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INTELIGENCIA ARTIFICIAL

Una Mirada Desde El Orden

SOCIAL, LA POLÍTICA, LA ECONOMÍA Y LOS NEGOCIOS

POR GALO LÓPEZ ZÚÑIGA

Académico, administrador público, cientista político y ensayista

Un Cambio Imperceptible

QUE NOS ESTÁ CAMBIANDO

Como académico universitario, estoy terminando de escribir un libro docente sobre Metodología de la Investigación y, como pertenezco a una Facultad de economía y administración, obviamente, el foco -aunque no exclusivo- está en las aplicaciones sobre la gestión, los negocios y los estudios comerciales. En ese contexto me derivo en ese libro hacia lo que hoy se conoce como Inteligencia de Negocios, Business Intelligence, Inteligencia Empresarial o Inteligencia de Marketing, viendo desde ahí una diversidad de efectos y repercusiones que exceden lo meramente comercial.

Pero, partamos nuestro análisis observando la Inteligencia Artificial como una disciplina aplicada, estratégicamente, a la gestión de las operaciones empresariales y organizacionales, para constatar y proyectar desde ahí sus repercusiones. En ese contexto y a modo de ejemplo, recordemos o imaginemos una simple transacción comercial entre un comprador y un vendedor de un televisor en un retail hace no muchos años: w El comprador: ¿Cuánto vale este televisor? w El vendedor: Señor, ese televisor vale quinientos mil pesos ($500.000). w El comprador: (Sacando de su bolsillo un fajo de billetes le consulta al vendedor para estimular la inmediata venta) Y si lo pago al contado, con billetes: ¿en cuánto me lo deja? w El vendedor: (Que estaba autorizado hasta un descuento máximo le podía hacer su oferta) Señor, le podría rebajar hasta un 5%.

Ahí, en esa época, el comprador podía aceptar esa rebaja o bien seguir un proceso de regateo que, al final, podría derivar en una consulta a un ejecutivo superior y conseguir un precio aún más bajo llevándose ese televisor, por ejemplo en cuatrocientos cincuenta mil pesos ($450.000, es decir, con un 10% de rebaja). Así, un proceso de compra y venta que era habitual, ya que disponer de efectivo era algo muy valorado por cualquier casa comercial.

Sin embargo, un proceso que hoy no es usado en transacciones como las señaladas en este ejemplo, pues las rebajas en los precios están reservadas a quienes adquieran sus productos o servicios mediante el uso de algún mecanismo electrónico, es decir, tarjetas de crédito, de débito o de puntos. Y esto más allá de la posibilidad de dar la opción del crédito. En efecto, si bien el crédito abre un segundo negocio a la venta del bien o servicio transado; lo que más importa es dejar un rastro, una huella de cada transacción en los miles de datos y bases de datos que se están acumulando, desde la misma realidad, es decir, desde el mismo comportamiento de las personas. Así, un comportamiento estimulado para incentivar esta forma electrónica de pago; “compre así y acumule puntos que usted podrá usar en futuros descuentos, cambiarlos directamente por nuevos productos en toda nuestra cadena o red de tiendas o transformarlos en diversos beneficios”.

De esta forma, se han montado diversos mecanismos de estimulación social para producir un comportamiento de compra inducido, teniendo como señuelo la obtención de un premio o regalo; una especie de cuenta corriente de puntos que se acumulan para el beneficio de los compradores. Y, lo más curioso, dando la sensación de que ese premio o regalo no está ya incorporado a la política de precios que el mismo consumidor ha pagado, aún con el descuento otorgado. O bien, pagado por todos quienes insisten en comprar con dinero en efectivo, quienes al no acceder a estos “ beneficios”, terminan cancelando un sobre precio.

