Las mujeres cajamarquinas y sus familias viven en un contexto profundamente marcado por el conflicto socio ambiental que surge ante la imposición del proyecto minero Conga de Minera Yanacocha, el cual es rechazado por amplios sectores de la población. Muchas mujeres se sienten defraudadas y amenazadas, no solo por la cuestionada empresa que ha destruido fuentes naturales de agua y maltratado a la población, sino también por el gobierno que apoya este proyecto y desconoce así sus compromisos electorales de defender los recursos hídricos y las lagunas de la ambición de las empresas mineras.
Desde sus vivencias las mujeres han desarrollado mecanismos y estrategias de participación en la “defensa del agua y la vida”. Muchas participan venciendo barreras personales, familiares, culturales e institucionales en medio de una sociedad tradicionalmente machista y patriarcal, y dentro del movimiento social que exige respeto a los derechos ambientales, pero que desconoce e invisibiliza la especia