Revista Occidente N° 557 - Enero 2025

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ÍNDICE I ENERO 2025

Correo de los lectores

5 El (no) relato de la posmodernidad

5 La Inmortalidad del Alma

Un viaje filosófico y espiritual a través del tiempo

18 El Tahuantinsuyo o el antiguo Imperio Inca

25 Entrevista

Leyla Cárdenas Tavié:

Ser científica antártica, docente y mamá de tres hijos

33 Patrimonio

Ha llegado el verano ¡Qué vivan las viejas vacaciones en la playa!

36 ¿Todo lo que sabemos de Yoga es cierto?

Rompiendo mitos y prejuicios

40 Tecno feudalismo del siglo XXI

44 Con paciencia milenaria

Asoman en Chile las Letras chinas

50 De literatura contestataria a Premio Nobel

56 Realismo mágico y social:

Julio Escámez Carrasco, pintor y muralista

60 Música

La cúlmine del bolero cubano.

El Filin

60 Cine

Mucho más que cantos y bailes:

Las películas musicales

64 La última palabra

Memes

Fundada en 1944 www.revistaoccidente.cl

Enero 2025

Edición N° 557

ISSN 0716 – 2782

Director

Rodrigo Reyes Sangermani director@revistaoccidente.cl

Comité Editorial

Ximena Muñoz Muñoz

Ruth Pinto Salgado

Roberto Rivera Vicencio

Alberto Texido Zlatar

Paulina Zamorano Varea

Editor

Antonio Rojas Gómez

Diseño

Alejandra Machuca Espinoza

Colaboran en este número: Guillo

Javier Ignacio Tobar

Cristian Villalobos Zamora

Jorge Calvo Rojas

Ignacio Vidaurrázaga Manríquez

Álvaro Vogel Vallespir

Daniela Pozzo

Roberto Berrios Álvarez

Roberto Rivera Vicencio

Ricardo Bocaz Sepúlveda

Edgard “Galo” Ugarte

Ana Catalina Castillo Ibarra

Rogelio Rodríguez Muñoz

Fotografías Shutterstock.com Unsplash.com Pixabay.com

Portada Paul1982Dutch/ Shutterstock

Publicación

Editorial Occidente S.A. Marcoleta 659, Santiago, Chile

Gerencia General

Gustavo Poblete Morales

Suscripciones y Publicidad

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Los artículos firmados u opiniones de los entrevistados no representan necesariamente la línea editorial de la revista. Se autoriza la publicación total o parcial de los artículos con la única exigencia de la mención de Revista Occidente.

CARPE DIEM

Con el inicio del mes de enero, y sobre todo en febrero, mes que la mayoría de los chilenos sale de vacaciones, el estrés político entra en una especie de hibernación. No es que no pase nada, pasan cosas, pero es el momento de que los reemplazantes tengan su minuto de gloria, los subsecretarios, los parlamentarios menos conocidos; la agenda se transforma, los noticiarios se prodigan en notas veraniegas y en la entrega de datos de vacaciones repetidos y superfluos; los incendios y la delincuencia copan las portadas y por ahí, alguna refriega postergada de la discusión política mayor en el segundo nivel de importancia, a veces ignorada incluso por la clase política en general y qué decir de la opinión pública. Pasan cosas, pero pareciera no importar mucho, en febrero además el interés se centra en los artistas del Festival y en la farándula que lo rodea. Los más afortunados se escapan al sur o a la playa, quizás incluso unos días al extranjero para retomar energías en el primer super lunes de marzo, como si fuera ésta una vieja tradición republicana. Por mientras, parece todo en compás de espera.

No es que Chile deje de funcionar, sino que lo intereses se trasladan, algunos lo aprovechan para instalar sus propias agendas, sin embargo, ya no es lo mismo, las masas críticas y ávidas de información se toman una pausa, de la cual es difícil sustraerse. Nos ponemos al día con las lecturas pendientes, nos preparamos para ver un buen estreno de cine y las tardes alargadas hasta las 21:30 nos permiten disfrutar las luces y las calideces del día hasta más tarde, quizás compartiendo una cerveza o el aperitivo de la hora feliz. Ya tendremos tiempo para preocuparnos de los juicios que caracterizaron nuestra agenda nacional o el estado del arte de las reformas políticas en discusión, si no hay ninguna novedad mayor, lo de Ucrania pasará al olvido, la instalación de Trump saldrá en un cuarto de página en los diarios y las guerras fratricidas del Medio Oriente, apenas una escenografía de una tragedia ajena.

El descanso nos puede servir sin embargo para tomar conciencia, mirar el año y evaluar; estudiar lo que hay que estudiar para comprender, pensar y proyectar el futuro; compartir mejor con la gente que uno quiere, no importa si es en casa o lejos de ella; aprender a promover los afectos en tiempos de ocio, cuando en el año casi siempre nos excusamos por la rapidez que vivimos la vida; hay que leer y amar; preparar un buen plato para ofrecerlo a los que se quiere; caminar y descubrir el mundo, mirar el cielo y entender nuestra sencillez e inmensidad; dormir para recuperar energías y tratar de volver a la vorágine de la vida doméstica rejuvenecidos en la voluntad de hacer desde lo cotidiano un mundo cada día mejor.

ESTOICOS

Sr. Director,

Interesante el artículo acerca de los estoicos, muchas veces entendemos cosas distintas cuando hablamos de filosofía y la verdad es que la reflexión filosófica es necesaria y debe ser actualizada. Quedamos con la sensación en nuestros años de liceo d que los estoicos se oponían a los epicúreos respecto a la forma de enfrentar la vida sin embargo el planteamiento en realidad va mucho más allá de vivir en forma hedonista o aprendiendo a vivir del sufrimiento. La inteligencia humana requiere innovar crear y buscar su felicidad, la conquista del bienestar individual y colectivo, sin duda, pero también aprender a adaptarse, a sortera las dificultades más no evadirlas.

Cristóbal Díaz Santiago

OPINIÓN

LAS TRAMPAS DE TRUMP

POR ANDRÉS RIVETTE Escritor y ensayista

Varias son las razones que explican el triunfo de Donald Trump en las recientes elecciones de los EE.UU., y varias también son las dudas que surgen de cómo será su gobierno. Mucho de todo esto se discute en las tertulias, en los cafés y en las redes sociales, es comentario obligado entre los amigos, y por cierto, se ha convertido también en objeto de concienzudas interpretaciones geopolíticas por parte de la academia y la prensa. Pero pretender siquiera acercarse a las certezas de un análisis es difícil, sobre todo, en esta era de posmodernidad crónica, en estos tiempos de verdades acuosas, en que, además, las informaciones fluyen vertiginosas por la velocidad y origen de las mismas, porque cuesta identificar de ellas lo verdadero de lo falso, lo ingenuo de lo intencionado, lo real de lo imaginario. Sin embargo, será siempre necesario tratar de escudriñar las razones del acontecer, tratar de entender fenómenos más allá de los intereses particulares y partidarios, ideológicos y culturales, para poder así esgrimir argumentos y compartir reflexiones, mirando más allá de las frías cifras que supone el resultado en las urnas de una elección popular, por mucho que arroje finalmente un número y un porcentaje que habilita la posibilidad de que veamos, a pesar de todo, que la democracia sigue funcionando y que las mayorías, cualquieras que sean sus motivaciones y voluntades, se expresan soberanamente. UNA DEMOCRACIA AMENAZADA De un tiempo a esta parte, se ha instalado la idea de que la democracia, como la conocemos desde su proceso evolutivo en el s. XX y cómo se ha desplegado particularmente en Occidente, sobre todo tras el fin de la Guerra Fría, ha entrado en un proceso de deterioro tal, que incluso se cierne sobre ella

del bienestar objetivo, cualesquiera sean los indicadores que citemos, esté sin embargo cada vez más insatisfecha, o al menos, que el aumento de las expectativas ciudadanas sea más rápido que la capacidad de los gobiernos de satisfacerlas. Es decir, que en la brecha de satisfacción, adaptada a la realidad de cada Estado, podría radicar la frustración crónica de la población por la incapacidad de sus propios gobiernos en la generación adecuada y oportuna de soluciones reales para sus demandas. A lo anterior se deba quizás el comportamiento pendular de los electores cuando se trata de elegir sus nuevos gobiernos, transitando con la misma convicción (o sin ninguna) tras cada período presidencial, de un lado a otro del espectro político, y al revés, muchas veces, los países que mantienen regímenes más autoritarios, o definitivamente dictatoriales, “gozan” de una envidiable (aunque aparente) estabilidad política, por cierto no exenta de faltas evidentes a los DD.HH., ausencia de libertades públicas o de injusticias sociales acotadas por un férreo dominio de los medios o el uso abusivo del aparato estatal para el ejercicio de políticas hegemónicas. Estos ejemplos los vemos, por supuesto, en regímenes como el de Erdogan, de Putin, de Ortega o de Maduro, en

NAVIDAD SOLSTICIAL

Sr. Director, Como cada año, las últimas semanas de diciembre a la humanidad (al menos en Occidente) le invaden sentimientos de fraternidad y caridad inspirados en las tradiciones cristianas de la Navidad, aunque al mismo tiempo adquiere mayor valor, y así consta en el conocimiento popular, la contestación de que estas fechas coinciden o se inspiran precisamente a las fiestas solsticiales que desde la antigüedad los seres humanos festejaban como símbolo del triunfo de la luz sobre la oscuridad o del inicio de los tiempos de cosecha. Hay suficiente información histórica al respecto en la construcción del mito que hoy celebramos. Lo importante sin embargo es que, aunque sea por unas pocos días y horas, pareciera que de verdad nos inunda la paz y los buenos

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sentimientos, las personas se comparten deseos afectuosos por las redes sociales y realizan intercambio de regalos con el dolo propósito de ver feliz al otro. Qué distinto sería el mundo si no necesitáramos de estas fiestas para abrir al prójimo el corazón siempre y no esperar la vorágine de una fecha tan simbólica, y a la vez, tan efímera.

Las Condes

TRUMP

Sr. Director, Sn duda la elección de Trump genera incertidumbre. Como dice la columna de Occidente diciembre, quizás se disipen todas las dudas uy los temores de buena parte de la opinión pública mundial desaparezcan, pero todo indica que en el mundo se instalan ciertos populismos y una forma de hacer política que desprecia el diálogo ciudadano, el sentido común de la democracia y la odiosidad en el relato público. Ocurra lo que ocurra con su gobierno, aquello exalta los ánimos, excita las masas inconformes o fanáticas, que a la larga son las mismas que actúan contra los elementos esenciales de la institucionalidad democrática.

Así lo pudimos ver en el asalto al Capitolio hace 4 años.

Hemos de esperar que todo fluya con normalidad en una de las más grandes democracias de la tierra y que en las relaciones internacionales que lidere EE.UU. esté siempre determinado por el bienestar de los países y el diálogo fraterno.

José Luis Sepúlveda Profesor

EL (NO) RELATO DE LA POSMODERNIDAD

POR JAVIER IGNACIO TOBAR

Abogado, académico, ensayista

En tiempos estivales como los que corren, donde el sol alumbra y abriga más que en otras épocas del año, solemos recurrir a libros que nos alejen de lo cotidiano, que nos acerquen al merecido descanso y a la ansiada desconexión del frenesí de lo diario. Pero no siempre -creo- el “escape” está en los indiscutidos clásicos del verano o en las (obras) súper ventas que se alojan en los rankings de las librerías y de la prensa dominical, por lo que en esta columna los quiero invitar a reflexionar sobre un paradigma que está girando en vivo y que se ha mostrado muy fuerte en la discusión académica y política: la ausencia del relato en la posmodernidad y la consecuente fragmentación de la sociedad

Pues bien, como corriente filosófica, el posmodernismo alcanzó rápidamente legitimidad en el ámbito del pensamiento por su crítica corrosiva hacia los

fundamentos de la modernidad, que considera agotados. Estos fundamentos incluyen la confianza en la ciencia como medio para comprender y organizar la vida social, la noción de la historia como un proceso orientado al progreso material y social, y la idea del sujeto como encarnación de metas trascendentales. En este contexto, el posmodernismo se posicionó como un movimiento que cuestiona las premisas fundamentales de la modernidad y propone una ruptura radical con ellas.

Su influencia se ha extendido ampliamente en las ciencias sociales y en las humanidades, especialmente en campos como la filosofía, la antropología, la sociología y los estudios culturales. Desde estos espacios, el posmodernismo ha introducido nuevas perspectivas para abordar tanto problemas antiguos como temas emergentes. Ha enriquecido los debates al ofrecer conceptos y categorías que replantean el qué y el cómo del conocimiento en estas disciplinas, aunque no siempre ha explicitado los fundamentos que sostienen sus posturas. Esto ha dado lugar a

interpretaciones diversas e, incluso, contradictorias dentro de las mismas áreas de estudio.

Al igual que ocurre con muchas corrientes teóricas, la adopción del posmodernismo no siempre ha respondido a un conocimiento o discusión profunda de sus fundamentos. Esto se debe, en parte, a la falta de formación filosófica y epistemológica en los espacios donde se enseñan las ciencias sociales y humanidades. En cambio, su popularidad ha sido impulsada por el peso de las modas intelectuales y por un afán no siempre reflexivo de “estar al día” que exigen muchos espacios académicos. Esta superficialidad en su adopción ha favorecido un uso descontextualizado de sus conceptos, debilitando su eventual potencial transformador.

Como anticipé, en este texto me propongo exponer -a modo de invitación al debate- algunas de las posiciones centrales del posmodernismo en relación con el conocimiento, priorizando su análisis como propuesta filosófico-epistémica. Si bien considero cuestionables muchas de las premisas del positivismo-empirista, paradigma que representa el enfoque científico predominante heredado de la modernidad, también creo que el posmodernismo no constituye ni la única ni la mejor base para cuestionarlas

Antes de abordar someramente las ideas centrales del posmodernismo, me parece necesario contextualizar

su surgimiento. No es casual que el auge y florecimiento del posmodernismo en Europa, especialmente durante la década del setenta del siglo XX, coincidiera con procesos globales como la reestructuración de la economía y la política mundial impulsada por el gran capital internacional. Este período estuvo marcado por el colapso del socialismo “realmente existente”, la tercera ola de democratización liberal y la propuesta del “fin de la historia”. Estos acontecimientos históricos no son meras coincidencias temporales; configuran el terreno cultural, político y económico en el que se enraíza el posmodernismo.

En este marco, Jean-François Lyotard (“La condición postmoderna”) planteó que “el gran relato ha perdido su credibilidad”, ubicando al posmodernismo como una corriente profundamente escéptica frente a las narrativas que promueven el cambio y la transformación social. Este rechazo no se limita a cuestionar las ilusiones de progreso asociadas a la razón instrumental, sino que también implica una desestructuración de la historicidad misma. Este giro privilegia lo inmediato, lo efímero y lo desechable, dejando de lado los proyectos a mediano y largo plazo.

El desencanto de una generación de intelectuales que había participado en proyectos revolucionarios y movimientos de izquierda contribuyó significativamente al surgimiento del posmodernismo. Eventos

como la invasión soviética a Checoslovaquia, que puso fin a la Primavera de Praga, y las revueltas del mayo francés de 1968 generaron una profunda frustración. Esta experiencia llevó a muchos a cuestionar el socialismo soviético, la viabilidad de la revolución y la efectividad de las luchas por el cambio estructural. Este escepticismo alimentó las bases teóricas y políticas del posmodernismo, consolidando su presencia en Europa, particularmente en Francia.

En América Latina, procesos similares acompañaron la llegada del posmodernismo. Tras el triunfo de la Revolución Cubana y el período de efervescencia teórica que culminó con el golpe de Estado a Salvador Allende en Chile, las políticas de contrainsurgencia y las dictaduras militares generaron un período de reflujo político e intelectual. Este contexto de represión inicial y control posterior propició que las teorías que abordaban el análisis de revoluciones sociales, como las referidas a la dominación y explotación, fueran abandonadas o relegadas. Así, para fines de los años ochenta y durante los noventa, la academia latinoamericana estaba preparada para recibir e incorporar el posmodernismo, que llegó principalmente a través de las universidades europeas.

En este contexto, el posmodernismo facilitó un cambio en los referentes teóricos de las ciencias sociales. Se abandonaron conceptos asociados a las grandes teorías de la modernidad y se adoptaron otras que parecían más acordes con los nuevos tiempos. Así, se reemplazaron nociones como “sistema capitalista mundial” por “globalización”, y “clases sociales” por “movimientos sociales” o “sociedad civil”. Se desplazaron los debates sobre el Poder y el Estado hacia el análisis de transiciones democráticas y estudios electorales. Este proceso no solo transformó el lenguaje teórico, sino que reflejó un cambio en la forma de entender la política y las dinámicas relacionales.

Uno de los aspectos más destacados del posmodernismo es su rechazo a la idea de totalidad, asociado a la estructura que organiza y da sentido a la vida social. En sus versiones más extremas, la totalidad se percibe como sinónimo de totalitarismo. Sin embargo, para comprender la realidad social, es fundamental analizar lo que articula y organiza las relaciones humanas en un contexto histórico específico. Este enfoque contrasta con la perspectiva posmoderna, que tiende a fragmentar la realidad en piezas sueltas y contingentes, sin considerar el entramado más amplio que las une.

Este enfoque fragmentario del posmodernismo ha llevado a la fetichización de la diversidad cultural y las identidades, al tiempo que invisibiliza las estructuras de poder económico y político que siguen operando de manera centralizada. Por ejemplo, aunque el

posmodernismo destaca la descentralización de la producción y las cadenas globales, no aborda cómo estas mismas dinámicas responden a la lógica de acumulación del capital, que organiza y jerarquiza estas.

Cabe recordar que los dos fracasos constitucionales en Chile cayeron, precisamente, por su carácter identitario.

Otro aspecto central del posmodernismo es su tendencia a literaturizar el discurso académico (Richard Rorty), desdibujando las fronteras entre la literatura, la filosofía y las ciencias sociales. Esta tendencia ha generado una devaluación de la filosofía como práctica orientada a la búsqueda de conocimiento y rigor conceptual. En su lugar, se ha privilegiado un enfoque más estético y creativo, que muchas veces renuncia a la construcción de explicaciones racionales.

Todo esto no significa que haya que rechazar en bloque los aportes del posmodernismo. Reconozco su impacto en la academia y su papel en cuestionar los dogmas de la modernidad. Sin embargo, creo firmemente que ninguna corriente teórica debería estar exenta de la crítica y el análisis riguroso. Es necesario examinar sus fundamentos filosóficos para entender tanto sus contribuciones como sus limitaciones.

El posmodernismo, al proclamar la muerte de los grandes relatos y celebrar la fragmentación como un rasgo definitorio de nuestra época, nos ha dejado un legado ambiguo: por un lado, cuestionó las certezas absolutas de la modernidad y nos empujó hacia una mayor tolerancia frente a la diversidad; por otro, dejó vacíos los marcos colectivos desde los cuales podíamos imaginar y construir futuros compartidos. Hoy, en un mundo enfrentado a crisis globales de magnitud sin precedentes —climática, económica, social y cultural—, cabe preguntarse si el rechazo posmoderno a las narrativas totalizadoras no ha contribuido, paradójicamente, a una parálisis política y teórica que impide abordar estos desafíos. ¿Es posible encontrar un equilibrio entre las críticas posmodernas y la necesidad de proyectos transformadores? ¿Puede el posmodernismo adaptarse para ofrecer herramientas que articulen solidaridad y acción colectiva en un contexto global? La reflexión no debe quedarse en la fascinación o el rechazo por esta corriente, sino en explorar si, en su aparente fragmentación, pueden hallarse las claves para reconstruir un sentido de comunidad y transformación. Si no lo hacemos, ¿qué otras ideas ocuparán su lugar y a qué costo?

Quizás, en una sociedad fragmentada y deconstruida, es necesario crear nuevos relatos omnicomprensivos que devuelvan el Universalismo al lugar que tiene que ocupar como cuerda que ata cabos sueltos, sin dejar de lado las particularidades de cada ser.

LA INMORTALIDAD

DEL ALMA UN VIAJE FILOSÓFICO Y ESPIRITUAL A TRAVÉS DEL TIEMPO

“Critón, le debemos un gallo a Asclepios, no te olvides de pagar esta deuda”
SÓCRATES ANTES DE MORIR, 399 A.C.

POR CRISTIAN VILLALOBOS ZAMORA

Ingeniero y ensayista

La relación con la muerte es compleja y según nuestras creencias variada. A menudo, nos cuesta aceptar la muerte como un ciclo natural de la vida. Esta dificultad no solo es un reflejo de nuestra negación al final inevitable, sino también un deseo profundo de trascendencia y eternidad. Algunos anhelan la inmortalidad, ya sea a través de la prolongación de la vida en este mundo o la creencia en una existencia más allá de la muerte. Esta aspiración por una vida eterna es una muestra de la necesidad innata de encontrar significado y propósito a nuestra existencia, incluso frente a lo desconocido. En las siguientes líneas, exploraremos cómo la concepción de la inmortalidad del alma ha evolucionado a lo largo de la historia y cómo continúa influenciando nuestras creencias y valores en el mundo actual.

LA INMORTALIDAD DEL ALMA EN LA ANTIGUA RELIGIÓN EGIPCIA: CREENCIAS Y CONCEPTOS ESPIRITUALES

Para acercarnos a la idea o la creencia en la inmortalidad del alma, revisemos la antigua religión egipcia. Los antiguos egipcios creían profundamente en una vida después de la muerte, un dogma que marcaba todos los aspectos de su cultura y religión. Según sus creencias, la vida y la muerte estaban íntimamente

vinculadas al ciclo del dios Sol, Ra. Cuando Ra desaparecía en el horizonte occidental al anochecer, iniciaba un viaje a través del Duat, el mundo subterráneo de los muertos, enfrentándose a peligros y fuerzas caóticas para renacer al amanecer del otro día. Este ciclo diario simbolizaba para los egipcios la inmortalidad, el renacimiento y la victoria sobre la muerte.

