Mirar y creer | Looking and believing

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Mirar y creer

[Looking and believing] Fotograf铆as /photographs: Frida Hartz & Ver贸nica Mastrosimone



Mirar y creer

[Looking and believing] Fotografías /photographs: Frida Hartz & Verónica Mastrosimone

Editado por/edited by: Anne Huffschmid (metroZones) & Ingrid Spiller (Heinrich Böll Stiftung)



Prólogo Ingrid Spiller * Este catálogo es resultado de un proyecto que ha escudriñado las raíces y evolución de la teología de la liberación y las nuevas religiosidades en las ciudades de México y Buenos Aires. Se trata de un estudio de caso en el contexto del proyecto cultural de investigación “global prayers – redemption and liberation in the city”, coordinado por Anne Huffschmid de metroZones, Alemania, con el apoyo financiero de la Heinrich Böll Stiftung. Las fotógrafas Frida Hartz de México y Verónica Mastrosimone de Argentina colaboraron visibilizando diferentes perspectivas de la fe en la vida de ambas ciudades. Las fotos nos muestran otra realidad urbana, a la cual queremos dar visibilidad: un espacio propio. El resultado puede verse en este catálogo. La religión tiene un papel importante en muchas sociedades del mundo. Para la Heinrich Böll Stiftung, conocer este papel nos parece un elemento indispensable para su entendimiento. La religión tiene una gran influencia en los valores, la autoconciencia y la vida so-

cial de mucha gente. ¿Cuáles son los impactos culturales, sociales y políticos en la sociedad? Para algunos observadores, incluyendo a muchas feministas, valores como democracia, derechos humanos, equidad de género, no son compatibles con un mundo en el que los asuntos públicos o del Estado estén condicionados a las ideas y organizaciones religiosas. Otros, sin embargo, argumentan que la religión podría actuar como contrapeso importante a la hegemonía de las instituciones del Estado y del mercado, revitalizando el debate público sobre los valores éticos y sociales. Argentina y México tienen una alta religiosidad, con una tasa de creyentes de más del 90% de la población. La mayoría son católicos. En ambos países, el papel de la iglesia en el desarrollo de las sociedades siempre ha sido muy ambiguo. Ha servido para mantener un orden social conservador o anti-emancipador, e incluso antidemocrático o autoritario. Sin embargo, también hay otras experiencias de la teología de la liberación, en donde la religión ha servi-

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do para fortalecer a la gente, en donde ha promovido valores emancipadores, liberadores, y en algunos contextos ha nutrido movimientos por la democracia. Muchas organizaciones de derechos humanos en México tienen allí sus raíces. En Argentina, los seguidores de la teología de la liberación fueron personas activas en la lucha por la defensa de los presos políticos durante la dictadura militar. Y posteriormente han tenido un papel clave en la confrontación crítica con el pasado, a tal punto que la iglesia católica ha reconocido errores en su comportamiento como institución, durante la dictadura. Las fotos de Frida Hartz y Verónica Mastrosimone muestran contextos diferentes. Sin embargo, tienen en común el lograr visibilizar la profunda religiosidad de las personas y la dignidad con la cual profesan y practican sus cultos. Muestran una religión que se transforma, o por lo menos se modifica, a partir de las aspiraciones de sus seguidores; una iglesia que como institución pretende asimilar esos cambios. Si bien no acepta todas sus prácticas, contemporiza con ellas. El culto a la Santa Muerte en México, del cual nos cuentan las fotos de Frida, es una expresión religiosa y cultural muy ambigua, que permite juntar valores tan dispersos como diferentes, con los que se pueden llegar a identificar grupos de personas con códigos éticos muy distintos: desde la población de los secto-

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res populares, hasta miembros de pandillas y narcotraficantes. Pero es precisamente esa característica (la ambigüedad) la que le da cohesión e identidad a sus seguidores y le confiere una gran fuerza a esta expresión religiosa. No es un objetivo de la Fundación, ni es la intención, juzgar este culto por sus seguidores. Respetamos esta expresión religiosa que da fe y apoyo a mucha gente. Sin embargo, eso no significa que toleremos la criminalidad, la delincuencia, o el crimen organizado. Como Fundación promovemos la cultura de la paz y de la legalidad, que nos parece indispensable para construir sociedades democráticas, justas y sustentables. Nuestro papel en esta exposición se relaciona con la convicción de apoyar expresiones artísticas que permitan la reflexión social y promuevan valores como la tolerancia a las diferencias, la diversidad cultural o el rechazo a la violencia. En ese sentido, en lugar de la condena automática al culto de la Santa Muerte, se busca resaltar el valor artístico de los testimonios que aquí nos presentan Frida Hartz y Verónica Mastrosimone.

* Representante Heinrich Böll Stiftung México, Centroamérica y El Caribe a partir de 2007.


