versión digital libro 50 Torneo Internacional del Joropo - 2018

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GOBERNADOR A DEL META Marcela Amaya García DIRECTOR DEL INSTITUTO DEPARTAMENTAL DE CULTUR A DEL META Luis Horacio Vasco Suárez DIRECTOR DEL INSTITUTO DE TURISMO DEL META Gustavo Adolfo Jiménez Barrios SECRETARIA DE HACIENDA María Consuelo Rodríguez Fernández GERENTE DEL 50 TORNEO INTERNACIONAL DEL JOROPO Carlos Andrés Jaramillo Silva DIRECCIÓN EJECUTIVA Cielo Isabel Usme Andrade PRODUCCIÓN EDITORIAL Fundación Círculo de Profesionales del Arpa y su Música (CIRPA) COORDINACIÓN EDITORIAL Y CORRECCIÓN DE TEXTOS Fredy Ordóñez Arboleda

REDACCIÓN DE TEXTOS

FABIO ÁLVARO MELO RODRÍGUEZ:

“Joropódromo” (cap. 3). JHON MORENO RIAÑO:

“Lanzamiento” (cap. 1), “Las parejas de baile, de hoy de ayer” (cap. 2), “El regreso de la Rondalla Llanera de Villavicencio” (cap. 6), “Colombianos forjados en el Torneo Internacional del Joropo”, “Cantos de trabajo de llano colombo-venezolano” (cap. 9). CARLOS “CACHI” ORTEGÓN CASTRO:

“Los declamadores, los golpes, los poemas y el contrapunteo” (cap. 2), “Entre juglares y joropos” (cap. 4), “Sueño y obra de Miguel Ángel Martín” (cap. 5). DARÍO ROBAYO SANABRIA:

“Los instrumentistas, las obras, los conjuntos, los ensambles y las voces” (cap. 2), “La Rondalla Venezolana, por primera vez en el Torneo Internacional del Joropo” (cap. 6). CIELO ISABEL USME ANDRADE:

“Actos conmemorativos 58 aniversario del departamento del Meta” (cap. 7), “Reinado Internacional del Joropo” (cap. 8), “Piezas gráficas” (anexos).

DISEÑO Y DIAGR AMACIÓN Camila Cardeñosa Echeverri FOTOGR AFÍA Secretaría de Prensa de la Gobernación del Meta Instituto de Turismo del Meta Instituto Departamental de Cultura del Meta Constantino Castelblanco IMPRESIÓN Panamericana Formas e Impresos S.A. COMPIL ACIÓN Y DIGITALIZACIÓN DE AUDIOS Juan Camilo Robayo Carvajal EDICIÓN Y MASTERIZACIÓN DE AUDIOS Julián Andrés Robayo Carvajal ESTUDIOS DE GR ABACIÓN Audio Imaginación Estudios, Bogotá, D.C., octubre de 2018 AGR ADECIMIENTOS Ministerio de Cultura ISBN: 978-958-99539-3-8 PRIMER A EDICIÓN: noviembre de 2018 Impreso en Colombia


Joropo Torneo Internacional Del

50


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Presentación

50 Torneo Internacional del Joropo

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Lanzamiento

50 Torneo Internacional del Joropo

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Concursos

Música, canto y baile

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18 Joropódromo

Homenaje a Miguel Ángel Martín

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12 Joropo Académico Entre juglares y Joropos


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Miguel Ă ngel MartĂ­n

Homenajeado 50 Torneo Internacional del Joropo

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Conciertos llaneros y artistas invitados especiales

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Actos Conmemorativos

58 aniversario del departamento del Meta

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25 Reinado Internacional del Joropo

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Cantos de trabajo de llano colombo - venezolano





Presentaciรณn 50 Torneo Internacional del Joropo


Miguel Ă ngel MartĂ­n


“Entendí que la memoria del joropo nos pertenece a todos…” Carlos “Cachi” Ortegón Castro

Qué mejor que esta frase de un gran maestro hijo del llano colombiano, como es Carlos “Cachi” Ortegón, para iniciar este libro que recoge la memoria de la versión 50 del Torneo Internacional del Joropo realizada en 2018. Fue precisamente con el fin de honrar el compromiso con el evento de documentar su historia desde 1965 que publicamos la primera edición del libro Torneo Internacional del Joropo. Sueño y obra de Miguel Ángel Martín, en mayo de 2018, y cuyo lanzamiento oficial se llevó a cabo un mes después, el 29 de junio, como parte de los actos inaugurales del quincuagésimo Torneo. Una vez logrado ese trabajo de aproximación a la historia de nuestro Torneo, y con el desarrollo de los actos propios de la versión 50 del evento, iniciamos con la presente compilación para lograr la publicación de las memorias de la versión de oro, la número 50 del Torneo Internacional del Joropo. Nos reafirmamos en que, más allá del espectáculo, el Torneo debe cumplir un fin social de construcción de conocimiento, pues, como lo dice Carlos “Cachi” Ortegón, “la memoria del joropo nos pertenece a todos”, y por consiguiente es una obligación divulgar año a año las memorias de cada edición, que además deben incorporar el correspondiente registro fonográfico de las obras musicales ganadoras en primer y segundo lugar y un análisis de carácter técnico de estas. Con esta disciplina permanente contribuiremos a mantener vivo este bien de capital cultural de los metenses, a salvaguardar el legado para las generaciones venideras y como fuente de consulta para el trabajo académico y para los estudiosos del joropo.

El Torneo Internacional del Joropo de Villavicencio, como es reconocido más allá de los límites nacionales, es la fiesta mayor de la llaneridad y del joropo de Colombia y Venezuela, gracias a quien fuera su creador, el gran Miguel Ángel Martín (q. e. p. d.), de ahí que él fuera la figura homenajeada al llegar el Torneo a su versión 50 en 2018. Los comentarios no se hicieron esperar: “Es un acierto” dijeron muchos y, agregaron, “es la ocasión perfecta para exaltarlo”. El compositor del joropo “Carmentea” —himno de la música llanera colombiana—movió el sentimiento de quienes fueran sus amigos, sus contemporáneos, sus discípulos, sus protegidos, sus admiradores, los intérpretes de sus canciones y de quienes capitalizamos su extensa obra como bien preciado de la cultura llanera. Por eso en la canción “El cantador de mi tierra”, himno oficial de la versión 50 del Torneo Internacional del Joropo, compuesta para la ocasión por nuestro cantautor llanero Walter Silva, se resalta la siembra del joropo realizada por Miguel Ángel Martín. En palabras del juglar de la música llanera Dumar Aljure Rivas, es catalogado como “el gran maestro que abrió la trocha para que muchos de nosotros siguiéramos por ahí”. Y no era para menos. Por eso los metenses y llaneros, que durante un año nos preparamos para este acontecimiento, quisimos hacer un recorrido por la historia del Torneo a partir de 1965, por la obra de Miguel Ángel Martín, y revivirla desde los inicios del joropo, cuando en el Meta y en todo el llano colombiano se interpretaba con guitarras. Lo primero

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50 TORNEO INTERNACIONAL DEL JOROPO

que pensamos fue en el rescate de la Rondalla Llanera de Villavicencio —legendaria agrupación de voces y guitarras— de importante prestigio y tradición en la historia musical de nuestro departamento y de la música llanera, cuya fundación data de 1964. ¡Y lo logramos! También nos propusimos traer como invitada especial a La Rondalla Venezolana, patrimonio cultural del país hermano con medio siglo de trayectoria en la difusión y universalización de la música llanera. Asimimo pensamos que debíamos involucrar a nuestros niños y niñas, y que debían ser los participantes que han llevado el joropo al concurso La Voz Kids Colombia; ellos y ellas también conocieron, aprendieron y cantaron en concierto la obra del gran Miguel Ángel Martín. Entonces, nos reafirmamos en que alrededor de la figura del homenajeado en cada versión del Torneo, más que hacerle una exaltación, se trataba de sembrar en el imaginario colectivo el aporte y el legado que ha hecho a la cultura musical de los llanos colombo-venezolanos. Con la realización de la versión 50 del Torneo Internacional del Joropo, queda una vez más patente nuestro compromiso, con su majestad el joropo, de preservar sus raíces y universalizarlo. Y, por fortuna, en este propósito somos muchos los que estamos. Y qué mejor demostración que la acogida del lanzamiento del 50 Torneo que realizamos el 30 de mayo de 2018 en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, con el cual prendimos el gran parrando en la capital de la República… ¡Ese día el Meta y el llano se lucieron en Bogotá!

Luego vino lo grande: entre el 28 de junio y el 2 de julio, se realizó la edición dorada del Torneo, y para esta ocasión especial decidimos introducir el “Concurso ganador de ganadores”, adicional al concurso regular de todos los años entre copleros, cantadores, instrumentistas, bailadores, grupos de baile, conjuntos, nuevos formatos y compositores. El desarrollo y resultados son precisamente parte del contenido del presente libro, al que le hemos dado por título “50 Torneo Internacional del Joropo 2018”. Asimismo, dedicamos otros capítulos a la versión 18 del Joropódromo; al décimo segundo Joropo Académico, que en esta ocasión analizó las transformaciones en la composición literaria de la música llanera reflejadas en el Torneo Internacional del Joropo; a Miguel Ángel Martín, por ser el gran homenajeado; a los conciertos llaneros y artistas invitados especiales; a los actos conmemorativos del 58 aniversario del departamento del Meta; a la vigésima quinta Reina Internacional del Joropo; y al compendio de las piezas gráficas, desde la central hasta las que nos llevaron a hacer el recorrido por la historia del Torneo Internacional del Joropo. Este libro también lo entregamos con dos discos compactos que contienen las obras ganadoras en primer y segundo puesto, en las modalidades de pasaje, golpe, poema, arpa, cuatro, bandola, ensamble, conjunto llanero y en las modalidades del “Concurso Ganador de Ganadores”. Además, hemos incluido “El cantador de mi tierra”, canción himno del 50 Torneo Internacional del Joropo, “Paisaje matinal”,

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PRESENTACION

obra clásica del maestro Miguel Ángel Martín interpretada por la Rondalla Llanera de Villavicencio, y “Villavicencio”, que La Rondalla Venezolana nos trajo como regalo a los villavicenses con ocasión de su participación en la versión 50 del Torneo. A todas y a todos, quienes contribuyeron de diferentes maneras para el éxito del 50 Torneo Internacional del Joropo, y para los miles de asistentes presenciales y virtuales que nos acompañaron a la cita de oro con su majestad el joropo, les decimos gracias. Y también a los herederos de la obra del gran Miguel Ángel Martín —nuestro homenajeado—, a Nancy —su esposa—, Arauca —su hija—, Hernando Rubio —su yerno— y Tomás, Pablo, Manolo y María Sofía —sus nietos—: estén seguros de que su sueño y su obra los metenses la vamos a mantener viva por siempre. Gracias, Miguel Ángel Martín, por dejarnos para el Meta la fiesta mayor de la llaneridad y del joropo de Colombia y Venezuela.

Marcela Amaya García Gobernadora del departamento del Meta

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50 TORNEO INTERNACIONAL DEL JOROPO

Es para usted, don Migue Ángel Martín, de la llanura un sentido agradecimiento porque su sueño se ha mirado convertir en un escenario pujante en el llano adentro… Para cantar un pasaje en el torneo del joropo Para retar un coplero en el torneo del joropo Para declamá un poema en el torneo del joropo Pa’ bailar una muchacha en el torneo del joropo Pa’ lequiar un pajarillo en el torneo del joropo Para bordonear un arpa en el torneo del joropo Joropo en paz en el torneo del joropo*.

* Apartes de la canción “El cantador de mi tierra”, himno de la versión 50 del Torneo Internacional del Joropo, autoría del maestro Walter Silva.

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LANZAMIENTO

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Oliver Julián Croswaithe Beltrán, segundo lugar en la modalidad de pasaje inédito.


Pueblito llanero Parque Las Malocas.


LANZAMIENTO

SE LLAMA TORNEO INTERNACIONAL DEL JOROPO… Torneo de tornar, volver, dar vuelta, hacer de nuevo y cada vez mejor. Internacional de integrar naciones, Colombia, Venezuela, llanera, sikuani, afro, sáliba, andaluza, andina, las que acuden de cerca, las que llegan de lejos. Del, palabra que significa nuestro. Joropo, voz cuya etimología más cierta la relaciona con alma y vida y arte y orgullo. El joropo es el verbo del llano. Se conjuga acá en Villavicencio, en el Meta, en un plural inmenso: todos. Se conjuga en diversos modos, en múltiples personas y tiempos.

Cincuenta, van cincuenta tiempos de joropo. Y si nos sigue significando lo mismo y continuamos con el compromiso de querernos, serán muchos más, sin cuenta. Estos fueron sueño y obra de Miguel Ángel Martín, un homenaje merecido y justo. También fueron sueño y obra de un sinnúmero de personas que contribuyeron con sus ideas, creaciones, talento y esfuerzo para hacer realidad esta grandiosa celebración dorada; para llenarnos de instantes muy valiosos. Este libro pretende hacer eternos esos momentos e inolvidables esas personas. Y seguir gozando de la única atadura que permite volar: el joropo.

CARLOS “C ACHI” ORTEGÓN

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Lanzamiento 50 Torneo Internacional del Joropo

Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo


Presentaciรณn de la Rondalla Llanera de Villavicencio en el prelanzamiento del Torneo del Joropo


ASÍ FUE EL GRAN LANZAMIENTO DEL 50 TORNEO INTERNACIONAL DEL JOROPO La invitación llegó en un sobre dorado que decía Torneo Internacional del Joropo 50, con la cara de Miguel Ángel Martín enmarcada en una moneda dorada que remataba con un subtítulo: Sueño y obra. Así fue, ese fue su sueño y lo hizo realidad y así lo confirma quien fue su esposa, Nancy Castañeda de Martín. El Torneo Internacional del Joropo de Villavicencio llegó a su versión 50 consolidado como el evento más importante de la música llanera de Colombia y Venezuela. “Miguel Ángel lo logró”, pensaron quienes observaron el sobre. ¿Qué pensaría él si estuviese vivo? No lo podemos saber, pero le debemos el más grande festival de joropo de las dos llanuras. La invitación tenía unos detalles elegantes, como una agenda en miniatura que decía: 7:00 p. m. Cóctel de bienvenida; 7:30 p. m. Apertura del Teatro; 8:00 p. m. Inicio del evento. La gobernadora Marcela Amaya invitaba al lanzamiento en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo de Bogotá el 30 de mayo de 2018. Los artistas invitados eran Jhon Onofre, Cholo Valderrama, Walter Silva y el cierre estaba a cargo del show folclórico de la Corporación Cultural DANZAT. La ansiedad de poder estar allá se sentía en el cuerpo de los asistentes al imaginar lo que sería este evento. Ya había tenido lugar un prelanzamiento de la versión 50 del Torneo en la mañana del 12 de abril de 2018, con una rueda de prensa en la Gobernación del Meta; presentación que estuvo a cargo de Jairo “El Topo” Solano y Luz Mary Torres. En aquella ocasión participaron, en primer lugar, la Gobernadora Marcela Amaya, el director del Instituto

Departamental de Cultura Luis Horacio Vasco; también estuvieron Nancy Castañeda de Martín y el compositor de la canción insignia del Torneo para esta versión, Walter Silva, entre muchos otros. Además estaba presente, después de muchos años, la Rondalla Llanera de Villavicencio, que por el interés e injerencia de asesores de la gobernación como Cielo Usme, habían revivido para ser representantes de ese pasado del joropo caracterizado por sus voces y la música de sus diapasones, antecesores del arpa actual. Tocaron “Paisaje matinal” y “Carmentea”, dos canciones icónicas del maestro Miguel Ángel Martín, con acompañamiento de tres de los once integrantes que le dieron origen a esta insigne agrupación, más otros que se han sumado en los últimos tiempos. En aquel lanzamiento se hizo énfasis en el trabajo compositivo de la canción encomendada por la Gobernación del Meta al cantautor Walter Silva. El propio Walter narró el desafío que fue para él la composición del tema musical “El cantador de mi tierra”, que buscó resaltar la siembra del joropo realizada por el maestro Miguel Ángel Martín. En aquella ocasión el maestro Walter enfatizó que: “La enseñanza más grande que aprendió del maestro Miguel Ángel Martín con relación a la música llanera fue que el joropo debe desprenderse del ‘patriachiquismo’, que no debe ser ni de Casanare, ni del Vichada, ni de Arauca, ni del Meta, debe ser del Llano”. Y así lo ha venido enfocando el Torneo Internacional del Joropo desde 1965, a lo largo de sus 50 versiones.

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50 TORNEO INTERNACIONAL DEL JOROPO

“... el joropo debe desprenderse del ‘patriachiquismo’, que no debe ser ni de Casanare, ni del Vichada, ni de Arauca, ni del Meta, debe ser del Llano”

El lanzamiento del 50 Torneo Internacional del Joropo prometía ser un evento sin precedentes, y para esta celebración qué mejor lugar que el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, diseñado por Daniel Bermúdez e inaugurado en 2010. Ya en el amplio vestíbulo estaba caldeado por la expectativa de los asistentes que llegaron con suficiente antelación, para ser testigos de lo que allí empezaba a suceder ese miércoles 30 de mayo. Las plazas estaban llenas. Al final muchas personas se habían quedado sin poder asistir al evento, debido a que las casi 1300 sillas fueron copadas en cuestión de unos pocos días de un mínimo de convocatoria, dejando en evidencia que el Torneo se basta a sí mismo, no requiere mayores presentaciones, porque ya convoca con su propio nombre. Y así, allí estaba la evidencia, al filo de las siete de la noche el lugar estaba totalmente lleno. Es un hijo predilecto de la llanura y ningún hermano suyo, hijo de esta tierra, quería perderse el abrebocas de lo que sería la celebración de su cincuentenario. Fue un reencuentro, un recordar rostros de personajes famosos por su arte, por su música, por sus relatos. Reencuentro de amigos, de conocidos. Muchos gritos de júbilo, abrazos que fueron y vinieron. Una gala en todo su sentido. Al fondo, en un gran mesón esperaban las hayacas, el pan de arroz, el bastimento, la representación de todo el patrimonio gastronómico del llano; la sorpresa criolla que el 50 Torneo tenía preparada para los asistentes, porque no sólo fue un cóctel, fue una comida al mejor estilo sabanero con las delicias de la gastronomía de la tierra plana.

Entre los invitados había un sinnúmero de personalidades del periodismo, el arte, la música, la literatura y la política. La prensa estuvo desde el inicio realizando entrevistas que fueron transmitidas en vivo por redes sociales, como parte de la documentación y memoria del evento. El susurro de los invitados y la creciente tensión de lo que sería pasar al auditorio y presenciar lo que casi un centenar de artistas tenían preparado agudizó más aun la ansiedad, mientras se acercaba el inicio. La presencia de Arauca Martín y Nancy de Martín fue resaltada a través de los medios, pues eran las herederas de la obra del fundador del Torneo Internacional del Joropo. La presentación estuvo a cargo de Pilar Schmitt y José David Oropeza. El cubrimiento especial de 106.3 FM y la gran labor desplegada por todo el equipo periodístico y técnico de la Secretaría de Prensa de la Gobernación hicieron posible que en todo el mundo se siguiera en vivo este lanzamiento. Las luces, la platea llena al igual que los palcos, la tensión, las palabras de los presentadores que resaltaban la versión de oro del Torneo, el homenaje a Miguel Ángel Martín y los invitados de la noche rodearon a su majestad el joropo. Vinieron los himnos de rigor, el departamental “Ay mi llanura”, las palabras de la gobernadora Marcela Amaya que resaltó el Torneo como el principal bien de capital cultural del departamento y la importancia del personaje que los congregaba esa noche, Miguel Ángel Martín, además de su obra inmortal “Carmentea”.

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Presentaciรณn de Walter Silva durante el lanzamiento del Torneo Internacional del Joropo.


50 TORNEO INTERNACIONAL DEL JOROPO

También se destacaron a importantes artistas invitados especiales que acompañarían los conciertos del 50 Torneo Internacional del Joropo, como la agrupación Palo Cruzao (Premio Grammy Latino), Juan Farfán, Wilton Gámez, Dumar Aljure, Reynaldo Armas, Teo Galíndez, Reyna Lucero, Annaé Torrealba, La Rondalla Venezolana y Armando Martínez, entre otras grandes figuras de Colombia y de Venezuela. Y Carlos Vives, embajador del folclor colombiano en el mundo, y a quien le gusta y tiene en su repertorio musical al joropo. Las palabras finales de la gobernadora Marcela Amaya fueron dedicadas a la programación general de lo que sería la versión 50 del Torneo Internacional del Joropo del 28 de junio al 1 de julio. Y allí estaba Jhon Onofre, de Granada (Meta), abriendo la velada con la agrupación Cuatro Palos: Edwin Castañeda y Juan Pablo Rodríguez en las arpas, Hollman Chavarro en el cuatro, Adrián Ariza en el bajo, Rafael Díaz en las maracas y Miguel Ubaque en los coros. Interpretó los temas que más lo han hecho reconocido dentro de la nueva ola de la música llanera, entre estas “Debajo del sombrero”. El público más joven lo aclamó. Un joropo más urbano, más estilizado dirían otros. Un show para todos los gustos. “… y si no me das tu amor, prefiero morir soltero”, cantaba Jhon Onofre cerrando su presentación en medio de los bordoneos del joropo recio. El turno era ahora para Orlando “Cholo” Valderrama, acompañado de la agrupación Bordón Libre, con Juan Pablo Rodríguez en el arpa, Carlos Adrián Ariza en el bajo,

Alexander Romero en el cuatro, Jorge Hernán Ariza como maraquero y Jhon Harby Ubaque en la guitarra. De su repertorio desplegó algunas de sus más importantes composiciones, como “Aguacerito menudo”, “Aquí mismito”, “Mi caballo y yo” y “Llanero sí soy llanero”. Y coreó con el público canciones como “… si un gallo dura tres años y tres gallos dura un perro, tres perros dura un caballo, según las cuentas que llevo, un hombre recio pal llano dura tres caballos buenos”. Al final, con un leco de cabrestero del recio pajarillo, “Cholo” Valderrama cerró su presentación. Llegó al escenario el maestro invitado Walter Silva desde Pore, Casanare. Dos veces nominado al Premio Grammy Latino, acompañado de su agrupación Cachilaperitos integrada por William Alexis Macualo, Nelson Acevedo y Jeny Vivivana Castañeda en las arpas, Carlos Adrián Ariza en el bajo, Nancy Dayani Castañeda en el bajo y Édison Torres en las maracas. Interpretó temas de su autoría como “El chino de los mandados”, “No hay como la mamá de uno”, “Cachilaperito”, “Ya no le camino más” y “Ríos de trago”. El poder de la música de Walter es muy grande, el público lo quiere, sabe sus canciones, las canta y las aclama. Walter se autoproclama como “campesino cantador de música llanera” y llena de emoción al público. Pero ahí no terminaba su presentación, sólo llegaba el momento esperado, la sorpresa que tenía preparada este gran artista, y era la de escuchar por primera vez y de manera oficial la canción homenaje a Miguel Ángel Martín que la Gobernación del Meta le había encomendado para la

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LANZAMIENTO

versión 50 del Torneo, “El cantador de mi tierra”, que sería también el himno de dicha versión. “Si nos sale bien, por favor nos aplauden mucho y si se nos olvida, por favor nos aplauden mucho”, dijo Walter emocionado y con la sencillez y humildad que lo caracteriza mientras se apoyaba en el hombro de Jhon Harby Ubaque, quien con su guitarra hizo la introducción de la canción. Entonces se escuchó por primera vez el tema del 50 Torneo Internacional del Joropo: “Y el sueño del cantador dejó de ser araucano, y se convirtió en el sueño de las melodías del llano. Y al folclor de mi patria el llano le dio sabana, y ahí galopó el festival de la canción colombiana…”.

