JUSTICIA y LIBERTAD
BREVE HISTORIA de la Respetable
Logia
JUSTICIA y LIBERTAD N°5
BREVE HISTORIA
DE LA RESPETABLE LOGIA
“JUSTICIA Y LIBERTAD” N° 5
Jorge Danilo Correa Selamé
Santiago, Chile, octubre 2020
Diseño: Alejandra Machuca Espinoza
Ninguna parte de este libro puede ser reproducida, transmitida o almacenada, sea por procedimientos mecánicos, ópticos, químicos, eléctricos, fotográficos, incluídas las fotocopias, sin autorización escrita de los editores.
“No torpe grey estúpida, Seamos ciudadanos,
Con fe en el pueblo amémonos
Llamándonos, “hermanos”
Y a nuestra patria démosle
Justicia y Libertad”
JORGE DANILO CORREA SELAMÉ
PALABRAS DEL AUTOR
Tuve el privilegio de haber sido admitido en la Masonería y ser iniciado el 30 de agosto de 1985 en la Respetable Logia “Voltaire” N° 18 del Valle de Talca.
Después de haberme trasladado a Santiago, se me confirió un nuevo honor, cual es, haberse permitido mi afiliación a la Respetable Logia “Justicia y Libertad” N° 5 , siendo recibido por el Gran Masón que era el Venerable Hermano Carlos Steffens Mercado. En la misma Logia recibí mi Aumento de Salario el 28 de agosto de 1988 y en la cual también fui Exaltado el 28 de agosto de 1990, siendo sus
Venerables Maestros los recordados Hermanos René Reyes
Soto y Santiago Saavedra Torreyes , respectivamente.
Pasado el tiempo, tuve la idea de escribir algo relacionado con una especie de historia de la Respetable Logia “Justicia y Libertad” N° 5, parte de cuyo texto utilizo ahora. Sin embargo, la difusión de este trabajo quedó truncada pues, pretendiendo que se diera a conocer el año 2019 cuando la Logia cumplió 155 años, ello no ocurrió.
En lo personal, después de leer las “Crónicas” del V.: H.: Manuel Sepúlveda Chavarría o las obras de los VV.: HH.: Fernando Pinto Lagarrigue, Benjamín Oviedo y René García
Valenzuela y otras tantas, me he atrevido a emprender esta tarea incentivado por mi Venerable Maestro Héctor Morales
Henríquez y el tesón y apoyo del Querido Hermano Enzo
Sartori Quevedo , Bibliotecario de la Logia.
Vaya mi gratitud para ambos, quienes han demostrado lo que es ser un “pater familia”, el primero, y su calidad masónica y fraternidad, ambos.
Por otra parte, resulta obvio que me he basado en documentos históricos y en trabajos escritos por distintos Hermanos y, por ende, no tiene otro mérito, si es que lo tiene, que el de recopilar lo que otros han investigado y, cuando ello ha sido posible, tratar de clarificar algunos datos en la vida del Taller recurriendo a fuentes lo más exactas posible.
El autor
PRÓLOGO
Autor incesante de libros masónicos y jurídicos, el Querido Hermano Jorge Correa Selamé, nos entrega una nueva obra, fruto de su creatividad y de su estudio permanente de aquellos temas que le apasionan. En su prolífica producción intelectual, ha ido creando nuevos textos o recreando otros que habían sido aportados por otros autores, nutriendo así de obras que son muy importantes, no solo para conocer la historia de la Masonería chilena, sino para comprender el derecho masónico y su doctrina. Todo ello producto de un amor cierto por lo que significa la Masonería para su existir personal, y por su deseo de transmitir conocimientos que sirvan a los miembros de la Orden para su formación iniciática, o para afrontar los desafíos del hacer logial de cada día, que requiere una amplia compenetración de la doctrina y el propósito iniciático.
Con tesón, al Querido Hermano lo he visto trabajar en las dos ramas de la Masonería chilena, y tuve la oportunidad de tenerlo colaborando, con su esfuerzo sincero y alegre, cuando presidí un Cuerpo Escocés. Al asumir la Gran Maestría se puso a disposición con total desinterés en lo que se le propusiera.
Conociendo su entusiasmo masónico le pedí que fuera mi asesor en justicia institucional. Su apoyo decidido y abnegado ha permitido abordar las complejidades de distintas circunstancias, donde ha debido dedicar mucho tiempo para ayudar a resolver distintas contingencias, que han sido adecuadamente abordadas gracias a su consejo o acción.
En esa nueva obra, el Querido Hermano Jorge Correa aborda la historia de uno de sus grandes amores: la Respetable Logia “Justicia y Libertad” N°5, Taller de Obreros de Paz que ha funcionado ininterrumpidamente por más tiempo en la historia masónica chilena.
A través de su investigación, el autor presenta distintos episodios e hitos en la historia de esa Logia, pero, de manera especial, transmite el relato biográfico de destacadísimas figuras que dan prestigio a su membresía histórica. Destaca, asimismo, la benéfica acción efectuada a través de iniciativas filantrópicas de vasto impacto para sus beneficiarios, en distintas épocas del hacer logial.
La importancia de la Respetable Logia “Justicia y Libertad” N°5, en el desarrollo de la Masonería chilena y de la Masonería de Santiago, aparece así, a través de esta obra, en toda su importancia y eficacia.
No podemos sino agradecer a la dedicación del autor, por entregarnos esta nueva obra, que aporta de modo relevante al conocimiento histórico, no solo de una Logia en particular, sino de una parte de la Masonería chilena toda.
Sebastián Jans Pérez Gran Maestro
CAPÍTULO I
INTRODUCCIÓN
Los orígenes de la Masonería Chilena se remontan a la época de la Independencia, cuando la mayoría de los líderes patriotas sudamericanos en Europa, liderados por el venezolano Francisco de Miranda organizaron un sistema de sociedades secretas con características masónicas, llamadas Logias Lautarinas, con el fin de independizar a América de la Corona Española.
Posteriormente, en la década de 1850, hermanos extranjeros residentes, fundan en Valparaíso la Logia Francesa “L’ Etoile du Pacifique” y la Logia “Bethesda”, estableciéndose, más adelante, diversas Logias.
El fundador de la Masonería en Chile fue el V. . H. . . Manuel de Lima y Solá (1818-1908) quien cuando residía en Valparaíso participó en los trabajos de la Resp. Logia “L’ Etoile du Pacifique”, y tuvo la convicción que para que prosperara la Orden en Chile, debía establecerse una Logia que trabajase en idioma castellano. El V. . . H. . . de Lima había sido iniciado en la Resp. Logia “Unión” N° 5, de Caracas, el 5 de mayo de 1842.
Fue así como el 27 de julio de 1853 se fundó la Resp. Logia “Unión Fraternal” auspiciada por el Gran Oriente de Francia y que, posteriormente, ante los sucesos verificados en ese país, en Tenida celebrada el mes de abril de 1862, decide separarse del Gran Oriente de Francia, junto con lo cual diversos hermanos fundaron las Respetables Logias “Fraternidad”, antes llamada “Aurora de Chile”, en Concepción, el 24 de mayo de 1862; “Orden y Libertad”, en Copiapó el 11 de enero de 1862; y “Progreso”, en Valparaíso, el 19 de abril de 1862.
Tales hechos que se originaron en Francia dicen relación con que Carlos Luis Napoleón Bonaparte, emperador de los franceses entre 1852 y 1870 con el nombre de Napoleón III, por Decreto Imperial N° 9862, impuso como Gran Maestro del Gran Oriente de Francia, al mariscal Bernard Pierre Magnan quien nunca había sido iniciado en la Masonería. Este acontecimiento, que generó anarquía en la Francmasonería francesa y, en nuestro país, motivó la separación de las primeras Logias de ese Oriente para fundarse, el 24 de mayo de 1862, la Gran Logia de Chile de la cual fue su primer Gran Maestro el V.·. H.·. Juan de Dios Arlegui Gorbea, abogado de profesión, nacido en Santiago el 16 de junio de 1827.
En el Diccionario del V.·. H.·. Sepúlveda Rondanelli se anota que el V.·. H.·. Arlegui en 1837 ingresó al Seminario Conciliar donde hizo estudios de teología y en 1843 se incorporó al Instituto Nacional y se recibió de abogado en 1848. En 1858 fue elegido regidor por Valparaíso y en 1859 fue perseguido por sus ideas políticas. Se afilió al Partido Radical siendo Diputado suplente por Freirina en 1870; Diputado propietario por Valparaíso en 1873 y en 1876 Senador. Fue también Superintendente del Cuerpo de Bomberos e Intendente de la Provincia.
Domingo Arteaga Alemparte en su obra “Los Constituyentes Chilenos de 1870” dice, terminando su descripción: “Miembro del municipio o simple vecino de aquella importante ciudad, el señor Arlegui ha dado repetidas pruebas de un interés eficaz e inteligente en obsequio del bien común. Amigo fie1 y desinteresado de la libertad, sabe comprenderla y amarla. Si ha padecido más que brillado por ella, es que le han faltado las ocasiones de aparecer en la grande escena política. Por lo demás, tiene las mejores dotes de hombre de estado y de parlamento. Es un carácter circunspecto, moderado, digno; piensa con elevación y equidad; habla con soltura, corrección, elegancia y firmeza”. 1
El V.·. H.·. Arlegui fue elegido en 1862 como Gran Maestro de la Gran Logia de Chile, cargo que desempeñó durante 10 años, promulgando la primera Constitución.
El Gran Maestro Arlegui obtuvo el reconocimiento de la Gran Logia por los Poderes Masónicos extranjeros; hizo estudiar y promulgar la primera Constitución el mismo año 1862 en que fue elegido; dispuso revisar y poner en aplicación los Catecismos de los tres Grados Simbólicos; dictar en 1865 el Reglamento General y estimular la creación de nuevas Logias. Cuando terminó su mandato y declinó ejer-
cerlo por nuevo periodo existían ya 9 Logias de las cuales tres funcionaban en Santiago y habían iniciado más de 150 nuevos masones chilenos en su gran mayoría.
La primera Potencia Masónica que reconoció a la Gran Logia de Chile fue la Gran Logia de Massachusetts, el 30 de noviembre de 1862. Después lo hizo la Gran Logia del Distrito de Columbia, el 13 de diciembre de 1863 y la Gran Logia Central de Francia el 21 de diciembre de 1864. Como no podía ser de otra manera, ante el surgimiento en Chile de una Institución como la Masonería, emancipadora del hombre, la infame Iglesia católica “llamó la atención a las autoridades en la “Revista Católica” sobre los peligros de este tipo de agrupaciones: …levantar la voz en medio del culto y religioso Chile a favor de aquellas tenebrosas asociaciones… Sólo los ignorantes y los miopes dejan de calcular y prever los males que en las repúblicas sudamericanas pueden hacer las asociaciones masónicas, si mandatarios vigilantes y enérgicos no contienen su propaganda y refrenan su audacia”. 2
Fue, entonces, el año 1862, que comenzó un día miércoles, según el calendario gregoriano, año que el 5 de febrero ve nacer a un nuevo país llamado Rumania y el mismo año en el cual se publica la obra “Los Miserables” del escritor francés Víctor Hugo, cuando nace en Valparaíso, Chile, el 24 de mayo de 1862, la Gran Logia de Chile siendo su primer Serenísimo Gran Maestro el V.·. H.·. Juan de Dios Arlegui Gorbea, quien desempeñó el puesto durante los diez primeros años de su funcionamiento. El Primer Gran Celador fue el V.·. H.·. Francisco Javier Villanueva Godoy y el Segundo Gran Celador el V.·. H.·. Manuel de Lima y Solá.
2 DEL SOLAR, Felipe Santiago, “La Francmasonería en Chile: De sus orígenes hasta su institucionalización”, REHMLAC, Vol. 2, N° 1, mayo-noviembre 2010
El V.·. H.·. Villanueva fue un distinguido médico de origen argentino, nacido en Mendoza y se vino a Chile en tiempos de la dictadura de Rozas. En Chile, adquirió la nacionalidad chilena sin renunciar a la de su de origen.
Se inició en la Resp. Logia “Unión Fraternal” N° 1 de Valparaíso el 31 de julio de 1854 junto con los argentinos Domingo Faustino Sarmiento y Mariano E. Sarratea y el chileno Jacinto Chacón. Una vez que se trasladó a Santiago, se afilió con el grado de Maestro a la Resp. Logia “Deber y Constancia” N° 7.
En julio de 1872 es electo como Gran Maestro de la Orden en reemplazo del V.·. H.·. Juan de Dios Arlegui.
A su vez, el V.·. H.·. Manuel de Lima y Sola (18181908), es fundador de la Masonería chilena y fue iniciado en Caracas, en la Logia “Unión” N° 5, el 5 de mayo de 1842.
A poco andar, llega al año 1864, año en que el Papa Pío IX promulga la encíclica “Quanta Cura” que lleva como apéndice el “Syllabus Erroroum”, compendio de proposiciones condenatorias del racionalismo, del socialismo, del comunismo, del liberalismo y de las sociedades secretas, así como de la autonomía de la sociedad civil y condena la separación entre la Iglesia y el Estado, afirmando que la
religión católica debe ser la religión de Estado anatematizando respecto de la libertad de culto, de pensamiento, de imprenta y de conciencia.
El mismo año 1864 en que, en plena guerra civil, el 8 de noviembre, Abraham Lincoln gana la presidencia de los Estados Unidos de América y que en nuestro país se discutían importantes leyes libertarias.
Ese año 1864, vio nacer en nuestro país a la Respetable Logia “Justicia y Libertad” N° 5, la que, si bien lleva tal número de matrícula, es la Logia más antigua del país pues jamás ha abatido sus Columnas.
CAPÍTULO II
LOS ORIGENES
Cuenta la historia que el 25 de abril de 1864 la Resp. Logia “Orden y Libertad” N° 3, de Copiapó, debatió la necesidad de colaborar con la iniciativa de algunos hermanos de Valparaíso y Santiago que deseaban crear una Logia masónica en la capital del país.
De notable interés es la carta dirigida al Hermano Julio Sepúlveda Rondanelli por el V.·. H.·. Armando Ossa, Gran Delegado Regional, en la que le señala: “Leyendo su interesante historia sobre la fundación de la Respetable Logia “Justicia y Libertad” N° 5, la primera en Santiago, he creído interesante aportar algunos elementos históricos, que con ese hecho se relacionan, y que tuvieron su origen en nuestra Respetable Logia “Orden y Libertad” N’ 3 de este Valle. Al revisar nuestros libros de bosquejos, hice un esbozo de historia de nuestro Taller, y en ellos se lee lo siguiente: “Participación de “Orden y Libertad” N° 3 en la fundación de “Justicia y Libertad”: En la misma Tenida a que hacemos referencias anteriormente (abril de 1864) se tomó un acuerdo que demuestra la preocupación de los Hermanos por el porvenir de la Orden y la trascendencia que le reconocían a su labor. Es así como se comisiona al Hermano Francisco San Román (Haydn), quien viajaba a Valparaíso y a Santiago, para que agitara en el Oriente de Valparaíso la fundación de una Logia en Santiago. Esta preocupación se mantuvo activísima en nuestro Taller y, en Tenida de 3er. Grado del día I1 de junio de 1864, se insiste en la comisión dada al Hermano San Román y, como hacía un nuevo viaje al Sur, se le entregó en dinero la cantidad de $ 400, de los cuales daría en préstamo a la Gran Logia
la cantidad de $ 300 y como donación los $ 100 restantes, para el objeto de contribuir a la fundación de un Taller en Santiago. (Conservamos en el archivo la nota de la Respetable Logia “Unión Fraternal” en la que comunica la visita que ha hecho el Hermano Haydn (San Román), el planteamiento hecho por este Taller, de la iniciativa de nuestra Logia y la conformidad y coincidencia con los ideales de ese Taller)
“porque Santiago era un centro de fanática ignorancia y asiento de los elementos que retardan la emancipación intelectual de la Patria Chilena” (textual). 3
“El 18 de Julio de 1864, en Tenida de 1er. Grado se tomó el acuerdo de comunicar al Ilustre Hermano Manuel de Lima, que ha sido designado para que, en su representación, asista a la instalación de la primera Logia en Santiago, para lo cual le envía la suma de cien pesos para el pago del pasaje ida y vuelta desde Valparaíso, lugar de su residencia, a Santiago. El 25 de noviembre del mismo año, recibe por fin el Taller la solemne plancha en que, en forma agradecida y emocionada, se le da cuenta de la Instalación de un Taller con el nombre
3 En esta carta del V.·. H.·. Armando Ossa se dice que “se comisiona al Hermano Francisco San Román (Haydn)…”; y, cuando más adelante hablamos del acuerdo adoptado por la Resp. Logia “Orden y Libertad” N° 3 el 18 de julio de 1864, se habla del “hermano Flavio”, que era el V.·. H.·. José María Cabezón Jordán, lo cual merece una explicación. En efecto, en la Revista Masónica de Chile, N° 9, Noviembre, Año XVII de 1940, aparece un trabajo del Hermano José Gómez de la Cerna, en el que, bajo el título “El Nombre Simbólico”, se lee: “Existe, en los Rituales de Inic.·. de varios países, la práctica de que el neófito, después de ver la verdadera luz, adopte, para usarlo desde entonces dentro de la institución, un nombre que puede ser el de un sabio, político, filósofo, o artista ya fallecido, o el de una virtud o el de un pueblo, etc.”. Y agrega: “En esta forma se complementa el acto que acaba de realizarse, dejando a las puertas del Templo todo lo que representa ostentación y vanidad del mundo profano. Se nace a una nueva vida y es natural que se adquiera un nombre distinto del que se nos conoce fuera de allí. Al ingresar entre nosotros ha quedado simbólicamente suprimida su vida anterior. Es sólo un nuevo Aprendiz que entra a colaborar en la formación del Templo Ideal, debiendo olvidarse de su historial profano. Por lo tanto, el nombre simb.·. se encuentra dentro de la esencia de nuestra doctrina”. Y el H.·. Gómez agrega que el anterior no es el “aspecto único que tiene esta admirable costumbre, sino que la práctica ha demostrado su enorme conveniencia” pues ello ha permitido salvar la vida de numerosos Hermanos en aquellos países o en las épocas en que la Orden y sus integrantes han sido perseguidos.
distintivo de “Justicia y Libertad”, se levanta en Santiago “cuyo ambiente reaccionario, fanático, lleno de temores e inundado por dogmas y prejuicios, recibirá la luz de este faro bienhechor”. Solicita en inspiradas frases “el apoyo de Orden i Libertad en el sentido de prestarle su cooperación intelectual i material si fuese necesario”. Firman este documento: J. Miguel Fáez como Venerable Maestro. Nicanor Rojas como 1er. Vigilante. Ángel Custodio Gallo como 2°. Gmo. Matta como Orador y Jorge Délano como Secretario”.
Además, puedo comunicarle que el Hermano de don Guillermo Matta, don Felipe Santiago, fue Hermano de nuestro Taller, habiéndose iniciado el 2-4-1862, exaltado a 2° Grado el 28-8-1862 y a Maestro el 23-5- 1864. Murió en 1876.
Con lo anterior he deseado completar sus antecedentes de la fundación de “Justicia y Libertad” y hacerle un acto de justicia a los antiguos Hermanos que tuvieron esa preocupación tan permanente para propagar nuestros principios”. 4
Ahora bien, a principios de 1864 un grupo de masones residentes en Santiago promovió la necesidad de instalar en esta ciudad un Taller masónico, ciudad en que el prejuicio religioso predominante había impedido establecer la Masonería. El grupo fue encabezado por el V.·. H.·. Ángel Custodio Gallo Goyenechea, quien quería “dar vida a un organismo iniciático que pesare positivamente en las conciencias y en las acciones de los hombres escogidos que lo formarían”.
El noble proyecto, despertó todo el entusiasmo de los hermanos nortinos, los cuales nombraron al V.·. H.·. Francisco San Román para que planteara la idea en el seno de la Gran Logia de Chile, a la sazón, con sede en Valparaíso.
El V.·. H.·. Francisco San Román fue ingeniero, escritor
4 Revista Masónica de Chile, año LVI, Nos. 7 y 8, septiembre-octubre 1979, página 34
y servidor público, nacido en Copiapó en 1838, descendiente de un matrimonio argentino avecindado en Chile, iniciado en la Resp. Logia “Orden y Libertad” N° 3 el 3 de febrero de 1862.
Estudió en el antiguo colegio de Minas de Copiapó y más tarde fue profesor de ese establecimiento y ejerció su profesión explorando el desierto de Atacama.
Retomando nuestra historia, en la tenida de 25 de abril de 1864 de la Resp. Logia “Orden y Libertad” N° 3, el Orador, V.·. H.·. José María Cabezón, hizo presente “que varios hermanos residentes en Santiago y aun los hermanos del Or.·. de Valparaíso habían pensado hace poco tiempo, establecer una Logia en la capital y creía digno de atención este pensamiento, que si los hermanos de Valparaíso y Santiago no pensaban ya en ello, tocaba a este Taller hacer las diligencias necesarias para darle impulso, que para eso pedía al Taller a un hermano para que se trasladara a Valparaíso y Santiago para tratar sobre ese objeto”.
“Esta proposición fue aprobada por unanimidad y habiendo tomado la palabra el hermano San Román, dijo: que en pocos días más pensaba marchar a esas ciudades, que si el Ven. hallaba por conveniente, él se encargaría de hacer esas gestiones y quedaría en esas ciudades tanto tiempo cuanto el Taller creyera necesario. Aceptado que fue el ofrecimiento del hermano San Román quedó el Ven. encargado de darle un delta para que por él fuese reconocido como encargado especial de esta logia ante la Logia de Valparaíso y pudiese en consecuencia dar todos los pasos necesarios”.
Los mismos Hermanos, aprovechando una visita del Hermano Guillermo Matta, el 23 de mayo de 1864, le reiteraron su interés por colaborar en esta iniciativa, contándonos
la historia que “Abiertos los trab.·. se leyó la pl.·. de la ten.·. anterior que fue aprobada. Enseguida el Ven.·. propuso al Tall.·. que se saludara al H.·. Visitador don Guillermo Matta con una bat.·. pues en él debíamos mirar no sólo al H.·. querido que nos visitaba, sino también al mas.·. que tan elocuentemente había manifestado siempre su amor a la libertad y a los santos principios que son el lema de la mas.·. El Or.·. pidió que esa bat.·. fuese triple. El Tall.·. lo acordó así por unanimidad y el h.·. Matta fue saludado como el Or.·. lo pedía. Antes de contestar el saludo, el H.·. Matta dirigió a la Log.·. un sentido discurso dando las gracias por el honor que se le hacía y pidiendo que lo acompañaran a dirigir una triple bat.·. por la Gloria del G.·. A.·. D.·. U.·. Hecho esto, el Or.·. tomó la palabra y después de dar la bienvenida al h.·. Matta le manifestó la esperanza que este Tall.·. abrigaba de que él haría todos los esfuerzos posibles a fin de establecer una Log.·. en Santiago y ofreciendo en nombre de este Tall.·. todos los auxilios que pudiera proporcionar”.
El 24 de junio de 1864 se dio lectura a una plancha suscrita por la Resp. Logia “Unión Fraternal” N° 1, de Valparaíso, acusando recibo de “la plan. dirigida por este Tall. dando a conocer como encargado especial a nuestro hermano San Román. Ese Resp. Tall. ha acogido con el mayor entusiasmo el interés que ha tomado este Resp. Tall. en la planteación de una Logia en Santiago”.
El 18 de julio de 1864, la Resp. Logia “Orden y Libertad” N° 3 tomó, entre otros acuerdos, propuesto por el hermano Primer Vigilante, Evaristo Anselmo Soublette, y apoyado por el Ven. Carlos Ignacio Soublette y el hermano Flavio, para que se nombrase encargado especial al hermano Manuel de Lima con el objeto de tratar del establecimiento de la logia que se proyectaba en Santiago; “fue aprobado
por unanimidad, agregando que se anunciase por secretaría esta resolución, remitiéndole al mismo tiempo que su nombramiento, una medalla de cien pesos en una letra para los gastos de su viaje a Santiago y regreso a Valparaíso”.
El V.·. M.·. referido, Carlos Ignacio Soublette era de nacionalidad colombiana y de profesión ingeniero y se definía como católico, siendo uno de los nueve hermanos fundadores de la Resp. Logia “Orden y Libertad” N° 3 del Valle de Copiapó.
El Primer Vigilante en la época, el V.·. H.·. Evaristo Soublette, fue, posteriormente, Gran Maestro de la Gran Logia de Chile y también era colombiano y radicado en Copiapó se dedicó a la minería.
El denominado como “hermano Flavio”, era el V.·. H.·. José María Cabezón Jordán, abogado chileno que se inició en la Resp. Logia “Orden y Libertad” N° 3, quien ocupó diversos cargos en la oficialidad llegando a ser Venerable Maestro del Taller y Miembro Honorario. El 5 de junio de 1874 siendo Venerable Maestro de su Taller y en tal carácter le correspondió declarar fundada la nueva Logia “Luz y Esperanza” de La Serena, cuyas columnas formaban como fundadores dos copiapinos, los HH.·. Emilio Olivares Dolarea y Francisco Paulino Moas.
Como resultado del cometido del V.·. H.·. Manuel de Lima, en Tenida de 8 de agosto de 1864 de la Resp. Logia “Orden y Libertad” N° 3, se da lectura a una misiva de él en la que “anuncia que muy pronto tendría que dar parte a este Taller de la apertura de la Logia de Santiago”. Los esfuerzos de todos los QQ.·. HH.·. fructificaron el 7 de noviembre de 1864, fecha histórica en que se funda en el Oriente de Santiago la Resp.·. Logia “Justicia y Libertad” N° 5 siendo a la sazón Gran Maestro de la Gran Logia de
Chile el V.·. H.·. Juan de Dios Arlegui, primer Gran Maestro de nuestra Orden. Su Carta Constitutiva lleva como fecha el 20 de agosto de 1867.
He aquí el acta de aquella histórica reunión:
“A.·. L.·. G.·. D.·. G.·. A.·. D.·. U.·.
En nombre y bajo los auspicios de la Respetable Gran Logia de Chile. Oriente de Santiago, noviembre 7 de 1864, e. v.
La Respetable Logia de San Juan ha abierto sus trabajos preparatorios en el 1er. gr. simb. con un simple P, ocupando el asiento de V.·. M.·., el H.·. José Miguel Fáez, quien, asumiendo la dirección de los trabajos con la voluntad de los miembros presentes, nombró para que le ayudasen, como Primer Vig.·. al Q.·. H.·. Nicanor Rojas, como Segundo Vig.·. al Q.·. H.·. Ángel
Custodio Gallo y como Orador: al Q.·.H.·. Guillermo Matta.
Secretario: al Q.·.H.·. Jorge Délano. Experto: al Q.·.H.·. Federico
A. Belem. Guarda Sellos: al Q.·. H.·. Christian Busch. Guarda Templo: al Q.·. H.·. José Agustín Ovalle. Ocupó un lugar en el Or.·. el M.·. Q.·. H.·. Gran 2º Vig.·. de la Respetable Gran Logia de Chile Manuel de Lima.
El Venerable manifestó a la Respetable Logia la necesidad que había de dar un nombre distintivo a la Logia recién establecida y después de tomar el parecer de los demás hermanos, se resolvió que la República Logia llevase el título distintivo de Justicia y Libertad.
El Ven.·, advirtió también que en otras circunstancias se había exigido que los Diplomas fuesen depositados en el Altar para enviarlos a la Respetable Gran Logia de Chile; pero que por ahora esa precaución era innecesaria desde que los hermanos presentes se conocían recíprocamente, habiendo trabajado juntos en las Logias del Oriente de Chile y también porque el
H.·. Gran 2º Vigilante de la Respetable Gran Logia de Chile se daba por satisfecho de la regularidad de los hermanos presentes.
E. V.·. M.·. hizo ver, además, la necesidad en que se encontraba la Logia en instancia de pedir a la Respetable Gran Logia de Chile una Carta Constitutiva a fin de que sus trabajos fuesen considerados regulares, y ordenó al hermano Secretario que diera lectura a la Pl.·. que al efecto tenía preparada
A.·. L.·. G.·. D.·. G.·. A.·. D.·. U.·.
En nombre y bajo los auspicios de la Respetable Gran Logia de Chile.
La Respetable Logia de San Juan, bajo el distintivo de “Justicia y Libertad”, en el Oriente de Santiago, a 7 días de noviembre de 1864, a la Gran Logia de Chile, S.·. F.·. U.·.
MM.·. II.·. y QQ.·. HH.·.
Animados del deseo de trabajar regularmente por la gloria de la Institución Masónica y por el bien de la humanidad en general y en conformidad a los votos de la deliberación tomada en esta fecha, cuyo extracto acompañamos, os suplicamos tengáis a bien reunirnos al Centro común de los Masones chilenos, concediéndonos una Carta Constitutiva que regularice los trabajos de la nueva Logia establecida en este Oriente. Ligados a vosotros por el indisoluble lazo de la Fraternidad, nos esforzaremos para merecer vuestra consideración, por la regularidad de nuestros trabajos, comprometiéndonos desde ahora a conformarnos con los Estatutos y Reglamentos Generales de la Orden y a contribuir exactamente con la contribución que nos imponen. Os saludamos, etc.
Concluida la lectura, se sometió a la deliberación de la Respetable Logia y fue aceptada por unanimidad.
El H. Orador pidió que, en cumplimiento de los Reglamentos Generales, la Logia procediera a nombrar un Diputado que la represente en el seno de la Respetable Gran Logia de Chile. Esta indicación, sometida a la deliberación de la Logia, fue aceptada y tomada la votación por el escrutinio, resultó nombrado por unanimidad como Diputado de la Logia, el H.·. Luis Lynch. En consecuencia, el V.·. M.·. ordenó al H.·. Secretario que procediera a extender el Poder correspondiente, a fin de enviarlo al Diputado nombrado, según lo prescriben los Reglamentos Generales.
El V.·. M.·. ordenó al mismo tiempo que los HH.·. presentes, miembros activos de la Logia, pasaran uno por uno al Oriente a fin de llenar el Cuadro con los demás documentos que acrediten la fundación de la Logia “Justicia y Libertad”.
CUADRO DE LOS MIEMBROS FUNDADORES DE LA LOGIA
Fáez, José Miguel, Militar, 3º Gr.·. de la “Unión Fraternal”.
Rojas, Nicanor, Médico, 3º Gr. de la “Unión Fraternal”.
Gallo, Ángel C., Propietario, 3º Gr.·. de la “Unión Fraternal”.
Matta, Guillermo, Literato, 3º Gr.·. de la “Perseverante Amitié”.
Délano, Jorge, Comerciante, 3º Gr.·. de la “Bethesda”.
Beelem, Fed. Ad., Abogado, 3º Gr.·. de la “Franklin” 62.
Ovalle, José A., Abogado, 3º Gr.·. de la “Unión Fraternal”.
Busch, Cristian, Agricultor, 3º Gr.·. de la “Unión Fraternal”.
Mac Lean, Juan, Comerciante, 2º Gr.·. de la “Unión Fraternal”.
El V.·. M.·. ordenó que se diera lectura al Cuadro, a fin de que, si hubiera que rectificar algún error, se hiciera con tiempo; y no habiéndose hecho observación alguna, ordenó que circulase el saco de Prop.·. y el Tr.·. de Pobres, regresando al Oriente el primero sin nada y el segundo conteniendo diecinueve pesos cuarenta centavos.
Se acordó que la Logia tenga en adelante sus Tenidas Ordinarias los lunes de cada semana, a las 8 horas P. M. Enseguida, el H.·. Secretario dio lectura por orden del V.·. M.·. al bosquejo de la presente Tenida y no habiendo observación alguna que hacer, cerró el V.·. M.·. los trabajos por un -0- retirándose los HH.·. en paz. (Firmados). El V.·. M.·.
J. Miguel Fáez, 1º Vig.·. Nicanor Rojas. 2º Vig.·. A. Custodio Gallo. Orador, Guillermo Matta. Guarda Sellos, Ch. Busch. Por mandato de la Resp. Logia, Jorge Délano, Secretario”. Recibida la solicitud de Carta Constitutiva por la Gran Logia de Chile, el S.·. Gran Maestro designó un Inspector para que visitara el local donde iba a funcionar el nuevo Taller y viera si cumplía con las condiciones necesarias. Dicha inspección fue realizada por el hermano Manuel de Lima. El Templo fue erigido en una casa de propiedad del señor don José Arrieta, la que estaba situada en la esquina N. O. de la Plaza del Teatro Municipal.
Evacuado el informe del Inspector, en términos favorables y habiendo sido, a la vez, satisfactoriamente acogida la solicitud por la Sección Simbólica y de Ritos de la Gran Logia, el G.·. M.·. otorgó el permiso solicitado; y la Respetable Logia “Justicia y Libertad” –a la que correspondió el Número 5- empezó sus trabajos en instancia de constitución, el 2 de enero de 1865, dirigidos por el V.·. M.·. José Miguel Fáez, distinguido militar del ejército de la República”.
Al respecto, el V.·. H.·. Manuel Sepúlveda Chavarría narra que el Q.·. H.·. Gallo invitó, el 7 de noviembre de 1864, a su propia casa, situada en la Alameda de las Delicias, entre Estado y Ahumada, que hoy lleva el N° 953, a diversos HH.·. con el objeto de fundar la primera Logia masónica en la capital de la República, evento al que concurrieron los QQ.·. HH.·. José Miguel Fáez, teniente coronel de artillería; Nicanor Rojas, médico; Guillermo Matta Goyenechea, literato; José Agustín Ovalle, abogado; Cristián Busch, agricultor; y Jorge Délano, Federico Beethlem y Juan Mac Lean, comerciantes, además del dueño de casa.
El V.·. H.·. Manuel de Lima asistió a la fundación en su calidad de Segundo Gran Celador de la Gran Logia de Chile, pero en representación de la Resp. Logia “Orden y Libertad” N° 3 de Copiapó que le había comisionado para ello.
La Resp. Logia “Unión Fraternal” N° 1, el 10 de noviembre de 1864, envió sus felicitaciones al Taller recién instalado en las que se termina diciendo: “La muy Respetable Logia “Unión Fraternal” Nº1 que tengo el honor de presidir, se congratula de que miembros de su seno, hayan sido los fundadores del templo levantado a la moral (...) (Emilio Sotomayor Baeza.”
A su vez, el 14 de noviembre de 1864, el V.·. M.·. de la Resp. Logia “Orden y Libertad” N° 3, de Copiapó, “dio parte que se le había comunicado por carta confidencial por el hermano De Lima la solemne instalación de la Logia en Santiago bajo el nombre distintivo de “Justicia y Libertad”. La feliz noticia fue saludada con una batería por todo el Taller y se propuso al V.·. M.·. que la Logia dirigiera a esa nueva Logia una plancha felicitándola por su instalación y por los votos que hacen todos los hermanos de este Taller por su prosperidad.
La Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5 fue la primera Logia constituida después de la fundación de la Gran Logia de Chile y desde su nacimiento y se cree que, hasta el 2 de enero de 1865, la Logia sesionó en la casa del Q.·. H.·. Ángel Custodio Gallo.
V.·. H.·. Ángel Custodio Gallo
El V.·. H.·. Manuel Romo anota: “En la segunda reunión, celebrada el 14 de noviembre de 1864, se nombró una comisión compuesta por José María Ferrier, Ángel Custodio Gallo y Federico A. Beelen “para buscar un local aparente y arbitrar los medios para levantar un templo informando a la Logia”. (Libro de Actas R. L. Justicia y Libertad Nº5)
“Una semana más tarde, la comisión informó que había encontrado un local. Se trataba de una casa de propiedad de José Arrieta Pereira en la plazuela del Teatro, por el canon de mil quinientos pesos anuales. La casa tenía dos departamentos, uno en los altos que se destinaría al Templo, sala de Banquetes, secretaría y demás oficinas y el otro departamento, en la planta baja, formaba una casa bastante cómoda que a juicio del administrador del edificio podría arrendarse por 400 o 500 pesos anuales.
Es probable que el 19 de diciembre de 1864 se haya celebrado la última Tenida en la casa de Gallo, porque el Libro de Actas no consigna nueva información sino hasta el 26 de abril de 1865. Es de suponer que en esta fecha se haya realizado la primera Tenida en el nuevo Templo, el cual habrían demorado cuatro meses en ser habilitado debidamente”. 5
El hecho es que la Logia sesionó en la casa de don José Arrieta, en la Plazuela del Teatro Municipal, hasta el 11 de diciembre de 1872, fecha en que un incendio destruyó el inmueble. El diario “El Ferrocarril” de 12 diciembre de 1872 informó de la noticia: “Como a las tres y cuarto de la madrugada de ayer se declaró un voraz incendio en la casa de don José Arrieta, situada en la plazuela del teatro, y en la que estaban establecidos el club masónico, el Porvenir de las Familias y el Banco Garantizador de Valores. Ha sido imposible hasta ahora saber con precisión donde tuvo origen el fuego. Unos dicen que empezó por el comedor de las logias masónicas; otros aseguran que nació en el departamento habitado por el señor Arrieta, y otros por último y es la opinión generalizada que el fuego ha tenido origen en la cocina de la casa de M. Carlos Monery, situada a los pies. El hecho es que el fuego
5 ROMO, Sánchez Manuel, “Archivo Masónico” N° 19. Santiago, Chile, 1º noviembre 2009.
empezó por los pies siguiendo hacia la plazuela. En pocos momentos las llamas cundieron con una celeridad terrible. Los bomberos prepararon sus bombas con bastante rapidez, pero transcurrió casi una hora sin que hubiera agua en las acequias para que pudieran funcionar. Esta falta de agua causaba desesperación, pues, si el agua hubiera existido desde el primer momento, se habría reducido el incendio a sólo el interior de la casa y no se habría visto desaparecer por completo tan bello edificio. Cuando llegó el agua, ya la casa no era más que una inmensa hoguera en todos sus departamentos y el esfuerzo se reducía a impedir que el fuego se propagase a las casas vecinas.”
Los estudiosos estiman que el nombre de la Resp.·. Logia fue tomado del “Himno de la Democracia”, escrito por el V.·. H.·. Guillermo Matta, uno de nuestros fundadores, y que se había leído por primera vez en Santiago, el 18 de septiembre de 1858, en plena agitación política contra el Gobierno de Manuel Montt.
En el periódico “El Correo Literario” de 18 de septiembre de 1858, Año I, N° 10, se lee ese himno el que en su quinta estrofa dice: “No torpe grey estúpida / Seamos ciudadanos. Con fe en el pueblo amémonos / llamándonos “hermanos”. Y a nuestra patria démosle / Justicia y Libertad”.
“Himno de la Democracia”
Coro
Como un radiante espíritu, Idea, tú caminas, Y siempre con los mártires Y con los héroes vas.
De Europa y de la América Los pueblos iluminas; Y al fin contra los déspotas
¡El triunfo nos darás!
I
¡El pueblo es libre!
La voz del pueblo sea,
De su esperanza Del porvenir idea, Un himno leal y enérgico
¡De patria y libertad!
II
La voz que antiguos héroes Ya celebró triunfante, Con la del pueblo unísona Solemnemente cante; Y por sonora atmósfera
¡Retumbe su igualdad! Sus tumbas, la maldad
III
La frente del demócrata
En la luz de amor se encienda, Sin miedo huelle impávido
De su deber la senda; Y crezca en lo magnánimo ¡Su noble corazón!
IV
De hoy más, leyes tiránicas No incensarán al crimen, Y temblarán los déspotas Que con el vicio oprimen.
El pueblo es pura victima!
¡El pueblo es redención!
V
No torpe grey estúpida, Seamos ciudadanos, Con fe en el pueblo amémonos
Llamándonos, “hermanos” Y a nuestra patria démosle
Justicia y Libertad.
VI
Honrad así a los héroes
Que nuestros padres fueron. En su valor patriótico
Jamás desfallecieron; Y en vano abrió sus cárceles, Sus tumbas, la maldad
VII
La lid con la metrópoli
¡Pasó! —La gran memoria. De esas hazañas célebres
Es nuestra propia gloria; Lo que ha iniciado esa época Al fin se ha de cumplir.
VIII
En los trofeos públicos El pueblo libre vea
La patria unida al júbilo; El hombre con la idea, Y en su pasado histórico
¡Brillando el porvenir!
Primera Oficialidad
El 7 de noviembre de 1864, día de fundación de la Respetable Logia “Justicia y Libertad”, se procedió a elegir la primera Oficialidad que fue la siguiente: V.·. M.·. José Miguel Fáez; 1° Vig.·. Nicanor Rojas; 2° Vig.·. Ángel Custodio Gallo; Orador, Guillermo Matta; Secretario, Jorge Délano; Experto, Federico Beethlem; Guardasellos, Christian Busch; y Guarda Templo, José Agustín Ovalle.
La historia también nos recuerda que el Cuadro de los Miembros Fundadores de la Logia fue integrado por:
José Miguel Fáez, 3° de la R. L. “Unión Fraternal”; Nicanor Rojas, 3° de la R. L. “Unión Fraternal”; Ángel Custodio Gallo, 3° de la R. L. “Unión Fraternal”; Guillermo Matta, 3° de la R. L. “Perseverante Amitié”; Jorge Délano, 3° de la R. L. “Bethesda”; Federico Beethlem , 3° de la antigua R. L. “Franklin”; José Ovalle, 3° de la R. L. “Unión Fraternal”; Cristián Busch, 3° de la R. L. Unión Fraternal”; y Juan Mac Lean, 2° de la R. L. “Unión Fraternal”.
El V.·. H.·. Nicanor Rojas nació en Rancagua y aparece con el N° 3 del Registro de la Logia, nacido el 10 de enero de 1834. Era médico y político. En 1865 fue nombrado miembro de la Facultad de Medicina y perfeccionó sus estudios en Paris donde presentó a la Sociedad de Medicina una memoria sobre “Las Aguas Minerales de Chile”. Fue elegido Diputado por Osorno en 1879 y, posteriormente, elegido por Santiago en 1891.
Ingresó a la Masonería en la Resp. Logia “Unión Fraternal” N° 1 Valparaíso. Fue fundador y Primer Vigilante de la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5 desde el momento de su instalación hasta mediados de 1865 en que tuvo que trasladarse a Valparaíso.
El V.·. H.·. Federico Beethlem, figura con el N° 6 en los Registros, nacido el 7 de mayo de 1831. Era abogado y en 1871 fue uno de los firmantes del acta del matrimonio del V.·. H.·. Juan Agustín Palazuelos con doña Clorinda Maturana, suscrita ante el Notario Daniel Álvarez.
Fue iniciado en la Logia “Franklin” de Pittsburgh, Pensilvania y es uno de los fundadores de la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5, a la cual se afilió el 7 de noviembre de 1864. Falleció en 1875 mientras se desempeñaba como Cónsul General de Chile en Nueva York y ese mismo año había sido designado Orador adjunto del Taller, cuyo Venerable Maestro era el V.·. H.·. Ramón Allende Padín.
El Guardasellos, V.·. H.·. Christian Busch, era agricultor, nacido en Noruega el 7 de marzo de 1831 e iniciado en Hamburgo. En Chile se afilió a la Resp. Logia “Unión Fraternal” N° 1 de Valparaíso. Como fundador de la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5 firmó como Guarda Sellos el Acta de Fundación y en el Libro de Vida figura con el N° 7. Murió el mes de septiembre de 1876.
El V.·. H.·. José Agustín Ovalle aparece en los Registros de la Logia con el N° 8, nacido en Santiago el 6 de mayo de 1822 y provenía de la Resp. Logia “Unión Fraternal” N° 1 y de profesión abogado.
Por último, el V.·. H.·. Juan Mac Lean figura con el N° 10 en los Registros de la Logia, habiendo nacido el 11 de julio de 1825. Era comerciante y provenía de la Resp. Logia “Unión Fraternal” N° 1 habiéndose iniciado el 29 de abril de 1853 y ascendido a Compañero el 24 de noviembre del mismo año, siendo uno de los fundadores de “Justicia y Libertad”, con el grado de Compañero. Falleció en 1876.
A los VV.·. HH.·. José Miguel Fáez, Ángel Custodio Gallo, Guillermo Matta y Jorge Délano, nos referiremos más adelante.
Primeras Iniciaciones
La Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5, fundada el 7 de noviembre de 1864, fue autorizada por el Gran Maestro V.·. H.·. Juan de Dios Arlegui, el 26 de diciembre de 1864, para celebrar Iniciaciones y Afiliaciones.
En virtud de ello, el 8 de mayo de 1865 la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5 celebra su primera iniciación, recibiendo como aprendiz masón al gran educador V.·. H.·. Juan Nepomuceno Espejo Bravo.
El V.·. H.·. Espejo no solamente fue el primer iniciado en “Justicia y Libertad”, sino que, el primer iniciado en Santiago. Nació en Talca en 1820 y fue uno de los fundadores del Partido Radical. Escritor y tribuno popular dos veces estuvo preso, perseguido por la fogosidad con que defendía sus ideas frente al Gobierno de la época.
Fue elegido Diputado por Itata en 1864 e integró una Cámara que por primera vez tuvo representantes radicales, pues, al lado suyo se sentaron Matta, Tomás Gallo, Ricardo Claro y Cruz y Manuel Recabarren. En 1873 fue elegido, al mismo tiempo, por Coquimbo y por Talca y en 1876 fue reelegido por Chillán.
El V.·. H.·. Espejo ingreso a la Masonería en 1865, al poco tiempo de estar funcionando la primera Logia establecida en Santiago, es decir, “Justicia y Libertad” N° 5, siendo el primer masón iniciado en la capital de la República en Tenida realizada el 8 de mayo de 1865.
Fue exaltado al grado de Maestro el 12 de noviembre de 1869 y días después se contó entre los fundadores de la Resp. Logia “Deber y Constancia”, donde ocupó el cargo de Orador y fue elegido su Venerable Maestro el 16 de abril de 1875.
El viernes 8 de mayo de 2020, pasadas las 20:00 horas, se cumplieron 155 años desde la iniciación de Juan Nepomuceno Espejo Bravo a “Justicia y Libertad”.
El VH Espejo Bravo, el primer iniciado de esta Logia, inauguró la más que centenaria costumbre de traer piedras de la cantera de la vida para ser desbastadas y pulidas en el Taller para construir el Templo interior y para contribuir al perfeccionamiento de la sociedad.
El Venerable Maestro Héctor Morales Henríquez, señaló que “Juan Nepomuceno Espejo fue un hombre público, parlamentario, un hombre del Maule que encabezó un listado de más de 1200 iniciados y afiliados a esta Logia”.
