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Retroceder Nunca, Rendirse Jamás

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espués de muchos meses de duro trabajo, de miles de conversaciones y de cientos de horas en busca del formato más atractivo y elegante que se nos pudiera ocurrir; por fin podemos anunciar, no sin ciertas dosis de orgullo, que ya está aquí el primer número de nuestra revista. Un nuevo paso en la andadura que empezamos cuatro años atrás, cuando, con más ilusión que medios, unos pocos amigos decidimos abrir “El Giradiscos”, un pequeño portal en Internet donde recoger la actualidad de nuestros grupos favoritos. De esa forma fuimos dando vida a una web abierta y heterodoxa que con vuestra ayuda ha logrado convertirse en punto de encuentro para gran cantidad de gente; tanta que jamás, ni en nuestros más optimistas cálculos, hubiéramos pensado que pudiera alcanzar las cifras y repercusión que ha logrado. Sin embargo, durante los últimos meses de manera interna teníamos la necesidad de querer ir un paso más allá. Por decirlo de algún modo, nos sentíamos presa de una monotonía insana. Veíamos que, pese a tener nuestra innegable personalidad propia, no dejábamos de ser uno más de tantos; y esa sensación nos consumía por dentro como si de fuego se tratase. Nos reunimos, nos miramos a la cara, y decidimos lanzarnos al vacío. Crearíamos una revista con el sabor y espíritu de la labor que desempeñábamos en la web, pero yendo un paso más allá. En tiempo de crisis, tocaba reinventarse. Quizás la apuesta fuera arriesgada, no faltó quien nos lo advirtiera, pero ya se sabe, retroceder nunca, rendirse jamás. La vida es de los que arriesgan. Nos planteamos qué tipo de revista ofrecer, y poco a poco fuimos dando con las claves. Queríamos tener una fotografía elegante y propia, alejada de los cánones de las tan trilladas imágenes de promoción. Buscaríamos un diseño elegante, moderno y dinámico, e intentaríamos abrir un poco nuestra propuesta. La música seguiría siendo el motor de todo, pero en la medida de lo posible nos acercaríamos a personajes de otras disciplinas artísticas. Quizás el cine, la literatura y hasta los deportes, trayéndoles hasta nuestro terreno, para que sigan siendo los acordes de las guitarras los que sirvan como ritmo de fondo a nuestra divagaciones. El resultado final es éste primer número que con tanto esfuerzo hemos elaborado. Del mismo son responsables todas las personas que aparecen en él: músicos, periodistas y colaboradores, a todos ellos y también a los que no firman, aquellos que nos apoyan en la sombra, les brindamos nuestro agradecimiento eterno por habernos permitido empezar ésta aventura, sin vosotros nada de esto sería posible. Ahora sí, os dejamos con el nuevo sueño de ese puñado de locos que un día de cuatro años atrás decidieron instalarse al otro lado de vuestros ordenadores. Los mismos que ahora os invitan a que les descubráis en formato revista. Nos vemos dentro de dos meses, recordadlo. << Por: El Giradiscos

Dirección:

Fotografía:

Javier González (javi@elgiradiscos.com) Rubén López (ruben@elgiradiscos.com) Alberto Vicente (alberto_vicente@elgiradiscos.com)

Iván González (contacto@elgiradiscos.com)

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Javier González (javi@elgiradiscos.com) Rubén López (ruben@elgiradiscos.com) Alberto Vicente (alberto_vicente@elgiradiscos.com) Jorge Bravo (jorge_bravo@elgiradiscos.com) Kepa Arbizu (kepaam@hotmail.com) Carlos Bouza (sister_lovers@hotmail.com)

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Entrevista a:

Rubén Pozo Págs: 22-29

Reportaje:

Enrique Urquijo

Entrevista a:

Jorge Ilegal

Págs: 6-11

Págs: 32-36

Entrevistas: Alex Ferreíra Patricia Moon

Editorial:

Pág: 2

Noticias:

Págs: 4-5

Conciertos:

Págs: 12-15

Discos:

Págs: 20-21

Reportaje:

Págs: 30-31

Págs: 16-19 Págs: 38-39

Cirilo Olivenza

Págs: 42-45 Págs: 46-47

Particulares

Libros:

Pág: 37

Melomanía:

Pág: 42-43

Lorenzo Silva 3


Arcade Fire encara la recta final de la grabación de su cuarto disco La banda canadiense liderada por Win Buttler se encuentra ultimando los detalles del que será su cuarto disco de estudio. Según ha comentado recientemente el mánager del grupo, Scott Roger, el proceso aborda ahora la difícil cuestión de valorar qué temas entran en el nuevo álbum, pues “han escrito 35 canciones (…) suficientes para grabar dos discos”. Así mismo, también ha confirmado la colaboración de James Murphy (líder de los ya extintos LCD Soundsystem) en “tres canciones o más”, así como de su productor habitual, Markus Dravs. Este nuevo disco es el más esperado de su carrera, pues tras convertirse en claro referente musical de este inicio de milenio e irrumpir con fuerza en un nuevo mercado a raíz de recibir en 2011 los premios a mejor banda y disco internacional en los Brit Award y Grammy, muchos son los fans que se preguntan cuál será el nuevo rumbo a seguir. Sin embargo, si confiamos en las declaraciones de su batería, Jeremy Gara, podemos estar tranquilos, pues según admite “No tenemos presión ni de las discográficas, ni de los mánagers, ni de lo que sea. Estamos trabajando de la forma habitual…y solo pensamos en trabajar en las canciones, dejar crecer nuestras barbas, pasar mucho tiempo en casa e irnos a cenar todos juntos”. Aunque aún es pronto para confirmar fechas, se cree que el disco se publicará durante la segunda mitad de este 2013, así que en breve esperamos ofreceros más información sobre el que será uno de los discos más esperados del año. RLS

New Order saca a la venta “The Lost Sirens” Este 14 de Enero es la fecha elegida para el lanzamiento de “The Lost Sirens”, mini álbum compuesto por ocho canciones que la banda británica grabó durante las sesiones de “Waiting for the Sirens Calls” (2005). A excepción de “Hellbent”, el resto de los temas que componen este trabajo, no han sido publicados en ningunos de sus álbumes anteriores, siendo la característica principal de los temas “la mezcla de electrónica y guitarras estridentes”, así como la incorporación de las reconocibles “bases de Peter Hook”, según ha expresado Warner Music a través de un comunicado.” “The Lost Sirens” es producto de la participación de gran parte de la formación original: Bernard Sumner, Stephen Morris y Peter Hook; a pesar de que este último se mantiene al margen de la banda tras criticar su regreso a los escenarios (al que curiosamente si se ha unido la teclista Gillian Gilbert).” Tres serán los formatos en que encontraremos “The Lost Sirens”: vinilo de 12 pulgadas más CD, CD y descarga digital, siendo la mezcla y masterización realizada por Frank Arkwright en los Estudios Abbey Road, así como el diseño de la portada obra de Parris Wakefield. RLS 4

Iván Ferreiro (@ivanferreiro) Acabo de terminar otra canción... Título provisional: “Desde el abismo”... Leiva Oficial (@Leiva_Oficial) Voy escuchando “Tierra” de @XoelLopez entrando en Asturias. Que canción tan bonita. Jero Romero (@JeroRomero) Perrea conmigo este villancico tradicional. Jose Chino (@ChinoSuperSub) Tendré que restaurar el sistema por completo... Es lo único que me queda, el fin del mundo para mí ya llegó. Noni Meyers (@noni_meyers) Podían inventar una prueba que con saliva nos dijera quien es político corrupto o no! The Pinker Tones (@thepinkertones) Anda, si se acerca el 2013. Pues nada, a componer y componer y componer... Julián von Lesbian (@juligan008) Viva el cambio climático y el solecito de invierno en Barcelona. David Summers (@DavidSummersHG) Se vende Búnker anti-fin del mundo nuevo a estrenar. Buen precio DEF CON DOS (@DEF_CON_DOS) ¿Para cuándo el Dalai Lama en twitter? Mendetz (@mendetzbcn) El otro día, en la sala donde tocamos guardaban un ejemplar de nuestra maqueta de 2005! Lagrimita. Standstill (@standstillbcn) Que tengáis un buen año todos! (Una semana después de empezar, estamos requetecontentos con la grabación, esto realmente tiene muy buena pinta!) The Right Ons (@therightons) Estamos a tope con la preproducción del disco nuevo... Mikel Erentxun (@mikeerentxunws) Feliz 2013 a todos mis amigos desconocidos!


Opinión: El día 5 de marzo verá la luz “People, Hell And Angels” de JIMI HENDRIX (1942-1970): Un álbum que recoge doce canciones inéditas que grabó el guitarrista de Seattle durante el periodo comprendido entre 1968 y 1969. Parece no tener fondo el cajón del que se saca nuevo material de uno de los guitarristas esenciales en la historia del rock. El lanzamiento podría tener interés para un público más amplio que el de los coleccionistas o fieles seguidores debido a la peculiaridad que, según se ha adelantado, poseen las composiciones que forman el disco, ya que están sujetas a una fase experimental en la que se encontraba el genial músico y que se visualiza en la aparición de teclados, percusiones, sección de viento y una segunda guitarra. Unas canciones que en un principio parecían estar destinadas a formar parte de “First Rays of the New Rising Sun”, un doble disco realizado al margen de su proyecto Jimi Hendrix Experience y que debería haber sido el sucesor del mítico “Electric Ladyland”. NICK CAVE AND THE BAD SEEDS regresarán el 18 de febrero con un nuevo disco: El número 15, titulado “Push the Sky Away”. Después de 5 años, y tras aquel “Dig, Lazarus, Dig!!!”, la banda volverá a juntarse tras el proyecto Grinderman en el que varios de sus componentes han estado implicados. Grabado en Francia (en los estudios La Fabrique) y bajo la producción de Nick Launay, el grupo, formado por Warren Ellis, Martyn Casey, Thomas Wydler, Jim Sclavunos,Conway Savage y el propio Nick Cave, ha anunciado que se trata de un disco “bonito”, de canciones lentas (siempre bajo su visión personal) y diferente a lo que han hecho hasta ahora, algo que se puede intuir en su adelanto “We No Who U R”. “Push the Sky Away” se editará en formatos variados: CD; vinilo; la edición “limited deluxe”, que vendrá acompañado con un DVD de imágenes creadas por Iain Forsyth y Jane Pollard, o la “Super Deluxe Box Set”, que además de lo anterior contará con cantidad de material inédito incluido dos singles de vinilo de 7”. Nueva gira de BRUCE SPRINGSTEEN por Europa esta primavera/verano: El de New Jersey volverá a actuar por estadios en diversos países como ya hiciera en 2012. Después de la gira americana, donde este año además a actuado por primera vez en países como México y Brasil. A cierre de esta edición todavía no hay fechas por España.Otra novedad es la inclusión de Oceanía, después de diez años sin actuar por aquellas tierras. MUCHO nos prepara para el fin de los días: El 4 de Febrero es la fecha elegida por la banda toledana para presentar su segundo

adaptaarte, Deja de intentar ara destacar cuando naciste p (va por todos)

álbum, “El Apocalipsis según Mucho”, un disco deudor tanto de su peculiar visión y crítica a la crisis política, social y económica del mundo actual, así como de un renacimiento musical experimentado por la propia banda. “Sustancia Fundamental” es su primer single adelanto y desvela la introducción de electrónica, oscuridad y ritmos que transforman la placidez en tremor y caos. LORI MEYERS nos dejará su “Impronta” este mes de Febrero: La banda granadina Lori Meyers vuelve a la carga con el que será su quinto disco de estudio, un trabajo muy personal que llevará el nombre de “Impronta”. Casi tres años después de sorprendernos con “Cuando el destino nos alcance”, la banda capitaneada por Noni se ha volcado en un intenso proceso de grabación, que ha sido comentado e ilustrado por los propios componentes vía twitter. Relativamente poco sabemos del sonido de “Impronta”, aunque podemos empezar a hacer nuestras propias conjeturas a partir del single adelanto, “Despedirse”. Lo nuevo de DORIAN se llamará “La velocidad del vacío”: La banda barcelonesa Dorian se encuentra dando los últimos retoques al que será su cuarto disco de estudio, “La velocidad del vacío”, trabajo que verá la luz el próximo 4 de Marzo. Del teaser que ha avanzado la banda podemos aventurar un mayor trabajo melódico que fusiona su original y característico estilo electropop, con instrumentación propia de música clásica. Sin embargo, el secretismo ha sido la nota predominante de este particular proyecto grabado en los estudios Fatman de México, por lo cual tendremos que esperar a escuchar más en la gira de presentación del mismo que comienza a partir de Abril. MISS CAFFEINA calienta motores y ultima “De Polvo y Flores”: La banda madrileña Miss Caffeina editará su segundo LP, “De Polvo y Flores”, el próximo 5 de marzo. El nuevo álbum será el encargado de confirmar las buenas sensaciones dejadas por su disco debut, “La imposibilidad del Fenómeno” (2010), así como de mostrar si se mantiene la apuesta por el binomio pop y rock, o sin embargo, si a este se añade la electrónica, como parece aventurar la fuerte apuesta por los sintetizadores de su single de adelanto, “Disfraces”.

Todos hemos oído alguna vez laa frase “no hay dos individuos d a tall afifirmación. Somos iguales”, y creo que nadie se opondría un cúmulo tan abundante de factores que nos modelan, que estadísticamente hablando sería imposible encontrar a dos iguales. Siguiendo con mi tesis, en un mundo ideal, aquellos que se dedican al arte, deberían plasmar en él su esencia individual, porque de eso se trata: el arte se trata de hacer algo a tu manera, de la manera que sólo tú puedes hacerlo, de la manera que nadie más podría hacerlo, y eso debería ser fácil, porque como no hay dos iguales, no habría dos obras iguales. Incluso teniendo en cuenta influencias, cada uno filtraría por su único embudo la influencia, obteniendo un resultado individual y único. Siendo esto así, y teniendo en cuenta de que cada grupo musical se compone de varios individuos, ¿cómo es posible que tantos grupos suenen igual, hoy en día? ¿Por qué tantos grupos se parecen tanto a tantos otros? Por qué nos cuesta encontrar a un artista que verdaderamente nos conmueva, alguien que resuene libertad por todos sus poros, alguien que diga,” mirad, este soy yo, y tengo esto que he hecho”. Nos han educado en el miedo a la libertad. Nos han culpado tanto por ser diferentes, que incluso los que lo son hoy en día, lo son de una manera agresiva, como desafiante, cuando la diferencia debería ser tranquila y normal. Ser diferente no debería ser un eslogan de Levi´s. Simplemente es lo que es. Punto. Siempre me río por dentro cuando veo tantas películas como Walk the Line, o Ray, o más recientemente la hilarante Walk Hard, en la que ocurre la clásica escena del chico que va a grabar su primer single al estudio, y cuando comienza a cantar una canción para grabar, el productor le para y le dice: “Chico, !eso ya lo hemos oído¡, no necesito otro Elvis, otro Roy Orbison”“¿Qué tienes TÚ que decir?”…y entonces el chico en cuestión, azorado y tembloroso, comienza a cantar tímidamente esa canción que no tenía pensado cantar ese día, porque era tan suya y tan personal que si se la rechazaban estarían rechazando directamente a su persona. Y esa es la canción que justo todos estaban esperando oír. Y por supuesto, la canción que lo catapulta a la fama. ¿Os ha gustado el cuento? Pues caigamos de golpe y porrazo de las Hollywood Hills, y vengamos a 2012, donde ocurre justo lo contrario. Aquí y ahora se prefieren artistas que se adapten, que no den problemas, y sobre todo, que se parezcan a algo que ya tuvo éxito. Ese algo por supuesto, era una copia de algo anterior, que ya se parecía a algo, y que al final se queda en una cosa totalmente sin identidad, y que ya nadie sabe ni lo que es. Deja de dar problemas, no hagas preguntas, firma lo que sea y adáptate, sería la película de hoy en día. Donde quedaron aquellos artistas que mandaban, aquellos que dirigían al público con la valentía de sus almas, aquellos que entraban airados en las oficinas de los jefes de las compañías y aquellos que eran incluso detenidos sin que les importara un carajo, ¿porque eran espíritus libres? ¿Donde quedaron Johnny Cash, Los Doors, o Nina Simone? Están todos dentro. Y no penséis que con arte me refiero a ser una estrella del rock, arte es todo lo que se hace con espíritu individual, da igual que pongas copas en un bar o que pintes. Arte es ser tú. El arte de ser sólo tú. Así que la próxima vez que alguien detrás de un escritorio te diga…. “¿No tienes alguna canción estilo esto o lo otro…?” Date la vuelta y márchate. Y estate seguro de que alguien entenderá lo que tú y solo tú puedes hacer.