Siguió un show con veintenas de bailarines que nos transportaron al mundo de Miguel Ángel Martín, y luego por sonoridades contemporáneas de baile y música, pletóricas de nuevas armonías que beben de diversas fuentes, pero así conducen a las nuevas transformaciones del joropo y danza. Irrumpen de repente con un recio pajarillo dedicado a Miguel Ángel, mientras las parejas zapatean el sentido homenaje para dar paso al himno de la música llanera colombiana, a la canción que lo hizo grande, “Carmentea”. Acto seguido, suena un recio y portentoso pajarillo por los presentadores, que se despiden haciendo una última invitación al 50 Torneo Internacional del Joropo de Villavicencio.

Luego fue el turno a la Corporación Danza, Arte y Tradición, DANZAT, bajo la dirección de Diego Fernando Rojas, con el show de joropo tradicional “Pasos por los caminos del pasado” y del joropo espectáculo “Por la paz de Colombia”:

Así se vivieron más de dos horas del increíble lanzamiento del 50 Torneo Internacional del Joropo, aquel 30 mayo de 2018, y se prendió el gran parrando llanero que se reanudaría el 26 de junio en Villavicencio.

“Se escucha un canto a lo lejos, allá sobre el horizonte, ya viene saliendo el sol…”

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Jhon Onofre en su presentación durante el lanzamiento oficial del Torneo Internacional del Joropo 2018 En la página de la izquierda, “Cholo” Valderrama durante el mismo evento.



Concurso mĂşsica, canto y baile

50 Torneo Internacional del Joropo


Heri Eduardo Wilches, premio al mejor intérprete de cuatro. Página siguiente: Juan Pablo Rodríguez, ganador al mejor intérprete de arpa.



Guaferos TrĂ­o, segundo lugar en la categorĂ­a de Ensamble. Nuevos formatos


LOS INSTRUMENTISTAS, LAS OBRAS, LOS CONJUNTOS, LOS ENSAMBLES Y LAS VOCES Cuando se pensó en la organización y producción del concurso del 50 Torneo Internacional del Joropo, la gobernadora del Meta Marcela Amaya, en agosto de 2017, invitó a distintas instituciones, gestores culturales, ONG, artistas y productores a que conjuntamente delinearan la hoja de ruta para la versión quincuagésima, porque esta sencillamente debía ser la mejor en la historia del Torneo. A medida que se desarrollaron las reuniones, convocadas por la mandataria con el asunto “Conversemos sobre la versión 50 del Torneo Internacional del Joropo”, surgieron varias ideas. Dos de estas fueron: 1) realizar un encuentro de ganadores y 2) hacer un concurso de ganador de ganadores en interpretación, composición y canto repentista. Al final, el Instituto Departamental de Cultura del Meta, a través del documento oficial que son las bases del concurso, estableció como pilar fundamental del evento la segunda opción. En ese ambiente de planeación y proyección, recibió el Instituto la propuesta del maestro Carlos Rojas Hernández consistente en “hacer del concurso de interpretación y composición musical un espectáculo”, de tal manera que convocara masivamente al público a la hora del concurso, muy esquivo en versiones anteriores del Torneo. El asesor de música, Luis Ibarra y el comité organizador decidieron probar nuevas metodologías, dinámicas y temáticas en el concurso. Una de ellas, y la más visible, fue la puesta en escena de “los duelos de instrumentistas, arpistas, bandolistas, y cuatristas” en los componentes de interpretación y composición.

Como un hit definieron propios y extraños la implementación de nuevas dinámicas en el concurso de música y canto ante el jurado y el público nacional e internacional. El duelo de instrumentistas llaneros permitió al jurado establecer diferencias inmediatas en destrezas, como técnicas de ejecución, desarrollo técnico instrumental, solvencia técnico musical, niveles de virtuosismo, calidad y coherencia en la creación musical, por el procedimiento consecutivo, en bloque de instrumentos de la misma naturaleza y dentro de una misma modalidad, lo que determinó a los ganadores desde su primera actuación en la sesión en privado ante el jurado. En Interpretación fueron favorecidos con el primer lugar grandes valores como, el arpista colombiano Juan Pablo Rodríguez, por el acoplamiento y balance instrumental, en un discurso musical soportado con una técnica de ejecución avanzada; demostró así seguridad interpretativa, precisión rítmica y creatividad con base en el conocimiento de la tradición musical llanera; el bandolista venezolano, Luis Guillermo Angulo Torrealba, quien con su técnica de ejecución se lució con altos niveles de virtuosismo, tuvo seguridad interpretativa, fue creativo y mostró un gran conocimiento de la tradición llanera puesto en escena en su aparición en privado (dijo al respecto: “… este Torneo se ha encargado de mostrar que la música tiene una evolución, y aunque hay raíces, hay que respetarlas, porque las nuevas propuestas de joropo deben estar conectadas a la tradición…”). Y el virtuosismo alcanzado por el bandolista Torrealba, él mismo lo justifica así: “… eso se debe a la fiebre de tocar a

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50 TORNEO INTERNACIONAL DEL JOROPO

La inclusión de otros instrumentos en los ensambles le permiten nuevas tímbricas al joropo para la evolución misma del género musical, y esa nueva sonoridad permite acercar más la juventud al joropo

cada rato porque siempre el estudio es importante… Uno concentra tanta información que se conecta con el corazón, el alma y la razón, son cosas muy subjetivas e inexplicables y, por supuesto, la práctica va de la mano… Además escucho música clásica, jazz, joropo, música popular venezolana y colombiana, esa es mi terapia: escuchar y con esa retroalimentación uno empieza a crear… Este ejercicio exige un alto nivel de ejecución y es necesario practicar muchas horas para poder alcanzarlo”. El colombiano Heri Eduardo Wilches, cuatrista y músico de la nueva generación, cautivó a los espectadores con su derroche de técnica, innovación y creación y con su conocimiento de la tradición llanera; esto le bastó para llevarse el premio al mejor intérprete del cuatro. Es posible que la ausencia de conjuntos llaneros tradicionales colombianos en el 50 Torneo Internacional del Joropo tenga que ver con la saturación del músico en este exigente ejercicio, sumado al poco relevo generacional de músicos llaneros que asumen el difícil rol de festivaleros. Una lectura del contexto de esta versión 50 deja entrever a músicos que no quieren arriesgarse a no clasificar, y, por el contrario, aseguran su participación integrando grupos base en propuestas musicales de reconocidos artistas que llegan al Torneo como invitados especiales. Otra representación que no acudió a la cita en Villavicencio fue la de ensambles de joropo venezolano: “… tampoco hubo representación venezolana en la modalidad de ensambles debido al bajo nivel de los grupos observados en

el proceso de preclasificación realizado un mes antes en el Instituto Departamental de Cultura del Meta; estas agrupaciones no reunían condiciones de calidad exigidos por el evento y además queríamos tener en este Torneo a los mejores, por eso no hubo ensambles venezolanos…”, dijo durante una entrevista Luis Ibarra, asesor musical del Torneo. Por el contrario, los ensambles colombianos se destacaron y mostraron propuestas musicales que le apuntaron a recrear el joropo con instrumentos ajenos a la tradición llanera; no obstante, quedó en el ambiente del coliseo algo que no coincidía con los objetivos del Torneo, porque aunque las propuestas ganaban, “algunas de estas distaban mucho del joropo”. Entre los nuevos formatos de joropo afloraron diferencias por el acoplamiento y balance instrumental, por la improvisación y creatividad, por la coherencia en los arreglos y pertinencia del repertorio escogido y por la recreación de las estructuras ritmo armónicas del joropo sobre horizontes armónicos modernos del jazz. Y se ganó mucho porque esta vez las obras recreadas e interpretadas sonaron a joropo, por la mixtura de músicos tradicionales y músicos académicos, que convencieron a un jurado igualmente mixto. En este diálogo, el músico tradicional señala el rumbo al músico académico, a partir del fraseo característico del joropo desde lo melódico rítmico, mientras el músico académico coloca el soporte armónico en los arreglos, terminando en una recreación colectiva. Esta vez, Musical Bozz resultó el mejor ensamble del Torneo. Aunque el Torneo eliminó el requisito de anexar partitura, hubo músicos académicos que recurrieron a ella como un

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CONCURSOS

apoyo a su interpretación. Fue el caso de uno de los músicos parte del ensamble merecedor del segundo lugar (Guaferos Trío), Sergio Andrés Said, que transcribió, para saxofón, bordoneos de arpa y bandola llanera: “… fue muy difícil aprenderme de memoria mi parte y por esa razón tuve que dedicar muchas horas en transcribir bordoneos y tocar con partitura partes extensas de las obras. Yo admiro mucho al músico llanero por su capacidad de retentiva y entrenamiento auditivo, para tocar de memoria obras tan extensas de siete minutos, y lo hacen por costumbre…”. Eso es lo que deja esta modalidad, el diálogo entre la tradición y la academia, entre músicos tradicionales y músicos académicos que en el escenario se convierte en performance. La inclusión de otros instrumentos en los ensambles le permiten nuevas tímbricas al joropo para la evolución misma del género musical, y esa nueva sonoridad permite acercar más la juventud al joropo, por la gran riqueza musical que aporta en el aspecto rítmico y armónico. El jurado académico Víctor Reina, especialista en música colombiana, así lo expresa: “… un problema que veo es que se omite el nombre del compositor de la obra a interpretar, parece que es más importante el grupo que la obra misma, porque hubo arreglos muy bien hechos, y debería darse el nombre del compositor o arreglista. Sería muy importante que en adelante el Instituto de Cultura del Meta empezara a documentar esos arreglos y producir un álbum musical que recoja las obras para que circulen como repertorios y sean aprovechadas, por su alto nivel de calidad, por otras agrupaciones, pues aquí no hay nada que envidiarles a las obras de

música colombiana que llegan al Festival Mono Núñez en Ginebra, Valle”. Y sobre los ensambles y grupos llaneros venezolanos, el maestro Reina continúa: “… los ensambles siempre quieren ir mucho más allá usando armonía moderna del jazz y de la bossa nova en sus obras, y los conjuntos tradicionales se han permeado de eso; aunque quieren ser tradicionales con sus instrumentales, terminan yendo en la misma dirección del ensamble”, que es lo que el bandolista Luis A. Torrealba denomina “obras abstractas”, las presentadas por los conjuntos llaneros venezolanos; para él, estos “no son arreglos criollos porque no se ajustan a las bases del concurso del Torneo, eso debería revisarse y ser más estrictos en eso”. Sin embargo, lo contundente del grupo llanero en formato llanero es el sabor tradicional sobresaliente en ciertos pasajes de las obras expuestas, cuando retoman el género musical autóctono. Con un jurado de arraigo tradicional, integrado por el bandolista Yesid Benítez y el arpista Mario Tineo, tendría que ganar aquella propuesta musical que tuviera una menor influencia del estilo festivalero del maestro Carlos “Metralleta” Orozco. Justamente el grupo llanero venezolano Vendaval se impone y logra el primer lugar sobre sus coterráneos, el resto de conjuntos llaneros, que terminaron siendo una versión similar a los ensambles, pero con arpa, cuatro, maracas y bajo. Las voces ganadoras del Quincuagésimo Torneo sorprendieron al jurado y al público, haciendo gala de grandes virtudes con recreaciones estilizadas de obras tradicionales

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del maestro Miguel Ángel Martín, como “El yaguazo”, un pasaje tradicional interpretado por el cantante venezolano Alejandro J. Márquez, en una recreación estilizada e impecable. Asimismo, Lizeth Vega, que se quedó con el máximo galardón, brilló en cada una de sus interpretaciones por su voz estilizada, su expresión corporal, su afinación y su precisión rítmica. El Torneo mostró un bajo relevo generacional en el canto repentista, así como en el canto recio; aún siguen participando intérpretes desde hace muchos años y podría ser producto de la ausencia de procesos de formación direccionados hacia la creación de semilleros de copleros y de cantadores recios. Entre los ganadores de voz recia masculina y femenina figuraron Franco Alejandro Passinelli y María Yelitza López, por sus logros en afinación, vocalización, medida, originalidad, expresión corporal y manejo escénico y por ser amplios conocedores de la tradición musical llanera (pasajes, golpes tradicionales y cantos de trabajo del llano). En composición, “Viajero”, la obra del cuatrista Daniel Alejandro Requena (galardonado en la Siembra del Cuatro en Venezuela), refleja creatividad en el diseño, coherencia en el discurso musical y en la organización formal de la obra, identidad musical, fraseo característico y buena articulación. Las anteriores virtudes le hicieron merecedor del primer premio. La composición para arpa “Médanos de mis recuerdos” del maestro colombiano Abdul Farfán, concebida de manera

espontánea y sin pensar en la convocatoria del 50 Torneo, permitió recuperar la calidad, coherencia y estética de las obras, perdidas en las últimas ediciones del Torneo y que además esta vez llegaron acompañadas del cuatro, las maracas y el bajo. Esta obra está enmarcada dentro de la tradición y goza de elementos novedosos sobre patrones de acompañamiento melódico rítmicos, con una clara coherencia en su organización formal. El maestro Mario Tineo, miembro del jurado calificador, tan pronto escuchó la obra dijo: “El maestro Abdul es único”, por su técnica de ejecución, por su identidad musical propia, por el mejor sonido y por el dominio del lenguaje característico del arpa tradicional, que lo dejó muy distante de sus adversarios arpistas y de sus propios alumnos formados por él en Bogotá. Por su parte, el maestro Abdul describe el proceso de su creación, así: “Primero ese tema yo no lo hice pensando en el festival, lo hice hace un año en agosto de 2017, porque todas mis piezas salen en un estado de ánimo (de melancolía): cojo el arpa y dejo que vayan saliendo cosas y cuando algo me llama la atención, empiezo a dejarme llevar por esas notas que voy haciendo. Entonces grabé en mi celular la idea principal del tema y este año, cuando ya se iba a cerrar la convocatoria, Óscar Quezada me pregunta: ‘Oiga, maestro, ¿y no va a enviar obra a Villavo?’. Y entonces revisé ese material y armé rápido la cosa y en tres días la grabé y la envié; porque normalmente yo hago mis obras para mi gusto y para dejarlas grabadas, no más”. La obra para bandola llanera “Color de otoño” de Edwin Hidalgo logró sobreponerse por el excelente manejo de

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Daniel Requena, ganador en la modalidad de obra inĂŠdita de cuatro


Robinson Gómez López, segundo lugar en la modalidad de obra inédita instrumental para arpa con “Bajo la lluvia”. Página derecha: Abdul Farfán, primer lugar en la modalidad de obra para arpa con “Medanal de mis recuerdos”.



Musical Bozz, grupo ganador en la modalidad de ensamble. Su maraquero, Fernando Torres, fue el mejor maraquero del Torneo.


CONCURSOS

recursos de la tradición de la bandola llanera casanareña y por la creatividad en el diseño melódico y ritmo armónico condensada en esta obra. Después de siete años, los ensambles y obras para arpa, cuatro y bandola pudieron participar sin el requisito formal de anexar partituras de las obras concursantes, luego de que esta exigencia haya sido debatida y revaluada por músicos e investigadores del Ministerio de Cultura y de la Universidad Distrital de Bogotá, quienes sostienen que las músicas orales o tradicionales no deben medirse con el rasero convencional de las músicas académicas. La partitura resulta siendo un elemento excluyente del músico formado con base en la tradición oral, al inhibir la cualidad del llanero de ser un improvisador nato, virtud que lo ha caracterizado durante los más de 200 años de historia del joropo. Cabe añadir que el mismo reglamento del concurso tiene como parámetro evaluar la improvisación. A pesar de lo novedoso que son los duelos musicales, no llegó el público espectador al estrado del concurso, no se asomó a la tarima central del evento, lo que significa que es necesario adoptar estrategias para que las obras y la actuación del concursante estén acompañadas de público y

no solamente del jurado evaluador. Al respecto sostiene lo siguiente el maestro Abdul Farfán: “Ver a los instrumentistas y concursantes es maravilloso, pero lo empaña mucho la logística, porque al final son dos sesiones en privado, una a puerta cerrada en la mañana y la otra con puertas abiertas en el coliseo, pues a la una de la tarde están los mismos, los concursantes y el jurado, no hay público presente, al final el público no ve nada, eso desmotiva mucho y queda uno muy decepcionado porque uno hace un trabajo tan hermoso para presentarlo al público y lo que uno hace es otra audición en privado, sobre todo en un evento del folclor donde la competencia es la esencia… Siempre la quieren evacuar rápido porque a las ocho de la noche entran las reinas; me parece que eso hay que revisarlo”. El domingo primero de julio, se cerró con broche de oro el concurso de música y la celebración del 58 aniversario de creación del departamento del Meta, con descarga de joropo contemporáneo a cargo del grupo “ganador de ganadores”, los primeros y segundos lugares en arpa, bandola, cuatro, maracas y el bajo, en un gran despliegue de virtuosismo y profesionalismo, espectáculo que abrió el telón del concierto de Walter Silva y Carlos Vives.

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Leandro Jorge Mรกrquez, ganador en la modalidad de voz estilizada masculina


Lizeth Vega, ganadora en la modalidad de voz estilizada femenina


Concierto de los ganadores en arpa, cuatro y bandola



Robinson GĂłmez y Alfredo DĂ­az


LOS DECLAMADORES, LOS GOLPES, LOS POEMAS Y EL CONTRAPUNTEO Los paisas tienen la trova, los vallenatos la piquería, los gau- Villareal, Hernando Guerrero y Óscar Quintero. Dolorosamente faltaron extraordinarios copleros ya desaparecidos, como el chos la payada, los andaluces el trovo, los llaneros tenemos el contrapunteo. Un reto de versos, una batalla de voces y ganador del segundo evento, en 1967, el “Cazador Novato” Rafael Martínez, el “Gavilán Coplero” Lorgio Rodríguez, José habilidades, eso es el contrapunteo. Así se llama la forma de repentismo en el llano, y quienes la practican se nom- Gregorio Romero “el Mandinga de la Copla” y Ramón Castillo “Paraparito”, todos habitantes de un cielo de cantaclaros. bran copleros. Cronistas y viajeros registran desde hace doscientos años la capacidad de los llaneros de Colombia y Venezuela para el canto improvisado. Y entre todos esos llaneros el coplero por excelencia es Florentino. Florentino cantó con el Diablo y lo derrotó invocando una buena parte del santoral católico en sus coplas. Mencionado desde comienzos del siglo XX; retomado por Rómulo Gallegos en su novela Cantaclaro, de 1934; escrito y reescrito en verso a mediados del siglo pasado por el poeta barinés Alberto Arvelo Torrealba; recorriendo llanos y años en la tradición oral; cantado, grabado y vuelto a cantar, versionado, filmado, usado y abusado por los políticos, Florentino es el símbolo, el mito que cada coplero revive al contrapuntear.

Los florentinos de este Torneo son diez. Todos hombres, ninguna mujer ha ganado contrapunteando en Villavicencio (hasta donde se conoce dos han competido, Nubia González y Vanessa Esteban). Vinieron de ambas patrias de la copla: cinco venezolanos y cinco colombianos. Representan una antología del contrapunteo en los últimos 25 años del Torneo, o sea la mitad de sus realizaciones cincuentenaria.

Infaltable en los eventos, en los conciertos, en los festivales, en las caballerizas, el contrapunteo no iba a dejar de ser protagonista en esta edición de oro del Torneo Internacional del Joropo, que es sobre todo una celebración. Por eso la competencia convoca al Ganador de Ganadores de Copleros, galardón por el que compiten quienes han triunfado en las 49 versiones realizadas del evento, lo que asegura un altísimo nivel de competencia.

En efecto, vinieron integrantes de una nueva generación de copleros que anda dando fraterna de festival en festival, como el casanareño, de Orocué, Jimmy Ortiz y José Leonardo Requena, de Venezuela, ganadores de la última y penúltima edición respectivamente; y llegan los veteranos de muchas batallas, como Robinson Gómez, de Tauramena, ganador hace 24 años, e Israel Estrada, del Vichada, ganador hace 22. En el mediodía del tiempo están Alfredo Díaz, de Portuguesa, Venezuela, el coplero que más veces ha ganado en Villavicencio, en los años 2004, 2009, 2012 y 2015; y los casanareños Gerardo Leal, ganador en 2011 y 2014, y Fredy Torres, que triunfó en el 2010. El venezolano Isnardo Goitia, ganador en 2003, acudió a la cita, con sus paisanos Aníbal Mesa y Jacinto Linares. ¡Los gallos están llegando!

Faltaron algunos ganadores ya retirados o alejados de los escenarios, como Manuel Durán, Ernesto Andrea, Ramón

Los nombres repetidos en el podio de ganadores confirman las extraordinarias condiciones de esos copleros, pero

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Ronald Yesid Camargo, intĂŠrprete del golpe ganador


Jesús Alberto Herrera, intérprete del poema que quedó en segundo lugar


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ponen en evidencia uno de los problemas del contrapunteo, la falta de renovación. Es cierto, los mismos competidores se vienen barajando desde hace décadas. Para Alfredo Díaz es un problema de Colombia “pues en Venezuela sí van saliendo a cada día muchos nuevos contrapunteadores”; para otros —como Jimmy Ortiz— el problema en Colombia es por regiones, pues de Casanare “viene un nuevo semillero, muy esperanzador para la copla colombiana”, pero en el Meta y el Vichada son muy pocos los copleros que surgen. Hoy no es fácil que nazcan, el llano cambia, se moderniza alejando la vivencia y los parrandos sabaneros, que han sido las universidades de los copleros. También es difícil formarse improvisador, pues mientras existen innumerables métodos y escuelas de instrucción de instrumentistas, cantadores y bailadores, en pocas ocasiones se ha intentado un trabajo eficaz y continuo de formación del coplero; además, el circuito de festivales no da oportunidad a los que apenas vienen aprendiendo y necesitan espacios de fogueo menos exigentes. ¿Nacen o se hacen? Para Alfredo (hijo de Agustín Díaz, uno de los mejores copleros), no hay opción: “La copla nace con uno”.

al jurado”, a llevarse el renombre y orgullo de haber vencido a los mejores; y a obtener el reconocimiento de la gente, la gloria del aplauso: “es lo mejor que le puede pasar a uno como coplero”. El Torneo Internacional del Joropo de Villavicencio ha estado siempre a la vanguardia del folclor y el contrapunteo no es la excepción. En el tema hay una cabeza pensante, una influencia notoria, Gildardo Cruz Arias. Él se ha dedicado a buscar formas de variar la competencia, mejorar el espectáculo para el público y exigir el desempeño de los copleros. Gildardo, nacido en Villanueva (Casanare), criado en el fundo Altamira, coplero derrotado por “una deficiencia muy grande en la parte vocal, que me hacía sufrir mucho con los tonos”, ha aprovechado esa experiencia, su formación musical y su gran conocimiento de lo literario para pensar, diseñar y aplicar “nuevas metodologías para el contrapunteo llanero”. Altamira no sólo fue su fundo, altas miras ha tenido Gildardo siempre. Una determinación clave es la de imponer la realización de un enfrentamiento a puerta cerrada, un privado de contrapunteo, que hace parte importante de la evaluación final, y permite experimentar otros esquemas de competencia que les cambien las temáticas y formas estróficas tan trilladas a los copleros, que venían mal acostumbrados a improvisar de los mismos temas, por las mismas rimas y con los mismos contrarios de evento en evento.

Renace cada versión del Torneo Internacional del Joropo, desde la primera, en 1965, cuando ganó el araucano José Parales, hasta la 50 edición en que estos diez cantaclaros se disputaron el trofeo, el premio y el nombramiento. Los cantadores tienen en su casa un lugar para las copas, placas, dijes o galardones que los festivales entregan; vinieron por los cinco millones del ganador o los tres millones del se- A partir de la edición 48 del Torneo, en 2016, se lucha por gundo lugar, “a hacer las cosas bien, a ganarse al público y “la creación de nuevas dinámicas y la búsqueda de criterios

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más técnicos en el campo evaluativo”. Se ha probado proponer el tema a través de una imagen; cantar el “dos con dos”, que no es una novedad sino una vieja práctica en desuso, donde cada coplero canta un par de versos de cada estrofa; y el “agotamiento de la rima”, donde se exige consonancia perfecta, se castiga la repetición de palabras y se premia la coherencia de las cuartetas, cantadas sobre un ritmo más lento que los habituales en estas competencias. Por ahí comienza este Torneo “Ganador de ganadores de la copla”, con el agotamiento de la rima.

