22 minute read

Lima (Gonzalo Ricardo Alegría Varona y Elia Victoria Luna del Valle

3

Índice de desarrollo humano y casuística de las internas emprendedoras en Lima

Advertisement

Gonzalo Ricardo Alegría Varona1 y Elia Victoria Luna del Valle2

1. INTRODUCCIÓN

Los condicionantes socioeconómicos fueron considerados causales básicas del delito desde finales del siglo xvii, cuando se inició la criminología (Beccaria, 2015, p. 49). Pero fue a partir del siglo xix cuando surge el debate respecto a si el delincuente nace —variables congénitas, perfiles psicológicos— (Lombroso, 1911); o se hace, por la influencia del entorno socioeconómico (Ferri, 1895). En la actualidad, una simple búsqueda en Web of Science o Scopus arrojará abundantes trabajos de campo con enfoque psicológico, pero casi nulos resultados con enfoque socioeconómico.

Este trabajo parte de un enfoque socioeconómico de la criminalidad para intentar definir el peso específico de las variables cuantitativas que conforman el Índice de Desarrollo Humano (IDH), debidamente calculado para los internos y las internas en cárcel en el Perú. Esa primera parte se realizó mediante datos de fuente secundaria (PNUD, 2016; INEI-INPE, 2016), con el fin de determinar las principales carencias socioeconómicas, sea en salud, educación o nivel de vida. Obsérvese que se optó por hacer el corte estadístico en 2016, por ser el año del único censo penitenciario disponible (INEI-INPE, 2016).

Acto seguido, se profundizó en una casuística socioeconómica específica, la de las reclusas que habían sido empresarias o emprendedoras («Empleadoras con Personas a su cargo» según el Censo Penitenciario 2016). De forma que se realizaron Entrevistas en Profundidad (con la técnica de Life Story) a 11 reclusas del penal de Santa Mónica en Lima, que en su vida anterior habían sido empleadoras. Se supone que dicho tipo de reclusas no tenía carencias socioeconómicas tan marcadas y por eso son minoría en los penales. El

1 Doctor en Economía aplicada a la Investigación Socioeconómica, Licenciado en Sociología y Licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad Complutense de Madrid. Profesor Investigador de Centrum Católica Graduate Business School, Pontificia Universidad Católica del Perú. 2 Magíster en Política Social con mención en Género, Población y Desarrollo y Licenciada en Sociología por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Decana del Colegio de Sociólogos del Perú, Región Lima y Callao.

© Ediciones Pirámide 49

trabajo de campo aspira a concretar, si hay variables empresariales o de emprendimiento causales de delito.

2. DIAGNÓSTICO DEL PERFIL SOCIOECONÓMICO

DE LAS RECLUSAS PERUANAS

Las mujeres privadas de su libertad (internas en un penal) son minoría a nivel mundial, pero lamentablemente, el fenómeno está empeorando en la última década. Según estimó estadísticamente Walmsley (2012), las mujeres representan únicamente entre un 2 % y un 9 % de la población penitenciaria en todos los países. Sin embargo, como alerta la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), son muchos los países (principalmente anglosajones) en los cuales se está incrementando más rápidamente la población reclusa de sexo femenino que la masculina (UNODC 2014, p. 3).

La ausencia de estadísticas oficiales penitenciarias sólidas para Perú, favoreció el uso de estudios a medida, como el de Baca-Neglia (2015), menos fiables que el Primer Censo Penitenciario peruano (INEI-INPE, 2016). Dicho Censo recoge los contenidos de nuestra tabla 3.1: Población femenina privada de su libertad en Perú (4.574 reclusas) equivale a un 6 % del total de reos en cárcel peruanos. Es decir que, el Perú tiene una tendencia bastante elevada dentro del promedio mundial de internas.

Otro dato llamativo que se desprende de la tabla 3.1 es que las reclusas peruanas no son juveniles, teniendo mayoritariamente, entre 30 y 59 años (70 % de las reclusas), mientras que, en el caso de los reclusos, dicho rango de edad está nueve puntos porcentuales por debajo (61,5 % de los reclusos).

