inter Varsity Press. John R.W. Stott, Las Controversias de Jesús, Certeza B.A. 1975. John R.W. Stott, Cristianismo Básico, Ed. Certeza B.A. 1977. Eric Fife-Arthur Glasser, Missions in Crisis, IVCF, Chicago, 1961. C. René Padilla, ed. Fe Cristiana y Latinoamericana Hoy, Ed. Certeza, B.A. 1974. Jarold K. Zeman, Baptist Roots and Identity, Baptist Convention of Ontario and Quebec, Toronto, 1978. Otros libros útiles: Donald G. Bloesch, El Renacimiento Evangélico, CLIE, Barcelona, 1980. Pedro Savage, Ed., El Debate Contemporáneo sobre la Biblia, Ediciones Evangélicas Europeas, Barcelona, 1972. C. René Padilla, El Evangelio Hoy, Ed. Certeza, 1975.

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LA OBRA ESTUDIANTIL Y LA IGLESIA

Bobby Sng El Dr. Bobby Sng, doctor en Medicina, fue Secretario General de la FES, el movimiento de la CIEE en Singapur (1968-1988) y luego Secretario de Profesionales (1988-1992). Actualmente escribe para el grupo de profesionales y colabora en un hospital de ancianos, un esfuerzo coordinado de las iglesias y el gobierno. ContinĂşa apoyando activamente el ministerio estudiantil y profesional.

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LA OBRA ESTUDIANTIL Y LA IGLESIA 1. LA SITUACIÓN VARÍA DE PAÍS A PAÍS En algunos, la obra estudiantil y la vida de la Iglesia están más desarrolladas que en otros. Además, la relación entre las iglesias locales y el testimonio estudiantil en las universidades puede variar desde un ambiente de mutua aceptación y cooperación hasta uno de confrontación directa. A pesar de esas diferencias, espero que los principios generales que se presentan aquí tengan pertinencia para la situación en nuestros respectivos países.

2. TRASFONDO HISTÓRICO 2.1 La obra cristiana entre estudiantes tiene una larga historia. El Señor Douglas Jonson anota que en Occidente hubo sociedades religiosas entre estudiantes desde hace por lo menos 400 años. Nos dice: “Lo que más destaca en el estudio de los archivos de tales grupos es que la práctica de formar grupos cristianos para la edificación mutua, el estímulo unos a otros, y el trabajo misionero, es una característica existente desde hace muy largo tiempo en el mundo estudiantil.”1 2.2 Durante la segunda parte del siglo XIX, la obra estudiantil en Occidente adquirió nuevos bríos. Como el resultado del ministerio de personas como Dwight L. Moody, Robert P. Wilder, Juan R. Mott y otros, y a través del establecimiento de organizaciones como YMCA, el Movimiento Estudiantil Voluntario, el Movimiento Estudiantil Cristiano y otros, miles de estudiantes fueron confrontados con el reto misionero y voluntariamente fueron al extranjero a difundir el Evangelio. 2.3 La obra estudiantil en el Tercer Mundo es de origen más reciente. Sus raíces se remontan al siglo XIX cuando la obra misionera protestante se estableció formalmente. El Japón es un buen ejemplo. Después de la restauración de Meiji en 1868 el país se abrió más al resto del mundo. En su esfuerzo por modernizar el país, el gobierno invitó a profesores extranjeros a venir a educar a la gente en el conocimiento y las habilidades occidentales. Entre los que allí fueron hubo profesores cristianos con fuertes convicciones bíblicas. Algunos de ellos, en poco tiempo, ganaron para Jesucristo a varios estudiantes japoneses. Así que en la década del 80 del siglo pasado hicieron su aparición varias “Bandas Estudiantiles” cristianas, como las de Yokohama, Kumamoto y Sapporo. Muchos de estos estudiantes tenían el espíritu vigoroso de los samuráis y tomaron muy en serio su conversión. El 30 de de Enero de 1876, 35 estudiantes que pertenecían a la Banda Kumamoto subieron a al colina de Hamaoka y solemnemente hicieron un voto de lealtad a Jesucristo y juraron ganar la nación para el Señor. De estos grupos de estudiantes salieron más tarde los primeros educadores y pioneros cristianos nacionales. En 1872 había solamente diez creyentes protestantes japoneses bautizados. Por el año de 1888 las iglesias protestantes habían crecido hasta alcanzar los 25.514 miembros. 2.4 En China, los cuerpos misioneros establecieron instituciones de educación superior en Shangai, Nanking, Canton y Pekín durante la última parte del siglo XIX. La supresión, en 1905, de los Exámenes de Servicio Civil (basados en un anticuado sílabo confucionista) y la aparición del Movimiento del Nuevo Pensamiento, doce años mas tarde, dieron nuevos bríos a quienes deseaban adquirir conocimientos y habilidades orientales. Estos resultaron días oportunos para la extensión de la obra estudiantil cristiana. Por el año de 1934, los grupos protestantes habían establecido 23 instituciones de educación superior, las cuales proveían para las necesidades de unos 6000 estudiantes. La ausencia de un mayor éxito para estas instituciones puede deberse al desorden social proveniente de la lucha entre varias facciones sociales al interior de la China. Además, la iglesia también se había debilitado a causa de su teología liberal. 2.5 Para la mayoría de los países del Tercer Mundo, la obra estudiantil es un fenómeno posterior a la Segunda Guerra Mundial. En algunos casos ha habido un ministerio precedente en las universidades, como el del MEC. Pero los estudiantes evangélicos han reaccionado frente a la teología liberal de estos movimientos estableciendo nuevos grupos estudiantiles. En otros casos los grupos de estudiantes evangélicos han aparecido en lugares donde no había competencia. La forma en la cual aparecieron nuestros grupos a veces deja cicatrices en la relación entre las iglesias y nuestro movimiento. 3. LA PERSPECTIVA DE LA IGLESIA ACERCA DE LA OBRA ESTUDIANTIL 3.1 Los Hombres de discernimiento en la Iglesia casi siempre han visto la importancia del ministerio entre los estudiantes. La universidad es un campo misionero donde se gana a los estudiantes para Cristo. Ya vimos tal posibilidad en la sección 2.3. Que los estudiantes son difíciles de ganar para Cristo por sus dudas intelectuales es solamente una media verdad. También es verdad que los estudiantes figuran entre las personas de mente más abierta. La naturaleza de su educación hace que muchos de ellos piensen detenidamente en los asuntos que se les presentan. Los que vienen de trasfondos no-cristianos a menudo están listos a re-examinar sus presuposiciones religiosas y considerar las 19


afirmaciones de otras religiones. Así que pueden convertirse. La universidad puede ser un campo fructífero para la evangelización.2 3.2 La universidad también es un campo de batalla ideológico donde los mismos estudiantes cristianos tienen que aprender a “derrotar los argumentos y todo obstáculo orgulloso que se anteponga al conocimientos de Dios, y llevar cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo” (2 Co 10:15). Aquí es donde el apoyo de otros estudiantes con las mismas creencias, conferencistas cristianos, y el apoyo de la Iglesia misma son tan importantes. En el ministerio universitario, la Iglesia no solamente trata de beneficiar a los nuevos creyentes, sino también trata de asegurar a sus propios miembros que tienen que entrar en estas implacables batallas ideológicas. 3.3 Otra forma en que la Iglesia ha visto el ministerio estudiantil, es considerar a la universidad como un tipo de entrenamiento para el servicio futuro de la Iglesia. Es aquí donde los estudiantes aprenden a trabajar junto con cristianos de diversos trasfondos eclesiásticos, a desarrollar su potencial de liderazgo, a ampliar su visión y a adquirir motivación y habilidades para la dirección de grupos de estudio bíblico, de evangelización personal, etc. La Iglesia obtiene provecho de todo esto. El gran obrero estudiantil John Mott se había dado cuenta de esto cuando dijo: “Sin duda, en muchos aspectos, el campo más importante al cual ha entrado la Iglesia de Cristo es el campo estudiantil, porque este campo provee un número sumamente elevado de líderes en las varias áreas del pensamiento y la acción. Es entonces alta estrategia, alta habilidad de estadista y alta calidad de pastorado el ir a estos centros de enseñanza y hacer lo que Eliseo en el manantial de aguas: Poner sal allí”.3 3.4 En la sección 2.2 hablamos de la universidad como un posible territorio para conseguir misioneros para la evangelización mundial. La experiencia del Movimiento Estudiantil Voluntario en Estados Unidos nos da un ejemplo de esto. Este movimiento tuvo sus orígenes en una conferencia estudiantil celebrada en 1886, en la que 100 estudiantes se ofrecieron voluntariamente como misioneros dondequiera que los guiara el Señor. Tal fue el entusiasmo de los estudiantes, y el ímpetu inyectado por Robert Wilder, que para 1888 este grupo había alcanzado los tres mil voluntarios. El lema de la organización, “La Evangelización del Mundo en esta Generación”, cautivó la imaginación de los estudiantes cristianos. En el lapso de 50 años, cerca de 18,000 estudiantes se habían preparado y salido como misioneros. De manera similar, en Inglaterra, el ejemplo del grupo “Los Siete de Cambridge” en la década del 1880 incendió la imaginación de los estudiantes y abrió una nueva era para la empresa misionera. Douglas Johnson observa: “Es difícil para aquellos que leen biografías hoy en día apreciar el impacto que sobre los estudiantes y el público obraba el anuncio de que un grupo de graduados como aquel se había ofrecido 4 voluntariamente para un servicio de este tipo”. En muchos países en desarrollo, la obra estudiantil tiene una historia más reciente. Pero en muchos casos, similarmente, los graduados cristianos han tomado la iniciativa de salir como misioneros a otros países.

