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La Tercera Revolución en VIH
Prevenir
Por: Redacción
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En entrevista exclusiva con LaSalud.mx
José Manuel Salcedo Alfaro, Director General de Mesón A.C., habló sobre la importancia de los grupos comunitarios y asociaciones civiles en la detección oportuna del VIH para alcanzar los objetivos del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/ Sida (ONUSIDA) para el 2030
Objetivos compartidos por la asociación que él preside; la cual está dedicada a la atención, acompañamiento y tratamiento del VIH, sida e infecciones de transmisión sexual (ITS).
En el tema de VIH, Mesón está enfocado en detectar rápidamente a las personas positivas y/o en situaciones de riesgo, donde las pruebas rápidas de VIH son fundamentales. Es gracias a los avances en este tema que ahora es posible diagnosticar desde “un mes y medio aproximadamente después de una práctica de riesgo; antes podían ser de tres meses a cuatro meses posteriores”.
Al acortar este período de diagnóstico, “las personas pueden iniciar tratamiento muy pronto. Hace algunos meses, una persona de reciente diagnóstico podía iniciar tratamiento hasta los seis o siete meses después de su prueba. En este proceso podrían pasar muchas cosas como la evolución de los síntomas e incluso la muerte”.
Lo mencionado anteriormente por el renombrado Psicólogo Salcedo, se contextualiza en una de las revoluciones más importantes en el tema del VIH. La primera sucedió al proveer trata- miento para VIH/sida, la segunda refiere el tema de las pruebas rápidas de VIH y, finalmente, la tercera revolución que se enfoca en prevenir el VIH con ayuda de pruebas de detección y atención oportuna y temprana, además de tratamiento profiláctico como es el PrEP y PEP.
Sobre este último tema, el también Maestro en Filosofía y Ciencias Sociales ejemplificó lo siguiente: “Yo hacía una prueba rápida y podía tener el resultado casi inmediato, pero para la persona que se encontraba en periodo de ventana (es decir, que no podía tener un diagnóstico debido a que su práctica de riesgo era muy reciente) tenía que esperar que pasara ese tiempo para obtener un diagnóstico y volver posteriormente. En el caso de las personas negativas, las posibilidades de atención preventiva era nulas a pesar de que tenían prácticas de riesgo. En este último caso, ahora podemos incidir preventivamente, es decir, atender a personas negativas con esquemas de PrEP y PEP”.
Detección Oportuna
“En esta tercera revolución estamos dando un paso adelante al anticiparnos a la infección por VIH y, en el otro escenario, atender a los casos positivos de manera inmediata con periodo de infección reciente”. Sin embargo, uno de los grandes obstáculos para que todas las personas puedan acceder a este tipo de atención de forma rápida es la institucionalidad y burocracia en los diferentes sistemas de salud que existen en México, tales como el Instituto Mexicano de Seguridad Social (IMSS), el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), la Secretaría de Salud (SSA), entre otros.
En palabras de Salcedo se necesita “de espacios más amigables con procesos más simplificados, libres de estigma y discriminación; donde el mismo usuario se pueda identificar con los suyos y haya diálogo. Entonces, esta tercera revolución implica una serie de acontecimientos para lograr disminuir el número de infecciones de VIH y otras ITS”.
Actualmente, el especialista enfatizó que existe un alza en los casos de otras ITS. “Un caso concreto tiene que ver con la sífilis, una enfermedad que se consideraba controlada. La realidad es que nuestro Estado no está preparado para atender este problema, porque no hay datos suficientes ni pruebas de laboratorio que nos permitan confirmar los resultados de pruebas rápidas y esto puede tener un impacto muy importante en la salud de las personas”.
Por ello, Salcedo indicó que el uso del condón no se debe de olvidar como medida de protección aunque las personas se encuentren en un tratamiento de VIH, pues este no “protege de otro tipo de infecciones. En consecuencia, este tema no solo se resuelve al tomar una pastilla, sino que implica un entorno multifactorial: cultural, social y comportamental, entre otros”.
Al abordar esta perspectiva, el experto mencionó que parte del reconocimiento y aceptación de Mesón en este tema se debe a la confianza en el diagnóstico, ya que “seguimos un protocolo de confirmación. No nos es suficiente una sola prueba, sino que aplicamos dos y todavía se confirma con un estudio de laboratorio de carga viral. Lo importante es aplicarlo y obtener los resultados en el menor tiempo posible para una detección oportuna y tratamiento temprano. Aunque este proceso puede tomar meses, se ha logrado reducir los tiempos a casi una semana y, algunos pacientes inician tratamiento el mismo día”.
Esto forma parte de “un proyecto que se empezó a desarrollar hace dos años de manera nacional. Hoy enfrentamos problemas al carecer de los recursos suficientes para continuar con la atención; eso merma la calidad de la atención y ha dejado a muchas personas a la deriva. Donde el trabajo comunitario es muy importante, así como la profesionalización de los centros comunitarios y la capacitación de los profesionales de salud”.
La solución, de acuerdo con el especialista, es asegurar la accesibilidad de las pruebas de detección y de los medicamentos, así como contar con centros de atención comunitarios más cercanos a la población en lugar de centralizar. Otro punto importante es agilizar la atención y procurar servicios de interés como el de coloproctología “este es un tema tabú. Entendemos que estamos atendiendo a hombres que tienen sexo con hombres, en donde el acto sexual es anal”. En el caso de las mujeres es necesario contar con estrategias de prevención que involucren métodos de anticoncepción de larga duración para las mujeres que así lo desean; aunado a la “detección oportuna y tratamiento temprano de las mujeres embarazadas que viven con VIH, para evitar transmitir el virus a su bebé. Ambos temas pertenecen a esta tercera revolución” agregó.
Por eso “tenemos que pensar en una forma diferente para incidir en el tema del VIH y de las ITS. Tenemos que entender que esto es un sistema; para que suceda hay que entender muchos factores emocionales, culturales y de comportamiento, en beneficio de la calidad de vida de las personas”.
Planes a Futuro
Una vez más, con el objetivo de probar este modelo y solventar las deficiencias en la atención a las personas que viven con VIH, Salcedo habló de un “estudio piloto, que todavía no iniciamos formalmente, pero va encaminado al tema del diagnóstico oportuno y el inicio de tratamiento, para generar un cambio muy importante en la calidad de vida de las personas”.
En síntesis, lo que busca hacer Mesón con este tipo de iniciativas es impulsar la detección oportuna y el tratamiento temprano como una medida para reducir las infecciones por VIH y proveer atención integral de calidad que establece la posibilidad de entender a los pacientes como seres con deseos, dolor, sufrimiento, angustia, etcétera.
“Creo que en la medida en que podamos identificar a las personas en esa situación, vamos a tener incidencia e impacto en esta problemática. En conclusión, la tercera revolución nos ofrece nuevas posibilidades de incidencia debido a que tenemos y disponemos de conocimientos y tecnología que antes no teníamos”.t