EL ESPACIO Y EL TIEMPO EN LA CULTURA AMERINDIA THE SPACE AND THE TIME AT AMERINDIAN CULTURE –The case of Valley of Aburrá, Colombia Filling with meaning the territory Doctora, Arquitecta, MARIA JULIA RAVE ARISTIZABAL Profesora Asociada, Universidad Nacional de Colombia. Facultad de Arquitectura Posgrado en Planeación Urbano Regional Enviar correspondencia a: Bloque 24. Oficina 403 Teléfono: 4309425 Email: jrave@unalmed.educ.o Medellín, agosto 20 de 2005 EL ESPACIO Y EL TIEMPO EN LA CULTURA AMERINDIA – El caso de Valle de Aburrá, Colombia Llenando de significado el territorio El trabajo se ubica dentro del campo de la historia del pensamiento del hombre amerindio, el lenguaje espacial y la realidad del “lugar”, como escenario en el valle de Aburrá. En esta aproximación al conocimiento de la cultura nativa, se hacen lecturas al territorio que al parecer se conserva sin intervenciones posteriores a la conquista. Se tiene en cuenta, los impactos culturales ocasionados por la imposición de una nueva espacialidad colonial. A manera de hipótesis, algunos presupuestos y métodos analógicos guían esta reflexión, a saber: - la realidad de las construcciones espaciales antiguas existentes en el valle de Aburrá, - la significación vista como relación entre el signo y la realidad del LUGAR. – El conocimiento del lenguaje espacial del hombre amerindio, de su naturaleza y de su estructura sistémica. Se estudian los sistemas constructivos amerindios, como un sistema tecnológico de adaptación al medio natural, donde el pensamiento y la acción se encuentran intrínsicamente unidos. Es así como todo sistema constructivo responde a un diálogo entre el hombre la naturaleza y las deidades, como espejo y reflejo del cosmos. Palabras claves: - REALIDAD DEL LUGAR - CULTURA AMERINDIA – SISTEMICO
THE SPACE AND THE TIME AT AMERINDIAN CULTURE –The case of Valley of Aburrá, Colombia Filling with meaning the territory The study concerns the history of the Amerindian man way of thinking, the spatial language and the reality of the “place” as a scenario in the Valley of Aburrá. This approach to the knowledge of the native culture gives ground to studies of the territory which apparently did not suffer any interventions subsequent to the conquest. Having in mind the cultural impact caused by the imposition of a new colonial spatiality. As a hypothesis, some of the budgets and analogical methods are guiding this reflection, as follows: - The reality of the antique spatial constructions existing in the Valley of Aburrá. - The meaning of the implication of the relation between the sign and the reality of the PLACE. The knowledge of the spatial language of the Amerindian man, of this nature and this estructure.Spatial Amerindians construction systems’ have been studied as a technological adaptation system to the environment, where man’s thoughts and actions are linked together. This way the whole construction system relates to a dialog between the man and the nature, and the divinities as a mirror and reflection of the cosmos. - Password : - REALITY OF THE PLACE – AMERINDIAS CULTURE SISTEMICO EL ESPACIO Y EL TIEMPO EN LA CULTURA AMERINDIA – El caso de Valle de Aburrá, Colombia Llenando de significado el territorio Las comunidades de la América indígena tejieron su cultura sobre el territorio, desde cada lugar como centro del universo. Esta construcción colectiva, permitió un desarrollo sistémico en todo el territorio americano. Uniendo un cúmulo de datos, informaciones y estudios, proporcionados por: los investigadores de la cultura amerindia, por los indígenas que sobreviven y mantienen muchos rasgos de la cultura nativa y los vestigios plasmados sobre el territorio, que fue escenario de los grandes eventos de la antigüedad amerindia y que aún encontramos en los cerros y lugares apartados, o que fueron lugares de poco interés para la cultura de la colonia. Todo esto me introduce en el conocimiento del universo amerindio, ese que se manifiesta entorno a nuestro sistema solar, desde cada punto como centro del universo. 1. EL ESPACIO Y EL TIEMPO Para la cultura amerindia, el modelo territorial plasmado, en el universo físico, corresponde a una filosofía de la cultura con el cual el hombre expreso exteriormente su mundo interior. Partiendo de una profunda unidad entre pensamiento y acción, las antiguas culturas americanas utilizaron en forma interrelacionada la cosmovisión: ciencia, arte y tecnología para construir su territorio. De la unión de este proceso de acción y conocimiento representado en los símbolos surge la imagen de los mitos. Los investigadores de la cultura amerindia, coinciden en que los antiguos americanos pensaban en un universo con forma primigenia definida, un “esqueleto estructural”, que por