TABLA 3.1 Población penitenciaria, por sexo, según grupo de edad, 2016

Grupo de edad Total

Hombre Sexo

Mujer

Abs. Porcentaje Abs. Porcentaje Abs. Porcentaje

Total 76.142 100,0 71.568 100,0 4.574 100,0

18-24 12.285 16,1 11.776 16,5 509 11,1

25-29 13.870 18,2 13.169 18,4 701 15,3

30-44 32.926 43,2 30.825 43,1 2.101 45,9

45-59 14.060 18,5 12.959 18,1 1.101 24,1

60 y más 3.001 3,9 2.839 4,0 162 3,5

Fuente: INEI-INPE, 2016, p. 11.

50

© Ediciones Pirámide

Cabe resaltar que las adicciones a droga y alcohol, típicas de la delincuencia juvenil, tampoco son abundantes en el segmento de mujeres privadas de su libertad peruanas, tampoco las enfermedades propias o de personas a su cargo, siendo además mayoritariamente solteras en un 50,8 %, frente a un 22,9 % de convivientes y un 11,7 % de casadas.

Finalmente, el Censo Penitenciario 2016, arroja que las mujeres adolecen de un menor fracaso escolar que los hombres y que, entre las internas, la «necesidad económica» fue motivo de abandono escolar en un 27,7 % frente al 42,0 % de los hombres. En cambio, los «problemas familiares» como la oposición de la familia al estudio, fue de únicamente un 29,8 % en los hombres frente al 45,4 % de las mujeres.

La figura 3.1, nos permite constatar —sin margen de error— que las internas fueron en un 86,6 % «Trabajadoras del Hogar», frente a un 8,1 % de «Empleadoras o patronos» mientras que las «trabajadoras independientes» (en su mayoría, «ambulantes») arrojaba un 5,8 % del total de reclusas en cárcel en el Perú.

2,2 5,7 5,8 8,1 10,8

97,8 94,3 94,2 91,9 89,2 86,6

Obrero Trabajador Trabajador Empleador o patrono Empleado Trabajador del hogar

Hombre Mujer 13,4

Figura 3.1. Población penitenciaria que trabajó alguna vez antes de ingresar al establecimiento penitenciario, según categoría de ocupación y sexo, 2016 (distribución porcentual). Fuente: INEI-INPE, 2016, p. 31.

Ese mismo año 2016, el Perú era un país en vías de desarrollo y de renta intermedia en el ranking internacional (mucho antes de la pandemia del COVID19), de forma que ocupaba el quintil superior de los 194 países miembros reconocidos por Naciones Unidas. Así, el PIB peruano (nominal) fue de $206,542 millones USD (puesto 50 del ranking mundial), y el PIB 2016 medido por Poder Adquisitivo real (PPA) fue de $420,329 millones USD (puesto 48). En cambio, por Índice de Desarrollo Humano, en el 2016 ocupó el puesto 87 de los 188 países analizados (PNUD, 2016, p. 23). Este considerable descenso de posición en el ranking internacional cuando se aplica el IDH se debe a las escasas oportunidades que ofrece el Perú a sus ciudadanos en materia de movilidad social vertical a medio y largo plazo.

© Ediciones Pirámide 51

Es decir que, más allá de un problema de renta per cápita o calidad de vida en general, lo que lleva a delinquir a muchas mujeres peruanas son las «expectativas negativas» que dimanan de la situación de injusticia estructural en que viven, o lo que es lo mismo, la falta de perspectivas de futuro o de mejora/desarrollo personal.

3. DISCUSIÓN: LAS VARIABLES SOCIOECONÓMICAS

Y LAS RECLUSAS PERUANAS 3.1. El IDH de las reclusas peruanas

Partiendo de los datos del Primer Censo Nacional Penitenciario Peruano (INEI-INPE 2016) y el estudio estadístico pormenorizado de los archivos del Instituto Nacional Penitenciario a los cuales accedimos por la colaboración del Mg. Javier Ormea, Director de la Unidad de Planeamiento del INPE; se ha dispuesto de todos los datos necesarios para calcular el Índice de Desarrollo Humano (IDH) aplicables a la población reclusa femenina peruana.