4. LA RELACIÓN ENTRE LA OBRA ESTUDIANTIL Y LA IGLESIA 4.1 En vista de la significativa contribución que la obra estudiantil puede hacer a la vida de la Iglesia, uno podría pensar que las relaciones entre ambas han debido ser siempre armoniosas. Que ello no es así se evidencia por la necesidad de exhortar continuamente a los estudiantes a ser miembros de alguna Iglesia y por la preocupación de la Iglesia por la manera como algunas veces se ha desarrollado la obra estudiantil. Algunos factores que pueden haber contribuido al presente estado de cosas son las siguientes: 4.2 Los estudiantes a menudo no entienden adecuadamente lo que significa ser cristiano. Entre los evangélicos se pone mucho énfasis en el individuo (por ejemplo la necesidad de tomar una decisión personal para aceptara a Cristo). Pero la exageración algunas veces produce un individualismo enfermizo en la práctica de la fe. Los estudiantes pueden por ello dejar de comprender que para ser cristiano no sólo es necesario convertirse, sino también pertenecer a un cuerpo de creyentes, del cual es expresión la Iglesia Local. En un discurso durante una conferencia de estudiantes evangélicos en 1934, el Profesor O. Hallesby advirtió contra esta clase de individualismo: “Nuestro mensaje es el mensaje de la comunión de santos. Los estudiantes tienden a practicar un cristianismo no solo académico sino también individualista durante el tiempo de sus estudios, y también más tarde, cuando se han dispersado por todo el país. Trabajemos contra esta manera egoísta de vivir el cristianismo. La vida de un cristiano tiene dos bases fijas: la oración secreta y la comunión con los santos”.5 4.3 En muchos países, los estudiantes creyentes todavía provienen de hogares no-cristianos. A los ojos de sus padres, la prueba definitiva de que aquellos se han convertido en cristiano es el bautismo y la membresía en una Iglesia. Por esta razón los padres se opondrán a que sus hijos asistan a los servicios de una iglesia más vehementemente que a que vayan a las reuniones de cristianos en la universidad. En un estudio efectuado por el autor en 1979, cubriendo 19 iglesias y varias organizaciones estudiantiles, se descubrió que el 60% de los estudiantes enfrentaba la oposición 20


familiar cuando se convirtieron. El carácter de la oposición iba desde la mera desaprobación paterna hasta la expulsión de la casa. En tales circunstancias ya no resulta sorprendente que los nuevos convertidos vacilen en asociarse a una iglesia inmediatamente. Siempre se requiere mucho entendimiento y tacto de parte de los asesores para saber cómo aconsejar a estos estudiantes. 4.4 Los problemas internos de la Iglesia han desanimado a veces a algunos estudiantes para involucrarse en la vida de ella más allá de la mera asistencia dominical. En la universidad, los estudiantes ven lo que puede lograrse cuando hay un movimiento centrado en la Biblia, liderazgo imaginativo y cooperación de parte de los miembros. Pero cuando miran a las iglesias. Sólo alcanzan a ver lo que parecen ser insalvables obstáculos. No es de sorprender entonces que se sientan desilusionados. Algunos de los problemas que enfrentan son: a. La falta de buena enseñanza bíblica desde el púlpito lleva a los estudiantes y graduados a no poder relacionar su fe con el mundo en que ellos viven. En muchas ocasiones, en el Tercer Mundo, los pastores no han recibido más educación que la secundaria. Poco sorprende, pues, que ellos se sientan inadecuados para tratar los urgentes asuntos contemporáneos. b. Un liderazgo nada imaginativo, resistente a las nuevas ideas para el desarrollo de la Iglesia. En algunas partes del Asia este problema se complica con la influencia fuertemente autoritaria que algunos pastores y ancianos ejercen sobre la congregación. c. El exagerado énfasis denominacional de algunas iglesias, que bordea un estéril sectarismo, puede no sólo desanimar a los estudiantes de asociarse con otros estudiantes cristianos en la universidad, sino también les hace sentir aislados dentro de sus propias iglesias. Estos problemas no solo desaniman a los estudiantes a comprometerse más en la vida de la iglesia, sino también hacen que los cristianos duden de enviar a los nuevos estudiantes convertidos a las iglesias. 4.5 Un problema especial enfrentan aquellos estudiantes que tienen que salir de su ciudad natal para continuar con su educación superior. Pueden encontrarse en una situación donde no hay una iglesia local cercana, o si la hay, su forma de adoración y administración sea muy diferente a la de sus propias iglesias. En tal situación es muy tentador para los estudiantes mirar el grupo estudiantil como a un sustituto de la iglesia. 4.6 La perspectiva de la Iglesia local acerca de las Organizaciones Estudiantiles y Organizaciones Paraeclesiásticas. Nuestra discusión sobre la obra estudiantil no puede ser completa sin la consideración, como trasfondo, del fenómeno de desarrollo del ministerio para-eclesiástico. En cierto modo, el ministerio interdenominacional estudiantil no es algo nuevo. En el pasado existieron la YMCA, el MEC, los Movimientos Estudiantiles Voluntarios, las Bandas Estudiantiles, etc. Pero lo que es significativo es que en los últimos 35 años, más o menos, haya habido una proliferación de organizaciones para-eclesiásticas, muchas de ellas con orígenes impresionantes. Su fuerte énfasis evangelístico (a veces en contraste con la posición liberal tradicional del liderazgo de la iglesia establecida), junto con la penetración continua de los convertidos de estas organizaciones en las iglesias, ha creado una situación nueva en muchos países. En una observación sobre este punto, Samuel Escobar escribe: “Personalmente pienso que la misión en lo que podemos llamar frontera, en situaciones como el mundo estudiantil, el mundo del trabajo, o el trabajo transcultural entre paganos, etc., generalmente es una fuente de renovación para la iglesia. Los que trabajan en estas fronteras generalmente teologizan y también traen nuevas ideas, nueva comprensión de la Biblia, etc. Por esto yo creo que la obra estudiantil es una fuerza para la renovación de la iglesia. Y esto sucede especialmente cuando la obra estudiantil es autóctona y responde adecuadamente a la situación estudiantil y no se limita a ser una repetición de la iglesia en la universidad. De esta función, como fuerza de renovación, vienen algunas tensiones con la iglesia”.6 No a todas las iglesias les agrada la nueva situación. Entre las quejas que se presentan contra las organizaciones para-eclesiásticas tenemos: a. Los muchos grupos estudiantiles que trabajan en las universidades que no pueden sino dar una mala impresión a los líderes de las iglesias. En un país asiático, donde el Evangelio es todavía una religión de minorías, hay hasta 20 diferentes grupos evangélicos haciendo la obra estudiantil. b. El hecho de que algunos de estos grupos sean nada mas que un trasplante total del plan organizacional y metodológico que tienen en sus lejanos países de origen ha causado dudas en las mentes de los líderes de las iglesia en cuanto a la pertinencia y sensibilidad que estor grupos pudieran tener para el contexto local. c. Algunos grupos estudiantiles tienen una visión pobre de la iglesia local. Algunos de ellos actualmente funcionan como iglesias para estudiantes. Y otras más funcionan estrictamente dentro de sus líneas denominacionalistas. No es de sorprender entonces que las iglesias locales muestren mucha reserva para extender su apoyo a la obra estudiantil. 21


d. A veces no se contempla la canalización de los nuevos cristianos a las iglesias. Aunque el objetivo profesado por las organización para-eclesiásticas es servir a las iglesias. Sin embargo esta queja es sólo un aspecto del complejo asunto y debe verse a la luz de la sección 4.4. e. Los ancianos de las iglesias se sienten amenazados cuando los estudiantes hacen preguntas desconcertantes o inteligentes en los estudios bíblicos, o cuando los graduados insisten en elevar la calidad del manejo de los asuntos de la iglesia. El hecho de que estas preguntas no son siempre presentadas en un espíritu de humildad y discreción simplemente agrava el problema. f.

En algunos países por el excesivo énfasis en el liderazgo laico del ministerio para-eclesiástico, los líderes de las principales denominaciones eclesiásticas han llegado a sospechar que estas organizaciones son sectarias.

g. Una queja común es que las organizaciones para-eclesiásticas vacían las iglesias tomando sus recursos humanos y financieros. La atención de los estudiantes y de otros es fácilmente atraída por los grupos paraeclesiásticos porque es allí donde “pasan cosas”, por ejemplo: pequeños grupos de estudio bíblico, conferencias, seminarios de enseñanza, esfuerzos evangelísticos, etc. En algunos casos se han tomado medidas para desanimar a los estudiantes de verse involucrados fuera de la iglesia.

5. LA BASE BÍBLICA DEL MINISTERIO ESTUDIANTIL Es interesante observar que en años recientes ha habido muchas discusiones sobre la base bíblica del ministerio paraeclesiástico. Unos cuantos pastores, a la defensiva, han tomado la posición de que la iglesia local es la única organización que tiene la autorización bíblica para la extensión del reino de Cristo en la tierra. Es obvio que este asunto debe ser examinado a la luz de lo siguiente: La forma en que comprendemos la Iglesia y cómo percibimos el rol del cristiano en el mundo. Puede asimismo ser útil considerar las siguientes enseñanzas bíblicas: a. La Iglesia como el pueblo de Dios (Tito 2:14; 1 Pedro 2:9) En un sentido, dondequiera que esté el pueblo de Dios (tal como en las universidades), allí está representada la iglesia de Jesús. La pregunta sobre si está organizado este grupo de cristianos o no, o sobre si la tal organización debe ser iniciada y coordinada por medio de las iglesias locales es otro asunto. b. La Iglesia como cuerpo (Ro 12:4,5; 1 Co 12:12ss.) Como el cuerpo tiene muchas partes con funciones diferentes, así la obra estudiantil representa un ministerio especializado dentro del cuerpo de Cristo. c. Los cristianos como mayordomos (1 Co 4:1,2; 1 P 4:10) Los estudiantes deben ver el tiempo pasado en la universidad como una prueba de confianza de parte de Dios. Así que deberían organizarse para sacar el más amplio provecho de sus oportunidades allí. d. Los estudiantes cristianos deben ser sal y luz (Mt 5:13-16) en la comunidad universitaria. Son los representantes de la iglesia en la universidad.