Para los antiguos egipcios, la vida terrenal era solo una etapa de un viaje más grande hacia el más allá. La muerte no era un final definitivo, sino una transición hacia una existencia idealizada en los “Campos de Juncos” o Aaru. Este paraíso, representado como un reflejo perfecto de las tierras fértiles del Nilo, era reservado para las almas que, tras un juicio, demostraban haber llevado una vida justa. En este juicio, presidido por Osiris, el corazón del difunto era pesado en la balanza de la verdad contra la pluma de Maat, diosa de la justicia y el orden cósmico. Si el corazón era puro, el alma era admitida en Aaru para disfrutar de una eternidad sin sufrimientos; de lo contrario, era devorada por Ammit, una bestia con cabeza de cocodrilo, cuerpo de león y patas de hipopótamo que encarnaba la destrucción definitiva del alma del difunto. Esta visión profundamente espiritual del más allá influyó en los ritos funerarios egipcios, diseñados para garantizar la inmortalidad del alma. La momificación, los textos funerarios como el Libro de los Muertos, y las ofrendas depositadas en las tumbas buscaban preservar el cuerpo y proveer al difunto de los recursos necesarios para su travesía y su vida eterna en Aaru.

A diferencia de la visión occidental, que considera el alma como algo unitario, los egipcios tenían un concepto más complejo. Para ellos, el ser humano estaba compuesto por un cuerpo y varias manifestaciones espirituales, es decir, el alma se dividía en varias partes.

Para los egipcios, las principales manifestaciones espirituales eran dos: el Ka y el Ba. El Ka representaba la esencia vital, una especie de energía que acompañaba al individuo desde su nacimiento y continuaba existiendo después de su muerte. El Ba, por otro lado, simbolizaba la personalidad única del individuo, eso que lo hacía distinto de los demás. Ambos, el Ka y el Ba, permanecían ligados de alguna manera al difunto, manteniendo así una conexión con el mundo de los vivos. Sin embargo, para que esta conexión se mantuviera, era necesario cumplir una serie de condiciones. Una de estas condiciones era que tanto el Ka como el Ba tuvieran algún tipo de soporte físico en este mundo terrenal al que aferrarse. Este soporte físico más evidente era el cuerpo del difunto.

EL PROCESO DE MOMIFICACIÓN

Los primeros enterramientos en el antiguo Egipto (alrededor del 5000 a.C.) no estaban momificados. Sin embargo, la composición salina y otras condiciones químicas de la tierra en Egipto permitían la conservación natural de los cadáveres, manteniendo un aspecto similar al de la momificación. Esta condición pudo haber inspirado a los antiguos egipcios a momificar a sus difuntos para proporcionar un soporte físico necesario que garantizara la vida eterna a la parte espiritual del fallecido. Por eso, el proceso de momificación fue elaborado y documentado meticulosamente por los egipcios. Este proceso consistía en la extracción de los órganos internos, que se depositaban en unos recipientes llamados “Vasos Canopos”. No obstante, no todos los órganos del difunto se conservaban en estos vasos. Los órganos preservados eran el estómago, los pulmones, el hígado y los intestinos.

Siendo así, el único órgano que se dejaba dentro de la momia durante el proceso de momificación era el corazón, considerado el centro de la vida, la emoción y la moralidad. Esto no era casual, ya que estaba profundamente relacionado con las creencias religiosas sobre la vida después de la muerte y, en particular, con el culto a Osiris, el dios de los muertos y de la resurrección.

Según la mitología egipcia, el corazón del difunto desempeñaba un papel crucial en el “Juicio de Osiris,” un rito esencial en el viaje hacia la eternidad.

El “Juicio de Osiris” no solo refleja las creencias egipcias sobre la vida después de la muerte, sino

también su énfasis en la ética y la moralidad como principios rectores para alcanzar la inmortalidad. Este rito dictaba para los antiguos egipcios la importancia de vivir una vida recta, no solo por las consecuencias terrenales, sino también por las consecuencias eternas en el más allá.

La antigua religión egipcia es famosa por su elaborada visión de la vida después de la muerte y por sus complejos ritos funerarios. Estas prácticas y creencias fueron fundamentales para la cultura egipcia y atestiguan su profunda creencia en la inmortalidad del alma, sentando las bases para muchas concepciones posteriores sobre este tema.

PLATÓN Y LA INMORTALIDAD DEL ALMA

Si hablamos de la inmortalidad de alma, no podemos dejar de referirnos al “Fedón” de Platón, libro por excelencia que se encarga de este tema. El “Fedón” o “Sobre el alma”, está escrito en forma epistolar, es parte de los “Diálogos Platónicos”. El texto comienza con un encuentro entre Fedón, discípulo de Sócrates, y el filósofo pitagórico Equécrates de Fliunte. Este último le pide a Fedón que le relate cómo acontecieron las últimas horas de Sócrates, quien, rodeado por algunos de sus más fieles seguidores, discutió sobre la inmortalidad del alma. En un momento de la conversación, Sócrates, con una serena y noble tranquilidad y sin temor a la muerte, afirma: “Al hombre que veáis irritarse por ir a morir, ese no es un filósofo, sino algún amigo del cuerpo”.

Para demostrar la inmortalidad del alma, Platón utiliza una comparación entre el alma y el cuerpo. Señala que el alma, a diferencia del cuerpo, posee características esenciales que la hacen eterna, invisible e indisoluble, y está relacionada con las “Formas”, que son ideales y eternas. Platón argumenta que, si el alma comparte estas características con las Formas, entonces también debe ser inmortal. Plantea demás que, si el alma existe antes del nacimiento y sobrevive a la muerte del cuerpo, surge la pregunta de su ubicación. ¿Dónde estaba el alma antes de nuestro nacimiento y adónde va después de la muerte? Estas preguntas llevan a reflexionar sobre el origen y el destino del alma: “de dónde venimos y adónde vamos”.

La doctrina escatológica de Platón, relativa al más allá, bebe de dos fuentes principales con marcadas dimensiones místicas y religiosas: el orfismo y el pitagorismo. De estas tradiciones, Platón obtiene el carácter ascético (repudio del cuerpo y del mundo material) y la creencia en la reencarnación del alma, expresada de forma paradigmática en la doctrina de la “metempsicosis” de los pitagóricos. Llama la atención

que, Platón no recurra a la argumentación racional para justificar su visión del destino del alma, sino que utiliza el mito, como en el caso del mito de Er en “La República” y en el ya mencionado “Fedón”. En ambas narraciones, es posible reconstruir un discurso único sobre el destino del alma: “cuando morimos, el alma inmortal se separa del cuerpo para ser juzgada en función del comportamiento que tuvo durante su existencia terrenal.”

EPÍLOGO DEL FEDÓN Y EL MITO DE LA CAVERNA

El epílogo con el que Platón cierra el Fedón es revelador y porque nos enseña la naturaleza teórica de su doctrina: “Sostener que todas estas cosas son como yo las he descrito, ningún hombre de buen sentido puede hacerlo. Pero creo que, una vez aceptada la inmortalidad del alma, lo que acabo de exponer sobre nuestra alma y las regiones en las que mora, o algo similar, puede asegurarse sin inconvenientes que merece la pena correr el riesgo de creer en ello”.

En la venerada “Alegoría de la Caverna”, la teoría filosófica de la verdad de Platón, proyecta que la verdadera vida está fuera de la caverna, sugiriendo que no existe una verdad plena en este mundo. Los hombres que están encadenados dentro de la caverna no viven la auténtica vida; solo lo harán cuando salgan de la caverna, es decir, cuando dejen este mundo físico. Platón se refiere a este mundo físico como el “Mundo Aparente”, comparándolo metafóricamente con el interior de la caverna. Según esta visión, si aún no hemos dejado esta vida, somos como los prisioneros dentro de la caverna. Platón, al igual

que su maestro Sócrates, sostiene que todo lo que vemos es aparente y que las realidades verdaderas solo existen en el mundo de las Ideas, alcanzable únicamente al salir del mundo físico.

CRÍTICA E INFLUENCIA DEL PLATONISMO EN EL PENSAMIENTO OCCIDENTAL

Perfectamente, se podría interpretar el enfoque de Platón como un desprecio hacia esta vida al referirse a ella como el “Mundo Aparente”. Esta postura implica que la vida y la realidad tangible son inferiores y desechables en comparación con el mundo de las Ideas. Es probable, según esta crítica, que se siga pensando platónicamente hoy en día, es decir, que se considere esta vida como transitoria y que exista una vida mejor después de la muerte.

Alfred North Whitehead, reconocido como la figura que define a la escuela filosófica conocida como la filosofía del proceso, que hoy en día ha encontrado aplicación en una gran variedad de disciplinas, entre ellas la ecología, la teología, la educación, la física, la biología, la economía y la psicología, entre otras áreas, resumió la influencia de Platón diciendo que: “La historia de la filosofía occidental no es más que una nota al pie de página a los libros que escribió Platón”. Esto sugiere que Platón trazó un camino filosófico del que no hemos podido escapar, y que el cristianismo lo ha continuado. Otro gran pensador afirmó que “El cristianismo es un platonismo para el pueblo”, ya que los mismos esquemas abstractos del platonismo fueron utilizados por los teólogos católicos para explicar el cristianismo.

DEL PLATONISMO A LA CREENCIA CRISTIANA

En este punto, la transición se da de la “idea” platónica a la “creencia” cristiana en la inmortalidad del alma. Así, el desprecio platónico por la vida física no solo se mantiene como una estructura metafísica, sino que se populariza y se extiende a través del cristianismo. Esta perspectiva, dualista y despreciativa de la vida física ha permeado profundamente el pensamiento occidental, influyendo en cómo valoramos y percibimos nuestra existencia terrenal.

Como hemos visto, las ideas de Platón sobre la inmortalidad del alma reflejan una transición de las creencias religiosas a una exploración filosófica más abstracta, influenciando profundamente el pensamiento occidental posterior.

Después de que Roma conquistara Grecia y absorbiera su cultura, la filosofía griega mantuvo su importancia durante el periodo de la Pax Romana

En particular, la filosofía estoica alcanzó su apogeo en este periodo histórico. El estoicismo fue enseñado con gran éxito al mundo romano por el filósofo griego Epícteto, quien fue esclavo antes de obtener su libertad. Al igual que Sócrates, Epícteto no dejó por escrito sus enseñanzas, pero sus discípulos, especialmente Arriano, continuaron difundiendo sus ideas por todo el imperio y más allá de sus fronteras. El emperador Marco Aurelio, quien gobernó del 161 al 180 d.C., fue un firme seguidor de la doctrina estoica, ganándose el título de “Emperador Estoico”. Además de sus deberes como gobernante, Marco Aurelio escribió “Meditaciones”, una obra que recopila sus reflexiones filosóficas y es considerada un texto clave del estoicismo. Sin embargo, tras su reinado, una serie de emperadores crueles o incompetentes asumieron el poder. Tribus bárbaras atacaron las fronteras del Imperio, las legiones romanas impusieron emperadores títeres, y las revueltas y guerras civiles se volvieron comunes. Con todo, la Pax Romana terminó y el Imperio entró en una prolongada decadencia. Debido a estas crecientes miserias, la gente de la antigua roma encontró insatisfactorias las secas y frías creencias del estoicismo y de la filosofía griega en general. Necesitaban algo más emocional, que les ofreciera un objetivo superior alcanzable en esta vida y mayores promesas de liberación, incluyendo la salvación del alma después de la muerte. Este vacío fue llenado por las religiones mistéricas, entre las cuales se contaban el culto de Isis en Egipto, el de Cibeles de Asia Menor y el de Mitra en Persia. Estos cultos ofrecían experiencias espirituales personales y emotivas, con ceremonias iniciáticas y conceptos de renacimiento y purificación.

EL CRISTIANISMO Y LA INMORTALIDAD DEL ALMA

El cristianismo se destacó entre los diversos cultos de la antigüedad al afirmar con firmeza la salvación a través de la inmortalidad del alma. Según esta creencia, el destino del alma después de la muerte depende estrechamente de la relación del hombre con Dios. La inmortalidad del alma se presenta como una promesa divina para todos aquellos que demuestren sumisión y obediencia a la ley divina. Una de las características más distintivas de esta promesa es la creencia en la resurrección: el cuerpo sería restaurado y unido nuevamente con el alma. Sin embargo, para alcanzar esta resurrección gloriosa, es imprescindible poseer una fe en Dios a toda prueba. Así, la inmortalidad del alma y la continuidad de la vida más allá de la muerte se consolidaron como doctrinas fundamentales en la enseñanza cristiana.

Esta creencia no solo ofrecía consuelo y esperanza a los creyentes, sino que también establecía un marco ético y moral en el que la vida terrenal se consideraba una preparación para la eternidad prometida. De lo anterior se explica por qué los mártires cristianos se entregaban a su martirio sin temor. Su fe les aseguraba que esos sufrimientos tendrían recompensa en una vida superior. Esta convicción les otorgaba una fortaleza y una serenidad incomparables, ya que estaban convencidos de que su sacrificio en este mundo les garantizaba una existencia eterna y gloriosa en el reino de Dios.

A pesar de la persecución inicial, el cristianismo se expandió rápidamente por el Imperio Romano debido a su mensaje de esperanza y salvación para todos, incluidos los pobres y los oprimidos. Las persecuciones culminaron con el Edicto de Milán en el año 313, promulgado por el emperador Constantino, otorgando la libertad de culto a todas las religiones, permitiendo a los cristianos practicar su fe abiertamente y sin temor.

El surgimiento del cristianismo en el contexto del Imperio Romano marcó una evolución significativa

GERD

en la concepción de la inmortalidad del alma, fusionando ideas filosóficas griegas con nuevas doctrinas teológicas.

REFLEXIONES MODERNAS

La antigua creencia en la inmortalidad del alma y la búsqueda de consuelo en la promesa de una vida después de la muerte no solo marcaron profundamente la cultura y la religión de la antigüedad, sino que también se mantienen vigentes en el pensamiento moderno. El filósofo español Miguel de Unamuno, por ejemplo, examinó la lucha humana con la idea de la inmortalidad en su obra “Del sentimiento trágico de la vida”. Unamuno argumentaba que el deseo de inmortalidad es una necesidad existencial profunda, una rebelión contra el destino final de la muerte. Unamuno creía que la fe en la inmortalidad del alma no era simplemente una cuestión de dogma religioso, sino una expresión del deseo del hombre de vivir más allá de la muerte y encontrar una existencia eterna. Este deseo es de evidente importancia para las religiones y filosofías que prometen algún tipo de vida después de la muerte.

Otros filósofos modernos, como Paul Tillich y Karl Jaspers, también han tratado la importancia de la inmortalidad del alma en el contexto de nuestra búsqueda humana de sentido. Para Tillich, la inmortalidad del alma representaba una dimensión de la vida espiritual que va más allá del tiempo y el espacio. Jaspers, por su parte, veía en la trascendencia una forma de superar la finitud humana y lograr la eternidad.

En la actualidad, las ideas de la inmortalidad y la trascendencia siguen siendo tratadas no solo en la filosofía y la teología, sino también en la psicología y la literatura. La búsqueda de un sentido y un significado más allá de la vida terrenal refleja una constante en la aspiración humana: la necesidad de encontrar esperanza y consuelo frente a la mortalidad.

Las antiguas ideas sobre la inmortalidad del alma y la vida después de la muerte, profundamente arraigadas en el cristianismo y otras religiones, siguen influyendo en el pensamiento moderno. A través de los siglos, estas creencias han ofrecido consuelo, esperanza y un marco ético que continúa marcando la búsqueda de significado y propósito en la vida.

PALABRAS FINALES

El cruce entre las ideas platónicas y las creencias cristianas ha creado una doctrina de que esta vida es solo una etapa de paso hacia una existencia superior. Esta percepción, aunque ofrece consuelo y esperanza de una vida mejor, también ha llevado a un desprecio sutil pero significativo por la realidad tangible y la vida presente. La influencia de Platón, asimilada y adaptada por el cristianismo, continúa moldeando la comprensión de la vida y la realidad. El desprecio que Sócrates y Platón parecen mostrar por la vida surge de la idea de que pensar o creer que existe otra vida después de esta, es no valorar la vida presente como fundamental. ¿Hay algo que tenga más valor que la vida misma? La vida puede ser entendida principalmente desde su valor biológico y emocional, dándole importancia a los sentimientos, los instintos, las pulsiones, las pasiones y los placeres. Rechazar la noción de una existencia futura puede ser visto como una manera de valorar la riqueza y la complejidad de la experiencia de vivir en el aquí y ahora. La pregunta que se plantea es: ¿Para qué desear vivir otra vida, acaso no es suficiente con esta? La vida, con sus altibajos, alegrías y tristezas, debe ser apreciada y vivida plenamente, sin desviar la atención hacia una promesa de lo que vendrá después. En este sentido, es deseable revindicar una actitud de vida que celebre la vitalidad y la belleza de nuestra existencia actual.

EL TAHUANTINSUYO O EL ANTIGUO IMPERIO INCA

“Ni se para quien es esta amargura! Oh, Sol, llévala tú que estás muriendo, Y cuelga, como un Cristo ensangrentado,

mi bohemio dolor sobre el pecho.

El valle es de oro amargo; y el viaje es triste, es largo…”

(“Oración del Camino”, Los Heraldos Negros) Cesar Vallejo

Cuando los navegantes -descubridores y conquistadores españoles, portugueses y europeos en general- siguiendo los pasos del Gran Almirante Colón comenzaron a desplegarse a lo largo y ancho del nuevo territorio

recién descubierto, encontraron que en este enorme continente existían culturas muy desarrolladas, que conocían en profundidad avanzadas técnicas de ensamblaje de piedras, un dominio sofisticado de técnicas agrícolas, amplia experticia en la observación de los astros y del espacio profundo, pudiendo por ejemplo vaticinar fenómenos celestiales tales como eclipses y dominaban también sorprendentes conocimientos de cirugía, astronomía y matemáticas. En el caribe y la zona central de América los conquistadores chocaron con civilizaciones tan prodigiosas como los Mayas y los Aztecas y más tarde, descendiendo hacia el sur, se toparon con el enorme imperio del Tahuantinsuyo que se extendía sobre una región de dos millones quinientos mil kilómetros cuadrados, sobre los territorios que hoy día ocupan países como Chile, Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia.

ORÍGENES DEL INCANATO

El vocablo inca, escrito con letras minúsculas se usa para designar a una cultura que teniendo su sede principal en la ciudad de Cuzco dominaba gran parte de América del Sur, hasta antes de la llegada

-en 1532- del español Francisco Pizarro. La palabra Inca escrita con mayúscula se refiere al líder o cabeza del imperio de los incas, y su significado es Hijo del Sol. Narra la leyenda que este pueblo descendió de planicies altiplánicas cercanas al lago Titicaca luego de guerras sostenidas con los Aymaras. Y se asentaron en El Cuzco.

EL MITO FUNDACIONAL

El primer Inca fue Manco Cápac, quien fundó el señorío cuzqueño alrededor del año 1.200 d. C. Según esta historia, Manco Cápac y su esposa, Mama Ocllo, llegaron al valle de Cuzco tras una prolongada y penosa travesía por los Andes siguiendo las indicaciones del dios sol Inti. En el Siglo XIII los incas, provenientes del altiplano peruano, una vez asegurada la soberanía de la ciudad, se prepararon para comenzar desde ahí la expansión del imperio que en su apogeo llegó a cubrir una extensa cantidad de territorio.

Manco Cápac es el protagonista de dos leyendas que explican el origen de la civilización incaica. En ambas leyendas, se dice que Manco Cápac fundó la etnia inca en el Cuzco y que su esposa principal fue Mama Ocllo.

LA LEYENDA

Existen dos leyendas relativas a los incas y Manco Cápac: en realidad se sitúan en la categoría del mito y su propósito es explicar el origen de la civilización incaica y han llegado a nuestros días en la tradición oral: El origen de los incas lo explica la leyenda de los hermanos Ayar de la siguiente forma: Se cuenta que el dios del mundo andino ‘Huiracocha’ mandó a sus cuatro hijos a buscar tierras fértiles: De la cueva Pacaritambo salieron los cuatro hermanos Ayar junto a sus mujeres: Ayar Cachi y Mama Huaco, Ayar Uchu y Mama Ipacura, Ayar Auca y Mama Rahua y, finalmente, Ayar Manco y Mama Ocllo.

Los hermanos, junto a diez ayllus (familias) emprendieron rumbo en dirección sureste.

Ayar Cachi era un hombre fuerte y valiente que ocasionó la envidia de sus hermanos quienes decidieron matarlo. Ayar Cachi fue persuadido para que volviera a las cuevas de Pacarina. Cuando retornó a la caverna, lo encerraron colocando una piedra en la entrada.

Los demás hermanos continuaron su camino hasta el cerro ‘Huanacauri’ donde hallaron un ídolo de piedra. Llenos de respeto y temor, los hermanos

ingresaron. Entonces Ayar Uchu brincó a las espaldas de la estatua y quedó convertido en piedra. Tras continuar el viaje, en la pampa del sol, Ayar Auca también quedo convertido en piedra.

Finalmente, Ayar Manco, acompañado de las cuatro mujeres, llegó al Cuzco donde hundió su vara en señal de tierra fértil. Emocionados de llegar al Cuzco, decidieron fundar una ciudad en honor al dios Huiracocha y el dios Sol. La ciudad estaba llamada a ser la capital del Imperio de los Incas.

La segunda historia de Manco Cápac y Mama Ocllo, narra también una historia similar. Ambas versiones se han transmitido vía oral hasta nuestros días. Aquí se cuenta que el dios Sol, al ver la tristeza en que estaban sumidos los hombres de la tierra envió una pareja: Manco Cápac y su esposa (y hermana) Mama Ocllo. El dios Sol les dio un cetro de oro y les ordenó civilizar el mundo y fundar un imperio cuyo propósito fuera rendir culto al sol.