>> Por Sara Iñiguez 5


Enrique Urquijo Por el camino de la noche Hubo dos caras distintas en la carrera musical de Enrique Urquijo. Los Secretos representaron su éxito pop a nivel nacional. Los Problemas, una pequeña gran historia escrita en los bares. Hoy desviamos los focos hacia los segundos, tratando de descubrir por qué Los Problemas fueron mucho más que un hermoso pie de página en la crónica reciente de la música española >> >> >>

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Por Carlos Bouza Fotos apertura: Javier Salas Fotos interior: Cedidas por Begoña Larrañaga


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l escuchar hoy “Cambio De Planes” (DRO, 1993), el noveno disco en la carrera de Los Secretos, no es difícil detectar en él unos cuantos momentos fantasmagóricos. La banda se presenta en una época de éxito comercial y entrega una buena colección, sustentada sin aparente esfuerzo en la fórmula que les ha dado la fama: canciones sobre conflictos internos y melodramas sentimentales, todo ello envuelto en un confortable pop de raíces norteamericanas. Esta vez dominan las composiciones de Álvaro Urquijo, uno de los dos motores principales de la banda desde su formación en 1978, cuando se llamaban Tos y eran sólo un grupo juvenil en la titubeante nueva ola madrileña. Su hermano mediano, Enrique, es el que desliza los incisos más sobrecogedores del álbum en sus contadas aportaciones. Con su característica laxitud como intérprete, y acompañado en la composición por el teclista del grupo, Jesús Redondo, por Álvaro y por su psicólogo, Iñigo Laguna, Enrique cede a duras penas tres hermosas composiciones. “Cambio de Planes” es la historia de un viejo amor que, más que como un recuerdo incómodo, vuelve como un espectro. “Colgado” y “Me Alegro De Verte”, confesiones insistentes y más o menos resignadas sobre su dependencia emocional. En realidad, Enrique no estaba allí. Estaba en otra parte. Bastan unos pocos datos para zanjar cuanto antes la fastidiosa leyenda negra alrededor de Enrique Urquijo: sus períodos depresivos le condujeron a las drogas, y las drogas enquistaron las depresiones. Sus fantasmas están enjaulados y expuestos de forma brillante en su música, y no hay mucho más que necesitemos saber al respecto. Ésta no es una historia sobre quebrantos, aunque esté trenzada por las proverbiales tristezas de su protagonista, sino sobre su música. Y empieza en 1993. Por entonces, Los Secretos eran una empresa familiar que a Enrique se le empezaba a escapar de las manos. Por un lado estaba la agotadora dinámica disco-gira,

los aforos cada vez más grandes y las obligaciones cada vez más ineludibles. Por otro lado, un mundo interior en ebullición, no siempre fructífera, que reclamaba echar el freno y volcarse en un proyecto modesto e íntimo. Su amor por la vieja música ranchera, de la que le atraía su búsqueda de una verdad emocional y presentada sin artificios, le había devuelto la ilusión. Y de algún modo se estaba yendo de Los Secretos cuando se presentó en la pequeña sala madrileña El Ambigú con Los Rancheros, una pequeña banda reclutada en tiempo record que, casi sin hacer ruido, estaba prendiendo la mecha de una de las páginas más infravaloradas del pop reciente hecho en nuestro país. En un principio, y oficialmente, Los Rancheros no iban a ser para Enrique más que un recreo de entretiempo; una pequeña distracción que le mantendría conectado al placer de hacer música, cuando la agenda de Los Secretos estuviese libre de compromisos sobre los escenarios. De algún modo, el núcleo instrumental de su grupo paralelo ni siquiera cortaba el cordón umbilical que le unía a su banda madre. Así, el primer contacto que Enrique estableció para echar a rodar a Los Rancheros fue un viejo amigo de la infancia, Pedro López,

cuya mandolina ya había aportado aires bluegrass a Los Secretos en su disco “Algo Más” (1983), y que aquí añadiría también el acompañamiento del violín. El siguiente fichaje sería un antiguo y fugaz bajista de Los Secretos, Iñaki Conejero, quien había sido considerado una influencia nefasta para Enrique, al menos en lo que concernía al terreno personal. Fue Iñaki, precisamente, quien recomendaría la incorporación de Begoña Larrañaga, finalmente encargada del piano y el acordeón. Con la madrileña sala Maravillas como centro de operaciones, los ya rebautizados como Los Problemas se presentaron en directo a finales de 1992, convertido en un grupo en constante jornada de puertas abiertas, que parecía vivir en un interminable período de audiciones y ensayos entre amigos e hipotéticas nuevas incorporaciones. Fue así como finalmente entraría en la alineación principal Fermín Aldaz, un violinista académico que permitía a Pedro López centrarse exclusivamente en la mandolina. Durante más de tres meses, y aún en su indisciplina y funcionamiento caótico, Los Problemas terminaron por convertirse en la gran atracción nocturna de Maravillas. Debatido entre sus turbulencias interiores, cada vez más agudizadas, y su renovado entusiasmo como director musical de un proyecto que sentía como una conquista personal, Enrique propuso a DRO entrar en el estudio para registrar su nuevo repertorio con carácter inminente. La decisión supuso un elemento desestabilizador en Los Secretos, por entonces centrados en dar forma a lo que terminaría siendo “Cambio De Planes”. Se llegó a un acuerdo: Enrique aportaría las canciones necesarias a su grupo de toda la vida, con la consiguiente luz verde para grabar después con Los Pro-

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blemas. El resultado de la primera parte del trato ya la conocemos, mientras que la segunda daría como resultado el disco “Enrique Urquijo y Los Problemas”, en diciembre de 1993: tan solo seis meses después que “Cambio De Planes”. En la historia del rock hay numerosos ejemplos de discos concebidos en clima de tensión y situaciones anárquicas. Unos nacen descarrilados, heridos de muerte, mientras que otros capturan un extraño momento de inspiración y acaban por perdurar. El debut de Los Problemas pertenece a la segunda categoría: fue el resultado de un interminable y duro proceso de grabaciones nocturnas, que se alargaron durante seis meses. Algunas canciones se alumbraron en sesiones infinitas y trabajadas a base de mucha intuición; otras veces, ni siquiera había canciones sobre las que trabajar, pues Enrique ni se pasaba por el estudio. Dos productores entraron dispuestos a ordenar el caos y terminaron por arrojar la toalla, hasta que un tercero consiguió enderezar la obra y llevarla a buen puerto. Finalmente, con los músicos dejándose la piel a base de oficio e intuición (terminarían sumándose Fernando Marconi, a las percusiones, Alcides Trindade, a la batería, y los secretos Ramón Arroyo y Jesús Redondo a la guitarra y piano respectivamente, además de otros seis participantes adicionales) el álbum se completó de la forma más natural posible: en directo dentro del estudio.

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Todavía hoy, casi veinte años después de su edición, el disco no ha perdido ni un ápice de su plasticidad y emoción original. Es algo así como el “Self Portrait” (Bob Dylan, 1970) de Enrique Urquijo: un álbum muy fragmentado, hecho a golpe de canciones de amigos, viejos estándares, instrumentales y reconstrucciones de sus propios temas. Con la diferencia de que el disco de Dylan tenía vocación autodestructiva, y el de Enrique es una celebración de la música. Y, por qué no decirlo, un trabajo sensiblemente superior, notablemente nucleado por el acordeón de Begoña Larrañaga. Lo primero que llama la atención es la habilidad con la que Urquijo se recrea en las formas del repertorio elegido. Las dos piezas más representativas son, tal vez, las que corresponden al cancionero puramente mejicano: “Un Mundo Raro”, de José Alfredo Jiménez, y “Se Me Hizo Fácil”, de Agustín Lara. Es probable que lo que atrajese a Enrique a la hora de presentarse en solitario con tantas composiciones ajenas, y rancheras en particular, fuese la posibilidad de exteriorizar con palabras de otros su propia deriva, a menudo tan difícil de reflectar en primera persona. En el caso de la música charra, subyace a menudo una fortaleza ante la adversidad y el desen-

gaño que raras veces encontramos en las canciones de Enrique. Y al enfrentarse a las letras de José Alfredo y Lara, de algún modo cambia su significado: cantadas con su raro y característico abandono interpretativo, las transforma en gritos ahogados de desamparo y vulnerabilidad. En otras palabras: las hace suyas. Lo mismo sucede cuando homenajea a algunos de los compositores españoles más brillantes de su generación, rastreando matices nuevos en algunos puntales pop de los primeros años ochenta. “El Hospital”, una miniatura de Carlos Berlanga para Alaska Y Pegamoides, se desprende de su ironía primigenia (con un pequeña historia de terror de serie B como telón de fondo) para reubicarse en el peculiar espacio íntimo de Enrique, a medio camino entre la confesión abierta y el enigma. “Atrás”, una fantástica canción de formas new wave, original de Nacha Pop, concretaba por su parte la conexión entre dos mitos del pop español con sensibilidades muy parecidas, pero de procedimientos compositivos opuestos: Antonio Vega, a menudo alambicado y cientifico; Enrique Urquijo, de una eco-


nomía y sencillez rotundas. Su admiración mutua terminaría por juntarles en el estudio pocos años después, pero “Atrás” fue la primera muestra de respeto, en este caso de Enrique hacia el autor de “Lucha de Gigantes”, registrada en un disco. Una versión extraordinaria, además, que revelaba un sustrato vital compartido más allá de sus disimilitudes estéticas. Más chocante resulta el acercamiento de Urquijo al veterano rockero argentino Moris, de quien retoma la exuberante “Sábado A La Noche” en una versión cargada de optimismo, prácticamente sin equivalencias en su trayectoria previa o posterior. Junto a composiciones nuevas a cargo de José María Granados (“Corazones de Cartón”, erróneamente acreditada como de autoría propia) o sobre una idea original de Manolo Tena (“No Lo Sé”), encontramos además cuatro antiguos números del repertorio de Los Secretos. Sus reescrituras ofrecen un doble interés: por un lado, evidencian que Urquijo no se centraba en el cancionero ajeno empujado por una ausencia de conexión con el suyo propio, o cansado del material escrito para su grupo de toda la vida. Por otro lado, las nuevas lecturas de Los Secretos a cargo de Los Problemas son del todo pertinentes, al menos desde un punto de vista formal: los discos clásicos de Los Secretos adolecen de producciones blandas, a menudo sin profundidad o brillo, por lo que las cuatro canciones regrabadas

deberían ganar en expresividad bajo el nuevo enfoque. Así sucede en el caso de las versiones, con tratamiento acústico, de “Hoy No” (original de 1983) y “Buena Chica” (1987), pero especialmente en “El Primer Cruce” (1986), un antiguo tema en la línea country-rock de los Flying Burrito Brothers que tanto seducía a Enrique. Sin lugar a dudas, “El Primer Cruce” aparece en el primer disco de Los Problemas en su toma definitiva, donde transparentan de forma brillante las influencias de Gram Parsons o Los Lobos. No sucede lo mismo con “Volver A Ser Un Niño”, un pequeño descalabro (el único en todo el minutaje) especialmente sangrante, por lo mucho que empaña una de las canciones más conmovedoras de su autor. El tema había visto la luz por primera vez

en el “Directo” de 1988, en una toma en vivo correcta y sin estridencias, donde lo más estimable es su enternecedora interpretación vocal. Esto último es lo único que queda en la nueva versión, a punto de ser desbaratada por un colchón musical inadecuado, que desemboca en una festiva coda instrumental sin sentido aparente. Estas once canciones, junto al instrumental “Polka D’Acuario” y una fantástica versión del “Historia De Playback” de Radio Futura, fueron finalmente reunidas y lanzadas con escasa promoción por el sello DRO, vendiéndose unas pocas miles de copias en su recorrido a corto plazo. A partir de entonces, la carrera de Enrique Urquijo y Los Problemas se desarrollaría a trompicones, sin que su líder pudiera llegar nunca a desprenderse de la alargada sombra de Los Secretos.

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Tras la presentación del disco en la sala El Sol de Madrid, el 26 de Mayo de 1994, una discusión presuntamente motivada por asuntos económicos terminaba con la salida de Iñaki Conejero de la alineación básica de Los Problemas. Cuando Enrique viajaba un año después a Inglaterra para grabar “Dos Caras Distintas”, su último álbum con Los Secretos, el resto de músicos de su proyecto personal ya habían caído como fichas de dominó, siendo Begoña Larrañaga la única en permanecer a su lado. De esta forma, el camarote de los Hermanos Marx que una vez habían sido Los Problemas quedaba reducido a dúo. Por su parte, Los Secretos estaban a punto de iniciar una etapa particularmente agridulce. Salvo por su renqueante producción, “Dos Caras Distintas” es un disco valioso, mucho más elaborado que “Cambio De Planes”, y revela además una fructífera

participación de Enrique Urquijo, aliado definitivamente en las labores de composición con el teclista Jesús Redondo. Se trata, sin lugar a dudas, de un inspirado regreso a su trono como autor de canciones, y a la vez una nueva vuelta de tuerca a sus temas de siempre: la lucha de contrarios entre el deseo de cambio y la incapacidad de llevarlo a cabo, la inadaptación a la vida, el persistente acomodo en la tristeza. Entre otras, Enrique dejaría aquí para la posteridad un clásico instantáneo abrazado por el gran público (la esperanzadora “Pero A Tu Lado”) y un clásico todavía oculto: la perezosa y evocadora “Una tarde gris”. Con las musas recuperadas, el grupo disfrutaría de un renovado éxito de público, que a su vez iba a activar la inevitable e inmediata maniobra comercial del recopilatorio de “Grandes Éxitos” (1996), ésta vez justificado por la inclusión de la hasta entonces inédita “Agárrate A Mí

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María”, una escalofriante canción de Enrique dedicada a su hija recién nacida. La apretada agenda de lanzamientos, sumada a la larga gira de presentación de la nueva antología, no tardaría en repercutir negativamente en la situación personal de un Enrique Urquijo atascado entre sus adicciones y conflictos privados. Más necesitado de escape que nunca, la única solución posible pasaba por romper con Los Secretos y retomar la accidentada carrera de fondo con Los Problemas. Consecuencia: una separación extraoficial y regreso al estudio de grabación con una banda renovada. La decisión fue algo así como colocar un parche sobre una herida mal curada: retomar Los Problemas suponía un nuevo viaje al corazón de la noche, lejos del control familiar de su grupo de siempre. En consecuencia, el trabajo en estudio estuvo de nuevo presidido por el caos. Álvaro Urquijo no tardó en renunciar a sus iniciales labores de producción, abandonando la responsabilidad de redirigir el barco en un viejo conocido de los Secretos: Joaquín Torres. Si exceptuamos la participación de Jesús Redondo, el resto de instrumentistas se reclutaron entre solventes músicos de sesión, intentando evitar un descarrilamiento en toda regla; y, para colmo, Enrique no pasaba por uno de sus mejores momentos. Inexplicablemente, nada de ello se trasluce en el resultado final. Muy al


contrario, “Desde Que No Nos Vemos” (publicado en abril de 1998) es un disco incluso mejor acabado que su lejano predecesor. Mantiene, además, todas sus constantes, incluyendo su encendida reivindicación de la música latinoamericana (repite José Alfredo Jiménez, y se descartó finalmente la inclusión del “Para Vivir” de Pablo Milanés), la recuperación de clásicos del pop español (“Sólo Pienso En Ti”, de Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán, a dúo con su admirado Jackson Browne) y recreaciones back to basic de su propios temas junto a Los Secretos. No obstante, hay sorpresas. Entre otros logros, éste es el disco conocido por presentar en sociedad a Quique González, por entonces un joven talento apadrinado por Enrique Urquijo, a través de un texto del primero: “Aunque tú no lo sepas”, basado en un poema de Luis García Montero. Y también el disco de “María La Portuguesa”, el primer y único acercamiento de Enrique al fado, a través del conocido estándar de Carlos Cano. O de “Amor Se Escribe Con Llanto”, un bambuco colombiano que le tuvo obsesionado durante largo tiempo. Y el único álbum que congela

el momento en que Antonio Vega y Enrique compartieron estudio, para grabar juntos “Desordenada Habitación” (Nacha Pop) con el único acompañamiento de una sección de cuerda. Si lo midiésemos por su concentración de momentos únicos, y sin solución de continuidad, éste podría ser el disco más importante de todos los grabados por Enrique Urquijo. O, al menos, el autorretrato que mejor captura su estilo como intérprete y compositor. Pese a habitar un mundo propio, al margen de cualquier competición en busca de un lugar en la modernidad, el madrileño había conseguido sentar algunos precedentes estéticos en el lenguaje del pop español: la reivindicación entusiasta de músicas supuestamente anquilosadas por el tiempo (como bien apuntó su biógrafo, Miguel A. Bargueño, la celebración del repertorio latinoamericano de Enrique se adelantó a trabajos como “El Cantante” de

Andrés Calamaro, de similar factura) o la apropiación y personalísima regurgitación de piezas de variado perfil sonoro. La sensación que deja el recuperar “Desde Que No Nos Vemos”, conociendo el trágico final de su autor, es ambivalente: en él escuchamos a un artista en la culminación de su arte, pero permanece la impresión de cierto fin de raza. Con el disco ya en la calle, Enrique dedicaría sus últimos meses de vida a tocar para el público, en locales de pequeño o mediano aforo, a solas con Begoña o con unos Problemas reformados, incluyendo un paréntesis en junio de 1999 para comparecer por última vez con Los Secretos sobre un escenario. Paralelamente, se desencadenaban sus últimas crisis personales, con reconstrucciones intermitentes que no lograron evitar lo que ya no es materia de este texto: el descubrimiento de su cuerpo sin vida en un portal del madrileño barrio de Malasaña, el 17 de noviembre de 1999. Oficialmente se encontraba preparando canciones nuevas, junto a Jesús Redondo, para un inminente disco nuevo de Los Secretos. En realidad, el siguiente disco del grupo, “Sólo Para Escuchar”, llegaría en 2002. La primera muesca de una nueva etapa: unos Secretos sin Enrique Urquijo. (Este texto no hubiese sido posible sin la desinteresada y valiosa aportación fotográfica de Begoña Larrañaga, y a ella está dedicado).

