2 minute read
que vive a goles
te de la explicación se debe a que, con la oleada de la creación de clubes hasta 1915, cada uno de los equipos-clubes (llegó a haber como 300) tenía el objetivo de tener una cancha para cada uno. Es un objetivo muy inglés, muy liberal. En Europa hay estadios municipales, cosa que acá nunca existió. Acá el Estado no participa, no crea un ´superpalacio de los deportes´. Para afiliarse, los clubes necesitaban tener una cancha. Algunos de esos 300 lo lograron. Ahí ya tenés unos cuantos”. Además, el escritor considera que “el otro tema es la cantidad de equipos-clubes que se fundan. La noción de los fundadores es jugar, no es ser ´socio de´. En 1907 hice un recuento de 310, después van muriendo algunos, más con el profesionalismo en 1931. Igual quedan 18, que es un montonazo”. Por último, expresa que “después hay una inercia hasta la actualidad que tiene que ver con la noción de que hay que tener una cancha propia. Vos perdés la cancha y armás otra, pasa con clubes como San Lorenzo o Platense, que se va a Vicente López”.
De los 88 clubes directamente afiliados a la afa, 67 son del amba (76%).
Advertisement
Leonel Contreras, también historiador y autor de Buenos Aires Fútbol, clubes, canchas y estadios en la Capital Federal desde 1867 hasta el presente (2013), comenta, en primer lugar, que “los equipos que siempre han dominado fueron del AMBA”. Hay un dato elocuente al respecto: de los 88 clubes directamente afiliados a la AFA, 67 son de esa zona (76%).
En ese sentido, Contreras desarrolla: “En la década del 20 los grandes clubes empiezan a construir en la Capital Federal sus primeros estadios. Esto dio lugar a algo muy especial, que son las rivalidades inter-barriales e incluso intra-barriales. De hecho el Superclásico del fútbol argentino y uno de los más importantes del mundo es River y Boca, que nacen en un mismo barrio: La Boca. En cada barrio o entre dos barrios vecinos tenemos “clásicos”. Es el mismo momento en que el inmigrante está pasando del conventillo a la casa propia y logra afincarse en un lugar que no conoce, que está lejos de su trabajo. Es el mismo momento en el que los vecinos, entonces, pueblan el lugar y se empiezan a identificar con esos clubes. El fenómeno de los clubes de barrio es único”.
Además, el autor recuerda estadios que fueron muy trascendentales para la historia de la Ciudad y que hoy no brillan en sus calles. “El Gasómetro de San Lorenzo en Av. La Plata, donde hizo muchas veces de local la Selección Argentina y el estadio de Sportivo Barracas en Iriarte y Luzuriaga, donde se han jugado partidos emblemáticos de la década del 20 y Copas América. También hay otras canchas. El Fortín de Villa Luro, de Vélez, o el estadio de Manuela Pedraza y Cramer (Saavedra) de Platense. También estadios más originales de la historia de nuestro fútbol como el “Flores Old Ground” en Caballito, al oeste de donde hoy está la cancha de Ferro. El estadio de Almagro en Parque Chas era grande y fue desalojado a fines de la década del 20. Son muchos los estadios de importancia que hoy ya no están”.
Tribuna Porte A
Es mayo del 2020. Hace meses que no hay fútbol por el aislamiento generado a partir de la pandemia del Covid-19. Matías de Mateos publica a través de las redes sociales un video que entremezcla imágenes de los estadios vacíos de CABA con los cantos de cada hinchada, haciendo alusión a su barrio correspondiente. El video transmite nostalgia.
Buenos Aires, sin sonrisas y llantos de goles y amores, no es la misma.