espejo y reflejo organiza cualquier manifestación de la vida en cualquiera de los múltiples aspectos y niveles en que se expresa”1, se refiere el antropólogo Roberto Restrepo, a la “Cruz multidimensional”, concebida para dividir el espacio-tiempo en un sentido vertical, horizontal y diagonal, como estructura global del Universo. Ilustración No 1
Representación Cosmográfica de Santacruz Pachacuti, interpretación de Carlos Milla Villena. Genesis de la cultura Andina, Pag 128. ( Ilustración No 1 1
1. 2. Cosmologia El esfuerzo continuo y paciente de las comunidades amerindias, permitieron construir una arquitectura en cuanto arte mayor, que actúa sobre el territorio con un simbolismo Cosmológico, produciendo una sensibilidad estética. Estas relaciones encerradas en las formas naturales o intervenidas por el hombre, despiertan resonancias lógicas o efectivas en el que las contempla. Cuando la percepción de estas relaciones, es consciente, practicamos la estética, ciencia de las relaciones armoniosas.” Matila Ghyka. Pg 23, 1983. El arte representativo incluso el doméstico, construido por las culturas antiguas en América estaba sometido a una disciplina en el tiempo y a un orden de tipo geométrico en el espacio. Todo indica que, la cultura antigua en América, le confirió forma arquitectónica o escultórica a la estructura del cosmos. Así las comunidades entablaron un diálogo en 1
1 RESTREPO,
Roberto a. “Cosmovisión y Pensamiento Americano”, Escritos inéditos, 1998.
equilibrio, de tipo espiritual con las deidades y de tipo tecnológico con el territorio, sacralizando cada lugar, a través de la creación de símbolos, donde cada rió, cada montaña, cada gran piedra, son considerados: hitos geográficos, históricos y espirituales. La observación del Cosmos hoy, a la luz de los vestigios legado de la cultura amerindia sobre el territorio del Valle de Aburrá, utilizado como estudio de caso. Me permitió dilucidar parte de la arquitectura rituálica, representada en obras que fueron importantes para el culto religioso de las comunidades amerindias que construyeron el territorio americano. Este simbolismo dinámico lo encontramos geométricamente representando el Cosmos sobre el territorio, que resumen la impresión de reposo armonioso o de renovación perpetua que el Cosmos le halla sugerido, evocando así la trayectoria de un cuerpo móvil, representado en un ambiente en movimiento. Se trata de una percepción espiritual o religiosa como lo plantea Fritjof Capra. Pg 29, 1996. “Cuando el concepto de espíritu es entendido como el modo de 7 consciencia en el que el individuo experimenta un sentimiento de pertenencia y de conexión con el Cosmos como un todo”.2 1.3 Como Centro del Universo Este centro se refiere al sistema topocéntrico, en el cual se considera a un observador ocupando el centro del Universo, se comprueba que el Sol, la Luna, los planetas y las estrellas giran alrededor nuestro. Estos objetos celestes se ven moverse de Este a Oeste dando la sensación de que es la bóveda celeste está girando alrededor de la Tierra, cuando en realidad es la Tierra la que gira alrededor de su propio eje produciendo la sucesión de días y noches. La Tierra cada 23 h 56 minutos, da una vuelta completa alrededor de un eje ideal que pasa por los polos, en dirección Oeste-Este, siendo de día el tiempo en que nuestro horizonte aparece iluminado por el Sol, y de noche cuando el horizonte permanece oculto a los rayos solares. 1. 4. Desde El Valle de Aburrá, como centro del Universo Ubicamos, como punto de partida de esta investigación y centro del Universo, el Parque de Berrío en el Valle de Aburrá, el cual actuará como. El “CHAUPI, 3 que, en lengua quechua significa aquí / ahora. Es considerado el punto desde donde parte la creación del Cosmos en la tierra. Es desde el centro donde se irradia el mundo conocido y el desconocido y por ende el simbolismo de centro. Es el punto de intersección de los tres mundos y los cuatro rumbos que dará lugar a la noción del espacio y tiempo en la concepción Cosmográfica del UniversoAmerindio. 2 CAPRA,
Fritjof. “La trama de la vida”. Editorial Anagrama, S.A. 1998 CASTRO, Alfredo, “Concepción Cultural de la Ciudad Andina”, Madrid 1992
