imagen - tiempo, significación.

Page 1

GIOVANNI ESPINOZA TORRES

IMAGEN

SIGNIFICACIÓN 1

TIEMPO


Marco teรณrico Giovanni Espinoza Torres Profesor supervisor: Natascha De Cortillas Diego Departamento de artes plรกsticas. Licenciatura en Artes visuales. Universidad de Concepciรณn

2


3


CAPÍTULO 1: SOBRE EL TIEMPO. 1.1: UNA MEMORIA CASI CONCRETA.

p.6 p.12

CAPÍTULO 2: LA REPRESENTACIÓN DEL TIEMPO.

p.14

CAPÍTULO 3: HISTORIA, ARCHIVO Y DOCUMENTO (material y metodología para el arte). p.28

4


5


CAPÍTULO I.

6


SOBRE EL TIEMPO.

7


Antes que nada, es necesario plantear un análisis sobre el tiempo , considerándolo como una sucesión de hechos que marcan la historia, desde lo más íntimo hasta lo más externo, existe el pasado, el presente y el futuro, pero, ¿están en plena existencia como entes? Puesto que no podemos entrar en el campo del tiempo como tal debido a nuestras incapacidades perceptuales más que teniendo una conciencia de él. “… Aristóteles pone en duda la existencia del tiempo, es por estar compuesto de “no seres”. Y es que, el pasado ya no es, el futuro todavía no es y el presente es y no es a cada punto. “ (Navarro, 2006, pág. 2) San Agustín continúa con lo siguiente: “[…] ¿cómo pueden existir si el pasado ya no es y el futuro no existe todavía? En cuanto al presente… si el presente para ser tiempo es preciso que deje de ser presente y se convierta en pasado, ¿cómo decimos que el presente existe si su razón de ser estriba en dejar de ser? No podemos, pues, decir con verdad que existe el tiempo sino en cuanto tiende a no ser” (Navarro, 2006, pág. 2) El tiempo es considerado una “no materia”, una no existencia física capaz de delimitar del presente como un parpadeo, dentro del cual no hay una pausa en ninguno de los sentidos humanos, más bien, podrían existir espacios de detención sensorial expuestos dentro de las formas. El ser humano, dentro de milenios de existencia ha tratado de indagar de distintas formas sobre su análisis dando cuenta de la consciencia sobre el tiempo. Hoy en día el tiempo lineal es una idea de tiempo que tiene más aceptación entre las masas. El sistema político y económico en que vivimos permite configurarlo de manera que lo delimitamos con números, en este caso fechas y horarios ( minutos, horas, días, semanas, meses y años),

8


9


así, nos posicionamos en el presente según esta clase de parámetro, así, los números que vayan más adelante estarán en el futuro como un punto al que llegaremos, y los números más bajos que nuestro posicionamiento estarán en el pasado; De variadas formas vemos el tiempo como un sistema que permite posicionar una sucesión de hechos que conforman nuestro día a día, vida y muerte, principio y fin cuartados por estas limitaciones, desde el nacimiento hasta la extinción hemos sido marcados, tomamos la herencia como un margen fundamental para el proseguir, sin entrar en cuenta de si los hechos se repiten o no, ya que pueden permitirse sus semejanzas, pero no su completa repetición. Como contraparte, podríamos tomar la idea del tiempo cíclico, descubierta por las antiguas culturas orientales, quienes en observaciones de ciclos de la naturaleza han determinado la repetición de acontecimientos generales; tales son las sequías, tiempos de lluvias y estaciones del año. Los pueblos nómadas, antes del surgimiento de la escritura, incluso, no tomaban el tiempo como un problema mayor, sus divagaciones entre espacios daban cuenta de algo, y este algo era que su contacto con la naturaleza estaba guiado por características más grandes, procesos como la vejez y su paso por cada cuerpo estaban en existencia, pero dejado de lado ya que las necesidades vitales debían ser saciadas. Ya con el paso de los siglos ocurre un hito fundamental, siendo el dominio del fuego lo que permite generar instancias de ocio las cuales permiten razonar respecto a los fundamentos de la existencia humana.