Lo que parecía fácil no lo fue para los copleros. No se cantaron los versos agresivos que se acostumbran, pero tampoco los versos bonitos que se soñaban. Este privado aún tiene que demostrar que es una novedad productiva en cuanto a calidad de la improvisación, pero ya ha logrado sacar a los competidores de la zona de confort en que los mantienen otros eventos, y así lo reconocen: “… es una mecánica diferente, se le exige más al coplero, se pone rima exacta, hacen un privado y esa puntuación se la van sumando…”.

Se insiste en demasía en la consonancia perfecta, restringiendo la variedad, quedándose con la mitad de las posibilidades. La historia del joropo está escrita con rimas asonantes, o con la combinación de asonancia y consonancia, o sino escúchese a Florentino y el Diablo. ¿Será que se gana “mayor impacto y representatividad en el ámbito del repenEl acompañamiento es de bandola, bandola vichadense tismo universal”, como quiere Gildardo Cruz, o que esos de Óscar Curvelo, con un golpe de Nuevo Callao, pausacambios “le quitan mucho lo llanero, la identidad del condo y melodioso. trapunteo”, como afirma Alfredo Díaz? ¿Queremos cantar La primera pareja sorteada la integró Robinson Gómez y a novedosos temas, con pies forzados o improvisar déciAlfredo Díaz, la rima “esa”, que los copleros enriquecieron mas, sacrificando nuestro canto agresivo, criollo, relancino con “eza”. El remate de Alfredo fue confuso, la jurado les y libre? Villavicencio tendrá que propiciar ese sano debate. recordó: “¡Ojo en la vocalización!”. No salen muy contentos del privado. El reto es grande. Ante Siguen Gerardo Leal y Aníbal Mesa, por “ante”; donde se cue- el público se sentirían más seguros. lan los plurales en los versos del venezolano. Vienen Goitia Cada coplero invitado trajo un palmarés de triunfos, un iny Linares, por “ato”; luego, con “eso”, Fredy Torres e Israel agotable manantial de versos y réplicas, y también el conoEstrada, quedado de la cuerda. Destacaron José Requena cimiento integral de la fauna, la flora, las costumbres, la vida, y Jimmy Ortiz, con los mejores versos y los más altos punla música, la geografía, la historia y las faenas del llano. No tajes, su letra: “ata”. sólo están obligados a conocer la enciclopedia llanera, sino Ronda en privado, presentes los diez copleros, la mesa técnica anuncia las particularidades del enfrentamiento: “rima y salida sorteada, cuatro salidas cada uno, rima perfecta, sin plurales, tema libre”.

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Israel Estrada, ganador en la modalidad de Poema


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Usté me cantó dormío yo estoy cantando despierto lo que pasa es que yo duermo con los ojos bien abiertos…

a demostrarlo cantando, respondiendo a repentinos cambios de temática o rima, sin derecho a desafinar ni a quedarse de la rítmica vertiginosa. Es un arte difícil. La mayoría de competidores tienen su apodo, su nom de guerre. Acá compiten —entre otros— el Carraco, el Sabanero y el Güérere. Así el público los reconoce y recuerda con facilidad. Se enfrentaron por parejas, son raras las porfías entre tres copleros, las rondas de preguntas entre muchos más, o la improvisación en solitario, sin controversia. La salida, los temas y las rimas son sorteadas, tratando de evitar favorecer a alguno de los contendientes. En el escenario la música es más rápida, las voces son agudas, cantan casi siempre en tonos altos y —además— cantan en llanero, o sea que utilizan un vocabulario regional particular, lo que hace muchas veces inteligibles los enfrentamientos a los no conocedores. Es un arte difícil de entender. El jueves en la noche la competencia tuvo otra condición, el canto fue coliao, transversal. Los copleros deben tomar los dos últimos versos del contrario para repetirlos, pero invertidos, y continuar con la nueva rima que resulta. El ejercicio es variado y vistoso. Se entiende mejor oyendo: …escuche todos los versos de mi voz y mi tañío, yo estoy cantando despierto y usté me cantó dormío…

La bandola de Óscar Curvelo acompañó un ritmo exigente en melodía, que favorece a los buenos cantantes. Porque hay copleros con mucha creatividad y buena literatura, pero les falta voz, como Quintero, Estrada o el confeso Gildardo Cruz; otros son buenos cantadores de joropo recio y pasaje, como Julio Camacho, ganador en 1985, o los fallecidos Alfonso Niño, quien ganó en 1975, y Lorgio Rodríguez, triunfador en 2005. Muchos ídolos del público joropero son extraordinarios copleros; en algún momento de sus carreras compitieron en esta modalidad y acostumbran cerrar sus presentaciones invitando a contrapuntear a sus colegas, como Francisco Montoya, José “Catire” Carpio, Juan Farfán, Jorge Guerrero, Orlando “Cholo” Valderrama, Reynaldo Armas, Walter Silva, “… y de los cantaclaros se ha perdido la cuenta”. Los versos coleados dejaron asomar buenos momentos, como los de Robinson Gómez: “Y si se pone hondo el río / yo me vuelvo canoero / pa traer del otro lao / a la mujer que yo quiero”; algún piropo de Alfredo a una de las mujeres presentes, la agresividad de Goitia. Pero también resaltaron los errores, “botaron la letra” o acudieron al famoso libro, los versos aprendidos que se usan como oportunos comodines en cualquier instante del juego. Bellaquerías de copleros veteranos.

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“Hoy no es fácil que nazcan [los copleros], el llano cambia, se moderniza alejando la vivencia y los parrandos sabaneros, que han sido las universidades de los copleros...”

Los de este parrando son contrarios en la tarima, pero fuera de la competencia son colegas, compañeros que se han cruzado en muchos festivales y presentaciones en ciudades, pueblos y caseríos. Conversan, esconden la tensión entre chistes y cuentos, comentan, se burlan. Se han enfrentado entre ellos muchas veces, han perdido y han ganado. Por eso aceptan sin problema el veredicto del jurado que elimina más de la mitad de los concursantes. Los jurados de este concurso son personajes importantes de la escena llanera: un experimentado coplero, compositor y declamador de San Martín, Manuel Orozco; un poeta de Trinidad, Casanare, Elías Hurtado Rivera; y una mujer recia, gran cantante, Virginia Rocha, que matiza sus presentaciones con el contrapunteo o la improvisación. Ellos calificaron según cinco criterios establecidos en las bases del concurso —y describe Gildardo Cruz— el primero de ellos es el literario, “la capacidad de improvisación del participante, entendida como un adecuado manejo, articulación y coherencia de tema, verso y rima”, que vale la mitad del puntaje total; un 30% los aspectos musicales, como afinación y medida, y los interpretativos, como “creatividad melódica, vocalización y fraseo”; el 20% restante se divide entre la puesta en escena (“manejo del escenario y proyección al público”) y el vestuario. Los copleros deben vestir “sombrero llanero”, “pantalón y camisa o liquiliqui en diseño y colores tradicionales”, y “cotiza negra sin accesorios”. A propósito, ¿qué vestiría Florentino cuando cantó con el diablo? Pues sabemos que el maligno llevaba…

…pelo de guama luciente que con el candil relumbra, planchada y seca la ropa sin cobija y sin montura… Aplicando criterios y sumando puntajes se fueron los veteranos Jacinto Linares e Israel Estrada. “Israel está es pensando en el poema”, comenta alguno. No es el único, “pa allá va Fredy Torres también, mejor que se dediquen a eso”, bromea otro. Los venezolanos Isnardo Goitia, Alfredo Díaz y Aníbal Mesa completaron los seis eliminados. (Efectivamente, Israel ganó en la categoría de Poema inédito, y Fredy ocupó el tercer lugar, pero no se van a ir de la copla.) La semifinal aumentó la dificultad, había que exigir a los cuatro copleros clasificados, para escoger a los dos de mejor desempeño. Por lo tanto, se les colocó rima o consonante, y se sorteó el tema de la improvisación. Tema y rima no los conocerían los copleros sino un momento antes de empezar a cantar, cuando ya la bandola los estaba llamando. Improvisaron dos minutos en zumba que zumba, el ritmo más usado para el contrapunteo, que permite cantar hasta ocho versos en sus dieciséis compases en tono menor. Se sortearon las parejas, comenzaron los casanareños Jimmy Ortiz y Gerardo Leal. Sonó la bandola, el presentador anunció: “Ustedes les cantarán a las aves del llano, terminado en era”. Comenzó Ortiz:

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les llega la picadera, lo mismo que los conotos, familia, si usté lo viera, las cochas y las pericas yo creo que me los trajera.

Para cantarle a las aves en la música llanera voy a dibuja’ un garzón cerquita de una palmera, y también la guacharaca, compadre si uste’ supiera, cómo pues voy a olvidar palomita mensajera.

Pero el mano a mano es duro, vino Jhimy:

Son dos minutos que ya quisiera un biólogo, donde vuelan de verso en verso corocora, paraulata, mirla embarradora, aguaitacaminos, arrendajo, tordito, maracana, tautaco, pajuil, chiricoca, pato codúa, güirirí y muchas otras aves de esta tierra. Cada una tiene su sitio en el paisaje que pinta la copla: “encima de un mortecino / se mira una zamurera”, “lo mismo que un golillú / volando por la rivera”, “Le cuento una paraulta / empezó la cantadera, / en las ramas de una mata / ah malhaya si la viera”. Pero el coplero no perdió la oportunidad de nombrar a uno de los artistas invitados aprovechando su seudónimo, como hace Jhimy, que en algún momento mencionó a “el cardenal que más tarde / empieza su cantadera”. Gerardo Leal no se dejó desviar del tema y demostró su conocimiento de la vida llanera,

Allá se miran los loros cerca de una morichera, pero también el tautaco, paisano, si usté supiera, la maracana cuando canta le mete más verraquera, y el águila, primo hermano, esa que es bien montañera. Se terminaron los dos minutos y las aves no se acaban. Estuvo bueno y parejo, aunque quizás Ortiz se enredó menos en sus versos. Vino la otra semifinal: Robinson Gómez y Leonardo Requena les cantaron a las costumbres llaneras, por la rima ‘ero’. El repertorio es bien grande, van desgranándose las tradiciones del llano. Alguna dijo Requena, que se fue adelante: … pararse de madrugá cuando el gallo pasionero y tomarse pal corral

En mi llanura infinita cuando siembro una maicera los pájaros amarillos

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… pa’ saludarlos a todos voy a quitarme el sombrero. … y nunca dejá el chimó porque yo soy chimucero.

el café tinto cerrero. … otra costumbre del llano se lo digo y soy sincero si uno tiene sabañón, escúcheme, compañero, uno debe de rascarse con cabuya e colgadero.

… y nunca dejo el révolver mi treinta y ocho cero-cero para andar por la sabana por un marrano cerrero.

“¡Cosa buena!”, dijeron los presentes. En tiempos de vaquería, que lo hace el buen vaquero, es buscá en el garabato aquella soga de cuero y pegársela al caballo y salir para el potrero y si acaso pela el lazo da un remolino certero.

Otra costumbre que tengo, estimados compañeros, yo no dejo mi cuchillo porque soy san pascualero; por eso le digo al llano y a todo los que yo quiero yo nunca dejo mi ruana porque yo soy sabanero.

Cuando viene entrando mayo en pleno tiempo mayero, dicen que sale el silbón zumbando por los esteros y uno debe de rezarle escúcheme, compañero, para alejá ese aparato bien lejos pa’ otros linderos.

Los dos copleros reafirmaron la importancia de las costumbres en su formación e identidad. Como dice Requena Algo me dijo mi padre cuando yo era pijotero, … que valorara por siempre las costumbres del llanero.

Después la porfía se puso pareja. Carraco no se quedó atrás con sus tradiciones:

Y el Carraco remata: “… es la cosa que yo tengo / y tengo como heredero”.

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“Y si se pone hondo el río / yo me vuelvo canoero / pa traer del otro lao / a la mujer que yo quiero” (Robinson Gómez)

Los jurados escogieron rápidamente los copleros que disputaron el Ganador de Ganadores. Un par de casanareños que representan dos épocas del Torneo y de la copla en Colombia, Jimmy Ortiz, de Orocué, de 27 años, un pollo de la nueva generación, ganador en 2017, contra un gallo jugado, Robinson Gómez, de Tauramena, un veterano que ya triunfó en dos ocasiones, hace 12 y 24 años. La final promete: ¿se impondrá la baquía del Carraco o la fuerza de Jimmy? Van a contrapuntear por guacharaca, un ritmo exigente, que apenas permite cantar cuatro versos, que exige rapidez mental y buen oído para no irse de la cuerda. Ya lo dice la vieja copla:

Se podían lucir ambos, el jurado fue muy estricto exigiendo consonancia perfecta, por eso nada de mancujiá ni ganá ni disimulá; ¡la rima es ‘ar’! Por ahí contestó Carraco. Yo que soy casanareño los he venío a festejar en estos 50 años que acaban de comenzar. La bandola apretó en tono de re mayor, “el tono de los cantantuchos”, como decía irónicamente José “Catire” Carpio. Carraco vino dispuesto a conmemorar con la capital del Meta. Mi lindo Villavicencio te voy a condecorar con una copa de vino que del cielo ha de bajar.

El golpe de guacharaca es un golpe relancino que el que se pela una vez se queda cogiendo el tino.

Tráiganme una champaña que la voy a destapar quiero brindar con ustedes y me quiero emborrachar.

Fueron tres minutos para cantarle a una ocasión que lo amerita: Bodas de Oro del Torneo Internacional del Joropo. La rima fue libre, la colocó el coplero que ganó la salida. Empezó Jimmy Ortiz y colocó una rima que se considera fácil, ‘ar’. Ahorita en este momento a mí me tocó cantar, como son 50 años pues los voy a celebrar.

Jimmy lució enredado, mejor dicho, no lució. Mientras el coplero de Tauramena pregonó un triunfo que parecía tener seguro, invocando al inspirador del evento. A Miguel Ángel Martín me le voy a arrodillar

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por fundar el festival adonde vine a ganar. La ventaja es de Carraco, que inspirado dibuja el parque Las Malocas y el Hato Santa Helena, y además preguntó:

Pero es tarde para Ortiz, el tiempo se acabó. Y como quien comienza no termina, Robinson Gómez tuvo la ventaja de cerrar, de rematar el contrapunteo. Aprovechó esa ventaja diciendo algo que todos los asistentes pensaron: Mi lindo Villavicencio no me cansó de pensar que una fiesta como esta no se vuelve a organizar.

¿Qué le pasa a Jimmy Ortiz que no hace sino alegar? Pero alegando o no, Jimmy se recuperó, cobrando un traspiés del contrario: ¡Carraquito, de por Dios, no se me vaya a enredar! Mire que el parrando es bueno demasiao espectacular.

El veredicto de la final fue justo, segundo puesto para Jimmy Fabián Ortiz Tarache. Ganador de Ganadores de Copleros, Robinson Gómez Martínez, el Carraco de Oro.

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Robinson Gómez M. y José Leonardo Requena durante la competición de repentismo.


Gretthell Cadena y Juan Vicente Gutiérrez, ganadores de la modalidad de parejas de baile “Los de hoy”



Luz Marina Carpio y Arialdo Chaquea, ganadores en la modalidad de parejas de baile “Los de ayer�


LAS PAREJAS DE BAILE, DE HOY Y DE AYER Como ya es bien conocido, en el Concurso Pareja de Baile Tradicional del Torneo Internacional del Joropo hay dos modalidades: “Los de ayer” y “Los de hoy”, con igual bolsa de premios y sobre la base de patrones constitutivos del baile del joropo tradicional en orden a preservar las raíces de la danza llanera, los espacios de transmisión y la práctica, que cada vez es menos habitual entre los jóvenes llaneros. Al igual que en 2017, los rangos de edad para ambas modalidades se mantienen, y es precisamente este criterio el que las hace diferentes, si se tiene en cuenta que en “Los de ayer” concursan parejas (hombre y mujer) desde los 55 años en adelante y en “Los de hoy”, desde los 18 a los 54 años. Asimismo, con respecto al año anterior, permanecieron idénticos los cinco criterios de evaluación, todos con la misma puntuación: los aspectos musicales (el ritmo, el acoplamiento, la dinámica de pareja); los aspectos técnicos (el manejo de figuras, los zapateos, los escobillaos, el valseo); los aspectos interpretativos (la expresión corporal, la elegancia, la destreza, la creatividad y el manejo del escenario); la coherencia de la propuesta (el balance y la conexión entre la creatividad y el desarrollo de elementos característicos del joropo), y, finalmente, el vestuario. Luego de una reñida final, los ganadores del primer puesto en la categoría Los de Hoy fueron Gretthell Cadena y Juan Vicente Gutiérrez. En segundo lugar quedaron Mayra Lizbeth Gutiérrez y Efraín Medina; y el tercer puesto fue para Rosa Hinojosa y Gustavo Vásquez. La cosa tampoco fue fácil en el concurso de parejas de baile “Los de ayer”. Hubo finalistas importantes como Ruth Becerra

y Luis Ariel Mendivelso, Margarita Torres y Hernán Carreño, Herminia del Carmen Meme y Rafael Tovar, y Luz Marina Carpio y Arialdo Chaquea. Todos se presentaron dejando ver que venían por el primer premio, haciendo gala de extraordinarias puestas en escena. Al final, y por segunda vez en el Torneo, se quedarían con el primer lugar Luz Marina y Arialdo; el segundo lugar sería para Margarita y Hernán; y el tercer puesto le correspondería a Herminia y Rafael. Luego de este triunfo, el maestro Arialdo Chaquea habló sobre los cambios que ha experimentado el joropo, y dice que, así como la música ha cambiado, el baile también lo ha hecho de muchas maneras. Por un lado, la velocidad en la danza es una de las grandes transformaciones que ha tenido en la búsqueda del espectáculo: “el joropo se ha acelerado”. De otro, la manera de vestirse, que se ha vuelto casi una norma en el nuevo “joropo académico”. Esa tendencia en el baile se ha popularizado en todos los festivales y ha encontrado en los jóvenes a sus mayores adeptos. Arialdo Chaquea ha participado en dos ocasiones en el Torneo con Marina Carpio, su esposa, y ambas veces lo han ganado. Ellos son una autoridad en lo que a joropo criollo concierne. Es muy significativo que siempre su pareja haya sido su esposa; una de las razones, según cuenta, es que con ella baila desde hace muchos años y la conexión desde el mismo momento en que se conocieron fue inmediata. A propósito de ese momento, él recuerda, en una entrevista concendida por Arialdo Chaquea el 30 de junio, en el marco del 50 Torneo Internacional del Joropo:

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50 TORNEO INTERNACIONAL DEL JOROPO

“Yo conquisté a mi esposa y nos hicimos novios en un parrando, justamente. Fue en aquella época cuando las mujeres se sentaban alrededor del baile y uno iba a sacarlas...” (Arialdo Chaquea)

Rosalba Suárez y Beatriz Hinojosa, entre otras; en total dice haber participado en concursos con unas diez parejas. A su esposa no le gustan mucho los festivales a pesar del gran nivel que muestra cuando decide salir a concursar. Ya llevan 42 años de casados y un sinnúmero de participaciones y de premios juntos.

Yo conquisté a mi esposa y nos hicimos novios en un parrando, justamente. Fue en aquella época cuando las mujeres se sentaban alrededor del baile y uno iba a sacarlas. A mí me gustó la china y me le arrimé, le eché un cuento y [dice con picardía] de una la cacé. Eso fue ahí en Trinidad, Casanare; ahí nacimos, ahí nos conocimos, ahí nos hicimos esposos y yo creo que ahí morimos, porque uno la tierra nunca la olvida. A diferencia de lo que pulula hoy día, antiguamente “uno aprendía el baile en el parrando sabanero, ahí era que uno empezaba con el tastás, tastás, tastás, y uno vuelve hasta que aprende”. Es importante, por tanto, reconocerle al Torneo, el espacio que ha abierto a este baile llanero, promoviendo el baile del joropo sin invisibilizar las nuevas tendencias y sin olvidar la tradición, por medio del concurso en sus dos modalidades. Para participar en una competencia de esta categoría, dice el maestro Chaquea, es necesario prepararse de la misma manera como se prepara un ejecutante de cualquiera de los instrumentos del joropo, ensayar una y otra vez, pulir los detalles. “El baile es música y el músico que no ensaya tiene falencias”, afirma y añade que, junto con su esposa, prepara cuidadosamente las presentaciones. Arialdo además ha sido maraquero y cantante, cantante de parrandos, de serenatas, y dice que esto le ha servido mucho para mejorar en el baile y para afinar el oído. Las parejas preferidas con las que ha bailado Arialdo son: Lea Fernández, Yaneth Pérez, Mayra Gutiérrez, Evelia Vargas,

En cuanto a los grandes bailadores y bailadoras de joropo, Arialdo siente especial admiración por Efraín Medina, Juan Gutiérrez, Gregorio Tovar (el popular “Bombero”) y Yovani Concha; en cuanto a las mujeres, por Mayra Gutiérrez. Arialdo no tiene un golpe preferido para bailar: le gusta que en los concursos casi siempre prefieran iniciar con pasajes, que son por corrío, y que luego se entre a un golpe por derecho porque tiene la dificultad y la picardía de la entrada. No pasa así con la instrumentación, con el formato, en este caso él sí prefiere bailar con bandola más que con arpa porque lo transporta a los parrandos sabaneros de antes, que eran los lugares predilectos para bailar y aprender, y fue donde él aprendió y vivió su infancia. Dentro de los ejecutantes preferidos de bandola para bailar prefiere a Andrés Guerrero o a Gregorio Amaya, de Maní, Casanare: “Si uno no sabe bailar, esos muchachos lo hacen a uno bailar, lo engrifan a uno”, afirma Arialdo emocionado. Si nos devolvemos a la época antigua, vemos que en los grandes parrandos las mejores parejas eran las preferidas para casi todos los parejos y por tanto las más apetecidas; de esa forma, si se hicieran los concursos a la manera de

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CONCURSOS

los parrandos de antes, los mismos participantes serían los llamados a elegir a los bailadores y bailadoras ganadoras y eliminar de esta manera a los jurados, reflexiona el maestro. “El baile tradicional es algo que se practica de manera natural, casi todos los fines de semana uno se foguea, porque casi todos los fines de semana hay un baile”, cuenta Arialdo, rememorando lo que es su vida allá en la costa del río, en el antiguo pueblo de la Trinidad del Pauto. La charla continúa alrededor de las escuelas de danza donde actualmente enseñan a los muchachos a bailar joropo

tradicional, pero no es lo mismo. Hay una forma de bailar que se adquiere en el contexto del parrando, y que la academia no logra enseñar, y es ese sabor que sólo da el parrando. Cosas como los llamados que se hacen al bandolista por parte del bailador para que le acompañe el zapateo, o el llamado que el bandolista hace al bailador para que entre el zapateo, son elementos de la danza que se aprenden en el fragor del parrando, de manera instintiva, y que tienen su valor sólo en ese contexto, pero que las academias o concursos han homogenizado para poder calificar y evaluar.