6. ¿QUÉ SE PUEDE HACER? 6.1 Se ha mencionado que algunos estudiantes a veces fracasan en comprender profundamente lo que significa ser cristiano. (Véase la sección 4.2). A ellos no es suficiente decirles simplemente “es importante ser miembro de una iglesia”; mucho peor es enumerarles los beneficios que se obtienen siendo miembro de una de ellas. Esto solamente les llevará a adoptar una actitud “utilitaria” frente a la iglesia. Los estudiantes necesitan entender que ser cristiano es ser una parte inseparable de la realidad que es la iglesia. El Nuevo Testamento usa un cierto número de metáforas interesantes para describir a la iglesia: Una familia (Ef 2:19; Gá 6:10; 1 Ti 3:15), un edificio (1 Co 3:9,16; Ef 2:20-22; 1 P 2:5) y el Cuerpo de Cristo (1 Co 12:12,27; Ef 1:23; Col 1:18,24). En cada caso se anima al miembro individual a verse a sí mismo dentro de la totalidad del conjunto que es la iglesia. La Iglesia está en el centro mismo del propósito de Dios en Cristo. Es por la Iglesia que Cristo vino y “se dio a sí mismo por ella”, y que continuará ministrándole hasta que ella sea presentada, como una novia, “gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha” (Ef 5:25-27). Es también a la iglesia que el Señor añade nuevos creyentes que perseveren en “la doctrina de los apóstoles, la comunión, el partimiento del pan y las oraciones” (Hch 2:42). 6.2 La palabra “iglesia” (de ekklesia: un pueblo llamado aparte) puede entenderse en un cierto número de maneras en el NT. Puede referirse a la única iglesia universal (Mt 16:18; Col 1:18), o a un grupo de iglesias en un distrito (Hch 9:31, o algunos cristianos en una cierta localidad (Hch 8:1, 13:1; Col 1:2)), o a un grupo de creyentes que se reúnen en un hogar (1 Co 16:19; Ro 16:5, Col 4:15). En vista de esto surgen dos preguntas: 22


a. ¿No es suficiente para un cristiano pertenecer a la iglesia universal sin necesidad de asistir a una congregación local? b. ¿No puede un grupo de estudiantes en la universidad funcionar como iglesia local? Con respecto a la primera pregunta, debemos admitir que en parte estamos en un error. En muchas de nuestras constituciones sólo se hace mención a la “única Santa Iglesia Universal, que es el Cuerpo de Cristo y a la cual pertenecen todos los creyentes verdaderos”.7 No se hace mención alguna a la iglesia local. Para muchos estudiantes el concepto de iglesia universal es demasiado abstracto. Los estudiantes necesitan aprender a ubicar esta verdad en el contexto de la iglesia local. En el caso de la segunda pregunta, deberíamos notar que los grupos de estudiantes están organizados con objetivos limitados. Y más, la homogeneidad y transitoriedad de su membresía atenta contra la idea de que sean capaces de funcionar como iglesias estables. Los grupos de estudiantes, pues, no pueden reemplazar a la iglesia local. 6.3 En vista de lo ya expuesto, los estudiantes cristianos deben ser animados a hacerse miembros de una iglesia local. Los nuevos convertidos deberían también ser animados a bautizarse. Es triste ver cuán pocos grupos de estudiantes toman esto último suficientemente en serio. El bautismo es una parte de la comisión que Cristo dio a sus discípulos (Mt 28:19). Se menciona 28 veces en Los Hechos; lo que prueba que la iglesia primitiva lo tomó muy en serio. Como quiera, el problema mencionado en la sección 4.3 demanda especial atención. Los estudiantes cristianos más antiguos y los obreros o asesores deben aprender a enfatizar este asunto en el caso de los nuevos convertidos. 6.4 A la luz de lo dicho en la sección 4.4 la pregunta de qué iglesia ser miembro puede convertirse en una difícil contestación. Las situaciones varían y no se puede aplicar reglas rígidas ni simples. Puede ser de ayuda examinar la situación en las siguientes líneas: a. ¿Qué grado de estabilidad o madurez tiene el estudiante cristiano?. Los nuevos convertidos y estudiantes que han sido recientemente renovados en su fe requieren de una buena y profunda enseñanza bíblica. En consecuencia, no se debería recomendar a tales cristianos que sean miembros de una iglesia que no ofrezca tal tipo de enseñanza. b. ¿Hay en la iglesia en cuestión un grupo de apoyo del cual pueden depender estos estudiantes?. La presencia de un grupo como este puede “llenar el vacío” que dejan otras áreas deficientes de la vida de la iglesia. c. ¿Son serios los problemas de la iglesia? Los estudiantes que son cristianos maduros algunas veces eligen permanecer en estas iglesias para poder influir desde adentro en la vida de la iglesia. Sin embargo, mucho tacto y paciencia tendrán que tener estos estudiantes para esperar todo el tiempo que demora cambiar prácticas y actitudes antiguas. d. La pregunta de si un estudiante católico romano convertido debe continuar siendo miembro de tal iglesia, especialmente cuando él es el único convertido de su localidad, necesita ser considerada con cuidado.8 6.5 Además de asistir a las reuniones dominicales, el estudiante debería ver la manera en que puede contribuir a la vida de su iglesia. Entre las cosas que puede hacer tenemos: a. Ayudar en las clases de la Escuela Dominical o en el grupo de jóvenes. b. Trabajar en el campo de la literatura: escribiendo artículos para el boletín de la iglesia, recomendando libros que haya encontrado útiles, prestando libros a otros u organizando una exhibición de libros. c. Ayudar en la consejería de jóvenes. d. Compartir habilidades o experiencias que haya adquirido en su trabajo en la universidad, por ejemplo en evangelismo personal, en dirección de grupos de estudio bíblico o en el planeamiento de programas. e. En sus estudios seculares pueden también recibir un buen uso; por ejemplo, si estudia contabilidad, puede ayudar a revisar las cuentas de la iglesia, o si estudia educación puede ayudar a mejorar el nivel de la enseñanza de la Escuela Dominical. f.

Compartir asuntos relativos al trabajo en la universidad durante las reuniones de oración de media semana.

g. Si estudia en una universidad lejos de su iglesia, puede mantener informado a su líder sobre sus progresos. 6.6 El tiempo es un factor limitante en la vida estudiantil. El estudiante tendrá que encontrar un equilibrio entre la cantidad de tiempo que puede dar a su trabajo en la iglesia, su testimonio en la universidad, sus estudios y su vida familiar. ¿Pueden los líderes de la iglesia animarse a ver las excepcionales posibilidades que existen en la universidad y consideran a sus estudiantes como misioneros representantes de sus iglesias allí? Pero también, el 23


estudiante puede decidirse a aguantar hasta después de su graduación para ocuparse de algunas cosas que él desea hacer dentro de su iglesia. 6.7 Al nivel del grupo estudiantil local, los líderes deberían ver que haya apropiada enseñanza bíblica en la universidad. Esto se puede lograr en las reuniones semanales o en pequeños grupos de estudio bíblico que discutan los puntos que anteriormente describimos. Las diferencias eclesiológicas no necesitan ser revisadas con detenimiento puesto que generalmente los estudiantes están suficientemente abiertos como para poder aceptar el punto de vista de los demás. Algunos grupos han encontrado que es muy útil organizar campamentos de pregraduación, donde los estudiantes puedan discutir la clase de papel que jugarán en la vida de sus iglesias. Algo más: El grupo puede ayudar a los estudiantes a entender la importancia de la vida en la iglesia no programando ninguna de sus actividades para el día domingo. Los estudiantes pueden aprender a apreciar la riqueza del ministerio de la iglesia invitando a algunos pastores locales o ancianos a asistir a algunas de las reuniones. 6.8 Pero también a nivel nacional el movimiento estudiantil puede hacer mucho para ayudar a fortalecer las relaciones entre el trabajo estudiantil y la iglesia. Cartas de oración bien hechas y otras publicaciones y ocasionales visitas de líderes estudiantiles pueden ayudar a los pastores y ancianos a entender mejor la naturaleza del ministerio estudiantil. Los líderes de la iglesia que aprecian la naturaleza de nuestro trabajo pueden ser invitados a formar parte de un equipo de consulta, tanto a nivel local como a nivel regional. Asimismo debiera animarse a los líderes de los grupos en las universidades locales a enviar a los pastores de las iglesias los nombres de los estudiantes que pertenecen a sus respectivas denominaciones. Al realizar todas estas actividades nuestro motivo debe quedar bien en claro; queremos conducir nuestro ministerio estudiantil en comunión con las iglesias. 6.9 Los asesores pueden contribuir de diferentes maneras: a. Pueden exhortar a los estudiantes a considerar seriamente la vida de la iglesia. b. Las iglesias a las cuales pertenecen los asesores pueden considerar a éstos como sus misioneros en el mundo estudiantil. c. Pueden actuar como modelos para los estudiantes siendo miembros responsables de sus iglesias. En muchos países en vías de desarrollo, donde no hay suficientes maestros de Biblia, se invita a menudo a los asesores a hablar en las iglesias. d. Pueden servir de puente con los líderes de las iglesias. e. Pueden mantener el contacto con los graduados y animarlos a contribuir con sus iglesias. Este último punto es importante porque, en cierta manera, lo que hagan nuestros graduados es la prueba real de la efectividad de nuestro ministerio estudiantil. Las iglesias a menudo nos juzgarán por ello. 6.10 En la sección 3 discutimos algunas formas generales en que el trabajo estudiantil puede contribuir a la vida de la iglesia. Pero sería mejor si cada movimiento nacional puede también reunirse, de tiempo en tiempo, para evaluar la situación de su propio país o región. Los líderes estudiantiles, los graduados, los asesores, los líderes de la iglesia que simpatizan con el movimiento deberían tratar de pensar juntos en los problemas y desafíos que la iglesia encara en su región e indicar los posibles pasos que el trabajo estudiantil puede dar en torno a una solución de éstos. Obrando así comenzaremos a ver el ministerio estudiantil en la perspectiva del vasto ministerio de Dios para toda la nación. Algunas de las preguntas que los participantes de estos encuentros de evaluación pueden hacerse son: a. ¿Está creciendo la iglesia en el país o a la región? En caso negativo, ¿por qué? ¿Hay grupos definidos de personas que se resisten al Evangelio? ¿Cómo podrían nuestros graduados alcanzarlos? ¿Están descuidando los graduados las zonas rurales? b. ¿Cuál es el clima teológico en nuestras iglesias? ¿Tenemos suficientes conferencistas sobre teología con convicciones evangélicas y pastores que puedan ejercer un ministerio de enseñanza bíblica? ¿Cómo se puede animar a más estudiantes y graduados a considerar estos ministerios? ¿A dónde se podría enviarlos para ser entrenados y cómo se podría apoyarlos económicamente? c. ¿Están nuestras iglesias explorando nuevas áreas del servicio cristiano o están contentas con sólo suplir necesidades “espirituales” de los cristianos? ¿Están nuestros graduados ocupados con asuntos sociales corrientes? ¿Cómo podemos darnos nosotros mismos a un servicio comunal más grande?