Llamamos Índice de Desarrollo Humano (IDH) a la media geométrica de 3 índices normalizados de los logros en materia de progreso humano: una vida larga y saludable, el acceso al conocimiento y un nivel de vida decente.

Calcularemos los tres componentes del IDH de los reclusos/as para intentar definir cuáles son las variables más significativas dentro de la población de presas en el Perú, verificándolas para el caso específico de las empresarias/emprendedoras mediante técnicas cualitativas (entrevistas en profundidad + Life Story). Siguiendo las instrucciones de la nota metodológica para el cálculo del IDH facilitada por PNUD (UNDP, 2015), procedemos a calcular los tres índices aplicando los siguientes parámetros:

1. Salud. Esperanza de vida (en años): Mínimo 20, Máximo 85. 2. Escolaridad básica. Mínimo = 0, Máximo = 18. 3. Media de años de escolaridad. Mínimo = 0, Máximo = 15. 4. Estándar de vida. Producto Nacional Bruto per cápita: Mínimo = 100, Máximo = = 75.000.

Los datos del nivel educativo se estimaron a partir de los datos del Censo Penitenciario 2016, recogidos en la tabla 3.2. En general, en frecuencia acumulada, los hombres mantienen una clara ventaja respecto a las mujeres hasta el nivel de Educación Secundaria (87,8 % frente al 85,2 %). Mientras que las mujeres aventajan a los hombres en Educación Técnica Superior y Universitaria.

La tabla 3.3, es una tabla de conversión de elaboración propia que estima hasta qué edad promedio, reclusos y reclusas han llegado a estudiar. Se coloca la edad habitual de finalización de cada categoría de estudios completa y, cuando es incompleta, se suma únicamente la mitad del período correspondiente en años, a la edad completa de la categoría anterior.

Además, si a la edad promedio final o total por género, se le descuentan los años anteriores a la Educación Primaria (4 años), se obtienen unos datos muy en línea por los declarados por el INEI, pero para el total de escolaridad del IDH peruano 2016. De forma que los presos alcanzan un período medio de escolaridad de 9,1 años para los hombres y

52

© Ediciones Pirámide

8,4 años para las mujeres. La media peruana de ese año (2016) fue de 10,4 años y en los países desarrollados rondaba los 13,5 años de estudios de promedio por habitante.

Obsérvese que la media de esperanza de vida al nacer para Perú el 2016 fue de 72,5 años en hombres y 77,8 años en las mujeres. Es decir que el impacto de la prisión en la salud de los hombres (–3,5 años) es superior al de las mujeres (–2,5 años).

Finalmente, se estima el salario medio obtenido por interno/a cuando vivía en libertad, aplicando a los porcentajes de tipo de empleo de la figura 1 (INEI 2016), los salarios medios mensuales percibidos el año 2016, según la Oficina de Estadística (OGITEC) del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo. El cálculo completo aparece en la tabla 3.4.

El análisis conjunto de las tablas 3.2, 3.3 y 3.4, nos permite proponer la siguiente reflexión: más allá de un problema de renta per cápita o calidad de vida en general, lo que lleva a delinquir a muchas mujeres peruanas son las «expectativas negativas» que dimanan de la situación de injusticia estructural en que viven, o lo que es lo mismo, la falta de perspectivas de futuro o de mejora/desarrollo personal. Ambos aspectos, están «correlacionados».