GANADORES M O DA L I DA D

PR I M ER LU G A R

S EG U N D O LU G A R

T ER C ER LU G A R

Grupo

Vendaval (Alirio José Barrera

Entre Acordes (Jesús Orlando

Auyantepuy (José Armando Silva

tradicional llanero

Hernández, Ely Paul Vela Flores,

Romero Gómez, José Eufronio

Cáceres, Ángel Luis Castillo

Enmanuel Edecio Araque

González García, Rafael Ángel

Higuera, Álvaro David Castillo

Gutiérrez, Erik Sahul Vela Flores)

Castillo Prisco, Rubén Darío

Higuera, Juan Ángel Silva Cáceres,

Bonilla Delgado, José Ramón

Luis Guillermo Angulo Torrealba)

Romero Márquez) Ensambles

Musical Bozz (Edinson Fernando

Guaferos Trío (Heri Eduardo

Maderas Al Viento (Catalina Arias

nuevos formatos

Torres Ramírez, Myller Verano

Wilches García, Sergio Andrés

Espinosa, Alejandra Vargas Muñoz,

Chiquiza, Nancy Dayani

Said Eslava, Carlos López Roa)

Ivonne Daniela Garzón Rodríguez,

Voz femenina criolla

Castañeda Vera, Sergio Andrés

Óscar Alirio Quesada González,

Garavito Cisneros)

Nelson Ramón Echandía Mejías)

María Yelitza López Andrea

Maryluz del Carmen Castillo Aro

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Anaís del Valle González Hernández


AsdrĂşbal Casanova, interpretando la composiciĂłn ganadora en la modalidad de pasaje inĂŠdito de Nilson Alfonso Aguirre


M O DA L I DA D Voz femenina

PR I M ER LU G A R Lizeth Viviana Vega Mejía

S EG U N D O LU G A R Lucibell Vega Reyes

estilizada

T ER C ER LU G A R Yuribel del Valle Alemán de Medina

Voz masculina

Franco Alejandro Pasinelli

criolla

González

Iván Bernabé Silva González

Leonardo Miguel Zambrano García

Voz masculina

Leandro Jorge Márquez Cousin

Donny José Sánchez Valenzuela

Yosmar Antonio Cabrera Ortiz

Declamador

Javier Neptalí Nieto González

Pedro Nel Suárez Godoy

Edison Manuel Barón Villamizar

Parejas de baile:

Luz Marina Carpio y Arialdo

Margarita Torres Jiménez y

Herminia del Carmen Neme y

los de ayer

Chequea Jaspe

Hernán Carreño Sarmiento

Rafael Ángel Tovar

Parejas de baile:

Gretthell Astrid Cadena Colina y

Mayra Lizbeth Gutiérrez Fonseca

Rosa Beatriz Hinojosa Parales y

los de hoy

Juan Vicente Gutiérrez Cárdenas

y Efraín Alexander Molina

Gustavo Erledy Vásquez Maldonado

Obra inédita

Abdul Rubén de

Robinson Gómez López

Alejandro Ancízar Muñoz Martínez

instrumental:

Jesús Farfán Duque

Edwin Leonardo Hidalgo

Antonio José López Cabrales

Enmanuel Edecio Araque Gutiérrez

Obra inédita

Daniel Alejandro

Alis Eloy Cruces Cuneda

Carlos Rafael Suárez Guape

instrumental:

Requena Salazar

estilizada

arpa llanera Obra inédita instrumental: bandola llanera

cuatro llanero Golpe inédito

Rafael Antonio Camargo Cusba

Óscar Javier Ferreira Vanegas

Eduardo Bustamante

Pasaje inédito

Nilson Alfonso Aguirre Daza

Oliver Julián Croswaithe Beltrán

María Elena Barrera Burgos

Poema inédito

Israel Antonio Estrada Agudelo

Jaime Rodrigo León Ruiz

Fredy Ramón Torres Morales

Ganador de

Juan Pablo Rodríguez

Luis Guillermo Angulo Torrealba

Heri Eduardo Wilches García

Robinson Gómez Martínez

Jhimy Fabián Ortiz Tarache

Mejor maraquero

Edison Fernando Torres Ramírez

Mejor bajista

Carlos López Roa

ganadores: arpa Ganador de ganadores: bandola Ganador de ganadores: cuatro Ganador de ganadores: copleros

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EfraĂ­n Medina y Maura GutiĂŠrrez



50 TORNEO INTERNACIONAL DEL JOROPO

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18 Joropódromo Homenaje a Miguel Ángel Martín





JOROPÓDROMO Todo el color, la alegría y los valores culturales que identifican a los habitantes de los llanos fueron puestos en escena durante la versión número 18 del Joropódromo en el marco del 50 Torneo Internacional del Joropo. Por primera vez se realizó un domingo. Esto permitió que llaneros y turistas se volcaran masivamente a la Avenida 40, desde el monumento Alas de Libertad, ubicado frente al Centro Comercial Unicentro hasta el Centro Comercial Villacentro, a presenciar los bailadores. En esta oportunidad fueron 6.226 bailadores, el mayor número de participantes en la febril historia del evento; integraron 3.113 parejas y 305 grupos, provenientes de los cuatro departamentos del llano colombiano y dos del interior del país. A partir del 2017, la administración departamental, en cabeza de la gobernadora del Meta Marcela Amaya, se propuso ampliar la participación en el Joropódromo incentivando el baile tradicional en instituciones educativas, para lo cual se contrataron 33 instructores de danza llanera, y estos se encargaron de enseñar la danza del joropo en 52 instituciones de 24 de los 29 municipios y de traer al Joropódromo a los mejores bailadores. La idea es hacer del Joropódromo un evento que permita educar a las nuevas generaciones de manera lúdica y con un gran sentido de pertenencia por los valores culturales del departamento. En ese sentido, este proceso de formación es una acción articulada entre dos dependencias del orden departamental, la Secretaría de Educación y el Instituto

de Cultura del Meta, no sólo para arraigar la cultura llanera sino para el aprovechamiento del tiempo libre de niñas, niños y jóvenes. Así, los mejores bailadores de esas instituciones educativas vinieron al Joropódromo en 2017, convocando 5.438 bailadores —cifra sin precedentes en la historia de este evento—, por lo cual la administración departamental se propuso fortalecer la danza llanera en los 29 municipios del Meta. La gobernadora Marcela Amaya al respecto manifestó: “Pensamos que el paso siguiente para el 2018 consistiría en impulsar un proyecto para dotarlos de trajes típicos del joropo, con destino a niños, niñas, adolescentes y jóvenes en procesos de formación de la danza llanera”. Más tarde, en consecuencia, se hizo entrega formal de 5.700 trajes típicos del joropo a los rectores de las instituciones educativas, inversión que demandó recursos cercanos a los $ 600 millones de pesos. Nadie mejor que la prensa local para dimensionar la enorme importancia que tuvo el Joropódromo en el 50 Torneo Internacional del Joropo. De acuerdo con José David Oropeza, periodista reconocido del llano colombiano, en esta versión del Joropódromo “cada escuela de formación se esforzó en mostrar lo mejor de lo mejor en cuanto a la puesta en escena; sobre todo, porque en este año se le dio mucha importancia al tema de la imagen. Y en ello la labor de la administración departamental fue decisiva”. Por su parte, en Bogotá se reseñó: “En este evento, unas 3.150 parejas provenientes de distintas regiones del país recorrieron 1.200 metros de asfalto de la capital del Meta al ritmo del baile típico llanero (El Tiempo, 2 de julio).

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50 TORNEO INTERNACIONAL DEL JOROPO

N Ú M ER O D E G R U P OS

250

225

200

150

100

50

41

31 4

M E TA

A R AU C A

CASANARE

C/MARCA

En esta celebración del Torneo Internacional del Joropo, la importancia del Joropódromo, como ha sido desde su creación en 2001, fue definitiva para el disfrute de los visitantes que viajaron al Meta desde otras regiones del país. Para María Esperanza Ceballos, turista que llegó con su familia desde Armenia, Quindío, “es increíble la manera en que jóvenes, personas mayores, niños de escuela y, en fin, todos los bailadores transmiten su alegría y orgullo por un baile tan hermoso como el joropo. Yo nunca había visto tantas parejas bailando en la calle a la vez, es como un río de bailadores que no se cansa nunca; el Joropódromo es sencillamente espectacular”. A medida que cambia el contexto social y cultural del llano, especialmente del Meta, el Joropódromo se pone a tono con este, y esta es la razón de que se visibilicen los diferentes grupos poblacionales, entre ellos la comunidad afrodescendiente —que es numerosa en este departamento—, la población con discapacidad, los adultos y las personas mayores, la población indígena y las personas víctimas del conflicto armado. La inclusión como pilar fundamental del gobierno de Marcela Amaya ha llegado a las bases del Concurso del Joropódromo, y queda demostrado en la madurez alcanzada en la edición número 18, por lo que el

3

1

VICHADA

TO L I M A

futuro es, con toda certeza, esperanzador para el baile de los hombres y mujeres que viven en el llano. Un testigo de excepción de la gran energía expresada en el Joropódromo es Gustavo Vásquez, legendario bailador y coreógrafo del llano colombo-venezolano. Según él, “la versión 18 del Joropódromo, en el marco del 50 Torneo Internacional del Joropo, materializó la ilusión que tenemos todos los llaneros: que el baile del joropo siga siendo la bandera de la difusión de la cultura llanera ante Colombia y el mundo”. En esa misma línea de pensamiento se expresó Jackeline Becerra, que para esta ocasión fue jurado del Joropódromo y, además, es integrante de la Corporación Cultural Unidos por la Tradición. Para esta excelsa bailadora, el evento fue importante porque a través de él se buscó darle “importancia y mayor cabida al baile del joropo tradicional. Satisfactorio para todos los que vamos dejando este legado a las nuevas generaciones de la apropiación y sentido de pertenencia de nuestras tradiciones”. Y si lo expresan con tanta determinación recorrido el mundo como cabresteros del baile del joropo, es porque así será.

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Ganadores del Joropódromo C AT EGO R Í A

M O DA L I DA D

GANADOR

EN T I DA D

MUNICIPIO

D I R EC TO R

Educativa Joroperitos

Tradicional

Gavanes del Llano

I.E. Alafás del Norte Concesión Rodolfo Llinás

Villavicencio

Edwin Leonardo Cadena Hernández

Educativa Joroperos

Tradicional

Pasión Llanera

Universidad Santo Tomás

Villavicencio

Diana Milena Ortiz Rojas

Población con discapacidad

Tradicional

Croma Visión Juvenil

Fundación Croma Visión Colombia

Villavicencio

Felipe Torres Tejeiro

Adulto y personas mayores

Tradicional

Rienda, Bozal y Cabestro

Rienda, Bozal y Cabestro

Arauca

Yajaira Lisbet Gutiérrez

Afrodescendientes, indígenas y víctimas del conflicto armado

Tradicional

Afrocrecer

Afrocrecer

Cumaral

Anderson Gómez Mancilla

Cofrem

Cofrem

Villavicencio

Pedro Javier Figueredo

Empresarial y entidades públicas Casa de Cultura Joroperitos

Tradicional

Cachilapo Infantil Nivel Avanzado

Casa de la Cultura Fredy Mora Amaya

Monterrey

Leonel Mendoza Cardozo

Casa de la Cultura Joroperos

Tradicional

Cachilapo Infantil Nivel Avanzado

Casa de la Cultura Fredy Mora Amaya

Monterrey

Leonel Mendoza Cardozo

Academia de Baile Joroperitos

Tradicional

Semillitas Tameña del Joropo

Corcuma

Tame

Pablo Bautista González

Academia de Baile Joroperos

Tradicional

Cabalgando

Corporación Cultural Cabalgando

Arauca

Santos Ramón Durán

Joroperitos Moderno

Moderno

Cimarroncitos

Centro Cultural Sabana

Yopal

Christian Humberto Martínez

Joroperos Modernos

Moderno

Selección Joropo

Academia Selección Joropo

Yopal

Arnulfo Valois Estrada

Fuente: Actas del Instituto Departamental de Cultura del Meta.

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12 Joropo AcadĂŠmico Entre juglares y Joropos


Carlos “Cachi” Ortegón durante su presentación en las jornadas de Joropo Académico.


“ENTRE JUGLARES Y JOROPOS”: TRANSFORMACIONES EN LA COMPOSICIÓN LITERARIA DE LA MÚSICA LLANERA REFLEJADAS EN EL TORNEO INTERNACIONAL DEL JOROPO Me invitaron al Joropo Académico. Acepté complacido. No podía desairar la gentil convocatoria de mi amiga Cielo Usme, y tenía, además, inmensas ganas de participar. Había asistido en 2014 cuando se homenajearon los cantos de trabajo de llano, pero en esa ocasión me concentré en disfrutar de la compañía y los versos de los cantadores sabaneros, descuidando el evento. A los otros diez encuentros de pensamiento joropero tan sólo los seguí —y envidié— a distancia. Sería, este del 2018, el de los 50 años del Torneo, mi primer Joropo Académico con todas las de la ley. Ahora me encargan escribir un texto sobre esa jornada. Acepto. Acepto con la condición de poder hacer, más que un resumen o un análisis, una crónica de mi experiencia. No hay problema, me dicen. La escribo entonces en primera persona del singular, porque participé en el Joropo Académico. Lo viví, aprendí, dudé, gocé, me distraje, contradije en silencio, bostecé, aplaudí sin ganas y con muchas, intervine, callé, reflexioné. Repaso ahora recuerdos, sensaciones, registros, impresiones propias y ajenas, intuiciones y sueños, para tejer el relato que irá apareciendo ante los ojos del lector. “La Junta invita, potreros gratis”, decían los viejos programas de las ferias y fiestas de los pueblos criollos. En Villavicencio la programación del viernes 29 de junio, nos cita en el Parque Las Malocas, a las 9 de la mañana, para asistir a la edición número 12 del Joropo Académico, “Entre juglares y joropos”, con las “Transformaciones en la composición literaria de la música llanera reflejadas en el Torneo Internacional del Joropo”

como tema central, y tomando como referentes principales a los compositores Miguel Ángel Martín, quien fuera el homenajeado de la versión 50 del Torneo del Internacional del Joropo, Héctor Paúl Vanegas y Arnulfo Briceño. El asunto es bien serio. Llegamos temprano, los organizadores, la gente de logística, los panelistas. Vinieron después los amigos, la gente que ama al joropo, la gente que lo ama y lo hace, los que lo estudian, todos los que lo gozamos. Lleno completo, saludos, abrazos, qué milagro, sonrisas. La gran familia de la música criolla reencontrándose después de un año o del pasado festival en cualquier parte o de la última conversa. El lugar era como un cálido fogón, con la parentela reunida, dispuesta a oír, hablar y rendir homenaje a Mamá Joropo, esa inmensidad de traje encordado y voz atávica que todos queremos y respetamos tanto. Lo del fogón no fue sólo una metáfora, el evento se realizó en una carpa que calentaba el sol de invierno, un sol más bravo que los veraneros porque no tiene brisa que lo abanique. Mientras subía la temperatura rondaba un ah malhaya los frescos techos de moriche de los caneyes vecinos. Una hora llanera después, se dio comienzo. La batuta la llevaba el maestro Isaac Tacha, gallo en su patio, villavicense de casta, músico de talento y obra, que maneja muy bien su Batuta y conoce su Meta. Abrió el evento el culpable de que —en palabras de Isaac Tacha— “en este momento Villavicencio esté lleno de música por todas partes”: Luis Horacio Vasco, Director del Instituto

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50 TORNEO INTERNACIONAL DEL JOROPO

Departamental de Cultura del Meta, responsable de toda esta preciosa celebración del Torneo. Saludó a los presentes, destacó el liderazgo de la gobernadora Marcela Amaya y su compromiso con la llaneritud, resaltando que “la decisión del gobierno ha sido la de fortalecer nuestra identidad llanera, que es lo que nos hará diferente ante Colombia y el mundo”. Y recordó que ese mismo día y hora en Puerto Gaitán ella se encontraba acompañando a la Ministra de Cultura en la ceremonia en la que se entregaba a los sabedores de los Cantos de Trabajo de Llano la certificación de la Unesco que declaraba esta manifestación como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Dejándome con el reconcomio de no haber podido estar allá también, nos dio la bienvenida y nos dio puerta.

De España a Venezuela. Inicios de la composición llanera venezolana hasta “Alma llanera”

y los mestizos ciernen esas influencias en caneyes, en sabanas, en esas casas ensoropadas” (ese soropo, esa pared de palma, es —para el conferencista— el origen de la palabra joropo). Hasta llegar a la guerra de independencia, donde “hay coplas y faena joropera”, de cultores anónimos. Y finalmente es “en la República, con una cosecha de cultores, al final del siglo XIX”, cuando se consolida el joropo; que, a finales del siglo XX, sufre “cambios culturales profundos que se reflejan en las formas de composición y en la interpretación”. A ese siglo XX del joropo lo resume en una cita: “el maestro Isaac Tacha dice que hay tres pilares en tres épocas distintas: el Indio Figueredo, Juan Vicente Torrealba y Reynaldo Armas. El Indio marca la pauta de interpretación, es el papaúpa en los cincuenta; luego Juan Vicente en los sesenta, con todas esas obras magníficas; y Reynaldo Armas a partir de los años ochenta”.

Alberto Baquero Nariño, que iba de cabrestero. no echa cuentos. No, él analiza información, la clasifica, la arma con herramientas, ayudas y métodos que pretenden, sin lograrlo, disimular al sabroso conversador que es. Con un trabajo bien hecho se apropió entonces de nuestros ojos y oídos.

Pero estos tres pilares no están solos sosteniendo el andamiaje de la música llanera, tienen precursores, nos cuenta, desde Ramón Nonato Pérez tarareando la copla inmortal “sobre los llanos la palma, sobre la palma los cielos…”, hasta Rafael Bolívar Coronado y Pedro Elías Gutiérrez, autores, respectivamente, de la letra y música de “Alma llanera”, “himno sentimental” de la tierra plana.

Comenzó con un rápido vistazo a la gran historia del joropo. Desde la época colonial, “crisol antropológico, racial y cultural, cuando todo lo español se yuxtapone sobre los patrones culturales indígenas y muchas veces se subyugan ante el Olimpo conocido del invasor; pero cada quien guarda lo suyo

Nombre a nombre, paso a paso, Alberto Baquero, escritor de nutrida Albertoteca —como dijera el Catire Germán Pinto—, hace una selección de las personas que en su opinión y sus palabras han sido “copartícipes de todo el éxito de la llanería”. Y nos la comparte.

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JOROPO ACADÉMICO

Además, nos señala la charla “el aporte e influencia que recibe la música llanera de muchos autores y escritores”: Rómulo Gallegos y sus novelas Doña Bárbara y Cantaclaro; Andrés Eloy Blanco; José Eustacio Rivera; Arturo Uslar Pietri con sus Lanzas coloradas, cuya versión teatral es “una obra estupenda montada por Santiago Caroprese”; Eduardo Carranza y su Llano Llanero; José León Tapia. Y los estudiosos de las tradiciones populares y la historia: Javier Ocampo López; Manuel Zapata Olivella; Luis Felipe Ramón y Rivera e Isabel Arentz, su esposa; Guillermo Abadía Morales; Rafael Salazar; Sus comentarios enriquecen el amplio panorama de creadoLeonel Pérez Bareño; Delfín Rivera Salcedo; Adolfo Rodríguez, res: “los dos papaúpas de la bandola, Anselmo López y Pedro “historiador de la llaneridad”; Plutarco Granados; Miguel Flórez, ambos intérpretes y ambos grandes compositores de Matus Cayle; Getulio Vargas Barón; Pedro Fabo, cuya obra temas instrumentales”; Miguel Ángel Martín; Arnulfo Briceño; es “el reconocimiento de la iglesia por primera vez de esa Héctor Paúl Vanegas; Isaac Tacha; Hugo Mantilla Trejos, “auriqueza cultural del llanero”; Ricardo Sabio y sus Corridos y tor de una obra emblemática que es el Diccionario llanero, él coplas; y Mauricio Dieres Monplaisir. es un mojón de la llanería” (yo creo que a Hugo no le gustó el término, si se atiene a la definición de su Diccionario. ¿O será Así anduvimos por la línea del tiempo del joropo de la saBaquero echando vainas?); Arecio Manjarrez; Omar Moreno; bia mano de Alberto Baquero. Así, combinando todas las formas de escucha, lo oímos concluir: “Al final del siglo XX Eduardo Mantilla Trejos; Luis Caroprese Quintero, “el poeta de las llanerías”; Marco Rodríguez Merchán; Jesús “Catire” la tendencia jala al espectáculo, se pasa del campo a la alMorales; Pedro Emilio Sánchez y Aurora Díaz de Sánchez; dea y de esta a la ciudad, y la raíz se refunde; nos corresponde a nosotros defender esas raíces. Hoy el cancionero “Carmen Ramona Ramírez Arteaga, Luz Marina Gámez y Silvia se compacta e incorpora insumos de otras culturas, pero Aponte, tres mujeres que son ejemplo a seguir de todas las la pauta de una cultura sólida es que es capaz de incorpodamas de mi llano”; Gil Arialdo Rey “y Zulma, obligada en rar elementos de otra cultura o de la tecnología que apatodas las serenatas”; Dumar Aljure, Juan Farfán y Manuel Orozco, “tres papaúpas que con esos acentos y timbres re- rece, sin deformarse”. lancinos lo llevan a uno a otras épocas y a amar el llano por Eso dijo Alberto Baquero Nariño, y dijo bien. la nostalgia de su música…”. Habló primero y habló por dos. Aldemaro Romero “puso la música llanera en el formato de música sinfónica”; Pedro Felipe Sosa Caro; Augusto Bracca, apureño de Orichuna; Ángel Custodio Loyola, “una voz patrimonial del joropo”; José Natalio Estrada, quien “hace muchos versos hermosos que luego se vuelven canciones”; José Romero Bello y el Carrao de Palmarito; Alberto Arvelo Torrealba; Luis Mariano Rivera; Simón Díaz; Eladio Tarife, autor del pasaje “Linda Barinas”, “poeta del pueblo con una inspiración genuina…”.

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50 TORNEO INTERNACIONAL DEL JOROPO

Miguel Ángel Martín

Atrás suyo, de puntero, venía Hugo Mantilla Trejos. Nos condujo por donde él conoce: los rumbos de la música llanera en Colombia desde la mitad del siglo pasado.

Sol y del Acero, en julio de 1954, y Los Tameños hacen una canción en honor de Gladys Primera, la candidata. Ganan Los Tameños, regresan a Tame, ahí queda la canción Gladys Primera, y se acabó el carburo… Porque allá las cosas eran muy reducidas, muy pequeño Tame, pero sigue el trío.

Él sabe de esos caminos porque los ha andado toditos. ”En un momento dado aparece esa famosa mujer que es Estuvo en los primeros conjuntos, en las grabaciones pioCarmen Teresa Aguirre, unos dicen que era no sé cómo, los neras, en el comienzo de todos los festivales. Es maraquero, otros que era no sé qué más. Nosotros, con Jorge Navea y bailador, compositor, contrapuntea, indaga, escribe y cuenta. David Parales, que la conocimos a ella, sabemos que era una Se levantó Hugo, de liquilique habano y sombrero marrón, mujer morena de muy bonita presencia, de la que Miguel para entresacar —del inmenso rodeo de su experiencia vi- se prendó cuando estuvo en Tame en unas fiestas, en 1955. tal— lo que sabe y le consta acerca del homenajeado princi- Miguel Ángel empieza a galantearla, y como tenía la letra pal, el creador del Torneo Internacional del Joropo, el maes- y música de Gladys Primera, basado en la música hace una tro por excelencia: Miguel Ángel Martín. Escuchemos sin el canción ‘Carmentea cuando estés bajo la luna recuerda quien…’ y se la lleva con su trío Los Tameños; la muchacha encanto de su voz gustosa y agarradora: de golpe le encantó la canción, pero sencillamente se vol“Miguel Ángel Martín nace en Tame, Arauca, por allá en el vió para Arauca. A Luis Ariel Rey, que estaba en Tame, le año 1932. Su papá Henrique Martín, venezolano, tenía una gustó la canción y le dijo que le dejara la canción para monbotica, que su mamá, doña Nicolasa Salazar, boyacense, le tarla y cantarla; y efectivamente montaron la canción. Vino ayudaba a atender. El hogar perduró estable en Tame, con Luis Ariel a Villavicencio y cantó mucho, mucho, la canción; Miguel Ángel y sus cinco hermanos mayores, hasta el año 48 luego calladito fue a Bogotá y la grabó. cuando comienza la guerra y la familia se va para Venezuela. ”Cuando le llega la noticia a Miguel (‘Miguel, grabaron su ”Miguel está un tiempo en Venezuela, va a Cúcuta, hace sus canción, póngase bueno, vaya reclame porque eso es suyo’), estudios sobre música, y regresa a Tame, ya volantón, y tiese vino, llegó a pelear los derechos de su canción, y en la ne esa idea de venir a hacer música. Entonces forma un faempresa donde la habían grabado le dicen ‘No, no se ponmoso trío que se llamó Los Tameños, encontró personajes ga a pelear por eso, venga, haga una vaina, venga usted y ahí con los que empezó, un señor Ariosto Riaño, Fernando graba también’. Y le grabaron la canción a Miguel y otras Domínguez y Álvaro Salamanca. Aparece una invitación no canciones. Ya había dos versiones de Carmentea, pero pegó muy común en esa época para ir a Sogamoso al Festival del la de Luis Ariel Rey y la de Miguel, no.