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Black Keys “El triunfo de la constancia y el abandono de la soledad” Nadie diría hace tres años que el dúo conformado por Dan Auerbach y Patrick Carney fuera capaz de llenar un recinto como el Palacio de los Deportes de Madrid. No porque se tratara de una banda sin experiencia (pues contaba por entonces con cinco discos a sus espaldas y pleno conocimiento de todo el circuito alternativo de los EEUU), ni tampoco porque se volcaran en un estilo radicalmente diferente al actual (aunque los sintetizadores han ido ganando terreno y se han afianzado los estribillos). Sin embargo, fue su sexto álbum, “Brother”, el que rompió esa dinámica en el 2010, siendo “El Camino” (2011) el que ha elevado al grupo a los altares del rock internacional, dotando al mismo de un amplio número de fieles por todo el mundo. Entre ellos, es fácil delimitar una clara línea que separa a los fans “alternativos” que disfrutan de su original síntesis de rock y blues sureño desde hace casi una década (los menos) y aquellos que los han descubierto tras los Grammy del 2011 y los han convertido en grupo de cabecera tras la escucha y el visionado de su exitoso videoclip “Lonely boy” (los más). Finalmente, tanto unos como otros (quizás más de los segundos) acabamos retirando tempranamente las entradas de su única cita en nuestro país (desafiando a la crisis de la industria y la subida del IVA) y acabamos citándonos en una de las primeras noches 12

gélidas de la capital española llenando el aforo del Palacio de los Deportes (18.000 personas). A la hora fijada, Patrick Carney y Dan Auerbach hicieron su aparición. Sencillos y con el traje (quizás no buscado) de estrellas de rock n’ roll, tomaron sus respectivos puestos a la batería y a la guitarra, viéndose auxiliados desde el fondo del escenario por John Wood a los teclados y Guss Seyffert al bajo. Conocedores de los gustos y composición del público (común al resto de plazas que van conquistando), diseñaron un setlist que debía dejar a todos contentos, así que volcaron el mismo en los grandes hits de sus dos últimos álbumes (los ya mencionados “Brother” y “El Camino”) e hicieron constantes guiños a sus anteriores trabajos a través de temas como “Same Old thing”, “Thickfreakness”, “Girl is on my mind” o “Your Touch”. Así mismo, el dúo mostró un perfecto dominio de los tiempos (aunque no del sonido, aspecto quizás más achacable a sus técnicos), iniciando el directo con “Howlin’ For You”, marcando el ecuador con “Gold on the ceiling” y “Little Black Submarines” (que encendieron a un público desigualmente animado hasta ese momento, pero que acabó coreando las letras y sacudiendo su cuerpo al ritmo de los endiablados cambios y riffs de guitarra de la banda norteamericana hasta el final) y dejando como colofón la locura desbordante que

Madrid, Palacio de los Deportes 28 de Noviembre de 2012 Por Rubén López Sánchez Foto de Alex García www.flickr.com/alexgarciafotografo www.solo-rock.com >> >>

generan los primeros acordes de “Lonely Boy”. Tras ello, el grupo abandonó el escenario y tras un largo reclamo por parte de los asistentes, la pareja de Ohio volvió sin la compañía del bajo y el teclado. El Palacio de los Deportes aplaudió el regreso de ambos y se sumió ahora en una atmósfera íntima y oscura, sólo rota por el afilado sonido de la guitarra de Auerbach, los contundentes golpes recibidos por la batería de Carney y unos asombrosos efectos de luz generados por dos enormes bolas de espejos que delimitaban la longitud de la pista central. En este corto, pero sentido regreso (“Everlasting Light” y “I Got Mine”), la banda decidió dejar claro que son un dúo moldeado por el trabajo en los ensayos, la defensa de sus temas en multitud de salas y la creación de un sonido propio y característico que rompe cinturas y penetra por debajo de la piel. Con estas dos canciones, la banda dio por concluido un concierto que aunque no sobrepasó la hora y media, si ofreció casi 20 temas y nos recomendó precaución (para volver a unir nuestros caminos en un futuro cercano), dejando en su salida el nombre de la banda grabado a fuego en un luminoso profundamente americano, que recordó a los asistentes que nada en esta banda es fruto de la casualidad, sino más bien del trabajo, la constancia y el saber hacer de dos artistas que han dejado de caminar en solitario.


Pony Bravo Madrid, sala Joy Eslava, 16 de Noviembre de 2012 Por Javier González. Foto de Iván González

Volvían los sevillanos Pony Bravo a Madrid para poner el punto y final a la exitosa gira de presentación de su último trabajo, “Un Gramo de Fe”; disco con el que han logrado consolidarse de manera más que rotunda como una de las propuestas más personales e interesantes dentro del panorama alternativo patrio. A las nueve y media de la noche aparecían sobre las tablas del mítico recinto capitalino los componentes de la banda, quienes no dudaron ni un segundo a la hora de acometer los primeros acordes de “El Campo fui Yo”, siendo arropados desde el instante inicial por el calor de un público fiel que en todo momento les brindó su apoyo incondicional, disfrutando de composiciones que ya merecen el calificativo de himno como son “La Voz del Hacha” o “Súper-Broker”, con dedicatoria incluida a Teddy Bautista y Rodrigo Rato. Con el ambiente ya caldeado, tuvieron el acierto de enlazar algunas de las joyas que conforman su discografía, tal fue el caso de “Ninja de Fuego”, celebrada adaptación del clásico popularizado por Manolo Caracol, la psicotrópica “Noche de Setas” y hasta una desconcertante versión en clave reggae de “Pumare-ho!”, que fue muy celebrada por el respetable. A continuación decidieron echar la vista atrás resca-

tando “El Guarda Forestal”, de su primer disco, “Si Bajo de Espaldas no me da Miedo”, anticipando también alguna de las canciones que darán vida a un presumible próximo álbum como “Eurovegas” o “Mi DNI”, un dardo envenenado dedicado a todos aquellos personajillos que pululan por la escena musical. La recta final del concierto comenzó con la espiritual y celebradísima “La Rave de Dios”, seguida de

“Mangosta” y “El Rayo”, imbuidas en un clima de absoluto triunfo para la banda, que para entonces estaba logrando cerrar con nota su último compromiso de la temporada; algo que quedó totalmente confirmado en el cierre en falso que supuso la visionaria “China da Miedo” y “Trinchera del Amor”, con la que dieron por finiquitado su capítulo de conciertos hasta nueva orden.

Iván Ferreiro Madrid, sala La Riviera. 24 de Noviembre del 2012. Por: Jorge Bravo Crespo “El Gurú”. Foto de Iván González

El artista gallego visitaba Madrid en una de las últimas noches de la gira correspondiente a “Confesiones de un Artista de Mierda”; trabajo en el que hace un recorrido en directo por parte de las canciones más representativas de toda su trayectoria, sin renunciar, como sucedía tiempo atrás, al enorme cancionero de Los Piratas, la banda con la que se dio a conocer años atrás. La despedida suponía sin lugar a dudas una ocasión especial, por lo que a nadie pareció extrañarle las ganas con que le recibió una “Riviera” llena hasta la bandera, ansiosa por disfrutar a lo grande del directo de uno de nuestros talentos más reconocibles. Un hecho ante el que el vigués correspondió durante más de dos horas de concierto, siempre con el fiel acompañamiento de su inseparable y solvente banda; la cual conforman su hermano Amaro, Pablo Novoa, Emilio Saiz y Xavi Molero, la nueva incorporación que se mostró inconmensurable durante toda la noche a la batería. Y lo cierto es que Iván fue a por todas desde el principio, dando uno de los mejores shows que se le recuerdan en la capital. Debemos destacar momentos repletos de belleza, como el que protagonizó sentado al piano en “Mi Tristeza”, o su dedicatoria especial en “Ciudadano A” para nuestra ocupa favorita; la alcadesa no electa de Madrid, Ana Botella. No faltó un punto de camaradería a lo largo de la velada, sobre todo al recordar a su amigo Xoél López, del que interpretó “Tierra”, y al invitar al escenario a Rubén Pozo, con el que compartió dueto en “S.P.N.B”. Algunos de los instantes más disfrutados por el público llegaron con las canciones incluidas en el setlist de su etapa en Piratas. Sonaron desde grandes éxitos como “Promesas Que No Valen Nada”, “Años 80”, “M” o “Mi Coco”, siendo mezcladas con otras menos obvias, “Santa Adrenalina”, “Inerte” o “Tío Vivo”. En la recta final atacaron los temas más enérgicos de la noche, “El Viaje de Chihiro”, “Piensa en Frío” o “Días Azules”, antes de dar por terminado el espectáculo. Para ello decidieron jugar al despiste con el público, confesando Iván que Amaro le había propuesto dejar de tocar “Turnedo”, básicamente porque estaba hasta la polla de hacerlo. Así comenzaron a interpretar algunas estrofas de “Diecinueve” de los andaluces Maga, enlazándola en un giro inesperado con “Turnedo”, para alegría de un público que la coreó cual himno. A la salida las caras reflejaban la alegría por el concierto vivido, a la par que un poso de tristeza por tener que esperar un tiempo para volver a tener noticias de Iván Ferreiro. Su próximo disco se espera ya con impaciencia. 13


The Right Ons Madrid, sala Joy Eslava, 14 de Diciembre de 2012 Por: Jorge Bravo Crespo “El Gurú”. Foto de Iván González

Con una sala todavía a medio llenar tuvimos la oportunidad de presenciar las evoluciones de The Lost Tapes, el nuevo proyecto de Pau Roca (La Habitación Roja y Litoral) y RJ Sinclair (Tokyo Sex Destruction), donde con la ayuda de loops y secuencias pregrabadas presentaron las canciones de “Poetry Dates”, su primer Ep, trayéndonos reminiscencias de los mejores momentos de bandas como Primal Scream o Jesus and Mary Chain, en lo que fue sin lugar a dudas un agradable aperitivo para lo que viviríamos poco después. Y es que tras ellos llegó la gran fiesta con la que The Right Ons ponían fin a la gira de su aclamado “Get Out”, con un concierto cronológico que abarcó en su totalidad el material de los tres discos que hasta la fecha tienen en el mercado. Este hecho hizo que la actuación fuera de menos a más, mostrando la evolución que ha tenido su propuesta con el tiempo, dejando patente que pocos son los grupos de nuestro país que pueden estar a su altura en lo que a presentaciones en directo se refiere. Desde los primeros compases de la noche dejaron claro que su intención era meterse al público en el bolsillo, algo que consiguieron con facilidad gracias al dinamismo de canciones como “Walking on the River” o “Take it Easy”. La temperatura continuó subiendo con “The right Song”, “What´s your Name” y “There she Goes”, siendo un auténtico revulsivo para los seguidores capitalinos del grupo que para entonces no paraban de mover las caderas al ritmo de su soul-rock abrasivo. El momento más divertido de la velada llegó con “On the Radio”, donde repartieron panderetas tuneadas con el nombre del grupo que hicieron de la interpretación del tema una gran fiesta. Solo hubo tiempo para un bis en el que interpretaron la psicodélica “Purple neon Lights” y “I do what I want”, en la que una lluvia de confeti y burbujas inundo el escenario poniendo el punto y final a un concierto irrepetible.

Leiva Madrid, sala La Riviera, 21 de diciembre del 2012. Por: Jorge Bravo Crespo “El Gurú”. Foto de Iván González Ocho meses después de su último concierto en el mítico recinto madrileño, Leiva volvía a colgar el cartel de no hay billetes. Y lo hacía con un concierto prácticamente calcado a aquel que diera tiempo atrás; eso sí, con el añadido de contar con una banda de acompañamiento mucho más rodada y un mejor sonido que en la anterior ocasión. Fue algo que pudimos comprobar enseguida, al poco de empezar a sonar los primeros acordes de “Nunca Nadie” y de la muy Springsteen “Penaltis”, cortes que fueron acompañados con bromas sobre el supuesto fin del mundo, señalado por los mayas precisamente para ese mismo día. Los temas más coreados de la noche fueron los de su exitosa etapa al frente de Pereza. Sonaron casi una decena de los mismos, desde “Animales” a “Como lo tienes Tú”, pasando por las habituales “Aproximaciones” o “Por mi Tripa”. Uno de los instantes más emotivos de la noche llegó cuando Leiva interpretó la primera canción que escribió con tan solo diecisiete años llamada “Superviviente”. Con el paso del tiempo las canciones del de Alameda de Osuna han adquirido una profundidad y lirismo característico que llega a enganchar, sobre todo en las canciones más íntimas, algo que queda patente en “Las Cuentas” o “Vis a Vis”, escrita en colaboración con Kike Suárez, en la que se quedó solo en el escenario con su acústica, teniendo el bonito detalle de dedicársela a su ex compañero Rubén Pozo. No faltó tampoco un homenaje a su admirado Joaquín Sabina “nuestro Dylan español”, como lo definió el madrileño instantes antes de interpretar “El Caso de la rubia Platino”, un rock a la vieja usanza incluido en el mejor álbum del artista Úbeda, “19 días y 500 Noches”. Tras la presentación de la banda, hubo un breve bis de despedida en el que sonó “Eme” y una coreada “Lady Madrid”, completando un concierto casi redondo que de haber tenido alguna sorpresa habría rozado el sobresaliente. 14


M-Clan Madrid, sala La Riviera, 29 de Diciembre de 2012 Por: Jorge Bravo Crespo “El Gurú”. Foto de Iván González

Como ya viene siendo tradición habitual, los murcianos M-Clan terminaron el año con un concierto en nuestra ciudad, en este caso en la sala La Rivera; un recinto que llenaron sin problemas dejando claro que la propuesta de Carlos Tarque y Ricardo Ruipérez, únicos miembros originales de la formación, gusta bastante a un público capitalino que desde hace años les recibe con los brazos abiertos cada vez que tienen a bien dejarse caer por aquí. Desde el primer momento se notó que venían con la intención de hacernos disfrutar en directo de las canciones de “Arenas Movedizas”, dando el pistoletazo de salida a la noche con el tema que da titulo al disco, evidenciando que el suyo es uno de los mejores conciertos de rock que se pueden disfrutar en España. A ello ayuda el hecho de contar con uno de los mejores frontman de nuestro país, siempre especialmente inspirado en las labores vocales, como pudimos comprobar en composiciones como “Para no ver el Final” o “Escucha mi Voz”, donde transmitió su espíritu a un respetable que correspondió en todo momento a la entrega y calor que provenía del escenario, y el de ser una de las bandas más consistente y engrasada de toda la escena. Durante la velada no faltó una mirada atrás a su cada vez más extenso cancionero. Recordaron algunos cortes de su primer disco, “Perdido en la Ciudad”, cuando practicaban un rock sureño del que se desprendieron para abrazar una comercialidad no exenta de calidad. Para posteriormente volver a un rock de raíces representado por el repaso a temas del calado de “Roto por Dentro”, “Noche de Aullidos” o “Las calles están Ardiendo”, con homenaje incluido al “No Quarter” de Led Zeppelín. No fue la única versión de la noche puesto que también sonaron su traslación al castellano del clásico de Rod Stewart “Maggie May” o “Serenade from the Stars” de Steve Miller Band, con la obtuvieron el reconocimiento masivo en su readaptación como “Llamando a la Tierra”. Tan contentos estaban con el desarrollo del concierto que Tarque cedió a las peticiones populares, previa pregunta al público. “¿Queréis que toquemos Carolina?, pues la tocamos que para eso habéis pagado la entrada”, dejándonos vivir un momento de éxtasis colectivo. Con “Pasos de Equilibrista”, uno de los mejores temas de “Memorias de un Espantapájaros”, en la que intercaló versos de “Pongamos que hablo de Madrid” de Sabina y el “Hallelujah” de Leonard Cohen, terminó momentáneamente el espectáculo. Pero el grupo se vio obligado a hacer un segundo bis con “Miedo” y la invitación de “Quédate a Dormir”, que sirvió como colofón a un verdadero espectáculo de Rock and Roll.

Sidonie Madrid, sala La Riviera, 15 de Diciembre de 2012 Por: Jorge Bravo Crespo “El Gurú”. Foto de Iván González

Llegaba el final de la gira en la que Sidonie han estado presentando “El Fluido García” durante más de un año; y para abrir la velada decidieron invitar como telonero de lujo al madrileño Luis Brea, quien ha revolucionado la adormecida escena nacional con su primer disco “Hipotenusa”. Del que interpretó las canciones más movidas de su repertorio como “La Caída”, “Yo soy tu Padre” o su hit “Automáticamente”, mezclada con “Bastante Punk”, en una versión distinta a la que apareció en su EP de presentación. Tras una corta espera para adecuar la escenografía aparecieron sobre las tablas Marc, ataviado con una gorra de chulapo para empatizar con el público madrileño, Axel y Jesús, acompañados por el gijonés David T.Ginzo, que en solitario defiende un interesante proyecto tras el nombre de Tuya. Desde el principio Sidonie nos invitaron a entrar en un mundo imaginario con “Alma de Goma” o disfrutar del “Carnaval”, tampoco faltaron detalles bonitos como la dedicación de “Costa Azul” a una amiga que estaba en el hospital, o la tierna historia de cómo se conoció la banda gracias a la casualidad y a Carlos Cros (Ex líder de Los Selenitas). Momentos que contrapearon a la perfección con esa vuelta a la vena psicodélica con la que empezaron su andadura que ha supuesto “El Fluido García”, del que interpretaron la asombrosa historia de “A mil años luz”, que narra el encuentro temprano de Marc con un ovni, y la densa “El bosque” que fundieron con “Feelin´ Down”, perteneciente a su primer disco. Una de las sorpresas de la noche vino con su versión en castellano de “Kids” MGMT convertida en “Niños”. En los bises el desenfreno llegó con “Canción del Viernes” y “El Incendio”, queriendo agradecer el entusiasmo recibido por parte del público capitalino terminando el concierto entre el publico haciendo una versión de “All I have to do is dream” de los Everly Brothers, un momento mágico sin duda que ponía el colofón a una de las giras del año. 15


Álex Ferreira Aterrizó hace siete años en Madrid con el claro objetivo de comenzar a labrarse una solida carrera musical. Rápidamente entró en alianza con parte de lo más granado del underground capitalino, compañeros de profesión, convertidos en amigos, que le abrazaron y reconocieron sin tardar como uno más de ellos.

Ahora, con el objetivo de hacerse un nombre dentro de la música de nuestro país más que conseguido, nos presenta su segundo disco, “El Afán”; un heterodoxo trabajo de artesanía pop que le confirma como una de las grandes perlas del panorama actual.