Pero no se trata de un comportamiento cualquiera, sino que de un comportamiento que está siendo puesto en la centralidad de la vida de cada persona como sujeto social. En efecto, las compras en los supermercados, la adquisición de un bien raíz, de un vehículo, de los electrodomésticos, el pago de los fármacos, la ida al cine, la compra de un helado, el pago de las carreteras, la cancelación de los impuestos, los cyber day, las promociones, las ofertas, etc. Así, la vida social, los gustos personales, la convivencia familiar, el trabajo, la entretención, las enfermedades, etc. Todo, en definitiva, traducido en pulsos electrónicos y códigos binarios registrados en gigantescas bases de datos como señales de una realidad virtual, capaz de producir verdaderos “Tropismos1 Inducidos” en una sociedad que pueda ser manejada de manera probabilística. Algo muy útil para la aplicación de políticas públicas y empresariales que lleve a discriminar en función de tales registros y de los intereses que procesen tal información: “estos sí, estos otros tal vez y esos simplemente NO”. De esta forma, una sociedad que pueda ser rastreada por algoritmos en la búsqueda de patrones de comportamientos y la identificación de grupos; los que bien puedan ser relevados para hacer de ellos nuevos segmentos o nichos de mercados a estimular según se requiera, o desincentivar comportamientos indeseados. En otros términos, hacer del comportamiento pasado las referencias del comportamiento futuro que se debe modelar por la vía de la estimulación. En efecto, y como ya lo señalamos, un verdadero tropismo inducido para reproducir los comportamientos deseados y funcionales para la producción de los flujos financieros que demandan las inversiones en curso y reducir la incertidumbre y el riesgo en las decisiones empresariales.

En efecto, con ello la realidad se está virtualizando, es decir, se está creando una realidad paralela que está hegemonizando la existencia de las personas. Una realidad en donde la existencia está siendo capturada. Sí, existimos, pero siempre que seamos reconocido como sujetos identificables al interior de esa realidad virtual. Una realidad en donde cada sujeto es clasificado, segmentado y valorado en función de las posibilidades comerciales que le atribuye el algoritmo que lo ha catalogado.

UNA NUEVA “INTELIGENCIA EN LOS NEGOCIOS”

Así, una inteligencia que ha llegado a las organizaciones; las que están experimentando nuevas urgencias y necesidades. Urgencias y necesidades que no pueden ser asumidas adecuadamente con las técnicas tradicionales de investigación. En efecto, las nuevas condiciones y realidades en las que operan las organizaciones están revolucionando sus modelos estratégicos de gestión y operación. En específico el cambio, su aceleración y lo emergente requieren de nuevas formas de interacción e intercambio con el entorno. Así también, la complejidad de una realidad incierta, la inmediatez de los acontecimientos y las realidades emergentes a las que están expuestas, han generado la necesidad de nuevos desarrollos, capaces de producir información en un contexto multivariado, dinámico, incierto e instantáneo.

1 Tropismo: (RAE) Movimiento de orientación de un organismo sésil como respuesta a un estímulo.

Sésil: (RAE) Dicho de un órgano o de un organismo: Sujeto al sustrato.

Así, la necesidad de vincular a la organización con un entorno móvil, de cuantificar la eficiencia y productividad de los procesos, de constatar la efectividad de los objetivos y de retroalimentar las estrategias en tiempo real; son los nuevos imperativos que operan sobre la gestión de las organizaciones y los negocios. Todo un nuevo contexto ya es parte de la realidad en la que las organizaciones están insertas, debiendo enfrentar nuevos escenarios dominados por la híper competitividad, la globalización y la complejidad. Así, las tradicionales formas y metodologías de Investigación de Mercado suelen resultar desfasadas en el tiempo, cuando este - el tiempo- es dominado por la inmediatez de los acontecimientos.

Para responder a ello, ha surgido esta nueva área de desarrollo que ha permitido modelar sistemas automáticos de monitoreo, seguimiento y control. Sistemas diseñados para administrar y relacionar bases de datos que permitan retroalimentar en forma instantánea la toma de decisiones, es decir, sistemas automáticos, en línea y en “tiempo real ” 2 que informan sobre las variables del negocio y que anticipan tendencias. Es decir, sistemas que en forma continua están monitoreando diversas variables de acuerdo con parámetros de control y modelando respuestas por medio de la simulación de escenarios que pueden ser informados automáticamente.