En los días siguientes, se confiere la luz masónica a los profanos Carlos Hopfenblatt, Pedro Nolasco Videla, Francisco Gandarillas, Rubin Trait, Pedro Cadot, Adolfo Ballas, Vicente del Sol, José Maldonado, Domingo Toro Herrera, Luis Léliva y nada menos que a Eduardo de la Barra Lastarria.
De estos HH.·. Carlos Hopfenblatt, era comerciante establecido en Santiago, de ascendencia extranjera y recibió su grado de Aprendiz en Tenida de 15 de mayo de 1865. En el cuadro de miembros del Taller confeccionado en 1875 figura con el número once y con el grado de Maestro; el H.·. Pedro Nolasco Videla nació en Andacollo en 1931, era
abogado y figura con el N° 39 en el Libro de la Logia; y el Hermano Francisco Gandarillas Luco nació en Santiago en 1842. Se dedicó al periodismo político y en 1865 fue enviado a Colombia como secretario de la legación de Chile. Recorrió América y Europa y desde 1876 fue por varios periodos miembro de la Cámara de Diputados representando primero a Vallenar; en 1879 fue suplente por Coquimbo; en 1882 titular por Combarbalá y en 1885 por Tarapacá. En 1872 había sido Secretario de la Unión Americana de Santiago y durante varios años fue además Secretario de la Sociedad Nacional de Agricultura hasta que en 1889 fue nombrado agente de Colonización de nuestro país en Europa. Se inició en la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5 en la que durante dos periodos desempeñó el cargo de Secretario correspondiéndole redactar, entre muchas otras, el acta de 20 de agosto de 1867 en que el taller fue solemnemente instalado. El H.·. Rubin Trait nació el 27 de septiembre de 1827 en Estados Unidos; era arquitecto y fue iniciado el 10 de julio de 1865. En ella ascendió a compañero y fue exaltado al grado de maestro, figurando con el N° 43. El H.·. Pedro Cadot, era de profesión litógrafo, iniciado el 3 de julio de 1865. Cuando se creó la Logia “Avenir et Liberte” N° 9, por franceses residentes en Santiago, pero bajo la dependencia de la Gran Logia de Chile el H.·. Cadot se afilio a ella.
Por su parte, nuestro Q.·. H.·. Adolfo Ballas, nació el 27 de febrero de 1832 en Prusia y era ingeniero. En los Registros de la Logia figura con el N° 44 y el Q.·. H.·. Vicente del Sol nació en Santiago el 4 de octubre de 1840, era agricultor y en el Libro de la Logia aparece con el N° 45.
Nuestro H.·. José Maldonado, quien figura con el N° 50 en el registro logial, nació el 8 de octubre de 1837 en Santiago y era abogado. Y el H.·. Domingo Toro Herrera,
quien aparece con el N° 52, nació en Santiago el 13 de enero de 1840 y era agricultor.
Por último, a los VV.·. HH.·. Luis Léliva y Eduardo de la Barra Lastarria, haremos referencia en otra parte de este trabajo.
Primeras Afiliaciones
En la época en que nuestra Logia trabajaba en la casa del V.·. H.·. Ángel Custodio Gallo, el 21 de noviembre de 1864, se afilian a ella los QQ.·. HH.·. Federico Leybold, Fernando Schwartz, Gustavo Unger, Juan Agustín Palazuelos, Manuel Arturo Villarroel, Manuel Otero y Julio Schmidt, todos ellos Aprendices; el Q.·. H.·. Compañero Tomás Amstrong y los QQ.·. HH.·. Maestros Carlos Sand, Victoriano Martínez Gutiérrez, Eduardo du Bois, Juan Risso, Andrés Lusbrin, Juan Dezarrolla, Luis Digaust, Martín Zamudio, Garner Menard, Miguel Santa María y Juan Applegath, según narra el V.·. H.·. Sepúlveda Chavarría.
Desde el nacimiento de la Logia sus QQ.·. HH.·. han descollado y nos han dejado un legado de grandeza, bastándonos señalar, como veremos más adelante, que en 1865 sus miembros actuaban para lograr la modificación de la Constitución Política de 1833, especialmente, de su artículo 5° que consagraba a la religión católica, apostólica y romana como única religión del Estado. Recordemos que el año 1864 el Papa Pío IX había promulga la encíclica “Quanta Cura” que lleva como apéndice el “Syllabus Erroroum”, en cuyas proposiciones 75 a 80 los faunos de tonsura y polleras afirman que “la religión católica debe ser la religión de Estado y condenan la libertad de culto, pensamiento, imprenta y conciencia”.
Instalación Definitiva
El V.·. H.·. Manuel Sepúlveda, en sus “Crónicas”, anota: “La labor desarrollada por “Justicia y Libertad” N° 5 fue de tal magnitud, dirigida por su real fundador, que el Gran Maestro dispuso su instalación definitiva, ceremonia que se llevó solemnemente a efecto el 23 de septiembre de 1867, por una Comisión Especial de la Gran Logia de Chile, presidida por el I.·. H.·. Blas Cuevas Zamora e integrada por los VV.·. HH.·. Guillermo Matta Goyenechea y Felipe Calman. Revistió ésta, brillantes caracteres y resaltaron en ella los discursos del Orador, V.·. H.·. Pedro N. Videla, del Presidente de la Comisión Instaladora, I.·. H.·. Cuevas y el pronunciado en nombre de los visitadores por el I.·. H.·. Isidoro Errázuriz, culminando con la recitación, por el V.·. H.·. Matta, de un bello poema suyo escrito para la ocasión, titulado “A la Luz”.
El V.·. H.·. Blas Cuevas Zamora, quien presidió la Comisión Instaladora, nació en Lima el 3 de febrero de 1818, siendo huérfano de padre y madre, “viviendo con su abuela materna, empleándose casi niño, en el comercio para proveer a su sustento” y después de algunos años logró conquistar su independencia económica. En 1863 fue nombrado adminis -
trador del hospital de Valparaíso, cargo que desempeñó hasta su muerte el 18 de marzo de 1870, con ejemplar filantropía, pues toda la fortuna que logró formar la empleó en hacer el bien a los pobres, haciendo de su vida un apostolado de caridad. El V.·. H.·. Cuevas ingresó a la Masonería en Valparaíso, siendo iniciado en la Resp. Logia “Unión Fraternal” el 16 de agosto de 1854, ascendiendo a Compañero el 31 de octubre y exaltado el 6 de noviembre de 1854. Cuando en 1868 se reeligió al I.·. H.·. Juan de Dios Arlegui como Gran Maestro para un segundo periodo, el V.·. H.·. Blas Cuevas pasó a ocupar el cargo de Primer Gran Celador.
Por su parte, el V.·. H.·. Felipe Calman, integrante de la Comisión Instaladora, era comerciante, nacido en Hamburgo el 29 de marzo de 1816. En 1852 estaba radicado en Valparaíso y junto al V.·. H.·. Manuel de Lima, de quien era muy amigo, fue uno de los ocho fundadores de la Resp. Logia “Unión Fraternal” N° 1.
El V.·. H.·. Calman fue iniciado en 1852 en la Resp. Logia “L’ Etoile du Pacifique” y con el grado de Maestro se afilió a la primera Logia chilena que trabajó en esa época en idioma castellano y que fue básica para organizar en 1862 la Gran Logia de Chile.
El V.·. H.·. Isidoro Errázuriz, quien habló en nombre de los visitadores, nació en Santiago el año 1835, fue abogado, escritor y político, Diputado varias veces y Ministro de Estado. Perfeccionó sus estudios en Estados Unidos y en Alemania, llegando a ser Secretario Particular de Bismark. Fue iniciado el 29 de julio de 1863 en la Resp. Logia “Unión Fraternal” y en ella obtuvo su Aumento de Salario el 13 de septiembre de 1863 y el 13 de agosto de 1864, le fue conferido el Grado de Maestro.
A los VV.·. HH.·. Guillermo Matta y Pedro Nolasco Videla, participantes en la Instalación de nuestra Logia, nos referiremos más adelante.
Ahora bien, sobre la Instalación del Taller, en el “Archivo Masónico” N° 23, Santiago, Chile, 1º marzo 2011, elaborado por el gran estudioso masón el V.·. H.·. Manuel Romo Sánchez, se inserta el “Documento publicado por la Gran Logia de Chile en la imprenta del hermano masón Guillermo Helfmann, titulada “Imprenta del Universo”, en 1868, relativo a la “INSTALACIÓN SOLEMNE DE LAS LOGIAS
DE LA OBEDIENCIA DE LA GRAN LOGIA DE CHILE EN LOS ORIENTES DE SANTIAGO Y VALPARAÍSO” y que, en lo tocante a la Respetable Logia “Justicia y Libertad” N° 5, reza textualmente:
“LOGIA JUSTICIA Y LIBERTAD Nº5. Oriente de Santiago, Septiembre 23 de 1867 Era Vulgar.
Abiertos los trabajos de esta Respetable Logia en el primer grado simbólico del rito Antiguo Escocés y Aceptado con las ceremonias prescritas en el ritual, antes de ser introducida la Comisión Instaladora, el Venerable Maestro dijo:
“Muy queridos hermanos visitadores, aprendices, compañeros y maestros, Venerables de Logias, P.·. S.·. y vosotros masones nacionales y extranjeros, cualquiera que sea vuestro país, vuestro culto o vuestra religión, yo os saludo y felicito en nombre de la Respetable Logia que tengo el honor de presidir y os doy las gracias por el favor que nos hacéis concurriendo con vuestras personas y vuestras luces a solemnizar nuestra fiesta de instalación y consagración.
“Hermanos míos: habéis entrado al templo erigido a la Gloria del Gran Arquitecto del Universo por la Logia Justicia y Libertad. Su título distintivo bastará para indicaros los principios y virtudes que le sirven de norma y que tratará de enseñar a sus adeptos: ¡son los mismos que vosotros practicáis y los que forman la base entera de nuestra noble y querida institución! Venid, pues, con frecuencia a visitarnos, venía a vuestra propia casa, pues que no formamos más que una sola familia, y en todos los tiempos y en todas las circunstancias la unión hará nuestra fuerza para combatir los errores y para hacer triunfar la verdad, perseguida siempre por sus perdurables enemigos – la ignorancia y el fanatismo.
“Habéis venido a dar realce y esplendor a nuestra fiesta con vuestra presencia; permitidme también daros las más cordiales gracias por vuestro testimonio de cariño y que os salude con una triple y calurosa batería.
A mí, hermanos míos, en honor de nuestros hermanos visitadores”.
Después que la triple y calurosa batería resonó en las bóvedas del templo, el hermano Isidoro Errázuriz, miembro de la diputación de la Respetable Logia “Unión Fraternal”, contestó en nombre de sus compañeros el saludo del Venerable, dio las gracias por la fraternal acogida que se les dispensaba, y manifestó la grande importancia del acto que iba a tener lugar con palabras llenas de entusiasmo.
“La masonería, agregó, en este valle de Santiago, asiento de todas las preocupaciones, está llamada a asumir el carácter militante que ha tenido en otras épocas, porque aquí, como en ninguna parte, son densas las tinieblas y los enemigos numerosos y activos. Para que la luz se haga, para que huyan las preocupaciones, se desvanezcan los errores y
se avergüence la calumnia, abrid paso a todos los hombres de inteligencia y de corazón, y formad con ellos un solo haz para combatir. De esta manera alcanzaréis muy pronto los resultados que esperamos de vuestro celo y entusiasmo por el triunfo de la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad.
“La Logia “Unión Fraternal” que ha contado y aplaudido cada uno de vuestros pasos, porque mira a la Logia “Justicia y Libertad” como a su hija predilecta, tiene cifradas en vosotros las más risueñas esperanzas, y al mismo tiempo que se regocija por vuestra consagración, hace los más fervientes votos por vuestro engrandecimiento y progreso”.
Cuando hubo terminado al hermano Errázuriz su fraternal saludo, el Venerable de la Respetable Logia “Unión Fraternal” pidió a todos los hermanos presentes que lo acompañasen a contestar con una triple y calurosa batería la que había sido tirada en honor de todos los hermanos visitadores, y así se efectuó.
Introducida en seguida al templo la Comisión instaladora con el ceremonial del caso, se procedió a la instalación de esta Respetable Logia en conformidad con las prescripciones del ritual.
Terminado este acto, el presidente de la Comisión, Ilustre Hermano Blas Cuevas, hizo leer por uno de los hermanos del Oriente el siguiente discurso:
“Queridos hermanos:
“No siendo orador, espero por lo mismo, que alguno de los hermanos presentes os dirigirá la palabra; sin embargo, aunque mis fuerzas no sean suficientes para hablaros, como deseara, sobre las tendencias de nuestra institución, no obstante, me permitiré deciros algo sobre nuestras obligaciones especiales.
“Todas las logias masónicas del universo están llamadas a sostener y propagar la tolerancia religiosa como uno de los dogmas más sublimes que forman la base de la masonería, a pesar de que hoy día sólo las naciones muy atrasadas son capaces de torturar la conciencia humana. Mientras esa gran obra no esté del todo consumada, mientras la ley y la costumbre no hayan sancionado una completa libertad religiosa, la masonería debe ser infatigable en la prosecución de tan santo fin.
“Si este deber es tan sagrado para todos los Orientes del mundo y para todos los Orientes de Chile, lo es por cierto mucho más para vosotros los que formáis el Oriente de Santiago.
“En Copiapó y en Valparaíso, el comercio, el trabajo, la independencia personal y el contacto con los hombres de diferentes religiones, han hecho que todos se acostumbren a respetar las creencias ajenas.
“Pero cuán distinta cosa sucede entre vosotros! permitidme esta franqueza. Aquí el fanatismo arrastra más de dos mil mujeres a perecer entre las llamas; aquí se establece un buzón para escribir a la eternidad; aquí se forman sociedades entregadas a prácticas que pueden considerarse idólatras y hasta ridículas. So pretexto de formar el corazón del hombre para la mayor honra y gloria de Dios, se extravía la educación de la juventud, inculcándole ideas contrarias a los sanos principios de verdad y justicia. Halagando al pueblo con la esperanza de fomentar y desarrollar sus intereses materiales, se le encadena en sociedades en las cuales se explota su ignorancia y credulidad, para lanzarlo como una masa bruta y ciega sobre los que piensan. Invocando las ideas más mezquinas y egoístas, se arrastra a un centenar de mujeres a que vayan a perturbar las sesiones del Congreso
para que no se modifique el artículo 5º de la Constitución, impidiendo así a los protestantes y demás sectas religiosas poder educar a sus hijos sobre sus creencias. Explotando los intereses políticos, se domina la Universidad y se le impone a la instrucción pública un rumbo estrecho y mezquino. Alegando falsas excusas, abandonan los campos y ciudades remotas, donde reina una completa ignorancia, y se reúnen aquí más sacerdotes de los que cuidan de los dos millones de habitantes que viven en el resto de la República.
“Pero, sobre todo, hermanos míos, “ellos” suponiendo que nosotros predicamos el odio, pretendiendo que deseamos su exterminio; desde el púlpito, desde la prensa, en público, en privado, hasta por pasquines nos insultan, calumnian y procuran a todo trance hacernos temer, contrariar y destruir nuestros esfuerzos.
“Este cuadro que he hecho a grandes rasgos, os dejará ver cuán importante es la obra de lucha en que estáis comprometidos, y cuántas fuerzas intelectuales y morales necesitáis para vencer. Pero no por eso debéis arredraros. Si el fanatismo domina al pueblo, domina a las mujeres, domina a la ciencia, domina al poder, vosotros tenéis la razón, y la razón, no lo dudéis, será la que triunfe al fin.
“Por el conocimiento que tengo de vosotros, estoy plenamente convencido de que sabéis colocaros a la altura de la situación. Pero no por ello debéis descansar. Es también necesario que procuréis engrosar poco a poco vuestras filas con nuevos obreros, pero con obreros inteligentes e ilustrados. Para una cruzada como la que necesitáis sostener, los hombres sin inteligencia son un estorbo. Lo que nos es indispensable son los hombres de cabeza, de corazón, de voluntad, que sean capaces de vindicarnos, de desvanecer las calumnias lanzadas contra nosotros, de fortificar la
debilidad de nuestras mujeres, de disipar la ignorancia del pueblo y de realizar la verdadera caridad; la caridad del que hace el bien, no la caridad egoísta del que socorre al enfermo o al desvalido por ostentación o a trueque de que le entregue su conciencia. Ya veis, pues, cuál es la primera obra que os espera y cuáles son los colaboradores que necesitáis.
“Por lo que toca a los medios de acción, yo nada nuevo tengo que deciros: vosotros los conocéis mejor desde que fuisteis iniciados masones.
“Para hacer triunfar la verdad y la justicia, debemos sólo razonar y discutir con entera lealtad, con completa buena fe, respetando hasta las preocupaciones de los que no nos quieren bien; pues nosotros a nadie debemos considerar como enemigos, sino por el contrario mirar a todos como hermanos.
“Ahora, hermanos míos, como Venerable de la Respetable Logia “Progreso”, me resta solamente manifestaros a nombre de mi taller los más vivos sentimientos de fraternidad, que no solamente ahora, sino desde antes, nos han animado para con vosotros, deseándoos que este sublime acto de vuestra instalación sea una nueva enseña de progreso en la propaganda de las ideas masónicas”.
Terminado este discurso, el presidente concedió la palabra al Ilustre Hermano Guillermo Matta, el cual dio lectura a las siguientes estrofas:
A LA LUZ
¡Bendita seas Luz! ¡Vida del mundo Y su alma redentora!
¡De eternos rayos manantial fecundo, Del sol de la Verdad perenne aurora!
¿Qué hay sin ti? Confusión, tinieblas mudas, Miseria, error y espanto.
¡Larvas horribles de impacientes dudas, Miedo en los ojos y en las almas llanto! ¿Qué hay sin ti? ¡Nada! La materia informe, Caos fatal que asusta,
El caos del mal, la negación enorme, ¡Triste irrisión de la conciencia augusta! ¡La oscuridad como la faz del crimen, Horrendo asombro inspira!
¡Ella es amparo y ley de los que oprimen, Ella es maestro y voz de la mentira!
En las sombras arrastran sus serpientes El odio y la ignorancia;
¡Y aguza en ellas ponzoñosos dientes, Calumnia vil y estúpida arrogancia!
¡Bendita seas Luz! Tú de Dios naces Para crear ciencia;
¡Tú destruyes los ídolos falaces Y tu altar es razón, inteligencia! Religión de sublimes pensamientos Son tuyas las divinas ¡Alas de amor y fe! ¡Los sentimientos Con celestes fulgores iluminas! Por ti, como en sus cimas ideales, Divisa el alma humana, Orientes de esperanza inmortales, De excelso bien, ¡eternidad cercana! Y tú secas las lágrimas que vierte La tristeza, y tú llevas ¡Al austero silencio de la muerte, De un incógnito idioma frases nuevas! Tu das a todo forma, acento, vida!
¡Beldad, fuerza, grandeza!
Raíz de todo, a todo vas unida, ¡Nada acaba contigo y todo empieza!
¡Bendita seas Luz! El sacro Templo Es este; en sus murallas,
¡Símbolo augusto al triángulo contemplo Desciende! ¡Aquí tus sacerdotes hallas! ¡Desciende! Aquí te aguardan anhelantes Los puros corazones
Aquí encuentras sonrisa en los semblantes Y en las almas fervientes bendiciones.
¡Desciende oh, Luz! Cuando el masón te invoca Tú acudes a su ruego;
Y pones tu esplendor siempre en su boca Y en su alma irradias tu celeste fuego Eleva, ensalza, purifica, inciensa
Con la virtud su anhelo;
¡Que suba a la verdad en lo que piensa Y que amando la tierra aspire al cielo! Y que ora labre piedras de cimiento, Ora el plano ejecute,
¡A Dios consagre su obra – monumento Y en ella a Dios adoración tribute!
Que donde quiera que un dolor le llame Allí, con franca mano, Sobre esa herida el bálsamo derrame, ¡Para el masón el hombre es un hermano!
Para el masón no hay género diverso Y hay uno solo: ¡el de hombre! Su simbólica patria es universo!
¡Su centro Dios! ¡Humanidad su nombre! ¡Sienta el mundo la influencia misteriosa De tan altas ideas!
¡Encárnate, oh palabra luminosa!
¡Luz! ¡Verbo del Creador, bendita seas!
El presidente saludó con una triple y calurosa batería las estrofas del Ilustre Hermano Matta, y dio por terminados los trabajos de instalación después de haber comunicado la palabra de semestre a los hermanos del taller que formaban la cadena de unión.
Habiendo vuelto a tomar el mallete de Venerable, el Ilustre Hermano Ángel Custodio Gallo hizo tirar una triple y calurosa batería en honor de la Comisión instaladora, y en seguida dijo:
“Muy Queridos Hermanos.
“Si alguna vez fue difícil tomar la palabra para dirigirse a un concurso inteligente, es la que me toca a mí, después de haber escuchado vosotros los elevados conceptos del inspirado poeta. Sí, la poesía únicamente tiene el don de conmover el corazón y de herir hasta las fibras más delicadas de nuestra naturaleza, y ninguna palabra conseguiría producir los mismos efectos, arrebatar el espíritu y embriagar el corazón, como acabamos de experimentarlo en la palabra, en el canto sublime de nuestro Ilustre Hermano Guillermo Matta.
“Sin embargo en este puesto como masón y Venerable, no debo ceder a la vanidad, al amor propio, sino cumplir con un deber y dirigiros la palabra de doctrina.
“Al fin, hermanos míos, veis cumplidos vuestros deseos más vehementes; ¡nuestra querida Logia ha sido instalada! Desde este momento nuestros deberes son más serios e imperiosos, porque nos hemos obligado de una manera más solemne a llenar la tarea de nuestra sublime institución. Estas luces misteriosas han brillado al nombre del Gran Arquitecto del Universo. ¡Ojalá que sus rayos penetren en vuestros espíritus y en vuestros corazones y os den el entusiasmo, la luz y la energía que necesitamos para vencer a nuestros enemigos perdurables – la ignorancia y el fanatismo!
“La intolerancia, ya sea política, ya sea religiosa, para conservar su predominio, ha negado al hombre el poder de su razón para conocer la verdad y gobernarse libremente.
Pero la naturaleza humana no está condenada al error y al vicio; al contrario, la observación, el estudio y la historia nos demuestran que la razón puede romper las tinieblas de la ignorancia, y que el bien y la moralidad se aumentan en todas las sociedades modernas, y ese aumento y ese progreso nos hacen, con justicia, esperar que alguna vez ha de reinar en el mundo la felicidad.
“Los males y los vicios que degradan al hombre, más que de la naturaleza son hijos de las malas leyes que gobiernan a las sociedades.
¿Qué hacen las leyes para combatir el vicio y la ignorancia? Construir grandiosas cárceles y organizar regimientos de gendarmes.
“En qué proporción se crean las escuelas que deberían ser fuentes de luz y de vida? ¿Cómo exigir a todos los
hombres la misma cultura y moralidad, si, al mismo tiempo, se les niega los medios de llegar a la verdad y de satisfacer honradamente sus necesidades?
“La masonería se ha constituido con el objeto de combatir esas injusticias sociales, valiéndose para ello de las armas de la razón, y aunque no sea posible trazar todos sus pasos en la marcha del progreso, se puede y es fácil descubrir el vínculo que liga a todos los masones, en la unidad de doctrina y en las analogías de rito de las antiguas y modernas sociedades masónicas.
“La misión de la masonería es muy grande y en ninguna parte su influencia es más necesaria que en este valle, que es el nido de los búhos y de todas las preocupaciones. Las miradas de todos los pueblos de la República están fijas sobre nosotros y aún llegan a burlarse de nuestra sumisión a las sotanas. Para salir de esta situación vergonzosa, conviene pues emplear toda la energía y las nobles facultades que hemos recibido de la naturaleza hasta hacer triunfar los principios de nuestra noble institución.
“Se engañan mucho los que se imaginan que basta para ser masón y para cumplir con los deberes que impone nuestra regla, conocer los signos y los símbolos de que nos servimos para reconocernos. Para cumplir bien con sus grandes propósitos, es preciso arrojar las vestiduras del mundo profano, los errores y las preocupaciones y trabajar por el triunfo de la verdad y de la justicia en toda ocasión, en todo lugar y en toda circunstancia. Ayudar al débil, resistir a todo despotismo, servir las buenas ideas, son obligaciones masónicas que debemos cumplir en el templo y fuera de él. Este es el modo como los masones se abren camino, presentando a sus miembros como modelos de virtud; así se vencen las calumnias y las perversas imputaciones de sus enemigos.
“Otro mal que perjudica a nuestra noble institución es el egoísmo, es el amor a los bienes materiales. Esta es una consecuencia fatal de la atmósfera en que vivimos y que es preciso también combatir en el templo y fuera de él, para no presenciar la abdicación y la decadencia de la conciencia y de la dignidad humana.
“¿Qué ocupación más digna de la inteligencia humana puede haber que la de trabajar por el perfeccionamiento de nuestras facultades? ¿Qué tarea más noble puede ocupar el espíritu y el corazón que la de trabajar por la redención de la especie humana, destruyendo el vicio y el error? Solamente de ese modo cumpliremos con nuestra misión en la tierra y con los fines que se ha propuesto el Gran Arquitecto del Universo, dándonos la luz necesaria para conocerlo y acercarnos.
Al terminar su alocución el Venerable concedió la palabra al Orador, el cual dio lectura al siguiente discurso:
“Venerable Maestro y Queridos Hermanos.
“La solemnidad del acto que nos reúne en esta noche, me proporciona la ocasión de manifestar como Orador y órgano autorizado de este taller las ideas y sentimientos que se despiertan en los corazones de todos nuestros queridos hermanos. Será para mí una desgracia si no logro interpretar vuestros derechos y aspiraciones; pero reclamo anticipadamente vuestra atención e indulgencia para oír las breves reflexiones que en esta noche he consignado por escrito, para cumplir fielmente con lo que nos prescriben nuestros Estatutos.
“La instalación de nuestra Logia debe ser para todos nosotros un objeto de verdadero regocijo. En esta noche de
fiesta, recibimos como obreros del taller ‘Justicia y Libertad’ Número 5, la confirmación y consagración de nuestros trabajos, y nuevos estímulos que alentarán nuestros esfuerzos para que prosigamos siempre con tesón y perseverancia la construcción del templo inmaterial que en este Oriente nos ha cabido en suerte levantar desde sus cimientos.
“¡¡Pongamos nuestra confianza en Dios para que salgamos bien en la obra que hemos emprendido, y sobre todo para que siempre reine entre nosotros la Unión y la Paz que constituyen la felicidad de la gran familia masónica!!
“Si meditamos un poco sobre nuestra sublime institución, se abrirá un vasto campo a nuestra inteligencia y consideración. No pretendo trazar ni la historia, ni menos los múltiples y variados fines que persigue la masonería. Sería materia para abundantes reflexiones que no podrían encerrarse en el estrecho círculo y en el poco tiempo de que nos es dado disponer, sin fatigar vuestra atención.
“Discurriré con la brevedad posible sobre algunos de los objetos más importantes de nuestra institución.
“La beneficencia es uno de los más santos fines que se propone entre nosotros; pero no se cumplirá con ella si limitamos su acción a simples actos materiales de caridad o de vana ostentación. El sentimiento que nos induce a dar a los necesitados y socorrer a los afligidos, es una ley de moralidad y de justicia que existe en la conciencia y que ha formado la familia y la sociedad: la alianza universal.
“Las diferencias establecidas por las leyes en la propiedad, pueden ser justas y necesarias para proteger el trabajo y la virtud y condenar los vicios y la ociosidad que han sido el origen de los ataques a la libertad y a la igualdad. Sin embargo, los que están en posesión de los bienes materiales y de la autoridad, han abusado siempre,
y siguen abusando, del pasajero depósito que han recibido, y tenemos que presenciar el doloroso cuadro de la miseria, de la ignorancia y del crimen como patrimonio de la mayor parte de los hombres.
“Estos males que son la obra de funestas y perversas costumbres, deben ser combatidos por la masonería en todos los tiempos, en todos los lugares y en todas las circunstancias que se presente, solos o acompañados de su séquito de familiares: la fuerza, la violencia, la injusticia y el fraude.
“Importa que los buenos masones se penetren bien del espíritu de la beneficencia masónica, para que abriguen en sus almas un dogma y una aspiración constantes y ardientes de justicia y de caridad. El dogma y la creencia son las piedras angulares del edificio masónico, y esto es también lo que debemos procurar realizar en nuestros templos.
“Dios, Gran Arquitecto del Universo, gobernándolo todo con su espíritu, y animándolo con el fuego de su amor; la creación del universo, emanación de su divinidad y fuente de su providencia infinita; he ahí los elementos morales de nuestro dogma filosófico y religioso.
“Estos sublimes principios os harán comprender fácilmente, hermanos míos, por qué la beneficencia viene a ser la base fundamental de la doctrina masónica y por qué, perteneciendo a esta sociedad, nos constituimos en defensores de los derechos naturales, y en adversarios de todos los monopolios y de todos los despotismos.
“Si Dios es el principio del bien, si su misma voluntad está subordinada a su soberana beneficencia, si nuestra institución está fundada en el espíritu de Dios, nuestro primer deber es asociar nuestras obras a las suyas, o, mejor dicho, nuestro deber es imitarlo, en cuanto nos permitan nuestras facultades.
“La caridad que da vida a la inteligencia y traza la línea de la felicidad moral, es el don más precioso que hemos recibido de la Divinidad. Cultivemos, pues, hermanos, esa inteligencia, esa luz misteriosa que nos da a conocer lo verdadero y lo justo, y hagamos que nuestra vida un manantial de obras buenas, y que nuestra institución sea conocida y venerada por sus buenos ejemplos.
“La verdadera ciencia o la verdadera luz, hermanos míos, se encuentra en las grandes obras del Gran Arquitecto del Universo, en los actos de su providencia, en la fuerza de vida que él imprime a toda la creación. Remontémonos a ese foco de luz, fuente de toda verdad, y en las leyes eternas que rigen la naturaleza, encontraremos guía para nuestra inteligencia y fuerza para templar nuestro espíritu para elevarse a las más altas ideas de progreso y de perfección.
“El principio social de la masonería, hermanos míos, es la igualdad moral. El objeto de esta institución fue el establecer y hacer reinar entre los hombres esta igualdad, a fin de hacerlos felices por medio del espíritu y del corazón, por medio de las obras y de los sentimientos. La igualdad moral simpatiza, une e identifica las costumbres y los caracteres, las opiniones y las creencias; nacionaliza toda la especie humana, la coloca bajo una misma bandera y le da una sola alma. La igualdad moral no es igualdad política, ni la igualdad social; es el nivel en que nos ha colocado la naturaleza, y cuyos dos extremos son el nacimiento y la muerte. El rey y el pastor, el poderoso y el mendigo, han sido vaciados en el mismo molde y fundidos en la misma materia, han pasado por el mismo dintel y entran en la misma nada: son pues iguales en el orden natural; unos y otros tienen derecho a nuestras simpatías paternales, y a los deberes mutuos de conveniencia y consideración. Son iguales en el
orden moral, pues que han recibido igualmente en sus almas el principio del bien, con cuyo auxilio pueden elevarse a las encumbradas regiones del progreso y perfección.
“Convencidos de esta verdad los patriarcas de la masonería se dijeron: el principio del bien existe en todos los corazones. Este principio es la causa de todo lo grande, lo noble, lo generoso que hacen los hombres. Desarrollemos este principio, no en detalle o incompleto, no en provecho de ciertas castas que la fortuna o la audacia han establecido, sino de la gloria de la humanidad entera. Hagámosla crecer y extenderse, a fin de que sus ramas puedan cubrir todas las fases de la vida y abrigar los gérmenes que la embellecen y fecundan; démosle el movimiento de fuerza y espontaneidad que la primavera da a la naturaleza, que el sol imprime al universo, y la marcha universal de los espíritus hacia el punto ascendente de su naturaleza, hará a los hombres felices, y gozarán en familia de los beneficios con que los ha colmado el Gran Arquitecto del Universo.
“He aquí, queridos hermanos, la beneficencia masónica en su origen verdadero y en su principio natural; hela tal cual ha sido comprendida y enseñada por las inteligencias de la orden, desde el principio del mundo hasta nuestros días.
“No, hermanos míos, la masonería no es la ciega escolar de la rutina; no sigue servilmente las huellas de los hijos de la tierra en sus preocupaciones y en sus errores; no simpatiza con los vicios y las pasiones que la empequeñecen, y no gira en el estrecho círculo que los apetitos de los sentidos han trazado a la vida animal.
“Hija de la luz, recorre, como el sol, las vastas regiones del mundo, con la sola misión de enseñar y de hacer amar la verdad, y defenderla de los impostores y de los malvados.
“No hablo un lenguaje extraño a los hermanos que han levantado un altar a la santa humanidad, y que hacen tan nobles empeños para apartarla de nuevas desgracias y vicisitudes que el egoísmo, la envidia y la ignorancia le hacen sufrir.
“Toca a vos, Venerable y Querido Maestro del taller ‘Justicia y Libertad’ Número 5, como a los demás hermanos que os ayudan en vuestras dignas tareas, renovar, si fuese necesario, esos propósitos, trayendo a la obra nuevos esfuerzos de abnegación y perseverancia, para mantener a nuestra sublime institución en esa altura serena y tranquila donde siempre mora la Verdad y la Justicia.
“Apartad, pues, queridos hermanos, de nuestro camino los hijos de la noche, la ignorancia, la vanidad, el error y el egoísmo, a fin de que el espíritu de la duda o del desaliento no extravíe vuestra marcha.
“Vivamos, pues, para obedecer a la ley de nuestra naturaleza; completemos nuestra creación; desarrollemos nuestra inteligencia por la idea, nuestro sentimiento por la simpatía paternal, y amemos el trabajo que es nuestro derecho de dominio sobre la materia, y habremos llenado así el destino de la humanidad.
“La satisfacción del deber cumplido, el goce último de la creencia en el bien, y la confianza de un mundo mejor, es la recompensa que basta al modesto soldado de la masonería.
“Os ruego, Venerable Maestro, a nombre de todos los hermanos de este taller, de cuyos sentimientos me considero intérprete, muy feliz, en este momento, que saludéis con una triple y calurosa batería la presencia de los honorables miembros de la Comisión instaladora como a los demás hermanos Visitadores. - He dicho”.
Habiendo circulado la palabra en las Columnas el hermano aprendiz Demetrio Lastarria hizo uso de ella en los términos siguientes:
“Venerable Maestro y Queridos Hermanos.
“Conmovido por la solemnidad de la ceremonia que acabamos de presenciar y por las elocuentes palabras que hemos oído en boca de nuestros Maestros en la masonería y en la vida práctica, he querido desde mi asiento de aprendiz manifestar a mis hermanos los sentimientos que abrigo y las ideas que despierta en mí esta tenida.
“Mi emoción se aumenta considerando los momentos en que nos reunimos para consagrar nuestro templo.
“Acabamos de celebrar el aniversario de nuestra patria que todos amamos como hombres y como masones, y en el mundo profano hemos hecho ardientes votos por su prosperidad.
“Yo veo un gran paso, un momento solemne marcado en el reloj del progreso de Chile con la instalación de esta Logia en el valle de Santiago que es, como lo habéis dicho vos Venerable Maestro y el Ilustre Hermano Presidente de la Comisión instaladora, “un asiento de búhos y de fanatismo”, por lo que se tiene atraídas las miradas de todo el país y de toda la América.
“En estos momentos en que celebramos el aniversario de la independencia de la patria, iniciamos la obra de la independencia de espíritu, reuniéndonos en un solo haz los hombres de buena voluntad para combatir la ignorancia y el fanatismo que son los principales enemigos de la humanidad y del progreso.
“Pero la ignorancia tiene un agente poderoso que la representa en todas partes, y que en nuestro país tiene un desarrollo más completo tal vez que en otros, y ese agente es la preocupación.
“La preocupación está en las ciencias, está en las artes, en la literatura, en la industria. Es el anillo de hierro que rodea al hombre y lo sigue desde la cuna al sepulcro, y llega a influir hasta en la manera de criarlo y aún de enterrarlo.
“Las preocupaciones han formado en todas las épocas la atmósfera de las generaciones, y por eso es que la historia del progreso humano no debe nada a ninguna época histórica, sino a los hombres que han sabido hacerse superiores a ellas y representar el espíritu de verdad y de justicia.
“Esos hombres han necesitado, como primer elemento, de la ilustración. Desde que la preocupación es hija de la ignorancia, la manera de combatirla es ilustrar.
“Pero ¿basta la ilustración?
“Hace poco que en una reunión de otro género que hubo en este valle, que como habéis dicho bien, Venerable Maestro es asiento de búhos, se dijo que no, y yo pienso lo mismo.
“Pero en esa reunión se pretendió que la ilustración no era bastante, porque el hombre, este pobre hombre a quien no se quiere conceder aptitud alguna para el bien, y a quien se niega toda fuerza para la virtud, necesitaba de un auxilio extraño o externo, necesitaba de recurrir para que la ilustración le sirviera de algo, a una religión que entonces se dijo que era la católica.
“Yo acepto el principio: no basta la ilustración, porque ella serviría en manos inexpertas tanto como los instrumentos de trabajo, el compás y la regla en manos de los aprendices.
“Se necesita saber aplicar esa ilustración al examen de los principios en todas las esferas de acción humano, para deducir de ese examen la verdad pura y desapasionada, para obtener sano ese alimento de nuestro espíritu.
“Y aquí yo veo, Venerable Maestro y queridos hermanos, la importancia de la masonería. Los talleres deben ser, a mi modo de ver, los laboratorios de química de la verdad. En ellos deben aprender los obreros a tomar los principios, descomponerlos, a la luz de la razón, separar las materias y encontrar la base de la composición que será siempre la verdad y sólo la verdad.
“Entonces, cuando el arma principal sea el examen, el hombre habrá conseguido destruir las preocupaciones, y entonces, batiendo las alas luminosas de la ilustración llegará, como se ha dicho en el mundo profano, a igualarse tal vez, y seguramente a acercarse, al Gran Arquitecto del Universo.
“Sin embargo, la tarea es dura. Nos basta repasar la historia, dirigir la vista a lo que pasa hoy a nuestro lado para ver cuál es la suerte de los que combaten las preocupaciones.
“Mirad! Se cuentan y señalan quienes son, y con ellos se cuentan y señalan los mártires y las víctimas.
“Todas las épocas han tenido sus instrumentos de suplicio para emplearlos contra los que desertaban de las preocupaciones dominantes.
¡Ayer era el hierro y el fuego en manos de la inquisición, hoy la calumnia, el odio y la mentira en boca de los ambiciosos y los ignorantes!
“Por eso es tan dura la tarea del hombre de bien y del masón.
“Vos acabáis de decir, Venerable Maestro que uno de los principales enemigos de la masonería es la tibieza. Es cierto, pero no es una falta reprochable.
“Se necesita mucho valor, se necesita mucho corazón para arrostrar esa calumnia y ese odio de los mismos que se trata de servir, de los mismos que se trata de elevar.
“Yo invito a mis hermanos a tener todo ese valor y entusiasmo, a no desmayar en el trabajo, para que las generaciones que vienen lleguen a ver a nuestra patria feliz.
“El masón es el mágico que con su varilla misteriosa abre las puertas del porvenir, es el profeta que anuncia la era nueva que llega con los primeros albores que se ven en el oriente como la irradiación de ese triángulo luminoso, de esa trinidad sublime que es la síntesis de la justicia y el amor en la tierra, la libertad, la igualdad y la fraternidad.
“Que, para hacer la felicidad de la humanidad en todos los rincones de la tierra con el triunfo de esa trinidad, el masón no acepte verdad de nadie, ni autoridad de nadie, y que los talleres sean los verdaderos laboratorios de la química de la verdad”.
Con éste y con la ceremonia de costumbre, se dieron por terminados los trabajos”. 6
Después de narrar los hitos en la fundación de nuestra Logia, el V.·. H.·. Manuel Sepúlveda Chavarría en sus “Crónicas de la Masonería Chilena”, señala: “Y, a partir de ese instante, ninguna otra logia de la Obediencia podrá exhibir una historia más rica y hechos, campañas e iniciativas en bien de la Patria, de la Orden y de la Humanidad mejor logradas que esta primera logia de Santiago, madre de numerosísimas otras, repartidas en todos los valles de Chile”.
Por su parte, nuestro ex V.·. M.·., el V.·. H.·. Benjamín Oviedo, quien luego de narrar la fundación del Taller, señaló: “Así terminó aquella solemne reunión, cuya fecha marca uno
6 ROMO, Sánchez Manuel, “Archivo Masónico” N° 23, Santiago, Chile, 1º marzo 2011
de los acontecimientos más importantes en la Masonería chilena, pues entonces quedó definitivamente establecida una Logia que se ha hecho gloriosa por sus heroicas jornadas en favor del bien público; que ha dado numerosos e ilustres servidores a la Orden y que ha venido trabajando desde entonces con perseverancia admirable, hasta llegar al presente, siendo la única de las Logias de la Obediencia chilena, que no ha suspendido jamás sus trabajos, ni ha abatido sus columnas.
Su historia especial, cuando se escriba, servirá de ejemplo a más de algún Taller y será fuente de inspiración y de enseñanzas para los masones que aman y desean el progreso de la Orden”.
“La Tolerancia no es La Permisividad. La permisividad carece de valores. Los valores no son transables por las costumbres o modas del momento. No se someten al abuso de las mayorías, reales o aparentes. Lo que la mayoría hace o dice hacer no puede elevarse a la categoría de valor, aunque pese en el ambiente. La permisividad es la comodidad del momento, pero trae consigo muchas incomodidades posteriores. La permisividad es una ignorancia culpable”
(Revista La Abeja, Año 49, julio-diciembre 2011, R.·. L.·. “Trabajo y Honradez”, República del Perú)
CAPÍTULO III
GRANDES
MAESTROS QUE INTEGRARON LAS COLUMNAS DE LA RESP. LOGIA
“JUSTICIA Y LIBERTAD” N° 5
Desde su fundación el 24 de mayo de 1862, han desempeñado la dignidad de Grandes Maestros de la Gran Logia de Chile los siguientes VV.·. HH.·.
1.- Juan de Dios Arlegui Gorbea (1862-1872);
2.- Francisco Javier Villanueva Godoy (1872-1873);
3.- Benicio Álamos González (1873- 1875, 1900-1902);
4.- José Miguel Fáez (1875-1877, 1882-1884);
5.- Evaristo Soublette Buroz (1877-1881);
6.- José Francisco Vergara Echevers (1881-1882);
7.- Ramón Allende Padín (1884);
8.- Rafael Barazarte Oliva (1884-1886);
9.- Enrique Mac-Iver Rodríguez (1887- 1894);
10.- Alejo Palma Guzmán (1894-1900);
11.- Buenaventura Cádiz Patiño (1902-1906);
12.- Víctor Guillermo Ewing Acuña (1909-1922);
13.- Luis Alberto Navarrete y López (1912-1922);
14.- Alfredo Melossi Hutchinson (1922-1924);
15.- Adeodato García Valenzuela (1924);
16.- Héctor Boccardo Benvenuto (1924-1930);
17.- Armando Quezada Acharán (1930-1931);
18.- Eugenio Matte Hurtado (1931-1932);
19.- David Benavente Sepúlveda (1933-1935);
20.- Fidel Muñoz Rodríguez (1935-1937);
21.- Hermógenes del Canto Aguirre (1937-1944);
22.- René García Valenzuela (1944-1947, 1969-1974);
23.- Orestes Frödden Lorenzen (1948-1953);
24.- Alejandro Serani Burgos (1954-1957);
25.- Aristóteles Berlendis Sturla (1957-1968);
26.- Sótero del Río Gundián (1968-1969);
27.- Horacio González Contesse (1974-1982);
28.- Oscar Pereira Henríquez (1982-1990);
29.- Marino Pizarro Pizarro (1990- 1998);
30.- Jorge Carvajal Muñoz (1998-2006);
31.- Juan José Oyarzún Oyarzún (2006-2010);
32.- Luis Riveros Cornejo (2010-2018); y
33.- Sebastián Jans Pérez. (2018-2022)
De todos esos Grandes Maestros que han regido a nuestra Institución, integraron las columnas de la Resp.·. Logia “Justicia y Libertad” N° 5, doce de ellos. Son los VV.·. HH.·. José Miguel Fáez, en los períodos 1875-1877 y 1882-1884; Ramón Allende Padín, 1884; Enrique Mac Iver Rodríguez, 1887-1894; Buenaventura Cádiz Patiño, 1902 a 1906; Víctor Guillermo Ewing Acuña, 1906-1909 y 19091912; Luis Navarrete y López, 1912-1922; Alfredo Melossi Hutchinson, 1922-1924; Adeodato García Valenzuela, 1924; Armando Quezada Acharán, 1930-1931; David Benavente Sepúlveda, 1933-1935; Gabriel Hermógenes del Canto Aguirre, 1937-1944 y Sótero del Río Gundián, 1957-1959; 1959-1962; 1962-1965; y 1965-1968.
A todos ellos, se une nuestro actual Gran Maestro, V.·.
H.·. Sebastián Jans Pérez, Miembro Honorario de “Justicia y Libertad”.
En forma sucinta nos referiremos a cada uno de ellos. 7
7 Los párrafos insertados a continuación de cada reseña, salvo que se diga lo contrario, no pertenecen al Hermano de que se trata
1.- V.·. H.·. JOSÉ MIGUEL FÁEZ TOBAR
Gran Maestro (1882-1884)
Nació en Santiago, el 10 de noviembre de 1822. Era militar y se retiró del Ejército en 1868 con el grado de Teniente Coronel.
Fue iniciado en la Resp. Logia “Unión Fraternal”, de Valparaíso, el 22 de diciembre de 1856. En Santiago fue uno de los fundadores y el primer Venerable Maestro de la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5, el 7 de noviembre de 1864. Renunció al cargo el 26 de abril de 1865 por haber sido trasladado a Valparaíso.
En la Gran Logia de Chile fue elegido Segundo Gran Vigilante, en 1868; en julio de 1872, Primer Gran Vigilante y el 23 de julio de 1875, Diputado del Gran Maestro, correspondiéndole reemplazar al Gran Maestro Álamos hasta mayo de 1877, cuando se vio imposibilitado de seguir ejerciendo el cargo de Diputado Gran Maestro y renunció. “Cupo al hermano Fáez, en este período, disponer la adopción y vigencia del Retejador Oficial, que en 1876 había promulgado el Poder ejecutivo de la Confederación de los Supremos Consejos del Rito Escocés Antiguo y Aceptado”.