Manco Cápac y Mama Ocllo emergieron de las aguas del lago Titicaca. Ellos fueron advertidos que el lugar donde se hundiría el cetro de oro, sería el sitio propicio para fundar un imperio. Manco Cápac emprendió rumbo al norte. Mama Ocllo, fue hacia el sur del valle. Ambos convocaron y sometieron a las personas en su recorrido, se cuenta que se los consideraba seres divinos.

Luego de mucho recorrido, el cetro se hundió en el cerro Huanacauri. En ese lugar Manco Cápac y Mama Ocllo dieron inicio al origen de los incas. Manco Cápac enseñó a los hombres a cultivar maíz, trigo y construir casas. Mama Ocllo enseñó a las mujeres a hilar y tejer para hacer vestidos de lana y algodón. Según refiere el mito, el sol envió a Manco Cápac y Mama Ocllo para civilizar y llevar orden a la humanidad.

De este relato fundacional se infiere que Manco Cápac unificó el reino de Cuzco y lideró a su pueblo en la construcción del Imperio Inca.

LA CUNA:

CUZCO Y SUS FORTIFICACIONES

Hace algunos pocos años, luego de varios meses de excavaciones llevadas a cabo bajo la dirección del Museo Nacional de Lima, los trabajadores empeñados en retirar la tierra pusieron al descubierto la osamenta central y básica de la célebre fortaleza de Sacsayhuamán, en la ciudad del Cuzco, la legendaria capital del Imperio Incaico.

Estas grandes e invulnerables ciudadelas, a juzgar

por sus vestigios, parecen levantadas por cíclopes, con materiales indestructibles, apoyados en una ciencia militar tan avanzada que, para encontrar en la historia fortificaciones semejantes, nos tendríamos que remontar a la Roma antigua, a Babilonia y a la arquitectura militar de la Edad Media. Sin embargo, con la notable diferencia de que, mientras las murallas babilónicas y las fortalezas romanas fueron construidas de ladrillo y de concreto, o de piedras y de barro, las antiguas fortificaciones peruanas fueron erigidas de la propia roca, como inmensos bloques compactos, alzadas totalmente en piedra y sin la menor huella o rastro de que se haya utilizado alguna mezcla aglutinante, como el mortero: la mezcla de cemento y arena se llama mortero. Es un material de construcción que se utiliza para unir ladrillos o piedras, nivelar pisos, entre otras aplicaciones. Tampoco existen restos o indicios de que se haya utilizado barro o alguna forma de pegamento artesanal. Son muros de piedra. ¡Y qué piedras! Bloques gigantescos, de una sola pieza, integran muchas veces paredes enteras. Se alzan murallas megalíticas o formadas de tres o cuatro rocas superpuestas y unidas con una justeza tan armoniosa y sutil que, en palabras de Prescott, -el responsable de las excavaciones- no es posible hacer pasar entre una y otra la hoja de una espada. Sus junturas son tan sutiles, cuando no imperceptibles, que se las puede tomar por simples líneas o diseños decorativos

Con anterioridad, ya había causado impacto y estupor el descubrimiento de otra enorme ciudad inca enclava en las alturas de la Cordillera de los Andes: Machu Picchu. El descubrimiento de esta maravillosa ciudad, alzada en piedras, se atribuye a Hiram Bingham, un historiador y explorador estadounidense, quien llegó al sitio en 1911. Sin embargo, hay otros personajes que también se relacionan con el descubrimiento de la ciudadela inca: Un agricultor cusqueño, de nombre Agustín Lizárraga: en 1902, junto a su primo Enrique Palma Ruiz, se encontró -intempestivamente- con Machu Picchu. Lizárraga quedó impresionado y dejó una inscripción en una de las paredes del templo de Las Tres Ventanas. Pero sus esfuerzos por conseguir apoyo de las autoridades para dar a conocer su descubrimiento fueron infructuosos.

Sacsayhuamán, en cambio, una maravilla Inca, que conserva secretos ancestrales entre las grandes piedras de sus muros, a través del tiempo ha presenciado batallas, celebraciones y la majestuosidad del Imperio más poderoso de Sudamérica. Hoy Sacsayhuamán es una pieza clave en la historia de Cuzco, y de la historia de épocas gloriosas de un pueblo cuya tradición perdura a través del tiempo.

CONOCER LA FORTALEZA

SACSAYHUAMÁN Y SUS SECRETOS

Para ubicarnos en el tiempo, el espacio y el contexto se debe iniciar señalando que Sacsayhuamán fue una de las construcciones más importantes durante tiempos del Imperio, fue erigida como un centro ceremonial y religioso. Pero también como una fortaleza bélica inexpugnable. Vamos a internarnos por estos senderos para comprender Sacsayhuamán, sus misterios y su historia.

LA FORTALEZA DE SACSAYHUAMÁN:

La ubicación exacta de Sacsayhuamán, como sitio arqueológico, se encuentra a solo dos kilómetros (1.2 millas) de la Plaza de Armas en la ciudad Imperial en el corazón de Cuzco, en el departamento del mismo nombre, el cuarto más grande del territorio peruano. El sitio arqueológico se encuentra a diez minutos en auto y a unos cuarenta y cinco minutos caminando desde la Plaza, es una ruta de fácil acceso. Sacsayhuamán se encuentra a una altura de 3.700 msnm (o 12.140 pies), solo 200 metros más alto que el centro de la ciudad, y abarca una extensión de 3.093 hectáreas (12 mil millas cuadradas). Sacsayhuamán está resguardado por el gran Apu Ausangate, el Pachatusan y Cinca. Apu se denomina a los cerros. Por su ubicación tiene una hermosa variedad de flora y fauna, donde priman los camélidos sudamericanos como las llamas y también el halcón.

Este nombre; Sacsayhuamán, esta maravilla del Perú antiguo, proviene de las palabras quechuas “Saqsay” que quiere decir algo como lleno o satisfecho y “Waman” que quiere decir halcón. Juntas forman el nombre de la fortaleza y se traduce como el lugar donde el halcón come hasta saciarse.

LA HISTORIA DEL SITIO ARQUEOLÓGICO DE SACSAYHUAMÁN

Sacsayhuamán se construyó durante el gobierno del Inca Pachacutec (1400 a 1471) durante el siglo XV. Se dice que ya había algunas construcciones en el lugar, pero se construyó sobre ellas con el fin de levantar este magnífico recinto. La edificación de Sacsayhuamán toma aproximadamente de 50 a 70

años y según cuentan los cronistas, se necesitó el trabajo de veinte mil hombres para lograrlo. Aunque la construcción comienza con el Inca Pachacutec, se termina durante el tiempo de Huayna Capac en el siglo XVI. Hoy en día solo queda una pequeña parte de lo que fue en su tiempo la hermosa fortaleza de Sacsayhuamán.

Cuál es el rol que cumple Sacsayhuamán durante el Imperio Inca

No se sabe con exactitud cuál fue el propósito de la edificación de piedra. Algunos cronistas afirman que se trataba de un centro ceremonial religioso, lugar de celebraciones, ritos y pagos a la tierra. Un espacio mágico desde donde se podía contemplar la ciudad entera. Ciertos investigadores sostienen que pudo ser un centro de entrenamiento militar, donde los soldados del Imperio recibirán todos los conocimientos de sus líderes militares. Pero con la llegada de los colonizadores españoles, Sacsayhuamán funge como fortaleza de guerra, y prueba su eficacia para los fines bélicos, pues es desde ahí donde se repele el ataque de los invasores.

Dentro de Sacsayhuamán, se encontraron grandes almacenes para alimentos y armas, y también canales para la distribución del agua.

CARACTERÍSTICAS DE LA CONSTRUCCIÓN

Sacsayhuamán está construido con enormes piedras de hasta 125 toneladas de peso, con 5 metros de altura y 2.5 metros de ancho. Tiene un muro construido en zigzag, grande, imponente y extenso y varias otras construcciones a su alrededor como una cisterna para captar y almacenar el agua de la lluvia, acueductos, túneles y torreones.

Se ha podido establecer que en este lugar se celebraba la importante fiesta en honor a Inti Raymi o la fiesta del Sol, cada 24 de junio la fortaleza Inca era teatro de festejos ceremoniales. Esta fecha es muy importante, pues es el solsticio de invierno del hemisferio sudamericano y al ser el Sol el dios más importante de los antiguos peruanos del Tahuantinsuyo, su fiesta es de las más importantes para las tradiciones andinas. Es también el día del año nuevo Inca.

En Sacsayhuamán existe una gran cantidad de historia y tradiciones que al ser exploradas e investigadas revelan una imagen más completa y profunda de lo que pudo ser la vida dentro del Imperio Inca.

INCA PACHACUTEC

El Inca Pachacutec nació bajo el nombre de Cusi Yupanqui. Luego de dirigir a su ejército y vencer a los chancas, El Inca Huiracocha, padre de Cusi Yupanqui,

lo nombró Inca y su sucesor en el año 1438 y entonces se convirtió en Pachacútec Inca Yupanqui Cápac Inti Churi, que significa Inca del cambio del rumbo de la tierra, digno de la estima del Soberano hijo del Sol. Pachacutec fue el noveno Inca y quien llevó a su gente a convertirse en el Imperio del Tahuantinsuyo.

DESTRUCCIÓN DE LA FORTALEZA

En el año 1536, un grupo de rebeldes atacó Sacsayhuamán con el fin de derrotar a los españoles y recuperar el control de Cuzco. Al verse sorprendidos, más no derrotados, los españoles destruyen Sacsayhuamán para evitar un nuevo ataque de los rebeldes de Vilcabamba.

COSMOVISIÓN ANDINA Y URBANISMO

La concepción del universo que tenían los Incas, abarcaba un gran espectro que incluía como eje principal, la armonía entre la vida del hombre y la naturaleza generosa que los albergaba. Es por esto que cada construcción o centro urbano, respetaba el paisaje y era edificado tomando la forma de algún animal representativo de la cosmovisión andina.

La ciudad de Cuzco tenía la forma de un puma del que Sacsayhuamán era la cabeza.

Sacsayhuamán está compuesta por muchos elementos. Uno de ellos es el torreón llamado Muyucmarca, del que el guerrero Inca Titu Cusi Huallpa se lanzó para no ser tomado prisionero por los conquistadores españoles. Titu Cusi Huallpa es conocido como Cahuide y Muyucmarca como la Torre Cahuide.

Aun hoy sostiene la leyenda que en la ciudad existen caminos subterráneos que unen Sacsayhuamán con el Coricancha. Aunque no se ha encontrado evidencia de que esto sea cierto, se pueden ver claramente dos cuevas. Ambas son angostas y por precaución no se permite el acceso a los viajeros a una de ellas.

Yo soy la gracia incaica que se roe en áureos coricanchas bautizados de fosfatos de error y de cicuta. A veces en mis piedras se encabritan los nervios rotos de un extinto puma. Un fermento de Sol; levadura de sombra y corazón!

Destacados aedas de la América latina -como Pablo Neruda, Gabriela Mistral y el enorme Cesar Vallejo- han escrito versos sobre las sombras que el enorme imperio del Tahuantinsuyo aún arroja sobre nuestro presente y los secretos que esconde en el profundo vientre de los Andes.

LEYLA CÁRDENAS TAVIÉ

¿CÓMO

ES SER CIENTÍFICA ANTÁRTICA, DOCENTE Y MAMÁ DE TRES HIJOS?

POR IGNACIO VIDAURRÁZAGA MANRÍQUEZ

Periodista, Mg. Literatura

Esta ha sido una dilatada y singular entrevista. Comenzó a gestarse hace siete años mientras navegábamos con Leyla formando parte de la Expedición Científica Antártica, la ECA 53, el 2017. Estábamos embarcados en el buque Aquiles de la Armada y éramos parte de la delegación de INACH. En medio de los turnos de bajada y de reuniones y charlas grabamos la primera parte.

Luego, este 2024 y de manera virtual hemos animado la segunda grabación. Algunas afirmaciones y esperanzas de la bióloga se han hecho realidad: por ejemplo, el ministerio de Ciencias. A la vez que la profesora asociada de la Universidad Austral de Chile ahora es la decana de la Facultad de Ciencias. Ello, además de la extensión de fenómenos todavía incipientes en esos años, que hoy están acentuados en relación con el cambio climático y su reflejo en esos bichos viajeros que esta científica y su equipo investigan.

Excepto el verano 2021 por la pandemia, Leyla ha participado en cinco expediciones a la Antártica. Pronto, se embarcará en su sexta “campaña”: la Expedición Científica Antártica, la ECA 61. Tiene el grado

académico de PhD en ciencias con una doble titulación en la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) y en Francia en la Universidad Pierre et Marie Curie.

Sus líneas de Investigación refieren a los procesos de dispersión, aislamiento y extinción históricos y contemporáneos de las especies marinas, mediante el estudio de la genética de poblaciones.

La Facultad de Ciencias de la UACh, que hoy dirige la profesora Cárdenas ha ejecutado alrededor de 80 proyectos y actualmente alberga la mayor cantidad de investigadores participando de iniciativas antárticas, tanto de forma individual, como asociativa, agrupados en proyectos como el Centro IDEAL, u otros proyectos con financiamiento Milenio como el Núcleo Mash y el Milenio BASE, entre otros.

AÑOS DE FORMACIÓN

¿Cómo te hiciste científica?

-Creo que en gran parte esa opción se origina en que nací en Aysén, un lugar privilegiado de la naturaleza, en una isla llamada Puerto Aguirre de 3.000 habitantes, esencialmente pescadores. Ahí estuve hasta los 6 años porque después teníamos que salir a educarnos. Mis papas eran empleados públicos.

Nosotros teníamos un bote, jugábamos con el agua y nuestro abuelo era pescador y nos cruzaba

a una isla. Ahí nos sacaba almejitas y comíamos ahí mismo. De ahí, viene mi amor por el mar y la interacción de vida que se consigue y aprecio al estar cerca del mar.

Cuando partí a Valdivia a estudiar biología marina tenía 17 años. Me era muy motivador conocer y entender los ambientes marinos. Creo que no pensaba en la conservación, lo que prevalecía era simplemente la curiosidad. Además, que como tantas personas que estudiaron biología admirábamos a Jacques Cousteau.

Entonces, para mí fue natural estudiar biología marina. A la vez que uno de mis hermanos estudió acuicultura y el otro, ingeniería naval.

ENTRE VALDIVIA Y SANTIAGO

¿Tus estudios universitarios?

-El 93, cuando llegué a estudiar biología no llevaba más de 10 años de creada. El director y fundador de la carrera en la Universidad Austral UACh, era un alemán: Jürgen Winter. Fue él quién nos enseñó desde muy temprano qué era la ciencia, que no íbamos a estudiar biología marina para ser

acuicultores o sembrar salmones y que no era sólo Jacques Cousteau el biólogo marino. Creo que el primer año es muy importante encontrar un guía y él lo fue para mí.

Mientras, mi mamá todavía y de vez en cuando me preguntaba: ¿todavía está la opción que te cambies a enfermería?

Recuerdo que durante el primer año salimos en una excursión y nos llevaron a Chiloé, Quempillén y Yaldad. Ahí, la universidad tenía estaciones de biología marina. Conocimos cómo trabajaban los pescadores y lo que me abrió el mundo a la biodiversidad y la conservación es que fuimos con la profesora Elena Clasing. Ella hacía excursiones a los cerros para conocer la biodiversidad de aves y flora, la condición de estatus desconocida-para nosotros- de la mayoría de las especies que íbamos mirando.

¿De dónde procedían tus compañeros?

-De lugares muy diversos. De Chiloé, de Valdivia, Santiago, de Valparaíso, y hasta del norte incluso. De los 45 que entramos terminamos 20 o 25, y siempre más hombres.

¿Sabías bucear?

-No, aprendí a bucear en la universidad y considero que primero tienes que amar el mar para tener ese tipo de habilidades.

¿Cuál es el sello particular de la UACh?

-Considero que cada universidad tiene su sello. En el tiempo que yo estudié la UACh tenía un sello y creo que todavía lo mantiene y es que el biólogo marino es un científico que trata de estudiar y entender los patrones y procesos que ocurren en el mar a distintas escalas. Fui una buena estudiante en el pregrado y terminé todo muy pronto.

¿Cómo se financiaron tus estudios ?

-Con becas: la presidente de la república, de la primera dama y una del gobierno regional de Aysén, y después cuando terminé los cursos me fui a Santiago. Ahí, falleció mi papá en medio de mis 20 años. Y comencé a trabajar en la Fundación Chile en Puerto Montt después de mis compromisos en la universidad. Posteriormente, alguien que trabajaba ahí me contactó con un investigador que venía de Santiago para que terminara mi tesis y me fui a Santiago a la Fundación Ciencia para la Vida, donde llegué a trabajar en marea roja específicamente en el dinoflagelado Alexandrium catenella que produce la marea roja, ese fue mi objeto de estudio en la tesis de pregrado.

Esa fundación fue un semillero muy importante de gente que quería hacer ciencia y trabajar con investigadores de punta. Ahí trabajé con José Córdova y Pablo Valenzuela que es quién dirige la fundación, esa fue una etapa culmine para seguir estudiando. Me motivaron las dinámicas de enseñanza con seminarios e investigación. Después, cuando terminé estaba en Santiago con ganas de seguir estudiando, empecé a conocer gente que tenía muchas más habilidades que yo, se manejaban en inglés, conocían otros lugares entonces me quise preparar mejor y trabajé como ayudante de investigación en la U. Católica con el profesor Enrique Martínez por dos años. Entre medio hice cursos en la U. Chile, porque en la UACh no había de evolución y me hicieron los contactos para ir de oyente en el doctorado de la Chile, entre medio conocí al investigador francés Elie Poulin que venía a hacer su postdoc, que fue quién me acogió en su laboratorio, hasta que ingresé al doctorado.

¿No es posible formarse sin que haya grandeza respecto de quienes se están iniciando?

-Sí, eso es cierto, he tenido la suerte de encontrarme con investigadores que han sido muy generosos.

Siempre he trabajado en genética. En la PUC después que quedé seleccionada se acercó el profesor Juan Carlos Castilla y me propuso que trabajara con él. En ese momento estaba haciendo un convenio con la gente de la estación biológica de Roscoff en Francia que trabajan en genética y él quería trabajar unos temas puntuales con el loco.

Mi tesis estuvo referida a la genética de Concholepas concholepas en la costa chilena, el segundo año del doctorado salió el proyecto que me había hablado el profesor Juan Carlos Castilla (quién hoy es Premio Nacional de Ciencias) y me fui a Francia el 2004.

¿Qué te aportaron los estudios en Francia?

-Hice un programa de doble titulación entré en la PUC, pero terminé en París VI en Francia, en Chile hice los cursos del primer año y la tesis la hice allá, y luego volví el 2007.

Toda la parte teórica de la genética dura de poblaciones la aprendí allá. Además, maduré personal y científicamente y aprendí otro idioma. Fue muy significativo valorar el ser metódica y constante en el trabajo porque tuve que ponerme a estudiar estas otras lenguas. Recuerdo que la directora del laboratorio me dijo: como no sabes francés tienes que aprender y comunicarte socialmente y comenzamos a juntarnos todas las mañanas a las 10 en un café por media hora durante todo el tiempo que estuve allá. Mi tesis la debía hacer en inglés, pero no me di cuenta de que estaba hablando francés hasta que mi tutora me dijo: Leyla estás hablando en francés y esa vez todos se rieron.

¿Cuál es la diferencia de la biología marina francesa con las experiencias académicas en Chile?

-Esencialmente más recursos. Los investigadores con los que he trabajado han sido de excelencia en Chile, no hay nada que envidiar a los extranjeros. Pero es efectivo que se puede hacer mucho más con mayores recursos tecnológicos, sobre todo en el área de genética. Se ocupan muchos recursos: secuenciadores, métodos para extraer DNA y todo eso lo aprendí allá, y eso facilitó significativamente mis estudios.

LA FAMILIA

-A mi esposo, que es bioquímico, lo conocí en el laboratorio cuando llegué a la Fundación Ciencia para la Vida en Santiago. Cuando me fui a Francia ya había nacido mi hija mayor: Francisca y los dejé a ellos dos acá. El 2004 fui cuatro meses a conocer a la profesora con la que iba a trabajar en Roscoff al norte de París.

Recuerdo que cuando estaba viajando a Antofagasta salió un llamado para un cargo en Valdivia postulé y quedé el 2008. Para mi encontrarme de nuevo con la UACh fue emocionante, tenía muchas expectativas y sobre todo el tema de la estabilidad familiar, estando en un lugar con un trabajo estable se nos hizo todo más agradable y tuvimos dos nuevos hijos.

Después, en los años 2013 y 2014 me dediqué a criar y a trabajar en Valdivia. Mientras dejaba de lado las expediciones.

ANTÁRTICA COMO ÁREA DE INVESTIGACIÓN

¿En qué momento aparece?

-Cuando estaba en Valdivia, tenía la idea de trabajar en biología marina en problemáticas del sur, es una de las áreas que tiene mayor necesidad de estudio. Se precisaba hacer un catastro de cuál era el nivel biológico de diversidad. Ahí fue que encontré los llamados de los proyectos INACH y postulé la primera vez el 2010-2011, había un colega francés que trabajaba harto en Antártica y le dije que quería hacer algo allá y estudiamos la genómica de la Nacela concinna. La idea era tratar de visualizar los mecanismos que le permiten no congelarse en la Antártica y si podíamos reconocer algunos genes importantes para eso, ese fue el primer proyecto Entonces estuve el 2011-2012 en expedición.

¿Después de la ECA 2017 que ha sucedido con tus investigaciones?

-En el 2017 yo estaba con un proyecto Fondecyt regular en especies invasoras y este del INACH de parásitos, ahora que he podido releer esa pasada entrevista veo que las cosas confluyeron a los mismos intereses. Hoy día estoy haciendo un proyecto Fondecyt regular en la Antártica con especies invasoras, finalmente pude desarrollar mi propia investigación que es lo que yo quería hacer y eso es motivante. Siete años después sigo con la misma idea, con el mismo cuestionamiento y con la misma curiosidad.

¿Y los nuevos saberes?