10


11


Con el surgimiento de la agricultura y el misticismo logra tomar fuerza el carácter circular del Tiempo, culturas como la egipcia y Maya se transforman en representantes de esta idea, con configuraciones de calendarios logran pronosticar las estaciones del año, las cuales indudablemente se repiten además del alineamiento de planetas y ciertos eventos astronómicos. Estas culturas practicaron el paso del tiempo según la práctica, el ver los fenómenos y encontrar repeticiones generales. Nuestra conciencia del mundo es temporal; siendo el ser humano un ente que divaga, y que, al estar en conciencia de este elemento fundamental puede comprenderlo, pero no afectar ni ejercer poder sobre aquello. El tiempo es y está, y nuestra psique es la que se preocupa de cuantificar y delimitar espacios temporales, como pueden llegar a ser los recuerdos, tomamos la lectura como una forma de manifestación capaz de establecerse en el tiempo compuesta por existencias incluso remotas al inicio de las nuestras. El recuerdo, el trauma, ansiedad, nostalgia y el espectro de emociones podríamos catalogarlos con la idea de tiempo vivenciado , ya que permanecen dentro de las personas en su individual, cuya senda parte con el acto de nacer, con la sensación de comprender el mundo y aprender de él, y termina con la muerte. Su contacto con los procesos vitales sobre el tiempo es en primera persona, logrando incluso llegar a comprender los mensajes que se exhiben desde el pasado, posicionándose en una fecha del calendario y partiendo con el recorrido memorial en cuanto logra encapsular sus recuerdos y hacerse una idea sobre las memorias de los demás seres humanos.

12


Y por otra parte está la concepción en aras objetivista del tiempo, el cual está en concordancia con la forma historiográfica y sus ansias de establecer una línea temporal con sus correspondientes hitos respecto al terreno en que se establecen las sociedades y culturas. (Navarro, 2006) No debemos olvidar la lectura como un centro principal de recomposición histórica, ya que son escritura y lectura de los hechos historiográficos agentes que permiten acercarnos al tiempo de manera casi objetiva. Existe contraste entre estas dos experiencias del tiempo, el tiempo vivenciado es parte de una memoria personal, contada entre conversaciones e incluso contada a modo de anécdota además de ser escrita con motivos biográficos dentro de una situación social, pertenece a una persona como tal y en su capacidad de recordar momentos en el transcurso de su vida han generado esta senda temporal. En cambio, el tiempo y sus formas de intentar el ser objetivista están en el transcurso de una memoria colectiva activamente formada por generaciones y generaciones, cambiando incluso sus discursos a favor de cada sistema, ya sea político o religioso. Existen distintas corrientes historiográficas que intentan formar una historia de los hechos y estas se separan según métodos que permiten su concreción por medio de los textos historiográficos.

13


1.1

14


UNA MEMORIA CASI CONCRETA

15


Gran parte de los elementos ligados a análisis sobre el tiempo y sus espacios, como forma de escribir la historia vienen de la historiografía, centrando sus fundamentos en los contextos sociales, políticos y religiosos de las comunidades. Por gran parte del avance de la historia y en su mayoría hasta el siglo pasado su escritura había sido delegada a quienes obtuvieron el poder de las naciones, quedando eclipsada esta otra cara, la de quien pierde guerras, fragmentos y tierras. “La historia nunca es confiable”. ¿En qué sentido se deshace la confiabilidad de esa suerte de recuperación o reconstrucción de eventos pasados por medio de un discurso? ¿Cómo poder seguir sosteniendo la “creencia” en que los procedimientos técnicos y disciplinarios limitados son “neutros”, a pesar de que están determinados por un lugar institucional, atravesado en todo caso por conflictos y violencias?” (Martínez, 2018) ¿Cómo podría estarlo? El libro de historia empieza con un presente. Se construye a partir de dos series de datos: por un lado, las “ideas” que tenemos sobre un pasado, las que aún transmiten los materiales antiguos, pero en los circuitos establecidos por una nueva mentalidad; por el otro, documentos y “archivos”. (Martínez, 2018) El análisis de De Certeau busca señalar que, aunque la idea sea el alcanzar un límite objetivista, está dentro de la mente del historiador, este es un imposible, ya que las situaciones temporales lo impiden, porque el aquí y ahora ya no son lo mismo que el periodo histórico al que se busca leer. “el historiador sabe que “eso nunca es eso”, pues el tiempo mismo como diferencia deshace dicha confianza.” (Martínez, 2018) Resumiéndolo en una frase, el pasado está formado por NUESTRAS[3] ideas sobre él dentro del marco histórico.

