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en la Ciudad Situación de calle: de la negación a la represión

El último censo popular dio un resultado de 7251 personas en situación de calle, siete veces más que lo que reconoce el Gobierno de la Ciudad. Luego de 15 años, el Ejecutivo sigue sin reconocer la dimensión de la problemática, y no hay en sus políticas sociales un abordaje de las personas como sujetos de derecho.

Una de las postales más duras de la Ciudad de Buenos Aires es seguramente la de personas y familias durmiendo en portales, recovas, ranchadas bajo autopista, estaciones, guardias de hospitales o plazas. En la ciudad más rica del país, con un presupuesto aún mayor al de algunas ciudades europeas, que en 2023 será de 2 billones de pesos, no sólo se profundizó la desigualdad, sino que aquellos que más la padecen están por fuera de las estadísticas oficiales y la política pública no los contiene. Y si puede, los reprime.

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La propia Dirección de Censos y Estadísticas porteña reconoce una pobreza multidimensional en la Ciudad que afecta al 21,7 por ciento de la población. Todos los parámetros son peores en las comunas del sur: mortalidad infantil, deserción escolar, desempleo. Con un territorio de apenas 200 kilómetros cuadrados, y una población que hace décadas sigue siendo de tres millones de personas, la Ciudad Autónoma de

Buenos Aires tiene al menos medio millón de personas en emergencia habitacional, más habitantes (cada vez más inquilinxs) en villas y asentamientos, más familias con sentencia de desalojo, más hoteladxs, más inquilinxs, más expulsadxs por un proceso de gentrificación que es la contracara del negocio de especulación inmobiliaria.

Excluir a los sectores populares del derecho a la ciudad, y a la ciudadanía, consolidar una ciudad para pocos, es un concepto de gestión en los gobiernos de Macri y Larreta, expresado en recorte de recursos para áreas de políticas sociales, vivienda, alimentarios, empleo, salud, educación, y para programas que deben ocuparse de quienes viven en la indigencia con todos sus derechos vulnerados como son las personas en situación de calle.

En cuatro gestiones consecutivas de jefaturas de gobierno macristas no se resolvió la problemática de personas viviendo en la calle con políticas activas tendientes a la inclusión, a reducir la pobreza y a eliminar la indigencia. Inversamente se desarrollaron acciones de gobierno para eliminar a las personas indigentes a través de la invisibilización y la represión como si se tratara de desaparecidxs sociales.

El subregistro de personas en situación de calle y en riesgo de calle, con cifras mentirosas constantes año a año que contabilizan cinco, seis o siete veces menos al relevamiento de las organizaciones que trabajan en la temática, es uno de los mecanismos para negar la problemática. El otro es la acción represiva sobre familias y personas en situación y riesgo de calle llevada adelante por distintas áreas del Estado de la Ciudad.

Esta grave forma de violencia institucional se puede ilustrar en la tristemente célebre UCEP (Unidad de Control del Espacio Público) que creó Macri en 2008 para actuar como fuerza de choque en desalojos en viviendas y vía pública, pero reviste otras modalidades que se siguen implementando a través de las fuerzas de seguridad y de agentes del Ministerio de Espacio Público contra personas en situación de calle, sus pertenencias y herramientas de subsistencia.

Diciembre 2022

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