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Siempre que llovió paró – Gustavo Manfredi

Siempre que Llovió, Paró

Desde 1961 no se apreciaba una seca de tal magnitud a tal punto que se suma a los 18 años más secos en nuestro país desde esa época. La Niña se empecinó en quedarse para complicar absolutamente todo y si es de su capricho nos dejaría “temporalmente” hacia fines del 1º trimestre de 2023.

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Gustavo Andrés Manfredi

agronomomanfredi@gmail.com

En la Argentina, más de la mitad del país se encuentra en condición de sequía “sistémica”. Uno de los escenarios más complejos lo tiene la provincia de Buenos Aires, con casi 40% del territorio en sequía extrema. Allí en algunas localidades del norte y este llovió hasta 500 mm menos de lo normal, lo cual alteró todos los planteos agrícolas para la etapa estacionaria. Y no solamente hablamos de agricultura, también toda la cadena ganadera, obligando a muchos productores a tomar medidas drásticas para hacer frente a la contingencia.

El trigo es el cultivo invernal que más se siembra en el país y la falta de agua, sobre todo en la zona pampeana, está impactando en la producción. En los últimos días de octubre y primeros de noviembre, el golpe de gracia fueron las heladas inesperadas en zona núcleo y sudeste de Buenos Aires que terminaron de "fulminar" al cultivo. Según las últimas estimaciones privadas, de la Bolsa de Comercio de Rosario y de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, ya se evalúa una cosecha de 12,7 a 13,5 millones de toneladas contra las 23 millones del año pasado, lo que significa una caída de casi el 45%.

La visión del USDA

Un nuevo informe mensual sobre oferta y demanda de granos a nivel mundial, para la Argentina el USDA redujo de 51 a 49,50 millones de toneladas el volumen de la producción, pero elevó de 7 a 7,20 millones el cálculo sobre las exportaciones de poroto de soja. Respecto al maíz el USDA sostuvo su previsión sobre el volumen de la cosecha de maíz en 55 millones de toneladas y sobre las exportaciones, en 41 millones. Por último para el trigo, el organismo agrícola norteamericano proyectó por efecto de la sequía y de las heladas tardías, el cálculo sobre la producción de la Argentina fue ajustado de 17,50 a 15,50 millones de toneladas y el de las exportaciones, de 12 a 10 millones. Siempre que llovió, paró

La Mesa Nacional de Monitoreo de Sequías identificó en su último informe la presencia de 140 millones de hectáreas afectadas por sequías en la Argentina, de las cuales más de 7 millones, catalogadas bajo la categoría de "afectación severa", se encuentran concentradas en la denominada zona núcleo agrícola. Desde el mismo organismo, explicaron que "la condición actual de los cultivos, tanto extensivos como intensivos, en el norte de Buenos Aires se encuentra afectada, de manera tal que se esperan rendimientos muy por debajo del promedio histórico, e incluso pérdidas totales y reducción del área sembrada".

En esa línea, adelantaron que resulta probable "que el trigo que se sembró en el área con sequía severa actual tenga rindes muy bajos o no se coseche y que el maíz llegue al inicio de su periodo crítico a sequía con reservas escasas o deficitarias". También "Se reporta afectación en la actividad ganadera; es esperable que en muchos casos no se pueda sembrar y esta superficie pase eventualmente a soja o maíz tardío". Llovió y paró. Fue muy poco, también dólares. Se cortó la liquidación de divisas y ahora el gobierno debe enfrentar la peor tormenta, pero sin una sola gota y con mucha demagogia. Hasta la próxima.

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