GLOCALISMO Libro I < PIENSA Y SIENTE GLOBALMENTE, ACTÚA GLOCALMENTE >
) Acuario (
)c( Copia abierta: Los derechos de autor de esta obra están abiertos para usar, copiar y difundir en cualquier medio de reproducción, grabación y difusión. Se ha publicado así para evitar restricciones por considerar que es beneficiosa para tod@s. ~1~
A las energías cósmicas entrantes en la Tierra, en estos cruciales momentos para la evolución de la Humanidad, también se las conoce como Energías de la Era de Acuario. Sabemos que nuestro Sistema Solar se mueve cíclicamente por nuestra Galaxia en relación a otros Sistemas. Aunque ya lo sabíamos gracias a otras culturas anteriores a la nuestra, es ahora cuando nuestra ciencia moderna ha podido medir cuánto tarda nuestro Sol, junto a otras estrellas, en recorrer un ciclo completo dentro del brazo de Orión de la Vía Láctea, atravesando por dos veces durante su periplo el plano ecuatorial galáctico. En estos tiempos (el final de los tiempos, según anuncian muchas profecías), después de 12.700 años aproximadamente, estamos entrando de nuevo en el Cinturón de Fotones que inunda con sus energías dicho plano galáctico; energías procedentes del corazón de nuestra Galaxia. Durante los más de 2.000 años que la Humanidad ha estado recibiendo las Energías de la Era de Piscis (principalmente energías que desarrollan la Inteligencia Humana y nos provocan Sed de Conocimientos), el hombre y la mujer modernos han desarrollado sus capacidades mentales, de análisis y separación de todo, hasta cotas inimaginables. Ahora, cuando nos alejamos de la Constelación de Piscis, toca el turno de madurar tales energías en el Corazón de cada Ser Humano, para convertirlas en Energías de Sabiduría. Para ello debemos aprovechar las Nuevas Energías entrantes de Acuario: Energías de Cohesión, de Unión y de Puro Amor; Energía Crística que nuestro Hermano Mayor Jesús manifestó en su Vida de manera perfecta, como Ser Humano, cuando inauguró la Era de Piscis. Él nos enseñó cómo alcanzar la verdadera Sabiduría: dejando que el Corazón se exprese, abrazando los opuestos, integrándolos en nuestras vidas, desarrollando de esta manera en todo y con todos, un trabajo de síntesis y de unión. Jesús, al igual que much@s otr@s antes y después que Él, nos mostró El Camino de regreso al Hogar. Un Camino que nos permite experimentar, mientras estamos encarnados, la Nueva Tierra aquí y ahora: uniendo primero todo lo que está separado dentro de nosotros para verlo después materializado en el exterior, es decir, uniendo Cielo y Tierra, “Paraíso e Infierno”, Bien y Mal, Luz y Oscuridad,…; dejando atrás, por tanto, la vieja forma mental de entender el mundo, para pasar a sentirlo con el Corazón; accediendo de este modo a una Nueva Realidad. ¿Y de qué manera? Pues muy sencillo. Mediante una Nueva Vida. Una Vida Plena y Gozosa llena de sentido que brota del mismo Corazón. Solo hay que escucharlo y dejarse guiar por Él. Nuestro Corazón es Nuestro Único y Verdadero Maestro que debemos seguir. Siempre nos guiará por el Buen Camino. ¿Y qué clase de vida hay que llevar? Preguntadlo a vuestro Corazón. A mí me respondió: Una Vida Sencilla. Sobre esto último, Emilio Carrillo nos aclara en el Libro I las dudas más esenciales y profundas. Después, en el Libro II, encontraréis respuestas a cuestiones políticas, sociales, económicas, ambientales, éticas y espirituales que,
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de forma clara y sencilla, he tratado de explicar como si fuesen hojas de ruta abiertas sobre las que trabajar. Manos a la Obra. Una Nueva Humanidad y una Nueva Tierra nos esperan. Con todo mi Amor. )Acuario(
Primera edici贸n: 2011 Segunda edici贸n: 2013
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ÍNDICE - LIBRO I (Emilio Carrillo)
Expansión Consciencial. Economía del Corazón -PIENSA Y SIENTE GALÁCTICAMENTE, ACTÚA CON AMOR
Nota de Manuel López Arrabal …………………………………………… 7
SOBRE LOS AUTORES………………………………………………………… 8
AGRADECIMIENTOS Y DEDICATORIA………………………………….. 10
PRÓLOGO (por Germán Martín)…………………………………………. 12
INTRODUCCIÓN ……………………………………………………………………………. 18
1. SINGULARIDAD E IMPORTANCIA DEL MOMENTO PRESENTE 1.1. TODO ES SUMA DE PARTES Y FORMA PARTE DE UNA SUMA SUPERIOR, AUNQUE CADA PARTE ES A SU VEZ EL TODO ……………………………………..20 1.2. SOBRE EL SALTO DIMENSIONAL.............................................................................. 22 +Sobre el momento en el que el salto dimensional se hace posible +Sobre la plasmación efectiva del salto dimensional 1.3. EL MOMENTO PRESENTE……………………………………………………………. 25 +Su significación +Sala de los Espejos y aceleración del tiempo +El apoyo interactivo +El miedo es un implante +Salto dimensional y crisis 2. CRISIS VERSUS MUTACIÓN 2.1. ¿QUÉ ESTÁ PASANDO?................................................................................................... 32 2.2. SOBRE LA TEÓRICA CRISIS Y SUS IMPACTOS…………………………………. 35 +Hechos que van más allá de lo que una crisis supone +Transformación de la crisis de los bancos privados en crisis de los Estados y las haciendas públicas +10 billones de euros de dinero público para la banca privada +La crisis tiene unos grandes beneficiados: los mismos que la provocaron
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+No es solo la economía, es la democracia +Un nuevo escenario a escala global. 2.3. NO ESTAMOS ANTE UNA CRISIS, SINO ANTE UNA MUTACIÓN DEL SISTEMA SOCIOECONÓMICO…………………………………………………………… 41 +Señas de identidad del sistema vigente y grandes fases de su evolución hasta la actual mutación +Fase 1: Origen y primera evolución (siglos XVII y XVIII) +Fase 2: con y tras la Revolución Industrial (siglos XIX y XX) +Fase 3: mutación actual, con y tras la Revolución Tecnológica (siglo XXI) +Del ahorro y el capitalismo productivo al consumo, la deuda y el capitalismo financiero +La nueva funcionalidad del dinero +El protagonismo del mercado financiero +La hegemonía de la élite económica +”Raza de deudores” 2.4. LA ÉLITE ECONÓMICO-FINANCIERA…………………………………………… +Élite, sub-élites y esclavitud consentida +Una élite perfectamente organizada +Poder omnímodo y codicia inimaginable
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2.5. INVITACIÓN A LA REFLEXIÓN……………………………………………………
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3. GLOCALISMO Y ESTRATEGIAS DE DESARROLLO LOCAL 3.1. CONSIDERACIONES INICIALES…………………………………………………..
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3.2. AGENDA DE TRABAJO……………………………………………………………… +Medio ambiente +Cultura local +Tecnologías +Eficacia social +Economía +Intangibles +Territorio +Planificación estratégica +Gestión desde lo local y “autoridad colectiva legitimada”
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4. ¿QUÉ HACER? 4.1. EVOLUCIÓN: EL CAMBIO DE VISIÓN COMO CAMBIO INTERIOR………… 82 +Cuestión de consciencia +Un Nuevo Mundo +Superar la visión actual +Compartir y consciencia de unidad +Interior y exterior +¿Revolución?: ¡Evolución! +¿Quieres cambiar el mundo?: ¡cambia tu agenda diaria!
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+El camino A y el B van coexistir: no quieras sustituir el uno por el otro +La Red Consciencial 4.2. ECONOMÍA DEL CORAZÓN…………………………………………………….. +Sus postulados fundamentales +La organización social que puede emanar de este nuevo paradigma holístico +De la fórmula piramidal al trabajo en red +Vivir con menos +Mutar las prioridades, cambiar la agenda +La sociedad líquida +Elogio de la lentitud +Derecho a la pereza
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5. USA TU PODER, FLUYE EN EL AMOR………………………………………………
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+Tenemos un poder que habíamos olvidado +Caminamos hacia un mundo postmaterialista +El papel de la ciencia en la construcción del postmaterialismo: +La responsansibilidad ante la Madre Tierra de ser coautores y cocreadores del Universo +Debido a que la realidad es dinámica, necesitamos aprender del agua para fluir 6. NUEVA VIDA: FLUIR 6.1. TU NUEVA VIDA CREARÁ EN LA REALIDAD LA NUEVA HUMANIDAD EN LA NUEVA TIERRA……………………………………………………………………………. 113 +Preámbulo +La Nueva Tierra es ya una realidad +La Nueva Tierra abre la posibilidad de una Nueva Humanidad +La Nueva Humanidad requiere una “masa crítica” +Sin miedos, activa tu Corazón, pues todo depende de ti +Moviliza tu Voluntad y capacidad creadora para hacer Realidad la Nueva Humanidad +Nueva Vida: la tuya +Vida Sencilla +La Nueva Humanidad está en tus manos 6.2. FLUIR, VIVIR……………………………………………………………………………. 121 +Fluir está en tu esencia +Si tú no fueras, Dios no sería +Conócete y observa el Yo Soy: adquiere consciencia de tu poder +¿Aún así no consigues fluir? Pues seamos sinceros +Toma mi mano y fluye conmigo +Elige tu vida, opta por la Vida +Alerta, Atento +Fluir, Vivir COROLARIO………………………………………………………………………………… 127 +Todo es perfecto +Decreto para una Nueva Vida y una Nueva Humanidad en una Nueva Tierra
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NOTA DE MANUEL LÓPEZ ARRABAL He decidido mantener el mismo pseudónimo, Acuario, que usé para el libro “La Huelga Tranquila”, también para esta obra de compilación de textos, ideas, sugerencias y esperanzas de otros muchos autores y personas anónimas, quienes me han transmitido a través de sus obras y palabras sus más íntimos anhelos de cómo alcanzar un mundo mejor y más justo; en especial de Emilio Carrillo, a quién eternamente le estaré agradecido por su elevada generosidad y entrega hacia mí, pues además de aceptar las propuestas de redacción del prólogo de “La Huelga Tranquila” y del Libro I de esta obra, confió plenamente en mí al proponerme que coordinase el Grupo de Trabajo para la Suficiencia Personal y la Autosuficiencia Comunitaria (que ahora se denomina Grupo-Taller de la Vida Sencilla), dentro del conjunto de actividades programadas por el Círculo Sierpes de Sevilla para los cursos 2010-2011, 20112012 y 2012-2013. Por tanto, yo, que me considero un “instrumento de síntesis” al servicio de la Vida, me he limitado a reflejar desde una perspectiva totalmente holística, mi sentir más profundo, inundando todos los textos recopilados en el libro II de esta obra con la Visión del Mundo que Queremos para nosotros y, sobre todo, para nuestros descendientes, los herederos de la Nueva Tierra. No obstante, como soy un Ser que está viviendo una experiencia humana, como tú, de carne y hueso, que a veces sufre y llora, y otras, goza y ríe, salgo del anonimato de estas palabras para definirme brevemente con el nombre que llevo puesto, mi situación sentimental y trabajo actual, así como expresando lo que más me gusta: Manuel López Arrabal es mi nombre; nací en la bella ciudad de Málaga (España) el día 13 de diciembre del año 1967; desde el año 1991 trabajo para la Administración Pública; actualmente vivo en la localidad sevillana de Mairena del Aljarafe; casado y con un hijo, me auto-describo como “un ser humano especialmente sensible, buscador incansable de la Verdad, enamorado de la naturaleza, la familia, los amigos, la lectura, la escritura, el deporte, la cocina, el viajar y la intimidad del hogar”. )m( ~7~
SOBRE LOS AUTORES:
EMILIO CARRILLO BENITO (Sevilla, 1958): Economista, Experto Internacional en Desarrollo Local por Naciones Unidas y Técnico de la Administración General del Estado. Despliega una amplia actividad académica y de gestión en Hacienda Pública y Desarrollo Económico y Territorial, materias en las que ha publicado 19 libros, y es profesor colaborador y visitante de diversas universidades españolas y extranjeras. Preside la Red de la Unión Iberoamericana de Municipalistas y Ha sido Vicealcalde de Sevilla y Vicepresidente de la Diputación hispalense. Dirige y coordina diferentes programas de cooperación en Iberoamérica y el Magreb. Su labor se extiende a la filosofía, la historia y la espiritualidad, campos en los que es autor de 9 libros. Ha dirigido decenas de Cursos y Seminarios y dictado 300 conferencias en 21 países de los cinco continentes. En ellas ha abordado una variada temática de la que se ha ocupado, igualmente, en más de 500 artículos publicados en prensa y revistas especializadas. Emilio Carrillo fue uno de los principales hombres de confianza del alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín (PSOE), hasta su distanciamiento y posterior dimisión como concejal de Urbanismo al entender que no gozaba de la "confianza" del primer edil. Aunque posteriormente ostentó la delegación de Recursos Humanos, finalmente renunció a tal cargo e incluso a su acta de concejal ante la falta de respaldo por parte del Ayuntamiento en el conflicto surgido en cuanto a las instalaciones municipales de la calle Diego de Riaño y la negociación del nuevo convenio colectivo de los trabajadores de la Administración local. Además de su intensa vida política, Emilio Carrillo ha escrito 23 libros y tras abandonar la esfera municipal, había comenzado a compatibilizar su puesto de funcionario en la Diputación provincial con el ejercicio de la docencia como Profesor Honorario de Economía Política en la Universidad de Sevilla y de Desarrollo Local en la Escuela Superior de Gobierno Local de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) y la Universidad Carlos III de Madrid.
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MANUEL LÓPEZ ARRABAL - )m(, es autor del libro “La huelga tranquila”, cuya primera edición se publicó en septiembre de 2010. En 2012 se editó, una vez revisado y ampliado, como libro gratuito al que puedes acceder a través de: www.librolahuelgatranquila.blogspot.com.es
Es coautor, junto a Emilio Carrillo Benito, de la obra “Glocalismo”, también editada por la editorial Ituci Siglo XXI en el año 2011 en formato de libro electrónico. Para leer o descargar gratuitamente cualquiera de las dos partes de Glocalismo, lo puedes hacer en: www.actuaglocalmente.blogspot.com.es
Igualmente, es autor de tres guías publicadas entre diciembre 2012 y junio 2013: “Guía sobre cómo mejorar tu salud y la del planeta” “Guía sobre cómo lograr una vida larga, llena de significado, creativa y feliz” “Guía sobre Política, Educación y Economía para el siglo XXI” Para leer o descargar gratuitamente cualquiera de las guías anteriores lo puedes hacer en: www.guiassiglo21.blogspot.com.es
Para contactar con Manuel: glocalismo@gmail.com
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AGRADECIMIENTOS Y DEDICATORIA
Transcribo del libro “La Huelga Tranquila”, de su sección de agradecimientos, el siguiente párrafo, por sentirlo en mi corazón, igualmente apropiado para esta obra: “Se que este proyecto no me pertenece, pues muchísimas personas, en lo esencial, ya lo iniciaron mucho antes que yo. Esta obra es de todos y para todos, pues lo que en ella se expresa proviene del conocimiento, del anhelo y de la esperanza de toda la Humanidad. Por ello, agradezco enormemente a todos los seres humanos por igual, la importante contribución que hacia el bien común hayan podido realizar, realicen y a buen seguro realizarán en los años venideros. Quiero expresar mi Amor y Gratitud al más grande de todos los gurús: La Vida.” Si el libro “La Huelga Tranquila” lo dediqué a mi hijo y, por extensión, a todos nuestros descendientes, la obra “Glocalismo” la quiero dedicar a todos mis ancestros, empezando por mis padres hasta alcanzar a través de mi árbol genealógico a mis más remotos antepasados, dotados de Alma humana, que también son los vuestros. Esto me hace ver, que algunos de nosotros, en algún momento de la historia humana sobre la Tierra, nos desviamos del fraternal camino de la Unión. Ello ha dado lugar a que hoy, 2.000 años después de que Jesús de Nazaret caminara sobre este planeta, existan miles de millones de seres humanos que viven de forma precaria en un planeta de abundancia para todos; que cientos de millones de ellos sufran en sus propias carnes las injusticias de la guerra, el hambre y el olvido; y que todos ellos sean víctimas, principalmente, de unos pocos hermanos ricos y poderosos, “ciegos y sordos” por voluntad propia, que han elegido el equivocado camino de la iniquidad, sin olvidar que la gran mayoría de nosotros también somos de alguna manera responsables, puesto que nos dejamos llevar por la confortable vida materialista como si nada de lo que antes he mencionado estuviera pasando. A todos dedico esta obra. A mis ancestros, por las experiencias acumuladas tanto del “bien” como del “mal”, tan útiles y necesarias para la evolución de nuestra actual Humanidad; a los justos, para ~ 10 ~
que sigan dejándose guiar por la “brújula” de sus corazones; y a los injustos, para que reciban (o recibamos) de estas palabras el Amor Incondicional que, seguramente, nunca han recibido y, de esta manera, reconozcan sus errores, pidan perdón, reparen en la medida sus posibilidades los daños causados, y retomen pronto el Sublime Camino que conduce de regreso hacia la Unidad que somos. Por tanto, mi abrazo se extiende por igual a los unos y a los otros, puesto que cada uno de los siete mil millones de seres humanos que poblamos la Tierra, somos igual de valiosos para el conjunto de la Gran Familia Humana… porque Todos somos Uno. )m(
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PRÓLOGO (por Germán Martín Rais, autor del libro “Duna”) Si tiempo atrás me hubiesen dicho que iba a prologar un libro —o un proyecto en forma de libro— por petición expresa del autor, creo que habría imaginado que la obra o novela en cuestión trataría sobre algún hecho que marcaría de manera irremediable e irreversible la vida de un ser humano, de unos pocos, o de muchos. Es decir, y por poner unos ejemplos representativos, habría imaginado que prologaría la vida de algún Gandhi, Martín Luther King o Nelson Mandela cuando todavía eran unos desconocidos; que habría prologado el enfrentamiento desarmado de unos jóvenes estudiantes ante unos blindados en una plaza china; o en caso de tratarse de una obra, ésta habría sido imbuida de un espíritu como El deber de la desobediencia civil de Henry Thoreau, El Reino de Dios está entre vosotros de Tolstoi, o de clásicos como el Gita hindú, entre tantos de igual o mayor fuerza y elevación espiritual. Pues bien, después de aplicarme con sumo interés a la lectura de Glocalismo reconozco que no sólo cumple mis expectativas como obra, sino que, para sorpresa mía, las sobrepasa con creces. Glocalismo es mucho más que una postulación de principios y de proposiciones prácticas que sin duda contribuirán a la Nueva Humanidad. Entre sus líneas hay espíritu y eso, querido lector, es imprescindible para llegar al alma. En lo que a mí respecta, encontré en Glocalismo un sentido que conectó con mi íntimo impulso de aventura épica, de conquista humana, de hazaña llevada a cabo por miles de héroes anónimos. Más allá de las propuestas, los movimientos, las personas, los conceptos que se desgranan en Glocalismo, me quedo para este prólogo con esos destellos de locura que nos mueven a vivir y a descubrirnos como los héroes que tan bien describe Manuel en este proyecto. Porque quien piense que este libro es tan sólo algo parecido a un ensayo salpicado de pragmatismo se sorprenderá. Y se sorprenderá porque lo primero que penetra en nuestra alma no es ni será jamás una propuesta o un razonamiento mental, sino aquella convicción y determinación espiritual que impregnan las palabras y los actos de un hombre. Me uno a Emilio Carrillo y a Manuel López, y a incontables voces, para declarar juntos, apoyados en la fuente de nuestra inquebrantable Fe, que existe un camino en la vida que hace que ~ 12 ~
ésta merezca ser vivida. Un camino que llena de sentido la existencia y trasciende aquello que podemos ver y tocar. Un camino que nos lleva a tomar consciencia de un imperio de emociones que está dentro de nosotros pero que en verdad proviene del mismísimo corazón del universo. Si un prólogo se escribe con dos objetivos claros, a saber: avivar el interés hacia el contenido de las páginas que le suceden y, de otra parte, dar una vuelta más de tuerca a la esencia desde la que emanan todas las ideas y emociones que se vierten en la obra; yo deseo aprovecharlo para lanzarte a ti, querido lector, un reto: hojea este libro durante el tiempo que duran unos pocos comerciales en la televisión. No hace falta que lo hagas con un ánimo especial ni apliques un interés obligado. Si al terminar el hojeo nada ha capturado tu atención, ni aguijoneado tu curiosidad, ni has sentido el susurro de una voz en tu interior que te dice con claridad que tal vez en esas páginas encuentres algo que es tuyo, devuelve el libro al estante y sigue tu camino A, el que con gran nitidez describe Emilio en el Libro I de esta obra para distinguirlo del camino B. Pero si por el contrario encuentras tan sólo un hilo del que tirar, llévate la madeja a casa y dedícale tu tiempo y tu reflexión. Es muy posible que estés, aún sin saberlo, en el camino B. Llegados a este punto sólo deseo hacer una breve mención a uno de los conceptos que entresaco de la obra y que considero que es su alma. Me ciño a él porque de otro modo me sería imposible, ni de pasada, nombrar la ingente cantidad de información, conceptos y propuestas que extraordinariamente enlazadas se tratan en Glocalismo. Para eso ya está la obra en sí misma. Sin embargo, antes de comenzar mi breve desarrollo, deseo nombrar los pilares fundamentales de Glocalismo: Consciencia, era de cambio y evolución, compromiso, y el camino de la Vida Sencilla. Como he dicho, en esta obra se encuentran múltiples áreas y temas, así como propuestas, sugerencias y exhortaciones, pero todas caben y se sostienen sobre los pilares mencionados. De entre estos, elijo la Vida Sencilla para este prólogo por una razón completamente íntima y personal: siento que es el camino que me conduce a la mayor satisfacción y paz interior a las que puedo aspirar —en ello estoy—. La Vida Sencilla nos conecta con nuestro espíritu y por esta razón la podemos considerar como el camino hacia la consciencia, y por extensión, también lo es hacia el compromiso con nuestra propia ~ 13 ~
alma y con el resto de la creación, especialmente en este momento histórico para la humanidad. En los pocos años que llevo recorriendo el camino de mi vida —digo pocos no sólo porque todavía conserve la juventud, sino porque ni la más longeva de las vidas resulta suficiente para abarcar una pequeña parte de este mundo— me he dado cuenta de que existe una sabiduría que nada tiene que ver con el estudio ni con la mente. Es cierto que ambos, estudio y mente, pueden contribuir al despertar y posterior desarrollo de ese conocimiento, pero en sí mismos no son suficientes si no existe el impulso interior de buscador, de caminante, de sediento. Esta es la razón por la que cualquiera de las grandes obras espirituales pueda ser un tedioso sinfín de oraciones incomprensibles en un momento de nuestra vida y, sin embargo, convertirse más adelante en la mayor revelación capaz de cambiar nuestro paradigma vital y el enfoque de nuestros pensamientos, palabras y acciones. Estamos hablando de un conocimiento que no entra de afuera hacia dentro, sino que despierta en el interior y comienza el auténtico camino de la vida. Y la advertencia es directa y contundente: sin el espíritu, sin el camino del corazón, nos condenamos irremediablemente a la desorientación y a la confusión, y cedemos al exterior el gobierno de nuestro destino así como la soberanía de nuestra alma. No importa lo que logremos en términos materiales y de satisfacción egoica. Sin espíritu, nosotros y nuestra vida están vacíos. Por esta razón, la mayor exhortación de Glocalismo nos pide Consciencia y Corazón; oídos para escuchar lo que sólo nos puede decir el silencio; ojos libres para ver más allá del horizonte. Nos va en ello nuestra libertad y una vida verdaderamente vivida. Pero la elección no ocurre porque sí, sin más, por un loco azar que decide tocarnos con una vara invisible y mágica que nos concede el despertar y la esperanza. Ocurre porque lo elegimos interiormente. Ocurre como resultado de la primera victoria de nuestro espíritu sobre el mundo. Y cuando somos conscientes de ello, significa que la primera batalla interior ya se ha ganado. Cuando comprendemos —aunque no sepamos cómo gestionar esa comprensión en la vida cotidiana— que existe un universo que no se puede ver con los ojos del mundo, sino con los del alma, podemos asegurar que nuestro espíritu se hizo escuchar —ganó la primera batalla— y ahora nos pide iniciar el camino de la vida en esta encarnación. Y resulta que ese camino es el mismo para todos. Tanto a Emilio como a Manuel les pidió ~ 14 ~
exactamente lo mismo que a mí, y por lo que conozco es también lo mismo que ha pedido a millones de seres humanos a lo largo de la historia: La Vida Sencilla. Sin lugar a dudas, el camino del héroe anónimo es la Vida Sencilla. No una vida de pobreza, ni de retiro, ni de humillación, y tampoco de resignación. La Vida Sencilla no es una vida de renuncia ni rendición, sino de aspiraciones superiores, de amaneceres brillantes y de horizontes ilimitados. Que nadie se lleve a engaño, la Vida Sencilla no está reñida con el progreso, ni con la evolución, ni con la tecnología. En ella cabe todo eso y además la ternura, el respeto, el pensar en los demás de corazón. En la Vida Sencilla cabe el Amor. Y esa y no otra es la emoción del alma. Tal vez podamos alcanzar a costa de un alto y penoso precio propio o ajeno grandes logros y riquezas en la vida encarnada, pero si carecemos de emoción sana y perdemos el espíritu, no tenemos nada. Nada que nos podamos llevar allí adonde vayamos en nuestro mañana. Nada que nos haga sentir vivos en esta vida y en la otra. Una vez leí que un gran regalo no es algo que se puede tener, sino algo que se puede recordar, que no se olvida jamás, que fue directo al corazón, sin pasar por el mundo, sin ensuciarse. La sencillez en lo material y en lo mental, deja libre el camino hacia el corazón. En esa sencillez encontramos la fuerza más sobrecogedora que podamos imaginar. El espíritu toma el control absoluto de nuestro ser y en ese instante nosotros gobernamos nuestro destino y somos los soberanos de nuestra alma. Veo en el origen de Glocalismo —y La Huelga Tranquila— el triunfo de actuar en consciencia por encima del anhelo de cualquier resultado concreto. Y esto es interiorizar la Vida Sencilla. Veo compromiso con la humanidad. Contribución e implicación. Idealismo, fe y trabajo. No hay ansia de reconocimiento, sino de aportación y la satisfacción anónima de sumar. La historia de la humanidad la escriben los idealistas. Y también son ellos quienes trazan el rumbo. No importa si ganan o pierden sus batallas. Su triunfo está en la huella que dejan para siempre en el colectivo. Tal vez sus semillas tarden en germinar, pero tarde o temprano florecen. Porque siempre hay nuevos espíritus que ganan su batalla interior y buscan en el exterior el camino que ya recorrieron otros antes que ellos. Los reyes, los dictadores, los ~ 15 ~
gobernantes, los que amasan fortunas, se van, pero el camino de los hombres sabios permanece iluminando a las generaciones venideras. No existe la derrota para quienes deciden recorrer el camino. Ă&#x2030;se es el triunfo de los creadores de Glocalismo. Vuestra ya es la victoria de la vida. EstĂĄis vivos. Sois conscientes. Rais - Mayo, 2011
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Glocalismo – Libro I
EXPANSIÓN CONSCIENCIAL Y ECONOMÍA DEL CORAZÓN - PIENSA Y SIENTE GALÁCTICAMENTE, ACTÚA CON AMOR -
-------------------------------------------------------------------------------------------------------"Se tú el cambio que quieres ver en el mundo" (Gandhi) “Además, participa, forma parte de una red, conéctate con otras redes que también quieran cambiar el mundo” (Emilio Carrillo) -------------------------------------------------------------------------------------------------------Texto cedido por Emilio Carrillo para la obra “Glocalismo” Economista y escritor, Experto en Desarrollo Local por Naciones Unidas, Técnico de la Administración General del Estado y Profesor colaborador y visitante de diversas Universidades españolas y extranjeras. Hasta principios del año 2011 ha presidido la Red de la Unión Iberoamericana de Municipalistas (UIM) y actualmente preside la Fundación Andaluza Nuevo Mundo (FANUM). Ha sido Vicealcalde de Sevilla y Vicepresidente de la Diputación hispalense. Ha dirigido y coordinado diferentes programas de cooperación en Iberoamérica y el Magreb. Su labor se extiende a la filosofía, la historia y la espiritualidad, campos en los que es autor de 9 libros. Ha dirigido decenas de Cursos y Seminarios y dictado 300 conferencias en 21 países de los cinco continentes. En ellas ha abordado una variada temática de la que se ha ocupado, igualmente, en más de 500 artículos publicados en prensa y revistas especializadas. Blog: El Cielo en la Tierra (http://emiliocarrillobenito.blogspot.com) Email: EMCARRI@terra.es
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INTRODUCCIÓN Nada es casual en la Creación; nada es casual en el Universo; y nada es casual en tu vida. Tampoco que estés empezando a leer estas páginas. No es casual que, a través de ellas, nos hallemos aquí juntos, coincidiendo y disfrutando de un momento que es único e irrepetible. La vida no es otra cosa que el ahora, el momento presente. Aquí y ahora, mientras lees, está la vida. Concéntrate en el aquí y ahora y ayuda con tu presencia activa a que se multiplique la energía que emana de ti y de todos. Lo que este texto muestra será distinto en función de tu propia consciencia y presencia. No es un milagro, sino el Diseño Inteligente de un Universo en el que tú -y todos- eres el Milagro. Nuestro ser profundo es multidimensional y eterno. Confiemos en él y en la Providencia que está en su naturaleza intrínseca. Nos cuesta confiar en nosotros mismos porque solemos olvidar nuestra esencia divina y nuestra integración plena en una Creación que es, a su vez, creadora gracias, precisamente, a la acción creativa que, consciente o inconscientemente, desplegamos de instante en instante a lo largo del momento presente continuo en lo que lo eterno se desenvuelve. Confía, pues, en ti. Y confía en los demás, pues son tú como tú eres ellos. Nada de lo que estas páginas recogen es ajeno a ti mismo, sino que son tanto tu fruto como el de todos, sin posible separación o fragmentación. Como mucho, sistematizan u ordenan lo que ya sabes, aunque quizás no lo recuerdes o no lo hayas traído todavía a tu actual toma de consciencia. Ante las intuiciones, inspiraciones, meditaciones, reflexiones, propuestas e iniciativas que se vierten a continuación, no hagas conjeturas mentales. Simplemente, ábreles tu corazón y siente como resuenan en tu interior. Y hazles un hueco en él y en tu consciencia sólo si la resonancia fluye de manera armoniosa. Todas ellas, con el telón de fondo de la mal llamada crisis socioeconómica, se agrupan en tres grandes apartados: 1º Crisis versus mutación: no estamos ante una crisis, sino ante una mutación del sistema vigente. 2º Singularidad e importancia del momento presente de la Madre Tierra y la Humanidad. ~ 18 ~
3º ¿Qué hacer?: sin miedos, hacia un mundo postmaterialista y una Economía del Corazón. Triada de asuntos que se abordarán en el convencimiento de que todos los pobladores de la Tierra –incluida la Humanidad y, en su seno, cada ser humano- somos interdependientes. Y juntos nos hallamos ante un rito de paso, ante la oportunidad de un auténtico salto dimensional y la construcción de una nueva Realidad. Depende de nosotros mismos lo que va a emerger a partir de ahí, el perfil exacto de esa Realidad. Y en este contexto se inscribe plenamente la crisis socioeconómica y sistémica que sufre la sociedad a escala individual y comunitaria. En una sociedad sólida y estable, si quieres cambiar las cosas tienes un margen pequeño de acción. Pero en un momento de crisis multidimensional como la nuestra, las consecuencias de nuestras acciones se amplifican enormemente, porque todo está en un estado líquido, listo para convertirse en otra cosa. Y en cuanto a la crisis económica, como se desarrollará en los siguientes epígrafes, no es tal, sino que estamos ante una verdadera mutación del sistema socioeconómico vigente en torno al eje especulación/globalización. Esto lo convierte en aún más depredador y tiene y tendrá dolorosos impactos para multitud de personas. Pero también abre las puertas a una expansión consciencial personal y colectiva, avanzando desde una concepción egóica a una consciencia de unidad. En su seno emerge una nueva visión válida para fomentar, entre otras cosas, una Economía desde Corazón, basada en nuevos paradigmas (economía de la abundancia, recursos libres,...) y nuevas actitudes (no al consumo y al endeudamiento, compartir, autosuficiencia, estilo de vida,...). Conjunto de hechos y circunstancias que conducen, finalmente, a un mismo punto: nos toca, a cada uno, en nuestra vida diaria y cotidiana, dar forma a la nueva Realidad. Ésta no surgirá de ninguna transformación “exterior”, sino del cambio “interior” de cada cual. Cambiar tu vida es el fundamento para cambiar el mundo; construir la nueva Realidad es tú responsabilidad.
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1. SINGULARIDAD E IMPORTANCIA DEL MOMENTO PRESENTE 1.1. TODO ES SUMA DE PARTES Y FORMA PARTE DE UNA SUMA SUPERIOR, AUNQUE CADA PARTE ES A SU VEZ EL TODO La Creación y cuanto Es y Existe es radicalmente Uno. Todo es Uno. Cualquier división o separación que la mente humana pueda concebir es mera ficción. La Consciencia y el Amor configuran la Naturaleza Íntima de la Unidad, que se manifiesta y se desenvuelve experiencialmente en un Omniverso multidimensional, sin fronteras espaciales ni temporales. En él fluyen y coexisten infinidad de Dimensiones y Multiversos que se entrecruzan conformando una gigantesca Hiper-Matriz Holística y Holográfica. Y en cada Multiverso hay multitud de Universos. Uno de ellos es el conocido por la Humanidad, que al nacer hace 13.700 millones, en cronología terrestre y de Tercera Dimensión, se sumó a otros muchos Universos “previamente” existentes, todos surgidos de múltiples “big-bang”. El Omniverso es infinito de manera multidimensional. Y todos los Multiversos y Universos son infinitos en sus respectivos planos existenciales y experienciales. La Vibración Esencial opera cual hilo conductor que enlaza y aglutina las diferentes escalas de infinitud y se despliega en un momento presente continuo de manera escalar y fractal, generando infinitas modalidades de existencia que responden al principio cosmogónico de que todo es suma de partes y forma parte de una suma superior, aunque cada parte es a su vez el Todo. Como no puede ser de otra forma, estos fundamentos rigen en “nuestro” Universo. Por tanto, es infinito en su plano y está conformado por incontables Cúmulos o Grupos Galácticos, compuestos cada uno por numerosas galaxias. Cada una de ellas aglutina a muchos Cluster o Grupos Sistémicos, configurados por distintos sistemas solares. Y cada uno de estos tiene sus respectivos grupos planetarios en los que experimentan su existencia infinidad de formas de vida –por ejemplo, el ser humano- en cada una de las cuales se cumple el reseñado principio de ser suma de partes y formar parte de una suma superior, aunque cada parte es a su vez el Todo. En un Cúmulo Galáctico de una treintena de galaxias se integra la Vía Láctea, cuyo nacimiento se remonta a cerca de 10.000 millones de años. Con un diámetro medio de unos 100.000 años luz, no es la galaxia de mayor tamaño del Cúmulo (la supera Andrómeda), aunque sí la más masiva, con cerca de ~ 20 ~
medio billón de estrellas y una espectacular cantidad de sistema solares que se distribuyen conformando una especie de espiral gigantesca. En estos sistemas solares existen miles de planetas semejantes a la Tierra; y decenas de miles con modalidades de vida muy distintas a la terrícola. En una Creación y en un Universo en perfecto equilibrio energético, los soles condesan la energía llamada “masculina”; y los planetas, la “femenina”. Como se ha señalado, haciendo suyo en su escala el modelo de las galaxias, también los sistemas solares se aglutinan en Cluster o Grupos Sistémicos. Los sistemas solares que componen cada Cluster viajan en grupo por la Vía Láctea, como si fueran en un taxi o en un autobús, y siguiendo una elipse en torno al Sol Central de las Pléyades, periódicamente, transitan muy cercanos a él. Desde el bulbo o núcleo galáctico, compuesto entre otras cosas, por el agujero negro Sagitario A, equivalente a tres millones de veces la masa del Sol, son proyectadas múltiples y colosales cantidades de energías hacia los cinco brazos de la Vía Láctea desde el ecuador galáctico (el plano ecuatorial de la galaxia está inundado por lo que se conoce como Cinturón Fotónico); lo que les aporta energía regeneradora a dichos Cluster cuando cruzan el plano ecuatorial galáctico, de modo análogo -como es arriba es abajo- a como la circulación sanguínea renueva y limpia la sangre cada vez que, antes de volver al corazón, pasa por los pulmones. En uno de esos Cluster Sistémicos, concretamente en uno de los más exteriores de la espiral galáctica, posicionado exactamente en el denominado brazo de Orión, se ubica el sistema solar de Ors u Oort, surgido hace 5.000 millones de años. En él se localiza la Tierra, nacida hace poco más de 3.000 millones de años. Junto a Ors, conforman el citado cluster otros sistemas, como Alfa Centauri o Sirio. Todos unidos viajan elípticamente por la Vía Láctea y cada 12.700 años, aproximadamente, atraviesan el plano ecuatorial galáctico, experimentando la citada regeneración energética. Y dentro de la Tierra, auténtico ser viviente, la Humanidad y cada ser humano desarrollan sus experiencias existenciales, reproduciendo escalarmente el modelo de la suma y sus partes. Así, cualquier órgano físico humano es suma de partes (tejidos, células,…) y forma parte de una suma superior (el cuerpo humano), aunque cada parte (órgano) es a su vez el todo. Además, como demuestra la teoría y práctica de los denominados campos morfogenéticos, el miembro de cualquier especie vegetal o animal forma parte de una suma superior (la especie a la que pertenece), aunque cada miembro es a su vez la especie misma. El ser humano, suma de partes, forma parte de una superior ~ 21 ~
(la Humanidad), aunque cada ser humano es a su vez la Humanidad. Y no sólo en un plano físico, sino también trascendente, espiritual. Y lo mismo se repite en lo relativo a la Humanidad con relación a la Madre Tierra; y ésta en el contexto del sistema solar de Ors; y Ors en el ámbito del Cluster de sistemas solares en el que se integra; y este Cluster en el seno de la Vía Láctea; y ésta en el Cúmulo Galáctico al que pertenece; etcétera. Ahora bien, lo más importante del hecho de que Ors transite la Vía Láctea dentro de un Cluster sistémico, no son sus repercusiones físicas o astrofísicas, sino sus impactos energéticos y espirituales, pues todas las formas de vida que bullen en el Cluster, la multitud de modalidades de existencia que conviven en los sistemas, astros, soles, planetas y satélites que lo configuran, guardan una íntima relación, una estrechísima interacción de carácter consciencial, y conforman una inmensa y holística red consciencial. Para discernir en toda su magnitud lo que esto significa hay que resaltar que, en coherencia con el repetido principio desarrollado de que todo es suma de partes y forma parte de una suma superior, aunque cada parte es a su vez el Todo, los saltos evolutivos conscienciales, de una Dimensión de existencia a otra, no son individuales, sino grupales. Y tanto desde la perspectiva del momento en que tal salto se hace posible como de su plasmación efectiva. Se examinan seguidamente, ambos aspectos.
