Páginas de muestra.
También en formato de libro digital.
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Nombre:
Educación Infantil
© Nuevo jardín de las letras. Iniciación a las vocales. Lectoescritura: Mª Dolores Campuzano Valiente. © Edición: Algaida Editores, S.A., 2017.
Coordinación editorial: Luis Pino García.
Realización de ilustraciones: Mª Dolores Campuzano Valiente y Mae Tébar.
Edición: Marcos Vázquez Ibáñez, Fco. Javier Díaz Fernández,
Inmaculada Gil-Bermejo Bethencourt y Mª del Carmen Pino García.
Diseño de cubiertas: María Dolores Campuzano Valiente y José Luis Venegas.
Maquetación: José Luis Venegas.
Edición gráfica: Mar Merino.
Fotografías: 123RF.
Cuentos: Gracia Iglesias Lodares.
Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra está protegido por la Ley, que establece penas de prisión y/o multas, además de las correspondientes indemnizaciones por daños y perjuicios, para quienes reprodujeren, plagiaren, distribuyeren o comunicaren públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la preceptiva autorización.
Esta obra forma parte de los materiales curriculares complementarios de Lectoescritura del proyecto de Educación Infantil Nuevo jardín de las letras, dirigido al segundo ciclo de la Educación Infantil.
Algaida Editores S.A.
Avda. San Francisco Javier, nº 22, Edificio Hermes 5ª, módulos 3-8. 41018 Sevilla.
algaida@algaida.es
ISBN: 978-84-9067-728-5
Depósito legal: SE 220-2017
Iniciación al conocimiento de las vocales.
Identificación de los sonidos vocálicos.
Reproducción de onomatopeyas.
Discriminación auditiva y visual de las vocales.
Adivinanzas y recitado de pequeñas rimas.
Escuchar el cuento y conversar sobre él.
¿Imagináis un árbol que os hace cosquillas cuando os acercáis a él? Ese es el árbol de la risa. Crece en un jardín muy especial: El Jardín de las Letras. Un día, una iguana llamada Isa paseaba por el Jardín y, al pasar junto al árbol de la risa, encontró una pluma en el suelo, luego encontró otra, otra… ¡y otra más!
–¡Qué bien! ¡Me disfrazaré de indio apache! –pensó mientras las recogía.
Isa se puso las plumas en la cabeza y decidió hacer un baile indio alrededor del árbol: primero saltaba sobre un pie y luego sobre el otro, mientras se daba golpecitos en la boca y cantaba “í-i-i-i, í-i-i-i, í-i-i-i, í-i-i-i”. ¿Que por qué cantaba así? Porque la “i” era su letra favorita: su nombre, Isa, empezaba por “i”, y le divertía que fuera una letra tan delgada y que llevara sombrerito.
De pronto, mientras la iguana Isa bailaba haciendo el indio, el árbol de la risa extendió sus ramas, y… ¡se puso a hacerle cosquillas! Isa dejó de bailar y empezó a retorcerse de risa: “ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji, ji…”.
En el Jardín de las Letras hay un árbol de la risa. Bajo sus ramas se encuentra, bailando, la Iguana Isa.
las
Bajo el árbol de la risa ¡mira cómo baila Isa! Isa ríe, “ji, ji, ji” mientras baila porque sí.
Repasar con el dedo el trazo de la letra “i”. Pegar gomets sobre ella. Nombrar los objetos de las fotografías. ADHESIVOS
Repasar las líneas discontinuas y pintar de rojo las plumas que tienen la letra
Repasar las letras “i”.
Escuchar el cuento y conversar sobre él.
La Iguana Isa no paraba de reír por las cosquillas que le hacía el árbol de la risa. Se reía tanto que rodaba por el suelo: “ju, ju, ju, ju, ju…”. Entonces, llegó volando un pájaro de color negro: ¡era la urraca Uma! Quería saber quién se reía tanto y por qué.
–¡Yuuuuuujuuuuuuu! ¿Quién hay ahí! –gritó desde la rama más alta del árbol.
–Soy yo…, ju, ju, ju, ju –contestó Isa, sin dejar de reír.
–¿Tú? ¿Y quién eres tú? –preguntó Uma.
–¡Soy Isa, la iguana!…, ju, ju, ju, ju… ¡El árbol de la risa me está haciendo cosquillas!