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Por Javier González. Fotos de Iván González

Entrevista con:

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“Buscaba algo que fuera visceral y potente”


E

l Afán” es tu segundo disco, un trabajo que dicen es el de la confirmación. ¿Estás satisfecho con el resultado final del mismo? La verdad es que no he sentido esa presión que dicen llega siempre con el segundo trabajo, básicamente porque todo ha sido fruto de un proceso muy natural. Por otro lado, después de la reacción que están teniendo tanto el público como la prensa, hablando muy bien en todo momento de “El Afán”, no puedo estar más satisfecho con todo lo que está ocurriendo. Desde fuera sorprende el poco tiempo que ha pasado entre tu último Ep, “Dulus Dominicus”, y ésta nueva obra. Debo decir que hay una parte de mí que se arrepiente de haber sacado “Dulus Dominicus”, porque creo que esas canciones podrían haberse incluido en éste último trabajo. Me acuerdo que con ese Ep veníamos de hacer una gira GPS (Girando Por Salas) armada por el Ministerio de Cultura, que elegía a una serie de artistas a los que daban una subvención con la que podíamos hacer lo que quisiéramos: Grabar, pagar una cartelería o hacer una promoción. En ese momento ya tenía algunas canciones compuestas por lo que decidí sacar un Ep, de no haber salido lo de GPS seguro que éste trabajo hubiera sido más largo. Pero también es cierto que hay diferencia en el sonido de uno y otro, ya que “Dulus” lo grabé en Santo Domingo, siendo mezclado después por Manuel Cabezalí, a pesar de lo cual hay bastantes puntos en común entre ambos. “El Afán” es un trabajo que en primeras escuchas descoloca por su aparente desnudez y por no ser tan inmediato como su predecesor. Quizás sea un disco que no entre de primeras porque el anterior, “Un Domingo Cualquiera”, era un álbum muy directo y sencillo que tenía muchas guitarras eléctricas, cosa que aquí no ocurre. De entrada es algo que choca. Por otro lado, es cierto que hemos jugado mucho con la desnudez de las canciones y con el menos es más. Hay veces que cuando estás en una mesa de mezclas la solución para escuchar una

guitarra no es subir el volumen, sino bajarlo y eliminar ciertos elementos. También es muy llamativo el juego de baterías y ciertas programaciones electrónicas que has decidido incluir. Hay mucha gente que cree que eso son “loops” electrónicos, pero no es así. Todas las baterías fueron grabadas por nosotros, detrás de cada golpe hay una persona encargada de meter el ritmo lo que dota al disco de un sentido muy orgánico, de hecho hay algunas imperfecciones en el tempo. Lo que sí le da la sensación de ser un trabajo con toques electrónicos son los sintetizadores que aportan un sonido muy brillante. Recuerdo que cuando grabamos el concierto de Radio 3 con todo el grupo meses atrás tenía la sensación de que sonaba muy electrónico, pero en realidad éramos seis personas tocando en directo. Un disco muy heterodoxo, donde se tocan palos musicales muy diversos que van desde el pop a la electrónica, pasando por el folklore americano. ¿A qué responde éste hecho? Siempre digo que conforme va pasando el tiempo me siento cada vez más orgulloso de ser latinoamericano, aunque llevo un montón de años afincado en España. Quiero ir encontrando un vínculo con ciertos elementos musicales de allí para trazar mi camino. Canciones como “Me pierdo Contigo” o “Ay! Paciencia”, son un buen ejemplo de ello. La idea de alejarme del rock y el pop estaba pensada con la vista puesta en buscar algo que fuera visceral y potente, que tuviera peligro. Girando por España en distintos festivales no dejo de ver un montón de grupos que

"En España se empieza a ver el despertar de la gente, cada vez hay más protestas callejeras e inconformismo"

tienen dos guitarras eléctricas que no paran de dar por culo. Es algo que me encanta, pero creo que personalmente tengo otras cosas que aportar. Me flipa The New Raemon, pero no quiero subir al escenario a hacer el mismo espectáculo que él. Ya está Ramón para bordarlo. Yo pertenezco a la escena musical de Madrid pero soy el latino, eso lo llevo por bandera y estoy realmente orgulloso. En las letras predomina una triple vertiente temática: Amor/desamor, afán crítico y un espíritu relativamente hedonista. ¿Por qué decidiste decantarte por ésta dinámica? Después de terminar de grabar intenté ver el disco con perspectiva para analizarlo y me encontré con que se trataba de un álbum que se contradecía. La palabra “El Afán” define un anhelo vehemente que no podemos evitar, sea el que sea en cada caso. Es un poco lo que se refleja en las canciones. Aunque es curioso porque en la primera canción me pregunto “¿Cuál es el Afán?”, un pensamiento muy paranoico, digno de película de Woody Allen, donde parezco decir “para qué sirve hacer las cosas si todo va a acabar mal”. Y la última “Habitación” es una alegoría a estar feliz en un sitio concreto sin que te importe lo que pase fuera. Luego está “Bailando en las Orillas” que habla de la muerte, pero vista con la perspectiva de que hay que disfrutar todo lo bueno que depara la vida. Una de las cosas buenas que tiene el ser humano es que tiene consciencia de que su final es la muerte, pero aun así intentamos tirar para adelante. Sinceramente no sé si me he explicado muy bien. (Risas) Antes citabas “Ay! Paciencia”, una de las canciones más especiales y bonitas de tu último disco. Es una canción que me gusta mucho porque parece de otra época, además de que fue la última que hice para el disco. Nació cuando estaba todo ya grabado, por eso está hecha de una manera determinada con unos “loops” muy antiguos. Queríamos que fuera un tema visagra que separará el lado A del B. La toco en directo únicamente con mi guitarra acústica, porque tal y cómo está no la podemos hacer. 17


A lo largo de los créditos del disco no paran de deslizarse nombres fundamentales en el underground madrileño, el cual en el momento de tu llegada te recibió con las manos abiertas llegando a convertirse en casos como el de Manuel Cabezalí en casi “familia” para ti. Cuando llegué aquí para estudiar Ingeniería de sonido no tenía ni un perro que me ladrase, pero comencé a conocer gente relacionada con la música, porque es cierto que tengo un montón de amigos que son músicos y colaboramos. Todo ha ocurrido de un modo muy natural, básicamente porque hemos tocado en lugares comunes y a partir de eso han surgido amistades muy fuertes como la que has mencionado con Manuel. Él ha tocado con mi banda y yo he echado una mano en Havalina. Pero más allá de eso, también hemos sido compañeros de piso, quedamos para salir de fiesta, jugar a las cartas e ir de viaje. Es una relación casi familiar como bien decís. Y otros más conocidos para el gran público como el de Anni B Sweet. Ana es una gran amiga, participó en éste disco en la canción “Por Defecto”, necesitaba meter una voz que fuera aguda y pensé en una chica. Se lo comenté y ella lo hizo encantada, quedando inmortalizada en el disco. También el de Russian Red, a quién acompañaste al bajo en su homenaje a The Beatles. La amistad con Lourdes no viene de tantos años atrás como la de Ana. Últimamente hemos colaborado un montón. La verdad es que la idea de lo de Los Beatles se le ocurrió a ella. Ya tenía la gira montada y me llamaron porque necesitaban a un músico que le hiciera una entrevista. Al final entre una cosa y otra acabé tocando el bajo, porque no tenían bajista. Muchas de las canciones de los Beatles ya me las sabía, porque fueron mi escuela como la de todo el mundo. Fue Lourdes quien me propuso girar con ellos, y yo por supuesto acepté al instante. Durante todo el proceso nos hicimos buenos amigos. El papel que hice con Russian Red fue el de escudero, tocando y haciendo coros, aunque al final ella quiso que yo cantara cuatro canciones. La verdad es que he 18

aprendido un montón siendo el tipo en la sombra durante ésta gira, puesto que te ayuda a ver todo desde otra perspectiva y soliviantar el ego. Y por último “Ella Dijo Eso”, marca tras la que se esconde Zahara, encargada de realizar el video de “Me pierdo Contigo”. ¿Cómo surgió la idea de que ella fuera la encargada de dirigir el video? Tenía que hacer el video de ésta canción, pero había programado un viaje por Nueva York, México y Santo Domingo de tres meses de duración; por eso, después de ver un clip que había dirigido de Miss Caffeina, le comenté la idea de que se ocupara del mío, dándole directrices básicas como que no quería salir en él. Me piré confiando en ella, también para qué negarlo dejándole el marrón, y la verdad es que el resultado final me gustó bastante. Antes de nada habría que decir que yo la conozco desde hace muchos años, cuando ella venía con su guitarra desde Granada para tocar en el Búho Real. Siempre la he admirado y respetado, me encanta cómo toca y cómo compone, además sé que cuando se involucra en algo no va a hacer el ridículo. Años atrás viniste hasta España con el objeto de cimentar tu carrera musical. ¿Cómo ves la evolución del

"Pertenezco a la escena musical de Madrid pero soy el latino"

mundo de la música desde tu llegada hasta ahora? Creo que la música no está en un momento raro, lo que está en un momento difícil es el negocio de la música; y la música en relación con los ayuntamientos. Aunque también hay un montón de grupos que te petan una sala porque tienen un público fiel que paga por verles. Eso no se lo va a quitar nadie, a pesar de que se suba el IVA. La música siempre va a palpitar por sí sola. Es en los momentos chungos cuando tenemos que trabajar más duro, hacer mejores canciones y discos, dejando de lado el llorar tanto. Yo vengo de un país que es mucho más conflictivo y con más problemas que éste, por lo que cuando veo a un español quejarse siempre pienso que no han ido a un barrio conflictivo de Brasil, allí el problema no es que suban el IVA sino que te claven un cuchillo. Al ver los problemas que tenemos, me entran ganas de afrontarlos con optimismo y trabajar. Creo que en España se empieza a ver el despertar de la gente, cada vez hay más protestas callejeras e inconformismo. De verdad que veo todo con un punto de vista muy optimista. ¿Qué grupos del panorama actual llaman tu atención? Ya hemos mencionado a Zahara que junto a Tulsa son las dos que más me gustan escribiendo canciones. También está María Rodés, una artista que me emociona mucho. En la vertiente masculina, Havalina me parece el mejor grupo de rock en formato trío y The New Raemon, me gusta cómo compone y cómo escribe. Por último destacaría todas la producciones que hace Ricky Falkner, tienen algo muy especial. Sinceramente pienso que están pasando muchas cosas interesantes actualmente. ¿Cuáles son tus planes más inmediatos de cara a los próximos meses? Ahora vamos a ir haciendo más videos, a parte del que ya tenemos de Zahara. En breve saldrá el que hemos hecho con Lyona, quien se encarga de poner imágenes a la canción “Camino Raro”. Hemos cogido estos meses pasados para preparar varios videoclips y hacer entrevistas promocionales, con la vista puesta en empezar para febrero con la gira por las grandes capitales.


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en el que tanto Luis Albert como el resto de miembros de la banda que le acompaña en directo interpretan en vivo las composiciones incluidas en “Silent Film”. Unas cortes repletos de calidez y belleza que saben emocionar gracias al calor del sonido analógico y a la frescura que les aporta el hecho de haber sido grabadas en apenas unas pocas tomas; canciones capaces de hablar por sí mismas de sentimientos de lo más común que engancharán por igual a eruditos del rock y a oyentes ocasionales de oídos abiertos, haciendo de ésta una reedición de lujo más que recomendable, ya sea para comenzar a adentrarse en su obra o por puro afán de coleccionismo. << Javier González.

L.A “SLNTFLM” (Deluxe Edition) (Universal) Hace unos meses que Luis Albert Segura sorprendía a propios y extraños con la publicación del “SLNTFLM”, su flamante quinto disco. Un trabajo asentado en la herencia del rock más clásico de los años cincuenta y sesenta, que suponía otro paso con el que seguir cimentando una carrera discográfica labrada con mucho esfuerzo y dedicación durante décadas; y a la que solamente el transcurso de los años ha traído un solido reconocimiento sobre todo a raíz de la publicación de su anterior obra, “Heavenly Hell”, el cual nos presentaba a un artista repleto de talento en un envidiable momento de madurez creativa. Desde hace algunas semanas los seguidores de L.A. están de enhorabuena gracias a la publicación de “SLNTFLM” (Deluxe Edition), un álbum que amplía de manera parcial los contenidos que incluía la edición original y en el que los fans del músico mallorquín celebrarán especialmente la inclusión de un suculento segundo disco, sin lugar a dudas lo más apreciable de ésta reedición, a través del que podrán conocer algunos de los secretos de la preparación y posterior grabación del mismo, contados en primera persona por el artista con el acompañamiento de un puñado de imágenes que recogen momentos en el estudio; y sobre todo disfrutar de “Live at the Movies”, o lo que es lo mismo la grabación de un concierto especial e íntimo 20

Rickie Lee Jones “The Devil You Know” “T (Concord Records) Tres años después de su anterior trabajo con composiciones própias “Balm in Gilead” (2009), regresa la norteamericana con un nuevo álbum de versiones, tal como ya hiciera con “It’s Like This” (2000). “The Devil You Know” es un disco en el que Rickie interpreta canciones ajenas impregnándolas con su propia personalidad. Ya desde la primera canción, la stoniana “Sympathy For The Devil”, envuelve al oyente en una cadencia melancólica que te atrapará hasta que termine el disco. Rickie hace suyas canciones como la citada, con tan solo unos suaves rasgueos de bongo, guitarra y bajo y acompañado con su inconfundible y dulce tono de voz nasal. Vuelve a invocar a los Stones con “Play with fire”. Otra de las canciones hecha a la medida de Rickie es “Only love can break your heart”, de Neil Young. La preciosa melodía de esta canción y su sentida interpretación, hace que merezca mucho la pena esta nueva compilación de versiones. Otros de los temas que nos encontramos en “The Devil You Know” es

“Reason to believe”, de Tim Hardin, tema que ya cantó Rod Stewart en su millonario disco “Every picture tells a story”. Rickie homenajea también a artistas como The Band; “ The Weight”, con una interpretación cruda, únicamente acompañada por el piano. Otra buena baza para este disco, en el que también aparecen “Comfort you”, de Van Morrison o “Catch the wind”, de Donovan. Con la ayuda inestimable a la producción de Ben Harper, quien también toca la guitarra, bajo y batería y además cede el único tema original y inédito en “Masterpiece”. Una canción que no desentona con el espíritu que Jones ha implantado en el álbum. Un disco en el que Rickie vuelve a sorprendernos por su gran interpretación y honestidad. El único pero podría representarse en la linealidad del tono general, pero que aun así, consigue concentrar la atención en los exquisitos pasajes y delicada producción, amén de la magia que desprende siempre el sentimiento y alma que pone la cantante en cada una de las canciones de este disco. << Alberto Vicente

Amigos IImaginarios “Museo de Reproducciones” (Rock Indiana) Los músicos tienen la suerte de, a través de su trabajo, poder exorcizar esos demonios que toda persona tiene en algún momento. Los Amigos Imaginarios dan forma a su nuevo disco, “Museo de Reproducciones”, centrado en los sentimientos que se desprenden tras una ruptura sentimental, un argumento que sirve de esqueleto para que Santi Campos tire de su talento a la hora de narrar sensaciones cotidianas pero transformadas en arte, en este caso en forma de canciones. Estamos ante un trabajo que continúa la senda de “Muñecas Rusas”, con una instrumentación altamente trabajada, repleta de detalles pero sin que eso suponga un abigarramiento sonoro, donde hay que destacar indudablemente la labor de Charlie Bautista. De nuevo queda demostrado que la banda ha conseguido aglutinar diversas influencias para llevarlas a su terreno, siendo capaces de hacerlas sonar de una manera totalmente reconocible y personal. Algo visible en unas canciones que recurren a variadas tonalidades, ya sea el folk-country de “Casi”, la tensión soul de “Combustión Espontánea”, los pegadizos ritmos, marca de la casa, de “Limpio y Nuevo”, gemas sentimentales como “Dos Hermanos” e incluso alardes de optimismo como “Manual de Autoayuda”. Un disco que consigue musicar de manera magistral el drama cotidiano, aunque con ciertos fogonazos de luz al final del túnel, que todos somos capaces de entender e incluso compartir pero que sólo unos pocos pueden mostrarlo con la vena artística que lo hacen ellos. << Kepa Arbizu


VVan Morrison “Born To Sing: No Plan B” (Blue Note) Regresa de nuevo el norirlandés con este, su trigesimocuarto álbum de estudio y siendo cinco los años que no publicaba canciones nuevas. Lo hace ahora para el sello Blue Note, quien ya grabara para el mítico sello en 2003 con el disco “What’s Wrong With This Picture?”. Morrison aprovecha estas nuevas canciones para disertar sobre la injusticia de los todo poderosos de un sistema capitalista que nos devora poco a poco. Y lo hace con toda una declaración de intenciones, contando a los cuatro vientos que ha nacido para cantar, que esto que sucede aquí y ahora no es para nada un ensayo, que es real. Bajo el manto de la inmediatez de un sonido fresco y directo, Morrison ha querido grabar este disco en directo, en el estudio de grabación con una banda de seis músicos, y con el mismo alternando el uso del piano, la guitarra y el saxofón alto. Sus nuevas composiciones se tiñen de esa mezcla de estilos de las que el propio artista disiente en un batiburrillo de influencias que van desde el blues al soul-Jazz, pasando por el Rhythm and Blues o la música de raíces. Canciones como la que abre el disco “Open The Door (To Your Heart)”, una composición arquetípica dentro su cancionero en sus últimas entregas. También nos encontramos con canciones a medio tiempo “Goin’ Down To Monte Carlo” o la belleza de “Born to Sign”. Una de las gemas de este disco se llama “End Of The Rainbow”, sencillamente deliciosa. El canto al poder del dinero con “If In Money We Trust”, una pieza larga en la que se pregunta si es el nuevo Dios. Dentro de las diez nuevas canciones se encuentra el tema “Close Enough For Jazz”, del que ya grabara como pieza instrumental para el álbum “Too Long in Exile” de 1993, esta vez con letra añadida. De nuevo un blues áspero con “Pagan Heart”, y para terminar con “Educating Archie”, otra alegoría sobre la exclavitud del sistema capitalista. Un buen álbum en definitiva, aunque deja pronto la sensación de ser un disco menor dentro de sus grandes obras, aunque pedir eso a estas alturas pueda resultar empresa difícil. << Alberto Vicente