En el fondo, se ha producido un gran salto cuántico para quienes deben gestionar las organizaciones modernas. Organizaciones que han tenido que establecer modelos estratégicos que permitan lo que todo modelo de sistema requiere, a saber: capacidad para conocer el entorno, capacidad para anticiparse a los hechos, capacidad para adaptarse a las nuevas realidades y, muy especialmente, capacidad para crear las condiciones que requiere la sobrevivencia y el desarrollo en escenarios complejos e inciertos. Esto último, hoy en día está llevando a las organizaciones a la “virtualización de la realidad ”, es decir, forzar a la realidad a que sus operaciones se procesen de manera virtual . Lo que significa desplegar una diversidad de tecnologías, procesos y estimulaciones para que las operaciones organizacionales (en especial los negocios), se procesen por medio de aplicaciones informáticas. Tal como ya lo indicamos, la venta mediante tarjetas de débito, de crédito o las propias de cada empresa, a fin de que su intercambio comercial quede registrado en sus respectivas bases de datos como registros históricos. Con ello, esas organizaciones logran capturar la realidad conociéndola desde las mismas conductas de compras de sus clientes. Algo hoy fundamental para la estimulación de las realidades futuras por medio del modelamiento probabilístico de escenarios. En otros términos, crear las condiciones que requiere la sobrevivencia y el desarrollo en escenarios complejos e inciertos.

2 “Tiempo Real”= Se refiere a contar con información en el momento que ésta se genera, respecto de una realidad que tiene un comportamiento autónomo.

INTELIGENCIA DE MARKETING COMO INTELIGENCIA ARTIFICIAL (un

sincretismo disciplinar)

Todo un salto que ha sido posible gracias al desarrollo de la informática, de la computación, de la electrónica, de la estadística, de la ingeniería social y de la gestión estratégica. En efecto: la informática ha aportado el diseño de los sistemas de información y el procesamiento de datos. La computación, el desarrollo de redes de equipos adecuados para almacenar y procesar grandes y diversos volúmenes de datos e información. La electrónica, el uso de las ondas y frecuencias eléctricas para diseñar protocolos de comunicaciones que se transmiten entre equipos, sea por medios alámbricos, inalámbricos o satelitales. La estadística, que ha aportado la aplicación metodológica de las matemáticas, las probabilidades y el análisis cuantitativo y sistemático de datos, para generar información de una determinada realidad. La ingeniería social, que ha consolidado todos estos avances y los ha modelado para responder a los nuevos desafíos de los negocios, de los procesos industriales y organizacionales. Y, por último, la gestión estratégica, al establecer las variables esenciales del negocio, para su posicionamiento en el mercado y su entorno.

A este nuevo desarrollo se le denomina “Inteligencia de marketing” (también denominada Inteligencia de Negocios o Business Intelligence), como sistemas de información que complementan a la Investigación de Mercado. En específico, una estructura permanente e interactiva diseñada para recolectar, depurar y analizar flujos de datos que permiten fundamentar y apoyar la toma de decisiones de marketing.

Se trata entonces de sistemas diseñados para hacer seguimiento en línea de las variables fundamentales de los procesos organizacionales y del negocio, de tal forma de proveer información en tiempo real. En particular, a todos quienes tienen las autorizaciones para acceder a dicha información, desde cualquier parte de la organización, a cualquier hora del día y desde cualquier parte del mundo.

La Inteligencia de Marketing es entonces: “El conjunto de procesos técnicos, tecnológicos y de gestión, que están diseñados en forma sistemática para recolectar, depurar y analizar datos necesarios, útiles, precisos y oportunos para la toma de decisiones de marketing en función del negocio y la organización”.