[Preface] Ingrid Spiller * This catalogue is the result of a project that has scrutinized the roots and evolution of theology of liberation and new religiosities in Mexico City and Buenos Aires. It is a case study within the context of the cultural research project, “Global prayers, redemption and liberation in the city,” coordinated by Anne Huffschmid of metroZones, Germany, with financial support from the Heinrich Böll Stiftung Foundation. The photographers Frida Hartz of Mexico and Verónica Mastrosimone of Argentina collaborated to make visible different perspectives of faith in the lives of these two capital cities. The photographs reveal another urban reality, one we aim to unveil: a space all its own. The result can be seen in this catalogue. Religion has an important role in many of the world’s societies. For the Heinrich Böll Stiftung Foundation, identifying this role is a fundamental element for its understanding. Religion has great influence in the values, self-awareness and social lives of many people. What are the cultural, social and political im-

pacts in society? For some observers, including many feminists, values such as democracy, human rights, and gender equity are incompatible with a world in which public or State affairs are conditioned by religious ideas or organizations. Others, however, argue that religion may act as an important counterweight to the hegemony of State institutions and the market, revitalizing public debate on ethical and social values. Argentina and Mexico are highly religious, with rates of believers surpassing 90%. The majority are Catholic. In both countries, the Church’s role in society’s development has always been highly ambiguous. It has served to maintain a conservative or anti-emancipative and even antidemocratic or authoritarian social order. However, there are also other experiences of theology of liberation, in which religion has served to strengthen people, promoting emancipative and liberating values, and in some contexts nourishing movements toward democracy. The roots of many human rights organizations in Mexico

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can be found there. In Argentina, the followers of theology of liberation were persons active in the struggle to defend political prisoners during the military dictatorship. In later years, they have played a key role in the country’s critical confrontation with its past, to the point that the Catholic Church has recognized errors in its behavior as institution during the dictatorship. The photographs captured by Frida Hartz and Verónica Mastrosimone illustrate different contexts. Nevertheless, they share having achieved visibility of the profound religious character of persons and the dignity with which they profess and practice their faith. They show a religion that is transformed, or at least modified, through the aspirations of its followers; a Church that as institution attempts to assimilate those changes. While it may not accept all of their practices, it contemporizes with them. The devotion to the Santa Muerte in Mexico, related to us through Frida’s lens, is a highly ambiguous religious and cultural expression, juxtaposing both diverse and entirely different values, through which groups of persons with very distinct ethical codes may come to identify themselves: ranging from the population of the marginalized sectors to gang members and drug traffickers. However it is precisely this characteristic (the ambiguity) that which provides cohesion and identity to its followers and confers this religious expression with powerful force.

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It is neither the objective nor the intention of the Foundation to judge this cult by its followers. We respect this religious expression that provides faith and support to many people. Nevertheless, that does not mean that we tolerate criminality, delinquency, or organized crime. As Foundation, we promote the culture of peace and of legality that appears to us to be indispensable to build democratic, just and sustainable societies. Our role in this exhibit is tied to the conviction to support artistic expressions that foster social reflection and promote values such as tolerance toward differences, cultural diversity, and the rejection of violence. In this sense, instead of automatic condemnation of the cult to the Santa Muerte, the aim is to highlight the artistic value of the testimonies presented here by Frida Hartz and Verónica Mastrosimone.

* Executive Director, Heinrich Böll Stiftung Mexico, Central America and the Caribbean since 2007.


Mirar la fe en la vida urbana Anne Huffschmid * La creencia no se ve, la devoción se define por su carácter íntimo, los espíritus son invisibles. En suma, la religiosidad no se deja fotografiar. Lo que podemos aspirar a mirar es lo que de ella se materializa y manifiesta en público, sus actos y huellas en la vida cotidiana, los rostros y cuerpos que la practican. El escenario son dos de las megalópolis más emblemáticas de América Latina, la Ciudad de México y Buenos Aires. Son ciudades efervescentes e hipermodernas, sin duda, a la vez que desbordadas y fragmentadas por pobrezas y exclusiones. Al principio de la exploración, del cual forman parte los relatos visuales aquí reunidos, estaban dos inquietudes: ¿Que quedó de los espíritus movilizadores de un cristianismo liberador de los años setenta? Y ¿en qué creen hoy los pobres y habitantes de las zonas precarias de estas urbes? Veremos en las imágenes de Frida Hartz y Verónica Mastrosimone que las visiones distan de ser homogéneas. Las fotógrafas nos invitan, cada una en

su ciudad, a recorrer cultos callejeros, sacerdotes y fieles en acción, inscripciones en los muros y en la piel, sincretismos culturales, iconos y signos, santos y santas deambulando por las calles. Nos llevan al barrio y la colonia popular, la villa de emergencia o el asentamiento. Y nos enfrentan, sobre todo, con un abanico de miradas, melancólicas unas, desafiantes y escépticas otras, vulnerables todas. Abundan los asombros. Hartz, por ejemplo, nos revela el mundo desconocido de los devotos de la Santa Muerte, uno de los nuevos cultos “herejes” de la capital mexicana. En sus fotografías nos encontramos, en un entorno de dureza social y en medio del glamour aterrador de la Santa, con inesperada ternura y fragilidad, entrega y amabilidad. O en las imágenes de Mastrosimone, la memoria viva del padre Carlos Mugica, asesinado hace ya casi 40 años por estar con los pobres de las villas, y que no deja de aparecer en sus muros y espacios, en los rostros y recuerdos de quienes habitan los nichos de la capital