16

3 - Una pérdida bastante grande hemos tenido en nuestro país a causa de esto; muchas culturas y pueblos han perdido gran parte de su esencia debido a la idea colonizadora existente hace dos siglos. Debido al problema del dinero y las tierras ya no quedan restos, siquiera en un porcentaje alto sobre el pueblo selknam, por ejemplo, solo fotografías, pero pocos textos sobre sus mitos creadores, sobre sus raíces.


La historia está fuertemente marcada por esta ausencia, el contexto dentro del que se recolecta la información está fuera del contexto del cual la información fue creada, es así, que de ninguna forma se podría concretar la meta de “revivir” estos espacios. De esta forma, la historiografía se asemejaría más a un trabajo de recolección, su campo es el de los residuos, fragmentos sometidos a distintos tipos de selección, los cuales logran crear un documento comprensible, este, no pudiendo escapar de su propia situación histórica. La ciencia histórica se caracteriza por ser un sistema observador, lo que quiere decir que necesita de los fragmentos, reflexiones y autorreflexiones, observar a quien observa, y de esta forma permite llegar a accesos más amplios hacia las realidades pasadas.

4- “Se habla dentro de las investigaciones historiográficas constructivista y epistemológica sobre dos principios: uno es el principio de limitabilidad, este sería el aislamiento en un campo propio. y dependen, en cuanto a su reproducción, de la “normalización de una investigación” así como de las transformaciones que pueden llevar a cabo en el sentido de variaciones significativas (principio de reflexividad).” De Certau trata estos elementos como procedimientos que marcan una operación, los cuales van aportando pasos, dando seguida a operaciones posteriores, aportando en generar un abanico de diferencias que son realizadas dentro del mismo sistema con las mismas formas operativas previas, lo cual ayudaría a que esta reconstrucción tornara en un análisis más extenso sobre lo pasado.

“Hay que tomar en cuenta que esta función autorreflexiva[4] es crucial para la propia investigación histórica, ya que permite reproducir sus operaciones en términos recursivos gracias a la estabilización de ciertos conjuntos de comunicaciones historiográficas. Lo que se conoce como corrientes historiográficas no son otra cosa que estructuras que logran condensarse y que por ello orientan investigaciones futuras gracias a los elementos recursivos que aportan.” (Martínez, 2018) Los elementos anteriores permiten dar un gran avance a la historiografía moderna y contemporánea, permitiendo un mayor acercamiento hacia la “objetividad”, teniendo en cuenta que ésta en su totalidad ya no es alcanzable, tanto por temas epistemológicos como de espacio y tiempo, sus visiones sobre el pasado no tratan temas sobre intimidades, más que aquello, buscan los contextos, roles, ciudadanía y hechos, alejándose de lo anecdótico para un análisis más concreto

17


CAPITULO II

18


LA REPRESENTACIÓN DEL TIEMPO

:

19


La producción de imágenes está encapsulada en un presente denominado por el tiempo y el espacio en que esta es generada, no espontáneamente. Cada imagen está ligada a un mundo en un tiempo (Heidegger), los cuales sirven para dar tierra a estas obras, su totalidad está ahí, quedando rastros arqueológicos que permiten dar espacio a estas en el presente temporal. En el contexto posmoderno la producción de imágenes va de aquí (presente) hasta allá (pasado) y viceversa, se alimenta y crece en significaciones, hay imágenes del pasado dentro de las cuales se puede llegar a generar una nueva lectura en el presente, por muy remota que sea, adquiere doble significación. ¿Por qué una doble significación? Porque los contextos en que se ejecutan son variables en cuanto a disposiciones sociales y políticas, de terreno y con pérdida o avance desde el pasado hasta el punto presente, no es necesaria una visión positivista hacia estas imágenes, es más claro el releerlas para dar cuenta que los textos que mantienen en nutrición a estas formas evitan una lectura de carácter arqueológica. Se sitúan en este contexto de manera amigable, permiten su adjunción al instante de quien pone su mirada junto a ella. Es así que las producciones pueden llegar a más enlaces lógicos con una imagen, ya que, al lograr poetizar con sus referencias surgen contrastes, similitudes e incluso comparaciones para problematizar sobre escenografías anteriores remontándose al día a día, incluso situándonos dentro de espacios bastante adversos a la primera impresión de cada obra. La esencia de la pieza de arte descansa en el tiempo. (Heidegger, 1976)Este descansar en el tiempo 20