El 11 de octubre de 1882 fue elegido Gran Maestro, siendo instalado el 5 de enero de 1883. El hermano Alejo
Palma, al recibirlo en la Gran Logia de Chile, expresó las esperanzas que en él se cifraban, toda vez que la Masonería vivía un período de estancamiento en su desarrollo: “Es de esperar, por otra parte, que, regularizando nuestros trabajos, podamos obtener nuevamente la importante cooperación de tantos distinguidos hermanos que hoy viven alejados del hogar masónico, privándonos de sus luces, de su prestigio y vastos conocimientos. Es de esperar, a la vez, que esos hermanos, aunque retirados, por ahora de nuestras tareas, conservarán intacto el amor a la Masonería, ya que ésta, a más de recibirlos cariñosamente en su seno, los guió con igual solicitud por el camino recto de la vida”. Murió el 30 de enero de 1891.
“En muchos templos masónicos se tiene corno símbolo el harnero, que viene a expresar la idea de la selección de los mejores elementos, una vez excluidos aquellos otros que se han de convertir en una u otra forma en gérmenes de disociación o de esterilidad a la larga o a la corta.
Si para realizar en la mejor forma sus fines, la Masonería necesita que el número de sus adeptos reconocidos sea cada día mayor, también necesita que las Logias no sacrifiquen a la, consideración del mayor número la calidad de los candidatos. No son las masas incultas o pervertidas los elementos que pueden mejor servir para una obra de reforma; son los hombres de inteligencia ilustrada, de carácter perseverante, de conducta intachable y de otras cualidades por el estilo, quienes pueden aprovecharse de una asociación como la masónica y servirla con verdadera eficiencia.”
2.- V.·. H.·. RAMÓN ALLENDE PADÍN
Gran Maestro (1884)
Nació en Valparaíso, el 19 de marzo de 1845. Médico. En 1865 fue nombrado miembro de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, aunque siguió ejerciendo su profesión en Valparaíso.
Desde 1876 hasta 1879 fue Diputado por Santiago y desde 1879 a 1882 por Copiapó y Caldera y en 1882, Senador suplente por Atacama. En 1879, con ocasión de la Guerra del Pacífico, el Gobierno lo nombró Superintendente del Servicio Sanitario en campaña.
Iniciado en la Resp. Logia “Aurora” N.º 6, de Valparaíso, el 22 de febrero de 1869, fue elegido Orador para 1870. Elegido Venerable Maestro el 30 de marzo de 1871, fue reelegido hasta que el 24 noviembre 1873 se aceptó su renuncia por tener que trasladarse a Santiago.
En esta última ciudad, se afilió a la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5, el 9 de marzo de 1874, siendo elegido Venerable Maestro.
En la Gran Logia de Chile, fue Miembro del Consejo del Gran Maestro en 1873; fue elevado al cargo de Diputado Gran Maestro, en noviembre de ese mismo año, pero renunció casi inmediatamente; en 1877 fue nombrado inspector de
las Logias de Santiago, en representación del Gran Maestro. Fundador de las escuelas “Blas Cuevas”, redactor de un compendio de moral sin fundamento religioso para uso de los escolares, defensor de las escuelas laicas y creador del periódico “Guía del Pueblo”.
El 4 de junio de 1884 fue elegido Gran Maestro, pero su salud quebrantada le permitió ejercer solamente durante tres meses el cargo, falleciendo el 14 de octubre de 1884.
“Pasa con la Masonería algo de lo que cuenta la fábula de la gallina de los huevos de oro.
Si la dejamos ejercer en silencio y sin aspavientos la misión que le está confiada, recogeremos óptimos frutos; pero si llevados de la impaciencia pretendemos obligarla a realizar progresos prematuros
en medio de las muchedumbres, usando de ella como de una máquina de guerra, aun cuando esto hagamos en beneficio de la más justa de las causas, comprometeremos su existencia y su prestigio, surgirán contra ella sospechas, perderá su poder y dejará de producir áureos frutos”.
3.- V.·. H.·. ENRIQUE MAC IVER RODRÍGUEZ
Gran Maestro (1887-1894)
Según la “Reseña Biográfica” del Congreso Nacional, el V.·. H.·. Mac Iver nació en Constitución, el 15 de julio de 1844 y era de profesión abogado.
En el período legislativo de 1876, inició una brillante vida parlamentaria al ser elegido Diputado por Constitución. Su último cargo de representación fue el de Senador por Atacama por el periodo 1918 a 1924.
En el Parlamento, defendió el laicismo, las instituciones estatales, los proyectos de leyes de cementerios laicos, matrimonio y registro civil, la separación de la Iglesia del Estado, la libertad de conciencia y de expresión, el mejoramiento de la condición de la mujer y de la administración de justicia. Fue Ministro de Hacienda, Ministro del Interior, y miembro del Consejo de Estado. Académico de la Facultad de Leyes de la Universidad de Chile. Presidente de la Sociedad Científica de Chile en varias oportunidades. Iniciado en la Resp. Logia “Deber y Constancia” N° 7, de Santiago, el 8 de diciembre de 1869, fue elegido Venerable Maestro de su Taller para 1874, 1876 y 1877.
En 1884, se afilió a la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5 de la cual también fue su Venerable Maestro.
Fue elegido Gran Maestro en septiembre de 1887, para completar el mandato del Gran Maestro Barazarte, y se mantuvo en el cargo hasta mayo de 1894. Sus múltiples ocupaciones y su residencia en Santiago, sumado a las turbulencias políticas en los años cercanos a la revolución de 1891, le impidieron dedicarse a la Gran Logia de Chile, que languidecía por esa época, recayendo la responsabilidad de su administración sobre los hombros del Diputado Gran Maestro, Q. H. Manuel Guzmán Velásquez. Murió el 21 de agosto de 1922.
“La Masonería es ante todo y para cada uno de sus afiliados un medio, un instrumento para emancipar nuestro intelecto, para romper los yugos que oprimen nuestras conciencias; es la escuela del deber, del respeto de sí mismos, del respeto a todo sentimiento sincero y reflexivo; es la más noble y elevada afirmación de la dignidad humana;
es todavía la escuela de la libertad, es por excelencia la escuela de la tolerancia, de la fraternidad y de la justicia.
¿Acaso no es tal misión lo suficiente grande, lo suficiente bella?”
4.- V.·. H.·. BUENAVENTURA CÁDIZ PATIÑO
Gran Maestro (1902 – 1906)
Nació en San Antonio, el 11 de noviembre de 1844 y fue iniciado en la Resp. Logia “Deber y Constancia” N° 7, el 24 de marzo de 1871. En 1872 figura entre los fundadores de la Resp. Logia “Verdad” N° 10. En 1873 y en 1880, sin éxito, intentó crear una Gran Logia Provincial en Santiago. Inactivo entre 1882 y 1894, se afilió a “Justicia y Libertad” N° 5, que lo nombró su Diputado. Elegido Gran Orador de la Gran Logia de Chile, el 22 de mayo de 1900, para el período 1900-1903. En 1900 se le describía así: “Empleado en el alto comercio de Valparaíso, hombre de extensa ilustración, que, por sus condiciones morales e intelectuales y la pureza de su vida, hace altísimo honor al Supremo Consejo a que pertenece. Cuenta unos 55 años. Iniciado en la Logia “Deber y Constancia” de Santiago, en 1871, fundador y ex V.·. M.·. de la Logia “Verdad” Nº10; fundador de la Resp. Logia “Regeneración” Nº20; miembro del Consejo del Gran Maestro de Chile; Secretario de la Sección Simbólica y de Ritos; fundador de los Capítulos grados 14, 16 y 18 de Valparaíso, ha prestado su valioso concurso a diversas sociedades benéficas y que exigen gran abnegación”.
El 6 de mayo de 1902 fue designado Gran Maestro Adjunto, para reemplazar al Gran Maestro Álamos; el día 23 fue elegido Gran Maestro por el tiempo faltante para completar el período. En la Asamblea de 1903 fue elegido Gran Maestro, pero el proceso eleccionario derivó en el único cisma que ha enfrentado la masonería chilena. El 6 de junio de 1906 fue reelegido para un nuevo período.
Buscó establecer el Gran Oriente Nacional proyectado por sus predecesores, pero no tuvo éxito, debiendo dedicar sus esfuerzos a la reconstrucción de la Gran Logia de Chile. Murió en Valparaíso el 15 septiembre 1906.
“El terremoto que en agosto de 1906 dio en tierra con Valparaíso, sepultó el bello y valioso edificio que con el nombre de Club Central poseía la Gran Logia de Chile en la calle de la Victoria de ese puerto.
Ahí había dos grandes templos masónicos y el archivo de más de cuarenta años de la Masonería chilena. Todo pereció.
A poco de tan gran catástrofe, falleció casi repentinamente el Gran Maestro.
Los masones chilenos resolvieron entonces radicar en Santiago la sede del gobierno de la Orden.”
5.- V.·. H.·. VÍCTOR GUILLERMO EWING ACUÑA
Gran Maestro (1906-1909 y 1909-1912)
Nació en Santiago, el 20 de octubre de 1868 y fue iniciado en la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5, el 9 de mayo de 1893, siendo elegido Segundo Vigilante el 21 diciembre de 1897 y, luego, Venerable Maestro para el periodo 1899-1901.
En las elecciones del 6 de junio de 1906 fue elegido Diputado Gran Maestro, por lo que al morir el Gran Maestro Cádiz asumió la Gran Maestría. En la Asamblea celebrada en Santiago, el 21 de octubre de 1906, fue elegido Gran Maestro, cargo que volvió a ocupar tras la votación del 30 de mayo de 1909.En 1912 presentó la renuncia al cargo, la que le fue aceptada el 6 de octubre del mismo año.
Durante su gobierno simbólico la sede de la Gran Logia de Chile se trasladó al Valle de Santiago, se buscó reanimar logias en sueño y motivar a hermanos en retiro para reintegrarse a los trabajos. En materia de relaciones exteriores, se debió reconstruir los nexos con otros poderes masónicos; y se autorizó la creación de Logias en Bolivia, talleres que dieron origen a la Gran Logia de ese país. Dio nuevos bríos a la labor extramural y a la defensa de nuestros principios. Se
ocupó de importantes reformas a la Constitución Masónica y a los Rituales.
Aunque el Q. H. Ewing tuvo paralelamente los cargos de Gran Maestro de la Gran Logia de Chile y de Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo para Chile del grado XXXIII, zanjó las disputas entre los partidarios del Simbolismo y los del Escocesismo, dividiendo la jurisdicción nacional.
En la Revista Masónica de Chile, año XXV, 1948, N° 1 de marzo, se anota: “Su muerte es el compendio de su vida; no quiso que la Gran Logia de Chile como Institución lo acompañara en sus últimos momentos de su vida. Los trabajos y preocupaciones de la Gran Logia de Chile se deben a sus propios problemas y estudios, y no a atender y distraer sus preocupaciones por la muerte de uno de sus hermanos”.
El Gran Maestro Ewing murió en Villa Alemana en 1947 a los 80 años.
“Profanamente, con mano temblorosa, golpeó a las puertas de la Francmasonería Universal el profano
Víctor Guillermo Ewing Acuña, y la Respetable Logia “Justicia y Libertad” N° 5 le abrió las puertas del Templo de la Verdad y de la Virtud, el día 9 de mayo de 1893”
RM, 8-45
6.- V.·. H.·. LUIS NAVARRETE Y LÓPEZ
Gran Maestro (1912-1922)
Nació en Santiago, el 22 de noviembre de 1869. Abogado, docente en la Universidad de Chile y secretario de la Municipalidad de Santiago.
Fue iniciado en la Resp Logia “Justicia y Libertad” N° 5, el 11 de enero de 1896. Creador de la revista “La Verdad”. En 1898 se afilió a la Resp. Logia “Estrella de Chile” N° 17, donde fue su Venerable Maestro durante unos meses. Fue Venerable Maestro de “Justicia y Libertad” N° 5 entre los años 1901 y 1906.
Se desempeñó como Gran Secretario General entre 1906 y 1910 y con posterioridad a ese año fue Gran Maestro adjunto en varias oportunidades, siendo elegido Gran Maestro el 6 de octubre de 1912.
A él se debió la realización del Primer Congreso Masónico Nacional, la reforma a la Constitución Masónica de 1912 y la reforma a los Rituales y Libros de Instrucción. Fue el gran impulsor de la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria, impulsó el trabajo extramural de las Logias en las Escuelas Nocturnas para Obreros, las Colonias Escolares, las Ligas de Estudiantes Pobres, los Boy Scouts, la Federación de Estudiantes de Chile, las Conferencias en los Centros Obreros,
la publicación de artículos de prensa, la edición de folletos, etc. Creó la hoja dominical llamada “La Linterna” destinada a los obreros y a los pobres. En 1914, fue el artífice de “La Tribuna”, folleto semanal de distribución más amplia y cuya finalidad era la divulgación de temas del más alto interés, para crear conciencia y cultivar a las mentes dormidas.
El 17 de agosto de 1922, tras un decenio de fructífero trabajo, renunció al puesto de Gran Maestro, pero las graves circunstancias que afectaron a la democracia en la República le conminaron a tomar otra vez el mallete rector, en 1924, aunque no ejerció el puesto sino a través de un Gran Maestro Adjunto. Murió el 22 de agosto de 1927.
“La Masonería no ha ocultado nunca sus propósitos y ha combatido siempre de frente; no ha tenido ni tiene otras armas que la propaganda de la verdad. Por tal motivo la atacan los espíritus egoístas y escépticos, los que solo viven endiosando al presente y los que conservan su influencia sobre las colectividades mediante el engaño y el adulo. Por más que muchos se empeñan en sostener lo contrario, la Masonería no busca el poder, porque, más que del presente, se preocupa del porvenir, porque, más que a los intereses momentáneos, da preferencia a los ideales”.
Luis Navarrete y López
LV, 12/1896
7.- V.·. H.·. ALFREDO MELOSSI HUTCHINSON Gran Maestro (1922-1924)
Nació en Valparaíso, el 17 de julio de 1873. Comerciante y editor y propietario de la revista “Luz y Sombra”, que apareció por primera vez el 24 de marzo de 1900, como continuación del semanario de carácter misceláneo “El Turista”, orientado exclusivamente a la publicidad de su Hotel en Pucón.
Buscó desarrollar una publicación que integrara en sus páginas la contingencia cultural, literaria y artística del país. Propugnó, junto a sus colaboradores, la idea de “vivir en constante ambiente artístico, contribuyendo así a obtener honra y provecho para los artistas y para la cultura intelectual de la nación”.
Pintor destacado, fue autor de más de cuatrocientas telas. Director de la Sociedad de Bellas Artes desde 1920 a 1927. Miembro de la 12ª Compañía de Bomberos de Santiago; socio de la Liga de Estudiantes Pobres y del Rotary Club de Santiago.
Fue iniciado en la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5 el 20 de julio de 1897, siendo su Venerable Maestro en el bienio 1910-1912. Se afilió, además, a las Respetable Logias “Deber y Constancia” N° 7 y “Verdad” N° 10. En la
Gran Logia, formó parte del Consejo del Gran Maestro y de la Comisión de Finanzas. Elegido Gran Tesorero en la Oficialidad del Gran Maestro Navarrete y López.
Elegido Gran Maestro el 28 de agosto de 1922. Fundó la Revista Masónica de Chile. Convocó a una Asamblea que fijara metas a la Masonería, creando, como resultado, una asociación que buscara agrupar a los librepensadores, para difundir la libertad de conciencia como punto de partida de la separación entre la iglesia y el Estado, y esbozó la creación de una Asociación Chilena de Acción Republicana. Estas buenas intenciones, sin embargo, se estrellaron con la tensión política imperante en el país y fueron abandonadas. Terminó su mandato el 8 de junio de 1924. Murió el 28 de julio de 1961.
“Podemos concluir subrayando la gran importancia que tiene para nuestra Orden el mantener la máxima pulcritud en la enseñanza, mantención y práctica de nuestros Ritos, que nos van a llevar a preparar nuestro espíritu para la mayor y mejor captación y práctica de nuestros ideales y del conocimiento de la verdad a través del estudio. Buscad la verdad y seréis libres”.
8.- V.·. H.·. ADEODATO GARCÍA VALENZUELA
Gran Maestro (1924)
Nació en Coltauco, el 29 de diciembre de 1864. Médico. Fue enviado por el gobierno a proseguir estudios de Medicina a Europa por el lapso de cinco años, a partir del 17 de mayo de 1886. De regreso a Chile, ejerció la docencia en la Universidad de Chile.
Fue iniciado el 13 de mayo de 1902 en la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5, de Santiago. Poco más tarde se afilió a la Resp. Logia “Estrella de Chile” N° 17 y asumió un papel destacado en la Gran Logia Simbólica, creada por la disidencia durante el cisma de 1903. Abandonó el cargo y el Taller, en junio de 1904, para afiliarse a la Resp. Logia “Drei Ringe” de la correspondencia. En 1910 se regularizó y volvió a la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5 y, en 1912, fue fundador y Venerable Maestro de la Resp. Logia “Unión Fraternal” N° 1 que volvió a levantar columnas en Santiago después de haber terminado su ciclo porteño cuatro años antes.
Gran Secretario General de la Gran Logia de Chile, miembro del Consejo del Gran Maestro, fundador y director de la imprenta masónica “Camilo Henríquez”, presidente de la Sociedad Escuelas “Camilo Henríquez”, presidente de la Sociedad Escuelas El Porvenir.
Elegido Gran Maestro el 8 de junio de 1924. Dio a conocer a la prensa las dependencias de la Gran Logia de Chile y explicó los objetivos de la Masonería. Esto le valió ser atacado por los periodistas opositores a las ideas de la libertad, y su casa sufrió un atentado explosivo. Durante su gobierno simbólico se fundó el Sindicato Médico Masónico. En septiembre de 1924, incomprendido por muchos masones que creían que la Masonería como cuerpo debía involucrarse en la lucha partidaria, presentó su renuncia al cargo, quedando la Orden en manos del Diputado Gran Maestro Manuel Guzmán Maturana. Murió el 22 de diciembre de 1935.
“Deben meditar las Logias cuan grande es la responsabilidad que habrá de afectarles si por desgracia descuidan la atención que debe merecerles la admisión de profanos postulantes.
La obra masónica a realizarse en un mañana estará fundamentada en el mérito, lealtad, valor y constancia de los masones que día a día están ingresando a los Talleres de la Obediencia.
Tal cual sea la calidad humana de estos elementos, tal será la calidad de la acción social que se realice”.
Tal cual sea la calidad humana de estos elementos, tal será la calidad de la acción social que se realice”.
9.- V.·. H.·. ARMANDO QUEZADA ACHARÁN
Gran Maestro (1930-1931)
Nació en Los Ángeles, el 9 de febrero de 1873. Abogado. Diputado, Senador, Ministro de Hacienda y de Interior, Cónsul en Francia, Rector de la Universidad de Chile y Superintendente de la Fundación Santa María. Embajador de Chile en Francia entre 1922 y 1924, cuando renunció como consecuencia del derrocamiento del gobierno constitucional, con posterioridad reasumió dichas funciones.
Fue iniciado en la Resp. Logia “Estrella de Chile” N° 17, de Santiago, el 16 de julio de 1894 y se afilió a la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5, el 29 mayo 1900. En varias oportunidades ocupó el cargo de Orador hasta que en 1907 fue elegido Venerable Maestro. El 10 de octubre de 1911 la Resp. Logia “Justicia y Libertad” lo declaró Miembro Honorario junto con el V. H. David Benavente. En 1924, representó a la Gran Logia de Chile en el Congreso Masónico celebrado en Ginebra. Designado miembro del Consejo del Gran Maestro en mayo de 1929. Entre 1922 y 1936 ocupó el cargo de Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado XXXIII para Chile.
El 8 de junio de 1930 la Asamblea de la Gran Logia de Chile lo elevó al cargo de Gran Maestro, puesto al que
renunció por cambio de residencia, en enero de 1931, al establecerse en Valparaíso, tras ser nombrado Superintendente de la Universidad Técnica Federico Santa María.
Durante su breve gobierno simbólico, le correspondió aplicar la nueva Constitución Masónica. Murió en Valparaíso el 3 de abril de 1936.
“Nuestro corazón para nuestros hermanos;
Nuestro amor para la humanidad;
Nuestra vida para la francmasonería”.
H.: Dr. von Sury.
10.- V.·. H.·. DAVID BENAVENTE SEPÚLVEDA
Gran Maestro (1933-1935)
Nació en Ninhue, la misma localidad en que nació Arturo Prat, el año 1863 y era médico de profesión. Fue iniciado a los 26 años, el 12 de noviembre de 1889, en la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5, en la cual también recibe sus otros Grados Simbólicos. Se afilió a la Resp. Logia “Unión Fraternal” N° 1, como fundador, el 3 de septiembre de 1912.
En la Gran Logia de Chile fue Primer Gran Vigilante, durante el período del Gran Maestro Ewing, 1906-1912; reelegido para el período 1912- 1915. Miembro de la Comisión organizadora del Primer Convento Masónico Nacional. Miembro del Consejo del Gran Maestro en 1924- 1927. Designado Gran Dignatario de Honor en mayo de 1932.
Elegido Gran Maestro en la Asamblea del 25 de septiembre de 1932. Al cumplir el período para el que había sido elegido, fue reelegido como Gran Maestro el 24 de junio de 1933, por un trienio. Sin embargo, en la Asamblea del 9 de junio de 1935, anunció que había designado Gran Maestro adjunto al V.·. H.·. Fidel Muñoz Rodríguez y días más tarde, silenciosamente, se retiró del cargo.
Se dirá de él que fue pensador y guía de la Francmasonería chilena. Puso orden en las finanzas, reglamentó el
Fondo de Solidaridad, propició la ayuda material a los masones perseguidos y protestó contra tales persecuciones. Dictó un código de conducta masónica y dio al Departamento de Acción Masónica que se formaba el carácter de herramienta para la docencia, la formación magisterial y la investigación. Intensificó y amplió las relaciones de la Gran Logia de Chile con los poderes masónicos mundiales.
“Filántropo, poseía la generosidad ilimitada con los pobres. Médico hospitalario, médico de gente humilde, ninguna miseria golpeó a su puerta en vano, ningún dolor le halló sordo a sus requerimientos”. El V.·. H.·. Benavente murió el 16 de febrero de 1949, en Ninhue.
“Jamás se olvidará que la Francmasonería es una Escuela de Enseñanza; que su objetivo es mejorar la condición del Género Humano por medio del estudio de la Filosofía, el Trabajo y la Práctica de todas las Virtudes.
Para estos fines se vale del Simbolismo, sistema tan antiguo como el Mundo, y, como lo sabéis, siempre nuevo”.
V.·. H.·. David Benavente RM, 4/33
11.- V.·. H.·. GABRIEL HERMÓGENES DEL CANTO AGUIRRE
Gran Maestro (1937-1944)
Nació en Caldera, el 13 de octubre de 1881. Arquitecto. Recién egresado como profesional, se incorporó a la Dirección General de Arquitectura. Comisionado por el gobierno para perfeccionarse en Europa y Estados Unidos, entre 1906 y 1908.
De regreso a Chile se incorporó a la Dirección General de Arquitectura y desempeñó importantes funciones y cátedras del ramo. Ejecutó numerosas obras públicas, entre ellas el Matadero Modelo de Santiago, el Observatorio Astronómico de Lo Espejo, el Palacio de los Tribunales de Justicia, la Biblioteca Nacional, etc. Fue el primer Decano de la Facultad de Arquitectura desde su fundación.
Fue iniciado en la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5, de Santiago, el 12 de enero de 1904. Miembro de la Resp. Logia “Deber y Constancia” N° 7, en 1910; llegó a ser su Venerable Maestro en 1915, 1916 y 1917, y en 1926 y 1926.
Fue elegido Gran Maestro el 16 de mayo de 1937, para completar el período del Gran Maestro Muñoz, siendo reelegido para el cargo. Por algunos meses de 1938 fue reemplazado por los Grandes Maestros adjuntos Víctor Behm Gálvez y Luis Agüero Pérez. Durante su gobierno simbólico
creó un Seminario de Estudios Masónicos, se realizó el II Convento Masónico Nacional y se organizó la Primera Conferencia Interamericana de la Francmasonería Simbólica, la que se hizo realidad en Montevideo, Uruguay, el 14 de abril de 1947, y dio origen a la Confederación Masónica Interamericana. Terminó su período el 22 de septiembre de 1944. Murió en Santiago, el 1º de noviembre de 1968.
“La fraternidad a la que estamos obligados con nuestros hermanos por nuestra expresa y espontánea voluntad desde el momento en que ingresamos a la Orden, tiene una amplitud y un significado que en ningún momento podemos desconocer u olvidar”.
12.- V.·. H.·. SÓTERO DEL RÍO GUNDIÁN
Gran Maestro (1957-1959; 1959-1962; 1962-1965 y 1965-1968)
Nació en Cauquenes, el 29 de marzo de 1900. Médico. Director de Hospitales, Director General de Sanidad, Ministro en las carteras de Bienestar Social, de Salud, del Interior y Vicepresidente de la República.
Miembro de la Asociación de Asistencia Social, de la Sociedad Médica de Chile, de la Sociedad de Tisiología, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile, de la Sociedad Constructora de Establecimientos Hospitalarios, de la Junta Central de Beneficencia, de la Dirección General de Beneficencia, del Colegio Médico de Chile, del Instituto de Chile y de la Academia de Medicina.
Iniciado en la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5, de Santiago, el 23 de octubre de 1923 y en la misma obtiene todos sus Grados Simbólicos.
El V.·. H.·. del Río, siendo Ministro del Interior del Presidente Jorge Alessandri, es informado por éste de una petición que le efectuó el Partido Conservador en orden a que lo sacara del cargo por ser masón. Ante ello, el V.·. H.·. del Río dirige una carta al presidente de ese partido confesional en la cual reafirma su condición de masón, indica que
en la Orden aprendió a ser libre y de buenas costumbres, que su vida honesta y limpia la ha puesto al servicio de la República y que se mantendrá en el cargo mientras cuente con la confianza del Presidente de la República. Miembro de la Gran Logia de Chile en 1944. Al terminar el Gobierno de Jorge Alessandri, se reintegró a los trabajos de la Resp. Logia “Justicia y Libertad” y en 1966 fue designado Jefe del Departamento de Acción Masónica. Fue elegido Gran Maestro el 2 de junio de 1968 en votación unánime. Murió en Texas, Estados Unidos, el 10 de mayo de 1969 mientras se trataba de la enfermedad que lo llevó a la tumba.
“La muerte de Sótero del Río, no sólo afecta a la Orden Masónica, de la cual era su Jefe máximo, sino que impacta con violencia y dolor en el país entero, en el pueblo de Chile, al que consagró tantas y tantas vigilias, empeñado en servirlo con apasionada devoción, con generoso altruismo, con aleccionados desinterés”.
V.·. H.·. Aristóteles Berlendis Sturla RM, 5-6/1969
V.·. H.·. SEBASTIÁN JANS PÉREZ
Miembro Honorario (2018-2022)
RESP. LOGIA “JUSTICIA Y LIBERTAD” N° 5
“Ser Jefe de Obra es el más alto desafío de cualquier artífice. Ser parte, vosotros y nosotros, de esta Alta Asamblea, constituye una conminación a expresar lo mejor de todos los aprendizajes que hacen al masón, para manifestar en virtud que no solo somos artífices talentosos con las herramientas del trabajo masónico, sino también materia simbólica mutada en obra realizada, en una expresión sublime de nuestro propio trabajo moral, en bien de la Humanidad”
Sebastián Jans Pérez
CAPÍTULO IV
SUS VENERABLES MAESTROS Y SU HIMNO
1.- SUS VENERABLES MAESTROS
Desde su fundación hasta la fecha han sido decenas los Queridos Hermanos que han tenido el honor de desempeñarse como Venerables Maestros de la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5, los cuales nombramos en el orden en que desempeñaron su cargo.
Desde 1864 a 1900
Desde su fundación hasta el año 1900 la Logia tuvo como Venerables Maestros a los siguientes Venerables Hermanos:
José Miguel Fáez Tobar (1864);
Carlos Rand (1864-1865);
Ángel Custodio Gallo Goyenechea (1865-1871);
Guillermo Matta Goyenechea (1871-1872 y 1873-1874);
Ramón Allende Padín (1874- 1875);
Pedro Nolasco Videla (1875-1876);
Olegario Silva (1876-1877);
Nicolás Peña Vicuña (1877-1878);
Ramón Allende Padín (1878-1879);
Carlos Díaz (1880-1881);
Ramón Allende Padín (1881-1882);
Justino Fagalde (1882-1884);
Sandalio Letelier (1884-1885);
Anselmo Hevia (1885-1886);
Enrique Mac Iver Rodríguez (1886-1887)
Manuel Carrera Pinto (1887-1888);
Francisco Puelma Tupper (1888-1889);
Anselmo Hevia (1889-1895);
Luis Léliva (1895-1897);
Octavio Maira (1897- 1899);
Víctor Guillermo Ewing. (1899-1901)
Desde 1900 a 1950
Entre estos años ocuparon el mallete rector los Venerables Hermanos:
Luis Navarrete y López (1901-1905);
Armando Quezada Acharán (1906-1908);
Alfredo Melossi Hutchinson (1910-1912);
Manuel Guzmán Maturana (1912-1917);
Francisco Solar Neira (1918- 1919);
Manuel Guzmán Maturana (1919-1921);
Arturo Lois Fraga (1921-1922);
Juan Durán Muñoz (1922-1923);
Guillermo Sander Clement (1923- 1924);
Enrique Rodríguez Mac Iver (1924-1925);
Leonidas Banderas Lebrun (1925-1926);
Antonio Asenjo Potts (1926-1927);
Benjamín Oviedo Martínez (1927-1929);
Juan Moya Morales (1929-1931);
Francisco Olejniv Duozkowski (1931-1932);
Horacio Aravena Andaur (1932-1934);
Leopoldo Van De Wyngard Basualto (1934-1935);
Albino Zúñiga Alarcón (1935-1936);
Jorge Giles Pizarro (1936-1937);
Germán Boisset Ortega (1937-1940);
Enrique Gajardo Villarroel (1940-1941);
Horacio Aravena Andaur (1941-1943);
Roberto Flores Rojas (1943- 1944);
Eliseo Salazar Rodríguez (1944-1947);
Víctor Cereceda Arancibia (1947-1948); Orlando Cattani Marchetti (1948-1949); y Ramón González Contesse. (1949-1950)
Desde 1950 a 2000
En este período encontramos a los Venerables Maestros:
Alfredo Delaporte Prieto (1950-1953); Roberto Toro Toro (1953-1954);
Mario Bolton de la Paz (1954-1955); Jorge Ascui Pruneda (1955-1956);
Pablo Garriga Moreno (1956-1957);
René Dalbadie Robin (1957-1958);
Eliseo Salazar Varela (1959-1960);
Vinicio Frigerio Romero (1960-1961); Guillermo Reid Leo (1961-1962);
Jorge Fernández Soto (1962-1963);
Ramón González Contesse (1964-1965); Darwin Lois Perales (1966-1967);
Eladio Aguayo Sandoval (1968-1969);
Manuel Araya Walker (1969-1971);
Mario Ojeda Fehrenberg (1971-1973);
Vinicio Frigerio Romero (1973-1975); Eduardo Lawrence Ortiz (1975- 1977); Adolfo Yudin Royo (1978-1979);
Hugo Mora Contreras (1980- 1981);
Carlos Catalán (1982-1983); Alfredo Navarro Gómez (1984- 1985);
Carlos Steffens Mercado (1986-1987); René Reyes Soto (1987- 1989); Santiago Saavedra Torreyes (1989-1990);
René Reyes Soto (1990-1991); Mario Méndez Toyos (1992-1994 y 1994-1995); Luis Montero Ríos (1995-1997); César Rimassa Yaunschorvetz (1997-1999); y Arturo Barrientos Caro. (1999-2001) 8
Desde 2000 hasta la actualidad
Ya en épocas contemporáneas encontramos a los Venerables Maestros los Venerables Hermanos:
Rafael Reyes Valenzuela (2001-2003); Luis Téllez Mellado (2003-2005); Ricardo Verdejo Sasso (2005-2007); Edmundo Posttock Padilla (2008-2009); Juan Recabarren Rivas (2010-2012); Roberto Rivera Vicencio (2012-2013); Rafael Reyes Valenzuela (2014-2015); Eduardo Saavedra Torres (2016-2017); Héctor Contardo Jaramillo (2018-2019); y Héctor Morales Henríquez (2020-2021)
2.- SU HIMNO
La Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5 tiene un hermoso himno que solía entonarse, una costumbre perdida. La letra del Himno pertenece al V.·. H.·. Jorge Gustavo Silva y la música al V.·. H.·. René Reyes Rojas y su texto es el siguiente:
8 En diversas publicaciones se señala a otros Hermanos u otros períodos de desempeño en el cargo de Venerable Maestro. El listado que contemplamos fue tomado de la publicación oficial de la Logia editada en 1989 con motivo de sus 125 años.
Coro
Si JUSTICIA es el lábaro augusto, Es destello de luz LIBERTAD
LIBERTAD Y JUSTICIA Oh Hermanos
Son la meta de la Humanidad
I
No se alcanza esa meta suprema Sin un arduo y heroico bregar Disciplina, estudio y trabajo Entusiasmo y amor fraternal Veinte lustros de lucha incansable Veinte lustros de lucha fraterna Persiguiendo el soñado ideal
II
Han pasado los años, ya el siglo de la Logia ha llegado al umbral
Que la inercia no invada nuestro ánimo Adelante y arriba, Avanzar
Avancemos oh, hermanos asidos De las manos, con fuerte apretar Y juremos ser JUSTOS Y LIBRES Zapadores de nuestro ideal.
La Francmasonería es un terreno neutral, libre del espíritu de sectas, donde se halla la satisfactoria tranquilidad del alma, un terreno de las más puras aspiraciones humanas, y de donde se procura extraer calor y vida para el espíritu
Revista “La Verdad” N° 24, 15 noviembre 1897
CAPÍTULO V
HITOS EN LA VIDA DE LA RESP. LOGIA “JUSTICIA Y LIBERTAD” N° 5
SUS PRIMEROS 25 AÑOS
El año 1889 la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5 cumplió sus 25 años de existencia en tiempos difíciles para el país y para la Orden.
A la sazón, el V.·. H.·. Francisco Puelma Tupper finalizaba su periodo como Venerable Maestro, que había iniciado en 1887, y asumía el V.·. H.·. Anselmo Hevia Riquelme hasta el año 1891.
El Gran Maestro de la Gran Logia de Chile era el V.·. H.·. Enrique Mac Iver Rodríguez, quien había comenzado su Gobierno Masónico en 1887 y lo concluiría el año 1894.
Nuestro país vivía agitados días que, lamentablemente, repercutieron en la Orden pues, como narra el V.·. H.·. Benjamín Oviedo, el 2 de enero de 1886 “era aclamado en Santiago candidato a la presidencia de la República el ciudadano José Francisco Vergara, ex Gran Maestro de la
Orden Masónica, en una asamblea política que presidían Víctor Lamas y Juan de Dios Arlegui y en la que actuaba como secretario Juan Agustín Palazuelos; los tres eran masones, y uno de ellos, Arlegui, había sido el primer Gran Maestro de la Orden en Chile.
Pocos días después, el 17 de enero, era proclamado en Valparaíso igualmente candidato a la presidencia de la República, el ciudadano José Manuel Balmaceda, en una asamblea cuyo vicepresidente era Rafael Bazararte, Gran Maestro en ejercicio de la Masonería chilena, y cuyo secretario, Alejo Barrios, también era masón”.
Y añade el V.·. H.·. Oviedo: “Como se ve, la Masonería chilena en el campo de la política, no sólo tenía sus opiniones distintas, sino que actuaba de acuerdo con sus opiniones. Felizmente, estas divergencias de opinión que en el exterior separaban a los hermanos en el seno de las logias no tenían la misma influencia; y la fraternidad mantenía su cálida cohesión”.
“Pero, si bien no hemos podido encontrar huella alguna de escisiones internas en la Masonería, en aquella época, que por muchos motivos debía ser de verdadero esplendor, las escasas y despobladas logias comenzaron a decaer en forma visible e incontenible. Los fragores de la lucha política sostenida en las Cámaras, en la prensa, en los comicios, apasionaron los ánimos y separaron a los hombres en forma tal, que poco a poco la cohesión masónica empezó a debilitarse, y finalmente la fraternidad resultó casi impotente para mantener unidos en el campo de la ideología a los que las pasiones políticas dividían”.
“Se realizó nuevamente aquel principio doloroso, que podría enunciarse, más o menos así: pocos elementos producen peores consecuencias para la subsistencia y
desarrollo de los Talleres masónicos que las disensiones políticas, sobre todo cuando se producen entre dos bandos igualmente poderosos y respetables”.
“De ahí que los miembros de la Masonería, demasiado atentos a los acontecimientos de la época y ardorosos defensores de la causa que creían justa, desplegaron sus mejores energías en el campo de la lucha política y abandonaran el seno de las logias, cuyo ambiente de serenidad, de meditación y de reposado estudio no se ajustaba al afán de movimiento y de acción que los poseía hasta la embriaguez”.
Como gran lección tengamos presente ese principio doloroso del que habla el V.·. H.·. Oviedo: “pocos elementos producen peores consecuencias para la subsistencia y desarrollo de los Talleres masónicos que las disensiones políticas, sobre todo cuando se producen entre dos bandos igualmente poderosos y respetables”, lo cual, deplorablemente, hasta el día de hoy ha sido practicado por algunos Hermanos.
Sobre este tema, nuestro V.·. H.·. René García Valenzuela señala: “Repetimos que es ella el arte o la técnica de dirigir y administrar correctamente el estado, tanto en el sentido de la razón, cuanto en el de la ética; todo esto con una orientación fundamental, con un imperativo: el de JUSTICIA. La política es la acción que dispone del más alto poder, influyendo sobre el enorme circulo de los hombres y de los pueblos. Incide en esta forma, activa y eficazmente, en la vida material, espiritual y cultural de la Humanidad. De acuerdo con estos preceptos básicos, las Logias pueden y deben debatir en el terreno filosófico y cultural ciertos problemas de alta política, pero no deben tomar resoluciones de corporación por medio de votaciones terminadas y obligatorias, ni deben salir a campear por dichas
cuestiones a1 mundo profano, en cuanto a cuerpo, sino que limitarse a formar clara conciencia entre sus miembros sobre tales problemas a fin de que estén ampliamente informados para obrar según su conciencia, en los organismos propios del mundo político partidista. En otras palabras, las Logias deben hacer obra educativa instruyendo a sus miembros para una actuación conveniente en el mundo profano sobre 1os grandes problemas que atañen a la vida de hombres, pueblos y humanidad, pero sin que esto importe imponerles ni rumbos, ni consignas, ya que se les respeta su fuero intelectual y se confía en su conciencia y personalidad. Subrayemos, finalmente, con suficiente vigor y convencido acento, que la Masonería nada tiene que ver con la política transitoria, con la política del poder, con la política electoral, con la política del día, como resorte para aprovechar circunstancias momentáneas y tornarlas favorables y dúctiles para el logro de una causa determinada. Su política, porque también nuestra Augusta Orden tiene una, va más lejos al propiciar el incremento de la cultura, la defensa de la civilización y el progreso de la humanidad”. 9
“Conviene postrarse en el polvo cuando se ha cometido una falta, Pero no se debe permanecer en él”
Chateaubriand
9 GARCÍA, Valenzuela René, “Introducción a la Historia de la Francmasonería en Chile”, págs. 126 y 127, Ediciones de la GRAN LOGIA DE CHILE, Segunda Edición, Santiago de Chile, 1997
MEDIO SIGLO DE VIDA
Y comenzaba el año 1914, año triste para la paz mundial, en el que la Logia cumplió 50 años. Su Venerable Maestro era el V.·. H.·. Manuel Guzmán Maturana y ocupaba el sitial de Gran Maestro el V.·. H.·. Luis Alberto Navarrete y López.
El año 1913 quedaba atrás, “año del despertar de la conciencia nacional ante el peligro negro, pues veinte años ha que Chile dejaba al clericalismo crecer y multiplicarse sin mayores inquietudes por parte de la mayoría y hasta de la casi unanimidad de los habitantes de este país. Mientras tanto, en el año que acaba de pasar a la historia, hemos presenciado movimientos de opinión verdaderamente magníficos de norte a sur de la República y hemos oído clamorosa y convencida protesta contra los avances de ese clero compuesto de hombres de odio, de orgullo, de ambición y de codicia”.
“Con grave desazón para el clero, las cuestiones teológicas toman cada día más palpitante importancia: y- con ello se comprueba que ya contra el púlpito, el libro, el folleto y el diario clerical, que por muchos años dogmatizaron sin contradictor, se levanta la tribuna, el libro, el folleto y el
diario que, en nombre de la ciencia, reclaman por los fueros de la razón soberana”. 10
“Cincuenta años de existencia ha cumplido la Logia
Justicia y Libertad N° 5, fundada en Santiago el día 7 de noviembre de 1864 bajo la jurisdicción de la Gran Logia de Chile. Cerca de mil masones han sido iniciados en esta Logia, y poco menor número de hermanos de otros Talleres han pedido en ella su afiliación, pudiendo en su cuadro ostentar nombres que son orgullo legítimo de la actividad nacional en sus varias manifestaciones.
Foco poderoso en todo tiempo de la Masonería de la capital de la República, matriz de numerosas Logias creadas en ésta y en otras ciudades, hogar de la Gran Logia de Chile cuando ésta hubo de ser trasladada de Valparaíso en octubre de 1906, ha mantenido sus trabajos con naturales alternativas de grandeza y decadencia, pero sin interrumpirlos durante media centuria y por mil títulos merece gratitud de la Masonería chilena.
Copiapó, Valparaíso y Concepción tuvieron Logias antes que Santiago, por ser cincuenta años atrás las condiciones características de la sociabilidad metropolitana en extremo adversas al desarrollo de institución como la nuestra; pero la buena nueva no podía permanecer por siempre ignorada en Santiago y, una vez anunciada, había de atraer prosélitos en relación directa con la importancia de esta ciudad. En el día y mes ya indicados del año 1864, se reunían, presididos por el hermano Manuel de Lima, Dignatario de la Gran Logia de Chile, los masones que habían de fundar la primera Logia santiaguina con el nombre de Justicia y Libertad y ocupar en el orden cronológico el quinto lugar entre las chilenas.
10 Revista “La Verdad”, Año V, N° 9, 15 de enero de 1914, Santiago de Chile
En la primera Oficialidad de este Taller, figuran los siguientes hermanos, que bien merecen se les recuerde y llame los padres de la Masonería en Santiago: Venerable Maestro, José Miguel Fáez, teniente coronel, hermano maestro de la Logia Unión Fraternal N° 1, de Valparaíso; Primer Vigilante, Nicanor Rojas, doctor en medicina, maestro también de la Logia Unión Fraternal; Segundo Vigilante, Ángel Custodio Gallo, político de nota, maestro de la misma Logia Unión Fraternal; Orador, Guillermo Matta, poeta y político, maestro de la Logia Clemente Amitié, de París; Secretario, Jorge Délano, comerciante, maestro de la Logia Bethesda, de Valparaíso; Experto, Federico Beelen, abogado, maestro de la Logia Franklin, de Pittsburgh; Guarda sellos, Christian Busch, agricultor, maestro de la Logia Unión Fraternal; y Guarda templo, José Agustín Ovalle, abogado y maestro de la misma Logia que el anterior. Duermen el sueño de la muerte todos ellos, y con ellos Juan Mac Lean, compañero de la Logia N° 1, que firma el acta de fundación. Asimismo, han fallecido los siguientes hermanos que han desempeñado la Presidencia de esta Logia, además de Gallo y de Matta: Carlos S. Rand, Pedro Nolasco Videla, Ramón Allende Padín, Olegario Silva, Nicolás Peña Vicuña, Carlos Díaz, Justino Fagalde, Miguel Lazo y Manuel Carrera Pinto.
Sobreviven catorce ex-Venerables Maestros. La acción desplegada por esta colectividad y por cada uno de sus individuos más caracterizados pide, para su completa narración, nutrido y voluminoso libro; y si tuviéramos que compendiarla en cuanto mira a trabajos de influencia directa fuera del mundo masónico, diríamos: revistas, folletos, libros, conferencias, escuelas, asociaciones filantrópicas, alivio de muchos dolores y miserias, campañas de opinión,
reformas legales, he aquí el fruto producido en beneficio de la sociedad chilena y, por modo principal, de la sociedad santiaguina.
Hoy pueden citarse Logias chilenas que compiten con Justicia y Libertad en eficiencia y progreso, pero no se puede afirmar que haya una sola que la aventaje.
La inspiran ejemplares tradiciones, arraigadas en pasado laborioso que, si importa con verdad prez y provecho para la Francmasonería de nuestro país, también para éste ha sido factor de mayor cultura intelectual y moral.
De su porvenir responden el medio siglo ya brillantemente vivido y su presente próspero y fecundo”. 11
Ninguna duda cabe que los críticos de siempre dirán que en las páginas anteriores se repiten muchas cosas; pero, se trata de transcribir lo que se dice en la Revista La Verdad para el Cincuentenario de la Logia.
“Así como se prueba el noble oro por medio del fuego, así en las circunstancias difíciles se debe probar la fidelidad”.
Ovidio
11 Revista “La Verdad”, año VI Santiago de Chile, 15 de noviembre de 1914 Núm. 7
BRILLANTES 75 AÑOS
El año 1939 “Justicia y Libertad” cumplió 75 años de vida ininterrumpida, ejercía el cargo de Gran Maestro el V.·. H.·. Hermógenes del Canto Aguirre y era el V.·. M.·. de “Justicia y Libertad” el V.·. H.·. Germán Boisset Ortega.
V.·. H.·. Germán Boisset Ortega
La historia da cuenta que en la ocasión se realizó, el martes 7 de noviembre de 1939, una solemne Tenida en la cual el Gran Templo se hizo estrecho para contener al gran número de Hermanos que quisieron tributar su homenaje y afecto a la Logia. Dio “especial realce a la asamblea la presencia del S. Gran Maestro, del Primer y Segundo Grandes Vigilantes y del Gran Secretario General”.
En la ocasión, la Resp. Logia “Justicia y Libertad” recibió, entre otras, dos ofrendas de especial significado: un simbólico candelabro de tres luces ofrecido por la Logia Renacimiento N° 8, nacida de su seno, y las decoraciones masónicas que pertenecieron al Ilustre Hermano Guillermo Matta, ofrecidas por la Resp. Logia “La Montaña” N° 50, entregadas por su Venerable Maestro.
El V.·. M.·. Germán Boisset hizo uso de la palabra para agradecer la presencia de los concurrentes, pues se hallaba
representada la Masonería toda desde Arica a Punta Arenas.