-En nuestras investigaciones de hoy, ya tenemos el conocimiento de que antes carecíamos respecto de la diversidad biológica de parásitos en la Antártica. Tenemos nuevos conocimientos respecto de la conectividad entre los organismos de la Antártica y Magallanes. También, sabemos más del cambio climático en la Antártica lo que potencia el lugar para especies exógenas, porque el ambiente se está volviendo más perturbado y benigno para esas

especies que les gusta andar en todos lados. Por cierto, hemos cambiado, pero también nos hemos informado mejor de cómo está el continente antártico a la luz del cambio climático, la pandemia y el tema del virus de la gripe aviar, etc.

¿Decías que encontraste zancudos en una base?

¿Qué está sucediendo con las barreras existentes? -Lo más probable es que hayan llegado a Fildes en alguna fruta para distribuir a la comunidad científica o militar o turística. Y posiblemente no fue bien examinada y llevaba un par de huevitos. Nos interesa que la Antártica esté limpia porque primero es un hogar que contiene una diversidad de especies que se han desarrollado durante 50 millones de años ahí aislados. Lo segundo es que creo que todavía hay una gran diversidad que aún no conocemos, que todavía no hemos tenido la oportunidad de descubrirla. Y lo tercero es que si nosotros no somos capaces de mantener incólume lo único que nos queda como humanidad en este planeta eso sería una señal de un tremendo fracaso…

En la actualidad hay un plan de erradicación de esos zancudos. Para ello los países se pusieron de acuerdo para desarrollar en conjunto una estrategia para erradicarlos de las bases, porque viven dentro de ellas.

Pero a propósito de tú pregunta de las barreras existentes, me interesa plantear un ejemplo muy cercano. Mi colega Zambra López está estudiando en Punta Arenas el casco de los barcos que viajan a la Antártica. Estamos desarrollado con Zambra una línea de prevención y bioseguridad para la Antártica, pensando en que el ser humano es el mayor vector para transferir cualquier cosa de un lugar a otro, porque somos los que nos movemos más en aviones, barcos, etc.

Cuando una va a un muelle siempre vamos a ver cosas pegadas a los palos de los molos. Esos incrustantes crecen en todo lo que flota. Y los barcos no son una excepción, por mucha pintura que los cubran también son un sustrato factible de colonizar por estos bio incrustantes. Son especies capaces de vivir en cualquier lugar, viven en el agua y se arrancan

de un lugar a otro, y tienen una alta flexibilidad en cuanto a sus requerimientos ambientales, soportan un amplio rango de temperatura y salinidad. Son peligrosas para lugares como la Antártica que ha estado aislada con una biodiversidad distinta del resto del mundo hace 50 o 30 millones de años.

¿Qué seguirás investigando en el futuro próximo? -Para los próximos cuatro años ya tenemos el financiamiento que nos permitirá estudiar las potenciales especies que lleguen a la Antártica. Vamos a meternos en la parte molecular, fisiológica de esos organismos que hemos detectado o estamos detectando como potenciales invasores. Y eso se traducirá que las tesis se van a ir a esa vía, lo que no quita que durante algunas expediciones encontremos algo nuevo que tengamos que estudiar.

Este Fondecyt está relacionado con especies invasoras porque el 2020 antes de la pandemia en marzo fuimos a la Antártica y dentro del muestreo común que hicimos, encontramos choritos y esa fue la primera señal de atención. Dijimos: aquí hay un problema, ¿por qué hay choritos en la Antártica?

No lo dejamos de lado porque todavía tenemos investigadores que trabajan en parásitos, pero hay que reconocer que esto llegó por serendipia.

¿Qué otra línea? ¿Cuánto consideras la subantártica?

-Dentro de todo lo que estamos haciendo, nos interesa viabilizar la continuidad del centro IDEAL que el 2025 culmina 10 años. Entonces, nos toca hacer la planificación de lo que viene, y por ello estamos pensando en la siguiente etapa de ese proyecto como un “blue IDEAL”.

En nuestra idea no solo queremos estudiar la Antártica si no también la zona subantártica y no solamente desde el punto de vista ecológico si no también social, así como desde la socio-ecología, para ver cómo se deberían entrelazar los aspectos económicos, sociales y culturales con esta idea de la conservación que queremos que ocurra en la Antártica. Pensando que no deberíamos tener que sacar al ser humano del lugar que queremos conservar, en cambio asumirlo como parte de ese sistema. Entonces, Magallanes es un lugar donde estamos perfilando algunas cosas para el futuro.

¿Hay riesgos para las mujeres científicas en la Antártica? Te lo pregunto a propósito del proceso judicial incubado el 2023 por una violación.

-No creo que exista un riesgo extra, lamentablemente este tipo de abusos pasan en todas partes, es

un tema cultural, social que refleja años de malos tratos, no es exclusivo de la Antártica.

El cuidado no hay que considerarlo extremo, me preocupa que se levante esta alerta planteando en el discurso que el problema ocurre solo en la Antártica. Lo que creo muy positivo es que surgió a partir de lo ocurrido una red de apoyo, colaboración y trabajo en conjunto con todas las mujeres de distinta índole que están a cargo de grupos, como es mi caso en que me toca dirigir personas. Soy parte de esa red hoy en día, de ahí se pueden sacar trabajos en conjunto para generar protocolos de buenas prácticas y acuerdos en las conductas.

LA PRÓXIMA ECA 61

¿Qué serendipia te gustaría que se produjese?

-No me lo había preguntado nunca, podría ser encontrar algún organismo con características excepcionales de adaptabilidad en la Antártica. Yo sé que hay peces que viven en la Antártica y que son únicos porque tienen innovaciones genéticas tremendas de anti-congelamiento. Encontrar esos bichos que estamos estudiando o sus depredadores sería novedoso e importante porque no se ha descrito hasta ahora algún proceso adaptativo real en organismos que no sean vertebrados…

¿Percibes cambios visibles en Antártica en tus viajes?

-Si, sobre todo la base en bahía Fildes que es poblada, está Villa las Estrellas, la Base Escudero del INACH, los militares con el aeropuerto y además llegan turistas. Creo que es la zona más perturbada por eso la evitamos por ahora.

¿Deja huellas el turista?

-Si, transportando microorganismos, por ejemplo. Si queremos cuidar la Antártica lo primero que tenemos que evitar son los procesos de invasión, los científicos también dejamos huella con nuestros pasos. Por ejemplo, los elefantes marinos no están acostumbrados a la proximidad de los seres humanos y se llena de turistas sacando fotos y eso debe perturbarlos.

LA ESTABILIDAD LABORAL EN EL TRABAJO COMO CIENTÍFICOS

-Un fenómeno que me preocupa y quiero que me motive, tiene que ver con la formación de gente joven. En mi caso soy parte de una generación que está en la mitad de nuestra carrera, que ya despegó, por eso deberíamos transformarnos en algún tipo de instrumento para esa gente joven.

Estoy pensando en colegas que han hecho la ruta que esperamos que todo estudiante haga: terminar el pregrado, publicar, luego hacer el magíster y después el doctorado. Y luego el posdoc siendo una buena investigadora y colega. En esas trayectorias

me preocupan las posibilidades efectivas de estabilidad laboral. Me preocupa que formamos buenos investigadores, con un sentido de prioridad hacia los asuntos antárticos, pero no logramos insertarlos, porque quizás no hay plazas para que continúen en esa ruta donde uno está.

¿Cómo está la UACh?

-Creo que nosotros como universidad ya pasamos lo peor. Tuvimos que darnos cuenta de que nuestra estructura estaba mal gestionada, pero también la crisis ha servido para mirar las fortalezas que tenemos. Estamos convencidos que este plan de recuperación que hemos tenido que asumir, nos debiera fortalecer como institución, generar por ejemplo flujos de trabajo más claros, uso de recursos financieros más expeditos, claros y con alguna lógica, algo que antes estaba en la cabeza de unos pocos, estoy hablando de rectoría y directorio. Hoy día hay una conciencia colectiva que esto lo tenemos que cuidar entre todos.

Si hace 70 años la ciudad quiso crear esta universidad fue porque tenía una necesidad concreta que era formar profesionales y jóvenes que quisieran vivir y desarrollarse aquí, para ser del sur. Hoy día la universidad tiene más de 50 mil egresados porque no solamente la comunidad es de Valdivia, yo creo que es desde aquí al sur. En cada lugar donde se requieren profesionales hay al menos uno que es de la Austral, es una comunidad grande. En el propósito de crecer la universidad no se debe olvidar de sus raíces, de su lógica y de para qué fue fundada.

LOS Y LAS ESTUDIANTES COMO MOTIVACIÓN

-Yo me sorprendo todos los días con los estudiantes que llegan con esa chispita de interés, apasionados por trabajar en ciencia y por hacer investigación. Muy temprano aprendí que el que estudia puede llegar a interesarse por estos temas, y que no necesariamente el más estudioso es el mejor científico. Hasta el momento he trabajado en la formación, de más de 30 estudiantes en el pregrado y creo que he aprendido eso: cada joven tiene una sorpresa que entregar en la medida que le gusta lo que hace.

Cuando se esté leyendo esta entrevista, la profesora Leyla Cárdenas y su equipo de investigación estarán muy pronto a embarcarse en el nuevo rompehielos de la Armada: el Óscar Viel en su primera expedición Antártica, la ECA 61. Les deseamos una buena travesía y significativos logros investigativos.

HA LLEGADO EL VERANO ¡QUÉ VIVAN LAS VIEJAS VACACIONES EN LA PLAYA!

El mar es el mismo desde antes que el hombre siquiera pudiera navegar en botes

Hemingway

POR ÁLVARO VOGEL VALLESPIR

Historiador y profesor.

En el imaginario nacional enero y febrero son meses que evocan un llamado al descanso reparador luego del trabajo anual. Si bien Chile es un país privilegiado geográficamente y podemos tomarnos unas vacaciones en la montaña, en uno de los innumerables lagos o en el campo, es la costa, “ir a la playa”, el lugar favorito para hacer una pausa desde que tenemos memoria. La fascinación que sentimos por el océano y la admiración

por el horizonte azul nos transmite tranquilidad. De alguna forma, “El Mar” nos permite proyectarnos a un futuro lleno de metas. El ritual de sentir en nuestros pies descalzos las suaves olas del mar es casi una religión ancestral.

Sin embargo, la costa siempre ha sido un lugar atractivo para hacer una pausa; a lo largo de la historia hay cientos de ejemplos de comunión entre el hombre y el océano. Quizás detenernos en la leyenda mitológica de Poseidón y su reinado con su poderoso tridente, así mismo podemos levantar un mapa de naufragios en el Mare Nostrum y por qué no volver a releer las crónicas de este mar en los ojos de Fernand Braudel en su monumental obra “El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II”; podríamos simplemente imaginarnos a Colón en la borda de su carabela pensando o contando los segundos inconmensurablemente infinitos mientras esperaba tocar tierra nuevamente o leer relatos de un náufrago del gran Gabo Márquez que hoy está en la palestra con su serie televisada Cien años de soledad.

En Chile, el inicio de los paseos a la costa se enmarca dentro de un hito tecnológico -sin precedentes en la historia del transporte-: “El Ferrocarril”, propulsado por el calor del carbón y luego con energía eléctrica.

Con la llegada de este medio que fue el baluarte de la revolución industrial, los viajes a la playa se masificaron (y acortaron los tiempos), pasando a emular las ideas de Europa de los balnearios como centro de recreación y ocio, quedando relegadas a un segundo plano las salidas al campo o a las termas. Al principio, estos veraneos playeros eran en la práctica exclusivos de la élite, pero con el paso del tiempo, los sectores obreros y populares fueron incursionando en estos hermosos parajes conforme las leyes avanzaron e incorporaron el descanso dominical y, finalmente, el derecho a vacaciones pagadas. Caso aparte son las colonias de verano que también serán analizadas. Las emblemáticas vacaciones a “Viña del Mar” (de paso, la ciudad cumplió 150 años) poseen una amplia documentación y están íntimamente ligadas a los viajes de ferrocarriles. Sus recorridos eran aprovechados por los propietarios para emprender el tránsito desde sus

haciendas hacia el mar. Importante fue el espíritu versátil de Mercedes Álvarez y su esposo en el origen de este turístico lugar. No es de extrañar que los primeros veraneantes fueran además los nuevos plutócratas de las quintas. Estas familias formaron parte de la nueva oligarquía chilena con marcados aires franceses; no obstante, Viña tiene una dosis de cosmopolitismo variopinto debido a la influencia de la vecina ciudad de Valparaíso. Sus primeras construcciones evidencian la ascendencia de la Belle Époque.  Era cuestión de tiempo que se edificara el Gran Hotel, el infaltable Sporting Club, la plaza, los baños de mar y, por cierto, las innumerables formas de paseo de esos años. Quizás el único momento álgido fue el gran terremoto de 1906, pero a pesar de eso, la actividad de Viña siguió viviendo el pujante veraneo de las clases más privilegiadas. Ciertamente, algunos forzaban la imaginación que el hermoso contexto

VIÑA PLAYA MIRAMAR 1914

marino les daba más allá de los límites normales, como Adolfo Wulff, quien sencillamente empotró su casa sobre una formación de rocas frente al mar. En el presente esta casa sería una violación a los permisos de construcción, el Estado de Chile no tuvo ningún problema en permitir lo que hoy se conoce como el Castillo de Wulff a orillas del mismísimo océano Pacífico.

Pese a que el mar se encuentra al alcance de la mano, en aquel tiempo, tomar contacto con el agua salada fue una odisea de proporciones. En primer lugar, los trajes de baño eran tan incómodos como calurosos y, en segundo, eran tan grandes que evitaban el bronceado perfecto que era, por lo demás, mal visto en aquel lustro. Las mujeres, en tanto, no tenían inicialmente permitido bañarse a la vista de los hombres y, para poder darse un chapuzón, debieron contar con la ayuda de una carreta de bueyes que arrastraba una cabina privada. Hoy un bikini y un short corto solucionan todo ese aparataje, pero en los tiempos que corrían esta cotidiana concesión no estaba dentro del universo de las mentalidades. Ya entre 1950 y los sesenta se vieron tímidamente las primeras figuras femeninas en bikini inspiradas en las actrices de Hollywood. Fue precisamente Brigitte Bardot quien provocó la liberación femenina a la orilla del mar.

Zapallar fue un refugio privado y apartado por excelencia donde solo pocos tenían la dicha de ser propietarios y usar sus costas; escondido del mundo y de acceso complejo, fue un balneario elitista por antonomasia. Cartagena, en tanto, fue más abierto, aunque no por eso menos fino; fue la cuna de Vicente Huidobro, nada menos que la puerta de entrada a la poesía latinoamericana de inicios del siglo XX. Esta zona costera es un caso digno de estudio en gran medida por su ubicación y suave emplazamiento, es en definitiva una playa principal de fácil ingreso.

CASTILLO WULFF, SOBRE LOS ROQUERÍOS DE LA COSTA VIÑAMARINA, 1930

Por otro lado, Cartagena era usada de forma sistemática desde los tiempos coloniales. Grandes conglomeraciones de familias viajaban en carretas al sector de lo Abarca. En concordancia, como hemos señalado, con el arribo del ferrocarril, se generó un boom en ventas de terrenos, comercio y visitas. Su periodo más próspero va de 1890 a 1940. Sin embargo, en la actualidad, es un centro neurálgico popular por excelencia para disfrutar del merecido descanso anual, tanto así que le elite se vio desplazada; su población estival se multiplica por doquier, siendo uno de los destinos preferidos ya que posee una ruta directa desde Santiago en la era del automóvil. Un punto a considerar es la evolución de los medios de transporte; por ejemplo: en carreta, ir a la playa significaba varios días de marcha. Con el ferrocarril, el tiempo se acortaba a 8 horas, donde los viajeros frecuentemente forjaban amistad entre vagones, sin celulares ni audífonos personalizados la convivencia social reinaba. A los niños no les faltaba entretención y era común transitar de primera clase a tercera en ese largo viaje jugando y mezclándose con

chicos de otros sectores sociales. Luego, en el siglo XX, la pavimentación, los túneles y la capacidad de gasto que permitía comprar un automóvil hacen que el ferrocarril sea un recuerdo para los más longevos.

LAS ALEGRÍAS POPULARES

CON EL IMPULSO DE LAS COLONIAS DE VERANO

Como hemos señalado hasta ahora, las visitas a la playa fueron un patrimonio absoluto de las élites que disponían de los recursos para hacerlo. Además, el bajo pueblo y la primera generación de proletarios que, a fines del siglo XIX, recibieron un salario, lamentablemente no contaban con derechos laborales. Por ende, no conocían las vacaciones legales, no descansaban los domingos y sus jornadas de trabajo eran abusivas. Tanta injusticia se combatió con huelgas, las que en su gran mayoría fueron reprimidas de forma brutal por el Estado, que, irónicamente, poseía enormes ganancias por el salitre además de defender ideas liberales; vaya dicotomía. Fue en el periodo parlamentario, precisamente con el presidente Pedro Montt, donde la ausencia de leyes laborales marcó un punto de inflexión con la Matanza de la Escuela de

Santa María de Iquique. Dejó un negativo saldo que varía entre 2.200 y 3.600 personas que perdieron la vida. Aquella jornada, aunque trágica, fue un impulso para mejorar la vida de cientos de trabajadores.

Los ex presidentes Arturo Alessandri y Carlos Ibáñez serán, inicialmente los mayores artífices de las leyes laborales que van a permitir el inicio del descanso legal y remunerado. Con todo, los gobiernos radicales permitieron masificar las vacaciones populares y, a medida que las clases media y baja se fueron consolidando, muchos balnearios pasaron a ser los preferidos por cientos de chilenos.

En 1943, a raíz de que los pobladores de Santiago no poseían recursos para hacer un viaje al mar, pues solo les alcanzaba para ir al cerro San Cristóbal, increparon al presidente radical Juan Antonio Ríos con las siguientes preguntas: “¿Ha pensado Ud., señor gobernante, en la tragedia del hombre que no veranea? ¿En el drama de la madre, de la hija, del estudiante que, por falta de medios, no pueden recuperar las fuerzas perdidas durante un año de trabajo y se ven obligados a quedarse en casa?”. La respuesta fue la masificación de las colonias escolares y luego de obreros populares.

VISTA DE LA PLAYA CHICA DE CARTAGENA, 1910

EN EL BALNEARIO DE PICHILEMU, 1910

La primera colonia se concretó a inicios del siglo XX y fue una idea nacida en el seno de la oligarquía. Esta primigenia excursión (1901) fue auspiciada por adinerados hombres de la elite en pleno parlamentarismo. Sus objetivos eran más cercanos a mejorar el vigor del cuerpo y, por ende, una población saludable que le diera beneficios al país. No es de extrañar entonces que los jóvenes que inauguraron estas vacaciones a Constitución (centro sur de Chile) fueran en su mayoría raquíticos, anémicos y de funcionamiento irregular, pues a toda costa pensaban sanar la salud de una forma paternalista con vista al mar. La jornada diaria tenía un riguroso sistema de horarios que equilibraba la higiene con el ocio y, por supuesto, la educación. Las raciones de comidas fueron una novedad para estos niños que quizás nunca tuvieron esos platos en sus mesas familiares.

De ser los pioneros en Latinoamérica, ya en la década de 1920 las colonias de verano eran masivas y menos estrictas; por tanto, realmente los niños y sus familias podían conocer el mar y la montaña. El León de Tarapacá, que a la postre gobernó dos veces, se encargó de sostener esta iniciativa, pero fue Pedro Aguirre Cerda, el segundo presidente radical – el primero, Juan Esteban Montero –, quien utilizó su fuerza pedagógica y abordó como política de Estado mejorar la vida de los obreros, sus salarios y espacios de recreación. Don Tinto procuró aumentar el basamento cultural del pueblo. Así fue como pasó a ser parte del programa del Frente Popular; aunque algunos autores ven en esto un mero cálculo electoral, la preocupación de los radicales por las vacaciones fue genuina. En concreto, se batalló por la democratización del uso y goce de la playa y se logró ya en 1938 que

más de 300 familias viajaran a conocer y disfrutar las bondades de la costa. El primer balneario en recibir a los obreros fue Cartagena, donde recibían, además de vacaciones, cuidados médicos, comidas nutritivas y actividades culturales. A la par, la ya consolidada primera generación de la clase media chilena viajaba de forma regular a varias playas del país gracias a las gestiones del ministro del Trabajo, Bernardo Leighton, quien generó acuerdos con empresarios del sector para disminuir el costo de los servicios a los nuevos veraneantes. Asimismo, el Partido Comunista de Chile y, posteriormente, el Socialista, anunciaron un proyecto de ley de 40 horas de trabajo y vacaciones pagadas por los empleadores. Ferrocarriles del Estado aportó rebajando los pasajes a la mitad y, en varios casos, viajes gratuitos, mientras otras playas abrían sus puertas a los turistas que se iban sumando.

LA MASIFICACIÓN

DESDE LOS 60 HASTA HOY

Ya nos referimos a la democratización de las playas; el litoral central pasó de ser un lugar exclusivo para la élite a uno popular, sobre todo San Antonio y Cartagena. Con esta acción la clase trabajadora comenzó en la práctica a disfrutar de vacaciones reparadoras. Ciertamente, este movimiento significó una enorme adecuación en la hotelería, hostales, restaurantes y servicios afines. La CORFO debió mediar en el ámbito del sector de los hoteles.

En Las décadas del 60 y el 70 (hasta el año del golpe de Estado), la sociedad nacional vivió cambios profundos desde el punto de vista cultural. Por ejemplo, adoptó modas extranjeras, masificó la compra de automóviles, se interesó masivamente

VERANEANTES

por la política además de contar por primera vez con un padrón electoral arrollador. Con esto, los cambios requerían un acomodo de los contextos sociales siempre en constante ebullición. El hijo del León, Jorge Alessandri, se preocupó de fomentar la dirección del turismo el mismo año del fatídico terremoto valdiviano.