LLos Deltonos “Saluda al Campeón” “S “Guitar Town” Los más de 20 años que atestiguan Los Deltonos les hace ser, por méritos propios, parte esencial del paisaje

del rock cantado en castellano. A pesar de esta dilatada carrera siempre han estado en continua evolución, y el blues, el rock con tintes funk y ahora la esencia americana han sido algunos de los palos estilísticos por los que se han movido. Todos ellos con un resultado sobresaliente. “Saluda al Campeón” es un disco formado por sólo 6 canciones y que ha sido editado justo un año después de que lo hiciera su anterior trabajo (“La Caja de los Truenos”), lo que supone que de alguna manera pueda ser visto como una continuación o la siguiente parada del camino que los cántabros están recorriendo. Un trabajo de claro carácter político, y crítico, no hay más que ver el country rock de “El Blues de M” (dedicado a un político inepto con esa inicial) o el blues de ritmos tribales elegido para “Muy Bien” y su representación de la nueva esclavitud del siglo XXI. Frente a ese lado más fiero que muestra Hendrik Röver también habrá lugar para el desvergonzado “Saluda al Rey”, el medio tiempo de aguerridas guitarras que es “Hablando de lo Tuyo” o los metales que aparecen en “Cierra al Salir”. Puede ser algo injusto, pero la costumbre de ver al grupo cántabro triunfar en cada uno de los terrenos en los que decide moverse hace que no nos sorprendan sus buenos resultados. A pesar de esa sana rutina no hay que dejar de lado la constatación de una realidad, el momento inmejorable que viven. << Kepa Arbizu

G Graham Parker & the Rumour “Three Chords Good” (Primary Wave) Quien se haya acercado a Graham Parker durante estos últimos años le tendrá catalogado como un músico cercano al rock americano, pero hay que saber que él, en compañía de The Rumour, fue uno de los puntales de la denominada “New Wave”, allá a mitad de los años setenta, junto a, entre otros, Nick Lowe, Squeeze o Elvis Costello. 31 años después vuelven con su formación original (Brinsley Schwarz, Martin Belmont, Steve Goulding, Andrew Bodnar, Bob Andrews y el propio Graham Parker) para reverdecer viejos laureles. “Three Chords Good” quizás carezca de toda esa frescura y espontaneidad de sus inicios, algo subsanado con madurez, pero es evidente que su intento, ya patente desde el título y su portada (demasiada) bucólica, por rescatar la energía y las innumerables influencias que fueron seña de su sonido, está conseguido con creces. Las canciones que forman este álbum irán apareciendo con su propio ADN, y si la inicial “Snake Oil Capital of the World” se mueve a ritmo de ska, tampoco es extraño encontrarnos las varias visiones del soul (“Old Soul” o “Long Emotional Ride”). No hay que olvidar la trepidante “She Rocks Me”, la íntima “That Moon Was Low” o las muestras del sonido de “raíces”, ya sea en tono rock (“Three Chords Good”) o la “dylaniana” “Last Bookstore in Town”.

Un crisol de sensaciones que se nutre tanto de la espontaneidad y frescura que siempre demostró el grupo en su pasado como de una madurez inherente al paso del tiempo. En definitiva, un regreso realmente notable.

Holywater “Wasteland” (Ernie) Enfrentarse a los discos de Holywater siempre es un placer. Básicamente porque dedicarle unas horas a cualquiera de sus trabajos suele llevar implícito regalarse uno de esos ejercicios de sinceridad, actitud y guitarreo elegante que tanto se agradecen. Si a todo ese cúmulo de cosas, le añadimos el hecho de que sus obras suelen tener la maldita fortuna de ser acogidas con devoción por un reducido grupo de seguidores, quienes les profesan una admiración que se torna en devoción en sus presentaciones en vivo, sobre todo en aquellos lugares cercanos a su Galicia natal, uno no puede evitar tener la sensación de pertenecer a una orden secreta de amantes del buen gusto, un sentimiento que se acrecenta y reafirma al escuchar obras como “Wasteland”, el quinto disco que ponen en el mercado. Ahora, dos años después de que viera la luz “The Path of the Follow”, la banda capitaneada por Ricardo Rodríguez vuelve a firmar un álbum en el que las señas reconocibles de Holywater son más patentes que nunca en unas composiciones repletas de fuerza, intensidad y emotividad que les hacen firmar el enésimo trabajo acertado de su discografía. Algo que es patente en el instante en que comienzan a sonar los primeros acordes de “Grow deatf with Silence”, un golpe directo y electrizante, que sirve como inmejorable apertura a un disco en el que no encontrarás canciones vacías; sí juego en la velocidad de los temas, algo que ocurre en “Deerer Down the Grass”, un corte decididamente más reposado, o propuestas guitarreras de cariz clásico, producto de la escuela Neil Young, como “There´s something Around”, e incluso efímeros hits de regusto noventero como “Superpower”, anticipo de “Brave, Free” o “Wasteland”, sin lugar a dudas dos de las mejores composiciones que adornan la cada vez más dilatada carrera de Holywater. Nuestra valoración final de “Wasteland” no puede ser más que positiva, ya que se trata de un disco de madurez en el que por fin muestran todo el potencial que atesoran, producto sin lugar a dudas del bagaje acumulado después de miles de kilómetros. Ahora solamente resta que el gran público les brinde su atención y que algún promotor les dé la oportunidad de compartir escenario con algún grupo de renombre de igual a igual, no nos caben dudas de que les harán parecer unos principiantes. ¿Apostamos algo? << Javier González

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Un disparo fallido que sin embargo posibilitó casi sin solución de continuidad el nacimiento de Pereza, la banda con la que en compañía de su amigo Leiva protagonizó una progresiva escalada comercial que logró auparles a las cimas más absolutas, hasta convertirles en uno de los grupos superventas de nuestro país, dándoles la oportunidad de reventar recintos que solamente los más grandes pueden permitirse el lujo de llenar. Pero como suele ocurrir en los casos en que detrás de un grupo se esconden varias personalidades marcadas, llegó un punto en que Pereza era inviable. Dos formas distintas de entender la música y dos corrientes creativas cada vez más alejadas, dieron por finiquitada la vida del grupo. Eso sí, sin escándalos ni malos rollos tan habitual es en estos casos. Leiva y Rubén se dijeron “Hasta Otra” de manera más que amistosa, casi fraternal. quedaba por afrontar aba dar el último paso natural que le toc le o Poz bén Ru a to pun este a Por lo que llegado que comenzó meses atrás y que tuvo je via Un o. tari soli en ra ntu ave la a se fecta en su carrera. No era otro que lanzar ende su nombre y que es la excusa per defi que el en o disc er prim el s”, e todo, lo relapor punto de partida “Lo que Má que nos hable de todo, absolutament de o etiv obj o clar el con él con do Pozo se convierte para que nos hayamos cita l que ya dura veinte años. Hoy Rubén vita ecto tray este y k roc el por ión cionado con su pas en nuestro chico de portada. >> Por Javier González e Iván González. Fotos de Iván González 22


“Cada vez que entraba a cantar Mick Jagger “Honky Tonk Woman” pasaba la aguja hacia atrás para volver a escuchar el gguitarreo”



¿Cuál es tu primer recuerdo relacionado con la música? Mi padre siempre ha sido melómano por lo que de pequeño tenía acceso a muchos vinilos en casa. Tuve la suerte en que en un momento en que no había Spotify ni Youtube, podía escuchar muchos grupos y discos distintos. ¿Qué grupos eran los que sonaban en casa de tus padres cuándo eras niño? Sobre todo lo que escuchaba eran los clásicos de siempre, Beatles, Stones, Bob Marley, The Kinks o The Who. La verdad que eran bandas anglosajonas en su inmensa mayoría, casi nada de música española. ¿En qué momento entraste en contacto con el rock nacional?

Pocos años después ya formabas parte de Buenas Noches Rose, una banda que llegó a ser mítica en el underground capitalino. ¿Cómo surgió la idea de montar un grupo? Apenas teníamos quince o dieciséis años y éramos los colegas del instituto, creo que estábamos en segundo de B.U.P. Yo era compañero de clase de Jordi Skywalker, y además coincidimos con Alfredo que era repetidor, quien nos comentó que tenía una guitarra eléctrica. A mí me parecía un flipe que él tuviera una eléctrica cuando yo solamente tenía una española. Nos empezamos a juntar de forma un poco precaria en el año 1992, para trastear y hacer nuestras primeras canciones. En el año 1995 editasteis vuestro primer disco, “Buenas Noches Rose”, al que siguieron el seminal “La Danza de la Araña” y el postrero “La Estación Seca”. ¿Qué recuerdos tienes de ese período?

Fue al llegar al instituto a través del intercambio de cintas con otros compañeros de clase. Empecé a conocer a grupos como Barricada, Extremoduro, Radio Futura y Los Ronaldos. Se podría decir que por parte de mi viejo me viene toda “la parte musical”, porque no entendía nada de lo que cantaban las bandas que él me enseño, ño, y después por mi cuenta descubrí las letras ras de grupos que sonaban peor, pero quee me gustaban por lo que decían. En el fondo eso es lo que trato de hacer yo en mis canciones; unir la música que me encantó de yankees y anglosajones con las letras de los de aquí.

Recuerdo todo aquel período con mucho cariño, no puede ser de otra forma. El grabar el primer disco nos permitió tocar fuera de Madrid, porque hasta antes de eso actuábamos mucho en sitios como “Al Lab´ oratorio” o “Siroco”. Allí teníamos bastantes seguidores que venían a ver nuestras actuaciones con asiduidad. En una nuest ocasión tocando en “Al Lab´ oratorio” vioca nnieron a vernos Los Rodríguez, pero nosotros en esa época nos conectábamos con ellos. Nos decían “que están aquí Ariel Rot, Andrés Calamaro y Julián Infante”, pero casi ni nos inmutábamos. Si nos hubieran dicho “están aquí los Barricada”, la cosa hubiera sido distinta porque en ese período lo que nos iba más era el rock urbano. Ahora lo pienso y flipo, sinceramente.

de “Honky Tonk Woman”, no paraba de ponerla. Cada vez que entraba a cantar Mick Jagger pasaba la aguja hacia atrás para volver a escuchar el guitarreo. Recuerdo que por casa había una guitarra española que era de mi madre, estaba echa polvo. Le compré cuerdas, las puse como creía que se ponían y por mi cuenta la afiné como Dios me dio a entender. A partir de ahí empecé a sacar cosas de oído. Al principio las tres notas del “Satisfaction”, y después otras más complicadas.

del grupo, truncándose el sueño del estrellato y fracturando el proyecto, que acaba por terminar de manera abrupta un disco después. ¿Por qué terminó todo de manera tan repentina cuando parecía que podíais triunfar a nivel comercial?

“Empezamos a hacer versiones de uno de nuestros grupos favoritos y después En todas las bandas en que has mimutamos a ser una litado te has hecho cargo de las guitarras. ¿Cuándo surgió tu flechazo con dicho instrumento? banda con personali- SSin embargo el espejismo se desvaneen plena gira de “La Danza Estando en la E.G.B. escuchaba los discos cos dad propia” decela ccuando Araña”, Jordi Skywalker se marcha de los Rolling y flipaba con la introducción ucción

Por aquel entonces tu madre te regaló una guitarra con la que a día de hoy sigues tocando en alguna de las canciones de los discos que has firmado. ¿Puedes contarnos la curiosa historia que hay detrás de esa guitarra? En octavo me quedaron tres asignaturas para Septiembre y tenía que aprobar todas para pasar a B.U.P. La historia fue que como no paraba de dar la tabarra con el tema de la guitarra, mi madre me prometió que si sacaba el curso me la compraba. Al final aprobé y nos fuimos a un Luthier que había en la calle Chueca, y me pillaron una guitarra española que nos costó quince mil pelas. Esa sí la conservo y suelo tocarla de manera habitual, es más, siempre trató de incluirla en una pista en cada uno de mis discos. Me da mucha alegría hacerlo, la verdad.

Después del primer disco con una compañía independiente como Discos Madison nos fichó BMG. Ellos nos dieron un buen presupuesto para hacer “La Danza de la Araña”; un trabajo con el que pasó menos de lo que todos esperábamos y que casi precipitó el final de Buenas Noches Rose. La verdad es que después de “La Estación Seca”, nuestro tercer disco, sabíamos que lo íbamos a dejar. La cosa no iba hacia ningún lado, ni para adelante ni para atrás. Y en ese momento entras en contacto con Leiva y Tuli, surgiendo el embrión de Pereza. Ya en las últimas bocanadas de Buenas Noches Rose me llamaron Leiva y Tuli, dos chavalillos del barrio que no conocía demasiado, aunque sabía que tocaban en Malahierba y Guernica, respectivamente. Habían conseguido mi número de teléfono para proponerme tocar en una de las noches tributo que organizaba el “Siroco” y que iba a tener como protagonista a Leño. Me dijeron que si me interesaba la historia para montar 25


algo porque sabían que me gustaban mucho.Quedamos, hubo muy buena química, y preparamos los tres discos de Leño totalmente clavados, porque la gracia de todo esto era clavarlos. Empezamos a hacer versiones de uno de nuestros grupos favoritos y después mutamos a ser una banda con personalidad propia, gracias a las canciones que íbamos haciendo. La primera que montamos fue una que se llamaba “Pereza”, de ahí que al tocar nuestros temas eligiéramos ese nombre para la banda. ¿Cómo surgió la posibilidad de grabar un primer disco de nuevo con BMG? Una noche de concierto nos vieron actuar Dani Marín y Gonzalo López, que trabajan en BMG, lo que después fue Sony. Nos ofrecieron la posibilidad de firmar con la compañía. Casi sin darme cuenta estábamos otra vez ahí. Teníamos un grupo y la posibilidad de grabar un nuevo disco. Hubo un momento clave en la existencia de Pereza cuando al editar vuestro primer disco, “Pereza”, no vendió lo suficiente pero la compañía os mostró su apoyo incondicional. “Pereza” fue un trabajo que no vendió mucho, la verdad. Además coincidió en el tiempo con un período en el que se hizo una criba de grupos que no habían cumplido con las expectativas de ventas. Nosotros nos libramos de la quema y entramos en el apartado de grupos a desarrollar. La idea era ir dándonos cancha, que nos quedáramos en el sello, porque según ellos “apuntábamos maneras”. También después de éste álbum Pereza se convierte en un dúo. ¿Cuál es el motivo de la marcha de Tuli? En ese momento Tuli, que era el batería, se fue. Lo hizo porque él estaba de manera circunstancial, no se sentía batería. Su pasión era el saxofón. Por lo que nos quedamos Leiva y yo, que seguimos dando conciertos y sacando discos. Y a partir de ahí conocéis un éxito progresivo que deviene en un estrellato absoluto. ¿Qué recuerdas de aquel acceso continuado a la cumbre? La verdad es que era un período en que no parábamos de tocar, lo hacíamos en cualquier lado. Es verdad que con Pereza no hubo un pelotazo. No pasamos de nada a todo. Desde dentro veíamos que estaba siendo un proceso natural, si teníamos un seguidor más es porque lo habíamos atrapado en un concierto. Sinceramente, yo solo he conocido eso, tanto con Buenas Noches Rose comocon Pereza hubo mucha furgoneta, aunque en un principio tuviéramos que compatibilizarlo con curros de mierda para poder subsistir. El hecho de estar tocando y ver movimiento nos hacía seguir con mucha ilusión. Siempre nos consideramos un grupo de directo, por eso creíamos que nuestra obligación no era otra que la de tocar. Sin embargo no todo fue de color de rosa puesto que con el paso del tiempo y los discos, desde fuera parece intuirse un 26

progresivo distanciamiento entre Leiva y tú en vuestra relación como compositores. ¿Hasta que disco crees que Pereza funcionó como un dúo? Puede que al principio nos juntáramos más para ayudarnos con las canciones del uno y del otro, y también para componer juntos. Pero a partir de “Animales” cada uno venía con sus temas cerrados. Al final llegó un punto en que eran las canciones de Leiva y las mías, aunque en “Aviones” sí que es cierto que encontramos la misma dirección para los temas, e incluso si alguna composición había nacido con un tratamiento más eléctrico se adaptó para que fuera más acústica, consiguiendo que la atmósfera fuera casi totalmente de madera. Fue un disco de canciones más cadenciosas y de medios tiempos. Ahí sí que coincidimos a la hora de hacer el disco juntos. Recuerdo que fuimos a grabar las baterías de las maquetas de las canciones, al final de aquellas maquetas salió el disco casi completo. También desde fuera parece vislumbrarse un pequeño juego de intereses en torno a vosotros tanto de compañías como de radios. Nos referimos concretamente a que en canciones como “Pirata”, de tu autoría, él introdujera su voz algo que suponemos no te gustaría demasiado. ¿Por qué ocurrió eso? Realmente lo que ocurrió ahí fue que la compañía quería una colaboración, pero no sabíamos hacia donde tirar ni a quién elegir. A mí me hacía mucha ilusión que fueran a sacar un single mío, por lo que tiré por la calle de en medio y propuse colaborar con mi colega. Leiva no tuvo nada que ver con eso; es más no quería que hubiera colaboración, le apetecía sacar la canción tal y como estaba, con mi voz como principal y sus coros. Verdaderamente yo la hubiera sacado también como estaba, pero no me siento molesto con lo que ocurrió. Para las radios Pereza era la voz de Leiva. Por otro lado era difícil que una nueva voz entrara. No fue una maniobra hecha para joder. Ten en cuenta que para que una canción se radie es más sencillo si se hace con un artista consagrado. Pereza empezó a funcionar con una versión acústica de “Pienso en aquella Tarde” en la que colaboraban David Summers y Dani Martín, hasta ese momento dicho desde el respeto nos ponían las radios con menos peso. Es una jugada clásica de compañías que se sigue haciendo, y no quiero que parezca una crítica hacia las mismas. Era una situación extraña porque Pereza estaba a saco en las radios pero no con mi voz, por lo que decidí que el artista consagrado fuera la de Leiva. Y él muy complaciente dio su “ok”. Se ha hablado mucho de los motivos del final de Pereza, por lo que seremos francos y directos. ¿Cuál fue el motivo principal de vuestra separación como grupo?