TABLA 3.2 Población penitenciaria peruana 2016, por sexo y nivel educativo aprobado

Nivel educación aprobado Total Hombre Mujer

Absoluto Relativo % Acum. % Absoluto Relativo % Acum. % Absoluto Relativo % Acum. %

Total 74.130 100,0 69.830 100,0 4.300 100,0

Sin nivel 1.675 2,3 2,3 1.465 2,1 2,1 210 4,9 4,9 Educación inicial 106 0,1 2,4 96 0,1 2,2 10 0,2 5,1 Primaria incompleta 11.762 15,9 18,3 10.957 15,7 17,9 805 18,7 23,8 Primaria completa 6.897 9,3 27,6 6.461 9,3 27,2 436 10,1 33,9 Secundaria incompleta 24.200 32,6 60,2 22.953 32,9 60,1 1.247 29,0 62,9 Secundaria completa 20.293 27,4 87,6 19.335 27,7 87,8 958 22,3 85,2 Superior no universi taria incompleta 2.572 3,5 91,1 2.402 3,4 91,2 170 4,0 89,2 Superior no universi taria completa 2.795 3,8 94,8 2.617 3,7 94,9 178 4,1 93,3 Superior universitaria incompleta 2.075 2,8 97,6 1.915 2,7 97,6 160 3,7 97,0 Superior universitaria completa 1.673 2,3 99,9 1.551 2,2 99,8 122 2,8 99,8 Posgrado 82 0,1 100,0 78 0,1 99,9 4 0,1 99,9

Totales 74.130 100,0 69.830 99,9 4.300 99,9

Fuente: elaboración propia a partir de datos INEI-INPE, 2016, pp. 17-18.

© Ediciones Pirámide 53

Lo anterior se plasma en nuestra hipótesis inicial: Ho = Cuanto más bajo es el IDH respecto al IDH promedio nacional; mayor es la tendencia a delinquir.

El resultado final, son los datos estimados/obtenidos en la tabla 3.5 que se aplicarán al cálculo del IDH de los internos peruanos en el 2016.

TABLA 3.3 Conversión en años de estudios, de las categorías empleadas en la tabla 3.2

Nivel educación aprobado

Total

Total Hombre Mujer

Absoluto Años edad Total años Absoluto Años edad Acum. % Absoluto Relativo % Acum. %

74.130 69.830 4.300

Sin nivel 1.675 1,0 1.675,0 1.465 1,0 1.465,0 210 1,0 210

Educación inicial 106 2,0 212,0 96 2,0 192,0 10 2,0 20

Primaria incompleta 11.762 5,5 64.691,0 10.957 5,5 60.263,5 805 5,5 4.427,5

Primaria completa 6.897 11,0 75.867,0 6.461 11,0 71.071,0 436 11,0 4.796

Secundaria incompleta 24.200 13,5 326.700,0 22.953 13,5 309.865,5 1.247 13,5 16.834,5

Secundaria completa 20.293 16,0 324.688,0 19.335 16,0 309.360,0 958 16,0 15.328

Superior no universi taria incompleta 2.572 17,5 45.010,0 2.402 17,5 42.035,0 170 17,5 2.975

Superior no universi taria completa 2.795 19,0 53.105,0 2.617 19,0 49.723,0 178 19,0 3.382

Superior universitaria incompleta 2.075 18,5 38.387,5 1.915 18,5 35.427,5 160 18,5 2.960

Superior universitaria completa 1.673 21,0 35.133,0 1.551 21,0 32.571,0 122 21,0 2.562

Posgrado 82 0,1 8,2 78 0,1 7,8 4 0,1 0,4

Totales

Media edad escolarizada

74.130 965.476,7

13,0

911.981,3 4.300

13,2

53.495,4

12,4

Fuente: elaboración propia a partir de datos de la tabla 3.2.

54

© Ediciones Pirámide

TABLA 3.4 Ingresos promedio mensuales por género, nivel educativo y tipo de empleo, 2016

Nivel educación aprobado

Total

Total Hombre Mujer

Absoluto Ingresos s/mes Total mes Absoluto Ingresos s/mes Total mes Absoluto Ingresos s/mes Total mes

74.130 69.830 4.300

Sin nivel 1.675 1.027 1.720.225 1.465 1.027 1.504.555 210 1.027 215.670

Educación inicial 106 1.027 108.862 96 1.027 98.592 10 1.027 10.270

Primaria incompleta 11.762 1.144 13.455.728 10.957 1.144 12.534.808 805 1.144 920.920

Primaria completa 6.897 1.232 8.497.104 6.461 1.232 7.959.952 436 1.232 537.152

Secundaria incompleta 24.200 1.286 31.121.200 22.953 1.286 29.517.558 1.247 1.286 1.603.642

