“La enseñanza que deja huella no es la que se hace De cabeza a cabeza, sino de corazón a corazón” -Howard Hendricks
Antes de conocer a cabalidad los puntos más importantes que destacaron en la jornada de prácticas, es necesario conocer primero la institución educativa donde desenvolveremos estos conocimientos. El término escuela tiene sus orígenes en una palabra griega que significa ocio o esparcimiento. En las sociedades preindustriales, la escolarización sólo estaba al alcance de unos pocos que disponían del tiempo y del dinero suficientes para obtenerla. El análisis de la práctica, el trabajo sobre el habitus y el trabajo por situaciones-problemas son dispositivos de formación que tienen como objetivo desarrollar la práctica reflexiva y se refieren a ella abiertamente. Pero no bastan. Es importante reorientar las formaciones temáticas, transversales, tecnológicas, didácticas e incluso disciplinarias. El Jardín de Niños en el cual se desarrollaron dichas prácticas profesionales, es en el María Teresa Pinedo Arellano ubicado en el municipio de Guadalupe, conformado por 6 docentes a cargo de grupo, 1 directora, 1 maestro de educación Física y 3 intendentes. tiene como dirección registrada en la calle San Agustín con No. 100 la cual está ubicada en la Colonia El Dorado del Municipio de Guadalupe, Zacatecas. El contexto que rodea al Jardín de Niños es considerado dentro de su desarrollo económico en una clase media, se encuentra en una zona económica activa, hay varios establecimientos que son las principales fuentes de empleo, cuatro de ellas son tiendas de abarrotes, dos papelerías, dos GISSEL ROMERO
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gimnasios, una panadería, dos estéticas, diferentes puestos de comida, una veterinaria, una tortillería, una farmacia y la subdelegación del IMSS. Tiempo atrás se decía que las buenas personas, estaban constituidas en su totalidad por un amor puro, y para ser franca, quisiera pensar que al hacer tal mención era para describir a una maestra de preescolar; ya que no conozco ninguna otra profesión en la que exista tanto amor. Quizá esto pueda ser más romántico que profesional, pero creo que es importante que cada educadora que ingresa al servicio tenga la capacidad de amar a todos y cada uno de sus estudiantes. Desde que inicié mi práctica profesional, en el séptimo semestre, el amor hacia mi carrera se engrandeció; comencé a valorar lo que realmente importa. Claro ejemplo de ello, fue el mostrar un interés por los alumnos que presentaban barreras para el aprendizaje, y así conocer poco a poco las necesidades y demandas que los niños presentaban. En un génesis es complicado el entender cómo hacer que esa necesidad pueda adquirir un aprendizaje significativo, pero con esfuerzo y dedicación se pueden obtener grandes resultados. Educar no es sólo una profesión, sino que también es arte, se requiere pasión, amor, estética, innovación, dedicación, esfuerzo, perseverancia, lucha; educar en preescolar no sólo es colorear, recortar, jugar, cantar o hacer bolitas de papel crepé, educar es encontrar las estrategias necesarias para enseñarle a aprender a un niño con necesidades específicas de apoyo educativo, es entender que existen diferentes estilos de aprendizaje, es adecuar el ambiente de aprendizaje necesario para desarrollar una secuencia didáctica que arroje la capacidad de crear conocimiento en los alumnos, educar es la creación de un mundo nuevo. GISSEL ROMERO
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Educar no sólo es diseñar las secuencias más innovadoras, más costosas, más divertidas, educar es aprender a conocer cómo convertir algo micro en algo gigantesco; donde la finalidad es lograr que el niño conozca, aprenda, adquiera y transmita lo que le dejó la actividad. En este semestre se puede decir que me llevo como trofeo el perder miedo, el dejar la incertidumbre, y avanzar por que jamás llegaré a ningún sueño si me detengo; y aunque sé que en ocasiones los errores están presentes y legibles no puedo permitir que eso sea una pausa en la búsqueda de mi gran sueño. Cuatro años se dicen fácil, pero lo cierto es, que cada individuo conoce lo que trae consigo, a estas alturas estoy conmocionada por todos los conocimientos que he adquirido y el cómo el enfrentarme a nuevos retos me ha ayudado a superarme. No obstante, los retos continúan firmes a lo largo de nuestra trayectoria formativa, un ejemplo claro es el uso de las tecnologías, ya que, en este mundo moderno, se ven las tecnologías como una necesidad y no como un lujo como antes, los docentes tenemos que enfrentarnos a la conformidad de las mismas y hacer que el alumno se interese por aprender a través de otros medios, pero no es tan fácil dar un discurso e ignorar la práctica, un factor determinante en esta problemática, son los padres de familia, quienes permiten y abastecen las necesidades electrónicas en niños pequeños. En un mundo donde le faltan horas al día, y descanso a las personas, los niños van malgastando su infancia en actividades absurdas como lo que son los videojuegos donde su objetivo es “entretener” al niño para que éste no haga desorden o esté callado, para muchos padres es más fácil prestarle un teléfono móvil a un niño que atenderlo conforme lo necesite. GISSEL ROMERO
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Es aquí donde entonces me atrevo a hacerle una pregunta a la sociedad: “¿Y tú cuánto daño le estás haciendo a tu hijo?” Si tan sólo las personas nos tomáramos un minuto para reflexionar, comprenderíamos que pausamos su desarrollo socioemocional, un ejemplo claro de esto, es el apreciar las calles por las tardes, donde ya no se encuentran niños en bicicleta, jugando a las canicas, conociendo a otros niños de la misma edad. Para finalizar este trabajo sólo quisiera hacer mención que me llevo de tarea este nuevo reto, el recrear estrategias que envuelvan a los niños al aprendizaje, al gusto por estudiar, ir a la escuela y el convivir con sus compañeros, porque sí nací para hacer lo que me gusta, tendré que superar los obstáculos que me impidan el poder enseñar.
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