21


22


la priva de su lectura original ya que existe pérdida de sus fundamentos que permitían que esta se mantuviese en cuanto al entorno de proyección, cual cuerpo que se mantiene sobre el océano llegará a ser reactivado en cuanto aparezca un buque o bote que permita que esta sobreviva. Una capsula de tiempo refresca la memoria, así, una obra entra a los enlaces que pudieron no haber sido rescatados ya que estos son frágiles a la pérdida. Como es bien sabido, el rol de la imagen dentro de las ciencias historiográficas ha quedado relegado a un segundo plano, tomado como ilustrativo o simplemente lejos de problematización respecto al tiempo, ya que gran parte de los movimientos historiográficos no ven en ellas un completo acercamiento a los contextos. Personajes como Aby Warburg, Walter Benjamin y más llevado a nuestra época el trabajo de Georges Didi-Huberman son quienes logran generar una serie de proyectos y estudios que valoran la imagen como un espacio de reorganización sintáctica respecto al paso del tiempo. Aby Warburg, (tomado como referente y profesor de varios filósofos e historiadores posteriores, Panofsky entre ellos) es quien toma gran importancia con el paso de las décadas debido a gran parte de sus estudios respecto al arte y la historia. Warburg plantea una base para el conocimiento universal: una iconografía gestual, dentro de la cual el gesto (pathosformel) supera al tiempo en medida que este puede ser comprendido por el paso de los siglos, es el caso ejemplificado con 23


Laocoonte, del cual podemos tomar la idea del mito y a la vez de el misticismo que encierra esta figura, la desgarradora escena teatral abre paso a la empatía humana y esta deja su belleza en el presente de quien participa contactando su poder visual. (Chacartegui, 2014, pág. 13) Si eliminamos el mito de Laocoonte y sus hijos siendo asesinados por intentar exponer el engaño del caballo de Troya y lo entregásemos al HOY con su respectiva pérdida, mantendría el gesto, ya que este trasciende como cualidad humana. Si hablamos del gesto, debemos remontarnos inmediatamente a las producciones artísticas paleolíticas con la estilización de la forma de animales, a la elipsis como constitución de profundidad. (Montañés, 2015, pág. 30) El gesto y la estilización de los animales está dictado por una necesidad humana desde sus inicios, hoy en día nos parece fuera de contexto el hecho de ver síntesis en la forma orgánica de zoomorfos en la era prehistórica, ya que esta requiere un proceso mental bastante elaborado para llegar a su simplificación, pero esta obedece a un fin, en este caso la representación liberada de la realidad como mímesis y apertura a la realidad vivenciada. No hace falta el representar una manada de caballos separados uno de otro, resulta más cohesionado el verlos agrupados, uno superpuesto sobre otro dentro de la pintura rupestre, al mismo tiempo en movimiento; el gesto de movimiento es el que da el sentido a la obra pictórica.

24


25


26


La elipsis dentro de la producción rupestre como supresión de formas que son prescindibles para la comprensión de lo que se observa es fundamental para su comprensión, de esta forma se elimina toda conducta del animal que no es necesaria para entender sus actos; en una pintura rupestre vemos cuernos que salen de entre la hierba alta, solo esto es necesario para saber que ahí hay un animal de ese tipo escondiéndose, el cuerpo no es necesario presentarlo completo, este permanece entre paréntesis por el fenómeno de la elipsis. Del mismo modo podemos comprender el movimiento mediante el uso de la elipsis, un caballo que corre es presentado con líneas constantes que van detrás del animal marcando su recorrido. El movimiento sobre el tiempo está dado por la grafía de sus patas, y este es, claramente, una representación del acto temporal. El gesto y la estilización recorren el tiempo de distinta manera, ya que estos pasan en conjunto con el tiempo llegando como un mensaje, (una imagen superviviente, según Didi-Huberman) que es activado de vuelta en quien ve mediante una fotografía o in-situ frente a la cueva, el significado aparece de distinta manera, ya que animales con cachos siguen existiendo, quizás no de la misma especie en el mismo lugar, pero siendo tomada arqueológicamente como un ser que existió en su contexto. El gesto del animal caminando o corriendo recorre su significación sobre el tiempo de quien descifró sus formas, al ver su sinónimo en lo real.