El V.·. H.·. Orador, al finalizar exposición dijo: “Queridos Hermanos: Cuando esta noche nuestros párpados se cierren como amorosos pétalos cubriendo el cansancio de nuestras pupilas y el sueño apague las antorchas del pensamiento, que nuestros espíritus sedientos de verdad y redención sigan buscando la simbólica espiral que transporta a las inefables regiones del Deber, deber que se agiganta y purifica en cada despertar.”
El Editorial de la Revista Masónica se dedicó a los 75 de “Justicia y Libertad” y señala: “Posiblemente ninguna Logia en nuestra Obediencia puede presentar una historia más nutrida de altas actividades masónicas, de más destacados y efectivos hechos, campañas e iniciativas, que la Resp. Logia Justicia y Libertad N° 5 del Oriente de Santiago.
Tal vez por ninguno de los cuadros de los diversos Talleres ha desfilado una columna más numerosa de hombres eminentes dentro de la Orden y grandes en el campo de las generosas luchas del mundo profano, que la falange de altas personalidades que vincularon su acción a la de este Taller. Es por ello que unánimemente y sin discrepancias se le reconoce el derecho a ocupar el alto sitio con que se destaca en medio del conjunto de las Logias de Chile. Porque, no solo supo realizar en su seno una obra espléndida encuadrada en todo momento dentro de la más pura concepción de la doctrina masónica, sino que tuvo fuerzas para dar vida con elementos selectos de sus cuadros a muchos Talleres que han sido, y siguen siendo, exponentes cumplidos de las aspiraciones de nuestra noble Fraternidad. Recientemente cumplió 75 años de vida desde el día en que levantó sus columnas en medio de uno de los ambientes
más hostiles de la América hispana. Y sin embargo fue desde el primer momento tan fuerte elemento de cultura, de civilización y de progreso, que debe serle reconocido sin reservas el papel preponderante que le ha correspondido en la magna obra de despertar las conciencias y de promover la evolución del país.
Tales resultados son la obra de factores destacadísimos: la calidad magnífica de los hombres que formó e impulsó a la empresa liberadora; la disciplina masónica desarrollada sin vacilaciones ni tropiezos y la comprensión precisa del objetivo, postulados y doctrinas de nuestra Hermandad.
Si fueran a señalarse uno a uno los hermanos eminentes que en la Logia N° 5 han servido al grande ideal que sustentamos, aparecerían en una lista de honor muchos de los ciudadanos más ilustres de la vida nacional en los últimos 75 años.
Bien puede este benemérito Taller sentirse orgulloso de una tal hoja de brillante historial.
No es de extrañar, pues, que, con ocasión de celebrar el 75° aniversario de su fundación, se ofrecieran en la magna tenida realizada, manifestaciones de afecto y admiración tan efusivas de parte de todos los sectores masónicos del país y aun del extranjero.
¡Bien lo merecía la vieja y noble Logia!
Si justas son las palabras con que se encomia su labor, bien merecidos son los recuerdos fraternales manifestados a la memoria de los eminentes hermanos que por ella lucharon y que hoy la amparan desde el seno del G.·. A.·. D.·. U.·., guiándola a más gloriosos destinos!” 12
12 Revista Masónica de Chile, Año XVI, N° 10, de diciembre de 1939
Y para la historia, como fue la intención de su autor, un distinguido masón e intelectual español, quiso asociarse a la fiesta y compuso un trabajo de evocación del pasado en la forma de fragmento de un diario privado que atribuyó a uno de los fundadores de la Logia 5, imaginando, además, que ese supuesto hermano llegaba de Valparaíso, donde al parecer, residía desde hacía largo tiempo. El trabajo comienza con la fecha “1864-7 de noviembre-lunes-Santiago” y el párrafo que destacamos dice así:
“Llegamos a la casa del H. Ángel Custodio Gallo, fieles a la cita que nos había dado, con exacta puntualidad. Pasado el zaguán el H. Lazo nos conduce al salón donde ya estaban congregados casi todos. En la semi penumbra, pues sólo estaba encendida la araña central de velas y un candelabro de tres brazos, en una mesa distingo a los HH. Nolasco, Díaz, Videla, Matta y otros que ahora no recuerdo, siendo presididos por el bizarro y arrogante H. José Miguel Fáez. Comenzaron los trabajos con toda sencillez y el H. Fáez como V. M. nos indicó el objeto de esta reunión. Nos dijo que habíamos sido convocados para fundar la primera Log. de Santiago, con intención de que se practicase la doctrina y principios de la Orden, no sólo por los HH. aquí ubicados, sino también por aquellos profanos honrados, libres y de buenas costumbres que aun desconocían los beneficios de nuestra Institución. Tenía la seguridad de que, a los que nos había reunido, le secundaríamos en su labor, solicitando de algunos que hasta cambiasen de residencia, para hacer esta gran obra. Hizo una apología de la fraternidad universal, que a todos nos conmovió y terminó promoviendo que la nueva Log. tuviese el nombre de “Justicia y Libertad”. Todos nos mostramos conformes, ofreciendo nuestra adhesión
incondicional a tan admirable decisión. Cuando hablé en mi turno dije: “Que consideraba como un honor inapreciable el figurar entre los fundadores de esta Log., y que prometía en estos V. Vall., elogié el acierto de escoger un lema tan hermoso para la nueva Log., deseando que fuese la antorcha que guiase los pasos nuestros en la vida profana y que hacía votos para que estas dos palabras iluminasen al mundo, en todos sus actos, pues con Justicia y Libertad se conseguiría una Humanidad mejor, más perfecta, más espiritual y de absoluta moralidad. A continuación, se redactaron los documentos, que reglamentariamente teníamos que enviar a la Gran Log. de Chile, encomendándome de esta misión cuando regresase a Valparaíso”.
Se clausuraron los trabajos, con la satisfacción y el contento de todos los reunidos. Luego nos obsequió el H. Gallo con un refresco, demostrando como siempre su fraternidad y cordialidad, y llamándonos la atención de que el acto que acabamos de realizar era uno de los más trascendentales de la vida de Chile en general, y de Santiago en particular. Nos retiramos cerca de media noche en punto, y el H. Gandarillas me ha traído a su casa instalándome con el cariño que sólo un H. Masón puede tener con otro. Y aquí en su mesa de trabajo escribo estas hojas de mi diario, siendo mi deseo ferviente que el acto de esta noche no resulte infructuoso ni estéril, y que al paso de los años los HH que figuren en el cuadro de la Log. “Justicia y Libertad” nos recuerden y conmemoren por haber tenido el acierto de decorar con una nueva Col el Templo Simb., que construimos para el bien de la Humanidad. Por la transcripción: J. G. de la S.”
Y a riesgo de ser repetitivos, encontramos un extenso documento suscrito por un Hermano de iniciales H. A. L.,
titulado “Reseña Histórica”, cuyos párrafos transcribiremos pues provienen, precisamente, de alguien que vivió la historia que pretendemos rehacer.
Ese Hermano nos narra:
“VM y queridos hermanos:
Vuestra benevolencia es mucha y vuestra tolerancia es infinita, pero yo no puedo abusar de la una ni de la otra, para presentaros como fueran mis deseos, una reseña histórica de la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5 y datos biográficos de sus labores en los Talleres y en la vida profana de los más descollantes de sus HH.
Son tantos los hermanos que han tenido una actitud sobresaliente, es tan nutrida su labor profana, que por muy esquemática que fuera mi disertación, necesitaría el tiempo necesario para escribir un libro y no los cortos minutos que requiere una ceremonia como la presente.
Pido, pues, perdón anticipado, si la escasez del tiempo me obliga a silenciar nombres de hermanos que seguramente están vivos en la memoria de algunos de los que escuchan. Acabo de oír la lista de los fundadores de la Resp. Log. “Justicia y Libertad” N° 5, y voy a expresar en forma muy breve la actuación de algunos hombres que han pertenecido a este Taller.
La Log. “Justicia y Libertad” N° 5 se fundó en una reunión que tuvo lugar en la casa del Q. H. Ángel Custodio Gallo. Allí se echaron las bases del Club Masónico denominado “Centro Fraternal”, que funcionó junto con la primera Log. en la casa de don José Arrieta, frente al Teatro Municipal. V. de esta Log. fue designado el Q. H. Miguel Fáez, quien
desempeñó poco tiempo este cargo, porque el Gobierno lo designó Comandante en Jefe de la Guarnición de Valparaíso. Se retiró del Ejército el año 1868, después de haber servido cerca de 50 años. Desde entonces comenzó a actuar activamente en la masonería, desempeñando varios puestos en la Gran Logia que a la sazón se reunía en Valparaíso, hasta ser designado Gran Maestro el año 1882.
El H. Fáez había prestado importantes servicios en el Ejército a las órdenes del General Bulnes, combatiendo en la primera guerra contra el Perú, guerra que culminó con la batalla de Yungay y la derrota del General Santa Cruz. Ángel Custodio Gallo y Guillermo Matta, fueron otros de los fundadores de la Log. “Justicia y Libertad” N° 5. Ángel Custodio Gallo ocupó el cargo de V. de la Log. N° 5 durante los años 1882-1883-1884.
En su actuación política le cupo ser Diputado al Congreso Nacional, puesto que desempeñó con talento y con brillo.
Fue el propulsor y el fundador del Instituto Americano, que tuvo por objeto una obra de cultura semejante a la Escuela Blas Cuevas de Valparaíso.
La Log. “Deber y Constancia” N° 7 acordó poner en el exterior del Templo una plancha que recordara el afecto y el reconocimiento que tenían por él sus hermanos.
El 1° de mayo de 1872 fue designado miembro de la Gran Logia.
Y ahora viene Guillermo Matta. Me parece todavía escuchar la palabra austera de esta figura venerable de la masonería. Todavía vibra en sus versos el verbo de su elocuencia. Inquieto, soñador, todo era luz cuando lanzaba al espacio la sublime inspiración de sus poemas.
Él fue autor de la poesía “Luz” que leyó en la ceremonia de la instalación de la “Justicia”, el 23 de septiembre de 1867.
Es autor también del himno masónico que se cantó por primera vez en la inauguración del Templo de la Gran Log. en Valparaíso el 30 de noviembre de 1872.
Voy a leer una de las estrofas de esta inspirada poesía, que dice:
“Virtud que elevas, ciencia que redimes. Habla a la mente, enseña la verdad; Bendice al mundo en cánticos sublimes.
Y a Dios ensalza, ¡Augusta Humanidad!
Fue Diputado al Congreso Nacional.
Murió el H. Matta después de haber tenido una brillante actuación en la Masonería y en el Parlamento. Despidió sus restos en el Cementerio el Q. H. Navarrete y López, quien, en un hermoso discurso, se refirió a la obra de este Q. H. y al papel que cabía a la Masonería en ese instante, discurso que dio origen a una enconada campaña de prensa y que fue replicada con talento al hacerse la defensa de la Masonería.
El doctor Ramón Allende Padín es otra figura destacada de la Masonería.
Nació en Valparaíso el año 1845. Se inició en la Resp. Log. “Aurora” N° 6 de Valparaíso. Fue V. en los años 1871, 1872 y 1873.
Fundó la primera Escuela laica de Chile con el nombre de “Blas Cuevas”. Es autor de un compendio de moral sin fundamento religioso.
Se afilió a la Log. “Justicia y Libertad” N° 5 el 2 de mayo del año 1874.
El doctor Allende Padín fue un ejemplo de honradez y de virtud. Su actuación dio motivo a duros ataques de la
prensa conservadora, que fueron contestados en forma brillante e inteligente.
A su iniciativa se acordó dar conferencias populares en todos los ramos del saber. También se acordó fundar un periódico masónico que se llamó “Guía del Pueblo”.
El doctor Allende Padín era el tipo del verdadero masón. Unía a todas sus virtudes un concepto tan amplio de la fraternidad, que el ejercicio de su profesión lo transformó en un verdadero apostolado.
Cuando los enfermos eran pobres, él les dejaba el dinero necesario para pagar la receta. Se cuenta que una vez que fue a visitar a un enfermo y no tenía dinero, empeñó su reloj y se llevó a su casa como recompensa de su consulta el boleto de empeño.
Este era el doctor Allende Padín: un hombre de una bondad infinita y de una entereza moral sin límites.
En 1878 fue Orador del Taller; en 1879 fue elegido Venerable y reelegido en 1881 y Gran Maestro en 1884.
Durante la guerra con el Perú encaminó su obra a atender a los heridos con una abnegación y sacrificio dignos del mayor encomio.
Intervino después en las luchas políticas de su patria, y con brava insistencia pidió la reorganización de la Asistencia Pública, la secularización de los hospitales, la reglamentación de la prostitución y la prohibición de sepultar los cadáveres en los templos.
Fue Venerable de la Log. “Justicia y Libertad” N° 5 en 1874. En 1876 ocupó un asiento en el Parlamento como Diputado por Santiago, hasta 1884, fecha en que fue elegido Senador por Atacama.
Dejó una familia de hombres talentosos. Entre sus descendientes está el actual Ministro de Salubridad.
Germán Tenderini se inició en la Log. “Justicia y Libertad” el año 1868.
No necesito esforzarme mucho para poner de relieve la obra de este ilustre masón que sacrificó su vida por la humanidad. La ciudad de Santiago recuerda su nombre con respeto y admiración. Es él lo que nosotros llamamos el primer mártir del Cuerpo de Bomberos, y la Municipalidad de Santiago ha puesto una placa conmemorativa en el lugar donde murió, esquina del Teatro Municipal.
Junto a él murió otro masón, Santos Quintanilla . Oyeron la campana de incendio y se trasladaron desde el Templo Masónico donde estaban trabajando. Allí sacrificaron sus vidas por salvar a sus semejantes.
La ciudad de Santiago ha querido perpetuar su memoria colocando una placa conmemorativa y dando a la calle el nombre de Tenderini.
Junto con ellos acudió otro masón: Arturo Villarroel, más conocido con el nombre de General Dinamita, porque en el tiempo de la guerra del Perú estuvo encargado de limpiar el campo de batalla sacando las minas.
El General Dinamita se escapó de la muerte sólo con unas cuantas quemaduras y tenemos que recordar la actitud de su H. Tenderini que al verlo en peligro lo sacó en sus brazos fuera del incendio, volviendo enseguida al interior para encontrar allí la muerte.
A los funerales de Germán Tenderini concurrieron el Cuerpo de Bomberos, gran parte de la ciudad de Santiago y la masonería en formación, siendo esta la primera vez que se presentó en público en Santiago.
Se pronunciaron elocuentes discursos que dejaron de relieve que Tenderini al sacrificar su vida por salvar a sus
semejantes había procedido como un verdadero masón y merecía la gratitud de la humanidad.
Poco después de su muerte se verificó una Solemne Tenida Fúnebre Masónica en homenaje a su memoria.
En ella otro hermano de la 5, Eduardo de la Barra, pronunció una de las más bellas oraciones fúnebres de los últimos tiempos.
Quisiera abusar una vez más de vuestra benevolencia para decidir lo mucho que la masonería y el espíritu liberal deben al hermano de la Barra. Ingeniero, poeta, polemista, orador y sobre todo hombre de convicciones firmes que no desmayó jamás.
Luchador incansable, supo decir en prosa vibrante las más claras verdades, y en versos elocuentes ternuras o clarinadas de combate.
Juan Agustín Palazuelos fue Diputado Radical durante largos años al Congreso Nacional. Colaboró en las labores legislativas con el gran talento que tenía.
Fue el precursor de la Ley de Matrimonio Civil, y un gran polemista. Era un libre pensador, y aquí no podemos dejar pasar estas pocas líneas de su biografía sin contar una anécdota:
Quería contraer matrimonio con doña Clorinda Maturana y el provisor eclesiástico Rafael Fernández Concha, se negó abiertamente a concederle el permiso curial porque Palazuelos era considerado como un hereje rebelde y se pretendía su retractación. Nuestro hermano se negó terminantemente a renegar de sus convicciones. Se hicieron toda clase de gestiones amistosas; pero la testarudez del provisor era irreductible. Entonces Palazuelos concurrió
a una Notaria junto con la que iba a ser su mujer y allí se firmó un contrato en el que sirvieron de testigos los más prominentes hombres de la época. Se comprometieron a vivir eternamente unidos como marido y mujer ayudándose mutuamente y así, santificaron ante su conciencia la ceremonia que la intolerancia fanática se negaba a sancionar.
En la vida profana Palazuelos combatió rudamente contra la reacción.
La prensa ultramontana, como se decía entonces, atacaba, o mejor dicho calumniaba en forma cruel a todos los hombres que no formaban sus filas, a todos aquellos que querían el progreso o proclamaban el libre examen.
Palazuelos se echó sobre sus hombros la dura tarea de fundar un diario y merced a su empuje surgió “La Ley”, que fue un ariete formidable que obligó a la prensa conservadora a respetar el prestigio y la honra de sus adversarios.
El Arzobispo Casanova excomulgó a “La Ley”, a su Director, a su personal de redactores y tipógrafos y a sus lectores; pero ya la excomunión no era sino una sombra del pasado y la gente miró este acto de la autoridad eclesiástica con una sonrisa de desdén.
El doctor Francisco Puelma Tupper y el General Estanislao del Canto fueron descollantes miembros de esta Log.
Venerable el primero en los años 1888, 1893, 1894 y 1895 fue un propagandista incansable de la cultura liberal. Miembro prominente del Ejército el segundo, tuvo actitud sobresaliente en la guerra del Perú y en la Revolución del 91.
Miguel Fáez ha sido el único militar que ha alcanzado el alto puesto de Serenísimo Gran Maestro de la Orden chilena; pero del Canto si no llegó a tener el honor de alcanzar tan alta dignidad, desempeñó altos puestos en la Gran Logia de Valparaíso.
El doctor Octavio Maira y José Miguel Blanco.
Maira fue por años Secretario de la Universidad de Chile, miembro dirigente del radicalismo y Venerable en 1898 y 1989.
Blanco, escultor de nota, dejó en bronces inmarcesibles el recuerdo de su acción. El Tambor y otras obras de mérito ligan su nombre a la escultura de este país.
Francisco Mac Mahon, Víctor Rawling, Luis Fiteau. Más modestos que los anteriores, pero no menos abnegados que ellos, desempeñaron esos puestos que no tienen figuración descollante; pero sin los cuales las primeras figuras tienen que fracasar por falta de colaboración.
Son los obreros de toda obra de bien que trabajan en la sombra sin pedir nada y dándolo todo, son las abejas de la colmena que entregan su acción y su vida para que la obra resulte fecunda.
Llegué hasta ellos, especialmente para el último que acaba de morir, mi recuerdo emocionado.
Domingo Villalobos y Luis Cavieres. Maestros ejemplares en las aulas escolares.
No tenían arrebatos febriles que traen luego languidez y extenuaciones. Eran obreros perseverantes que puestos a la tarea no volvían al descanso mientras no llegaban al término.
La Justicia ha recordado a Villalobos dando su nombre a las Colonias Escolares que funcionan en la Playa de Llolleo.
Enrique Mac Iver. Se puede decir sin ninguna exageración que fue el paladín de las ideas liberales dentro de este país.
Se inició en la Log. “Deber y Constancia” N° 7 en 1869. Fue Venerable en 1873, 1875, 1876. El año 1874 se afiliaba a la Log. “Justicia y Libertad” N° 5 en unión de Francisco Puelma Tupper.
En 1886 fue Venerable de esta Log. y en 1887 Serenísimo Gran Maestro hasta mayo del año 91. Le correspondió actuar en el periodo difícil de la revolución contra el Presidente Balmaceda y sería interesante estudiar a fondo esta actuación para desprender lecciones sobre la conveniencia o inconveniencia de confiar los altos puestos directivos de la Orden a las figuras prominentes de la política chilena. Como el tiempo es escaso y las circunstancias en que hablo no me permiten hacer este estudio, sólo quiero decir que el talento inmenso de Mac Iver le permitió sortear con inteligencia las difíciles circunstancias que se le presentaron ya que unos hermanos figuraban en el bando gobiernista y otros muchos en el revolucionario.
Mac Iver era de una moral rectilínea bien caracterizada y pura. De ahí es que se sintiera profundamente herido por los ataques que se le prodigaron con motivo de la venta de la nave Esmeralda.
El tiempo se encargó de desvanecer las calumnias y la figura inmaculada del gran hombre público surgió libre de toda mancha.
El 23 de abril de 1895 la Log. “Justicia y Libertad” concedió a Mac Iver el título de miembro honorario en unión de Guillermo Matta, Francisco Puelma, Sandalio Letelier, Luis Leiva y Arturo Villarroel.
Permítaseme recordar una anécdota de Mac Iver. Cuando fue atacado en la Asamblea Radical de Santiago, con motivo de la campaña de Walker Martínez y otros beatos hicieran en su contra, alguien le preguntó si se había sentido
ofendido por los ataques del enemigo. Dijo “no me extraña el ataque mismo sino la injusticia del ataque; pero cuando un hombre se mira ante su conciencia, la conciencia es su propia defensa”.
Se corrió mucho también la especie calumniosa de que Mac Iver se había confesado antes de morir. Uno de sus hijos, a quien pregunté si esto era efectivo, me expresó que era una burda invención, porque su padre a la hora de la muerte había perdido el conocimiento.
Luis Navarrete y López. Murió hace tan poco tiempo que su recuerdo vivo está en la mente de todos. Navarrete y López fue el prototipo del verdadero masón. Se dedicó por entero y consagró su vida, a la abstracción filosófica de la masonería.
Venerable de esta Log.·. en cinco años consecutivos era el Maestro por excelencia de la juventud y su acción y su voluntad fueron puestas siempre al amparo de toda causa noble.
Jamás quiso aceptar un puesto público y cuando los radicales le ofrecieron la Diputación de Santiago, contestó rotundamente que la aceptación de un cargo político no estaba de acuerdo con su verdadera conciencia de masón. Como se le insistiera, pidió un plazo para contestar y aquí están las palabras que dijo, que transcribo sin comentario como el mejor recuerdo de su memoria:
“La masonería no pide para sí ni para los suyos ningún privilegio. Le basta trabajar por la felicidad general.
Los hombres que la componen están dispuestos a sacrificarse por la comunidad humana y no tienen otra preocupación que su sacrificio.
Ciertos masones parecen no sentirse contentos sino en medio de una acción violenta y continua; pero los sabios que quieren imponer sus doctrinas por bellas que estas sean, no son sabios.
El progreso no se impone.
Cuando se oye tocar fanfarrias de conquistadores en favor de pequeños progresos realizables un día u otro en la sociedad moderna, predicar con esfuerzos de garganta la lucha de los partidos, la guerra sin cuartel contra las convicciones opuestas a las nuestras y, sobre todo, atacar violentamente a ciertos hombres, hay que lamentar tanta fiereza perdida, tanto coraje inútilmente consumido, tantos esfuerzos estériles, tanto trabajo efectuado con mínima producción. La sabiduría quiere que el espíritu del revoltoso sea convencido para que sus actos de revuelta cesen; quiere que el corazón del desgraciado, del desheredado, se empape en amor para que el odio desaparezca y pueda ayudar eficazmente él mismo al mejoramiento de su propia suerte.
Los campos en que se baten los Partidos, deseosos de adquirir el Poder o de conservarlo, pueden tentar las arrogancias de un luchador vulgar.
Quien campea por sobre las luchas políticas de personas, siempre engañosas, quien no quiere servirse de ninguna arma, aun contra los adversarios de sus convicciones más queridas, es un verdadero masón.
Aquel que toma la espada para destruir una doctrina opuesta, abatiendo al hombre que la propaga, no comete sino una acción homicida.
No, para nosotros el fin no justifica los medios. Toda violencia llama a otra violencia.
Solamente las palabras de amor y de fraternidad pueden suprimir las discordias y producir el apaciguamiento indispensable para la realización del progreso y del bienestar.
Seamos en nuestra vida pública, como hombres públicos, hombres de combate, si esto nos conviene; pero en nuestra vida masónica seamos solamente masones, es decir seres colocados por encima de las pasiones humanas, con la visión de espacios infinitos, con el amor hacia todo aquello que un principio de vida anima.
Si miramos hacia arriba, que sea para recoger ahí elevadas inspiraciones que nos conduzcan a hacer el bien por el bien mismo, si miramos hacia abajo, que sea para llevar ahí más equilibrio, más equidad, es decir más justicia, más armonía, más amor.
Seamos indulgentes para con aquellos a quienes el sol de la verdad pone ciegos, tomándoles cariñosamente de la mano para guiarles, podremos serles útiles, no empujándoles brutalmente hacia delante de nosotros.
Ser bueno es ser justo,
Ser justo es tocar la perfección.
¿Qué han dejado tras de sí los políticos, los grandes guerreros?
Un humo que va disipándose hasta su completa desaparición.
¿Qué huellas han quedado de los grandes pensadores, de los grandes filósofos, de los grandes masones, estos amigos sinceros de la humanidad?
Una simiente fecunda, lenta en germinar en terreno poco propicio, demasiado abrupto, sin elementos suficientes de vida reproductiva; pero esa simiente no ha quedado perdida por completo, y, por largo que sea el tiempo que gaste en reproducirse, guardará una tal intensidad de vida que nada podrá destruir.
A éstos es a los que nosotros debemos imitar, no a los otros.
Nos han trazado la línea, caminemos en pos de ellos sin desfallecimientos ni detenciones.
No tener en vista más que un trastorno político o un cambio de personalidades, no es sino muy poco para un francmasón.
Las instituciones serán tanto mejores cuanto más perfectos sean los hombres.
No nos dediquemos a edificar el monumento del bienestar social comenzando por la coronación; preparémosle sólidamente los cimientos.
Trabajemos en transformar a los hombres y, como por encantamiento las instituciones se transformarán por sí mismas. Sembremos el amor para cosechar la unión y la concordia.
La masonería debe formar los apóstoles de la verdadera luz y de la verdadera fraternidad”.
Armando Quezada Acharán.
Lo recuerdo con el cariño y la admiración que merece uno de los más ilustres masones de este país y uno de los grandes hombres públicos que ha tenido Chile.
Unía a la serenidad de su espíritu un talento poco común y una cultura que abarcaba todas las ramas del
saber humano. Todas estas cualidades sobresalientes las ponía al servicio de las buenas causas.
La masonería lo cuenta como uno de sus hombres más ilustres y como uno de los más infatigables trabajadores que dio brillo y prestigio a la Orden.
Profesor Universitario, taquígrafo, redactor de sesiones, Diputado en varios periodos, Senador, Embajador de Chile en Francia, Rector de la Universidad y primer Rector de la Fundación Santa María, donde quiera que actuara dejó un recuerdo inolvidable.
Sus correligionarios radicales y sus hermanos masones lo recordarán siempre con respeto y admiración.
Fue Venerable de la Log.·. “Justicia y Libertad” en 1909 y después Serenísimo Gran Maestro.
En un artículo que yo publiqué en su recuerdo lo llamo con toda justicia el hombre ejemplo.
El tiempo que corre tan ligero, me impide detenerme en algunos otros miembros sobresalientes de esta Log.·. que ya han fallecido.
Algunas palabras que recordarán la acción de Arcadio Ducoing , mi amigo y maestro, de don Adeodato García Valenzuela, el tesonero propagandista, serían de rigor si no temiese abusar en exceso de vuestra paciencia y cansar en extremo al auditorio.
No he querido, deliberadamente, hablar sino de los muertos, aun cuando mucho y muy bueno podría decir de los vivos.
Así como esta Log.·. ha dado vida a varias otras que la consideran su Madre, ha sido la incubadora de un gran número de Grandes Maestros de la Orden.
Permítaseme que con cierto orgullo dé sus nombres:
Han muerto: José Miguel Fáez, Ramón Allende Padín, Enrique Mac Iver, Adeodato García Valenzuela, Luis Navarrete y López, Armando Quezada Acharán.
Están vivos. Víctor Guillermo Ewing, Alfredo Melossi, David Benavente y Hermógenes del Canto.
No he hecho el elogio de los hermanos que están vivos, porque creo que no es el momento que se les honre con un homenaje, por muchas que sean sus virtudes y por altos que sean sus merecimientos. Están vivos, y no quisiera decir palabra que pudiera importar una lisonja ni que pudiera herir su reconocida modestia.
He querido sólo recordar a los hombres que se han ido, porque recordar es vivir, recordar es enseñar.
Mi labor ha debido ser muy deficiente, ya que he procurado recordar en minutos una obra gigante. Hay algo sin embargo que debe consolarme: es la convicción de que los que quedan valen tanto como los que se fueron.
La época de persecución ya pasó. Estamos en la era constructiva y para llevarla a feliz término necesitamos unir la integridad de nuestros principios con la férrea voluntad de los hermanos.
Hagámoslo así y el mundo será nuestro”. 13
Ese es el trabajo íntegro titulado “Reseña Histórica”, que, si bien podría considerarse extenso y, tal vez, repetitivo, tiene el enorme valor de provenir de un hermano de la época a que alude.
13 Revista Masónica, año XVI, 1939, N° 10
EL CENTENARIO
Y así llegó 1964 y con él, el Centenario de la Logia, conmemorado con festividades que alcanzaron un gran relieve abarcando el programa actividades desde el sábado 24 de octubre al domingo 29 de noviembre.
El Venerable Maestro del Centenario fue el V.·. H.·. Ramón González Contesse.
El sábado 24 fue declarado como “Día del Recuerdo”
realizándose una romería al Mausoleo de la Logia en el que yacen los restos de varios Hermanos, oportunidad en la que el V.·. H.·. Jorge Garrido Cornejo pronunció un discurso.
En la Tenida del martes 27 de octubre el V.·. H.·. Horacio
Aravena Andaur leyó una biografía del primer iniciado en la Logia, el V.·. H.·. Juan Nepomuceno Espejo.
El sábado 31, se efectuó una visita a la escuela “Camilo Henríquez”, fundada el año 1908 por la Logia, pronunciando un discurso su Directora, la señora María Aldunce de Aguayo.
El martes 10 de noviembre se llevó a efecto una solemne Tenida a la que asistió el Serenísimo Gran Maestro V.·. H.·. Aristóteles Berlendis Sturla y el Soberano Gran
Comendador I.·. P.·. H.·. Pedro Castelblanco Agüero y otros
Altos Dignatarios de la Orden.
El Venerable Maestro V.·. H.·. Ramón González Contesse, en parte de sus palabras, dijo: “Mirad a vuestro alrededor, Hermanos… Sentid cómo desfilan ante nosotros tantos y tantos Hermanos de esta Logia… Los que la fundaron… los que les siguieron… los que lucharon incansablemente por ella y le fueron fieles… sentidlos ocupar sus sitiales en las Columnas de este Templo. Ellos parecen decirnos, en estos momentos solemnes, que no estamos solos… Ved a José Miguel Fáez… Carlos Rand… Ángel Custodio Gallo… Guillermo Matta… Ramón Allende Padín… y tantos otros. Ellos… la inmensa columna de Iniciados de esta Logia, han llegado hasta aquí y en sus manos centenarias traen la antorcha encendida con el fuego sagrado de la JUSTICIA y la LIBERTAD.”
En la ocasión se procedió a entregar Joyas recordatorias y Diplomas de Miembros Honorarios a los Queridos Hermanos Horacio Aravena Andaur, Lisandro Contreras y Contreras y Eusebio González Laura.
Por su parte, el ex Venerable Maestro del Taller, V.·. H.·. Jorge Fernández Soto, procedió a entregar Joyas recordatorias al Gran Maestro y al Venerable Maestro, en ejercicio, Ilustre Hermano Ramón González Contesse y pronunció un discurso, en el que, en parte, dirigiéndose al Gran Maestro, dijo: “Pero, por sobre todo esto, nuestra Logia ve en él una reencarnación de los ideales de nuestros fundadores y es por eso también que, junto con rendirle en esta oportunidad un cálido homenaje de reconocimiento, desea prender en su pecho un símbolo de recuerdo que involucra la Historia de “JUSTICIA Y LIBERTAD”, de lucha de sus fundadores y del afecto sincero de sus continuadores de hoy, en el cente-
nario de su fundación le rinden, además, y sin reservas, su obediencia y acatamiento y le desean que su salud goce en plenitud para la consecución y realización de sus ideales”.
Y, dirigiéndose al Venerable Maestro señaló: “Para vos, Venerable Maestro -el mejor entre sus iguales- tengo también la grata misión de entregaros un recuerdo en este día de verdadero júbilo para nuestro Taller.”
El Orador de la Logia, Querido hermano Jorge Cornejo Garrido, pronunció un brillante discurso en el que manifestó que “escribir el historial masónico de la Respetable Logia “Justicia y Libertad” N° 5 es representar parte importante de la Historia de la Francmasonería Chilena”.
Más adelante, se refirió al ambiente retardatario que existía en el país hace cien años. Al respecto, advirtió que, por aquellos tiempos, la vida nacional era de un estricto corte colonial. Se vivía -expresó- “en medio de un fanatismo religioso de tiempo medieval y con una convivencia social regida fundamentalmente por cánones familiares, teológicos o de dinero; sin un grupo intelectual que decidiera abiertamente a liberarse de los moldes rígidos que aherrojaban el pensamiento”.
“Sin embargo, -advirtió- en este ambiente inhóspito, ya pequeños grupos de hombres, animados por las luces superiores del espíritu, habían logrado constituir Logias Masónicas, las que en 1862 se habían agrupado formando la Gran Logia de Chile. Valparaíso, primer puerto de la República, con el cosmopolitismo de los grandes puertos, había sido el motor masónico que logró cristalizar la obra. La metrópoli, no obstante, no podía sacudir el peso del lastre tradicional; pero, el 7 de noviembre de 1864, un grupo .de visionarios decidió constituir un nuevo hogar masónico en la capital, dando este paso con un entusiasmo loable y
un fervor masónico entrañable, pero, quizás, sin imaginar que por medio de este acto se sellaba el destino perdurable de la Institución masónica en el país y se daba comienzo a una nueva era que, en muy corto plazo, iba a señalar rumbos definitivos en la historia de la República”. Después de señalar detalles de la fundación de la Respetable Logia “Justicia y Libertad” N° 5, hizo presente que el taller “inició sus trabajos en instancia de constitución el 2 de enero de 1865; dirigidos por el Venerable Maestro José Miguel Fáez.
Terminada la Tenida se sirvió un banquete en los comedores del edificio masónico, estando el primer brindis constitucional por Chile, a cargo del V.·. H.·. Germán Boisset Ortega; el brindis por el Gran Maestro, la Gran Logia de Chile y ex Venerables del Taller, a cargo del V.·. H.·. Mario Bolton de la Paz y el brindis por los Visitadores y Masones esparcidos por el mundo, a cargo del V.·. H.·. Vinicio Frigerio Romero. El sábado 14 de noviembre se celebró la Reunión Blanca en el Gran Templo, en un día dedicado a la mujer y a la familia, concluyendo con una cena bailable. 14
“Desde el momento mismo en que se nos concede el honor de pertenecer a la Masonería comprendemos exactamente que la gran preocupación y el objetivo mismo de la Orden está destinado a elevar la condición social y cultural del hombre y a través de etapas sucesivas se nos recuerda, de una manera u otra esta obligación primaria, esta condición esencial por la cual lucha nuestra Institución incansablemente ya sea considerando al hombre como un ente individual o bien constituyendo parte del conglomerado social de la comunidad”.
14 Revista Masónica, año XLI, noviembre-diciembre 1964
RECUERDOS DE 125 AÑOS
El año 1989 nuestra Respetable Logia cumplió 125 años de vida masónica ininterrumpida, época en que el Gran Maestro de la Gran Logia de Chile era el V.·. H.·. Oscar Pereira Henríquez y el Venerable Maestro de nuestra Logia era el V.·. M.·. René Reyes Soto.
V.·. H.·. René Reyes Soto
La Oficialidad que acompañaba a nuestro V.·. H.·. René Reyes era la siguiente: Ex V.·. M.·. Carlos Steffens Mercado; Primer Vigilante, Fernando Muñoz Canales; Segundo Vigilante, César Rimassa Yaunschorvetz; Orador, Rafael Reyes Valenzuela; Secretario, José Lecea Fernández; Tesorero, Robinson Díaz Brito; Experto, Santiago Saavedra Torreyes; Maestro de Ceremonias, Eleazar Hormazábal Soto; Hospitalario, Guillermo Aranguren Ward; Guardatemplo, Jorge Loyola Bustamante; Bibliotecario, Alfredo Navarro Gómez y Maestro de Banquetes, Félix Núñez Cruz.
El Tribunal de Honor lo integraban los VV.·. HH.·. Carlos Catalán, Marcos Charnes y Hugo Mora.
En un trabajo de autoría del V.·. H.·. Julio Sepúlveda Rondanelli titulado “125 Años de Fructífera Labor, Justicia y Libertad N° 5 ejemplariza con su constante acción”, se señala:
“Diversas circunstancias la singularizan y le dan características que la tipifican y diferencian de los demás Talleres que pertenecen a nuestra Augusta Orden, Ellos pueden resumirse diciendo:
1°. Que, por su continuidad, jamás interrumpida, durante un siglo y cuarto pueden los hermanos que forman sus actuales columnas, sostener que son miembros de la más antigua de las logias chilenas, aunque su número 5 indique que hubo cuatro Talleres que se fundaron primero. Por una lamentable coincidencia esas cuatro logias tuvieron períodos más o menos largos de inactividad.
2°. Fue la logia a quien le correspondió el número cinco la primera que se establece en la capital de la República, vale decir en el valle de Santiago. Las anteriores tuvieron como asiento Valparaíso, Concepción y Copiapó, lo que permite sostener que la luz masónica penetró a Chile por el puerto y de ahí se extendió a Concepción. Los masones de Copiapó al organizar “Orden y Libertad” parecen haber recibido una influencia más notoria desde el Perú.
3°. La logia “Justicia y Libertad” fue también la primera en establecerse después de la formación de la Gran Logia de Chile, acontecimiento que se verificó el 24 de mayo de 1862 en que solemnemente fue instalada y bajo la Dirección del Gran Maestro Juan de Dios Arlegui, que era miembro de la “Unión Fraternal” N° 1.
4°. Otra de las características de este nuevo Taller fue que, desde su fundación hasta nuestros días, han pasado por sus columnas una notoria mayoría de hermanos chile-
nos, a diferencia de la que tienen numeración precedente que fueron organizadas, dirigidas y durante sus primeros años integradas por hermanos venidos desde el extranjero.
Este hecho merece destacarse en forma especial porque señala el comienzo de la incorporación masiva de nuestros compatriotas a la Augusta Orden, fenómeno que pudo constatarse en las demás logias que con posterioridad se establecieron en el país”.
Posteriormente, luego de referirse a hechos históricos, el V.·. H.·. Sepúlveda Rondanelli dice: “Basta terminar este breve homenaje con decir que ha sido la que más influyó en el desarrollo que hasta fines del siglo y en las primeras décadas del presente tuvo la Masonería Chilena”; y agrega: “Una reflexión final al terminar este breve bosquejo. Hace 125 años que los hermanos mencionados fundaron este primer Taller santiaguino y tuvieron el acierto de darle un nombre simbólico de gran resonancia: Justicia y Libertad”.
Y añade: “Nunca olvido lo que escribió un esclarecido autor de origen judío que alcanzó a escaparse de la Alemania de Hitler y de su eventual incineración junto a los 6 millones de víctimas del crimen más brutal que conoce la historia. Dijo este pensador que “la libertad y la justicia, constituyen la cara humana de la humanidad”. Al darle este nombre a la Logia N° 5 quienes la crearon rindieron así culto a dos de los más grandes principios de la Masonería Universal”. 15
15 Revista Masónica de Chile, N° 1, 1990
“Ante las fuerzas negativas que, a menudo, generan hechos o acontecimientos sociales funestos para la humanidad, los Masones debemos revestirnos de todos los atributos que nos entrega la Orden para resistir sus efectos, desviarlos o neutralizarlos”.
V.·. H.·. Pedro Castelblanco Agüero
130 AÑOS
“Poco antes del Ritual de Clausura, se apagan las luces del Templo a excepción de las tres luces del Altar y las que están sobre el Sitial del V.·. M.·., se abren de par en par las puertas del Templo y entran tres QQ.·. HH.·. Aprendices, formando un triángulo en posición al Orden con su mano izquierda en alto y portando una antorcha encendida. Simultáneamente se escucha en el Templo una voz leyendo el discurso Que el V.·. M.·. de “Justicia y Libertad” pronunciara cuando se celebraba el primer Centenario, que termina con estas palabras: “Con las manos apretadas y los corazones palpitando al unísono en ritmo fraternal, tomemos de manos de la historia este símbolo... LA TEA ARDIENDO… y al asirla con manos firmes, que brote de nuestro pecho la promesa de mantener su fuego y de pasarla a las generaciones venideras sin mácula, tal como la hemos recibido. Y que esta Logia, como hasta ahora, vea la llama de la JUSTICIA Y DE LA LIBERTAD ARDIENDO CON EL MISMO BRILLO Y QUEMANDO CON EL MISMO ARDOR”.
Con este emotivo párrafo concluyó la publicación de la Revista Masónica con motivo de la celebración de los 130 años de “Justicia y Libertad” el año 1994.
En efecto, el día 8 de noviembre de 1994, la Respetable Logia “Justicia y Libertad” N° 5 celebró sus ciento treinta años de actividad masónica ininterrumpida.
A esta inolvidable y solemne Tenida dirigida por su V. M. Mario Méndez Toyos, asistieron alrededor de 250 QQ. HH. los que representaban a 34 Respetables Logras de la Obediencia, a dos Respetables Logias del Oriente de Alemania y a dos Resp. Lo.·. del Oriente del Brasil. Destacaban la presencia del V.·.H.·. Carlos Cortés Barrios, Primer Gran Vigilante de la Gran Logia de Chile, quien asistió en representación del Gran Maestro; el IPH Víctor Hugo Vásquez Díaz, Soberano Gran Comendador; el V. H. Emilio Morales Bastías, Gran Delegado Especial del Gran Maestro; el V.·. H.·. Jorge Northland Marín, Presidente del Tribunal de Honor de la Gran Logia de Chile; los VV..·.HH.·. Roberto Jamett y Gerardo Betancourt, Fiscal y Secretario de ese mismo Tribunal; del V.·. H.·. Hugo Mora Contreras Pro-Gran Secretario General, de los VVMM de las Respetables Logras “Renacimiento” N° 8, “Verdad N° 10, “Colchagua” N° 28, “L Etoile du Pacifique” N° 77, ”José de San Martín” N° 90, “Humanidad” N° 112, “Sótero del Río Gundián N° 143 y Comisiones de la Resp. Logia “Unión Fraternal” N° 1 y de la Resp.·. Logia “Franklin” N° 27.
Luego de la Apertura de los trabajos y entonado el Himno Nacional, se rindió un Homenaje al Gran Maestro y al Soberano Gran Comendador por intermedio del Q.·.
H.·.Jorge Northland Marín quien dijo: “Con motivo de celebrar la Resp. Lo. “Justicia y Libertad” N° 5 su centésimo trigésimo aniversario el V .·. M.·. de mi Taller me ha entregado una tarea imposible, en relación con mis naturales limitaciones, para que haga en nombre de mi Lo .·. un homenaje, de reconocimiento y gratitud, a las dos figuras masónicas más preclaras y sabias que tiene en la actualidad la Orden en nuestro país, y que llevan sobre sus hombros las delicadas responsabilidades de conducirnos por los caminos de la verdad, del racionalismo, de la tolerancia, de la caridad, y de la fraternidad.
Terminó su homenaje diciendo: “al pasar así, nuestra sensible fe masónica, nos hace estremecer de emoción. Nos sentimos orgullosos y felices que ambos sean los herederos legitimarios del eslabón de toda la riqueza espiritual y cultural que enarbola hoy la Orden. En compensación, lo único que podemos ofrecerles, con mucha humildad, frente a tantas virtudes, es nuestro trabajo masónico y nuestra irrestricta adhesión, admiración y afecto, por lo que son, y por lo tanto que han hecho por esto que tanto queremos: La Masonería Chilena”.
EL SIGLO Y MEDIO
Y llegamos a los 150 años de vida masónica ininterrumpida cumplidos el año 2014, año en que era Gran Maestro de la Gran Logia de Chile el V.·. H.·. Luis Riveros Cornejo.
La Oficialidad estaba compuesta por el V.·. M.·. Rafael Reyes Valenzuela; Ex V.·. M.·. Roberto Rivera Vicencio; Primer Vigilante, Renato Díaz Broughton; Segundo Vigilante, Waldo Arana Espina; Orador, Jorge Correa Selamé; Secretario, Héctor Contardo Jaramillo; Tesorero, Eduardo Saavedra Torres; Experto, Edgardo Rivera Vicencio; Maestro de Ceremonias, Gastón Jofré Contreras; Hospitalario, Luis de la Cortina Cifuentes; Bibliotecario, Miguel Arbiol Quezada; Maestro de Banquetes, Víctor González Kowal y Guardatemplo, Luis Flores Galleguillos.
El Tribunal de Honor lo componían los VV.·. HH.·. Juan Recabarren Rivas, Félix Núñez Cruz y Hugo Guerrero Alcalde.
Este grandioso acontecimiento, vivido a tan solo dos años en que la Gran Logia de Chile cumpliera sus 150 años, tuvimos la oportunidad de disfrutarlo la mayoría de los Hermanos. Hemos sido protagonistas de la historia.
La Tenida Solemne de conmemoración se celebró el martes 4 de noviembre de 2014, a las 19:15 horas, en el Gran Templo de la Gran Logia de Chile y a ella siguió un banquete.
La plancha que se leyó estuvo a cargo del autor de esta obra y fue publicada íntegramente en la Revista Masónica de Chile, de modo que me tomaré la licencia de reproducirla.
“JUSTICIA Y LIBERTAD” N° 5 CELEBRÓ 150 AÑOS DE TRABAJO MASÓNICO COMPROMETIDO Y GENEROSO.
ACTOS DEL SESQUICENTENARIO CULMINARON CON UNA TENIDA SOLEMNE A LA QUE ASISTIERON LAS MÁXIMAS AUTORIDADES DE LA MASONERÍA CHILENA.
“Recuerdos de 150 Años” es el título de la Plancha presentada en la Tenida de Aniversario de la Resp. Log. “Justicia y Libertad” N° 5, celebrada el de noviembre de 2014 en el Gran Templo de la Gran Logia de Chile.
La ceremonia, a la que asistieron numerosas delegaciones de Logias de distintos valles, fue presidida por el V:. M:. Rafael Reyes Valenzuela y contó con la presencia del Gran Maestro de la Gran Logia de Chile, V:. M:. Luis Riveros Cornejo; del Soberano Gran Comendador del Supremo
Consejo para el Grado 33’, I:. P: . H: . Carlos Cortes Barrios, y de integrantes de las respectivas Oficialidades.