1.2. SOBRE EL SALTO DIMENSIONAL Sobre el momento en el que el salto dimensional se hace posible Centrándonos en la Madre Tierra y la Humanidad, el momento en el que salto dimensional es posible viene marcado por el discurrir del citado Cluster sistémico en el seno de la Vía Láctea. Específicamente, tal momento se repite cada vez que el Cluster atraviesa el plano ecuatorial galáctico, lo que ocurre, como ya se ha recogido, aproximadamente cada 12.700 años. Entonces se produce la “alineación” con el Centro de la Galaxia, en lo que la Tierra se ve plenamente integrada, afectando y alterando sensiblemente sus componentes vibracionales (Resonancia Shumann) y electromagnéticos. Como la sangre en su circulación atraviesa los pulmones, que la oxigenan y la limpian, cuando retorna al corazón para volver a ser bombeada, el Clúster cruza entonces un campo especialmente energetizado o Cinturón Fotónico ~ 22 ~
situado en el plano ecuatorial galáctico, lo que desencadena un vasto proceso vibracional y electromagnético que hace que el Clúster en su integridad se introduzca en un agujero de gusano o Puente de Einstein-Rosen (característica topológica del espacio-tiempo descrita por la Teoría de la Relatividad General). Esto supone que el Clúster entra por uno de sus extremos, recorre el agujero a enorme velocidad y, finalmente, sale impulsado por el otro para comenzar un nuevo periplo en torno a Alcyón (el Sol Central de las Pléyades). Y en ese preciso momento de “salir despedido” del agujero, el salto dimensional se hace posible, abriéndose un haz de posibilidades frecuenciales y dimensionales para que cada “componente” del Clúster pase a la Dimensión que por armonía y resonancia vibratoria le corresponda. El tiempo que tarda el sistema solar en dar una vuelta completa alrededor de Alcyón (un año solar), es de unos 25.400 años terrestres. Este movimiento cíclico ocurre de forma perpendicular al plano del ecuador galáctico, de manera que el Clúster tendrá que atravesarlo, en cada vuelta completa, por dos veces (cada 12.700 años). De igual manera el Clúster donde viaja el Sistema Solar, se circunscribe dentro del movimiento de traslación de las Pléyades por la Galaxia en torno al eje central de la Vía Láctea. Este movimiento de traslación se ha medido en unos 220 millones de años de duración, tiempo que precisaría nuestro sistema solar para dar una vuelta completa alrededor del Centro Galáctico. Nótese que el Sol y sus planetas viajarían por la Galaxia avanzando con un movimiento en forma de espiral hasta completar una circunvalación galáctica completa después de más de 8.600 años solares (220.000.000 dividido entre 25.400), eso sí, comenzando la siguiente vuelta galáctica en una posición del espacio totalmente distinta a cuando la iniciaron la anterior vez, ya que la Vía Láctea también se desplaza dentro del Grupo Local (Cúmulo de unas 30 Galaxias) y éste a su vez dentro de un Supercúmulo de Cúmulos Galácticos que a su vez se mueve por el Universo... Por tanto, el momento cosmogónico y cíclico del salto dimensional no está referido al hecho cierto de que se produzca, sino a la posibilidad de que el salto acontezca. Metafóricamente expresado, en tal momento se abre una puerta (Portal Interdimensional) que conduce a un cruce (haz) de caminos (Dimensiones). Sin embargo, cada “componente” del Cluster tomará el camino que energéticamente sintoniza y sea coherente con su propia vibración, por lo que es posible tanto que salte a otra Dimensión como que continúe en la que ya estaba. Veamos cómo.
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Sobre la plasmación efectiva del salto dimensional Por lo que se acaba de exponer, para que cada “componente” del Cluster salte realmente de Dimensión es preciso que vibre ya en sintonía con la Dimensión a la que va a pasar. ¿Qué significa esto? Retomando nuevamente el principio de que todo es suma de partes y, a su vez, ese todo forma parte de una suma superior aunque cada parte es a su vez el todo, para que el salto se haga realidad se requiere que en el momento cíclico el que el salto es factible se haya configurado en la “suma” una “masa crítica de consciencia” cuya vibración sea armoniosa con la nueva Dimensión a la que se va a transitar; y esa configuración de masa crítica dependerá de la evolución consciencial y vibracional de las “partes” que conforman la “suma”. ¿Difícil de entender? No tanto. En realidad se trata de un sencillo proceso interactivo: la suma, para saltar dimensionalmente, no requiere que la totalidad de sus partes vibre en la nueva Dimensión, pero sí que conjuntamente aporten tal masa crítica; y, una vez lograda ésta y llegado el momento cosmogónico del posible salto, la “suma” tirará dimensionalmente de las “partes” que la constituyen, aunque no todas hayan alcanzado el nivel energético, vibracional y consciencial. Y abierta el Portal Interdimensional, la “suma” y cada una de sus “partes” tomarán el camino (Dimensión) en consonancia con su grado vibracional y consciencial. Puede comprenderse mejor aplicándolo al caso del sistema solar de Ors, la Tierra y la Humanidad. Un escenario en el que Ors es la “suma”; la Tierra es tanto una de las “partes” de Ors como “suma” a la que pertenece la Humanidad; y la Humanidad es una de las “partes” de la Tierra y “suma” en la que se integra cada ser humano. Sobre estas bases, llegado el momento cíclico oportuno, la plasmación efectiva del salto dimensional puede visualizarse como una hermosa cadena o escalera consciencial interactiva: +Primeramente, Ors debe contar con la masa crítica consciencial necesaria para saltar, aportada por el conjunto de sus “partes”(Sol, planetas, satélites, cometas...). +Cumplido lo precedente, cada una de las “partes” de Ors saltará o no en función de que tenga o no la masa critica consciencial pertinente. En el caso de la Tierra, su salto dependerá de que sus “partes”, incluida la Humanidad, le proporcionen tal masa crítica. ~ 24 ~
+Si así fuera, la Humanidad dará o no el salto dimensional según disponga o no de la masa critica consciencial requerida, lo que estará condicionado a que el conjunto de sus “partes” –los seres humanos- se la suministren. +Finalmente, si la Humanidad salta dimensionalmente, ante cada ser humano se abrirá una haz de posibilidades vibracionales y dimensionales y cada cual seguirá el camino acorde con propia frecuencia vibracional y evolución consciencial.
1.3. EL MOMENTO PRESENTE Su significación Los hechos resumidos en los epígrafes anteriores se repiten cíclicamente. En tiempos pasados, han sido el “trampolín” utilizado por otros mundos y modalidades de vida insertos en el Cluster sistémico en el que Ors se integra para saltar a Dimensiones más allá de la Tercera en la que se halla la Humanidad. Y, de hecho, fue así como la Tierra pasó de la Primera Dimensión a la Segunda y de ésta a la Tercera. Pero hasta ahora no había podido pasar a la Cuarta. Ors, encabezado por el Padre Sol, y la Madre Tierra estuvieron a punto de conseguirlo hace 12.700 años, pero ocurrió una pérdida de energía –una absorción energética y consciencial cuyo análisis escapa a estas páginas- que impidió el salto y originó lo que, en los Archivos Akashicos de la Humanidad y en la memoria trascendente de muchos seres humanos, se recuerda por su manifestación material y geofísica más notable: el hundimiento de la gran isla central de la Atlántida. Pero anota bien esto: aquí y ahora, 12.700 años después, el Padre Sol, la Madre Tierra y la Humanidad van a saltar de Dimensión y transitar de la Tercera a la Cuarta. No es fruto de la casualidad, sino de un trabajo energético en el que tú también has sido partícipe. ¡Está hecho!, ¡está cumplido!. En el solsticio de invierno de 2012, o quizá aún antes, el Cluster sistémico en el que Ors se integra se adentrará en el Cinturón Fotónico y el agujero de gusano antes mencionado. Y en el momento presente tanto la Madre Tierra como el Padre Sol atesoran la fuerza vibracional y consciencial necesaria y suficiente como para poder asegurar que, cuando se llegue al otro extremo del agujero, el salto ~ 25 ~
dimensional será una realidad. Y no hay, en esta ocasión, marcha atrás. Tan activado y energetizado está ya, por ejemplo, la Tierra que las sondas espaciales enviadas por la NASA a los confines de nuestro sistema solar, al efectuar fotografías del conjunto de los planetas que lo conforman, no logran divisar el nuestro con nitidez, que bien aparece envuelto en una especie de luz resplandeciente o bien, simplemente, ya no es visible para instrumentos científicos que operan y son sensibles exclusivamente para la Tercera Dimensión (este fenómeno también está ligado a un hecho que va más allá de la finalidad de estas líneas y relacionado con determinas actuaciones de regeneración efectuadas sobre el planeta Tierra dando atrás al reloj del tiempo, lo que creo dos espacios-temporales divergentes que ahora van a coincidir y fusionarse). Y en el sentido y la forma ya expuestos, este salto dimensional del Padre Sol y la Madre Tierra coloca a la Humanidad ante la posibilidad de seguirlos vibracional y consciencialmente. Para ello se precisa la masa crítica pertinente (los famosos 144.000 los que se refieren los textos cristianos) que en el momento preciso de apertura de la Puerta Interdimensional creen la nueva realidad: una nueva Humanidad en la Nueva Tierra. Si ese hecho acontece, ante cada ser humano se abrirá un haz de posibilidades: cada cual, en su dimensión espiritual, ha de elegir el camino que desea seguir, el mundo en el que quiere vivir, la Dimensión en la que desea encarnar y desarrollar sus nuevas experiencias conscienciales. En este marco, la Nueva Tierra será el hábitat de una Nueva Humanidad conformada por aquellos seres humanos que íntimamente vibren y sientan en las nuevas claves y frecuencias vibracionales del planeta. Y éstas no son otras que las de Amor, la Consciencia de Unidad y el Reconocimiento (“conocimiento de uno mismo”) tanto de la Divinidad de nuestra Esencia como de la Capacidad Creadora que todos atesoramos. En el ahora, es crucial que la Humanidad refuerce sus lazos de unidad para apoyar que sea el máximo número posible de seres humanos los que salten, junto a la Tierra, de Dimensión. Sobre la estimación temporal del tránsito del Cluster sistémico –y, dentro de él, de Ors, el Sol, la Tierra y la Humanidad- a lo largo del Cinturón Fotónico, si se realizara a la velocidad “normal” con la que éste se ha venido desplazando durante los últimos milenios por la Vía Láctea, duraría unos 2.000 años terrestres. Sin embargo, el acercamiento al plano ecuatorial galáctico modifica por completo el escenario y genera el citado agujero de gusano o Puente de Einstein-Rosen. En su interior, el Cluster atravesará el Cinturón y llegará de ~ 26 ~
un extremo al otro del agujero a una velocidad en constante aceleración. Como media, entre 10 y 13 veces superior a la “normal”, si bien tal velocidad puede incrementarse espectacularmente como consecuencia de la actuación consciente de la citada masa crítica de seres humanos. Esto representa que, en términos lineales y temporales de Tercera Dimensión, el tránsito durará el tiempo preciso para que las dimensiones espirituales encarnadas en seres humanos que así lo deseen puedan experimentar todavía una o dos nuevas reencarnaciones en este plano. Todo lo cual se ajustará a las pautas y a las tres grandes fases o etapas anunciadas, de manera más o menos metafórica, en tantas profecías (ver, por ejemplo, el Capítulo 24 del Evangelio de Mateo), aunque en última instancia será la propia Humanidad la que moldeará desde su consciencia interior las manifestaciones exteriores y materiales de la transición dimensional. En cualquier caso, el tránsito por el reiterado agujero tendrá dos características de alta significación: una de ellas engarza con lo que antiguas culturas tildaron como la Sala de los Espejos; la otra va de la mano de la aceleración del tiempo Sala de los Espejos y aceleración del tiempo Antiguas culturas como la maya vaticinaron el momento presente –los años inmediatamente anteriores a la entrada en el agujero de gusano- bajo la descripción de la Sala de los Espejos. Con ello querían explicar que los hechos del ahora colocan ante el espejo de la Realidad tanto a la Humanidad como a cada ser humano, experimentándose acontecimientos y vivencias personales y colectivas que obligan a cada cual a optar, a elegir, sin ambages ni disimulos. Cada vez con más claridad y fuerza, ante un gran numero de sucesos individuales y sociales que se acumularán ante nuestros ojos, cada ser humano deberé elegir entre dos caminos: A y B. Es decir, no entre A, B, C, D, E, etcétera, como ha ocurrido tantas veces hasta ahora en la historia de la Humanidad y en nuestra pequeña historia personal, sino entre A o B. Negro o blanco. No gris, o medio clarito, o… Negro o blanco. O lo que es lo mismo: que nuestra Voluntad siga bajo pautas de Tercera Dimensión o empiece a funcionar plenamente con criterios de Cuarta y Quinta. Y la Voluntad no son lo pensamientos, ni las intenciones, no es aquello que nos gustaría hacer, pero… . La Voluntad es la intención plasmada en acción. La elección acerca de a dónde dirigir y hacia dónde encauzar esa Voluntad es nuestra, de cada uno, pero no se podrá esquivar ni valdrán paños calientes. ~ 27 ~
Debido a lo anterior, cuando entremos en el agujero de gusano, cada ser humano, su dimensión espiritual, habrá ya tomado una opción. Y aún dentro del mismo y de manera cada vez más intensa en la medida que avancemos en el puente de Einstein-Rosen, se multiplicarán lo hechos y experiencia individuales y colectivas que obligarán a elegir el camino A o B, si bien, por las propias características de tales hechos y experiencias, cada vez será más difícil, en términos energéticos y espirituales, que quien haya optado por la vía del materialismo egóico puedan mutar hacia el camino altruista y espiritual. Entre esas características hay que resaltar la aceleración del tiempo. No es que las manecillas del reloj vayan a ir más rápidas. Es algo mucho más importante: las situaciones y experiencias se multiplicarán de tal modo que si antes nos veíamos forzado a tomar decisiones (optar por un camino u otro) sólo de vez en cuando, ahora se multiplicará la frecuencia y la intensidad con la que nos encontraremos antes hechos personales y colectivos que nos obligarán a situar nuestra Voluntad ante el camino A o el B, seguir en Tercera o saltar de Dimensión. Se multiplicarán las ocasiones para optar entre uno u otro camino y, en paralelo, cada vez será más difícil cambiar de camino. El apoyo interactivo La Tierra, la Humanidad y cada ser humano están comenzando ya a experimentar los efectos de la intersección de las energías de Cuarta Dimensión procedentes de la activación de nuevos portales interdimensionales. Este evento se manifestará gradualmente a nivel astrofísico con una intensificación de las radiaciones cósmicas procedentes del Centro Galáctico, lo que incrementa las emanaciones del Sol. Conforme se avance por el agujero de gusano, el Padre Sol actuará como transmutador y catalizador de las frecuencias energético-vibratorias que se instalarán en la Madre Tierra, generando diversos tipos de eventos geofísico-magnéticos. Esto contribuirá simultáneamente a activar el nuevo holograma energético en aquellos que estén incorporando los paradigmas energético-vibratorios de la nueva Dimensión. Se trata de un proceso de apoyo interactivo desde la “suma” a sus “partes” para ayudar a que estas proporcionen a la “suma” la masa crítica consciencial antes enunciada, así como para que las “partes” aprovechen en beneficio propio la apertura del Portal Dimensional. Más específicamente, en la medida que el Cluster Sistémico al que Ors pertenece se acerca al plano ecuatorial galáctico, recibe del Centro Galáctico su fuerza regeneradora, siendo los soles ~ 28 ~
existentes en el Cluster los que actúan como receptores de dicha fuerza energética y la distribuyen entre los planetas que giran en sus respectivos sistemas. Y, por fin, cada planeta impregna con la misma energía vibracional y frecuencial a los seres que lo habitan. En el caso de la Tierra, está recibiendo ya del Sol la citada fuerza regeneradora, especialmente en forma de rayos gamma, y la está acumulando en la denominada ionosfera, lo que está energetizando espectacularmente la consciencia del Gran Ser Vivo que es la Madre Tierra y que vibracionalmente conforma en torno a ella una gran red o rejilla consciencial. Y los seres humanos reciben la fuerza que el planeta acumula de dos formas fundamentales. Por un lado, a través de la glándula pineal, que es una auténtica antena de radiofrecuencia que conecta a cada persona con la ionosfera y las energías cósmicas. Y por otro, por medio de la respiración. ¿Cómo es esto posible?. Pues porque la activación de la red consciencial del planeta energetiza a la amplia red cristalina que está en su base física. A partir de ahí, los cristales transmiten esa fuerza tanto al agua como al reino mineral, que lo hace llegar a su vez al vegetal. Por fin, por la evaporización de las masas acuosas y el proceso de fotosíntesis de las plantas, la reiterada fuerza impregna la atmósfera, pudiendo ser absorbida por todos los seres humanos por la simple respiración (debido a ello, adquiere mayor importancia la llamada respiración consciente). Por tanto, la glándula pineal y la respiración son vehículos para que las personas hagan suyas la energía del Centro Galáctico, distribuida por el Sol y acumulada por la Tierra. El aprovechamiento de ello será mayor en función del grado consciencial y mayor o menor estado consciente de cada cual, activando componentes durmientes del ADN, concretamente de ese 97% que algunos genetistas tildan de “chatarra” y que, en verdad, es un ADN sutil e inefable, depositario de capacidades y facultades impensables para la Humanidad actual. Lo que cada cual haga a partir de ahora a nivel de crecimiento personal generará un puente energético que cohesionará y amplificará las radiaciones cósmicas que impactan en el sistema solar y planeta. Para los que vibren en la nueva frecuencia, experimentarán una transformación integral en sus cuerpos inferiores y una expansión de la consciencia cósmica-espiritual. Es importante que se comprenda que la Humanidad y la Madre Tierra están entrando en un nuevo ciclo evolutivo que supondrá una transformación profunda de los paradigmas existenciales humanos. La era del aislamiento y confinamiento ~ 29 ~
evolutivo ha finalizado, dando paso a un nuevo capítulo en la evolución e integración de la Tierra en los planetas de evolución superior Por tanto, el proceso cosmogónico descrito aporta ya un suplemento energético al sistema solar, a la Tierra (también con impactos en el cambio climático), a la humanidad y a cada persona; una sobrecarga de energía vibratoria y electromagnética que coadyuva a activar componentes durmientes o semi-durmientes del ADN humano y planetario. Pero ¡ojo!, tal suplemento de nada servirá si cada uno no realiza un trabajo propio e interior que eleve su grado de consciencia y posibilite que el Yo verdadero, nuestro Ser divinal, coja las riendas de nuestra vida. Esta es la clave: un trabajo íntimo que nos permita comprender, aceptar y asumir nuestra condición y dimensión divinal, así como la Unidad de cuanto existe. Y que abra las puertas a un Amor Incondicional que nos vuelque en el amor al prójimo. Que nadie espere que este trabajo lo haga alguien por nosotros. Ni alienígenas, ni ángeles, ni fuerzas cosmogónicas son responsables de nuestras vidas. Que cada cual asuma la responsabilidad de la suya. Por algo somos Hijos de Dios no porque nos haya creado Él, sino porque somos Él. Lo tenéis escrito en vuestro corazón: somos Todo y Uno; Creación&Creador; Creador&Creación. El tan controvertido 2012 será la plataforma de iniciación a una nueva consciencia espiritual que contribuirá a la transformación del ser humano y de la Tierra. Conforme dentro del Cluster, Ors se vaya alineando con el Centro Galáctico, las crisis colectivas e individuales se intensificarán en todos los ámbitos. Es un parto, lleno de gozo, de esperanza cierta en la Nueva Tierra y la nueva humanidad y también de contracciones y dolor. Así pues es un imperativo que se sea consciente de la importancia que supone la colaboración e intensificación del crecimiento espiritual y la necesidad de elegir entre el camino A y B, y de hacerlo sin miedos. El miedo es un implante No hay que confundir el miedo con reacciones derivadas de la condición física del ser humano en su condición de animal mamífero. Verbigracia, una cosa es el miedo y otra el instinto de conservación. El miedo es algo más profundo, más denso, más extenso. Algo que impregna nuestra vida y nuestro día a día. Nos llena de dudas, de interrogantes, de suposiciones, de conjeturas, de prejuicios,… ¡hasta se manifiesta en el temor a Dios!.
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Pero lo cierto es que no hay ningún motivo para sentir miedo a nada ni a nadie. Nuestro Yo Verdadero es divino y eterno. Y el Diseño Inteligente del Universo cristaliza, entre otras cosas, en una Providencia que nos hace fluir en Amor y nos atiende y cuida amorosamente, como todos los grandes Maestros siempre han enseñado y Cristo-Jesús resumió hablando del Amor del Padre y poniendo el ejemplo de los lirios del campo y las aves del cielo. La muerte no existe. Y nadie nos puede quitar nada porque toda la Creación es nuestra y nosotros mismos somos creadores. ¿Miedo a qué?. Civilizaciones enteras de otros mundos integrados en el Cluster sistémico al que se viene haciendo mención desconocen el miedo. Y les resulta curioso que los seres humanos lo sientan, aunque saben el por qué. Conocen como, con ocasión de la absorción energética antes citada de pasada, a propósito del hundimiento de la Atlántida, las mismas entidades que llevaron a cabo tal absorción, impidiendo el salto dimensional de la Tierra, implantaron el sentimiento del miedo en la dimensión energética de las personas. ¿Cómo? A través de la red mental que enlaza y conexiona a todos los seres humanos –valga el ejemplo de los ordenadores, que están hoy todos conectados por medio de Internet- y cuya existencia ha sido descubierta por la ciencia merced en el avance de los denominados campos mórficos o morfogéneticos. Esa red mental es maravillosa y ayuda evolucionar a la Humanidad de manera cooperativa. Pero también puede ser utilizada para introducir ideas y pensamientos ajenos a la propia naturaleza humana, de modo semejante a como los hackers infectan con virus Internet. Y ha llegado el momento de que el ser humano se quite tal implante: la clave es el Amor. El Amor disuelve el miedo. El Amor a uno mismo es la llave del conocimiento interior que nos muestra nuestra esencia divina y eterna y la capacidad que poseemos como co-creadores de una Creación que es nuestra y está a nuestra disposición. Y el Amor a uno mismo se proyecta hacia el Amor a los demás, derribando prejuicios, dudas, suposiciones. ¡Utiliza tu Voluntad, enfócala hacia el salto dimensional, Ama incondicionalmente y elimina el implante del miedo de tu esencia energética y vibracional! Salto dimensional y crisis En estos momentos nos encontramos despertando a la consciencia de Cuarta Dimensión y la sentimos sobrepuesta sobre la Tercera. Por eso, a nivel ~ 31 ~
humano estamos pasando por la necesidad de compartir con grupos, revisar nuestras relaciones, buscar sanación y crecimiento con terapias. También es la causa del desmoronamiento de estructuras físicas, económicas y políticas por mucho tiempo establecidas, que ya no se corresponden con esta nueva vibración. Y cada vez vamos a ver más cambios a todos los niveles de aquello que no se corresponda con la nueva energía. Lo que actualmente se llama crisis se inscribe plenamente en este proceso. Y no es una crisis, es una mutación del sistema imperante unida a enormes cambios de carácter multidimensional (económicos, alimentarios, ecológicos, culturales, sociales, de valores,…) que coincide con la reiterada expansión consciencial y dimensional. Se examinan seguidamente los perfiles y notas distintivas más significativas de esta mutación a la que se continúa denominando crisis. Y se va a hacer para que la información contribuya a quitar los miedos. Y para que la luz del Amor vaya inundando todo, también la economía, abriendo paso a una Economía del Corazón.
2. CRISIS VERSUS MUTACIÓN 2.1. ¿QUÉ ESTÁ PASANDO? Se habla y escribe sin parar de crisis, de recesión, de depresión. Los análisis, más o menos sesudos, más o menos interesados y subjetivos, se suceden con celeridad. Y se superponen unos a otros procurando examinar, explicar o valorar lo que está aconteciendo y sus impactos sobre la economía, la política, la sociedad y cada individuo. Mientras, el tiempo pasa y una nueva realidad se va imponiendo poco a poco y por la vía de los hechos, sin que haya consenso en el diagnóstico de sus perfiles y características y, muy especialmente, sin que se sepa qué hacer y cómo reaccionar ante sus nocivos efectos. Los ciudadanos nos miramos unos a otros sorprendidos, muchos con miedo ante el presente y el futuro y sumidos en un escepticismo creciente ante todo y ante todos. La economía real se doblega ante la monetaria. Y los empresarios constatan con estupor como el devenir de su empresas ya no depende de su trabajo o inteligencia, ni de la marcha en sentido estricto de su sector de actividad, ni de la bondad de su producto o servicio y de su estrategia empresarial, sino que ~ 32 ~
ha quedado a merced de los criterios y prioridades de aquellos que manejan y controlan el grifo de la financiación bancaria. En paralelo, las instituciones democráticas se muestran incapaces de reaccionar y su credibilidad se diluye con inusitada rapidez. Y los gobiernos trasforman en razones de Estado las razones del mercado financiero y se pliegan a éste con cinismo y descaro y sin siquiera experimentar una vía distinta para salir de lo que parece un callejón sin salida. Y un modelo social, el Estado del Bienestar, forjado con tesón durante gran parte del siglo XX, sufre un fuerte seísmo que afecta a sus cimientos, cuestiona sus señas de identidad y amenaza con provocar su derrumbe de aquí a un puñado de años. ¿Qué es lo que realmente está pasando?. Pues, sencillamente, que no estamos ante una crisis, aunque tanto se hable de ella, sino ante una mutación pura y dura del sistema socioeconómico vigente. Una mutación que nos revela algo mucho más profundo que la crisis económica y financiera que tenemos a primera vista. En el fondo, se trata del síntoma más visible de una crisis cultural, de una crisis de valores y de una crisis de civilización. Y en estos momentos de incertidumbre que vivimos, también podemos disfrutar del trabajo creativo y la capacidad co-creadora de las personas. Como señala Jordi Pigem en su libro Buena crisis, están emergiendo en nuestra consciencia diferentes aspectos, ideas e iniciativas que pugnan por encontrar un nuevo camino donde expresarse, desde el convencimiento de que la mayor transformación de nuestra época es la que ha de ocurrir en el corazón humano, la mayor fuente conocida de energía limpia y renovable. Se puede hablar de una explosión de creatividad y de esperanza hacia una nueva “era postmaterialista”, un horizonte hacia el cual podemos mirar con esperanza e ilusión porque promete ser mucho mejor que el actual. No en balde, la palabra crisis viene de un término médico empleado para describir el momento en el cual el paciente sana o empeora. Si sana, se decía tradicionalmente que el paciente había tenido una crisis feliz, favorable o una buena crisis. Estamos en un sistema que ya estaba enfermo y ha entrado en crisis, es decir, puede empeorar y volverse más hacia la sed de control, la violencia, la alienación o bien puede transformarse hacia un mundo más sano, más sensato, más ecológico, más justo y más sabio.
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Además de la crisis financiera, tenemos evidencias de una crisis ecológica, una crisis alimentaria en muchos países del mundo y de la desaparición forzada de culturas y comunidades, así como de multitud de especies vegetales y animales. Y vemos en nuestra sociedad que hay crisis a nivel de educación, sanidad, de valores, de relaciones entre padres e hijos, entre parejas, en múltiples niveles. No es casualidad que vivamos en una época de tantas crisis, pues como se examinará más adelante nos hallamos en la Sala de los Espejos anunciada por antiguas culturas. Disponemos de un potencial tecnológico y humano fascinante pero no parece que tengamos muy claro cuál es nuestro papel en el mundo y en la Creación. Los medios de comunicación -sobre todo la publicidad- nos dan a entender que el sentido de la vida radica en consumir, pero eso no nos lleva a una vida realmente plena. La ideología del crecimiento económico ilimitado ha entrado también en crisis. Formamos parte de una cultura que ha creído que el ser humano está por encima de la Naturaleza, que ha creído que para prosperar hay que competir, que somos seres individuales radicalmente aislados los unos de los otros... Estamos influidos por toda una serie de percepciones culturales –una visión- que no corresponden con lo que la ciencia nos está revelando desde hace muchos años. Si crees en la belleza, tenderás a nutrirte de arte, de música, de poesía. Si crees en la solidaridad te dedicarás a ayudar al prójimo, pero si crees que lo que verdaderamente importa es la materia buscarás en tu vida sólo aquello que es material y te dedicarás a acumular posesiones materiales. El funcionamiento del materialismo es similar al de una droga, que te llena mientras consumes y luego te deja vacío. Así es como funciona. Pero ahora mucha gente percibe que esa visión y ese sistema de creencias que nos fascinaba, esa seducción por la cultura del consumismo y el materialismo, son falsos. Hace treinta años ya había críticos que advertían que el crecimiento económico ilimitado es imposible, pero ahora lo vemos casi todos. Como decía el economista Kenneth Boulding, “quien crea que el crecimiento exponencial puede continuar para siempre, o es un loco o es un economista”. Nos estamos dando cuenta de que este sistema no funciona. Y ese es el primer paso para cambiar.
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2.2. SOBRE LA TEÓRICA CRISIS Y SUS IMPACTOS Hechos que van más allá de lo que una crisis supone La noción de crisis va ligada a la percepción de un cierto carácter fortuito de su estallido y generación, y a la idea de que, pasado un tiempo, las cosas volverán a ser como antes. Pero no estamos ante una crisis, sino ante una mutación. Y ésta no es fortuita, sino que deriva de la evolución y de la “lógica” del sistema imperante; y en su esencia y razón de ser subyace precisamente el objetivo de que las cosas nunca vuelvan a ser como antes. Sólo en la comprensión e interiorización de que el sistema socioeconómico ha mutado puede entenderse el por qué y el auténtico calado de determinados hechos y situaciones que se han querido asociar a la llamada crisis, pero que, obviamente, desbordan por su entidad lo que una crisis, por fuerte que sea, representa y supone. ¿Cuáles? Sin ánimo de exhaustividad, cabe citar: +la curiosa transformación en crisis de los Estados y de las haciendas públicas de lo que inicialmente fue una crisis de los bancos y del sector financiero privado; +la colosal dimensión y cuantía del dinero público que ha sido canalizado y transferido a las sociedades financieras y bancarias privadas; +derivado de los dos puntos anteriores, la concatenación de acontecimientos que ha permitido que lo que se insiste en denominar crisis tenga como grandes beneficiados los mismos que la provocaron; +la certeza de que todo lo ocurrido no sólo afecta al campo económico, sino que impacta en otros muchos ámbitos y, muy especialmente, en la esfera política e institucional hasta llegar a cuestionar la propia democracia, dado el evidente y nada disimulado sometimiento de los Estados-Nación y los poderes públicos a los intereses y estrategias de la banca privada internacional y los mercados financieros globales. Merece la pena que nos detengamos, aunque sea de modo sintético, en estos cuatro puntos.
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Transformación de la crisis de los bancos privados en crisis de los Estados y las haciendas públicas Es bien conocido que lo que se ha dado en calificar como crisis se ha desarrollado en dos grandes fases desde su origen hasta el momento actual. La primera tuvo a la banca privada como protagonista principal. Se trató, en concreto, de la crisis financiera y bancaria que, arrancando en Estados Unidos, se extendió luego a Europa y terminó por afectar a la economía global. La citada banca la conforman sociedades mercantiles con propietarios privados. Durante lustros obtuvieron multimillonarios beneficios hasta que, finalmente, su propia voracidad especulativa desencadenó la citada crisis financiera. La segunda fase se ha caracterizado por un cambio de escenario desde el ámbito privado al sector público, a los Estados mismos. En este caso, el detonante ha sido el endeudamiento creciente de las haciendas públicas de muchos países hasta acumular niveles de deuda cuya magnitud cuestiona la solvencia de los propios Estados para su cobertura y financiación. ¿Están ambas fases interrelacionadas? Es obvio que sí, aunque proliferan los intentos de que la fase primera vaya cayendo en el olvido, lo que llevaría a contemplar la segunda, el endeudamiento de los Estados, como un fenómeno autónomo, independiente y, por ende, ajeno a los comportamientos y movimientos de la banca privada. Pero resulta indudable que las dos fases están radicalmente conectadas y tienen un claro nexo de unión: el dinero que las entidades públicas han canalizado a la banca privada para salvarla de la bancarrota. No en balde, dicha banca, cuando su propia ansia de ganar lo más posible en el menor tiempo posible la metió en el atolladero, alzó la voz para reclamar lo que, desde posiciones ultraliberales, ferozmente tanto criticaba: la intervención del Estado con fondos y ayudas para tapar los agujeros derivados de sus operaciones especulativas y limpiar sus activos hipervalorados. Y los Estados atendieron sus demandas, canalizando dinero público hacia la banca privada. Ha sido así como la crisis de los bancos se ha transformado en la crisis de los Estados.