De acuerdo con este concepto, la “Inteligencia de Marketing” trata de: a) Procesos técnicos, tecnológicos y de gestión: Son tecnologías de información diseñadas, desarrolladas y aplicadas a los procesos organizacionales, las que se operan de manera automática sobre las variables del negocio, la organización y su entorno. b) Están diseñados en forma sistemática y automática para: i) Recolectar datos, es decir recoger, generar y almacenar diversos datos a partir de la propia operación del negocio; por ejemplo, dejar los registros de los clientes al momento de pagar en un supermercado, almacenando toda una historia de sus compras, formas de pago, artículos adquiridos, volumen comprado, estacionalidad, etc. ii) Depurar tales datos, es decir, validar datos relevantes y descartar hechos que se escapan a una modalidad. En otros términos, inteligencia automatizada para discriminar qué datos son relevantes y cuales no lo son en función de una determinada modelación. iii) Procesamiento dinámico, automático y permanente de los datos recopilados, para monitorear en tiempo real la operación del negocio. En este caso, tomar los datos que se han recolectado para clasificarlos, relacionarlos y ordenarlos con algún sentido, sea previamente preestablecido o siguiendo algún mecanismo aleatorio. iv) Analizar la información generada desde la depuración de los datos y su procesamiento, es decir, evaluar, relacionar y agrupar los datos, consolidando información lógica, necesaria, útil, precisa y oportuna. c ) Se focalizan en la toma de decisiones de marketing: Su diseño está orientado fundamentalmente en: i) El proceso de negocio: Monitorear la relación de la organización con el entorno, midiendo, relacionando, correlacionando y proyectando las variables fundamentales de sus actividades e intercambios comerciales. Todo lo cual se efectúa en forma automática y autónomamente en el momento en que las operaciones se producen. ii) La gestión de los procesos: Controlar las operaciones de la organización, efectuando el seguimiento de la gestión de sus áreas, a fin de medir su nivel de eficacia, eficiencia y productividad en relación con su alineamiento estratégico.

En efecto, en ello han estado muchos de los últimos desarrollos de las empresas; construyendo su información desde las propias bases de datos que genera la operación de sus negocios y el marketing relacional3 . Tal como ya lo indicamos, es el caso de los diversos sistemas comerciales que producen información a partir del registro de las compras efectuadas por sus clientes usando tarjetas de crédito, de débito, de descuento, de promociones, etc.; o los registros de personal, de contabilidad, etc., que se vinculan con otros datos ingresados manual o automáticamente.

A todo ello se han sumado las alianzas estratégicas entre empresas de diversos sectores por medio del marketing de redes4, con lo cual las empresas comparten información sobre el consumo, los hábitos de compras, las tendencias de los consumidores, sus formas de pago, etc. Esto está produciendo gigantescas bases de datos que sólo pueden ser procesadas por medio de sistemas computacionales, diseños informáticos, metodologías estadísticas y la transmisión electrónica de los datos. Y ello, bajo un diseño de ingeniería social e industrial que produce información que invade aspectos diarios de las personas, en función de la gestión organizacional, la operación del negocio y el alineamiento de la estrategia5

Por medio de estos diseños se retroalimenta la gestión, se comparan los datos y se miden las variables del negocio en forma automática, según han sido programados determinados protocolos y algoritmos6 Y ello, en función de la estrategia de la empresa y del negocio; produciendo información en línea y en tiempo real para la toma de decisiones. Tal es el caso de diversos desarrollos, como, por ejemplo: sistemas de planificación y control de gestión, cuadro de mando integral (BSC), sistemas de reportes y análisis de datos en línea, Minería de datos o Data Mining, etc. En resumen, a esta lógica de monitoreo, seguimiento y control automático, en línea con las operaciones de un negocio y desarrollado sobre la base de un diseño de ingeniería social, comercial, industrial y político se le llama Inteligencia de Marketing o Inteligencia de Negocios. La cual ha venido a servir de soporte fundamental para la gestión de las operaciones, pues frente a un contexto dinámico e incierto, permite no solo tener control sobre las diversas variables que puedan afectar un negocio, sino que también simular escenarios y modelar propuestas de respuesta para la toma de decisiones oportunas. Tal como ya lo indicamos, todo un desarrollo tecnológico que hoy ya se usa de manera profusa en las estrategias políticas y en las campañas electorales, levantando, acumulando, relacionando y produciendo datos e información útil para producir o estimular las conductas que requieren las opciones políticas; ya sea para su victoria como para su legitimación.