3 LOZANO
Este lugar ocupado por las comunidades nativas en el valle de Aburrá, como expresión y vivencia de una cultura. Se asocia a las condiciones físicas propias de los lugares ocupados por las comunidades prehispánicas en el territorio Americano. La arqueología de la cultura amerindia, revela, que LA ESTRUCTURA GEOGRAFICA con sus ríos y montañas. LA ORIENTACIÓN Y EL CLIMA y su constante integración crean la configuración del poblamiento. El Valle de Aburrá. Se ubica en el remate de la cadena montañosa de los Andes, en la cordillera central, dividiéndola en dos ramales, los cuales actúan como límites geográficos
del Valle al oriente y occidente del mismo. Esta ubicado a 6° 15 minutos Latitud Norte, a longitud 75º 34 y altura de 1.300 m. s.n.m. Ilustraciones No.2
El Valle de Aburrá como centro del Universo. Ilustración No 2
El valle en su mayor anchura tiene diez kilómetros y las dos cordilleras que lo confinan hacia oriente y occidente tienen características diferentes, en cuanto a sus perfiles y composición geológica. Se destacan siete cerros tutelares: El Volador, El Nutibara, El Pan de Azúcar, El Salvador o de las Cruces, El Padre Amaya, El Picacho y el Quitasol. Cada uno de estos cerros, actúan como parte de la Cosmovisión que las comunidades Amerindias plasmaron sobre el territorio en el Valle de Aburrá. Ilustración No 3
Esquema de soleamiento en el Valle de Aburrá, y siete cerros tutelares que se destacan Elaboración Julia Rave Ilustración No 3
A la llegada de los conquistadores, los indígenas Aburraes habitaban el Valle, dice Ospina, “ Llamábanle de tal suerte porque lo habitaba la tribu de los Aburraes, tributarios del cacique Nutibara, quien señoreaba desde la serranía de Abibe hasta el río Cauca y tenia su sede en guaca, en los términos de lo que al presente es Dabeiba, sujetando bajo su mando el pueblo aborigen más adelantado y fuerte de Antioquia, él mas numeroso y rico en minas y cultivos”4. 1.4.1 El cerro del Pan de Azúcar, Volador y Nutibara. Parece ser, fueron los cerros construidos por las comunidades antiguas con los cuales determinaron el centro y lugar desde el cual en un concepto ecocéntrico, estas comunidades amerindias sacralizaron el territorio en los términos del Valle. Están, estos cerros, ubicados en una relación geométrica natural de un triángulo isósceles, 72°, 72° y 36° en el vértice, “triángulo sublime” Matila C Ghyka, 1983,pg 68. Una casualidad efectiva que presupone una serie de relaciones simbólicas, y permiten conceptuar una cadena de fenómenos del pensamiento o cosmovisión indígena de las civilizaciones andinas relacionadas con el orden Universal, que los sabios amautas desarrollaron y plasmaron en el diseño de los espacios arquitectónicos o territoriales en el valle de Aburrá, donde las montañas de picos más destacados eran destinadas para sitios sagrados. Trazando las bisectrices a los ángulos de este triángulo en el Valle de Aburrá, la intercepción y centro del triángulo, coincide con el Parque Berrío. El parque de Berrío fue La plaza principal a partir de la cual se impuso la trama de damero. Corresponde este sitio al centro del triángulo, esto presupone un sitio sacralizado por las comunidades indígenas en el Valle alrededor del cual giraban todos los espacios. Ilustración No 4
4 OSPINA,
E. Livardo, “Orígenes, fundación y plantas iniciales de Medellín”. Tomado de la obra “Una Vida, Una Lucha, Una Victoria”. Revista Universidad de Antioquia, Vol. L- No 194, de 1975
“Se conforma el Poblado de la Villa de la Candelaria de Aná, en un sitio casi en el centro del valle, y recostado a la quebrada principal (Santa Elena), junto a su confluencia con el río Aburrá (Sitio de Aná), lugar donde continúa la ciudad actual de Medellín. El 2 de noviembre de 1675 al ser erigida Villa, se le cambió el nombre de Aná por el de Medellín.” 5
PIEDRAHITA ECHEVERRI, Javier, Pbro. “Del Poblado de San Lorenzo de Aburrá a la Parroquia de San José del Poblado”. Departamento de Antioquia, Scría. de Educación y Cultura, Medellín 1976. 5
Geometría sagrada plasmada en el Valle de Aburrá como espejo y reflejo del Cosmos. Triángulo sublime y Cruz del sur, determinado por los cerros: Volador, Nutibara y Pan de Azúcar, con el cual sacralizaron el territorio en el Valle las comunidades amerindias en la época prehispánica. (Ilustración No 4)