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argentina: el comedor popular, la iglesia itinerante sobre el pasto, la procesión de la otra Argentina, la de los migrantes. Las series de Hartz y Mastrosimone se inscriben en el marco del proyecto global prayers.redención y liberación en la ciudad, que se ocupa del poder de lo religioso en las grandes ciudades del mundo, sobre todo, aunque no exclusivamente, en sus sectores populares. Fue concebido por metroZones, una asociación de investigadores urbanos y productores culturales de Berlín e involucra a académicos y artistas, universidades e instituciones de diversas partes del mundo, entre ellas la Fundación Heinrich Boell. El proyecto parte de la premisa de que “lo religioso” no quedaba automáticamente eliminado en los procesos de urbanización y que “lo urbano” no equivale necesariamente a secularidad. Más bien nos encontramos con modernidades cada vez más fragmentadas y espacios “post-seculares”, donde los actores religiosos, las iglesias y comunidades, sobre todo en situaciones de crisis y precariedad, adquieren una nueva presencia y visibilidad. El proyecto enfoca sobre todo la incidencia de estos actores fuera de sus templos, en los espacios públicos y la vida social pero también las redes cada vez más globalizadas; entran fenómenos tan diversos como los neopentecostales en Rio de Janeiro, Lagos o Kinshasa, el urbanismo islámico en Beirut o Estambul o el gobierno hindú-nacionalis-

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ta de Mumbai. Para acercarse sin pre-juciar, con una mirada precisa y abierta, se requiere innovar los habituales formatos de la investigación, la transdisciplinariedad que trascienda las disciplinas académicas y el reino de lo verbal de las ciencias sociales. Se busca involucrar otras fuentes de conocimiento, como lo son las artes visuales. En este caso, la fotografía no se concibe como una mera ilustración de lo que se va averiguando por otros medios sino como productora de un saber distinto, un saber visual (para más detalles ver http://globalprayers.info). Como se decía, en la Ciudad de México y Buenos Aires nos interesaba el legado de un cristianismo liberador y de los practicantes de una teología de la liberación, nombrada como tal desde finales de los años sesenta. En aquel tiempo, en Argentina se fundaron los “Sacerdotes para el Tercer Mundo” y en México “Sacerdotes para el Pueblo”, que contaban en su momento con la simpatía de casi una docena de obispos. Los movimientos eclesiales, en clara rebeldía contra sus autoridades, incidieron en las disputas urbanas y movimientos sociales de la época, acompañando a los asentamientos informales en su lucha por infraestructura y legalidad (México) o defendiendo a las villas contra los planes de demolición de la junta militar (Buenos Aires). En nuestra exploración de campo** nos encontramos, para nuestra sorpresa, no solamente con una


memoria viva sino también con un presente activo. Por ejemplo en San Pedro Mártir, uno de los pueblos de origen prehispánico al sur de la megalópolis mexicana. Ahí, el padre Jesús lleva más de cuatro décadas practicando un cristianismo liberador y su credo se distingue por su humildad, ya que procura “dejarse evangelizar por ellos”, los colonos del pueblo. Promueve la organización comunitaria, propicia un espacio espiritual, de celebración, pero también de denuncia y debate político. O en el borde de la capital argentina, la villa de Retiro que conmemora en sus espacios cotidianos al mártir Mugica, el guapo sacerdote de ojos azules y pasión incontenible por el futbol, que había inaugurado allí una iglesia politizada. Su legado trasciende el tiempo y también la localidad y llega, por ejemplo, a la isla Maciel, uno de los rincones más olvidados de la pomposa Buenos Aires, donde el padre Paco sostiene que “la fe de la gente es liberadora siempre”. Pero nuestra mirada sobre la religiosidad popular no se podía quedar en este catolicismo profético, que se ha visto afectado también por el colapso del monopolio católico y la mutación de las agendas políticas. Reconocen los propios actores que la noción de “liberación” se ha complejizado, ya no refiere solamente a la las ataduras materiales del mundo exterior, explotación y opresión, sino que abarca cada vez más la necesidad de afecto, sentido y celebración. Lo

religioso se ha diversificado de múltiples maneras: de la profecía de un futuro mejor hacia las necesidades del día al día, del materialismo al milagro. Los santos tradicionales como San Judas Tadeo o San Cayetano se han vuelto iconos pop de los jóvenes urbanos, al mismo tiempo que se van popularizando los santos herejes, como el Gauchito Gil en Buenos Aires o, el más reciente de los nuevos cultos, la Santa Muerte en México. El barrio bravo de Tepito, uno de los escenarios de la acción pastoral liberadora de los años setenta, alberga hoy el santuario más concurrido de la Santa Muerte. Durante décadas la Flaquita fue venerada en la privacidad de las salas o en los reclusorios, hasta que salió a la luz pública en septiembre de 2001, cuando una comerciante de la zona sacó a la calle una figura de la Santa e inauguró así un ritual callejero in crescendo. A diferencia de otros credos, la Flaquita, a decir de los devotos, recibe sin prejuicio a cualquier pecador. Además ofrece, según la antropóloga Laura Lee Roush, un “espacio afectivo”, de contención temporal, para todo tipo de “traumados”. En el México actual, atormentado por una nueva “guerra sucia”, que supera en muertos, atrocidades y desaparecidos por mucho la represión de los años setenta, tal vez no es casual que algunos de quienes protagonizan el incipiente movimiento por la paz tengan su arraigo en el catolicismo comprometido de los setenta. Si pensamos en el poeta Javier Sici-

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lia, cuyo grito por fin empezó a poner en movimiento a una sociedad paralizada, o en el padre Alejandro Solalinde, quien se expone denunciando crímenes e impunidades, reconocemos ahí una voluntad asombrosa por creer y así trascender un presente horrible. Son los espíritus invisibles, vinculados a las más diversas urgencias de salvación y transformación, los que nos develan las imágenes de Frida Hartz y Verónica Mastrosimone. Mirando sus fotos uno llega a reflexionar que quizás la fe no es, en primer lugar, una cuestión de afiliación religiosa, sino que tendría que ver con poder ver más allá de lo visible. A la vez invitan a pensar que la magia urbana, del aquí y ahora, no radica sólo en aquellos ritos y rituales que pueden parecer exóticos, al menos para el extraño, sino que descansa sobre todo en la magia fundadora de la coexistencia: las precarias y efímeras comunidades que se hacen y deshacen a cada instante en nuestras ciudades.