No soy de esas personas que piensan que el tren pasa una sola vez en la vida, creo que pasan los trenes que tú quieres que pasen

Han sido muchos años trabajando juntos, codo con codo, y de alguna manera llegó un momento en que Pereza podía llegar a enturbiar nuestra relación de amistad. Antes de que eso ocurriera decidimos que era preferible aparcar el proyecto. Creo que es una cosa que ocurre en todos los grupos desde los tiempos de The Platters hasta The Beatles, salvando las distancias. A la hora de ver las


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canciones que entran en los discos, cada uno confía en las suyas y siempre hay problemas para ver cuáles entran. Llegamos al punto en que no había cesión por ninguna de las partes. Eso podía llegar a afectar de forma personal, sobre todo en la parte que toca al hecho de ser dos profesionales que se dedican a la música. Yo creo que llegamos a la decisión adecuada. Ahora mismo somos colegas, nos echamos unas risas y hemos salvado nuestra amistad a pesar de Pereza. Y como dices en la ya mencionada “Pirata”, “y otra vez a empezar de cero” con tu carrera en solitario. ¿Cómo has vivido este hecho? Fue algo que ya me ocurrió con Buenas Noches Rose y ahora ha vuelto a pasar con Pereza. Pero me lo tomo con mucha filosofía. No soy de esas personas que piensan que el tren pasa una sola vez en la vida, creo que pasan los trenes que tú quieres que pasen. Luego puedes tener más o menos suerte, pero creo que tienes que estar en la estación plantado esperando que llegue.

A veces noto que se me agarra el nudo que tengo dentro y mi forma de deshacerlo es haciendo una canción Ahora llevas un año trabajando en solitario. ¿Qué valoración haces de las cosas que están ocurriendo a tu alrededor? Estoy encantado con todo lo que está pasando sinceramente. Ahora tengo muchas más responsabilidades. Empecé en una banda de cinco, después en una de tres, que quedó en dos, y ahora en solitario. Pienso que es el paso último natural de todo esto. Últimamente estoy girando con mi acústicas, después de haber hecho una serie de conciertos de presentación con la banda, algo que nunca pensé que hubiera podido pasar. Voy solo a los sitios y estoy viviendo una experiencia maravillosa. El público me está dando mucho cariño y mucho calor. Me alucina que vengan a verme y se vayan a casa con la sonrisa de oreja a oreja, agradeciéndome en persona lo bien que se lo he hecho pasar; con ese tipo de actos me hacen sentir que les he devuelto el precio de la entrada céntimo a céntimo. Después de tanto tiempo dedicándome a la música pensé que ya lo había visto todo y de repente esto me ha explotado en la cara. Estoy disfrutándolo un montón. Se te ve encantando a pesar de la crisis que seguro estará repercutiendo en la afluencia de público a tus actuaciones. Nadie dijo que esto fuera ser fácil; pero bueno como te digo estoy contento, tanto con el disco que he hecho cómo de la forma en que están yendo las cosas. Ahora con mi gira en solitario, “Menos es Más”, a pesar del momento de recesión que estamos viviendo, me sigo dando cuenta de que hay interés por lo que hago. Me quiero recorrer España tocando en solitario.

Al principio eran siete fechas y ahora han salido bastantes más. Creo que es una forma muy honesta de presentar mis canciones, que además me sirve para darme cuenta de que una buena letra con los acordes adecuados hacen pupa, aunque no tengas a la filarmónica de Viena detrás. Está claro que es un mal momento económico y puede que se vendan pocos discos, pero pienso que todo el mundo quiere ir a ver un gran show con temas que le gustan. Ahí estoy yo, como muchos otros, con mi propuesta saboreándola al máximo. Porque aunque siga trabajando en equipo ahora defiendo mi nombre en una carrera que sigue dando pasos naturales. Han pasado unos meses desde la publicación de “Lo que Más”, con el paso del tiempo. ¿Qué te dice la gente del mismo? La verdad es que ha habido gente que me ha dicho que el disco les entró desde el principio, pero últimamente muchas personas me comentan que al principio no me querían ni escuchar, que lo hicieron y se quedaron fríos. Para después volver a retomarlo y quedar totalmente enganchados al mismo. Creo que mi trabajo como compositor siempre ha sido así. Nunca he hecho canciones que hayan entrado a la primera, siempre me han dicho que mis composiciones tardan en entrar, pero que cuando lo hacen se quedan para toda la vida. Eso es algo que me encanta. ¿Andas trabajando ya en nuevo material de cara a un segundo trabajo? Van saliendo cosas porque la fuente sigue manando, además ese es mi trabajo. Hay canciones que salen en treinta minutos y otras que tardo en hacerlas treinta meses. Sigo intentando buscar aquí y allá, sorbiéndome los sesos, para hacer temas. A veces noto que se me agarra el nudo que tengo dentro y mi forma de deshacerlo es haciendo una canción. ¿Hace veinte años habrías imaginado todo lo que ha ocurrido en tu carrera? Gardel decía que “veinte años no es nada que febril la mirada” (Risas). Esto era lo que quería hacer cuando le puse cuerdas a la guitarra de mi madre, en ese momento ya estaba loco por la música. Tenía muy claro que quería transmitir emociones a través de un instrumento como me las transmitían otros a mí. No sabía si lo iba a conseguir, pero tenía claro que trataría de poner toda la carne en el asador para lograrlo. Luego puedes tener más o menos suerte. Y en ocasiones, teniendo lo que hay que tener, no se está en el momento y lugar adecuados, pero si no estás a ello, tratando que ocurra, está claro que no te va a pasar. Vamos que si quieres que te toque la lotería tienes que comprar el décimo (Risas). ¿Qué crees que te deparará el futuro en los próximos veinte? Espero que me deparen canciones que me siga creyendo y me sigan haciendo pensar de mí que soy bueno, que tengo un toque especial solo mío. Pues nada, Rubén, mucha suerte y que Marc Bolan te bendiga. Y que él lo vea, allá dónde esté. 29


En el estudio de grabación con:

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Particulares na gelida tarde de diciembre nos dirigíamos hasta los estudios Idemm, situados en una localidad al sur de Madrid. El propósito, colarnos en una de las sesiones de grabación de lo que será el próximo disco de Particulares, un proyecto que lídera Pepe Curioni, músico argentino que desde hace varios reside en España. Despues de pasar alguna temporada formando parte de la escena musical de Palma de Mallorca y Barcelona, ahora se encuentra en Madrid. Con su bajo se le puede encontrar en cualquier rincón de esta ciudad, bien acompañando a diversas bandas madrileñas o con su propio proyecto: Particulares. Nada más entrar en los confortables estudios Idemm, escuchamos las primeras notas de lo que será una de las canciones que estarán en su segundo ál-

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bum. Suena bien, a música de raíces norteamericana. “No tiene nada que ver con el anterior disco”, Nos pregunta que nos ha parecido, y por lo que pudimos escuchar comprobamos un cambio respecto a su disco de debut “Flora, fauna y seres salvajes” (2011). El abanico de influencias es más grande, letras más trabajadas, una base de pop-rock contundente, distanciándose algo de lo que podría denominarse como rock argentino. “La idea es que hubiera una diferencia entre el primer disco y el segundo”. El músico mallorquin y afincado en Madrid Toni Brunet, está dirigiendo las sesiones de grabación. Es el guía, escucha atentamente cantar a Pepe y le aconseja en todo momento sobre el tono correcto. Al músico argentino se le ve contento con su aportación: “Estoy trabajando con Toni Brunet a la pro-

ducción. El anterior álbum lo hice yo sólo, lo quería hacer a mi manera. Ahora estoy muy contento con Toni, tiene mucha experiencia, es un placer poder contar con sus ideas, con sus arreglos, la verdad es que ha aportado mucho al disco”. Las nuevas canciones entran a la primera escucha, las melodías, las letras, todo encaja como un puzzle: “El proceso fue bastante rápido. Tenía algunas ideas que empecé a trabajar años atrás, pero fue este verano, y en estos tres últimos meses cuando fueron saliendo todas, y obviamente hasta el último momento. Elegí diez canciones de esas composiciones”. Sobre la temática principal del nuevo trabajo nos comenta que: “Hay de todo, en su mayoría tienen que ver con el amor y el desamor”. También cuenta con dos aportaciones en forma de letras, para “La


Amapola” y otra canción: “Son de Sergio Makaroff. La verdad es que estoy muy contento con ellas”. Respecto a los próximos conciertos, Pepe parece tener claro el concepto para la gira de presentación. El nuevo disco está pensado para el directo: “Estoy intentando reflejar lo que sale en el estudio para llevarlo al directo, cañero, denso, me apetecía eso”. “Lo que he intentado buscar en este disco es un sonido que me represente a nivel directo. Cuando grabé el primer disco no tenía una banda fija, ni estaba tocando con los mismos músicos. Lo grabé como pude, con un músico de aquí, de allá, y ahora todo está más concreto, ya hay un sonido, una forma y una investigación en eso”. En esa búsqueda tiene claro lo que quiere: “No puedes poner miles de recursos porque luego tienes que defender esas canciones en vivo y somos cuatro tipos los que estamos ahí arriba”.

En el momento de la charla todavía no tenía claro el título del disco, se estaban barajando varios nombres, tampoco lo que será el primer single, lo que sí, la fecha de publicación: “Espero sacar el disco entre marzo y abril. El anterior “Flora, fauna y seres salvajes” salió hace dos años, tampoco quería que pasara tanto tiempo entre disco y disco, la idea es tener material nuevo listo para salir a la carretera el año que viene”. El nuevo año viene con muchos proyectos para Pepe Curioni: “Estaré a principios de 2013 en Argentina presentando las nuevas canciones. Quería ir con la parte de estudio hecho. Después, ya en España, empezaré con el siguiente proceso. Como este proyecto tiene mucho de autogestión, depende de mí, en ese sentido”. www.youtube.com/watch?v=uUxLe-RAo9A (Aquí tienes un momento de la grabación de “La Tormenta en la Ciudad”)

>> Por Alberto Vicente Fotos de Iván González

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J oI lre gael Entrevista con:

“Eso de repetirse es una falta de respeto con el público, es llamarle tonto y venderle siempre el mismo disco”

Hace dos años Jorge Martínez dio un paso al frente con la vista puesta atrás. Se desprendió del nombre de Ilegales, calzándose el traje y la guitarra de época, para dar paso a un nuevo proyecto que llevaba rondándole la cabeza veinte años, en el que pretendía retomar sin prejuicios de ningún tipo géneros tan denostados como los joropos y boleros, con el objeto de dotarles de vigencia. En la búsqueda de esa continua evolución, Jorge Ilegal y Los Magníficos volvieron hace unos meses con nuevo disco bajo el brazo, “El Guateque del Hombre Lobo”, un trabajo de aspecto alegre y desenfadado que busca hacer cargar las pilas al público a través del twist y el rock más cavernario en estos “Tiempos Salvajes”. >>

Por Javier González. Fotos de Iván González 33


U

n par de años atrás iniciaste tu andadura como Jorge Ilegal y Los Magníficos. ¿Qué valoración haces de este proyecto hasta el momento? Jorge: Ha sido como un salto al vacío. En su momento tuvimos que parar la anterior gira porque nuestro saxofonista se rompió un dedo y hubo que viajar tres veces a Latinoamérica para cerrar el capítulo de Ilegales, por lo que no tuvimos opción de desarrollar el proyecto de la manera que queríamos. A pesar de esos detalles todo ha sido muy positivo, presentamos nuestro primer disco que era una ruptura con el pasado y ahora hemos hecho un disco de rock puro. Una aventura que tiene un sorprendente segundo disco en el mercado, “El Guateque del Hombre Lobo”, un álbum alejado de su predecesor tanto en lo estético como en lo puramente formal, donde te acercas al twist y al rock, pero que sinceramente esperábamos para más adelante. Jorge: Teníamos los temas y queríamos darles una salida. Nos hemos vuelto realmente productivos, como ocurría en los años cincuenta y sesenta, tanto que ya se atisba una tercera entrega repleta de cortes muy diferentes. Había un montón de twist y rock que nos apetecía editar, un par de estilos que no tenían cabida en Ilegales. Dejas atrás los boleros y los joropos. ¿Cuál es el motivo de ésta evolución sonora? Jorge: A mí me parece que eso de repetirse es una falta total de respeto con el público. Es llamarle estúpido y venderle siempre el mismo disco. Es una bajeza. Nosotros no vamos a hacer eso, creo que haremos la mayor cantidad de álbumes distintos que podamos hacer. También por decirlo de algún modo se trata de un disco más contestatario e irreverente, casi punk de serie-b, respecto a la situación del mundo actual, que en cierta medida busca arrancar una sonrisa al público a través de sus letras. Jorge: Es un disco de punk de serie-b, claramente. Primero porque parte de una estética de homenaje a esos monstruos de finales de los años cincuenta y principios de los sesenta. Creo que tenían un componente cómico que es fácilmente rastreable en gente como Boris Karloff o Paul Naschy. Además es un poco nostálgico, porque recupera soni-

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dos muy antiguos, pero a la vez advierte sobre los peligros de la nostalgia. Por otro lado es un trabajo que busca hacer que la gente sonría para despertar con más fuerzas en este mundo tan desagradable, donde todo es una estafa a nivel global. Esta es una de mis respuestas, pero tengo otras mucho más contundentes y violentas. En algunas situaciones la violencia es totalmente necesaria, miles de especies sobre la faz de la tierra han sobrevivido gracias a ella. La violencia bien dirigida es un capital de alto valor. El repertorio se nutre a partes iguales de seis composiciones propias y seis adaptaciones de clásicos. ¿A qué responde este hecho? Jorge: Esto lo he copiado del sistema americano, ellos hacían discos cincuenta por ciento versiones y originales. La fórmula era hacer canciones cortas y contundentes, canciones muy directas, muy bien construidas, en las que no hay hueco para irse por las ramas. ¿No te planteaste en ningún momento la posibilidad de hacer un disco que pudiera ser enteramente de composiciones propias, o por el contrario solamente de versiones? Jorge: Quería esa fórmula del cincuenta por cien, sinceramente. Si no creo que hubiera sido demasiado “ego-trip”, como ocurría en Ilegales. Allí se nos echaba en cara hacer muy pocas versiones. Por eso ahora las estamos haciendo pero bien hechas, pasando incluso cosas al castellano. No entiendo a los grupos que cantaban canciones en inglés, supongo que sus letras eran muy malas.

“Nuestro primer disco era una ruptura con el pasado y ahora hemos hecho un disco de rock puro”



Escuchando canciones como “Renata”, “Despeinada” o “Molesta”, uno percibe que no hay tanta distancia entre esos cortes y algunas de tu etapa con Ilegales como pueda ser “El Piloto”. ¿Estás de acuerdo? Jorge: En Ilegales habíamos hecho puntualmente canciones retro como “La Fiesta”, “El Piloto”, “Al Borde” o “Como lo haces tú”, aunque en nuestra música siempre hubo un espíritu muy retro desde el principio. Si “El Piloto” hubiera salido en el año del twist creo que hubiera funcionado, aunque mis estructuras difieren de la fórmula al uso, dotando a la canción de una personalidad propia. ¿Hay opción de incluir esas composiciones remozándolas de alguna manera en tus próximos directos? Jorge: Creo que hay algunas canciones que sí que tendrían cabida. Esto nos va a permitir incrementar el repertorio. Nos van los combates largos que es donde los Magníficos se mueven mejor. Hay grupos que van en caída libre desde que empiezan la primera canción, pero a nosotros nos va realizar conciertos que tengan picos y valles, para rematar en una subida al Angliru.