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LANZAMIENTO

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Hugo Mantilla


Jorge Navea Hidalgo durante su presentaciĂłn en el Joropo AcadĂŠmico.


JOROPO ACADÉMICO

”Por esos años, 1957 o 1958, Miguel comienza a trabajar en Palmarito, Ángel Custodio Loyola y otros personajes a los Villavicencio, pero él no hace lo que de golpe hicimos no- que realmente no había cómo hacerles frente. Por allá en el sotros cuando llegamos a Villavicencio, que entramos por año 69 vinimos de Arauca a competir contra estos grupos debajo; no, Miguel tenía otra manera de ver, de hacer las de tanta trayectoria… ¡Perdimos sobrao! cosas, él se hizo amigo de los políticos y aquí tenía un pa”Luego la gente empezó a entender que era el momento y drino muy influyente que era don Víctor Machado, quien lo era la necesidad de ir mostrando la cultura llanera. Hoy, este acomodó en ese grupo de personajes donde él cupo y emfestival es verdaderamente el pionero de todo el quehapezó a planear algo. Víctor Machado lo mandó para España. cer cultural no sólo en Villavicencio sino en el llano. Miguel Y al regreso venía con la idea marcada de escribir y de hacer Ángel era una persona única en este campo y en este quepor el departamento del Meta; entonces le propuso al prihacer, y su idea vino a dar esos frutos hasta el día de hoy y mer gobernador, al doctor Jara Castro, que le patrocinara la seguramente va a perdurar en el tiempo…”. creación del Festival de la Canción Colombiana, que efectivamente comienza en 1962. Igualmente propone la creación Perdurará. Aplaudimos con gusto. de la academia de música; como no había arpista, tuvo la feliz idea de irse para Arauca y traerse al único arpista que teníamos allá, que era don David Parales. Por la huella de su paisano viene de traspuntero —o mejor ”En Villavicencio se tocaba la guitarra y había grupos y tríos, de contrapuntero, como decía Loyola— Jorge Nel Navea Los Auténticos, Los Galanes, el Negro Mesa, Eustacio Rozo, Hidalgo. Benjamín Tacha; en Tame había guitarra; y en Arauca se tocaba era violín, estaban don Víctor Zocadagüi y don Víctor Navea, hombre de palabra fina para la historia, ojo sabio para Borja. Cuando llega el arpa a Villavicencio con David Parales, la fotografía y criterio firme para la opinión, viene rastreando hay un despertar y empiezan a tocar arpa Fernando Lizarazo, a otro araucano, a otro tameño, un catire de estampa fina, Jaime Castro, Alberto Curvelo, Héctor Paúl. Cuando eso se Héctor Paúl Vanegas: “Héctor siempre elocuente, siempre da, van desapareciendo los tríos y van desapareciendo las dispuesto al abrazo, a la fraternidad, a la investigación…”. guitarras. Hay una nueva etapa en el quehacer de la músiRecordar a uno de esos tres hombres-símbolos es recorca, porque aparece otro tipo de conjunto. Viene otra idea darlos a todos, revivir experiencias, definir admiraciones: de Miguel Ángel, que el gobierno apoya, crear el Torneo Internacional del Joropo. Y llegan los grupos venezolanos, “Tuve por fortuna estudiar con Arnulfo Briceño en la Universidad venían José Romero Bello, Joseíto Romero, el Carrao de Libre de Colombia. Salimos abogados en 1973, lo acompañé en

Héctor Paúl Vanegas

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muchas frías serenatas de la gélida Bogotá de esa época, nos “De esta manera, Héctor se fue llenado de elementos y sienhicimos, no digo que amigos, pero sí próximos. Conocí tam- do un buen bailador de joropo, un gran cuatrista y docenbién a Miguel Ángel Martín, un ‘papaúpa’, iconoclasta como te del llanerismo, y junto con Miguel Ángel, Hugo, David, yo, retrechero, que tuvo el atrevimiento de enarbolar esa ban- Joaquín Rico, Luciano Zambrano, Rosalba Blanco y Juan dera de la llaneridad y lo hizo desde diferentes aspectos: fue Farfán empezaron a regar esa semilla que hoy se traduce en novelista, cuentista, fabulador, compositor, intérprete, orga- que estemos celebrando los 50 años de un Torneo que él nizador de eventos; pero lo más importante de Miguel Ángel concibió como la forma de expresión, aglutinamiento y soliera esa altivez que demostró… daridad colombo-venezolana. Entonces debemos a Miguel Ángel, Héctor Paúl, Arnulfo Briceño y a muchos legendarios ”Hablemos ahora de Héctor Paúl. Fue un muchachito pecoproclamadores de la llaneridad la posibilidad de estar reuso, catire. Cuando ya Miguel Ángel estaba haciendo sus pinidos aquí y de gritar que el llano sigue siendo llano, pese nitos en el arte musical, Héctor hacía los mandados. Le pea que el mismo Héctor escribió un poema donde dice que dían que fuera a comprar las cuerdas que se les rompían a estamos en el ocaso del llanero, y sí, se han extinguido mulas guitarras o al tiple y se iba corriendo por esas calles tachas cosas, pero queda el alma, la almendra, la esencia del meñas polvorientas en búsqueda de esos artilugios, que no llanero. Nosotros tenemos esa tarea de hacer pedagogía y se conseguían en todas partes. Se los traía a Miguel y Los didáctica para que esto no muera, para que resista todos Tameños para que se lucieran en el Billar de Santos Puentes, los embates, porque si bien es cierto que la globalización en donde les daban la oportunidad a estos incipientes múnos atropella, debemos imponer como un arma enhiesta la sicos para que desplegaran sus destrezas. Héctor se fue fa‘localización’, que asimilemos lo positivo que tienen las nuemiliarizando y haciéndose íntimo amigo de Miguel Ángel.” vas experiencias, pero no perdamos la raigambre, porque Sin más libreto que el conocimiento integral del tema y los eso sí nos condenaría a la desaparición, a la extinción de lo personajes, continúa Jorge Navea resaltando la unión de que Adolfo Rodríguez llama la ‘neoetnia llanera’.” sueños y esfuerzos de esos dos tameños, que encuentran La contundente presencia y la sincera elocuencia de su disen Villavicencio y Bogotá los mejores escenarios para locurso nos chubasquiaron el alma. grar trascender con la música y “la prédica y aplicación de la llaneridad”. Por eso la ovación resonó como un aguacero recio en un techo de zinc.

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Isaac Tacha


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Arnulfo Briceño Contreras

“Dijo el maestro Jorge Villamil: ‘Me siento muy contento y muy tranquilo porque ya hay alguien que nos puede reemplazar, y es Briceño’. Arnulfo tendría entonces unos 42 años”. Por ahí comenzó Isaac Tacha, caporal de esta conversa, a tratar de la vida y obras de Arnulfo Briceño Contreras. Nos contó de su amistad pentagramada, afianzada en las cercanías del ensayo, el escenario o la grabación. La primera de ellas en 1975, cuando con su cuatro y el arpa de Héctor Paúl acompañaron el pasaje “Evocando al Jilguero”, un homenaje al entonces recién fallecido Luis Ariel Rey, que compuso y cantó Arnulfo Briceño, para participar —y ganar— en el Festival de la Canción Colombiana. Relató las parrandas creativas y re-creativas, como una salida al sur de Casanare con el grupo Alma Llanera, donde nacieron temas como “Aguaclara” y “Sabanalarga” (el pasaje es hoy himno del municipio); o la canción de los Lizarazo, “Julio y Maruja, Maruja y Julio, con esos dos nombres tengo para hablar de todo el mundo”. Recordó —sintiendo— un momento muy importante para todos (“la más grande satisfacción en mi modesta vida de compositor”, dijo entonces Arnulfo), la proclamación de “Ay, mi llanura” como himno del departamento del Meta, “con el arpa de Manuel Jota La Roche y mi cuatro, en el teatro Maiporé”, el 1 de julio de 1979. Evocó el lanzamiento, en Catama en diciembre de 1988, del que sería el último disco de Arnulfo, un larga duración con arreglos de Kike Fernández auspiciado por el Banco Ganadero, en el que interpreta “Carmentea”, “Flor de verano”, “El galerón

llanero”, “El cimarrón”, “Zulma”, “Ay sí sí”, “Luna Roja”, y cinco de sus temas. Cerraba ese disco su “Adiós a mi llano”, quizás premonitoriamente, porque seis meses después, el 11 de junio de 1989, fallece Arnulfo Briceño cerca de Tame en un accidente aéreo; “yo no podía creer lo que había pasado, duré una semana mal, botando la lágrima, porque fue la partida de un hombre de 51 años, un tipo muy querido, un personaje, que echaba unos cuentazos, parrandeaba sabroso, componía lindo, ¡un gran amigo!”, sintió —recordando— Isaac Tacha. La vida de Arnulfo va ambientándose con fotografías, comentarios y canciones. Arnulfo, “quinto hijo de Pedro José Briceño, carpintero, e Isolina Contreras”, nace en el corregimiento de Villa Sucre, municipio de Arboledas, Norte de Santander, un 26 de junio de 1938 (“tendría hoy 80 años”). Artista precoz, debutó a los ocho años, en su escuela; participó en Buscando una estrella, un concurso radial de la emisora La Voz del Norte; alternaba con artistas como Las Hermanitas Pérez y Jesús David Quintana. En 1950 integra, con Alfredo Gutiérrez, el grupo Los Pequeños Vallenatos, con el que realizó giras por Colombia y Suramérica, y graba en Guayaquil su primer tema, “El desengaño”. Luego se une al grupo Los Vlamers del maestro Marco Rayo, dedicado a la música tropical. Hace parte del Trío Hispano. En fin. Hasta que se retira y “se dedica a actuar como solista, a componer y participar en festivales, ¡Arnulfo era un ganador!”. Cada uno de esos grupos y experiencias consolida a Arnulfo Briceño como un artista de múltiples facetas: cantante,

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“Ay, mi llanura’... Una canción tan hermosa que se convirtió en el himno del departamento del Meta...”

compositor, instrumentista, director de coros, arreglista; que además domina diversos géneros: andino, religioso, protesta, llanero, tropical, ranchero, y un etcétera donde se escuchan música para telenovelas (Hato Canagüay), piezas para películas (La Toma de Paéz, Canaguaro), y hasta himnos institucionales y conmemorativos.

satisfacción de un hombre modesto y sencillo que se enamoró de los llanos y le cantó al paisaje, a su historia y a sus gentes, poniendo su corazón en las manos y en los labios”. Arnulfo no dejaba de crecer, de formarse. Se gradúa como abogado de la Universidad Libre de Bogotá, en 1973; en 1981 como licenciado en Pedagogía Musical de la Universidad Pedagógica; y estudia con Blas Emilio Atehortúa composición y dirección orquestal. Era un hombre serio en su trabajo, un maestro exigente, un creador recursivo, y un artista comprometido que participó en las reivindicaciones de su gremio.

En esa diversidad abundan las piezas magistrales: “A quién engañas, abuelo”, “Qué más quieren los señores”, “Flor María”, “Qué le pasará a mi pueblo”, “Quinceañera”, “Colombia mi pueblo”, “Sierra de La Macarena”, “Adiós a mi llano”, “Canta llano”, “Misa en sol mayor”, que estrena en Bogotá con ocasión de la venida del papa Juan Pablo II, el 2 de junio Plena de anécdotas y recuerdos, documentada con fotode 1986, dirigiendo cerca de seiscientas voces. Y un tema grafías, animada con fragmentos de canciones, completaque escribió antes de conocer el llano, que ganó en 1967 da con un profundo análisis musical, la exposición magistral el Festival de la Canción Colombiana de Villavicencio, una de Isaac Tacha terminó con un homenaje sincero: obra maestra, “Ay, mi llanura “. “Una canción tan hermosa que se convirtió en el himno del departamento del Meta”, “¡Maestro Arnulfo Briceño, muchas gracias por nuestro himlo que para Arnulfo fue —en sus palabras— “la máxima no del departamento del Meta!”.

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Carlos “Cuco” Rojas en el Joropo Académico. Página siguiente: Reynaldo Armas.


LANZAMIENTO

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“... reconozco claramente que soy hijo de la música de Miguel Ángel Martín” (Carlos Rojas)

Análisis musical de la obra de Miguel Ángel Martín y Héctor Paúl Vanegas

Entre la culata —no por falta de mérito ni conocimiento sino porque así repartió los puestos Tacha, el caporal— viene un san martinero de todo el mundo: Carlos “Cuco” Rojas.

Carlos Rojas ha creado, ha pensado, ha recorrido el joropo. Y nos puso a reflexionar, escuchando “El torito pitador”.

a una generación completa de llaneros entre los años 48 y 54, cuando ni en los pueblos se tocaba y en el campo en muy pocas ocasiones se hacía música llanera; y perdimos la continuidad del proceso de desarrollo cultural. Cuando nosotros retomamos la práctica musical, a partir del año 56, lo que retomamos ya es realmente lo que viene con una fuerza muy grande de Venezuela, una música que no era exactamente la misma que nosotros habíamos construido antes del periodo de La Violencia.

“Cuando era niño en San Martín era asiduo visitante del ”Me pregunto: ¿qué pasó con lo de nosotros? Y me lo preTeatro Camoa de don Ernesto Flórez, que presentaba to- gunté mucho estos días escuchando a Miguel Ángel Martín, dos los domingos su matinée y antes de que la película em- porque Miguel Ángel Martín en esa grabación tiene unos pezara siempre ponía a sonar el long-play de Miguel Ángel elementos que pudieron haber abierto un camino para el Martín acompañado por una orquesta, grabado en 1962 o desarrollo de un joropo en Colombia con un sonido parti63. Duré uno o dos años escuchando cada domingo en el cular, explorando en nuestras propias raíces. matinée de San Martín ese disco, Cantar del llano. ¿Hasta qué punto lo que uno escucha de niño marca profundamen- ”Sentí que en ese tiempo y momento existió el germen y la posibilidad de generar una ruta propia para el joropo colomte su formación musical? Eso es algo de lo que no tenemos biano. No lo hicimos, hoy somos una tierra unificada musiuna conciencia exacta, pero lo que sí sé hoy al escucharla calmente, desde mis sabanas de San Martín hasta el orienes que todavía resuena en mí y sigue sonando en parte de lo que yo hago como músico. En ese sentido reconozco cla- te del Guárico del maestro Reynaldo Armas. ramente que soy hijo de la música de Miguel Ángel Martín. ”Miguel Ángel rompió, como iconoclasta que era, con el jo”En algunas ocasiones me han preguntado en qué se diferen- ropo de arpa que dominaba el mercado discográfico de la cia el joropo colombiano del joropo venezolano. Yo tengo música criolla venezolana; quiso contraponerle un sonido que agachar la cabeza y decir que prácticamente en nada. propio, que lo diferenciara, hacer una grabación en donde no necesitara acudir al arpa, el cuatro y las maracas, en”Hubo un momento en que nuestra historia como músicos tendiendo a la música llanera como un sistema organizado llaneros de Colombia se borró completamente, y con eso que podía reproducirse con una orquestación distinta. Y lo tiene que ver la violencia política que separó de la música planteó con mucho valor artístico.

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“Yo creo que el joropo colombiano puede tener una identidad que no sea la simple apropiación del modelo venezolano” (Carlos Rojas) Cambios socioculturales en el llano y su influencia en estilos y tendencias en las composiciones

”En esa joya del joropo colombiano Miguel Ángel expone una ciencia del joropo muy particular para su tiempo: su voz; su oficio de cantor ternario notable en sus corríos ‘El Luego, por fin, me llegó el turno. torito pitador’, ‘La carta de un ciego’ y ‘Los profesionales’; la transformación de las estructuras formales de la música Saludé “Buenas noches”, o por nervios o porque había pallanera presente en los pasajes ‘Maraure’ y ‘Reina del amor’. sado mucho tiempo, y no alcanzaría a decir muchas cosas. Ese trabajo fue un producto puesto, servido en la mesa, para Pero algo dije: los artistas llaneros de Colombia. Una ruta señalada, y es“Agradezco esta idea del conversatorio que le da visibilidad taba en nuestras manos seguirla o no seguirla, la mayoría a un gran borrado de la escena llanera: el compositor, que decidimos no seguirla. sigue estando olvidado, negriado de la presentación; que cuando está de buenas figura entre un paréntesis, prescindi”Ese camino señalado sigue siendo oscuro para la mayoría de los muchachos que se internan en el mundo del joropo, ble, mal nombrado, u oculto bajo las iniciales D. en D. o D.R.A. hay que volver los ojos sobre lo nuestro. Yo creo que el jo”Pero ese olvido tiene sus razones. De los doscientos cincuenta ropo colombiano puede tener una identidad que no sea la o doscientos años que tenga la música llanera, solamente en simple apropiación del modelo venezolano; y quisiera invilos últimos cincuenta años han existido los autores conocidos; tar a los folcloristas llaneros colombianos presentes en este porque el pueblo llanero ha cantado lo que ha compuesto Torneo Internacional del Joropo a que miremos los que han el pueblo llanero, sin nombres, sin apellidos; y lo ha cantado creado, los que han entregado y han hecho un aporte sustanen unas formas, estructuras armónicas, golpes, zumba que tivo al desarrollo de nuestras músicas y que se han atrevido a zumba, periquera, seis por derecho, que igualmente existen desbrozar, a plantear y a proponer un camino propio, como sin que haya mediado o se conozca un compositor. Mejor diHéctor Paúl Vanegas y Miguel Ángel Martín. Muchas gracias.” cho, hemos cantado, bailado y tocado el pueblo llanero lo que ha compuesto el pueblo llanero; como quien dice, conLos aplausos le dieron la razón. cluyendo, música de autor anónimo y letra del mismo autor. ”Los primeros autores conocidos aparecen con los espectáculos urbanos, como el ‘Alma llanera’, parte de una zarzuela estrenada en 1915, con texto de Rafael Bolívar Coronado y música de Pedro Elías Gutiérrez.

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”En 1950, mientras La Violencia hace sufrir a Colombia, Pérez ”La música deja de ser, de estar en la sabana y se viene a la Jiménez en Venezuela se afianza con su nacionalismo, requi- ciudad, y muchas veces —igual que los llaneros— no sabe riendo de símbolos musicales para el establecimiento de qué hacer en la ciudad. Y se lumpeniza, tanto en el contereferentes comunes. Pérez Jiménez encuentra y usa hasta nido textual, como en la repetición de fórmulas facilistas, el agotamiento a Juan Vicente Torrealba. Con las grabacio- como en la imitación sin consideraciones de modelos exines y presentaciones que se multiplican, hay una profesio- tosos en otros escenarios y regiones. nalización de los cantantes e instrumentistas, y una nece”Podemos seguir haciendo música sin salirnos de lo llanero. sidad de reconocimiento. ¿Qué necesita un cantante para Yo me puedo imaginar un llano sin llaneros, pero lo que no identificarse? Una obra singularizada, con nombre y apellime puedo imaginar es un joropo sin llano, sin tierra, sin sado que afiance su personalidad interpretativa y su escena. bor, sin turpiales, sin cheos, sin toros, sin caballos, no me lo Juan Vicente Torrealba encontró a Germán Fleitas Beroes y imagino. Como compositores debemos reflexionar y hacer Ernesto Luis Rodríguez, autores de la gran mayoría de los todo lo posible —con la ayuda del público que manda— textos que aceptamos comúnmente como de aquel. para que el joropo siga eternamente teniendo llano, por”Aunque el cancionero llanero trató muchas veces de salir- que yo creo lo que dijo un gran poeta: mi verso viene del se de su provincialismo, es sólo hasta 1978, cuando apare- llano y vuelve al llano, mi verso.” ce un disco del maestro Reynaldo Armas, que se demarca una frontera temática y hay una entrada de nuevos asuntos a nuestra música que había estado tan indisolublemente ligada al paisaje llanero. Es ‘A usted’ (‘usted me va a perdonar, si alguna vez la ofendí…’, después reafirmada con: ‘en “Entre Juglares y Joropos” cerró como debía, con un juglar una semicurva del camino…’, con ‘telefonito’), toda una nueque canta y compone, que ha dado no solamente nuevas va escena, que triunfa, que pega. temáticas al joropo, sino que amplió el territorio de nues”Pero lo desafortunado es que no todos los cantantes que tra música y multiplicó su resonancia; alguien que es —en palabras de Isaac Tacha— “nuestro queridísimo amigo, una siguen esa huella tienen la coherencia del maestro Reynaldo en la construcción de melodías, textos y pensamiento; hay columna vertebral de la música llanera, compositor que mucho infortunio en esa corriente que lo sigue e implica la hace cuarenta años se mantiene en primer lugar tanto en Colombia como en Venezuela: Reynaldo Armas…”. urbanización de la música.

Experiencias compositivas de Reynaldo Armas

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Se levanta Reynaldo, se adueña del escenario, de las voluntades y los sentimientos, ya no cantando, sino contando acerca de su oficio como compositor. Un delicioso relato que le confiere nuevas dimensiones a su obra. Su vida es un recuento de canciones y experiencias. Sería imposible siquiera esbozar la historia de más de 400 que ha compuesto en cuarenta años largos de vida artística. Pero se asoma a algunas, como aquella con que comenzaron sus treinta y pico de trabajos discográficos, “Mi primer amor”, inspirada en una enfermera que atiende al muchacho campesino enfermo de bronquitis. El mismo muchacho de siete años al que se le muere el caballo que lo acompaña en andanzas y oficios, después homenajeado en forma magnífica en uno de sus temas más profundamente hermosos, “La muerte del rucio moro”. Razón tiene Reynaldo en agradecerle a Dios “por todas estas bendiciones, que nos permite escribir canciones que llegan al alma de la gente, que nos permite comunicarnos”. Es la experiencia vital la que alimenta la obra de Reynaldo, antes que nada, esa infancia humilde del campo Los Guatacaros, cerca de Santa María de Ipire, en el Guárico, al lado de sus padres Nicasio Armas y Modesta Enguaima; y más tarde en Caño Morocho, cerca de Zaraza, cuando llegaba, escapado, a los bailes para tocar maracas y atreverse a cantar o retar a los copleros. Todo eso lo inspiró y lo inspira. Nos cuenta de sus labores de joven, entre ellas llevar el alimento y la bebida al pariente que manejaba el bulldozer, que iba haciendo un reservorio de agua, modelando un nuevo

paisaje. Recuerda su embeleso de compartir horas del trabajo de la máquina y del esfuerzo de la naturaleza que va ocupando su nuevo escenario, convidada por el espejo del agua. Revive el regreso, adelante en la vida, al mismo sitio, para encontrar que, de ese lugar encantador, se fue la hermosura, “lejos sin decirte adiós”, que “sólo queda en el centro un gemido de dolor”. Y uno encuentra plenamente justificados cada uno de los versos de “Laguna vieja”, y si antes nos gustaba la canción, ahora nos gusta más, porque entendemos cómo nació. Entendimos también lo doloroso que es para un compositor de la talla de Reynaldo que se pueda dudar de la autoría de ese tema tan suyo, de esa experiencia tan honda. Nos relató que uno de los artistas que lo apoyaba a finales de los años setenta, cuando despuntaba su carrera, Rafael Martínez, “El cazador novato”, le sugirió algún pequeño cambio en un verso de “Laguna vieja”. Y años después, sin ninguna otra justificación, cuando la canción se convierte en un clásico, el “Cazador” empieza a proclamarse como autor del tema. De esos absurdos hay bastantes en la música llanera y es lamentable que a veces encuentren ecos propagadores, que no saben cuánto daño hacen. Fue duro eso de abrirse campo al iniciar su carrera. Graba dos sencillos, y luego su primer larga duración en 1976 al que llamo “Yo también quiero cantar”. Va afianzando un estilo particular, pero no acaba de encontrar la forma de llegarle a la gente, pues con esas primeras grabaciones “no pasó nada”.