Secundaria completa 20.293 1.399 28.389.907 19.335 1.399 27.049.665 958 1.399 1.340.242

Superior no universi taria incompleta 2.572 1.409 3.623.948 2.402 1.409 3.384.418 170 1.409 239.530

Superior no universi taria completa 2.795 1.678 4.690.010 2.617 1.678 4.391.326 178 1.678 298.684

Superior universitaria incompleta 2.075 2.049 4.251.675 1.915 2.049 3.923.835 160 2.049 327.840

Superior universitaria completa 1.673 3.384 5.661.432 1.551 3.384 5.248.584 122 3.384 412.848

Posgrado 82 6.706 549.892 78 6.706 523.068 4 6.706 26.824

Totales 74.130 102.069.983 96.136.361 4.300 5.933.622

Media en s/ingresos al mes por grado de estudios 1.376,9 1.376,7 1.379,9

Corrección por tipo de ocupación y género (fig. 1) 1.383,9 1.390,5 1.285,5

Fuente: OGITEC (2020). Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, Oficina de Estadística. Datos salariales medios facilitados por Pedro Huamán. Lima, MTPE.

© Ediciones Pirámide 55

TABLA 3.5 Datos para construir los indicadores de IDH de reclusos en Perú, 2016

Criterio / Medida Internos masculinos

1. Esperanza media de vida (años) por reo/rea (fuente: Planificación, INPE). 69,0

2. Media de escolaridad efectiva (años), calculada a partir de la tabla 3.3. 9,1

3. Total escolaridad esperada (años). Se aplica la escolaridad estándar en Perú (INEI, 2019, p. 111) para la Media simple de edad de reclusos.

4. Salarios/ingresos nedios en s/ y USD anuales estimados (tipo de cambio medio 2016 = 3.35 s/ por USD). 10,2

s/1.391 × 12 = s/16.692 = = 4,982 USD

Internas femeninas

75,3

8,4

9,7

s/1.285,5 × 12 = s/15.426 = = 4,604 USD

Fuente: elaboración propia a partir de datos de las tablas 2 a 4.

Ahora bien, empleando los datos mínimos y máximos (que aparecen al comienzo del epígrafe 3.1) y los estimados de la tabla 3.5, podemos proceder a calcular los tres indicadores que, sumados, arrojan el total de IDH de presos y presas.

Siguiendo la metodología del PNUD (2015), decimos:

Dimension index =

Actual value − Minimum value Maximum value − Minimum value (PNUD 2015, 2)

De forma que:

i) Índice de Salud internos/internas peruanos (s): Health Index (Life Expectancy in years).

Internos = Internos = (69 – 20) / (85 – 20) = 49 / 65 = 0,75 Internas = Internas = (75,3 – 20) / (85 – 20) = 53,3 / 65 = 0,82

ii) Índice Educativo de internos/internas peruanos (e) = (Media de años de escolaridad – 0 / 15 – 0) + (Escolaridad esperada – 0 / 18 – 0) / 2.

Internos = Internoe = [(9,1 / 15) + (10,2 / 18)] / 2 = (0,6066 + 0,5666) / 2 = 1,1732 / 2 = = 0,5866 Internas = Internae = [(8,3 / 15) + (9,7 / 18)] / 2 = (0,5533 + 0,5388) / 2 = 1,0921/2 = = 0,5461

56

© Ediciones Pirámide

iii) Índice de Ingresos (w) =

Internos = Internow = (4.982 – 100) / (75.000 – 100) = 4.882 / 74.900 = 0,06518 Internas = Internaw = (4.604 – 100) / (75.000 – 100) = 4.504 / 74.900 = 0,06013

Obteniendo como resultado final:

IDH Internos = (Índice de Salud + Índice Educativo + Índice de Ingresos)/3 = = (0,75 + 0,5866 + 0,06518)/3 = 0,4477 IDH Internas = (Índice de Salud + Índice Educativo + Índice de Ingresos)/3 = = (0,82 + 0,5461 + 0,06013)/3 = 1,42623/3 = 0,4754