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Aunque es verdad que muchos de estos desafíos tomarán años para ser atendidos, el punto de arranque está en el nivel estudiantil. Los estudiantes deben aprender a pensar en estos asuntos y a preguntarse a sí mismos cómo quieren que sus vidas cuenten para Dios en los años futuros. Será una inspiración para los estudiantes tener asesores y amigos graduados que constantemente estén hablando de estas cosas y, ojala, también haciendo algo al respecto. 6.11 A nuestra obra estudiantil no sólo le concierne la iglesia nacional sino también la iglesia mundial. La Iglesia de Jesucristo ha sido comisionada con el mandato global de hacer discípulos en todas las naciones (Mt 28:19-20). A pesar de que cada cristiano sólo puede estar en un punto geográfico en determinado momento, su visión debe ser global y debe estar listo a responder al llamado de Dios, dondequiera que él le guíe. Hemos visto en la sección 3.4 el gran potencial que tiene el mundo estudiantil para reclutar misioneros para la evangelización mundial. Sólo unos pocos comentarios más se pueden hacer al respecto: a. Siendo un movimiento estudiantil, no es anormal que nuestro interés esté especialmente concentrado en establecer un ministerio estudiantil en otras tierras. Esta visión es estratégica en una obra estudiantil nativa establecida, para asegurar el flujo constante de graduados cristianos procedentes de las universidades y escuelas superiores de estos países, los mismos que se convertirán en misioneros para sus propios pueblos. b. Una sistemática enseñanza misionera en la universidad y en las conferencias regionales, mediante encuentros estudiantiles y asesores, y también mediante circulares misioneras puede ayudar a ampliar la visión de estos estudiantes. c. Los estudiantes deberían estar enterados de las posibilidades en un ministerio al estilo San Pablo, “construyendo carpas”. En muchos países abundan las posibilidades de hacer estudios de post-grado, enseñar en escuelas superiores y universidades, o en trabajar profesionalmente al servicio del gobierno. Estos “ministerio al estilo San Pablo” pueden a veces llegar a ciertos lugares o penetrar ciertas áreas de la sociedad que están normalmente vedadas para los misioneros íntegramente dedicados a la misión. d. No olvidemos que en muchos países hay un campo misionero a la vuelta de la esquina. La sed de educación superior no conoce fronteras nacionales y a menudo hay grupos de estudiantes de otros países en nuestras universidades. Algunos de ellos vienen de países tradicionalmente cerrados al evangelio. Al estar lejos de sus hogares estos estudiantes están abiertos a una amistad genuina y a la influencia cristiana.

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PREGUNTAS PARA DISCUSIÓN EN GRUPOS 1. ¿Cómo ven a la iglesia los estudiantes de su país? ¿Participan activamente en la vida de la iglesia? ¿Se canaliza hacia las iglesias a los nuevos convertidos? ¿Qué más se puede hacer? 2. ¿Cómo ven las iglesias el trabajo? ¿Lo ven como una amenaza? ¿Hay razones históricas que justifican tal actitud? ¿Están los graduados involucrados en la vida de la iglesia? ¿Qué más se puede hacer? 3. ¿En qué maneras ha contribuido el ministerio estudiantil al desarrollo de las iglesias? ¿Cuáles son algunos de los desafíos que éstas están encarando y cómo puede el ministerio estudiantil responder a algunos de ellos?

NOTAS 1

D. Johnson, A Brief History of the IFES, 1964 p.23.

2

En los países en que los misioneros cristianos fueron pioneros de la educación tipo occidental, la proporción de cristianos entre la clase educada puede ser mucho más alta que la que existe en el resto de la población. Así en Singapur (1980), mientras que la proporción de cristianos entre aquellos que tienen 10 años o menos es del 10.3%, la que existe entre aquellos que han recibido educación secundaria es del 22.9% y entre los que han recibido educación superior tal proporción alcanza el 35.8%.

3

The World Student Christian Federation Vol. 2, Addresses and Papers of John R. Mott. NY 1947, p.517.

4

D. Johnson, Contending for the Faith, IVP 1979 p.57.

5

Citado por D. Johnson, A Brief History of the IFES, 1964, p.1982-3

6

Comunicación personal.

7

Constitución de la CIEE, Cláusula IV, inciso J.

8

Para una discusión más amplia sobre este asunto, véase el documento de la Comunidad “Un llamado a la renovación Evangélica”, Octubre de 1980.

RECONOCIMIENTOS Expresamos nuestro reconocimiento a las siguientes personas, por habernos enviado comentarios escritos: Sr. Hill J. Houston (África del Sur) Rev. Finn Kappelgaard (Dinamarca) Rev. Ives Darrigrand (Francia) Dr. Oliver Barclay (Gran Bretaña) Dra. Naomi Hersom (Canadá) Sr. Samuel Escobar (Perú)

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LA OBRA ESTUDIANTIL Y EL MUNDO

Oliver Barclay Oliver Barclay sirvió por años al movimiento británico de la CIEE en varias funciones, incluyendo la de Secretario General, También fue Presidente del Comité Ejecutivo de la CIEE (1971-79). Retirado ya de tales cargos, continúa aún apoyando a los grupos de profesionales asociados a la UCCF, particularmente a los “Los cristianos y la ciencia”, grupo la cual es Secretario Internacional.

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LA OBRA ESTUDIANTIL Y EL MUNDO La comunidad estudiantil es a veces vista como un mundo irreal, ¡Yo no la veo así!. La comunidad estudiantil es un mundo muy real de conflicto con Satanás, de desarrollo y vida espiritual. Nuestro propósito principal es lograr un testimonio fiel al Señor Jesucristo dentro de esta comunidad. Pero existe el peligro de que olvidemos que lo más importante es como pondrán en práctica lo aprendido, por el resto de sus vidas, aquellos a quienes hemos alcanzado durante sus años de universidad. Nuestra obra estudiantil será correctamente juzgada por la influencia que sobre la iglesia tengan los estudiantes una vez graduados. De igual manera, la obra estudiantil será también correctamente juzgada por la conducta de los graduados en su trabajo, en su vida familiar, en la comunidad local, y por la manera en que ejerzan influencia nacional o internacional para bien o para mal. Este es el tema principal de esta presentación. La iglesia es, por supuesto, la comunidad cristiana en la cual viven en el mundo pero; por convenirlo para una mejor comprensión del asunto, hemos separado ambos aspectos. Sin embargo, hay un tema subsidiario que ambas presentaciones deben considerar primero. Este es: La influencia de la obra estudiantil sobre la iglesia y el mundo ahora cuando todavía aquellos con quienes trabajamos son estudiantes. Quiero tratar brevemente este aspecto, para luego proseguir con algunos principios generales. Al final trataré de hacer algunas aplicaciones más amplias. Cuando hablo de universidades me refiero a todas las instituciones de educación superior. Cuando digo cristianos quiero referirme a todos los cristianos evangélicos cuya fe esta normada por la Biblia, a menos que lo indique de otra manera.

1. LOS ESTUDIANTES Y EL MUNDO EN GENERAL ¿Cuál es el papel individual del estudiante cristiano y cuál el de las organizaciones estudiantiles cristianas en el mundo?. Es muy difícil generalizar. En algunas universidades con sistema de internado es posible que el estudiante cristiano no salga de la ciudad universitaria por semanas, excepto tal vez para ir a la iglesia. Quizás hasta casi viva exclusivamente en la comunidad estudiantil, sin enterarse de las noticias nacionales. Por otro lado está el estudiante que vive en su casa o en una pensión y cuya relación con la comunidad local puede ser bastante amplia. Tiene que comprar en las tiendas y viajar en el transporte público. Está directamente afectado por las mas amplias condiciones sociales y está mas enterado de las noticias nacionales y eventos que no están relacionados directamente con la universidad. Puede aún estar activo en la política o en el servicio social para la comunidad local a la cual pertenece. Las universidades son a veces criticadas por ser sociedades tipo “torre de marfil”, muy aparte de la comunidad mas amplia en que se encuentran. Se dice que viven en un mundo intelectual de (mas o menos) ideas puras y teorías, y sin mas responsabilidades que enseñar, investigar, aprender y llenar sus cabezas con datos e ideas. La mayoría de las universidades defienden hasta cierto punto este concepto. Pueden tener ideales sociales definidos y considerarse mas como un lugar de formación del carácter e ideales sólo de pensamiento académico. A menudo todavía defienden la necesidad de estar un poco separadas de la comunidad en general y de ser teóricas, con el fin de dedicar a la sociedad y a los asuntos intelectuales de la humanidad un pensamiento mas agudo. Pero cada vez mas la universidad tipo “torre de marfil” es considerada peligrosa porque no está en contacto con el mundo real, y la actividad intelectual que no está en contacto con la vida fácilmente puede extraviarse. Nosotros en la Comunidad Internacional de Estudiantes Evangélicos podemos estar adoleciendo de un síndrome semejante de “torre de marfil”, si concebimos nuestro papel reducido simplemente a actividades limitadas al área universitaria. Por supuesto, ésta debe estar primero. Pero no iremos a ninguna parte si no hacemos un buen trabajo en la enseñanza de los fundamentos de la evangelización y la edificación de nuestros miembros. Si fallamos aquí, no habrá graduados que influyan en la Iglesia y el mundo. En algunos países, el centro de interés de los movimientos evangélicos ha ido tan lejos en obras sociales que el trabajo básico de evangelización y edificación de sus miembros ha desaparecido. El evangelismo casi no existe y el número de jóvenes graduados de la universidad bien formados se ha reducido a sólo unos cuantos. La preocupación por el testimonio en el mundo ha dejado a un lado el testimonio especializado en la comunidad estudiantil, y esto es un desastre. Nunca debemos olvidar que nuestra primera responsabilidad es hacer un buen trabajo en la comunidad estudiantil donde estamos. Tampoco debemos olvidar que no existimos sólo para nosotros mismos. Existimos para servir a la Iglesia a través de nuestro trabajo especializado en la universidad. Por supuesto, la iglesia tampoco existe sólo para sí misma. La iglesia debe existir en el mundo como sal y luz. Debemos estar en el mundo pero no ser del mundo. Por ahora y para toda la vida tenemos que asegurarnos de que nuestros miembros estén adecuadamente preparados para la tarea. Por esto tenemos que darnos cuenta de que es vital que preparemos a los estudiantes para su vida posterior a su graduación. De ninguna manera debemos sentirnos satisfechos sólo con un trabajo impresionante en las universidades. Como organización somos a la vez parte del mundo estudiantil y también parte del mundo económico mas amplio que cada organización tiene que enfrentar. Por ello, entonces; debemos llegar a ser jefes ejemplares, por ejemplo. Pero nuestra mayor preocupación debe estribar en como funcionamos en el mas amplio “mundo” de la comunidad estudiantil. Como diré en la sección 3, yo no creo que nuestras organizaciones deban involucrarse en la política universitaria salvo en circunstancias muy limitadas. Sin embargo, ello no se debe a que pensemos que estas cosas no tengan importancia, 28