Con el triunfo de la Unidad Popular, el plan de gobierno de Salvador Allende contempló medidas sobre el desarrollo del turismo social y los balnearios populares. En específico en la medida 29. En este contexto se inauguraron nuevos espacios abiertos en las localidades de Tongoy, Peñuelas, Los Queñes, Las Cruces, Santo Domingo, Tejas Verdes, Puchuncaví, Loncura, Curanipe, Lota, entre otros. Para seleccionar a los veraneantes había un riguroso sistema que incluía a la CUT y los centros de madres en coordinación con las juntas de vecinos. Además, se organizaron

presentaciones de grupos artísticos y culturales que recorrían las diferentes playas populares antes mencionadas. La CUT también participaba de la selección de los veraneantes, registrando entre sus sindicatos afiliados la nómina de los trabajadores que participarían del programa (Yáñez 2022).

Tras el golpe de Estado, los balnearios populares fueron cerrados de forma abrupta y, en algunos casos, se destinaron de forma lamentable como centros de detenciones. Sin embargo, en 1975, el régimen instauró el Servicio Nacional de Turismo.

EPÍLOGO

Quizás los jóvenes de hoy nunca llegarán a ducharse en la playa con un calefón de latón que se encendía temerariamente con alcohol de quemar, o bien nunca usarán las garrafas para llenarlas de agua como se hacía en el pasado cuando no existía este servicio en las playas. Tras el retorno a la democracia, el neoliberalismo se asentó con más fuerza. Por ende, el crédito y los préstamos en dinero hicieron realidad muchos viajes postergados por los chilenos. Las preferencias van más allá de las fronteras nacionales; de pronto los aeropuertos colapsan y los viajes en aviones se tornan comunes. Por cierto, la élite nunca más frecuentó las playas que antaño recorría. Pese a todo, las fascinaciones por ver el mar siguen vigentes. Una tarde de playa puede llevarnos al pasado ya que finalmente hacemos las mismas cosas que nuestros antepasados. El mayor desafío de esta década es cuidar el medio ambiente, respetar el ecosistema y ser sustentables para que nuestros hijos y nietos puedan caminar descalzos entre las suaves olas del mar.

EN 1904 EL PROFESOR DOMINGO VILLALOBOS CREÓ LAS COLONIAS ESCOLARES.

¿TODO LO QUE SABEMOS DE YOGA ES CIERTO?

ROMPIENDO MITOS Y PREJUICIOS

POR GRAND MASTER DANIELA POZZO

Presidenta de la Federación Nacional Chilena de Yoga, y de la Asociación Internacional de Yoga y directora de Centro Internacional de Yoga Urbano

El yoga es una filosofía con raíces muy antiguas que se originó en la región del Cáucaso y, posteriormente, se fusionó con elementos culturales de la antigua Grecia y Egipto. Ha evolucionado significativamente a lo largo de los siglos. Este viaje histórico llevó al yoga a integrarse más tarde en las tradiciones de la India, donde también se transformó y se fusionó nuevamente con la cultura oriental y occidental. Sin embargo, su esencia original y su diversidad cultural han sido en gran parte olvidadas o simplificadas en su masificación global. En la actualidad, el yoga mueve miles de millones de dólares al año, impulsado por una industria que incluye clases, certificaciones, ropa, accesorios, retiros de lujo, entre otros. Este fenómeno comercial, liderado por grandes corporaciones y respaldado en parte por el gobierno de India, ha contribuido tanto a su popularización como a la creación de mitos y expectativas irreales. Se ha construido la imagen del yoga como algo exclusivo, asociado a cuerpos perfectos, a personas con cierta condición de serenidad mental, y a ejercicios que parecen inalcanzables para muchos.

Además, su expansión global no ha estado exenta de intereses ideológicos. Algunas corrientes religiosas han utilizado el yoga como una herramienta para promover creencias específicas, vinculándolo a tradiciones espirituales exclusivas o presentándolo como un camino hacia la iluminación dentro del contexto de una fe particular. Aunque el yoga tiene raíces filosóficas y espirituales profundas, en la actualidad su esencia trasciende estas fronteras, siendo una práctica universal que puede adaptarse a diversas creencias y estilos de vida, tanto profesionales como laicos.

Este entramado de intereses comerciales, políticos y religiosos ha dado lugar a una gran cantidad de información distorsionada o sesgada, dificultando comprender lo que realmente significa el yoga. Se ha moldeado la percepción del yoga, y en esta nota trataré de desmitificar las ideas más arraigadas, redescubriendo su esencia como una práctica accesible, inclusiva, laica y transformadora para todos.

ORIGEN Y EVOLUCIÓN DEL YOGA

Para comprender la esencia del yoga, es necesario explorar sus orígenes y evolución, desmitificando la idea de que esta práctica ha permanecido inmutable a lo largo del tiempo. Según Mark Singleton, en su libro El cuerpo de yoga (avalado y difundido por la

Federación Internacional de Yoga), gran parte del yoga físico que conocemos hoy —el que prioriza posturas (asanas)— no es una herencia directa de las tradiciones antiguas de la India, sino una amalgama de influencias culturales, filosóficas y físicas, que incluyen prácticas occidentales modernas.

Singleton argumenta que el yoga físico contemporáneo (el “yoga postural”) surgió principalmente en el siglo XX, influenciado por la cultura del ejercicio físico y las prácticas de gimnasia europeas. Las posturas que hoy consideramos tradicionales en realidad fueron incorporadas o adaptadas para satisfacer el interés global por el acondicionamiento físico. Esto explica por qué muchas de las posturas no se encuentran en textos antiguos como los Vedas, el Bhagavad Gita o los Yoga Sutras de Patanjali, que se enfocan más en la meditación, la disciplina mental y la ética.

En sus orígenes, el yoga era una práctica filosófica y espiritual profundamente ligada a tradiciones como el hinduismo, el budismo y el jainismo. Textos clásicos como los Yoga Sutras (alrededor del siglo II a.C.) y el Bhagavad Gita describen el yoga como un camino hacia la unión espiritual, el autocontrol y la liberación (moksha). En ese contexto, las posturas físicas eran mínimas y servían principalmente para preparar el cuerpo para largos períodos de meditación.

El renacimiento del yoga en la India del siglo XX, liderado por figuras como T. Krishnamacharya, coincidió con el creciente interés en la cultura física global. Krishnamacharya, considerado uno de los padres del yoga moderno, integró elementos de gimnasia sueca, movimientos de calistenia y ejercicios militares en la enseñanza del yoga, adaptando las posturas para hacerlas más dinámicas y atractivas.

Durante los siglos XX y XXI, el yoga recibe la influencia de la danza (con Isadora Duncan), las artes escénicas (de Sartre), la psicología (de Carl Jung), la medicina y la kinesiología, incorporando y adaptando sus técnicas para acompañar la evolución humana. Es por ello que todo lo filosófico se va desmembrando, volviéndose menos atractivo, mientras que lo físico y dinámico se hace cada vez más requerido por la mayoría. Los seres humanos nos movemos cada vez menos, respiramos peor y casi no descansamos; infinidad de personas tienen serios problemas para dormir. El yoga contemporáneo se adapta día a día, incorporando técnicas y suprimiendo otras para ponerse al servicio del ser humano. Según Dharmachari Maitreyananda (Presidente Honorario de la Federación de Yoga de India), “el Wellness Yoga o Yoga del Bienestar, que es lo que practicamos en la actualidad, es el resultado de miles de años y millones de seres

humanos que aportaron cada uno, por separado, una técnica. Es el resultado de diferentes pueblos que lo adaptaron a diversas culturas. El yoga es un producto de toda la humanidad.”

MITOS Y PREJUICIOS MÁS COMUNES

“El yoga es solo para personas flexibles”

Uno de los mitos más arraigados es que el yoga requiere flexibilidad, una idea que se refuerza con miles de imágenes en redes sociales de personas realizando posturas en un grado avanzado de flexibilidad, y miles de docentes mostrando posturas que requieren mucha destreza a alumnos principiantes. Sin embargo, el yoga no tiene que ver con alcanzar un modelo externo, visual o mental. Es la exploración y experimentación del propio cuerpo con el objetivo de liberarlo de las tensiones físicas y psíquicas que obtenemos de la ajetreada vida actual.

En todo caso, la flexibilidad mental y adaptación emocional es el resultado de la práctica de posturas, que, guiadas por docentes profesionales, se irán seleccionando, adaptando y graduando según cada persona.

“El yoga es una religión”

El yoga se asocia con frecuencia al hinduismo o a ciertas prácticas religiosas, lo que ha llevado a muchas personas a evitarlo por temor a entrar en conflicto con sus propias creencias. En realidad, el yoga contemporáneo trasciende las religiones; es un sistema completo de ciencia, arte y filosofía de vida psicofísica y espiritual, donde el objetivo es la educación espiritual (entendida como el universo de emociones, sentimientos y pasiones humanas). Se busca el bienestar o realización personal y armonía universal, no la adoración de deidades o dogmas. Es una práctica que se adapta a cualquier fe o cosmovisión, siendo una práctica laica.

“El yoga es gimnasia lenta y estática”

Si bien su universalidad se ha debido a la práctica física, esta dista de la gimnasia tradicional (aunque tiene influencia del gymnasium griego). Mientras que la gimnasia busca mejorar la fuerza, flexibilidad o resistencia, el yoga tiene como objetivo el bienestar integral: físico, mental y emocional. En cuanto al ritmo de las clases o prácticas, en la actualidad hay un gran abanico: desde clases estáticas como el Yin Yoga,

dinámicas como el Purna Vinyasa Yoga, rítmicas con música como el Yoga Flow, artísticas como el Yoga Artístico y el Yoga Dance, que responden a la necesidad de las personas en un mundo moderno y sedentario, donde el movimiento es esencial para mantener la salud. Lejos quedaron aquellas clases donde una postura se mantenía treinta minutos; las clases actuales se adaptan a los estilos de vida contemporáneos, combinando movimiento y ritmo para activar el cuerpo y al mismo tiempo calmar la mente.

“El yoga es solo para ciertas personas: mujeres jóvenes, delgadas”

El yoga ha sido estereotipado como una práctica dominada por mujeres jóvenes y delgadas, especialmente en Occidente, debido al marketing y los medios. La publicidad y las redes sociales contribuyeron a perpetuar esa imagen, haciendo que muchas personas se sintieran excluidas, ya sea por su apariencia, edad o condición física. Esto ignora el hecho de que el yoga está diseñado para adaptarse a todas las edades, géneros y tipos de cuerpo, y contrasta con las raíces del yoga, que buscan lograr una conexión de armonía interna. Cada vez más se ofrecen clases diseñadas para personas con diferentes tipos de cuerpo. Estilos como el Yoga en Silla, el yoga terapéutico, el yoga para niños, niñas y adolescentes, el yoga para adultos mayores, han ganado popularidad, demostrando que

la práctica se puede adaptar a cualquier edad y tipo de cuerpo, incluso si se transita por una enfermedad. Aunque históricamente el yoga solo era practicado por hombres, en Occidente se popularizó entre las mujeres, pero hoy en día cada vez más hombres lo adoptan para mejorar su bienestar físico y mental, y también da la bienvenida a todas las identidades de género y orientaciones sexuales, creando un espacio seguro para la búsqueda de armonía.

BENEFICIOS REALES DEL YOGA

El yoga es conocido principalmente por sus beneficios físicos, pero su impacto va mucho más allá de la mejora del cuerpo. ¿Cómo lo hace? ¿Cómo funciona? El yoga es Educación Espiritual; conecta lo que pienso con lo que hago, y así puedo sentir lo que me sucede en cada momento. Vivir en sociedad, con sus condicionamientos culturales, hace que cada interacción humana o con algún recuerdo o pensamiento genere una emoción o respuesta física a ese estímulo. Estas emociones se alojan en el cuerpo, en forma de microcontracciones musculares, que, si no se liberan, se irán incrementando con el tiempo, formando un patrón de respuesta condicionada. Además, estas contracciones musculares comienzan a distorsionar la postura corporal, comprometiendo la función orgánica, pudiendo llegar a la disfunción o enfermedad.

TECNO FEUDALISMO DEL SIGLO XXI

POR ROBERTO BERRÍOS ÁLVAREZ

Ingeniero, ensayista, escritor con diplomado en Innovación y Gestión de la Tecnología, diplomado en Filosofía de la Neurociencia Cognitiva

Es importante recordar para este ensayo qué es el feudalismo. Este fue un sistema social, político y económico que predominó durante la Edad Media, desde el siglo IX al XV. Estuvo caracterizado por el sistema de vasallaje y es

considerado por muchos como la «Edad Oscura», debido a las sangrientas guerras, las epidemias y el escaso avance científico. Una de las características principales del sistema feudal fue la descentralización del poder, ejercido a través de nobles organizados en feudos, que tenían una relativa independencia del monarca, pero estaban supeditados a su rey con estrechos lazos de lealtad. Los nobles heredaban sus títulos, que pasaban de generación en generación. El feudo era un contrato entre dos personas: el

señor feudal y el vasallo. En este pacto se establecían relaciones mutuas, el vasallo recibía una tierra donde habitar y protección militar a cambio de una relación de dependencia con el señor feudal. El vasallo debía administrar la tierra y tomar las armas en defensa de su señor en caso de ser necesario. Además, debía pagar tributo de su cosecha o producción. Dentro de esta estructura también existían los campesinos, que eran aquellos que trabajaban la tierra y estaban bajo el dominio total del señor feudal, por lo que no eran considerados hombres libres. En este periodo la tierra era garante de dinero y, por lo tanto, la posesión más preciada. Las actividades económicas consistían principalmente en la agricultura y en la producción artesanal.

El Tecnofeudalismo es un concepto que se basa en una analogía con el sistema feudal histórico, pero adaptado al contexto de la era digital y la economía globalizada. En el feudalismo tradicional, la estructura creaba una dependencia directa de los siervos hacia los señores, quienes ejercían un control significativo sobre la vida económica, política y social de la época. Hoy día, con la existencia de corporaciones tecnológicas gigantes, las BigTech, (BigTech es un término que se refiere a las grandes empresas tecno-

lógicas que tienen una gran influencia en la industria, la sociedad y la economía global. Son líderes en sectores como el comercio electrónico, las redes sociales, la informática, la inteligencia artificial y el cloud computing. Las más importante hoy día son: Google, Amazon, Apple, Meta, Microsoft, TicToc, Alibaba, Uber); estas operan de una forma que se asemeja al sistema feudal de la Edad Media.

DE SEÑORES FEUDALES A SEÑORES DIGITALES

En la era digital, el Tecnofeudalismo sugiere una estructura similar, donde las grandes corporaciones tecnológicas asumen el papel de los señores feudales. Estas compañías controlan los territorios digitales esenciales, como los datos y las plataformas en línea, que son fundamentales para la economía y la sociedad contemporáneas. Las BigTech tiene una gran influencia en la economía global. Las ventajas se encuentran en la cooperación tecnológica, que puede dar lugar a una mayor innovación y eficiencia, facilitando también el acceso a mercados que antes no eran explotados.

Los usuarios de estas tecnologías, por su parte, se asemejan a los siervos del feudalismo, dependiendo

de estas plataformas para una variedad de actividades diarias, desde la comunicación y el consumo hasta el trabajo y el entretenimiento. En este sistema, ostentan del poder no solo a través de la acumulación de capital, sino también mediante el control de la información y los recursos digitales, lo que les permite influir en gran medida en la economía y en la toma de decisiones políticas. Al igual que los señores feudales tenían poder sobre la vida de los siervos, estas tienen la capacidad de influir significativamente en la vida de los usuarios, dictando no solo las condiciones de uso de sus servicios, como por ejemplo el caso de Uber donde ellos les ponen las condiciones a miles de autos que trabajan con estas corporaciones, sino también recopilando y utilizando datos personales, a menudo de forma opaca y sin el pleno consentimiento de los individuos.

El Tecnofeudalismo también refleja una disminución de la movilidad social y económica, similar a la observada en el feudalismo clásico. En el mundo digital, la concentración de poder y capital en unas pocas entidades limita la competencia y la innovación, creando barreras para el ingreso de nuevos actores y restringiendo las oportunidades para las pequeñas empresas y los emprendedores. Las demandas de EE.UU. contra Apple por actuar en presunto régimen de monopolio y la histórica sanción de la Unión Europea contra dicha compañía por “abusar de su posición dominante en el mercado de distribución de aplicaciones de streaming de música”, es un caso clásico de este dominio sobre las actividades económicas.

Entre los teóricos críticos del Tecnofeudalismo, uno de los autores más destacados que ha contribuido al desarrollo de este concepto es Cédric Durand, economista y profesor en la Universidad de París. Durand argumenta en su obra Tecnofeudalismo que estamos presenciando una transición de un capitalismo neoliberal a una forma de feudalismo tecnológico, donde el poder económico se centraliza en unas pocas corporaciones tecnológicas. Durand sostiene que estas empresas han logrado una posición dominante no solo en términos económicos sino también en términos de control sobre la información y la tecnología, lo que les otorga una capacidad sin precedentes para influir en la sociedad.

El economista y político griego Yannis Varoufakis también ha abordado el Tecnofeudalismo, enfatizando que las tecnologías digitales están facilitando una nueva forma de capitalismo que se distancia del neoliberalismo. Varoufakis argumenta que la digitalización de la economía ha permitido a las BigTech acumular poder no solo mediante la acumulación de capital

sino también controlando los flujos de información y datos. Él ve esta tendencia como una amenaza para la democracia y la soberanía de los Estados, ya que estos gigantes tecnológicos operan a menudo más allá del alcance de las regulaciones nacionales.

EL ASCENSO DE LAS BIGTECH EN LA ECONOMÍA GLOBAL

En las últimas dos décadas, las BigTech han experimentado un crecimiento exponencial, no solo en términos de valor de mercado, sino también en su influencia en la economía global, la política y la sociedad. Estas empresas tales como: Google, Amazon, Apple, Meta, Microsoft, TicToc, Alibaba, Uber entre otras, han transformado no solo el sector tecnológico sino también varios aspectos de nuestra vida diaria y la economía en general. Por ejemplo, la capitalización de mercado de Apple superó los 2,73 billones de dólares en 2023, superando históricos en la bolsa con valor bursátil de tres billones de dólares. Los ingresos de Apple ascienden a 383 mil millones de dólares; en el año fiscal 2023, obtuvo cerca de 97 mil millones en ganancias netas, destacando el enorme crecimiento económico de esta corporación. Amazon controla una porción significativa del comercio electrónico, mientras que Google y Facebook dominan la publicidad en línea, Uber el transporte público en vehículos particulares. El dominio de estas gigantescas corporaciones se extiende más allá de sus respectivos mercados, impactando en la innovación, el empleo y la acumulación de capital. Algunas de ellas son chinas, como TicToc, Alibaba.

La concentración de poder en estas corporaciones plantea interrogantes sobre la estructura de nuestro sistema económico y las dinámicas de poder en la era digital. Su dominio en el mercado puede sofocar la innovación por parte de empresas más pequeñas y limitar la diversidad en el ecosistema tecnológico. Este dominio no solo afecta a la economía, sino que también tiene implicaciones para la democracia, ya que estas empresas tienen la capacidad de influir en la opinión pública y en la política a través de sus plataformas y productos.

Yanis Varoufakis, respecto de Alexa, dice que no es una persona lo que nos permite aceptar el profundo conocimiento que tiene de nosotros, que de otro modo nos parecería extraño o aterrador. Nos relacionamos con ella como si fuera una persona, aunque sabemos que no lo es, somo más vulnerables, estamos listos para caer en la trampa de pensar en Alexa como nuestra pandora, nuestra sierva mecánica, pero no es exactamente una sierva. Es más bien, una pieza del capital de mando basado en la nube

que te está convirtiendo en un siervo, con tu ayuda y gracias a tu trabajo no remunerado, con el fin de enriquecer aún más a sus propietarios.

Nos conectamos para disfrutar de esos servicios, de esos algoritmos, estamos haciendo un pacto fáustico con sus dueños, nos estamos sometiendo a un modelo de negocios basado en la recopilación de nuestros datos, seguimiento de nuestra actividad y la selección invisible de nuestros contenidos, el algoritmo se dedica a vendernos cosas, mientras vende nuestra atención a terceros. Pero aquí sucede algo muy relevante, muy profundo, que entrega a sus propietarios un poder inmenso, predecir nuestro comportamiento, guiar nuestras preferencias, influir en nuestras decisiones, hacernos cambiar de opinión para, así, reducirnos a sus sirvientes no remunerados, cuyo trabajo es proporcionar nuestra información, nuestra atención, nuestra identidad y, sobre todo, los patrones de comportamiento que entrenan a sus algoritmos. No podemos olvidar las estructuras laborales, como las fábricas, las oficinas o el almacén, donde los trabajadores asalariados, con la ayuda de las máquinas, producían los bienes para generar los beneficios, financiaban los salarios y la producción de más máquinas, así se acumulaba y reproducía el capital. El capital en la nube se reproduce sin mano de obra asalariada, imponiendo su modelo de negocio a todo el mundo, para lo cual contribuimos gratuitamente.

También tenemos el caso de los trabajadores de la plataforma Uber, quienes se incorporan como “socios” de la nube, suena muy bello, pero jamás tendrán participación de sus utilidades, incorpora su vehículo y su trabajo, sin derechos sociales, sin posibilidad de recuperar su auto en caso de accidentes, puede trabajar sin salarios por muchos años en

forma paupérrima, en la cual el “Socio de la Nube” está trabajando doce horas diarias, es el nuevo proletario de la nube o el nuevo siervo de la nube. Esta revolución digital de la nube está convirtiendo a los trabajadores asalariados en proletarios de la nube, con vidas muy estresantes y precarias, controlados por los jefes algorítmicos.

ALGUNAS PROPUESTAS ECONÓMICAS

En el marco del Tecnofeudalismo, donde las BigTech asumen un papel central en la economía, generando enormes cantidades de riqueza, pero también consolidando su poder, surge la necesidad de una propuesta económica que busque una distribución más equitativa de los beneficios que estas corporaciones obtienen. La idea es desarrollar un sistema tributario que no solo refleje la estructura única del poder económico en la era digital, sino que también fomente una mayor equidad social.