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10 billones de euros de dinero público para la banca privada Lo que se acaba de exponer obliga a plantear una cuestión absolutamente fundamental para entender todo lo que está aconteciendo: ¿cuánto dinero público se ha canalizado a la banca privada? Los principales directivos de los más importantes bancos centrales del planeta –los que emiten el dinero y deberían controlar los flujos y comportamientos financieros- celebraron un encuentro en Suiza el 9 de noviembre de 2009. Al finalizar la reunión, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), JeanClaude Trichet, fue el encargado de actuar como portavoz y difundir una información que no tiene desperdicio: el dinero público destinado, en los países que conforman el G20 (las veinte naciones con mayor potencia económica del planeta), a ayudar a la banca privada ascendía ya en aquella fecha a 10 billones de euros (el 60 por ciento de esa cifra, 6 billones de euros, corresponde a Estados de la Unión Europea), montante equivalente al 17% del PIB mundial o a lo que ha generado y movilizado la economía española durante los últimos 13 años. Casi coincidiendo en el calendario con la indicada reunión de bancos centrales, se celebró en Roma la Cumbre Mundial sobre Seguridad Alimentaria. Con los datos barajados durante ella se llega a la conclusión de que el dinero público canalizado a la banca privada multiplica por 185 los fondos anuales precisos (54.000 millones de euros) para acabar totalmente con la hambruna en el mundo, por lo que con esos 10 billones de euros se podría haber eliminado completamente el hambre en el planeta ¡hasta el año 2194!. Cuando se escriben estas líneas, ha transcurrido un año y medio desde la información precedente. Lo más probable es que la indicada cifra de diez billones de euros, siendo colosal, se haya quedado pequeña, pues las ayudas públicas a la banca privada han seguido en aumento a escala internacional. Con todo, sea cual sea la cuantía actualizada, la conclusión continuará siendo la misma: ¡la crisis ha tenido como beneficiados a los mismos que la provocaron!. La crisis tiene unos grandes beneficiados: los mismos que la provocaron Sabemos que la cadena de acontecimientos que se suelen englobar en la llamada crisis estalló por la voracidad especulativa de la banca privada internacional. También sabemos quienes son sus principales perjudicados, ~ 37 ~
particularmente los millones de personas que engrosan las cifras de paro. Sin embargo, se habla menos de que la crisis tiene unos grandes beneficiados. ¿Quiénes? Los mismos que la provocaron, que, como se ha subrayado, han recibido ayudas publicas por montante, tan colosal como inaudito, de 10 billones de euros. Esto fuerza a revisar una convicción tan extendida como errónea: la de que la indicada voracidad especulativa de la banca internacional es una anomalía que puede y debe ser corregida. Nada más lejos de la realidad. Lo cierto es que tal voracidad constituye su naturaleza intrínseca. Y se materializa en el objetivo central que motiva y guía todas sus actuaciones: alcanzar el mayor beneficio posible en el menor plazo posible. Y esto no admite corrección. Al contrario, obliga a que sea todo el entorno socioeconómico el que cambie con la finalidad de que la “lógica” bancaria y financiera se despliegue con la mayor comodidad posible. Es por esto por lo que, en el colmo del cinismo y haciendo ostentación de su poder global, esa banca y esa élite, a poco que han recuperado oxígeno gracias al apoyo público, han vuelto a ondear las banderas del liberalismo a ultranza, reclamando “reformas” que desde hace tiempo esperan convertir en realidad. Y la ocasión, según ellos, ha llegado aprovechando el desconcierto general desencadenado por la denominada crisis, los miedos que la acompañan, la debilidad política de los Gobiernos por la pérdida de confianza ciudadana y el endeudamiento masivo de las haciendas públicas: tú (Estado) te arruinas para atajar la crisis que yo (banca) he causado para salvarme de la bancarrota; ahora, una vez que yo me he salvado y tú te has arruinado, te ves obligado a pedirme prestado el dinero que necesitas para financiar el déficit público, con lo que tú (Estado) quedas a merced de mis intereses (banca). ¡Genial! La paradoja es tremenda: +Los Estados se endeudan hasta las cejas para salvar a los grandes bancos de la quiebra (generando una liquidez masiva, comprando activos de mala calidad, garantizando las emisiones de la deuda privada y entrando en el capital de las entidades, nacionalizándolas durante un rato) y para financiar masivamente programas de estímulo e inversión al objeto de que no caigan sectores productivos enteros en los concursos de acreedores y en las quiebras masivas.
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+Y hecho lo anterior, los Estados son acusados de derrochadores e incompetentes por los mismos que fueron auxiliados con el dinero de los contribuyentes. Las agencias de calificación de riesgos, esas tres empresas privadas que actúan a escala internacional en régimen de oligopolio sin regulación alguna y que concedieron sus máximas calificaciones a empresas como Enron, a bancos como Lehman Brothers y a los productos derivados opacos y fuera del balance de las entidades, se ponen ahora estrechas y rebajan las posibilidades de países enteros, con lo que ello supone de sufrimiento para sus ciudadanos. En cuanto a las “reformas” reclamadas por la banca y la élite financiera internacional, nos las sabemos de memoria. Todas tienen idéntico fundamento: los ciudadanos y los trabajadores son los responsables de que las cosas no marchen como debieran, que el sistema productivo no sea competitivo, que las empresas no obtengan beneficios para poder crear empleo, que al Estado no le salgan las cuentas. Y es que, comienza la retahíla, los salarios son muy altos, falta flexibilidad en el mercado de trabajo, despedir es excesivamente caro, la jornada laboral demasiado corta, queremos indolentemente que desde lo público se proporcionen buenos servicios sociales, de educación o de salud y, en el no va más del desatino, pretendemos jubilarnos con tiempo vital por delante para disfrutar de la pensión. Todo es, por tanto, culpa de nuestra insensatez. A poco que pase un tiempo, reescribirán la historia para convencernos de que hasta la calificada como crisis fue originada no por su avaricia, sino por la irresponsabilidad de trabajadores, jubilados, ciudadanos,… No es solo la economía, es la democracia Por todo lo enunciado, es bastante obvio que la crisis es mucho más que una crisis. Consiste en la plasmación de unas nuevas reglas de juego que implican, de facto, una mutación en el sistema socioeconómico vigente. Lo cual halla la prueba en otro componente fundamental de todo lo que está sucediendo: el radical vaciamiento de contenidos de lo que hasta ahora era la democracia. El escepticismo ciudadano y la creciente pérdida de credibilidad de las instituciones deriva precisamente de que, consciente o inconscientemente, la gente siente y percibe que los poderes políticos se han doblegado al poder económico-financiero y actúan bajo su batuta.
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Años atrás, los bancos privados lograron establecer el criterio de que los bancos centrales no pueden financiar a los gobiernos. Era la manera de garantizarse para ellos el gran negocio de la deuda pública cuando se produjera y, al mismo tiempo, lograr que ésta fuera sustituida paulatinamente por la privada, mucho menos controlada y más rentable para la banca. Así, cuando los gobiernos han incurrido en déficit para hacer frente a la crisis que los bancos provocaron resultaba que eran esos mismos bancos quienes podían financiarlos para que dispusieran de recursos suficientes. Se ha generado un negocio redondo en lo financiero y en lo político. Puesto que ahora disponen de una situación de privilegio frente a los gobiernos, porque éstos deben recurrir necesariamente a ellos para obtener recursos, les han impuesto unas condiciones políticas draconianas. Ese es el origen de los planes de ajuste que los gobiernos, que han cedido a estos chantajes, están aplicando. Si de verdad se quisiera dinamizar la actividad económica y el empleo no se frenaría la demanda, ni se permitiría que el dinero de los bancos vaya a otro sitio que no sean las empresas y familias. Si verdaderamente se quisiera crear condiciones para cobrar la deuda en el futuro no se debilitaría la capacidad potencial de crecimiento de las economías. No hay razones de fondo, ni científicas ni siquiera para aumentar los beneficios empresariales que justifiquen la reducción del gasto público, la reforma laboral, la privatización de servicios o de las pensiones. Solo se busca privilegiar la capacidad de acción de los grandes financieros. Buscan ganar más, como siempre, pero ahora necesitan hacerlo sin trabas políticas. No en balde, para incrementar sus beneficios en el mayor nivel posible y en el plazo más corto posible van a tener que hacer cada vez más barbaridades y destrozar de modo más evidente la economía, el medio ambiente y la justicia social. Por tanto, lo que está en juego no es solo una cuestión salarial, ni un tijeretazo más o menos grande a los gastos de Estado. Y lo que peligra no es sólo la supervivencia del Estado del Bienestar. Lo que verdaderamente está en juego y peligra es la democracia y la libertad. Un nuevo escenario a escala global. Instrumentalmente, el sistema, tras su mutación, utiliza el eje Norteamérica (Estados Unidos) - Extremo Oriente (China) como referente geopolítico y territorial para su afianzamiento y expansión, lo que va unido a la marginación de Europa y el vaciamiento efectivo y premeditado de la Unión ~ 40 ~
Europea, que vivirá un proceso de nítido empobrecimiento y desarticulación del llamado Estado del Bienestar. No obstante, el sistema carece realmente de preferencias territoriales, salvo las que derivan de sus actuaciones especulativas y cortoplacistas, lo que provocará escenarios cambiantes de política internacional y el uso premeditado y selectivo de las contiendas bélicas, locales y globales, en la dinámica especulación-acumulación. Los avances tecnológicos quedan al servicio de esa misma dinámica, de modo que su rentabilidad no es ni será la socialmente deseada (energías libres, economía de la abundancia,…), sino la que interesa a la élite dominante (economía de la escasez, sometimiento del complejo científico-tecnológico a los requerimientos de maximización del beneficio y aprovechamiento privativo de los adelantos e innovaciones).
2.3. NO ESTAMOS ANTE UNA CRISIS, SINO ANTE UNA MUTACIÓN DEL SISTEMA SOCIOECONÓMICO Señas de identidad del sistema vigente y grandes fases de su evolución hasta la actual mutación Por lo apuntado en el epígrafe previo, aunque se hable sin parar de crisis y de la crisis, no estamos ante tal cosa, sino ante algo bastante más intenso y profundo: una mutación del sistema socioeconómico imperante. No se trata, por tanto, de algo pasajero o cíclico, sino de una nueva fase en el devenir del propio sistema. Para discernir mejor lo que tal mutación representa y conlleva, conviene recordar que el sistema vigente, al que comúnmente se le da el nombre de capitalismo, ostenta desde su aparición -en la Inglaterra del siglo XVI, aseguran los libros de historia económica- una serie de señas básicas de identidad. En el cuadro siguiente se sintetizan las mismas destacando siete de ellas:
Sistema socioeconómico imperante: señas básicas de identidad +Prioridad del valor de cambio y marginación del valor de uso, lo que pone en solfa cualquier verdadera escala de valores. ~ 41 ~
+Maximización del beneficio como objetivo primordial.
+No atención a la distribución social de la riqueza: acumulación del capital en pocas manos, exaltación de la propiedad privada,… +Despreocupación ecológica: la Naturaleza y el planeta en su conjunto están al servicio del objetivo de maximizar el beneficio y de los intereses del sistema. +Geoestrategia expansionista permanente, incluso mediante el uso de conflictos y confrontaciones bélicas. +Fomento entre los seres humanos de una visión egocéntrica, del mundo y de su propia vida, encadenada a una mal entendida mentalidad “racionalista” y ajena a cualquier sentido trascendente de la existencia. +Sometimiento de la ciencia y los avances técnicos y tecnológicos a la maximización del beneficio, la geoestrategia expansionista y la visión egocéntrica.
Sobre estas bases, el sistema se ha desarrollado y desplegado hasta llegar a la presente mutación. En su evolución, hay que diferenciar tres grandes fases: +Origen y primera evolución: siglos XVII y XVIII. +Con y tras la Revolución Industrial: siglos XIX y XX. +Mutación actual, con y tras la Revolución Tecnológica: siglo XXI. En los cuadros que siguen se resumen las características fundamentales de cada una de ellas.
Fase 1 Origen y primera evolución: siglos XVII y XVIII 1. Característica Mercantilismo: creación y ampliación de ~ 42 ~
Básica 2. Eje Sectorial 3. Agente Hegemónico 4. Geoestrategia Expansiva 5. Perfil Institucional 6. Referente Territorial 7. Arquetipo Simbólico
mercados (locales, regionales, nacionales) Comercio Comerciante (mercader) Conformación de mercados nacionales Instituciones pre-democráticas
regionales
y
Europa Roedor: ardilla, ratón,…
Fase 2
Con y tras la Revolución Industrial: siglos XIX y XX 1. Característica Productivismo: maximización de la producción y Básica la productividad 2. Eje Industria Sectorial 3. Agente Empresa Hegemónico 4. Geoestrategia Colonialismo y configuración de mercados Expansiva internacionales 5. Perfil Instituciones democráticas Institucional 6. Referente Europa – Norteamérica Territorial 7. Arquetipo Mamífero panterino: león, tigre,… Simbólico Fase 3
Mutación actual, con y tras la R. Tecnológica: siglo XXI 1. Característica Especulación cortoplacista: mayor beneficio Básica posible en el menor tiempo posible. 2. Eje Financiero Sectorial 3. Agente Banca Hegemónico ~ 43 ~
4. Geoestrategia Expansiva 5. Perfil Institucional 6. Referente Territorial 7. Arquetipo Simbólico
Globalización y conformación de mercados globales. Instituciones post-democráticas Norteamérica – Extremo Oriente Reptil: cocodrilo, lagarto,…
Del ahorro y el capitalismo productivo al consumo, la deuda y el capitalismo financiero El sistema se ha preparado durante las últimas décadas para acometer este verdadero cambio de piel. Paulatinamente, la base de sus beneficios dejo de ser el rendimiento del trabajo para centrarse en el consumo. Un consumo que, en orden a maximizar las ganancias, tenía que ser masivo y constante, para lo que hubo que superar uno de los pilares esenciales del modelo de mercantilismo surgido de la Revolución Industrial: el ahorro, fundamento de la inversión. De este modo, se rompió la columna vertebral del capitalismo productivo y el sistema creo las condiciones para preparar su actual mutación. No en balde, el ahorro llevaba implícita una determinada moral social y estilo de vida: si uno deseaba algo, pero no podía permitírselo, intentaba ahorrar para poder comprarlo; y si el objeto del deseo estaba fuera del alcance, no había más remedio que reprimir el deseo. Ahorraba quien podía, por consiguiente, y prescindía del deseo quien no podía ahorrar. Contrariamente, para desarrollar una sociedad de consumidores era preciso generar el deseo irreprimible de consumir y facilitar tal consumo. En respuesta a este objetivo, se desplegaron las velas del crédito, el préstamo y la deuda, apareciendo poco a poco nuevos instrumentos financieros, como la tarjeta de crédito, que daban a todos los objetos del deseo la posibilidad de ser comprados. Y en este punto fue cuando la deuda se transformó en el principal generador de beneficios. Uno debe pagar sus deudas en algún momento, pero una refinanciación –deuda sobre deuda– permite salir del paso. De oca en oca en oca, de deuda en deuda, se avanza hacia el colapso o… hacia una nueva clase de esclavitud: vivo para devolver lo que me han prestado, aunque sea a costa de trabajar más ahora para pagar la hipoteca, aceptar a regañadientes un ~ 44 ~
determinado tipo de vida y hacer mías unas reglas sociales de juego con las que no estoy de acuerdo. Finalmente, los bancos han conseguido transformar a una inmensa mayoría de hombres y mujeres, en expresión acuñada por Zygmunt Bauman, en una “raza de deudores”. El Estado no ha sido ajeno a este empeño y ha contribuido a consolidar esa nueva raza hasta configurar a la hacienda pública como la principal y gran deudora. Ahora, la raza de deudores y los Estados están a merced de la banca internacional, que los domina y controla (esclaviza) a través de la gestión del crédito, que restringe y encarece cuando ello es pertinente para sus fines. Para continuar ahondando en los contenidos e impactos de la mutación que vive el sistema socioeconómico en el arranque del siglo XXI, hay que detenerse en los factores y elementos claves que la han hecho posible. Entre ellos, sobresalen cuatro: +la nueva funcionalidad del dinero; +el protagonismo del mercado financiero; +la hegemonía de la élite económica; y +la creación de una “raza de deudores”, en expresión acuñada por el sociólogo y filósofo polaco Zygmunt Bauman. La nueva funcionalidad del dinero Para los economistas clásicos y neoclásicos (desde la segunda mitad del siglo XVIII hasta las primeras décadas del XX) la función del dinero se ceñía a la de ser “medio de pago” al servicio de la “economía real” (producción, recursos y materias primas, actividad empresarial, trabajo,…). En consonancia con ello, describieron metafóricamente al dinero como un “velo” que cubre la economía (como el aceite que engrasa una maquina). Sin embargo, esta percepción ha pasado a la historia. Hoy día, el dinero no es un “medio”, sino el “fin”. Y ha dejado de ser un “velo” para convertirse en la razón de ser y el corazón de la economía (ya no es el aceite que engrasa la maquina, sino la maquina en sí).
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De esta transfiguración en la funcionalidad del dinero dimanan consecuencias muy notables, entre las que descollan dos: +Los bancos, a los que los manuales de economía aún relegan al papel de actores secundarios con la denominación de “intermediarios” financieros, ya no se ajustan a este rol de simples agentes de mediación en los flujos monetarios y entre los actores económicos protagonistas, sino que son las verdaderas estrellas y la máxima autoridad del escenario socioeconómico, en el que intervienen y proceden sin disimulos y abusivamente como juez y parte. Todos –empresas, familias,..- somos testigos cotidianos de esta supremacía de los bancos y del frío autoritarismo con el que la ejercen. +El mundo del dinero contamina todo el sistema con su peculiar visión de las cosas, de corte global, especulativo y cortoplacista, y ha impuesto como regla general y norma de funcionamiento obligado el ganar lo más posible en el menor tiempo posible, no dejando para mañana lo que se pueda obtener hoy, aunque con ello se pongan en solfa los beneficios de pasado mañana. Expresado coloquialmente, la especulación global y cortoplacista implantada por la primacía del dinero ha abierto la veda contra las gallinas de los huevos de oro cuya salvaguarda tanto ha preocupado tradicionalmente a las empresas de bienes y servicios: ya no hay problema en acabar con esas gallinas porque la especulación monetaria es una fuente inagotable (por ahora) de beneficios que, además, son acaparados cada vez por menos manos. El antiguo “medio” se ha emancipado de la economía real y, lejos de seguir a su servicio cubriéndola cariñosamente con un “velo”, ha puesto a sus pies la totalidad del sistema socioeconómico. Se ha dado la vuelta a la tortilla: el dinero ya no apoya las metas y propósitos del engranaje productivo y su dinámica, sino que cuenta con sus propios intereses y objetivos, estrictamente especulativos y eminentemente cortoplacistas, a los que han quedado sometidos tanto los sectores productivos privados como las instituciones públicas. El protagonismo del mercado financiero A este sometimiento ante el despotismo del dinero es al que, sin quererlo reconocer, hacen mención los responsables políticos y empresariales y los medios de comunicación cuando utilizan el eufemismo de los “mercados” cual sinónimo de algún tipo de potestad, dominio o fuerza que obliga a los gobiernos, a la sociedad, a las empresas, a las familias y a los ciudadanos a ~ 46 ~
seguir sus directrices económicas y políticas, su escala de valores y hasta su forma de concebir la vida. Sin embargo, no son los “mercados”, en general (de materias primas, de bienes, de servicios, el laboral,…), los que imponen su ley, sino uno muy particular y específico: el mercado financiero, que es el propio del dinero y su lógica. El mercado financiero es uno, no varios –más adelante se insistirá en este aspecto, que es esencial para comprender muchas cosas- y es global. Está conformado por una extensa y diversificada batería de sociedades y corporaciones (bancos, fondos de inversión, operadores en los mercados bursátiles, de bonos y de divisas, agencias de “raiting”, compañías de seguros,…) en pleno y avanzado proceso de concentración mercantil a escala internacional, es decir, manejadas cada vez por menos manos, esas a las que se acaba de aludir como acaparadoras de los beneficios generados por la especulación monetaria, global y cortoplacista. Todas y cada una de estas entidades participan de una idéntica y particular ideología, que tiene como pilares el binomio especulación/globalización y la práctica del “todo vale” para ganar lo más posible en el menor tiempo posible. Se trata a todas luces de una visión categóricamente “subjetiva” –la que corresponde a sus metas- de la economía y la sociedad. Sin embargo, los “mercados”, es decir, el mercado financiero y sus componentes, revisten su peculiar ideología con propuestas, fórmulas y prescripciones que osan calificar de “técnicas” y “objetivas”. Sorprendentemente, todos los demás resortes económicos y de poder, incluido el político, se prestan sumisamente al engaño y admiten sin rubor la pretendida neutralidad de esas recetas socioeconómicas. Y no sólo eso, sino que, ante ellas, se pliegan y repliegan. Los llamados bancos centrales, esto es, los que emiten el dinero de cada país o supranacionales (el Banco Central Europeo, en el caso de la UE y el euro; la Reserva Federal, emisora del dólar en Estados Unidos; etcétera) y los organismos monetarios internacionales (Banco Mundial, FMI,…) no son ajenos a este juego del despiste y el sometimiento. Al contrario, lo fomentan y multiplican en la medida de sus posibilidades, que son abundantes. Se han especializado en la presión a los Estados –un chantaje apabullante y nada oculto: te presto y facilito fondos y ayudas siempre que tu política sea la que yo te indico- y en etiquetar y difundir como “objetiva” y “técnica” la ideología que interesa al mercado financiero, contribuyendo a que éste, finalmente, haya impuesto sus criterios a gobiernos, empresas de bienes y servicios, familias y ciudadanos. ~ 47 ~
La hegemonía de la élite económica Otra gran mentira, quizá la mayor, promovida por el mercado financiero consiste en hacer creer que él mismo y las entidades que lo constituyen son entes impersonales y ajenos a cualquier influencia que no sea la buena marcha de las propias entidades -que, además, “venden” como equivalente a la buena marcha de la economía en su conjunto-. Obviamente, es un absoluto disparate. Pero se insiste en él desde múltiples instancias, que se esmeran en darle credibilidad. ¿Por qué tanto interés en sostener ese dislate de la “impersonalidad” del mercado financiero y las entidades que lo componen”? Primero, porque es vital para alimentar la reiterada percepción “objetiva” y “técnica” de sus propuestas e imposiciones. Y segundo y sobre todo, para procurar que pase desapercibido un hecho de gran trascendencia: el mercado financiero y las sociedades y corporaciones que lo conforman son simplemente la manifestación exterior y organizada –la punta del iceberg- de los fines, deseos y actuaciones de la élite que es su propietaria y que, a través del mercado financiero, controla ya la totalidad del sistema socioeconómico. Una élite económico-financiera transnacional con caras, nombres y apellidos, pero que a toda costa quiere permanecer en el mayor anonimato posible. Y que, tras largo tiempo intentándolo, ha logrado alzarse con el mando a escala mundial, de manera omnímoda y con carácter depredador. Como es un tema crucial para entender la mutación que experimenta el sistema, el próximo epígrafe se dedicará monográficamente a esta élite económico-financiera. Allí se examinarán con detalle sus principales características y los rasgos más significativos de su comportamiento. Pero previamente hay que plantear y contestar esta pregunta: ¿cómo ha conseguido esa élite acumular tanto poder? Para responderla con rigor, habría que escarbar en la historia y hasta en la protohistoria de nuestra civilización. Como ello escapa del marco de estas páginas y ciñendo la reflexión a la última centuria, al objeto de comprender especialmente como se ha producido el tránsito de la Fase 2 a la 3, hay que poner sobre la mesa la existencia a una “raza de deudores”.
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“Raza de deudores” En la transición entre las citadas fases ha sido clave la gradual transfiguración del capitalismo productivo, cuyos cimientos eran el ahorro y el rendimiento del trabajo, en un capitalismo financiero que ha impulsado el “consumo/consumismo” con la premeditada finalidad de expandir la deuda (el crédito, los préstamos,…) y convertir a los individuos y a la sociedad en una “raza de deudores”, como Zygmunt Bauman ha diagnosticado y mostrado con detalle en varias de sus últimas obras (verbigracia, Does ethics have a chance in a world of consumers?; Harvard University Press; Cambridge, Massachusetts, 2009). Si Karl Marx, al escribir acerca de la alienación que mantiene al capitalismo, se refirió a la religión como opio del pueblo, los argumentos de Bauman conducen a la conclusión de que el sistema ha cambiado de sustancia alienante: las “iglesias” han pasado a un segundo plano; ahora prefiere la deuda. Vivir del crédito, afirma Bauman, “crea quizás más adicción que la droga”. Efectivamente, el sistema se ha preparado durante las últimas décadas para acometer este verdadero cambio de piel –de león a reptil, siguiendo los arquetipos antes usados-. Paulatinamente, la base de sus beneficios dejó de ser el rendimiento del trabajo para centrarse en el consumo. Y el consumo, en orden a maximizar las ganancias, debía ser masivo y constante, para lo que hubo que superar uno de los pilares esenciales del modelo de capitalismo surgido de la Revolución Industrial (Fase 2): el ahorro, fundamento de la inversión. De esta manera, el sistema optó por romper la columna vertebral del capitalismo productivo y con el “consumo/consumismo” creó las condiciones para preparar y acometer su actual mutación (Fase 3). Como Bauman ha escrito, el ahorro llevaba implícita una determinada moral social y un estilo de vida: si uno deseaba algo, pero no podía permitírselo, intentaba ahorrar para poder comprarlo; y si el objeto del deseo estaba fuera del alcance, no había más remedio que reprimir el deseo. Ahorraba quien podía, por consiguiente, y prescindía del deseo quien no podía ahorrar. Contrariamente, para desarrollar una sociedad de deudores era preciso generar el deseo irreprimible de consumir y facilitar tal consumo. Y un fantasma empezó a recorrer Europa y el mundo. No el comunismo proclamado por Marx, sino el consumismo. Bajo su influjo, se desplegaron las velas del crédito y el préstamo, apareciendo poco a poco nuevos instrumentos financieros, como la tarjeta de crédito, que daban a todos los objetos del deseo la posibilidad de ser comprados. ~ 49 ~
Y en este punto fue cuando la deuda se transformó en el principal generador de beneficios. Uno debe pagar sus deudas en algún momento, pero una refinanciación –deuda sobre deuda- permite salir del paso. De oca en oca, de deuda en deuda, se avanza hacia el colapso o… hacia una nueva clase de esclavitud: vivo para devolver lo que me han prestado, aunque sea a costa de trabajar más horas para pagar la hipoteca, aceptar a regañadientes un determinado tipo de vida y hacer mías unas reglas sociales y económicas de juego con las que no estoy de acuerdo. A los esclavos que llenan el mundo no hay que ponerles grilletes, ni someterlos con latigazos. Se creen libres en la jaula del “consumo/consumismo”: sus barrotes, hechos de préstamos y deudas, son virtuales y hasta parece apetecible vivir entre ellos. Finalmente, los bancos y los mercados financieros –la élite, como se verá, por medio de ellos- han conseguido transformar a una inmensa mayoría de hombres y mujeres en una “raza de deudores”. El Estado no ha sido ajeno a este empeño. Por una parte, contribuyendo a consolidar esta nueva raza a través de medidas de política económica favorecedoras del consumo y el crédito (subvenciones a particulares para la adquisición de coches, desgravaciones fiscales por las hipotecas para vivienda,…). Y, por otra, convirtiendo a la hacienda pública y al Estado mismo en el principal y gran deudor. La canalización de una ingente cuantía de dinero público a la banca privada en el contexto de la mutación actual, tal como se ha recogido en páginas precedentes, ha supuesto el colofón de tan sutil y abrumadora estrategia. Los gobiernos “democráticos” ni disimulan ya su papel de marionetas del verdadero poder económico-financiero, al que quedan sometidos los EstadosNación mediante la bancarrota del erario público y la acumulación de enormes volúmenes de deuda pública que ese poder se encarga de provocar, alimentar, financiar y refinanciar. La raza de deudores –ciudadanos, familias, empresas y Estados- se encuentran a merced de la élite, que los domina y controla (esclaviza) mediante la gestión del crédito, que amplia y abarata o restringe y encarece en función de sus objetivos e intereses, y la paulatina implantación de un supranacionalismo global y no democrático. En la consolidación de su hegemonía, la élite utiliza actualmente el eje Norteamérica (Estados Unidos) - Extremo Oriente (China) como referente geopolítico y territorial, lo que va unido a la marginación de Europa y el vaciamiento efectivo y calculado de la Unión Europea, que sufre y sufrirá un ~ 50 ~
proceso de nítido empobrecimiento y desarticulación del Estado del Bienestar. No obstante, la élite carece realmente de preferencias territoriales, salvo las que derivan de sus actuaciones especulativas y cortoplacistas, lo que provocará escenarios cambiantes de política internacional y el uso premeditado y selectivo de conflictos y contiendas bélicas, locales y globales, en la dinámica especulación-acumulación. Y los avances tecnológicos quedan al servicio de esa misma dinámica, de modo que su rentabilidad no es ni será la socialmente deseada (energías libres, economía de la abundancia,…), sino la que interesa a la élite dominante: economía de la escasez, subordinación del complejo científico-tecnológico a los requerimientos de maximización del beneficio, aprovechamiento privativo de los adelantos e innovaciones, etcétera.