A Uma le pareció muy divertido. Ella también quería reír, así que bajó volando hasta donde estaba su amiga. Enseguida, el árbol empezó a hacerle cosquillas hasta que también ella se retorció de risa: “ju, ju, ju, ju”. Y tanto rio, que se le cayó una pluma. Isa la recogió del suelo. Era una pluma negra muy bonita.
–Te la regalo –le dijo Uma–. Puedes ponértela en la cabeza para tu disfraz de indio.
Isa, muy contenta, volvió a cantar y bailar como un indio. Pero ahora, al darse golpecitos en la boca decía: “ú-u-u-u, ú-u-u-u, ú-uu-u”, porque el nombre de Uma empezaba por “u”, así que decidió que la “u”, con sus cuernecitos, también le encantaba.
Sobre el árbol de la risa se posó la urraca Uma, que quiso jugar con Isa y le regaló una pluma.
A la simpática Uma se le ha caído una pluma.
Uma dice “yujujú” ¡y baila más que Isa y tú!
Repasar con el dedo el trazo de la letra “u”. Pegar gomets sobre ella. Nombrar los objetos de las fotografías.
Buscar las letras “u”.
Nombrar las imágenes que aparecen en la ficha y pegar los adhesivos donde correspondan.
Repasar las letras “u”.
Colorear los espacios marcados con un punto y descubrir lo que resulta. Pegar los adhesivos donde correspondan.
Repasar las letras.
Escuchar el cuento y conversar sobre él.
Isa y Uma bailaban y cantaban, ¡y no paraban de reír!: “ja, ja, ja, ja, ja…”. ¿Recordáis por qué? ¡Claro! ¡Porque jugaban a ser indios junto al árbol de la risa que les hacía cosquillas! De pronto, oyeron una vocecilla lejana. Isa y Uma corrieron a ver quién era. ¡Era una abejita! Iba de flor en flor cantando: “la, lalá, lalá, laláaaaaaa, la, lalá, lalá, laláaaaaa, la, lalá, lalá, laláaaaaa…”.
–¡Holaaaaa! ¿Cómo te llaaaaamaaaaas? –gritaron Isa y Uma para que la abejita las oyera.
–¡Me llamo Aaaaabaaaaa! –respondió la abeja, acercándose a ellas.
Aba les enseñó un tarrito lleno de miel que llevaba. No era una miel normal, ¡era muy especial! ¿Sabéis por qué? ¡Porque era miel de mil colores!
–¡Haaaaalaaaaa! –exclamaron asombradas Isa y Uma.
La abejita les dijo que usaba aquella miel para escribir. Para enseñárselo, mojó las patitas en ella y dibujó en el suelo un redondelito con un pendiente al lado.
–Es la letra “a”. Mi nombre empieza por ella –dijo Aba.
–¡Pues bailemos con la “a”! –exclamó Isa contenta.
Aba, Uma e Isa empezaron a bailar como indios otra vez, dándose golpecitos en la boca mientras cantaban: “á-a-a-a, á-a-a-a, á-aa-a…”. ¡Qué divertido!
Apareció entre flores una abeja que cantaba. ¡Hacía miel de colores!
Todos la llamaban Aba.
Entre las flores cantaba la pequeña abeja Aba.
Aba canta con la “a” la canción del lalalá.
Repasar con el dedo el trazo de la letra “a”. Pegar gomets sobre ella. Nombrar los objetos de las fotografías.
Buscar las letras “a”.
Imitar a la abeja cantando. Aprender la rima.
Repasar las líneas discontinuas de las nubes. Unir, mediante una línea, las nubes que tienen la letra “a” con el avión.
Repasar las letras “a”.
Repasar las líneas discontinuas y pegar los adhesivos donde correspondan.
Repasar las letras.
Escuchar el cuento y conversar sobre él.
Las tres amigas Isa, Uma y Aba lo estaban pasando genial. Jugaban, bailaban, cantaban y no paraban de reír, “je, je, je, je, je…”. En ese momento llegó… ¡un elefante! ¡Y llevaba un erizo subido a la espalda! Eran Eladio y Elmo, dos buenísimos amigos. Al ver lo bien que lo estaban pasando la iguana, la urraca y la abeja, se acercaron a ellas. Eladio, el elefante, las saludó agitando las orejas y Elmo, el erizo, saltó al suelo y se puso a bailar como un loco cantando: “yeee, yeee, yeee, yeee, bailo, bailo, moviendo un pie. Yeee, yeee, yeee, yeee, miras, miras y no me ves…”.
