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Pasión por vivir

Mario Rojas

R.

Asus 61 años, Ernesto Laguardia luce bien y se siente mucho mejor. La razón, comparte el actor, es la pasión que tiene por vivir, la cual se traduce en un inmenso amor por su familia, sus amigos y su trabajo. Considera que está en un gran momento, pues tiene salud, su carrera, el amor incondicional de sus seres queridos, y muchas ganas de hacer cosas y retarse profesionalmente.

Durante mucho tiempo interpretaste al galán de la historia, ¿es difícil aceptar esta transición, el paso de los años?

Siempre debemos estar conscientes de que el tiempo pasa para todos y hay que adaptarse, renovarse, estar vigentes a través del aprendizaje. Ahora mis papeles no son de un extra, sino un protagónico en la edad madura. Gracias a Dios tengo el favor del público y agradezco a la vida tener un trabajo que me permite seguir vigente y hacer lo que amo.

A tus 61 años te ves muy bien, ¿te sientes como te ves?

Me siento mucho mejor de lo que me veo. No me considero viejo en lo más mínimo; viejos los cerros, dicen. Tengo una actitud positiva e invito a la gente, aun con los problemas económicos, a que asuma una actitud de ganador, de echarle para adelante, de no deprimirse; si lo hacemos, todo será más fácil.

Luego de 45 años de trayectoria, ¿cumpliste lo que soñabas o aún tienes metas por alcanzar?

No, qué va, siempre hay que tener metas a corto y largo plazo. Hay miles de cosas que aún quiero hacer. Deseo viajar con mi esposa y mis hijos, leer, estar vigente. Y en mi carrera, hay dos personajes que, definitivamente, anhelo interpretar: Napoleón Bonaparte y Jesucristo. He hecho muchas cosas, pero me falta el doble por conseguir.

Después de 45 años me siento privilegiado y honrado de contarme entre los que han hecho historia en la televisión.

Hablas como si fueras un novato…

La verdad me gusta mi trabajo y lo disfruto. Si tengo llamado a las 3 de la mañana, no me quejo, al contrario, agradezco. Estoy en el ahora, no en el pasado ni en el futuro, y gozo cada instante.

La pasión por tu trabajo sigue viva…

Por supuesto, hoy más que nunca. Si pierdes la pasión, mejor retírate; en lo que sea que hagas debes tenerla: en ser papá, esposo, actor, conductor. Ya lo decías, me siento como un novato, con esas ansias de conquistar nuevas metas. Siento pasión por lo que hago, por la vida, ¿qué más puedes pedir?

¿Te consideras un hombre exitoso?

Sí, definitivamente, porque tengo salud, el amor incondicional de mi familia, trabajo, el cariño del público, gente que cree en mí. Todos los días trato de refrendar y hacerme merecedor de ese éxito.

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