2.4. LA ÉLITE ECONÓMICO-FINANCIERA Élite, sub-élites y esclavitud consentida En la mutación del sistema socioeconómico ha sido y es esencial el papel desempeñado por la reiterada elite económico-financiera. Es más, la mutación en sí ha sido diseñada, promovida y ejecutada por ella. Se trata de una élite extremadamente poderosa y muy minoritaria, ya que sus miembros son unos pocos miles en el conjunto del planeta. Ahora bien, bajo su imperio actúan numerosas sub-élites. Las componen varios millones de personas, distribuidas por los cinco continentes, que se mueven en esferas muy variopintas, de la economía a la política, de la cultura a la religión, de la ciencia al estamento militar, de los medios de comunicación a la gestión federativa de los deportes más afamados. A pesar de su diversidad, la totalidad de las sub-élites se identifican por lo mismo: reciben las migajas del poder y la riqueza de la élite a cambio de haber hecho suyos, en su ámbito y dimensión, los valores, las prioridades, la forma de vida, las normas de conducta, los usos y maneras y, lo más importante, la “visión” de la existencia y de las cosas que están en la idiosincrasia y la razón de ser de la élite. Manejando su poder y esta extensa red de sub-élites, la élite ha conseguido su meta fundamental: esclavizar a la Humanidad; esto es, que la Humanidad, al menos gran parte de ella, haya admitido su mando y aceptado ~ 51 ~
voluntariamente su explotación al asumir de modo inconsciente su “visión” y su “credo”, su doctrina y su ideología. Aún sin obtener a cambio, como sí consiguen las sub-élites, contrapartida alguna, todo lo contrario, miles de millones de seres humanos desarrollan su cotidianeidad en consonancia con esas “creencias” y en el absoluto convencimiento de que el mundo y la vida – en general y la de cada cual- son como a la élite le interesa dibujarlos: un mundo y una vida ajenos a la Realidad (de la Humanidad, la Madre Tierra, el Cosmos y la Creación) y francamente “virtuales”, una auténtica Matrix. Es una esclavitud consentida. Tanto que la gente ni se percata de ella. Su sostén se halla en la adición a las drogas que la élite y las sub-élites inyectan a cada instante en las mentes de las personas. A través de ellas, una ingente cantidad de hombres y mujeres se comportan diariamente reproduciendo miméticamente, en su escala, las pautas y conductas de la élite. Sirva como botón de muestra el uso de la porción de poder que cada uno dispone a su nivel: multitud de personas ejercen el poder o la autoridad que puedan tener en su casa, en el seno de la familia, entre amigos, en el centro de trabajo o en sus relaciones con terceros que se hallen en cualquier situación de inferioridad o dependencia imitando y repitiendo el modelo y los “tics” de coacción, abuso, sometimiento o dominio que caracterizan a la élite. ¿Qué clase de drogas producen semejantes efectos? Son numerosas y variadas, si bien pueden ser clasificadas en cinco grandes categorías: 1. Materialismo. Ciego apego al materialismo en cualquiera de sus vertientes: “consumo/consumismo”, anhelos y deseos estrictamente materiales (dinero, bienes, poder, éxito, fama,…), carencia de una visión trascendente de la existencia o, en quien la tenga, contaminación de la espiritualidad mediante religiones manipuladas,… 2. Dualidad. Falsas dicotomías y estúpidas rivalidades y confrontaciones; banderas, banderías, patrias, fronteras, blancos y negros, cristianos y musulmanes, buenos y malos,… 3. Ritmo de vida basado en el culto a la velocidad y la cultura del exceso, con los impactos del estrés y las prisas que acorralan a la mujer y al hombre “modernos”. No en balde, de la visión y el sistema dominantes de su carácter materialista, productuvista y consumista- deriva un ritmo de vida impuesto por la velocidad, el ajetreo incesante y la “enfermedad del tiempo”, en expresión acuñada en 1982 por el médico estadounidense Larry Dossey para denominar el sentir obsesivo de la ~ 52 ~
falta de tiempo para llevar a cabo tantas cosas que tenemos que hacer. La teórica necesidad no ya de resignarnos ante tal hecho, sino de entenderlo como algo positivo y asociado a la competividad y capacidad del ser humano y la sociedad ha sido resumida muy bien por Klaus M. Schwab, fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial: “estamos pasando de un mundo donde el grande se come al pequeño a un mundo donde los rápidos se comen a los lentos”. El Foro –organización tan elitista como para admitir sólo cual miembros a empresas que facturen más de cinco mil millones de dólares anuales- ha convertido la tortuga del célebre cuento en sopa para los ágapes de sus encuentros periódicos en Davos (Suiza), nombrando a la liebre socio honorario. Y psicólogos como Guy Claxton procuran convencernos de que esto es parte de un estadio avanzado de la naturaleza humana: “Hemos desarrollado una psicología interna de la velocidad, de ahorrar tiempo y lograr la máxima eficiencia, una actitud que se refuerza todos los días”. Mensajes similares son repetidos con insistencia desde múltiples instancias en un intento de que asumamos que velocidad es sinónimo de capacidad y rapidez de competencia. Pero si no nos dejamos arrastrar por el torbellino y observamos la realidad que nos rodea y a nosotros mismos, no es difícil percatarse de que la cacareada eficacia es una colosal mentira y que semejante carrera conduce a cada persona, a la humanidad y al planeta a un callejón sin salida. La economía global-mercantilista no sólo es incapaz de distribuir con un mínimo de justicia la riqueza que genera, sino que devora los recursos naturales con mucha más rapidez de la que la Madre Tierra tiene para reemplazarlos y no duda en poner al servicio de la producción nuestra propia existencia, la de cada uno de nosotros, que terminamos viviendo para servir a la economía, dando la vuelta al orden lógico y natural de las cosas. La ética del trabajo, que con moderación puede ser saludable, se ha desmadrado por completo. Valga como botón de muestra el que en Japón se usa una palabra, “karoshi”, que significa “muerte por exceso de trabajo”. Y para aguantar el ritmo laboral y de vida, un número creciente de personas han de apoyarse en estimulantes, desde las altas dosis de café a la cocaína, pasando por las anfetaminas, que son las preferidas entre los profesionales de cuello blanco. Y entre el ajetreo cotidiano, el estrés laboral y los estimulantes, una ingente cantidad de seres humanos no logran dormir lo mínimamente necesario para una vida sana. Y esto pasa factura, de múltiples formas. Por ejemplo, a nivel mundial, el amodorramiento causa ya más accidentes de tráfico que el alcohol. Y en Estados Unidos opera una Comisión Nacional para los trastornos del sueño, buena ~ 53 ~
prueba de la enjundia del problema, cuyos estudios han demostrado que la fatiga de los conductores es la responsable de la mitad de los accidentes. La velocidad ha invadido hasta el ocio y millones de personas en todo el mundo padecen lesiones relacionadas con los deportes y el gimnasio debido al esfuerzo en exceso para estar en forma cuanto antes o adelgazar lo más pronto posible. Sin embargo, siendo tremendo todo lo anterior, lo peor es que una vida apresurada se transforma en una vida superficial y hasta mezquina. Milan Kundera lo explicó así en su novela La lentitud: “Cuando las cosas suceden con tal rapidez, nadie puede estar seguro de nada, de nada en absoluto, ni siquiera de sí mismo”. Con la velocidad y la falta de tiempo, la existencia personal se convierte en automatizada y vacía. Lo que tiene, igualmente, impactos contundentes en la vida familiar, cada vez más carente de comunicación y convivencia por el ajetreo diario de cada miembro de la familia, cada cual absorbido por el agujero negro de sus múltiples ocupaciones, obligaciones y devociones. Los niños son las grandes victimas de tanta locura y, para que no interrumpan nuestro ritmo de adultos, llenamos sus días infantiles cada vez con más cargas y tareas: colegio, deberes, actividades extraescolares, clases particulares, deporte, clases de música,… ¡uff!. ¿Qué hacer? El movimiento “Slow” ofrece algunas pistas al respecto. 4. Inseguridad. La inseguridad ante los demás y la falta de confianza en uno mismo, lo que genera desde la necesidad de reconocimiento social a los sentimientos de culpabilidad. 5. Y muy especialmente, el miedo. Un gran miedo al presente, al futuro y a la propia vida. ¿Cómo inyectan estas drogas en la mente humana? Por infinidad de medios e instrumentos, desde la televisión a los colegios. No en balde, los medios de comunicación de masas practican a consciencia la desinformación y difunden adrede noticias negativas, nunca las positivas que cotidianamente acontecen de una esquina a otra del planeta, en nuestra ciudad o en nuestro barrio. Y la educación ha sido vaciada en su esencia para transfigurarla en una fuente de ignorancia: un foco de aleccionamiento y amaestramiento de niños y jóvenes, a los que, en un contexto cada vez más desincentivador y antieducativo, se les enseñan sólo aquellas materias y exclusivamente aquellos de sus contenidos ~ 54 ~
que favorecen la percepción de esa “realidad” falaz -Matrix- que propugna y simula el sistema. De esta forma, la élite consigue dos cosas. Por un lado, el caldo de cultivo en el que captar sin dificultad a los miembros de las sub-élites, pues los “candidatos” son incontables. Por otro, vaciar de entidad efectiva y real y llenar de resentimiento la posible crítica o, incluso, la rebeldía que muchos seres humanos puedan llevar a cabo ante los desafueros, injusticias, tropelías e inmoralidades que, impulsadas por la élite, machacan a la Humanidad y a la Tierra. Y es que esas mismas personas reproducen a su escala, hay que insistir en este hecho, aquello que reprueban a otros, con lo que el teórico inconformismo o insubordinación es un fingimiento –mera pose para tranquilizar conciencias o aparentar una dignidad de la que se carece- o, lo que es todavía peor, está cargado de rencor por estar “abajo” en la escala social, en lugar de estar “arriba”, donde, si estuvieran, actuarían de manera idéntica a lo que ahora afirman detestar. Es más, la crítica o la rebeldía así practicada se ha transformado en una potente arma a favor de la élite, que legitima su poder mediante ellas: ora barnizando la putrefacción del sistema con tintes pretendidamente “democraticos”, ora canalizando esas reacciones para alimentar a su antojo la violencia, las distintas modalidades de terrorismo y, así, el temor, al indefensión y la inseguridad ciudadana. Una élite perfectamente organizada Contrariamente a lo que muchos divulgan y a la élite le interesa que se crea, ésta se encuentra perfectamente organizada de forma rigurosamente oculta y secreta. Para alcanzar lo que se ha sintetizado en los epígrafes precedentes y para moverse y operar a sus anchas, la élite, su núcleo duro, se estructura y coordina por medio de entidades secretas y entramados de carácter confidencial (grupos, foros, mesas de trabajo,…) en los que se diseña y consensúa las estrategias y acciones a acometer a medio y largo plazo y a escala planetaria. Esto enlaza con una antigua tradición que sostiene que esta clase de organizaciones perviven desde hace centurias. Son cuantiosos los textos que aportan datos apabullantes al respecto, como Las sociedades secretas y su poder en el siglo XX (Ewertverlag S.L.; Gran Canaria, 1995), de un autor que desea guardar su identidad bajo el pseudónimo de Jan Van Helsing, o El Club Bilderberg: los amos del mundo (Arcospress Producciones; Barcelona, 2007), de Cristina Martín Jiménez. E incluso permiten ligarlas con una enigmática ~ 55 ~
institución, a medio camino entre la realidad, el mito y la leyenda: los Illuminati. Con base en textos como lo citados, gracias igualmente a numerosas investigaciones independientes y, sobre todo, por sus hechos y obras, la organización secreta de la élite está fuera de duda, aunque sea en un contexto de rumores, bulos y datos contradictorios tendenciosamente fomentados. Hasta hubo un tiempo pasado en el que determinadas figuras de prestigio osaron pronunciarse al respecto, como el que fuera primer ministro británico Benjamín Disraeli, que en 1844 escribió que “el mundo está gobernado por personalidades que no pueden ni imaginar aquellos cuyos ojos no penetran entre bastidores” (Coningsby). No obstante, aparte de su existencia, nada más se sabe sobre esta organización interna, su composición exacta, ni sobre sus reglas, que permanecen guardadas en el más impenetrable de los misterios. Y sólo el paso de los siglos ha hecho posible que se conozca su existencia y sus objetivos básicos, pero poco más. Para afinar más en este punto es preciso diferenciar entre la estructura secreta de la élite y las sociedades discretas que utiliza, a menudo gestionadas por componentes de las sub-élites. Estas entidades discretas no airean públicamente su existencia, pero tampoco la ocultan e, incluso, difunden al menos parte de sus fines y forma de funcionamiento como medio de difusión de su ideario y doctrina. A esta categoría de sociedades corresponde, verbigracia, el mencionado Club Bilderberg, herramienta de la élite y medio de influencia social de las sub-élites económica y política. Pero más allá de los perfiles exactos del modelo de organización que utilizan, de sus raíces históricas y de su posible “conexión Illuminati”, lo que interesa a estas páginas es examinar cuáles son en el momento presente sus objetivos, los rasgos más importantes de su comportamiento y sus principales características operativas y líneas de actuación. Y ello no sólo por el interés intrínseco de estos asuntos, sino porque coadyuvará a entender mejor la enorme envergadura e impactos de la reiterada mutación. Poder omnímodo y codicia inimaginable a) Poder omnímodo Para empezar, la meta perseguida por la élite no es el dinero, que ya atesora y maneja, en pro de sus planes y actuaciones, en ingentes cantidades. Una vez ~ 56 ~
logrado que no sea un “velo” que cubre la economía, sino que haya adquirido la funcionalidad central que se ha analizado, el dinero es para la élite sólo un instrumento. Entonces, ¿qué ansía? El poder. Y no uno cualquiera, sino un poder total y global. A la gente le cuesta trabajo asumir lo que esto significa, su enorme enjundia. Y es que la dimensión de la codicia de la élite es tan gigantesca que a los seres humanos “normales” les resulta inimaginable: las personas corrientes no pueden concebir tanta avaricia, mezquindad, rapacidad y egocentrismo. Lo que, a su vez, es un arma de valor incalculable, pues le sirve a la élite para que la autoría de sus desmanes y oprobios pase desapercibida precisamente por el colosal calado de su ruindad, egoísmo y voracidad. Y la élite, consciente de esto, lo aprovecha para sacar el mayor partido a los privilegios que ya disfrutan, llevando el “todo vale” a su máxima envergadura y desenvolviéndose en el pleno convencimiento de que el fin –el poder omnímodo- justifica los medios, cualesquiera que sean. Como expresión más acabada de su ansia de poder, hace tiempo que la élite acuñó la expresión "Nuevo Orden Mundial". Es lo que, con la presente mutación del sistema socioeconómico, están a punto de conseguir. b) Comportamiento depredador Resulta crucial entender el calado de esto último, que deriva de la especulación cortoplacista antes enunciada. Así, un león –arquetipo de la Fase 2- guarda instintivamente una cierta “estrategia” pensando en el medio y largo plazo: ataca sólo si tiene hambre y, cuando lo hace, mata a las cebras que precisa saciarse, pero no a todas, ya que son el alimento del futuro. En cambio, un cocodrilo –arquetipo de la Fase 3- ataca siempre, con hambre o sin ella; y, si le fuera posible, acabaría sin dudarlo con todas las cebras de golpe, sin pensar para nada en el mañana. c) Uso magistral de la dualidad Saben de la irrefrenable tendencia de la mayoría de las personas hacia los dualismos (bueno y malo, superior e inferior, feo y bonito, a favor y anti,...) y han aprendido a fabricarlos, posicionándose a la vez en ambos extremos para salir ganando siempre del enfrentamiento. Por tanto, les interesa todo lo que sea dividir y tenga el gancho suficiente como para que la gente se coloque voluntariamente en alguno de los dos polos de la disputa. Ellos, que han dado pie a la misma, urden en sigilo y promueven el quehacer de las dos partes confrontadas, hasta llegar al punto, no importa el coste humano que esto tenga, en el que pueden rentabilizar el conflicto en beneficio propio. ~ 57 ~
d) Anonimato Para colmo, esta élite global, todopoderosa y depredadora actúa desde el anonimato, en el sentido de que su identidad es abstracta -¿quiénes la componen?, ¿qué cara tienen?- y difusa su presencia -¿dónde están?, ¿desde dónde operan?-, por lo que configuran una singular versión de la “mano invisible” sobre la que Adam Smith escribiera en el siglo XVIII. Como se verá de inmediato, la expresión más acabada de su poder consiste en la superación por la vía de los hechos de los Estados-Nación –que continuarán existiendo, pero hurtados de soberanía real- y la paulatina instauración de organizaciones supranacionales de contenido exclusivamente económico y vacías desde una perspectiva político-democrática y social. e) Manipulación de la política y de los medios de comunicación Las ventajas del anonimato para la élite son numerosas y muy importantes. Por ejemplo, cuando sus dictados antisociales (contrarios a los intereses de ciudadanos, familias y empresas) son asumidos y aplicados por presidentes de gobiernos “democráticos”, ministros, parlamentarios, jefes de la “oposición”, líderes de partidos políticos de uno u otro signo, etcétera, nadie se acuerda de la élite y el descontento cívico, las voces críticas y las posibles movilizaciones arremeten contra esos “políticos” de los que sí se conocen nombres y apellidos y el lugar concreto desde donde ejercen el correspondiente cargo. Sin embargo, sin que, por supuesto, les sirva de excusa ni les exima de su responsabilidad, los “políticos” (no los simples afiliados, militantes de base o cuadros medios de los partidos, sino los que ocupan puestos de “poder”), no son más que una sub-élite al servicio de la auténtica élite; y son conscientes de que su continuidad como miembros de la sub-élite depende de su sometimiento a la élite. En este orden, cualquier organización política de un cierto peso electoral dispone de filtros internos y mecanismos de selección, captación y presión para asegurar que los que asciendan en el organigrama compartan íntimamente las metas, prioridades, valores, formas de vida y visión de las cosas que la élite impone. Y es indiferente que se autocalifiquen de “derecha” o “izquierda”, que se pongan una u otra etiqueta (conservadores, republicanos, demócratas, liberales, socialdemócratas,…) o que se encuentren en el gobierno o en la oposición: la élite no hace distingos, al contrario, provoca los dualismos para manejar a la par todos los bandos y aprovechar en beneficio propio las dicotomías y la división. Tras sus discursos solemnes y poses glamourosas, la realidad es que los “políticos” son meras ~ 58 ~
marionetas manejadas desde una escondida tramoya; peleles en manos de los que en verdad detentan el poder y nadie o muy pocos conocen, pues los medios de comunicación de masas (periódicos, emisoras de radio, cadenas de televisión,…) no hablan de ellos porque ellos son precisamente los dueños de la inmensa mayoría de esos medios de comunicación. A la élite sólo le interesa el dinero y el poder; la fama y la popularidad, para lo bueno y para lo malo, se la dejan a los títeres y fantoches que les hacen el juego. Son manipuladores profesionales, dando la vuelta cual calcetín al lema que hizo famoso a Le Monde: “la información es sagrada y la opinión es libre” ha sido transformado por ellos en “la opinión es sagrada y la información es libre”. ¡Qué la verdad de la noticia nunca eche por tierra un buen titular!. Controlan económicamente muchos medios y grupos de comunicación a nivel planetario, que se han convertido en meras marionetas al servicio de sus estrategias y acciones. f) Especialización en el engaño y la mentira: las lágrimas de cocodrilo Y ella misma y los que están bajo su influencia se han especializado en el ardid, la farsa y la mentira. Entre otros procedimientos, gustan en poner en práctica las “lágrimas de cocodrilo”. ¿Recuerda el significado de esta expresión? Es bien sabido que hay personas que, aunque realmente no lo sientan, lloran para que se las perdone por algo malo, falso o doloroso que han realizado, pero no son lágrimas de sufrimiento ni de pesadumbre real, sino que son fingidas. A estas lágrimas derramadas sin sentimiento, que no son de verdad y dan a entender lo que no es cierto, se les suele denominar “lágrimas de cocodrilo” debido a que este reptil, arquetipo de la Fase 3, para mantener la hidratación de sus ojos cuando se halla fuera del agua, segrega un líquido acuoso que mantiene sus ojos en perfecto estado; aunque desde fuera parezca que llora, ni está sufriendo ni siente pena por nada, simplemente es una respuesta natural de su cuerpo. Este curioso comportamiento es paradigmático con relación a la élite y los que siguen sus pautas, que han aprendido a mentir y fingir aprovechándose de los sentimientos de los demás, convenciéndoles de este modo de la veracidad de sus engaños y consiguiendo su compasión, apoyo o favor. ¿Se comprende mejor ahora la capacidad de tantos “políticos” y dirigentes económicos y sociales para lanzar promesas programáticas que no piensan cumplir, efectuar declaraciones de intenciones que nunca llevarán a cabo u ofrecer con convencimiento razonamientos, excusas o explicaciones en las que no creen? g) Delincuentes profesionales ~ 59 ~
Pero, ojo, las reiteradas manos que rigen esas entidades, el mercado financiero, el mundo del dinero y, por su medio, el sistema socioeconómico en su totalidad pertenecen a auténticos delincuentes. Es cierto que no lo parecen, al contrario: son multimillonarios, viven en mansiones, hacen obras de caridad, visten ropa elegante, se codean en la “alta” sociedad, gozan del respeto y la consideración de la clase política, los medios de comunicación de masas los enaltecen como personas íntegras y laboriosas que han logrado el éxito mediante su inteligencia y esfuerzo, se muestran públicamente como gente agradable en la conversación y en el trato,,… Pero no es más que pura fachada. La realidad es que son malhechores sin escrúpulos, responsables directos de buena parte de las atrocidades que sacuden a la Humanidad y al planeta. Eso sí, su enorme poder les permite actuar en la más completa impunidad y mantener una aureola diseñada exactamente como el anverso de lo que realmente son. ¿Increíble? Llegados a este punto, merece la pena recapacitar sobre las sociedades y corporaciones desde las que ejercen el mando, es decir, esas que, como se ha expuesto, configuran el mercado financiero. La amplia batería de entidades que en él despliegan su actividad incluye, desde luego, a los bancos, los fondos de inversión, los operadores en los mercados bursátiles, de bonos y de divisas, los “brokers”, las sociedades de capital-riesgo, las agencias de “raiting”, las compañías de seguros,… Todo muy legal (al menos, sobre el papel y dado el régimen jurídico que el propio sistema ha establecido). Pero en esa batería de entidades también se hallan los centros y sucursales de las mismas en los paraísos fiscales -que canalizan y articulan las mayores bolsas de fraude fiscal a nivel mundial-, los circuitos bancarios de blanqueo de dinero “negro” -procedente de la droga, la trata de blancas, la venta de armas, el comercio con niños, el tráfico de órganos,…- o las empresas financieras que buscan alta rentabilidad apoyando proyectos de explotación masiva de recursos naturales -que provocan la destrucción de hábitats ecológicos de una punta a otra de la Madre Tierra-. De manera sesgada se ha extendido la idea de que las unas –las que funcionan en la legalidad- y las otras –las que desarrollan comportamientos radicalmente punibles- nada tienen que ver entre sí. Pero dar por válida esta premisa sería tanto como admitir que en el mundo existen, en paralelo y sin conexión, dos mercados financieros distintos; y que las entidades que operan en el mercado “legal” han dejado voluntariamente en manos de otras los beneficios derivados del manejo de las ingentes masas monetarias que se mueven por los circuitos monetarios “ilegales”. No se olvide que se trata de decenas de millones de euros. Sólo en cuentas bancarias abiertas en los paraísos fiscales se estima que, a finales de 2010, había depositados 8,5 billones de euros ~ 60 ~
(equivalente a cerca del 15% del PIB mundial). Y basta con visitar cualquiera de esos paraísos para constatar que las oficinas bancarias en ellos localizadas pertenecen a entidades “legales”, a filiales de las mismas creadas “ad hoc” o a sociedades interpuestas diseñadas para eludir la ley a escala internacional. Es un tema tabú. Pero lo cierto es que no hay dos mercados financieros, sino uno solo que abarca y ofrece cobertura tanto a las operaciones legales como a las ilegales. Y todas las entidades de un tipo u otro que en él operan lo hacen de forma interactiva, coordinada y conjunta bajo la batuta de esas mismas manos. h) Impunidad absoluta La práctica acumulada les ha mostrado que la riqueza que atesoran les garantiza la impunidad en sus actuaciones. Y esto lo han sublimado hasta el extremo de no detenerse ni ante nada ni ante nadie, incluidos los Estados y gobiernos, sobre los que influyen de muy distintas maneras y cuya disolución -o dejación de responsabilidades- pretenden para dar paso a un gobierno planetario -aún en la sombra, ya está operando- comandado por ellos de manera totalitaria. Es a lo que se refieren con la expresión Nuevo Orden Mundial. i)Utilización avezada del miedo Son expertos en el uso del miedo y la inseguridad en pro de sus objetivos. Conocen en profundidad, se han especializado en ello, los resortes del miedo y la cadena de reacciones que provoca en el ser humano y la sociedad. Y esto les lleva a pensar que su poder omnímodo llegará a ser aceptado por la humanidad -parcialmente, lo está siendo ya- como única solución posible y mal menor en un contexto de inseguridad, crisis e incertidumbre generado por ellos mismos. Que esto puede ser así, no hay más que observar lo que vienen experimentando por medio de los que denominan “conflictos locales” -los que provocan en distintos puntos del planeta para implementar sus estrategias- y las “enfermedades globales” -campañas mundiales de pánico masivo asociadas a hipotéticos riesgos de pandemias-. Crean, pues, situaciones de crisis, inseguridad e incertidumbre para que los mismos que las han generado aparezcan como salvadores.
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2.5. INVITACIÓN A LA REFLEXIÓN En 1844, Benjamín Disraeli, primer ministro británico entonces, escribió: <<el mundo está gobernado por personalidades que no pueden ni imaginar aquellos cuyos ojos no penetran entre bastidores>> (Coningsby). Al hilo de esto, en el texto Las sociedades secretas y su poder en el siglo XX (Ewertverlag S.L.; Gran Canaria, 1995), Jan Van Helsing, pseudónimo del autor que prefiere mantenerse en el anonimato, señala lo siguiente a propósito de esa élite: <<mantienen al mundo en su red a través de los banqueros internacionales. Están a punto de reforzar aún más su dominación del planeta. Su principal control lo realizan a través de las deudas nacionales de los países>>. Lo que hila con los contenidos de otro texto publicado antes de que la llamada crisis estallara. Se trata de Los Dossiers del Gobierno Mundial (Editorial Graal; Madrid, 2004), de Anne Givaudan. Se entresacan de sus páginas unas reflexiones efectuadas hace quince años por los estadounidenses Norma N. France -economista, antiguo operador de inversiones y experto en planificación estratégica- y Morgan Todd -miembro de la élite económica norteamericana y ex-Secretario del Tesoro para el FDAA-. France publicó en la revista Monetary&Economic, en la edición de marzo de 1993, un trabajo titulado Un Gobierno Mundial por asentimiento o esclavitud. Podemos leer en él cosas como estas: <<Las presiones para establecer un Gobierno Mundial se suceden desde hace siglos, pero jamás habíamos alcanzado el grado en el que nos encontramos hoy día (…) El ingrediente clave de esta fórmula es conseguir la bancarrota financiera de la máquina internacional>>. En cuanto a Todd, efectuó pocos meses después las siguientes declaraciones: <<Podemos esperar difícilmente que el Estado-Nación, es decir, los diferentes países, se hagan superfluos a sí mismos (…) El objetivo al que debemos apuntar es la aceptación o convencimiento íntimo por parte de los responsables electos (los políticos dirigentes de los distintos Estados) de que no son más que los conserjes de una maquina internacional en bancarrota que debe transformarse lentamente en una nueva máquina>>. Sobran los comentarios. Y, al menos, hay que agradecer a la élite que exprese sin tapujos lo que piensa, aunque sea transformando la mentira en verdad, y viceversa. Ahora bien, ¿qué pensamos nosotros?; ¿cuál es el pensamiento de la mayoría social? ¿Quizá mantener contentos a los mercados financieros (eufemismo que esconde a esa misma élite)?; ¿o rebuscar en las estadísticas ~ 62 ~
algún dato que nos sirva de excusa para hacer precisamente lo que la élite, desde postulados puramente ideológicos, quiere que se haga? Y la cuestión más importante ¿qué podemos hacer nosotros? A ello trato de responder en los siguientes apartados, incidiendo principalmente en la acción cooperativa local, organizándonos, trabajando en sistemas horizontales de red, además de priorizar en la acción individual, aprendiendo a Vivir y Fluir en lugar de sobrevivir y luchar, siendo, de este modo, capaces de cambiar nuestra agenda y accediendo, poco a poco, a una Vida más Sencilla.
3.GLOCALISMO Y ESTRATEGIAS DE DESARROLLO LOCAL 3.1. CONSIDERACIONES INICIALES En primer lugar, la fuerza de los hechos ha dejado atrás las ideas de un crecimiento ilimitado, basado en la expansión indefinida de las fuerzas productivas y en la inagotabilidad de los recursos naturales; y también aquella ilusión de un crecimiento omnipotente, capaz de resolver por sí solo los problemas de empleo, del equilibrio territorial, la equidad social y el reparto de la riqueza. Ahora es momento de elevar la significación de lo microeconómico: ligando la economía con otros parámetros como el medio ambiente, la esfera social, la tecnología y el territorio; atendiendo a las grandes tendencias hacia la descentralización del sistema productivo y la toma de decisiones; incorporando no sólo criterios de desarrollo económico, eficiencia y competitividad, sino también de sostenibilidad ambiental y social, en la convicción de que no hay eficacia económica sin eficacia social y sostenibilidad; y siendo imprescindibles los mecanismos efectivos de descentralización, participación y concertación social. Todo ello, en un contexto en el que lo local (provincial, comarcal, municipal) puede y debe hacer mucho en el impulso, valorización y rentabilización de las oportunidades de actividades y empleos de futuro que se detecten en cada territorio específico. En segundo lugar, debe recordarse que hace no mucho, en los años 80 y comienzos de los 90 del siglo XX, eran numerosas las voces que vaticinaban que el avance en la globalización traería inexorablemente consigo la pérdida de protagonismo de la esfera local, que sería poco a poco absorbida en el vasto, complejo y profundo proceso globalizador. Sin embargo, existe hoy amplio consenso acerca de que ha sucedido todo lo contrario: la globalización no sólo no merma ni cuestiona el papel que secularmente ha desempeñado el ámbito local, sino que lo sitúa ante el compromiso de asumir otras ~ 63 ~
responsabilidades de nuevo cuño, que se suman a las de que históricamente venía ejerciendo. Un hecho que ha sido muy bien sintetizado por Naciones Unidas al acuñar el término “globalocal” y abogar por el ya célebre “pensar global, actuar local”. Ello supone todo un reconocimiento de que, con la globalización, los municipios y las entidades locales se han ido convirtiendo en actores cada vez más necesarios para dar respuesta a los retos y exigencias de los nuevos tiempos. Valga como botón de muestra el cambio climático, siendo un fenómeno de causas claramente globales y teniendo impactos generales que demandan respuestas globales, pero, no es menos cierto que presenta también impactos eminentemente locales (por ejemplo, la posible subida del nivel del mar no afecta por igual a todos las colectividades, sino que redundará especialmente en las poblaciones costeras) que reclaman medidas concretas en cada territorio según sus especificidades. Los flujos migratorios o la propia crisis económica actual responden a idéntico esquema y a una lógica en la que lo global y lo local no sólo no se enfrentan, sino que se dan la mano. Y en tercer lugar y al hilo de la crisis a la que se acaba de hacer mención, hay que ponderar en su justa medida la circunstancia de que las estrategias de desarrollo local, extendidas actualmente por los cinco continentes, tuvieron en otra profunda crisis económica, la de los años 70 de la pasada centuria, la razón de ser de su nacimiento, lo que constituye un buen indicativo y una magnífica referencia para comprender el valor que tales estrategias ostenta cuando una nueva situación de crisis se abate sobre la economía y la sociedad. Efectivamente, se han cumplido ya 28 años del surgimiento “oficial” del desarrollo local, pues no resultando sencillo situar en el calendario la aparición de un fenómeno de su calado y repercusiones, puede estimarse que el lanzamiento del programa Iniciativas Locales de Empleo (ILE) por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en junio de 1982, marcó su nacimiento formal. Por tanto, se ha superado más de un cuarto de siglo de experiencia acumulada en las estrategias de desarrollo local, que por derecho propio han encontrado su lugar en el escenario socioeconómico internacional y están en la base de numerosas prácticas que, de una punta a otra del mundo, demuestran lo adecuado de sus objetivos y programas para responder a los nuevos requerimientos y a las nuevas circunstancias sociales, económicas y tecnológicas, incluida la situación de crisis que se sufre en la actualidad y el fomento, ante ella, de nuevas actividades emprendedoras y posibilidades de empleo.
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Esta tríada de consideraciones recalcan la idoneidad de las estrategias de desarrollo local y, por ende, de los conceptos de globalocal y glocalismo e invitan a formular, aunque sea de manera sintética, una agenda de trabajo que pueda servir de guía a las diversas iniciativas de desarrollo local que funcionan en el planeta y las acciones de glocalismo actualmente en marcha, como las que se plantean en esta oportuna obra que acabas de empezar a leer.
3.2. AGENDA DE TRABAJO Para abordar el contenido de tal agenda básica de trabajo, hay que empezar recalcando que la misma no puede ser entendida como “modelo” ni centrarse exclusivamente en lo “económico”. Con referencia a lo primero, los años transcurridos desde el nacimiento del desarrollo local constituyen tiempo suficiente para asumir que, por su propia idiosincrasia, es un grave error acercarse a él desde la perspectiva de un “modelo”. Si algo define intrínsecamente al desarrollo local es su ajuste a las características y singularidades de cada territorio y colectividad. Son ellas las que deben determinar la estrategia específica a aplicar y, en consecuencia, las pertinentes políticas, programas y acciones a ejecutar y la operativa a seguir. Por tanto, no existe un modelo de desarrollo local. Y, por lo mismo, tampoco es admisible proponer un plan de acción, en este caso dirigido a los empleos y actividades de futuro, que sea valido para todos los municipios y comarcas de la provincia. No obstante, que esto sea así no significa que en el amplio, complejo y rico campo del desarrollo local no haya tendencias comunes y prácticas, tanto positivas como negativas de las que sí se pueden extraer orientaciones generales que, tras el imprescindible ajuste a la realidad inmediata, se incorporen a la estrategia peculiar de cada lugar específico. En este sentido, se aborda aquí la mencionada agenda de trabajo como guía básica para que las diferentes estrategias de desarrollo local que operan en la socioeconomía de cualquier localidad, ciudad o provincia, puedan materializar en sus respectivas áreas de influencia, los empleos y actividades de futuro. En cuanto a la necesidad de que el trabajo a desplegar vaya más allá de lo “económico”, la experiencia acumulada a escala internacional es contundente a la hora de mostrar que las mejores experiencias de desarrollo local están constituidas por estrategias que han comprendido y asumido que el “desarrollo sostenible” es mucho más que desarrollo económico y, a partir de ahí, están sabiendo actuar interactivamente en distintos frentes y áreas ~ 65 ~
temáticas. Es más, la citada experiencia internacional pone manifiesto al menos ocho ámbitos en los que las estrategias de desarrollo local deben aspirar a trabajar al unísono y coordinadamente: I. Medio ambiente. II. Cultura local. III. Tecnologías IV. Eficacia social. V. Economía. VI. Intangibles. VII. Territorio. VIII. Planificación estratégica IX. Gestión desde lo local y “autoridad colectiva legitimada” Por el orden expuesto, se analizan a continuación, de manera sumamente resumida, los contenidos de cada uno de estos ámbitos y sus principales programas o líneas de trabajo. I. MEDIO AMBIENTE En el campo del medio ambiente, el plan de acción de las estrategias de desarrollo local ha de incluir un trabajo conjunto dirigido a la sostenibilidad medioambiental, la puesta en valor del medio ambiente como recurso endógeno del territorio y las iniciativas ante el cambio climático. +Sostenibilidad medioambiental: La actual visión del desarrollo socioeconómico es consciente del carácter finito y escaso de los recursos naturales y de los límites ecológicos del crecimiento económico, estando atenta a los riesgos de degradación de la naturaleza y a los impactos del propio desarrollo en el entorno y el hábitat ecológico. Se sustenta sobre ello la denominada sostenibilidad medioambiental, gracias a la cual se ha adquirido conciencia de que producir también puede conllevar destruir, por lo que hay que poner en relación lo uno con lo otro, y que ningún sistema económico franquea la “frontera ecológica” sin provocar el deterioro de la calidad de vida y el peligro cierto de autodestrucción. El objetivo ha de ser, pues, defender, proteger y conservar el medio ambiente.
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+Puesta en valor del medio ambiente como recurso endógeno del territorio: Sin menoscabo de lo anterior, la evolución de la teoría y la práctica del desarrollo ha ido poniendo de manifiesto que por importante que sea, que sin duda lo es, la defensa del hábitat ecológico, ha de ser completada con una actitud activa que constate que un medio ambiente conservado y protegido se transforma en un recurso endógeno del territorio, lo que lo convierte en factor y acicate para el desarrollo, y en oportunidad estratégica para impulsar nuevas iniciativas emprendedoras generadoras de renta, empleo y tejido empresarial dentro del territorio. Con ello, además, se evita el riesgo de que las actuaciones públicas, tan necesarias, por otra parte, de protección ecológica de zonas y parajes naturales, terminen haciendo de ellos recintos de habitabilidad garantizada para todas las especies de fauna y flora, excepción hecha de una: el ser humano, que se ve forzado a huir de dichos territorios ante la imposibilidad de ejercer en ellos actividades que le reporten esos ingresos económicos imprescindibles para su subsistencia. +Iniciativas locales ante el cambio climático: En el momento presente, a las actuaciones anteriores hay que sumar la puesta en marcha y ejecución de iniciativas ante el cambio climático que ayude a reducir sus riegos y contribuya a paliar y minorar sus efectos en cada territorio concreto. II. CULTURA LOCAL Las estrategias de desarrollo local han sabido situar la cultura local costumbres, tradiciones, folclore, ferias y fiestas, gastronomía, patrimonio histórico y artístico, yacimientos arqueológicos, artesanía,...- entre sus ámbitos preferentes de trabajo. Un campo de actuación en el que se precisa avanzar de manera coordinada e interactiva, tanto en la consolidación y conservación de los valores culturales y patrimoniales y de las señas de identidad del territorio y la comunidad que lo habita, como en la rentabilización de los mismos dentro de la propia dinámica de desarrollo: +Consolidación y conservación de los valores culturales y patrimoniales y de las señas de identidad del territorio y la comunidad: Las colectividades locales han de mantener y preservar sus valores culturales y sus pautas de identidad. Es un derecho y también una obligación. Máxime en estos tiempos de globalización, donde la amenaza de la homogeneización pesa sobre el conjunto del planeta, pudiéndose perder, o quedar reducida a meras anécdotas, ese gran patrimonio de la humanidad que es la diversidad cultural. Y ello, por supuesto, planteado de forma generosa y abierta, sin ningún atisbo
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de fundamentalismo excluyente, y utilizando la valoración de lo propio como forma para respetar y valorar, igualmente, lo de los demás. +Rentabilización de los valores y recursos culturales y patrimoniales dentro de la dinámica de desarrollo del territorio: Como sucedía con el medio ambiente, la actitud pasiva de conservación -de la cultura, el patrimonio y la identidad- no es suficiente bajo el prisma del desarrollo local. La misma tiene que ir ligada a una actitud activa que procure insertar los distintos fenómenos y actividades que abarca la cultura local en una estrategia de rentabilización socioeconómica que los configure como fuente de autoestima ciudadana y de iniciativas emprendedoras generadoras de tejido empresarial, renta y puestos de trabajo. III. TECNOLOGÍAS Con la revolución tecnológica en marcha, resulta del todo innecesario abundar en las razones por las que el desarrollo de cualquier territorio debe tener en las tecnologías -incorporación y uso- uno de sus puntales más notables. Desde la perspectiva de las estrategias de desarrollo local, con el telón de fondo de la incorporación del la colectividad a la sociedad de la información y el conocimiento, conlleva la actuación entre grandes ámbitos: +Inserción y extensión en el territorio y entre la población de los instrumentos operativos y soportes técnicos en los que las tecnología se sustentan: El objetivo es lograr la mayor presencia posible de los instrumentos operativos -hardware, software, redes,..- y de los soportes técnicos en lo que las nuevas tecnologías se basan, desde las micro y pequeñas empresas a los domicilios particulares, pasando por los centros educativos, establecimientos públicos, etcétera. Con todo, no debe caerse en el error de pensar que con ello está todo hecho. Para avanzar en la plena introducción de la colectividad local en la sociedad de la información y el conocimiento, las estrategias de desarrollo local han aprendido en los últimos años que hay que sumar a lo anterior el trabajo en otros campos claves, siendo fundamentales los dos que se enuncian a continuación. +Alfabetización tecnológica de la población: La presencia de las tecnologías en el territorio no garantiza su uso. Para que este se produzca y sea realmente mayoritario, se requiere promover la alfabetización tecnológica de la población, lo que pasa, a su vez, por conseguir que las nuevas tecnologías presten servicios que atraigan al gran público y sean utilizadas masivamente por empresas y ciudadanos, propiciando una verdadera distribución social del conocimiento y evitando, a la par, nuevas dualidades y segregaciones sociales. ~ 68 ~
+Nueva economía: Las estrategias de desarrollo han de crear paulatinamente las condiciones pertinentes para que el territorio asimile y se beneficie de una nueva economía que, mucho más que un nuevo sector de actividad, representa una novedosa forma de entender y hacer la economía, con múltiples impactos socioeconómicos. IV. EFICACIA SOCIAL El desarrollo local tiene entre sus grandes prioridades el equilibrio social, que ha adquirido nueva dimensión a la luz de una de las lecciones dejadas por el siglo XX: no hay eficacia económica sin eficacia social. Ésta se basa en el funcionamiento de sistemas y programas públicos de carácter muy diverso educación, salud, servicios y prestaciones sociales, condiciones y derechos laborables,...- y que, al asegurar unos equilibrios internos de la sociedad que no se mantienen de manera autónoma ni espontánea, proporciona a la eficacia económica los cimientos sólidos que la hacen realidad de modo duradero y no una circunstancia pasajera, simple ilusión de una fase momentánea de expansión macroeconómica. Y ello, siendo siempre cierto, lo es especialmente en una época como la actual, en la que los escenarios socioeconómicos se caracterizan por su dinamismo y complejidad. Consideraciones que el desarrollo local lleva haciendo suyas desde hace lustros y que dan un salto cualitativo debido a la vigente crisis económica. No en balde, procede del siglo XIX la visión, todavía dominante, basada en la hegemonía de la economía: su crecimiento y desarrollo (sostenibilidad económica) es el fin; y también el medio para disponer de recursos con los que erradicar desigualdades (sostenibilidad social) o preservar el entorno ecológico (sostenibilidad medioambiental). Bajo su influjo, la producción se ha multiplicado y hay alimentos suficientes para todos los habitantes del planeta -en volumen, no en su reparto-. Sin embargo, el siglo XXI presenta novedades: cambio climático, globalización, sociedad de la información, recursos naturales y energéticos escasos, flujos migratorios masivos o incorporación creciente al consumo de países de alta demografía. En este nuevo escenario, la sostenibilidad social y medioambiental no son ya consecuencias de que la economía marche bien, sino condición imprescindible para ello. Hasta hoy la lógica económica, la integración social y el equilibrio ecológico no han ido de la mano. Ahora tendrán que hacerlo no por altruismo, sino por imperativo de las circunstancias actuales que obligan a un cambio de visión.