Una medida central podría ser la introducción de un impuesto sobre los beneficios extraordinarios, específicamente diseñado para las corporaciones tecnológicas que superan ciertos umbrales de ingresos y rentabilidad. Este impuesto se enfocaría en capturar una parte de los beneficios que estas empresas obtienen gracias a su posición dominante en el mercado, reflejando la idea de que con gran poder y beneficios viene una mayor responsabilidad fiscal.

Otra propuesta es el impuesto sobre la renta digital, que se aplicaría a los ingresos generados por la venta de datos, la publicidad en línea y otros servicios digitales. Este impuesto reconocería la naturaleza única de la economía digital, en la que los datos y los servicios digitales no siempre se valoran ni se gravan de manera efectiva en los marcos tributarios tradicionales.

Además, se podría reformar la asignación de derechos impositivos para que los impuestos se paguen en los países donde las BigTech generan valor, no solo donde tienen su sede física o legal. Esto abordaría la práctica de trasladar beneficios a jurisdicciones de baja imposición y aseguraría que las contribuciones fiscales reflejen más precisamente el lugar donde se crea el valor.

Implementar una tasa impositiva global mínima para las corporaciones tecnológicas sería otra estrategia, evitando la carrera hacia los paraísos fiscales. Esto requeriría una cooperación internacional sólida, estableciendo un marco global para los impuestos corporativos y asegurando que las BigTech contribuyan justamente a las sociedades de las que se benefician. Estas propuestas reflejan un enfoque que no solo

busca gravar de manera justa a las grandes corporaciones tecnológicas, sino que también apuntan a reinvertir en la sociedad, fomentando un ecosistema tecnológico más diverso y equitativo. En última instancia, el objetivo es asegurar que los beneficios de la revolución digital se compartan de manera más amplia, en lugar de acumularse en las cúspides del poder corporativo Tecnofeudal.

Nos encontramos en un punto de inflexión en la historia económica y tecnológica. El debate sobre el Tecnofeudalismo no es solo una cuestión académica, sino que tiene implicaciones prácticas profundas para la sociedad. Nos enfrentamos a preguntas fundamentales sobre el tipo de futuro que queremos construir en la era digital. ¿Cómo podemos asegurar que los avances tecnológicos y la acumulación de riqueza por parte de las BigTech beneficien a toda la sociedad y no solo a una élite tecnocrática?

CONCLUSIONES

En este ensayo podemos destacar la paradoja schumpeteriana con el concepto de destrucción creativa un de las ideas más influyentes del siglo XX luego de Marx, la dinámica del capitalismo que es un proceso tumultuoso de evolución de las estructuras económicas, cuyo impulso es la destrucción creativa, lo que permite nuevos objetos de consumo, nuevos métodos de producción y de transporte, nuevos mo-

delos de negocios digitales, con nuevos mercados, los nuevos tipos de organización industrial, nuevas tecnologías que eliminan métodos obsoletos, las innovaciones traen el crecimiento, el desarrollo de nuevas tecnologías digitales con la proliferación de innovación de innovaciones, la mutación cualitativa de modalidades de producción , de consumo y de intercambio, todas estas innovaciones forman parte de la políticas públicas de los gobiernos del mundo y Estados en desarrollo.

El tecno feudalismo nos ofrece un marco para entender la concentración de poder económico y tecnológico en manos de unas pocas corporaciones gigantes. Autores como Cédric Durand, Shoshana Zuboff y Yannis Varoufakis han contribuido significativamente a nuestra comprensión de este fenómeno. Estamos sumergidos en la era del capitalismo de la vigilancia, sometidos a un espionaje permanente y la entrega de nuestras conductas en datos. Mientras avanzamos en el siglo XXI, es crucial mantener una conversación abierta y crítica sobre el papel de las BigTech en nuestra sociedad, cuestionando y analizando su influencia para garantizar que el futuro tecnológico sea inclusivo, equitativo y democrático. El Tecnofeudalismo no es un destino inevitable; es un escenario potencial ante el que podemos y debemos influir con nuestras decisiones políticas, económicas y sociales.

CON PACIENCIA MILENARIA ASOMAN EN CHILE LAS LETRAS CHINAS

En el marco de la 43ª Feria Internacional del Libro de Santiago, que se llevó a efecto entre el 8 al 17 de noviembre, donde China fue invitada de honor, tuvimos la fortuna de compartir con la destacada delegación de escritores y académicos chinos, tanto en la Feria como en la Casa del Escritor de Almirante Simpson Nº 7.

POR ROBERTO RIVERA VICENCIO Escritor

Cabe mencionar que la primera actividad de la delegación fue una visita a la librería del GAM (Centro Cultural Gabriela Mistral), allí la editora Mónica Tejos, acompañada del escritor Diego Muñoz, de Letras de Chile, pudieron dar cuenta muy gráficamente de las escasas ediciones de escritores chinos que llegan a nuestro país y a sus librerías, dejando de manifiesto los inmensos vacíos culturales que paradojalmente conviven con una intensa actividad comercial, -el 39,4 % (2022) de nuestro comercio exterior es precisamente con China- lo cual y siguiendo el rumbo que el devenir señala, debiéramos intensificar el intercambio de nuestros libros y films, nuestros acordes y músicas, pinturas y gráficas, como toda civilidad bien entendida reclama. Cierto que la apertura comercial de ese inmenso país que es China ha potenciado exponencialmente nuestras exportaciones de cobre y cerezas, por ejemplo, también de vinos, y ello no ha precisado de libros ni de películas se dirá, y es cierto, pero solo hasta cierto punto, de

allí en más quien se echa a la boca una hermosa y rozagante cereza al otro lado del mundo, querrá saber de adónde provienen estas, qué entorno las produce, quiénes las embarcan, quisiera saber de esos valles, de esos mares y esas montañas, y más de algún verso podrá venírsele a la memoria…”Te traeré de las montañas flores alegres, copihues, avellanas oscuras, y cestas silvestres de besos”. Y en vez de hablar sandeces como “fidelizar mercados” hablaremos de confraternizar con hermanos de otras tierras y latitudes, tal como hicimos en la Casa del Escritor aquel viernes 8, contándoles con el escritor José Leandro Urbina, el cineasta Leopoldo Gutiérrez y la Secretaria General del la SECH, Guadalupe Becerra, cómo logramos hacernos de esta bella casa por medio de la poeta y narradora Ester Matte Alessandri (Vice presidenta SECH), Rubén Azócar (Presidente SECH) y Pablo Neruda (Presidente SECH 1958). Dícese que el tío de Ester Matte, don Jorge Alessandri Rodríguez, Presidente de Chile en ese momento (1958-64), preguntó a su sobrina preferida por el lugar donde se reunían los escritores, y esta le respondió con la verdad: en los bares pues tío. No, no puede ser, se alarmó el Presidente de la República, quien luego

de dialogar con Neruda a quien quería conocer con invitación expresa a cenar a su casa, se comprometió en esa oportunidad a conseguir una casa para los escritores. Y así fue, a don Jorge Alessandri Rodríguez le debemos los escritores la Casa del Escritor, por donde han pasado los más grandes de la poesía y la narrativa de Chile.

Recorrimos la casona mostrando el salón Gabriela Mistral adonde se llevan a efecto las presentaciones de libros, encuentros y asambleas, el salón de los Premios Nacionales que atesora en sus murallas las fotos de todos aquellos que lo recibieron, desde Augusto D´Halmar (1942) a Elvira Hernández (2024), premio que existe gracias a la gestión incansable del escritor Alberto Romero Cordero (Presidente SECH 1948/49). El salón de los presidentes de la SECH, que alberga algunas de sus fotografías y donde se efectúan las reuniones de directorio, mismo lugar en que nos sentamos a conversar de lo que hablamos los escritores, los motivos y temas preferentes hoy

por hoy, sus lecturas, las influencias, la influencia del boom latinoamericano en la literatura china actual, García Márquez, Vargas Llosa, el peso de la tradición en la nueva poesía china, el ritmo, la música de las palabras, ese interés especial de los poetas chinos por Borges, el interés por la novela negra y policial al igual que en Occidente, las tiradas de ejemplares que como nada alcanzan los cinco mil ejemplares y de ahí hacia arriba. Poco y nada conocíamos entonces, literariamente hablando, de nuestras visitas y de los grandes narradores chinos, todos con traducciones a más veinte idiomas, y acá totalmente desconocidos, fuera de alguna excepción, un cuento publicado por LOM por allí por el 2017.

Así de incomunicados y distanciados nos encontramos con el mundo literario, gracias en parte a opiniones de funcionarios ministeriales a los que hemos escuchado decir que: “la narrativa chilena carece de espesor”, por eso seguramente es que teníamos escasa noticia de la existencia de este im-

pecable poeta y ensayista que nos visita, Zhao Lihong, de esos ensayistas que nos enseñan a leer, mundialmente conocido, vicepresidente de los escritores de Shanghai, del cual sería largo y tedioso reproducir todos sus premios y méritos, traducido a más de veinte idiomas. En Chile circuló una pequeñísima edición de su libro “Aflicciones”, Ediciones Lastarria el 2016. Solo mostrar algo de ese hermoso sabor antiguo de sus versos con los cuales nos enmudece: También dejé mis huellas/ en el cristalino rocío/ en capullos tempranos/ en tímidos pétalos y hierba gasa/ y la mariposa que atrapé y solté/ transportó mi sello por el cielo entero/ en sus alas radiantes1 Zhao, de una exquisita sensibilidad, es un agudo observador que capta esos detalles casi impalpables que al común escapan.

También estuvo con nosotros en la SECH el narrador Mai Jia, uno de los narradores más destacados en la actualidad en China, con ventas por sobre los doce millones de ejemplares, tal cual, no ha leído mal, doce millones de ejemplares. Mai, dueño de un prosa ágil y profunda, capta la atención del lector, tensa la cuerda que sostiene el relato y con sapiencia lo lleva hasta el final sin apuro, pero también sin concesiones; entre sus temas, el espionaje, nada menos que la Unidad 701, el máximo órgano del espionaje chino. Pero a Mai Jia ya conocíamos algo de él, el 2017 LOM Ediciones publicó una antología (La flor del ciruelo) que incluye un cuento suyo: “Las dos muchachas de Fuyang”.

1 “Huellas” del poemario “Aflicciones”

Liu Zhenyum, otro gran narrador chino del que no teníamos noticias y que pudimos conocer en la Casa del Escritor: de la etnia Han, nacido en Yangin, provincia de Henan. Sorprende por su chispa y vivacidad, poseedor de una atractiva vena de humor y tragedia, comedia y tragedia, dirá él, esa mezcla explosiva que nos llega con títulos como “Charla tonta”, “La era de los embusteros” o “Yo no soy una mujerzuela”, títulos en los que deja entrever -como acá- esa sabia sagacidad de la provincia. También un superventas en su país y traducido a más de veinticuatro idiomas y absolutamente desconocido en nuestro país.

El doctor en letras Kang Zhen, vicerrector de la Universidad Normal de Beijing, vinculado a la inves-

tigación, escuchaba con atención. Kang Zhen, es profesor y tutor de doctorados y goza de honores como maestro modelo nacional, profesor distinguido del proyecto “Erudito del río Yangtzé” del Ministerio de Educación, experto investigador de la literatura y cultura de China y un largo etcétera, es decir, una destacadísima figura académica con conferencias por el mundo europeo, anglo, USA y que cabría haber aprovechado mejor.

Luego, pudimos reencontrarlos en la Feria del Libro de acuerdo a programa y conversar más detenidamente de la edición en China, de los problemas que conlleva hacer una traducción desde el chino al español, y a qué español, de España, de Venezuela, de Argentina, de Chile, cuál, cuando hasta la mesa, la imagen de la mesa en China, en la poesía y literatura china, es distinta en nuestros cerebros a la original, porque aunque siendo parecida conlleva otros atributos, una familiaridad distinta, otras formas distintas de concebir incluso la misma alimentación, entonces cómo traducir y reflejar ese entorno, lo que rodea al objeto del cual se está hablando. Ese es el desafío, ya en otra época se tradujo a autores chinos en nuestro país, lo hizo Poli Délano en 1960, pero lo hizo desde el inglés, de textos chinos ya traducidos al inglés. El 2018 LOM Editores se atrevió con el libro “Un pájaro y un pez y otros relatos” de Li Jingze, traducido por el especialista en Lenguas Extranjeras de China, Pablo Rodríguez Durán. La antología de Cuentos Chinos de Signo Editores (2018), con traducción de Sun Xintang, quien nos acompañó como Subdirector

para Latinoamérica del Instituto Confucio hasta hace algunos años. Sun Xintang, ha sido un importante e incansable divulgador en Chile e Hispanoamérica de la literatura china, y en este momento acompaña a la delegación china como su intérprete y traductor. Otras traducciones de las que han llegado algunos ejemplares a nuestro país se han editado directamente en China, por ejemplo, “Joyas de Plata” (2015) de Zhou Daxin, China Intercontinental Press, y “Palabra hablada”, poemas de Shen Haobo, editada por Salón de la Poesía MOTIE el 2017.

Finalmente, en el Stand especial de China, junto a los escritores Diego Muñoz Valenzuela y Ramón Díaz Eterovic, pudimos conversar con cada uno de los invitados sobre su obra y los procesos creativos frente al público dando lugar a preguntas, abordamos entonces las particularidades de cada uno de ellos, sus búsquedas y desafíos, cómo llegaron a ser escritores en ese inmenso país, de las profesiones de las cuales derivaron a la escritura, Liu Zhenuyun desde la Filología China, Mai Jia, desde la inteligencia militar, Zhao Lihong, proviene de los estudios del chino y de la literatura misma, todos ellos por supuesto dominan a la perfección el idioma de los caracteres chinos o sinogramas y a la vez los pueden bellamente caligrafiar, pero sin duda el más adelantado sería Zhao Lihong, de cuya perfección dejamos un gráfico registro. Intercambiamos libros, nos despedimos de estos nuevos amigos con la inmensa tarea de ponernos al día en la lectura de sus obras, y de la literatura china en general, en tanto una larga fila espera la firma de sus libros. Temprano salen mañana rumbo a Perú.

DE LITERATURA CONTESTATARIA A PREMIO NOBEL

Vi lobos salvajes alrededor de un recién nacido, vi una autopista de diamantes que nadie usaba, vi una rama negra goteando sangre todavía fresca, vi pistolas y espadas en manos de niños, y es dura, es dura, es dura, y es muy dura, es muy dura la lluvia que va a caer.

BOB DYLAN, A hard rain’s a-gonna fall

LA CONTRACULTURA COMO

RESPUESTA AL CONSUMO

Con el fin de la Primera Guerra Mundial asoma en Norteamérica una brillante cosecha de escritores. Se les conoce como Lost Generation. Faulkner, Steinbeck, Hemingway obtendrán el Premio Nobel. Otros, como Scott Fitzgerald y Dos Passos, contribuirán a consolidar el canon de las letras americanas. Eran, sin duda, notables narradores que luego de explorar el infierno de los campos de batalla, regresaban a Ítaca imbuidos de un ánimo victorioso; escribirían sus primeras novelas en una época de pujanza económica, con niveles de producción y consumo entre los más altos del siglo XX, y al ritmo del jazz y el charleston, vivirían aquella edad dorada destinada a recordarse en páginas de Historia como “los años locos”.

Aunque algunos fueron contestatarios, se les acusó incluso de comunistas, a Steinbeck por pintar el mundo de los cesantes desplazados en Las Uvas de la Ira y a Hemingway por su compromiso con la causa de los republicanos en la Guerra Civil Española, inspiración de su famosa novela Por quién doblan las campanas. Otros, incluso, retrataron el gélido e indiferente mundo de las finanzas y la bolsa, el afán de lucro y la naturaleza déspota y depredadora del sistema que conduciría a la gran crisis económica de los años treinta y a la Segunda Guerra Mundial. Pero, a la hora de la verdad, ellos eran buenos muchachos, se sentían dueños del mundo y comulgaban con el sueño americano.

Veinticinco años más tarde, sin embargo, los muchachos que retornan a casa, luego de haber presenciado multitudinarios desembarcos de tropas, imponentes batallas de tanques, bombardeos masivos de ciudades abiertas, campos de exterminio y bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, constituyen una

JOHN STEINBECK
POR

generación muchísimo más aporreada, a la que le han quebrado el alma. Cruzaron un umbral y para ellos no existe vuelta atrás. Se autodefinen como malditos. No creen en nada. Son críticos al sistema. Y, por ningún motivo, están dispuestos a venderse. Ingresarán a la historia de la literatura con el nombre de Generación Beat (beat, en el sentido de un batido duro: golpeado).

En este grupo destaca Jack Kerouac, autor de la novela ícono En el camino (On the Road); los autores Bob Donlon y Neal Cassady; otro narrador, William S. Burroughs, y varios poetas, Allen Ginsberg y Larry Ferlinghetti entre ellos. Al término de la Segunda Guerra Mundial, en Estados Unidos comenzaba a expandirse el american way of life. En respuesta, esta hornada de artistas y creadores acuña el concepto de “inconformistas”. Serían la cuna de algo que, más tarde, se conocería como “la contracultura”. A poco andar y pisándoles los talones, en calidad de discípulos, admiradores y continuadores, les seguirían los nombres legendarios de Bob Dylan (Premio Nobel de Literatura 2016) y un

potentísimo narrador underground conocido como Charles “Chinaski” Bukowski.

CAUSAS Y ORÍGENES

Luego del paréntesis impuesto por seis años de enfrentamiento, la “sociedad de consumo” regresaba en gloria y majestad. El motor que impulsa esta idea pone el acento en conceptos como “realización” y “desarrollo personal”, privilegia la ostentación y la adquisición de bienes materiales, degradando los valores espirituales y culturales. Es un modelo que privilegia el tamaño y la potencia; por ejemplo, en la industria automovilística se puso de moda circular por las calles en enormes y potentes vehículos para hacer evidente el poderío personal. A partir de ahí la fórmula de la felicidad se redujo a conseguir buenos trabajos, ganar dinero, adquirir bienes. La sociedad de consumo ofrecía el paraíso. Entonces es cuando, en la década de los cincuenta, asoma un grupo de escritores que reniega de estos valores, los rechaza y los pone en

ERNEST HEMINGWAY
WILLIAM S. BURROUGHS

tela de juicio. Fundan una cultura diferente, un ethos y una moral; introducen el concepto de la libertad sexual, buscan en filosofías orientales un contenido más profundo para el alma humana. Apoyan el uso de las drogas. Escuchan jazz. Convergen en un movimiento literario en torno a un grupo de amigos que venían trabajando unidos desde los años cuarenta, guiados por un narrador que pronto ascendería a la estatura de gurú: Jack Keruoac.

EL GURÚ MITIFICA Y DESMITIFICA

“La palabra beat significaba inicialmente pobre, abatido, marginal, designaba al vagabundo triste que dormía en el metro.”

JACK KEROUAC

La llamada Generación Beat se propaga como reguero de pólvora. Gana adeptos, se expande, pronto ingresa a los excelsos prados de la mitología, ocasión que Jack Kerouac aprovecha para definir el sentido de todo el movimiento y precisar su verdadero y genuino significado. Corre el año 1958 cuando escribe su famoso artículo para la revista Esquire. Kerouac aprovecha también de dar una vuelta de tuerca y, en cierto modo, reniega de todo lo realizado y funda las bases de un nuevo mito.

“No fue más que una idea que se nos ocurrió”

La Generación Beat -señala- es una visión que tuvimos a finales de los cuarenta John Clellon Holmes y yo, y Allen Ginsberg en un sentido más amplio, en torno a la generación de los locos, iluminados hipsters que de pronto se erguían

y deambulaban por toda América, serios, curiosos, vagando y haciendo dedo en todos lados, harapientos, beatíficos, hermosos en un sentido nuevo y grácil. Una visión extraída de la manera en que escuchábamos la palabra beat en las esquinas de Times Square y el Village, así como en el centro de otras ciudades nocturnas de la América de la postguerra: beat, que significa abatido y marginado, pero pletórico de una intensa confianza. Incluso ya la habíamos oído entre los hípsters de 1910, pronunciándola de la misma manera, con ese mismo desdén melancólico. Nunca significó delincuentes juveniles, sino personajes de una espiritualidad especial que no se oponían a nada, más que siendo solitarios Bartlebies escapándose por la funesta ventana tapiada de nuestra civilización, los héroes subterráneos que finalmente se apartaban de la maquinaria de la ‘libertad’ occidental y tomaban drogas, entendían el bop, tenían visiones introspectivas, experimentaban el ‘desarreglo de los sentidos’, hablando de manera extraña, siendo pobres y felices, profetizando así un nuevo estilo dentro de la cultura americana, un nuevo estilo, pensábamos, completamente libre de influencias europeas [a diferencia de la Generación Perdida], un nuevo encantamiento. Lo mismo estaba sucediendo en la Francia de la postguerra de Sartre y Genet y todo lo que por entonces sabíamos.

Pero en lo que se refiere a una idea verdadera sobre una Generación Beat, hay una posibilidad de que solo haya existido en nuestras cabezas. Tomábamos taza tras taza de café las 24 horas, poniendo un disco tras otro de Wardell Gray, Lester Young, Dexter Gordon, Willie Jackson,

ALLEN GINSBERG, JACK KEROUAC Y GREGORY CORSO EN NUEVA YORK, EN 1957

Lennie Tristano y todos los demás, hablando alocadamente sobre aquel nuevo sentimiento de santidad que veíamos surgir allí afuera, en la calle”.