3 Marketing relacional, es una estrategia comercial que busca orientar los procesos de la empresa y sus negocios en función de sus clientes, para lo cual establece los sistemas de información necesarios para conocerlos específicamente y con ello establecer mecanismos de segmentación y clasificación en relación con sus hábitos, gustos y formas de consumo. En otros términos, el marketing relacional busca alinear sus procesos internos en función del conocimiento del mercado, que le permita focalizar sus políticas y estrategias en dirección específica de sus clientes, consumidores y usuarios; para lo cual debe desarrollar las tecnologías necesarias para conocerlos.

4 Marketing de redes o marketing multinivel, es una estrategia de ventas por medio de diversas vinculaciones de la empresa con el entorno, sea por medio de sistemas internet, cadenas de distribuidores, alianzas estratégicas u otras formas de contacto. Se trata, entonces, de una estrategia comercial que busca ampliar los puntos de contacto con el mercado, para la difusión de los productos, la comunicación con el mercado y las ventas.

5 Sistemas de control automático de cada persona; lo que no debe dejar de asombrar, ya que se trata de mecanismos que la ficción vislumbró hace muchos años para controlar a los sujetos y que pensadores como Michel Foucault graficó con el concepto del “panóptico” de control y de poder sobre los individuos.

UNA NUEVA “INTELIGENCIA SOCIAL Y POLÍTICA”

Al respecto, y sin perjuicio de la necesidad de estas aplicaciones en una sociedad compleja como la nuestra; esta llamada “inteligencia” permite el reconocimiento de los actos humanos, pero reduciéndolo a las posibilidades que los algoritmos estructuran desde ese pasado que ha quedado registrado, desde cada persona, haciendo de ello algo absoluto sobre lo cual proyectar las posibilidades. En otros términos, lo humano se juega como si se tuviera una baraja de naipes, con las cartas del pasado a la vista de un panóptico que no olvida de cada sujeto, cada una de sus jugadas. Lo que queda entonces, es proyectar ese pasado a ese tipo de sujetos, a ese grupo, a ese segmento; los que pueden recordar o asociar lo que se le propone para el futuro, trayendo desde su olvido aquello que le evoca algo que debiera perpetuar. De esta forma, una relación asimétrica, absoluta y subliminal. Asimétrica, en tanto que se trata de un panóptico que, como “Funes: el memorioso de Jorge Luis Borges”, guarda en su memoria cada acto y acción de cada uno de los sujetos que están en su memoria, en su base de datos. Una memoria que no olvida y cuya edición selectiva queda entregada a la lógica del algoritmo y a los intereses de quienes interpretan los resultados entregados por esa lógica. Así, un sujeto que apenas puede recordar de su vida el día anterior, queda evidenciado y desnudo ante esa memoria que ha guardado de él toda la historia que de él interesa. Absoluta, en tanto que la vida y la existencia de cada sujeto queda relevada en función de lo que tales algoritmos han dejado registrado de esa vida y de esa existencia; y lo que los analistas e intereses interpretan instrumentalmente. Con ello, una creación de mundo de dominación al interior del cual no queda otra opción que hacer la vida que ha quedado establecida dentro de él: “quieres vivir en este mundo con sus mejores precios, descuentos y beneficios, accediendo a los puntos que amplían tus posibilidades de consumo; bien, para ello estas son las condiciones que debes cumplir”. Una especie de Leviatán postmoderno, en el que la sociedad queda confinada a las prácticas funcionales que se derivan de sus bases de datos, de sus algoritmos y a las decisiones que se implementan a partir de la información que se extrae de todo ello. Así, una realidad modelada desde la conveniencia que el mismo sistema ha establecido para su perpetuación. Subliminal, en tanto que ese mundo ha quedado legitimado por debajo del umbral de la consciencia, pues ha sido construido en cada sujeto siguiendo su comportamiento. Aunque se trate de un comportamiento inducido exógenamente, por la vía de la estimulación, en donde los premios (los descuentos por ejemplo), superan los castigos. Y así, una legitimación inducida como un constructo de que es lo conveniente para cada sujeto como supuesta “decisión” individual, es decir, de alguien que decidió cortando el prepicado de un producto, cuyo instructivo le dice “hágalo usted mismo”.