“La violencia bien dirigida es un capital de alto valor” Me ha llamado la atención la adaptación de “Dieciséis Toneladas”, pura descriptiva minera astur. ¿Hay que entenderla como un homenaje a los mineros de tu tierra? Jorge: Es el momento de recuperar este tipo de canciones. Yo estoy muy de acuerdo con las reivindicaciones de los mineros y creo que era el momento de hacerles un homenaje, porque son un ejemplo para todos nosotros. Siempre han sido muy combativos pero pienso que ahora deberían serlo aún más, pese a que traten de debilitarles. Son victimas de esos perros de los negocios que nos están hundiendo y a los que daría un auténtico derechazo. En realidad muchas de tus letras, pese a su aspecto en ocasiones liviano, son realmente combativas y absolutamente vigentes hoy en día. Jorge: Cualquier disco de Ilegales es totalmente vigente hoy en día y letras como la de “Tiempo Nuevos, 36

Tiempos Salvajes” me dan la razón. Al empezar este proyecto mucha gente ha pensado que reniego de aquella época y para nada. Es más, como decía antes, por eso ahora vamos a incluir algunas canciones de las más retro, no todas porque en directo parecería que nos queremos salir por la tangente cuando no es así. Jorge, tu siempre te has caracterizado por ser un tipo violentamente reaccionario. ¿Cómo solucionarías todos los males que azotan a nuestro país? Jorge: Lo solucionaria enviando a un montón de directores de banca a la cárcel, congelando sus cuentas previamente, mandando a prisión preventiva a un montón de gente, el listado sería realmente amplío, y realizando juicios sumarísimos lo antes posible contra los culpables. Dejaría caer a la banca, pidiendo responsabilidades por supuesto, y devolviendo a los injustamente perjudicados sus pérdidas. Y para nada recortaría de nuestros impuestos para seguridad social y educación. Además creo que todo es mentira. Hay dinero pero se lo están quedando esta gente en el marco de una estafa de carácter global. Tenemos un gobierno de canallas que es algo que creo que no se le escapa a nadie. Por otro lado me parece curioso que ya las grandes fortunas empiecen a comentar que quieren pagar más impuestos, eso es porque ven la posibilidad de que les corten el cuello, como ocurrió tiempo atrás en Rusia. Reivindico la guillotina, ese gran invento. Para acabar me gustaría que me hablaras de la actitud del público con este nuevo proyecto. ¿Cómo está siendo el recibimiento del público hasta la fecha? Jorge: El cambio de sonido del primer disco respecto a Ilegales se buscó premeditadamente. Si hubiéramos editado “El Guateque del Hombre Lobo” primero, creo que la gente hubiera pensado que no éramos capaces de asumir estilos totalmente diferentes. Lo que hicimos fue demostrar que podíamos hacer un bolero o un cha-cha-chá. En los conciertos la reacción del público suele ser muy buena. Estamos consiguiendo que mucha gente a la que no le gustaban Ilegales se den cuenta de que aquéllas canciones sí decían algo. No es solo “Soy un macarra, soy un hortera”, sino que habla de mirarse a un espejo y reconocerse, dicho de una manera un poco críptica. Es más, desde que salió aquel disco es la primera vez que todas las señoras del barrio me respetan, incluso me paran para decirme que sí que es verdad que sé cantar. Antes me miraban como a un apestado.


“Postales Negras” Autor: Dean Wareham Editorial: Libros de Ruido 391 páginas. 23,75 euros

“Loquillo: Loquiillo: Rock & Roll Star” Autor: Jordi García/ Miguel Pérez Editorial: Martínez Roca 224 páginas. 15,98 euros

Mucho se ha escrito sobre la figura de José María Sanz Beltrán, más conocido por el gran público como Loquillo, a lo largo de toda su trayectoria; sin embargo ha sido en los últimos años cuando el sector del libro ha encontrado en la utilización de su nombre un auténtico filón comercial con el que despachar un buen número de copias, ya fuera utilizándole como autor o protagonista de los mismos, e incluso sirviéndose de su persona como blanco directo de las críticas, algo que ocurriera tiempo atrás con la publicación de “Corre Rocker”, la obra inicial de su de nuevo compañero y amigo Sabino Méndez. Una dinámica que quedaba completamente confirmada cuando hace recientes fechas veía la luz “Loquillo: Rock & Roll Star”, el enésimo título que tiene al músico catalán como protagonista. Envuelto en una presentación de auténtico lujo, se trata de un trabajo que logra recopilar a la perfección la trayectoria vital, tanto profesional como personal, del Loco, y en el que a través de una extensa e interesante entrevista se recorren parte de los pasajes de su vida, tanto aquellos acontecidos sobre las tablas de un escenario como fuera de ellos, siendo acompañado por una impresionante colección de imágenes que nos muestran la cara más salvaje y a la vez la más entrañable del rockero del Clot. Especialmente interesante resulta acercarse hacía al final del libro a las opiniones y confesiones que sobre él vierten compañeros y amigos que durante estos más de treinta años de trayectoria musical se han cruzado por el camino con el artista catalán, dejándonos conocer de primera mano una serie de anécdotas hasta ahora secretas, pero sobre todo, y éste es su verdadero valor, permitiéndonos ver de cerca la faceta más humana del Loco. “Loquillo: Rock & Roll Star” es un interesantísimo documento con el que aproximarse a la carrera del que por derecho propio debemos calificar como el artista más vigente de su generación. << Javier González

Entre 1987 y 2005, Dean Wareham manejó los os designios de Galaxie 500 y Luna. Dos bandas de éxito, al menos dentro los razonables parámetros os del llamado rock independiente. Hábil en la reesscritura del legado de Velvet Underground y otros os héroes personales, aborda con la misma agudeza za el terreno del libro de memorias en el impúdico y revelador “Postales Negras”. El texto despliega una na minuciosa disección, cargada de ironía, acerca de la llamada vida en la carretera: el engranaje que mueeve a sellos, radios, prensa y salas, o la (muy a menuu do) extravagante relación con los fans y con otros músicos. El lector abonado a los mentideros encontrará especialmente jugoso este último punto, con divertidos cameos de Cat Power, Anthony Kiedis o Lee Hazlewood, quien desvela a Wareham el secreto del sonido de su voz en sus discos junto a Nancy Sinatra. Abundan también los dardos de azufre, como éste dedicado a U2 que no me resisto a reproducir: “Si encierras a cuatro monos en el estudio durante un año con Daniel Lanois, Brian Eno y Steve Lillywhite, también harían un disco bastante decente”.

El libro no elude cierta dimensión trágica, pero sin cargar tintas. Ésta se desliza como una parte asumida de la vida errante, del desgaste de la carretera, y se traduce en el resquebrajamiento de un puñado de relaciones afectivas. Primero afecta a los vínculos con compañeros de banda, después, se extiende a un matrimonio que termina por naufragar ante un Wareham indefenso. Todo está expuesto a tumba abierta, en reflexiones de diván confiadas al lector. Lo decía un dramático Robbie Robertson en “El Último Vals”, a propósito de sus años en The Band: “éste es un estilo de vida imposible”. Por suerte, Dean parece optar por el “que nos quiten lo bailao”. Le salva su sentido del humor, y el descreimiento con respecto a su condición de rockstar: “Se nos hizo raro tocar para once personas y después dar una entrevista, como si a alguien le interesasen nuestras opiniones. Así es el mundo del indie”. << Carlos Bouza

“Y Mientras entrass Roma Ardía” Autor: Raúl Bernal Editorial: Bandaáparte Editores. 64 páginas. 15 euros

Dos son las referencias con las que Bandaáparte Editores se ponía de largo semanas atrás. La primera de ellas bajo el título de “Y Mientras Roma Ardía”, firmada por Raúl Bernal, alma mater de Jean Paul, miembro activo de Grupo de Expertos Solynieve, y fiel compañero de batallas tras los teclados del maestro Lapido, quien por fin se ha decidido a dar salida a sus veleidades literarias a través de unos textos repletos de tonos grises y amargura pero con una sinceridad y acierto que desarman, sirviendo como perfecta extensión de unas canciones, las suyas, ante las que hace tiempo caímos rendidos.

“El Hombre Cometa y la Mujer Curvada” Autor: Santi Campos. Editorial: Bandaáparte Editores 64 páginas. 15 euros

Más cotidiano se nos muestra Santi Campos, ese Amigo Imaginario, en su “El Hombre Cometa y la Mujer Curvada”, donde los recuerdos, los sueños y las derrotas se agolpan a ritmo de verso, haciendo palpitar cada frase con la misma cadencia que lo hace la gran ciudad, y con ella las historias anónimas que les suceden a millones de personas cada día, con el acierto de lograr hacernos pasar la última página de ésta colección a la par que en nuestro rostro asoma una leve sonrisa, no sé si de satisfacción o de plena identificación. << Javier González 3737


Entrevista con:

Patricia Moon Está de vuelta con “Oxytocin”, un disco de rock potente y elegante con el que nos demuestra su poliédrica personalidad como artista, siendo capaz de pasar sin sonrojarse de la música clásica al rock crudo. Semanas atrás tuvimos la oportunidad de compartir unas horas con ella. Esto fue lo que nos contó.

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xytocin” es un álbum radicalmente distinto a su predecesor “Patricia Moon”. ¿A qué es debido? El cambio es producto de una evolución natural; el primer disco se grabó en acústico, aunque después, en la medida de lo posible, intenté presentarlo con banda, por lo que era normal que éste trabajo fuera trabajado de otro modo. No sé si habrá tenido algo que ver también tu estancia en Berklee a la hora de afrontar el cambió. ¿Cómo fue la experiencia? Puede que “Oxytocin” tenga una mayor influencia del sonido americano por mi estancia en Estados Unidos. Cuando uno viaja a algún lugar intenta llevarse consigo la mayor cantidad de información posible para después utilizarla. Recuerdo que el poco tiempo que tenía libre lo ocupaba en crear, de ahí que quizás tenga cierta esencia americana. La experiencia fue increíble, aprendí muchísimo de gente de todo el mundo, absorbí mucha cultura de músicos de onda totalmente diferente a la mía. Entre en contacto con gente veterana de la escena neoyorkina que habían sido teloneros de Nirvana y The Hole, dos grupos que me encantan. “Oxytocin” es un disco decididamente valiente con un sonido muy elegante, pero a la vez cálido y rockero. ¿Era eso lo que buscabas antes de entrar a grabar el mismo? Compongo lo que me gusta y me convence, sin más. Estoy muy contenta con éste disco porque refleja lo que es Patricia Moon al cien por cien. Ahora he llegado a lo que tenía en la cabeza, algo que defino como “Rock Lunático”. Canto y toco como considero que debo hacerlo. En éste disco hablo de cosas íntimas y personales hay guiños a mi ciudad, Vigo, en una canción y en otra, “This is my Life”, hablo de la muerte, que es un miedo que tengo desde pequeño y del que culpo a Disney por pintar la muerte como un muñeco negro, muy oscuro. Sabemos que Patricia Moon es tu proyecto, pero por momentos éste parece un disco de banda. Tardé bastante en encontrar la banda que tengo ahora, creo que fue porque quería que entendieran mi música y que también tuvieran presencia en el escenario. Con la gente que me acompaña ahora, lo he conseguido. Quizás

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suene mucho a banda porque es un proyecto muy cerrado con el que por fin he encontrado lo que llevaba mucho tiempo buscando. Aunque debo confesar que a mí la parte que más me fascina del proceso de hacer un disco es la de arreglar los temas. Lo veo como la última pincelada a un cuadro. El álbum encierra un gran conglomerado de elementos cercanos al rock, algo paradigmático sabiendo que has recibido una formación clásica. Empecé a los ocho años con la carrera de violín, pero al poco tiempo descubrí a Nirvana, dándome cuenta de que lo mío era el rock. Después colaboré con distintos grupos, algo que para mí suponía una evolución natural. He tenido la oportunidad de trabajar con gente como Siniestro Total, Piratas o Eladio y Los Seres Queridos o Matt Elliot, creo que todas esas colaboraciones han ayudado a que sea como soy hoy en día, por lo que se lo agradezco muchísimo. Por otro lado, nunca he abandonado la técnica clásica, creo que es una herramienta muy depurada para hacer música llevándola a mi terreno. Hablando de grupos y artistas. ¿Cuáles son los que más te han marcado a lo largo de tu vida? Me gustan mucho los grupos de antes, la verdad. De lo más actuales, por decirlo de algún modo, me llama la atención lo que hace Radiohead. Aunque debo confesar que soy que lo que realmente me encanta es la música americana de hace unos años, la que hacían gente como Nina Simone, Ella Fitgerald o Little Richard. Las referencias al rock clásico son claras en una composición como “Blue Note”. Los cincuenta son una época que me encanta. “Blue Note” es la última canción que compuse para el disco. Hay que entenderla como un pequeño agradecimiento a los Estados Unidos por la oportunidad brindada, especialmente a Boston. Es una canción que habla de que ojalá nos volvamos a ver, a pesar de que parezca una composición de amor. >> Por Javier González. Foto de Iván González


“Este disco refleja lo que soy al cien por cien”

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Lorenzo Silva Los libros de Lorenzo Silva nos llevan acompañando desde hace muchos, concretamente desde la adolescencia, cuando por azares del destino tuvimos la oportunidad de conocerle personalmente. Fue allí, en una tibia mañana de instituto, donde a través de su palabra logró que un puñado de insensatos jóvenes cayéramos prendados por la literatura en general, pero específicamente por muchas de sus obras, las cuales empezaron a viajar con nosotros en el camino a la madurez. Ahora, ya creciditos, creímos importante rencontrarnos con ese capítulo del pasado que en tantas tertulias habíamos recordado. No en vano Lorenzo reunía todos los requisitos indispensables para aparecer en ésta sección. Escribe de fábula y es un melómano empedernido, además, por si eso fuera poco, acaba de ser recientemente galardonado con el Premio Planeta por su obra “La Marca del Meridiano”. Ante tal tesitura, no nos quedó otra que lanzarle el guante. Un guante que recogió sin pensárselo dos veces, haciéndonos llegar ésta variada selección, que ahora también es vuestra. Que la disfrutéis.

Discos Franco Battiato > Fleurs 2 Me cuesta mucho elegir un álbum de Franco Battiato, pero creo que me inclino por éste, de 2008, porque reúne unas cuantas versiones (más algún tema original) sencillamente impresionantes. Ninguna tiene desperdicio, pero Tutto l’Universo obbedisce a l’amore, Il Carmelo di Echt o Il venait d’avoir 18 ans son logros soberbios, dignos de uno de los más grandes cantautores vivos. Y todo, con esa naturalidad de Battiato, que canta como respira (no hay más que verle en directo).

Johnny Cash > American IV: The Man Comes Around El último disco del maestro Cash. Si la canción que le da título ya quita el aliento, a lo largo de las siguientes cuesta recuperarlo. Entre todas, destacaría la versión de Hurt de los Nine Inch Nails (que tras escucharla renunciaron a poseerla para considerarla, en adelante, una canción de Cash), del In My Life de Lennon o ese canto de cisne sublime que es la última, otra versión, esta vez del imperecedero We’ll Meet Again que popularizara Vera Lynn en la Segunda Guerra Mundial. 40

Ruth Cameron > Roadhouse Es un disco casi milagroso. La voz aterciopelada y profunda, sin prisa jamás, de Ruth Cameron, combinada con algunas de las más hermosas canciones que jamás se hayan escrito. Es imposible oír su versión de Something Cool y no experimentar esa relajación de todo que a veces nos asalta en el verano. O escuchar Again y sentir el dolor infinito y dulce de las ocasiones perdidas y ya irrecobrables.

Electric Light Orchestra > Out Of The Blue Hagamos esta concesión pop a un grupo de los 70 y 80 al que el paso del tiempo agiganta y eleva por encima de su aparente frivolidad. Hagan la prueba con cualquier niño. Las canciones de la ELO, y en especial las de este copioso y prodigioso doble álbum, los arrastran sin remedio. Como ejemplos: Turn To Stone, Mr Blue Sky, Sweet Talkin’Woman o Night. Un verdadero festival.

Rammstein > Mutter Tampoco me resulta fácil elegir un disco de los Rammstein, que en cada uno de los suyos demuestran al menos con alguna canción que nadie les gana a la hora de sacudir con su música y sus letras (que disponen además de esa contundente ventaja: el idioma alemán). Opto por Mutter porque me parece el más redondo, el de más alto nivel medio, y también porque es el que contiene Mein Herz Brennt y Adios, dos de sus piezas más potentes, en todos los sentidos.


Canciones Franco Battiato > La Cura Se lo merece, estar por partida doble en mi selección. Esta es la más bella canción de amor que he escuchado nunca, porque habla de lo que de verdad es crucial en el sentimiento amoroso: proteger al ser amado, darle todo lo que no tiene y uno puede y por tanto debe compartir con él. Vi llorar a un hombretón escuchándola en directo. Y sin conocer nada de su biografía, le entendí perfectamente.

Billie Holiday > I´m Fool to Want You La mejor versión de esa magnífica canción de Sinatra. La grabó Billie para su último álbum, Lady In Satin, cuando ya sólo la ginebra la sostenía y apenas sacaba fuerzas para cantar los pocos minutos que duraba cada canción. Esa belleza moribunda de una de las más increíbles voces del siglo XX es insuperable.

The Gunner´s Dream – Pink Floyd > The Gunner´s Dreams A Roger Waters le debemos unas cuantas canciones inmortales, pero escojo esta, del último álbum de Pink Floyd, The Final Cut, porque pasa el tiempo y sigue siendo la que más me conmueve. Hay en ella una amargura tan irresistible que termina siendo luminosa.

Luis Eduardo Aute > Quiéreme Con qué pedazo de canción se descuelga Aute en el último trecho de su carrera. Mientras otros viven de hacer rentar viejos éxitos, este joven creador ya casi septuagenario nos sorprende con una canción que demuestra un estado de gracia absoluto. Para inclinarse hasta el suelo.

Antonio Vega > Romance de Curro el Palmo La mejor versión de la mejor canción de Joan Manuel Serrat. Si en el original es una estremecedora historia de amor, en la voz de Antonio Vega, la más cálida y honda que diera la música popular española del siglo XX, sencillamente desarma.

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Entrevista con: “Lo importante es lo que una canción te puede hacer vivir” Cirilo tiene las cosas claras. Lo suyo es el rock de autor que bebe de los clásicos. Ese que aboga por alejarse de cualquier atisbo mimético para lanzarse a la aventura de buscar nuevos caminos, vacíos o poco transitados, en los que encontrar fórmulas para seguir emocionando gracias a una personalidad arrolladora y a través de unos pocos acordes. Poco a poco, como decimos, anda recorriendo diferentes senderos y en su trayecto anda subiendo a su carro, el de las buenas canciones, a todo aquel que en un ataque de buen gusto decide acercarse a verle en directo. En nuestro caso, ni tan siquiera le hizo falta rasgar su guitarra y soplar su armónica para ver si pasábamos la prueba de fuego; su mirada, actitud y locuacidad nos ganaron para la causa.