27


Si tomamos al arte como organizador de archivos para su posterior estudio mediante la historiografía y narrativa hasta el surgimiento de la fotografía, es necesario leerlas sobre sus espacios de nacimiento, no podemos olvidar la reconstrucción de culturas como la de Grecia, sin sus obras escultóricas, arquitectónicas y pictóricas, ya que cada mínimo elemento da cuenta de su cosmovisión, sin dejar de lado la estética. Su reproducción por parte de Roma, y finalmente la vuelta de los textos en el renacimiento, la producción de una “realidad” iconográfica que logra contar sobre guerras entre reinos, colonizaciones y demases. Pero debemos tener en cuenta el carácter más importante (al menos para mí) de la imagen, este es su supra-temporalidad a la vez de su relectura constante respecto al tiempo, el Atlas de Aby Warburg da cuenta de este hecho; las imágenes conviven dentro de situaciones de unión sintáctica libre. Así, el mensaje escondido entre una figura escultórica de Grecia, en conjunto con una pintura barroca, y alzándose en una tercera pintura de Gonzalo Cienfuegos genera una semiótica que les permite actuar como objetos creadores de discurso, en los cuales su unión (1-2-3, 1-3-2, 3-2-1, 3-12) permite una relectura, tanto temporal como sígnica, gestual y de estilos. Para Warburg una imagen es libre debido a que esta tiene la capacidad de permanecer como un representante de un momento enclaustrado dentro de un sistema social y político, pero estos 28


no la encierran, sino que la encierra su significación en el paradigma en el cual se encuentra temporalmente, ya que esta significación puede variar según los límites lineales del tiempo. De esta manera, la conjunción entre obra 1, 2 y 3 pueden cambiar su significación pasadas las décadas y remontarse al presente según los sucesos sigan marcándose en el ahora. Cada documento puede llegar a ser manipulado para el bien de la mantención del poder y los contrastes pueden llegar a ser utilizados como método para establecer contras entre las diferentes políticas. El caso de la guerra fría no deja dudas al respecto, El realismo socialista versus un Estados Unidos con ideas sobre la verdadera libertad de la expresión con el expresionismo abstracto y una variedad de críticos tratando sobre el tema. Grandes problemas respecto al discurso del tiempo existen dentro de este periodo temporal; mientras la unión soviética genera un discurso sobre la producción y las raíces de la identidad como pueblo dando como eje principal al trabajador, el expresionismo abstracto está encapsulado en el “ahora”, en el proceso artístico y sus problemáticas, parecieran evadir el contexto social del que vive el mundo en las décadas post segunda guerra mundial. aunque el problema para ese tiempo estaba en la incertidumbre del presente, pues, es en el presente donde ocurren los acontecimientos que pueden cambiar. Obviamente, no es necesario producir una imagen iconográfica para dialogar sobre temas políticos, ni sobreexigir al simbolismo para narrar. 29