Así, los IDH de presos y presas en el Perú son muy similares en resultado final, encontrándose ambos significativamente más bajos que la media nacional para el mismo indicador (IDH), que en el año 2016 fue de 0,74. Sin embargo, si analizamos cada uno de sus tres subíndices que conforman cada indicador, observamos que las mujeres privadas de su libertad aventajan a los presos considerablemente en salud pero, lamentablemente, cuentan con cierto rezago en los niveles generales de educación e ingresos, registrando los reclusos un 7,5 % más de ingresos laborales medios.

En general, con respecto al IDH promedio nacional peruano en el 2016, los presos estaban un –40 % por debajo del promedio, mientras que las mujeres únicamente un –35 % por debajo. Por ende, se verifica que en la casuística delictiva de las mujeres empresarias debería corresponder en menor medida, las variables socioeconómicas, de todos los perfiles o segmentos de la población internada en penales en el Perú. ¿Cómo saber qué causas las llevaron a delinquir? ¿Algunas de esas causas fueron económicas o todas pasionales o psicológicas?

3.2. Encuesta en profundidad a 11 reclusas emprendedoras/empresarias peruanas

A continuación, recurrimos a la metodología del estudio de caso, realizando entrevistas en profundidad con el método de Life Story, a un total de 11 reclusas emprendedoras en el penal de Santa Mónica (Chorrillos, Lima).

Como nos interesaba mantener el anonimato para favorecer la máxima espontaneidad y verosimilitud en las respuestas, aceptamos que las encuestadas usaran seudónimos.

Se prometió compartir resultados tanto con las autoridades penitenciarias como con las propias reclusas. El resultado, es una esperanzadora promesa de redención social diseñada a partir de la casuística debidamente tabulada, como se concreta en nuestras conclusiones.

© Ediciones Pirámide 57

TABLA 3.6 Perfil de las encuestadas: casuística delictiva

Variables Tendencia

Características socioeconómicas Edad: De 30-40 años: 3 reclusas (27,2 %). De 40-50 años: 4 reclusas (36,4 %). De 50-60 años: 4 reclusas (36,4 %). Estrato socioeconómico: 5 reclusas son C (45,5 %), 4 son B (36,4 %) y 2 son D (18,1 %). Actividad económica: 6 reclusas tuvieron tienda propia (54,5 %), 4 restaurante (36,4 %) y 1 un taller mecánico (9,1 %). Las tiendas se ubicaron principalmente en Gamarra y Mercados Municipales.

1.1. Estudios escolarizados a los cuales tuvo acceso las señoras internas del penal Santa Mónica. 1.2. Capacitación o formación no escolarizada de las señoras internas en el penal Santa Mónica

2.1. Autopercepción de las encuestadas respecto de su productividad en el micro emprendimiento antes de ser recluidas. 2.2. Auto percepción de las encuestadas respecto de su capacidad de capitalización en su empresa/emprendimiento antes de ser recluidas. Nivel de estudios: 1 reclusa terminó Primaria (9,1 %), 4 terminaron Secundaria (36,4 %) y 6 tienen estudios superiores (54,5 %) de las cuales, 3 terminaron Superiores Técnicas (27,2 %), 2 tienen universidad inconclusa (18,1 %) y 1 tiene Licenciatura Universitaria (9,1 %). Las carreras técnicas han sido contabilidad, diseño textil (corte y confección) y marketing. La Licenciatura fue en Administración de Empresas.

La mayoría de las encuestadas tienen la autopercepción de que su producción y productividad, aunque con variaciones por estacionalidad u otros, en términos generales fue ADECUADA. Mediante preguntas cruzadas se ha verificado que las empresas duraron de media de 4 a 6 años y si fueron viables (incluso registraron beneficios) hasta la reciente crisis mundial 2008-2018, cuando muchas de sus empresas entraron en crisis, llegando en algunos casos a delinquir (narcotráfico) con el fin de salvar los puestos de trabajo.