1.4.1.1. El cerro Pan de Azúcar, y los dos cerros quo lo acompañan. Se localizan en el vértice del triángulo, lugar por donde nace el sol, una cadena de montañas que conforman el Valle da Aburrá al oriente. En este lugar determinado por la cuenca de las quebradas Santa Elena y Piedras Blancas, encontramos muchas señas, donde al parecer se dieron los grandes eventos de la cultura antigua en el Valle de Aburrá. Ilustración No 5
Pirámides Sol y Luna en el Valle de Aburrá, ubicadas en las montañas de Oriente, territorio sacralizado por las comunidades amerindias, en época prehispánica. Foto Julia Rave. 2002. Ilustración No 5
Fueron construidos estos cerros, con muros de contención en piedra y fosas funerarias Al parecer se trata de las pirámides de sol y luna. Su ubicación en el vértice como punta del triángulo, los ubican como lugar de referencia y observación de los movimientos del Sol, la Luna y todos los astros. (La pirámide es la forma arquitectónica que adoptaron las comunidades primitivas para la construcción de sus templos.). Ilustración No 6
Pirámides de Sol Luna y cerro Pan de Azúcar, ubicado en las montañas al Oriente del Valle de Aburrá, foto, plano topográfico y muros de contención que las contienen. Fotos, Julia Rave, 1996. ( Ilustración No 6
Fray Pedro Simón en sus “Noticias Historiales” dice, “Eran los Catios de despabilado entendimiento; escribían sus historias en jeroglíficos pintados en mantas. Usaban de peso y medida. No usaban veneno en sus flechas y dardos (este carácter los ubica entre la cultura chibcha), querían mucho a sus hijos y mujeres, que eran mas blancos que ellos y de un parecer, y adoraban las estrellas y tenían confusa idea del diluvio. Creían en un dios y en la inmortalidad del alma”6. Se asocian a estos cerros: la laguna de Guarne, sistemas hidráulicos, así como tramos de caminos y senderos construidos en piedra tajada, terrazas construidas con muros de contención en piedra y una gran cantidad de rocas talladas con figuras zoomorfas. Estas construcciones integradas a un paisaje concreto, corresponden a ciertas condiciones ambientales, ecológicas y meteorológicas y se identifican como punto de referencia para la observación de los astros. Por detrás de esta montaña van apareciendo al amanecer las estrellas y constelaciones. Ilustración No 7
Laguna de Guarne, ubicada en la montaña de Oriente del Valle de Aburrá. Construida por las comunidades amerindias, como espejo y reflejo del Cosmos. Foto Julia Rave. 2.000. ( Ilustración No 7
Fuentes de agua, geométricamente bien dispuestas, construidas por las comunidades amerindias, como lecturas del Cosmos y apoyo tecnológico a las lagunas. Fotos Julia Rave. 1998. ( Ilustración No 7)
SIMON, Pedro. “Noticias Historiales”. Tomo VI, p, 106. Edición Manuel José Forero. Academia Colombiana de la lengua e Historia, 1953. 6
La laguna de Guarne, construida a mano en forma de elipse, se ubicada el eje menor, en dirección este, oeste, parece ser actuaba como observatorio astronómico. Esta laguna y su entorno, se asocia a las construcciones de las civilizaciones del pasado, para las cuales el agua s el pilar fundamental, en la relación del hombre con el medio ambiente a través de sus fenómenos cíclicos. El agua está siempre ligada a los hábitos cotidianos, a la economía y a los rituales. La laguna y el río, hacen parte de la estructura básica en los asentamientos antiguos y actuales de las comunidades amerindias. Los relatos de las grandes cosmovisiones de la antigua América, han unido el comienzo de la vida al agua. “Los Muisca, en Colombia unían el nacimiento de la vida, a la laguna sagrada de Guatavita, de donde su primera madre Bachué, emergió con un pequeño infante, que al hacerse adulto, procreó con ella todo el género humano. Bachué toma forma de serpiente y se sumerge en la laguna, después de aconsejar las buenas formas de vida”7. La Galana, de grandes proporciones, hace parte de una serie de monolitos tallados con figuras zoomorfas. La Galana, es el rostro de una mujer tallado sobre una gran roca de más de treinta metros, en la ladera oriental, a la altura de la cota de los dos mil doscientos metros y en el remate de una cuchilla que se desprende de la montaña donde está la laguna de Guarne. La Galana tutela el valle y marca un eje este oeste con el Galán, una figura de similares proporciones ubicado en el cerro del Padre Amaya, en las laderas del occidente. Esta escultura al parecer hizo parte de una gran especialidad construida por las comunidades que habitaron hace más de dos mil años este territorio, dándole significado. La Galana, sobre una gran terraza artificial la acompañan una serie de esculturas talladas con rostros humanos y figuras de animales. (Ilustración No 8). 7 RESTREPO