Al inicio de la ceremonia se dio lectura por parte del Secretario del Taller del Acta de Fundación de “Justicia y Libertad” N° 5, de fecha 7 de noviembre de 1864, documento que oficializa su carácter de primer Taller instalado en el Valle de Santiago tras la creación de la Gran Logia de Chile, en 1862.
Tanto durante la ceremonia como en el ágape que siguió a ella, la Resp:. Log:. “Justicia y Libertad” N° 5 recibió el homenaje de distintos Talleres que reconocen en ella una fructífera y generosa labor masónica ejercida durante los 150 años de trabajo ininterrumpido que ha desarrollado hasta ahora.
Del mismo modo, al término de la Tenida se entregó el libro “150 Años de Fraternidad entre Columnas. Antecedentes e Imágenes”, preparado específicamente para esta celebración y que quedará como testimonio de la trascendencia de este aniversario, habida cuenta también de la enorme labor desplegada por numerosos hijos de ese Taller que destacaron en su vida profana en los más distintos ámbitos del quehacer nacional.
Preparada y presentada por el Orador del Taller, Q:. H:. Jorge Correa Selamé, la Plancha recuerda que en el año de la fundación de “Justicia y Libertad” N° 5, el Papa Pío IX promulgaba la encíclica “Quanta Cura”, que lleva como apéndice el “Syllabus Erroroum”, compendio de proposiciones condenatorias del racionalismo, del socialismo, del comunismo, del liberalismo y de las sociedades secretas, así como de la autonomía de la sociedad civil y condena la
separación entre la Iglesia y el Estado, afirmando que la religión católica debe ser la religión de Estado anatematizando respecto de la libertad de culto, de pensamiento, de imprenta y de conciencia.
“El mismo año en que, en plena Guerra Civil, el 8 de noviembre, nuestro Q:. H:. Abraham Lincoln gana la Presidencia de los Estados Unidos de América y que en nuestro país se discutían importantes leyes libertarias.
“En efecto, a principios de 1864 un grupo de masones residentes en Santiago promovió la necesidad de instalar en esta ciudad un Taller masónico, ciudad en que el prejuicio religioso predominante había impedido establecer la Masonería.
“El grupo fue encabezado por el Q:. H:. Ángel Custodio Gallo Goyenechea, quien quería dar vida a un organismo iniciático que pesare positivamente en las conciencias y en las acciones de los hombres escogidos que lo formarían”.
“El V:. H:. Manuel Sepúlveda Chavarría narra que el Q:. H:. Gallo invitó, el 7 de noviembre de 1864, a su propia casa, situada en la Alameda de las Delicias entre Estado y Ahumada, a diversos HH:. con el objeto de fundar la primera logia masónica en la capital de la República, evento al que concurrieron los QQ:. HH:. José Miguel Fáez, teniente coronel de artillería; Nicanor Rojas, médico; Guillermo Matta Goyenechea, literato; José Agustín Ovalle, abogado; Cristián Busch, agricultor; y Jorge Délano, Federico Beethlem y Juan Mac Lean, comerciantes, además del dueño de casa.
“La idea fue apoyada con entusiasmo por los QQ:. HH:. de las Resp:. Logias “Unión Fraternal” N° 1 de Valparaíso, y “Orden y Libertad” N° 3 de Copiapó.
“En la tenida de 25 de abril de 1864 de la Resp:. Log:. “Orden y Libertad” N° 3, el Orador, Q:. H:. José María Cabezón, hizo presente “que varios hermanos residentes en Santiago y aun los hermanos del Or:. de Valparaíso habían pensado hace poco tiempo, establecer una Logia en la capital y creía digno de atención este pensamiento, que, si los hermanos de Valparaíso y Santiago no pensaban ya en ello, tocaba a este Taller hacer las diligencias necesarias para darle impulso, que para eso pedía al Taller a un hermano para que se trasladara a Valparaíso y Santiago para tratar sobre ese objeto”.
“‘Esta proposición fue aprobada por unanimidad y habiendo tomado la palabra el hermano San Román, dijo que en pocos días más pensaba marchar a esas ciudades, que si el Ven:. Estimaba conveniente, él se encargaría de hacer esas gestiones y quedaría en esas ciudades tanto tiempo cuanto el Taller creyera necesario. Aceptado que fue el ofrecimiento del hermano San Román, quedó el Ven:. encargado de darle un delta para que por él fuese reconocido como encargado especial de esta logia ante la Logia de Valparaíso y pudiese en consecuencia dar todos los pasos necesarios”.
“El 23 de mayo de 1864, el hermano Guillermo Matta acude de visita a ese Taller. Cuenta la historia: “Abiertos los trab:. se leyó la pl:. de la ten:. anterior que fue aprobada. Enseguida el Ven:. propuso al Tall:. que se saludara al h:. Visitador don Guillermo Matta con una bat:. pues en él debíamos mirar no sólo al h:. querido que nos visitaba, sino también al mas:. que tan elocuentemente había manifestado siempre su amor a la libertad y a los santos principios que son el lema de la mas:. El Or:. pidió que esa bat:. Fuese triple. El Tall:. lo acordó así por unanimidad y el h:. Matta
fue saludado como el Or:. lo pedía. Antes de contestar el saludo, el h:. Matta dirigió a la Log:. un sentido discurso dando las gracias por el honor que se le hacía y pidiendo que lo acompañaran a dirigir una triple bat:. por la Gloria del G:. A:. D:. U:. Hecho esto, el Or:. tomó la palabra y después de dar la bienvenida al h:. Matta le manifestó la esperanza que este Tall:. abrigaba de que él haría todos los esfuerzos posibles a fin de establecer una Log:. en Santiago y ofreciendo en nombre de este Tall:. todos los auxilios que pudiera proporcionar”.
“A poco andar, el 24 de junio de 1864 se dio lectura a una plancha suscrita por la Resp:. Log:. “Unión Fraternal” N° 1, de Valparaíso, acusando recibo de “la plan:. dirigida por este Tall:. Dando a conocer como encargado especial a nuestro hermano San Román. Ese Resp:. Tall:. ha acogido con el mayor entusiasmo el interés que ha tomado este Resp:. Tall:. en la planteación de una Logia en Santiago”.
“El 18 de julio de 1864, la Logia “Orden y Libertad” N° 3 tomó, entre otros acuerdos, propuesto por el Primer Vigilante Evaristo Anselmo Soublette y apoyado por el Ven:. Carlos Ignacio Soublette y el hermano Flavio, para que se nombrase encargado especial al hermano Manuel de Lima con el objeto de tratar del establecimiento de la logia que se proyecta en Santiago; “fue aprobado por unanimidad, agregando que se anunciase por secretaría esta resolución, remitiéndole al mismo tiempo que su nombramiento, una medalla de cien pesos en una letra para los gastos de su viaje a Santiago y regreso a Valparaíso”.
“En Tenida de 8 de agosto de 1864 de la Resp:. Log:. “Orden y Libertad” N° 3 se da lectura a una misiva del V:.
H:. Manuel de Lima en la que “anuncia que muy pronto tendría que dar parte a este Taller de la apertura de la Logia de Santiago”.
“Los esfuerzos de todos los QQ:. HH:. fructificaron el 7 de noviembre de 1864, fecha histórica en que se funda en el Oriente de Santiago la Resp:. Log:. “Justicia y Libertad”
N° 5, siendo a la sazón Gran Maestro de la Gran Logia de Chile el V:. H:. Juan de Dios Arlegui, primer Gran Maestro de nuestra Orden.
“El 10 de noviembre de 1864, la Resp.·. Log.·. “Unión Fraternal” Nº1 envía sus felicitaciones al Taller recién instalado en las que se termina diciendo: “La muy Respetable Logia “Unión Fraternal” N° 1 que tengo el honor de presidir, se congratula de que miembros de su seno, hayan sido los fundadores del templo levantado a la moral (...) (Emilio Sotomayor Baeza)”.
“El 14 de noviembre de 1864, el V.·. M.·. de la Resp:. Log:. “Orden y Libertad” N° 3, de Copiapó, “dio parte que se le había comunicado por carta confidencial por el hermano De Lima la solemne instalación de la Logia en Santiago bajo el nombre distintivo de “Justicia y Libertad”.
“La feliz noticia fue saludada con una batería por todo el Taller y se propuso al V .·. M.·. que la Logia dirija a esa nueva Logia una plancha felicitándola por su instalación y por los votos que hacen todos los hermanos de este Taller por su prosperidad.
“Justicia y Libertad” N° 5 fue la primera Logia constituida después de la fundación de la Gran Logia de Chile y, desde su nacimiento hasta el 2 de enero de 1865, sesionó en
la casa del Q:. H:. Ángel Custodio Gallo para posteriormente funcionar en la casa de don José Arrieta, en la Plazuela del Teatro Municipal, desde el 26 de abril de 1865 hasta el 11 de diciembre de 1872.
“Los estudiosos estiman que el nombre de nuestra Logia fue tomado del “Himno de la Democracia”, escrito por Guillermo Matta, uno de nuestros fundadores, y que se había leído por primera vez en Santiago el 18 de septiembre de 1858, en plena agitación política contra el Gobierno de Manuel Montt.
“En el periódico “El Correo Literario” de 18 de septiembre de 1858, Año I, N° 10, se lee ese himno el que en su quinta estrofa dice:
“No torpe grey estúpida Seamos ciudadanos.
Con fe en el pueblo amémonos llamándonos “hermanos” Y a nuestra patria démosle, justicia y Libertad”.
“La primera Oficialidad de nuestra Resp. Logia fue la siguiente: V.·. M.·. ]osé Miguel Fáez; 1° Vig.·. Nicanor Rojas; 2° Vig:. Ángel Custodio Gallo; Orador Guillermo Matta; Secretario Jorge Délano; Experto Federico Beethlem; Guardasellos Christian Busch y Guarda Templo José Agustín Ovalle.
“La historia también nos recuerda que el Cuadro de los Miembros Fundadores fue integrado por ]osé Miguel Fáez, 3°, militar, de la R.·. L.·. “Unión Fraternal”; Nicanor Rojas, 3°, médico, de la R.·. L.·. “Unión Fraternal”; Ángel Custodio Gallo, 3°, propietario, de la R.·. L.·. “Unión Fraternal”; Guillermo Matta, 3°, literato, de la R.·. L.·. “Perseverante Amitié”; Jorge Délano, 3°, comerciante, de la R.·. L.·. “Bethesda”; Federico
Beethlem, 3°, abogado, de la antigua R. L. “Franklin”; José Ovalle, 3°, abogado, de la R. L. “Unión Fraternal”; Cristián Busch, 3°, agricultor, de la R. L. Unión Fraternal”; y Juan Mac Lean, 2°, comerciante, de la R. L. “Unión Fraternal”.
“El 8 de mayo de 1865, “Justicia y Libertad” N° 5 celebra su primera iniciación, recibiendo como Aprendiz masón al gran educador Juan Nepomuceno Espejo.
“Desde el nacimiento de nuestra Logia sus QQ:. HH:. han descollado y nos han dejado un legado de grandeza, bastándonos señalar que en 1865 sus miembros actuaban para lograr la modificación de la Constitución Política de 1833, especialmente, de su artículo 5° que consagraba a la religión católica, apostólica y romana como única religión del Estado.
“Integraron sus columnas los Grandes Maestros de la Gran Logia de Chile, VV:. HH:. ]osé Miguel Fáez, en los períodos 1875-1877 y 1882-1884; Ramón Allende Padín, 1884; Enrique Mac Iver Rodríguez, 1887-1894; Víctor Guillermo Ewing Acuña, 1906-1909 y 1909-1912; Luis Navarrete y López, 1912-1922; Alfredo Melossi Hutchinson, 1922-1924 y Armando Quezada Acharán, 1930-1931 y otros dilectos HH:. que sería largo enumerar.
“Después de narrar los hitos en la fundación de nuestra Logia, el V :. H:. Manuel Sepúlveda Chavarría en sus “Crónicas de la Masonería Chilena”, señala: ‘Y, a partir de ese instante, ninguna otra logia de la Obediencia podrá exhibir una historia más rica y hechos, campañas e iniciativas en bien de la Patria, de la Orden y de la Humanidad mejor logradas que esta primera logia de Santiago, madre de numerosísimas otras, repartidas en todos los valles de Chile”.
“Para concluir, cito las vigentes palabras de nuestro ex V:. M:., el V:. H:. Benjamín Oviedo, quien, luego de narrar la fundación del Taller, señala: “Así terminó aquella solemne reunión, cuya fecha marca uno de los acontecimientos más importantes en la Masonería chilena, pues entonces quedó definitivamente establecida una Logia que se ha hecho gloriosa por sus heroicas jornadas en favor del bien público; que ha dado numerosos e ilustres servidores a la Orden y que ha venido trabajando desde entonces con perseverancia admirable, hasta llegar al presente, siendo la única de las Logias de la Obediencia chilena, que no ha suspendido jamás sus trabajos, ni ha abatido sus columnas”.
“Su historia especial, cuando se escriba, servirá de ejemplo a más de algún Taller y será fuente de inspiración y de enseñanzas para los masones que aman y desean el progreso de la Orden”. 16
Por otra parte, entre los magnos eventos vividos el año 2014, se destaca el Homenaje que rindió la Cámara de Diputados a la Logia. En el Diario de Sesiones de la Cámara, Legislatura 362ª, Sesión 90ª, 12 de noviembre de 2014, Ordinaria, de 10.36 a 13.54 horas, se dice que con la presencia de casi la totalidad de los parlamentarios y de Hermanos de “Justicia y Libertad” N° 5, se procedió a tal Homenaje.
En el numeral VI de la sesión de 12 de noviembre de 2014 figuraba el “HOMENAJE A LA LOGIA MASÓNICA
“JUSTICIA Y LIBERTAD” N° 5, DE SANTIAGO, CON MOTIVO DE SU 150° ANIVERSARIO” y cuyo texto, para la historia, es el siguiente:
16 Revista Masónica de Chile, año 2014, N° 7-8
“El señor CARMONA (Vicepresidente). Corresponde rendir homenaje a la logia masónica Justicia y Libertad N° 5, de Santiago, con motivo de conmemorarse el 150° aniversario de su fundación.
Saludo afectuosamente a la delegación de dicha logia que se encuentra en las tribunas de honor.
(Aplausos)
Para comenzar el homenaje, tiene la palabra el diputado señor Enrique Jaramillo.
El señor JARAMILLO (de pie). Señor Presidente, el homenaje que hoy rendimos en la Sala también llega a los telespectadores a través del canal de televisión de la Cámara de Diputados.
Rindo homenaje en nombre del Partido por la Democracia y también del Partido Comunista, que ha solicitado ser parte de este acto tan solemne.
En primer lugar, saludo al Presidente de la Cámara de Diputados y a la Mesa por la benevolencia de habernos permitido rendir este homenaje a la logia masónica Justicia y Libertad N° 5, de Santiago, con motivo de conmemorarse el 150° aniversario de su fundación.
Saludo también a don Rafael Reyes Valenzuela, venerable maestro de la logia Justicia y Libertad N° 5, perteneciente a la Gran Logia de Chile, a su oficialidad, a los integrantes de su taller y a todas las personas que nos acompañan en esta solemne ocasión, especialmente a los altos dignatarios de la Gran Logia de Chile.
Como sabemos, la Gran Logia de Chile cumplió sus 150 años hace sólo dos años, en 2012, desde que fue creada
aquí, en el Puerto de Valparaíso, en 1862. En dicha fundación participaron principalmente logias pertenecientes a las ciudades de Copiapó, Valparaíso y Concepción, ya que, contrariamente a lo que sucede hoy en nuestro país, no existía una logia en Santiago que pudiera participar en tan importante ocasión para la masonería chilena.
Por ello, la Gran Logia de Chile tuvo su domicilio en la ciudad de Valparaíso durante sus primeros cuarenta años de existencia, hasta el terremoto de 1906 que destruyó completamente esta ciudad.
Tan sólo el 7 de noviembre de 1864 se funda la primera logia masónica capitalina, en cuyo establecimiento, sin duda alguna, tuvieran influencia personajes tan importantes como don Ángel Custodio Gallo y Guillermo Matta, ambos provenientes de Copiapó y pertenecientes a la logia Orden y Libertad, que fue uno de los pilares en la formación de la Gran Logia de Chile. Ambos formaron parte de su primera oficialidad, que fue encabezada en la oportunidad por don José Miguel Fáez y compuesta además por destacados exponentes del pensamiento progresista de nuestro país.
Sin duda alguna, la logia Justicia y Libertad ha sido una entidad testigo de los grandes cambios que ha sufrido la humanidad y nuestro país en particular en sus 150 años de existencia.
Durante esos años esa logia ha sido observadora del desarrollo de la revolución industrial, de la Guerra de Secesión en Norteamérica, de la Guerra Franco-Mexicana, de la Comuna de París, de las dos grandes guerras mundiales, de la creación de la Liga de las Naciones y de las Naciones
Unidas, del inicio y del fin de la Guerra Fría, de la llegada del hombre a la luna, de la caída del World Trade Center, de las guerras en el Oriente Medio, por solo nombrar algunos de los acontecimientos que han marcado la historia planetaria en los años de existencia de esa logia.
A través de su siglo y medio de existencia, la logia
Justicia y Libertad ha sido partícipe y testigo de grandes momentos de nuestra historia nacional, como la dictación de las leyes laicas, de la Guerra del Pacífico, de la Revolución de 1891, de la dictación de la ley de Instrucción Primaria Obligatoria, del voto femenino, de la dictación de las constituciones de 1925 y 1980, de la industrialización del país, de la nacionalización del cobre, de golpes de Estado, de retornos a la democracia, etcétera. Todo ello sin mencionar del gran aporte que ha significado para la masonería chilena, ya que, en momentos críticos, esta orden se convirtió en pilar importante para la mantención regular de sus trabajos y como impulsora de los grandes lineamientos que ha desarrollado la masonería chilena a principios del siglo XX, como la democratización de la enseñanza, la libertad de conciencia, la legislación social, la expansión de la educación para derrotar el analfabetismo y para lograr una educación igualitaria para todos, la libertad de conciencia para eliminar los privilegios a determinados credos religiosos, la completa neutralidad religiosa en las escuelas y cuarteles, la igual consideración a todos los ciudadanos, cualquiera sea el credo que profesen; la legislación social para mejorar el trato a los trabajadores y la mejor y más equitativa distribución de las rentas y de los beneficios del trabajo.
Señor Presidente, estimados colegas, por esta logia han pasado centenares de hombres que han desarrollado labores de bien público desde diversas instancias de la vida y desde diferentes profesiones y oficios. Han formado parte de sus columnas presidentes de la República, senadores, diputados, intendentes, gobernadores, consejeros, alcaldes, regidores, concejales, jueces, ministros de corte, académicos, empresarios, etcétera. A ninguno de ellos se les ha invitado a formar parte del taller ni por su condición social ni por su fortuna; simplemente se les ha pedido como requisito que sean hombres honestos, libres de pensamiento, dispuestos a trabajar por su desarrollo personal y por el bien de la humanidad.
Como se ha señalado tantas veces en este hemiciclo en distintos homenajes a la orden masónica, la masonería es una institución esencialmente ética y filosófica, que elige hombres.
Su objetivo principal es crear librepensadores que puedan desarrollar su libertad de conciencia y que tengan la capacidad de buscar la verdad de las cosas para el progreso personal y de la humanidad toda.
Sus principales oponentes son el dogma, que intenta imponer verdades preestablecidas sin permitir su análisis crítico, y la ignorancia, que impide dar luz a los espíritus libres.
Sin duda alguna, Justicia y Libertad ha cumplido con creces los objetivos que plantearon sus fundadores al momento de levantar sus columnas, y así lo demuestran sus 150 años de trabajo ininterrumpido.
Es imposible no nombrar en esta oportunidad a grandes forjadores de la república que han trabajado en su trayecto, como Pedro Aguirre Cerda, Ramón Allende Padín, Enrique
Mac- Iver, Francisco Puelma y nuestro recordado Ángel Faivovich, llamado “el legislador”, solo por nombrar algunos. Justicia y Libertad hoy se alza fuerte y vigorosa sobre su historia y proyecta su presente hacia un futuro en donde se enraícen los principios de libertad, igualdad y fraternidad. Este homenaje es también una ocasión especial para otorgarnos un momento de reflexión, que se traduce en un llamado a todos y cada uno de los miembros de esta respetable logia para que perseveren en los propósitos que animaron a los fundadores del taller, para que se renueven los juramentos a fin de que siempre de pie se mantenga en orden, en la consecución de un hombre y una sociedad más dignos, más libres, más humanos y fraternos.
Venerable maestro, hermanos que componen la logia y oficialidad, reciban, en su 150° aniversario, el saludo de la bancada del Partido por la Democracia, del Partido Comunista y, por qué no decirlo, de la Nueva Mayoría.
Salud, fuerza, unión. He dicho. -Aplausos.
El señor CARMONA (Vicepresidente). Tiene la palabra el diputado señor Bernardo Berger.
El señor BERGER (de pie). - Señor Presidente, honorable Sala, venerable maestro Rafael Reyes, señores miembros de la logia Justicia y Libertad N° 5, de Santiago: Saludo a los miembros de las logias masónicas de nuestro país, en particular a la logia Justicia y Libertad N° 5, de Santiago, que conmemora 150 años desde su fundación. Vayan el reconocimiento y la admiración de la bancada de Renovación Nacional y de quien habla a la historia, al rol
y a la contribución que cientos de personas que figuran en los anales de vuestro Taller hicieron en pro del engrandecimiento del individuo y de la sociedad, desde los valores que promueven.
Además, expreso mi personal admiración a los grandes objetivos y lineamientos rectores que orientan vuestro quehacer, un trabajo discreto desde la esfera de lo público, que no adhiere ciegamente a convicciones religiosas o políticas que los sesguen, que se basa en propósitos filantrópicos, con fuertes raíces filosóficas y cuyos miembros están unidos por la creencia en la fraternidad, la igualdad y la libertad del ser humano para, desde allí, aportar a la búsqueda permanente de la verdad y a la construcción del progreso social y moral.
Puede parecer curioso a los ojos contemporáneos que, en el siglo XIX, mientras en las regiones la masonería germinaba como una semilla en suelo fértil, no ocurriera lo mismo en la capital del país. A la larga, nos hemos acostumbrado a un centralismo limitante del desarrollo nacional, que no nos deja ver otros caminos que, desde el reconocimiento de la igualdad de oportunidades para todos, podrían contribuir a una sociedad más fraterna y más igualitaria.
Pero ese pensamiento no siempre fue así, y la historia masónica nacional bien lo sabe. Entonces, no es azaroso que, mientras Santiago aún no veía afiatarse un movimiento masónico en su suelo, fuera Valparaíso el hogar para la primera y la cuarta logia en Chile. Lo propio había ocurrido tiempo antes de 1864 en Concepción y Copiapó. La explicación de la dificultad de iniciar esa presencia masónica en la Región Metropolitana no era sencilla, y se hallaba en, al menos, tres grandes motivos.
Tanto el fanatismo, primero, como el temor y la ignorancia, después, eran las tres fuertes enemigas contra el desarrollo del libre pensamiento, de la elevación intelectual y moral plena de la sociedad chilena y de la naciente vida republicana desde Santiago, ya que, como se reconoció más tarde, esos también eran los peligros que se cernían sobre el afianzamiento de la república y el real fortalecimiento de la emancipación nacional recientemente lograda. Porque no hay nada más dañino para la solidaridad del ser humano y para su crecimiento espiritual, intelectual y moral que el temor, la ignorancia, la intolerancia y el fanatismo ciego, capaces de frenar la independencia y la soberanía del hombre sobre sí mismo y su entorno, frenos que se adhieren al corazón mismo del ciudadano y también, como ocurrió en este caso, al de la naciente patria.
En este proceso resaltan figuras claves para el surgimiento de la logia Justicia y Libertad. Entre ellos, y a riesgo de omitir muchos otros que vinieron después, destaco a don Ángel Custodio Gallo Goyenechea, diputado, regidor e ingeniero minero; a don José Miguel Fáez, oficial de Ejército; a don Nicanor Rojas, médico; a don Guillermo Matta, literato; a don José Agustín Ovalle, abogado; a don Cristián Busch, agricultor; a don Jorge Délano, don Federico Beethlem y don Juan Mac-Lean, comerciantes. Desconocer la influencia que le cupo a esta institución en la conformación republicana de nuestro país en sus albores sería desconocer la esencia de la república misma. Es una influencia que se extiende hasta hoy, que ha contribuido al desarrollo cultural, político y social de Chile de forma altruista, mirando el bien común y el perfeccionamiento de la sociedad, y teniendo como eje a la persona en su
integralidad, que ha aportado al país siempre apegado a los principios del respeto y la tolerancia, y ha contribuido desde el debate intelectual y el buen obrar.
Al término de esta intervención, y si me permiten la licencia, quiero hacer extensivo este saludo y este reconocimiento que hemos hecho a la logia Justicia y Libertad también a las hermandades con presencia en mi ciudad: Valdivia. Me refiero a la logia Luz y Trabajo N° 32, logia Valdivia N° 108, logia Hermógenes del Canto Aguirre N° 132 y logia Alquimia N° 155.
Entrego mis sinceras felicitaciones por su loable trabajo. Muchas gracias.
He dicho. -Aplausos.
El señor CARMONA (Vicepresidente). Tiene la palabra el diputado señor Juan Luis Castro.
El señor CASTRO (de pie). Señor Presidente, hoy esta Corporación rinde homenaje a la logia Justicia y Libertad N° 5, de existencia jamás interrumpida y la más antigua de entre las que componen la Gran Logia de Chile.
El 7 de noviembre de 1864, se fundó Justicia y Libertad en Santiago, compuesta esencialmente por copiapinos y porteños. Entre sus fundadores se encuentran Ángel Custodio Gallo y Guillermo Matta, cofundadores del Partido Radical, quienes dieron vida a la primera logia fundada en la capital.
En el marco de la institucionalización de las primeras logias pertenecientes a la Gran Logia de Chile, los miembros de Justicia y Libertad N° 5 fueron activos defensores
de la independencia de la Gran Logia Chilena, previamente dependiente de las logias extranjeras.
Sin embargo, su contribución intelectual y política, la llamada Constitución de la Orden Masónica Chilena, fue el puntapié de un proceso en el que destacarían grandes líderes para nuestro país.
Por cierto, en su historia, ha unido insignes personajes de la república, como don Enrique Mac-Iver y don Ramón Allende Padín, padre del también masón Salvador Allende Castro y abuelo del Presidente Salvador Allende Gossens. En definitiva, rendimos homenaje a una logia cuyos miembros han contribuido a sentar las bases de una sociedad libre, tolerante y laica.
La masonería chilena, en general, y la logia Justicia y Libertad, en particular, decidieron constituirse sobre la base de las normas de sociabilidad de la masonería europea, que implican pasar por un proceso de iniciación, cargado de simbolismos, y respetar una serie de reglas internas, que van de la mano con los principios de la institución.
En sus inicios, los masones correspondieron a miembros de las emergentes sociedades de espíritu laico y emprendedor que adscribían a los ideales políticos del liberalismo radical y el socialismo, entre ellos ingenieros, abogados, políticos, profesores, comerciantes, médicos, miembros de las Fuerzas Armadas y un sinfín de personajes provenientes de distintas aristas de la sociedad, organizados en función de avanzar hacia un Chile inclusivo y progresista para la época.
Los miembros de la logia Justicia y Libertad deben sentirse orgullosos de la contribución histórica que han hecho a los debates propios de cada tiempo en la República
de Chile. La masonería siempre ha sido luz en el camino de nuestro país y ha fomentado el desarrollo de un mundo mejor, desde la perspectiva de la razón y la búsqueda de la verdad. Lo anterior se ha replicado a lo largo de sus 150 años de historia y hoy sigue más vigente que nunca. En tiempos en que las libertades públicas siguen viéndose restringidas por los valores de un conservadurismo acérrimo, los principios del laicismo, la tolerancia y la fraternidad vienen a cuestionar el orden social impuesto por los poderes fácticos desde los albores de la república.
La lucha original de la logia que hoy homenajeamos comenzó con la búsqueda de la separación entre la Iglesia y el Estado, en tiempos en que el clericalismo predominaba como nunca antes en nuestra historia. Durante el siglo XIX, el catolicismo fue la religión oficial del Estado, y quienes se opusieron a dicha doctrina sufrieron el riesgo de ser severamente sancionados por inmorales o blasfemos. Es entonces cuando la Gran Logia comienza a dar una lucha por la independencia de las creencias, porque la masonería no apunta a defender ningún tipo de credo, sino que su inspiración mayor es la búsqueda de una verdad no impuesta.
El notable Enrique Mac-Iver Rodríguez lo resumiría de la siguiente manera: “La masonería no es una institución religiosa ni política; es una institución moral. Sobre los sistemas políticos, no impone cultos ni gobiernos. Rozándose con ellos en sus ideas generales, condena solo el despotismo y la tiranía, el fanatismo y la intolerancia. Si ha escrito en su evangelio, como enseñanza del pasado y como dogma del porvenir, Libertad, Igualdad y Fraternidad, ha sido como la expresión más pura de aquello a que debe aspirarse y a que se tiene derecho en todas las condiciones de la existencia.”
En definitiva, agradezco la posibilidad de poder homenajear a esta logia, que ha hecho grandes aportes en el camino de la libertad y del pensamiento para nuestro país.
¡Un triple abrazo fraterno para la logia Justicia y Libertad, con salud, fuerza y unión!
He dicho. -Aplausos.
El señor CARMONA (Vicepresidente). Tiene la palabra el diputado señor Marcos Espinosa.
El señor ESPINOSA, don Marcos (de pie). Señor Presidente, en primer lugar, saludo a quienes nos acompañan en la tribuna de honor: al venerable maestro Rafael Reyes Valenzuela; a la oficialidad de la logia Justicia y Libertad, N° 5, de Santiago, y a los altos dignatarios de la Gran Logia de Chile.
Para las bancadas del Partido Radical y de la Democracia Cristiana, es un orgullo saludar a todos los hermanos de la masonería de las distintas logias que funcionan en el país al alero de la Gran Logia de Chile, cuna de hombres y mujeres librepensadores, en pro del bien común y del imperio de la justicia social.
Hoy corresponde homenajear, en particular, a la logia Justicia y Libertad, N° 5, de Santiago, que conmemora 150 años ininterrumpidos de respeto y apoyo al hombre y a la mujer, como persona y ser pensante.
La logia Justicia y Libertad, fundada el 7 de noviembre de 1864, tiene el honor de haber sido la primera logia fundada en Santiago por la Gran Logia de Chile como organización,
que desde siempre ha trabajado por el laicismo en el país y por mantener vivos, en todos los temas de coyuntura nacional, los principios de solidaridad, fraternidad, respeto, tolerancia, igualdad y libre expresión de cualquier creencia, cultura o pensamiento.
No quiero dejar pasar la oportunidad para destacar el importante rol que cumple no tan solo la logia homenajeada hoy, sino la masonería en su conjunto, la que ha estado presente en la historia de Chile, particularmente en la construcción misma de nuestra nación como república, al amparo de las bases del Estado de derecho y del respeto del hombre y de sus garantías fundamentales.
Para el desarrollo armónico de nuestra sociedad y el ejercicio de las premisas filantrópicas de solidaridad y fraternidad, es preciso impulsar obras e ideas que estén al servicio de todas las personas, y no solo de aquellas que profesan una determinada doctrina religiosa o que están relacionadas con tal o cual pensamiento político.
Instituciones como la Gran Logia de Chile y la logia Justicia y Libertad son ejemplo de ello, pues día a día contribuyen al desarrollo de la nación fuerte y vigorosa que hoy tenemos, demostración de que las metas se logran con entereza de espíritu y valentía de acción, además de hacer todo lo posible para que nuestra sociedad siempre tienda a buscar su desarrollo y los hombres y las mujeres de nuestra patria mantengan su libertad de pensamiento y ética de acción.
No quiero ahondar en las obras que ha llevado a cabo la logia Justicia y Libertad durante sus 150 años de vida, pero sí deseo hacer un reconocimiento a cada uno de
sus miembros, pues tengo la convicción de que se trata de personas, hombres íntegros, respetuosos y tolerantes con su entorno, ricos de espíritu, con pensamiento progresista y libertario, que va de la mano con las buenas costumbres, en lo moral; con la ética, en lo profesional; con la democracia, en lo político, y con lo leal, austero y empático, en lo familiar. Entre los personajes ilustres que han pertenecido a esta importante logia puedo mencionar a don Ramón Allende Padín, don Enrique Mac- Iver, don Ángel Custodio Gallo y don Guillermo Matta. Estos dos últimos, además, fueron cofundadores, en Copiapó, en 1863, del glorioso Partido Radical de Chile. Por tanto, mis respetos y homenaje también van para ellos, pues representan para mí ejemplos a seguir de convicción, entereza y consecuencia.
Para finalizar, reitero mi saludo y mi reconocimiento a la logia Justicia y Libertad, e invito a sus miembros a seguir trabajando al alero de los principios esbozados con anterioridad, para inspirar a las nuevas generaciones con ellos y seguir los pasos de quienes un día dieron vida a esta gran institución, en aras del bienestar colectivo, del progreso de nuestra sociedad y del aporte invaluable que cada uno de sus miembros y de los hermanos masones, en general, entre los cuales me incluyo, puede dar para que ello ocurra, compartiendo vivencias, imponiéndose objetivos, intercambiando ideas y consejos, y seguir construyendo el futuro que queremos para nuestra nación y para nuestra comunidad.
¡Un saludo fraterno para todos ustedes! He dicho. -Aplausos.
El señor CARMONA (Vicepresidente). De esta manera, la Cámara de Diputados ha rendido homenaje a la logia masónica Justicia y Libertad, de Santiago, con motivo de conmemorarse el 150° aniversario de su fundación.
Saludamos a su venerable maestro y demás representantes que se encuentran en la tribuna de honor. -Aplausos”.
155 AÑOS: GRAN MAESTRO MIEMBRO HONORARIO
El 5 de noviembre de 2019 se verificó la Tenida de conmemoración de los 155 años de vida de la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5, ocasión en que el autor de esta obra leyó la plancha titulada “Origen, Trayectoria y Desafíos de la R.·. L.·. “Justicia y Libertad” N° 5” la que concluyó citando las palabras del V.·. H.·. Luis Navarrete y López pronunciadas en 1927 y con permanente vigencia: “Vamos al trabajo, sí, al trabajo que sea azote de malvados, destrucción de todos los baluartes del obscurantismo, avasallamiento absoluto de todos los poderes que contrarresten el progreso de la civilización en Chile; al trabajo, sí, que levante escuelas, que reforme leyes, que importe vida, salud y energía para todos los individuos que habiten bajo nuestro cielo esplendente y luminoso”. 17
La Tenida se verificó en un ambiente tenso pues en las calles de la ciudad se verificaban numerosos actos vandálicos que siguieron al legítimo clamor popular frente a demandas sociales.
17 Revista Masónica de Chile, agosto de 1927, p. 311
En este aniversario, que lamentablemente no tuvo el brillo de otros, se otorgó el título de Miembro Honorario al Gran Maestro Sebastián Jans Pérez, con lo cual su nombre se inscribe junto al de otros grandes maestros que integraron las columnas de “Justicia y Libertad” N° 5.
“A vosotros os incumbe ahora haceros masones, para cuyo objeto debéis dedicaros con entusiasmo, con empeño verdadero a formar vuestro espíritu masónico.
Este espíritu masónico no se inocula, ni se gana; se adquiere lentamente, mediante el estudio sereno, la observación atenta y la inteligente asimilación”
CAPÍTULO VI
ALGUNOS PROTAGONISTAS DE LA HISTORIA
De entre las decenas de Hermanos que han integrado las Columnas de la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5, nos referiremos a algunos de ellos, partiendo por el V.·. H.·. de la Barra, en atención a su trascendencia tanto para la Masonería Simbólica como para la Masonería Escocesa y continuaremos con una lista en orden alfabético de sus apellidos.
1.- V.·. H.·. Eduardo de la Barra Lastarria
Nació en Santiago, el 9 de febrero de 1839; hijo de José María León de la Barra y López de Villaseñor y Juana Lastarria y Munizaga. Se casó con su prima Lupercia Lastarria Villarreal, hija del V.·. H.·. José Victorino Lastarria. Quedó huérfano a temprana edad y vivió sus primeros años en La Serena. Desde 1854 a 1855 estudió en Valparaíso, en el Colegio Británico; terminó ahí su ilustración mercantil. En 1856 ingresó al Instituto Nacional de Santiago a estudiar leyes, pero en menos de un año se dio cuenta
que no le interesaba el tema y se cambió a matemáticas, graduándose de Ingeniero Geógrafo en 1860 a los 20 años. En el mismo Instituto hizo clases de literatura, geometría y secciones cívicas, historia y matemáticas. Fundó en 1859 el Círculo de Amigos de las Letras. Se le nombró en 1860 secretario de la Sociedad de Instrucción Primaria.
Fue un intelectual que voló muy alto por las regiones del espíritu; un erudito, poeta, latinista, geógrafo, periodista, ingeniero, geólogo, bibliógrafo, educacionista, polemista, filólogo, fabulista; escribió muchos libros y en todos sobresalió y conquistó fama de talentoso, de investigador y de sabio. Inició sus labores periodísticas en 1864 en “La voz de Chile” y, al mismo tiempo, ingresó al Partido Radical. Hasta 1887 colaboró en casi todas las revistas literarias y publicaciones liberales de Chile.
Firmó con los pseudónimos de Juan Bachiller, Argos, V. Erasmo Gesuit y Ali-Gazul. Publicó poesías líricas; en El ferrocarril, una serie de artículos y diferentes obras, folletos, cartas, fábulas, tratados, etc.
En 1876 fue profesor de historia literaria y de retórica del Instituto Nacional. De ahí se trasladó a Valparaíso, como rector del liceo, que hoy lleva su nombre, Liceo Eduardo de la Barra; lo reorganizó, agilizó los estudios, disciplinó a los estudiantes, hasta hacer de este establecimiento uno de los más importantes del país, junto al Instituto Nacional.
No todo era la rectoría del liceo, también escribió y fundó diarios como “La Opinión” e influyó en el pensamiento y desarrollo intelectual de Valparaíso de la época.
En 1882 fue enviado como ministro plenipotenciario de Chile en Uruguay y Paraguay, en donde le tocó cumplir la difícil misión de obtener la no concurrencia de este último país al Congreso Americano, donde se pensaba condenar a
Chile después de la Guerra del Pacífico. Fue electo diputado suplente por Rancagua por el período 1882 a 1885.
Después de la revolución de 1891, al ser balmacedista, abandonó el país y se trasladó a Uruguay y, luego, a Argentina, país en que el Presidente Pellegrini le encomendó la inspección de las Escuelas Normales de las provincias de Mendoza y San Juan y después, la dirección del Colegio Nacional de Rosario.
Fue insinuado en la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5 por el V.·. H.·. Juan Agustín Palazuelos, siendo iniciado el 14 de agosto de 1865. Fue Orador de la Logia y en 1870 se afilió a la Resp. Logia “Deber y Constancia” N° 7 de la que fue su Venerable Maestro en el bienio 1871- 1872. Posteriormente, se afilia a la Resp. Logia “Unión Fraternal” N° 1 de la que también fue el primero entre sus iguales.
La Logia Justicia y Libertad instalaba en diciembre del año 1896 sus Dignidades y Oficiales. En el Templo no faltaba uno solo de los buenos.
Sacudía una sola y viva corriente de fraternidad y entusiasmo todos los corazones.
En el Oriente, a la derecha del anciano Venerable y decorado con las insignias del gr.·. 33, se levantó él y nos dirigió breve, pero espléndido discurso a los HH.·.
Después de rendir homenaje a la Institución, en que ocupaba tan elevado rango, como para inculcar más profunda veneración por ella en las nuevas generaciones, nos exhortó con lógica y vehemencia a retemplar nuestras voluntades, contra todas las naturales timideces, contra los ejemplos perniciosos y contra las persecuciones ostensibles o encubiertas.
Hubo momentos en que la veneración debida al Templo contuvo con violencia los aplausos en las columnas.
“Debéis de tal suerte prepararos para la lucha de ideas que se inicia y contra el aluvión de las inmoralidades y apostasías que ya se desencadenan sobre la sociedad chilena, que, si es preciso mañana bajar a la plaza pública llevando sobre el pecho las decoraciones masónicas, debéis hacerlo desafiando las iras del fanatismo, alentando a los timoratos con vuestro ejemplo y predicando doctrinas de regeneración y progreso”.
Así nos hablaba; y su ademán, y su mirada, y su acento daban a su palabra poder tal que sacudía nuestros corazones y cautivaba nuestras voluntades.
El eco de su palabra ha resonado durante el año entero en el corazón de sus hermanos, ya como el toque de diana que despierta a los soldados para el cotidiano trabajo de la propaganda, ya como el verso del moralista que da rumbos claros y rectos a la voluntad.
Y tanto más le recordamos, cuanto en sus libros hemos contemplado triunfante y espléndida la doctrina masónica y llenos de gloria a los servidores de esta causa; y hemos visto abatida y desechada la doctrina adversa y al nefasto jesuita expuesto al público anatema.
Ese maestro, ese escritor ha sabido a la doctrina unir el ejemplo que justifica y conforta.
Ese maestro, ese H.·. en quien la juventud de este país tanto tiene que aprender y ante quien algunos viejos tienen mucho de que sonrojarse, es EDUARDO DE LA BARRA”. 18
El V.·. H.·. Eduardo de la Barra Lastarria falleció en Valparaíso el 9 de abril de 1900.
18 “La Verdad”, publicación masónica autorizada por la Gran Logia de Chile, Año II, N° 26, 16 de diciembre de 1897, página 27.
2.- V.·. H.·. Pedro Avelino Aguirre Cerda
El V.·. H.·. Pedro Aguirre nació el 6 de febrero de 1879 en un pequeñísimo pueblo cercano a Los Andes llamado Pocuro. Su padre, Juan Bautista Aguirre, era campesino y murió tempranamente dejando a su esposa, Clarisa Cerda, con 11 hijos.
Su infancia transcurrió en el campo y, como tantos niños de su condición, debía recorrer a pie o a caballo un largo trecho. Estudió en Los Andes en una escuelita de Calle Larga, y luego siguió las Humanidades en el Liceo de San Felipe.
En Santiago ingresó al Instituto Pedagógico, donde se graduó de profesor de castellano en 1904 y, posteriormente, obtuvo su título de abogado. Su memoria de Derecho fue “La instrucción secundaria en Chile”.
En 1910 viajó a Francia a especializarse en Derecho administrativo y financiero en la Universidad de la Sorbona y a su regreso, en 1914, se desempeñó como profesor en el Instituto Nacional, tiempo en el cual fue elegido presidente de la Sociedad Nacional de Profesores.
El V.·. H.·. Pedro Aguirre Cerda fue electo Presidente de la República el 25 de octubre de 1838 y asumió el 25 de diciembre de 1938, por el periodo 1938-1944, el cual no
alcanzó a finalizar pues falleció en el ejercicio del cargo. Su gobierno estuvo marcado por los valores de la educación lo que se vio plasmado en su lema “Gobernar es educar”.
Fue militante del Partido Radical llegando a ser parlamentario y Ministro de Estado y luego Presidente de la República. Como Ministro de Educación le correspondió participar en la aprobación de la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria, que se convirtió con el tiempo en una de las más trascendentales políticas en este ámbito.
Fue iniciado el 21 de julio de 1906 a los 27 años en la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5; su Aumento de Salario lo obtuvo el 23 de mayo de 1907 y fue Exaltado el 29 de octubre de 1907. Se desempeñó como Guarda Templo en1908 y como Segundo Experto en 1909. Fue Diputado de la Resp. Logia “Patria y Libertad” N°36, de San Felipe, en 1909.
Estuvo entre los fundadores de la Logia Unión Fraternal N°1, de Santiago, el 3 de septiembre de 1912. Sus hermanos masones le concedieron merecidamente la calidad de miembro honorario.
Cuando en enero de 1939 se produjo un gran terremoto con epicentro en Chillán, que afectó también a las provincias de Talca y Biobío, para enfrentar la grave situación, el gobierno creó la Corporación de Reconstrucción y Auxilio, y la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO) de gran trascendencia y vigente hasta nuestros días, creada para desarrollar la industrialización del país en el área eléctrica, siderúrgica, de agricultura y minería.
Otra política importante del gobierno del V.·. H.·. Aguirre Cerda fue la educación técnico-profesional como un complemento al proceso de industrialización que se ponía en marcha. También se dio importancia a la educación primaria,
lo que se reflejó en la construcción de un gran número de escuelas, con la consiguiente apertura de nuevas plazas de trabajo para los profesores. Además, se desarrolló un extenso plan de viviendas destinadas a sectores de bajos recursos y varias obras públicas de significativa importancia.
El V.·. H.·. Aguirre Cerda no alcanzó a completar tres años de gobierno cuando lo afectó la tuberculosis, enfermedad que en esa época era fatal y constituía una importante causa de mortalidad a nivel nacional, falleciendo el 21 de noviembre de 1941 sin poder completar su mandato. Sus funerales fueron una de las más apoteósicas manifestaciones del afecto de un pueblo para con su gobernante.
El Presidente Pedro Aguirre Cerda, ilustre masón, en tan solo tres años de gobierno realizó una gran obra, superando a muchos otros gobernantes, tanto en la productividad de su trabajo como en la trascendencia de sus políticas.
3.-
V.·. H.·. Arturo Alessandri Palma
El Q.·. H.·. Arturo Alessandri Palma, Presidente de la República en los periodos 1920 a 1925 y 1932 a 1938, fue iniciado en la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5, el 5 de noviembre de 1892, en la cual permaneció por siete años, figurando, en 1916, en el Cuadro de la Resp. Logia “Unión Fraternal” N° 1 de Santiago, donde alcanzó el grado de Compañero y el de Maestro.
Hijo de un inmigrante italiano de nombre Pedro Alessandri Vargas y de Susana Palma Guzmán, nació el 20 de diciembre de 1868 en la hacienda de Longaví, provincia de Linares. Se formó en el colegio de los Sagrados Corazones de Santiago y luego se graduó de abogado en la Universidad de Chile en el año 1893. Por esa época se casa con Rosa Ester Rodríguez Velasco, con la cual tuvo nueve hijos, entre ellos, Jorge Alessandri, quien llegaría también a ser Presidente de Chile.
Comenzó su vida profesional como funcionario público en la Biblioteca Nacional, aunque su vocación lo inclinaría tempranamente al campo de la política.
Apoyado por el Partido Liberal, resultó electo diputado por Curicó y Vichuquén entre 1900 y 1915 y por varios pe-
riodos consecutivamente. En 1898 fue nombrado Ministro de Industria y Obras Públicas del gobierno del presidente Federico Errázuriz Echaurren. En 1913 fue llamado por el presidente Ramón Barros Luco a ocupar el cargo de Ministro de Hacienda. En1915 salió elegido senador por Tarapacá en una dura contienda, donde se ganó el apodo de “El león de Tarapacá” por su fuerza y carisma.