Mientras, al terminar la segunda guerra mundial “América” se cataloga como principal capital del arte, se deja de lado a Europa, continente que intenta abarcar nuevas zonas no ligadas a la libertad, más bien, corrientes como el informalismo/Outsider art, buscan ya desligarse de la escuela para lograr esta clase de expresión más experimental, encorvandose más al exprimir su presente; una decadencia del espíritu de la cual hemos sido opacados por el avance de las figuras de moda. Didi Huberman entabla una comparación frente a la apropiación del discurso sobre las imágenes dentro de las políticas Totalitarias. El poder hace que la imagen se pierda en el tiempo, ya que este está entablado por la fuerza, por el querer llegar más arriba que su misma situación para así liderar cierto régimen sobre el pensamiento que genera el observador respecto a la imagen. Caso contrario es el de POTENCIA de una imagen (Didi-Huberman, 2017), es lo que la vuelve trascendente en el tiempo, lejos de toda política, la imagen logra hablar por sí sola, y permite el acercamiento incluso ingenuo del observador, que llega a estar consciente del entorno en que esta crece y permanece en el presente. La imagen superviviente está ligada a la potencia, su carácter superviviente está dado por el permanecer con el tiempo, desaparecer incluso de este y realzarse en el momento en que puede llegar a ser vista pasados los discursos de odio, de desastre e hitos que le impidieron persistir en el tiempo, esta es una imagen superviviente, ejemplo de esto sería, según Didi-Huberman, las fotografías sacadas en Auschwich por prisioneros judíos acinados, sabiendo de su muerte, su 30


potencia visual está dada por su contexto, la vida de quien saca la fotografía, y el transcurso de esta para lograr salir de tan dantesco escenario. En comparación con el régimen de Adolf Hitler, quien intenta establecer una idea de arte imperial condicionando el tipo de lectura visual ya dado por los anteriores movimientos de vanguardia, su imagen es la del Poder, no trasciende en el tiempo ya que está ligada a la imitación y a la malversación del discurso. Ligado a esto, Aby Warburg propone una historia de las imágenes, no una historia CON las imágenes, ya que esto sería más parecido al proyecto constructor de la historia por la historiografía convencional. El Atlas Mnemosyne contiene dentro de si particularidades que abren espacio a la libertad de la imagen en conjunción con la historia, Siendo su producción un contenido sujeto a la historia para su lectura, pero permitiendo un método de análisis diferido al de la historia. ¿Cómo? El Atlas Mnemosyne no sujeta a la imagen bajo un texto, estas tienen su propia capacidad de diálogo, elemento fundamental del cual Warburg es consciente, su producción y exposición incompleta contiene lineamientos, aun así, estos sirven para encapsularlas en cierta libertad temática. (Tartás Ruiz, 2013)

31


CAPITULO III

32


HISTORIA: ARCHIVO Y DOCUMENTO (MATERIAL Y METODOLOGIA PARA EL ARTE)

33


Debemos tener en cuenta, como uno de los principales elementos de la capacidad de la imagen a su pathos; la capacidad emocional que logra evocar, siendo este elemento totalmente ligado a sus contextos de creación, la psique del individuo que llegó a inmortalizar momentos. Artistas como Otto Dix, Kathe Kollwitz, Mark Rothko en sus primeros años y muchos más, dan cuenta de un sinfín de memorias y traumas generados por la guerra, dictaduras y formas políticas a las cuales se está ligado como ciudadano, a corrientes en donde la forma no es un partícipe fundamental a la manera escolástica, más bien, su fin es deformarla para llegar a abrir ciertas puertas hacia los momentos vividos por estos seres. Aquí damos cuenta al pasado como un agente de creación repercutiendo en el discurso de cada productor; el pasado está en el aquí y ahora . Aby Warburg toma el término Pathosformel como la forma patética (al español) para describir aquellos gestos que logran mantenerse respecto al tiempo, esta es parte de un lenguaje que logra trascender debido a nuestra empatía, los gestos son los que se mantienen mientras las lenguas y los símbolos son susceptibles al cambio debido a mutaciones de paradigma. Es así que la emoción de pena, odio y tranquilidad se han mantenido entre culturas debido a que no existe una forma directa de enseñanza de estos gestos más que viéndolos en la realidad. Así, la imagen del mito pasa a la mente del artista, y esta se plasma en el discurso del arte. (Tartás Ruiz, 2013) 34

“Se habla dentro de las investigaciones historiográficas constructivista y epistemológica sobre dos principios: uno es el principio de limitabilidad, este sería el aislamiento en un campo propio. y dependen, en cuanto a su reproducción, de la “normalización de una investigación” así como de las transformaciones que pueden llevar a cabo en el sentido de variaciones significativas (principio de reflexividad).” De Certau trata estos elementos como procedimientos que marcan una operación, los cuales van aportando pasos, dando seguida a operaciones posteriores, aportando en generar un abanico de diferencias que son realizadas dentro del mismo sistema con las mismas formas operativas previas, lo cual ayudaría a que esta reconstrucción tornara en un análisis más extenso sobre lo pasado.


