Zona arqueol贸gica
PERALTA
PERALTA El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el Gobierno del Estado de Guanajuato —a través del Instituto Estatal de la Cultura (IEC)—, y el Ayuntamiento de Abasolo impulsaron la investigación, la protección, la conservación y la difusión del patrimonio arqueológico de Peralta a través de un proyecto integral que amplió el conocimiento y la valoración de esta región de El Bajío, clave en el florecimiento de las culturas del mundo mesoamericano. En Guanajuato los proyectos de investigación arqueológica se ha caracterizado por su conformación interdisciplinaria y su visión integral e interinstitucional. Por ello, con el fin de garantizar su continuidad se creó un modelo de gestión para la exploración de sitios arqueológicos patrimoniales, un prototipo de trabajo que ahora es ejemplar a nivel nacional. Este modelo se refrendó con las firmas de un Convenio de Operación
y de un Convenio de Colaboración, además de la integración del Fideicomiso de Administración e Inversión para la Realización de las Actividades de Rescate y Conservación de Sitios Arqueológicos en el Estado de Guanajuato: FIARCA. Otro de los logros de este modelo de trabajo es la apertura al público de este Museo de Sitio de Peralta.
La zona arqueológica
Peralta es un testimonio arqueológico de gran relevancia en el Estado de Guanajuato. Habitado entre los años 300 y 900 d.C., su monumentalidad constructiva lo ubica como uno de los seis más grandes asentamientos de la Tradición Bajío. Entre las construcciones de esta zona arqueológica destacan el edificio Doble Templo y Patio Hundido, el Recinto de los Gobernantes y el conjunto Templo-Recinto-Patio Hundido. Tres conjuntos más han sido estudiados parcialmente: La Joyita, La Crucita y La Luz de Quintana, ubicados en las proximidades del área nuclear.
El Recinto de los Gobernantes constituye el mayor elemento arquitectónico de Peralta. Su planta es rectangular y mide 147 m por 130 m de base y 12 m de alto. Este espacio fue destinado a la celebración de actos públicos y fue lugar de residencia de la clase gobernante, como lo indica la presencia de restos habitacionales y de entierros humanos acompañados por ofrendas con objetos suntuarios.
Reseña temática del museo
Este museo de sitio alberga y exhibe una colección integrada por objetos encontrados durante las excavaciones de la zona, como la ofrenda de utensilios domésticos encontrada en el interior del patio circular de La Joyita, cerámica doméstica, piedras de molienda, cuchillos y otros utensilios que dan cuenta de las actividades cotidianas de los hombres que habitaron Peralta del siglo IV al X. Dicha colección presenta igualmente notables ejemplos de cerámica pintada al negativo, producto de una tradición muy antigua en el occidente mexicano, y del negro sobre anaranjado, una de las cerámicas más frecuentes del Bajío prehispánico.
El Bajío: factor de desarrollo de las culturas prehispánicas
El Bajío es una región geográfica cuyas características facilitaron el desarrollo de diversas sociedades en la época prehispánica, cada una con expresiones culturales distintivas, como las que se han puesto en valor en este museo. En este entorno natural, la población precolombina de Peralta encontró agua en abundancia para sus cultivos, practicó la pesca, la caza y la recolección de diversas plantas con los que hicieron lasos, textiles, techumbres e instrumentos de trabajo.
Organización Social
La organización social en El Bajío —su economía, sus formas de gobierno y su religión— estuvo influenciada por las relaciones de parentesco entre grupos de familias, esto es, los linajes.
Estas poblaciones, en especial la que ocupó Peralta, tuvieron acceso a uno de los recursos más valorados en Mesoamérica: los yacimientos de obsidiana, cruciales en la economía de la época, pues les permitía tener un control y un dominio sobre aspectos estratégicos para otras sociedades. De esta forma, la cultura prehispánica de Peralta contribuyó en la organización social e intercambio de esta región mesoamericana.
Producción agrícola y el cultivo del maíz: sustento y organización de la población
Los antiguos pobladores de Peralta tuvieron como base de su alimentación el maíz. Su cultivo lo realizaron aprovechando dos características topográficas y ambientales: - la planicie húmeda y fértil que dejaban las crecientes del río Lerma; - y las laderas del cerro Peralta mediante la construcción de terrazas, con las que evitaron la erosión del suelo, retuvieron la humedad y lograron suelos más fértiles.
Los estudios arqueológicos sobre la capacidad productiva de la tierra han estimado que con una cosecha por ciclo se podían mantener a unas 10 mil personas. Esto quiere decir que había una clase o grupo social que se dedicaba a las actividades agrícolas, produciendo excedentes suficientes para mantener a otros sectores dedicados al gobierno, la administración, la seguridad, la construcción, la alfarería, la obtención o el procesamiento de materias primas.
La arquitectura: evidencia del conocimiento y la organización alcanzados A través de la arquitectura conocemos aspectos de la organización social, del avance tecnológico, de la ideología y de la estética de la antigua sociedad de Peralta. Las obras arquitectónicas fueron posibles gracias a una organización social estable que les permitió construir conjuntos monumentales, algunos con carácter colectivo y de interés comunitario.
Alfarería: una tradición ceramista viva con 2 mil años de antigüedad
El Bajío, como todas las regiones de Mesoamérica, se caracteriza por haber sido una zona habitada por notables ceramistas, quienes produjeron piezas que permanecen hasta nuestros días. Estos especialistas transformaron las arcillas en objetos domésticos, ceremoniales y ornamentales, con variadas técnicas, formas y decoraciones. La tradición ceramista evidencia su importancia en el desarrollo económico, pues la producción para el consumo local se combinó con el intercambio de productos con otros grupos, favoreciendo la conformación de redes comerciales. Algunos sitios arqueológicos de El Bajío con evidencias de una tradición ceramista son Peralta, Plazuelas, Cerro Barajas y Zaragoza. A ellos se suman otros de las regiones vecinas: Morales, El Cóporo y Cañada de la Virgen.
La investigación arqueológica en Guanajuato se sustenta en objetivos que buscan integrar la investigación, la conservación y el acercamiento al patrimonio arqueológico, en armonía con su entorno natural y social. La corresponsabilidad entre la sociedad y el gobierno y la perspectiva multidisciplinaria e interinstitucional fueron la base del eje de desarrollo del Proyecto Arqueológico Peralta, el cual, además, busca promover la conservación del medio ambiente en las inmediaciones de la zona arqueológica.