En 1920 se presenta a las elecciones presidenciales como candidato por la Alianza Liberal, obteniendo el triunfo con el apoyo del Partido Democrático. Como Presidente de la República creó, en 1925, el Banco Central, con el propósito de estabilizar las finanzas públicas. Asimismo, reforma la ley Electoral, estableciendo un sistema de votación proporcional. Se aprueba una nueva Constitución Política la cual rigió hasta 1980.
Una vez elegido Presidente, en 1920, el V.·. H.·. Alessandri concurrió a una Tenida de su Logia, “Justicia y Libertad” N° 5, y pronunció el siguiente discurso:
“Gran Maestro, Venerable Maestro, Queridos hermanos:
Yo me siento en este momento sinceramente embargado por la emoción, al ver la forma tan cariñosa y tan fraternal como reciben los hermanos de la Logia N°5, en la cual inicié mi vida masónica hace ya tantos años. Llegue hasta todos los queridos hermanos la expresión sincera, la gratitud más profunda por el esfuerzo titánico que han hecho en favor de mi persona, por el auxilio cuantioso que han prestado a la causa que sustento.
Mirando hacia atrás en la historia de la Humanidad se ve algo semejante a lo que se ve cuando se mira un monte
inmenso: se ven graderías, se ven unas tras otras gradas enormes sobre las cuales está construida la montaña.
La humanidad, queridos hermanos, está también construida sobre inmensas graderías.
Vemos a la humanidad primitiva sacudida por el cristianismo, que trae una civilización nueva que destroce la civilización del pasado. Los hombres físicamente fuertes de los primeros tiempos ceden ante la intelectualidad superior de las naciones modernas.
Viene después la reforma, la Revolución francesa… Y la Humanidad por medio de trastornos, de cataclismo en cataclismo, va caminando hacia su progreso más y más acabado, tan acabado como tal vez lo imaginamos ahora.
Finalmente, contemplamos el cataclismo más trascendental: la guerra mundial cuyo desarrollo acabamos de presenciar, una hoguera que ha producido el desenlace de instituciones antiquísimas en que se han fundido los viejos moldes de la civilización mundial.
Y de las ruinas ha salida una humanidad nueva, transformada en el orden moral y material, principalmente en lo que concierne a la justicia y el derecho en el orden moral. Surge de los escombros una humanidad nueva, donde el esfuerzo más potente que se destaca es el encaminado a igualar a todos los hombres, bajo la bandera del Derecho y de la Justicia, de la Igualdad y de la Libertad.
Esta humanidad nueva se está formando sobre la base del concepto de los dogmas masónicos. Corresponde a los hermanos masones reconstituir la nueva humanidad.
A ellos que han sido el faro luminoso, que han marchado
a la vanguardia del progreso, les corresponde reconstituir esa humanidad nueva en Chile sobre las bases de la Justicia y el derecho.
Es esta una humanidad, queridos hermanos, que surge envuelta en una nube de amor, anhelosa de paz y bienestar, de un reparto equitativo e igualitario de los beneficios nacionales entre todos los habitantes de un territorio.
Esta es la misión que corresponde a la masonería, y yo me presento aquí como el primer servidor de esta gran causa.
Comprendo que soy yo quien debe trabajar más que nadie, sin descanso, sin omitir sacrificio alguno, para llevar a nuestra querida patria a la cima de esta grande obra, que construya la humanidad en todas partes y que nosotros debemos acometer en Chile como parte de la humanidad que somos.
Me siento fuerte para esta obra, y no creáis que sea este un sentimiento de vanidad personal, que no cabe en el pecho de ningún masón. Digo que me siento fuerte para esta obra porque sé que represento una gran causa, porque cuento con el afecto de muchos de nuestros conciudadanos y porque pertenezco a esta institución que me anima, que me alienta, que me estimula.
No estoy solo: soy uno de muchos. Tengo fe en el triunfo y llegaré a la meta.
Debo hacer presente con entera franqueza, como que estoy hablando entre hermanos que he recibido en mis giras por país manifestaciones que nunca hombre alguno ha merecido, que nunca pude merecer, porque (lo saben
los queridos hermanos) algunas de ellas revistieron los caracteres de una apoteosis.
Como lo he dicho no hago presente este hecho movido por un sentimiento de vanidad sino por un sentimiento de reconocimiento y en el deseo de corresponder a ellas, imponiéndome obligaciones de cumplir con lo que me he prometido, para hacer el juramento de servir estos ideales de que os hablo y para hacer la manifestación de que comprendo cuan inmensa es la responsabilidad que he echado sobre mis hombres.
Comprendo que estas manifestaciones no eran a mí, sino que eran el clamor de un pueblo que reclama la realización de sus ideales. Y esos ideales son los que he jurado servir en obsequio a la grandeza de mi patria.
No he sentido, ya lo he dicho, vanidad ni orgullo por las manifestaciones que se me han hecho y por la situación a que se me ha traído. No he necesitado que haya ido a mis espaldas el esclavo romano diciéndome: “Acuérdate porque eres hombre”, porque llevaba ese esclavo dentro de mí haciéndome ver que esas manifestaciones y homenajes no eran a mi persona sino a la gran causa que sirvo.
Mi conciencia me ha dicho que esas manifestaciones eran el frito de un pueblo que clama por sus ideales y que ellas me imponían el deber de servir esos ideales.
Como yo represento esos ideales en este momento, como en el servicio de esta causa tengo graves deberes que cumplir cuando veo que voy al primer puesto de la República a servir esos ideales y a cumplir esos deberes, solicito y confío en que me acompañaréis con vuestro aliento y
vuestro consejo y en que no me abandonaréis en las horas de lucha y de sacrificio.
Trataré de realizar nuestros principios, porque a ellos están ligados la prosperidad y la felicidad de la patria entera.
El Venerable Maestro citaba en su discurso las palabras de un gran masón que pasó a la historia, y que, como jefe supremo de su país, fue venerado por su pueblo.
Es curioso, señor, observar que cuando hace algunos instantes oía estas palabras sentía que ellas eran la reproducción casi exacta de lo que siento en este momento.
Soy hombre que digo lo que siento y cumplo lo que digo; y yo digo que todas esas palabras han quedado esculpidas en mi pecho y que las promesas que he hecho en obsequio al bienestar del pueblo y a la grandeza de mi patria, en este templo y ante el testimonio de mis queridos hermanos juro cumplirlas.
Yo no siento odios contra nadie, no quiero castigar a nadie, no puedo ejercitar venganza contra nadie. Me siento dominado por un inmenso amor hacia mis semejantes, y no vacilaría en derramar hasta la última gota de mi sangre porque ni uno solo de los habitantes de la república tuviera motivos para sufrir, tuviera motivos para llorar.
Creo que solamente son grandes los gobernantes cuando tienen como único faro la moral, el respeto al derecho, la justicia. Ese será el dogma en que inspiraré todos mis actos, ese seré el Oriente hacia el cual encaminaré todos mis esfuerzos, porque mi único deseo es hacer la felicidad de mis conciudadanos, el bien de todos los chilenos y principalmente de los humildes, de los que sufren, de los que lloran.
Y no me costará esfuerzos de ninguna especie, Gran Maestro, Venerable Maestro, Queridos Hermanos, cumplir el juramento que hago en este instante, porque los hombres no necesitan esforzarse para realizar lo que anhela la conciencia, lo que siente el corazón.
Puedo también darme la satisfacción de declarar que, así como tres de los compañeros que formaron parte del Ministerio que tuve el honor de organizar en 1918, pertenecían y pertenecen aún a la Francmasonería, es mi más decidido propósito, cuando asuma el cargo de Jefe del Estado, dar a los masones la mayor influencia que me sea posible en el gobierno de la república e inspirar todos y cada uno de mis actos en los ideales de justicia, de moral, de fraternidad que sustentan las logias masónicas y que constituyen la base fundamental de la prosperidad de los pueblos.
Debo haceros también, queridos hermanos, con la religiosa unción propia de la solemnidad del momento, una declaración más: yo no he querido llegar a la primera magistratura de la nación por un vano espíritu de ambición personal.- He luchado por alcanzar tan alto honor sin acordarme en ningún momento de mi persona, sin escatimar esfuerzos ni sacrificios y sin temor a ningún peligro, como obedeciendo a una fuerza misteriosa e invencible que sentía dentro de mi ser y que me alentaba a seguir luchando.- En este momento he logrado darme cuenta de que esa fuerza que no me abandonó en ningún instante y que me decía que a mi triunfo estaba estrechamente vinculados la prosperidad y el progreso del país, era el dogma masónico que llevo profundamente grabado en mi alma de masón.
Al terminar este discurso, queridos hermanos, que constituye para mí una inmensa satisfacción llegar a ser el primer servidor del país en nombre de los alto, nobles y generosos ideales que sustentan las logias masónicas.Mientras desempeñe la primera magistratura de la nación, no me alejaré del Templo, Venerable Maestro, sino que llegaré hasta aquí cuando materialmente pueda venir, lo más frecuentemente que pueda hacerlo pero, en todo caso, Gran Maestro, Venerable Maestro, Querido Hermano, aun cuando alguna vez no concurra personalmente, siempre estaré en espíritu en medio de vosotros y siempre dispuesto a recibir vuestras inspiraciones.
Gran Maestro, Venerable Maestro, queridos Hermanos, me halaga la esperanza de que, de hoy en cinco años, habrá de recibir la más intensa satisfacción, el más alto honor que puede recibir un masón que llega a ocupar el solio presidencial de la República: el de venir al Templo para que vosotros me digáis: Hermano Alessandri: En el ejercicio de vuestras altas funciones, os portasteis como debisteis portaros, fuisteis buen soldado de la causa, cumplisteis con vuestro deber”. 19
Debido a maniobras y presiones políticas en su contra, renuncia a su cargo el 1 de octubre de 1925, quedando en su reemplazo el vicepresidente, Luis Barros Borgoño, para gobernar los tres meses que le faltaban.
19 Correspondencia de Grandes Maestros, 1921. Archivo Gran Logia de Chile, citado en el “Archivo Masónico” N° 35. Santiago, Chile, 1º marzo 2015, del V.·. H.·. Manuel Romo Sánchez.
El 24 de septiembre de 1932, el V.·. H.·. Alessandri es elegido Presidente de la República por segunda vez. En este nuevo gobierno crea la Corporación de Venta de Salitre y Yodo de Chile (COVENSA), que buscaba revitalizar en algo la alicaída industria y pretendía además absorber el alto desempleo reinante por esos años. Con la misma intención de reducir la cesantía, el gobierno emprendió algunas obras públicas, como fue la construcción del barrio cívico de Santiago, el Estadio Nacional y la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile, entre otras. El V.·. H.·. Alessandri fallece en Santiago el 24 de agosto de 1950.
4.- V.·. H.·. Salvador Allende Castro
El V.·. H.·. Allende nació en Valparaíso el 22 de noviembre de 1871. Era hijo del VH Ramón Allende Padín y Eugenia Castro del Fierro y padre del VH Salvador Allende Gossens, Presidente de la República.
Estudió en la Universidad de Chile obteniendo su título de abogado el 26 de junio de 1897. Desempeñó variados puestos en la administración pública: oficial de partes del Ministerio de Instrucción Pública; archivero del ministerio de guerra y alférez de artillería en el ejército de la revolución en 1891.
Estuvo en Tacna como procurador de la Corte de Apelaciones y secretario de la Intendencia, cargo que sirvió durante ocho años. Desempeñó el puesto de abogado del Consejo de Defensa Fiscal en Valdivia, de donde fue promovido a relator de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, relatoría a que renunció para desempeñar el cargo de notario público y de hacienda de esta misma ciudad. Estuvo casado con doña Laura Gossens Uribe, una virtuosa dama católica de origen belga. Tuvieron seis hijos, pero solo llegaron a la vida adulta Alfredo, Inés, Salvador y Laura Allende Gossens.
Se inició siendo estudiante en la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5 el 17 de junio de 1890, declarando no tener religión. Recibió su Aumento de Salario el 30 de mayo de 1892 y fue Exaltado el 10 de agosto de 1894. Falleció en 1932.
5.- V.·. H.·. Horacio Aravena Andaur
El V.·. H.·. Horacio Aravena Andaur nació en la ciudad de Cauquenes el 2 de marzo de 1901. Fue V.·. M.·. de la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5 entre los años 1932 a 1934 y fue un destacado intelectual y profesor del Instituto Pedagógico.
En la década de los años 40 el gobierno de Venezuela contrató una misión chilena, constituida entre otros por Juan Gómez Millas, Eugenio González Rojas y el V.·. H.·. Horacio Aravena Andaur para organizar un Instituto Pedagógico en ese país.
Fue Rector de la Universidad Técnica del Estado, hoy Universidad de Santiago de Chile, entre los años 1959 a 1968, y bajo su rectorado se gestionó la adquisición de un campus universitario central que permitiera reunir las Escuelas que la Universidad mantenía en Santiago. El lugar más apropiado lo constituían los terrenos adyacentes a la Escuela de Artes y Oficios, ubicados en la Quinta Normal y de propiedad de la Caja de Empleados Particulares. Falleció el 25 de febrero de 1976.
6.- V.·. H.·. Manuel Carrera Pinto
Nació el año 1844 y era hijo de don José Miguel Carrera y Fontecilla y de doña Emilia Pinto y Benavente, por lo que era nieto del padre de la patria, V.·. H.·. José Miguel Carrera Verdugo, asesinado en Mendoza en 1821 y hermano mayor de don Ignacio Carrera, capitán del Chacabuco muerto heroicamente en la batalla de la Concepción.
En 1876 el V.·. H.·. Manuel Carrera fue elegido Diputado por Combarbalá y en 1879 Diputado suplente por Linares. En 1886 se desempeñó corno Intendente de la Provincia de Arauco, bajo cuya administración se realizaron importantes obras públicas, tales como el puente sobre el rio Lebu.
Sus antecedentes masónicos en la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5, dan cuenta de su Iniciación el 8 de noviembre de 1869; su ascenso a Compañero el 22 de marzo de 1870 y su Exaltación el 4 de junio de 1870. En 1885 fue nombrado Miembro Honorario del Taller y en 1886 fue elegido su Venerable Maestro por el periodo 1887-1888, falleciendo el año 1892.
7.-
V.·. H.·. Juan Miguel Dávila Baeza
Nació en Santiago el año 1851 y el año 1873 tenía su título de abogado. Organizó y defendió las instituciones de carácter mutualista. En marzo de 1880 era Secretario de la Municipalidad de Santiago y el 10 de agosto de 1895 desempeñó durante algunos meses el cargo de Ministro de Obras Públicas.
El V.·. H.·. Dávila Baeza vio la luz masónica en la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5 el 22 de abril de 1872, cuando aún no terminaba sus estudios de Derecho. En el mismo Taller obtuvo su Aumento de Salario y su Exaltación.
8.- V.·. H.·. Jorge Délano Edwards
El H.·. Délano nació en La Serena el 5 de octubre de 1830 y se inició en la Resp. Logia “Bethesda” de Valparaíso. Desempeñó labores periodísticas en el diario “El Mercurio” del puerto y trasladado a Santiago se afilió como uno de los fundadores de la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5 y firmó como Secretario del nuevo Taller santiaguino el cuadro de los miembros que lo fundaron. AI instalarse la Logia, el 20 de agosto de 1867, se desempeñó como Maestro de Ceremonias y llegó posteriormente a ser elegido Segundo Vigilante. Falleció en Valparaíso en 1902.
9.- V.·. H.·. Ángel Custodio Gallo Goyenechea
Nació en Copiapó, Chile, el 4 de marzo de 1828; su padre fue el millonario minero de la plata de Chañarcillo, Miguel Gallo Vergara y su madre, Candelaria Goyenechea y de la Sierra.
Se dedicó por entero a los negocios y en los años 1851 y 1852, cooperó a la organización de la compañía constructora del ferrocarril de Santiago a Valparaíso, en representación de los intereses de su madre, que había suscrito acciones en la empresa; fue nombrado secretario y director de esta, en la primera reunión de accionistas realizada el 5 de abril de 1852. A fines de ese mismo año viajó a Inglaterra y fue comisionado por la compañía constructora para comprar rieles, locomotoras y útiles para el ferrocarril. Regresó en 1858, después de recorrer gran parte de Europa. En Chile, el gobierno imperante de don Manuel Montt no era de su agrado, y lo atacó, tanto en la tribuna parlamentaria, como en la prensa, especialmente en el periódico “La Asamblea Constituyente”.
Se le consideró subversivo y fue tomado preso, el 12 de diciembre de 1858. Desde la cárcel envió otro manifiesto, por lo que el gobierno decidió expulsarlo del país
y remitirlo a Inglaterra en el barco inglés “Elisa Braginton”, junto a otros opositores al gobierno, permaneciendo varios años en el destierro.
Cuando asumió la presidencia de la Nación José Joaquín Pérez Mascayano, se dictó una ley de amnistía, que le abrió las puertas a su país nuevamente.
Se incorporó al movimiento político y colaboró en la redacción del diario radical “La Voz de Chile”, en 1864.
Fue V.·. M.·. de la Logia por el periodo 1865-1871.
Fue electo diputado por Cauquenes, Valparaíso y Caldera. Participó entre los fundadores del Cuerpo de Bomberos de Santiago. Falleció en Santiago, Chile, en 1889.
10.- V.·. H.·. Francisco Gandarillas Luco
El V.·. H.·. Gandarillas nació en Santiago el año 1842 y se inició en la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5 en la que durante dos periodos desempeñó el cargo de Secretario. A él le correspondió redactar el Acta de 20 de agosto de 1867 cuando el Taller fue solemnemente instalado. Fue diplomático, designado secretario de la legación en Colombia y Venezuela en 1865. Agente de Colonización en Europa. Representante de Chile ante el tribunal arbitral de Lausana. Se desempeñó también en negocios mineros en Copiapó, Taltal y Las Condes. Fue secretario de la Sociedad Nacional de Minería. Miembro de la comisión encargada de organizar la Exposición Nacional e Industrial en Quinta Normal.
Diputado por Vallenar para el periodo 1876-1879. Diputado suplente por Coquimbo para el periodo 18791882. Diputado por Combarbalá para el periodo 1882-1885 y diputado por Tarapacá para el periodo 1885-1888. Falleció el 18 de abril de 1919.
11.-
V.·. H.·. Manuel Guzmán Maturana
Nació en Santiago, el 29 de mayo de 1876. Estudió en el Instituto Nacional y en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, titulándose como Profesor de Castellano en el año 1900.
Se desempeñó como profesor en el Liceo Barros Borgoño y en el Liceo Miguel Luis Amunátegui y profesor del Instituto de Sordos Mudos, en 1899. Militó en las filas del Partido Radical y fue diputado por el período 1926 a 1930. .Fue miembro, integró o fue socio de numerosas instituciones, como, Protección Mutua; Caja de Ahorro de Empleados Públicos; Liga Protectora de Estudiantes Pobres, de la que fue director honorario; Sociedad de Instrucción Primaria; Escuelas de Proletarios; Sociedad de Instrucción Popular; Escuelas Nocturnas para Obreros; Unión Comercial; Sociedad Colonias Escolares “Domingo Villalobos”, fundador y presidente honorario después de 15 años. Presidente del directorio de la Brigada de Boy Scouts del Liceo de Aplicación, Presidente honorario de la Liga de Estudiantes Pobres, Miembro de la Sociedad Nacional de Profesores y su presidente, de 1929 a 1932 y fundador del Hogar Social, en 1929.
Fue autor de varias obras, en diferentes materias, como cuentos, versos, libro de lectura para el colegio, lecciones de castellano, entre otras.
Fue V.·. M.·. de “Justicia y Libertad” entre los años 1912 a 1917. Murió el 5 de diciembre de 1941.
12.- V.·. H.·. Luis Léliva Gilsa
El VH Luis Léliva nació el 30 de enero de1834 en Kassel Hessen, Alemania.
Ingresó a la Masonería en Tenida de la Resp. Logia “Justicia y Libertad” celebrada el 30 de octubre de 1865 junto con el hermano Carlos Díaz quien también dirigió el Taller. El V.·. H.·. Léliva fue Segundo Vigilante en 1890, Tesorero en 1892-1893, Primer Vigilante en 1894 y V.·. M.·. de la Logia el periodo 1895-1896. Era religión protestante falleciendo en 1923.
En sesión de 20 de abril de 1895 la Logia le otorgó el título de Miembro Honorario y el 22 de agosto de 1896, le concedió una medalla de oro.
Cuando el V.·. H.·. Léliva vio próximo el fin de sus días, quiso reafirmar su fe en la Institución y con mano generosa donó parte de su fortuna a la Masonería Chilena.
Al V.·. H.·. le correspondió presidir la ceremonia en que vio la luz masónica el profano Luis A. Navarrete y López, el 11 de enero de 1896, quien años más tarde había de ser uno de los más eficientes y brillantes Grandes Maestros de la Orden.
Nuestro V.·. H.·. murió el 20 de septiembre de 1923 en Freire, Chile.
13.- V.·. H.·. Sandalio Letelier Rojas
El V.·. H.·. Letelier nació en 1835, médico, escritor y profesor de castellano. En la Masonería el H.·. Sandalio Letelier se habría iniciado en la Resp. Logia “Progreso” N° 4 de Valparaíso y el año 1871 se afilió a la Resp. Logia “Deber y Constancia” N° 7 y junto a otros ocho Hermanos fundaron la Resp. Logia “Verdad” N° 10 y al caer ésta en sueño se afilió en la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5 donde ocupó los cargos de Orador y de Segundo y Primer Vigilante y Venerable Maestro el bienio 1884-1885. En 1895 fue nombrado Miembro Honorario falleciendo el año 1902.
14.- V.·. H.·. Arturo Lois Fraga
Nació en Copiapó, el 22 de diciembre de 1879 y estudió en el Liceo de Copiapó y Medicina en la Universidad de Chile titulándose de médico cirujano en el año 1904. Se desempeñó como interno y fue ayudante en la Clínica Quirúrgica del doctor, profesor Ventura Carvallo. Fue médico de ciudad y de bahía en Taltal; ejerció desde 1905 a 1921. Trabajó también en Copiapó. Desde 1921 fue médico urólogo del Hospital San Juan de Dios; jefe de clínica y médico jefe del servicio del profesor Eduardo Ibarra. En 1939 fue designado director de los Servicios Médicos del Servicio de Seguro Social. Por más de 30 años trabajó en la Beneficencia. Fue comisionado por el Gobierno para implantar medidas para detener la epidemia de peste bubónica y viruela en Taltal.
Militó en las filas del Partido Radical, del que fue presidente de la Asamblea Radical de Taltal, elegido diputado por Taltal y Tocopilla en el período 1921 a 1924 integrando la Comisión Permanente de Asistencia Pública y Culto.
Reelecto diputado por Taltal y Tocopilla por el período 1924-1927, integró la Comisión Permanente de Asistencia Pública y la de Instrucción Pública y diputado, por la Se-
gunda Circunscripción Departamental “Tocopilla, El Loa, Antofagasta y Taltal”, período 1926-1930 y 1930- 1934. Posteriormente, fue electo diputado por la reformada Tercera Agrupación Departamental “Chañaral, Copiapó y Huasco” por el período 1933 a 1937.
Como postulaba la inexistencia de Dios, en el Congreso se negó a jurar por Dios y los Santos Evangelios, como era costumbre entonces y abogó por la separación entre la Iglesia y el Estado, contra la intervención del clero en política.
Fue un defensor de las ideas laicas, tanto en el parlamento como en la prensa y participó en la redacción del Código Sanitario.
Se desempeñó como Venerable Maestro de la Resp. Logia “Esperanza” N° 34 y de “Justicia y Libertad” el periodo 1921-1922. Murió en Santiago, el 17 de noviembre de 1963.
15.- V.·. H.·. Octavio Maira González
Nace el año 1859 y fue iniciado en la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5, el 25 de mayo de 1895; pasando a 2° grado el 17 de agosto y a Maestro el 29 de diciembre del mismo año.
Fue elegido miembro del Consejo de Beneficencia para el año 1896, Orador adjunto en 1897, Venerable Maestro en 1898 y 1899 y el 31 de mayo de 1896 es designado Garante de Amistad ante las Logias de Europa.
En 1886 recibió su título de Médico Cirujano después de haber hecho estudios sobresalientes, según la opinión unánime de compañeros y de profesores. Se especializó en Higiene y Medicina Interna y, al recibirse, fue profesor de las cátedras de Higiene, Patología Médica. El V.·. H.·. muere el 30 de julio de 1923.
16.-
V.·. H.·. Guillermo Matta Goyenechea
El V.·. M.·. Matta fue V.·. M.·. de la Logia en los periodos 1871-1872 y 1873-1874.
Nació en Copiapó el 20 de septiembre de 1829 y falleció en Santiago el 27 de enero de 1899.
Junto con sus hermanos y sus parientes fundaron el Partido Radical y lucharon por la reforma de la Constitución pelucona de 1833, lo que lo condujo a caer preso, siendo deportado en 1859 a Inglaterra, oportunidad que aprovechó para recorrer Europa y en España y Alemania vincularse con los círculos intelectuales.
Ingreso a la Masonería chilena y fue uno de los fundadores de la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5, de la cual fue su Orador y su Venerable Maestro. Fue parlamentario y diplomático.
El V.·. H.·. Guillermo Matta falleció el 27 de enero de 1899 y, según cuenta el V.·. H.·. Sepúlveda en su Diccionario, sus “funerales revistieron los caracteres de un verdadero acontecimiento. En ellos estuvieron representadas delegaciones del Partido Radical, de todas las Compañías de Bomberos, de centros culturales y literarios y numerosísimos masones. A nombre del gobierno habló el ministro de
Industrias y Obras Públicas H.·. Arturo Alessandri Palma y a nombre de la Masonería el IH.·. Luis Navarrete y López, que era en la época el V.·. M.·. de la Logia Estrella de Chile
N° 17. Rindió homenaje al bombero, al periodista, al tribuno, al poeta, al político y al servidor de la nación que había sido Guillermo Matta en una parte de su discurso dijo: “Él fue el inspirado vate que dio su Himno a la Masonería chilena y que sembró ataviadas con gala de exuberante poesía, las doctrinas masónicas dentro y fuera de nuestros talleres; él fue Gran Orador de la Gran Logia de Chile y de varias otras
Logias, que conmovió poderosamente a los hermanos y los dirigió en ciento y un combates”; “él fue, por fin, de los primeros entre los contados, entre los entusiastas y entre los generosos adalides de la falange masónica”.
17.- V.·. H.·. Juan Moya Morales
Industrial Chileno, de profesión ingeniero y arquitecto, un hombre activo, íntegro, multifacético, servidor público que ocupó diversos cargos y perteneció a importantes instituciones del país. De la Resp. Logia “Justicia y Libertad” fue su V.·. M.·. entre los años 1929 a 1931.
Fue Alcalde de Quilicura, Regidor de Ñuñoa, Alcalde de Ñuñoa, Consejero de Sociedad de Fomento Fabril, miembro del Partido Radical; fundador y Primer Presidente del Rotary Club de Ñuñoa, Director de la Segunda Compañía de Bomberos de Ñuñoa y Superintendente del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa.
En reconocimiento a su fructífera labor social, la Municipalidad de Ñuñoa como ejemplo a las futuras generaciones puso su nombre a una de las principales calles de la Comuna y además a uno de los importantes Colegios de la Corporación Municipal de Educación y Salud de Ñuñoa.
18.- V.·. H.·. Benjamín Oviedo Martínez
El V.·. H.·. nació en Talagante, el 17 de diciembre de 1894, siendo iniciado en la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5 el 14 de agosto de 1923. El 5 de septiembre de 1924 recibió el grado de Compañero y el 13 de octubre de 1926, el de Maestro. Fue V.·. M.·. de nuestra Logia el periodo 1927-1929.
En 1925 fue nombrado director de la Escuela “Camilo Henríquez”, institución nacida al amparo de su Logia. En la oficialidad del Taller fue elegido Secretario el 7 de diciembre de 1926; Experto en 1927 y Venerable Maestro. En 1929 fue nombrado miembro de la Comisión Revisora de Cuentas y de la Comisión de Beneficencia.
Fue nombrado por el Gran Maestro V.·. H.·. Boccardo como Administrador y Redactor Jefe de la Revista Masónica y también fue integrante de la Comisión de Ritos, Simbolismo y Decoración Masónica.
En 1930 se retiró de “Justicia y Libertad” N°5, para afiliarse, el 9 de agosto de 1933, a la Resp. Logia “Norte” N° 41, en la que actuó como Ex Venerable Maestro y como Secretario.
En noviembre de 1936 se afilió a la Resp. Logia “Atenea” N°67, sin abandonar la Resp. Logia “Norte” N° 41.
El 2 de junio de 1968 se le confirió el título de Miembro Honorario de la Gran Logia de Chile, falleciendo el 25 de diciembre de 1972.
19.- V.·. H.·. Juan Agustín Palazuelos Ramírez
El V.·. H.·. Palazuelos nació en Santiago el 28 de agosto de 1840, era de profesión abogado y fue político radical. Se hizo famoso por la reciedumbre con que siempre defendió sus convicciones anticlericales.
Fue elegido Diputado suplente por Cauquenes y se negó a prestar su juramento sobre los evangelios porque declaró no creer en ellos y tampoco estimar que fueran santos.
Su matrimonio con doña Clorinda Maturana en 1871 dio origen a un “escándalo” con el arzobispado de Santiago, pues, como se había negado a prestar juramento al asumir como Diputado, al solicitar autorización a la iglesia, que manejaba el tema ante la ausencia de leyes civiles, la autorización le fue negada y al pedir se le casara corno disidente, nuevamente los frailes se lo negaron diciendo que se trataba de un sacrílego, puesto que estaba bautizado.
Ante tales hechos, el V.·. H.·. Palazuelos resolvió realizar el matrimonio como un simple acto civil, sin la presencia del sacerdote y ante testigos. Fue así como se levanta un acta suscrita por el Notario Daniel Álvarez, la que fue firmada, entre otros, por los VV.·. HH.·. Juan Nepomuceno Espejo, Ángel Custodio Gallo e Isidoro Errázuriz.
El texto de dicha Acta, transcrita por el V.·. H.·. Benjamín Oviedo, es el siguiente:
“En Santiago de Chile, a 10 de agosto de 1871, Juan Agustín Palazuelos y Clorinda Maturana, en presencia de los parientes y testigos infrascritos, declaran que deseando contraer matrimonio y habiendo dado todos los pasos y habiendo hecho todas las gestiones exigibles por la autoridad y compatibles con su dignidad personal, para levantar las informaciones, correr las amonestaciones y alcanzar las disposiciones necesarias, sin conseguir vencer los obstáculos que se ha querido oponer a la celebración de aquél, ante el párroco respectivo, a falta de recurso público y solemne con que resguardar y ejercer su derecho a formar una familia que, como chilenos, les corresponde, por esta acta y esperando se les presente la deseada oportunidad de subsanar lo que hubiere de irregular y deficiente en el procedimiento actual, hacen constar su ánimo y voluntad de tenerse por toda la vida el uno al otro como marido y mujer –como legítimos y verdaderamente casados- reconociéndose recíprocamente todos los deberes y derechos de tales ante su propia conciencia, las autoridades y ante la sociedad representada por los deudos y respetables amigos aquí presentes, bajo cuya salvaguardia ponen el depósito de sus honradas intenciones y legítimas aspiraciones, desconocidas y atropelladas por la autoridad misma, a la que las leyes atribuyen la incumbencia de reconocerlas y consagrarlas para todos los habitantes de Chile. En fe y para constancia de lo expuesto firman con los testigos. Juan Agustín Palazuelos (Diputado por Cauquenes); Clorinda Maturana; Pedro Enrique Palazuelos; Vicente Reyes (Diputado por Talca); Carlos Palazuelos; Eugenio de Matta; Ángel Custodio Gallo (Diputado por Caldera y Rere); Roberto Souper; Juan Francisco Rivas;
Nicanor Otaegui; Manuel Antonio Matta (Diputado por Copiapó y Taltal); Juan Guillermo Gallo; Domingo Arteaga Alemparte (Diputado por Talca); Juan Nepomuceno Espejo (Diputado por Cauquenes); Pedro María Rivas Cruz; Luis Cousiño (Diputado por Santiago);Carlos Rogers; Pedro N. Videla (Diputado por Coquimbo); Justo Arteaga Alemparte; Pedro León Gallo (Diputado por Copiapó), Julio Bernstein; Isidoro Errázuriz (Diputado por Talca y Linares); Marcial Martínez (Diputado por Cauquenes); Pedro Nolasco Vergara; Cesáreo Pérez; José Francisco Godoy; Ambrosio Montt (Diputado por Freirían y Petorca); Antonio Brieba; Francisco Gandarillas; Federico A. Belem; Guillermo Matta (Diputado por Ancud); Ramón Estévez; Eduardo Cortínez; Fernando Cortínez; Juan Gandarillas; por encargo y poder del señor don Manuel Recabarren, Manuel Antonio Matta”. Domingo Arteaga dijo de él: “No le han faltado por eso las oportunidades de manifestar la rara entereza y resolución de su carácter, combinadas con cierta agresión burlona. En sus palabras como en sus actos, dice y hace cuánto le dicta la inspiración de su espontaneidad; sin curarse de nadie ni de nada, suceda lo que quiera, Naturalezas semejantes no están llamadas a prosperaren nuestro país: ahuyentan a los egoístas, escandalizan a los circunspectos, hacen temblar a los tímidos. Ello no impide que sean una fuerza, sobre todo si se hallan sostenidas por una inteligencia viva y despierta como la del señor Palazuelos. El señor Palazuelos no escogerá siempre los medios más seguros y fáciles para hacer triunfar su causa; pero la servirá siempre con valor y energía”. 20
20 ARTEAGA, Alemparte Justo y Domingo, “Los Constituyentes Chilenos de 1870”, página 626, Imprenta de la Libertad, Santiago, 1870
En la Masonería el V.·. H.·. Palazuelos fue iniciado en la Resp. Logia “Progreso” N° 4 de Valparaíso cuyo Venerable Maestro era el V.·. H.·. Blas Cuevas. El 21 de noviembre de 1864 se afilió a la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5, de la cual fue su Orador en 1867. El V.·. H.·. Palazuelos murió el año 1897.
Al fallecer, el periódico “La Verdad”, de 15 de mayo de 1897, decía:
“El señor Palazuelos estaba convencido de que el catolicismo es una gangrena en el cuerpo social, y le aplicó sin trepidar, con pulso firme, los más tremendos cauterios. Veía que el cuerpo sacerdotal es una asociación de traficantes que, a fuerza de audacias y embustes, sangraba la vitalidad de este país, y se lanzó a la vanguardia de los salvadores del pueblo para pelear día tras día y de reducto en reducto contra esos embustes y audacias”.
20.- V.·. H.·. Nicolás Peña Vicuña
Nació en 1854, hijo de un emigrado argentino. Fue periodista y político. En representación del Partido Liberal fue elegido Diputado durante varios periodos y formó parte del segundo Ministerio formado por el Presidente Balmaceda quien lo nombró Ministro de Guerra y Marina. A fines de 1887 fue nombrado secretario de la Legación de Chile en Francia.
A su regreso al país fue nombrado Intendente de Santiago, en el desempeño de cuyo cargo pasó a Decorar el Oriente Eterno, el 16 de noviembre de 1895. El hermano Peña se inició en la Resp. Logia “Deber y Constancia” N° 7 el 10 de abril de 1870, en la cual ascendió a Compañero y fue exaltado a Maestro y fue V.·. M.·. de “Justicia y Libertad” N° 5 en el periodo 1877- 1878.
21.- V.·. H.·. Francisco Puelma Tupper
El V.·. H.·. Puelma nació el 4 de octubre de 1850 y era médico, iniciando la enseñanza de la anatomía patológica. En Alemania se graduó de médico y cirujano en la Universidad de Estrasburgo y recibió el título de doctor en medicina en la Universidad de Berlín. En política fue militante del Radicalismo y en 1882 fue elegido Diputado suplente por Coquimbo y en 1888 por Talca. En 1892 fue elegido Senador por Talca en la vacante dejada por Manuel Amunátegui Valdés, luchando en el Parlamento por la separación de la iglesia y el Estado.
Regresó al país en 1879, para participar en la guerra del Pacífico; prestó sus servicios en ella, como jefe de Sanidad del Ejército y la Armada.
En 1881, después de recibir las medallas por las campañas en la contienda internacional, fue nombrado profesor de Anatomía Patológica de la Escuela de Medicina, Sección Universitaria del Instituto Nacional y más tarde desempeñó las cátedras de Histología Normal, Patología General, Clínica Propedáctica y Fisiología Experimental. Fue uno de los “modernizadores” de la enseñanza médica.
En 1882 se estrenó en la política; tuvo ideas liberales de avanzada y las defendía.
Fue electo diputado suplente por Coquimbo, período 1882-1885; se incorporó en propiedad, por haber fallecido en julio de 1882, sin que se pudiera incorporar, el diputado propietario electo, don Pedro Pablo Muñoz Godoy. Integró la Comisión Permanente de Educación y Beneficencia.
Reelecto diputado suplente, pero por Talca, período 1888-1891; se incorporó el 26 de junio de 1888.
Durante su trabajo parlamentario apoyó las leyes de registro y matrimonio civil y de los cementerios laicos.
En 1891 renunció a la Cátedra de Anatomía Patológica, molesto por el clima de venganza y persecución a los vencidos en la revolución de 1891.
Se dedicó también a la empresa agrícola, contribuyendo a manejar las 189.000 hectáreas en el Alto Bío-Bío, que pertenecían a la Sociedad Puelma Tupper, fundada por su padre e integrada por todos sus hermanos; en busca de dar sentido a inmensas extensiones territoriales.
Fue miembro del Consejo Superior de Higiene Pública; de la Comisión para Instalar Desinfectorio de Población a Orillas del Mapocho; de la Escuela de Artes y Oficios, en representación de la Sociedad de Fomento Fabril, SOFOFA.
Ingresó a la Masonería en la Resp. Logia “Deber y Constancia” N° 7 y en ella obtuvo sus tres grados simbólicos. Declarada en sueño esa Logia se afilió el 21 de noviembre de 1884 en la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5, Taller del que fue su Venerable Maestro en el periodo 1888 a 1889. Falleció el año 1933.
22.- V.·. H.·. Santos Quintanilla
El V.·. H.·. Quintanilla nació el año 1821 y era mecánico. Miembro del Cuerpo de Bomberos de Santiago, fue uno de sus primeros mártires al fallecer en el incendio del Teatro Municipal en el año 1870.
Fue iniciado en la Logia “Cruz Austral” del Callao y se afilió, siendo Maestro, a la Resp. Logia “Justicia y Libertad”
N° 5, en la que ocupó los cargos de Maestro de Banquetes y Guarda Templo.
Sus funerales junto a los de German Tenderini, de la misma Logia y también mártir del mismo incendio, revistieron especial solemnidad.
Cuenta la historia que el 8 de diciembre de 1870 comenzaron a sonar las campanas de emergencia de bomberos en la capital. El incendio se había originado en el Teatro Municipal, después de una función de la cantante lírica
Carlota Patti. Se dice que cuando el espectáculo llegó a su fin, el telón al caer rompió con sus extremos una cañería de gas de alumbrado. El personal del Teatro recorrió todo el escenario buscando el sitio exacto de la avería. Se sospecha que la llama de un farol encendió el gas acumulado. Todos los elementos que se encontraban sobre el escenario eran
altamente inflamables por lo que el fuego se propagó con mucha rapidez.
Al rescate concurrieron, entre otros, el teniente Germán Tenderini y el voluntario Arturo Villarroel, pertenecientes ambos a la Compañía de Salvadores y Guardia de Propiedad. Juntos a ellos se encontraba Santos Quintanilla, empleado del Teatro, quien se había dirigido hacia el escenario intentando extinguir el foco del incendio.
Cuando el incendio fue sofocado los voluntarios pasaron lista. El cuerpo del Hermano Tenderini fue encontrado calcinado dos días después entre los escombros de Teatro Municipal y, cercano a él, se encontró al Hermano Quintanilla, quien tenía el N° 36 en el primer Libro de Vida de la Logia.
23.- V.·. H.·. Carlos Rand
Charles Sidney Rand nació en Filadelfia, Estados Unidos, el 25 de marzo de 1829. Hijo de Benjamín Howard Rand y Eleanor Spurrier. Estudió en el Philadephia High School, donde se graduó con honores, y en el Philadephia College of Pharmacy. En 1856 dejó su patria para buscar fortuna en América del Sur.
Carlos S. Rand fue iniciado en la Philadephia Lodge, antes de dejar su patria para establecerse en América del Sur en 1856.
Residiendo en Valparaíso, Chile, a partir de febrero de 1857 había tomado contacto con la Masonería, visitando con frecuencia la Bethesda Lodge, fundada cuatro años antes.10 En agosto de 1858 estuvo entre los fundadores de la Republican Lodge, de la misma ciudad, que en el mes de octubre cambió su nombre por el de Southern Cross Lodge. En este nuevo Taller, Carlos S. Rand ocupó el puesto de Primer Vigilante.
El 17 de noviembre de 1858, la Gran Logia de Massachusetts otorgó la dispensa necesaria para formar la citada Logia, concediéndola a los hermanos John Bigler, William Trevin, William L. Hobson, Charles S. Rand, C. T. Ward ju-
nior, Elisha K. Cook, Thomas K. Armstrong, Treat S. Beach, Noyes Baldwin y Charles Wachten.
La Logia contaba con la recomendación de Bethesda Lodge, trabajaría también en Valparaíso y había sido aprobada por el Diputado Especial del Gran Maestro, Charles T. Ward junior.
La dispensa se mantendría en vigor hasta la Asamblea que la Gran Logia celebraría en diciembre de 1859. Esto la convertía en la tercera Logia de la obediencia de la Gran Logia de Massachusetts establecida en Chile.
En Santiago concurrió a la tercera reunión celebrada por la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N°5, el 21 de noviembre de 1864, a la cual se había invitado a todos los masones conocidos que residían en Santiago. Ese mismo día fue elegido Hospitalario en su primera Oficialidad. 21
El 25 de mayo de 1865, ante la renuncia del Venerable Maestro José Miguel Fáez Tobar, que había sido trasladado fuera de Santiago en su calidad de oficial de Ejército, Carlos S. Rand fue elegido Venerable Maestro. El V.·. H.·. Rand fue V.·. M.·. de la Logia el periodo 1864-1865.
Su actividad profana le impidió completar el año que duraría su período y el 2 de enero de 1866 anunció que probablemente dejaría el país dentro de poco. El 15 de abril de 1866 el retiro de Carlos S. Rand era un hecho y se hizo elecciones para elegir a su sucesor, convirtiéndose en Venerable Maestro el miembro fundador Ángel Custodio Gallo Goyenechea. Se hizo un banquete para despedir al hermano Rand quien se fue a Bolivia.
21 ROMO Sánchez Manuel, Archivo Masónico N° 36, 1 de julio de 2015
24.- René Humberto Reyes Soto
Fue Miembro Honorario de la Gran Logia de Chile y Venerable Maestro en dos oportunidades de la Res. Logia “Justicia y Libertad” N° 5. El VM René Reyes Soto, falleció la tarde del domingo 11 de agosto de 2019.
El año 2017 cumplió 50 años ininterrumpidos de vida masónica, habiendo sido iniciado en la Logia “Justicia y Libertad” el 4 de octubre de 1966, en la que obtuvo sus tres grados simbólicos. El año 2001 se le confirió el título de Miembro Honorario.
Además, fue Miembro del Consejo de la Gran Logia (1998-2002) Presidente del Dpto. de Educación de la Gran Logia (2003-2007); e Integrante del Tribunal de la Gran Logia en los últimos periodos. Ingresó al Escocesismo el año 1984 logrando el Grado 33º y último para la República de Chile.
El abril del año 2019 le fue conferido el título de Miembro Honorario de la Gran Logia de Chile. Estuvo ligado fundamentalmente al ámbito de la educación y durante 25 años ejerció en el Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigación Pedagógica del Ministerio de Educación, (CPEIP) llegando a ser su director
por 6 años, después de haber desarrollado funciones de profesor investigador, Coordinador General, Secretario General, Director en Cursos de Formación, capacitación y Especialización, sirviendo al profesorado nacional y latinoamericano.
Destacable es también su labor en la Universidad de Chile, donde integró la comisión encargada de restablecer la carrera de Pedagogía en esa casa de estudios. Ejerció la docencia en la Escuela Normal Superior y en post grados de la Universidad Mayor, entre otros.
Como director del CPEIP, organizó en Chile el Magíster Iberoamericano de Integración de Personas con Discapacidad, impartido por la Universidad de Salamanca y el Magíster Iberoamericano de Gerontología Social, realizado por la Universidad Autónoma de Madrid.
25.- V.·. H.·. Carlos Sander Álvarez
El V.·. H.·. Carlos Sander Álvarez nació en Talca el año 1918 y fue escritor, periodista y diplomático chileno. Trabajó en diferentes periódicos y desempeñó en algunos de ellos cargos de relevancia como secretario de redacción en La Nación y director en El Mercurio de Antofagasta. Se inició en la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5 el 25 de mayo de 1940; fue Aumentado de Salario en octubre de 1943 y Exaltado el mes de mayo de 1946. Vivió largo tiempo en España y de vuelta en el país ocupó los cargos de Orador y Primer Vigilante de la Logia. El 24 de agosto de 1966 pasa a decorar el Oriente Eterno. El profesor Luis Miguel Román Alhambra del Estudio de Luis M. Román Alhambra escribió: “En marzo de 1959, ahora hace exactamente 60 años, el poeta chileno Carlos Sander peregrinaba por la Mancha en busca del espíritu de don Quijote. Era cónsul de Chile en Madrid. Había llegado a España como agregado cultural de su país en 1951 y entre uno de sus objetivos personales era visitar la Mancha de don Quijote, la Mancha de Cervantes. Ocho años después pisaba los lugares y escenarios del Quijote. Desde Alcázar de San Juan, donde quiso ver la controvertida partida de
bautismo de Miguel de Cervantes Saavedra que la tradición alcazareña asegura que es del autor del Quijote, pone rumbo a Campo de Criptana para contemplar los “gigantes” contra los que don Quijote entra en descomunal batalla.
Sander comprueba, durante los ocho kilómetros que separan ambos lugares manchegos, la inmensa llanura tantas veces descrita, el horizonte alucinantemente plano, casi mágico. Y recuerda una metáfora, de Víctor de la Serna, sobre este espacio geográfico que encantó a Cervantes, y embruja a quienes andan por ella: “La tierra se va haciendo tan plana, que el viento podría llevar una uva rodando desde Alcázar a Campo de Criptana”.