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Por otra parte, hay que resaltar que en países con Estado del Bienestar consolidado, a los derechos ciudadanos y servicios públicos tradicionales educación, salud, sistema de pensiones,...- se les están uniendo una novedosa gama de derechos de nueva generación, también denominados “derechos republicanos” por su conexión con la “rex pública” o “cosa pública”, caracterizados porque su cobertura exige servicios de proximidad, muy ligados, por ello, a las estrategias de desarrollo local. En este tipo de derechos y servicios se incluye una amplia batería, como atención médica y geriátrica a domicilio, equipamientos para la infancia y la tercera edad, acceso a la cultura (por ejemplo, bibliotecas), práctica del deporte (instalaciones polideportivas), etcétera. Por último y aunque sea con mucha brevedad, hay que resaltar que las mejores prácticas de desarrollo local prestan una atención creciente a los flujos migratorios. No en balde y aunque más moderada, la explosión demográfica de la segunda mitad de la pasada centuria -entre 1960 y 2000, el planeta pasó de 3.000 a 6.000 millones de habitantes- va a tener su continuidad, al menos, en la primera parte del presente siglo XXI. Y está ya indisolublemente unida a un reparto inverso del incremento demográfico en relación con los niveles de renta de los territorios -a menor renta, mayor aumento poblacional-. Circunstancias, no podía ser de otra manera, que han multiplicado, lo harán aún más en el futuro inmediato, los movimientos migratorios hacia los países con mayor riqueza. Un hecho que ha de ser entendido como fenómeno y no como problema, ante el que resulta fundamental aplicar la máxima de “más vale prevenir que curar”. Esto significa poner en marcha, con antelación suficiente, iniciativas dirigidas a canalizar la salida y la llegada a los territorios de población inmigrante para facilitar su inserción en condiciones humanas y laborales dignas, fomentando, más que la integración, la convivencia interracial e intercultural. V. ECONOMÍA También la economía tiene un sitio de privilegio en las estrategias de desarrollo local, aunque, como ya se aclaró, no las monopoliza. Y desde esa posición preferente, ha aportado al desarrollo local una de sus señas de identidad de mayor relevancia: la atención prioritaria a los recursos endógenos y, por consiguiente, la apuesta por lo propio. Lo que conlleva el apoyo preferente a las micro y pequeñas empresas; y, de ahí, la búsqueda de nuevas fórmulas de financiación y la atención a la formación del capital humano y a nuevas actividades generadoras de empleos de futuro:
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+Fomento de los recursos endógenos del territorio: El catálogo de los que pueden existir en un territorio es extenso: naturales, sean primarios (agrícolas, ganaderos, mineros,...) o medioambientales (entorno ecológico, paisaje, calidad ambiental,...); infraestructuras de desarrollo (transportes, comunicaciones, suelo industrial, equipamientos públicos, tecnologías...); cultura local (costumbres, tradiciones, fiestas, folclore, patrimonio histórico artístico,...); población o capital humano (si es joven, si está formado,...); intangibles (cultura emprendedora de la colectividad y sus individuos, propensión al dialogo y al consenso de los actores locales,...); posición estratégica (localización geográfica, papel en redes rurales o urbanas,...); etcétera. Se trata de conocer con rigor y exhaustividad hasta que punto el territorio cuenta con ellos, lo que requiere una labor de diagnóstico y análisis no siempre fácil y, a partir de ahí, establecer la estrategia dirigida a su potenciación y rentabilización, promoviendo actividades emprendedoras y creando riqueza y empleo. Y ello en el convencimiento, demostrado por las experiencias acumuladas, de que todo territorio tiene un potencial -mayor o menor, pero, en cualquier caso, un potencial- de desarrollo. No obstante, la apuesta por lo propio no significa un menoscabo de lo externo, es decir, la renuncia a todo lo que proceda del exterior. Este fue un error frecuente durante la década de los 80, ya que se consideró equivocadamente que el apoyo a los recursos propios implicaba el rechazo de lo exógeno. Que el tipo de desarrollo predominante hasta finales de los 70 sufriera una especie de encantamiento por lo exógeno, marginando lo propio, no puede derivar en que, aplicando la ley del péndulo, el desarrollo local, desde su prioridad por lo endógeno, repela el trabajo con los recursos exógenos. Hay que buscar un equilibrio sensato, máxime cuando la buena práctica en desarrollo local hace que el territorio gane valor estratégico, circunstancia que lo hará más apetecible para la llegada de esas iniciativas y recursos procedentes del exterior. +Impulso prioritario de las micro y pequeñas empresas (mypes): Unido al referido encantamiento por lo exógeno, el antiguo prototipo de desarrollo concedía preferencia al apoyo a los grandes proyectos empresariales, con fuertes inversiones y elevada plantilla, desmereciendo el valor de las iniciativas emprendedoras más modestas. Frente a esto y en lógica con la apuesta por lo endógeno, el desarrollo local otorga prioridad a las micro y pequeñas empresas, tanto de por sí -por su flexibilidad y adaptación, y por ser generalmente las más idóneas para rentabilizar los recursos propios,...- como ~ 71 ~
por su capacidad para conformar, en el medio y largo plazo, un tejido empresarial válido para asentar un desarrollo sostenido. Una opción por las mypes que conllevó, igualmente, que el desarrollo local pronto introdujera en su agenda de trabajo el impulso de iniciativas de economía social, trabajo autónomo y autoempleo y que, en tiempos más recientes, haya incorporado a la misma la prestación de nuevos servicios requeridos por la mypes ante los nuevos escenarios económicos, tecnológicos y sociales. + Nuevas fórmulas de financiación: Existe una batería de reflexiones que sitúan en primer plano la necesidad de buscar novedosas fórmulas de financiación para las mypes, la economía social y el autoempleo. Todo un campo de acción donde el desarrollo local ha favorecido la aparición y potenciación de distintas figuras (fondos de capital -capital riesgo y capital semilla-, sociedades de garantía recíproca, bancos comunales, cooperativas de crédito, nuevos instrumentos como los cheques-servicio, etcétera), además de abogar por la mejor utilización al respecto de instrumentos y entidades financieras ya existentes (como las Cajas de Ahorro). La preocupación por la financiación también afecta, lógicamente, a la captación de recursos para la propia cobertura pecuniaria de los proyectos de desarrollo. Una esfera donde las estrategias de desarrollo local han aprendido a mirar no sólo a programas regionales o estatales, sino, igualmente, a los de carácter internacional, lo que se ha visto ayudado por la atención creciente prestada al desarrollo local de los organismos e instituciones supranacionales. Eso sí, el acceso e integración en programas internacionales, estatales o regionales ha de huir del “todo vale” -presentar cualquier proyecto a cualquier convocatoria que se tercie con tal de captar una subvención- y responder a una evaluación seria y profunda de los requerimientos y objetivos del territorio y de la estrategia y proyectos que de ellos deriven, siendo estos proyectos y no otros los que deben ser presentados a los programas en cuestión. Lo contrario no sólo supone una distracción de esfuerzos humanos y materiales, sino que, al solicitarse apoyo económico para proyectos que no responden a las características y necesidades reales del territorio, los mismos pueden saldarse con un bajo nivel de ejecución que haga que el organismo financiador termine recortando fondos para proyectos que sí se ajusten a aquellas. Esta rigurosidad en el trabajo ha de ser una constante en el desarrollo local y tiene que extenderse al seguimiento y evaluación de las políticas y programas que en él se integren.
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+Formación del capital humano y su adecuación a las exigencias procedentes del mercado laboral: La coherencia entre oferta y demanda formativa es una asignatura pendiente para la mayoría de los territorios, lo que representa un serio hándicap para sus opciones de desarrollo. Esto fuerza a plantear la necesidad de reformar la formación y dar prioridad a la inserción laboral en el binomio formación-inserción. +Fomento de los nuevos yacimientos de empleo y los empleos de futuro: Una línea de trabajo que las buenas prácticas de desarrollo local incorporaron al quehacer cotidiano en el tramo postrero del siglo XX y que ocupa los objetivos y contenidos de estas páginas. +Trabajo especializado en cada uno de los sectores de la estructura socioeconómica del territorio: primario (agricultura, ganadería,…); secundario (construcción e industria); terciario (servicios públicos y privados); cuaternario (tecnologías); y esfera medioambiental. VI. INTANGIBLES Los llamados intangibles del desarrollo local hacen mención a una extensa gama de programas y actuaciones caracterizados por afectar a parámetros y elementos que “no pueden tocarse”, de ahí lo de la intangibilidad, pero que detentan una incidencia directa en el grado y en la capacidad de desarrollo de los territorios y colectividades. +Concertación y consenso social: El primer campo de trabajo, dentro de los intangibles, que fue atendido en términos cronológicos por las estrategias de desarrollo local está constituido por la denominada concertación social, es decir, la mayor o menor inclinación de los agentes socioeconómicos sindicatos y organizaciones empresariales, en una primera instancia, y otros actores cívicos y sociales, en una fase posterior- al diálogo, a la búsqueda de puntos de encuentros y a la puesta en marcha de actuaciones concertadas que redunden en beneficio de la socioeconomía del territorio y afiancen la propia estrategia de desarrollo, llegando a acuerdos al respecto con los representantes institucionales y los gobiernos locales. Sobre la base de esta concertación, se forjó más adelante la idea del consenso social, que incluye la disposición al dialogo y al acuerdo no sólo de entidades socioeconómicas, sino de un espectro mucho más amplio, incluidas las fuerzas políticas. En este punto, conviene tener muy en cuenta que la propensión de los partidos políticos al consenso –lealtad institucional ante el interés generalo, por el contrario, a la confrontación suele constituir un factor muy ~ 73 ~
importante en el nivel de desarrollo de los territorios y de éxito, en el largo plazo, de las estrategias de desarrollo local. Estrategias que hay que situar por encima de las luchas políticas y de las pugnas propias del mercado de votos. +Visión estratégica y participación ciudadana: La concertación y el consenso abrieron las puertas a la llamada visión estratégica, plasmada fundamentalmente en la planificación estratégica que será tratada en un próximo epígrafe de estas páginas. Una planificación estratégica que ha ampliado sus objetivos y mecanismos con el paso del tiempo y que afianza la participación ciudadana, otro intangible esencial del desarrollo local. Su importancia radica en el hecho de que ningún territorio se ha desarrollado sin la voluntad de sus habitantes de conseguirlo. Esa voluntad es la que debe ser volcada en las estrategias de desarrollo y potenciada desde las mismas. Las acciones de motivación, sensibilización, información y formación son herramientas muy útiles para lograrlo. Al igual que lo son, el impulso de la convivencia en democracia y la transparencia democrática en la toma de decisiones que afectan a la comunidad local. Un campo de trabajo donde paulatinamente se deben ir utilizando las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, que permiten la participación multitudinaria, interactiva y a tiempo real, sin grandes problemas organizativos y a muy bajo coste. +Cultura y comunidad emprendedora: Y citar la participación ciudadana es hacerlo también a la forma de ser de la sociedad local y de los individuos que la componen. Una esfera donde se entremezclan parámetros antropológicos, sociológicos y psicológicos, que subraya el peso que para el desarrollo local tiene la extensión del espíritu innovador, la creatividad y la capacidad de inventiva en la colectividad local, en su globalidad, y entre sus habitantes. Reflexiones que dieron cuerpo, primero, a la llamada cultura emprendedora su fomento como programa clave de la estrategia de desarrollo- y, después, a la meta aún más potente y ambiciosa de una comunidad emprendedora. +Desarrollo local y género: Conjunto de reflexiones en torno al intangible que no pueden cerrarse sin hacer mención a la perspectiva de género, de una de sus piezas más esenciales y que, afortunadamente, cada vez es tenida más cuenta en las estrategias de desarrollo. Y es que si la mujer ha sido un pilar esencial del desarrollo de las sociedades en todas las épocas y lugares, su función ha sido sistemáticamente minusvalorada o, simplemente ignorada, hasta el punto de que se la ha llegado a calificar como el “factor invisible” del desarrollo. Una situación que comenzó a cambiar a partir de la I Conferencia Mundial sobre la Mujer (Ciudad de México, 1975) y el surgimiento de ~ 74 ~
enfoques como el GAD -“Gender and Development” (Género y Desarrollo)-. Un concepto que convierte la noción de género en un instrumento analítico que, lejos de contemplar a la mujer como grupo aislado y homogéneo, estima y pondera los papeles y necesidades tanto de hombres como de mujeres, requiriendo aportaciones de unos y de otras con el fin de realizar las transformaciones precisas para alcanzar mayor igualdad. Más que integrar a las mujeres en un proceso de desarrollo dado, se trata de construir una distinta percepción que modifique las relaciones de poder basadas en la subordinación de las mismas. Marco en el que se precisa alcanzar la transformación a través de la integración, lo que no significa añadir un “componente femenino”, sino un “componente de igualdad de género”. VII. TERRITORIO Hay que recordar que el prototipo de desarrollo predominante hasta finales de los años 70 era notablemente centrífugo y centralista, despreocupándose de los objetivos de articulación espacial y ponderando exclusivamente criterios sectoriales y funcionales. La recesión económica derivada de las crisis del petróleo de 1973 y 1979 puso en cuestión semejante percepción de las cosas y dio paso a un prisma más equilibrado y solidario inter e intraterritorialmente. De hecho, la incorporación plena del territorio a la práctica y la teoría del desarrollo ha sido una de las principales transformaciones del pensamiento y el quehacer económico de las últimas décadas, así como una pieza clave para que el desarrollo sea hoy mucho más que, simplemente, desarrollo económico. Además, tal incorporación está adquiriendo aún más trascendencia en el momento presente, en la medida en que el avance en el proceso de globalización aumenta la importancia conceptual, estratégica y operativa del territorio. +Equilibrio territorial: El desarrollo local, en su propia génesis, hizo suya la meta del equilibrio territorial, por lo que éste se halla en su propia esencia, promoviendo el uso de instrumentos de promoción ligados a la realidad socioeconómica del ámbito espacial de que se trate, otorgando prioridad, como se ha visto, a lo endógeno y potenciando la consideración y el aprovechamiento de las ventajas comparativas y competitivas de la zona. +Promoción de las infraestructuras básicas para el desarrollo: Las estrategias de desarrollo local supieron ligar muy pronto el equilibrio territorial a la promoción de las infraestructuras básicas para el desarrollo -desde la dotación de suelo industrial a los equipamientos en materia de transportes y comunicaciones-, así como la apuesta decidida por la descentralización del ~ 75 ~
entramado institucional. Una descentralización sostenida en el principio de subsidiariedad para acercar la gestión de la Administración al ciudadano y aumentar la capacidad de acción de los actores y entidades públicas locales. +Mejora de la interrelación rural / urbano: Posteriormente, el desarrollo local incorporó a sus políticas y programas la búsqueda de una mejor interrelación entre las esferas rural y urbana y las dinámicas a cada una de ellas asociadas. Y fomentó, igualmente, la descentralización a escala local, sobremanera dentro de las grandes urbes, a través de la utilización por los entes y agentes locales de distintas formas de actuación en los distritos urbanos y por los barrios. +Organización del territorio: Avanzando en la misma línea de trabajo, el desarrollo local ha sabido incluir la gestión integral del territorio y el objetivo de equilibrio espacial en el marco más rico y eficaz de la organización del territorio. Esto implica superar la visión tradicional sobre su ordenación, como enfoque estrictamente urbanístico de planificación, asignación y racionalización de usos, en favor de la organización del territorio mismo, como óptica mucho más rica y amplia en la que toman peso, junto a los factores urbanísticos, otros de carácter social, económico, geográfico, medioambiental, demográfico e institucional. +Nuevo papel de las ciudades: Por fin, durante los últimos años, las estrategias de desarrollo local han redefinido la funcionalidad que a la ciudad compete en el contexto de la globalización. Lo que significa comprender, asumir y llevar a la realidad el nuevo papel que a las ciudades compete en el momento actual, el liderazgo social que a las mismas corresponde y el fomento de una gobernanza local que, a la tradicional gestión de los servicios públicos municipales, ha de sumar el gobierno mismo del territorio y el de la comunidad local. Y todo ello en el conocimiento de que la identidad de la ciudad no se sostiene ya sobre pilares cuantitativos (número de habitantes), sino en parámetros de calidad de vida y bienestar social. Así, mientras que las “ciudades grandes” se definen por su elevada demografía (criterio cuantitativo), las “grandes ciudades”, que es lo que interesa alcanzar al desarrollo local, se identifican por su calidad de vida y su capacidad para ser espacio de cohesión social, convivencia y desarrollo equilibrado e integral (criterio cualitativo). +”Modelo de territorio”: Todo lo cual deriva en la ineludible necesidad de que las comunidades locales diseñen con rigurosidad y precisión el “modelo de territorio” hacia el que desean avanzar. Lo que en el caso de los municipios que aspiren a convertirse en grandes ciudades, con independencia, como ~ 76 ~
acaba de reseñar, de su volumen de población, conlleva la necesidad de definir el “modelo de ciudad”. La gobernanza local reclama, pues, que los territorios y ciudades cuenten con un modelo de ciudad en el que sustentar y ejecutar su desarrollo urbano, social, económico, tecnológico y cultural, tanto en el corto como en el medio y largo plazo. Para ello, la planificación estratégica juega una función fundamental. VIII. PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA La planificación estratégica no viene conformada por los estudios e informes estadísticos y socioeconómicos, por voluminosos y rigurosos que sean, con los que a menudo se confunde. Más allá de sus aspectos técnicos, la planificación estratégica es una manera de gobernar lo local en un clima de consenso y de participación colectiva: posibilita superar la imprevisión, concebir el futuro deseable y definir los medios reales para alcanzarlo. Por esto mismo, la planificación estratégica puede ser conceptualizada cual respuesta desde el territorio a “los tres cómo”: ¿cómo somos?; ¿cómo queremos ser?; y ¿cómo gestionamos el cambio (cómo pasamos del cómo somos al cómo queremos ser)? Obsérvese que los seres humanos, de manera innata, como consecuencia de su capacidad intelectiva, aplican espontáneamente esta “triada de cómos” a su vida cotidiana, personal, familiar y laboral, por lo que la planificación estratégica significa llevar a lo colectivo esta forma de actuar. Eso sí, mientras que la planificación estratégica individual la despliega y resuelve cada cual consigo mismo, la relativa a la colectividad ha de ser encauzada y plasmada a través de la participación ciudadana, pues sólo la comunidad, en su globalidad y desde una concepción profundamente democrática, tiene legitimidad para responder a los “tres cómos” cuando estos se ocupan de lo colectivo y afectan al conjunto de la sociedad local. En este orden, es importante destacar que en la planificación estratégica, siendo un todo, pueden y deben diferenciarse dos ámbitos, interrelacionados, pero de distinta naturaleza conceptual y operativa: la planificación estratégica socioeconómica (productiva, tecnológica, empresarial,...); y la planificación estratégica física, territorial y medioambiental (espacial, urbanística, organización del territorio, sostenibilidad, ecosistema,...). Por una parte, la planificación estratégica es de naturaleza socioeconómica. Proporciona una visión global de la ciudad en un proceso de cambio permanente y para ello establece prioridades, concentra esfuerzos, sistematiza objetivos, delimita proyectos infraestructurales y emprendedores dirigidos al ~ 77 ~
desarrollo y a la generación de renta y empleo, fomenta la colaboración público-privada, crea una cultura estratégica común, refuerza ante la comunidad los diferentes liderazgos (institucional, social, económico,…) y, finalmente, desemboca en un programa de acciones. Pero, por otra parte, la ciudad es ante todo una realidad física, por lo que esa “ciudad que queremos” ha de concretarse en el “territorio y el hábitat que tenemos”. Por ello el modelo de ciudad, su plasmación efectiva, exige una planificación física, urbanística y medio ambiental coherente con el referido modelo, apta para llevarlo a la realidad y capaz de dirigir el timón del desarrollo urbano hacia donde los ciudadanos han señalado. Una política que configure un hábitat ecológico y un urbanismo responsable y racional capaces de reconducir el sistema urbano hacia bases más sostenibles y hacia un mayor equilibrio territorial, actuando de manera conjunta e integral sobre el territorio, el medio ambiente, la cultura local, las tecnologías, la eficacia social, la economía y los intangibles, con incidencia en el desarrollo y con el objetivo fundamental de mantener y mejorar las condiciones de calidad de vida de sus habitantes. Por tanto, la que de forma tan común como impropia se suele denominar planificación estratégica -la socioeconómica- y la que de manera insuficiente llamamos normalmente planificación urbanística -que debe ser entendida y ejecutada cual planificación estratégica física, territorial y medioambientalson las dos caras de una misma moneda. Y los municipios españoles, a diferencia de otros de la Unión Europea, carecen en la actualidad de competencias legales en los ámbitos temáticos afectados por la planificación estratégica socioeconómica, pero están muy por encima de la media europea e internacional en cuanto a nivel competencia en lo que a planificación estratégica física, territorial y medio ambiental se refiere. Ya es hora de elevar a rango estratégico las competencias municipales en materia urbanística a favor de proyectos y actuaciones socioeconómicas y de contemplar todos los componentes de la planificación estratégica dentro de un idéntico marco planificador. Marco planificador y modelo de territorio cuya utilidad consiste no sólo en la programación, sino, obviamente, en su efectiva plasmación en la realidad de cada colectividad. En tal marco y en tal modelo, precisamente, hay que insertar las agendas de trabajo de las estrategias de desarrollo local dirigidas al fomento de los empleos y actividades de futuro.
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Y en tal marco estratégico han de integrarse igualmente, a la luz de lo que se ha expuesto en referencia al cambio climático y a las iniciativas locales ante el mismo, los denominados Planes Climáticos Territoriales Integrados (PCTI), incluidos dentro del proyecto Enfoque Territorial del Cambio Climático (TACC, por sus siglas en inglés) nacido bajo el auspicio de cuatro agencias de Naciones Unidas en el Congreso Mundial de las Regiones sobre Cambio Climático celebrado en octubre de 2008. No en balde, como ha resumido una de ellas, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la lógica que ante el cambio climático aún continua vigente, proclive a la actuación por medio de pequeños proyectos dispersos y fragmentados, ha de ser reemplazada por un nuevo enfoque sustentado en el territorio, como promotor de una nueva dinámica de programación estratégica a nivel local. Así, comprometidas con el desarrollo y la transformación socioeconómica, las colectividades deben integrar las dificultades climáticas en sus esquemas directores locales, lo que conlleva múltiples desafíos. Estos, teniendo como meta central la disminución de la vulnerabilidad del territorio ante a las variaciones climáticas, han de volcarse en cada zona y ámbito espacial concreto en un PCTI válido y capaz para: definir, configurar e impulsar las iniciativas locales ante el cambio climático; identificar con detalle los proyectos a implementar y los instrumentos reglamentarios y financieros adecuados (políticas públicas / proyectos de inversión); apoyar a escala local el acceso a servicios energéticos, así como la creación de nuevas actividades económicas y emprendedoras, gracias al desarrollo de modos de consumo y de producción limpios; y favorecer el intercambio de experiencias y buenas prácticas a nivel interterritorial. IX. GESTIÓN DESDE LO LOCAL Y “AUTORIDAD COLECTIVA LEGITIMADA” Para concluir estas propuestas e iniciativas acerca de la agenda de trabajo de las estrategias de desarrollo local, hay que hacer mención y subrayar especialmente el papel de la "autoridad colectiva legitimada", en expresión de Elinor Ostrom, profesora de la Universidad de Indiana y Premio Nobel de Economía en 2009 (primera mujer en conseguirlo desde su institución en 1969), que con la gestión local se consigue. Ostrom obtuvo el galardón por sus estudios dirigidos a poner en evidencia tanto el valor añadido de la gestión de los recursos y el territorio desde la colectividad local, como las ventajas comparativas y competitivas que a ello van asociadas. Particular significación tienen sus trabajos relativos a casos ~ 79 ~
prácticos que muestran como las comunidades locales que se organizan institucional y participativamente para la gestión de los recursos naturales y medio ambientales, logran una acción mucho más sostenible y eficaz sobre los mismos que cuando estos caen en manos privadas y de corporaciones empresariales exógenas al territorio del que se trate. De este modo, la academia sueca ha reconocido la labor de Ostrom sobre el análisis de la gestión de la propiedad pública con un trabajo que ha desafiado la creencia convencional e interesadamente expandida de que la propiedad común es gestionada de manera pobre por la colectividad, por lo que debe ser regulada por las autoridades centrales o privatizada, y de que la esfera local no es el ámbito adecuado para garantizar la buena gestión de los recursos endógenos y las ventajas comparativas del territorio. Así lo ha sintetizado la propia Ostrom en Governing the Commons: “Propongo que hay muchas soluciones que atienden a muchos problemas diferentes en lugar de presumir que hay soluciones institucionales óptimas que pueden ser diseñadas con facilidad e impuestas con bajos costes por parte de unas autoridades venidas de fuera”. En definitiva, Ostrom, como otros muchos expertos a escala internacional, cree en el poder de la comunidad local –“autoridad colectiva legitimada”- para gestionar con éxito los recursos endógenos y naturales en lugar de tener que ser manejados por instancias públicas supralocales o empresas privadas exógenas. Y tal poder o autoridad no es una expresión genérica, sino que se materializa en la acción estratégica y cotidiana de los ciudadanos y el tejido empresarial –mypes y trabajadores autónomos, básicamente- del territorio, los responsables políticos locales, los agentes sociales, las asociaciones, entidades, cooperativas, actores locales y sociedad civil, en general. Un contexto en el que llama la atención que se estén diseñando y ejecutando actuaciones y programas públicos que no sólo no atienden a las propuestas que han merecido el Nobel de Economía, sino que se orientan precisamente en sentido contrario. Ostrom y otros muchos expertos internacionales, constatan en sus trabajos que los miembros de una comunidad local con recursos endógenos comunes cuentan con ventajas en la promoción y gestión de los mismos. Así, poseen un conocimiento tanto del terreno como de la gente que les sirve de ayuda. Es un conocimiento "de tiempo y lugar" en expresión de Ostrom, o el "conocimiento personal" examinado por Michael Polanyi, o el “conocimiento subjetivo y disperso” analizado por el Friedrich Hayek, también premio Nobel de Economía. Este conocimiento, en combinación con la razón, lleva a la elaboración de unas pautas de acción y unas normas que se ponen a prueba ~ 80 ~
con la experiencia y se van depurando, en un proceso de prueba y error, hasta convertirse en un acervo de la colectividad local, que atesora una sutil inteligencia en la resolución de conflictos y en la propuesta de acciones y soluciones y la llevan a explotar eficazmente los recurso endógenos y sus posibilidades de desarrollo. Se trata de lo que la reiterada Elinor Ostrom ha denominado "teoría de la acción colectiva auto-organizada", fundamentada en que "en lugar de suponer que unos individuos son incompetentes o irracionales (normalmente, los que viven en el territorio y conforman la colectividad local) y otros son omniscientes (generalmente, “los venidos de fuera”), sostiene que los ciudadanos tienen "capacidades limitadas muy similares para razonar y para pensar en estructuras de ambientes o entornos complejos" y que la cercanía al territorio y su conocimiento define una ventaja comparativa determinante para decantarse por la gestión local de los recursos y las estrategias de desarrollo. En el marco de tal teoría, construida con base en multitud de experiencias prácticas, se estudian, igualmente, ejemplos de gestiones fracasadas de recursos y dinámicas de desarrollo, mostrando tres principales causas: +la falta de participación, diálogo y comunicación entre los participantes y actores del desarrollo; +el peso de los intereses creados, sobremanera el de las grandes empresas privadas que aprovechan su poder para asentarse en el territorio, pero que después se limitan a subcontratar a mypes locales que reciben sólo una parte de los ingresos obtenidos por aquellas, ingresos que en buena parte escapan así del territorio; y +un elemento que se repite en numerosos casos y que va asociado a la actuación del Estado, región u otra Administración supralocal, que a través de agencias u otros instrumentos actúan en el territorio sin una información válida, sin el conocimiento suficiente y sin el “saber hacer” exigible. Como ha demostrado el trabajo de Ostrom y otros científicos sociales, el vasto territorio entre los mercados y los Estados (Administraciones supralocales) es el espacio donde se construyen, en muchos casos de forma no planificada, pautas, formas y normas que gobiernan –gobernanza local, que no es sólo gobierno institucional, sino político en sentido amplio- en buena medida nuestras sociedades. Pero este espacio ha sido obviado por muchos años y lo sigue siendo aún ahora por los economistas neo-clásicos y neo-liberales, ~ 81 ~
generando una visión simplista del funcionamiento de nuestros sistemas socioeconómicos. Resulta crucial introducir y aplicar todo lo anterior en la agenda de trabajo de las estrategias de desarrollo local que persigan plasmar realmente en el territorio las oportunidades y posibilidades que el glocalismo abre y conlleva.
4. ¿QUÉ HACER? 4.1. EVOLUCIÓN: EL CAMBIO DE VISIÓN COMO CAMBIO INTERIOR Cuestión de consciencia Antes de plantearse esta cuestión –y sus posibles respuestas- hay que asumir e interiorizar que no estamos ante una crisis, sino ante una mutación del sistema dominante que lo ha transformado en absolutamente depredador en torno al eje globalización-especulación. Hasta que individual y socialmente no haya consciencia de esta realidad y de sus impactos directos, sopesar el qué hacer será un ejercicio inútil. Y, por supuesto, no caer en la trampa de pensar de manera voluntarista que pasado un tiempo, uno o más años, las aguas volverán a su antiguo cauce. Una crisis es reversible; una mutación, no. En cualquier caso, lo que se haga deberá orientarse a una Economía desde el Corazón (título de un hermoso libro de Paul Samuelson, editado en España por Orbis en 1984) que plasme una nueva Consciencia de Unidad (cimentada en el hecho de que todos somos Humanidad, así como en la plena integración y coherencia armónica de ésta en la Madre Tierra) y ponga la Revolución Tecnológica y la ciencia al servicio de una economía de la abundancia (energías libres,…) centrada en compartir, en lugar de un productivismo tan ingente como insensato, y materialice un nuevo estilo de vida basado en el sentido común, en la delimitación y satisfacción de nuestras necesidades, la armonía ecológica, la justicia, la equidad social, la solidaridad y la paz internacional. Y junto a las propuestas de medidas que se deben tomar, hay que articular las vías para llegar a tomar esas medidas, lo que debe pasar tanto por acciones personales, familiares y comunitarias a escala local de cambio de vida y ~ 82 ~
transformación interior, pues se precisan ojos nuevos para un mundo nuevo, como por actuaciones sociales y globales dirigidas a forjar una nueva realidad que la Humanidad, en su conjunto y sin excepciones, pueda abrazar. Y la salida tiene que darse conjuntamente, sin divisiones ni dicotomías tan falaces como estériles. Un Nuevo Mundo La metáfora que mejor define la situación actual de la visión y el sistema dominantes es el síndrome del pollo decapitado, que sigue dando vueltas como loco, debido a la preservación de sus reflejos neuronales innatos, hasta que se desploma. La locura de sus vueltas y revueltas se manifiesta cotidianamente en el economicismo y la mercantilización de la vida, en el productivismo y el consumismo incesante, en la pobreza extrema de más de mil millones de seres humanos, en el estrés y la honda infelicidad que vacía las vidas de los que sí disponen de ingresos suficientes, en la insensata búsqueda del mayor beneficio posible en el plazo más corto posible, en los especuladores financieros convertidos en árbitros del juego y amos del mundo, y en los Gobiernos absolutamente desbordados por las circunstancias y que carecen de otro objetivo que aguantar como sea hasta las siguientes elecciones. No, no estamos ante una crisis económica, por profunda que parezca. Estamos ante una mutación que convierte en aun más depredador, irracional e injusto el sistema vigente. Y la respuesta ante ello ha de ser el avance individual y colectivo, interior y exterior, trascendente y material, hacia un Nuevo Mundo: una nueva visión y un nuevo paradigma civilizatorio de corte ético y humanista que coadyuve al cambio interior de cada uno como base de la libertad, la inteligencia y la felicidad de todos, que conjugue el verbo compartir, impulse la solidaridad y la equidad global, y ponga la revolución tecnológica y los avances científicos al servicio de la dignidad de las personas, la convivencia pacífica entre los pueblos y la justicia y el bienestar social. Nos devora un pavoroso incendio promovido por las visiones más egóicas y mercantilistas de la sociedad, de la vida, del planeta y del ser humano. Y, frente a ello, incluso desde posiciones “progresistas”, se pretende que, en lugar de movilizarnos en pro de una visión distinta, nos entretengamos en debatir la altura de las llamas. No caigamos en tamaño error. Somos muchos más y la razón, el corazón y la Creación están con nosotros. ~ 83 ~
Superar la visión actual Es usual denominar <<milagro de la multiplicación>> al de los panes y los peces. Pero Juan (6,1-15), Lucas (9,10-17) Marcos (6, 34-44) y Mateo (15,32-39) constatan que Jesús no efectuó multiplicación alguna, sino que puso en común los alimentos disponibles. El milagro no consiste en <<multiplicar>>, sino en <<compartir>>: se reparte lo que se tiene y hay para todos, de sobra. ¿Por qué, entonces, el empeño en la multiplicación?. Pues debido a que estamos inmersos en una visión -cultural, social y, especialmente, económicaproductivista y consumista. Tal visión remonta su origen a los albores del mercantilismo e hila con lo ya examinado en la parte segunda de este texto. Se hizo hegemónica en el siglo XIX, con la célebre Revolución Industrial, y aún hoy es claramente dominante. Se basa en algo muy sencillo: la supremacía de la economía. Se trata de la Economía-Mundo. Todo gira en torno a ella, desde las artes a las letras, desde la religión a la política. E impregna todo lo que toca con su particular perfume: la mercantilización. Por esta visión hemos hecho nuestro como lo más natural el “tanto tienes tanto vales”; y fusionado el valor de uso –real- con el valor de cambio –especulativo, por más que gente como Antonio Machado nos alertara que no hay que confundir valor y precio. La economía, su crecimiento y desarrollo (sostenibilidad económica) es el fin; y también el medio, se nos reitera, para disponer de recursos con los que erradicar desigualdades (sostenibilidad social) o preservar el entorno ecológico (sostenibilidad medioambiental). Es verdad que bajo su influjo se ha conseguido multiplicar la producción mundial hasta el punto de que haya alimentos y bienes suficientes para la totalidad de los habitantes del planeta. Eso sí, tal suficiencia es exclusivamente en volumen, pero descarrila estrepitosamente en cuanto a su reparto: la pobreza extrema que afecta a cientos de millones de seres humanos es buena prueba al respecto, por no hablar de la miseria que se disfraza cotidianamente en las ciudades más desarrolladas del orbe occidental. Sin embargo, el siglo XXI presenta novedades: cambio climático, globalización, sociedad de la información, recursos naturales y energéticos escasos, flujos migratorios masivos o incorporación creciente al consumo de países, como China, de alta demografía. En este nuevo escenario, la sostenibilidad social y medioambiental no son ya consecuencias de que la ~ 84 ~
economía marche bien, sino condición imprescindible para ello. Hasta hoy la lógica económica, la integración social y el equilibrio ecológico no han ido de la mano. Ahora tendrán que hacerlo no por altruismo, sino por imperativo de circunstancias que obligan a un cambio de visión. Imaginemos un río cuyo cauce se quiere modificar. No se logrará clavando estacas en su fondo, ya que las aguas se limitarán a bordearlas y continuarán su normal fluir. Las estacas son los programas y no sirven. Se exige mucho más para cambiar el discurrir de la corriente; se requiere una nueva visión. La mentalidad aún vigente se evidencia en la errónea interpretación del milagro de los panes y los peces. Y la nueva visión que urge implantar se refleja en la verdadera enseñanza evangélica: hay para todos si se pone en común lo que se tiene. Esta es la realidad actual: 1. Tenemos bienes suficientes para todos. 2. No podemos seguir multiplicando la producción sin destruir nuestro hábitat de supervivencia. 3. La solución es compartir. Compartir y consciencia de unidad Compartir implica acometer transformaciones macroeconómicas y estructurales que, desde una perspectiva de equidad social y global, fomenten la eficiencia del sistema productivo, el ahorro, la inversión y la innovación, así como el comercio justo, la cooperación y la redistribución de la riqueza a escala local y global. Compartir supone también trabajar con prioridad en educación y en valores. Compartir representa abordar lo microeconómico desde un nuevo prisma: por ejemplo, lo que a usted y a mí nos corresponde poniendo sensatez ante el consumismo rampante y evaluando cuáles son nuestras autenticas necesidades sin caer en la hoguera de las vanidades. Y compartir conlleva poner a la persona, al individuo en sociedad, en el centro del sistema, desde una consciencia de unidad, pues todo lo anterior será una quimera si cada uno, cada persona, no realiza un trabajo interior dirigido a adquirir un nuevo nivel de consciencia en el espacio transpersonal. Se trata de ser más plenamente humano en el convencimiento de que nuestra personalidad individual es un logro de la evolución, pero también una limitación. Hay que comprender la realidad más allá del <<yo>>, de un egocentrismo que nos está arrastrando al precipicio. Para salir de esa limitación tenemos que ampliar nuestra consciencia y entrar en el nivel de unidad: constatar que somos uno con todo, que cada uno tiene sentido en la totalidad; e impulsar una visión holística de uno mismo y de la realidad. ~ 85 ~
Sin este cambio de consciencia será muy difícil, por no decir simplemente imposible, dar respuesta a los problemas sociales, económicos y ecológicos de la sociedad global. Y ello conduce a la conclusión de que en el momento presente es hora de evolucionar Interior y exterior El cambio de visión es, ante todo, un cambio interior. Y esa es la clave en el momento presente: es el momento del cambio interior. Somos multitud los que intuimos y sentimos que otro mundo mejor es posible mediante ojos nuevos para un mundo nuevo. Y que esos ojos nuevos sólo se alcanzarán con el cambio interior –espiritual- de cada persona y la con-pasión (conentusiasmo) y el compromiso social centrados en el Amor que de ello deriva de forma natural. El ser humano y la visión social imperante depositan su confianza en el exterior. Un ejemplo tonto, pero muy gráfico: “seré feliz (interior) si me toca la lotería (exterior)”. Y esta visión tiene múltiples consecuencias e impactos a través del proceso de “cosificación”. No en balde, en el proceso de autoconsciencia hay una fase, en la que están numerosas personas, de percepción de separación entre el “yo” y “lo que no es yo”: “el otro” (personas, sociedad,..) y “lo otro” (bienes, Naturaleza,…), que se unifican en el “objeto”. Se establece así una fragmentación y diferenciación radical entre sujeto (yo) y objeto (“lo que no es yo”: “el otro” y “lo otro” fusionados en el objeto). Y todo lo integrado en la concepción de “objeto” es tratado y asumido de idéntica manera, dando igual que sean personas (“el otro”), bienes, recursos naturales, organizaciones,… Esto deriva en la cosificación de todo lo incluido en el seno del “objeto” y la deshumanización de la vida social y la metafísica de las figuras sociales. Pero la Vida, el Cosmos y la Creación no funcionan así, sino a la inversa: el interior transforma el exterior. Así lo pone de manifiesto la Física Cuántica. Y también la Teoría de Cuerdas o la del Principio Holográfico a propósito de las Dimensiones. Y nuestra propia experiencia, a poco que nos conozcamos y tomemos consciencia, lo pone de manifiesto: el interior transforma el exterior y no la inversa. El cambio interior conlleva una auténtica metamorfosis (hay que recordar que el término “conversión” que utilizan, por ejemplo, los Evangelios cristianos ~ 86 ~
procede del vocablo griego “metanoia”, que significa, precisamente, “metamorfosis”). Además, el cambio interior de cada cual afecta directamente a toda la humanidad, a cada uno del resto de los seres humanos, a través de los campos mórficos o morfogenéticos. ¿Revolución?: ¡Evolución! Con base a lo precedente hay que afrontar el hecho cierto de que a la mayoría de las personas no les gusta como marcha el mundo, la sociedad, el país, la economía,... ¿Qué hacer?: la visión vigente nos llama cambiar lo exterior, lo que se ha expresado históricamente en la figura de la revolución. De hecho, han habido ya suficiente número de revoluciones como para saber que, más allá de sus dinámicas en el corto plazo, no sirven para cambiar las cosas. Unas veces porque la mayoría de los impulsores del cambio terminan sucumbiendo ante el glamour del sistema, aislando a los que entre ellos se mantienen leales a la escala de valores desde la que se promovió la revolución misma. Otras, la adhesión al sistema es perfectamente consciente: bajo grandes proclamas se escondía el quítate tú para ponerme yo. Como en las manadas de muchas especies en la lucha por ser el macho dominante: se quiere quitar al que está, pero no para cambiar, sino para que el nuevo líder disfrute los privilegios (verbigracia, la prevalencia sobre las hembras) que tenía el anterior. Para cambiar el exterior, la opción adecuada no es, por tanto, la revolución. Ésta sirve como experiencia consciencial de los implicados, que no es poco, pero ya está. Entonces, ¿cuál es?: la Vida, el Cosmos y la Creación nos indican que la opción es la evolución. La evolución es trabajo interior (“laber-into”). En el corazón tenemos una fuente inagotable y renovable de transformación de la realidad social. La dimensión espiritual y ética de la persona es la llave: ojos nuevos para un mundo nuevo. Desconectar de Matrix, rememorando la famosa película. La lucha contra el exterior es hacerle el juego a un mundo que se ha forjado desde el exterior. La oscuridad no se disuelve pelando contra ella, sino abriendo puertas y ventanas a la luz. Que tu cambio interior llene de luz cuanto te rodea, empezando por ti mismo.