En cuanto a esto es necesario referirnos a la disposición de las imágenes dentro del Atlas Mnemosyne de Aby Warburg ya que estas no están dispuestas de manera aleatoria, todo se reduce a un trabajo de montaje definido como un re-organizar las partes constituyentes de una línea y dar nuevas significaciones según su orden sintáctico. Para Aby Warburg su fin fue el de establecer una historia de las imágenes en contraposición a la historia ~con~ las imágenes. Es así que al ver los distintos paneles del Atlas nos enfrentamos a un destello de múltiples tiempos, sin un lineamiento concreto más que la búsqueda de semejanzas entre una imagen y otra para comprender, así, el mensaje al que somos receptivos. Si observamos la lámina n° 39, esta va ligada al gesto como elemento de representación artística, así, la Venus toma sus distintas facetas manteniendo repeticiones generales entre una y otra imagen, según autor de obra, según periodo temporal y según el lenguaje adoptado para cada una. Claro está que aquí la venus no es la paleolítica, entonces el Alcance de nombres no está ligado al concepto central del panel, ni el discurso entre una y otra logra una semejanza. El pasado se encuentra en el ahora, elemento al cual intento dar fundamento con el presente concretado en cada imagen, ya que estas se encuentran en constante activación mientras se observa. Parte de esta puede estar encapsulada dentro de otra imagen, siendo una escultura seccionada para responder a una necesidad montajista de dialogo. Pues es en el ahora en que tomamos consciencia 35


de cuanto entra en la psique, ya que en el pasado se agrupan las experiencias anteriores, y la producción de aquella experiencia fue en un presente ya formulado. En contraste con la producción rigurosa de Aby Warburg podríamos tomar el trabajo de Hannah Hötch, quien trabaja el Collage dadaista. Conceptualmente su obra trabaja el presente y la espontaneidad, la reorganización y la transmutación de significado. Podemos tomar al Collage de Hannah Hötch como un proceso de superposición de imágenes diversas en búsqueda de un valor global, parecido en este sentido al trabajo de Warburg, su obra enlaza la realidad periodística y magazinesca en unión con los diversos enlaces que esta establece con la realidad ciudadana. Es así que obra dentro de los paradigmas ejercidos tanto por los constructos sociales como los elementos que rigen la moral y la ética y sobre todo la belleza. Al tener libertad dentro del circuito Dada, la producción de collage permite entablar otro tipo de relaciones entre partes de la obra, tal es el caso que los cortes quirúrgicos y las variaciones en cuanto al color dan cuenta de que no se busca esconder la procedencia de los recortes de revista, más bien, quizás al no ser esto un elemento fundamental, la variedad de imágenes se superponen para dar paso a mayor apertura en cuanto a la significación. Si bien la búsqueda del Dadaismo era la libertad de la nada al ser todo, no podemos olvidar que el cerebro es quien se ocupa de interpretar lo dispuesto en los alrededores. El collage dadaista de Hannah Hötch trata la semejanza en distintos 36


elementos dispuestos para su recorte y posterior montaje; es lo que se encuentra en los enlaces lo que importa de su obra, la totalidad de su obra es esto. El recorte y montaje se encuentran en el presente y la variedad de fuentes en tiempos y espacios diversos son los que permiten al montajista unir los elementos para libertar el discurso por asociación. Aunque pareciera diverso el contraste, el montaje es quien une a ambos, historiador (Warburg) y Artista (Hötch) están centrados en un quehacer intenso respecto a la imagen, ambos quitan de sus ambientes los recursos para brindar una nueva línea de significación sin la pérdida de sus fundamentos de nacimiento. Aquí entra el trabajo Neodada de Rauschenberg, las discusiones respecto al qué es el arte de Duchamp y una variedad inmensa de personajes que han vuelto del montaje una parte fundamental de su proceso productivo. En este momento surge una pregunta más grande dentro de mí, ¿Cuál es el rol de la producción respecto al tiempo? Ya que este elemento fundamental e inmaterial permanece inmutable dentro de su paso por nuestra forma humana en millones de años, no seguiremos aquí cuando el tiempo se acabe, más bien, es 37