sino porque tenemos una función aún mas limitada que la de la iglesia. Deliberadamente, debemos limitarnos a lo que es nuestro propio trabajo, por lo general cuidadosamente definido en nuestros “objetivos”. Este trabajo incluye ayudar a nuestros miembros a estar listos para actuar en el “mundo” de la comunidad estudiantil. Ellos deben hacer cuanto sea apropiado y posible considerando sus talentos e intereses particulares. Por ejemplo, debemos apoyar a aquellos que, a titulo personal, sienten un llamado a trabajar en obras sociales estudiantiles o en la política. Necesitamos apoyarlos en oración, animarlos, y conversar con ellos acerca de sus problemas y oportunidades, a la luz de las Escrituras. A veces necesitamos identificar a quienes tienen dones apropiados y animarles a involucrarse en ese campo. La universidad es un lugar de capacitación para todo tipo de habilidad, y es una gran pérdida si nuestros miembros están todos tan ocupados en organizaciones cristianas que no tienen tiempo para nada mas. (Aunque se puede realmente aprender mucho acerca de diferentes ocupaciones al tomar responsabilidades en un grupo cristiano). Siempre que estén recibiendo formación básica en el conocimiento y aplicación de la Biblia a la vida real, debemos sentirnos contentos si algunos de ellos también pueden contribuir (y así aprender) a través de su participación en otras áreas del mundo estudiantil. En estos casos, ellos a menudo necesitan ayuda especial y apoyo de otros creyentes. La pregunta básica que debemos hacernos a nosotros mismos es: Los que dejan nuestros grupos cuando salen de la universidad, ¿están maduros y capacitados para enfrentar el mundo como deberían estarlo, considerando su edad y la etapa de la vida que atraviesan?. Aunque hayamos hecho una impresionante obra de evangelización y enseñanza, si los que han hecho una profesión de fe y han sido enseñados por nosotros fracasan en el mundo poco después de su salida de la universidad, entonces nosotros también hemos fracasado. La forma en que creemos que las organizaciones estudiantiles y cristianas deban relacionarse con el mundo más amplio dependerá en gran parte de una adecuada comprensión de las siguientes cuestiones.

2. LA ACTITUD BÍBLICA ANTE EL MUNDO Realmente hay tres actitudes posibles frente al mundo, que intentan fundamentarse en una base bíblica. A. EL ÉNFASIS EN “NO AMARÁS AL MUNDO” (1Juan 2:15-17, 1 P 2:4) “No podemos servir a Dios y a Mamón” (Mt 6:24). “Todo el mundo, está bajo el poder de Satanás” (1 Jn 5:19b). De estas y algunas otras partes de las Escrituras algunos han llegado a la conclusión de que los creyentes deben limitar su contacto con la comunidad al mínimo posible, y crear su propia comunidad cristiana dentro del mundo. La forma extrema de esta actitud es la tradición del ermitaño, que busca una vida puramente “espiritual” con tan poco contacto social a aún biológico como le sea posible. En nuestros círculos, esta posición esta representada por cierto tipo de dispensacionalistas y por los así llamados miembros de la tradición de la “Reforma Radical”. (En realidad en este aspecto no fueron tan radicales ni bíblicamente equilibrados. No importa cuan radicales fueron en relación a la doctrina de la Iglesia, los anabautistas estuvieron en este asunto mas cerca de la tradición ascética de la Iglesia no reformada). Tal tendencia sobrevive hoy en día en ciertas comunidades Menonitas y en muchos de los movimientos comunales donde se intenta crear una sociedad cristiana aislada del mundo. Se han asociado a ellas, además, algunos que están al otro extremo de la tradición reformada, orientados por la “filosofía de Ámsterdam” de Dooyeweerd, Vollenhoven y sus asociados. Estos han creado por ejemplo aparte del resto de la comunidad, viviendas especiales para estudiantes cristianos, a fin de que estos tengan la necesidad de vivir su cristianismo en la comunidad estudiantil “secular”. Consistentemente también (como los demás que participan de estas ideas) quieren escuelas, universidades, sindicatos, emisoras de radio, estudios de TV o periódicos cristianos, separados del resto del mundo. En esta perspectiva, el mundo está a tanta distancia que lo único que se puede hacer es crear instituciones cristianas para cubrir cada área de la vida, haciendo surgir así una completa subcultura. Los Amish en los Estados Unidos, un grupo radical de los Menonitas, hasta hoy en día no usan autos, ni botones, ni navajas de afeitar. Richard Niebuhr y otros autores sobre temas culturales causan confusión cuando describen a esta gente como “anti-culturales”. Esto puede ser verdad en el caso de los ermitaños, pero no lo es para la mayoría, porque en realidad están contra la cultura secular, pero a favor de una cultura cristiana específica. Son reconocidos por sus rasgos culturales (ropas, por ejemplo) y tienen la tendencia a identificarse mas con Juan el Bautista que con Jesucristo, quien fue acusado de “glotón y bebedor”. Ponen mas énfasis en un papel “profético” negativo de la Iglesia, que en el papel de la reforma positiva (Mesiánico). Donde este grupo pone un énfasis correcto, que algunos tienen la tendencia a olvidar, es en que no debemos amar al mundo (1Jn 2:15-17) o valorarlo demasiado como si sus beneficios fueran mas que solo temporales. Es muy fácil dejar que esos buenos beneficios tengan demasiada importancia en nuestras vidas (Lc 14:26). B. EL ÉNFASIS EN LA “BUENA CREACIÓN” Esta perspectiva pone el énfasis en la idea de que todo lo creado por Dios es bueno, que no existe nada que se deba rechazar si es recibido con acción de gracias; porque de esta manera ya está “consagrado por la Palabra de Dios y la oración” (1 Ti 4:4,5). Es Dios el “que nos da todas las cosas con abundancia para que las disfrutemos” (1 Ti 6:17). En esta perspectiva la sabiduría no es posesión exclusiva de los creyentes, aunque sólo estos tienen la clave de su verdadero sentido. (Los Proverbios toman prestado de los recursos paganos, no obstante Pr 1:7 y 9:10). También Pablo cita a autores paganos y afirma que lo que ellos dicen es verdad. Algo mas, una nación pagana y perseguidores mencionada como agente de Dios (p.e. Asiria en el Antiguo Testamento, o R 13:2-7). Toda la creación y el orden providencial de Dios, que incluye toda la cultura humana, es básicamente buena; aunque también toda ella esté manchada por la maldad, porque aún los cristianos son todavía pecadores caídos. Ahora bien, es cierto que 29