* Miembro fundador de metroZones (www.metrozones.org) y co-curadora de la exposición „The urban cultures of global prayers“ (www.ngbk.de). Es autora y doctora en ciencias culturales; su actual proyecto de investigación se ocupa de semiosis urbana, memoria y visualidad en América Latina (Universidad Libre de Berlin). ** Colaboraron en el estudio las investigadoras Clarisa Danae Fonseca Azuara (Ciudad de México) y Micaela Cuesta (Buenos Aires).

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[Images of faith in urban life] Anne Huffschmid * Belief cannot be seen, devotion is defined by its intimate character, the spirits are invisible. In short, religiosity does not lend itself to be photographed. What we may aspire to observe is what materializes from it and manifests itself in public, its acts in and markers on daily life, the faces and bodies practice it. The setting is two of Latin America’s most emblematic megalopolises, Mexico City and Buenos Aires. They are without question effervescent and hypermodern cities, while at the same time overflowing and fragmented by poverty and exclusions. The visual stories that are presented here form part of an exploration that began with two questions: What remains today of the mobilizing spirits of a liberating Christianity of the 1970s? And, what do the poor and the inhabitants of the precarious neighborhoods of these megacities believe in today? The images captured by Frida Hartz and Verónica Mastrosimone reveal visions far from homogenous. Their photographs invite us, in each of their respec-

tive cities, to wander through street religions, priests and devotees in action, inscriptions on walls and skin, cultural syncretisms, icons and signs, and saints of all varieties wandering the streets. They take us to the neighborhood and the colonia popular, the villa de emergencia or the informal settlement. And they confront us with a range of gazes and expressions: some melancholy, some defiant, others skeptical, all of them of a certain vulnerability. Moments of amazement abound. Hartz, for example, reveals to us the little-known world of the devotees of the Santa Muerte, Saint Death, one of the new “heretic” cults of the Mexican capital. In her photographs, amidst surroundings marked by social hardship and the terrifying glamour of the Santa, we find unexpected tenderness and fragility, devotion and kindness. Or, in Mastrosimone’s images, we witness the living memory of Father Carlos Mugica, assassinated almost forty years ago for living among the poor of the villas but who continues to inhabit their

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walls and spaces and live in the faces and recollections of those who inhabit the margins of the Argentinean capital: the community kitchen, the itinerant Church, the procession of the other Argentina, that of the migrants. These series by Hartz and Mastrosimone are inscribed in the framework of the project global prayers – redemption and liberation in the city, dedicated to exploring the power of the religious in the world’s big cities, especially, although not exclusively, among the urban poor. The project was conceived by metroZones, an association of urban researchers and cultural producers from Berlin, and involves academics, artists, universities and other institutions from various parts of the world, including the Heinrich Boell Foundation, among others. The project starts from the premises that “the religious” was not automatically eliminated in the urbanization processes and that “the urban” is not necessarily equivalent to secularity. Rather, we find ourselves with increasingly fragmented modernities and “post-secular” spaces, in which religious actors, the churches and communities, in particular in situations of crisis and precariousness, acquire a new presence and visibility. The project brings into focus in particular the impact of these actors outside of their temples, in public spaces and on social life, but also on the increasingly globalized networks: Phenomena as diverse as the neo-Pentecostals in Rio de Janeiro,

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Lagos or Kinshasa, Islamic urbanism in Beirut or Istanbul, or the Hindu-Nationalist government of Mumbai. To facilitate an approach free of prejudice, with a precise and open eye, it is necessary to innovate the customary research formats, applying a transdisciplinarity that transcends academic fields and the reign of the verbal of the social sciences. That is why other sources of knowledge are involved, such as the visual arts. In the case of photography, it is not conceived as a mere illustration of what is ascertained by other means, but rather as a visual approach to and producer of a different kind of knowledge (for more details see: http://globalprayers.info). As noted, in Mexico City and Buenos Aires, we were interested in the legacy of a liberating Christianity and of the practitioners of theology of liberation, referred to as such since the late 1960s. At that time, the Sacercotes para el Tercer Mundo (Priest of the Third World) and the Sacerdotes del Pueblo (People’s Priests) were founded in Argentina and Mexico, respectively, and counted on the sympathy of almost a dozen bishops. The Ecclesiastic movements, in clear rebellion against their authorities, influenced the urban disputes and social movements of the time, accompanying the informal settlements in their struggle for infrastructure and legaliziation (Mexico City) or defending the villas against the demolition plans of the military junta (Buenos Aires).