una idea totalmente humana la de esta proporción del tiempo frente a un reloj que llega a 12 y parte de nuevo en 1. Aún así, continúa el deseo por presentar al resto, de presentarnos en nuestra colectividad hacia quien se encuentra al lado. Su necesidad va en conjunto con el recorrido, la senda y el caminar en conjunto. Es por esto que la comunicación entre pares resulta tan fuerte, y este par puede incluso ir en conjunción con el tiempo, pasadas décadas, pensamiento romancista, pero, claro está, las poéticas son las que resuelven el arte. ¿Cuál es la necesidad de presentar el tiempo? Pues este elemento no sería nada para la humanidad si no pudiésemos dar cuenta de ella, La consciencia temporal lleva consigo un espacio el cual el artista está preocupado por intentar que esta trascienda, al menos hasta pasado el día de su muerte, ya que al futuro no estará en conexión con el mundo, y su obra será capaz de superponerse a su caducidad. Es incluso fundamental este carácter temporal, ya que frente a su consistencia la performance va en contra-trascendencia, su ser-ahí está en el presente, en su público quedarán las ideas que plasmó con mayor fuerza, alejado de elementos que permitiesen documentar su proyección, Pues, es en el aquí y ahora en donde su obra está potenciada, perdiendo fuerza al ser encuadrada en objetos que van fuera de su concepción, tal es la fotografía, metraje y cámara, como una obra de teatro que se absorbe en un 38


público pequeño perdido de aquellas tan ajetreadas urbes que impiden su descanso. Así también la fuerza de la fotografía de Auschwitz transforma el aquí y el ahora en una potencia general que logra escapar mediante el uso de un artefacto tecnológico el mensaje visual que su contra no estaba dispuesta a dejar a libre paso. Quien produce arte está consciente del tiempo y el trayecto lineal en que se encuentra respecto a lo social, los sucesos políticos y sociales que lleguen a nosotros como seres andantes son los que nos permiten reorganizarlos, así cuanto vemos nos da una idea de mundo, está en nuestra generación y las anteriores el hablar del tiempo hasta ahora, desde el pasado hasta el presente, desde atrás hacia delante. Solo de estos elementos tenemos consciencia. Una imagen puede llegar a reactivarse en el sentido en que vuelve a su semejanza respecto a contextos y sucesos, así, la imaginación y la memoria son capaces de subvertir lo escrito en la memoria del presente, el trauma forma parte de este circuito, este es capaz de unirse en conjunto con el día a día del sujeto, permitiendo darnos paso a hablar sobre problemas que se llegan a dar en nuestro presente. El futuro está construido en base al hoy, y desde el nacimiento hasta el hoy hay un gran camino.

39


BIBLIOGRAFÍA:

Chacartegui, A. Z. (Junio de 2014). Ante la imagen y ante el tiempo. Barcelona, España. Obtenido de http://diposit.ub.edu/dspace/ bitstream/2445/66056/1/TFG_HA_Anne%20Zamora%20Chacartegui.pdf Didi-Huberman, G. (17 de noviembre de 2017). La imagen potente. La noche de la filosofía. Canal Encuentro. Heidegger, M. (1976). El origen de la obra de arte. Santiago, Chile: Centro de Documentación Artes visuales. Martínez, F. B. (Jul/dic de 2018). Historiografía y diferencia: el orden procedimental de la investigación histórica. Hist. graf(51), 1. Obtenido de http:// www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-09272018000200293 Montañés, A. L. (2015). Reflexiones sobre la elipsis en el arte paleolítico. SALDVIE: estudios de prehistoria y arqueología(15), 23-33. Navarro, V. (2006). el tiempo a través del tiempo. Athenea Digital(9), 1-18. Tartás Ruiz, C. &. (2013). Cartografías de la memoria. Aby Warburg y el Atlas Mnemosyne. EGA Expresión Gráfica Arquitectónica,, 226-235.

40


41


42


43


44


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.