3. Autopercepción de las encuestadas respecto de las causas que podrían haber generado su reclusión y su relación con el emprendimiento que venían desarrollando. En lo que respecta a las razones que les impulsaron a descuidar su emprendimiento y haber incluso delinquido, pese a la buena marcha de su actividad económica, la mayoría de las encuestadas consideran que se debió a diferentes causas entre las cuales puedes señalar ambición, malas influencias y/o falta de capital, mercado o tecnología suficientes. Así, de las 11 entrevistadas, 5 incurrieron en narcotráfico en un momento de desesperación, para solventar problemas financieros de su empresa o por mala influencia de sus parejas (45,5 % del total de reclusas entrevistadas). 4 internas son por otras causas no socioeconómicas ni empresariales, y únicamente 1 es por libramiento indebido (cheque sin fondos), y 1 por falsedad ideológica (falsificación en documento oficial: escritura pública de propiedad inmobiliaria).

Fuente: elaboración propia a partir de encuesta en profundidad a 11 internas del Penal Femenino de Santa Mónica, Chorrillos, Lima.

58

© Ediciones Pirámide

TABLA 3.7 Formación y productividad de las encuestadas

Variables

Diana 50-60 Tienda Sector D Gama- rrina 40-50 Tienda Sector C

Dina Páucar 50-60 Restau- rante Sector D Señora Lili 50-60 Tienda Sector C Gastona Acurio 30-40 Restau- rante Sector B

Mujer Maravilla 40-50 Tienda Sector B Guerrera 30-40 Restau- rante Sector C

Vilma Picapiedra 40-50 Restau- rante Sector C

Lucía Méndez 50-60 Tienda Sector B

Tula Rodríguez 30-40 Automotriz Sector B Tendencia 40-50 Tienda Sector C

1.1. Estudios escolarizados de las encuestadas del penal Santa Mónica. Secun daria Superior Primaria Superior Superior Superior Superior Secun daria Secun daria Superior Superior

1.2. Capacitación o formación no escolarizada de las encuestadas Sí Sí No Sí Sí Sí No Sí Sí Sí Sí

2.1. Autopercepción de las encuestadas respecto de su productividad en su empresa/emprendimiento antes de ser recluidas. Regular Adecuada Regular Adecuada Adecuada Regular Adecuada Regular Mala Excelente Adecuada

2.2. Autopercepción de las encuestadas respecto de su capacidad de capitalización en el microemprendi miento antes de ser recluidas. Regular Adecuada Regular Adecuada Adecuada Adecuada Adecuada Adecuada Regular Excelente Adecuada

3. Autopercepción de las internas respecto de las causas que podrían haber generado su reclusión y su relación con su emprendimiento antes de ser recluidas. Falta de conoci miento y mercado Falta de capital y malas juntas Drogas y falta de capital Falta de capital y mercado Falta de capital y mercado Falta de capital y mercado Ambi ción, falta de capital y mercado Falta de capital y exceso de gastos Droga y falta de conoci miento Falta de capital y tecnología Mala inversión y mala influencia de pareja

Fuente: elaboración propia a partir de encuesta en profundidad a 11 reas del Penal Femenino de Santa Mónica, Chorrillos, Lima.

© Ediciones Pirámide 59

4. CONCLUSIONES

En la primera parte, observamos, a partir del cálculo específico del IDH para los reclusos y reclusas en el Perú, que la variable salud es especialmente favorable a las mujeres, mientras que la educación básica y los ingresos, son favorables a los hombres. La baja retribución económica de las mujeres es debido a la abundancia de «trabajadoras del hogar» presas. El resultado final es que, los internos tienen un IDH inferior en un –40 % a la media nacional, mientras que las mujeres, únicamente un –35 %. Por tanto, se constata la hipótesis de que existe cierta correlación entre el IDH promedio, de forma que, mientras más alejado esté el sujeto de dicho promedio, mayor tendencia a delinquir. De ahí que, las mujeres empresarias internas son menos propensas al delito y, por ende, a purgar prisión.