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¡Quieres cambiar el mundo?: ¡cambia tu agenda diaria! ¿Cómo vas a cambiar tu vida y el mundo si no eres capaz de cambiar tu agenda diaria?: 1º Cambiar tus prioridades. 2º Cambiar tu agenda Para ello, desde el no-miedo y la confianza en la Providencia, procura tener presente momento a momento, en el aquí y ahora, estos principios o pautas: +No consumismo: delimita con rigor tus necesidades “reales” y, las que creas que lo son, cúbrelas con austeridad. +Reduce tus pertenencias: no acumules bienes y propiedades y limita tus pertenencias a las que, con sentido común, entiendas precisas para una vida digna. + No endeudamiento: vive sin préstamos ni deudas. + No ahorro: si algo te sobra, compártelo. +Libera tiempo de tu agenda y dedica cada vez más espacio a la meditación, el silencio, el recogimiento interior y a compartir con los demás en clave de compartir y cooperar. Elimina el estrés de tu vida, no practiques el culto a la velocidad y no caigas en el error de centrarte en las malas noticias, sino más bien, poniendo tu atención a tantas cosas maravillosas que cotidianamente suceden el en planeta. El camino A y el B van a coexistir: no quieras sustituir el uno por el otro Somos muchos los que nos percatamos en nuestro interior que hay un mundo de muertos. Está conformado por la visión y el sistema dominantes -sus reglas de juego, prioridades, usos, costumbres e instituciones- y por las personas inmersas en su escala de valores y en su dinámica. Es el mundo de la Tercera Dimensión, caracterizado por los dualismos y dicotomías (bueno y malo, superior e inferior, mío y tuyo, tú y yo,...), la densa materialidad, los apegos, deseos y sufrimientos materiales y el espacio-tiempo finito. Percibimos, igualmente, que el momento presente está marcado por el avance consciencial y dimensional de la Madre Tierra, auténtico ser vivo del que formamos parte y en el que nos integramos, y por el despertar y evolución ~ 88 ~
íntima de numerosos seres humanos y buena parte de la Humanidad, que se encamina hacia el salto dimensional. En este escenario, cada cual debe elegir su camino. Como ya se expresó en la primera parte de este texto, es hora de tomar la decisión: optar por el camino A o por el camino B. pero no se trata de sustituir (eliminar) un camino por otro, sino de que cada uno elija el que quiere seguir. Quien quiera optar por la vía que lleva al salto dimensional, que lo haga. Y hay que respetar a quien decida mantenerse en Tercera Dimensión. Nada "malo" hay en ello. "Deja que los muertos entierren a sus muertos" (Lucas, 9,60). La Tercera Dimensión, para quien quiera seguir en la misma, siempre será lo que es. Se trata de una Dimensión necesaria, imprescindible, para el Cosmos y la Creación: ¡sin ella, estarían incompletos! No es posible que ella -ni ninguna otra de las muchas que configuran el Omniverso- deje de existir, ni que deje de ser lo que es, pues sus características y parámetros básicos son lo que han de ser: ni buenos ni malos, sino los que son y corresponde que sean. Sólo desde el seno de la Tercera Dimensión se efectúan tales valoraciones, falaces y vacías fuera de la misma. Lo Real es que Todo es Perfecto. ¿Qué hacer entonces cuando notamos y percibimos que nuestra vibración íntima no se encuentra en armonía dentro de la Tercera Dimensión, de su franja frecuencial? Lo primero es interiorizar lo que esto en sí significa: que hemos vivido ya experiencias en dicha dimensión -en esta vida y a lo largo de la cadena de vidas físicas en la que se plasma nuestra encarnación en el plano humano- que nos han llevado a "resucitar". Esto es, a ser conscientes de que poseemos un Ser Profundo, divinal y eterno, nuestro Yo Verdadero, que es realmente multidimensional, por lo que es lógico que no se identifique con la estrecha franja vibracional en la que la Tercera Dimensión oscila. Lo segundo, entender que la clave está precisamente en eso: en no identificarse con la Tercera Dimensión. ¡Tampoco para rechazarla o para quererla cambiar, pues también esto representa la identificación con ella y entrar en el juego de los dualismos y opuestos que está en su esencia!. Como se ha reseñado ya, la oscuridad no desaparece porque luchemos contra ella, sino abriendo las ventanas para que se haga la luz. Por tanto, al qué hacer, la respuesta no es la resistencia, ni la pugna antisistema que nos llena de ~ 89 ~
resentimiento, ni la revolución, sino la evolución. Simplemente, la evolución natural: pasar a otra Dimensión o plano en el que sí se dé tal armonía; o, lo que aún es más maravilloso, optar por existir multidimensionalmente, sin encasillarse en una dimensión concreta y comprendiendo que la Consciencia Perfecta no es el grado consciencial más alto, sino ser la Consciencia misma (no un grado calorífico, por elevado que sea, sino la temperatura y, por ende, todos los grados y ninguno). Es así como está ya actuando la Madre Tierra, que en el contexto de un colosal proceso cosmogónico se ha empezado a adentrar en la Cuarta Dimensión. Y hay también ya un mundo de seres humanos despiertos o que comienzan a despertar: personas cada vez más conscientes y dispuestas a construir un mundo nuevo basado en un Amor tan Incondicional e inmenso que se extiende a todo y a todos, incluso a los que están muertos, para que, ojalá, resuciten en vida. Es así como está emanando una novedosa visión y la expansión de la consciencia se abre paso en la Humanidad a modo de red: una auténtica Red Consciencial. La Red Consciencial Es crucial percatarse de que tal Red es absolutamente ajena a los usos y estructuras piramidales tradicionales y a los instrumentos y reglas del poder establecido. De ahí que su extensión y consolidación no va contra nada ni contra nadie y supera el juego de los dualismos y oposiciones. Por tanto, la red no es antisistema, ni sabe de resentimientos. La Red Consciencial está, además, en total sintonía con la Madre Tierra. Es más, se nutre de la excepcional energía que nuestro planeta recibe en la actualidad del Sol y del Centro Galáctico. Una energía vibratoria, frecuencial y electromagnética que se distribuye por la ionosfera, llega a cada ser humano por esa auténtica antena de radiofrecuencia que es la glándula pineal y activa componentes durmientes de nuestro ADN sutil. Lo que, además de aportar fuerza consciencial a cada uno y a la Red en su globalidad, potencia nuevas formas de comunicación entre las personas y de éstas con el Cosmos, aumentando nuestras capacidades mentales, telepáticas, intuitivas e inspirativas: un enorme sistema de telecomunicación transpersonal que contribuye al perfecto funcionamiento de la Red. Ésta, por tanto, rompe las fronteras políticas, étnicas y religiosas que hasta ahora han dividido y confrontado a los seres humanos y contempla el mundo ~ 90 ~
en clave de unidad e interdependencia, conjugando el verbo compartir. Fluye por ella la solidaridad, la generosidad, la participación, la creatividad, el entusiasmo, la reducción de las necesidades de cada uno a niveles de sentido común, la utilización de las tecnologías en beneficio de la mayoría, la promoción y uso masivo de las energías libres y el incremento de las capacidades, como se acaba de apuntar, para expandir nuestros sentimientos, intuiciones e inspiraciones y todas nuestras facultades físicas, mentales y espirituales. Capacidades que han de ser desplegadas por cada cual en el marco de sus vivencias cotidianas y en los sectores y ámbitos en los que cada uno se mueve y actúa, desde la cultura al emprendimiento empresarial, desde el arte a la actividad política ejercida como vocación de servicio público, desde la educación a la esfera científica y tecnológica. Ha llegado el momento de que materialicemos la consciencia expandida en lo concreto: en nuestras vidas, en la familia, en la sociedad, en la economía, en la gestión de la cosa pública…; a escala local y escala global. ¿Cómo lograrlo?. Muy sencillo: vivir en el ahora, el único sitio donde la vida existe, como si ya estuviéramos instalados en esa nueva Dimensión o en plena Realidad Multidimensional. Metafóricamente lo han expresado los grandes Maestros a lo largo de la historia de la Humanidad. La colosal entidad espiritual que encarnó como Jesús de Narazet lo sintetizó espléndidamente cuando habló de traer el Cielo a la Tierra. Nada dijo de luchar contra la Tierra, sino de traer el Cielo (Dimensión superior -verbigracia, "fa" o "sol" en la escala musical-) a la Tierra (Tercera Dimensión -"mi", en la misma escala-). Para ello, la clave es el Amor: vivir el ahora en y con Amor. Cada uno en su cotidianeidad -los múltiples hechos y situaciones que la conforman-, desde que nos levantamos cada mañana hasta que nos acostamos en la noche, incluso en sueños mientras dormimos. Será así como desde nuestro interior traeremos el Cielo a la Tierra. Y comprobaremos que el exterior se va amoldando a nuestro interior, que nuestra metamorfosis íntima transforma la realidad y que nosotros mismos, cada uno, somos el Milagro. Y nuestros ojos nuevos abrirán las puertas a un mundo nuevo.
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4.2. ECONOMÍA DEL CORAZÓN Sus postulados fundamentales La Economía del Corazón es la economía de la abundancia, frente a la escasez, y del uso libre de los recursos y la tecnología, frente a la apropiación de los mismos por unos pocos. Es la economía que emana del cambio de visión y del cambio interior: compartir, cooperar, practicar la solidaridad, cambiar la agenda diaria. Sus postulados fundamentales los podemos encontrar en dos textos básicos: +La Carta de la Tierra (copiada al final del Libro II de Glocalismo): http://www.earthcharterinaction.org/invent/images/uploads/echarter_spa nish.pdf +La Carta Universal de la Autosuficiencia (Carta Universal 2011, también copiada al final del Libro II de Glocalismo): http://www.comunidadesautosuficientes.org/index.php?option=com_conte nt&view=article&id=59&Itemid=69 Sobre estas bases, estamos en condiciones de avanzar hacia un nueva organización social asentada en paradigmas holísticos. La organización social que puede emanar de este nuevo paradigma holístico La visión holística del mundo lleva por naturaleza a sistemas de gobiernos mucho más descentralizados. El poder está en las comunidades locales. Se trata de una sociedad en donde no hay estructuras jerárquicas, no hay personas que lideran al conjunto de la población, sino que cada uno es capaz de tomar mayor responsabilidad por lo que hace y consume, por su impacto en la comunidad local y en el conjunto de los ciclos de la tierra. Esta crisis marca el principio del fin de la globalización económica y eso abrirá espacios de diversidad cultural que hasta ahora se habían ido sofocando. Permitirá una mayor diversidad de maneras de actuar en sintonía con los ritmos de cada ecosistema. De hecho, es así como las culturas han ido evolucionando siempre: en sintonía con los ritmos climáticos y biológicos del ecosistema que las acoge, cosa que ahora prácticamente no tenemos en cuenta. ~ 92 ~
Ahora mismo, lo que tenemos a nivel político es la gran transición desde estructuras rígidas y jerarquías centralizadas a toda una serie de iniciativas participativas que van a ir surgiendo a nivel local. Todo esto comporta fomentar la participación ciudadana y la recuperación de maneras autosuficientes de vivir. Recuperar oficios que se estaban perdiendo, recuperar variedades agrícolas locales que se estaban abandonando. Hay que fortalecer estas comunidades locales y dejar que las estructuras más globales sean solo como un paraguas protector, no como una pirámide que acumula el poder en su cúspide. Sería un poder que emerge de abajo hacia arriba, no de arriba hacia abajo. De la fórmula piramidal al trabajo en red La pirámide es una metáfora que vale mucho para los sistemas que hemos creado hasta ahora, tanto políticos como empresariales. Pero la naturaleza no funciona así. El concepto de pirámide puede asociarse con nociones teológicas que proclaman un dios superior que está por encima de la Tierra. La versión del cristianismo que ha triunfado (que no es por ejemplo la de San Francisco) es muy jerárquica y se ha vuelto compatible con la visión del mundo hasta ahora hegemónica, en la que destaca la competición y la lucha por la supervivencia, todo se rige por leyes mecánicas y lo que tiene más fuerza triunfa. La visión holística nos revela que todas las cosas están íntimamente relacionadas y todo depende de todo lo demás. Es una visión mucho más compatible con la idea de red. Cada acto, como una piedra que cae en un estaque, genera ondas que luego se van expandiendo. En esta crisis, las pirámides se derrumban y las redes se fortalecen. Todos sabemos que las estructuras piramidales ya no funcionan. Inventar estructuras piramidales es un experimento de la humanidad que hemos comprobado que no funciona. Y no funciona ni siquiera para los que están arriba, muchos de los cuales están colmados de insatisfacción. Ahora nos toca probar formas nuevas de organización. Sabemos que el cosmos y la vida funcionan en red. Cuanto más funcionemos en red nosotros, más fluiremos con la naturaleza y mejor nos irá.
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Vivir con menos La economía convencional sigue ignorando que depende de la naturaleza. La inminente escasez de recursos energéticos clave nos obliga a reconocer que la vida que hemos estado llevando en las últimas décadas no es sostenible. Si queremos perdurar como una especie integrada en los ciclos de la tierra, hemos de consumir menos energía y hemos de aprender a vivir mejor con menos, ser más felices con menos. No hay ninguna alternativa energética viable que sea capaz de proporcionar el nivel del consumo que hemos tenido hasta ahora. Pero eso no es una mala noticia, porque esta sociedad de consumo es una fuente de adicciones y de problemas psicológicos que antes no existían. Hay que reaprender a vivir mejor con menos energía externa y en cambio potenciar nuestras energías interiores: la creatividad, la solidaridad… Hemos de limitar nuestro impacto en el medio, pero hay mil cosas que son ilimitadas: la amistad, la solidaridad, la imaginación, la creatividad, el arte, la capacidad de aprender… siempre las podemos potenciar. Todo lo que no depende de una base material, no tiene límites. Darnos cuenta de que estamos en un mundo de posibilidades ilimitadas abre la puerta a darnos cuenta de que el mundo que podemos crear tampoco tiene límites. Tal vez nos espera un mundo que ahora mismo no podemos imaginar. Tiene el potencial de ir a peor o a mejor. Podemos vivir una mala crisis o una buena crisis. Nos espera un mundo que no será como este. Contribuir a que sea un mundo mejor está en nuestras manos, y en nuestro corazón. En este orden, se trae aquí el libro Minimalismo anticrisis, del que es autora Valentina Thörner da Cruz. Minimalismo es el arte de vivir con menos cosas para así liberar tiempo y energía para lo que realmente importa. Es un nuevo movimiento que ha sido fortalecido y empujado por la crisis económica, ya que con su propuesta de consumir menos, gastar menos e invertir en las cosas que te aportan actividades o relaciones encaja muy bien con las incertidumbres que trae una época de inestabilidad económica. Pero también es verdad que los primeros que abrazaron el concepto de minimalismo han sido jóvenes, muchas veces solteros, sin bienes de una inversión mayor (como una casa), quizás sin familia, y con un trabajo muy relacionado con el mundo online. Algunos han montado su negocio minimalista para vivir de sus ingresos obtenidos en Internet y dedicarse a ~ 94 ~
viajar por el mundo o cambiar de lugar cada par de meses. Aunque este estilo de vida suena muy aventurero, no todo el mundo quiere vivir así. Mucha gente se siente más seguro al tener una casa a su nombre. Hay personas que les gusta su trabajo, quizás no todos los días, pero muchos días. Hay personas que tienen su círculo social establecido en una ciudad y que no ven ninguna ventaja en cambiar de lugar cada dos por tres y así tener que empezar desde cero. ¡Y eso está bien!. El minimalismo trata de liberar tiempo y energía para lo que a ti te importa. Al reducir la dependencia de tu salario, de tu entorno, tienes mayor libertad de elección en cuanto a lo que quieres hacer y lo que no. Pero no te obliga a nada. Quizás esto es el punto más fuerte del minimalismo, y al mismo tiempo su punto más débil. Sí, puedes encontrar el tiempo para lo que es importante para ti. Pero eso también implica que sepas decidir lo que es importante para ti. Y en mi trayectoria de asesorar a personas que quieren simplificar su vida, he encontrado que esto último es la tarea más difícil. En un artículo que ha escrito para “El Blog Alternativo”, Valentina señala: Yo me refiero al minimalismo como corriente filosófica que intenta encontrar respuestas para muchas de las cosas que me preocupan a diario: la crisis económica, la falta de tiempo, los efectos del petróleo, la injusticia, la dependencia de la tarjeta de crédito. La base del minimalismo es muy fácil: concéntrate en lo esencial e intenta reducir el resto, respeta a tu entorno, a la naturaleza y a las otras personas. Todo empieza con la traducción de un libro: El Arte de Ser Minimalista de Everett Bogue que marca el inicio de mi interacción consciente con esta filosofía Everett es minimalista en todo. Vive con menos de 100 cosas, y cambia de ciudad cada medio año. Pero mientras me apropié de la filosofía, tuve que adaptarlo a mi propia realidad. Tengo un marido y un perro y me gusta tener una casa acogedora y bien decorada. Pero también quería desvincularme del imperativo de consumo que me tenía atada al trabajo para poder pagar todo lo que nos prometía felicidad. Así que adapté la filosofía para que fuese aplicable a otras circunstancias. En retrospectiva, puedo distinguir cuatro etapas, que a la vez son los pilares del minimalismo: 1) Consumo crítico ~ 95 ~
Una fuerte influencia en este comportamiento ha sido el vídeo “La historia de las cosas” que explica el impacto que tiene nuestro consumo. Desde entonces me pienso muy bien en qué gasto mi dinero. No gasto necesariamente menos, pero sí con más cuidado. Prefiero comprar una camiseta de algodón ecológico a tres camisetas de rebajas por el mismo precio. Prefiero la calidad a la cantidad y la responsabilidad empresarial a las guerras de precios. 2) Reducción de pertenencias Todos tenemos demasiadas cosas. La ecuación compra = felicidad está profundamente enraizada en la cultura occidental. Pero las cosas hay que guardarlas en algún lugar. En nuestro caso, las cosas se amontonaban en la habitación de visitas o en el armario empotrado enorme. Cuando me puse a reorganizar todas estas cosas y analizar su último uso y la frecuencia de uso, me quedé sorprendida. Había cosas que ni recordaba. La mayor parte fue vendida, regalada, o donada. Y nunca me arrepentí. 3) Sanear las finanzas Vivíamos en un piso enorme, en alquiler con opción de compra. Pero teníamos que guardar el 20% de su valor como entrada antes de una fecha límite. Esa obligación de ahorrar en todo, amargaba otros aspectos de la vida social. Mejor no salir a comer con los amigos para no gastar este dinero. Mejor nos quedamos en Navidad en casa, que los vuelos son muy caros en Diciembre. Y encima el estrés de una economía insegura. Si uno de nosotros perdía el trabajo, no sobraría para comer después del alquiler. Llegó el momento de aceptar que eso tampoco era calidad de vida. Con una plantilla de gastos e ingresos, y con lo aprendido a la hora de minimizar nuestras pertenencias, nos pusimos a analizar nuestra situación. Llegamos a la conclusión que visitar la familia es más importante que un piso representativo. Así que cambiamos de piso. 4) Liberar tiempo Después de reducir los gastos con la mudanza (y muchos otros ajustes que fueron posibles gracias a este cambio) pude realizar un sueño. Me hacía falta tiempo para mi y para mis proyectos. Con los gastos reducidos fue posible reducir mi jornada a 4 días por semana. Los viernes ahora son dedicados a otras causas que quizás no me traen tanto dinero, pero mucho más satisfacción. Y fue de este camino que salió el libro “Minimalismo Anticrisis”. Un libro para gente que quiere cambiar algo para tener una vida más plena, pero que no sabe por donde empezar. Un libro para personas que quieren reducir su impacto medio ambiental, sanear sus finanzas y gastar en lo que es importante, no en lo que dice la publicidad. El libro presenta estrategias claras y concisas sobre como incorporar diferentes aspectos del minimalismo en tu vida diaria sin asustar a tu pareja o a tus amigos. Aprenderás como simplificar las pertenencias, como mejorar tus finanzas, y como incorporar el consumo responsable en tu vida. ~ 96 ~
Mutar las prioridades, cambiar la agenda La visión dominante –productivista, consumista, vacía de valores, antagónica a cualquier percepción trascendente y espiritual del ser humano- ensalza el exceso como ninguna otra cultura o tradición lo había hecho antes. Es más, como si fuera lo más normal, en torno al exceso se ha configurado una retórica –algunos pretenden que hasta una épica- amplificada por la publicidad y los medios de comunicación. El exceso –sea en acumular riqueza, o en ganar medallas olímpicas- se ha elevado prácticamente a la categoría de heroicidad. Y los periódicos y los informativos, por ejemplo, no destacan el quehacer de los verdaderos héroes –que hay muchos, multitud de hombres y mujeres, por todo el planeta y en los más diversos contextos- sino el “éxito” del “triunfador”, que suele ser un señor o señora que aporta mucho a sí mismo y casi nada a los demás. Por supuesto, el sistema económico vigente tiene que ver con ello. La Economía-Mundo lo contamina todo con su aroma mercantilista y sus reglas del comercio sin alma: poco importa el verdadero valor de las cosas –valor intrínseco o de uso, en terminología económica- y todo se reduce a su precio – valor de cambio y, a menudo, especulativo-. Es una auténtica subversión del orden natural de valores. Para materializarla, se promueve una visión que mira siempre al mañana, a lo que pueda deparar el futuro, jamás al presente. El objetivo es obvio: que al colocar la mirada en un futuro virtual y frecuentemente quimérico, no observemos la realidad tal cual es. Todo nos alienta a plantearnos constantemente metas y retos para el mañana, sin capacidad de crítica, sin saber de verdad si son los nuestros o los que otros nos imponen, sin mirarnos nunca al espejo del hoy, de lo real. Igualmente, se nos anima a transgredir límites y fronteras. Y a esto se le llama disfrutar la vida. A costa de lo que sea, incluso de nosotros mismos y nuestra auténtica identidad; y sin conocer por qué y para qué. De este modo, se nos llena la mente de ruido, del ajetreo incesante provocado por la velocidad de un mundo “en progreso”, “en avance”, aunque nadie sepa bien hacia dónde. Todo vale, en definitiva, con tal de que no tengamos la mente limpia, libre, quieta, que es lo que nos permitiría conectar con nuestro Yo Verdadero, con nuestra dimensión profunda y divinal, logrando que Él y no el pequeño yo –el ego- tome el timón de nuestra existencia. ~ 97 ~
Casi nadie se sorprende por tanto dislate, aunque paradójicamente, nos escandalizamos cotidianamente ante los nocivos efectos e impactos, individuales y colectivos, de tanta proclama aparentemente rompedora. Nos hemos acostumbrado al cómodo ejercicio de seguir la corriente, transitando por la vía rápida de los extremos y renunciando a lo que Aristóteles definió y defendió como el “justo medio”(“in media virtus”), lugar de excelencia, según él, para la ética y la razón. De esta forma, el equilibrio está quedando, poco a poco, fuera del alcance de cada persona y de la sociedad. La propia crisis socioeconómica actual está íntimamente conectada con este hecho y esta concepción de las cosas. Eso sí, afortunadamente empiezan a ser numerosos los seres humanos que se han percatado del desatino y comienzan a enderezar sus vidas no por el “sendero del miedo” al que nos arrastra sin remisión la visión imperante, sino por el aristotélico “sendero del medio”. En él prima la moderación y el sentido común en la delimitación y cobertura de nuestras necesidades; se saborean las pequeñas cosas y los detalles, con alto valor de uso, pero bajo valor de cambio, así como el ahora, el presente, comprobando que es el único sitio donde la vida realmente existe; se buscan y hallan espacios para el encuentro interior y experiencias de silencio; se constata que la transformación interior es la llave del cambio social y que se precisan ojos nuevos para lograr un mundo nuevo; se incrementa el compromiso con la Naturaleza y el planeta, nuestro gran hogar; y se disfruta por compartir con los demás y practicar un Amor cada vez más Incondicional. En última instancia, la elección no es entre felicidad o no. Todo el mundo, sin excepción, quiere ser feliz. La clave radica en lo que se entiende por felicidad. Y aquí sí que hay que optar: entre un modelo de felicidad ajeno a nosotros, impuesto, el que interesa a la visión y sistema vigentes; y la felicidad tal como la vemos y percibimos honesta, sincera y conscientemente desde nuestro interior. La experiencia de los triunfadores, de los rompedores y de los que se aplican un modelo de felicidad ajeno a ellos mismos nos indica con rotundidad lo que les espera al final del camino: frustración, insatisfacción, nostalgia sin objeto, estrés, depresión. La experiencia de los que han optado por el “in media virtus” también es contundente: una felicidad equilibrada, duradera, armoniosa y hasta contagiosa. ~ 98 ~
¿Crees que esto último no es posible?. Pregunta a las personas anónimas que marchan ya por el “sendero del medio”. Observa a tu alrededor. Seguro que las hay muy cerca de ti. En íntima sintonía con lo enunciado están estas reflexiones del teólogo y filósofo Leonardo Boff que con el título de “Carencia de justa medida“ han sido publicadas en la web Koinonia, (http://servicioskoinonia.org/boff/) con fecha 9 de octubre de 2009: Nuestra cultura se caracteriza por el exceso en casi todos los ámbitos de la vida: exceso en la utilización de los recursos naturales, en la explotación de la fuerza de trabajo, en la especulación financiera, en la acumulación de riqueza. La crisis actual es en gran parte fruto de este exceso. El historiador inglés Arnold Toynbee en sus estudios sobre el nacimiento y muerte de las civilizaciones señala que éstas entran en colapso cuando el exceso, en más o en menos, empieza a dominar. Es lo que estamos viendo actualmente. De ahí la importancia de reflexionar sobre la justa medida, que acaba siendo sinónimo de sostenibilidad. La justa medida tiene que ver con lo óptimo relativo, es decir, con el equilibrio dinámico entre el más y el menos. Por una parte, toda medida es sentida negativamente como límite a nuestras pretensiones. De ahí nace la voluntad y hasta el placer de violar el límite. Y por la otra, es sentida positivamente como la capacidad de usar en forma moderada potencialidades que pueden dar otro rumbo a la historia y así garantizar la continuidad de la vida. Veamos rápidamente el lugar de la justa medida en algunas de las grandes culturas que conocemos. En las culturas de la cuenca del Mediterráneo, especialmente entre los egipcios, griegos, latinos y hebreos la búsqueda de la justa medida era central. Lo mismo se da en el budismo y en la filosofía ecológica del Feng Shui chino. Para estas tradiciones el símbolo era la balanza y las respectivas divinidades femeninas, tutoras del equilibrio. La diosa Maat era la personificación de la justa medida para los egipcios. Bajo su responsabilidad estaba la medida política que permitía que todo fluyera equilibrada y armoniosamente. Pero los sabios egipcios pronto percibieron que ese equilibrio solo era sostenible si la medida exterior correspondía a la medida interior. En caso contrario, impera el legalismo. Hoy sabemos que su visión influyó fuertemente en el pensamiento ~ 99 ~
griego y latino e hizo que una de las características fundamentales de la cultura griega fuese la búsqueda insaciable de la medida (metrón en griego, de donde viene nuestro metro). Es clásica la formulación, verdadera regla de oro: <<la perfección está en la justa medida de todas las cosas>>. La diosa Némesis, venerada por griegos y latinos, correspondía a la diosa Maat de los egipcios. Representaba la justicia divina y la justa medida. Quien osase sobrepasar la propia medida (eso se llamaba hybris = arrogancia y presunción exacerbadas) era inmediatamente fulminado por esta divinidad. Así, por ejemplo, los campeones olímpicos que, como en los días actuales, se dejaban endiosar por sus admiradores; también los escritores y artistas que permitían su divinización por causa de sus obras. La Biblia judeocristiana formula, a su manera, la búsqueda de esta medida: Se basa en el reconocimiento del límite infranqueable entre el Creador y la criatura. Ésta jamás podrá traspasar ese límite y ser como Dios. La gran tentación formulada por la serpiente a Adán y Eva en el paraíso terrenal era: si traspasaban el límite serían como Dios. Lo traspasaron y recibieron el castigo: la expulsión del paraíso. Pecado es no aceptar la situación de criatura, es rechazar ese límite y esa medida, es intentar elevarse a la altura divina. A pesar de la expulsión, la misión de cultivar y guardar el jardín del Edén continuó. Aquí se anuncia una medida de valor siempre actual: el ser humano puede intervenir en la naturaleza siempre que esté orientado por la medida del cuidado, pues “cultivar” expresa el cuidado esencial y “guardar” es sinónimo de garantizar la sostenibilidad. Pero hay que preguntar: ¿Quién garantiza la sostenibilidad? Se han señalado muchas fuentes inspiradoras, generalmente indicadas como únicas: la naturaleza, la razón universal, la sabiduría de los pueblos, las religiones y las revelaciones contenidas en la Biblia judeocristiana o en el Corán o en las Upanishads o en el Tao, y otras. Hoy estamos cada vez más convencidos de que nada puede ser reducido a una única causa (monocausalidad) o a un único factor, pues nada es lineal y simple. Todo es complejo y está entretejido de inter-retro-relaciones de redes de inclusiones. Por eso necesitamos articular todas esas instancias y algunas otras. Juntas, deben ayudarnos a encontrar una justa medida adecuada, pues todas aportan alguna luz y comunican alguna verdad. Sabiduría es asumir estas verdades que potencian el equilibrio y permiten que la vida viva y evitan conflictos innecesarios. La pregunta para nosotros hoy es: ¿Cuál es la justa medida de intervención en la naturaleza que por un lado preserve el capital natural, y por el otro nos comporte ~ 100 ~
beneficios? Por no haber encontrado todavía la formula, estamos patinando en la crisis. La sociedad líquida Las consideraciones precedentes deben ser puestas en relación con la llamada sociedad líquida. Un concepto poco conocido, aunque, dado lo atinado y perspicaz de sus fundamentos, muy valorado por aquellos que han accedido a él. Su origen se halla en las aportaciones del octogenario sociólogo polaco Zygmunt Bauman. Él es el autor de la llamada “modernidad líquida” y, por extensión, de la noción “sociedad líquida”. Con ella, identifica y define el estado fluido y volátil de la actual sociedad, sin valores sólidos, donde lo que eran nexos potentes se han convertido en lazos provisionales y frágiles, y en la que la incertidumbre por la vertiginosa rapidez de los cambios ha debilitado los vínculos humanos. La obra publicada de Bauman es muy extensa, incluso la traducida al español. A propósito de lo que aquí nos ocupa, destaca especialmente su texto Tiempos líquidos. Vivir en una época de incertidumbre (Tusquets; Barcelona, 2007). En Bauman sobresale su aguda capacidad analítica y de observación, lo que le sirve no para apabullarnos con ristras de datos y estadísticas, sino para hacerse preguntas sobre el por qué y el cómo de las cosas con un espíritu creativo, lúcido y extremadamente actual. Sus reflexiones y conclusiones son muy importantes para entender los tiempos de cambio y de “red” en los que andamos metidos. Particularmente, para comprender este concepto, el de “red”, más allá de sus contenidos tecnológicos, ahondando en sus implicaciones en la sociedad contemporánea y la vida de las personas. Entre sus aportaciones, me permito subrayar las siguientes: +En el presente, la “sociedad” se ve y se trata como una “red”, en vez de como una “estructura”: la sociedad se percibe como una matriz de conexiones y desconexiones aleatorias y de un número esencialmente infinito de permutaciones posibles. Los vínculos humanos son cada vez más frágiles y se aceptan como provisionales. La exposición de los individuos a los caprichos del mercado laboral y de bienes premia las actitudes competitivas, al tiempo que degrada la colaboración y el trabajo en equipo al rango de estratagemas temporales que deben abandonarse o eliminarse una vez que se hayan agotado sus beneficios. ~ 101 ~
+Asistimos al colapso del pensamiento, de la planificación y de la acción a largo plazo, junto a la desaparición o el debilitamiento de aquellas estructuras sociales que deberían pensar en esos términos. La historia política y las vidas individuales se reducen a una serie de proyectos de corto alcance y de episodios que no se combinan de manera compatible con conceptos como “desarrollo” o “maduración”. Una vida tan fragmentada estimula orientaciones “laterales” antes que “verticales”. Los éxitos pretéritos no suponen mayor probabilidad de futuras victorias, y mucho menos las garantizan. Para el éxito futuro lo más importante puede ser “olvidar”. +Ahora la responsabilidad recae en los individuos, de quienes se espera que sean “electores libres” y que soporten las consecuencias de sus elecciones, pese a que los riesgos implícitos en cada elección pueden ser causados por fuerzas que trascienden la comprensión y la capacidad individual para actuar. La virtud más útil no es la“conformidad” a las normas, sino la “flexibilidad”: la presteza para cambiar de tácticas y estilos en un santiamén, para abandonar compromisos y lealtades sin arrepentimiento, y para ir en pos de las oportunidades según la disponibilidad del momento, en vez de seguir las propias preferencias consolidadas. +Estamos en pleno proceso de separación, de divorcio, entre el poder y la política. Esta pareja ha sido la que ha sustentado hasta ahora el Estado moderno. +Hasta ahora el “progreso” era una promesa de felicidad universal y duradera, la manifestación extrema del optimismo radical. Pero ahora, representa la amenaza de un cambio implacable e inexorable, que lejos de augurar paz y descanso, presagia una crisis y una tensión continuas que imposibilitarán el menor momento de respiro. El progreso se ha convertido en algo así como un persistente juego de las sillas en el que un segundo de distracción puede comportar una derrota inapelable. En lugar de grandes expectativas y dulces sueños, el progreso evoca un insomnio lleno de pesadillas en las que uno sueña que se queda rezagado, pierde el tren o se cae por la ventanilla de un vehículo que va a toda velocidad y que no deja de acelerar. Como se deduce de estos botones de muestra, la obra de Bauman introduce el bisturí en el mundo moderno para poner de manifiesto su cortoplacismo, evanescencia, falta de compromiso y estructuración real. Y ayuda a profundizar en temas tratados en apartados anteriores a propósito del exceso ~ 102 ~
y ausencia de medida que caracteriza a la sociedad actual junto al ritmo alocado y culto a la velocidad que en ella predomina. Elogio de la lentitud Todo lo cual nos lleva a recapacitar sobre el elogio de la lentitud que llevan a cabo autores como Carl Honoré (Elogio de la lentitud. RBA, 2008), defendiendo el llamado movimiento “Slow” y denunciando la locura en la que el exceso aplicado al tiempo, es decir, el estrés y las prisas, está sumiendo a la mujer y al hombre “modernos”, tal como ya se enunció páginas atrás. ¿Qué hacer? La realidad muestra que hemos olvidado la espera de las cosas y la manera de gozar del momento cuando llegan. La actriz y escritora Carrie Fisher lo ha expuesto muy bien: “incluso la satisfacción instantánea requiere demasiado tiempo”. Lo que enlaza, como en epígrafes posteriores se desarrollará, con la necesidad de vivir el presente e, incluso, con un arte en peligro de extinción: el arte de no hacer nada, que abre la puerta al silencio, la meditación y el crecimiento interior. Pero, para cientos de millones de personas, no hacer nada es sinónimo de falta de referencias, lo que provoca nerviosismo, pánico al vacío y urgencia por encontrar algo que hacer. En lugar de no pensar, permitiendo que nuestra dimensión interior inspire la mente, o de concentrarnos en una idea para que madure en nuestra inteligencia, nos hemos convertidos en adictos al pensamiento rápido y, por tanto, superficial y fácilmente manipulable por terceros y por influencias externas. Ahora bien, no es preciso ser un genio para percatarse que hacer las cosas más despacio significa hacerlas mejor. Y ofrece la oportunidad de disfrutar con la acción de hacerlas, lo que se sitúa estrictamente en el presente, y no sólo con los teóricos resultados de la acción, que pertenecen al ámbito de lo futurible, de lo que está por llegar. Un futuro al que nos lanzamos aceleradamente para ni siquiera ser muy conscientes de cuando llegamos a él. Todo mejora, hasta la salud, cuando se prescinde del apresuramiento. Las palabras “rápido” y “lento” representan dos filosofías de vida muy distintas. Rápido equivale a atareado, controlador, agresivo, apresurado, superficial, estresado e impaciente, es decir, todo aquello en lo que la cantidad prima sobre la calidad. En cambio, lento está asociado a sereno, cuidadoso, receptivo, silencioso, intuitivo, pausado, paciente y reflexivo, esto es, donde la calidad prevalece sobre la cantidad. Por ello, la filosofía de vida de la lentitud puede resumirse en dos cualidades: equilibrio interior y armonía exterior. ~ 103 ~
A esta perspectiva responde la profusión de prácticas como el Tai Chi y el desarrollo del Movimiento Slow, formado por personas que quieren vivir mejor en un mundo sometido al ritmo frenético de la velocidad. En él se inscriben numerosos grupos, desde el nipón Club de la Pereza (Sloth Club) a la estadounidense Fundación por un Largo Ahora (Long Now Foundation), pasando por la austriaca Sociedad por la Desaceleración del Tiempo o la iniciativa Comida Lenta (Slow Food) promovida por el italiano Carlo Petrini. El manifiesto de ésta es un toque de alerta ante el culto a la velocidad en todas sus formas y pone en evidencia que nuestra sociedad primero inventó la máquina y después la tomó como modelo de vida: “Estamos esclavizados por la velocidad y todos hemos sucumbido al mismo virus insidioso. Vivir rápido, una actitud que trastorna nuestros hábitos, invade la intimidad de nuestros hogares”. ¿Que nos aconseja hacer el Movimiento Slow?. Pues, ante todo, ser coherentes: cuando se trata de ir más despacio, no se pueden tener prisas, por lo que conviene comenzar poco a poco. Por ejemplo, para cambiar el ritmo de vida hacia un mayor sosiego es aconsejable empezar con algunas prácticas de “salida del tiempo”, es decir, actividades como la meditación, la oración, el silencio interior o, incluso, sentarse en un banco o pasear plácidamente observando el bullicio que nos rodea. Igualmente, aplicar la pausa a la hora de comer, de leer el periódico o de hacer el amor. Si un pequeño acto lento le hace sentirse bien, pase paulatinamente a lo importante, hasta llegar al punto de replantearse su horario laboral o su agenda cotidiana de “actividades múltiples y veloces”. Le aseguro que en la medida que lo vaya haciendo y constate directa y personalmente la mejora en su calidad de vida, se formulará repetidamente una misma pregunta: ¿por qué no decidí hacerlo antes? Derecho a la pereza El movimiento Slow presenta analogías con el denominado “derecho a la pereza” aunque, a la par, son muy distintos en sus contenidos y trasfondos. Como se ha señalado, el movimiento Slow es una reacción contemporánea ante el culto a la velocidad que arrastra nuestros días hacia el precipicio del estrés y la ansiedad, dificultando, cuando no impidiendo, que disfrutemos de la vida misma y del único momento que realmente existe: el presente. En ~ 104 ~