In our field explorations**, we found, to our surprise, not only a living memory but also an active present. One example is found in San Pedro Mártir, one of the communities dating back to pre-Colombian origins on the southern edge of the Mexican megalopolis. There, the local parish priest, Father Jesús, has been practicing a liberating Christianity for more than four decades. His particular creed is distinguished by its humility, which leads him, as he states, to “allow himself to be evangelized by them”, the community members. He promotes community organization and offers, in his parish, a spiritual space of celebration as well as of protest and political debate. Another emblematic presence is found on the outskirts of the Argentinean capital in the Retiro settlement, whose daily spaces commemorate the local martyr, Father Mugica, the good-looking priest with blue eyes and an unbridled passion for soccer, who inaugurated a politicized Church there in Retiro. His legacy transcends time and also place, reaching, for example, the island of Maciel, one of the most forgotten margins of the pompous Buenos Aires, where Father Paco affirms that “the people’s faith is always liberating.” But our looking at popular religiosity could not be limited to this prophetic Catholicism, which has been affected by the collapse of the Catholic monopoly as well as by the general mutation of political agendas. The actors themselves recognize that the notion of

“liberation” has become more complex, no longer referring solely to the material ties of the outside world, exploitation and oppression, but also increasingly encompassing the need for affection, sense and celebration. The religious has diversified in multiple ways: from the prophecy of a better future toward day-to-day needs, from materialism to miracles. The traditional saints such as San Judas Tadeos or San Cayetano have become a sort of pop icons for urban youth, at the same time that popularity has grown for the so-called heretic saints, such as the Gauchito Gil in Buenos Aires or, the most recent of the new cults, the Santa Muerte in Mexico. The inner-Mexico City neighborhood of Tepito, popularly referred to as the barrio bravo or “fierce neighborhood” and a scenario of the liberating pastoral activity of the 1970s, is today home to the most visited sanctuary to the Santa Muerte. For decades, the Flaquita, the skinny one, was venerated in the privacy of the home or in prisons, until she went public in September 2001 when a neighborhood merchant erected a public shrine to the Santa, setting off a rapid expansion of a street liturgy dedicated to the figure. According to her devotees, and unlike other creeds, the Santa will listen without judgment to the plea of any sinner. According to the anthropologist, Laura Lee Roush, she also offers an “affectionate space” of temporary containment for those suffering all types of trauma.

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In today’s Mexico, tormented by a new “dirty war” whose deaths, atrocities and disappearances far surpasses those of the repression of the 1970s, it is perhaps no coincidence that some of the leading figures of the incipient peace movement are rooted in the committed Catholicism of the 1970s. Thinking of the poet Javier Sicilia, whose call for action finally spurred movement amidst a paralyzed society, or Father Alejandro Solalinde, who constantly risks his own life by denouncing crimes and impunity, we may recognize an amazing will to believe and thereby transcend a terrifying present. It is the invisible spirits, connected to a wide range of urgencies of “salvation” and transformation that are revealed to us by the images of Frida Hartz and Verónica Mastrosimone. Looking at their photographs might lead one to question whether faith may not be necessarily a matter of religious affiliation, but rather may have to do with the ability to see beyond the visible. At the same time, the images invite us to consider that the urban magic, in our shared here and now, probably does not lie solely in those rites and rituals that may appear exotic, at least for the outsider, but might rest also on the founding “magic” of urban coexistence: the precarious and ephemeral instant communities continually forming and dissolving in our cities.

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* Founding member of metroZones (www.metrozones.org) and co-curator of the exhibition, “the Urban Cultures of Global Prayers” (www.ngbk.de). She lives as an author and cultural scientist in Berlin, her current research project addresses urban semiosis, memory and visuality in Latin America (Freie Universität Berlin). ** The researchers Clarisa Danae Fonseca Azuara (Mexico City) and Micaela Cuesta (Buenos Aires) collaborated in the local case studies coordinated by A. Huffschmid.



Frida Hartz


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Ver贸nica Mastrosimone


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Referencias fotográficas

Frida Hartz

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Cronista de C.D.. Neza, Primo Mendoza, septiembre 2010.

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Tlalmilla. San Pedro Mártir, Centro de Movimiento Popular de Pueblos y Colonias del Sur, Tlalpan, Ciudad de México, septiembre 2010.

Padre Jesús Ramos después de la Misa por los desaparecidos. Iglesia de San Pedro de Verona San Pedro Mártir, Tlalpan, Ciudad de México, diciembre 2010.

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Padre Jesús Ramos, Misa por los desaparecidos. Iglesia de San Pedro de Verona, San Pedro Mártir, Tlalpan, Ciudad de México, diciembre 2010.

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Leonardo Boff en la Iglesia de San Pedro de Verona. San Pedro Mártir, Tlalpan, Ciudad de México, diciembre 2010.

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Padre Jesús Ramos. San Pedro Mártir, Tlalpan, Ciudad de México, diciembre 2010.

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Enriqueta y Erendira. Iglesia de San Pedro de Verona, San Pedro Mártir, Tlalpan, Ciudad de México, diciembre 2010.

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Parroquia de la Resurrección. Col. Ajusco, Coyoacán, Ciudad de México, octubre 2010.

22 / Danzantes Concheros. Iglesia de Cimalcoyoc, San Pedro 23

Mártir, Tlalpan, Ciudad de México, diciembre 2010.

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Casa de la Cultura de San Pedro Mártir. Tlalpan, Ciudad de México, septiembre 2010.

26 / En la feria y fiesta de la Iglesia de Cimalcoyoc, San Pedro 27

Mártir, Tlalpan, Ciudad de México, diciembre 2010.

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Panegírico, Noveno aniversario de la Santa Muerte, Tepito, Col. Morelos, Ciudad de México, octubre de 2010.

El Culto de Doña Queta (Enriqueta Romero). Noveno aniversario de la Santa Muerte, Tepito, Col. Morelos, Ciudad de México, octubre de 2010.