6 Algoritmo informático: Conjunto de instrucciones establecidas en un programa que se procesa computacionalmente, las que han sido pre definidas, ordenadas y determinadas para procesar y entregar un resultado, realizar un cálculo o desarrollar una tarea, según determinadas variables que procesa dicho programa; así, un algoritmo informático es un procesamiento paso a paso que realiza un programa computacional para conseguir un fin.

De esta forma, la sociedad se modela siguiendo el decurso de su pasado, validando lo que interesa y proyectando los comportamientos requeridos. En otros términos, estimular los comportamientos funcionales y consecuentes con la lógica dominante. Así, ya podemos organizar la política, simplemente, relevando instrumentalmente de la vida de cada sujeto, aquello que interesa, aquello que conviene y aquello que más degrada a los adversarios. Al respecto, pongamos como ejemplo las campañas electorales, en específico, aquellas más relevantes para el control social. Acá, muchos son los ejemplos, al constatar el uso de diversas bases de datos como fuentes de información para inducir comportamientos afines; así como también, generar nuevas “verdades” producidas a través de las redes sociales, como productos de simples mentiras, parcialidades o ediciones interesadas.

En resumen, nuevamente esta Inteligencia Artificial, como constructo de una síntesis entre el pasado que interesa, el pasado que puede ser modelado y el pasado que conviene; conjugado por los intereses dominantes y aquellos que pretenden la hegemonía de una sociedad en permanente riesgo. Y, por qué no también, de un sujeto muy fragilizado en sus condiciones existenciales, es decir, fácilmente inducido desde el miedo, la inseguridad y la desconfianza; y, también, un sujeto fácilmente modelable por el anhelo de consumo como placebo de la felicidad y el bienestar, la movilidad social como vía de escape y la facilitación como su camino al éxito y la fortuna.

La Dimensi N Moral Y Tica De Todo Esto

Con todo ello, esta misma lógica deriva en la modelación de la sociedad, al producir los comportamientos futuros de los consumidores y las conductas consecuentes con los resultados que reporten al retorno de las gigantescas inversiones que están desplegando las mega organizaciones; y, por cierto, el poder que se concentra detrás de ellas. En otros términos, estandarizar tales comportamientos para evitar o reducir la autonomía de los sujetos, entendida esta como riesgo ante la incerteza, es decir, producir sujetos cuyos desempeños sean coherentes con los intereses que están detrás de todo esto. De ahí, la importancia estratégica de estas aplicaciones, pero que requieren de la creación de un determinado sujeto hecho para esa realidad virtual. Aquella que es desde donde se produce la información, es decir, la virtualidad que debiera modelar a la realidad concreta de cada persona.

Aspecto este último que no puede obviar las consideraciones morales y éticas que pueda implicar el modelamiento de las personas y, con ello, la disminución de su autonomía, es decir, de la libertad y de la inmensidad de lo humano al reducir a cada sujeto a la positividad de su comportamiento visible. En otros términos, hacer de cada sujeto, ya no un sujeto sujetado por el poder, sino que un sujeto producido (o prefabricado), por medio de la estimulación o la represión en su propia consciencia de los patrones conductuales en función de los intereses dominantes. De esta forma, una mega transformación antropo- lógica de un sujeto que es necesario producir para un determinado futuro, el que haga de la realidad un constructo funcional a la misma virtualización como un nuevo ethos en donde la gente pueda hacer su vida como algo estándar y funcional.

Y frente a ello, quizás lo más grave, produciendo un sujeto interdicto, es decir, intervenido con categorías de decisión subliminales a su propia consciencia; un sujeto alineado, es decir, conducido exógenamente en función de intereses ajenos, pero que son asumidos como propios; y un sujeto alienado, es decir, enajenado en función de nuevos absolutos instalados en su consciencia. Pero, igualmente, un sujeto que cree que está actuando desde su libertad al ser él el que toma las decisiones; pero sin ya darse cuenta de que él no es más que una extensión de un algoritmo que lo ha determinado para que actúe en consecuencia. En resumen, la producción de una nueva normalidad a fin a los intereses que han creado esa realidad virtual consecuente con los mega intereses que están detrás de toda esta supuesta “ inteligencia”. Claro ejemplo, a nuestro juicio, es la alta cobertura del crédito, otorgado de manera indiscriminada a sujetos que ven en el consumo una mejora existencial, pero relegando con ello, sus condiciones futuras.