–¡Pero si todos te vemos, Elmo! Je, je, je, je… –se rieron sus amigos.
Era una canción un poco tonta, sí, ¡pero muy divertida!, así que todos hicieron una fila y se pusieron a bailarla: yeee, yeee, yeee, yeee…
–¡Eh! ¡Mirad! –exclamó Elmo parándose de pronto–. Al bailar hemos dibujado en el suelo una “e”, ¡la primera letra de mi nombre!
Era verdad. Sus huellas en el suelo formaban como un lacito.
–¡Eh, eh, eh! ¿Sabéis? ¡Nuestros nombres empiezan por cuatro vocales! Mirad: “i” de Isa, “u” de Uma, “a” de Aba y “e” de Elmo y Eladio. ¡Qué diver! –añadió el elefante.
A todos les pareció muy guay y, para celebrarlo, ¿sabéis qué hicieron? ¡Pues se pusieron a bailar otra vez! “Yeee, yeee, yeee, yeee, bailo, bailo, moviendo un pie…”.
Cuando llegó Elmo el erizo con Eladio el elefante, se unieron a sus amigos y rieron a lo grande.
Elmo quiere al elefante porque es su amigo gigante.
Elmo salta sobre un pie haciendo un baile yeyé.
Repasar con el dedo el trazo de la letra “e”. Pegar gomets sobre ella. Nombrar las imágenes de las fotografías.
Buscar las letras “e”.
Imitar el sonido de los personajes cantando. Aprender la rima.
Repasar las líneas discontinuas de las estrellas y colorear de amarillo las que tengan la letra “e”. Aprender la adivinanza.
Repasar las letras “e”.
Unir, mediante una línea, las letras con la imagen que corresponda. Decorar las letras libremente.
Repasar las letras.
Escuchar el cuento y conversar sobre él.
Isa, Uma, Aba y Elmo descubrieron que sus nombres empezaban por cuatro vocales. Tenían repetida la “e” porque también estaba con ellos Eladio, el elefante, pero, todavía les faltaba una para completar las cinco vocales del alfabeto. ¿Que cuál era? La “o”, esa que es un redondel con un moñito encima. Justo estaban pensando en ello cuando llegó… ¡un osito! Era Opi, el oso más curioso de todo el Jardín. Se había despertado de la siesta y al oír charla, risas y canciones, quiso saber quién se lo estaba pasando tan bien.
–¡Hooooola! –dijo muy despacio, como hablan los ositos que acaban de despertarse.
–¡Hola, Opi! ¡Qué bien que has venido! –dijo Isa–. ¿Sabes que tu nombre empieza por “o”? ¡Contigo ya tenemos las cinco vocales!
–¡Ooooooh! Jo, jo, jo, jo. ¡No lo sabía! –se rio Opi–. ¡Esto hay que celebrarlo!
El osito se fue corriendo y volvió enseguida trayendo… ¡una caja de rosquillas!
Todos comieron rosquillas, que se parecían a la letra “o”. Como estaban muy cerca del árbol de la risa, también le dieron rosquillas. Ya podéis imaginar qué pasó entonces, ¿verdad? ¡Pues claro! El árbol les hizo un montón de cosquillas, sobre todo a Opi, por ser un oso generoso y haberle llevado rosquillas. El osito se revolcó de la risa y todos todos rieron con él: “jo, jo, jo, jo, jo, jo, jo, jo, jo, jo”.
Opi, el osito curioso, llegó después de la siesta, con un manjar delicioso, para sumarse a la fiesta.
Opi se suma a la fiesta cuando termina su siesta.
Opi a la fiesta se unió y más que nadie rio.
Repasar con el dedo el trazo de la letra “o”. Pegar gomets sobre ella. Nombrar las imágenes de las fotografías.
Buscar las letras “o”.
Aprender la adivinanza y decir la solución.
Repasar las letras “o”.
Repasar las líneas discontinuas y pegar los adhesivos donde correspondan.
Repasar las letras.
Unir, mediante una línea, las letras iguales.
Puntear con un rotulador grueso de color verde la copa del árbol.
Pegar los adhesivos donde correspondan.
Nombrar los personajes.
Repasar las letras.
jardín de las letras
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Aprender la adivinanza y rodear, con una línea, el animal que es la solución.
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Desprender de los troqueles, poner una gomita y colocar a los niños y niñas a modo de corona.
Nivel 3
Nivel