la cultura contiene cosas buenas, para disfrutarlas con gratitud (Fil 4:8), pero a menudo debemos criticarla desde el punto de vista de la verdad revelada por Dios. Las invenciones humanas (incluyendo las artes y ciencias) deben ser recibidas con acción de gracias y pueden ser “consagradas por la Palabra de Dios y la oración”. Esta tendencia representa a las antiguas tradiciones Calvinista y Luterana. Es una ruptura clara y radical con el énfasis anterior a la Reforma. Históricamente condujo a una visión positiva de todos los oficios y ocupaciones, declarándolos capaces de ser “vocaciones”. Condujo a una visión positiva del trabajo, aún del trabajo servil (Ef 6:58), del arte, del dinero o los negocios, declarándolos buenos siervos de la sociedad, aunque nunca debían convertirse en ídolos o en nuestro “amor”. Cuando esta perspectiva se seculariza, contiene algunos aspectos horribles, como los que vemos en el materialismo que se ha convertido en una especie de idolatría. Pero cuando esta centrada en Jesucristo como Señor significa que todas las cosas están gobernadas por El. Históricamente esta doctrina ha hecho que sus partidarios se esfuercen en poner la vida entera bajo la Palabra de Dios y en desarrollar actividades políticas y culturales para tener una influencia, generalmente positiva, para el bien de la comunidad en la cual viven. La sociedad no puede ser redimida, pero con esta perspectiva se puede reformarla o mejorarla, aproximándola a lo que es la voluntad de Dios para los hombres. C. LA TRADICIÓN “LIBERAL” Realmente no es posible encontrar una base bíblica para esta tradición. Lo que ha sucedido es que se ha llevado hasta los extremos el énfasis en la “buena creación”, tanto que ya no resulta bíblico por falta de una adecuada visión del pecado humano. Esta posición ha aceptado sin críticas a la cultura, y a menudo nos empuja a ver al cristianismo como la cúspide de la cultura. Es una versión secularizada o humanizada del cristianismo, que ve virtudes espirituales en lo mejor de la cultura humana y de las religiones no cristianas. No ve ninguna necesidad de reformar la sociedad por la palabra de Dios. El marxismo, la cultura tradicional nacional, o la forma de vida occidental pueden, cualquiera de ellos, guiarnos a lo que es de valor en la sociedad. La perspectiva del mundo, o algunos aspectos de ésta, se acepta como guía digna de confianza para la Iglesia. Pide a la Iglesia aprender del mundo en lugar de enseñar al mundo. Su justificación se basa en el hecho de que, tenemos que admitirlo con tristeza, los cristianos a menudo han sido culpables de usar el cristianismo para dar autoridad a tradiciones que no son realmente cristianas. Nuestro “cristianismo cultural” de derecha, centro o izquierda a menudo ha sido ciego a estas faltas. Deberíamos escuchar a nuestros críticos. (A veces, como David necesitamos decir “deja que Simei maldiga a David”). El ideal en este caso es la “humanización”. En la catedral Conventry, Inglaterra, había un cuadro conmemorativo de la ocasión en que los oficiales de la catedral daban la bienvenida a algunos líderes del hinduismo. El título del cuadro era “gente que cree en la gente”. Un observador un poco cáustico dijo, que deberíamos escribir de nuevo el Credo y comenzarlo diciendo “Creo en la Humanidad”. La adopción sin críticas de una cultura global, o la identificación de la Iglesia con el partido político gobernante serían la expresión de este credo, tanto como una teología que sea solamente americana (¡del norte o del sur!), europea, africana, etc. Antes que bíblica. 2.1 Las consecuencias ¿Dónde estamos como movimiento bíblico, en relación a todas estas tendencias?. Aquí debo decir que expreso una opinión personal. No espero que todos estemos de acuerdo en todo, pero espero que podamos llegar a una comprensión amplia. Presentaré mis propuestas en cuatro secciones. El énfasis en la “buena creación” debería incluir la tradición del “no amarás al mundo”, para evitar la complacencia o llegar a estar demasiado dominados por el mundo. Sin embargo, lo contrario no es verdad. Los que hacen del “no amarás al mundo”, su énfasis principal deben usar buena parte de su energía tratando de desacreditar todo lo que no está dentro de su sistema. Siempre desean polarizar las posiciones cristianas de las no-cristianas. Como resultado terminan virtualmente sin una doctrina de gracia común. No pueden aceptar que exista el bien en el mundo. La escuela de Ámsterdam asegura que los reformadores, incluyendo Calvino, estuvieron equivocados en su evaluación positiva de la cultura pagana. Ambas tradiciones deben escuchar la crítica de los liberales pero, desde mi punto de vista, el énfasis en la “buena creación” es el único punto de partida satisfactorio. En 1 de Timoteo el énfasis contra el ascetismo aparece repetidas veces referido a todas las áreas de la vida (el estado, la salud, el matrimonio los alimentos, las responsabilidades familiares, etc.). A mi me parece que la epístola fue escrita para ayudar a Timoteo y a la joven Iglesia a evitar el peligro muy real del ascetismo, que aquí es llamado “doctrina de demonios”. Los cristianos pueden ser peores que los incrédulos (1 Timoteo 5:8), y en este caso los incrédulos están en lo correcto. Ahora bien, podemos sentirnos agradecidos por la existencia de un equivalente moderno de los nazareos en la iglesia pero el nazareato nunca fue norma o ideal cristiano. No es necesario ser Calvinista o Luterano (en otros puntos) para creer que estos hermanos están en lo correcto en lo tocante a este asunto, (ni tampoco dejar de creer que los Menonitas no están en lo correcto respecto a otras cosas). Algo más, la principal tradición Reformada tiene el más grande peso de experiencia histórica de reforma positiva y de remodelación de la sociedad y de la cultura conforme a la Palabra de Dios. Yo no creo que el énfasis principal, puede darnos una visión positiva de la sociedad y nuestro papel en ella, excepto en términos de la vida dentro de la Iglesia. Es en parte por la tendencia ascética de algunos círculos evangélicos que no hemos podido ejercer nuestro papel en la sociedad con confianza. Mi punto de vista personal es que debemos identificar y rechazar por no bíblica a la tendencia ascética, aunque obedezcamos a las Escrituras, en las cuales supuestamente está basada.

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2.2 La línea principal de la Reforma muestra preocupación y cuidado con la condición de la sociedad, por el bienestar de los incrédulos en el mundo, porque Dios se preocupa por ello (Mt 5:43-48 y 1Ti 2:1-6). Esto quiere decir que debemos orar y trabajar por el bien de nuestro mundo (tal como aún los judíos tenían que orar por los babilonios y buscar su bienestar, Jeremías 29:7). Esto incluye una actitud positiva hacia las artes, las ciencias, la tecnología, el mejoramiento de la salud, la educación, el cuidado de los débiles, etc. Sabemos que ni la salud ni las riquezas ni la buena música llevan a nadie más cerca de Dios y que tampoco llevan a nadie al cielo. Pero ya que Dios se preocupa por estas cosas, nosotros también oraremos y trabajaremos por ellas, porque este trabajo es en beneficio de todos los hombres en este mundo. 2.3 Esto nos lleva a una actitud positiva hacia nuestras ocupaciones y el trabajo como tal. Esto es algo que peligra mucho hoy en día. Las influencias “contra-culturales” son fuertes y tratan de arruinar subrepticiamente la noción de trabajar con entusiasmo aún cuando el trabajo no sea satisfactorio o no esté dando fruto “espiritual”. Pero también la “ética protestante del trabajo” es un desagradable esqueleto cuando se seculariza, como a menudo sucede, hoy en día. La visión de todo trabajo como servicio a Dios y al hombre (en lugar de servir sólo para la satisfacción personal, la satisfacción en el trabajo, o la auto-realización, o para ganar dinero o posición) es un ideal verdaderamente bíblico que ha tenido una influencia maravillosamente saludable en la sociedad, cuando estuvo en vigencia (Efesios 6:5-, Col 3:22-24). Esta visión no es aristocrática ni sacerdotal y es el único antídoto real para la actitud tan común hoy de denigrar al mundo de los negocios o del comercio y a todas las profesiones, con excepción el pastorado. Los ideales del Nuevo Testamento deben ser aplicados a todas las tareas ordinarias de la sociedad y no sólo a los de unos pocos sacerdotes o aristócratas. En el Nuevo Testamento, aún los esclavos tenían que hacer su trabajo con entusiasmo, y debe haber poco de satisfactorio en ese tipo de labor (Efesios 6:5-9). 2.4 Esto nos lleva a un deseo de que toda sociedad sea un sitio más saludable, donde se obedece la voluntad de Dios en la medida de lo que nos es posible. Deseamos hacer todo esto porque la voluntad de Dios es “buena, aceptable y perfecta” (Romanos 12:2). Este concepto sostiene que la rectitud es, en todo aspecto, mejor que la iniquidad, y ve la obediencia a la Ley de Dios como la libertad perfecta. Así que nos da normas, ideales y metas para la sociedad aun cuando está esté lejos de ser una sociedad cristiana. (Cómo persuadiremos a la sociedad a adoptar la ley de Dios como su regla de vida es otra cuestión). A continuación entonces asumiré el punto de vista positivo sobre el papel del cristianismo en la sociedad. Sin ello muy poco más habría para discutir. Sin ello estaría en duda aun si debiéramos aventurarnos a salir de la iglesia, y menos aún tratar de tener una influencia positiva en una sociedad que está en las manos del diablo. Si adoptamos esa posición negativa, entonces debemos dedicar nuestras energías a perfeccionar a la iglesia cuando podamos y no preocuparnos por lo demás. Pero creo que nuestro llamado bíblico es a ser positivos para el mejoramiento de nuestra sociedad y de nuestra cultura.

3. ¿CÓMO AFECTA ESTA POSICIÓN A NUESTRO MINISTERIO CON LOS ESTUDIANTES? Puedo sugerir lo siguiente: 3.1 Debemos comenzar asegurándonos de que estamos poniendo una buena base para el desarrollo del conocimiento de la verdad bíblica y creando una mente cristiana. Si no hacemos esto, cuando los miembros de nuestros grupos dejen la universidad, no tendrán suficiente orientación. Las presiones de la sociedad: materialismo, egocentrismo, vanidad, egoísmo, inmoralidad, deshonestidad, están presentes todo el tiempo. De manera inadvertida entran aún en los monasterios y en otras comunas cristianas. Una de las respuestas mas frecuentes a los problemas de la vida y el pensamiento en el Nuevo Testamento es:”¿No lo sabes?” “Sabemos…” o “quiero que sepas…” Nuestro Señor y Pablo enseñaron, y nosotros deberíamos hacerlo también. Hay una gran tarea básica de enseñanza que realizar, especialmente cuando muchos jóvenes sin trasfondo cristiano están viniendo a nuestros grupos. Pero no estamos solamente interesados en la enseñanza abstracta; se comienza, por supuesto, con un corazón verdaderamente renovado para poder llegar a la mente renovada. La mente cristiana comienza con humildad delante de Dios y del hombre, no con un orgulloso sistema intelectual; comienza trabajando para revelar la verdad: “todo pensamiento humano lo sometemos a Cristo” (2 Co 10:3-5). Si no hemos enseñado bien, nuestros estudiantes y jóvenes graduados no van a “saber” qué verdad deben aplicar en el futuro. Pablo desarrolla algunos aspectos sorprendentes de la enseñanza del Señor, que parece tan poco práctica, para resolver algunos problemas muy concretos (1 Co 6). Esta tarea es todavía más importante cuando, como sucede en muchos países, las iglesias no la cumplen o no están capacitadas para hacerlo a un nivel que resulte aplicable para los graduados o para la vida profesional. Los ministros de las iglesias a veces no tienen el equipo ni la formación necesaria para hacer lo que se debe al respecto. 3.2 Debemos ayudar a los estudiantes a aplicar la Biblia a cualquier problema real ahora mientras todavía son estudiantes. ¡No estamos apoyándoles cuando les animamos a criticar desde el balcón teórico las cosas que están pasando al otro lado del mundo! No cuesta nada pensar en soluciones para los problemas de otros. Esta actitud solo sirve para formar una actitud pasiva, que se limita a criticar a los demás. En lugar de esto debemos desarrollar la costumbre de aplicar la Biblia a nuestros problemas ahora. Muy poco se estudia la segunda mitad de las epístolas del Nuevo Testamento en nuestros grupos. ¿Qué significa en estos momentos decir la verdad, no robar, honrar a los padres, hacer el trabajo académico como para el Señor, tomando algunos de los enfermos y débiles en nuestra 31