Jack Kerouac se gana un puesto en el altar de las figuras sagradas de las letras americanas -Twain, Melville, Faulkner- con su novela On the Road, que anduvo rebotando de editorial en editorial durante quince años antes de ver la luz y que, además, funciona en torno a una fórmula sencilla que más tarde seguirían varios otros escritores, creando así una tradición y un estilo: Kerouac conquista su sitial en el canon literario con una novela autobiográfica que se puede considerar una road movie en papel, su viaje por las rutas norteamericanas repleto de bohemia, sexo, personajes reventados y drogas, componentes que se suman a un estilo que él mismo denomina “prosa espontánea”. En la correspondencia entre Neal Cassady y Kerouac se despliegan ciertos principios que recogen el estilo de los integrantes de la Generación Beat: “He sostenido siempre que cuando escribes tienes que olvidar todas las normas, el estilo literario y demás presunciones como palabras importantes, oraciones arrogantes y frases por el estilo, es decir, saborear las palabras como el vino y, adecuadas o no, escribirlas por lo bien que suenan. Creo que habría que escribir, en la medida de lo posible, como si uno fuera la primera persona de la Tierra y describiera humilde y sinceramente lo que ha visto, experimentado, amado y perdido, sus pensamientos fugaces y sus pesares y anhelos; y esas cosas deberían decirse evitando cuidadosamente frases corrientes, el empleo trivial de las palabras vulgares y demás. Habría que combinar Wolfe, Flaubert y Dickens.

El arte es bueno cuando nace de la necesidad. Tal origen es la garantía de su valor; no hay más”.

Llega el momento en que Jack Kerouac dicta “un credo y una técnica de la prosa moderna” de la que compartimos un extracto:

Libretas secretas garrapateadas y páginas frenéticas

mecanografiadas para tu exclusivo placer. Sé receptivo, ábrete, escucha.

Enamórate de tu vida.

Respira, respira tan fuerte como puedas.

Despréndete de inhibiciones literarias, gramaticales y sintácticas.

Permanece en trance, inmóvil, sueña con el objeto que está ante ti.

Al igual que Proust, sé fanático del tiempo.

Relata la historia verdadera del mundo en monólogo interior.

Vive tu memoria y tu asombro.

Sal del fondo de tu ser y, con los ojos muy abiertos, nada en el mar del lenguaje.

Acepta la pérdida para siempre.

Creación salvaje, sin límite, pura, surgida de las profundidades, a ser posible alucinada.

Tú eres un genio, siempre.

Y para ilustrar su filosofía de vida mostraremos un breve fragmento de su novela En el camino:

Pero entonces bailaban por las calles como peonzas enloquecidas, y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida mientras sigo a la gente que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas y entonces se ve estallar una luz azul y todo el mundo suelta un “¡Ahhh!”.

No estaba asustado; simplemente era otra persona, un extraño, y mi vida entera era una vida fantasmal, la vida de un fantasma.

Sentí una punzada en el corazón como me ocurre siempre que veo a una chica que me gusta y que va en dirección opuesta a la mía por este enorme mundo.

¿No es cierto que se empieza la vida como un dulce niño que cree en todo lo que pasa bajo el techo de su padre? Luego llega el día de la decepción cuando uno se da cuenta de que es desgraciado y miserable y pobre y está ciego y desnudo, y con rostro de fantasma dolorido y amargado camina temblando por la pesadilla de la vida.

Pero la mejor síntesis de la actitud completamente descreída de esta generación queda plasmada en el poema de Allen Ginsberg:

¡Cabezachorlito! (versos escogidos)

¡Cabeza de chorlito gobierna al mundo!

Cabeza de chorlito es el producto final del Capitalismo.

¡Cabeza de chorlito jefe burócrata de Rusia, bostezando.

¡Cabeza de chorlito dirigió el FBI durante 30 años y jamás arrestó a la mafia!

¡Cabeza de chorlito dirige la quema de trigo para mantener altos los precios en el mercado internacional!

¡Cabeza de chorlito presta dinero para el desarrollo de estados policiacos a través del Banco Mundial!

Cabeza de chorlito ofrece trasplantes de cerebro en Suiza.

Cabeza de chorlito se despierta a medianoche para arreglar las sábanas.

¡Yo soy Cabeza de chorlito!

Yo gobierno Rusia Yugoslavia Inglaterra Polonia Argentina

Estados Unidos Suecia México y Rumania.

¡Cabeza de chorlito habita el cadáver de Stalin en las murallas del Kremlin!

Cabeza de chorlito dirige el Pentágono y su hermano dirige la CIA! ¡Machos culeros!

Cabeza de chorlito escribe y edita Time Newsweek

Wall Street Journal Excélsior El Heraldo El Universal.

¡Cabeza de chorlito es Papa, Premier, Presidente, Comisario, Director, Senador!

¡Cabeza de chorlito votó por Reagan para Presidente de los Estados Unidos!

Cabeza de chorlito vendió esclavos, azúcar, tabaco, alcohol.

Cabeza de chorlito era presidente cuando el misterioso millar de estudiantes fue acribillado en Tlatelolco.

Cabeza de chorlito de bigote y con anfetaminas gobernó

Alemania durante los últimos años de la Segunda Guerra Mundial.

Cabeza de chorlito dio la Solución Final al problema judío en cámaras de gases.

Cabeza de chorlito formó el Mercado Negro de Opio.

Cabeza de chorlito organizó la operación Cóndor para rociar veneno sobre los campos de marihuana en Sonora.

Cabeza de chorlito en Harvard se enfermó por fumar mota mexicana.

Cabeza de chorlito empezó a talar el bosque pluvial amazónico para construir una fábrica de pulpa de madera a orillas del río.

Cabeza de chorlito en Irán atacó a Cabeza de chorlito en Irán.

Cabeza de chorlito se volvió un gran poeta internacional y recorrió el mundo alabando las glorias de Cabeza de chorlito.

Declaro a Cabeza de chorlito vencedor en el Concurso de Poesía.

¡Cabeza de chorlito es autor de la Biblia y de Riqueza de las Naciones!

Cabeza de chorlito inventó la teoría de la relatividad para fabricar la bomba de neutrones en Rocky Flats, Colorado.

Cabeza de chorlito se volvió Buda meditando.

Cabeza de chorlito teme hacer estallar este planeta, por eso construyó una nave espacial para escapar.

ALLEN GINSBERG, Oda plutoniana y otros poemas, 1982

RECAPITULANDO

En su ya mencionado artículo para Esquire, publicado en marzo de 1958, Kerouac sostiene: “Pero no tendría ningún sentido escribir todo esto si no fuera igualmente cierto que, por un raro milagro de la metamorfosis, la juventud de la postguerra se reveló también beat y adoptó sus gestos; pronto se lo vio en todas partes, el nuevo estilo, el desaliño y esta actitud indiferente llegó al cine [James Dean], a la televisión; los arreglos de bop, que había sido el éxtasis musical secreto del ánimo contemplativo beat, empezaron a escucharse en los fosos de todas las orquestas; el uso de nuestras palabras [de ciertas palabras como crazy, hungup o go] se volvieron familiares, entraron en el uso común; el consumo de drogas ganó una legitimación oficial; e incluso el vestuario de los hipsters beat conquistó a la nueva juventud del rock ‘n’ roll por vía de Montgomery Clift [la campera de cuero], Marlon Brando [la camiseta] y Elvis Presley [las patillas]. Entonces la Generación Beat, aunque ya muerta, resucitaba y se veía de pronto justificada”.

Esta generación se alza como la última trinchera, el último bastión de resistencia de la condición humana a la apabullante aparición de una sociedad altamente tecnologizada, robotizada y que avanza metódica e implacablemente pulverizando al individuo, homogeneizándolo, convirtiéndolo en una crema enajenada cuyo único propósito es el de lubricar el sistema.

En Posdata a las sociedades de control, un trabajo que actualiza lo trabajado en la obra de Foucault, Deleuze escribe: “Control es el nombre que Burroughs propone para designar al nuevo monstruo, y que Foucault reconocía como nuestro futuro próximo”. Para este autor, como para Kerouac, en las sociedades de control -a diferencia de las sociedades disciplinarias, en las que se sale de una institución para entrar en otra (de la familia a la escuela, de la escuela a la fábrica, etcétera)- nunca se termina nada.

Se trata, específicamente, de estados coexistentes de una misma modulación. Cuando Jack Kerouac en

La vanidad de los Duluoz rememora su experiencia en Columbia, universidad de la que se marchó rápidamente, el sueño americano es doblegado y destruido. Las becas de la Universidad de Columbia no son verdaderas oportunidades para los muchachos pobres de provincia. Se presenta la misma variable de estados coexistentes: hay que entrenar a diario y triunfar en el fútbol americano para mantener la beca, leer La Ilíada en tres días, lavar por la noche los platos sucios de los muchachos ricos. De hecho, el abandono de Columbia es explicitado por Kerouac de una forma clara y lineal: “Lo que estaba haciendo era decirle a todo el mundo que saltara al enorme océano de su propia locura”.

Es justo reconocer que en Estados Unidos la Generación Beat conmocionó al sistema. No fue revolucionaria, ni se lo propuso, pero logró insertar una variante única en el pensamiento: vivir al margen del sistema.

Los miembros de la Generación Beat, que a poco andar pasaría a llamarse Beatnik y que resistieron el paraíso del consumo, en realidad acabaron siendo suprimidos del escenario por la publicidad. Paradoja: Se enfrentaron a la sociedad de consumo y resultaron vencidos por una de las poderosas armas sociales. Sea como sea, entre sus principales influencias literarias y precursores se encuentran Arthur Rimbaud, Walt Whitman, William Carlos William y Henry Miller. Entre los miembros más relevantes de la generación se encuentran Allen Ginsberg, Jack Kerouac, Neal

Cassady y William S. Burroughs. Y formando parte de sus descendientes encontramos a Charles Bukowski y al recientemente galardonado con el Premio Nobel, Bob Dylan.

BOB DYLAN

Allen Ginsberg fue uno de los poetas favoritos de Dylan y llegó a formar parte de su íntimo círculo de amistades, al punto de desarrollar varios proyectos juntos, como el filme Don’t Look Back, muchas canciones a lo largo de los años 70, la legendaria gira Rolling Thunder Revue y la película que da cuenta de esta última, que muestra a un emocionado Ginsberg leyendo su poema Kaddish y visitando la tumba de Kerouac.

A pesar de la estrecha relación entre ambos, el punto de vista creativo de Dylan es más próximo a Kerouac, quizás por la presunta -y secreta- admiración que Dylan sentía hacia la obra de Kerouac, según se desprende, por ejemplo, de Last thoughts on woody guthrie.

A propósito del Premio Nobel de Literatura concedido por la Academia Sueca a Bob Dylan hace poco tiempo atrás, mucho se ha discutido en las páginas de cultura especializadas si Dylan merecía o no el prestigioso premio. Algunos ven en los potentes versos de Dylan una herencia de la Generación Beat y otros aventuran que la Academia -en el fondo- premió el proyecto humanista de la contracultura.

¿Quién puede saberlo?

Tal vez the answer is blowing in the wind, la respuesta está flotando en el viento.

DE IZQUIERDA A DERECHA, MICHAEL MCCLURE, BOB DYLAN Y ALLEN GINSBERG EN UNA IMAGEN DE LA DÉCADA DE 1960

REALISMO MÁGICO Y SOCIAL:

JULIO ESCÁMEZ CARRASCO, PINTOR Y MURALISTA

POR RICARDO BOCAZ SEPÚLVEDA

Magíster en psicólogía, especializado en el Imperial College de Londres

Uno de los artistas plásticos más destacados rompe barreras, incluso físicas, muralista que nació en Antihuala, en Los Álamos (Provincia de Arauco), impregna su estilo en diversas obras que han sido estudiadas por Diego

Ajo Sagredo, colaborador de las Unidades de Patrimonio para el rescate de sus pinturas, al igual que la Fundación Escámez que junto a su sobrino nieto Christian Díaz, cineasta mexicano, se encuentran realizando un documental de la vida del autor especialmente al cumplirse, el próximo año, los cien años de su nacimiento.

Julio Escámez Carrasco, realizó estudios a muy corta edad en la Academia de Adolfo Berchenko en

Concepción para proseguir en la Escuela de Bellas Artes y Escuela de Artes Aplicadas de la Universidad de Chile, fue alumno de Laureano Guevara y estudiante de Marco Bontá, entre otros. Perteneció a la escuela de Gregorio de La Fuente y queda parte de su aporte en el mural “La Historia de Concepción” (1943-1946), como Monumento Nacional en la ex estación de trenes y actual barrio cívico y la ex farmacia Maluje con el mural “Historia de la Medicina y Farmacia en Chile” (1957-1958), pero aparece particularmente novedoso y sorprendente la relación que tuvo con la masonería de Concepción, ya que para 1957, una vez de regresó de la beca de la Academia de Bellas Artes de Florencia, Italia, ya compenetrado de la técnica mural del fresco, realiza el mural que se encuentra en la sala del Club de la Unión en Concepción, ubicada en Castellón 560, y que se encuentra relatado en el libro “Los sueños del Pintor”, del Premio Nacional de

Literatura José Miguel Varas. Posterior a ello, viajó a la academia de Bellas Artes de Dusseldorf, Alemania, para continuar en Austria su especialización.

Contó en ese periodo con la ayuda del artista plástico y carpintero Albino Echeverría, quien sería más tarde uno de los dos colaboradores chilenos que ayudarían al pintor mexicano Jorge González Camarena para la realización del reconocido mural Presencia de América Latina, en la Casa del Arte de la Universidad de Concepción.

Escámez es un referente plástico que prosiguió como docente en la Universidad de Concepción, mantuvo contacto con numerosas personalidades de la época, Pablo Neruda, Humberto Duvauchelle, Nibaldo Moschiatti Moena, entre tantos y fue en

1956 distinguido con el Premio Municipal de Arte de Concepción.

Vivió su exilio en Costa Rica, recibiendo el reconocimiento incluso del Presidente de la República de dicho país. Su talento se vio plasmado en el Mural “Principio y Fin” en la Municipalidad de Chillán y destruido brutalmente después del Golpe de Estado y que se encuentra en recuperación tras largos años de trabajo; ha sido declarado Monumento Histórico Nacional, por el Consejo de Monumentos Nacionales. Julio Escámez forma parte de la historia de la región de Ñuble y en particular de la ciudad de Chillán, al igual que David Alfaro Siqueiros y tantos artistas más que desplegaron su arte y la cultura a comienzos de la década del setenta con los sueños de una trasformación que era parte del realismo social de sus obras en aquellos años. Mantuvo, entre sus historias, una breve relación con Violeta Parra y con notables artistas una férrea amistad, tal como José Venturelli.

Entre los legados del artista se encuentra en la Casa del Arte de Concepción una sala que lleva su nombre, pero además, tuvo una significación tremenda en la Universidad Nacional de Costa Rica en donde albergó gran parte de su creatividad y proyección a las futuras generaciones, en cada grabado y pintura interpreta de forma impactante su compromiso e ideas, no solo es notable que numerosas de sus obras estén en manos de sus amigos y familiares, sino que además en colecciones tales como universidades y sitios públicos que denotan su impronta en un tiempo de profundos cambios y lucha ideológica.

POR EDGARD “GALO” UGARTE

LA CÚLMINE DEL BOLERO CUBANO EL FILIN

Licenciado en Teoría de la Música Universidad de Chile, cantautor, compositor y guitarrista

“Es que te has convertido en parte de mi alma, ya nada me consuela si no estás tú también” reza uno de los boleros más famosos, “Contigo en la distancia”, de César Portillo de la Luz. Lo que la mayoría de la gente no sabe es que este bolero es uno de los más representativos de un estilo bolerístico muy específico surgido a fines de los años 40 y principios de los 50 que fue la cúlmine de la evolución del bolero en Cuba. Nos referimos al “filin”.

VIEJOS ORÍGENES

Es sabido que el bolero nace en el siglo XIX en Santiago de Cuba. Al principio, trova y bolero eran lo mismo: a quienes componían boleros se les llamaba trovadores. Los cantadores o cantores les otorgaron su sello particular, creando un movimiento musical con características muy bien definidas al que el mundo de la academia llamó «neorromanticismo popular cubano». Ellos crearon lo que hoy conocemos como trova tradicional y le otorgaron al cancionero cubano su identidad nacional. El primer bolero fue compuesto por Pepe Sánchez en 1885, Tristezas: “Tristezas me dan tus quejas mujer / Profundo dolor que dudas de mí / No hay prueba de amor que deje entrever / Cuánto sufro y padezco por ti. / La suerte es adversa conmigo / No deja ensanchar mi pasión / Un beso me diste un día / Lo guardo en mi corazón”. Era un época importante para Cuba: se luchaba por independizarse de España y varios de los cultores del género participaban en dicha gesta. En esa época, Pepe Sánchez, acompañado de su guitarra, entonaba sus canciones en serenatas las cuales estaban de moda en aquellos años en su ciudad natal; también en las reuniones que se hacían regularmente en las casas de

los creadores-cantores incluyendo la suya, reuniones a las que se les llamó «peñas». Estas tenían lugar después de concluir las labores cotidianas, como obreros o artesanos, estos creadores, cantantes y guitarristas se acoplaban indistintamente formando dúos, tríos o cuartetos, creando o interpretando las canciones, compartiendo en fraterna emulación musical. Pepe Sánchez además fue maestro de Sindo Garay, uno de los grandes referentes e influencia tanto del desarrollo del bolero como de lo que se llamó la “Nueva Trova Cubana”.

El bolero, como sabemos, tuvo una gran evolución. Al tomar elementos del danzón se tornó en el bolero que todos conocemos, con ese aire cadencioso. A principios del siglo XX ya emigró a Puerto Rico y México (donde posteriormente surgirá una variante propia, el bolero ranchero, acompañado de mariachi) y, a partir de eso, a toda Latinoamérica y al mundo. Con el tiempo, el bolero se fusionó con otros géneros musicales y provocó el surgimiento de algunos «subgéneros» como el bolero rítmico, el

bolero son, bolero-chacha, bolero mambo, el bolero moruno (bolero con influencias gitanas e hispánicas), el bolero salsa, e incluso la bachata.

LOS AÑOS DEL NACIMIENTO

Desde la década de los años 30 la música cubana había logrado una presencia universal. Entran a la música cubana nuevos elementos expresivos. La melodía abandona la obviedad tonal, aborda las modulaciones y, armónicamente, se amplía el enlace de los acordes tonales y extratonales. También la Charanga danzonera utiliza nuevos recursos. El ritmo sincopado se impone en grupos de alta calidad, como «Arcaño y sus Maravillas». Los viejos septetos de son se ven sustituidos por el conjunto: ahí el arreglista comienza a jugar un papel primordial.

Surgen canciones que se pueden considerar antecedentes del filin, creadas por cubanos como Adolfo Guzmán, Bola de Nieve, René Touzet, Margarita Lecuona, Facundo Rivero, Francisco Cuesta, Enrique Pessino, Orlando de la Rosa, y otros. A fines de la

década del 40, en una casa del callejón de Hammel, cerca de Infanta y San Lázaro, donde vivían el trovador Tirso Díaz, y sus hijos Angel y Tirso, se reúne en una peña artística el grupo que finalmente daría origen al filin, integrado principalmente por Luis Yáñez, César Portillo de la Luz, José Antonio Méndez, Niño Rivera, Ñico Rojas, Elena Burke, Froilán Amézaga, Rosendo Ruiz hijo, Aida Diestro, Frank Emilio, y otros. Compositores e intérpretes influenciados por la trova, el estilo crooning del jazz y el bolero.

Es así como nace en La Habana el movimiento del filin. Influenciado por el jazz norteamericano, su nombre (que proviene del inglés «feeling») deja claro su vínculo indisoluble a la emoción y el sentimiento. En su integración intervinieron no solo autores e intérpretes, sino también arreglistas, entre ellos Bebo Valdés, Niño Rivera y Pedro Jústiz (Peruchin).

Un elemento importante en el filin desde un principio es la guitarra. Si bien algunos de sus representantes eran pianistas, como Frank Domínguez, el instrumento hexacorde fue el que definió el estilo. Característico

por excelencia de la trova cubana, ofrece al autor-intérprete o al intérprete vocalista y su acompañante, la posibilidad de poder expresarse a plenitud, con un poco más de libertad y alcanzar los objetivos artísticos y emocionales que se proponen. En un periodo del boom del filin en la década de los años sesenta del pasado siglo, se convirtió en una práctica habitual el que los cantantes más destacados de este estilo se hicieran acompañar de un guitarrista, dejando de lado el acompañamiento de formatos instrumentales grupales, en parte para poder actuar en escenarios más pequeños como los que había en numerosos clubes nocturnos de La Habana y otras ciudades, pero sobre todo para aprovechar el timbre y las posibilidades armónicas de la guitarra, que enriquecían las nuevas sonoridades del filin. En ese periodo sobresalieron excelentes guitarristas que hicieron una especialidad del acompañamiento a los cantantes de filin, como son los casos de Froilán Amézaga –acompañante de Elena Burke durante un periodo-, Martín Rojas –acompañante de Omara Portuondo- y los hermanos Felito y Miguel Ángel Molina en Cienfuegos. Incluso posteriormente comenzó a armonizarse en versiones más contemporáneas las canciones y boleros tradicionales utilizando las armonías propias del filin.

CONSOLIDACIÓN

Aunque esta corriente de la canción cubana tiene su eclosión a fines de la década de los años cuarenta, la época de su total consagración y expansión tiene lugar en los cincuenta cuando, en México, varios cantantes famosos lo integraron a su repertorio. Compositores como Mario Ruiz Armengol y Vicente Garrido se comprometieron con el movimiento, aportando sus propias estéticas personales e inquietudes vanguardistas. Pero el estilo caló hondo también en otros compositores mexicanos, como Álvaro Carrillo, Luís Demetrio, Roberto Cantoral, Miguel Pous, Miguel

Prado, Julio Cobos, Gonzalo Curiel, Rubén Fuentes, José Sabre Marroquín y María Grever. Y, por supuesto, también en Armando Manzanero, quien ya tenía afición por las armonías del jazz y que supo recoger también el legado del filin para llevar a cabo su propia obra, una de las más fundamentales en la historia del bolero. Tampoco podemos olvidar a nuestro compatriota Lucho Gatica, uno de los más grandes intérpretes del bolero de la historia, quien además tocaba guitarra y supo llevar a esta las armonías del filin, a la vez que su canto mostraba todo el sentimiento y libertad interpretativa que caracteriza al género.