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El reconocimiento no llega sino hasta 1978, cuando graba La inspiración del poeta, en el que la mayoría de los temas se convierten en éxitos que suenan en toda Venezuela. Reynaldo Armas logra que la música llanera vuelva a ser la protagonista musical en el hermano país con un tratamiento distinto, más romántico, un lenguaje menos criollo, con depurada dicción y melodía, que le llega al público de todas las edades y regiones. De su mano el joropo entra con fuerza en la televisión, en los buenos horarios de las emisoras, en los grandes escenarios. Pronto su éxito se extiende al llano colombiano. Y se afianza con las producciones que siguen, con piezas como “A usted”, “El indio” o “Mi amigo el camino”. Desde entonces las satisfacciones han sido infinitas. Reynaldo se ha ganado todos los premios, fue Grammy Latino en 2013, y se da el lujo de interpretar solamente sus canciones. Con una honrosa excepción: “Carmentea”, como un sentido homenaje para el grande Miguel Ángel Martín. “Critíquenme”, dice Reynaldo, “que yo sigo haciendo, yo sigo escribiendo”. Preferimos que siga componiendo y cantando, para admirarlo.

Epílogo

Me gustó el Joropo Académico. Me gustó porque no fue acartonado, sino conversado y cálido. Se homenajeaba a Miguel Ángel Martín y ahí estaba su esposa, doña Nancy, validando los relatos; oímos el pasaje “Arauca Martín”, y conocimos a su inspiradora, la hija del alma del maestro. Mientras se contaba la vida de Arnulfo Briceño, sonreía “la señora Olivita, la princesa de su vida”. Valió la pena recordar a gente como Alfonso “La Bruja” Perilla, Álvaro Salamanca, o a esa ausente que sigue con nosotros, Silvia Aponte; y abrazar artistas y escritores presentes con el cariño convertido en aplausos. Fue bonito. Los asistentes corregían: “‘Sueño latino’ es de Eladio Tarife, no de Augusto Bracca”; ayudaban: “¿Hugo, cómo se llama la película de Andrés Eloy?”, “¿Rodrigo, se acuerda de Yolima Pérez?”, nombraban los tríos del Villavo de ayer, coreaban, sentían. Qué bueno. Vine, participé, aprendí, gocé. Entendí que la memoria del joropo nos pertenece a todos, y que todos somos juglares por sentir y académicos por saber de nuestra música. Y —mediante Dios— ¡volveré!

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La carpa donde se realizaron las actividades de Joropo AcadĂŠmico en 2018.



Miguel Ă ngel MartĂ­n Homenajeado 50 Torneo Internacional del Joropo


Foto de la pรกgina 6 de El Tiempo (6 de mayo de 1962).


SUEÑO Y OBRA DE MIGUEL ÁNGEL MARTÍN “La FERIA DEL LL ANO será un auténtico certamen nacional”, así, con todo y mayúsculas, titulaba El Tiempo en su edición del 6 de mayo de 1962, al reseñar una mesa redonda, organizada por el Círculo de Periodistas del Meta, donde se discutió el programa de la Primera Feria de Villavicencio. “Después de haberse adoptado las mejores iniciativas, tomó la palabra el destacado compositor Miguel Ángel Martín, pregonero de la música llanera y autor de la famosa canción ‘Carmentea’, actualmente director de Extensión Cultural del Meta, quien informó que dentro del programa de la feria se desarrollará un gran festival de la canción popular. El festival tendrá una organización especial y se realizará en colaboración con una o varias cadenas de emisoras y con la participación de los quinientos o más compositores de canciones y música popular que hay actualmente en el país. La idea del compositor Miguel Ángel Martín tuvo mucha acogida por todos los asistentes (…) El compositor Miguel Ángel Martín, por su parte, dijo que estaba en condiciones de conseguir un premio de 20 mil pesos para el vencedor en el concurso de música nacional, y dos premios más para los que ocupen los lugares siguientes”. No tenía tranqueros Miguel Ángel Martín, pensaba en grande: quinientos compositores, varias emisoras, un disco prensado con las mejores canciones, un premio de veinte mil pesos, cuando el periódico costaba 30 centavos, un gran festival. Así fue, lo hizo. Del 8 al 10 de diciembre de 1962.

Así fue Miguel Ángel Martín. Toda su vida, desde el 24 de mayo de 1932 en Tame, Arauca, hasta el frío 9 de noviembre bogotano de 1994. La música concretaba sus sueños, le ayudaba a realizar los proyectos. La música fue su instrumento; la creación, su manera de luchar. Lleno de ideas, incansable, proponía y hacía. No se quedaba esperando la cosecha, seguía adelante, iba por más. Desbordaba. En 1965 fue por más: creó el Torneo Internacional del Joropo. Acá, en la ciudad de Villavicencio, se celebran, desde el 28 de junio de 2018, las cincuenta ediciones de su creación, los cincuenta triunfos de su esfuerzo. Su retrato dorado multiplica un rostro franco, una mirada llena de determinación, unos sentidos despiertos. El crédito es preciso, no genera dudas: Sueño y obra de Miguel Ángel Martín. El homenaje es hermosa justicia. Sé que las cuentas no dan, pero alguna mezquindad de un dirigente o la cortedad de un funcionario, esas que tanto le dolían a Miguel Ángel, impidió que estuviésemos festejando la edición número 54. No importa, este era el tiempo debido, el concepto, el gusto, el respaldo institucional para celebrar en grande. Para cantarle a Miguel Ángel Martín.

CANTA SI TIENES POR QUÉ

Todo el llano cantó para él. El desfile lo encabezó Walter Silva:

La foto que adornaba aquella nota de prensa también cuenta, allí está él, de corbata, cantando, tocando la guitarra, acompañado por otra guitarra y unas maracas, disputando la atención de los personajes sentados.

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El cantador de mi tierra soñó un día que su joropo remontaría poco a poco de su paisaje a la sierra; y el sueño del cantador


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dejó de ser araucano y se convirtió en el sueño de las melodías del llano.

O sus corridos sabrosos: … en la población de Arauca hay un dicho muy mentao que hace sol en el verano cuando llega un diplomao…

Mil cantores recordaron su obra. Desde un cabrestero que venía desde Venezuela, Vengo cruzando el Arauca con el sol de los venaos buscando a Carmen Teresa que dicen que está en Villao. Hasta las voces femeninas y masculinas que adornaron sus pasajes más bonitos, “Cariño mío”, “Dulce María” y “El yaguazo”. Oye, mi bien, en la mañana lluviosa se escucha el sordo rumor de las gotas al caer. Siento en el alma una extraña sensación que hace a mi corazón dulcemente padecer. Y un grito desesperado en cada copla se aleja buscando que tú lo anides para contarte mi pena.

Todo el llano bailó para él. Gozamos con el montaje espectacular, por parte de Corculla, del show dancístico musical “Carmentea, tú eres la reina”, de Zaperoco. Allí la colorida y vistosa puesta en escena de su poema “El grillo y la chicharra” se entreveró con las versiones de su inmortal “Carmentea”. La tonada contemporánea del principio fue un festín de voces y movimientos. La de Luis Ariel Rey nos hizo vivir ese tiempo de un joropo con botas vaqueras, fustas, pañuelos al cuello y montajes de ballet, creados por los folcloristas del interior del país. “Niño lindo” nos devolvió al joropo criollo: “… flor de la naturaleza / que con un grito se abre / en un momento de dicha / con que soñaron sus padres // como el perfil de las plumas / que tibias visten las aves / eres tú tan delicado / niño lindo, y no lo sabes”. En “El torito pitador”, la voz de Miguel Ángel acompañado de la vieja orquesta de Medellín nos sacó pañuelos blancos del corazón. Fue épico: el escenario lleno de músicos, cantantes y bailarines, luces y sonido, tradición y búsqueda, proyección y fuerza, aplausos, zapateos, un joropo para Colombia, o, mejor, para el mundo entero. Sólo faltó escucharlo, ¿qué diría él de todo esto?

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MIGUEL ÁNGEL MARTÍN

CUANDO SALÍ DE MI TIERRA

Además de sus canciones y poemas, se repasó la vida de Miguel Ángel Martín. Guiados por sus compañeritos — como él decía— de viaje y acompañantes musicales, Hugo Mantilla Trejos, Jorge Navea, Isaac Tacha, Alberto Baquero, conocimos su Tame de antaño, su padre venezolano y boticario, su madre boyacense y bondadosa. Lo supimos hijo consentido, desde que la poliomielitis le impuso en su infancia ese andar de compás de 5/8. Lo oímos aprender a tocar tiple y guitarra, integrar su grupo musical Los Tameños, y componer su primera canción, “Hielo Amargo”, un valse criollo: “Qué triste atardecer aquel de bruma y soledad…”. Compartimos su época de andariego por el llano rumbo a los hatos del padrino Víctor Machado, donde recogió viejos cantos y se inspiró para muchos de sus sabrosos joropos, llenos de picardía sabanera y sabrosura criolla. Un ciego escribía una carta y un mudo se la leía y un sordo estaba escuchando lo que aquel mudo decía… Anduvo, creciendo y aprendiendo, por el llano y por la música. Con los Padilla y Pedro Herrera, con bandolín, cuatro y maracas, grabó, en 1954, en el teatro Santander de Arauca, una zumba que zumba tradicional, “Sangre Llanera”: Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve y diez,

y cuatro que son catorce y dos que son dieciséis… Con Los Tameños montó en 1955 un tema para la reina de los carnavales de Sogamoso y luego, de regreso a Tame, enamorado de una morena araucana, retomó esa melodía para componer “Carmentea”: Cantar del llano, cantar de brisas del río, ay, Carmentea, tu corazón será mío… Desde entonces ese fue el cantar del llano por excelencia. Pero Miguel Ángel no se conformaba con el éxito de su canción, ni podía quedarse quieto, se instaló en Villavicencio en 1959, para seguir construyendo obra y vida. Cumplió a cabalidad la indicación de su copla: Cuando salí de mi tierra me dieron muchos consejos, para que no fuera a hacer el papel de los… zoquetes No lo hizo. Así anduvimos por su vida y por sus cantos. Supimos que le gustaban otros ritmos musicales, y que compuso cumbias, foxtrots y vallenatos. Entendimos que cuando le picó el tábano de la aspiración política, sabía lo que quería el pueblo.

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50 TORNEO INTERNACIONAL DEL JOROPO

Está pidiendo mi pueblo que no se vendan los jueces, que se castigue el delito, que rescatemos la patria que se nos está perdiendo. Por qué no volver a ser el gigante campesino que recoge en la labranza la comida de sus hijos y no volverse un esclavo no dueño de su destino quedándose en las ciudades de corazones tan fríos. Está pidiendo mi pueblo que se respeten los hombres, que se respeten los niños, que se respete la joven que se entregó por cariño. Por qué no volver a ver en la mujer una dama, por qué no volver a ser simplemente un caballero. Cómo no gozar un poco con la ternura y los besos, con un acordeón, un arpa o un tiple serenatero. Está pidiendo mi pueblo que se nos deje ser libres, que no se nos atropelle, que no se engañe más tiempo como engañan a mi pueblo.

No le fue bien. Fue derrotado, pero si el Congreso se perdió de una voz firme, el llano nunca dejó de escucharla. Con un cuatro entre las manos se crece el hijo del pueblo y canta sus alegrías y también sus sufrimientos o tal vez aquel romance que se quedó en el recuerdo… El recorrido fue también por sus grabaciones, las que siguieron al registro con los incipientes equipos de don Pancho Caroprese en el teatro de Arauca. Larga duración como Alegría de vivir con el trío Los Auténticos; o la muy escuchada El cantar del llano (Discos Zeida 2041, infortunadamente sin fecha), con orquesta, referenciada por el maestro Carlos Rojas como un desperdiciado punto de quiebre de la música llanera colombiana, que señalaba un camino diferente al del joropo venezolano. Y Zulma, otro disco de Zeida, con orquesta (¿la misma?), donde sus composiciones alternan con el tema de Gil Arialdo que titula el acetato y un pasaje de Héctor Paúl, “Muchachita de ojos negros”. Mucho más adelante grabó Miguel Ángel Martín y sus joropos; y, acompañado de su queridísimo compañero David Parales, “Carmentea”, para el sello Divensa, la última de sus grabaciones. Aprendimos mucho acerca del maestro, pero, siguiendo su ejemplo de espinar hasta en los elogios, faltó algo, faltó leerlo más, resaltar y difundir su obra escrita, su enciclopédico Del folclor llanero, su picaresco Marcolino Carajón, su

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Miguel Ă ngel MartĂ­n con el conjunto de Los Hermanos Salcedo


50 TORNEO INTERNACIONAL DEL JOROPO

obra periodística de defensa regional en Manguaré. Sé que la cultura del Meta está en muy buenas manos, y por eso estoy seguro de que esa parte de la obra de Miguel Ángel Martín también se dará a conocer. “Villavicencio es cuna de conferencistas” —decía él—, pero más allá de las ponencias, Villavicencio demostró que fue su casa y la tierra de sus amigos. El maestro estuvo presente en las conversaciones que revivieron encuentros y anécdotas. Mientras los artistas lo recreaban con voces e instrumentos, sus alumnos lo evocaban estricto pero sabio, y los amigos hablaban del hombre apasionado, sin medias tintas, decidido a imponer su voluntad y su criterio, pero incondicional en la amistad, risueño en la cercanía, tierno y cariñoso en la intimidad familiar. Villavicencio fue además la tierra de sus luchas fundamentales.

EL TORITO PITADOR

Hoy, cuando el llano es importante en la vida del país. Hoy, que el joropo es parte del paisaje sonoro de Colombia sin disputa ni reserva. Hoy, cuando se disponen comunidades, gobiernos y presupuestos en la ejecución de certámenes y procesos que fortalecen la llaneridad. Hoy, que ganamos Grammys y son los cantos de trabajo de llano patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. Hoy cuesta trabajo imaginar la dificultad, el atraso y la lejanía de esta tierra hace cincuenta años; y es difícil entender lo distante que estaba el joropo del sentimiento de los colombianos.

Ni siquiera en Villavicencio el joropo era la música de mostrar. Era la música del arriero que regaba los ahorros del Camino Real en los amores comprados; la música del ordeñador junto al botalón, no del enamorado al pie de la ventana; la música de la cantina, no del salón; de la memoria, no del atril; era el baile del caney, no del club; el canto del camino de revueltas largas del llano adentro y no el golpeado terrón de las trochas empedradas del cerro. En ese proceso de convertir al joropo en la música de esta ciudad y este departamento fue clave Miguel Ángel Martín. Siempre estuvo, como un toro pitador, pregonando, defendiendo. Fundó festivales y torneos, diseñó símbolos, creó academias, generó actividades, enseñó, luchó. Y, como dijimos al principio, lo que no lograban el martilleo de sus opiniones recalcitrantes, o la eficacia de sus realizaciones, lo alcanzaban sus hermosos temas. Así, entre su terquedad productiva y “Carmentea” o “Reina del amor” o “Maraure”, aseguró la entrada del joropo en los salones y en los sentimientos. No estaba sólo en esa lucha, es cierto, pero era el gallo de más espuela. Joropo caminador tú tienes el gran secreto de andar abriendo caminos por los rumbos del silencio… El maestro no rehuía las polémicas, más bien las buscaba o las generaba. Casó muchas peleas. Se enfrentó con Luis Ariel Rey, con las disqueras, con los políticos, con su jefes en DAINCO, con los músicos no tradicionales (“Un festival

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MIGUEL ÁNGEL MARTÍN

que A go go ni za”, titulaba la crítica que lo alejó definitivamente de su Festival de la Canción), con los poderosos, con los farsantes, con los que vivían de apariencias. El día que yo resucite cuántas cosas podré ver, porque hay tanto vagabundo que se las tira de ser… Siempre fue la ironía su arma preferida, la esgrimía sin miramientos, y no se salvaba ni él. … hay veces que me levanto con el bigote torcío pues me da rabia de ver los reales mal repartíos, los ricos huelen a rico y los pobres a podrío y nosotros los cantores a carapacho llovío… con esa cara de bobo que Dios me ha favorecío ha sido mucha la fruta que sin ganas me he comío…

no se vaya a tomar a despecho, tengo una sola hija y se llama Arauca”, dijo después. Así era, “más arrecho que un pegón”. Pero necesitaba ese temperamento para dar la batalla. Se requería tozudez para empeñarse en la defensa de lo llanero, cuando apenas se reconocía la existencia de lo llanero. Terminó ganando, y, para beneficio de todos, el joropo “se hizo la fiesta pagana / del centauro parrandero”. Todos estamos disfrutando el triunfo de su firmeza. Lo gozamos en el Torneo y en los muchos otros eventos que se desarrollaron después en la cuenca del Orinoco; lo sentimos en el reconocimiento nacional del joropo como nuestro lenguaje; sabemos de su trascendencia al comprobar la gran participación de la juventud en cada escenario y su disfrute como público; y prolongamos ese legado con la creación de nuevos temas, con la búsqueda de posibilidades musicales y escénicas, y con la conquista de nuevos territorios y oyentes. El Torneo fue la mejor manera de darle las gracias y expresarle que su esfuerzo no fue en vano.

SI TÚ QUIERES QUE TE ESCRIBA

Lo vi por vez primera en Yopal, en un simposio de Historia de los Llanos, en 1990. Lo recuerdo levantándose, de cuerpo y de voz, a afirmar sin permitir réplica que Guadalupe Salcedo, su amigo, no había jamás aceptado órdenes de comandante alguno. “No quiero aparentar que soy un regionalista sagrado, y para que

El llano entero, esta inmensidad que se asoma por la ventana de Villavicencio, también le correspondió al maestro.

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Si tú quieres que te escriba mándame tinta y plumero porque la pluma que tengo es de alcaraván playero…


Miguel Ángel Martín con otra leyenda de la música colombiana, Rafael Escalona.


MIGUEL ÁNGEL MARTÍN

Acostumbran los junios y julios aguar las fiestas; esta vez se contuvieron, apenas si refrescaron un poco. La luna se unió al homenaje, llenó la noche del 28 de junio, y las siguientes.

Mientras en las calles repletas de música volvía a pedir el maestro:

Salió la luna canta el llanero cuando la noche se llena de inspiración… Tiembla el estero lleno de luna y tras la brisa va llevando una canción… Los amaneceres volvieron a encantarse… se escucha un canto a lo lejos y allá sobre el horizonte ya viene saliendo el sol las garzas madrugadoras tejen un manto viviente de un bello multicolor…

Dale al guitarrón lo quiero escuchar, dame el guitarrón que quiero tocar… Cerca, al oído de sus compinches, resonaban sus consejos. Mañana cuando se vayan de este mundo tan sufrío cuánto se remorderán por no haberse divertío…

Y en este florido balcón serenatero que es la capital del Meta, la noche oía… … eres la lira de sutiles melodías que alegre lleva la llanura entre sus alas… Más lejos, desde el horizonte verde-enigmático de la selva, resonó un enamoramiento oscurecido por la manigua, ahogado por aguas embravecidas. Así cabuca eres tú una luciérnaga esquiva

que en el raudal de mi vida brotas como el Carurú…

EL ACORDE INFINITO

Ya nos vamos. Se acaba el Torneo. Se calla. Cada quien debe regresar a su casa, a su oficina, a la rutina a veces opaca de las labores diarias, o al reto de mejorar siempre. En la Gobernación del Meta entre informes y evaluaciones, se empiezan a redactar estas memorias, y se comienza a pensar, ya, en el próximo evento. En Tauramena folcloristas y familiares esperan a sus paisanos participantes y ganadores de los 50 años, para homenajearlos con un parrando. Otros emprenden el largo viaje a Arauca, bordeando llano, o el más largo hacia Venezuela, la patria lejana. Los residentes

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en Bogotá se toman la foto del estribo esperanzados en que el tráfico fluya. En Villavicencio la comunidad del tinto en Los Centauros emprende la revisión cómica del evento, inventa cuentos, adorna historias. Por las academias se reprochan o confirman los veredictos. Constantino Castelblanco mira sus fotografías, desecha, elige. Cantantes y grupos se excusan para volver a los ensayos. La reina se quita la corona. Los joroperos descansan. Cada uno ordena sus recuerdos, repasa su experiencia, escoge —para guardarse por siempre— un momento, un gesto, una mirada, un verso… Imagino a las orgullosas albaceas del legado inconmensurable del maestro, doña Nancy Castañeda de Martín, su esposa, y Arauca Martín Castañeda, su hija, en su hogar, aún encandiladas con el reverdecer de tantos recuerdos. Las pienso saboreando la nostalgia feliz de haber acompañado el homenaje merecido a su amado Miguel Ángel, a su único y cercano Miguel Ángel Martín Salazar. Quisiera saber cuál es el verso que llevan siempre en el alma. Supongo —tal vez, por supuesto, me engañe— que su hija tararea: Arauca Martín ondular del río Arauca precioso río que le regaló su nombre; flor de los llanos que nació en Villavicencio y va aromando la pradera bendecida, es por eso que la bautizaron Arauca, es por eso el orgullo de llamarse Arauca…

¿Cuáles de los versos de su querido esposo serán los favoritos de doña Nancy? No pude preguntarlo. (¿Me diría, “no supe qué responderle / se me quebró la palabra”?). Quizás él dijo cuándo se conocieron: … las horas iban pasando sin sentirlas que pasaban y yo la miraba a ella y ella también me miraba… Quizás él le canto al despedirse: … para llevarla conmigo como una dulce esperanza como el acorde infinito que yo busco en la guitarra… No podré adivinar. Debo irme. Ahora sí la lluvia golpea con fuerza las calles de Villavicencio, escurre en las ventanas, solloza en una valla del Torneo, donde el rostro dorado sigue brillando y se lee de corrido ¡Sueño y obra de Miguel Ángel Martín!

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Entrega de la constancia del homenaje que se le rindiĂł a Miguel Ă ngel MartĂ­n, a su familia, por parte de la gobernadora Marcela Amaya, durante el Torneo Internacional del Joropo.



Conciertos llaneros y artistas invitados especiales


La Rondalla Llanera de Villavicencio


EL REGRESO DE LA RONDALLA LLANERA DE VILLAVICENCIO “Ay, mi llanura”, “Amalia Rosa”, “Sentimiento apureño”, Y, otros veinte años después, El Tiempo reseñó la vuelta al “Chaparralito llanero” y, por supuesto, la inmortal “Carmentea” escenario de esta agrupación en 2018, con ocasión del 50 de los compositores Arnulfo Briceño, Augusto Bracca y Miguel Torneo Internacional del Joropo, y luego de la gestión emÁngel Martín son sólo algunos de los temas grabados e in- prendida desde la Gobernación del Meta para reunir a los de terpretados por la Rondalla Llanera de Villavicencio. Esta le- antaño y a los de ahora. Luego de tantos años desarrollangendaria agrupación de voces y guitarras nació en 1964 con do una importante y representativa labor musical, del grupo inicial estaban Gustavo Morales, Jairo Pérez, Franssineth 20 músicos en su nómina, y fue patrocinada por la marca de cerveza Dorada: de ahí su nombre inicial, Cantores Llaneros Rincón y Abelardo Gordón y, entre las caras nuevas, estade Dorada. Fue en su momento una agrupación de corta e ban Abdón Carreño, Darío Marín, Franklin Arias Rondón intermitente vida, pero de gran renombre a nivel nacional. “Chirivico”, Manuel Sánchez y Antonio Tobón. El 4 de septiembre de 1998 el periódico El Tiempo resal- La Rondalla Llanera de Villavicencio con joropo de guitarras tó, a propósito de la reaparición de este grupo después de se presentó el viernes 29 de junio a las nueve de la noche en más de 20 años, que se volvieron a reunir 15 de sus 20 in- el Coliseo de Eventos del parque Las Malocas, interpretantegrantes iniciales, entre los que estaban Hernán Quintero, do temas como “Flor de verano” de Héctor Paul Vanegas, Jairo Pérez, Jaime Roncancio, Eustacio Rozo, Raúl Delgado, “Zulma” de Gil Arialdo Rey, “Dulce María”, “Paisaje matiIsmael Cabrera, Orlando Tobón, Ignacio Meza, J. J. Echenique, nal”, “El palmar” y “Carmentea” del maestro Miguel Ángel Olegario Cárdenas Pulgarín, Miguel Molina, Dagoberto Martín, el gran homenajeado en el 50 Torneo Internacional Rodríguez, Manuel J. Larroche, Alberto Curbelo y, claro, del Joropo. Franssineth Rincón. Esta agrupación, que había surgido en ¡Larga vida y éxitos para nuestra Rondalla Llanera de 1967, se disolvería en 1971, año en que realizaron una preVillavicencio! sentación en los Juegos Panamericanos de Cali.