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Festejo a la Santa. Noveno aniversario de la Santa Muerte, Tepito, Col. Morelos, Ciudad de México, octubre de 2010.

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Espera la bendición. Noveno aniversario de la Santa Muerte, Tepito, Col. Morelos, Ciudad de México, octubre de 2010.

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Altar sobre ruedas. Noveno aniversario de la Santa Muerte, Tepito, Col. Morelos, Ciudad de México, octubre de 2010.

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Paga la manda. Tepito, Col. Morelos, Ciudad de México, octubre de 2010.

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Brindis de aniversario. Noveno aniversario de la Santa Muerte, Tepito, Col. Morelos, Ciudad de México, octubre de 2010.

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Sahumerio narcótico. Noveno aniversario de la Santa Muerte, Tepito, Col. Morelos, Ciudad de México, octubre de 2010.

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Santa Muerte Itinerante. Tepito, Col. Morelos, Ciudad de México, octubre de 2010.

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Velorio. Noveno aniversario de la Santa Muerte, Tepito, Col. Morelos, Ciudad de México, octubre de 2010.

34 / Fiesta de Cristo Rey. Iglesia de San Francisco, Col.

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Ajusco, Ciudad de México, noviembre 2010.

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Un traguito a la santita. Noveno aniversario de la Santa Muerte, Tepito, Col. Morelos, Ciudad de México, octubre de 2010.

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La ofrenda. Noveno aniversario de la Santa Muerte. Tepito, Col. Morelos, Ciudad de México, octubre de 2010.

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Imagen y semejanza. Noveno aniversario de la Santa Muerte, Tepito, Col. Morelos, Ciudad de México, octubre de 2010.


[Captions]

Frida Hartz

Chronicler of Ciudad Neza, Primo Mendoza, september 2010.

26 / At the fair and fiesta of the Church of Cimalcoyoc, 27

San Pedro Mártir, Tlalpan, Mexico City, december 2010.

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Tlalmilla. San Pedro Mártir, Community Center of the People’s Movement of the Southern Mexico City Neighborhoods and Settlements, Tlalpan. Mexico City, september 2010.

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Father Jesús Ramos after the Mass for the disappeared, Church of San Pedro de Verona, San Pedro Mártir, december 2010.

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Resurrection Parish, Colonia Ajusco, Coyoacán, Mexico City, october 2010.

Father Jesús Ramos.Mass for the disappeared, Church of San Pedro de Verona, San Pedro Mártir, Mexico City, december 2010.

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Leonardo Boff in the Church of San Pedro de Verona, San Pedro Mártir, Tlalpan, Mexico City, december 2010.

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Father Jesús Ramos, San Pedro Mártir, Tlalpan, Mexico City, december 2010.

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22 / Conchero Dancers, Church of Cimalcoyoc, San Pedro 23

Mártir, Tlalpan, MexicoCity, december 2010.

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Casa de la Cultura de San Pedro Mártir. Tlalpan, Ciudad de México, septiembre 2010.

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Enriqueta and Erendira, Church of San Pedro de Verona, San Pedro MĂĄrtir, Tlalpan, Mexico City, december 2010.

34 / Celebration of Cristo Rey. Church of San Francisco,

Image and similarity. 9th Anniversary of the Santa Muerte, Tepito, Colonia Morelos, Mexico City, october 2010

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In praise of the Santa. 9th Anniversary of the Santa Muerte, Tepito, Colonia Morelos, Mexico City. October 2010.

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Colonia Ajusco, Mexico City, november 2010.

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The cult of DoĂąa Queta (Enriqueta Romero). 9th Anniversary of the Santa Muerte, Tepito, Colonia Morelos, Mexico City, october 2010.

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Celebration of Santa Muerte. 9th Anniversary of the Santa Muerte, Tepito, Colonia Morelos, Mexico City, october 2010.

Waiting for blessing. 9th Anniversary of the Santa Muerte, Tepito, Colonia Morelos, Mexico City, october 2010.

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Altar on wheels. 9th Anniversary of the Santa Muerte, Tepito, Colonia Morelos, Mexico City, october 2010.

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Anniversary toast. 9th Anniversary of the Santa Muerte, Tepito, Colonia Morelos, Mexico City, october 2010.

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Traveling Santa Muerte. Tepito, Col. Morelos, Mexico City, october 2010.

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Candlelight Vigil. 9th Anniversary of the Santa Muerte, Tepito, Colonia Morelos, Mexico City, october 2010.

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Repaying a favor to the Santa. Tepito, Colonia Morelos, Mexico City, october 2010.

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Narcotic Incense. 9th Anniversary of the Santa Muerte, Tepito, Colonia Morelos, Mexico City, october 2010.

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A small drink for the dear Santa. 9th Anniversary of the Santa Muerte, Tepito, Colonia Morelos, Mexico City, october 2010 Offerings to the Santa. 9th Birthday of the Santa Muerte, Tepito, Col. Morelos, Mexico City, october 2010.


Referencias fotográficas

Verónica Mastrosimone

52

Isla Maciel. La Boca, Ciudad de Buenos Aires, octubre 2010.

54 / Comedor Padre Carlos Mujica. Villa 31, Retiro, Ciudad de

62

Grafitis del Padre Carlos Mujica. Villa 31, Retiro, Ciudad de Buenos Aires, noviembre 2010.