Entra en La ciudad de los Molinos y ¡solo cuatro molinos le reciben! Él ya lo sabía, su amigo Gregorio Prieto, el gran pintor manchego, se lo había confesado. Prieto quería salvar los molinos de viento de la Mancha del olvido, porque “aunque hayan perdido su significación industrial ante mejores procedimientos técnicos, hay que defenderlos, ya que el genio tocó con su vara mágica las altivas siluetas y los convirtió en inmortales”. Sander está desolado, como
Prieto, al ver que Campo de Criptana se haya quedado casi sin ellos, solo cuatro quedaban en pie de los más de treinta que disponía para moler el trigo de sus vecinos, y de los lugares de alrededor.
Está, por fin, en la criptanense Sierra de La Paz. Dice sentir un momento sacro, ese que todo peregrino siente cuando al fin llega a su meta deseada. Sander deseaba estar junto a estos gigantes malheridos por el paso del tiempo y dice apreciar entre ellos el espíritu de don Quijote. Le acompañan el alcalde, también poeta, José González Lara y Francisco Granero y Martínez Borja, uno de los vecinos más ancianos de Campo de Criptana, con cerca de noventa años. Así nos describe ese momento: “Con mis compañeros camino por entre los molinos, que me enseñan su corpachón blanco, su techo circular y brillante, su puerta, sus doce ventanas pequeñas o “vientos” y sus aspas forradas por cuatro velas. Cruzo por cimientos que fueron enhiestos molinos y que el tiempo destruyó. Había en esta Sierra de la Paz, treinta y cuatro molinos y sólo quedan cuatro. Son Los reyes de Criptana. Los cuatro mosqueteros que cuidan de la villa blanca. Tienen nombres extraños y manchegos: “El Infanto”, “El Burleta”, “El Sardinero” y “El Culebro”. Hablan de las dudas que surgen para situar geográficamente unas aventuras u otras de don Quijote. Para los tres, Cervantes enmarcó la aventura de los molinos de vientos en las crestas de Campo de Criptana. Incluso asegura Sander, como lo hace también su amigo Prieto, conoce dónde pudo inspirarse Cervantes: “Lo que sí es indudable y sin lugar a discusión, es que Campo de Criptana fue la villa que inspiró a Cervantes para su escena de los molinos de viento. Y él saco esa escena del emblema que tiene el escudo de Alcázar de San Juan, el pueblo vecino y que muestra a un caballero
arremetiendo, lanza en ristre, contra un castillo. Ahí está la base de la escena inmortal en que Don Quijote de la Mancha, ciego por su ideal, arremete contra un molino, que con sus aspas lanza por tierra a caballo y caballero.”
Carlos Sander estaba invitado por el alcalde para impartir una conferencia sobre “El presente de la hispanidad”. Es un hispanoamericano convencido. Después del almuerzo, durante una reunión en el ayuntamiento, siguen hablando “de América y de España. Se conversa de Cervantes y de Don Quijote. Y se habla de molinos, de los molinos de Campo de Criptana.” Y es en esta reunión cervantina y molinera, cuando una idea le susurra al oído. Antes el alcalde le había mostrado el proyecto, casi irrealizable por el gran coste económico para las arcas locales, de volver a levantar los molinos de la Sierra de La Paz. Sander no tarda en compartir su idea allí mismo ante el entusiasmo de todos, especialmente del propio alcalde: restaurar los molinos de Campo de Criptana, haciendo que cada país de América reconstruyera uno de ellos en el mismo sitio y con el mismo nombre que los conoció Cervantes, colocando dentro de él un museo artístico e intelectual del país, y el de Chile sería el primero de ellos. Así, el coste de reconstrucción de cada molino, unas 150.000 pesetas, serían sufragadas por cada país americano, siendo así viable el sueño del alcalde. Y con esta idea, casi quijotesca, regresa a Madrid. Convoca a la prensa y comunica al mundo el proyecto, que no duda en liderar. Todos los periódicos y radios se hacen eco de la noticia con este titular: “Los países latinoamericanos auspiciarán la reconstrucción de los molinos de Don Quijote”, con el siguiente subtítulo: “La iniciativa presentada en ese sentido por el escritor y Cónsul de Chile en Madrid, Carlos Sander, recibe la más amplia acogida”. Poco después
es sustituido en sus funciones en el Consulado y partía hacia Chile.
Recién llegado a su país no tarda en ponerse a trabajar.
Decía que: “A pesar de ser poeta, soy realista y ejecutivo y creo en la perogrullada de que el movimiento se prueba andando”. Estaba seguro que Chile y América recibirían con entusiasmo su idea; cree que “todo americano tiene adentro un Quijote y un Alonso Quijano”, al menos él si lo tenía. Habla con la dirección de Radio Sociedad Nacional de Minería y les convence de su proyecto, comenzando la emisión de un programa, que dirigía él mismo, con el título “Campaña por los molinos del Quijote”. Carlos Sander recordaba tiempo después como “poco a poco la débil llama se convirtió en fuego y el fuego en gran incendio benéfico… Pero mucho cuesta conseguir dinero para este tipo de obras y sólo los de alma quijotesca podían colaborar. La primera donación recibida fue de la Corporación de Ventas de Salitre y Yodo”, donando treinta mil pesetas, ¡la quinta parte de lo que se necesitaba!
Esas treinta mil pesetas se enviaron al Consulado de Chile en Madrid para que se entregaran en Campo de Criptana, y formaran parte del acto solemne de la colocación de la primera piedra del molino de viento de Chile, que tendría el nombre de “Quimera”, como su original del siglo XVI. El acto tuvo lugar con la presencia del embajador de Chile, que hacía entrega del dinero al emocionado alcalde. El acta depositada debajo de la primera piedra del molino decía: “En la Villa de Campo de Criptana, a veintinueve de noviembre de 1959, el Excelentísimo señor Embajador de Chile, con el señor alcalde de esta villa, don José González Lara, proceden a colocar la primera piedra en el molino de viento que dicha república construye, restaurando uno de
aquellos “treinta o poco más” que Cervantes cita en su libro inmortal y que fueron los que en desigual y famosa batalla contendieron con el Caballero del Ideal”.
El dinero siguió recaudándose, principalmente en la ciudad de Santiago de Chile, hasta conseguir que un año después, el 4 de diciembre de 1960, el molino “Quimera” estuviese terminado y se inauguraba en un acto cargado de emotividad, en el que estuvieron presentes todos los embajadores de Hispanoamérica en la Sierra de La Paz.
Carlos Sander vivió este momento desde su casa de Santiago de Chile, donde el verano austral contrastaba con el frío invierno manchego. Su sueño, y el del alcalde criptanense, se había cumplido.
El poeta manchego José Ochando García, contemplando en Campo de Criptana como renacía el viejo molino “Quimera” casi de sus mismas cenizas, escribe un poema lleno de agradecimiento a Chile, con el título “Molino de Don Quijote”. Así termina:
¡Viejo Arauco, nuevo Chile, antigua savia, sangre nuestra, nuestra entraña! déjame que te abrace: ¡Soy España!
Después fue Argentina, quien reconstruyó el molino “Pilón”, Costa Rica el “Cariari”, Perú el “Inca Garcilaso”. El proyecto de Carlos Sander no acababa con volver a ver los molinos como los vio Cervantes: “Mi proyecto es mucho más ambicioso que la mera construcción de molinos. Yo pretendo que el Estado español trace lo que se dará en llamar la “Ruta del Quijote” a través de todos los pueblos cervantinos, construyendo paradores y hoteles, lo cual será una fuente fabulosa de ingresos. Además, hay que conseguir
que la UNESCO levante en Campo de Criptana un gran monumento al Quijote. Y, asimismo, se pretende construir un “Auditórium”, en torno a los molinos, para conferencias y actos culturales cervantinos”.
Hoy es domingo, 10 de marzo, amanece en la Mancha un día soleado, sin nubes, frío, aunque a mediodía llegaremos a superar los veinte grados. Quiero hacer el mismo camino que hizo Carlos Sander hace sesenta años, dejar atrás Alcázar de San Juan, mi ciudad, y subir a la Sierra de La Paz, de Campo de Criptana. Sé que no voy a ver ese gran monumento levantado por la UNESCO, ni ese auditorio en torno a los molinos. Aquí, aparte de González Lara, el poeta alcalde de Campo de Criptana, no quedó nadie que creyera y siguiera su proyecto, ¡qué lástima! Lo de la “Ruta del Quijote”, todo quedó en un disparate, de diseño y de presupuesto, creado para las fiestas del cuarto centenario de la publicación de la Primera Parte del Quijote, en 2005, que hoy está en el olvido, y una nueva “Ruta” organizada por la actual Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, falta de ingenio y seriedad literaria. Como siempre, subo a la Sierra de La Paz por un camino en el que se revive la misma imagen real que un día vio Cervantes, he hizo ver en la ficción a don Quijote, apareciendo ante mí los gigantes de Campo de Criptana. Dejando las últimas casas por el camino que lleva a la ermita del Cristo de Villajos, me encamino hacia ellos. Paso junto a restos de molinos que siguen esperando, sesenta años después, que venga otro Carlos Sander, o que Campo de Criptana tenga otro alcalde con la sensibilidad de aquel poeta, José González Lara, y vuelvan a tener vida. Junto a ellos, dentro de sus entrañas, el silencio manchego es aún más profundo. Al abrigo de sus gruesos y desven-
cijados muros hay una extraña sensación. Son gigantes vencidos, no por don Quijote, sino por la desidia de tantos gobernantes que no han sabido apreciar el legado que nos hizo Cervantes. Lejos quedan los crujidos de las maderas cuando el viento movía sus aspas vestidas con las velas, el polvo y el olor a harina que lo inundaba todo, los costales de grano con las iniciales del labrador preparados para transformarse en harina, junto a las medidas de madera con las que los molineros cobraban su trabajo, la “maquila”, en harina y que tantas discusiones acaloradas daban entre molinero y labrador, que transcendían varios cientos de metros alrededor.
En la Oficina de Turismo, que se encuentra en uno de los molinos, pregunto si puedo ver en el interior del molino “Quimera” el museo de Chile. Las dos personas que me atienden se miran extrañadas. Una de ellas me dice que en el interior del molino no hay ningún museo sino una exposición de imágenes de Semana Santa, y que no saben cuándo el responsable lo abrirá, pues no depende de ellos. Ante mi insistencia, me dicen que no saben nada del material museístico que Chile dejó depositado en el molino.
Algo contrariado me voy a la puerta del “Quimera”. Llevo en mi mochila, además de mi Quijote, un libro en prosa del poeta Carlos Sander, con un dibujo en la portada de Gregorio Prieto: “En busca del Quijote”. Lo compré, de segunda mano, a un librero de Santiago de Chile, en 2013, en unos de mis primeros viajes al país austral. Leo un rato el viejo libro que en 1967 publicó sobre su peregrinación en busca del espíritu de don Quijote en la Mancha, y subrayo en su página 295: “Quien recorre la Mancha deberá creer en hadas, en fantasmas, en Caballeros Andantes y en bellas Dulcineas”. Sin duda alguna, él creía que en cualquier
camino, lugar o paraje de la Mancha se iba a encontrar con esas hadas, sueños e ideales caballerescos, como yo también aseguro que están, solo hay que venir a buscarlos con un Quijote en la mochila, sin prisas, a horcajadas sobre el lento Rocinante.
Esta villa molinera agradeció a Carlos Sander su proyecto y puso su nombre a una calle, muy cercana a estos “gigantes”, pero casi nadie en Campo de Criptana sabe quién fue este gran poeta chileno e impulsor, junto al alcalde, de que esta imagen que hoy vemos en su sierra sea posible. El año próximo de 2020 bien podría recordarse en esta villa molinera el sesenta aniversario de la inauguración del molino chileno “El Quimera”, y la figura de Carlos Sander. Tiempo para que el ayuntamiento criptanense se ponga manos a la obra. No sé qué habrá sido del material museístico que la Universidad de Chile preparó para su exposición en este molino, pero que volviese a estar en él, aunque fuese temporalmente, sería el mayor homenaje que a Carlos Sander, y a Chile, se le podría hacer.
Desde aquí, sentado en el “Quimera”, su sueño, su quimera, mi recuerdo para Carlos Sander Álvarez, “El Quijote de Don Quijote”, como lo definió, en 1961, Leandro de la Vega. Yo, simplemente lo defino como un loco muy cuerdo. ¡Ojalá hubiera en estos tiempos locos tan cuerdos como Sander!
26.-
V.·.
H.·. Miguel José Santa María
En la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5 aparece con el N° 13 en el Registro sin más datos que el indicar que era comerciante.
En su obra el V.·. H.·. Sepúlveda Rondanelli señala que en el cuadro activo de los miembros de la Resp. Logia “Unión Fraternal” N° 1 de Valparaíso, se consignan los siguientes antecedentes: era comerciante u hombre de negocios, nacido en Chile en la Isla de Juan Fernández el 29 de septiembre de 1814. Se inició el 15 de junio de 1854 y fue exaltado a Maestro el 21 de octubre de ese mismo año.
Se afilió a la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5 el 21 de noviembre de 1864. Firmó el Reglamento de la Logia en su calidad de 2° Vigilante y se desempeñó también como 1er. Vigilante en 1866.
27.- V.·. H.·. Olegario Silva
Médico y se inició en Copiapó en la Resp. Logia “Orden y Libertad” N° 3 el 25 de febrero de 1865 y en esa misma Logia fue ascendido a Compañero y Exaltado al grado de Maestro. Fue el sexto médico cirujano que ingresó al Taller de la capital de Atacama. Fue V.·. M.·. de “Justicia y Libertad” en el periodo 1876-1877.
28.- V.·. H.·. José Ignacio Vergara Urzúa
Era astrónomo y estadista nacido en Talca el 31 de julio de 1837. En su ciudad natal hizo sus primeros estudios los que prosiguió en Santiago, hasta obtener su título de ingeniero geógrafo en 1863. En la Escuela Normal de Preceptores fue profesor de matemáticas durante los años 1858 a 1865 y en la Universidad de Chile desempeño las cátedras de astronomía y geodesia, de mecánica y de cálculo diferencial e integral.
Fue director del Observatorio Astronómico de Santiago, 1865 y director en propiedad en 1874; presidente de la Sociedad de Instrucción Primaria; fundador de la Escuela Italia. Fue autor de muchos trabajos científicos relacionados especialmente con astronomía.
En el año 1875 fue intendente de Talca hasta 1881; Ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública, 8 de junio de 1883; Ministro subrogante de Guerra y Marina, 18 de enero de 1884 y 13 de febrero de 1885; Ministro del Interior, 22 de octubre de 1885.
Fue diputado por Talca, miembro de la Comisión Permanente de Educación y Beneficencia y en el periodo 1885-1891, fue electo senador propietario por Bío-Bío; pre-
sidente del Senado, 14 de octubre de 1887; vicepresidente del Senado, 4 de junio de 1888; senador reemplazante en la Comisión Permanente de Gobierno y Relaciones Exteriores y en la de Hacienda e Industria; miembro de la Comisión Permanente de Gobierno y Relaciones Exteriores.
Fue uno de los fundadores de la Oficina Central de Meteorología y por las observaciones que practicó obtuvo una medalla en el Congreso Geográfico de Viena, en 1873. Por los trabajos que publicó, el gobierno francés lo condecoró.
Ingresó a la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5 el 30 de diciembre de 1865. Fue ascendido al grado de Compañero el 23 de abril de 1866 y exaltado al grado de Maestro el 31 de mayo de 1867.
A fines de 1869 junto con otros nueve hermanos Maestros fundaron en Santiago una nueva Logia, que fue la segunda creada en la capital, cual es, la Resp. Logia “Deber y Constancia” N° 7.
El V.·. H.·. José Ignacio Vergara fue elegido Venerable Maestro de la primera oficialidad el 14 de noviembre de 1869 y reelegido el 10 de diciembre de 1872.
Falleció en Santiago en la noche del 9 de mayo de 1889. Sus funerales fueron imponentes. Se erigió una capilla ardiente en el salón de honor de la Universidad de Chile, de la que fue su Rector; su féretro fue conducido a pie hasta el cementerio seguido de los alumnos del Instituto Nacional y de la Universidad y de los profesores de ambos establecimientos, de numerosos parlamentarios, masones y amigos, entre ellos, el Presidente de la República Balmaceda.
29.- V.·. H.·. Pedro Nolasco Videla Hidalgo
El V.·. H.·. Videla nació en La Serena en 1830. Estudió en el Instituto Nacional y juró como abogado el 21 de abril de 1855. Se dedicó a las actividades empresarial-industriales. Militó en el Partido Radical.
Fue ministro Plenipotenciario de Chile en Bolivia; protestó por el impuesto del salitre en Antofagasta en 1879, ante el gobierno de Bolivia, antecedente que luego desató la guerra del Pacífico.
Fue electo diputado suplente por Coquimbo, período 1870-1873; se incorporó en propiedad, en reemplazo de don
Jerónimo Urmeneta García, que, electo también diputado propietario por Quillota, optó por esta representación. Participó en el Congreso Constituyente de 1870, cuyo objetivo fue reformas a la Carta Fundamental de 1833.
Reelecto diputado propietario por Coquimbo, período 1876-1879; integró la Comisión Permanente de Guerra y Marina. Miembro de la Comisión Conservadora para el receso 1879-1880.
Electo nuevamente diputado propietario, pero por La Serena, período 1879-1882; integró la Comisión Permanente de Elecciones y Calificadora de Peticiones. Nuevamente electo diputado propietario por La Serena, período 1882-1885; integró la Comisión Permanente de Elecciones, Calificadora de Poderes.
Nombrado Ministro Plenipotenciario en Bolivia, le correspondió la delicada misión de protestar en La Paz, por el impuesto del salitre con que el Gobierno de ese país pretendía gravar el salitre de Antofagasta.
De él Arteaga Alemparte dijo: “Su espíritu es práctico y su inteligencia clara. Ya ha dado de ello muestras dejando
oír su voz en cuestiones especiales. El señor Videla no es un orador, pero expone con claridad, argumenta con lógica y posee una notable facilidad de dicción. Tal se dejó apreciar, en 1870, en el debate sobre el impuesto que grava la exportación de los cobres”. 22
Fue presentado a la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5 por el hermano Jorge Délano, Secretario del Taller, el 18 de mayo de 1865, siendo iniciado el 12 de junio, recibiendo en su Madre Logia sus tres grados simbólicos y fue su V.·. M.·. en el periodo 1875-1876. Falleció en Santiago, Chile, en 1883.
22 ARTEAGA, Alemparte Justo y Domingo, “Los Constituyentes Chilenos de 1870”, página 462, Imprenta de la Libertad, Santiago, 1870
30.- V.·. H.·. Domingo Villalobos Bobadilla
El V.·. H.·. Domingo Villalobos, escritor y maestro linarense, nace el 4 de agosto de 1865 y cursa sus estudios en la Escuela Normal de Santiago, recibiendo su título de normalista en 1885. El mismo año fue designado Director de una escuela primaria en San Carlos. En 1889 es nombrado Inspector en la Escuela Normal donde realizara sus estudios y profesor en el Instituto Nacional.
Más tarde, ocupó el cargo de Director del Primer Museo
Pedagógico y Subdirector de la Escuela Normal. Dirigió diversas publicaciones como la “Revista de Instrucción Primaria” y “El Educador”. Sus libros, de carácter pedagógico revelan amor por la docencia y un claro sentido nacional.
El 23 de abril de 1907, el V.·. H.·. Domingo Villalobos
Bobadilla recibió su grado de Maestro Masón en la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5.
Fue Diputado de la Resp. Logia “Unión y Cultura” de Antofagasta y Vigilante de nuestra Logia. En la Gran Logia fue colaborador en trabajos de importancia y los conocimientos masónicos que poseía más de una vez contribuyeron a la acertada resolución de serias cuestiones.
La Revista “La Verdad” dijo: “La Logia Justicia y Libertad ha perdido, con el fallecimiento del hermano Domingo
Villalobos B., a uno de los convencidos, a uno de los tenaces, a uno de los mejores.
Desde el día en que llegó a nuestra Institución, hubimos de verle estudioso y reflexivo. Sin estallidos, sin convulsiones ni vehemencias, se consagró con firme decisión de ánimo al estudio y a la práctica de las doctrinas masónicas. Asistió con puntualidad a los trabajos de su Taller para obtener pronta y sólida educación y se sujetó a nuestras disciplinas con sanidad de intenciones. Y fue así, porque vino a la Masonería en busca de otro campo para dar vuelo a sus propósitos de progreso y de bondad.
El que era maestro ejemplar en las aulas escolares fue, pues, discípulo distinguido en las columnas de su Logia, para convertirse pronto y en virtud de sus solos méritos en maestro masón de verdad.
Penetrado ya de las precisas tendencias de nuestra Orden, el hermano Villalobos sugirió con frecuencia en su Taller Justicia y Libertad obras de beneficencia y de enseñanza que se realizaron en el mundo profano con provecho y para consuelo de muchos que había menester de pan y de libros.
En los trabajos internos de la Logia, siempre se pudo encontrar en el hermano Villalobos al servidor abnegado que no escatimaba tiempo ni dinero, voluntad ni luces. No tenía arrebatos febriles que traen luego languideces y extenuaciones, sino que era el obrero perseverante; puesto una vez a la tarea, no volvía al descanso mientras no llegaba al término. Su labor regular y sostenida siempre, resultaba duradera. Es que era un masón que había penetrado a conciencia las normas de conducta que inspira la Masonería a quienes de buena fe la estudian y con honradez la practican. No es de extrañar que hermano tan discreto como laborioso, pronto fuese designado para ocupar puestos de
dirección entre los suyos. Así, la enfermedad que le llevó a la tumba privó a la Logia Justicia y Libertad de su segundo Vigilante, puesto a que llegó después de haber desempeñado muchos otros de menor categoría.
Desde el año anterior formaba parte de la Gran Logia de Chile, como Diputado de la Logia Unión y Cultura, de Antofagasta, y después en su carácter de Vigilante de la Logia Núm. 5· En la Gran Logia fue colaborador en trabajos de importancia, y los conocimientos masónicos que poseía más de una vez contribuyeron a la acertada resolución de serias cuestiones.
En cosa de cinco años que formó en las filas de la Masonería, llegó a figurar el hermano Villalobos entre los maestros más activos; y si la muerte no le arrebata en edad temprana, habría sido de cierto uno de los masones que hubiese escrito página más nutrida de acciones perdurables. Si el magisterio nacional perdió a una de sus personalidades de mérito, si los niños desvalidos no contarán ya con uno de sus benefactores más honrados y bondadosos, la Masonería de Chile también ha perdido con el hermano Domingo Villalobos a uno de los hombres que eran garantía de acierto en toda empresa en que tomaba parte, que era mentor sensato de ideas hacederas y benéficas, que encarnaba principios de orden y progreso en la Institución, que significaba tolerancia, justicia, caridad y estudio en los Talleres.
Al cerrar la página que en el libro de matrícula escribiera ese buen hermano, la Logia que le contó entre los suyos podrá estampar: murió el 7 de octubre de 1909, después de haber sido luz y acción”. 23
Nuestro Hermano fundó las Colonias Escolares que llevan su nombre y a las cuales nos referiremos en párrafo aparte.
23 “La Verdad”, Santiago, 15/10/1909, p. 5
31.- V.·. H.·. Arturo Villarroel Garezón
Nació en octubre de 1839, a bordo de la goleta La Chilena, cuando su padre, don Emiliano Villarroel, industrial maderero y su madre doña Catalina Garezón, irlandesa asentada en Estados Unidos, navegaban, por razones de trabajo, en los mares de Chiloé o tal vez provenían desde Estados Unidos.
Conoce las primeras letras en una escuela de Valparaíso y, niño aún, en 1851, ingresa a un Colegio Superior en Lima (Perú) ciudad donde conoce a Francisco Bilbao, con quién inicia una larga amistad.
En 1852, estando de vacaciones en el Callao, pide le admitan en un barco que lleva una expedición guerrera a Ecuador. A bordo de este barco, una bomba explota en cubierta y le destroza dos dedos de su mano derecha. Ya recuperado de su condición, se dirige a Guayaquil donde combate en el bando del general ecuatoriano don Juan José Flores.
Luego se dedica al comercio. Desempeñándose en esta actividad, tiene conocimiento que un velero de tres palos se dirigirá desde el Perú al Oriente, y sin pensarlo dos veces, se embarca en él, recorriendo toda la China. Más
tarde va a California, Australia, Nueva York. En fin, recorre toda América y Europa.
Estando en México enferma de fiebre amarilla. En Tucumán se convierte en arreador de ganado y minero.
Cuenta don Mariano Cristi en su publicación Lectura Patriótica, editada en 1887, que, estando Villarroel en Nueva York presenció cómo se declaraba un incendio en lo alto de un edificio. El fuego avanza amenazando abrazarlo todo. De pronto, en una ventana de los pisos superiores apareció, pidiendo socorro, una mujer con dos niños en sus brazos. Los curiosos allí congregados, pese a su desesperación, miraban impotentes ese desgarrador cuadro, sin atreverse a tomar ninguna determinación. En ese instante, Villarroel pide un trozo de género, lo empapa en agua y con él se envuelve el pelo, e ingresa resueltamente al edificio, llevando consigo en su mano otro pedazo de trapo saturado en agua. Transcurrieron algunos minutos cuando los curiosos comenzaban a temer lo peor, en medio de un grito de asombro, aparece el valiente e intrépido joven conduciendo, sana y salva, a la mujer y sus dos hijos.
Palabras de júbilo premian el coraje del salvador, el que, en breve minutos, desaparece silenciosamente entre la multitud. ¿Quién era?, nadie lo sabía. Sólo tres días más tarde, la prensa identifica al héroe, informando a grandes titulares que se trata de un chileno, llamado Arturo Villarroel Garezón.
Después de doce años, en 1861, regresa a su Patria, dejando, en todas las latitudes, grandes amigos, de todos los niveles sociales. Mantiene correspondencia con ministros, diplomáticos, magistrados, generales, inventores, escritores, industriales, etc. Organiza e impulsa obras de beneficencia y Sociedades Cívicas.
El 8 de diciembre de 1863, siendo testigo del pavoroso incendio del Templo de la Compañía, actúa valerosamente, desafiando las llamas y prestando heroico auxilio, salvando varias vidas.
Días más tarde, impulsado por su generoso espíritu, es uno de los primeros en acudir al llamado que don José Luis Claro hace, en el diario El Ferrocarril, el día 11 del mismo mes.
El Cuerpo de Bomberos de Santiago lo contó entre sus fundadores. Ingresa a la Compañía Guardia de Propiedad porque consideró que la labor a la cual estaba destinada esta Unidad se adaptaba a su temperamento. Queda registrado bajo el N° 21. Convertido en entusiasta colaborador, en 1868 y 1869, sirve el cargo de Tesorero.
El 8 de diciembre de 1870, siendo Teniente Segundo, junto al Teniente Tercero, QH Germán Tenderini y Vacca, son los primeros en acudir a combatir el voraz incendio que destruía el Teatro Municipal, y en compañía del funcionario QH Santos Quintanilla, se internan hasta el escenario, foco del fuego, procediendo a cortar el gas, desunir cables, proteger los telones, etc. Pero ya semiafixiados por el espeso humo y los gases tóxicos de las pinturas, sólo él, inconsciente puede alcanzar la salida. Tenderini y Quintanilla caen en la acción, pasando a inscribir sus nombres en el libro de oro de la eternidad.
Al día siguiente, al hacerse cargo de la Guardia Semanal de Cuartel, escribe, en el Libro de Novedades una viva y elocuente descripción de las circunstancias en que Tenderini caminó hacia la Gloria.
Por su rectitud, y honorabilidad sin tacha, llegó a ser director de un valiente diario llamado La Ley.
Cansado y enfermo, su espíritu ágil y emprendedor abandona su cuerpo y muere pobre el 30 de mayo de 1907. En el Libro de Guardia de la Sexta Compañía se anota lo siguiente:
Jueves 30 de mayo de 1907, a las dos de la madrugada fallece, después de una penosa y larga enfermedad, sobrellevada con paciente energía y resignación, el Voluntario Fundador y Honorario de la Compañía, el abnegado patriota y entusiasta colaborador don Arturo Villarroel Garezón.
Al tenerse noticia de tan lamentable desgracia, el Capitán y el Ayudante de la Compañía se trasladaron al domicilio del extinto a fin de darles las sentidas condolencias a nombre de la Sexta. Inmediatamente se citó a reunión extraordinaria para esta noche a las 20:30 horas, al que estuvo presidida por el Director don Arturo Claro Correa, quien, en sentidas frases, hizo justiciero elogio de las grandes virtudes cívicas y privadas de nuestro distinguido compañero. Después de un cambio de ideas, se tomaron los siguientes acuerdos.
El viernes 31 de mayo a las 19:30 horas sus restos son trasladados desde su domicilio hasta el Cuartel General, donde se levantó la capilla ardiente en el Salón de Sesiones del Directorio.
En el camposanto hace uso de la palabra el joven voluntario don Héctor Arancibia Laso, quien dice:
“Ese murmullo triste y monótono que parece venir presuroso de las copas de los cipreses que adornan esta casa de los muertos, es el tañido lúgubre de la campana del dolor que nos llama hoy al borde de la tumba.
Es el sonido melancólico de esa campana que hace reunirnos aquí tan a menudo a derramar la última lágrima,
a decir el último adiós al compañero que abandona nuestras filas para no volver jamás.
Siempre es triste, señores, para los que quedan venir aquí a despedir a los que se van, pero hay veces en que el dolor agobia, el pesar es tan inmenso que la idea abandona la mente y la palabra enmudece los labios”.
El V.·. H.·. Villarroel, proveniente de la Resp. Logia “Progreso” N° 4 de Valparaíso, era profesor, afiliándose a la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5 el 21 de noviembre de 1865, declarándose racionalista cuando firmó los registros del Taller.
En la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5 ocupó el cargo de Orador el año 1891 y se le designó Miembro Honorario cuatro años después.
32.- V.·. H.·. Germán Tenderini y Vacca
Nació en Carrara, Italia y se radicó joven en Santiago donde murió trágicamente en 1870. Su región natal lo inclinó a la industria de los mármoles.
Promovió la fundación de sociedades de obreros y de escuelas talleres para niños desvalidos que aprendieron a trabajar en obra de marmolería.
Ingresó al Cuerpo de Bomberos de Santiago y como lo expresa Encina “el 8 de diciembre de 1870, en el incendio del Teatro Municipal, caía German Tenderini, la primera víctima del deber que se habían impuesto generosamente los voluntarios”. Pertenecía a la 6ª Compañía de Bomberos. Fue consumido por las llamas y sus restos calcinados fueron objeto de funerales pocas veces vistos. En amplia romería formaron todas las Compañías de Santiago y Valparaíso; delegaciones del Club de la Reforma; de la Unión de Artesanos, del Club Obrero, de la Municipalidad y autoridades de Gobierno.
La Masonería santiaguina, por primera vez, con las insignias y símbolos del caso, atravesaba las calles de la ciudad tras los restos del hermano mártir.
El Q.·. H.·. Germán Tenderini figura inscrito en la página 88 del libro de vida de la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5. Recibió su primer grado en Chile el 11 de mayo de 1868 en Tenida presidida por el V.·. M.·. Ángel Custodio Gallo. Al grado de Maestro fue exaltado el 30 de abril de 1869.
Sobre el incendio referido y la muerte del V.·. H.·. Germán Tenderini, el V.·. H.·. Benjamín Oviedo relata: “Otro de los acontecimientos que causaron dolorosa y profunda impresión no sólo en el corazón de los masones sino en el de toda la sociedad de Santiago, fue la trágica muerte de Germán Tenderini, figura simpática y espíritu abnegado, hermano masón de la Logia “Justicia y Libertad N° 5 y miembro del Cuerpo de Bomberos de Santiago. Murió cumpliendo con su deber, devorado por las llamas del colosal incendio que en cortos instantes redujo a un montón de cenizas el edificio del Teatro Municipal de Santiago, en la noche del 8 de diciembre de 1870.
Apenas declarado el incendio, los primeros en llegar al sitio del suceso fueron Germán Tenderini, Arturo Villarroel y Santos Quintanilla. Los tres se encontraban en el local de las Logias santiaguinas, situado en el costado N. O. de la plaza del Teatro. Los tres eran miembros de la Logia 5
y tenían el tercer grado masónico. Tenderini y Villarroel eran de la 6ª Compañía de Bomberos. Quintanilla, empleado del teatro.
En la jornada, cayeron Tenderini y Quintanilla. Mucho trabajo diéronse los amigos para encontrar sus restos. De Tenderini sólo se hallaron algunos huesos y objetos que habían escapado como maravillosamente a la acción del fuego. Esto sucedió el 10 de diciembre, hacia el mediodía. Reconocidos sus restos, fueron objeto de funerales como pocas veces los haya contemplado la capital, por lo conmovedores.
El 12 de diciembre, a las seis de la tarde, atravesaba el cortejo fúnebre las calles de Santiago. Formaban parte de la comitiva todas las Compañías de Bomberos de Santiago y Valparaíso, con sus directorios; comisiones del Club de la Reforma, de la unión de Artesanos, del Club de Obreros; todo el Municipio, presidido por el Intendente de la Provincia; el Gobierno se hizo representar por algunos de los Ministros de Estado.
La Masonería santiaguina, por primera vez, atravesó en cuerpo, con las insignias y símbolos del caso, las calles de la capital de la República. Iba rindiendo público testimonio de justicia a la abnegación de un hermano, mártir en servicio de la humanidad. Todas las clases sociales acompañaban en crecido número y con ánimo apenado el cortejo al Cementerio. Hubo allí los discursos de estilo. De una circunstancia se hizo un recuerdo. Tenderini había sido amigo cordial de Juan Parodi, otra víctima del cumplimiento del deber, caída en el incendio que el año anterior había consumido el Club de la Unión. Parodi era hermano compañero de la Logia “Justicia y Libertad”.
Fue justo, en el momento del homenaje, recordar a los dos amigos que tuvieron igual y gloriosa muerte”.
Y agrega el V.·. H.·. Oviedo:
“Pocos días después de los funerales, la Logia “Justicia y Libertad” N° 5 honró la memoria de esos dos hermanos arrebatados a sus columnas, por medio de una imponente Tenida Fúnebre. El hermano Eduardo de la Barra, Orador de la Logia, pronunció esa noche, en homenaje a los hermanos muertos uno de los más bellos discursos que salieron de su pluma privilegiada. Dicho discurso, inédito hasta hoy, es el siguiente:
“La Masonería, hermosa Niobe, lamenta sin cesar la muerte de sus hijos, y ha llegado el momento en que nosotros nos reunamos para rendir homenaje a nuestros muertos. Truncada está la Columna; rota la cadena de unión y vacíos los asientos que ocuparon nuestros hermanos en los templos de la caridad, en los altares del progreso. Pero ellos viven en nuestros corazones, pebeteros ardientes, de donde nace y se difunde el incienso de los recuerdos.
“Avivemos una vez más esos recuerdos y escuchemos sus íntimas y lejanas armonías. “Tenderini y Quintanilla, nombres queridos, nos dicen ¡Adiós! A un tiempo desde el dintel de las eternas despedidas; y ambos, verdaderos mártires del deber desaparecen en la misma oleada de fuego.
¡Sean eternos en nuestra memoria!
“Nosotros que no reconocemos rango ni fortuna, nosotros que levantamos altares a las virtudes, sabemos honrar el mérito.
“¿Qué eran ellos, los modestos obreros, ante los grandes de la tierra?
“¡Qué eran ellos ante el mundo profano, que mide con caprichosa medida y pesa con falso peso! Nada, o casi nada, porque tomaron asiento en los más humildes escalones de las consideraciones sociales. Pero muy diversa es nuestra medida; para nosotros tenían toda la grandeza de hombre justo, honrado y libre. Fueron mucho entre nosotros, que habíamos puesto la mano sobre su corazón, y allí habíamos encontrado las ejecutorías de la verdadera y única nobleza.
“Aún nos mira y nos sonríe el bondadoso Quintanilla. “¡Quién, al entrar a esta casa, no imagina a veces que le ve y que va a estrechar su mano! ¡Piadosa ilusión, hija de nuestro cariño y de nuestro dolor!
“Y ¿qué deciros que vosotros no sepáis del querido cuanto llorado Tenderini?
“Cuando la voz de alarma del 8 de diciembre lo llevó al puesto del deber, ¿sabéis en qué se ocupaba? ¡Se ocupaba en arbitrar medios para redimir al huérfano del abandono y la miseria! ¡Proyectaba poblar sus talleres de niños desamparados, para formarlos en la honradez y el trabajo y sacar de ellos hombres útiles a la familia y a la patria y a la humanidad!
“¿Sabéis cuáles fueron sus últimas palabras cuando ya el humo formaba su mortaja y cuando el abismo de fuego le llamaba?
“La última aspiración del patriota y del corazón humanitario resonó en su grito de muerte “¡Viva Italia”! “¡Viva la República Universal!” dijo y ya no se le vio más. “¡Qué hombres hemos perdido!
“¡Benditos sean ellos, hombres puros y generosos! “¡Benditos, mil veces, los mártires del deber! “Hermanos, avivemos el recuerdo.
“Venerable Maestro, ordenad que se enciendan de nuevo los pebeteros perfumados en honor de los hermanos que ya no son.
“Y vosotros, ¡hermanos míos, que habéis abierto la puerta de las transformaciones, hermanos míos, que habéis vuelto a la circulación universal, vivid la vida nueva en el ave y en la flor!
“Vuestra memoria es también a la inmortal que se agita en nuestros corazones; vuestras virtudes son perfumes que no han muerto.
“En nombre de los hombres honrados, yo os declaro dignos del galardón.
“En nombre de la fraternidad humana, yo os bendigo”.
33.- VH Luis Téllez Mellado
VM 2003-2005
Por último, estimo que no solamente debemos mencionar a Hermanos que ya no están físicamente con nosotros, sino que, a muchos más con quienes tenemos la dicha de compartir.
Y como no podemos referirnos a todos, he elegido a un grande de “Justicia y Libertad”: nuestro VH Luis Téllez Mellado, ejemplo de masón, contador auditor, Magíster en Contabilidad y Auditoría, Estadísticas de Finanzas Públicas en el Fondo Monetario Internacional, Presupuesto y Control, Instituto de Estudios Fiscales, Madrid España.
Nuestro Venerable Hermano es autor, entre otros, de los siguientes libros: “Normas Internacionales de Contabilidad (NICSP) del Sector Público. Experiencia Chilena”. (2009); “Normativa del Sistema de Contabilidad General de la Nación. Santiago de Chile: Contraloría General de La República de Chile”. (2010); “Normas Internacionales de Contabilidad del Sector Público, NICSP”; “Normas Internacionales de Contabilidad del Sector Público: Convergencia e Impacto en Chile. Santiago de Chile: Prensa Austral”, (2013) y “Hacia la integración humana”.
El VH Luis Téllez recibió la luz masónica en la Resp. Logia “Avance Victoria” N° 97 del Valle de Buin el 5 de septiembre de 1971, afiliándose en junio de 1982 a “Justicia y Libertad”, habiendo sido el primero entre sus iguales entre los años 2003 y 2005 y efectuando progresos en su trayectoria masónica que coronan su calidad y su esfuerzo. Cuando se presentó el último libro citado, el VH Luis Téllez Mellado dijo: “yo por mi formación profesional (académico) siempre escuchaba hablar de integración, pero con apellido y resulta que hablar de la integración humana se da tarde mal y nunca”. Y agregó que la Universidad “es el mejor lugar para poder divulgar filosofía de esta naturaleza por el alcance de laicidad que tiene la casa de estudios en todos sus ámbitos donde el libre examen está por sobre todas las cosas”.
En la presentación del libro “Hacia la integración humana”, el VH Sebastián Jans Pérez, actual Gran Maestro, entre otros conceptos, señaló: “No puedo dejar de considerar que su estilo y sus convicciones profundas sobre la libertad de espíritu, a veces produce desconcierto en algunos de nuestros amigos, pero para muchos de nosotros es un bien que es inherente a Luis Téllez, como manifestación de sus certezas y su temperamento, y por lo mismo son un tributo a la sapiencia que le ha dado una vida de experiencias y reflexiones”.
Y añadió: “No deja de ser necesario un libro que escape a las condiciones de la decepcionante condición incierta que nos toca vivir. Decepcionante por cierto para quienes sentimos en la piel los tráfagos del hombre histórico de nuestro tiempo, para quienes creemos que el hombre tiene solo una oportunidad de vivir, y que cualquier otra posibilidad
está en ámbitos que nos son desconocidos y que están fuera de nuestra verdadera comprensión intelectiva, es decir, fuera de procesos verdaderamente inteligibles, al margen de experiencias que nos permitan otear otra oportunidad de vivir y corregir tal vez todo lo que ahora debemos resolver… No es posible reflexionar sobre lo humano, sin mensurar aquella fragilidad sustancial que lo hace propiamente humano. Un ser finito que tiene solo una oportunidad para precisamente ser”.
Y el VH Luis Téllez en su libro dice: “la integración humana, como disciplina social, corresponde a una preocupación mayor del espíritu humano por conocer, comprender y erigir las bases de una cultura integrada, solidaria y responsable, que impregnada de humanidad permita a cada individuo un crecimiento más digno dentro de la realidad circundante, que le garantice un progreso singular con un desarrollo social sustentado en relaciones de confianza que agreguen valor a los nobles impulsos de quienes trabajan por cristalizar una vida más justa e inclusiva, que erradique toda forma de trato discriminatorio y perjudicial generado por motivos de raza, sexo, religión, política o riqueza, por constituirse en actos arbitrarios que afecten las condiciones de calidad de un colectivo mundial que está enfermo, carente de valores morales suficientes como consecuencia de un proceso despótico y deliberado de deshumanización”.
CAPÍTULO VII
FRUCTÍFERA LABOR MASÓNICA Y PROFANA DE LA RESP. LOGIA “JUSTICIA Y LIBERTAD” N° 5
Desde su nacimiento, la Logia “Justicia y Libertad”
N° 5, mediante la obra de sus Hermanos, ha descollado en los ámbitos masónico y profano, teniendo participación en numerosas acciones en aras del engrandecimiento de la Orden y la aplicación de sus Principios en la sociedad.
A.- Ámbito Masónico
Si nos referimos al ámbito masónico, la Logia no solamente es la más antigua del país, sino que, ha contribuido al engrandecimiento de la Masonería chilena mediante el desinteresado aporte de sus Hermanos, ya sea fundando Logias o participando en los más variados aspectos de la Orden.
La decidida acción de los Hermanos del Taller ha permitido, además, y no es exagerado, la supervivencia de la Gran Logia de Chile cuando ésta ha sufrido los avatares de todo organismo.
A título ejemplar, nos referiremos a algunos hechos puntuales en que los Hermanos de la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5 han tenido destacada actuación.
1.- Fundación de la Resp. Logia “Deber y Constancia”
N° 7 de Santiago
El 14 de noviembre de 1869, narra el V.·. H.·. Sepúlveda Chavarría, diez Maestros de la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5, echaron sus bases “constituyendo una de las primeras y más recias muestras de vitalidad de la Logia N° 5, que ya
había jugado un brillante papel en el historial masónico”. Los fundadores de la Resp. Logia “Deber y Constancia” N° 7 fueron los VV.·. HH.·. José Ignacio Vergara, Juan Nepomuceno Espejo, Alberto Patiño, Francisco Santa Cruz, Miguel Prieto, Joaquín Pinto, Justino Fagalde, Isidoro Palma, Nicolás Fredes Ortiz y Víctor Sacleux.
Nuestro V.·. H.·. Benjamín Oviedo dice: “La formación de esta Logia fue una de las primeras manifestaciones de vitalidad dadas por la “Justicia y Libertad” N° 5, que tan brillantemente papel ha venido desempeñando en el desarrollo y progreso de la Masonería chilena ya la cual, por el valioso e infatigable contingente que año tras año ha venido proporcionando para la creación y reorganización de otros Talleres, se ha discernido, con sobrada justicia, el calificativo de Logia Madre, por excelencia”.
El 30 de noviembre, el Gran Maestro Arlegui dictó el Decreto accediendo al otorgamiento de Carta Constitutiva y el 8 de diciembre comenzaron los trabajos en instancia eligiéndose a la siguiente Oficialidad: V.·. M.·. José Ignacio Vergara, Primer Vigilante Alberto Patiño, Segundo Vigilante, Francisco Santa Cruz, Orador, Juan Nepomuceno Espejo, Secretario, Justino Fagalde y Tesorero, Miguel Prieto.
El Orador de la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5, el V.·. H.·. Eduardo de la Barra Lastarria en su discurso pasó revista al desarrollo de las ideas de la Humanidad. Felicitó a la Logia y “se internó en el mundo de reflexiones acerca del desarrollo histórico de los pueblos y las instituciones, formulando una áspera crítica… a esos hombres que se apoyan en el báculo del pastor, pero revestidos de chispeantes pedrerías que asemejan el cetro de los reyes; que calzan sandalias, pero que una corona ciñe sus sienes; que se
llaman apóstoles del Manso Cordero y llevan el orgullo en la mente, el odio en el corazón y el anatema en los labios”.
El mismo 8 de diciembre de 1869 fue iniciado el V.·. H.·. Enrique Mac Iver Rodríguez.
La Resp. Logia “Deber y Constancia” N° 7 abatió sus Columnas el 25 de agosto de 1882 y el diputado del Gran Maestro, el V.·. H.·. Manuel Rojas Mandiola declaró en sueño a la Logia y comisionó a los VV.·. HH.·. Olegario Reyes y Ramón Allende Padín, ambos de la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5, para recibir la Carta Constitutiva y los otros bienes del Taller.
Los VV.·. HH.·. Enrique Mac Iver Rodríguez, Francisco Puelma Tupper y Benjamín Salas Errázuriz, se afiliaron a la Resp Logia “Justicia y Libertad” N° 5. 24
2.- Fundación de la Resp. Logia “Renacimiento” N° 8 de Santiago
Esta Logia fundada el 13 de julio de 1922, instalada el 7 de diciembre del mismo año, también constituyó un aporte de la Resp. Logia “Justicia y Libertad” a la Masonería chilena. Sus fundadores fueron los VV.·. HH.·. Alfredo Melossi, Pedro Aguirre Cerda y Agustín Vigorena Rivera.