Roberto, Guión de video, ” La Cabeza de la Serpiente”, Televisar producciones, Pereira, Colombia 1995
17 Territorio sacralizado por las comunidades amerindias en época prehispánica, lugar de encuentro comercial y cultural, construcción en tapia en época colonial. Foto Julia Rave. Vestigios de cultura amerindia. Foto Julia R Oriente
GALANA, escultura en roca de aproximadamente 30 mts de alto, al parecer tallada por las comunidades amerindias que construyeron el Valle de Aburrá prehispánico. Foto Julia Rave. 1996 Lagartos y tallas sobre roca Camino construido por las comunidades amerindias en el Valle de Aburrá. Fotos julia Rave- 1998 – 2.000- ( Ilustración No 8
18 Estos hitos parece ser los símbolos con los cuales, en un sistema de espejo y reflejo, las comunidades amerindias organizan el territorio mediante mundos complementarios, con un control vertical y horizontal de los diversos ecosistemas. 2 Los caminos
Referenciados por Cieza de León y Zardela. Estos caminos que ubicamos en las montañas de oriente en el Valle, parece, hacen parte de los que ordenaban el territorio y comunicaban todos los poblados del territorio Americano de Sur a Norte. Venía de Urabá, entraba al Valle y atravesando las montañas de oriente comunicaba con el Magdalena. La magnitud y encuentro de caminos, nos muestra el Valle de Aburrá como un lugar de intercambio comercial y cultural. La red de caminos prehispánicos se conforma jerárquicamente al igual que los poblados, encontramos, desde caminos principales, secundarios y senderos. En sección de hasta 12 metros de ancho bordeados de muros en piedra, contenían: el camino de dos metros de ancho, la berma de un metro y canales a ambos lados del camino. Todo en conjunto conforma además de un sistema de comunicación, un sistema hidráulico para conducir las aguas con bebederos a lo largo del camino, riegos para las huertas, estanques, represas, y observatorios astronómicos. Ordenadas las aguas, se evita la erosión de la tierra. Augusto Calvo y Guamán Poma muestran la red vial Inka que comunicaba todos los pueblos del mar Pacífico desde Talca a Pasto, Es probable que este camino continuara bordeando el mar Pacífico como camino principal que comunicaba con América Central y América del Norte y con el interior del continente 19 Los cerros Volador y el Nutibara. Se ubican en el centro del Valle, parece fueron destinados al culto de los muertos y como símbolo: al padre Sol y la madre Luna. Los arqueólogos, investigadores en el Valle así lo demuestran. El antropólogo Gustavo Santos nos muestra una serie de tumbas bien dispuestas en el cerro Volador, así mismos el antropólogo Graciliano Arcila, a mediados del siglo pasado realizó algunas excavaciones en el cerro Nutibara. Coincido con el pensamiento de algunos teóricos últimos, en que la crisis actual de las ciudades modernas está representada en la falta de REFERENCIAS SIMBOLICAS que se expresen socialmente, en la fragmentación de los lugares comunes, tendiendo cada vez más al individualismo. Estas referencias simbólicas, las tendremos que buscar necesariamente en el pasado. 20 Bibliografía CAPRA, Fritjof. “La trama de la vida”. Editorial Anagrama, S.A. 1998 GHYKA, Matila C. “Estética de las Proporciones en la Naturaleza y en las Artes”, Editorial Poseidón, Barcelona España 1983. LOZANO CASTRO, Alfredo, “Concepción Cultural de la Ciudad Andina”, Madrid 1992. OSPINA, E. Livardo, “Orígenes, fundación y plantas iniciales de Medellín”. Tomado de la obra “Una Vida, Una Lucha, Una Victoria”. Revista Universidad de Antioquia, Vol. L- No 194, de 1975. PIEDRAHITA ECHEVERRI, Javier, Pbro. “Del Poblado de San Lorenzo de Aburrá a la Parroquia de San José del Poblado”. Departamento de Antioquia, Scría. de Educación y
Cultura, Medellín 1976. RAVE ARISTIZABAL, Maria Julia, “Arquitectura Prehispánica en el Valle de Aburrá”, Tesis Doctoral, Universidad Politécnica de Madrid, España, 1999. RESTREPO Roberto, Guión de video, ” La Cabeza de la Serpiente”, Televisar producciones, Pereira, Colombia 1995 RESTREPO, Roberto a. “Cosmovisión y Pensamiento Americano”, Escritos inéditos, 1998. SIMON, Pedro. “Noticias Historiales”. Tomo VI, p, 106. Edición Manuel José Forero. Academia Colombiana de la lengua e Historia, 1953.