63

Grafiti de la virgen. Isla Maciel, La Boca, Ciudad de Buenos Aires, octubre 2010.

55

Buenos Aires, noviembre 2010.

56

Coordinador del Comedor Padre Carlos Mujica. Villa 31, Buenos Aires, noviembre 2010.

64

Curas emblemáticos. Isla Maciel, La Boca, Ciudad de Buenos Aires, octubre 2010.

57

Comedor Padre Carlos Mujica. Villa 31, Retiro, Ciudad de Buenos Aires, noviembre 2010.

65

Aniversario de la desaparición de las monjas francesas desaparecidas en dictadura. Colegio de la Parroquia Santa Cruz, San Cristóbal, Ciudad de Buenos Aires, septiembre 2010.

66

Colegio de la Parroquia Santa Cruz. San Cristóbal, Ciudad de Buenos Aires, septiembre 2010.

58 / Cooperativa de Panadería. Villa Fátima, Soldati, Ciudad 59

de Buenos Aires, septiembre 2010.

60

Plaza Padre Mujica. Villa 31, Retiro, Ciudad de Buenos Aires, noviembre 2010.

87


67

Cura Carlos Saracini. Parroquia Santa Cruz, San Crist贸bal, Ciudad de Buenos Aires, septiembre 2010.

68

Hermana Mar铆a. Villa F谩tima, Soldati, Ciudad de Buenos Aires, septiembre 2010.

70

Isla Maciel. La Boca, Ciudad de Buenos Aires, octubre 2010.

71 /

Integraci贸n de la comunidad boliviana al barrio. Isla Maciel, La Boca, Ciudad de Buenos Aires, octubre 2010.

72

74

Padre Paco celebrando la misa. Isla Maciel, La Boca, Ciudad de Buenos Aires, octubre 2010.

76

Iglesia Itinerante. Isla Maciel, La Boca, Ciudad de Buenos Aires, octubre 2010.

77

Padre Paco celebrando misa en Iglesia Itinerante. Isla Maciel, La Boca, Ciudad de Buenos Aires, octubre 2010.

78 /

Iglesia Itinerante. Isla Maciel, La Boca, Ciudad de Buenos Aires, octubre 2010.

79 80

88

Vista de la Villa 31. Retiro, Ciudad de Buenos Aires, noviembre 2010.


[Captions]

Ver贸nica Mastrosimone

52

Maciel Island. La Boca, Buenos Aires, october 2010.

62

Graffiti of Padre Carlos Mujica. Villa 31, Retiro, Buenos Aires, november 2010.

54 / Community Kitchen Padre Carlos Mujica. Villa 31, Retiro, 55

Buenos Aires, november 2010.

63

Graffiti of the Virgin Mary. Maciel Island, La Boca, Buenos Aires, october 2010.

56

Coordinator of the Community Kitchen Padre Carlos Mujica. Villa 31, Buenos Aires, november 2010.

64

Emblematic priests. Maciel Island, La Boca, Buenos Aires, october 2010.

Community Kitchen Padre Carlos Mujica. Villa 31, Retiro, Buenos Aires, november 2010.

65

Anniversary of the disappearance of a group of French nuns during the dictatorship. Santa Cruz Parish School, San Cristobal, Buenos Aires, september 2010.

66

Santa Cruz Parish School. San Crist贸bal, Buenos Aires, september 2010.

57

58 / Bakery Cooperative. Villa F谩tima, Soldati, Buenos Aires, 59

september 2010.

60

Padre Mujica Square, Villa 31, Retiro, Buenos Aires, november 2010.

89


67

Priest Carlos Saracini. Santa Cruz Parish, San Cristóbal, Buenos Aires, september 2010.

68

Sister María. Villa Fátima, Soldati, Buenos Aires, september 2010.

70

Maciel Island, La Boca, Buenos Aires, october 2010.

71 /

Neighborhood integration of the Bolivian community. Maciel Island, La Boca, Buenos Aires, october 2010.

72

90

74

Father Paco celebrating Mass. Maciel Island, La Boca, Buenos Aires, october 2010.

76

Traveling Church. Maciel Island, La Boca, Buenos Aires, october 2010.

77

Father Paco celebrating Mass in the traveling Church, Maciel Island, La Boca, Buenos Aires, october 2010.

78 / 79

Traveling Church. Maciel Island, La Boca, Buenos Aires, october 2010.

80

View of Villa 31. Retiro, Buenos Aires, november 2010.


Frida Hartz

Foto: Anne Huffschmid

Nació en 1960 en la Ciudad de México. Egresada en 1983 de Bellas Artes como docente en Artes Plásticas, formada en el fotoperiodismo durante 17 años como reportera gráfica en el periódico La Jornada, del cual fue fundadora y coordinadora de fotografía durante 7 años.

Con dos premios internacionales; en 1989 obtuvo el primer lugar y mención en el concurso internacional “Mujeres Vistas por Mujeres”, convocado por la Comunidad Europea. En 1994 obtuvo Mención única en el Premio Ensayo Fotográfico Casa de las Américas, de La Habana Cuba. El ensayo fotográfico La Pólvora Maya desde (1994) ha recorrido 20 países, ha participado en un centenar de exposiciones colectivas e individuales en México, Europa y Continente Americano. Sus fotografías se han publicado en más de una docena de libros. Los temas recurrentes son: por la defensa de los derechos humanos y los derechos de las mujeres, la vida social del campo, la ciudad, los pueblos y comunidades indígenas. Ha impartido cursos, talleres, diplomados, de Fotografía en el Centro de Educación Artística Frida Kahlo del INBA, en la escuela Nacho López, en el Colegio Columbia Panamericano, y talleres de fotoperiodismo en la Universidad Autónoma de Guerrero, en la Universidad Autónoma de Jalapa, en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) y Cátedra en la Carrera de Comunicación y medios audiovisuales en la Universidad del Claustro de Sor Juana, Ciudad de México.