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Dumar Aljure.


COLOMBIANOS FORJADOS EN EL TORNEO INTERNACIONAL DEL JOROPO Se forja un escudo o una espada en la fragua, pero también se forjan grandes artistas, se van tallando y modelando sus talentos en los grandes festivales de música del mundo. Y aquí, en el Meta, en el Torneo Internacional del Joropo, durante medio siglo se han forjado importantes músicos, bailarines, cantantes y compositores. Es la mejor plataforma de la música llanera, donde brillan los más talentosos y vuelan lejos los ya reconocidos. El concierto de los colombianos forjados en el Torneo se realizó el 28 de junio y buscó destacar las grandes voces de la música llanera colombiana, figuras consagradas en diversos momentos en el marco del Torneo Internacional del Joropo, como Wilton Gámez, Joseíto Oviedo, Dumar Aljure, Javier Manchego y Aries Vigoth. Es de destacar la participación de Dumar Aljure, por el trabajo de documentación e interpretación de la música del maestro Miguel Ángel Martín. En el homenaje que en esta ocasión le dedicó, llevó a la escena una criolla organología de la época, tomando como base el furruco, el violín, la mandolina, el bandolón, la bandola y la infaltable arpa con su grupo Copla Güireña. Con este formato deleitó a los asistentes con “todos los palos”, para sorprender luego con un potpurrí de canciones que él llamó “entreverao miguelero”, compuesto por piezas como “Dulce María”, “Paisaje matinal”, “Cucaracherito”, “Carmentea”, “Chispitero” y el “Torito pitador” de “ese gran maestro que abrió la trocha, pa’ que muchos de nosotros siguiéramos por ahí…” (dijo el Dumar emocionado ese día, al público asistente, cerrando la primera parte).

La noche siguió y los diapasones acompañaron una vez más su voz. Imposible no resaltar la canción de su autoría con la que dio inicio a la segunda parte del concierto acompañado de la bandola, “El taparito” (ganadora en la modalidad de pasaje inédito en la versión XV del Torneo Internacional del Joropo en 1981, en la voz de Alberto Curvelo). Luego lanzó un grito, consultó al público, arengó a los bailadores y reventó en el bandolón de Chirivico un recio joropo: “Dumar Aljure en el cielo”. Enseguida hizo un llamado a otro de los instrumentos mayores de ese joropo criollo, tan sabroso, a veces tan olvidado, pero que aquí en el Torneo sigue teniendo su lugar. Y mientras el violín llevaba la melodía de un golpe, entraba cantando Dumar a la escena “buscando una muchacha”, y la muchachada lo aplaudía. Los sonidos de esta instrumentación evocan un llano que tiende a desaparecer, uno que se pierde y revive cada tanto en el verso de los copleros, una caballeriza, un centro de sabana, el rumor del humo, unos guamos que empiezan a arder mientras los hombres arreglan la carne sobre la cama de hojas de palma. “El siguiente tema es dedicado a todo aquel que tiene un tuche más cortico que el otro”, comentó Dumar de repente y la gente estalló en risas, y luego sonó “El renco”. Sin esperar mucho, la mandolina de Cúrvelo acompañó un joropito “de esos que engrifan, de esos que lo sacan a uno a bailar”, como diría Arialdo Chaquea; y retumbó “El libertino”, porque “aquí el que llega no estorba ni el que se marcha hace falta…” y “… el día que Aljure esté triste ese día el mundo se acaba…”.

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50 TORNEO INTERNACIONAL DEL JOROPO

Y llegó el momento de la cirrampla acompañando las coplas tradicionales, esas que se escuchaban antiguamente en los fundos llaneros, en la Tauramena natal de Dumar. Le llegó el turno a Luna Estefanía Reyes, la voz femenina del grupo, cantando una tonada de ordeño para seguir con los cuereos del arpa de un recio carnaval, justo antes de que Dumar volviera con su “Catira casanareña”, con la bandola, con el grupo Copla Güireña, animando al público, trochando una vez más la canta criolla. Dumar Aljure es un llanero tauramenero, nacido en 1953, que nunca ha dejado sus cotizas y su forma sencilla, enérgica y directa de ser. En el 50 Torneo Internacional del Joropo puso en escena un formato tradicional, basado en los diapasones propios de su Tauramena natal y del piedemonte casanareño, que también caracterizan y dan una personalidad única a su música, a través del guitarro, el bandolón, el bandolín, la bandola, la mandolina, el violín, el furruco y la cirrampla, acompañados esta vez con el contrabajo. La gente lo conoce como el compositor de “Catira casanareña”, y también como quien la grabó por primera vez y la dio a conocer; sin embargo esto no sería así, de acuerdo con los relatos de Prisciliano Gutiérrez, entre otros. Lo que explica su cercanía con el poco conocido, pero gran compositor sanmartinero Manuel “Chicuaco” Torres, de quien el maestro Dumar ha grabado varios temas, entre ellos el famoso “Burro mohíno”. Alguna vez en unas fiestas de Cumaral, por allá en 1976, fueron a tocar Dumar Aljure y Prisciliano Gutiérrez con Chucho

Santos en el arpa. Luego de tocar decidieron viajar a Bogotá porque tenían una cita para grabar el sencillo “Catira casanareña”. Hicieron la grabación en un estudio del cual ya no existe información, pero luego de hacer el registro fonográfico no contaron con los recursos suficientes para pagar el resto del proceso y tuvieron que volver y esperar hasta conseguir el dinero para terminar la grabación. No fue en la voz de Dumar Aljure que se grabó por primera vez “Catira casanareña”, sino en la de Manuel “Chicuaco” Torres. En esa primera grabación no hizo parte la bandola de Quinitiva, sino el arpa de Emilio Nieves, además del cuatro de Gustavo Morales, las maracas de Prisciliano Gutiérrez y el bajo de Miguelito Molina. Estos hechos se van diluyendo en la memoria de sus protagonistas, porque luego de seis meses regresaron a la casa disquera a pagar el prensaje y se llevaron la sorpresa de que esta había desaparecido y con ella el registro fonográfico. Con el transcurso del tiempo deciden hacer una nueva grabación, pero ya no con el arpa de Emilio Nieves sino con el sonido de la bandola de Luis Quinitiva. Tras varios días de ensayos de los temas y la no llegada de Manuel Torres, sería el mismo Dumar Aljure quien grabaría la canción de su autoría. Esta es la versión que el público conoce con el cuatro de Hernando Herrera, la bandola de Luis Quinitiva, el bajo de Miguelito Molina y las maracas de Hugo Devia. El producto final es un acetato de 45 r. p. m., bajo el sello de Producciones Casanare; “Catira casanareña” en el lado B y “Llano tierra inolvidable” en el lado A. Es el primer disco que se grabó con bandola llanera.

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CONCIERTOS LLANEROS

Muchas fueron las hazañas y personas que tuvieron que ver para que este disco viese la luz. Según varios relatos, Dumar vendió la vaca que tenía, Prisciliano vendió una máquina industrial y así se fueron sumando, felizmente, más esfuerzos compartidos y hasta dineros prestados, entre ellos el de la familia Usme Andrade. Muchos, como Alejandro López (q. e. p. d.) en su inmortal estudio de Barquisimeto (Venezuela) y creador del sonido característico del joropo en la discografía llanera, han afirmado que la manera como canta un llanero está reflejada en el estilo de Dumar Aljure, porque representa la forma de cantar del llanero campesino, y ese es uno de los más grandes valores de su arte: un joropo y una voz amarrada a la tierra, aquel que no se hace para un tablado o un auditorio. Dumar Aljure es entonces fundamental porque representa una sociedad, un modo de vida, un oficio y una organología tradicional propia del joropo del piedemonte casanareño y “del joropo colombiano que está caracterizado en su origen, especialmente, por ser de diapasones, a diferencia del joropo venezolano, que está caracterizado, especialmente, por ser un joropo de arpas”, afirma Darío Robayo. Dumar Aljure cerró su concierto con “Catira casanareña”, galardonada con un Disco de Oro por récord de ventas, canción que después de más de cuatro décadas de haber sido grabada se mantiene como una de las clásicas de la música llanera. ¡Gracias, Dumar Aljure Rivas, por preservar las raíces del joropo! ¡Y que siga trochando el llano con su canta!

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Uno de los grupos participantes en las tarimas alternas


LA RONDALLA VENEZOLANA, POR PRIMERA VEZ EN EL TORNEO INTERNACIONAL DEL JOROPO Para hablar sobre la trascendencia de La Rondalla Venezolana, patrimonio cultural de la nación, nadie mejor que el locutor, productor musical y conductor de programas de la radio llanera Jairo Solano Sarmiento, quien recuerda que la primera noticia en el Meta sobre La Rondalla Venezolana es de 1973, “por la misma época en que nace el programa radial Así es mi Tierra en La Voz del Llano, a través del primer LP, que incluye el bolero ‘Motivos’ y otras canciones populares como valses venezolanos, muy románticas, pero no recuerdo que el disco incluyera canciones llaneras”. ¿Por qué La Rondalla Venezolana no había sido invitada antes al Torneo Internacional del Joropo, si ha grabado con artistas tan destacados de la música llanera como, entre otros, Mario Suárez, Alfredo Sadel, Simón Díaz, las hermanas Rosa Virginia y María Teresa Chacín, Reyna Lucero, Enrique Rivas, Magdalena Sánchez y Adilia Castillo? Jairo “El Topo” nos cuenta sobre La Rondalla Venezolana: “Su director y fundador, Luis Enrique Arismendi, hoy se siente muy orgulloso porque es patrimonio cultural de Venezuela, y por haber compartido escenario con Plácido Domingo, Juan Gabriel, Celia Cruz, Pedro Infante y Javier Solís, entre otros artistas universales”. Ahora su orgullo se agiganta, porque fueron elegidos como la agrupación invitada especial al 50 Torneo Internacional del Joropo de Villavicencio.

El pueblo villavicense y los asistentes al coliseo de eventos del Parque Las Malocas no bailaron, pero disfrutaron con la música de La Rondalla Venezolana, una propuesta musical en formato vocal instrumental ampliado, con voces al unísono, en interpretaciones recreadas y estilizadas del cancionero musical venezolano. Luego a La Rondalla se sumaron las voces de Annaé Torrealba, “La Orquídea Torrealbera” — interpretando un popurrí torrealbero, “La potranca zaina”, y el “Concierto en la llanura”, joropo estilizado creado por el maestro Juan Vicente Torrealba en los años sesenta—, y Teo Galíndez, “El Ruiseñor de Venezuela” —con sus éxitos “Dos mujeres en mi vida” y “El secreto”—. Los aplausos no se hicieron esperar. Un detalle muy destacable lo constituyó el regalo que La Rondalla Venezolana les entregó a los villavicenses en la versión 50 del Torneo Internacional del Joropo, la canción “Villavicencio”, compuesta por uno de sus integrantes, el maestro Gustavo Figarella, que también hizo el arreglo. Fue interpretada magistralmente y tocó las fibras tanto de los asistentes al coliseo de eventos del Parque Las Malocas en la noche del 30 de junio como de los que acudieron a la Catedral de Villavicencio el 1 de julio a acompañar los actos conmemorativos del 58 aniversario del departamento del Meta.

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50 TORNEO INTERNACIONAL DEL JOROPO

Villavicencio

en honor a un patriota ecuatoriano, hermano de esta tierra, que su nombre llevó.

Letra, música y arreglos: Gustavo Figarella Villavicencio, puerta de los llanos, nuestro pueblo hermano, del Meta capital, los arahuacos, achaguas y guahibos, yarumos y los guamos, te vieron despertar,

La Rondalla está orgullosa en visitarte homenaje que sale del corazón y te ofrezco como buen venezolano un abrazo de hermano convertido en canción.

por los años mil setecientos cuarenta en la hacienda del Apiay todo nació. Los guayupes y vecinos levantaron todo este hermoso pueblo, bendecido por Dios.

*** Tierra llanera de toros y caballos donde nacen centauros, dedico mi cantar, tierra del tinto, producto del cafeto donde los cantos recios te dejan su soñar.

La Rondalla está orgullosa en visitarte, homenaje que sale del corazón, y te ofrezco como buen venezolano un abrazo de hermano convertido en canción.

Eres magia de belleza campesina un pasaje hecho para enamorar donde abrazan las llanuras a las cimas, mi Villavo querido, te quiero celebrar.

*** Hermoso pueblo, de joropo en tus venas, naciste de un poema, un tañer y un cantar, eres pionero de las fiestas llaneras, de arpa, cuatro y maracas se escucha el repicar.

La Rondalla está orgullosa en visitarte, homenaje que sale del corazón y te ofrezco como buen venezolano un abrazo de hermano convertido en canción (bis x 2)

En el año mil ochocientos cincuenta Villavicencio esta aldea se bautizó

Villavicencio.

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CONCIERTOS LLANEROS

También se presentó la Rondalla Llanera de Villavicencio, fundada por Juan Nepomuceno Mojica en 1967, le recordó al pueblo villavicense el joropo provinciano de guitarras, al estilo de los tríos Los Galanes y Los Auténticos, el joropo del Meta muy sonado entre 1960 y 1980, como aún Jairo lo recuerda.

Conciertos Joropo y Folclor, en homenaje a Miguel Ángel Martín

Los conciertos en los escenarios alternos se realizaron en varios puntos de Villavicencio desde el 28 de junio, durante tres días; así, se quiso revivir la céntrica plazoleta Los Centauros, que fue el principal escenario en los inicios del Torneo Internacional del Joropo. Y, entre otros espacios, se dispuso una tarima en el Centro Comercial Viva Villavicencio, que permitió al público disfrutar de su majestad el joropo y al tiempo reunir muchos grupos de música llanera, artistas solistas, grupos de danza y presentadores, entre otros. De eso se trataba, de mostrar el amplio abanico del talento

regional. Fueron 840 oportunidades laborales que generó el evento en su versión 50, un récord si se compara con otros festivales de música tradicional en Colombia. El director del Instituto Departamental de Cultura del Meta, Luis Horacio Vasco, en el balance de la versión 50 del Torneo, manifestó: “Se contrataron 33 presentadores, quienes al igual que los artistas se presentaron en la tarima principal del Coliseo de Eventos y en el área del Manduqueo del Parque Las Malocas, así como en las tarimas alternas en el Centro Comercial Viva Villavicencio, la Plazoleta Los Centauros y en la avenida 40 para el Gran Parrando Llanero de cierre del 18 Joropódromo. Igualmente, se contó con el apoyo logístico de 129 personas para tarimas alternas, hoteles, transporte y monitores del Joropódromo”. El 50 Torneo logró un éxito sin precedentes en su historia, una convocatoria y afluencia de público muy significativa alrededor del joropo; se superaron todas las expectativas, lo que será tenido en cuenta en la planeación de las siguientes versiones del Torneo y así se siga consolidando el joropo y convocando a cada vez más personas, artistas y público.

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Actos Conmemorativos 58 aniversario del departamento del Meta


Annaé Torrealba, “La Orquídea Torrealbera”


Teo Galíndez, “El Ruiseñor de Venezuela”


Dumar Aljure

Hugo Mantilla

Teófilo Galíndez

Diego Alejandro Hernández

Diego Fernando Rojas Parra

Camilo Montoya


Mauricio Vélez

Óscar Pabón

Gildardo Cruz

Johana Carmelina Caicedo Rodríguez


Foto parte superior: Franssineth Rincรณn, director de La Rondalla Llanera de Villavicencio. Foto parte inferior: Luis Enrique Arismendi, director de La Rondalla Venezolana.


ACTOS CONMEMORATIVOS 58 ANIVERSARIO DEL DEPARTAMENTO DEL META El 1 de julio de 2018 se conmemoró el quincuagésimo octavo aniversario del departamento del Meta. En el acto protocolario, presidido por monseñor Óscar Urbina Ortega, arzobispo de Villavicencio, se cantó un Te deum en la Catedral de Villavicencio Nuestra Señora del Carmen y se condecoraron distintas personalidades. Asimismo, se disfrutó el concierto “Colombia y Venezuela le cantan al Meta” con La Rondalla Venezolana y las voces de Annaé Torrealba, Teo Galíndez y Catalina Briceño.

En este aniversario, y con ocasión de la realización del 50 Torneo Internacional del Joropo, la gobernadora Marcela Amaya exaltó a hombres y mujeres que han engrandecido y exaltado el joropo, la cultura llanera y el deporte del Meta, y han ayudado a construir la paz en su territorio.

NOMBRE

CARGO

CONDECORACIÓN

Francesc Claret

Jefe de la Oficina Regional en Villavicencio, Misión de Verificación de la ONU en Colombia

Gran Orden El Centauro, Grado Gran Oficial

Alberto Baquero Nariño

Historiador

Gran Orden El Centauro, Grado Comendador

Hugo Mantilla Trejos

Historiador

Gran Orden El Centauro, Grado Comendador

Carlos César Ortegón Castro

Escritor, investigador y compositor

Gran Orden El Centauro, Grado Oficial

Elías Pardo García

Divulgador del folclor

Gran Orden El Centauro, Grado Oficial

América Rey Sierra

Gestora cultural

Gran Orden El Centauro, Grado Oficial

Darío Robayo Sanabria

Músico y arpista

Gran Orden El Centauro, Grado Oficial

Diego Fernando Rojas Parra

Gestor cultural

Gran Orden El Centauro, Grado Oficial

Johana Carmelina Caicedo Rodríguez

Música profesional, productora audiovisual, compositora y actriz

El Centauro, categoría Oro

Gildardo Cruz Arias

Músico, docente e investigador

El Centauro, categoría Oro

139


50 TORNEO INTERNACIONAL DEL JOROPO

Francesc Claret

Alberto Baquero

NOMBRE

CARGO

CONDECORACIÓN

Teófilo “Teo” Galíndez

Cantautor llanero

El Centauro, categoría Oro

Diego Alejandro Hernández Ramírez

Músico e ingeniero de sonido

El Centauro, categoría Oro

María Victoria Hernández Serna

Actriz

El Centauro, categoría Oro

Eulalia Ladino de Molina

Compositora

El Centauro, categoría Oro

Fernando Lizarazo Galiano

Músico y arpista

El Centauro, categoría Oro.

Jair Marín Montoya

Profesor de baloncesto

El Centauro, categoría Oro

Marilym Monroy de Vanegas

Música y gestora cultural

El Centauro, categoría Oro

Camilo Montoya Velásquez

Gerente Regional en el Meta del Programa de Tierras y Desarrollo Rural de USAID

El Centauro, categoría Oro

Óscar Pabón Monroy

Historiador

El Centauro, categoría Oro

David Parales Bello

Músico y arpista llanero

El Centauro, categoría Oro

José de Jesús Pedroza

Instructor de danza llanera y gestor cultural

El Centauro, categoría Oro

Dumar Aljure Rivas Daza

Cantautor llanero

El Centauro, categoría Oro

Walter Silva

Cantautor llanero

El Centauro, categoría Oro

Jhon Harby Ubaque

Músico, compositor, guitarrista y productor musical

El Centauro, categoría Oro

Mauricio Vélez Zuluaga

Actor

El Centauro, categoría Oro

La Rondalla Venezolana, patrimonio cultural de la nación

Agrupación musical de voces y guitarras

El Centauro, categoría Oro

Rondalla Llanera de Villavicencio

Agrupación musical de voces y guitarras

El Centauro, categoría Oro

140

América Rey


ACTOS CONMEMORATIVOS 58 ANIVERSARIO DEL DEPARTAMENTO DEL META.

Elías Pardo García

Dario Robayo

Francesc Claret

América Rey Sierra

Alberto Baquero Nariño

Darío Robayo Sanabria

Abanderado y comprometido con la construcción de la paz Es Directora Ejecutiva de la Corporación Cultural Llanera en el departamento del Meta y en Colombia, y parte del “Luis Ariel & Gil Arialdo Rey Roa”. Ha tenido una participaequipo de verificación de las condiciones de reincorpora- ción notoria en el desarrollo de programas y proyectos para ción y garantías de seguridad previstas en el Acuerdo de la investigación, difusión y formación de una nueva generación de artistas de folclor llanero. Paz entre el gobierno de Colombia y las FARC.

Presidente de la Academia de Historia del Meta, historiador, investigador y escritor, quien se ha destacado por su valiosa dedicación y compromiso con el folclor y la cultura llanera.

Hugo Mantilla Trejos

Historiador, folclorista, compositor, investigador y escritor araucano. Desde la creación del Torneo Internacional del Joropo ha estado vinculado al evento como concursante, jurado calificador y conferencista, haciendo aportes fundamentales que han contribuido a consolidarlo como el encuentro más importante de la música llanera colombo-venezolana.

Elías Pardo García

Notable por su alto compromiso formativo y gestión cultural, ha alcanzado impactantes logros, como la enseñanza del baile del joropo en todas las escuelas del Meta y la promoción del programa “1.000 niños le cantan al llano”, que abrió el Festival de la Canción Colombiana.

Este hijo de Cumaral (Meta), destacado músico y arpista llanero, ha desempeñado un papel sobresaliente durante la historia del Torneo Internacional del Joropo, que ganó en los años de 1981 y 1982 en la categoría de “Mejor Conjunto Llanero” (versiones 15 y 16 del Torneo, respectivamente), y donde ha participado como invitado especial, jurado y panelista de las jornadas del Joropo Académico.

Diego Fernando Rojas Parra

Es el Director Ejecutivo de la Corporación Cultural Danza, Arte y Tradición (DANZAT). Gracias a su esfuerzo y dedicación de más de dos décadas, se ha consolidado la promoción de la cultura llanera en el país y en el exterior.

Johanna Carmelina Caicedo

Hija del departamento del Meta, es música, productora audiovisual, compositora y actriz integrante de elencos en series de canales nacionales de la televisión colombiana. Participó

141


50 TORNEO INTERNACIONAL DEL JOROPO

Carlos “Cachi” Ortegón

Jair Marín

como compositora en el álbum discográfico Ilusión del cantante colombiano Fonseca, ganador del Grammy Latino en la categoría Mejor Álbum Tropical Fusión en 2012. Asimismo compuso la música para la novela Cinco viudas sueltas, nominada a los Premios India Catalina en 2014 como Mejor Banda Sonora/Tema Musical. Representó a Carmentea en la serie Tu corazón será mío, del Canal Trece de la televisión colombiana, basada en la vida de Carmen Teresa Aguirre, musa inspiradora del maestro Miguel Ángel Martín en la composición “Carmentea”, himno de la música llanera colombiana.

Carlos César Ortegón Castro

Casanareño, escritor e investigador sobre la cultura y las tradiciones del llano, y compositor de música llanera. En la historia del Torneo Internacional del Joropo, ha tenido una trayectoria destacada como concursante, invitado especial, jurado calificador y panelista en las jornadas del Joropo Académico. Ha ganado cinco versiones del Torneo Internacional del Joropo en el Concurso Obras Inéditas de música llanera en las modalidades de Golpe y Poema.