cuanto al derecho a la pereza, se inscribe en la ideología de una parte del movimiento obrero y socialista, siendo sus raíces muy anteriores. Se podría citar el Derecho al ocio, escrito por Moreau-Christpphe en 1848. Pero con quien mejor engarzan es con Paul Lafargue (1842-1911) y su obra titulada precisamente El derecho a la pereza (Fundamentos; Madrid, 1973). De su biografía, resalto en ella su nacimiento en Santiago de Cuba en 1842 (su madre fue una mulata y su padre el hijo de un emigrado francés), su matrimonio en 1868 con Laura Marx (hija de Carlos Marx) y su estancia en España entre 1871 y 1873. Aquí entró en contacto con Pablo Iglesias y escribió en La Emancipación. Entre sus artículos en esta publicación ha de ser subrayado La organización del trabajo, en el que defiende la reducción de la jornada laboral a seis horas y vierte una serie de argumentos que después desarrollará en El derecho a la pereza. Este texto fue su primer trabajo teórico significativo (entre los posteriores sobresalen El origen de las ideas abstractas, de 1898, y El método histórico, de 1903), siendo redactado en Inglaterra en 1880 y publicado primero en L´Egalité y, en 1883, como folleto. En él se manifiesta por vez primera uno de los rasgos más característicos de toda su obra posterior: la utilización de la paradoja como instrumento de difusión y clarificación de la doctrina marxista -también de las aportaciones originales del propio Lafargue- entre la clase obrera. El tono irónico y mordaz, visible desde el mismo título, y el perfil descaradamente polémico del libro lo convirtieron en uno de los más populares e influyentes en la tradición socialista del siglo XIX, sólo superado probablemente por el Manifiesto Comunista de Marx y Engels. El tema central de sus páginas, causa tanto de su éxito inicial como de su postergación, es la refutación del derecho al trabajo (de hecho, este es su subtítulo). Con ello, Lafargue pretendió ampliar el marco de las reivindicaciones obreras y ciudadanas hacia objetivos que fueran realmente superadores del capitalismo al rechazar su expresión más íntima y consustancial: su visión productivista y mercantilista (la visión que hoy es absolutamente hegemónica y dominante) de la economía, la sociedad y la vida. Lafargue explica con talento y agudeza como el trabajo no es en absoluto un derecho de las personas, sino una imposición con consecuencias nefastas: “en la sociedad capitalista, el trabajo es la causa de toda degeneración intelectual y de toda deformación biológica”. Frente a ello, hay que blandir y definir “los ~ 105 ~
derechos de la pereza”, “mil y mil veces más nobles y más sagrados que los tísicos Derechos del Hombre, defendidos por los abogados metafísicos de la revolución burguesa” como únicas metas legítimas de la vida humana. Se trata de poner en pie una forma de existencia no sólo diferente, sino más acorde con la Naturaleza, en general, y la naturaleza humana en particular. Un modelo de vida radicalmente distinto del derivado de las exigencias productivas del capital. Un estilo de vida cualificado por el desprecio al trabajo impuesto a cambio de un salario. Una nueva forma de vida por el amor a los pequeños placeres de la vida, el gozo del momento presente y la actividad ejercida en aquello que vocacionalmente nos gusta y nos llena. La pereza no es holgazanería, sino ruptura de las reglas del juego del productivismo y la mercantilización de la vida para dedicarse a aquellas actividades que nos entusiasman, con las que disfrutamos y con las que, además, ayudamos a la sociedad. Lafargue sostiene sus posturas con base en un elevado número de textos clásicos (Herodoto, Tito Livio, Jenofonte, Antiparos, Aristóteles, Virgilio, Juvenal,…) y de fuentes literarias o artísticas de épocas preindustriales (el Romancero, la pintura flamenca, Rabelais, Quevedo, Cervantes, la novela picaresca,…), no dudando en citar al Maestro Jesús y su proverbial canto a favor de la confianza en la divina Providencia. Lo reflejan muy bien estos párrafos de su libro: “Hombres ciegos y de limitada inteligencia han querido ser más sabios que su Dios; seres débiles y detestables, han pretendido rehabilitar lo que su Dios ha maldecido. Yo que afirmo no ser cristiano, ni economista, ni moralista, hago apelación frente a su juicio al de su Dios, frente a las prescripciones de su moral religiosa, económica o librepensadora, a las espantosas consecuencias del trabajo en la sociedad capitalista (…) Jesús, en su Sermón de la Montaña, predicó la pereza: <contemplad cómo crecen los lirios del campo; ellos no trabajan, ni hilan y, sin embargo, yo os lo digo, Salomón, en toda su gloria, no estuvo más espléndidamente vestido”> (…) También el proletariado, traicionando sus instintos e ignorando su misión histórica, se ha dejado pervertir por el dogma del trabajo”. Y Paul Lafargue no se contenta con ofrecer un discurso moral o unas consideraciones utópicas, sino que pone su empeño en demostrar la posibilidad de sustituir el sistema imperante por uno nuevo, capaz de satisfacer las exigencias del derecho a la pereza, abogando por una reducción de la jornada laboral a tres horas y el aumento del poder adquisitivo de los ~ 106 ~
ciudadanos y vaticinando lo que sucederá si esto no se lleva a cabo: colonización (globalización), crisis periódicas, creación de necesidades ficticias, adulteración de los productos,… “La maquina es la redentora de la Humanidad”, afirma Lafargue. ¡Qué escribiría ahora en plena revolución tecnológica! Parece como si la Providencia se hubiera empeñado en darle la razón y hubiera colocado en manos de los seres humanos los instrumentos que pueden levantar para siempre el teórico "castigo divino" de ganar el pan de cada día con el sudor de nuestra frente. Eso sí, Lafargue alerta lo que el adelanto tecnológico (maquinismo, en expresión de la época) conllevará mientras domine la visión capitalista: “generalización de la miseria y paro obrero”. Es evidente la proximidad de todos estos planteamientos con los más modernamente defendidos por Marcuse o Henri Lefebvre, particularmente en las referencia de éste al “derecho a la fiesta” como uno de los puntos fundamentales de sus propuestas. Y los teóricos actuales de la “civilización del ocio” e, incluso, los del Movimiento Slow, como el japonés Club de la Pereza (Sloth Club), pueden encontrar en Lafargue unos de los pioneros más contundentes y ejemplares.
5. USA TU PODER, FLUYE EN EL AMOR Tenemos un poder que habíamos olvidado Complementariamente a todo lo expuesto, es preciso percatarnos de que la nueva situación permite que visualicemos un poder de actuación que siempre hemos tenido, pero que habíamos olvidado. En una situación estable puedes intentar cambiar cosas y nada se mueve. En cambio, en una situación de crisis todo está en transformación y es mucho más fácil incidir en el curso de las cosas. Ahora todo está fluyendo y es mucho más fácil orientar los cambios en el sentido que creamos que son positivos. La única certeza que podemos tener es que nada se quedará igual. En un mundo en donde cada vez hay más desigualdades y formas de explotación cada vez más sutiles, el hecho de que llegue una crisis como esta es una campanada que nos despierta. La bonanza económica y la posibilidad de consumir cada vez más eran como un soborno a nuestra consciencia que nos hacía ignorar los problemas terribles del mundo, a nivel de derechos humanos y de crisis ~ 107 ~
ecológica, por ejemplo. Creíamos que como yo cobro a final de mes y me puedo comprar lo que quiera, el sistema funciona. Del mismo modo que hemos creído que la economía es la clave del bienestar de una sociedad, creíamos que el consumo era la clave del bienestar humano. Ahora sabemos que no es así. Y al desmontarse todo este sistema de creencias, todos los problemas que ya estaban ahí, pero que la sociedad prefería ignorar, ahora nos miran a la cara. El sistema era como un gigante sonámbulo que avanzaba estrujando ecosistemas, comunidades y el equilibrio del planeta bajo sus pasos. Ahora el sistema se desmonta y nos damos cuenta de que tenemos la oportunidad insólita, increíble y privilegiada de poder cambiar el mundo. Pocas generaciones han podido sentir que sus decisiones pueden afectar el futuro, no solo de su comunidad local sino del conjunto de la Tierra. Estamos en un momento muy duro y muy difícil pero también podemos pensar que es un gran privilegio haber venido a la Tierra en este momento. Tener una vida humana en esta época de transformación enorme, con todas las posibilidades ilimitadas que ello conlleva, es la experiencia más interesante que se puede pedir en un mundo que, además, hay que contemplar desde una perspectiva holística. Caminamos hacia un mundo postmaterialista El postmaterialismo es un término que se utiliza desde hace tiempo en sociología para describir el hecho, que se ha observado estadísticamente en los países occidentales, de que si hace treinta años la población mostraba un interés en cuestiones materiales como el crecimiento económico y la fuerza militar, en las últimas décadas las estadísticas sociológicas muestran un creciente interés por temas más inmateriales como la participación democrática, la calidad de la educación, la justicia o el estado del medio ambiente. Quiere nacer un mundo en el que habrá mucha más creatividad, entusiasmo, generosidad, capacidad de aprender... Todo lo material es limitado, pero lo que es postmaterialista e intangible es ilimitado. Es ilimitada nuestra creatividad, nuestra imaginación, nuestras intuiciones, nuestra capacidad de construir un mundo mejor, más solidario, más ecológico y más sensato. Coincido desde luego con todos los llamamientos a limitar nuestro consumo y nuestro impacto ecológico, pero es importante que esa reducción del consumo deje vías abiertas para desarrollar nuestras potencialidades ilimitadas. ~ 108 ~
Lo esencial es seguirse a uno mismo. Todos tenemos una voz interior, a menudo silenciada, que sabe por dónde nos conviene ir y que a menudo nos orienta a tomar una decisión que desde fuera podría parecer errónea. Es esa intuición que en un momento dado nos lleva a abandonar un empleo que parecía muy conveniente, a trasladarnos a otro lugar o a tomar cualquier decisión que a primera vista podría parecer poco sensata pero que a larga resulta acertada. Si prestamos más atención a nuestras intuiciones, a nuestros sentimientos y no sólo a la racionalidad abstracta, nos pueden llevar a conectar mucho más a fondo con nosotros mismos, con la Naturaleza y con el Universo. El papel de la ciencia en la construcción del postmaterialismo: Hoy en día la explicación última que tenemos de la realidad procede de la ciencia. Incluso la mayoría de las personas que se declaran religiosas para explicar cómo son realmente las cosas se remiten a la ciencia, al menos aquí en Europa. Para mí es muy positivo el hecho de que la ciencia misma ahora nos esté revelando un mundo postmaterialista. La psicología, la neurobiología y la antropología nos muestran que los humanos somos seres mucho más cooperativos, abiertos y solidarios de lo que hasta ahora creíamos. Incluso la física, la ciencia que más directamente trabaja con la materia, muestra que a nivel subatómico la realidad no se compone de partículas que actúen como bolas de billar, sino de un océano de vibraciones en el que las llamadas partículas no están separadas sino que son radicalmente interdependientes y donde todo es radicalmente dinámico. Dos premios Nobel de Física del siglo XX —Schrödinger y Wigner— afirmaron que hay una serie de experimentos de la física contemporánea que sólo tienen pleno sentido si el fundamento de la realidad no es la materia y la energía, sino la conciencia y la percepción. Ello abre las puertas a un enorme cambio de paradigma. La física está empezando a revelar un universo participativo, en el que el núcleo y la clave de toda física es la participación del observador. Hace décadas que la física nos muestra que la realidad no es algo objetivo e inerte que está ahí fuera, sino que todo fenómeno depende en alguna medida de la participación del observador. Según cómo observemos un acontecimiento se nos manifiesta de un modo o de otro. Esto es evidente en la física cuántica, pero Wheeler se dio cuenta de que esto se aplica también en el mundo macroscópico de la astrofísica y la cosmología. También se aplica, por cierto, en la vida cotidiana: según la actitud con la que contemplamos un ~ 109 ~
acontecimiento, o según la actitud con la que acogemos a una persona que acabamos de conocer, nuestra experiencia será distinta. De modo que no somos espectadores pasivos en un mundo de objetos, sino coautores y cocreadores de un universo de relaciones. Dos premios Nobel de Física del siglo XX, Schrödinger y Wigner, independientemente llegaron a la conclusión de que ciertos experimentos de física contemporánea solo podían explicarse satisfactoriamente si pasamos a considerar que el fundamento de la realidad no es la materia y la energía, sino la conciencia y la percepción. Eso significa un giro de 180 grados en cómo vemos el mundo desde hace siglos. Y esto no lo dicen maestros espirituales, sino premios Nobel de Física. Hay, como mínimo, paralelismos entre la visión del mundo que han cultivado las filosofías no dualistas de diversas escuelas budistas, taoístas e hinduistas, y la visión que nos presenta la física contemporánea. La física ha descubierto cosas que los propios físicos no son capaces de asimilar en su vida cotidiana. La visión del mundo que emerge de la física cuántica borra la visión de la separatividad. La mayoría de los físicos viven en una especie de doble vida. Cuando están trabajando con la física cuántica, abrazan la visión de radical interdependencia de todas las cosas, pero cuando están en su vida cotidiana, todo vuelve a estar fragmentado y muchas cosas se siguen rigiendo por los valores tradicionales. Nuestra cultura todavía no ha sabido integrar lo que hace ya cien años comenzó a emerger de la física cuántica y más recientemente de la neurobiología. Tenemos la base científica para una visión holística, en la cual nos damos cuenta de que todas las cosas son interdependientes y en la que la actitud más natural y más efectiva es cooperar y no competir. De ello puede nacer espontáneamente una actitud que no es de control sino de participación de los ciclos de la naturaleza. La responsabilidad ante la Madre Tierra de ser coautores y cocreadores del Universo Es una hermosa responsabilidad. Del mismo modo como hemos afectado a la realidad de manera destructiva -como hemos hecho con el equilibrio ecológico del planeta-, también podemos desarrollar nuestra capacidad de imaginar y construir un mundo mejor, socialmente justo, ecológicamente sostenible y más lleno de sentido para todos.
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Los pueblos indígenas tradicionales se han sentido parte de su ecosistema inmediato y del Universo. Cuando miran a la Luna y al Sol, los ven no solo como parte de su cosmología, sino de su mitología y de su propia familia… De esa percepción primordial del mundo, en la cual nos sentíamos instintivamente hermanos de las plantas, los animales y los astros… hemos pasado a una visión mecanicista en la que consideramos que lo único real es lo que se puede medir, lo que se puede cuantificar. Eso da lugar a un mundo que puede ser controlable y eficiente en muchos sentidos, pero donde todo lo que no es cuantificable, todo lo que tiene que ver con la creatividad, la imaginación, el arte, la espiritualidad, nuestras relaciones, el amor… todo ello se percibe como una cosa accesoria y poco importante. Si creemos que lo más propiamente humano es un añadido, creamos un mundo inhumano y hostil. La raíz del problema que tenemos hoy en día es el dualismo entre nosotros y el mundo, que se manifiesta por ejemplo como dualismo entre la humanidad y la naturaleza. La clave para conseguir un mundo que funcione es superar ese dualismo. Hay actitudes que parten de la idea de que los humanos estamos aquí para administrar el planeta. Parten de la arrogancia de creer que saben cómo funciona el planeta. Pero tal como nosotros respiramos sin ser conscientes de todos los procesos ligados a nuestra respiración y tal como nuestro corazón late sin que nosotros sepamos cómo, nadie sabe en detalle cómo funcionan los innumerables ciclos en continua transformación que constituyen la naturaleza. La naturaleza es líder en tecnología porque todo lo que crea es mucho más complejo, mucho más bello y mucho más eficiente que lo que creamos nosotros. Creer que nosotros podemos controlar artificialmente el equilibrio ecológico de la Tierra es de una gran ingenuidad y arrogancia. Los seres humanos de los países ricos y de las elites ricas de los países del Sur hemos vivido de un modo que nadie nunca antes había vivido. Volar, adaptar la temperatura de cada sala a lo que nosotros queramos y regular todo lo que ocurre a nuestro alrededor, importar comida de la otra punta del mundo y disponer de todo tipo de artilugios electrónicos… son comodidades que ni siquiera los grandes emperadores tenían, pero hemos terminado creyendo que esta era la manera natural de vivir. No hay leyes de la ciencia que sean eternas, todo es mutable y esas leyes pueden evolucionar junto al cosmos. Toda esta estructura que hemos ~ 111 ~
desarrollado para comprender el universo, buscando la certeza y reduciéndolo todo a fragmentos fijos e inalterables, en el fondo procede de una incapacidad de aceptar lo que las cosas tienen de dinámico e impermanente. La vida es cambio, cambiamos a cada momento y si nos esforzamos en fijar excesivamente las cosas creamos un conocimiento demasiado rígido y por otro lado un apego excesivo a las cosas. En la tradición budista se dice que nuestro afán de convertir lo cambiante en algo permanente es la raíz de nuestro sufrimiento, insatisfacción. Y en el fondo, todo lo que nos rodea -procesos naturales, sociales,...- son cosas que están siempre en transformación. Debido a que la realidad es dinámica, necesitamos aprender del agua para fluir Utilizo el agua como metáfora de ese fluir que nosotros necesitamos. Vivimos en una sociedad que quiere controlar las cosas, el control es la actitud básica que expresa nuestra sociedad tanto hacia la naturaleza como ante los demás. Y hemos de pasar del control al participar en la aventura de la realidad, ser más flexibles y más dispuestos a aprender de las nuevas situaciones, de ser como el agua en el sentido de humildad y estar más conectados con los ciclos de la vida. El agua se adapta a todas las situaciones y sin embargo -como dicen los clásicos taoístas- vence incluso a la roca más dura. El agua también me interesa porque los científicos están descubriendo que en su sencillez tiene hasta 63 anomalías en su molécula. De modo que el agua, tan omnipresente, de algún modo nos revela lo que hay de impresionante, de sorprendente en el Universo. La confianza es parte de este proceso. Si nos sentimos separados del mundo y separados los unos de los otros, la única manera efectiva de actuar es controlar y competir. Es una actitud basada en la desconfianza. Pero la palabra confianza puede tener la connotación de ingenuidad. Yo usaría la palabra participación, en el sentido de que nos sentimos parte de una red de ciclos, de una red inagotable de múltiples ciclos y de ese modo podemos sentirnos parte del conjunto del universo y parte del milagro continuo de renovación de la vida. Pasar de esta actitud de control a una actitud de fluir es lo que te permite dejarte guiar por tu creatividad. También es una actitud mucho más sana. Se puede medir fisiológicamente cómo una persona que intenta controlar tiene mucha más tensión que una persona que siente que participa en el fluir de las cosas, que está naturalmente más relajada. ~ 112 ~
En una visión del mundo en la cual las cosas están separadas hay que unirlas con vínculos de control o con leyes mecánicas que rijan su funcionamiento. Una visión más participativa nos lleva a fluir con los ciclos de la naturaleza y con los ciclos de las relaciones humanas. Siendo conscientes de la importancia del momento presente, sin miedos de ningún tipo y con Amor, fluyamos en libertad y solidaridad y disfrutemos del salto dimensional.
6. NUEVA VIDA: FLUIR 6.1. TU NUEVA VIDA CREARÁ EN LA REALIDAD LA NUEVA HUMANIDAD EN LA NUEVA TIERRA Preámbulo Llegado a este punto del texto y entrado ya en su tramo final, a lo que se aborda seguidamente se le puede aplicar lo que Rafael Alberti dejo escrito en Nocturno: “las palabras entonces no sirven, son palabras”. Con todo, al objeto de compartir, se usan las palabras cual deficiente sucedáneo de lo que del interior fluye. Se parte, cuan preámbulo, de este breve poema: Todo es sencillo y armonioso. También tú. Todo es suma de partes y forma parte de una suma superior, aunque cada parte es a su vez el Todo. También tú. Toda la Creación es Creadora. También Tú. Todo es Perfecto. También tú, que eres Todo en la Unidad del Ser Uno. La Nueva Tierra es ya una realidad El 21 de diciembre de 2012 está cargado de significados para la Humanidad: señala la clausura de un ciclo cósmico, la apertura de otro y, especialmente, una radiante oportunidad para el género humano y para la dimensión espiritual encarnada en cada hombre y mujer. Pero antes de alcanzar esa ~ 113 ~
fecha, para que cuando sea presente ostente realmente la transcendencia que se prevé, han de producirse concadenadamente –de manera sucesiva y ordenada- una serie de eventos. Entre ellos, uno fundamental que tiene como protagonistas al Sol y la Tierra. A ambos astros les correspondía actuar sin esperar a que el calendario humano se aproximara más a ese solsticio de invierno subrayado en rojo por antiguas culturas. Debían anticiparse a tal momento para que, cuando llegue, cuente para los seres humanos con la repercusión vaticinada. Tenían que adelantarse y lo han hecho: el Sol y la Tierra están ya viviendo el Cambio. Los dos, los tan simbólicos como reales “padre” y “madre” de la Humanidad, experimentan ya, en el ahora, el salto a otra Dimensión en la que la energía del Amor fluye y resuena en un contexto vibracional más afinado con relación a la Fuente de la que todo Emana y en la que Todo Es: una nueva Dimensión menos densa, más sutil y a la que el Rayo de la Creación baña sin tantas interferencias que distorsionan su Luz (Esencia Divina genuina y pura) en la Tercera Dimensión. El Sol, la Tierra y el conjunto del sistema solar que los alberga forman parte de una suma superior: un grupo o cluster de sistemas solares que conviven, interaccionan y viajan juntos en el seno galáctico de la Vía Láctea. Plenamente integrados en esta suma, el Sol y la Tierra no son sólo la estrella y el planeta a los que, en su cortedad de miras, los limita y etiqueta la ciencia humana, sino auténticos seres vivos; seres pletóricos y conscientes que surcan su propio camino consciencial dentro de la indicada suma superior. Y la evolución vibracional y consciencial de ésta les ha abierto la Puerta Interdimensional por la que se accede a otra Dimensión. Ante ello, la Tierra y el Sol, que por sus propios procesos conscienciales se encontraban en condiciones energéticas de cruzarla, han decidido hacerlo y lo están haciendo ya, configurando un Nuevo Sol y una Nueva Tierra. La Nueva Tierra abre la posibilidad de una Nueva Humanidad Igualmente, el Sol y la Tierra son suma de partes. Y, al atravesar la citada Puerta Interdimensional, abren la posibilidad a cada una de ellas de efectuar idéntico salto dimensional. En el caso de la Tierra, una de sus partes es la Humanidad. Y el tránsito de la Tierra a otra Dimensión abre la posibilidad a la Humanidad de experimentar también el Cambio.
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Hay que insistir y remarcar que “abre la posibilidad”. El Cambio no es una imposición, sino una opción: en la Creación no existen las imposiciones y sí un permanente y maravilloso haz de alternativas y posibilidades. En lo que aquí ocupa, la hermosa posibilidad de que la Humanidad viva en el momento presente el salto hacia otra Dimensión. Si esto aconteciera, nacería la Nueva Humanidad anunciada en los libros sagrados de tantos pueblos y escuelas espirituales. Por tanto, la Nueva Tierra abre la posibilidad de una Nueva Humanidad. Y sitúa a la Humanidad actual ante una elección, ante una disyuntiva que no puede eludir, ante dos posibles caminos entre los que forzosamente tienen que decidir. Por un lado, el Camino A: continuar como hasta ahora, mantenerse como Humanidad de Tercera Dimensión, no acompañar a la Madre Tierra en su evolución. Y, por otro, el Camino B: tomar la senda del Cambio, saltar dimensionalmente, transformarse en Nueva Humanidad en el marco de la Nueva Tierra. La Nueva Humanidad requiere una “masa crítica” ¿Cómo se producirá esa elección, la determinación por uno u otro de esos dos caminos, la opción entre seguir por A o cambiar a B? Pues, en consonancia con la misma dinámica de la suma y sus partes, la decisión será adoptada –lo está siendo ya y el proceso se irá acelerando hasta el 21 de diciembre de 2012- por las partes que forman la Humanidad. Esto es, por todos y cada uno de los siete mil millones de seres humanos que habitan el planeta y constituyen el género humano. Ahora bien, tampoco en este punto hay imposiciones. Cada persona es libre de optar o no por el Cambio. Lo que sí se requiere es una “masa crítica” que se decante por él; una “masa crítica” forjada por hombres y mujeres que íntima y consciencialmente escojan el Camino B. Si esa masa crítica no se logra, la Nueva Humanidad habrá sido una posibilidad teórica, sólo eso, pues no llegará realmente a plasmarse, con lo que el Camino B, por decisión de la Humanidad en su conjunto, quedará vedado para todos y cada uno de los seres humanos, sin excepción ni vías “individuales”. Si esa masa crítica sí se alcanza, la Nueva Humanidad sí será una posibilidad real y el Camino B quedará abierto de manera efectiva para todas aquellas personas que se inclinen por él. ~ 115 ~
¿Cuántos hombres y mujeres se requieren para completar tal masa crítica?. Antiguas tradiciones hacen mención a números concretos –por ejemplo, los 144.000 "sellados" del Libro de la Revelación o Apocalipsis-, pero es una apreciación simbólica. La cuestión no es de cuantía de gente, sino de cantidad y calidad de energía vibracional y consciencial que entre la globalidad de los seres humanos sean capaces de generar. Es sencillo de entender: la Nueva Tierra vibra consciencialmente en una nueva frecuencia y con una nueva intensidad acorde con la nueva Dimensión a la que transita; y es con esa nueva frecuencia y gradación con la que la vibración consciencial de la Humanidad ha de lograr Resonancia. En esto consiste, precisamente, la labor de la reiterada masa crítica: aportar la energía precisa para que la Consciencia de la Humanidad alcance Resonancia y sea armónica con la Consciencia de la Nueva Tierra. Si esto se consigue, el Camino B, el de la Nueva Humanidad, quedará realmente abierto y expedito para aquellos seres humanos que deseen surcarlo y saltar a otra Dimensión. Sin miedos, activa tu Corazón, pues todo depende de ti Antes de continuar en el despliegue de estos contenidos, aparta de tu mente las numerosas especulaciones intelectuales que circulan acerca del 2012, frecuentemente dirigidas, interesada y tendenciosamente, a inculcar un miedo tan infundado como absurdo. Lo cierto es que los fenómenos físicos y materiales que ocurran en torno a esa fecha y a partir de la misma no pueden ser descritos anticipadamente con exactitud porque serán la manifestación de hechos vibracionales, conscienciales y espirituales que están aun en proceso de gestación. Y desde luego, en cualquier caso, lo que sea lo será en el seno de la Providencia divina, en el contexto de Amor y Energía Crística que llena la Creación y en la Luz que, desde la Unidad, el Amor y el Respeto, expanden hacia la Humanidad otras modalidades de existencia con ella Hermanadas en el marco de la suma superior en la que el género humano, la Tierra y el Sol se integran. No te dejes atar, pues, por el miedo ni por las elucubraciones mentales. Y en la libertad de tu ser, activa tu Corazón y concentra tu atención para captar e interiorizar como se merece la única conclusión importante –francamente crucial- que deriva de la batería de puntos hasta aquí enunciados: ¡todo depende de ti!. “¿De mí?”, te preguntarás quizá con incredulidad, quizá con ansiedad. Pues sí: de ti. ~ 116 ~
Para empezar, porque eres tú quien has de elegir tu senda consciencial y espiritual. Sólo a ti te compete optar entre continuar por el Camino A –la Humanidad de Tercera Dimensión- o tomar el Camino B –la Nueva Humanidad-. En absoluta libertad, es tu exclusiva decisión. Y, en paralelo, porque, si elijes el Camino B, de ti depende hacerlo con mayor o menor “potencia”, contribuyendo así más o menos a la conformación de la repetida masa crítica: en tu mano está aportar más o menos energía consciencial a esa energía total que hay que aglutinar para que la Humanidad, su Consciencia global y unitaria, vibre en Resonancia con la Consciencia de la Nueva Tierra y salte dimensionalmente. Moviliza tu Voluntad y capacidad creadora para hacer Realidad la Nueva Humanidad Si has llegado hasta aquí en la lectura de este texto, seguro que tu intención es decantarte por el Camino B y la Nueva Humanidad. Seguro, igualmente, que quieres aportar lo más posible a su viabilidad efectiva. Y seguro que, entonces, te preguntarás: ¿qué debo hacer?. Pues, ante todo, olvídate de “intenciones”, “quereres” y “deberes” y ocúpate de tu Voluntad, que es la intención plasmada en acción y materializada en hechos. Expuesto sin rodeos: no concibas la Nueva Humanidad como algo que está ahí, fuera de ti; no la imagines como un objeto de tu deseo, algo ajeno a ti que te gustaría alcanzar o conseguir; no la contemples como algo a lo que aspiras y ansias pertenecer. De ningún modo. El Cambio no es externo a ti, no te viene dado: eres tú quien debes fraguarlo. La ignorancia enseña que el proceso de cambio es desde “fuera” (exterior) hacia “dentro” (interior). Es falso. La metamorfosis (la “metanoia” mal traducida en los Evangelios como “conversión”) es interior y se despliega hacia el exterior, conformando la Realidad que te rodea. La Nueva Humanidad no se encuentra en el exterior, sino en tu interior. Y eres tú quien ha de plasmarla y materializarla en la Realidad a través de tu metamorfosis –un odre nuevo para un vino nuevo- y movilizando tu Voluntad. ¿Te extraña?. Veamos: ¿cuántas veces has leído que la física cuántica demuestra que la realidad exterior se forja desde el interior?; ¿cuántas las ocasiones en las que has oído eso de “creer es crear”, que “lo que crees es lo que creas”, que los seres humanos son creadores de la realidad y co-creadores del Universo?; Pues de esto va el asunto. El salto a otra Dimensión y la ~ 117 ~
conformación de la Nueva Humanidad reclama que pongas en acción tu capacidad creadora: ¡has de creer íntimamente en la Nueva Humanidad y crearla, hacerla Realidad¡. Por supuesto, no con la mente, ni con los pensamientos, sino con el Corazón y la Voluntad. Y como ésta no es cuestión de intención, sino de acción, tu Voluntad y tu capacidad creadora se movilizan a través de una Nueva Vida: tu Nueva Vida. Nueva Vida: la tuya Probablemente, presientes el Cambio y lo notas bullir en tu interior. Es hora de descorcharlo de manera “personal”, íntima, a través de una Nueva Vida que nada ni nadie puede hacer por ti. Y esta expresión, Nueva Vida, no admite equívocos. Consiste en transformar tu día a día, desde que te levantas por la mañana hasta que te acuestas por la noche y también mientras duermes y sueñas. Y de transformarlo para que, en cada instante de tu vida, ésta vibre en consonancia con la frecuencia de la nueva Dimensión: la frecuencia en la que ya vibra la Nueva Tierra y en la que tú has de vibrar para hacer Realidad la Nueva Humanidad. Lo más curioso es que para dar paso a esta transformación no tienes que añadir nada a tu vida. Al contrario: se trata de quitarle cargas y aditivos, liberarla de lastres y aditamentos, despojarla de faenas y obligaciones, desprenderla de reglas, normas, costumbres y “valores” impuestos, aligerarla de bienes y anhelos materiales, vaciarla de tesis, antítesis e hipótesis,… ¡podarla de tanta hojarasca inútil que evita que brote la flor de lo que auténticamente Eres!. Esto desconcierta a tu mente, que opera en la ficción de que cualquier cambio conlleva un “trabajo” y va ligado a incorporar nuevas cosas. Y en ese convenci-miento, te empuja con ahínco para que conduzcas tus inquietudes de Cambio y metamorfosis interior a una vía muerta, a un callejón sin salida: la del “supermercado espiritual” -¡oh, qué teoría más interesante, qué maravillosa práctica, qué maestro, qué taller o charla tan concluyente, ¿cuándo es la próxima?, qué libro, qué video, que pps,…- que te mantienen enganchado a una “espiritualidad intelectual”. Pero la Nueva Vida surge de un Cambio desde el Corazón, no desde la mente, y pasa inexorablemente porque tu vida se convierta en más simple y menos compleja, más natural y menos artificiosa, más fluida y menos plúmbea. Para entenderlo mejor, recuerda lo que al comienzo de estos párrafos se señaló acerca de la nueva Dimensión a la que transita la Tierra: es menos densa y más sutil; la energía del Amor fluye y resuena en ella en un contexto vibracional ~ 118 ~
más afinado con relación a la Fuente de la que todo Emana y en la que Todo Es; y está bañada por el Rayo de la Creación sin tantas interferencias como distorsionan su Luz en la Tercera Dimensión. Es por esto que tu Nueva Vida no requiere que sumes nada a la actual, sino que minores el peso que soporta; que elimines las capas con las que, cual cebolla, te has revestido y te impiden ser quien Eres; que elimines, en definitiva, tantas interferencias que dificultan tu sintonía con el Rayo de la Creación, con la Fuente de la que procedes y en la que Eres, con la Energía Crística y con la Fuerza del Amor. Vida Sencilla Por tanto, la Nueva Vida no radica en “saber”: no precisa de conocimientos, ni teorías, ni creencias, ni la larga ristra de ideas y conceptos, dimes y diretes que apasionan a tu mente y, casi sin darte cuenta, te aprisionan entre sus barrotes. Y tampoco en “hacer”: no necesita tareas, ni deberes, ni sacrificios, ni prácticas de un tipo u otro. La Nueva Vida ni precisa “saberes”, ni necesita “quehaceres” porque es, esencialmente, una Vida Sencilla. Los textos sagrados de todas las culturas y corrientes espirituales se refieren a ello. Por ejemplo, en el ámbito cristiano, el Evangelio de Mateo (11, 25-30) ensalza la Vida Sencilla con esta memorable afirmación de Jesús: “Te doy gracias, Padre, porque has escondido estas cosas a sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla”. Bella y líricamente, Juan de la Cruz sublimó este agradecimiento al Padre con sus célebres versos sobre la “vida descansada”, “la del que huye del mundanal ruido”. Una Sencillez que nada tiene que ver, como a menudo se malinterpreta, con ningún tipo de tosco catetismo o bucólico aldeanismo, sino que reclama que despiertes a tu Niño Interior (Inocencia, confianza en la Providencia, vivir el ahora, ausencia de miedos y pre-ocupaciones, alegría,…); una Sencillez que contiene en su esencia la profunda exigencia de una Nueva Vida que supere el mundanal ruido, esto es, las interferencias, capas y distorsiones que entorpecen, cuando no impiden, tu conexión con la Nueva Tierra, el Rayo de la Creación y contigo mismo. Eres el alfarero de tu vida y tienes entre tus manos todo el barro que necesitas para moldearla de la forma que entiendas oportuno y bajo tu total responsabilidad: con cada movimiento de tus manos y dedos, sea consciente o inconciente, estás forjando tu vida al 100 por 100 y en cada momento. Sin embargo, insistes obsesivamente en quejarte de la vida como si fuera ajena a ti mismo, culpando a los demás, a las circunstancias,… y, además, sigues ~ 119 ~
pidiendo “más barro” -más saberes, más conocimientos, más bienes, más medios, más maestros, más remedios, más años,…-. Y en esa ansiedad obsesiva olvidas que, mientras te quejas y demandas “barro”, tus manos y dedos continúan moldeando tu vida al 100 por 100 y de instante en instante. Pues bien, es hora de que adquieras Consciencia de tu poder y, desde el Corazón, uses tu Voluntad para fraguar una Nueva Vida y, a través de ella, forjar la Nueva Humanidad. ¿Tan complicado te parece? La Nueva Vida conlleva lo que está enteramente a tu alcance: que reformes tus prioridades cotidianas, que reorganices tu agenda diaria para llenarla de sencillez, que vivas el presente,… . Tú mejor que nadie sabes cómo, pues ¡es tu vida! ¿Quieres, no obstante, algunos botones de muestra, algunas pistas? Pues no: ¡no necesitas más “barro”!; desengánchate de una vez de la “espiritualidad intelectual”. Tú eres quien has de sentir el Cambio en tu Corazón -Corazón Consciente pleno y lleno de Energía Crísticay ser coherente con ese sentir -que es Ser, Unidad y Amor- por medio de tu Nueva Vida. La Nueva Humanidad está en tus manos El Camino A es “horizontal”: se avanza en él con saberes y quehaceres. El Camino B es “vertical”: en él no se avanza, ¡se fluye!. No puedes tomar el Camino B bajo las pautas y normas del A; entre B y A no existe compatibilidad alguna, ni posible punto de encuentro; y desde B no hay “actuación” posible en A, salvo envolver a los que por él transitan en el Amor y la Unidad desde la Consciencia de que son Tú mismo viviendo otras experiencias conscienciales. Conviene repetirlo: en el Camino B no se avanza, se fluye. El Camino B requiere ¡fluir!: +Fluir “verticalmente” entre la Nueva Tierra y el Rayo de la Creación para que éste te bañe sin las interferencias que distorsionan su Luz (Esencia Divina genuina y pura) en la Tercera Dimensión. +Fluir dispuesto a aceptar los profundos cambios interiores y espirituales que ello conlleva y sus no menos intensas manifestaciones exteriores (cambios físicos, biológicos, mentales, materiales,…). +Fluir con todas sus consecuencias y sin mirar hacia atrás. ~ 120 ~
Date cuenta de que el Camino B es el del "retorno al Hogar": un camino de acercamiento a la Fuente (Padre/Madre) de la que todo Emana y en la que Todo Es. Y recuerda lo que, inmerso ya en el proceso de vuelta a su hogar, hizo Ulises: se amarró con fuerza al palo (plano “vertical”) para evitar que los cantos de sirena (“mundanal ruido”) procedentes de su entorno (plano “horizontal”) lo apartaran del camino de regreso. La Nueva Tierra está llamando a tu puerta. Clama para que tomes el sendero de una vida cuya Sabiduría radica en la Sencillez necesaria para Fluir y Resonar con la Fuente, con el Padre/Madre. Lo denominan salto dimensional. Y lo es. Pero se trata sobre todo de una Nueva Vida, la tuya, que plasma y crea en la Realidad la Nueva Humanidad. Por tanto, la Nueva Humanidad en la Nueva Tierra, esto es, El Cielo en la Tierra, luce en su colofón el mismo broche que Win Wenders colocó cual cierre a su colosal película El Cielo sobre Berlín: “Tú decides el juego para todos. Yo estoy a punto. Ahora te toca a ti. El juego está en tus manos. Ahora o nunca”.