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[Frida Hartz] Frida Hartz was born in 1960 in Mexico City, where she studied at the art academy and began working as a photojournalist in 1983. In 1984, she became one of the cofounders of the independent daily newspaper, La Jornada, where she served several years as head of the photo department. Her photographs have been published in more than a dozen books and her works have received various awards. Two international awards have included obtaining first place and special mention in the international contest “Women Seen by Women” sponsored by the European Community in 1989, and special mention in the Photographic Essay Award sponsored by the Casa de las Américas of Habana, Cuba, in 1994. Her 1994 photo essay, La Pólvora Maya, was on view as a solo exhibit in twenty countries. In total, Frida Hartz has participated in more than a hundred solo and group shows throughout the world. Recurring themes of her work include human and women’s rights, social life in rural and urban areas, and indigenous peoples and communities. Hartz has helped form future generations of photographers through multiple courses, workshops, and professional study programs, including in the Frida Kahlo Artistic Education Center of Mexico’s Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), the Nacho López

92

school, Colegio Columbia Panamericano, and photojournalism workshops in the Universidad Autónoma of Guerrero, the Universidad Autónoma of Jalapa, and the Universidad Autónoma of Mexico City, as well as a Chair in the School of Communications and Audiovisual Media at the Universidad del Claustro de Sor Juana in Mexico City.


Verónica Mastrosimone

Foto: Esteban Widnicky

Nació en Buenos Aires, Argentina, en el año 1972. Trabaja como fotógrafa desde al año 1995, como reportera gráfica siendo colaboradora de los principales medios nacionales del país y extranjeros. En el año 2005 crea el “Proyecto Raíces”, trabajo de fotografía estenopeica (pinhole) realizado con comunidades

aborígenes de Argentina, primer archivo fotográfico realizado por las propias comunidades. Sus trabajos autorales son sobre temas sociales en el interior del país y en las principales ciudades. Hudson, una escuela rural en la provincia de Buenos Aires. Mujeres Piqueteras, mujeres que han salido a cortar las rutas como medida de protesta. Campesinos, organizaciones de campesinos. La Familia, trabajo autobiográfico de una familia de clase obrera en las afueras de la capital autónoma de Buenos Aires y Resistencia, fotografías de México, Brasil, Argentina y Bolivia. En el último año trabajó en el proyecto de la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires sobre murales en toda la provincia. Colabora con sus fotografías en la publicación anual francesa Les Annales de la recherche Urbaine y en el libro Pour comprendre la crise argentine (Para comprender la crisis argentina), Institut d´Etudes Politiques Strasbourg. Ha realizado exposiciones individuales y colectivas en Argentina, Uruguay, Francia, España, México y Alemania. Actualmente continúa trabajando como fotógrafa documental y como editora fotográfica.

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[Verónica Mastrosimone] Verónica Mastrosimone was born in Buenos Aires, Argentina, in 1972. She has worked as a freelance photographer and documentary filmmaker since 1995. She also works as a photojournalist for Argentinean and foreign media. In 2005, she created Proyecto Raíces, a collection of pinhole photographs taken with aboriginal communities in Argentina, the first photographic archive undertaken by the communities themselves. She is well known for her Hudson series on a country school in the province of Buenos Aires and a number of film and photo works such as Mujeres Piqueteras and Campesinos dedicated to the examination of social movements. The photographic exhibit La Familia is an autobiographical essay on a worker’s family in an outer district of the capital, and her Resistencia series compiles photographs from Mexico, Brazil, Argentina, and Bolivia. Mastrosimone’s recent work includes a project sponsored by the Secretary of Human Rights of the Province of Buenos Aires on murals in the province. She also collaborates with photographs in the annual French publication, Les Annales de la recherché Urbaine, and in the book, Pour comprendre la crise argentine (To understand the Argentinean crisis) by the Institut d’Etudes Politiques Strasbourg.

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Mastrosimone’s images have been seen in individual and collective shows in Argentina, Uruguay, France, Spain, Mexico and Germany. She is currently working as a documentary photographer and photo editor.



Mirar y creer [Looking and believing] Fotografías/Photographs: Frida Hartz & Verónica Mastrosimone

Editado por/edited by: Anne Huffschmid (metroZones) & Ingrid Spiller (Heinrich Böll Stiftung) Diseño/design: Claudia Wondratschke Fotografías/photographs: © Frida Hartz, © Verónica Mastrosimone Publicación/publication: Heinrich Böll Stiftung México, Centroamérica y El Caribe, México D.F., México

Mirar y creer [Looking and believing] se terminó de imprimir en diciembre de 2011 en los talleres de Lira Impresos, Dr. Lucio No. 127, Colonia Doctores, Delegación Cuauhtémoc, México, D. F. En su composición se utilizó el tipo PMN Ceciliae, DTL Nobel y DIN. Para los interiores se utilizó papel couché de 200 gramos y para la portada papel couché de 350 gramos. La edición consta de 500 ejemplares.




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