PALABRAS FINALES (LA NECESIDAD DE RESCATAR AL SUJETO)

Ya lo señalamos en uno de los párrafos de este texto, una sociedad compleja como la nuestra requiere

-necesariamente- de este tipo de aplicaciones. En efecto, la multidimensionalidad de la existencia, la multicausalidad y la equis finalidad de la realidad, la emergencia de los acontecimientos y la incerteza; son magníficas evidencias de una sociedad compleja que requiere procesar esa complejidad, anticipar sus problemas y sustentar mejores decisiones.

Al respecto, por ejemplo, cuanto dolor y cuantas carencias se habrían evitado si en forma anticipada y oportuna se hubieran identificado las causas de tantos problemas que hoy nos aquejan, para focalizar al país en la atención oportuna de esos dolores y carencias. La violencia, el crimen organizado, la corrupción, las falencias educativas, los daños medioambientales, etc., si en forma anticipada hubiéramos identificado las causas germinales de todo ello y, también, hubiéramos alineado nuestra inteligencia y sensibilizado nuestra conciencia ante el dolor y los horrores que había que evitar. O bien, como se hubieran abordado anticipadamente las futuras patologías -físicas y mentales- si se descubren los patrones de comportamiento, de habitabilidad y de consumo que conducen a tales consecuencias. O bien, las deficiencias y debilidades educacionales, si en forma previa se hubieran identificado las variables sociales, psicológicas, de infraestructura, familiares y lectivas que están produciendo una educación deficitaria en la calidad y que discrimina por clases sociales. O bien, la violencia y la criminalidad que se podría haber resuelto, evitado o, al menos mitigado, si también en forma oportuna y anticipada se hubieran identificado las causas y condiciones que producen esta violencia y criminalidad como consecuencia.

Simplemente, identificando las variables que en definitiva son las que correlacionan arrastrando estas patologías y resultados. Por ejemplo: la marginalidad social, la falta de áreas verdes, el desempleo juvenil, las motivaciones adolescentes, la concentración de la población y el descuido de las regiones, el hacinamiento en casas y poblaciones, la precarización del trabajo, las relaciones asimétricas que derivan en la exclusión, la desatención de la familia y el descuido de niños y ancianos, el abandono escolar, la disminución de la tasa de natalidad, el tipo de criminalidad, la tipificación de los delitos y los perfiles humanos al interior de las cárceles, el tipo de redes sociales que priman, etc. Y muy en particular, como esas mismas causas se concentran en determinados sectores de nuestra sociedad. En definitiva, establecer modelos que muestren en forma oportuna las consecuencias de todo aquello que debiéramos de evitar, trabajando oportunamente las causas y condiciones que están derivando de manera reactiva ante consecuencias que ya estamos lamentando.

Pero aquí estamos, con la tozudez de un modelo político y económico reactivo, es decir, que privilegia la atención de las consecuencias apoyando a quienes -supuestamente- muestran avances en indicadores y resultados que también podemos objetar en su validez. Así como también, un modelo que invisibiliza los dolores que no han logrado un impacto mediático suficiente para justificar medidas y acciones. Lo cual, entendemos, ha derivado en un modelo que, dada su condición reactiva, privilegia el gasto y la inversión pública focalizado en las realidades que ya se han producido, en los dolores que ya nos aquejan y en las consecuencias que ya no se evitaron. Y, todo aquello, instado por un modelo social y cultural maniqueo, es decir, que hace de la convivencia una lucha entre los buenos (nosotros) y los malos (los otros). Atribuyéndole a esos otros, una condición naturalizada de su maldad; simplemente, una maldad generada por esa condición “natural ” que es necesario reprimir, es decir, insistir en políticas y medidas reactivas.