6.2. FLUIR, VIVIR Fluir está en tu esencia Fluir es una capacidad innata al ser humano porque forma parte de su esencia. Fluir está en la esencia que es intrínseca a la naturaleza más intima y genuina de cada hombre y mujer, de todos, de Todo y, por tanto, de ti. Es la esencia que siempre permanece, al margen de lo que hagas o dejes de hacer, de lo que te suceda o te deje de suceder. Es la esencia que ha sido, es y será, porque Es. Es la esencia que fue ayer cuando el ayer era el ahora; la que es ahora porque es ahora; y la que será mañana cuando mañana sea el ahora. Es tu esencia inmutable, inalterable. Radica en el hecho indiscutible de que vives, de que existes, de que eres. Tu esencia es… ¡ser! Y ahí se halla la capacidad de fluir: en ti, en ser, en tu Yo Soy. Cuando saboreas conscientemente tu esencia, fluir es algo tan natural como espontáneo. Sentir la esencia es sencillo si dejas a un lado la mente y escuchas al Corazón. Y es sencillo porque tu esencia es tu vida, precisamente tu vida, no otra, porque no hay otra. ~ 121 ~
Subraya esto y jamás lo olvides: ¡Una existencia en la que tú no existas es un imposible, un engaño de la mente, una ficción mental! ¡Pero si me muero…, la vida sigue sin mi!, exclama la mente indignada, pues es incapaz de entenderlo. No discutas con ella, no entres en disquisiciones mentales y pon atención a tu Corazón y a ti mismo. Así activarás la fuente del discernimiento, que muestra con nitidez que no hay muerte, sino tránsito. Y cuando el tránsito acontezca, afróntalo en paz y con serenidad, pues tu Yo Soy continuará presente en el presente con independencia de la nueva Dimensión en el que ese presente se desenvuelva. No te pre-ocupes por el tránsito; llegará cuando corresponda, en consonancia con tu Voluntad y tu camino. Y con el tránsito nada finalizará porque ¡eres eterno!. ¿Aún no te has dado cuenta de que Dios (Ser Uno, Creador, Padre/Madre, Alá,…) te ha hecho a su imagen y semejanza moldeándote con su propia esencia –Ser, Yo Soy- para que seas Él, sin fragmentación ni separación posible entre Él y Tú, entre Creador y Creación? Si tú no fueras, Dios no sería Subraya también esta gran verdad que dulcemente susurra tu Corazón: si tú no fueras, Dios no sería. La fusión entre Creador y Creación, entre Dios y Tú, es tan sublime y perfecta que tu esencia es la de Dios porque… ¡Dios es tu esencia!. Por eso: una existencia sin ti es un imposible. Por eso: si tú no fueras, Dios no sería. Frena un momento, por favor, el ritmo incesante de la velocidad en el que tu vida física se desarrolla. Detente un instante, aparta tanto mueble extraño e inútil que se agolpa en el Hogar de tu intimidad y vacía tu taza interior de las teorías, tesis, antítesis, hipótesis, creencias y voces con las que rebosa rebasada. Para un momento, desnúdate de lo que no eres y disfruta tu divinidad. Deléitate en ella sintiendo tu esencia. Y desde la Humildad de tu condición divinal, fluye en tu esencia permitiendo que Dios sea Dios. Así de simple y así de hermoso. Conócete y observa el Yo Soy: adquiere consciencia de tu poder Respira conscientemente y sin prisas, mira atentamente hacia tu interior y conócete con esmero, pues el conocimiento de uno mismo es el conocimiento ~ 122 ~
de la Creación y del Creador. Obsérvate con sosiego, quítate todos los ropajes, despójate de todas las capas físicas y mentales que te envuelven y aprisionan. ¿Qué hayas en el fondo de ti mismo? Lo único que realmente eres: ser. Ni más ni menos: ser, Yo Soy, divinidad. Acalla tu mente y aviva tu Corazón para percibir tu colosal y divino poder. Un poder que te permite afirmar sin titubear “Yo Soy”. Proclámalo a los cuatro vientos: Yo Soy. Puedes hacerlo con independencia de cualquier cosa (buena o mala, agradable o desagradable,…) que ocurra en tu entorno, de cualquier circunstancia (de placer o de dolor, de amor o desamor,…) que acontezca a tu alrededor. Dilo a voz en grito si hace falta: ¡Yo Soy! Nada ni nadie puede impedir tu Yo Soy. Y en medio de todo y por encima de todo, fluye en el Yo Soy. Sin esfuerzo, sin trabajo, sin deberes, sin necesidad siquiera de quererlo: fluye en el solo hecho de ser. Yo Soy y fluyo en ser. No preciso nada más porque sólo ser es Real. ¿Te percatas de la enorme magnitud del Milagro que Eres? Tú, Yo Soy,… fluir Inténtalo nuevamente prestando atención a tu presente, al ahora donde despliegas tu existencia. Tu presente, ineludiblemente, también contiene tu pasado. Tu presente, igualmente, será tu futuro cuando el futuro sea presente. Y en tu presente -que es ahora, ayer y mañana- hay “algo” que no cambia: el hecho indiscutible de que vives, de que existes, de que eres,… ser, Yo Soy. Tú, Yo Soy, fluyendo más allá del tiempo, del espacio y de los tránsitos y saltos entre Dimensiones de existencia. Fluyendo sobre cualquier tipo o clase de eventos y avatares. Fluyendo y acumulando experiencias. Fluyendo y generando Consciencia. Fluyendo, siendo,…, ser, Yo Soy. Fluir no es conformismo, ni resignación, ni aceptación, ni ninguna otra apreciación mental. Fluir es Yo Soy. Por eso está al alcance de cualquiera: porque está en la razón misma de ser, en tu esencia, en Yo Soy. ¿Aún así no consigues fluir? Pues seamos sinceros Seamos sinceros: no fluyes porque tienes miedo, porque eres cobarde. Toma nota: oponerse a la vida no es ser valiente, sino un comportamiento inconsciente y reflejo que deriva de tu sentimiento de inferioridad ante lo que crees que te desborda. Mas la vida no te desborda, todo lo contrario. La vida ~ 123 ~
no es ajena a ti; la vida está a tu entera disposición porque es el camino que Tú, y no otro, haces al andar. Seamos sinceros: no fluyes porque no confías en ti mismo, porque te consideras débil. Probablemente no lo confesarás en público, pero te contemplas a ti mismo como alguien endeble, vulnerable, poca cosa ante todo lo que te rodea y sucede. Pero todo lo que te rodea y sucede eres Tú; y en el Yo Soy infinito y eterno que eres dispones de todo el poder de la Creación, de todo el poder del Amor. Mas no lo “ves” porque te falta confianza en ti mismo. Y esta carencia te lleva a programar y re-programar, preocuparte y repreocuparte, calcular y re-calcular, ir y venir en desasosiego, llenar tu día a día de actividades múltiples para terminar rindiendo culto a la velocidad, contaminarte de creencias, abrumarte con cargas y responsabilidades y sumirte en culpas. Seamos sinceros: no fluyes porque eres prisionero de tu ego. Te impide fluir el ego, que te encarcela en una identidad personal cuando la persona que ahora eres tan solo es una manifestación temporal y pasajera de lo que realmente Eres. ¿No comprendes que estás en un teatro -una Matriz Holográfica, el Gran Teatro del Mundo- interpretando un papel al objeto de vivir experiencias que expandan tu Consciencia y, con ello, la de la Unidad en la que Eres y Todo Es? A ti, que si no fueras, Dios no sería, ¿cómo puede abducirte el personaje de ficción que interpretas, cómo puedes olvidar quien Eres y lo que Eres? Tú, que posees la esencia de Dios porque Dios es tu esencia, ¿cómo es posible que entierres tu divinidad bajo el influjo de algo tan efímero, limitado y denso como el ego y su larga cadena de apegos y desconciertos? Seamos sinceros: no fluyes porque prefieres estar encarcelado en los entresijos de tu mente. Tu mente te inunda sin parar de conjeturas y suposiciones, de dudas y temores, de conceptos ilusos e intrínsecamente irreales, pura ficción mental. Así es como tu mente te impide fluir y tú se lo permites hasta el punto de creer que tú eres tus pensamientos y arrinconar lo que Eres. Seamos sinceros: no fluyes porque te parece más cómodo engañarte a ti mismo. Prisionero de tu ego y encarcelado en tu mente, no te atreves a hacerles frente. Y como no te atreves, eliges engañarte a ti mismo. Y te mientes cuanto te dices que fluir es ir a la deriva, que fluir es dejarse arrastrar por los acontecimientos y por los demás, que fluir es de borregos, que fluir es de pusilánimes,… ~ 124 ~
Toma mi mano y fluye conmigo Toma mi mano, pues nuestra esencia es idéntica. Toma mi mano y, unidos en el Yo Soy, fluye conmigo: Fluye y, agradecido a la vida que eres, haz tuya la fuerza de la vida. No te enfrentes a la vida, no la culpes del sufrimiento que deriva del no fluir. Haz tuya la fuerza de la vida y manifiéstate a través de ella. Toma mi mano y fluye conmigo: Fluye y entra en sintonía con la potencia de la Naturaleza, gozando de tu vínculo con la Madre Tierra. Fluye y conecta con la energía del Cosmos, que es tu propia energía. Fluye y resuena con la Creación, disfrutando de la Unidad en la que eres y Todo Es. Toma mi mano y fluye conmigo: Fluye y constata que te encuentras siempre en el momento justo y en el lugar adecuado, que no hay casualidades, que la Providencia siempre está presente en el presente. Fluye y notarás como las intuiciones, percepciones e inspiraciones descorchan la Sabiduría que rebosa en tu interior. Fluye y podrás “ver” con claridad que Todo es Perfecto. Toma mi mano y fluye conmigo: Fluye y comprueba que tus experiencias en el aquí y ahora son únicas en la Creación y que infinidad de seres de infinidad de Universos, Multiversos y Dimensiones -seres que, en realidad, son Tú mismo- miran con Amor como expandes la Consciencia de la Unidad con tu risa y tu llanto, tu alegría y tu tristeza, tu placer y tu dolor, tu ira y tu paz, tu odio y tu amor. Elige tu vida, opta por la Vida ¡Has de elegir que Vida vives y como vives la Vida!. Es tu decisión. Tú eres tu guía y tu maestro; no hay otro. Tú haces tu camino; no hay otro. Tú tienes poder para superar el Gran Olvido y reavivar en tu interior el linaje divino que luce en tu esencia. Tú tienes todo el poder del Yo Soy para pasar por encima de miedos y desconfianzas, del ego y de la mente, de autoengaños y mentiras. ¿Optas por la abducción que esas patrañas representan o por la libertad de tu esencia? Presta atención a tu esencia y fluye para que tu vida –tu camino- no sea un torbellino de creencias, de costumbres represoras, de ideas separatistas y rompedoras de la Unidad en la que eres y Todo es. Un Todo que responde a ~ 125 ~
un orden original, divino y maravilloso en el que resplandece la Armonía y brilla la Providencia. ¡Venga! Concéntrate en lo esencial de la vida: el Amor, que es lo que permanece, que es lo que importa. Vive en Libertad y Pureza. Y asóciate a la vida; fluye con todo lo que existe, con todo lo que Es porque Tú Eres. Alerta, Atento Haz de tu camino una vida sencilla y sabia. Para ello, entre paso y paso, practica dos espléndidas artes: el “arte de decir no” a tantas cosas absurdas que enredan tu caminar y te convierten en animal de carga; y el “arte de no hacer nada”. Practica el “arte de decir no” y el “arte de no hacer nada” y fluirás estando Alerta y Atento: +Alerta: para ser siempre quien realmente eres; para no identificarte con el papel que en el aquí y ahora interpretas; para hacer de ese papel una manifestación consciencial por la que la Creación se hace Creadora y se expande la Consciencia de la Unidad; para tener permanentemente encendida la llama de tu divinidad. +Atento: para sentir las señales de la Vida, que proceden de tu propio ser; para percibir el camino que haces al andar; para afianzar la confianza en la Providencia; para no atorarte en la experiencia; para fluir con ella y para que desde ella el ego mengüe y el Dios que en ti se expresa y manifiesta se expanda y dé frutos en la Tierra. Fluir, Vivir Alerta y Atento para vivenciar que fluir no es estar feliz, es la Felicidad; que fluir no es sentir alegría, es la Alegría; que fluir no es experimentar dolor, es el Dolor; que fluir no es tener sentimientos, es el Sentimiento; que fluir no es Amar, es el Amor; que fluir no es existir, es Ser y No-Ser para ser ambas cosas en el Yo Soy y, así, Vivir. Ser quien Eres, Fluir, Vivir… permitirte que Dios sea Dios.
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COROLARIO Todo es Perfecto +1º La evolución consciencial de la suma superior en la que el Sol y la Tierra se integran ha abierto una Puerta Interdimensional que permite a ambos acceder a una nueva Dimensión. +2º Ante ello, la Tierra y el Sol, que por sus propios procesos conscienciales se encontraban en condiciones energéticas de cruzar esa Puerta, han decidido hacerlo y lo están haciendo ya, saltando a otra Dimensión. +3º Surge así una Nueva Tierra que ofrece a la Humanidad esa misma posibilidad de salto dimensional y la sitúa ante dos posibles caminos –A o B: Humanidad de Tercera Dimensión o Nueva Humanidad- entre los que tiene que optar. +4º Para que la posibilidad de esa Nueva Humanidad sea real y pueda ser aprovechada por el género humano, se requiere una “masa crítica” forjada por hombres y mujeres que consciencialmente elijan el Camino B y lo abran de modo efectivo a todas aquellas personas que se inclinen por él, aportando la energía precisa para que la Consciencia de la Humanidad alcance Resonancia y sea armónica con la Consciencia de la Nueva Tierra. +5º Todo ello te coloca a ti en primer plano, pues lo que sea depende de ti: tú eres quien ha de elegir entre un camino u otro; y, si optas por el B, en tu mano está hacerlo contribuyendo más o menos a la conformación de esa masa crítica y aportando más o menos energía consciencial a esa energía total que hay que aglutinar para que la Humanidad vibre en Resonancia con la Nueva Tierra y salte dimensionalmente. +6º Sin miedos y en libertad, tu contribución y aportación a la Nueva Humanidad nada tienen que ver con las intenciones, los quereres o los deberes, ni con la mente o los pensamientos, sino con el Corazón, la Voluntad y tu capacidad creadora: has de creer íntimamente en la Nueva Humanidad y crearla a través de una Nueva Vida: tu Nueva Vida, no la de otro u otros, sino la tuya, la que has de vivir para que la Nueva Humanidad sea Realidad.
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Decreto para una Nueva Vida y una Nueva Humanidad en una Nueva Tierra 1. Vivo yo, pero no soy yo: es Cristo quien vive en mí. 2. Por el Poder del Padre, por la Omnipotencia de su Amor, y por el Poder del Hijo, por la Omnipotencia de la Energía Crística: Decreto una Nueva Vida para una Nueva Humanidad. 3. Paz, Armonía, Pureza, Fluir desde el Corazón y en la Unidad, Libertad, Humildad, Alegría, Verdad, Divinidad, Resonancia con la Fuente y con el Rayo de la Creación. 4. Que el Amor me envuelva; que mi Yo Crístico envuelva todo con su Amor. 5. Que el Espíritu divino se derrame sobre toda carne. 6. Todo es Perfecto. Está cumplido, hágase la Luz. 7. Por el Poder del Padre, por la Omnipotencia de su Amor, y por el Poder del Hijo, por la Omnipotencia de la Energía Crística: Decreto una Nueva Vida para una Nueva Humanidad. 8. Paz, Armonía, Pureza, Fluir desde el Corazón y en la Unidad, Libertad, Humildad, Alegría, Verdad, Divinidad, Resonancia con la Fuente y con el Rayo de la Creación. 9. Que el Amor envuelva a la Humanidad; que los seres humanos envuelvan todo con Amor. 10. Que el Espíritu divino se derrame sobre todas las personas. 11. Todo es Perfecto. 12. Vivo yo, pero no soy yo: es Cristo quien vive en mí. 13. Está cumplido, hágase la Luz. En la Unidad, con Amor. )e( ~ 128 ~
Edición y comercialización de “Glocalismo” Esta obra al iniciarse sin ánimo de lucro y entregarse con total generosidad por parte de sus autores, precisa de muchos voluntarios para que llegue al mayor número de personas y lo más lejos posible. La primera y más importante colaboración sería leerla para después compartirla con los demás, ya sea a través de internet o mediante su distribución total o parcial en papel o cualquier otro medio de reproducción. Como colaboración extraordinaria, para quién así lo sienta, animo a todos los que deseen traducir la obra a cualquier otro idioma. Igualmente, será muy valiosa la creación de páginas webs, blogs, audios, vídeos… que promocionen “Glocalismo” así como su divulgación a través de las redes sociales, e-mails, descargas gratuitas para e-book, … La edición y comercialización de “Glocalismo” solo se podrá realizar, con ánimo de suficiencia económica, por cualquier editorial, empresa o particular que respete las siguientes condiciones: 1. Solo se podrán vender a precio suficiente (*) ejemplares de la obra completa (**) “Glocalismo”. 2. La obra completa (**) de “Glocalismo” podrá comercializarse por cualquier medio de reproducción sin limitación alguna. Queda por tanto excluida la comercialización parcial de la obra “Glocalismo”. 3. Al no haber ánimo de lucro por parte de los autores de “Glocalismo”, pedimos a los interesados en comercializar la obra completa (**) que reserven el 10% de los derechos de autor para destinarlo a una causa solidaria de acceso a la suficiencia (***) o a proyectos de protección y recuperación medioambiental, que la editorial, empresa o particular puedan supervisar. 4. Si se aceptan las condiciones anteriores con intención de comercializar “Glocalismo”, se solicitará a glocalismo@gmail.com el archivo de la obra completa (**). Asimismo, la solicitud se acompañará de un informe con la descripción del proyecto social o ambiental al que va destinado el 10% de los derechos de autor. Tras su valoración y estudio, ~ 129 ~
se enviará a la editorial, empresa o particular el archivo con el texto de la obra completa (**) para su publicación y comercialización. (*) Precio suficiente, es aquel que se establece para que accedan al producto que se vende el mayor número de personas posible, teniéndose en cuenta que todos los que participen en el proceso de obtención, transformación, elaboración, distribución y venta del producto, lo hagan con ánimo de suficiencia económica, es decir, no percibiendo beneficios quienes tengan cubierto su propio Nivel de Suficiencia, o bien, percibiéndolos en la medida que los necesiten quiénes consideren que están de forma insegura sobre el Nivel de Suficiencia, o bien, por debajo de él. El Nivel de Suficiencia (suficiente agua, alimento, abrigo y hogar) lo debe establecer libremente la consciencia de cada persona, teniéndose en cuenta, por ejemplo, que para un/a herman@ de África, Asia o Sudamérica con graves problemas para sobrevivir a causa de la extrema pobreza y las hambrunas que azotan muchos lugares pobres de esas regiones, su nivel de suficiencia individual se cubriría dignamente cada día con suficiente agua no contaminada para la higiene y el consumo, tres raciones de comida, un par de calzados, unas pocas prendas de ropa apropiadas y un hogar pequeño, pero digno, donde vivir. Tengamos en cuenta que somos nosotros los que debemos acercarnos al nivel de suficiencia de los más desfavorecidos y no al contrario. Ya habrá tiempo, cuando todos tengamos suficiencia, para trabajar con vista a una mayor abundancia para todos, en respeto y armonía con nuestra Madre Tierra. (**) La obra completa, inicialmente, consta de dos libros que se pueden divulgar gratuitamente por separado o juntos con el prólogo, la nota del autor y los agradecimientos-dedicatoria. Sin embargo, la comercialización de la obra completa se hará en un solo volumen, que llevará además, una introducción general y el epílogo, para así generar más interés en su venta y poder favorecer de este modo a colectivos y personas necesitadas. (***) Una causa solidaria de acceso a la suficiencia es, por ejemplo, la de “Los Ángeles del Círculo” de Sevilla. Cada uno de los miembros de este colectivo humanitario aporta mensualmente una cuota para crear un fondo de solidaridad que gestionan mediante ~ 130 ~
reuniones periódicas, donde se valoran los casos de necesidad a cubrir en función del fondo disponible que exista en esos momentos.
)c( COPIA ABIERTA (Extraído de “El Libro de la Vida” de Jesús Hidalgo) Participa en su uso, promoción y difusión Arte, cultura, ciencia, técnica... ¡¡LIBRES!!, SIN PROPIETARIOS Tenemos el convencimiento que cualquier creación debe estar abierta a poderse usar, copiar y difundir sin impedimentos siempre que se cite al autor y no sea con ánimo de lucro. La cultura, el arte y la ciencia deben ser gratuitos para la formación, uso y disfrute de las personas. En la ciencia, cuando se descubre algo positivo para todos, no es lógico que se reduzca el uso (sin interés económico) con una patente a favor del primero que la ha descubierto, cuando es algo que existía y existe en la naturaleza y es de todos. Igualmente, en una obra de arte que es, asimismo positiva, tampoco deben existir unos “aranceles” económicos para poder acceder a ella cuando no hay interés crematístico. El que diga que nunca ha fotocopiado un texto impreso o grabado una canción, ambos con derecho de autor, que levante la mano. En algunas sociedades teóricamente democráticas occidentales cuando una patente es interesante para su uso militar se restringe y privatiza por parte de los estados durante muchos años. Si esto se hace para el negocio de las armas y muerte, es decir, para matar gente, cuánto más, como mínimo, no habría que hacerlo por parte de los estados liberándola cuando con esto se favorece la salvación, mejora o sanación de otros seres o de la propia naturaleza. Éste es el gran absurdo de una sociedad basada exclusivamente en el interés de enriquecimiento. Deja más dinero la desinformación, la enfermedad y la muerte que la formación, la salud y la vida. Es más, éstas tres últimas se han convertido en negocios privados nada lógicos y que responden a oscuros intereses difícilmente explicables. Cómo registrar una creación como )c( Copia abierta: Registrar una obra escrita, de música, pintura, fotografía, vídeo, ciencia, tecnología... en la modalidad de copia abierta es muy fácil. En España, si es un libro para divulgar se solicita el I.S.B.N. y el Depósito legal, no siendo necesario el registro de la propiedad intelectual por el que sí hay que pagar unas tasas. Si la obra no es un libro hay que registrarla en el Registro de la propiedad intelectual que depende de la ~ 131 ~
Comunidad Autónoma a la que pertenezcas, si tiene transferida esta competencia, o del Ministerio de Cultura, Educación y Ciencia. En cualquier caso la obra debe tener impreso en un lugar visible de la portada o similar el logotipo “)c( Copia abierta”. Cómo divulgar una creación como )c( Copia abierta: Para divulgar la modalidad de )c( Copia abierta si la obra es o lleva asociado un documento escrito debe también aparecer todo este mismo texto que estás leyendo de forma legible al final de la misma, así como éste otro más resumido al principio de la misma: )c( Copia abierta: Los derechos de autor de esta obra están abiertos para usar, copiar y difundir en cualquier medio de reproducción, grabación y difusión, siempre que se cite el autor y sea sin finalidad publicitaria o mercantil/comercial de forma directa o indirecta. Se ha registrado así para evitar restricciones por considerar que es muy beneficioso para todas/os. Cómo promocionar una creación como )c( Copia abierta: Para promocionar y mantener un registro independiente de las obras realizadas en esta modalidad de copia abierta existe una cuenta y una lista de correo abierta a todas/os las/os autoras/es para difundirlas. Para esto es necesario que enviéis un correo que contenga los siguientes datos: Título, autora/or, tema, soporte, fecha de realización, pequeño resumen y una copia de la obra a copiaabierta@gmail.com. Seréis dados de alta en la lista de correo y vuestra obra se difundirá y promocionará entre todas/os y, desde todas/os, hacia el exterior.
NUEVOS TÍTULOS en modalidad de registro: )c( Copia abierta Arte, cultura, ciencia, técnica... ¡¡LIBRES!!, SIN PROPIETARIOS En breve aparecerán como )c( Copia abierta nuevos libros, seminarios/cursos, ensayos, relatos, cuentos, poesía, dibujos, fotografía... Todos ellos se han adaptado o reconvertido a esta modalidad de registro. Títulos publicados: - El Libro de la Vida - Salud, alimentación y sanación (Jesús Hidalgo) Primer volumen del Libro de la Vida. Trata sobre la salud, la alimentación y la sanación. Primera edición en Castellano - Queda la Palabra. ~ 132 ~
-La Cocina del Paraíso- Dedicada a jóvenes principiantes (Jesús, Daniel, María y Grillo) Platos sencillos y sabrosos que nutren y sanan para que cocines mejor que tu abuela. Aprende a cocinar fácilmente. Primera edición en Castellano - Queda la Palabra. - GLOCALISMO (LIBRO I) – Expansión Consciencial y Economía del Corazón. Autor: Emilio Carrillo Benito - GLOCALISMO (LIBRO II) - ¿Cómo orientarnos hacia la suficiencia personal y la autosuficiencia comunitaria? Autor: Manuel López Arrabal - LA HUELGA TRANQUILA – Un Camino para Despertar en la Nueva Consciencia Autor: Manuel López Arrabal –“Acuario” - LA PRESERVACIÓN DE LA TIERRA, INCLUIDA LA HUMANIDAD Autor: Manuel López Arrabal - LOS GOBIERNOS DE CONSCIENCIA, LA EDUCACIÓN PARA LA UNIDAD MUNDIAL Y LA ECONOMÍA CÓSMICA Autor: Manuel López Arrabal - INMORTALIDAD Y ETERNIDAD – Las dos caras de la misma moneda Autor: Manuel López Arrabal Algunos títulos en proyecto: - El Crash Course (Chris Martenson). Curso en 20 lecciones para comprender la economía especulativa de U.S.A. y su estafa al resto del mundo. Cómo y por qué sucederá el Crash. Resumen del seminario del mismo nombre. Primera edición impresa en Castellano - Queda la Palabra. - El Libro de la Vida - Consciencia, realización y formación (Jesús) Segundo volumen del Libro de la Vida. Trata sobre la consciencia, la realización y la formación. - El Libro de la Vida - Comunidad, organización y educación (Jesús) Tercer volumen del Libro de la Vida. Trata sobre la comunidad, la organización y la educación. ~ 133 ~
- Recital poesía “Los Nadies” Poesía por la Justicia para amar y denunciar. - Recital cuentos “Cuentos para volar” Cuentos para recrear nuestros sueños. - Recital prosa “Realidad“ Pensamientos y textos en prosa para aumentar la conciencia. - Exposición fotos “Paseo por el Paraíso” Reproducción de fotografías de algunos lugares de la Tierra, el Paraíso. - Exposición acuarelas “Naturaleza” Reproducción de acuarelas de la Naturaleza.
TÚ TAMBIÉN PUEDES COLABORAR Hemos decidido que todas nuestras publicaciones sean copia abierta. Queremos compartir contigo esta obra para que la disfrutes y la regales a otras personas. Somos activistas sociales, voluntarias/os y colaboradores que trabajamos gratuitamente por la Justicia y los Derechos de las Personas y de la Naturaleza. Esperamos que tú también compartas con nosotras/os, pues estamos dedicando nuestro tiempo a algo que no repercute en nuestro propio beneficio económico. En reciprocidad, solo te pedimos que hagas, como mínimo, dos copias del libro en papel reciclado y/o ecológico certificado, a doble cara, para regalarlas a quién creas conveniente. “Colectivo” por la Justicia y los Derechos de las Personas y de la Naturaleza “Queda la Palabra” Activistas, voluntarios y colaboradores pacíficos, independientes y sin fronteras Organización horizontal, limpia y no dependiente sin subvenciones (Premio Nacional de Derechos Humanos 2005 en España) Correo electrónico: quedalapalabra@gmail.com Teléfono: (0034) 693 391 587
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LIBRO “LA HUELGA TRANQUILA: “Un Camino para Despertar en la Nueva Consciencia” La primera parte del libro está relacionada con el consumo consciente y responsable, siendo éste el mejor medio del que disponemos todos los ciudadanos para dejar de alimentar el voraz sistema capitalista, y al mismo tiempo apoyar y construir un nuevo modelo socio-económico más solidario con los demás y respetuoso con el medio ambiente. Las medidas propuestas en las tres subdivisiones de la Huelga Tranquila (la huelga de publicidad, la huelga verde y la huelga de consumo) se pueden aplicar, en la medida de las posibilidades de cada cuál, de forma indefinida hasta que se conviertan poco a poco en saludables y eficaces hábitos de consumo. La segunda parte, donde se explica qué es la meditación, cuáles son sus beneficios y porqué debemos practicarla, nos permitirá profundizar en el autoconocimiento y nos conducirá hacia estados más elevados de paz y autoconsciencia. Por tanto, su práctica además de beneficiarnos física, mental y espiritualmente, nos ayudará también a ser más conscientes y coherentes a la hora de interactuar dentro del gran laberinto de la sociedad de consumo. Los ejercicios que propongo en esta parte son muy sencillos y al alcance de cualquiera. Lo único que se necesita para practicar meditación es voluntad, un lugar tranquilo y al menos 15 minutos al día. Las dos primeras partes del libro son esencialmente prácticas, pero la tercera, tal y como describo en la contraportada, es "donde se aborda la problemática histórica y actual del ser humano y su mundo, explicándose desde diferentes puntos de vista procedentes de áreas del conocimiento tan diversas como son la historia, la ciencia, la filosofía, la economía, la política, la religión, la astronomía, la ufología y el esoterismo o Ciencia Sagrada. Esta tercera parte, nos dará las razones y la motivación necesaria para practicar la Huelga Tranquila y la meditación, así como para mantener la Visión del Mundo que Queremos en los difíciles tiempos actuales de transición hacia un mundo mejor."
Para leer o descargar gratuitamente el libro “La Huelga Tranquila”: www.librolahuelgatranquila.blogspot.com.es ~ 135 ~