comunidad estudiantil, o en la comunidad más amplia, si somos verdaderamente parte de ella? En la Biblia, la ética personal viene primero, y debemos aprender el arte de obedecer a la Biblia en este punto primero. A veces puede tratarse de problemas sociales propios del mundo estudiantil, que pueden ser muy reales, tales como las necesidades de los estudiantes extranjeros o de quienes están realmente enfermos o pobres. Solamente si hemos desarrollado la costumbre de aplicar la verdad bíblica a lo que es nuestra obligación tratar en el momento, entonces es probable que lo hagamos de manera consistente cuando nuestro mundo sea más amplio y necesitemos aplicar las verdades bíblicas al matrimonio, la propiedad del trabajo, la calidad profesional, la política, etc. Hay demasiados cristianos que se lanzan al ejercicio de una profesión sin darse tiempo para examinar cuáles son las normas bíblicas para éste su nuevo campo de acción. La razón es que no aprendieron a pensar en las realidades con las que se confrontaron en ocasiones anteriores. No aprendieron a tratar de pensar bíblicamente sobre cada tema que se les presentaba. Sucede así que algunos hombres cristianos de negocios pueden organizar círculos donde la ética y los ideales de su negocio nunca se tocan. Puede que hagan un buen trabajo de evangelización, pero fallan miserablemente en el área de sus negocios, y ciertamente no pueden explicar lo que significa ser un cristiano en el negocio. Si en su iglesia se les invita a hablar del asunto, el resultado es patético y no ayuda a ninguno de los jóvenes de la iglesia que están considerando el mundo de los negocios como una posible carrera. 3.3 Debemos ayudar a los estudiantes capaces a comenzar a pensar sobre el acercamiento o perspectiva cristiana de su campo de estudio, y de la profesión que han elegido. Debemos proporcionar mas ayuda a los científicos para que piensen sobre los problemas reales en el ejercicio de las ciencias, a los sociólogos, para que distingan las perspectivas cristianas o anti-cristianas que pueden estar implícitas en sus libros y lecturas; a los médicos, para que reflexionen no solamente en le ética de la medicina sino en la perspectiva cristiana global de la relación médicopaciente, en contraste con lo que puede ser común en la práctica de su profesión. Para este propósito son muy útiles libros, circulares informativas, revistas y ayuda para el desarrollo de grupos especializados por facultad dentro de las sociedades estudiantiles cristianas. ¿Saben nuestros asesores qué sugerir si alguien que está preparándose para ser profesor les pide ayuda para pensar acerca de su profesión? ¿Hay otras fuentes de donde se puede conseguir material, o estamos obligados a producirlo? Mientras tanto, ¿no sería posible formar un grupo con los que se están preparando para la educación u otras carreras y ayudarlos a comenzar a pensar en el asunto como cristianos que son? 3.4 Debemos ayudar a los estudiantes a pensar más allá de su pequeño mundo. Deben aprender a pensar seriamente en las necesidades de sus padres y parientes. Tomar interés en la iglesia local y en el extranjero es una gran manera de inspirar, abrir los ojos y educar. También podemos ayudarlos, según su capacidad, a comenzar a pensar con conciencia nacional e internacional. Sería una tontería y una crueldad tratar de hacer que la mayoría de nuestros estudiantes de cursos no académicos sean personas políticamente despiertas. Algunos ingenieros han escogido su profesión por ser gente muy orientada a lo práctico sin muchos otros intereses. Podemos ampliar sus intereses, pero no debemos pensar que sean el mismo tipo de persona que un estudiante de política o economía, y que tengan la misma facilidad que éstos para pensar en tópicos más amplios. (Digo más amplios, no más grandes. En la Biblia los asuntos más grandes son a menudo personales y devocionales. Que nadie diga la política es más importante que la moralidad personal. En la Biblia no lo es. Por ello, el intelectual tiene mucho que aprender de un pobre hermano sin educación formal en cuanto a los asuntos realmente grandes. Sin embargo, siempre necesitamos personas capaces de pensar en asuntos más amplios). Si en un país hay gente que esta contribuyendo con una influencia cristiana positiva en las profesiones, en la comunidad local, en la política, es muy probable que haya entre ellos algunos que hasta hace poco fueron estudiantes y que han aprendido a proyectar sus ideas sobre un telón más grande. En nuestra experiencia en el mundo estudiantil que a menudo nuestros miembros son empujados rápidamente a asumir responsabilidades grandes en el mundo y que la enseñanza que les hemos dado como evangelistas y líderes de grupos cristianos no les ha preparado necesariamente para estas responsabilidades más amplias. Tristemente, nuestra enseñanza está a menudo dirigido hacia la metodología y pensada exclusivamente para el mundo universitario, de modo que ellos no pueden pensar de otra manera que les resulte en otro contexto. 3.5 Sin embargo, hay limitaciones en lo que podemos hacer para preparar a los estudiantes en su futuro papel. Lo que se puede decir del matrimonio es limitado, hasta que la gente esté casada o a punto de casarse. Demasiada teoría no siempre ayuda. Y lo mismo en otras esferas de la vida. El gerente de una gran compañía japonesa escogió a veinte de sus empleados jóvenes más hábiles (todos graduados de buenas universidades) para tomar un curso de cinco años en una universidad selecta y retirada, preparándose para ser los futuros políticos del mundo. ¿No es grande la posibilidad de que terminen engreídos, terriblemente teóricos, ingenuos en el conocimiento del mundo político real, y por tanto mas lentos para aprender por que piensan que ya lo saben todo?. Me sorprendería mucho si uno de ellos llega a la cumbre como político. La preparación cristiana debe darse en la escuela de la vida con Dios. No hay atajos. La Biblia a menudo da énfasis al valor de la experiencia, y ésta es una razón por la que debemos tener respeto por los cristianos mayores y estar dispuestos a aprender de ellos. Todos nuestros planes de formación estudiantil necesitan desarrollarse en un contexto donde realmente se estén haciendo las cosas para las cuales se está proveyendo instrucción. La preparación teórica no es suficiente, y la metodología práctica, aunque importante, tampoco es suficiente. 3.6 Por la misma razón, algunos de nuestros líderes de los grupos estudiantiles fallan en el mundo y en la iglesia. Yo sospecho que fueron ellos mismos o demasiado egoístas o muy superficiales. Habían aprendido como manejar situaciones en un marco cristiano estrecho, de manera mecánica, pero no llegaron a ser necesariamente cristianos maduros, y menos aún personas maduras, aunque sí fueron buenos líderes del grupo estudiantil. En contraste, algunos de los miembros mas o menos comunes, que fueron conscientes, aunque no espectaculares, sí lo logran. 32