En la segunda parte, elegimos el segmento de las mujeres empresarias/emprendedoras («Empleadoras con Personal a su cargo» según el Censo Penitenciario del 2016) e intentamos averiguar las causas que llevaron a este tipo de reclusas («Empresarias») a delinquir, ser condenadas y purgar sus penas en firme. La tabla 3.7 demuestra que, a nivel de formación básica y profesional, y por la autoevaluación de su propia productividad empresarial, las reclusas se consideran en su gran mayoría en un nivel adecuado, no considerando dichas variables, causal de su reclusión.

En cambio, ellas mismas concluyen que fueron tentadas por sus parejas (convivientes) o malas compañías a probar a colaborar con el narcotráfico, sea como micro comercializadoras, camellos (transporte de droga), o empleando sus negocios para lavar dinero negro procedente del narcotráfico. Realmente se encuentran arrepentidas de haber incurrido en este tipo de delitos y si las permitieran volver a empezar, serían buenas empresarias/ emprendedoras, ya que, de once encuestadas, únicamente dos casos, purgan condenas vinculadas a malas prácticas de gestión.

El problema para todas ellas es la dificultad de insertarse a algún tipo de empleo al salir de prisión. Por lo que, la creación o reconstitución de su emprendimiento o MYPE resulta un objetivo demasiado lejano. Comparamos dicha casuística con las de otros países y comprobamos que hay dos Organizaciones No Gubernamentales que ya vienen estudiando este tipo de problemática y brindan asistencia técnica y financiera, ayudando a mujeres privadas de su libertad a formar MYPES que, de forma cooperativa, ayuden a las reclusas a trabajar al menos durante el primer año de libertad, en un emprendimiento/ empresa que le permita rehacer sus vidas. Adicionalmente a ello, resulta interesante conectar a este grupo de mujeres con acceso a microcréditos, que podrían tener la metodología de fondo rotatorio u otro similar.

A partir de estas conclusiones, se piensa poner en marcha un programa de emprendimientos empresariales con microcréditos para las reclusas empresarias peruanas, una vez liberadas, en colaboración con MRS (http://mrsasso.fr/tag/detenus/) de Francia o PRI (https://www.pri.org/) de los Estados Unidos de América, entre otras posibles entidades benefactoras.

60

© Ediciones Pirámide

BIBLIOGRAFÍA

Baca-Neglia, H., Chacaltana-Condori, B., Roa-Meggo, Y., Zegarra-Samamé, T. y Bustamente-Puente, Z. (2015). Perfil de las reclusas en cárceles de Lima-Perú. Revista Peruana de

Obstetricia y Enfermería, 11(1), 1-23. Beccaria, C. (1764). Dei delitti e delle pene. Livorno, Marco Coltellini Editore. UC3M. Ferri, E. (1895). Sociologia Criminale. Valletta Ediciones. Kahneman, D. y Deaton, A. (2010). High Income Improves Evaluation of Life But Not Emotional Well-being. Psychological and Cognitive Sciences. Proceedings of National Academy of Sciences, 107(38), 16489-16493. Kocsis, R. (2007). Criminal Profiling: International Theory, Research, and Practice. Humana

Press. INEI (2019). Indicadores de Educación por Departamento, 2008-2018. INEI-MINEDU. INEI-INPE (2016). Primer Censo Nacional Penitenciario, 2016. INEI. Lombroso, C. (1911). Crime, its causes and remedies. Little, Brown & Heineman. PNUD (2016). Informe sobre el Desarrollo Humano. Desarrollo Humano para todos. PNUD. UNODC (2014). Manual sobre mujeres y encarcelamiento. Reglas de las Naciones Unidas para el tratamiento de las reclusas y medidas no privativas de la libertad para mujeres delincuentes (Reglas de Bangkok). UNODC. UNDP (2019). Human Development Report. Beyond income, beyond averages, beyond today: Inequalities in human development in the 21st century. UNDP. UNDP (2015). Human Development Report (HDR), 2015. Technical Notes. UNDP. Walmsley, R. (2012). World Female Imprisonment List. International Centre for Prison Studies & Birkbeck University.

© Ediciones Pirámide 61

This article is from: