Antología Irregular en tonos blanco y azul by Grupo Casa Azul

Antología Irregular en tonos Blanco y Azul

Un proyecto conjunto: El Picudo Blanco y Grupo Casa Azul

Dibujo de la Portada de PATRICIO BRUNA POBLETE (Chile). Contraportada y diseño de ANA BEATRIZ REINA ROJAS (España). Prólogo de JAIME RODRIGO VILLANUEVA DONOSO y Preámbulo de MANUEL VALERO GÓMEZ. Fotografías del Interior de JORGE VILLA, JOSÉ JESÚS PÉREZ, JOSEP MANEL SÁNCHEZ, CRISTINA ROCAMORA, ALAN MUÑOZ SEPÚLVEDA.

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Preámbulo de fraternidad Una guerra unió a dos poetas en las líneas sinuosas de la Historia (perdón por la mayúscula como dijera Juan Manuel de Prada). Una guerra que trajo diferentes suertes y la misma muerte. Neftalí Reyes, anfitrión tertuliano en su Casa de las flores, acogió al poeta de provincias que a punto estaba de perder la fe. Muchas cosas unieron a Pablo Neruda y Miguel Hernández. La poesía, las ideas, la amistad y un Madrid inhóspito del primer tercio del siglo XX. Hernández fue el que acompañó a Neruda para ver las ruinas de la Casa de las flores tras los bombardeos de la guerra, Hernández era el que visitaba a la gravemente enferma hija de Neruda y trataba como la suya propia. Neruda fue el que respondió con un cariño frenético a ese torrente de alegría y fuerza venido de Orihuela. ¡Laga vida a los hermanos Chile y España! Legado somos.

Manuel Valero Agrupación El Picudo Blanco

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Prólogo Se podrán decir muchas cosas... pero las palabras se las lleva el viento y tal vez así no crucen el mar... se podrán escribir muchas cosas y la palabra escrita cruce el atlántico de aquí para allá y de allá para acá... llevando en una botella de náufrago el mensaje de la poesía entre dos ciudades en diálogo constante y consistente. Una poesía migrante con residencia ambulatoria. Desde la ciudad puerto de Valparaíso en Chile hasta el Elche en Alicante, España, las palabras escritas en poesía han roto el orden de la ciudad y los márgenes polvorientos de la localidad. Se han instalado brevemente con la idea de recorrer y viajar... pero sobre todo de encontrarse... la red, el puente, el continente, el otro continente, el trazo, tu, yo, todos los días... tantas cosas en convergencia y en unión. La poesía cumple acá su cometido, se reparte como el pan entre los que lo necesitan, una forma de hacer justicia dándole a cada cual lo que le es propio: lo otro, el otro. Esta poética entre Valparaíso y El Elche es sólo una estación en el gran viaje irregular de la transculturación narrativa y poética de la lengua hispanoamericana, pero no por eso es un mero accidente, al contrario, esta acumulación de poemas que tienes frente a ti es una insolencia al olvido y un que vivamos para siempre.

Jaime Villanueva Grupo Casa Azul

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Tertulia del Café Praga [Agrupación literaria El Picudo Blanco] (España) José Jesús Pérez

[Grupo Casa Azul] (Chile) Jorge Villa

El Picudo Blanco

Basílica de Santa María envoltada de les Palmeres d´Elx (España) Josep Manel Sánchez

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Francisco José Gómez Rodríguez Para bien o para mal, Francisco José Gómez Rodríguez nació un mediodía de junio de 1966 en Elche (Alicante). El chaval se interesaba por conocer lo que pasaba a su alrededor y se hizo periodista en la Facultad de C.C. Información de la Complutense de Madrid allá por 1990. La adicción por las letras le llevó a la literatura y así le dio por escribir libros. El primero “Los días sin ti” (Asociación Cultural Frutos del Tiempo, 2002) y el segundo, un libro de artículos sobre su ciudad “Crónicas de la city” (Instituto Municipal de Cultura d´Elx, 2004). Ha encontrado amigos que comparten las mismas pasiones en la tertulia “El Picudo Blanco”, nombre que ampara una revista literaria, y al tiempo escribe artículos en diversos periódicos locales de Elche. Tiene en mente publicar dentro de poco otro libro de relatos “Sueños de nadie”, del que éste es un aperitivo.

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EL HOMBRE TONEL La mejor definición que tenía de sí mismo no era otra que ser un “Master del Universo”. Un tipo grande entre los grandes, dominador de voluntades y hacedor de jugadas impensables en las mentes de sus competidores. Sentado frente al ordenador, con la mesa llena de periódicos salmón, sus tirantes y su camisa de Armani, estaba revestido de poder y lo sabía. En un solo día podía manejar el dinero de cientos de inversionistas de medio mundo, comprar y vender bonos‐basura, preparar opas hostiles, realizar arriesgadas operaciones bursátiles que depararían millones de beneficios con una parte proporcional para él, su tajada. En el parqué que él dominaba se movían al día 6.000 millones de euros, o sea, un billón con “b” de burro de pesetas. Había cumplido el famoso lema que su generación veneraba: “Si a los 40 no tienes un porsche, chalé en la sierra y una cuenta con muchos ceros en las Islas Caimán, eres un fracasado, un perdedor. Uno más entre los millones de tipos que caminan por las calles con la única meta de sobrevivir. Así de claro. Así de duro. Creía a pies juntillas en la famosa teoría de los tres tercios. En esta sociedad capitalista, liberal y egoísta, sus individuos se dividían en tres grupos, como las capas sociales de la Edad Media, pero ahora marcados por el estandarte del dinero. El primer tercio los magnates, grandes banqueros y empresarios, fortunas impresionantes que movían a diario enormes capitales 12

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en bolsa, ladrillos, acero, gas, electricidad, seguros, comunicaciones y otros negocios de dudosa reputación. Un segundo tercio de profesionales, la mesocracia, un enorme colchón que momento a momento acumulaba un mayor número de adeptos. Arquitectos, abogados, ingenieros, médicos, pequeños empresarios y constructores. Él se encontraba allí, un broker, un intermediario financiero, de baja cuna y elevadísimas ambiciones. Su objetivo estribaba en no quedarse en este segundo peldaño social sino escalar a lo más alto, ser el protagonista de las portadas económicas más codiciadas. Erigirse en uno de los 500 que manejaban el cotarro de lo que se decidía desde Finisterre hasta Almería. De Gerona hasta Huelva. Luego quedaban muy atrás los currantes, ese ejército de insomnes que se levantaban de lunes a viernes (o sábado) de 6 a 7 de la mañana para currelar como locos desenfrenados en aquellos trabajos u oficios que a la mayoría no les gustaban. Estaban marcados por el yugo a la hipoteca del pisito, las letras del coche y los muebles más el condumio semanal. Para ellos, él articulaba las construcciones de hermosos engendros de cemento y hormigón para vivir o malvivir hacinados en cubículos de setenta metros con tabiques de papel. Auténticos colmenares de la masificación y el anonimato. Diseñaba sus tiempos de ocio en estadios donde los milites desahogaban sus pasiones, inquinas y frustraciones cada domingo por la tarde al conjuro de colores balompédicos o cosos redondos en comunión con los ritos del arte y la muerte.

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Él procedía de aquel mundo. En la olvidada infancia, su padre, forrador de armarios de chapa y su madre, abnegada ama de casa, habían sido su muro de contención ante los vaivenes del mundo, su refugio. Vagamente recordaba sus tiempos de juegos con una nota común: sobresalir ante los demás. Decidió bien pronto escapar del destino porque sabía que llegaría a ser alguien importante. Ahora desde el acantilado de los días presentes, miraba sin nostalgia las espumas de los días pasados. Los recordaba como el ejercicio necesario y programado que hubo de desarrollar para estar hoy, ahora, sentado en aquella oficina con aquellos tirantes, aquella camisa de Armani, los gemelos de oro macizo y el reloj de seis mil euros. Su padre se esforzó porque estudiara como medida necesaria para escapar a su condición. Tenía ante sí la fotografía del instituto. A veces se preguntaba: ¿Qué habrá sido de ellos? Seguro que no han triunfado como yo…Pobres compañeros que veinte años después sobreviven como pueden. Padres y madres de familia en pisitos de setenta metros. Yo he proyectado su construcción. Pobre gente que sobrevive a los vaivenes del euro con el movimiento de capitales que yo genero. Sufridos consumidores que acuden a su cita semanal con el supermercado que mis amigos han levantado para que compren productos que mis ayudantes de marketing y publicidad han diseñado a las necesidades de sus bolsillos. Pobre gente perdedora… Las nostalgias del ayer no cabían en los instantes del hoy. Aquellos amigos eran neblina del pasado (pese a ser su época estudiantil más añorada). Su vida social 14

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en los noventa se centraba en una mujer preciosa, hija de un banquero repetidamente fotografiada en el papel satinado y unas hijas repipis y maleducadas por una madre consentidora en el aceite de las comodidades del lujo. Sus amigos del momento actual procedían de gente bien en la cumbre del pedigrí social. Memorables se le antojaban sus cacerías de fines de semana en los Montes de Toledo o la Cordillera Cantábrica, en aquellos latifundios sin fin de sus amigotes, cachorros de la misma camada. Las fiestas, colmadas de boato y ostentación en aquellas mansiones mastodónticas donde la hipocresía y el valor de la riqueza conferían el don de la distinción a sus privilegiados invitados. Los viajes a la costa azul francesa, a la capital del Imperio y su promontorio más altivo, Nueva York, Australia, Hong‐Kong o Rusia acabaron convirtiéndose en su pan de cada día por negocios o placer o ambas cuestiones a la vez. Un sonrisa burlona escapaba de sus labios cuando rememoraba estas singladuras. Su mujer, la pobre, convencida de que su Master del Universo, cruzaba océanos y devoraba kilómetros para hacerla más grande y rica, mientras él se solazaba con profesionales del amor de alta dignidad amatoria. En este punto empezaba a pensar que él quería a su mujer pero no era un hombre para una sola fémina. Como varón bien dotado, necesitaba los favores de una señorita para cumplir sus ansias. Imposible olvidar aquellos maratones de champán, fresas y desenfreno en 15

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casas de distracción clandestina a las puertas de las Navidades. Sus compis de trabajo alquilaban los servicios de hermosas meretrices por toda una jornada para disfrutar de sus atenciones. Su abnegada mujer quedaba en casa adornando el árbol con sus lucecitas de colores alternas al tiempo que pensaba qué regalos compraría a sus infantes. En estas cuitas andaba el Master del Universo, cuando una tarde al concluir su horario de oficina, salía del edificio en el que amasaba su nombre y fortuna. Cruzó el vestíbulo y salió a la calle. No había andado más que unos pocos metros cuando un niño a punto de pisar el umbral de la adolescencia se plantó delante de sus narices. Pidió que se inclinara hacia él y le dijo: ‐Eres un pedazo de cabrón sin corazón ‐¿Qué? ‐Vete a la mierda, maricón. Mi padre ha muerto por tu culpa. ¡Ojala te pudras en el infierno! Dichas estas hermosas palabras, el preadolescente con un impulso rápido de garganta, lengua y labios le soltó un salivazo en pleno rostro y echó a correr sin olvidar dirigirle sucesivos cortes de mangas. Nada más ver la escena, el guardián del inmueble se dirigió raudo hacia el Master con un pañuelo. ‐¿Quién era ese crío? 16

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‐No lo sé. Quizás, hijo de alguno de los cinco albañiles que murió en el Mediterráneo Mediterráneo era aquel famoso bloque de viviendas que él mismo había proyectado en colaboración con un grupo de especuladores. Los resultados fueron palpables en la primera página de los periódicos de la ciudad. La torre de pisos que quería competir con el cielo se construía con materiales de escasa calidad con un cemento pobre y ladrillos sin densidad. Las consecuencias no se hicieron esperar. Como un castillo de naipes vencidos, las obras se vinieron abajo, atrapando a cinco albañiles de la clase social que él ignoraba. Vinieron las investigaciones judiciales pero con sutiles sobornos, él logró conseguir que su nombre no se mezclara en aquel espinoso asunto. Sin embargo, no pudo evitar que los compañeros de los fallecidos en el andamio supieran que el Master era uno de los causantes de aquella desgracia. Aquel inesperado episodio le sumió en una nube de pensamientos extraños. “ ¿Cuántos habrán sufrido las consecuencias de mis acciones? ¿Quiénes serán los perjudicados por mis pelotazos especulativos? Muchas familias habrán quedado arruinadas, otras habrán quedado en el pp (puto paro). Hombres y mujeres en la ruina y yo cada vez más rico y poderoso. Mi padre se avergonzaría de mí. Mi madres también me escupiría a la cara. No soy feliz con los amigotes que tengo, con la mujer que se acuesta cada noche a mi lado, con las hijas repipis que tenemos…” 17

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Aquel salivazo supuso un ladrillazo en su conciencia de hombre engreído y sin escrúpulos. Quizás había equivocado sus proyectos, su rumbo en la vida, su forma de ser y estar. De repente, germinó en su cerebro la idea de no volver más a su casa, a su trabajo, de ver a gente a la que en verdad detestaba. En éstas, al doblar una esquina se encontró con un tonel de vino vacío. Un auténtico armazón de madera de roble noble y solitario en mitad de ninguna parte. En aquel preciso instante decidió que sería el mejor lugar donde podría quedarse a vivir y así lo hizo. No advirtió a su mujer ni a sus amigos ni a sus compis de correrías trabajo que a partir de ahora viviría en un tonel, aspirando sus aromas de licor vacío, sus esencias de madera y vino añejo. El mundo visto a través de los tablones de una barrica adquiría otra dimensión. Ya no era tan necesario acumular dinero, ni fama o posición social. Ya le importaba un carajo saber en qué peldaño del escalafón se encontraba. Ya no era un Master del Universo sino el dueño de su tonel, el soberano de las láminas de roble, de sus curvaturas recias y a la par arrugadas. Nadie reparó en su falta. Los periódicos salmón dejaron de hablar de él y otros ocuparon su lugar. Su mujer encontró acomodo en otros brazos. Sus hijas llamaron papá a otro rostro. Sus compañeros de cacerías siguieron a la caza y captura de la perdiz por esos montes. Él quedó en el tonel, amigo de los perros que orinaban en su costado, de los borrachos que recordaban noches mágicas al abrigo de los caldos de aquel añorado montón de madera circular. De los niños que se preguntaban qué hacía aquel señor piojoso y barbudo dentro de aquel tonel. Nadie sabía a ciencia 18

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cierta por qué aquel hombre había aposentado sus reales en aquel olvidado espacio cilíndrico. ‐Oye, tú, no estoy de acuerdo en cómo se desarrolla esta historia. ‐¿Qué? ¿Quién es? ‐¿Cómo que quién soy? Serás pánfilo…¡¡¡Tu personaje!!! ‐¿Mi personaje? ‐Sí, este hombre, un triunfador nato al que tú, absurdamente, has confinado en un tonel. En primer lugar, tengo nombre propio y tú siempre hablas de mí como él, en tercera persona, como si lo supieras todo de mí. Me llamo Serafín López Alfosea y no me gusta la forma en que estás llevando este relato. Quiero seguir siendo el tipo ambicioso y ganador que has dibujado desde el comienzo. No me conformo con menos. ‐Serás lo que yo quiera que seas. Soy tu creador y no existirías si no hubieras salido de mis sueños. ‐Estás profundamente equivocado. ‐Que estoy qué… ‐Suponiendo que tu literatura tenga alguna clase de porvenir o trascendencia o perdure en el tiempo como tu estúpida vanidad pretende, te recuerdo que 19

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sólo eres un hombre de carne y hueso y yo, tu hombre creado, un ser que puede existir para siempre entre las páginas de un libro o en la memoria digital de un ordenador, en una base de datos o un centro de documentación. Tú pasarás. Yo te sobreviviré. Pero no te hagas excesivas ilusiones. Tú no eres Cervantes, ni Shakespeare, ni Miguel Delibes ni ningún gran escritor. Eres uno más entre todos los que tratáis de levantar la cabeza en el mundo de las letras. Si alguna vez eres conocido y leído (que lo dudo), no será por tus méritos, sino por los personajes y las historias que te sobrevivirán. Así que haz el favor de retomar la historia, borrar eso de que me voy a vivir a un tonel y déjame como el triunfador que siempre he sido y quiero seguir siendo. ‐Tú serás lo que yo quiera ‐Jamás de los jamases. Negaré que te pertenezca, que haya salido de tu inspiración y bolígrafo. La discusión prosiguió interminable sin que demiurgo y demiado llegasen a un acuerdo. Así pasó el tiempo de la escritura para continuar la vida.

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Álvaro Fuentes Rocamora Álvaro Fuentes Rocamora nació en Elche (Alicante) el 10 de Julio de 1981. Fundador de la colección Refugio Interior, publicó su primer libro en diciembre del 2001, bajo el título “Leyenda Personal” se definió como un poeta lunático y para muchos incomprensible. Con su primer libro marcó su personalidad y su necesidad de expresar esos sentimientos difíciles de escuchar. Después de colaborar para músicos y poetas ilicitanos, el año 2007 fue el turno de su segundo libro, “Desorden Poético y otros actos”. Un libro lleno de ensayos y poemas con un doble sentido; destrucción, locura, fin de la raza humana, hambruna, corrupción descarada, etc. Cuando la inspiración se apodera de este personaje, se convierte en el camaleón del monte angustiado, su nombre artístico, su doble personalidad. En el 2007 colaboró en la revista cultural “El Picudo Blanco”. Actualmente está preparando su tercer libro que será un misterio, porque hasta el día de su venta no se sabrá hacia donde sopla el viento.

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POETAS TRANSTORNADOS A veces los que dicen llamarse poetas tienen que empezar por detrás, por supuesto nadie lo dice es tan sencillo como el decir que el fuego se arrodilla junto a los arbustos. Todos tenemos una influencia gracias a ella nos transformamos en mediocres soñadores, que son de aquellos absurdos que se revuelcan entre sus adversarios, yo lo tengo claro confundo la poesía con lo extraño y lo bello por eso intento desplazar de lado a lado, de arriba abajo, del centro a la periferia, de la independencia al éxodo, pero más etcéteras están por llegar entre tanto poeta es mejor rozar la expresión y calmar la depresión deducir la incorporación y traducir la interpretación. No dudes en aplicar la fórmula y penetra tu transición en tinta rupestre. ¡Ah!, yo empiezo a escribir por detrás. 22

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VAMOS A BAILAR Repitamos respiremos retrocedamos reivindiquemos, vamos a bailar. Decidamos desordenemos declinemos derrumbemos, vamos a bailar. Pensemos. ¡Peligro! Empieza el baile estamos todos entrenados casi todo el mundo sabe lo que hace al menos no hay tropiezos una calada de ridículo asoma en la pista si los que mandan no saben lo que vale un café y los que intentan mandar no quieren saber lo que ganan. Mire usted lo que le digo, vamos a bailar.

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ORILLAS Náufrago en caliente, trajo derrame mental, puertas grandes ¡fuertes! Empieza la cuesta, gente sin problemas, los diamantes contestaban. Guitarras, músicos, poetas intentaban presumir, ¿lánguidos combates? ¡Maldita sea! ¡Nadie lo sabe!, ¡rabia!, ¡sin escapada!

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PENA Con una pena curo mis ansias, caer al hoyo en un descuido. Bebo de una distancia, mi corazón tiene sed, mi deseo odio. Sabor a sueño, en el polvo floto y aparezco en la copa. ¡Gracias pena!, me diste creación, me diste distancia, me diste conciencia. Con una pena nacen los versos.

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CONVERSACIONES CONSIGO MISMO Al torcer la esquina empieza mi conversación, ¿otro mundo?, no estoy en la tierra que sensación tan extraña puede ser que no haya devuelto los saludos, memorable reencuentro las luces psicodélicas viajan, los ojos se retuercen y sigo conversando en silencio “Orange juice” “Love street” Despegar aterrizar volar mapa terráqueo fronteras gritos felinos guitarras punkis poperos mods risas héroes revolucionarios lunáticos pijos menús “Cohen”

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Mi chica del desierto un poco de blues un poco de jazz un poco de rock and roll. Y esa fue mi conversación consigo mismo sin molestar.

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RUTA 81 Del otro lado de la cumbre volvemos a empezar historias que están apartadas pagamos al lince un momento de soledad ansiedad cosmopolita. Dicen que es el final del capitalismo una codicia abrumadora, depredadores de lo absoluto o lo absurdo. Salimos del limbo saltamos de azotea en azotea. A otra parte los consejos los fracasos el miedo, épocas doradas y todos esos poetas que nos hicieron vibrar ya lo hicieron todo y siempre insistiendo. Encarcelado en territorio del cosmos intento llamar al trovador al bohemio perdido al autoestopista al viajero sin vuelta al lunático al romántico

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al refugio al poeta derrotado a los suicidas. Todos en un círculo heptagonal transparente y sin dirección.

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INFECCIÓN DILUIDA Los que nos dijeron que la autodestrucción es cosa de poetas tenían una premonición diabólica perversa e incluso voraz, de noche la ciudad baila un tango y deja las esquinas de orín camufladas no me asusta la luz artificial ni el explorador secundario ni la neblina alucinógena inyección en la infección diluida recaídas el negocio del medicamento los que nos tienen que curar llenos de intereses pacientes impacientes homeópatas eliminados asesinados preparo la huida hay nombres y hombres que no quieren dignidad un poema fúnebre me asusta y de lo que me asusta impongo silencio terapias para sobrevivir

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CON LA LUNA EN MIS MANOS Incluimos locura con la luna un fuerte viento de levante retuercen los rizos crímenes al 100 por cien esperamos el sol de la mañana . ¿Quién espera un cuerpo en erupción, en manipulación? Series espantosas durante la semana prometer o prohibir en un viaje sin mochila perdería mis poemas transoceánicos. Intento investigar lo sucedido pero no llego a ser ni poeta callejero depravados bohemios del siglo XXI con visa en mano incluimos los no incluidos entradas agotadas con hernia incluida desmayos apocalípticos farsas mentes incluidas con la luna en mis manos todo iría mejor o peor o al menos estaríamos en paz.

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QUE DIFÍCIL PARECE En las noches aisladas e imprevistas los adoquines rompen tus tobillos se cierra el grifo vuelve a gotear en el fondo del cristal fondos monetarios agotados. En las noches retóricas e infames los gallos esperan su oportunidad cabeza destrozada talento difuminado puro retraso razas agotadas. En las noches de azar e inmortales los pensadores se esconden y salen los pescadores el cometa roza el final qué difícil parece pensarlo qué difícil parece asumirlo qué difícil parece por Dios.

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LAS PUERTAS SE ABREN EN EL INFIERNO Cuando se acerca el sonido de los campesinos y miro alrededor veo arañas en danza papelinas en ascensores autómatas anoréxicas preparadas. Cuando me encierro dejo la puerta abierta por si acaso llega el infierno antes de descifrar carezco de raza al manso le llaman el deambulado al salvaje el domador. Escucho parpadear aquí al lado tan próximo tan eficaz ya me conocen para que más si puede ser el último poema pero suena un violín y vuelvo ha entrar por esa puerta infierno cielo dos aliados ¿De verás no piensan en entrar? ¿Acaso están preparados?

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El viento empieza ha guiarnos “Follow me out” te cogí una rosa del huerto sigue allí al entrar. Las puertas se abren en el infierno el cielo se dedica ha aparentar ha mentir nos confundimos por el cielo vendrá el infierno.

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Antonio Zapata Pérez Nació un seis de Diciembre de 1952, en Elche (Alicante). Ha publicado los siguientes poemarios: “Los verbos del mal”; “Poemas de mono azul”; “Rotativos de interior”; “Lucernario erótico”; “Cíngulo”; y en imprenta, “Poemas de la inocencia” y “Haber sido, sin permiso”. Ha participado en los libros colectivos “Mare Nostrum”; “Poemas galardonados” vol. I y II y “Primer paso”. Fue cofundador de la desaparecida revista literaria “la Gacetilla Literaria”. Es columnista de los periódicos “La Verdad de Elche” y “Noticias de Elche”. Además es colaborador y cofundador de la revista cultural “El Picudo Blanco”. Ha obtenido unos doce premios literarios entre los que destaca haber sido Finalista en el Certamen Nacional de Poesía Miguel Hernández con “Cantos Afilados” (poemario inédito) en el año 1988. Es Experto en Astronomía disciplina en la cual ha impartido charlas y conferencias. Actualmente pertenece a los grupos poéticos “Abril 2005” y a la “Agrupación literaria El Picudo Blanco”.

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TEOREMAS Ese papel triste del que se ceban los indocumentados.

Han sido atacadas mis vísceras sistemáticamente, con tinta incongruente del averno; sobre la blanca tez ha quedado un estigma que ha borrado la ignorancia: prosélitos dogmáticos, proxenetas políticos, oídme; el remiendo entre las ingles ya no me sirve, pasaron ya los lustros deslustrados y desilustrados; ahora te joden virus soltados junto a palomas de paz imposible, te araña el gato y te constipas entre los vahos químicos. Somos esa odisea de pasos que nadie escucha y silencian; somos ese final donde todo el trabajo del mundo es derrotado y calla. ¿Qué valen una hoja de papel y dos milímetros cúbicos de tinta? Eso os ofrezco en sólo diez minutos, la clave de la vida en dos dimensiones; cerrad los ojos e invocad al sueño, dejad que os venzan las sombras, profundizar en la noche como un logaritmo sin descifrar sobre un pupitre. 36

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En todo sueño hay un beso descolgado del rostro y del tiempo, un deseo gestante que impregna los amaneceres de las cenizas que amaron en un vacío onírico; aunque te vigile el mundo perderás las huellas dactilares y te irás por el hueco de tus vigilias. Será preciso nacer para saber que has muerto: ¿Pero quién te hizo venir desde la nada? Borbotones de soles estallan a diario ante un inabarcable cosmos de hierro y gelatina, mezclados entre el oro eclosionamos hoy; en la palabra exacta, la que vive en los ojos que leen en mi memoria. Los días enhebran el débil hilo que te mantiene en vida; y conspiras tenaz contra la muerte, son esos días plomizos de abanico y mosquitos que se van sin despedirse, como la rubia platino de los cines de tu infancia. La lengua sólo es un muñón torpe, que estropea la inspiración con subversivos sonidos. Siempre he tratado de dar consistencia a los verbos, dominando el oleaje desbocado que habita este caparazón siniestro, la hojarasca en tropel del pensamiento. El lenguaje se agita en nuestra sangre, como burbujas que emergen sin sentido y detonan en el rigor de la saliva; 37

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pero no sacia el deseo, esa huella indeleble que se queda en las sombras: el diálogo es una jaula de locos. Aunque alcemos la voz y pulvericemos oídos existe un tamiz social y acéfalo, que sólo ve penachos de humos, bocanadas de hollín, carboneros del aire tiznando sílabas: hay más libertad de espacios que de palabras. Debemos alimentarnos muy bien de la vida para llegar saciados a la muerte; no seamos como una piedra lanzada, tratando de alcanzar su máxima distancia, no busquemos en vano lo que nunca encontraremos, porque ese objeto perdido somos nosotros. Estamos irremediablemente declinados al crepúsculo, desde las frívolas escuelas decadentes, hasta los desbarrados sofistas; la mentira es la gravedad que absorbe a todos los enjambres de filósofos que no han discernido el borroso contingente entre el ser y el vivir: Alguien dijo”Pienso…….” bastante tienes con existir.

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TEOREMA DE MI VIDA

Nací como una bruma extensa desprendida de los borradores y las tizas, sobre un espacio negro impenetrable que un dios con gruesas gafas gobernaba. Pronto fui descolgado como un cuadro de la pared docente; y sentí una indigna sensación de objeto inservible. Deslicé mi niñez por una hipérbole mate, cuyo horizonte se asfixiaba en las esquinas; y presentí prematuro el lóbrego secreto de ser hombre, ganar un breve sueldo perseguir a muchachas…y desafiar a la vida. Los años sesenta me atravesaron muy joven, con todo su veneno, escalé su edificio de escabrosas ventanas, eran tiempos de flores abiertas a las lágrimas, de tristes furcias marchitas, con tierno almizcle de madres, tiempos de libros tardíos hojeados en el váter, de panfletos en las fábricas, de “cónclaves”clandestinos y el rumor de fieros “grises”olfateando las barbas. Confusa colisión de generaciones; ganas de querer y saber quienes éramos, para volver a ser lo que hoy somos. Como la lluvia y el fango, mi vida huele igual; y a pesar del engaño, sigo soñando lo mismo que hace cuarenta años. Dedicado al Mayo del 68 francés. 1968‐2008. 39

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TEOREMA DEL AMOR

Busco por los subterráneos de la piel el amor, en un cuerpo que es un álamo desnudo, prodigándose en los bosques de hojarasca, silueta cándida bañada en los tejidos, en los áridos cosméticos, que ensalzan su disfraz adaptado al humano paisaje. Sombra, perfil, ángulo de infinita abertura; tierno cofre de sangre que persigo; allí escrutan mis ojos, en la brecha perfumada de sus carnes; y mi avaricia es belleza de diamante en su concha. Nos abrazamos como una nebulosa encendida, giramos entregados, mascando las cortezas y agitando las ramas, alcanzando el máximo contacto como única victoria de nuestras vidas. Tras caer todos los frutos variados del amor rodamos unidos… hasta que la gravedad de otros cuerpos nos separa. 40

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TEOREMA DE LA IMPOTENCIA Es triste, cuando recoges la tarde en un cuenco y te la bebes; y sólo te quedas con las escamas de sal, porque cada día es una ola que te abate y te asfixia como a un pez terrestre. La sed y la locura son dos náufragos en los lagos helados del cráneo, que se rescatan excitando el apetito de los genitales que la imaginación calienta. ¿Pero quién tiene la baraja del destino; ese mazo de minúsculas espaldas? Por mucho que camines sobre las arenas húmedas, jamás lo harás sobre el amplio mar de tu pasado; aunque tu pasión de concha se abra al beso será fugaz , como una lágrima expuesta al sol. Sólo puedes gritar en una noche de licántropos, con estrellas muertas en los ojos y hondas tinieblas rebotando en los paisajes, porque mañana se constituirá el silencio como regla. ¡SÍ!, somos esa excepción que da paso a la normalidad. 41

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TEOREMA DE LA TRISTEZA Miro los pájaros aherrojados de ramas y rocío…y me pregunto: ¿A dónde voy , partiendo desde esta lágrima que brota hasta la nada? Estoy cercado, no puedo subir por la escalera, ni bajar, mi boca es un vértice entre dos peldaños que sangran: ¡queréis devorar crudos mis escritos tristes porque comprenden el mundo! De mi espalda nacen estalagmitas que va hiriendo los prostíbulos financieros, sajando los tapices sordos encopetados; vomitando feroces cristales bellísimos que transforman en escarlata los hipotálamos. Se me marchita el asco, me pesa esta conciencia colectiva de párpados cerrados; hoy tengo la tristeza del olivo solitario, ¡maldigo! ¡sé! ¡y otorgo! De tanto repetirlas me duelen las palabras: ¡No consistáis que muera en el monólogo!

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TEOREMA DEL TIEMPO

Huye, es un tren que escapa de mi pecho, por las profundas vías color topacio; ayer mismo lo tenía, envuelto en un regalo imberbe y transparente; hilos de sol pespuntaban mis tejidos en un trazo fugaz de meteoro; ahora, en este instante de despiadado látigo, su espejo terrible, desfigura la materia ayer victoriosa. Quiero tomarte por las solapas sombrías, zarandear tu semblante de filósofo abstracto, voltear tu presente, ponerte contra el suelo y detener tu pulso intangible, la maquinaria que danza entre tus dientes; y refugiarte en la quietud del átomo. Molinero de estrellas, ¿de qué estás constituido?: ¿de ahoras o de siempres? ¿o si acaso yo me apago tú te apagas ? No esculpes nada, sólo arañas la materia, la acaricias con ungüentos que son lentas mortajas, dejando siempre tu rastro helado de cometa; tu atributo inmortal me abraza sin quedarse; deja que al menos te invite, ¡ oh tiempo!, mi fortuito paso, a una copa de polvo de mis huesos, antes de ser memoria de tu vacío. 43

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TEOREMA DEL SILENCIO Ya despunta ramificado el odio de mi cuerpo; vengo machacando sombras, rebelándome al volumen, con la crisma en cuatro cardinales pedazos; a cuatro patas vengo meándome la pelvis, abarrotado el labio con tobas de volcanes. Como un pájaro incendiado vengo, con lirios en los ojos y atropellando heces de excretados conceptos. Traigo nubes que han explotado como setas y pies de cocodrilo; y cuellos de botellas con cuerpos de mujer: descorro las cortinas para que brillen las amapolas de sangre. Rótulas apacibles, refugio de mis carnes, con ellas avanzo sobre la marea ósea, mordisqueando ponchos y descosidos pendones; reliquias que perdieron sus razones, sus pulsos, sus apagados gritos que retozan serenos. Encuentro un peroné astillado y vencido, su forma de cuchillo llega tarde: ya estoy contado por un ser llamado nadie.. Hoy, es un lunes inmenso para la naturaleza, tiene que trabajar muy duro, pero hay silencio y no hay estorbo, el estorbo de una especie que se ha ido. 44

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TEOREMA DE LA MUERTE

La vida es una equivocación y por eso morimos; sólo nos queda un privilegio, disfrutar del error.

He tenido un sueño: era una flor que crecía en la oscuridad de mi cerebro; luego era una lágrima de escarcha temiendo la salida del sol. El interior del cráneo es como una cafetería infectada de cuchicheos, hasta que se consume todo el alcohol y cierran herméticamente las puertas, tirando las llaves por las ventanas, que se oscurecen; entonces morimos sin atisbar la salida de este trenzado dédalo, hundidos entre dos cabos, sin alcanzar las sinapsis.

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No hay paraísos, sin la cicatriz del pie humano, esa mínima tumba que asola cuanto inventa; la imaginación gira más que el orbe, más después del torbellino y el vértigo vuelves a tu punto de partida, a tus antiguos zapatos clavados a la tierra; y a tu preciosa muerte, sin riberas y sin puertos adonde arribe alma alguna, porque la eternidad sólo aguarda las cenizas de un universo extinto; y es allí donde envarado en sus mareas se acercarán tus restos; será el final de esa jornada mal pagada que es el “vivir”.

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José Manuel Sanrodri http:// poetadelx.blogspot.com Ha publicado los siguiente libros: Los Cinco Dedos de la Poesía (2003); Suspiros de una Tinta Joven (2005); El Libro Blanco de los Poetas Frustrados (2007). Otras Publicaciones: Desde el año 2007 publica, edita, dirige y escribe en la revista de creación literaria e ilustrativa denominada “EL PICUDO BLANCO”. Poesías y textos en Otras Publicaciones: Aeda la Ruta del Verbo [Libro Colectivo](2001); Penumbra y Amanecer [Libro Colectivo](2003); Momentos Eternos [Libro Colectivo](2003); Cuentos, Poemas y Relatos desde los Retazos del Alma [Obra de Teatro y Prólogo. Libro de Conchita Rivera Torivio](2007); Desorden Poético y Otros Actos [Poesías Escogidas y relato. Libro de Álvaro Fuentes Rocamora](2007); Cíngulo [Prólogo y poesía. Libro de Antonio Zapata Pérez](2007); Nueva Poesía Hispanoamericana [Vigésima Primera edición de esta antología](2008); Treinta Poéticas [Antología poética](2008); Un Mundo y Aparte [Antología poética versión digital](2008). Textos en revistas y periódicos: Ha cooperado como escritor y fotógrafo en el periódico “EL PUENTE QUE NOS UNE” (Elche,2006); le han publicado Veinticinco poesías en la revista VULTURE (Valencia,2006). Ha escrito artículos y poesías en “AQUÍ LLEGA” (Elche,2007); “NOTICIAS DE ELCHE” (Elche, 2006); “HORIZONTE LIBRE” (Puerto de Santa María, 2007); “BOTELLA DEL NÁUFRAGO” (Valparaíso, 2008). Además ha ganado varios premios literarios locales y provinciales. 47

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ANILLOS DESPUÉS DE UNA BODA

Troncos que amurallan el horizonte solar en su auténtica magnitud de hiperrealismo, literalmente los corazones se barajan sin más, transitando las huesudas torres corpulentas con el apodo grabado de su idealismo. Ardientes huecos abruptos sellando el olvido que se refugia a través de la niebla sin habla para inyectar en sus dedos tres anillos: El primero: los recuerdos insaciables del niño, el segundo: los reproches de luz que se extienden contigo y el tercer anillo, tuerce uno de tus ojos de cuello sobre la cúpula de hierro de la catedral del destino. Rocíame delirante arroz amarillo y clávame el cuarto anillo, de casada y casado para esta jaula de mis desnudos grillos. Ya te hablé cuando éramos viñetas desdibujadas en barrancos dañados de cicatrices al amanecer, palabras apócrifas que rebotan en sus edades efervescentes y si la orfebrería del anillo aprisiona mi dedo dejaré de ser una piedra que se cruce en un camino de fábulas acechada por los espejos.

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PRIVADA DANZA DE MÚSICA Unos oídos que se han quedado ciegos se resignan a escuchar el vértigo vacío de la música, donde los violines de las chicharras descifran el silencio y el frágil pentagrama interpreta irrespirables notas para que dance una muñequita con ojos de goma que pernota en el interior, de un joyero en madera rota. Al hervir en el aire la vigilia de una melodía metálica, los dedos de mis pies se apuntalan en el torpe zapateo de secas polifonías, no se escucha el vinilo arcaico de burbujas, y mis piernas, son remplazadas por los resortes de bisagras de las que cierran y abren en el agua de ese cuerpo mío; la música rescinde y la polichinela en el último giro se desarma. PLÁSTICOS USADOS QUE FORRAN LOS LIBROS DE MIS PIES Los plásticos usados de mis pies caminan sobre el azabache desierto ofreciendo su espíritu a los libros y a sus tapas de inmóviles esqueletos. Sus letras se borran en los silencios escupidos al revés; y ni tan siquiera, se infiltran en el huidizo tiempo de hojas podridas que nadie las lee. 49

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TRAMPOSO JUGO DE INFINITO No existe el betún cuyo vientre de agua sea un virus desértico que lo vaya engullendo, que deje cáscaras de cristales y cenizas que unten de mantequilla las verdes hojas de los árboles, humedeciendo con sus vísceras mojadas ese secreto que se impregna de larvas, ese néctar transparente que se desmenuza en cada porción de vida que surge de la nada. ¡Regresa taciturna a tus orígenes!, devolviendo tu cabellera de hambre para que no ametralles con tu borrasca, a la tierra sintética de arrugadas entrañas y cuarteadas piedras que se desgarran en su sequedad; instalando una por una a las sudadas bolsas de té, bohemios contratos desaparecidos del arrendamiento físico que no dice que deban de escupir gotas de equilibrios e inviten a creer que despertará su aroma en la alfombra aceitunada del suelo; y llenará pantanos de eyaculado hormigón, plasma que se dispersa fundido cuando le da la gana y cuando una gota de su orina incolora no se malgasta en el descatalogado suelo, rezan las criaturas de insignificante alma, proyectan ritos con sus agonizantes gritos para que las nubes se acoplen y dejen caer sus colirios milagrosos del cielo. 50

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BARQUITO DE PAPEL ATEZADO

El enigma se derrite en el envase de serpentinas negras, barco que zozobra en la voracidad de una tormenta y escupe esmalte tostado coloreando las costas hundiendo sus huesos de hierro bajo el aliento del mar y la angustia absurda se balancea bajo las demoledoras olas. El telediario camufla los rostros del océano, las algas y moluscos se entristecen ya que el día se ha impregnado de sombras, el líquido amniótico barniza las rocas verdes y las yagas duelen cuando no se tocan en la aurora. NUBES DE AGUAVIENTO

Zumban los camuflados confetis al girar el cielo su tuerca. El tenderete de andrajosas sombras ventilan a los astros que cuelgan de sus cuerdas mechadas sucias y tristes y la esponja que los rodea queda estática a las vendas del desquite. Ebrios hilos emplastados a las lagunas, enredados en sus descifradas lágrimas que estrenan sus húmedos vestidos en el suelo y se los despojan, mientras ven pasar el tiempo.

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SE DESHACE TODO

Se deshace la chaqueta de espuma en las petrificadas persianas de la nada. Cercenadas polillas sin cabeza vuelan a los mástiles de tus lágrimas monasterio de gasolina cruda vertida en el anuncio de tu espalda. Se encienden las herméticas palabras y con ellas se desarma la plata en la luna. Ya no funciona el interruptor que conectaba la sepultura de tus mañanas desorganizando el polvo cuadriculado del plutonio enriquecido que perfila tu alma. SOMBRAS QUE SE MUEREN La incógnita mancha muere en la prolongación inexacta de su abdomen, alcanza los sueños invisibles para nacer, en el túnel de luz y en la indomable calle que instala figuras uniformes. Se cansan tus ejemplos de cielo azul; las sombras huyen siempre, cuando las heridas de las nubes las mezcla y las oscurece. 52

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HUELE MI ALMA Huele mi alma a tubería de caña y a podridas naranjas. ¡Así!, ‐huele mi alma‐ a la asadura de la castaña y al hojaldre sin nata cuando la cepillo en la distancia. Los excesos vaporizan las palabras y cuando tú me apartas el vértice de tu cara, es porque huele mi alma, al frío de montaña y también, a la fétida agua que sale por las entrañas de mi garganta.

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LONGEVA LUZ DE RIMA REJUVENECIDA

Desde la terraza de manos libres percibes la paleta cromática del cielo, no escuchas que en tu puerta, el cartero toca tres veces abandonando los cadáveres de correspondencia que provienen de los arrecifes insensibles del viento. Enjuagadas letras sobre tus ojos de tela, el vidrio de tus párpados perfilan el contorno del tatuado cardenal sobre tu caricatura de existencia. El eco de tu voz se incorpora pensativo a tu sueño lejano, y en tus entrañas surgen profundas suplantaciones de primavera, para que el agua sea el postre inequívoco de juventud al que servilmente desempolvas, con tu fuerza de luz. Desde la angustiada imposible caída acuden a tus recuerdos de ave, elevándote por el deseo enmascarado del valle libre de grilletes y bridas, alcanzando enmudecida, el marco inaccesible de intervalos, que perforan las entrañas de una calle casi perdida. Poesía modificada para esta antología y publicada junto a un prólogo en el libro de Conchita Rivera; Cuentos, poemas y cartas desde los retazos del alma(2007).

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DESFLORADA SOSPECHA ¡Te plantearé una duda!, escupiré desequilibrios por cada año que no cumplas, y en la certeza sonámbula te nombraré, para que me acompañes a este circo venenoso de acróbatas en la luna, y bajo tus heridas de penumbra dibujaré una estación con el lápiz salitre que ha permutado en el residuo de la cremallera de tus ojos. ¿Quizás?, te enseñaré mañana a caminar por el aire deshecho que sólo pueden pisar tus huellas irritadas, pero de eso será un “quizás”, para ayer, porque hoy te comunicaré que en mi vida prestada las dolencias se escriben, con letras de mujer. Poesía modificada para esta antología y publicada en el libro de Álvaro Fuentes; Desorden poético y otros actos (2007).

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EL CÍNGULO DEL POETA El aludido cíngulo de otro libro deja letras adosadas al zurcido de una simple hoja, para que el papamoscas de cordones sin nudos, desembarque en el agua de un escritor de grafías inspiradas en su desvalijada mirada; vomitada cordura que se ventila en el legajo pringoso de su estornudo, y sobre la penitencia de la palabra convicta transforma la poesía en esa belleza maldita que solamente la evoca, ese bolígrafo suyo, al darle una pasada. Poesía modificada para esta antología y publicada junto a un prólogo en el libro de Antonio Zapata; Cíngulo(2007).

Ninots de Sant Joan (Dama d´Elx, Mistery y Palmeres) (España) Josep Manel Sánchez

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Pedro Vicente Agulló Nacido en Elche (Alicante) en el año 1956. Ha publicado: Centenares de escritos, artículos y poemas, en semanarios locales como “Baix Vinalopó” y “diario ELCHE”; en periódicos como el “Información”, “La Verdad” y “Noticias Elche”; en diversas revistas vecinales como “Amics” y “Som del Barri”; y en revistas literarias como “Alúa”, “Acueducto azul”, “Gacetilla Literaria” y “El Picudo Blanco”. Participó en el libro colectivo “Mediterráneo, bosque de bosques”, con la colaboración de más de quinientos autores, entre ellos: J. Araújo, Miguel Delibes, J. Luís San Pedro, A. Gala, Cela... Ha escrito: Guiones en prosa poética para emisoras de radio, destacando una emisora de Crevillent (Alicante) que leyeron escritos suyos en su programa “Hermano Lobo”. Ha ofrecido Recitales de poesía: En el Ateneo Literario (Alicante), en la Tetería Mantis (Elche), en el Centro Social de Altabix (Elche) y en la Universidad Cardenal Herrera (Elche).

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EL NUEVO MUNDO AL DESCUBIERTO De niño pinté tu mapa alargado, esos dos racimos de uva unidos por el tallo. Y aprendí todas, de memoria, las mentiras de texto de tu presunto descubrimiento. Hoy mis palabras tienen cicatrices y avanza (a veces hacia atrás) la historia con lentos pasos de cangrejo. Hernán Cortés no fue mi tipo, ni los de guerras de galaxias petroleras me seducen. El hombre blanco hoy te administra y de la piel de tu tierra se arranca el árbol para coger la fruta. Tus verdes praderas no alimentan las ansias de la avaricia de los hijos de los de ayer, con hijos de hijos de puta que heredan la patria en parcelas, devoran en lujosos platos nuestra fuente de utopía... después se lavan los dientes pues suelen ser educados los dueños del continente.

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A los mapas les une el mismo mar, sólo el hambre nos enfrenta (y todos los que la producen). Juntos latinos somos todos y unidos debemos soñar, todos distintos e iguales con idénticos deseos: hacer la digestión y el amor.

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HUIR SIN HERIR Quiero darte mi paz de despedida al transitarme, que no sepas que espiaba tus noches secuestradas, por no herirte. Quiero que no vivas mañana mi ausencia enredada en tu pelo por las telarañas del recuerdo. Quiero que la huella de mi cuerpo desertado no duela en ti, que el pasado no te persiga con el roce de mis labios en tu mente, que seas libre. Quiero, quisiera, amor, que llegado ese momento... llenaras con otro el vacío cual río que al instante renueva el agua, y saldría de tu vida de puntillas, sin pasos perdidos de desamor, sin huellas, sin dañarte.

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ROCES FUGACES DE TIEMPO He intentado apagar el intenso destello de la belleza escondida en clandestinos instantes. Roces fugaces de tiempo robados, sustraídos, con alevosía y premeditación , a un hastío llamado vida. Diluiré su presencia entre la niebla taciturna, en este silencio sonoro de recuerdos que, como un nudo corredizo en mi garganta, acallan mis labios sellados por su nombre. Ocultaré este crepúsculo entre la historia del corto día más largo ahora en su ausencia. Guardaré en el baúl de los secretos la subjetiva sensación del contacto de sus manos ardiendo entre mis dedos, esa pasión extraterrestre que hoy rememoro de flotar en instantes vertiginosos comprimiendo las horas en breves minutos de gozo infinito.

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YA DEBE SER MAÑANA Una extraña inestabilidad atmosférica, con fuertes vientos de componente sur azotan de repente mi cómodo paisaje interior. Niños armados con sus fusiles penetran en mi hogar confortable, en mi fortín blindado. Se cuelan por la fibra óptica de mi tiempo moderno, entran en los cables de los tejados a través de las antenas que el viento azota. Vienen hasta mi anestesiante conciencia cuadrada en color. Vienen también esta noche, niñas asiáticas, sin más escuela de vida que aprender a ser generosas y satisfacer los sucios deseos de cerdos turistas. También veo negras madres flacas a las que el hambre con dientes de leche succiona sus pechos vaciados de futuro. Apago aterrado el botón y, afortunadamente, desaparecen todos de mi lado.

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Me enfundo el pijama del conformismo e intento no soñarles. Pero la noche ruge airada sobre los bosques metálicos de mi cabeza . Necesito reponerme de esta enajenación y, por fin, a través de cerezos en flor que caminan en busca de su primavera, me diluye mi mente en el lago apacible del olvido .

Porta de l´Ajuntament d´Elx (España) Josep Manel Sánchez

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Yasmina Caballero Las poesías de Yasmina Caballero (Jazmina Caballero García) merecieron la crítica positiva de escritores como Erick Aguirre, Helena Ramos, Francisco Ruiz, Eunice Shade y de escritores españoles como Francisco José Peña y José Manuel Sanrodri. Publicó su primer libro bajo el título “Epicrisis” en Managua (Nicaragua,2007). Participó en: ‐I Festival Internacional de Poesía de Granada, (Nicaragua, 2005). XII Encuentro Internacional de Mujeres Poetas en el País de las Nubes, Oaxaca, (México,2005). Recitales de Poesía en Berlín (Alemania, 2006) y Elche (España, 2008). Becada por la fundación Rafael Alberti de Puerto Santa María, Cádiz para asistir a su congreso titulado Poesía Última 2008 (España, 2008). V Festival Internacional de Poesía Ciudad de Granada (España,2008). Responsable Cultural del Centro Cultural Internacionalista “Miguel Hernández” en Elche, (Alicante, España). Forma parte de las siguientes Antologías y Revistas: ‐Retrato de poeta con joven errante/ Muestra de poesía nicaragüense escrita por jóvenes (2000‐2005). Managua. Ediciones Leteo, 2005. ‐I Festival Internacional de Poesía de Granada 2005/ Memoria poética/134 poetas/21 países. Managua: PAVSA, 2006. ‐Mujeres Poetas en el País de las Nubes/ Anuario 2005, México. Centro de Estudios de la Cultura Mixteca, Colección Vidzu, 2005. ‐Poesía publicada en el segundo número de la Revista El Picudo Blanco editada en Elche (Alicante/ España, 2008) 66

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En esta oscuridad donde reinas en este azul petrificado descendiendo, al portal de tu morada ésta soy y a la tortura tuya, nacida en un jardín de flores negras. Aquí estoy, tocando a tu puerta que quieres más, si hoy me hundo en tu noche concibiendo las migas que das esperando humilde y feroz deteniéndome a creer soy yo la que aparece en tu puerta toco, y vuelvo a tocar y sales. Aquí estoy con la hermosura de la maldad en esta oscuridad donde reinas ven juguemos a mentirnos juguemos a morir de amor subamos las escaleras matemos a quien tengamos que matar pisemos los mismos pasos humedezcamos las calles atravesemos el río de sangre y otra vez 67

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besarse despacio derramarse decir y escuchar: es nuestro este minuto una hora y no pedir más amarse el resto del tiempo y seguir buscándonos e ir buscándonos por las ciudades hasta que por fin; nuevamente entres en esta oscuridad donde habitas a mi mundo oscuro donde llegas, mi pequeña luz. Solo tú haces falta en este ir y venir de la carne entre este sacrificio pagano donde mi sangre corre por las cunetas. Solo tú haces falta cuando me doy al mejor postor cuando la ira amanece temprano y acompaña mis restos a encontrar el camino, cuando regreso contando los cuervos que me han devorado. 68

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Solo tu haces falta después de lo sufrible cuando todas las cosas lloran y regreso con nuevas miserias la del lunes y la del martes, ahora la miseria es mi sustento. Solo tú haces falta para curar las moscas, faltas a estos acordes tiranos que cantan en oscura redención. Faltas solo tú, a los muros que plantamos apiádate y ven a salvarme ven como mi amor tras vencer todo ven y trae entre tus cabellos mi casa ven con tu boca y tus ojos ven a curar este mundo enfermo ven a curarme y si hay que enfermar nuevamente enfermemos juntos.

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Hemos llegado al final hoy lunes 19 de mayo, descansa se detiene todo, la guitarra las aves las mujeres llamadas Yazmin los hombres llamados Carlos. Todo cesa puedes dormir sobre mis brazos y contarles un secreto diles adiós de manera que no sufran tanto, siente mi piel que se guarda escúchame así, con mi voz lenta. Hemos llegado al final al final de la calle al final de la cama no paseos ni cosas olvidadas no risas. Llévate todo lo tuyo llévate tu nombre y los domingos llévate el puerto donde nos conocimos los azahares el viento, llévate el mundo no dejes nada la luna el silencio 70

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los bailes llévate todo déjame sola como antes cuando no eras tú, y tu veneno, y el paraíso. Hemos llegado al final de nosotros prepara una frase para la despedida yo me iré con el vestido azul tú con la camisa que te regalé. Todo acabó, ya estamos solos no justifiques nada fue un buen viaje me voy y me quedo en todos los lugares me quedo viéndote escondiéndome para que pienses que me he ido. Hemos llegado al final de la lluvia del mundo, hemos de volver atrás de donde partimos y sucesivamente desvestirnos y otra vez venir con los mismo harapos y quitarlos, ir por lo andado no dejarnos como me quedo preguntando por ti sin obtener respuestas. 71

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Desde ese día te busco limpio entre las cosas sencillas contando tus ojos contándole al tiempo convenciéndolo volver atrás unos días y seguir hilvanando para que todos los días sean un minuto, el nuestro. Volver donde tejimos azul allí, donde apagamos los muros y bastó del mundo caerse muertos sobre nosotros. Desde ese día te busco y he recorrido los mares asistido a otros entierros para estar aquí frente a tu puerta en las cosas cotidianas que requiere buscarte. Desde ese día he muerto. Desde ese día voy tras de ti perdonándolo todo los criminales, las bancas tratando de perdonarme a mi misma mi pequeño Dios.

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Para que encuentres el camino nuevamente el de la hierba y la llovizna, dejo migas por lo andado por el techo y los árboles las piedras, el bosque el mar y las bancas ninguna paloma vendrá y se las comerá ni te perderás en la selva. Para que encuentres el camino nuevamente me inventé la tierra un más tarde la música los pájaros en el nido me inventé descalza. Para que llegues aquí donde florece la luz y todo arde, y llegan al cielo los almendros los escondites dejo migas de pan para que encuentres la casa para que me encuentres y ya no te pierdas y no te busque.

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Manuel Valero Gómez El poeta alicantino, Manuel Valero, presenta en esta antología una serie de silvas realizadas durante un viaje hecho por Cuba en el verano de 2007. Durante esos casi quince días estuvo acompañado por su amiga Cristina Rocamora, periodista y fotógrafa, que ilustra varios poemas con instantáneas del propio viaje. Este breve conjunto de versos supone la plasmación de un periodo trascendental en la vida del poeta tanto a nivel personal como literario. Perfil: Nacido en Alicante en el año 1986, publicó su primer libro en abril de 2008 bajo el título “Seis sonetos para Samia” con dos ediciones, la segunda financiada por el Ayuntamiento d´Elx. A punto de licenciarse en Periodismo, es miembro de la agrupación literaria “El Picudo Blanco” siendo cofundador y subdirector de la revista que lleva por título el mismo nombre. Destacan algunas colaboraciones como en la revista de literatura independiente “Cuadernos del Tábano” y la participación en la revista chilena “Botella del náufrago”. Además ha publicado y dirigido el suplemento del “Diario Información” titulado “Nuevo Periodismo”, colaborando también mediante artículos de opinión y críticas literarias en el suplemento “Ágora” del mismo diario. Ha sido incluido en la antología “Nueva poesía hispanoamericana” de la editorial Lord Byron (Madrid,2008). Ha obtenido el accésit del I Certamen de Poesía “Pascual Micó” (Elx,2008) por el poema Silva nº39 y un primer premio categoría juvenil en el XXII Certamen de poesía “Fiestas Perleta‐Maitino” (Elx,2008) por el poema Silva nº11, ambos incluidos en el que será su próximo libro: “51 silva y el Canto de Carmen Thomas”. 74

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Viaje a Cuba: 25‐7‐2007 a 9‐8‐2007 Oda a la canción 25‐7‐07, Madrid Rumor de viento es toda la palabra aliento más lejano murmurando de la boca del poeta. La víspera sangrante emerge del silencio con su coral de luces tartamudas y el eco es una estrofa con su raíz mojada de penumbra. La nada embarga el poema con sueño aislándolo con ausencia breve. Paladares de nubes afloran la estepa sucia del verso. Todo huele a yerba segada y la noche apodérase en la página mientras respiran muerte las manos de artesano.

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26‐7‐07 En avión Quisiera yo canto amable y tu besar sereno. Te juro que estos labios no defraudarán la tumba sellada. Limitaré mis costumbres al buen ron y un habano perfumará silencios y esperas taciturnas. Te brindaré con la copa vacía y el hondo mar de La Isla enredará entre mis falanges fieles. 27‐7‐07 En Ciudad de La Habana Amanece La Habana y otro sol recobra con la esperanza del pueblo laborioso.

Habanero (Cuba) Cristina Rocamora

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27‐7‐07 En Ciudad de La Habana “¿Es verdad que me confundo oyendo la llama crecer hacia las nébulas más lejanas?” (F. Matos Paoli, “Canto de la locura”) Podría evocar en un nuevo rito la palabra desnuda, dejarme invadir por la muchacha aquella del pelo ensortijado que juega a la mirada desatenta contra mis ojos rudos. Pero amanece el juego irreal pronto y quedo solo en silencio con ansia de intratable conciencia. La misma que baña en sangre la noche con su: “oh Carmen, fiel letanía blanca”, y me hace recordar la niebla brusca. A ti te debo la vereda lúcida. Mientras, prostituyo tu amor con versos a una desconocida y arde mi pecho entre la obscuridad. Nocturno ¿A qué vienes, oh soledad inmensa, sino a abrazarme en noche de los mismos hombres que sufren hambre y desgracias, como yo, pero mantienen la suya bandera alta? 78

Trastienda 2 (Cuba) Cristina Rocamora

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30‐7‐07 Silva de un libro Perdido en el corazón de La Habana donde late el valor del que nunca supiera en la sangre de un pueblo y las caderas de mejor andar encontré esta novela a cambio de unas cecas. 1‐8‐07 Silva de la tierra “la revolución es como una estaca, cuantos más golpes le das más se clava en la tierra” (Camarada Salomón) Tierra anegada en sangre con la bandera alzada en los labios del viento donde crece la raza inexpugnable.

Calle Obispo (Cuba) Cristina Rocamora

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1‐8‐07 El trovador de la cooperativa Palabra nace y muere en la guitarra del ebrio poeta. Escupe al cantar cieno, subleva la humildad del pueblo hermano al que sonar oyera. Con ojos ciegos inventa la senda de morir cada décima, estrofa a estrofa, poema a poema. En una cópula de tarde y beso gota a gota derrama vida cada palabra. Un aliento sin triunfo, bocanada sin miedo, un cielo de polen borracho en rosa que reconstruye toda creación expresada en el verbo verso.

Guajiro (Cuba) Cristina Rocamora

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La silva de Lara 3‐8‐07 y 4‐8‐07 Aquella mujer jamás terminó de enterrar a la infancia. La observo desde mi umbral de silencio saltar de cama en cama tarareando: lala lara lala y la habitación del ajado hotel imprégnase de nubes con sabor de música tenebrosa. II Lara entiende inocencia como ánima oprimida del tiempo. Sus palabras alientan el comunismo en La Isla, mientras un susurro a modo de voz la noche entera ocupan de niña rostro y labios. Pero el cuerpo enfermo(efímero) no alcanza el destino de musgo y sueño.

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6‐8‐07 “El cielo, el cielo, con sus ojos de oro me mira y ve mi cobardía y lanza mi cuerpo fugitivo por la sombra como quien loco y desolado huye de un vigilante que en sí mismo lleva!” (José Martí)

En Pinar del Río El espejo mío evoca conciencia que ensombrece el día con paso quieto. Fatigado el camino: vestidos lúgubres, farolas ácratas; todo huye de las manos en manadas de murciélagos parcos que esperan a la noche. ¡Triste sombra vivir en la locura de lo oculto en los sentidos callados! Sólo desnudo el espejo frente a ti, sin máscara de pelo y sangre puesta el alma deshabitada enardece de tu boca sincera. Visión En Pinar del Río Un caballo relincha por la estepa del cielo con un tropel de nubes y la mirada perdida en el suelo. Azul peinan sus cabellos dorados derrochados con la miel de sus rizos. El viento agolpa ajetreo en mis ojos deshaciendo figuras con su mano violenta y un perfume de llanto resta mudo en mis labios. 85

Grupo Casa Azul

Paseo 21 de Mayo de Valparaíso (Chile) Alan Muñoz Sepúlveda

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Alejandro Banda Pérez Valparaíso, Chile, 1976, Licenciado en Lengua y Literatura Hispánica y Profesor de Castellano, PUCV. Se reconoce chileno y mapuche. Entre sus actividades artísticas destaca su colaboración con centros culturales, organizaciones sociales y grupos musicales de la región de Valparaíso, a través del recitado de su obra lírica y la interpretación de poemas de autores universales. Ha trabajado como actor en diversas obras teatrales y musicales que se han presentado en Valparaíso, Nueva York, Oslo, Caracas, La Paz y La Habana. Ha publicado los libros ʺFeliceʺ (1998), ʺOcurroʺ (2000), “Poemas para separarse” (2003) y “Bajo Mar”(2006). Gestiona, selecciona y publica antologías literarias de algunos de los talleres que ha llevado a cabo: “Antología Los Lecheros”(2002), “Antología Lee y libérate” (2004), “Allanamiento al alma”(2007), las dos últimas dan cuenta de la labor realizada en el Complejo Penitenciario de Valparaíso. El año 2006 funda la editorial EDIPOS, entidad que se define como propuesta artística de trabajo colectivo, para la edición de textos y audiovisuales.

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RUGEN LOS NUEVOS ASESINOS Viva el frío que recorre mis huesos cuando no lloro, cuando mis palabras sangran con la boca abierta hasta el quiebre de todo pulmón sin las rejas, sobre ellas, danzo sobre bombas enormes como sobre un disco rayado que te recuerda que todo es falso tras el arte, que la belleza no posee esa cara ni esos secretos y que todo es más terrible de lo que se aparenta. Destriparé mi cuerpo sacándole palabras. Tu boca en mi boca ríe, se alimenta y besa: que por esperarte se vayan los trenes que por esperarte mi cabeza se vuelva un paraguas no me importa, sólo soy un rugido frente a ti una araña pasajera entre el botón de las estructuras la penetración de los espías en la propia patria la risotada perfecta sobre las cabezas codiciosas. Levanta mi cuerpo de esta pica dolorosa, ve detenida esta humanidad que llevo en los ojos ciérrame las heridas, inyéctame alimentos y no venenos. En retroceso las marchas y los violines exprime un corazón ‐con corriente a las venas hinchadas de tanto camino sobre el cemento‐ tentáculos soplan de mar a cerro y los nudos crecen, los países 89

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se revolucionan irrevocablemente, como un carnaval que continúa pese a las patadas en la boca, el correteo y los lumazos en la cabeza a nuestros jóvenes, porque tal vez seremos los mismos para siempre. En cambio, mientras el pueblo arde, paseos son los que tú te das sobre yates de donde no saliste en años, navegando sobre tu riqueza de ballenas de oro y alcachofas molidas para la cara, una pirámide como anillo, una isla como cajita de regalos y acordeones manejados por humanos disfrazados de robots de fina estampa. Parece un sueño que la geografía depare codicias inalcanzables para la imaginación humana de los subdesarrollados: el invasor te daba la hoja, fuera del ritual, para que trabajaras el doble. Todo problema es a causa del placer de los inconscientes que han podido hacer bastante sobre el hambre pero el despilfarro de órganos es para quien tiene poderes. Se comen tu pescado y tu bosque, tu única herencia, la cáscara y la médula de este planeta, los nuevos asesinos. 90

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RAYADOS BELLOS EN LAS CALLES DE COCHABAMBA Irak es “libre” ahora se lo puede comprar. Las paredes son propiedad pública, sólo la mente es propiedad privada. No jodas mis letras. G. Bush: Máquina de guerra consumidora de petróleo. Blancos vende patria NO.

MODERNIDAD A quinientas lenguas de aquí, se escuchan látigos y el hambre inunda LAS CALLES.

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CARTAPOEMA A UN AMIGO EN ESPAÑA Y EPÍLOGO DEL DESCENSO COMO lo ves, mi canto se hizo a pulso cargando sacos de arroz, haciendo teatro a partir de poemas, haciendo poemas a partir del amor amando la vida y pensando en la tierra de los que están por nacer Mi canto se hizo frente a la pala mojada por la arena, con la espalda mojada, doblada y también fría y seca, en la obscuridad de tu conciencia aicneicnoc ut ed oY Yo corro contigo sé que estarás segura, incluso mientras tu corazón se agite llevas mi cuerpo marea abajo y tus corrientes submarinan mi espíritu y me encuentro con los que desaparecieron allá arriba, allá arriba la luz es mal gastada me dicen Mientras juegan y ríen de nostalgia, muertos de frío no han descansado bien por las noches, sus arrugas nadie despidió ni siquiera en la orilla del falso roquerío. 92

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AUTOCORRECCIÓN Voy a borrar todo con un clic quedaré ciego de tanta luz, envoltorio de letras voy a comenzar a escribir tonteras simples para que la tía me entienda para que mi corazón quepa en el cemento y mi cabeza busque otro sitio Dejaré de poner palabras y puntos al final de las estrofas para que no haya fin y escapen libres voy a dormir solo en las dunas restantes para que la calva vuela con sus secretos terribles antes de que los edificios desangren el suelo y caigan sobre la curva Cortaré mis dedos suavemente no quiero escribir de nuevo lo mismo ya he tragado mi lengua y tenía buen sabor, no quiero volver a decir que mi especie me avergüenza

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EL SALUDO DE LOS ÁNGELES Dos ángeles cruzan por la esquina uno es africano y el otro es mapuche levantan la vista y se saludan con una hermosa sonrisa de pronto me ven, porque yo también voy cruzando y me hacen otra sonrisa bella, muy bella y yo levanto mis brazos amarillos y también una de mis pequeñas piernas en ademán de equilibrio y gracia. Ellos me aplauden, intentan imitarme, miran de reojo mis piruetas de mimo y agitan sus alas despegando los pies del suelo cada uno sigue en su dirección no nos dijimos ninguna palabra ningún hola, ningún chao, ni un hasta luego.

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Felipe Ugalde Valparaíso, 1976. Ha publicado: Los poemarios “Oceánica”. Editorial La Cáfila, (Valparaíso,2002); “Torpederas $250 Cementerio”, de la Colección Sumergiendo. Editorial La Cáfila (Valparaíso,2005); “Valparaíso, Cambio y fuera” de la Colección Sumergiendo. Editorial La Cáfila (Valparaíso 2005); “Alta Oración”. Ediciones Suicidas (Valparaíso, 2008). Aparece publicado en la Antología “Señales en la piedra”. Corporación cultural Balmaceda 1215, (región de Valparaíso,2003). Integrante del Centro de Investigaciones Poéticas Grupo Casa Azul. Gran parte de estos textos pertenecen al poemario inédito bajo el título “Porvenir Bajo”, que muy pronto se publicará.

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HALLAZGO

Hallan cuerpo literario a pasos del patio trasero del padre, el hijo y el espíritu santo No sé de todas las glorias que nos puedan ofrecer en los eternos desvíos de esta misteriosa población Sin embargo recuerdo la ruta provocando el estallido del tiempo sin luz pero con sombras y arena Avanzo definitivo en la carne luminosa surcando las dimensiones del viento. IV Iré a la farmacia de la avenida A comprar una botella de océano Para calmar este insomnio. 96

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V Te veré bajar por los límites de esta ciudad Preguntando dónde queda el mar Te hundirás en tu submarino amarillo Y navegaras con los muertos Por los pasadizos subterráneos del puerto El sol se esconderá a media tarde en tu rostro Ultra velocidad rumbo desconocido Volverás a creer Cuando al mariscar los erizos rompan tus plantas Y veas sangre brotar de tus pies Y volverás Volverás a brillar junto a Él. VIII Acantilado Enfrenta el yoga que viaja con el viento Respira y extiende los cerros Remueve tu pelaje Canta en la resurrección De gaviotas son tus ojos De nidos tu lengua filosa 97

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X Seguirán floreciendo capullos de gaviotas en los acantilados Atento estoy a sus mensajes Iré al precipicio Donde aguardan antiguos espíritus Convertidos en golondrinas Y las olas no paran de esculpir su nombre en la constelación de rokhas XI La noche arranca de cuajo las semillas Que humilde te ofrecen Los jóvenes playanchinos Perros vigilan los árboles frutales Yo conozco aquel lugar Consta de un teatro Nueve caletas Y tres cementerios Con el viento mueves los arreboles Mientras medito en el último peñasco del acantilado Tú me haces señas desde una motonave transparente 98

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Que viaja rumbo Este Donde quedan las vertientes XII Tanto vacía el cántaro Ruego venga la lluvia Para que tus pies Abracen la arena húmeda de esta playa ancha Siameses bautizados en el bote salvavidas Aletean junto al viejo capitán La embarcación consta de dos remos desteñidos Y una gaviota de proa Que venga entonces la muerte No es mas que el transito de un estado a otro Según las antiguas tribus Que refrescaron sus pieles En esta playa ancha luminosa Si supiera como viene la marea No estaría aquí esperando que tu nombre Se reflejara tras esas rokhas de cuarzo Temprano en la amanecida Playa Ancha La hoz de Playa ancha con sus dientes de sable en extremo delirio. 99

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XIV Los acantilados son de polvo blanco y al polvo volverán XV Tu vas... yo vengo de vuelta de playas oblicuas de rokhas extrañas de chañares púrpuras

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Ascensor de Valparaíso (Chile) Alan Muñoz Sepúlveda

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Jaime Villanueva Donoso Viña del Mar, 1978. Profesor de Filosofía, Comunicador Social y guionista. Integrante del Centro de Investigaciones Poéticas Grupo Casa Azul. Sus textos y ensayos han aparecido en distintas Revistas y sitios web. Co‐editor de la Revista Ánfora y Botella del Náufrago. Estos textos pertenecen a un poemario aún inédito y sin nombre www.jaime‐villanueva.blogspot.com.

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Los pasos A Consuelo Montané, todos llevamos un ángel dentro, nos adopta todos llevamos un muerto dentro, lo adoptamos.

Voy caminando en una dirección que se pierde en algunas palabras de más. Que ronda por un ambiente que no encapsula los besos de los amigos de la noche que cuando nos vimos en una marca nos refugiamos de nuevo en otras partes que son la misma imagen recortada de los designios de un trozo emancipado del todo. Los pasos que se han de seguir en un alargue de caminata y los rezos de un cristo enfermo seguirán por donde vinieron y las costumbres.

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Algo que siempre sale mal, pero que a nadie le importa Que suburbio me acompañará al final Parece que ya no hay cuentas dignas que traer a la mesa. Ni ovejas. Que parte de todo esto se contrae no me puedo imaginar ese lugar me olvidé de cada nacida de cada crecida de cada salida actitud hay un premio para las vueltas de las libertades perdidas y encontradas Porque sí. Ahora quiero un regreso Un receso Una bandera con una ñ mayúscula Invisible pero firme Dame veneno Y fuimos amigos guías Sólo un abrir y cerrar de manos Hoy Es como un fuego que se asemeja a otros vientos pero en otro paisaje Donde había conejos y perros y caballos embalsamados ya no hay cuentas dignas que traer a la mesa. 104

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No hay tiempo La calle no lo tiene El cielo no lo tiene Los sabios no lo logran Si hubiera tiempo para perder Lo estaríamos usando en cosas Importantes Tal vez alguien sería feliz Tal vez alguien compondría música que atravesaría las estrellas Tal vez los niños pobres Quien sabe si no hablaríamos varios idiomas Y este ruido sería más extenso En un mes y un par de semanas En un mes y un par de semanas Lloverá Será invierno Tendré hambre, pero me dará sueño Me pondré chaquetón Encenderé un cigarro A alguien que me pide fuego Recibiré elogios por mis proezas Será domingo y estaré quieto Empezaré una dieta o un libro Lloverá Será invierno Tendré hambre, pero me dará risa 105

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Seré yo Miraré de costado y veré de costado Lo que ha costado un minuto a la historia de la humanidad en un mes y un par de semanas Lloverá Será invierno Tendré hambre, pero me dará vueltas en la cabeza Y me pondré chaquetón será negro, pero viejo y medio desdibujado y encenderé un cigarro a alguien que busca fuego.

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Un vuelo en medio de la honorable ventisca del aleteo de aquellos pájaros simples Pensé que una vez un ave es una especie de miedo que se despliega en un espacio sin orillas ni resúmenes una hoja rabiosa que cae al suelo y lo golpea con todas su fuerzas haciendo temblar la tierra y tanto ruido como y tanto ruido siento. Sabré reconocer un silencio bien guardado en la manga de unas camisas sucias blancas en un ropero con cajones sentados en la parte de abajo esperando una camisa blanca se levanta de entre el resto para ver la luz y dar un vuelo en medio del aire vacío ¿qué escribes?, sino un trazado de vuelo por un sitio en blanco transparente en medio de una honorable ventisca sin razón una hoja rabiosa que cae al suelo como yo.

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Una pared Abandonada la idea de que los crisis son una oportunidad para crecer remito a mí mismo una serie de cuestiones como por ejemplo en ese cuadro hay una pared que lo sostiene una concordancia, una idea fija, una pared es una idea fija, una pared donde uno se afirma donde te das un cabezazo para reclamarte a ti mismo un error un caos un caos que no cruza la pared que se queda a vivir encerrado detrás de esa pared, de tu lado, en ti contigo, una pared es tu amigo tu verdugo y tu material mirando al cuadro y a la pared que lo sostiene no pasa nada no se soluciona el conflicto estalla en múltiples esquirlas pero nunca ninguna atraviesa la pared, se queda a vivir encerrado contigo el conflicto detrás de tu pared, de tu lado, en ti.

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Pasa algo Creíamos que a la dulce parte de la otra mirada del interior le serían reservados los temblores. Pero era una de aquellas súbitas destrezas que sin querer ni saber como se nos vino encima. La palabra era la habitación de nuestro lugar que miraba más adentro de los fuegos ciento de años, siento de amores Esa sí. Esas no. Pensé en dejar todo como estaba porque la noche era agobiante disuelta como una cuchara dentro de la taza Decir que pasa algo mientras en otra parte pasa algo es ahondar por las orillas es disparar a la bandada y la bandada dispara de vuelta con más efectividad y eficiencia furia puntería fuego piedra y palabra La palabra era la habitación de nuestro lugar Esa sí Esas no Acá falta algo Callamos pasa algo mientras en otra parte podría no pasar 109

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La mano Fuera de una ventana se asoma la mano de la verdadera asesina de Parraguez Gómez no obstante no llueve no hay un clima de tensión en el país la víctima está más que olvidada y el olvido es la verdadera víctima y el crimen no es una sonrisa desde la ventana. Solo se asomó la mano y nadie lo habrá podido notar, tras la ventana cerrada nadie dijo nada.

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Karina García Albadiz Valparaíso, 1969. Profesora de Castellano y Magíster Interdisciplinario en Estudios Humanísticos. Escritora, editora de las Revista “Ánfora” y “Botella del Náufrago” y gestora cultural independiente. Algunos de sus textos y ensayos han sido incluidos en revistas y sitios web. Directora del Centro de Investigaciones Poéticas Grupo Casa Azul. ayutun@gmail.com www.grupocasaazul.cl.

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El callar Me gusta el atardecer, me dices como un espacio confuso ante el evangelio de siempre Y presiento los grillos implicando el callar de los pájaros y ese olor a verano fundido que se aleja De pronto llueve, me dices miro al cielo y siento las últimas gotas besando interminablemente el camino Los poseídos entre las lilas Que peligroso puede ser todo que peligrosa es una persona cuando salta y nos traiciona y después de eso como seguimos? golpeados, tristes, quejándonos Vallejos diría que este es un momento grave seguro hubiera cambiado sus últimos versos quizás sólo por reconfortarme no se hubiera atrevido a decir que el golpe peor es aquél que todavía no llega 112

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Sífilis para la Belleza Toda la necesidad de un estallido en el silencio permitió que me encerraras en tu voz y apenas como un lobo, varias veces me apretaste ten en cuenta que empiezo a soñar tu mundo, amor. Será necesario decir canciones, variaciones, singularidad: ese requiero me quedo contigo galopando en el vacío, amor decir que me tienes de cara contra la pared o arrodillada... el tiempo da de sí… para quedarnos escuchando la última canción sólo ‐ten en cuenta‐ que empiezo a soñar tu mundo, amor.

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Lágrimas de Oro Entre tanto cenizoso destino, ruedan las lágrimas En la angustia de la muerte, De ese hombre con cabeza de pájaro El erotismo irradiador de los dos soles Con el diablo asomando en cada esquina De ese poncho arrastrando a desmedida Y ese yo ofendido hasta el cansancio Por el cosmos, la evolución, el inconsciente O peor por el lenguaje simbólico del aire Bajo el arresto domiciliario que me aturde Miro esos árboles de cobre rojo mostacilla del ropero sin pronunciar tu nombre siento que no se mata lo hecho con las manos el alfarero me interpela desde la caverna ¿Cuánto el sujeto tiñe el objeto que elabora? La muerte como un origen no resuelto De este insomnio que no habla, bestialmente guarnecido por un reborde óseo Con piernas no netamente levantadas en adelante estos signos no dejarán de turbarnos Hay respeto y miedo al enterrarnos Algo así como mirar con la mitad De una fuga de varias voces

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Habla el Polifemo allemanda, sarabanda, giga, gavota y el bouré tupí or not tupí esa es la ? cantanta que consigne el tipo de enterramiento que deseo En la tina Todavía alberga algunas cosas bellas ese primer correo del tercer espacio tienes los momentos mejores de estos meses pero no todos los días alcanzan la belleza Me mandas “el genio de Dédalo y del bosque” Y aunque el mundo no gusta de la armonía todos gustamos de ella a la confianza nos sentimos inclinados, lo que más duele cuando no nos defienden lo que más duele abrieron los estadios por el frío para que la gente se refugie llegan más de 300 personas hasta mujeres con hijos qué país es este junta agua en la tina de vez en cuando porque dicen que se vienen los malos tiempos y aunque esta penumbra es lenta y no duele Descíframe o te devoro 115

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Nácar El dolor me deja observando esta pequeña palabra que está escrita en la tina, me sumerjo una y otra vez observo el cuerpo nácar: palabra cristalina contraria a mi piel y entonces me arrodillo pidiendo toda el agua estancada y la de vertiente quiero entender el terrible juego de los elementos quiero entender el dolor en sus mil variaciones entonces me digo nevermore, nunca más...

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Cerro Florida – Bellavista (Chile) Alan Muñoz Sepúlveda

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Luciano Provoste Santiago, 1980. Talentoso y joven poeta integrante del Centro de Investigaciones Poéticas Grupo Casa Azul. Algunos de sus textos fueron publicados en la Revista Digital “Botella del Náufrago”. Estos poemas pertenecen al Poemario Inédito “Sociedad de Escritores MI MENTE o solamente de un escritor multipolar”. www.lucianoprovoste.blogspot.com

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Amaré Amaré tu pelo ensangrentado, el rojo original y no por tinturas... el alma irritada que brota en cada uno de ellos me recuerda la palabra de amor, desatada con furia en las venas de mis versos. Amaré el sol que se plasma como un río en tus pómulos, la mejilla divinizada que toco el influjo de un astro, durante una hora sin sombras... Ven, Marcela, te enseñaré mi pecado favorito: besar el fuego en tu rostro será mi condena. 119

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Desde las rocas sembradas de terror Desde las rocas sembradas de terror, tu pelo renacía oculto, y en mi mirada, tus labios oscuros y de alas incendiadas a la vez, causando furor, cantaron en la flor de los suspiros... mis lágrimas fueron las alas de tus labios de luto. Ahí: aleación de luchas fatigadas, horas muertas, cielos profundísimamente irritados, encolerizados incendios, noches latentes, bosques rojos, cenizas fulminadas y solemne ira; sin más ni más el crepúsculo ardía en mi mano tocada por tus dientes, por tu lengua, ahí...en tu pelo, ahí.....en tu boca, voces que llegaban desde tu alma al canto de los pájaros, incendios que llegaban desde tu garganta al cielo, gotas de luna diseminadas que llegaban desde tu silencio a la noche... Marcela, mi razón extravió tu mirada y ahora sólo me queda seguir observando como el sol derrama sus lágrimas en tu cara y esperar a que vuelvas a nacer nuevamente desde mi mano hacia una obra maestra. 120

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Un poco de novela La noche... cae la hora de mi canto, me pueblo de fantasmas, el silencio cae desde el alma mía, el dulce gris del abandono impulsa insectos y hojarascas a tocar mi puerta. La señal. De pronto, luz y sombra, mis trajes ‐los reconozco‐, me visto y la miel se cuelga de los árboles definida con nombres de flores. Mi mirada escapa por estos pasajes oscuros y se escuchan ladridos y un sonido color de furia resuena en el espacio entre mis latidos. Mis pasos inciertos galopan en esta bestia casi imposible, llamada silencio, mientras que mis manos guardan besos, caderas y poemas. ¿He robado o el amor alguna vez se estrelló con rabia contra mis labios?, otra bestia casi imposible en esta noche silenciosa y sangrienta, así me lo demuestra el río que escapa de aquel vientre y que desemboca en las cunetas de esta calle. Y yo sigo cantando o aullando o estando, con una espina que se está involucrando en mi garganta, hasta el filo de mi lengua.

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El secreto, se abalanza hacia sí un doloroso canto sin tregua. Un suspiro, un poema, una mirada. El aquí y el ahora, la eterna escena por el no‐tiempo enmarcada, o por mis páginas que consternan, gracias a algunas creencias que me enferman, sepan lectores y oyentes de fábulas, este es mi secreto: soy la

muerte. Creyentes y escépticos Creyentes, tan poco tiempo para el Apocalipsis... Escépticos, llámenlo calentamiento global, yo sólo escribo y veo todo desde el final: para estos hielos milenarios en sólo décadas llegará su crisis y quién sabe si sólo cien años para este concreto que alguna vez vio nacer al poeta del colapso de estos tiempos y luego vendrá groseramente detallado lo que alguna vez mis cuadernos describieron, lo que un sueño de un loco vociferó hasta inyectarse en el cielo de un crepúsculo eterno que era mi pecho para preguntarme si sería capaz... aquí está el resultado de mi energía, técnica y sensibilidad, los versos de las últimas horas. 122

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Creyentes, estoy con el que llaman Dios... Escépticos, la energía que me creó permitió un Big‐ Bang, que dio paso a lo que escribo, es decir, a lo que yo soy. Los otoños y las primaveras están contados y las fuerzas ejecutivas aún se pre‐ocupan con leyes de mierda, siguen negando lo que no les pertenece, hijos de putas, me ponen los ojos borrosos al ver como reniegan su esencia que aunque no me crean, fue de luz. ¡No hay buenos! Sólo corruptos y menos corruptos gobiernan la bomba de tiempo que son sus fronteras, su calendario, su dinero, y el templo que reconstruyeron... el mismo que Dios destruyó con vibraciones mal llamadas sismos al ver el nombre que ustedes mismos le otorgaron comercializado en un negocio redondo. Los mismos errores cometidos tantas veces, los mismos crímenes y aberraciones, tantos ríos que nacieron desde un cuerpo humano con un cauce improvisadamente formado por las cunetas. Tantos bosques que han enrojecido, creyentes... Tantos bosques que han enrojecido, escépticos. 123

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Me embarco Me embarco nuevamente en unos de mis viajes sin retorno, cuando con el verso salvaje o virgen, destruyo relojes contra las paredes de un sueño llamado ʺvidaʺ, literatura parida por la madre de las retóricas encendidas: una travesía por el cuerpo desnudo de la energía y de estos postulados en filosofía narrativa que desarrollaba mientras oían y veían con maravilla en un escenario, cuánto desplante el de un joven y el de su Poesía. La que a mi casa llega cada día, en silencio y pasa sin permiso y me besa y me incita a que le regale unas letras que rescaten lo esencial y se caguen en el prejuicio de la estética y en las tres fuerzas de un imperio hasta el cogote y sin salidas. Pero hoy no he venido a criticar al sistema, hoy he venido a seducir a esta deliciosa morena metafísica, sin dueños ni riendas, que entrega la palabra específica al que sabe valorarla y cuidarla... Aquí hay una propuesta ensangrentada y latente para siempre, ahora y entonces: Poesía, vuélvete mujer, vuélvete noche y yo me 124

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volveré copa... y tu descansarás en mí y yo en ti y nos beberemos sin bocas, sin cuerpo, ni cielos ni infiernos... Regálame una época aunque sea pecar, bailemos desnudos en la cama hasta el amanecer y luego hagamos el amor y nuestros hijos han de ser, no estos versos, sino que los universos en donde los pueden enviar. Sé mi salvación y mi condena. Dame la esperanza de un plano espiritual y te prometo que a nadie más que a mi mismo intentaré superar y a mi vez te regalaré la novedad, la sorpresa, la primera sensación de todo, la que quizás enamoró a los amantes o la que hizo que un surfista literario se hiciera surfista en un mar de letras, en su primera ola...o los mejores años de mi vida dedicados a decir lo que quería, cómo, cuándo y dónde decirlo y no decir lo que otros con otras palabras...vivir para creas mis propias parábolas, para ser el partícipe de este viaje sin retorno, utilizando el verso para mantener a mis oyentes en suspenso 125

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y que se olviden del tiempo y hasta de su cuerpo... vivir para rescatar a este idioma y sobre todo para explicar lo que siento por lo que viene primero que el poema, lo que existirá con fuerza y paz aunque no hubiesen poetas, la energía y la belleza, lo imaginado y lo vivido, a momentos, casi marginado de lo físico y de lo que hasta el momento era denominado lógico... La razón, hoy, la tiene un loco.

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Luís Abarca Mayea Viña del Mar, 1957. Profesor de Educación General Básica. Poeta e integrante del Centro de Investigaciones Poéticas Grupo Casa Azul. Estos textos son del poemario inédito “La Vida es fruta, el mañana es agua”. www.luisabarcamayea.blogspot.com

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Medianoche I Siempre lo mismo: llega la hora de pensar, reflexionar y escribir. También llorar o sufrir con emociones que sólo existen de madrugada. Indescriptibles. Provienen como de un pasado confuso Se instalan y me invaden No me dan vida, me la quitan, me acercan a la muerte Me impiden dormir Pero, a veces me hacen soñar Y resurge entonces la noche que habita en mi alma. Algo busco que encuentro aún sólo con sueños A raíz de ello tengo pendiente mi futuro A veces retorno a la vida alegre de algún día en el pasado Recuerdo que alguna vez reí, pero por poco tiempo, feliz Cansado ahora existo Lo invisible me afecta La noche es eterna, me consume su tristeza inevitable 128

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II Son tan simples mis escritos y casi sin valor. Cuando reviso mis poemas no veo el alma que desangré cuando los escribí. Todos los días sencillos del presente son como el fuego: me queman, pero me atraen. Les temo y los deseo Me cuesta iniciarlos, pero al final no deseo jamás apagarlos. En silencio lloro por largo tiempo, pero no termina con ello El deseo por ver días y noches El rojo cielo del atardecer Lo deseo apasionadamente El viento entre árboles lejanos, me atrae insistente Siempre quiere el mar hermanarme a su horizonte Toda la vida me desafía Como si fuese una espada: me daña o me protege.

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Pos Data Aquel llanto. Sincero y triste. Como un adiós. Silencioso como la muerte. Imprevisto. Pero final, después de todo. Desabrigado quedó desprovisto y desnudo, desvalido quedó todo lo anterior construido. Todo era poco para tus manos dispuestas. Sedientas de amor. Era muy extenso el camino que trazaste para dos y mi fatiga me doblegó, vencido. Tal vez ahora llegue el verso hermoso o la vida posible. Y enfrentados al siempre débil quizás, podamos sostener un mejor mañana. Post Data: No puedo evitarlo Aún eres mi problema.

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Con voz simple y firme. Así cuando declaraba con inocencia en el altar. Así ahora manifiesto las mismas voces que de ti escuché reclamando lo mismo que ahora yo. Sin embargo, un buen amor es... un buen vino: Sólo debo esperar...

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Hospital de Locos ¿Dé que somos víctimas De nuestra propia y soberbia ignorancia O del despilfarro que hicimos del tiempo pasado? Tal vez Ya nada es posible Todo lo que tocamos lo ensuciamos ¿Son los prejuicios o la falsa libertad lo que nos infecta? Somos y fuimos ilusión La realidad también lo es Esta locura me hace tan bien Me abre apetitos: La vida es fruta, el mañana es agua ¿De qué estamos hechos? ...que aún no podemos derretir el hielo que nos congela el alma ¿Qué reclamos martillando todavía nos acompañan? No laten nuestros corazones Sino se quejan 132

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¿Estuvimos tan ocupados acaso? ¿En qué? No vimos el atardecer Y ya se fue ¿Alcanzaremos el alba?

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Contigo Cada vez que intento el recuerdo del romance no lo tengo en mi archivo mental Eres como una nebulosa de largo tiempo enfermo Eres el ave desorientada o el huérfano de plazas tristes, en mi pasado Mujer de hielo, de amarga construcción Hembra viuda. Eres mi triste arrepentimiento. El desconsuelo infinito de este día. Y la nada. Nada eras, así siempre.

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Desde allí Un viento suave, algo tibio, me recibió esta tarde. El lugar es el de siempre: una roca dispuesta como asiento en la cima. Desde allí me apodero de un extenso horizonte. Desde allí mi alma parece que despierta. Desde allí se captan sutilezas que estaban inadvertidas. Escucho ladridos, veo árboles, bosques lejanos, flores en las casas. Aquí aparece, tras el telón descubierto una obra como de arte, una escena casi de teatro. Impensado. Improvisado. El mundo como en pantalla farandulera. El Universo enciende aquí sus aromas. Los poetas se fascinan. Los rebeldes bajan las corazas. Los suicidas se activan. La inspiración es simplemente una tarde. El relato lo escuchan sólo las almas. Siento ahora que existe tanto tiempo. Finalmente mis aguas vuelven a su curso natural.

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Vistas de Valparaíso y Viña del Mar (Chile) Alan Muñoz Sepúlveda

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Patricio Bruna Poblete Valparaíso, 1959. Maestro en Arte con mención en Pintura. Ha participado, desde 1982, en 85 exposiciones colectivas en diversas ciudades de Chile y el extranjero. Este pintor y poeta forma parte del Centro de Investigaciones Poéticas Grupo Casa Azul, www.patriciobruna.blogspot.com

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Prueba al menos Prueba, al menos tratar ‐vistiéndote de ti mismo, me dije‐ de recordarlo: unía filmando situaciones dislocadas [de sus tiempos, distintas épocas, pero no lo sabía; ella las giraba en su fragancia de hembra, y por el espasmo provocado sonreíase, de mí, húmedo su clavel hablando soltura y suficiencia al son de las campanadas, bailando; del poblado vecino, su cuerpo. Pero no, tal cosa ¡resulta imposible de admitir!, dijiste ‐al tiempo que cerrabas tu cajita de música‐, habiendo tanta distancia hasta el más próximo y dando por descontado abril en tu metrópolis en eso de lluvias mil, el traspaso alevoso de una estación a [otra desconcertaba más que los tantos kilómetros de un paisaje [abstraído a una nada rica y diversa en la palabra campiña… o en la frase paisaje [campestre, entre ambos puntos, con el estival traje de fiesta que usabas para tal [ocasión; mientras, “yo no sé de estas cosas”, asegurabas con el amplio rictus, [pero tan primorosamente medido de esa jónica sonrisa, clásicamente hermosa, casi [como un ejemplo 138

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de vida, dando, al compás frambuesa cálidos besos. Hubiésemos permanecido placenteramente [recostados en las hamacas dentro de esos carteles publicitarios dando envidia [a los grises transeúntes del invierno con nuestros sombreros de paja tras la vitrina a [pleno sol aguas turquesamente transparentes, de cualquier agencia de viajes; porque estábamos allí para el sortilegio cuasi sagrado en el juego de las apariencias, la pedicura guiñando el ojo amable desplazado de su concentración, expresando el enojo con una sonrisita de apoyo, por moverte tanto. Y por cierto, esto debiera darnos por lo menos una medida del ejemplo, tanto así, como al… mismísimo pie del lenguaje contradictorio de los gestos, que adquieren disfraces ad‐hoc, alquilados por último, para la ocasión, tal como el ladrido de un gato… o el maullido de un perro, concretamente así, como de la no tan relativa recurrencia de dicho [argumento. Sí, las palabras casi siempre suenan a voces, es lo normal, es lo usual, como lo fue en cierta [época el traje hecho a la medida, siendo hoy por hoy, casi imposible de hallar; como lo es esta implicancia en los tonos del consumo teñido de presente y que adquiere ribetes dramáticos en los postmodernos 139

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sueldos de hambre; también a veces trasunta patética ella en su indiferencia, forzada en su contexto, como el incómodo diálogo en el estrecho marco de una cordialidad. Andróginos, o, Una buena cosecha (O, del valor del arte en su inutilidad) Artísticamente esto no tiene nada que ver contigo, me lo dijo (“eres un arco iris de múltiples [colores...”) tronando la música... y fue una invasión, los pilotos suicidas entonces en sus pañales, ¡ellos no sabrían!, de otra cosa que frotar ‐en esa falsa guerra‐ sus manos para producir calor, para no chocar como moscas sobre el acerado [blindaje, esta era la situación: sobre nuestras naves, [actuamos como verdaderos bebés; y en más, no siéndolos ya, aséptico lo literal, sobre esto no arroja ningún [valor. Hubo sí, aquel periodo una buena cosecha, aunque [no era el campo de Marte, lo que nos convocaba, sí lo era una buena [parte 140

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de su sabor y aroma, lo provocativo del vuelo: ese verano planeó en la felicidad porteña de nuestro [aire con sólo nuestros cuerpos. Entonces pudimos, en plena dictadura ¡oh Perla del Pacífico!, ¡claro que pudimos!, ¿gozosamente auto replicantes, haber sido algo [así?, pintando y pintando, o, escribiendo y escribiendo; ... unos perfectos hermafroditas. Este grosero asceta No esperaríamos a ver los resultados pues el perdón nos había sido concedido: obraría tan presuntuoso como un cardenal gastando su lujo displicentemente ‐sin fijarse en que tal es‐ “mas uno estaría dispuesto a esto, siempre y [cuando rezasen”, díjonos, con voz engolada, creyéndose el cuento, un perdonavidas: Protejo, sólo protejo, mis intereses ‐recalcaba‐ delineándose un ojo, y luego el otro en exacto mohín: Pero tú, tú ¡no me puedes hacer esto!, nadie está dispuesto sin pensar en que habrá de pagar las consecuencias. [Y 141

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nevaba sudor en el trópico de las sienes, lo que no dejaba de reconvenir maldiciendo. Este grosero asceta, que más de uno quisiera convocar como idóneo guía, trivializa, sin embargo, con frecuencia el valor de una imagen más [imperecedera, casi como un holograma, intentando ser la sacra posibilidad de zanjar. Pues bien... los difamadores hoy se han [hecho visibles, juegan cartas cuando hay que estudiar por lo menos al ser consecuente. Siendo así, nosotros tampoco tenemos porqué cambiar de lugar, aunque el procedimiento lo amerite. Dónde estuviste todo este tiempo, ¡inconciente!, podrías haber avisado. A ti mismo te toca robar, ¡los demás no tenemos tanta puta suerte! Mira y escucha el piano, la luz artificial, esconden el tinglado... creo que es otro claro de luna. Algo como para llorar con sentimiento.

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Así es como las treparon No es que me cueste, pero sí, con esto sirve; tú [podrías hacerlo, más por ayudar… Con el dolor las cercas crecen, y el crepúsculo pronto nos inundará de púrpura pulpa. ¡Aaah!, cómo extrañamos ese cielo involucrarse frutoso con los tonos más suaves, el inocente que solía [pasteles antes, que el decreto certificado lo infectara todo, antes que del infiel con sus descreídas parsimonias. Aunque las necesitamos ¡compañeras!, para otra fe, o cortadoras de pasto para después de su labor poder correr por la afeitada cara hosca de otro mal día; mas ella, la otra fe, que lo admitía a regañadientes, a regañalengua... más para adentro, díjonos: sólo [unas cuantas varillas. Componían su cerco, así fue como las [treparon libidinosas las hojas, con su pasión de tactos [meticulosos enredando todo el frontis, hasta el tope; pero por las [ramas a las obreras hormigas que llegaban dicharacheramente, nunca [nadie las llamó una a una: toma esto, es lo que te tengo…, nunca 143

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nadie; ¿esperaría crecer en la última hoja el especial gesto, casi como una sonrisa?: pero [mañana será el día calendario. Formalmente se darán los [agradecimientos… de rigor la gerencia un galvano, medallitas para olvidar… [En un cajón los antelados pasajes esperan su resurrección, al [subterráneo cosquilleo promesa eterna de vacaciones. En fin, [esperaríamos. Tercas aspiraban las horas el enrarecido humo con que las manteníamos a raya, así se nos iban. Y el día pasó, así lo quiso ella, en el deshecho renegrido de los cigarros... la noche. [Así, sin ser expertos tirábamos con ellas, que sí lo eran. [De 48 inviernos los osos son testigos, esperamos sus testimonios… [Pero pueden pasar, en el refrigerador hay hielo. Hemos dormido hasta el cansancio. Ojala valga la pena. 144

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Romina Bajbuj Argentina, 1984. Es periodista y poeta. Es integrante del Centro de Investigaciones Poéticas Grupo Casa Azul y ha publicado en la antología de “Cosecha 2006” de la Corporación Cultural Balmaceda 1215 y en la revistas “Botella del Náufrago” y “Hoja de Papel”. En el año 2005 fue becaria de La Sebastiana de la Fundación Neruda. Además ha publicado artículos periodísticos en revistas independientes de Valparaíso y Santiago de Chile.

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Gesto común La inercia del gesto dormido guarda toda medianoche interrumpida, por no cuajar ningún desvelo sin invitación ni razones paridas, abortadas a tiempo en su propio baile. Baile inmóvil sin intersticios para perder acertijos conjugados de esos que no adivino porque la astucia no sobra en nosotros, los unos cuantos. Las medianoches interrumpidas suman impar, atrofiadas por parir razones de nosotros, los unos cuantos. Del desvelo diurno sólo retengo los días, de quien espera cambiar el rumbo para nosotros, los unos cuantos.

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No La línea recta no es la verdad de los pies al borde de estados virtuales, desborde vital con unos gramos de credulidad máxima pureza Reivindicación sin eco dilapidada en dos letras por rezar ateismo con edulcorante La línea recta es la primera falacia de los pies, los míos y los de escritorio que no alcanzarán para correr por vergüenza. Evita sonrojarte, omitiré frases de cortesía Acción pasiva Requiero los motivos que exceden a mi tiempo transpiro la paciencia acumulada en el paso interpelo a línea descubierta sin tener respuestas cóncavas. Redoblo los recursos lingüísticos que anteceden a la perplejidad o a la paraparesia espástica según sea el caso. Entonces el verbo es la acción dispuesta a atragantar las manos la hemorragia desvelada que oscurece el papel inhibe las diferencias con el síndrome espectador. La publicidad anuncia contagio 147

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Punto de vista Afuera desangra, grito alarma principio sordo en estado de impoluta urbanidad Afuera no hay contornos se palpan la piel hasta perder los oídos en estado de ceguera Lamen utopías a ras de piso, porque nadie mueve los ojos grito alarma, desenlace aprendido desangra, Adentro, mueca impávida reacción tardía y cuatro tazas de café

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Cuando escribes ombligo Cuando escribes ombligo escribes antropofagia recibes el desecho del regreso no querido y su vuelta de tornillo en interpretación positiva con forcepts. Cuando escribes ombligo, escribes horas cercenadas en pantalla destruyes la escama que arrastra lo solitario Y su evidente recaída Cuarenta grados más. Cuando escribes ombligo, escribes asfixia en caja de cartón meces incubadora para evitar la salida de emergencia sigues buscando es la ruta incorrecta Cuando escribes ombligo, escribes antropofagia tocas manos sin respiración para curar todos allá acaban de iniciar sesión.

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Estadios entrelazados: yo, ellos Le han robado el aliento a mi metáfora, congelando los instintos de ebullición, que pasean a mi ritmo los ojos no mantienen, la boca juzga Para desequilibrar mi cuerda, de marcas circenses y narices encendidas vuelven a revivir causas sin causas, mientras la cuerda tropieza en mí, Pero no ríen ni lloran; no se responsabilizan del hurto, mis palabras tampoco están ahí, Los maniquís han ganado su lugar sin despegarse de su maderosa piel piel que no late, no grita Los árboles están allí; Los muñecos hacen presencia, no reaccionan hacen ausencia.

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Licusa Fui licusa en bocanada, fui falacia de un encuentro, que retuvo la respiración más de lo previsto. La licusa expele algarabía, yo reconozco las evasivas sobre el peso de mis pasos, y las oraciones bien distribuidas que sólo conducen al punto final. Mientras la larva se consume en la última inspiración de su desencajo, yo muerdo las veinte migas sobre el mantel, para mañana ser licuas Pero el resultado de este juego está delineado, sólo agregar migas al mantel.

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Trolebús de Valparaíso (Chile) Alan Muñoz Sepúlveda

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Índice de autores *Preámbulo de Fraternidad (Manuel Valero) .................... 5 *Prólogo (Jaime Villanueva) ................................................. 6 AGRUPACIÓN LITERARIA EL PICUDO BLANCO ∙Francisco Gómez Rodríguez ................................................11 ∙Álvaro Fuentes Rocamora ....................................................21 ∙Antonio Zapata Pérez ...........................................................35 ∙José Manuel Sanrodri ............................................................47 ∙Pedro Vicente Agulló ............................................................58 ∙Yasmina Caballero García ....................................................66 ∙Manuel Valero Gómez ..........................................................74

GRUPO CASA AZUL ∙Alejandro Banda Pérez .........................................................88 ∙Felipe Ugalde .........................................................................95 ∙Jaime Villanueva Donoso ................................................... 102 ∙Karina García Albadiz ....................................................... 111 ∙Luciano Provoste .................................................................. 118 ∙Luís Abarca Mayea ...............................................................127 ∙Patricio Bruna Poblete ........................................................ 137 ∙Romina Bajbuj ....................................................................... 145 *Índice de autores ..................................................................153

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COLECCIÓN EL PICUDO BLANCO Nº 1 – SUSPIROS DE UNA TINTA JOVEN José Manuel Sanrodri. Nº 2 – CUENTOS, POEMAS Y CARTAS DESDE LOS RETAZOS DEL ALMA Conchita Rivera Toribio. Nº 3 – CÍNGULO Antonio Zapata Pérez. Nº 4 – SEIS SONETOS PARA SAMIA Y HASTIADOS POEMAS Manuel Valero Gómez. Nº 5 – ANTOLOGÍA IRREGULAR EN TONOS BLANCO Y AZUL Autores Varios.