Por otro lado, cuando los líderes han recibido instrucción sobre cómo tomar responsabilidades y han enfrentado por sí mismos el problema del fracaso en sus propias personalidades o en cristianos de confianza, han aprendido así mucho de lo que necesitan para ser de influencia real en el futuro. Necesitamos preguntarnos si nuestra capacitación de líderes es eficaz, es decir ¿estamos produciendo gente meramente autocrática o dependiente; o por el contrario, nuestros líderes son realmente responsables y su influencia actual en los grupos es tal que les ayudará en el futuro? Revisando una antigua lista de miembros del comité estudiantil nacional de una de nuestros movimientos, me siento asombrado y satisfecho con lo que están haciendo ahora. Hay pocos fracasos. Aunque no todos son líderes sobresalientes, en los términos en que el mundo ve el liderazgo, la mayoría de ellos ejerce una importante influencia cristiana y aunque son jóvenes se les ha confiado serias responsabilidades. Esto sucede porque ellos desde mucho antes ya habían estado aprendiendo, al asumir responsabilidades, de la experiencia que ésta da. Vemos lo mismo en muchos contextos, a escala internacional. Pero los movimientos en los cuales los asesores dirigen todo no muestran la misma calidad en la formación y producción de líderes cristianos para el futuro. También debemos preguntar a nuestros movimientos más grandes si los privilegios y enseñanzas que acompañan al liderazgo están siendo ofrecidos sólo a un número cada vez menor de sus miembros a medida que los grupos van creciendo. 3.7 Es necesario también que nos preguntemos si estamos produciendo gente dependiente. Hay algunas tradiciones dentro de las Iglesias Protestantes (e igualmente en la Iglesia Católica) que realmente conducen a la preparación de gente dependiente, gente que tiene que preguntar a otros “que los gobiernan en el Señor” sobre cada pequeña decisión que toman y que en su iglesia suplican las oraciones de otros, en forma que parte el corazón, por un simple resfrío. La trivialización de las peticiones de oración en términos de asuntos privados que debería haberse aprendido a resolver personalmente, sin distraer la atención que otras personas deben poner en decisiones importantes; es un factor en la vida de algunas iglesias modernas. El ideal del Nuevo Testamento no fue crear personas dependientes. Puede ser ésta una de las más grandes tradiciones de la Iglesia Católica, que fortalece su gobierno jerárquico, pero no es el ideal protestante. Necesitamos mantenernos firmes en un concepto más bíblico de lo que significa la madurez en Cristo. Aún el Apóstol Pablo escribió “no que nos enseñoreemos de vuestra fe” 2 Co 1:24, y constantemente él “exhortaba y animaba” (Tito 2), a menos que se tratara de cuestiones que eran materia de revelación divina, donde la autoridad apostólica era de suma importancia. ¿Son nuestros estudiantes cristianos ese tipo de persona que siempre depende del grupo estudiantil y del liderazgo que “está sobre ellos”, a tal punto que nunca toman la iniciativa, ni tienen ideas nuevas, ni desarrollan un estilo de vida cristiano bien planeado sino que se limitan a seguir el ejemplo de los ancianos de la iglesia? (Quizá todos ellos mayores de 60 años, sin un buen conocimiento de la Biblia y presos de la tradición) 3.8 En mayoría de los países hay una buena razón para el desarrollo de una organización que produzca literatura y otros medios de estímulo y ayuda para los graduados. No es fácil ni frecuente que los graduados descubran inmediatamente en sus profesiones, en sus iglesias o en sus localidades que hay cristianos maduros que pueden ayudarles a reflexionar críticamente sobre lo que significa ser cristiano en estas esferas. Pueden recibir exhortaciones para continuar estudiando la Biblia y evangelizando, lo cual es bueno. Si no tienen voluntad de aprender a un nivel sencillo ni de descubrir lo que significa tener una rica vida devocional en su nueva esfera, van a tener problemas. Demasiadas veces hemos visto a los graduados perder su vigor cristiano por ser negligentes en esta provisión de la gracia. Sin embargo, ellos realmente reciben ayuda para reflexionar en las verdades bíblicas que muestran como proceder en la práctica y la ética profesional, las ambiciones de la carrera, la vida social o la educación. Si no estamos haciendo este trabajo ¿quién está haciéndolo? Y si está haciéndose, ¿está seguro en las manos de pensadores bíblicos? ¿O lo han dejado en manos de liberales, que dicen “los evangélicos están bien para convertirlo a uno, pero si deseas saber como vivir, ven a nosotros”? Ellos te aconsejarán: “Estudia sociología psicología, economía, estudia la literatura del Concilio Mundial de Iglesias; o sigue a Marx; o a la señora Thatcher”. (¡Un teólogo “evangélico” en una conferencia reciente acerca de ética social en Inglaterra tomó si texto de declaraciones de la señora Thatcher, después de decidir que la Biblia no ayudaba mucho al respecto! Otros han hecho lo mismo con Marx). El vacío existente por falta de pensamiento bíblico será llenado por el pensamiento nobíblico. Aunque no es la tarea de nuestros movimientos estudiantiles tratar de llenar esta laguna, nuestros graduados deben ser estimulados y ayudados a ponerse a trabajar con otros para pelear la batalla en estas áreas, para que ellos y otros puedan “estar en el mundo pero no ser del mundo”. Tal actividad de los graduados puede tener como meta principal la provisión de literatura para los estudiantes. 3.9 Hay mucho peso a favor del argumento de que la iglesia no debe desarrollar una voz cristiana en la política. Ello no significa que no deba ayudar a apoyar a los cristianos con dones apropiados para luchar en este campo. Irlanda del Norte es solamente un ejemplo de mucho de lo que puede pasar cuando las iglesias (y sus pastores en su calidad de oficial de líderes de las mismas) se involucran en la política. De la misma manera, debemos preguntarnos qué es apropiado que hagamos, en las diferentes profesiones. Debemos ayudarlos a ponerse en marcha pero pronto estaremos en dificultades si el movimiento estudiantil se asocia demasiado con alguna posición política, sea en medicina, educación, trabajo social, derecho, o cualquier otra que pudiera ser muy controvertida entre los padres, los líderes de la Iglesia, y los cristianos que asisten a la universidad. No queremos perder el apoyo de las iglesias ni el potencial útil de los jóvenes estudiantes del futuro asociándonos con declaraciones o políticas en relación al aborto, la escuelas cristianas, la evolución, la política, con las cuales ellos están en franco desacuerdo. Así que, puede llegar un momento cuando los grupos profesionales desarrollados deban independizarse del grupo estudiantil que inicialmente ayudaron a comenzar. Sin embargo, si en el principio nosotros no tomamos la iniciativa, todo puede fracasar por falta de una adecuada posición doctrinal. La gente que inicia grupos de profesionales como éstos 33


siempre tiene la tentación de traer gente importante en su campo, gente que tal vez tiene una noción vaga de la posición cristiana y no comprende nada de la necesidad de tener una base bíblica. Una vez adentro, es muy difícil sacarlos de allí. Vez tras vez los grupos han sido así inutilizados, porque les faltaba una clara base suficientemente bíblica. En estos casos, toda la fuerza del testimonio cristiano en la profesión o en ese campo se viene abajo y nuestros jóvenes graduados sienten que es una pérdida de tiempo ocuparse de estos asuntos. En muchos países no hay nadie más, excepto nosotros mismos, para tomar la iniciativa de animar a los evangélicos a establecer tal trabajo con una firme base bíblica. 3.10 He dicho que no creo que la tarea de la Iglesia, como Iglesia, es entrar en la política, pero los cristianos como individuos, con los dones apropiados para tal tarea, deben recibir apoyo de su iglesia. De igual manera, no creo que nuestros movimientos estudiantiles, como tales, deban involucrarse en la política, aún en la política estudiantil, porque no es ésta su tarea definida. Dejemos a nuestros miembros, si se sienten movidos a ello y poseen los dones necesarios, formar un cuerpo político estudiantil con metas políticas definidas e invitar a los incrédulos a unirse a ellos. Cuando la iglesia o el grupo universitario se casan con el entusiasmo político del momento, se convertirán en la viuda de la próxima generación. La única excepción es cuando está en juego cualquier principio claramente bíblico. Por ejemplo, si la universidad ha decidido enriquecerse haciendo algo francamente inmoral, debemos protestar; y si las necesidades de los estudiantes extranjeros son ignoradas, debemos hacer algo nosotros mismos y también pedir la intervención de las autoridades. Generalmente, sin embargo; nuestra participación en “el mundo” será la preparación y equipamiento de nuestros miembros para la acción, en lugar de actuar nosotros como la organización estudiantil cristiana que somos; aunque sea muy tentador usar nuestra organización para la política y propósitos similares. 3.11 Después de decir todo esto, tenemos que reconocer que la necesidad fundamental del graduado cristiano en el mundo es mantener una vida verdaderamente cristiana. Él debe ser sal y luz. Debe evitar ser “del mundo”, mientras está todavía en el mundo. Debe desarrollarse en la madurez cristiana y en la semejanza a Cristo. La cuestión fundamental es si aquellos que salen de nuestros grupos saben permanecer firmes y fortalecidos con “toda la armadura de Dios”. En las palabras de Efesios 6, ¿han llenado sus mentes con la verdad? ¿Están regladas sus vidas por el hábito de la rectitud? ¿Están sus vidas llenas del evangelio de la paz? ¿Mantienen toda su vida bajo la cubierta de una fe viviente? ¿Experimentan continuamente la salvación día tras día? ¿Tienen costumbre de usar la Biblia junto con la oración? Si ellos no poseen estos elementos fundamentales de la vida cristiana en su experiencia diaria, ni los hemos ayudado a saber cómo tenerlos, entonces todo lo demás logrado en áreas más sofisticadas es inútil. No hay respuestas rápidas y fáciles a cómo preparar a la gente para su papel futuro, pero debemos agradecer a Dios que un gran número de nuestros antiguos miembros están actuando ahora como sal y luz en el mundo, en aquello a lo cual Dios les ha enviado.

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PREGUNTAS PARA DISCUSIÓN EN GRUPOS 1. ¿Cómo estás creando un testimonio fiel al Señor Jesucristo en el mundo real y concreto de la comunidad estudiantil? 2. ¿Cómo debería la obra estudiantil tener más influencia en la vida efectiva de la comunidad fuera de la universidad? 3. ¿Cómo piensas que podemos ayudar a los estudiantes a relacionar más plenamente su fe con su trabajo académico y su futuro profesional? 4. ¿Cómo consideras que tu obra estudiantil podría preparar mejor a los futuros graduados para su futuro papel en el mundo? ¿Qué énfasis práctico o de enseñanza introducirías en los próximos 12 meses? 5. Las metas de nuestros movimientos fueron generalmente alcanzadas por las generaciones anteriores, ¿debemos modificarlas para darnos también metas políticas, o está en lo cierto Oliver Barclay al decir que éstas deben ser metas de individuos cristianos o de grupos mixtos cristianos e incrédulos, o de una organización política estudiantil? ¿Por qué?

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GRUPOS UNIVERSITARIOS DE LA CIEE EN AMÉRICA LATINA ABUA Asociación Bíblica Universitaria de Argentina CCU Comunidad Cristiana Universitaria de Bolivia ABUB Alianza Bíblica Universitaria de Brasil GBU Grupo Bíblico Universitarios de Chile UCU Unidad Cristiana Universitaria de Colombia ECU Estudiantes Cristianos Universitarios de Costa Rica KOINONIA Grupo de Estudiantes y Profesionales de Cuba CECE Comunidad de Estudiantes Cristianos del Ecuador GEU Grupo Evangélico Universitarios de Guatemala GEUH Grupo Evangélico Universitario de Honduras COMPAÑERISMO ESTUDIANTIL A.C. de México HOSSANA de Nicaragua GENTE NUEVA de Nicaragua MINAMUNO de Panamá GBUP Grupos Bíblicos Unidos del Paraguay AGEUP Asociación de Grupos Evangélicos Universitarios del Perú ABU Asociación Bíblica Universitaria de Puerto Rico ADDE Asociación Dominicana de Estudiantes Evangélicos de República Dominicana CBUU Comunidad Bíblica Universitaria de Uruguay MUEVE Movimiento Universitario Evangélico Venezolano

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