LOS COMPOSITORES

CÉSAR PORTILLO DE LA LUZ

De origen obrero, a los 19 años de edad se inicia en el canto acompañado de su guitarra. Entre 1940 y 1950, su labor se hace relevante dentro del ambiente trovadoresco, presentándose en centros nocturnos y famosos cabarets de la capital como el «Sans-Souci» y el «Pico Blanco» del Hotel St. John. Su vasta obra autoral ha enriquecido el patrimonio de la cancionística cubana. Su bolero más célebre es, sin duda, “Contigo en la distancia” pero no menos famoso es “Tú mi delirio” “Si pudiera expresarte como es de inmenso / desde el fondo de mi corazón mi amor por ti / ese amor delirante que abraza mi alma / es pasión que atormenta mi corazón”. Estas canciones cuentan con más de 100 versiones en infinidad de intérpretes. Otras como «Noche cubana», «Sabrosón», «Realidad y Fantasía» y «Canción de un festival», también han alcanzado una amplia difusión internacional y lo han acreditado como importante cantautor. Además, ronda temas filosóficos en su «Canción existencial».

JOSÉ ANTONIO MÉNDEZ

También de origen obrero, cursó estudios preuniversitarios y se dedicó a hacer presentaciones como hobby. Un día hizo una canción que la escuchó alguno de sus compañeros, quienes le propusieron seguir componiendo. En su casa conoció a Sindo Garay, Manuel Corona y Rosendo Ruiz. En 1940 se presentó en La Corte Suprema del Arte, donde ganó el primer premio con el corrido «Cocula». En 1946 escribió «Por mi ceguedad» y «Novia mía» y en 1947 su célebre «La gloria eres tú», que popularizó Toña la Negra y Pedro Infante la interpretó en el filme mexicano «Dos tipos de cuidado»: “Eres, mi bien, lo que me tiene extasiado / por qué negar que estoy de ti enamorado /

VICENTE GARRIDO, CÉSAR PORTILLO DE LA LUZ, JOSÉ ANTONIO MÉNDEZ Y MARIO RUIZ ARMENGOL

de tu dulce alma que es toda sentimiento”. Integró el trío Xochimilco, y el grupo Loquibambia, integrado, entre otros, por Frank Emilio, Omara Portuondo, Bobby Williams, Jorge Mazón y Alberto Menéndez, con el que actuó en la radioemisora Mil Diez.

TANIA CASTELLANOS

Fue una melodista por excelencia. No componía sus canciones apoyándose en un instrumento musical aunque, dentro de su cabeza, resonaran clarísimas las armonías y se asentaran, con toda solidez, la armazón de las frases, la correlación entre letra y música y la hermosura de los giros melódicos que hacen las delicias de la voz cantante, algo entrañable para el oído receptor, capaz de instalarse casi a partir del momento en que alguien la hace sonar por primera vez, en el gusto personal de quien ya no la dejará caer en el olvido. Sus canciones más famosas son “Recordaré tu boca” y “En Nosotros”: “Y si vagando sin mí a solas, / ves una estrella cruzar la noche, / es que te dice por mí “te amo” / y que tú sigues en mí viviendo”.

FRANK DOMÍNGUEZ

Compositor y pianista cubano. Considerado uno de los compositores más relevantes de la canción cubana de la segunda mitad del siglo XX. A los 11 años comienza sus estudios musicales. En 1945 inicia su carrera de compositor, cursando hasta 5to año sus estudios de piano. No quiso realizar estudios superiores, pues no le interesaba ser concertista, sólo quería conocer los secretos del instrumento. Se decide a realizar estudios de farmacia en la Universidad. Allí se realizaba un “Bar de física” donde había presentaciones musicales. En esa instancia, conoce al compositor Ángel Díaz, que le lleva a reuniones del filin. Posteriormente se presenta en el programa radial “Buscando Estrellas”, en el cual ganó el primer premio y le graban su primer bolero. Su carrera tuvo innumerables éxitos como “Cómo te atreves”, “Imágenes”, “Pedacito de cielo”, y “Tú me acostumbraste”: “Tú me acostumbraste / a todas esas cosas / y tú me enseñaste / que son maravillosas. / Sutil llegaste a mí / como la tentación / llenando de inquietud / mi corazón”.

MARTA VALDÉS

Fallecida recientemente, en octubre del año recién finalizado, fue una compositora, guitarrista e intérprete cubana. Se convirtió en la figura más sobresaliente de una segunda generación del movimiento filin, e

inició una decantación de la sonoridad dominante hasta entonces en el marco de la tendencia. Así, su obra se convirtió en un puente hacia la aparición de una nueva canción en Cuba. Y no solo en el orden de la estricta estética musical, sino también en el ámbito poético. La creación bolerística de Marta Valdés reflejó un trabajo artístico acabado. Su armonía -en estrecha interrelación con el carácter de la melodía y el sentido del texto- desempeña un papel fundamental en este logro, para trascender las referencias o pautas de comportamiento establecidas durante la década de 1950. Sus canciones más famosas son “Por si vuelves”, “Yo me quedo”, “Deja que siga sola”, “Palabras”, y “Tú no sospechas”: “Tú no sospechas / estas furias inmensas / que me dominan / cada vez que te acercas, / y aunque no ha habido intención en ti / de provocar lo que siento, / te vas a enterar de una vez / de que ya te quiero”.

Otros compositores importantes del género son: Luís Yáñez, que conjuntamente con Rolando Gómez hiciera un binomio autoral, Jorge Mazón, Niño Rivera, Rosendo Ruiz Quevedo, Ñico Rojas, Jorge Zamora, Armando Peñalver y Ángel Díaz.

LOS INTÉRPRETES

Entre los intérpretes, podemos nombrar principalmente a cantantes y guitarristas. A los principales en este instrumento, ya los nombramos. Entre los cantantes, tenemos a Elena Burke, Moraima Secada, Omara Portuondo, Vicentico Valdés, Benny Moré –que en su amplio repertorio abordó varios boleros de estilo filin-, la inolvidable «Freddy la estrella», Miguel de Gonzalo, Pacho Alonso, Fernando Álvarez, Marta Justiniani, Ela Calvo, Doris de la Torre, Luis García, Amado Borcelá Guapachá, Gina León, y muchos más. También cuartetos como Orlando de la Rosa, D’Aida, Carlos Faxas, Felipe Dulzaides, Meme Solís, Los Modernistas, Los Bucaneros, Del Rey, Los Cuatro, Génesis, Tema IV, Armonía IV y Gema IV. En generaciones posteriores -algunos ligados al movimiento de la Nueva Trova Cubana- se encuentran Mundito González, Beatriz Márquez, Miriam Ramos, Luis Téllez, Anaís Abreu, Argelia Fragoso, Raquel Hernández, Osdalgia Lesmes y Leo Montesinos. Sin olvidar, por supuesto a Pablo Milanés, uno de los principales representantes de la Nueva Trova que realizó una serie de 6 discos dedicados al filin, acompañado por el célebre guitarrista ciego Martín Rojas, en los cuales incluyó algunas composiciones suyas, como “Tú, mi desengaño”, lo que aseguró la perduración del género no solo en Cuba, sino en toda Hispanoamérica.

MUCHO MÁS QUE CANTOS Y BAILES: LAS PELÍCULAS MUSICALES

POR ANA CATALINA CASTILLO IBARRA

Académica, magíster en Literatura, diplomada en Historia y Estética del cine

Pocos géneros cinematográficos desatan tanta controversia como el musical. La pasión que despiertan es innegable, pero también es cierto que no son del gusto de todo el mundo. Algunas voces críticas argumentan que los musicales son demasiado melodramáticos y poco realistas, mientras que otras los acusan de ser superficiales y carentes de profundidad. Además, pareciera que la combinación de diferentes disciplinas artísticas puede resultar excesiva para ciertos espectadores, que prefieren una experiencia más sencilla y directa. A pesar de estas críticas, los musicales siguen siendo una forma de entretenimiento muy popular, capaz de emocionar y conmover a millones de personas en todo el mundo.

Conviene tener en cuenta, y aquí radica parte de la polarización, que los musicales tienen sus propios códigos y que se necesita un pacto con el público para aceptar que bailes y canciones forman parte de su lenguaje y que, por lo tanto, pueden mantener su verosimilitud, sobre todo cuando entendemos que lo musical es un camino para tratar de manera especial temas trascendentes.

Ocurre también que, cuando se habla de este género, no siempre se alude a lo mismo. Esto porque existen diversas formas de clasificar los musicales, atendiendo a diferentes criterios, como su estructura narrativa, su estilo musical, su origen geográfico o su formato de presentación.

Y es que los musicales en el cine han evolucionado a lo largo de las décadas, adaptándose a las tendencias culturales y tecnológicas. Desde las transposiciones a la pantalla grande de los exuberantes espectáculos de Broadway, con sus grandes producciones y coreografías elaboradas, hasta los jukebox musicals, que utilizan canciones ya existentes para narrar una historia, como la popular Mamma Mia! (2008); la variedad es inmensa.

La constante búsqueda de nuevas formas de expresión ha llevado a la creación de musicales cada vez más innovadores y sorprendentes, demostrando la vitalidad y la versatilidad de este género artístico. Además, en los últimos diez años, han surgido propuestas que nada tienen que ver con los melodramas sentimentales de final feliz o las tramas “livianas”.

En las próximas líneas, exploraremos algunas de las razones por las que los musicales siguen siendo relevantes y por qué continúan cautivando al público. Para este artículo se han escogido tres filmes musicales que comparten un factor en común: cada uno de ellos tiene como personajes protagónicos a artistas. Este aspecto metacinematográfico aporta a la comprensión del proceso creativo, a sus dificultades, dilemas y renuncias.

LA LA LAND: ALGO NUEVO, ALGO VIEJO, ALGO PRESTADO

La La Land (2016) generó un gran impacto tanto en los admiradores del musical como en una buena parte que no se interesaba mayormente por este tipo de películas, y revitalizó el interés por el género en

el siglo XXI. Dirigida por Damien Chazelle (Whiplash, 2014), la película rinde homenaje a los musicales clásicos de Hollywood, evocando la estética, la música y el estilo de los años 50 y 60, con referencias a cintas como Cantando bajo la lluvia (Singin’ in the Rain,1952) y Los paraguas de Cherburgo (Les Parapluies de Cherbourg,1964).

No obstante, el éxito de La La Land es resultado de una combinación de factores, pues si bien apela a la nostalgia de películas musicales de antaño, lo hace de una manera fresca y contemporánea, evitando caer en la simple imitación.

La La Land cuenta la historia de dos jóvenes que persiguen sus sueños en Los Ángeles: Mia (Emma Stone), una aspirante a actriz, y Sebastian (Ryan Gosling), un pianista de jazz. La trama explora los desafíos y los sacrificios que implica alcanzar el éxito profesional, así como las complejidades de las relaciones personales, sobre todo si se está en “la ciudad de las estrellas”.

La banda sonora, compuesta por Justin Hurwitz, es uno de los puntos fuertes de la película, con canciones tan memorables como emotivas que impulsan la narrativa y expresan las emociones de los personajes. Por ejemplo, la canción “Another Day of Sun”, que se escucha al principio de la película en una gran secuencia que instala el tono del filme y sitúa al espectador en ese lugar: hay un gran atasco y todos quieren avanzar. Ese es el eje de la narrativa, el de dos personajes que necesitan avanzar para concretar sus sueños. Luego está, entre muchas de gran calidad, la canción ganadora del Óscar y del Globo de Oro, “City

of Stars”, que interpretan a dúo Stone y Gosling, con una melodía que mezcla el jazz con reminiscencias del blues y que alude a cómo vivir el amor de pareja mientras se busca el éxito personal.

Los Ángeles (LA) en La La Land sirve como un espejo de la relación entre Mia y Sebastian. La ciudad funciona como un lienzo sobre el cual se pintan los diferentes momentos de su historia, desde los primeros encuentros llenos de esperanza hasta las despedidas dolorosas. A través de sus diferentes barrios y paisajes, la película nos muestra cómo el paso del tiempo y las experiencias compartidas pueden transformar tanto a las personas como a los lugares que habitan. El final abierto de La La Land es uno de los elementos más discutidos y significativos de la película. A diferencia de los finales tradicionales de las comedias románticas, donde los protagonistas suelen vivir felices para siempre, este desenlace deja al espectador con una sensación de ambigüedad y melancolía. El final sugiere que tanto Mia como Sebastian lograron alcanzar sus sueños individuales, pero a costa de su relación. Esto plantea preguntas importantes sobre el equilibrio entre el amor y la ambición, al tiempo que nos recuerda que la vida real no siempre ofrece finales, perfectos y felices. Es una decisión narrativa arriesgada que refleja la complejidad de las relaciones humanas.

TICK, TICK... BOOM!: UN BIOPIC SOBRE

LA ADULTEZ Y EL TEMOR AL FRACASO

Tick, Tick... Boom! (2021) es una adaptación cinematográfica del musical autobiográfico de Jonathan Larson, el creador de Rent (Premio Pulitzer). La película, dirigida por Lin-Manuel Miranda, es un homenaje a Larson y a su lucha como artista en Nueva York. Esta película rompe los supuestos de tramas ligeras, pues se caracteriza por su profundidad emocional y su narrativa conmovedora al abordar temáticas como la presión del tiempo, el miedo al fracaso, la búsqueda del propósito en la vida y la importancia de perseguir los sueños. La historia de Larson resuena con muchos artistas y personas que se enfrentan a la incertidumbre del futuro.

La trama de la película gira en torno a Jon, un casi treintañero que lucha por hacerse un lugar en el competitivo mundo de Broadway mientras trabaja como camarero. La presión de cumplir sus sueños antes de que el tiempo se le escape se intensifica, y Jon se encuentra atrapado entre su pasión por la música, su relación con su novia Susan y la amistad con Michael, quien ha optado por una vida más estable. El título de la obra, Tick, Tick... Boom !, es una metáfora perfecta para la sensación de urgencia que

persigue a Jon. Cada tic-tac del reloj representa una oportunidad perdida, un sueño aplazado. Miranda logra transmitir la angustia y la incertidumbre que experimenta un artista en la búsqueda de su identidad y su lugar en el mundo.

Andrew Garfield ofrece una interpretación magistral de Jonathan Larson, transmitiendo su energía, su pasión y su vulnerabilidad. Las canciones, de autoría del propio Jonathan Larson, son altamente emotivas y abordan temas universales con una gran honestidad. Tick, Tick... Boom! merece ser incluida en cualquier conversación sobre los musicales más importantes de los últimos años. Su narrativa conmovedora, sus excelentes actuaciones, su música potente y su dirección innovadora la convierten en una obra imprescindible para los amantes del género y para cualquier persona que aprecie las historias sobre la pasión, la perseverancia y la búsqueda de sentido en la vida.

ANNETTE: UNA ÓPERA ROCK

CONTEMPORÁNEA Y TRÁGICA

Annette (2021) fusiona drama, romance y elementos de la ópera rock, creando una experiencia cinematográfica única e inquietante. Dirigida por el aclamado director francés Leos Carax (Holy Motors) la película destaca por su audacia visual, su narrativa

poco convencional y la música original compuesta por la banda Sparks (Ron y Russell Mael), quienes también escribieron el guion junto con Carax.

La idea original de Annette surgió de Sparks, quienes concibieron la historia como un álbum conceptual. Tras varios años de desarrollo, el proyecto evolucionó hacia una película, encontrando en Leos Carax al director ideal para plasmar su visión. Carax, conocido por su estilo visual distintivo y su predilección por narrativas no lineales, aportó una dimensión cinematográfica única a la obra. La película toma elementos del teatro y la ópera, con personajes que a menudo se dirigen directamente a la cámara y escenas que parecen representaciones escénicas, trayendo a la realización elementos brechtianos, tales como el principio de distanciamiento.

Con este principio en mente se da comienzo a la película, mientras que –como un demiurgo que, en vez de ordenarlo, instala el caos–, es el propio director junto a Sparks y luego el elenco completo, quienes invitan a presenciar la historia mientras cantan “So May We Start”.

Annette explora temas complejos como los excesos de la fama, la paternidad, la pérdida y la manipulación. La historia se centra en Henry McHenry (Adam Driver), un comediante de stand-up de humor negro, y Ann Defrasnoux (Marion Cotillard), una famosa cantante

de ópera. Su relación compleja y turbulenta se ve transformada con el nacimiento de su hija, Annette. Su presencia, representada inicialmente por una marioneta de madera, introduce elementos fantásticos que contribuyen a la atmósfera onírica de la película. El cruce de géneros en Annette es uno de sus aspectos más destacados. La música de Sparks se acerca a la ópera rock, con melodías grandilocuentes y letras que exploran temas profundos, pues la historia está marcada por la tragedia y el sufrimiento, con personajes que luchan contra sus demonios internos y se enfrentan a situaciones límite.

Annette se puede considerar un musical posmoderno por varias razones que se entrelazan con las características principales de este movimiento artístico y filosófico. Por ejemplo, por la ya mencionada hibridación de géneros: ópera rock, el drama, el romance, e incluso elementos del cine fantástico y de terror, creando una obra difícil de clasificar y que desafía las convenciones genéricas.

Además, la película es consciente de su propia condición de artificio, con momentos de metateatralidad en los que los personajes se dirigen directamente a la cámara o se explicita la construcción de la puesta en escena.

La posmodernidad desconfía de la idea del autor como genio creador original. En Annette, la autoría se diluye en la colaboración entre Sparks y Leos Carax, y la obra se nutre de influencias diversas. Además, la propia historia plantea interrogantes sobre la autenticidad y la manipulación en el mundo del espectáculo. Cabe recordar también que las temáticas presentes resuenan con las preocupaciones centrales de la posmodernidad sobre la identidad, la realidad y la experiencia en la sociedad contemporánea. Junto con lo anterior, algunos críticos y académicos han analizado Annette, en el contexto de la posmodernidad, destacando aspectos como la representación del narcisismo en la sociedad actual, la crítica a la cultura del espectáculo y la reflexión sobre la construcción de la identidad en un mundo mediado por la tecnología.

¿SOLO CANCIONES Y BAILECITOS?

En este breve repaso de un corpus tan breve como arbitrario, se arrojan algunas luces sobre los interesantes caminos que transita por estos tiempos el género musical en el cine y se puede instalar la discusión acerca de la riqueza otorgada en el tratamiento de temas incluso funestos y oscuros, aportando una mirada original a los temas que nos parecen vigentes y serios, no aptos para cantos y pasos de baile.

MEMES

En las redes sociales asociamos el término “meme” con recursos expresivos –generalmente humorísticos, a veces sarcásticos e incluso ofensivos–que se “viralizan” (difunden) rápida y ampliamente. Sin embargo, originariamente esta noción surgió desde la ciencia biológica en versión neodarwinista.

Biológicamente hemos evolucionado por selección natural, igual que los demás animales, basándonos en la replicación genética. El genoma es la totalidad de la información genética que posee un organismo y se divide en unidades mínimas de información que son los factores hereditarios o genes, que se transmiten sexualmente de una generación a otra mediante su replicación. Los genes nos igualan a todas las demás especies.

Pero también existen grandes diferencias entre nosotros, los humanos, y las demás especies animales. Tenemos la capacidad de hablar. Estamos distribuidos por todo el planeta. No nos adaptamos al mundo, sino que lo ponemos a nuestro servicio. Declaramos guerras a miembros de nuestra propia especie. Enterramos a nuestros muertos. Convertimos la sexualidad en erotismo disfrutándolo en privado. Construimos y empleamos técnicas con que extendemos y acrecentamos nuestras propias funciones corporales.

¿Qué nos hace diferentes? Algunos autores dicen que el lenguaje, otros que la inteligencia, otros que la conciencia. La psicóloga inglesa Susan Blackmore, sin embargo, asevera que lo que nos distingue del resto de los animales y nos hace especiales es nuestra capacidad de imitación

Aprendemos, por imitación, el lenguaje, a relacionarnos con los demás, a manejar instrumentos. Nuestro aprendizaje está posibilitado por nuestro cerebro, capaz de registrar cambios y procesar información rápidamente. La transmisión de información de cerebro a cerebro –tanto en forma vertical (a través de generaciones) como horizontal (hacia y desde nuestros contemporáneos)– ha creado una creciente red informacional

que recibe el nombre de cultura

Poseemos, entonces, dos tipos distintos de procesadores de información: el genoma y el cerebro. Ambos son capaces de detectar, asimilar, modificar, usar y transmitir información.

Los genes son las unidades simples en que se divide la información genética. En su libro El gen egoísta, el biólogo inglés Richard Dawkins asegura que la información cultural transmitida de cerebro en cerebro cuenta también con unidades mínimas y las denomina “memes”.

Como los genes, unidades de evolución natural, los memes son unidades de transmisión cultural que se replican, exhibiendo las cualidades de longevidad, fecundidad y fidelidad de replicación. Como los genes que pugnan por prevalecer a toda costa en un ‘banco biológico’, los memes pugnan por prevalecer a toda costa en un ‘banco cultural’.

Son memes: los proverbios, el arco romano, la columna dórica, las tablas de multiplicar, los mandamientos de Moisés, los filosofemas de Platón, las gracias de Chaplín, la preparación de una comida, las modas, los tipos de saludos, los utensilios de cocina, las herramientas, las armas, las composiciones musicales y etc., etc.

Los memes se expanden multiplicándose, saltando de una mente a otra, por la educación, la instrucción y el entrenamiento. Los genes sobreviven en la medida en que responden a las exigencias del medio natural; asimismo los memes sobreviven en la medida en que responden a las exigencias del “medio cultural”. Así como los genes pueden sufrir mutaciones, también los memes –al copiarse o ser imitados en otro cerebro– pueden experimentar cambios, que pueden ser favorables o desfavorables para las mentes portadoras. Y tal como los genes, hay memes con gran resistencia al cambio y con gran fuerza de expansión cultural.

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