Así, una realidad -y por qué no también- toda una sociedad concebida de manera conductista. Algo así como que la validez absoluta está dada por el comportamiento visible ( por el exceso de positividad en la voz del filósofo Byung Chul Han). Y, con ello, el desconocimiento de aquellas verdades que están subsumidas y que muy bien este tipo de tecnología podría hacer visible de manera oportuna.

Pero, estas tecnologías encierran una cualidad amoral, es decir, pueden servir tanto para el bien como para el mal. Son así, herramientas al servicio de quienes las aplican, según los intereses de cada cual. En efecto, si lo que se requiere es la acumulación del poder y la riqueza, ahí están disponibles para quienes vean todas las oportunidades que brindan para generar una sociedad de autómatas, es decir, de sujetos obsecuentes, alienados y alineados como combustible de esa realidad que los necesita como unidades de producción y consumo. Pero, esas mismas tecnologías también están disponibles, si lo que se necesita es mejorar la calidad de la sociedad y de los sujetos que deben ser los protagonistas de esa mejor realidad colectiva.

Sobre esta condición amoral de la “Inteligencia Artificial” en sus derivaciones sociales, recordamos aquella frase que señala que: “la crisis se produce cuando los hechos acontecen y no, cuando nos damos cuenta”. En efecto, las señales de la crisis hay que verlas en el momento en que la realidad está produciendo esa crisis, aunque su condición germinal la haga aún imperceptible en ese instante. O bien aquella frase de Glenn Marcutt7 que señala que: “Necesitamos soluciones para los problemas reales, no inventar problemas para poder asombrarnos con nuevas soluciones”. En esta sociedad tan compleja, necesitamos ver los problemas en forma oportuna, para construir las soluciones y no, enorgullecernos con soluciones a algo que debió ser evitado. Dos frases que a nuestro juicio, son razones suficientes para sustentar este tipo de tecnología. Así, la valoramos, es decir, una tecnología que detecte con la oportunidad necesaria los problemas, antes de que sea demasiado tarde. Algo fundamental que debe estar en consonancia con un nuevo tipo de sujeto que es necesario formar y no, asumir de él una condición natural que justifique el horror.

Por último, aún mi condición de no creyente, permítanme compartir un magnífico y bello poema de nuestra Gabriela Mistral, como sustento moral de una tecnología que debe ir a la realidad a buscar, oportunamente, la identificación de los problemas, antes de que sea demasiado tarde.

¿Dequéquiereustedlaimagen?

¿De qué quiere usted la imagen?, preguntó el imaginero,

Tenemos santos de pino, hay imágenes de yeso. Mire este Cristo yacente, madera de puro cedro. Depende de quién la encarga, una familia o un templo, o si el único objetivo es ponerla en un museo. Déjeme, pues, que le explique, lo que de verdad deseo.

Yo necesito una imagen de Jesús El Galileo, que refleje su fracaso intentando un mundo nuevo.

Que conmueva las conciencias y cambie los pensamientos.

Yo no la quiero encerrada en iglesias y conventos, ni en casa de una familia para presidir sus rezos. No es para llevarla en andas cargada por costaleros.

Yo quiero una imagen viva de un Jesús Hombre sufriendo, que ilumine a quien la mire el corazón y el cerebro. Que den ganas de bajarlo de su cruz y del tormento.

Y quien contemple esa imagen no quede mirando un muerto.

Ni que con ojos de artista sólo contemple un objeto, ante el que exclame admirado ¡qué torturado más bello!

Perdóneme si le digo, responde el imaginero. Que aquí no hallará seguro la imagen del Nazareno.

Vaya a buscarla en las calles entre las gentes sin techo, en hospicios y hospitales donde haya gente muriendo, en los centros de acogida en que abandonan a viejos, en el pueblo marginado, entre los niños hambrientos, en mujeres maltratadas, en personas sin empleo. Pero la imagen de Cristo no la busque en los museos, no la busque en las estatuas, en los altares y templos.

Ni siga en las procesiones los pasos del Nazareno. No la busque de madera, de bronce, de piedra o yeso, ¡mejor busque entre los pobres, su imagen de carne y hueso!

Gabriela Mistral

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