Al cumplirse 80 años de vida de la Logia 5, el Venerable Maestro de la Respetable Logia “Renacimiento” N° 8, en un justo homenaje filial y en nombre de todas las Logias del Valle, dijo las siguientes palabras: “Nuestra Respetable Logia “Renacimiento” N° 8, es pedazo de vuestro propio corazón; hay sangre vuestra que palpita aun en nuestras columnas,
24 Extractado de Crónicas de la Masonería Chilena, Tomo I, páginas 139 a 143, de Manuel Sepúlveda Chavarría
que la sentimos bullente y cálida, como vuestra savia generosa que impregna de esencia de la Francmasonería universal a cada uno de vuestros hermanos, en bien del Taller, en bien de la Orden, y para el bien y la felicidad de toda la Humanidad. Sean estas breves palabras, mis queridos hermanos, la propia explicación de ellas, y el por qué en estos momentos solemnes levanto mi voz, trémula de honda emoción, para expresar en nombre de todas las Respetables Logias de este Valle, el sentimiento y el afecto de todos los -Talleres hacia la Respetable Logia “Justicia y Libertad” N° 5, y todo ello hace que mis palabras de esta noche sean vibrantes y sonoras, a pesar de expresar sentimientos del corazón, que aunque mudas en su propia expresión lo dicen todo, aun en la palabra callada que no se dijo, pero que se expresa en la pupila o en el ademán cariñoso de las manos que se tienden, que en su cuenca os llevan agua de riego fecunda en obras y amores. No hablo, pues, mis queridos hermanos, en esta noche, en nombre sólo de mi Respetable Logia, una de vuestras tantas hijas; hablo en nombre de todas las Logias de este Valle, y quiero dar a mi palabra toda, la fuerza emotiva que encierran todas las Logias para vosotros, para esta Logia, Madre de Logias, y en ello pongo el hondo sentimiento y el afecto fraternal de todos los Talleres de este Valle. Os represento, además, mis queridos hermanos, la gratitud más sincera de todos vuestros hermanos, porque todos y cada uno han tenido la fortuna y la suerte de encontrar en vuestras columnas el suave regazo de madre, el sentimiento fraternal, y siempre una lección y una enseñanza que agradecer. Porque vuestros trabajos masónicos y profanos son ejemplo para Logias y hermanos. Vuestras potentes columnas octogenarias, al inverso de la vida del hombre que nace, vive y muere, van
adquiriendo cada año más saber, más virtud y más bondad. Cada año llegan elementos que, al empaparse en la doctrina masónica en vuestro Taller, se hacen obreros esforzados que luchan y trabajan en el simbólico mundo de la Logia, y allá afuera, con celo masónico nunca desmentido, entre todos los hombres, en todos los senderos de la vida, para desparramar, cual sembrador, la simiente generosa de la igualdad, de la libertad y de la fraternidad. Hombres que se formaron en vuestro Taller son prestigio de la Institución y, en el mundo profano, ejemplos de sabiduría y de bondad. En todas las actividades humanas encontramos obreros de paz que han marcado y siguen marcando la ruta del honor y, del deber cumplido: Miguel Fáez, Guillermo Matta, Ramón Allende Padín, Germán Tenderini, Domingo Villalobos, Enrique Mac-Iver, Armando Quezada Acharan, Luis Navarrete y López y Adeodato García Valenzuela, entre tantos hermanos que ya se fueron; Víctor Guillermo Ewing y Hermógenes del Canto Aguirre, entre otros, que aún trabajan con tesón en vida activa; son todos ellos hermanos que han dado brillo por su saber y dureza de granito a las Columnas de la Respetable Logia “Justicia y Libertad” N° 5.
Uno de vuestros hijos predilectos, uno de los masones más ilustres, a la vez que uno de los mejores ciudadanos de nuestro país, dijo en más de una ocasión: “Yo no he prestado servicios a la Orden, es ella la que me ha prestado beneficios infinitos. Han sido sus enseñanzas las que forjaron mi espíritu y alumbraron mi camino... Y después de haber laborado en el Parlamento, en la Diplomacia, en el Foro, en la Cátedra, sólo aquí, dentro de la Logia, he encontrado manos fraternales y verdadera amistad”.
Son palabras muy hermosas, y fue muy grande el hombre que las pronunció: fue vuestro Ilustre hermano Armando Quezada Acharán, uno de vuestros hermanos, que en vuestras columnas aprendió, por la regularidad del compás, a conocer la Orden para servirla mejor, y agradecer después todos sus beneficios espirituales.
Y lo dijo el masón sin tacha que puso al servicio de la Francmasonería cuarenta y dos años de una vida que fue coronada por el saber, la prudencia, la justicia, el talento, y la honestidad”. 25
3.- Fundación de la Resp. Logia “Verdad” N° 10
Narra el V.·. H.·. Manuel Sepúlveda, que en 1872 “un grupo de masones de las logias Nos. 5 y 7 de Santiago se despertó la inquietud de formar un nuevo Taller en el valle, reuniéndose para ello principalmente los HH.·. Dr. Sandalio Letelier, que lo presidió; Manuel Carrera Pinto, Benjamín Gaete, Felipe A. Correas, Buenaventura Cádiz Patiño, Miguel Prieto, Mauricio Saeltiel, Antonio Matta Gallo y Emilio Orrego Luco”.
El Gran Maestro I.·. H.·. Arlegui dictó el decreto el 9 de julio de 1872, accediendo a la petición y aceptando el nombre provisorio de “Verdad” y asignándole el N° 10. Con motivo de diversos problemas, incluso la Guerra del Pacífico, la Logia fue declarada en sueño en 1882. 26
4.- Fundación de la Resp. Logia “Aurora de Italia” N° 24
Fueron diversos Hermanos italianos residentes en Chile, acogidos calurosamente por la Resp Logia “Justicia
25 Revista Masónica de Chile, año XXI, 1944, N° 10, diciembre
26 Extractado de Crónicas de la Masonería Chilena, Tomo I, página 154, de Manuel Sepúlveda Chavarría
y Libertad” N° 5, quienes dan los primeros pasos para la organización de una Logia.
La autorización fue pedida a la Gran Logia de Chile el 10 de agosto de 1895 y, como de costumbre, fue generosamente apoyada por la Logia.
En marzo de 1897 el Gran Maestro dicta el decreto en virtud del cual otorga la Carta Constitutiva a la Logia N° 24, de manera que, nuevamente, la Resp Logia “Justicia y Libertad” N° 5, fue la madre de otro Taller de la obediencia.
5.- Fundación de la Resp. Logia “Patria y Libertad” N°
36 del Valle de San Felipe
El Gran Maestro V.·. H.·. Víctor Guillermo Ewing, nacido en la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5, ni bien iniciado su mandato el año 1906, viajó al Valle de Aconcagua manifestando su interés en la fundación de un Taller en ese Valle, en el que residía el V.·. H.·. Manuel de Lima y Solá.
“Noticias, que nos han regocijado profundamente, nos llegan de San Felipe”, informa la Revista “La Verdad”.
“Como antes lo dijimos, en esa ciudad se trabaja por levantar una Logia, y hoy podemos decir que la tarea marcha con felicidad a su término; de modo que, acaso en un día no muy distante de hoy, podamos anunciar el remate definitivo de tan laudable proyecto.
La Resp. Logia Justicia y Libertad N° 5, que mira al nuevo Taller, como uno de sus retoños de más seguro porvenir, ha dirigido una nota de aplauso y estímulo a los buenos obreros que están empeñados en la obra mencionada”.
Y hace un llamado la Revista: “Así es preciso proceder en todas aquellas ciudades en donde habiten siete Masones de buena voluntad. No es posible que sólo en los grandes centros de población haya Logias, porque la obra
de propaganda necesita tener sus cuarteles diseminados profusamente por toda la República para que marche con éxito y rapidez”. 27
La idea del Gran Maestro tomó fuerza y vigor hacia fines de 1908 y, nuevamente, fue la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5 la encargada de patrocinar la idea. El 12 de septiembre de 1909 se procede a la instalación de la nueva Logia, también hija de la Logia 5. 28
6.- Fundación de la Resp. Logia “José de San Martín” N° 90 de Santiago
La Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5 también patrocinó a la Resp. Logia “San Martín”, la cual fue fundada el 6 de octubre de 1950 e instalada el 28 de diciembre del mismo año.
La Logia fue autorizada a trabajar en la comuna de Providencia y su primer Venerable Maestro fue el V.·. H.·. Armando Roger Zelada, iniciado en “Justicia y Libertad”.
7.- Levantamiento de Columnas de las Resp. Logias
“Deber y Constancia” N° 7, “Unión Fraternal” N° 1 y “Cóndor” N° 9
En 1906 el Gran Maestro Ewing reunió diversos antecedentes acerca del estado de las Logias de la Obediencia, constatándose que de las 33 Logias que conformaban la Gran Logia de Chile al momento del Cisma de 1903, solamente restaban en actividad 9 de ellas: las Respetables Logias “Justicia y Libertad” N° 5; “Aurora” N° 6, de Valparaíso; “Luz
27 Revista “La Verdad”, Año II, N° 32, 16 de marzo de 1898
28 Extractado de Crónicas de la Masonería Chilena, Tomo II, páginas 272 y 273, de Manuel Sepúlveda Chavarría
y Esperanza” N° 11, de La Serena; “Paz y Concordia” N° 13, de Concepción; “Cruz del Sur” N° 16, de Coronel; “Aurora de Italia” N° 24, de Santiago; “Esmeralda” N° 30, de Valparaíso; “Luz y Trabajo” N° 32, de Valdivia; y “Honor y Lealtad” N° 33, de Los Ángeles.
En este estado de las cosas, la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5 se comprometió en la reactivación de diversas Logias.
A mediados de 1910, en el seno de la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5, surgió la idea de alzar las Columnas de un nuevo Taller en Santiago. Un grupo de Hermanos tuvo la idea de reanimar a la Resp. Logia “Deber y Constancia” N° 7, lo que fue ampliamente acogido.
El Gran Maestro dictó el 25 de noviembre de 1910 el decreto que autorizaba la reapertura de esa Logia, lo que sucedió en Tenida de 10 de diciembre del mismo año.
En la ocasión, el H.·. Arcadio Ducoing, Orador de la Logia N° 7, agradeció a nombre del Taller y destacó como hecho notable que, tanto en su nacimiento como en su renacimiento, la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5 había sido la Logia Madre de la Resp. Logia N° 7, lo cual fue agradecido por el V.·. H.·. Melossi en representación de la Logia N° 5.
Del V.·. H.·. Arcadio Ducoing, nuestro ex Gran Maestro, el V.·. H.·. Víctor Guillermo Ewing, dijo: “Era Arcadio uno de esos hombres que cuando hablaba, nos tenía pendiente de sus labios, y cuando terminaba, sentía uno deseos de decirle: ¡hermano, continúe por favor! Aquello era una verdadera música buena. Cuando charlaba en grupo de sus hermanos, todos estaban pendientes de él”. 29
Del mismo modo, la historia señala que uno de los acontecimientos de mayor relevancia del Cincuentenario
29 Revista Masónica de Chile N°9, noviembre, Año XVII, 1940
de la fundación de la Gran Logia de Chile, fue la reapertura de los trabajos de la Resp. Logia “Unión Fraternal” N° 1. Sobre el particular, un grupo de HH.·. de la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5, dirigido por el I.·. H.·. Adeodato García Valenzuela, miembro de ella, trabajó sobre la iniciativa de revivir a “Unión Fraternal” pero ahora en el Valle de Santiago.
El 6 de septiembre de 1912 se recibe el decreto del Gran Maestro autorizando la reapertura del Taller, procediéndose a la reinstalación del Taller el 27 de septiembre de 1912.
Por último, el V.·. H.·. Sepúlveda Chavarría, cuenta que la “participación de la juventud en la multitudinaria expresión de opiniones, que mostró su despertar a la vida social y política, hizo florecer –probablemente hacia la primavera de 1912- la idea de la formación de una nueva logia en el Or. De Santiago. Nació ella en el seno de la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5 –madre insigne de los Talleres capitalinos- y, especialmente, entre maestros y jóvenes universitarios que la engalanaban, en su mayoría muy próxima a su profesor y Gran Maestro V.·. H.·. Navarrete y López, miembro del Taller.”
El grupo de masones de la Resp. Logia “Justicia y Libertad” planteó alzar las abatidas Columnas de la dormida Logia N° 9, que trabajaba con personal francés entre 1872 y 1901, bajo el nombre distintivo de “L” Avenir et Liberté”.
La Gran Logia prestó su aprobación y renació la Logia N° 9, ahora en el Valle de Santiago y con el nombre distintivo de “Cóndor”.
8.- Primeras publicaciones masónicas
Según cuenta el V.·. H.·. Oviedo un hermano de la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5, Francisco A. Machuca, tomó sobre sí la grave responsabilidad de empresa semejante de editar una publicación masónica.
Después de recabar y obtener la debida autorización de la Gran Logia, empezó el 31 de julio de 1895, la publicación de “La Cadena de Unión”, revista masónica mensual, “autorizada por la Gran Logia de Chile”.
Ésta fue la primera publicación masónica hecha en Chile con carácter serio y regular; y aunque sólo alcanzó poco más de un año de existencia –hasta el 30 de septiembre de 1896- marca el comienzo del periodismo masónico en nuestro país. En entregas de cien páginas, formato 4º, aparecía regularmente, mes a mes, dando cabida en sus páginas a los trabajos más interesantes leídos en los Talleres de la Obediencia y de la Correspondencia y conteniendo una Crónica de las actividades masónicas extranjeras.
Aunque su vida fue breve, hizo una labor cultural intensa; no sólo en lo que a conocimientos masónicos se refiere, sino especialmente en el sentido de orientar la opinión masónica del país hacia la adopción de aquellas reformas de trascendencia, cuyos proyectos hasta entonces sólo eran conocidos de los hermanos que pertenecían a la Gran Logia y que los oían de los propios labios del Gran Maestro. Por otra parte, el 1 de diciembre de 1896, aparece el primer número de la Revista “La Verdad”, cuyo director era el V.·. H.·. Luis Alberto Navarrete y López.
En su segundo ejemplar, de 15 de diciembre de 1896, podemos leer:
“Algunos órganos de la prensa han afirmado que LA VERDAD es portavoz autorizado de todas las Logias Masónicas de Santiago.
Lo exacto es que la Logia Justicia y Libertad es la única responsable de cuanto se diga en las columnas de esta Revista. Las demás Logias de Santiago y del país entero disponen ampliamente, como es natural, de las columnas de LA VERDAD para hacer las publicaciones que les plazca; de manera que, si a todas las Logias se las debe mirar como auxiliares de ·esta Revista, la única que tiene y asume toda responsabilidad es la Logia ya nombrada”.
B.- Ámbito Profano
Las obras de los QQ.·. HH.·. de “Justicia y Libertad” N° 5 también se han reflejado en el mundo profano.
1.- Conferencias Populares
En mayo de 1874 la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5, por indicación del V.·. H.·. Ramón Allende Padín, aprobó un proyecto denominado “Conferencias Populares” sobre diversas ramas del saber, las que dictaban, públicamente, los Hermanos.
En la edición N° 10, de 15 de abril de 1897, del periódico “La Verdad”, bajo el título “A LA LUCHA”, se informaba: “Bajo los auspicios más brillantes y halagüeños ha dado comienzo a sus tareas del presente año nuestra madre Logia Justicia y Libertad, número 5.
La asistencia de los hermanos activos del Taller es bastante numerosa, si se atiende a la cantidad de ellos que, por justificados motivos, se encuentran fuera de Santiago.
No faltan, en cada tenida, viejos luchadores que van a fortalecer con sus arraigados entusiasmos los nobles ímpetus de la juventud que se consagra al servicio de la humanidad bajo las banderas de la Masonería.
Esta asistencia que, si es numerosa, es más escogida, da origen a tenidas verdaderamente interesantes por las materias que versan las discusiones y por las obras que allí se inician.
Ya hemos tenido una sesión solemne de conferencias de la que guardarán los hermanos asistentes a ese acto el más grato recuerdo.
Se trabaja por dar tres tenidas blancas en el curso del año, que, sin duda, harán época en la historia de nuestro Taller.
La primera de estas tenidas se verificará el 21 de mayo.
A ella se invitará a obreros, de los mejor preparados por sus condiciones de carácter e inteligencia para aprovechar las enseñanzas masónicas. El programa de esta tenida es el único que ya está arreglado, y si se cumple en todas sus partes, como es de esperarlo en vista del anhelo que existe, se puede asegurar que los benéficos resultados serán inmediatos y numerosos.
En septiembre, habrá otra tenida, a la que se invitará a los jóvenes que más se distingan en el mundo profano; y en diciembre se dará un gran baile, que habrá de ser tan espléndido como los que en anteriores ocasiones, nuestra Logia y otras del Valle han llevado a término feliz.
Además de estas obras, hay en vías de ejecución algunas de verdadera y trascendental importancia para el mundo profano; en medio del cual y para cuyo beneficio se realizarán. Se nos excusarán mayores noticias sobre este particular; pero podemos asegurar que la Logia Justicia y
Libertad, si realiza sus propósitos, habrá hecho un servicio inapreciable a la sociedad de Santiago.
Aparte de estas obras, se trata de dar cima a muchos proyectos presentados en años anteriores, sin que lograran sus autores realizarlos, y que en fuerza de su utilidad masónica y de la urgencia con que el orden de nuestros trabajos lo exige, serán pronto una realidad.
Empeñados en labores de grande importancia, como estamos los individuos de la Logia Justicia y Libertad, no sentiremos decaer ni por un instante nuestras fuerzas ni amenguarán nuestro entusiasmo por más obstáculos que encontremos en nuestro camino.
De pie y al orden nos ha dicho nuestra brillante Oficialidad, dándonos el ejemplo, y de pie y al orden habremos de encontrarnos en cada una de he obras que exijan nuestro concurso intelectual, pecuniario y de todo género.
LA VERDAD, hija de la Logia Justicia y Libertad, no puede permanecer indiferente ante la fructífera actividad que alienta las filas de la Logia, al enviarle un entusiasta saludo a sus hermanos, ocupa su puesto y marcha hasta donde preciso sea”.
Por otra parte, en la Revista Masónica de Chile del mes de abril de 1929 puede leerse: “No vivían esa ni las otras logias de Santiago en la indolencia; pero lo cierto es que, a poco de ingresado en la “Justicia y Libertad” el hermano Allende Padín, se sintió que corriente de vitalidad poderosa las animaba a todas para realizar obras colectivas en el terreno netamente masónico y también fuera de nuestros templos.
En mayo de 1874, y por indicación del hermano Allende Padín, la logia “Justicia y Libertad” aprobaba el proyecto
de establecer en Santiago las Conferencias Populares sobre todos los ramos del saber humano, a fin de difundir la ciencia, pero sin el propósito de convertirlas en campo de polémica. Estas conferencias, que muchos años después otros han implantado como una novedad entre nosotros, debían darse por lo menos una en cada mes, y repartirse, en seguida, impresas. A quince llegaron esas conferencias, y en su mayor parte fueron dadas por masones de Santiago o de Valparaíso, que al efecto venían a petición del hermano
Allende Padín. El pueblo obrero acudió en gran cantidad a recibir las enseñanzas, y aprovechó grandemente de aquella obra, a juzgar por las instituciones que después organizó, según se le aconsejaba en alguna de estas conferencias”.
2.- Guía del Pueblo
El 12 de junio de 1875 apareció el primer número de un periódico llamado “Guía del Pueblo”, que acordó editar la Logia a insinuación del V.·. H.·. Allende Padín, el que contenía diversas publicaciones con artículos de interés para las clases populares. El periódico alcanzó a sacar 17 ediciones. Al mismo tiempo, la Logia, a instancias del V.·. H.·. Allende, cooperaba al sostenimiento de “El Deber” diario que publicaba el hermano José Francisco Vergara en Valparaíso.
3.- Legislación laica
Si se quisiera resumir en un solo episodio la obra de los QQ.·. HH.·. de “Justicia y Libertad” en aras de la aplicación de los Principios Masónicos en la vida nacional, ninguna duda cabe que ese único episodio sería su aporte relativo a establecer en nuestro país una legislación laica, partiendo por todo lo referido a la modificación de la confesional Constitución Política de la República de 1833, tarea en
la que tuvieron un rol fundamental diversos QQ.·. HH.·., varios de los cuales formaban las Columnas de “Justicia y Libertad” N° 5, al igual que ocurrió con la dictación de las llamadas leyes laicas.
3.1.-
Normas Constitucionales Profanas
En efecto, dicha Carta Fundamental, publicada el 25 de mayo de 1833, contemplaba un Capítulo III, titulado “De la religión”, cuyo único artículo 5° decía: “La religión de la República de Chile es la Católica, Apostólica, Romana; con exclusión del ejercicio público de cualquiera otra”.
A su vez, el artículo 80 disponía: “El Presidente electo, al tomar posesión del cargo, prestará en manos del Presidente del Senado, reunidas ambas Cámaras en la sala del Senado, el juramento siguiente: “Yo N. N. juro por Dios Nuestro Señor y estos Santos Evangelios que desempeñaré fielmente el cargo de Presidente de la República; que observaré y protegeré la Religión Católica, Apostólica, Romana; que conservaré la integridad e independencia de la República, y que guardaré y haré guardar la Constitución y las leyes. Así Dios me ayude, y sea en mi defensa, y si no, me lo demande”. En 1865, destacados masones instaron por la modificación o supresión de la intolerante norma. El debate suscitado por la modificación del artículo 5° trajo como consecuencia la alianza entre los liberales, los radicales y los nacionales, los que pidieron, en el Congreso, que se aprobara la Ley que, modificando el artículo 5°, estableciera que los disidentes podrían practicar su credo en recintos particulares. Así quedaba estatuida la libertad de cultos y se preanunciaba la laicización de las instituciones de enseñanza.
En el debate que enfrentó a los conservadores, liderados por el fraile Joaquín Larraín Gandarillas y a los radicales
comandados por el V.·. H.·. Manuel Antonio Matta, surgió un tercer grupo que abogó por que se tolerara en el país el ejercicio de cultos no católicos, en respeto a la libertad de conciencia.
En definitiva, el 27 de julio de 1865 se dicta una Ley interpretativa del artículo 5° de la Constitución, promulgada por el Presidente José Joaquín Pérez, la cual señala:
“Artículo 1°. Se declara que por el artículo 5° de la Constitución se permite a los que no profesan la religión católica, apostólica, romana, el culto que practiquen dentro del recinto de edificios de propiedad particular.
Art. 2°. Es permitido a los disidentes fundar y sostener escuelas privadas para la enseñanza de sus propios hijos en la doctrina de sus religiones”.
Como no podía esperarse otra cosa, la iglesia “sancionó” con su ridícula excomunión a los parlamentarios Manuel Antonio Matta, Manuel Recabarren, Juan Nepomuceno Espejo y Benjamín Vicuña Mackenna.
La ley anterior fue el preámbulo de la reforma a la Carta Fundamental de 1884.
En efecto, una Ley que no lleva número, publicada el 4 de noviembre de 1884, contiene la Reforma Constitucional cuyo artículo 1° señala: “Art. 1º. Suprímese el capítulo tercero de la Constitución, que comprende el artículo 5º”.
Su artículo 3º, sustituyó la fórmula del juramento contenida en el artículo 80 por la siguiente: “Yo, N. N., juro por Dios Nuestro Señor que desempeñaré fielmente el cargo de
Presidente de la República; que conservaré la integridad e independencia del territorio; y que guardaré y haré guardar la Constitución y las leyes. Así Dios me ayude y sea en mi defensa, y si no, me lo demande”.
No obstante, lo anterior, y como la Constitución Política del Estado de 1925 no consagró norma alguna que estableciera, expresamente, la separación Iglesia-Estado, es una tarea que tenemos pendiente para continuar la obra de nuestros Hermanos, de modo tal de establecer en Chile un Estado realmente laico.
El avance que tuvo la Carta de 1925, que obviamente la de 1833 no contemplaba, fue establecer en su artículo 10 una garantía constitucional.
Así, el artículo 10 señalaba: “Asimismo, la Constitución asegura a todos los habitantes de la República” y en su N° 2° decía: “2º La manifestación de todas las creencias, la libertad de conciencia y el ejercicio libre de todos los cultos que no se opongan a la moral, a las buenas costumbres o al orden público, pudiendo, por tanto, las respectivas confesiones religiosas erigir y conservar templos y sus dependencias con las condiciones de seguridad e higiene fijadas por las leyes y ordenanzas.
Las iglesias, las confesiones e instituciones religiosas de cualquier culto, tendrán los derechos que otorgan y reconocen, con respecto a los bienes, las leyes actualmente en vigor; pero quedarán sometidas, dentro de las garantías de esta Constitución, al derecho común para el ejercicio del dominio de sus bienes futuros.
Los templos y sus dependencias, destinados al servicio de un culto, estarán exentos de contribuciones”.
En consecuencia, la Constitución Política de 1925 no dispuso, expresamente, la separación de la Iglesia con el Estado, a pesar de que desde el momento en que el V.·. H.·.
Arturo Alessandri asumió la Presidencia de la República expresó su aspiración programática de llegar a tal separación.
Sobre la separación a que hacemos referencia, el Dr. Humberto Lagos Schuffeneger en la Conferencia que pronunció en el acto solemne de su incorporación como socio activo de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía, titulada “Una aproximación analítica a la relevancia histórica del hecho religioso examinado desde ámbitos de la historia del Derecho”, señala que “en los años 1910 y 1911 (períodos de los Presidentes Pedro Montt y Ramón Barros Luco), vía intercambio de Cartas Reversales entre el Estado de Chile y el Estado Vaticano, el Gobierno Nacional solicita al Papado auxilio espiritual para las Fuerzas Armadas de la época, que eran el Ejército y la Marina, a lo que el Pontífice Romano accede originándose, como resultado de la entente, la creación de la Institución Canónica del Vicariato Castrense de Chile (Ley N° 2.463, de 1 de Febrero de 1911).
La respectiva Bula de erección de este Vicariato fue dictada por el Papa Pio X el 3 de mayo de 1910 (Acta Apostolicae Sedis –N° 13 – Annus II –Vol. II, p. 501 – 15 Julio 1910).
La Ley 2.463, publicada el 23 de marzo de 1911, que se encuentra vigente, es del siguiente tenor:
“Artículo 1º. El servicio religioso del Ejército y Armada y de los auxiliares a que se refiere el artículo 5º de esta ley, estará a cargo de un sacerdote nombrado de acuerdo por la Santa Sede y el Presidente de la República. Este sacerdote
llevará el título y desempeñará las funciones de Vicario General Castrense, con el cargo y prerrogativas correspondientes al grado de general de brigada, si tuviere la dignidad episcopal, o al de coronel, si no la tuviere.
El Vicario Castrense tendrá el sueldo de ocho mil pesos al año.
Art. 2º. El cuerpo de capellanes será formado por un capellán primero del Ejército con asimilación de mayor y sueldo de cuatro mil pesos al año;
Un capellán primero de la Armada, con asimilación de capitán de corbeta y sueldo de cuatro mil pesos al año;
Un secretario y cuatro capellanes del Ejército, con asimilación de capitanes de segunda clase y sueldo de tres mil seiscientos pesos al año cada uno;
Dos capellanes de la Armada, con asimilación de tenientes primeros y sueldo de tres mil seiscientos pesos al año cada uno;
Cinco capellanes auxiliares del Ejército, con asimilación de tenientes primeros y sueldo de dos mil seiscientos pesos al año cada uno.
Art. 3º. Los nombramientos de capellanes, su traslación, ascenso o remoción serán hechos por el Vicario Castrense, previa la aprobación suprema.
Art. 4º. La reglamentación del servicio religioso del Ejército, de la Armada y de sus auxiliares será aprobada por el Gobierno.
Art. 5º. Para los efectos de esta ley se considerará auxiliares del Ejército:
1º. Los empleados y jornaleros de las maestranzas, arsenales, fábricas, talleres, depósitos y hospitales militares y navales y los que en ellos, por cualquier motivo, residan;
2º. El personal de la Administración Pública de la provincia de Tacna;
3º. Los empleados y jornaleros de los talleres y obras que por cuenta, con garantía o protección especial del Estado, se establezcan o realicen en la misma provincia;
4º. Los colonos colocados en Tacna por el Gobierno”.
La Ley fue promulgada el 1 de febrero de 1911 por el Presidente de la República Ramón Barros Luco y permite hasta el día de hoy que la iglesia católica se inmiscuya en órganos que son parte integrante del Estado.
El Dr. Lagos ya decía que al entrar en vigencia la Constitución Política del Estado de 1925, promovida por el Presidente de la República don Arturo Alessandri Palma, el nuevo texto constitucional no hace referencia alguna al “tratado internacional” contenido en las referidas “Cartas Reversales”, por lo que, “contradictoriamente, en el Chile del año 2014, “laico legalmente”, hay un espacio institucional de Estado (el de las Fuerzas Armadas, Carabineros y Policía de Investigaciones) donde tiene vigencia oficial la Iglesia Católica Apostólica Romana a través de su Vicariato Castrense”.
Como vemos, la anterior es una muestra que la separación Iglesia- Estado de la cual se habla, es solamente parcial o inexistente.
Otro tanto podemos decir que cuando, en pleno siglo XXI, se discuten leyes en el Congreso, que reciben la denominación de “valóricas”, indefectiblemente la Iglesia católica introduce su garra intolerante en un terreno que no le corresponde, pretendiendo dar clases de una moral de la que carece, como pueden dar fe miles de niños que han sido abusados por sus frailes pedófilos.
En conclusión, ni la Carta de 1925 ni la dictación de las conocidas como leyes laicas, han puesto fin a la intervención indebida de la Iglesia en un campo en el que no tiene por qué inmiscuirse y del que carece de toda autoridad moral.
3.2.- Leyes profanas laicas
En la discusión de las leyes laicas, nuestros QQ.·. HH.·. también jugaron un papel fundamental. Así, tratándose de la legislación referente a la administración de los cementerios, en esencia se discutió en esta reforma el proyecto del V.·. H.·. Enrique Mac-Iver, presentado en 1877, el cual establecía que no podía negársele la sepultura en los cementerios fiscales a quienes tuviesen en ellos un sepulcro particular, lo que en la práctica, sólo habría significado la confirmación del decreto gubernamental de 1871, que disponía de una zona especial para católicos no creyentes o para ateos, a los cuales la Iglesia no podría negarles el pase de sepultura.
Las reformas en torno a los cementerios fueron, lejos, las más controversiales públicamente pues la Iglesia
consideraba “imprescindible un entierro bajo el rito católico”. Ridícula pretensión.
Las discusiones fueron múltiples y, aunque continuaba la existencia de cementerios particulares, o sea, católicos, el carácter laico de los cementerios fiscales se había establecido, lo que en el fondo consagraba el derecho a tener diferentes creencias sin ser por ello discriminado en derecho.
Lo anterior, quedó reflejado en las palabras del diputado
V.·. H.·. Guillermo Puelma Tupper ante la aprobación de la Ley de Cementerios Laicos, cuando dijo: “…con su aprobación habremos dado el último golpe a nuestro común enemigo (la Iglesia), que nos molesta en nuestro nacimiento, en la constitución de la familia, y aún, después de nuestros días en la puerta de los cementerios”.
Nuestros Hermanos, por ende, avanzaron en el tema, pero la tarea no se encuentra finalizada.
4.- Colonias Escolares
La Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5 ha canalizado su misión de solidaridad, con obras tan importantes, como la Escuela Nocturna, para Obreros “Camilo Henríquez” abierta en los inicios del siglo XX; las “Colonias Escolares Domingo Villalobos” que hasta el día de hoy les entrega a niños con pocos recursos espacios de recreo en el litoral central y que permiten que cada verano en Las Cruces se escuche el bullicio de niños jugando y corriendo.
De la misma manera, desde hace ya quince años la Resp. Logia “Justicia y Libertad” es sostenedora de la “Corporación Justicia y Libertad” con fines de acciones relacionadas con la
cultura y, entre sus iniciativas, a través de la “Corporación Albatros”, destaca el concurso anual de literatura para colegios públicos de la Región Metropolitana, que se realiza en colaboración con la Universidad Metropolitana y la Sociedad de Escritores de Chile.
Pues bien, sin desmerecer las demás obras llevadas a cabo por los Hermanos de la Resp. Logia “Justicia y Libertad” N° 5, nos referiremos a la extraordinaria labor que se realiza con las Colonias Escolares Domingo Villalobos.
La iniciativa de las colonias escolares correspondió al V.·. H.·. Domingo Villalobos, quien convencido de las bondades de esta hermosa obra filantrópica la da a conocer y la pone en práctica.
Cuando en 1909 el V.·. H.·. Villalobos fallece, surge la sociedad “Colonias Escolares Domingo Villalobos”, fundada por HH.·. de “Justicia y Libertad” N° 5, cuyo primer presidente fue el V.·. H.·. Manuel Guzmán Maturana.
En la conferencia dada en el Ateneo de Santiago, el 12 de noviembre de 1904, el V.·. H.·. Villalobos dijo: “os presentaré una nueva institución fundada en la caridad más desinteresada, nacida y sostenida al grato calor de los más elevados sentimientos de filantropía…”
Y luego explicó: “Las colonias consisten en llevar un grupo de niños, no más de veinte en un principio, a un lugar situado distante de su residencia, en el cual pasarán cuatro o seis semanas haciendo vida de familia, entregados a un recreo continuo, bien alimentados y cuidados”.
El V.·. H.·. Villalobos expuso que, en 1860, Madame Engel Dollfuss, de Mulhousse, “hizo el primer ensayo, que fue el precursor de las colonias, la aurora de esta hermosa
institución”, pues “reunió a unos doce niños hijos de obreros y les envió al campo, bajo la dirección de dos mujeres, a fin de que tomaran baños salinos y una buena alimentación”.
“Este ensayo fue repetido con éxito, por lo cual la emperatriz Eugenia, de Alemania, envió en 1867, a Mme. Engel una medalla de plata, en premio de su filantropía”.
Y sigue el V.·. H.·. Villalobos: “Pero corresponde a Mr. H. W. Bion, pastor protestante de Zúrich, el alto honor de haber iniciado en 1876 las colonias de vacaciones, diferentes de las prácticas introducidas por Mme. Engel, no solo en el reclutamiento de los colonos, sino en el funcionamiento de la colonia”.
Señala, además, que Mr. Bion tuvo que soportar varias contrariedades, pero, en definitiva, los hechos dieron la razón a Mr. Bion y su ejemplo fue replicado por varias ciudades suizas.
Estas colonias escolares, año tras año, de la mano de dilectos Hermanos han hecho realidad el sueño de muchos niños y niñas de nuestro país.
Desde hace un tiempo a esta parte, el artífice silencioso de no solo mantener esta obra, sino que, aumentarla, es el V.·. H.·. Edgardo Rivera Vicencio. El mismo hermano que durante el año 2020, en que la pandemia del Covid 19 asola al mundo y al país, no ha escatimado esfuerzos para emprender campañas en favor de los más necesitados. Para la historia quedará la labor y la nobleza de este verdadero Hermano quien actúa sin fines de política partidista ni de agitación sindical.
La Masonería es una de las instituciones más bellas que ha concebido el
espíritu humano, nada hay más bello que construir. Cada masón es un obrero que debe aportar al gran edificio el cono curso de su corazón y su cerebro
LO ACTUAL
Y después de nuestro caminar por la historia, llegamos a la época actual en la que se desempeña como Gran Maestro por el periodo 2018-2022, el VH Sebastián Jans Pérez y como Venerable Maestro de la Logia, el VH Héctor Morales Henríquez, por el bienio 2020-2021.
A nuestro Gran Maestro, el segundo año de su mandato, y al Venerable Maestro, el primero, les ha tocado mantener encendida la llama durante el año 2020, año perdido para la humanidad, con motivo de la pandemia denominada Covid 19. Cuando en el futuro se revise la historia, las futuras generaciones se encontrarán con las desventuras de este año, en el cual los masones, encerrados en nuestras casas, hemos debido trabajar por vía telemática.
OFICIALIDAD DEL TALLER 2020-2021
VENERABLE MAESTRO
EX VENERABLE MAESTRO
PRIMER VIGILANTE
SEGUNDO VIGILANTE
ORADOR
SECRETARIO
TESORERO
EXPERTO
OFICIAL DE CEREMONIAS
HOSPITALARIO
GUARDA TEMPLO
BIBLIOTECARIO Y ARCHIVERO
OFICIAL DE BANQUETES
Q.·.H.·. Héctor Morales Henríquez
Q.·.H.·. Héctor Contardo Jaramillo
Q.·.H.·. Alejandro Beiza Delgado
Q.·.H.·. Víctor González Kowal
Q.·.H.·. Miguel Arbiol Quezada
Q.·.H.·. Pedro Marchant Olea
Q.·.H.·. Claudio Lillo Romero
Q.·.H.·. José Castro Fuentes
Q.·.H.·. Eliseo Huencho Morales
Q.·.H.·. Edgardo Rivera Vicencio
Q.·.H.·. Juan Retamales González
Q.·.H.·. Enzo Sartori Quevedo
Q.·.H.·. Claudio Pizarro Osorio
TRIBUNAL DE LA LOGIA
Q.·.H.·. Mario Osvaldo Cuadra Gómez
Q.·.H.·. Félix Humberto Núñez Cruz
Q.·.H.·. Francisco Vicente Romero Aguilera
PALABRAS FINALES
Las páginas anteriores reflejan, mínimamente, la descomunal obra de los Hermanos de la Resp Logia “Justicia y Libertad” N° 5.
Esta es la Logia de José Miguel Fáez, Ángel Custodio Gallo y Guillermo Matta. La de Juan Nepomuceno Espejo Bravo, Francisco Puelma Tupper y Germán Tenderini. Esta es, la Resp Logia “Justicia y Libertad” N° 5, la que dio Presidentes de la República a nuestro país y doce Grandes Maestros a la Gran Logia de Chile.
La Madre de todas las Logias. La que cobijó en su seno a los VV.·. HH.·. Eduardo de la Barra Lastarria, Enrique Mac Iver Rodríguez, Víctor Guillermo Ewing Acuña y Luis Navarrete y López, patriarcas de la Masonería Chilena y grandes defensores del librepensamiento.
La Logia cuyos Hermanos debieron luchar en contra de las fuerzas oscurantistas, retardatarias y opresoras de las conciencias; la Logia de los padres de las leyes laicas.
A ella, es a la que he querido rendir un modesto homenaje, sin éxito, recordando las palabras de nuestro ex V.·. M.·., el V.·. H.·. Benjamín Oviedo, quien luego de narrar la fundación del Taller, señaló: “Así terminó aquella solemne reunión, cuya fecha marca uno de los acontecimientos más importantes en la Masonería chilena, pues entonces quedó definitivamente establecida una Logia que se ha hecho gloriosa por sus heroicas jornadas en favor del bien público; que ha dado numerosos e ilustres servidores a la Orden y que ha venido trabajando desde entonces con perseverancia admirable, hasta llegar al presente, siendo la única de las Logias de la Obediencia chilena, que no ha suspendido jamás sus trabajos, ni ha abatido sus columnas”.
BIBLIOGRAFÍA
1.- SEPÚLVEDA, Chavarría Manuel, “Crónicas de la Masonería Chilena, (1750-1944)”, Ediciones de la Gran Logia de Chile, 1996
2.- OVIEDO, Benjamín, “La Masonería en Chile”, Santiago, Universo, 1929
3.- ROMO, Sánchez Manuel, Colección “Archivo Masónico”
4.- SEPÚLVEDA, Rondanelli, Julio, “Pequeño Diccionario Biográfico Masónico”, octubre de 1983
5.- PINTO, Lagarrigue Fernando, “La Masonería y su Influencia en Chile”, Ediciones de la Gran Logia de Chile, enero 1997
6.- VILLALOBOS, Domingo, “Las Colonias Escolares de Vacaciones”, Conferencia dada en el Ateneo de Santiago, 12 de noviembre de 1904, Anales de la Universidad de Chile, 1904: tomo 115, jul.-dic.
7.- ARTEAGA, Alemparte Justo y Domingo, “Los Constituyentes Chilenos de 1870”, Imprenta de la Libertad, Santiago, 1870
8.- GARCÍA, Valenzuela René, “Introducción a la Historia de la Francmasonería en Chile”, 7, Ediciones de la GRAN LOGIA DE CHILE, Segunda Edición, Santiago de Chile, 1997
ÍNDICE
PALABRAS DEL AUTOR
CAPÍTULO I
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO II
LOS ORIGENES
Primera Oficialidad
Primeras Iniciaciones
Primeras Afiliaciones
Instalación Definitiva
CAPÍTULO III
GRANDES MAESTROS QUE INTEGRARON LAS COLUMNAS DE LA RESP. LOGIA “JUSTICIA Y LIBERTAD” N° 5
1.- V.·. H.·. JOSÉ MIGUEL FÁEZ TOBAR, Gran Maestro (1882-1884)
2.- V.·. H.·. RAMÓN ALLENDE PADÍN, Gran Maestro (1884)
3.- V.·. H.·. ENRIQUE MAC IVER RODRÍGUEZ, Gran Maestro (1887-1894)
4.- V.·. H.·. BUENAVENTURA CÁDIZ PATIÑO, Gran Maestro (1902-1906)
5.- V.·. H.·. VÍCTOR GUILLERMO EWING ACUÑA, Gran Maestro (1906-1909 y 1909-1912)
6.- V.·. H.·. LUIS NAVARRETE Y LÓPEZ, Gran Maestro (1912-1922)
7.- V.·. H.·. ALFREDO MELOSSI HUTCHINSON, Gran Maestro (1922-1924)
8.- V.·. H.·. ADEODATO GARCÍA VALENZUELA, Gran Maestro (1924)
9.- V.·. H.·. ARMANDO QUEZADA ACHARÁN, Gran Maestro (1930-1931)
10.- V.·. H.·. DAVID BENAVENTE SEPÚLVEDA, Gran Maestro (1933-1935)
11.- V.·. H.·. GABRIEL HERMÓGENES DEL CANTO AGUIRRE, Gran Maestro (1937-1944)
12.- V.·. H.·. SÓTERO DEL RÍO GUNDIÁN, Gran Maestro (1957-1959; 1959-1962; 1962-1965; y 1965-1968)
V.·. H.·. SEBASTIÁN JANS PÉREZ, (2018-2022), MIEMBRO HONORARIO RESP. LOGIA “JUSTICIA Y LIBERTAD” N° 5
CAPÍTULO IV
SUS VENERABLES MAESTROS Y SU HIMNO
1.- SUS VENERABLES MAESTROS
Desde 1864 a 1900
Desde 1900 a 1950
Desde 1950 a 2000
Desde 2000 hasta la actualidad
2.- SU HIMNO
CAPÍTULO V
HITOS EN LA VIDA DE LA RESP. LOGIA “JUSTICIA Y LIBERTAD” N° 5
Sus Primeros 25 Años
Medio Siglo de Vida
Brillantes 75 Años
El Centenario
Recuerdos de 125 Años
130 años
El siglo y medio
155 Años: Gran Maestro Miembro Honorario
CAPÍTULO VI
ALGUNOS PROTAGONISTAS DE LA HISTORIA
1.- V.·. H.·. Eduardo de la Barra Lastarria
2.- V.·. H.·. Pedro Avelino Aguirre Cerda
3.- V.·. H.·. Arturo Alessandri Palma
4.- V.·. H.·. Salvador Allende Castro
5.- V.·. H.·. Horacio Aravena Andaur
6.- V.·. H.·. Manuel Carrera Pinto
7.- V.·. H.·. Juan Miguel Dávila Baeza
8.- V.·. H.·. Jorge Délano Edwards
9.- V.·. H.·. Ángel Custodio Gallo Goyenechea
10.- V.·. H.·. Francisco Gandarillas Luco
11.- V.·. H.·. Manuel Guzmán Maturana
12.- V.·. H.·. Luis Léliva Gilsa
13.- V.·. H.·. Sandalio Letelier Rojas
14.- V.·. H.·. Arturo Lois Fraga
15.- V.·. H.·. Octavio Maira González
16.- V.·. H.·. Guillermo Matta Goyenechea
17.- V.·. H.·. Juan Moya Morales
18.- V.·. H.·. Benjamín Oviedo Martínez
19.- V.·. H.·. Juan Agustín Palazuelos Ramírez
20.- V.·. H.·. Nicolás Peña Vicuña
21.- V.·. H.·. Francisco Puelma Tupper
22.- V.·. H.·. Santos Quintanilla
23.- V.·. H.·. Carlos Rand
24.- V.·. H.·. René Humberto Reyes Soto
25.- V.·. H.·. Carlos Sander Álvarez
26.- V.·. H.·. Miguel José Santa María
27.- V.·. H.·. Olegario Silva
28.- V.·. H.·. José Ignacio Vergara Urzúa
29.- V.·. H.·. Pedro Nolasco Videla Hidalgo
30.- V.·. H.·. Domingo Villalobos Bobadilla
31.- V.·. H.·. Arturo Villarroel Garezón
32.- V.·. H.·. Germán Tenderini y Vacca
33.- V.·. H.·. Luis Téllez Mercado
CAPÍTULO VII
FRUCTIFERA LABOR MASÓNICA Y PROFANA DE LA RESP.
LOGIA “JUSTICIA Y LIBERTAD” N° 5
A.- Ámbito Masónico
1.- Fundación de la Resp. Logia “Deber y Constancia” N°
7 de Santiago
2.- Fundación de la Resp. Logia “Renacimiento” N° 8 de Santiago
3.- Fundación de la Resp. Logia “Verdad” N° 10
4.- Fundación de la Resp. Logia “Aurora de Italia” N° 24
5.- Fundación de la Resp. Logia “Patria y Libertad” N° 36 del Valle de San Felipe
6.- Fundación de la Resp. Logia “José de San Martín” N° 90 de Santiago
7.- Levantamiento de Columnas de las Resp. Logias “Deber y Constancia” N° 7, “Unión Fraternal” N° 1 y “Cóndor” N° 9
8.- Primeras publicaciones masónicas
B.- Ámbito Profano
1.- Conferencias Populares
2.- Guía del Pueblo
3.- Legislación laica
3.1.- Normas Constitucionales Profanas
3.2.- Leyes profanas laicas
4.- Colonias Escolares
Este libro se terminó en la primavera del 2020
LA LUZ
Adonde quiera que un dolor le llame
Allí, con franca mano,
Sobre esa herida el bálsamo derrame,
Para el masó el hombre es un hermano!
Para el masón no hay género diverso
Y hay uno sólo: el de hombre!
Su simbólica patria es Universo!
Su centro, Dios! Humanidad su nombre!
Sienta el mundo la fuerza misteriosa De tan altas ideas!
Encárnate ¡oh palabra luminosa!
¡Luz! Verbo del Creador, bendita seas.
(Poesía declamada. en la solemne instalación de la Logia Justicia y Libertad)
GUILLERMO MATTA