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eses atras publicaste tu segundo disco, “Caminante”; un trabajo que parece la continuación natural de “Feliz”, la obra con que comenzaste tu carrera. Antes de preguntarte por el mismo, nos gustaría que fueras tu mismo quién explicara a nuestros lectores. ¿Quién es Cirilo? Cirilo es un tipo raro, una persona que nació con la inquietud por la música; con tres años ya tiraba cacerolas por la ventana para ver cómo sonaban, con eso lo digo todo. Desde bien jovencito me interesé por la guitarra y por cualquier instrumento que sonase. Un día por circunstancias, me subí encima de una batería y estuve ocho o diez años tocándola en diferentes bandas. Después empecé a componer mis propios temas, por lo que me compré una grabadora digital con la que empecé a grabar mis primeras composiciones. Tiempo

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Por Javier González. Fotos de Iván González

después conocí a Paco Loco en el Puerto de Santa María e hicimos mi primer disco. Esos de manera muy resumida fueron mis inicios. “Caminante” da la impresión desde fuera de ser un trabajo muy maduro, algo que suponemos será fruto de todo el rodaje que antes nos has relatado brevemente. Es un disco más maduro por todo; lo primero porque yo lo soy y también por la experiencia a la hora de grabar un segundo trabajo que hace mucho. Por otro lado siempre he intentado rodearme de lo mejor, tanto en el apartado de músicos, productores y técnicos, algo que queda claro al grabar con Paco Loco y Carlos Hernández, quien se ha ocupado de las mezclas. Un álbum profundamente imbuido de rock, pero con toques de pop y

leves acercamientos al country o al folk, en el que es patente la personalidad de un autor de canciones con un lenguaje propio, capaz de alumbrar luminosas melodías con la misma facilidad que se encierra en su universo introspectivo. Personalmente me resulta difícil describir mis canciones. Es algo que me surge y me nace de dentro. Cuando me preguntan por mi estilo, no les sé contentar. Hay gente que dice que mi música va desde el rock más americano de los cincuenta o sesenta, hasta el pop británico. Sinceramente yo hago lo que me nace y no le doy demasiadas vueltas al asunto. No me suelo comer mucho la cabeza con el tema de la música y letras, nadie me dice cómo sonar ni qué decir. Por eso me gusta lo que hago porque es personal. No intento dirigirme hacia ningún lado. Me gusta hacer cosas y saber que son mías, nada más.


“Intento hacer algo personal que no suene a nada concreto�


“He escuchado mucho a Bob Dylan, David Bowie, Lou Reed y a The Doors, me gustan los clásicos” Otra dicotomía que muestra el disco es la de una producción cruda y a la vez peculiar, producto sin duda alguna de la factoría Paco Loco. En este disco Paco Loco emplea instrumentos “reales”. Si hay un violín o un Hammond son elementos vivos, tocados por una persona. Instrumentos de época que suenan tal y como nosotros queríamos que lo hicieran de antemano. No hay sintetizadores. Creo que eso es algo que la gente que valora la música lo entiende. Hemos utilizado muchas guitarras y batería de una época concreta, básicamente porque nos encantaba ese sonido. En esa línea más furiosa y experimental se mueven temas como “Detrás de Mí”, a la cual no sé si definirla como garajera o casi punk.

Me gusta la línea de esa canción. Ese rollito punk o rockero se agradece mucho a la hora de interpretarlo en directo, puesto que uno se da cuenta de que el público se divierte con ellos. Estamos en un momento en que la gente necesita bailar y olvidarse de los problemas; los medios tiempos están muy bien, pero te metes dentro de una atmósfera que es más densa. A día de hoy creo que las personas necesitan pasarlo bien. Otra faceta de lo que es Cirilo como artista se muestra en “Olvido”, una canción que tiene un deje realmente nocturno y crápula. Quizás sea mi vertiente más arrabalera. Es un tema que me gusta mucho y que en cuanto se lo mostré a Paco Loco me dijo que le encantaba. Yo le decía que me apetecía que cuando empezara la canción la gente pudiera imaginarse la escena de una pareja en un club bailando. Quería que la música diera píe a ese baile, por eso tiene esa atmósfera. También es cierto que me gusta

mucho la onda que lleva Tom Waits y me apetecía plasmarlo en el disco. A la hora de hablar de ti la hoja promocional desliza referentes como Bob Dylan, Johnny Cash o Lou Reed. ¿Qué grupos te han servido como referentes a la hora de elaborar “Caminante”? Si te digo la verdad, yo siempre digo que mi enciclopedia de toda la vida han sido The Beatles, después he ido siguiendo otros capítulos. No es por desprestigiar a otros artistas, sino porque creo que ellos han sido pioneros en muchos aspectos. No sólo en las canciones, sino también en la producción, a la hora mezclar y de sacar sonidos nuevos. En esos otros capítulos he escuchado mucho a Bob Dylan, David Bowie, Lou Reed, tanto en solitario como con la Velvet Underground, y a The Doors. Podría citar muchos más, pero los que me gustan son los clásicos. En el ámbito nacional vemos que cuando se habla de ti se te compara con compañeros de generación tan dispares como Quique González, Leiva, Alfredo González, Pablo Moro o César Pop. ¿A cuáles de todos ellos te consideras más cercano en tu propuesta?


Me siento cercano a todos ellos, puesto que habéis citado a gente que tiene muchísimo talento y que lo han demostrado en sus discos, directos y grabaciones. Además de que son unos currantes natos a los que les gusta la carretera. No paran de hacer cosas. Debo decir que muchos de ellos son grandes amigos míos, algo de lo que me siento muy orgulloso. Si hay algo que es innegable es que cada una de sus propuestas son de los más personales. ¿Crees que es la única forma de hacerse hueco en un panorama que tiende cada vez más al mimetismo? Creo que es necesario porque es la única forma. Ser tú, personal y genuino, independientemente de si gustas más o menos. Luego escuchas a bandas que suenan a la copia, de la copia de la copia, y no ves la raíz. Yo sé que no voy a inventar nada, puesto que es imposible, pero sí que intento hacer algo personal que no suene a nada concreto. No me gusta lo que suena calcado a otra cosa. En ocasiones sale una banda que pega un petardazo y durante cinco años no paras de ver a un montón de grupos que siguen el mismo patrón sonoro. Hemos citado varias veces el nombre del siempre peculiar Paco Loco. ¿Puedes contarnos alguna anécdota curiosa que haya ocurrido durante la grabación del álbum con él? Antes de decidirme a grabar con él, hablamos y recuerdo que durante ese intervalo de tiempo fuimos a una charla en El Puerto de Santa María durante un Monkey Week que daba Paco. En la misma venía a decir que la música estaba viva y fue algo que me llegó, básicamente porque pienso igual que él. Creo que lo importante es lo que se transmite, lo que una canción te pueda hacer recordar o vivir. De Paco podría contarte mil anécdotas,

“La gente necesita bailar y olvidarse de los problemas” pero lo mejor que tiene es que es un personaje muy carismático y entrañable. Desde el primer momento conectamos y pienso que ambos estamos en la misma página. Aporta muchísimas cosas a las grabaciones en que trabaja y en mi disco no ha sido menos. Sabemos que es habitual verte haciendo presentaciones tanto en formato acústico como secundado por tu banda. ¿En qué formato te encuentras más a gusto? Son formatos muy diferentes, la verdad. Obviamente con banda me encuentro muy a gusto. Me encanta tocar con ellos porque somos un grupo. Sé que tengo un proyecto en solitario, pero me gusta que los cinco que salimos a escena tengamos el mismo papel. Me llena la idea de que estemos remando en la misma dirección con el proyecto. En cuanto al tema de los acústicos, también me siento muy bien haciéndolos cuando toca. Pero es que además tenemos un tercer formato bastante atractivo. En el mismo toca conmigo Luismi “Huracán”, un tipo enorme, en cuanto a actitud y profesionalidad. Da lecciones constantemente. Él coge un cajón flamenco con una muñequera y se hace una batería “criolla”, tal y como él la denomina, a la que unimos un bajo

“Con tres años ya tiraba cacerolas por la ventana para ver cómo sonaban”

acústico y mi guitarra. Allí dónde vamos la liamos, puesto que logramos levantar a la gente de su asiento, básicamente creo que es porque no nos limitamos a contar penas a la gente (Risas). Antes de terminar nos gustaría que nos hablaras de una “historia secreta” en la que andas inmerso. ¿Nos puedes adelantar algo? Para el mes de Enero tengo un proyecto muy interesante y arriesgado que consiste en hacer una serie de versiones con Paco Loco. Voy a coger cuatro temas que me han gustado desde siempre; uno de Johnny Cash, uno de David Bowie, otro de Iggy Pop y un último de Depeche Mode, de los que haré traducción para llevarlos a mi terreno. Puede que queden de puta madre o que la gente intente matarme, espero que no ocurra lo segundo (Risas). Es una cosa que Paco no ha hecho nunca y de verdad que se está comiendo mucho la cabeza con ella desde que se lo comenté. Es una historia que nos apetece mucho a los dos. Por otro lado, a través de Leiva he conocido a Nigel Walker y es probable que a principios de este año nos metamos en el estudio a trabajar con temas propios. Voy a hacer tres tandas de cuatro canciones con el objeto de acabar un disco. ¿Qué onda llevan esas nuevas composiciones? Estos primeros cuatro me gustan mucho y es algo raro que lo diga yo, pero creo que tienen “algo” diferente. La gente cuando los ha oído ha flipado, de verdad. Creo que con el toque que puede aportarles Nigel van a quedar muy bien. Es curioso que un tipo como él en nuestro país sea conocido por ciertas producciones comerciales que ha hecho para El Canto del Loco o La Oreja de Van Gogh, cuando es un tipo que ha grabado discos con Los Rodríguez, Radio Futura, Mick Jagger o Paul MCcartney. 45


Hablar de las canciones de Olivenza es hacerlo de unas composiciones que rebosan vida por los cuatro costados. Su lírica y cadencia es cálida y cercana, pero a la vez sorprendentemente abierta y dolorosa, reflejando a la perfección situaciones cotidianas desde una perspectiva de cierta crudeza, que encierran dentro de sí un veneno que acaba por inocularse en ti hasta convertirlas en adictivas.

S

>> i a ese cúmulo de acertados elementos, le añadimos el hecho de que tanto Raúl Marqués como Cira Fernández, componentes del dúo, han logrado su ansiado objetivo de buscar un sonido y una propuesta tan sólida como personal, que mira sin prejuicios no solo a Portugal y España, las tierras que les vieron nacer, sino al otro lado del Atlántico y al Este de Europa, queda más que justificado el hecho de que hayan entrado, por derecho propio, en el primer número de ésta revista. ¿En qué momento y de que manera surgió Olivenza? Cira: Olivenza surge después de haber coincidido con Raúl en “El Sonado”, un estudio que es propiedad de Nacho Campillo, donde me encontraba grabando las canciones de un grupo que compartía con mi hermano llamado Cira y Yo. Vino a meter unas trompetas y fue ahí donde nos conocimos. Después de eso me volví a vivir a Extremadura, para posteriormente regresar a Madrid, donde llegué con ganas de tocar y hacer nuevas composiciones. Me acordé de Raúl y decidí llamarle para comenzar a trabajar juntos, desde entonces han pasado cuatro años ya. Vuestro primer disco nace después de la búsqueda, reflexiva y paciente, de un repertorio que de verdad os llenara. ¿Cómo vivisteis todo ese proceso? Raúl: Yo creo que la palabra clave es paciencia. Hemos estado buscando con mucha calma un concepto para este proyecto, con la intención de que fuera original. Eso pasaba por probar muchos arreglos que después en ocasiones no se han grabado. Se podrían haber hecho varios discos, pero pensamos que estas canciones, las que se han incluido en “Olivenza”, son las más coherentes, las que podían caber dentro de ese toque especial que hemos buscado. Dando fruto a un álbum heterodoxo, que mira sin prejuicios a Portugal y España, pero también a América y los Balcanes, acompañado en todo momento por unas letras capaces de clavarse

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Por Javier González. Foto de Iván González

como puñales. ¿De dónde surge un álbum tan bonito y abierto como “Olivenza”? Raúl: La calidad de las letras se debe a Cira, que ha escrito casi la totalidad de las canciones, excepto tres de ellas que pertenecen a un buen amigo nuestro que es Luis Domercq, autor que ha hecho textos para gente como La Shica y el Combo Linga. Por otro lado, la heterogeneidad musical viene dado porque nos gustan muchas cosas. Es un disco fronterizo con relación a la frontera luso-española, porque coge influencias evidentes de ambos lados, pero luego nos gusta la música balcánica, el jazz, la música de México, el Country y cosas del rock, sobre todo americano. Se podría decir que tenemos un amplio abanico de gustos. Un trabajo sobre el que parece transitar una atmósfera melancólica, quizás nostálgica. ¿A qué responde este hecho? Cira: Quizás venga dado porque soy una persona melancólica por naturaleza (Risas). La verdad que no sé muy bien a qué responde. Tal vez porque ese sea mi modus vivendi o quizás mi estado anímico se haya traspasado a la temática de las canciones. Han sido unos años intensos, llenos de experiencia de todo tipo que probablemente se reflejen de algún modo en las letras. “Antártica” es una sentida alegoría de una vida que se ve sometida a cambios abruptos. ¿Podéis hablarnos un poquito de la manera en que surgió esta canción? Cira: La verdad que se trata de una mis favoritas. Habéis ido precisamente a la canción clave. Creemos que es una composición que define muy bien el concepto que buscábamos. Es con la que más nos identificamos, tanto Raúl como yo. De hecho es la primera que hicimos juntos. Él escribió la música y yo le puse la letra. Todo nació de manera rápida, casi como un flechazo. Raúl: Además marca un poco nuestro proceso de trabajo, cada uno de nosotros creando con absoluta libertad. Las canciones nacen sin ningún tipo de

condicionamiento, ya sea buscando una letra o una música que nos gusten. “Antártica” fue la primera de esta hornada. Cira: La letra nace a raíz de haber visto un documental que hablaba de la ruta suicida de los pingüinos, cuando por falta de espacio deciden emigrar en busca de nuevos espacios. Eso se me quedó ahí y creo que lo tenía en la cabeza al escribirla. Tiene un componente poético bastante grande. También nos ha llamado la atención la crudeza de “Prisión de Miraflores”, capaz de hacer que se te agarre un nudo a la garganta. Cira: Esa canción se escribió en un autobús a raíz de escuchar una conversación entre dos personas, de las que una de ellas iba a la cárcel de Soto del Real, en la carretera a Miraflores, para visitar a su marido con un niño en brazos. Me pareció una historia muy impactante, por lo que decidí hacer una letra. Esta fue la última que entró en el disco, estuvo a punto de quedarse fuera. Y cómo no “Loa Malparida”, que tiene como protagonista a nuestra ciudad, Madrid. ¿Por qué habéis decidido dedicarle una canción? Cira: La letra pertenece a Luis Domercq y la escribió después de marcharse tres meses a Sudamérica. Él me comentó que Madrid era la “Loa Malparida”, porque estando aquí se sentía desesperado, pero después de irse echaba de menos la ciudad. Habla un poco de esa dicotomía que siempre ocurre con Madrid, puesto que la amas y la odias a partes iguales. “A Punta de Navaja” nos ha parecido más luminosa y vacilona, ciertamente creemos que muestra la otra cara de lo que puede ser Olivenza. Cira: Tiene ese punto más macarrilla y vacilón. Nosotros apuntamos más hacía la otra vertiente, presente en canciones como “Antártica” o “Prisión de Miraflores”, pero también nos apetecía incluir un apunte así, le da otro color al disco.


“Hemos estado buscando con mucha calma un concepto para este proyecto”

En vuestra hoja de promo se recogen halagos de músicos como Jairo Zavala o Amparo Sánchez, entre otros. ¿Cómo os sentís ante dicho reconocimiento? Cira: La verdad es que Raúl ha colaborado directamente o indirectamente con todos ellos, salvo con Amparo Sánchez. Raúl: En realidad son todos amigos que aprecian nuestro proyecto. El hecho de que firmen unos comentarios públicos como esos nos llena de orgullo. En primera instancia nuestra maldad nos hizo temer que pudiéramos estar ante la enésima copia de su sonido. Raúl: Hablamos de ellos como referentes porque dentro de lo que hay en el mercado son los que más cercanía tienen con lo que hacemos, pero no quería-

mos que hubiera confusiones. Creo que nosotros tenemos nuestra identidad propia, además buscábamos hacer algo que fuera personal. Cira: Hay muchas cosas buenas sonando actualmente, pero no dejan de estar cerca unas de otras y en cierta medida se repiten. Queríamos alejarnos completamente de esa dinámica. ¿Qué le deparan los próximos meses a Olivenza? Raúl: Seguiremos presentando el disco en el marco de una gira que empezó en el mes de Octubre y que terminará en Febrero, para entonces habremos dado cerca de treinta conciertos, cifra que no está nada mal. Las últimas fechas serán las de las grandes ciudades como Valencia, Bilbao, y Barcelona. Aquí en Madrid estaremos tocando el próximo siete de Febrero en la sala Galileo Galilei.

Por cierto, ¿cómo está siendo la reacción del público en vuestros directos? Raúl: Hasta ahora la acogida de la gente nos está sorprendiendo gratamente, os tengo que contar que esto ya ocurría antes de haber editado el disco; eso supuso el proceso detonador de todo lo que ha venido después. Fue una señal para darnos cuenta de que teníamos que hacer algo con las canciones que teníamos. ¿Hay alguna sorpresa preparada para el concierto de Madrid? Raúl: Algo haremos, lo único que de momento no podemos confirmarlo oficialmente. Pero sí podemos adelantaros que habrá alguna sorpresa inesperada. 47


SÁBADO

19 de ENERO de 2013

JOY ESLAVA MADRID

18 € + GASTOS EN T I C KE T M A S T E R Y C O D E T I C KE T S ( 2 1 % D E I VA Y 1 0 % DE SG AE IN C L U IDOS E N E L PRE C IO)

COLABORAN

CLUB DE MÚSICA


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