Gildardo Cruz Arias

Es un valioso coplero, músico, docente e investigador de la tradición musical y literaria de los llanos, vinculado estrechamente a la historia del Torneo Internacional del Joropo. Fue creador y director de la Escuela Infantil de Bandola del

Marilym Monroy de Vanegas

Instituto Departamental de Cultura del Meta y es un referente obligado en los temas de la copla y el contrapunteo.

Teófilo “Teo” Galíndez

Cantautor nacido en Tinaquillo, en el estado Cojedes (Venezuela), uno de los grandes exponentes de la música llanera colombo-venezolana, con una carrera profesional de más de tres décadas de ejercicio musical y de composición, con veintiocho álbumes discográficos, ocho de ellos producidos en Colombia. Ha grabado temas de grandes compositores colombianos de música llanera y las obras más exitosas de los maestros Miguel Ángel Martín, Rafael Martínez “El Cazador Novato”, Carlos “Cachi” Ortegón, Oswaldo Bracho, Dumar Aljure Rivas y Alberto Cúrvelo, entre otros. Ha participado como concursante y artista invitado especial durante la historia del Torneo Internacional del Joropo, y goza del cariño y la admiración del público de la música llanera en Colombia y Venezuela.

Diego Alejandro Hernández Ramírez

Hijo de Villavicencio (Meta), es Ingeniero de Sonido y Músico Profesional, con irreprochables trabajos discográficos para un sinnúmero de artistas de la música llanera de Colombia y Venezuela, entre ellos Walter Silva, Orlando “Cholo”, Reynaldo Armas, Jhon Onofre y Luis Silva. Participa desde 1998 en el Torneo Internacional del Joropo como concursante en las modalidades de “Conjunto Llanero Tradicional” y “Maraquero”.

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ACTOS CONMEMORATIVOS 58 ANIVERSARIO DEL DEPARTAMENTO DEL META.

Fernando Lizarazo

Eulalia de Molina

María Victoria Hernández Serna

Hija de San Martín (Meta), es una de las más acreditadas actrices de Colombia. Ha participado en diez películas, entre ellas Moría, por la que fue nominada a los Premios Macondo (de la Academia Colombiana de Cine) a Mejor Actriz en 2016. También ha participado en al menos veinte series y telenovelas con productoras colombianas y extranjeras y diversas obras de teatro con diferentes compañías.

Eulalia Ladino de Molina

Esta compositora llanera ha consolidado una obra sobresaliente a lo largo de la historia del Torneo Internacional del Joropo. Es una representante esencial de la creación literaria y musical en el departamento del Meta, y se ha ganado el respeto y aprecio de la comunidad.

Fernando Lizarazo Galiano

Hijo de Villavicencio, es un consagrado arpista, fundador y director de Alma Llanera, agrupación pionera de la música llanera con arpa en el departamento del Meta. Ha estado vinculado a la historia del Torneo Internacional del Joropo y tiene una meritoria carrera profesional como músico y en la enseñanza del arpa.

Jair Marín Montoya

su alto sentido de pertenencia y compromiso con el equipo llanero femenino, cuyas integrantes hicieron parte de la Selección Colombia.

Marilym Monroy de Vanegas

Es cantante e intérprete de guitarra. Ha sobresalido en el departamento del Meta por su exitosa gestión, administración y ejecución de proyectos socioculturales, así como en la dinamización y animación de procesos sociales para el desarrollo humano.

Camilo Montoya Velásquez

Abanderado de la inclusión, la equidad y la paz territorial. Con su trabajo e iniciativa ha impulsado la conformación de alianzas público-privadas para la producción de leche, cacao y plátano en el departamento del Meta, abriendo las puertas a pequeños y medianos productores, especialmente a víctimas del conflicto armado.

Óscar Alfonso Pabón Monroy

Comunicador social, catedrático y asesor cultural. Ha desarrollado una exitosa carrera como investigador de la historia y de la cultura llanera, demostrando excepcionales calidades humanas e intelectuales y contribuyendo con el desarrollo cultural del departamento del Meta.

Su trayectoria como entrenador de baloncesto, con importantes logros como técnico nacional, reconocido por

143


50 TORNEO INTERNACIONAL DEL JOROPO

David Parales

José de Jesús Pedroza.

David Parales Bello

Hijo del departamento de Arauca, músico y arpista llanero, fundador y director del legendario conjunto Los Copleros del Arauca, pionero de la música llanera con arpa, de la Academia de Música del Meta y del Torneo Internacional del Joropo. Se consagró ganador como arpista estilizado en el Torneo Internacional del Joropo, y durante la historia de este evento ha actuado como invitado especial, jurado calificador y panelista en las jornadas del Joropo Académico.

José de Jesús Pedroza

Es instructor de danzas nacionales. Se le reconoce su valiosa contribución y aporte a la cultura llanera y a la formación de los jóvenes de Villavicencio y del departamento, promoviendo el folclor a lo largo y ancho del país.

Dumar Aljure Rivas Daza

Casanareño de Tauramena, es el cantador llanero del joropo tradicional, con destacadas participaciones como concursante y artista invitado especial en el Torneo Internacional del Joropo. Compositor de “El Taparito”, canción inédita ganadora en la versión XV del Torneo Internacional del Joropo (1981). Tiene una carrera de cuarenta años como cantautor llanero y fue galardonado con el Disco de Oro por récord de ventas de “Catira casanareña”, canción llanera de su autoría. Su trabajo discográfico se encuentra en ocho álbumes, y ha representado a Colombia en eventos internacionales en Guatemala, Francia, Italia, España y Venezuela.

Walter Silva

Walter Silva

Nacido en Pore (Casanare), es un cantautor llanero de gran popularidad, con un meritorio recorrido como concursante y artista invitado especial durante la historia del Torneo Internacional del Joropo. Tiene 25 años de ejercicio musical y de composición, con 14 álbumes discográficos exitosos en Colombia y Venezuela, y dos nominaciones consecutivas al Premio Grammy Latino, en 2008 y 2009. Por la calidad de sus obras fue seleccionado por el gobierno del Meta, para componer la canción himno del 50 Torneo Internacional del Joropo, “El cantador de mi tierra”, en homenaje al maestro Miguel Ángel Martín.

Jhon Harby Ubaque

Hijo de Yopal (Casanare), es músico, compositor, guitarrista y productor, con una trayectoria importante durante la historia del Torneo Internacional del Joropo como concursante, invitado especial, jurado calificador y panelista en las jornadas del Joropo Académico. En la versión XXXII del Torneo Internacional del Joropo realizada en 2000, fue la novedad por cuenta de la interpretación del bajo eléctrico. Y en la versión XXXVIII realizada en 2006, ganó el Concurso Composición Obras Inéditas con el pasaje “Camina Pedro”. Su trabajo musical trasciende a otros géneros y ha integrado agrupaciones y acompañado artistas de gran presencia internacional.

144


ACTOS CONMEMORATIVOS 58 ANIVERSARIO DEL DEPARTAMENTO DEL META.

Jhon Harby Ubaque

María Victoria Hernández.

Mauricio Vélez Zuluaga

Reconocido actor, cantante, humorista y presentador de televisión. Se ha destacado por su dedicación, empeño y profesionalismo en producciones como Rosario Tijeras, Las muñecas de la mafia y El cartel de los sapos, entre muchas otras que lo han llevado a obtener importantes trofeos y nominaciones, como los premios India Catalina y TV y Novelas. Así, por su trabajo y carisma, se ha convertido en un ejemplo para la juventud del departamento del Meta.

Rondalla Llanera de Villavicencio

Guitarras, cuatro, maracas, voces y sentimiento integran esta prestigiosa agrupación, determinante en la historia musical del departamento del Meta y de la música llanera. Fue fundada en 1964 por Olegario Cárdenas (q.e.p.d.), Miguel Ángel Molina (q.e.p.d.), Álvaro Gómez (q.e.p.d.), Ignacio Meza (q.e.p.d.), Orlando Tobón (q.e.p.d.), Ismael Cabrera (q.e.p.d.), Jaime Roncancio (q.e.p.d.), Eustacio Rozo (q.e.p.d.), Jairo Pérez, Franssineth Rincón y Gustavo Morales. Villavicencio no deja de escuchar a su Rondalla, que contribuyó con el posicionamiento de canciones, hoy clásicas de la música llanera colombo-venezolana, y goza de la admiración, aprecio y respeto de los metenses.

La Rondalla Venezolana, patrimonio cultural de la nación

Es una agrupación de voces y guitarras con cerca de medio siglo de presentaciones, fundada y dirigida por el maestro Luis Enrique Arismendi, músico y productor venezolano. Tiene en su haber más de cincuenta álbumes discográficos entre ediciones venezolanas y extranjeras, que incluyen obras clásicas de la música colombiana y temas llaneros, entre ellos Canta Llano, del maestro Arnulfo Briceño. Ha acompañado las mejores voces llaneras universales de Venezuela, como Simón Díaz, Reyna Lucero y Héctor Cabrera, vinculadas con el Torneo Internacional del Joropo. Con sus impecables interpretaciones han conquistado éxitos y reconocimientos, y fue certificada, en el año 2008, como Bien de Interés Cultural de la Nación.

145


La Rondalla Venezolana




25 Reinado Internacional del Joropo


Lendy Tatiana Tovar MarĂ­n, soberana del 25 Reinado Internacional del Joropo.


REINA INTERNACIONAL DEL JOROPO En el marco del Torneo Internacional del Joropo, el Instituto de Turismo del Meta realiza el concurso Reinado Internacional del Joropo. En su versión 25 contó con la participación de una veintena de representantes, doce de Colombia y ocho de Venezuela. Por el talento en el baile del joropo, la representante del departamento de Boyacá, Lendy Tatiana Tovar Marín, fue elegida soberana del XXV Reinado Internacional del Joropo. Con su padre, José Gregorio Tovar, hizo gala en el baile del joropo tradicional, y en el joropo espectáculo la acompañó Daniel Ramírez.

Como virreina y primera princesa se eligieron, respectivamente, a las representantes del municipio metense Castilla La Nueva, Dannia Grey Planero Ramírez, y del estado venezolano de Guárico, Laura Valentina López Rengifo. El jurado calificador lo integró la cantante, compositora y actriz Johanna Carmelina Caicedo —quien personificó a Carmentea en la serie de ficción Tú corazón será mío del Canal Trece de la televisión colombiana—, la cantante de música llanera Susanita Díaz y el licenciado en Educación Física e instructor de danza Hernando Saavedra.

151


Lendy Tatiana Tovar MarĂ­n en el momento de su coronaciĂłn como reina del Torneo Internacional del Joropo 2018.



50 TORNEO INTERNACIONAL DEL JOROPO

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9

Cantos de trabajo de llano colombo - venezolano

58 aniversario del departamento del Meta


Vaqueros de Casanare, Meta, Arauca y Vichada durante el festejo de la declaratoria por parte de la Unesco de los cantos de trabajo de llano como patrimonio mundial, junto con (abajo) representantes de distintas instituciones, entre estos José Alexander Fierro (alcalde de Puerto Gaitán), Ricardo Alvarado (gobernador de Arauca), Argemiro Cortés Buitrago (director de Asuntos Internacionales y Cooperación del Ministerio de Cultura), Marcela Amaya (gobernadora del Meta), Mariana Garcés (ministra de Cultura), Alberto Escobar (director de Patrimonio del Ministerio de Cultura) y Jhon Emerson Moreno (experto en cantos de trabajo de llano).


En la programación del 50 Torneo Internacional del Joropo se anunció para el 29 de junio de 2018 en el domo del municipio de Puerto Gaitán, Meta, la ceremonia de entrega del certificado de la Unesco a los portadores de la manifestación “Cantos de trabajo de llano colombo-venezolano”. Ese día fue el cierre de lo que comenzó el miércoles 27 de junio, ese gran encuentro entre trabajadores de llano de los departamentos de Casanare, Vichada, Meta y Arauca con niños, niñas, jóvenes y público en general de diversos hatos y fundos de los alrededores de Puerto Gaitán, gracias a la organización conjunta entre la Alcaldía de ese municipio y el Ministerio de Cultura. Todo comenzó desde la llegada, el 26 de junio, de vaqueros procedentes de todos los rincones de la llanura colombiana, con sus lecos, sus tonadas, sus versos, sus historias, sus vivencias y el tinto a la cinco de la mañana en las calles y los hoteles. Se disponían para el trabajo de llano el 27 de junio en el Hato Guadalajara. Ese día, pese a las vicisitudes del clima y el camino, hicieron la travesía hacia el hato, donde se desarrollaron diferentes talleres de transmisión intergeneracional de saberes y donde además se realizó un conversatorio alrededor de la manifestación y la situación actual de su salvaguardia. El 28 de junio se realizaron talleres de gestión de patrimonio cultural coordinados por funcionarios del Ministerio de Cultura y asesores externos. Entre los vaqueros que participaron estuvieron Manuel “Chicuaco” Torres, Ana Belén Babativa, Aura Adela Silva, Arnulfo Pinto, Eliel García,

Feliciano Nuta, Gersaín Olmos, Rafael Pérez, Hermes Romero, Joaquín Rivera, Laudy Rincón, Luis Basilio Fonseca, Edilberto Gómez, Pablo Enrique Díaz, Segundo Ramón Torres (q. e. p. d.), Víctor Espinel “Gallo Giro”, Francisco Loyola, Pedro Julián Sánchez y toda una comitiva de trabajadores de llano de las veredas de Puerto Gaitán, convirtiendo a este en uno de los más grandes encuentros que se hayan realizado alrededor de la manifestación de los cantos de trabajo de llano, por lo menos en Colombia. Finalmente, el 29 de junio la gala estuvo presidida por Mariana Garcés Córdoba (ministra de Cultura), Marcela Amaya (gobernadora del Meta), Ricardo Alvarado Bestene (gobernador de Arauca), José Alexander Fierro (alcalde de Puerto Gaitán), Alberto Escobar Wilson-White (director de Patrimonio del Ministerio de Cultura), Argemiro Cortés Buitrago (director de Asuntos Internacionales y Cooperación del Ministerio de Cultura) y Pablo Enrique Díaz Sierra (representante de los portadores de cantos de trabajo de llano). Las palabras de la gobernadora del Meta resaltaron la importancia de seguir trabajando por la salvaguardia de nuestros patrimonios culturales como elementos fundamentales de nuestra identidad, y el compromiso que hay desde las políticas públicas departamentales con relación a la protección y el apoyo a los procesos de desarrollo cultural por parte de la Gobernación. Los actos culturales estuvieron a cargo del Grupo de Danzas del municipio de Puerto Gaitán bajo la dirección de Jaime Giraldo y del colectivo de cantadores de Cantos de Trabajo de Llano bajo la dirección de Jhon Moreno Riaño.

157


50 TORNEO INTERNACIONAL DEL JOROPO

En el marco del Plan Especial de Salvaguardia de Carácter Urgente, los cantos de trabajo de llano representan un conjunto de expresiones inmateriales del universo cultural de la Orinoquía colombo-venezolana, asociado a las actividades tradicionales de la ganadería extensiva. Además, están asociados a una tradición que se puede rastrear en diferentes registros de viajeros de hace más de doscientos años. Hoy en día se componen de cuatro variantes sonoras: los cantos de ordeño, los cantos de cabrestero (llanerismo por cabestrero), los cantos de vela y los cantos o sonoridades de domesticación (silbos, gritos, llamados, japeos). Todos son interpretados a cappella en las faenas de trabajo con

el ganado tanto en las sabanas y en los caminos, como en los corrales y en los fundos, fincas y hatos. Fueron incluidos en la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación en enero de 2014 por parte del Ministerio de Cultura y en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en diciembre de 2017. En el Torneo Internacional del Joropo siempre han tenido un lugar predominante, por ejemplo en el Joropo Académico de 2014 y en los concursos de canto tradicional, pues son uno de los principales abrevaderos y fuentes de inspiración para nuestro joropo tradicional.

158


Los cantadores de canto de trabajo de llano junto a la gobernadora del Meta y el gobernador de Arauca.



Anexos





Construir la imagen que lograra representar la esencia del Torneo Internacional del Joropo, evento que durante más de cinco décadas y en cuarenta y nueve versiones realizadas ha influido en la historia de un departamento, su cultura y la música de los llanos colombo-venezolanos no fue una tarea sencilla. Después de deambular por un mar de ideas, resolvimos volver a lo esencial y humano: reviviríamos el legado del gran Miguel Ángel Martín, haciendo énfasis en dos grandes aspectos, uno, la importancia que le dan los metenses al joropo, y el otro, la trayectoria y el buen nombre que tiene el certamen. Para comunicar el primer aspecto, el Torneo Internacional del Joropo debía relucir en todas las piezas gráficas. A partir de esta idea, Julián Romero, joven talento del diseño regional y quien presta sus servicios profesionales en la Secretaría de Prensa de la Gobernación del Meta, crearía un elemento que engranaría todo, el oro, y el valor y respeto que le tienen los metenses y los llaneros a su música, a

su folclor y a su cultura, de tal manera que vistiéramos de gala a su majestad el joropo con la elegancia y el brillo que sólo el oro puede dar. Y para resaltar la historia del Torneo, el gran Miguel Ángel Martín, su creador y personaje central de la versión 50, se buscó en la comunicación gráfica revivir y rendir tributo y además rescatar anécdotas, historias, personajes y elementos significativos del Torneo, entre ellos el escudo. Con estos esfuerzos y un equipo que hizo una rigurosa investigación, se obtuvo el principal insumo para lograr el desarrollo gráfico del Torneo Internacional del Joropo en su versión quincuagésima, la de oro. Fueron casi un centenar de piezas, una cifra sin precedentes, con las que se propuso hacer un recorrido informativo por la historia, y el cometido se logró. Por eso ese enorme esfuerzo se compila en este anexo como referente y documento de la historia del Torneo, orgullo metense.

165




CANCIONES GANADORAS Y REPRESENTATIVAS. 50 TORNEO INTERNACIONAL DEL JOROPO CD 1

TÍTULO

INTÉRPRE TE

AUTOR Y COMPOSITOR

MODALIDAD

1

“Caballo sin riendas”

Asdrúbal R. Casanova

Nilson Alfonso Aguirre

Pasaje inédito

2

“Hermosa majestad”

Geraldine Pinto

Oliver Julián Croswaithe

Pasaje inédito

3

“Soy el juglar de mi pueblo”

Rafael Murzi Ruiz

Óscar Javier Ferreira

Golpe Inédito

4

“Medanal de mis recuerdos”

Abdul Farfán Duque

Abdul Farfán Duque

Obra inédita de arpa

5

“Bajo la lluvia”

Robinson Gómez López

Robinson Gómez López

Obra inédita de arpa

6

“Azul”

Alejandro M. Martínez

Alejandro M. Martínez

Obra inédita de arpa

7

“Un inventario sagrado”

Jesús Alberto Herrera

Jaime Rodrigo León R.

Poema inédito

8

“El Meta es un paraíso”

Ronald Yesid Camargo

Rafael A. Camargo C.

Golpe Inédito

9

“Ingratitud”

Israel Estrada

Israel Antonio Estrada

Poema inédito

10

“Color de otoño”

Edwin Leonardo Hidalgo

Edwin Leonardo Hidalgo

Obra inédita de bandola

11

“Viaje”

Antonio José López C.

Antonio José López C.

Obra inédita de bandola

12

“Onda de una bandola”

Enmanuel Edecio Araque

Enmanuel Edecio Araque

Obra inédita de bandola

13

“Viajero”

Daniel Alejandro Requena

Daniel A. Requena

Obra inédita para cuatro

14

“El cuatro de guaica”

Alis Eloy Cruces

Alis Eloy Cruces

Obra inédita para cuatro

15

“Nueva nación”

Carlos Rafael Suárez

Carlos Rafael Suárez

Obra inédita para cuatro

Marco musical

Temas 1, 2 y 5: Conjunto Robinson Gómez. Tema 3: Conjunto Fabio Jiménez . Tema 4: Conjunto de Abdul Farfán. Tema 6: Conjunto de Alejandro Martínez. Tema 7: Jaime León y su Conjunto. Tema 8: Grupo Cuerdas Al Galope. Tema 9: Grupo Corazón Llanero. Tema 10: Edwin Hidalgo y grupo base. Tema 11: Antonio José López y grupo base. Temas 12: Enmanuel E. Araque y grupo base. Tema 13: Daniel Alejandro Requena y grupo base. Tema 14: Alis Eloy Cruces y grupo base. Tema 15: Carlos Rafael Suárez y grupo base.

Salas de grabación

Estudios de grabación: Temas 1, 2, 3, 4, 5 y 6: Estudios Croswaithe Producciones. Temas 7: Estudio Jaime León. Temas 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14 y 15: Itinerante JCR Studio. Captura de audios y compilación: Juan Camilo Robayo C. Edición y Masterización: Julián Andrés Robayo C. Estudios: Audio Imaginación Estudios, Bogotá D.C.

168


CD 2 TITULO

INTÉRPRETE

AUTOR Y COMPOSITOR

MODALIDAD

1

“Amalgallano”

Vendaval

Vendaval

Conjunto tradicional llanero

2

“Cuatro entreverao “

Musical Bozz

Ensamble Musical Bozz

Ensambles nuevos formatos

3

“Joropo esperanza”

Guaferos Trío

Ensamble Guaferos Trío

Ensambles nuevos formatos

4

“Quirpa”

Juan Pablo Rodríguez

Juan Pablo Rodríguez

Mejor arpista

5

“Quirpa”

Robinson Gómez López

Robinson Gómez López

Mejor arpista

6

“Instrumental”

Luis I. Torrealba

Luis I. Torrealba

Mejor bandolista

7

“Los diamantes”

Heri Wilches

Heri Wilches

Mejor cuatrista

Leandro Jorge Márquez

Leandro Jorge Márquez

Voz masculina estilizada

Lizeth Vega

Nubia Gonzalez

Voz femenina estilizada

8

9

“Mi llano cuánto te quiero” “Mi nuevo grito de mando”

10

“El yaguazo”

Francisco A. Passinelli

Miguel Ángel Martín

Voz masculina criolla

11

“Dulce María”

María Yelitza López

Miguel Ángel Martín

Voz Femenina criolla

12

Final de contrapunteo

Robinson Gómez

Robinson Gómez

Jhimy Ortiz

Jhimy Ortiz

13

“Paisaje matinal”

14

“El cantador de mi tierra”

15

“Villavicencio”

Marco musical

Rondalla Llanera de

Copleros ganadores

Miguel Ángel Martín

Tributo a Miguel Ángel Martín

Walter Silva

Walter Silva

Himno del 50 Torneo

La Rondalla Venezolana

Gustavo Figarella

Homenaje a Villavicencio

Villavicencio y Andrea Mejía

Tema 1: Conjunto llanero Vendaval. Tema 2: Ensamble Musical Bozz. Tema 3: Ensamble Guaferos Trío. Tema 4: Juan Pablo Rodríguez y grupo base. Tema 5: Robinson Gómez y grupo base. Tema 6: Luis I. Torrealba y grupo base. Tema 7: Heri Wilches y grupo base. Temas 8, 9, 10, 11 y 12 : Conjunto Cuerdas Al Galope. Tema 13: Rondalla Llanera y Darío Robayo . Tema 14: Conjunto de Darío Robayo y J. H. Ubaque. Tema 15: Rondalla venezolana

Salas de grabación

Estudios de grabación: Temas 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11 y 12: Audio Itinerante JCR Studio. Tema 13: RABXA studio. Tema 14: El Patio de Ropas Studio y Guafa Studios. Tema 15: Estudios Mardeni (Caracas, Venezuela). Captura de audios y compilación: Juan Camilo Robayo C. Edición y masterización: Julián Andrés Robayo C. Estudios: Audio Imaginación Estudios, Bogotá D.C.

169


Grupo de niños durante su participación en el Joropódromo 2018.



Walter Silva en el concierto de cierre de la versiรณn 50 del Torneo Internacional del Joropo, el primero de julio de 2018.


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