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Los socios The members

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19641996

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Desde el principio, El Paraíso Golf Club fue un imán para los golfistas británicos e irlandeses que acudían a la Costa del Sol. En 1993 el club tenía más de 400 socios y, aparte del golf, proporcionaba una vida social muy activa, principalmente para los abonados extranjeros. Actualmente la masa social del club está formada por más de 23 nacionalidades y se ha convertido en un club internacional con un gran calendario de eventos.

A lo largo de estos 50 años, y posiblemente con mayor prevalencia desde que los socios compraron el club, la historia de El Paraíso está ligada a las historias de sus miembros. Ejemplo de esto es la colecta de las damas para reformar sus vestuarios, la donación del puente entre los hoyos 12 y 18 “in memoriam”, o para la compra de árboles para el campo. También se han donado elementos para el comedor, y antiguas cabezas de palo que datan del siglo XIX o varios bancos del campo adquiridos por los socios, a menudo en memoria de sus seres queridos fallecidos.

Pero quizá lo más valioso que los socios aportan al club es su tiempo. Desde la junta directiva hasta el comité del club, pasando por los numerosos comités necesarios para las actividades sociales, los hándicaps y la organización de otros eventos. Gran parte de este tiempo pasa desapercibido, pero es el pilar del club y de su espíritu.

From the outset, El Paraiso Golf Club was a magnet for British and Irish golfers coming to the Costa del Sol. By 1993 the club had over 400 members and, apart from golf, offered a very active social life. Today the club’s membership is made up of more than 23 nationalities and it has become an international club with an extensive calendar of events.

Throughout these 50 years, and possibly more so since the members bought the club, the history of El Paraiso has been linked to the stories of its members. Examples of these include the ladies’ collection to refurbish their changing rooms and the donation ‘in memoriam’ of the bridge between the 12th and 18th holes or for the purchase of trees for the course. There have also been donations of items for the dining room and old club heads dating from the 19th century and several course benches purchased by members, often in memory of deceased loved ones.

But perhaps the most valuable thing that members give to the club is their time. From the board to the club committee, to the many committees required for social activities, handicaps and the organisation of other events. A lot of it is unseen but it is the mainstay of the club and its ethos.

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