ENTREVISTA

Por otro lado, tu estilo de vida es más apegado al de Sofi, el personaje de Monica, una estrella de cine, ¿encuentras dificultades en llevar una relación siendo una celebridad?

No, o sea, cuando ambas partes quieren que las cosas sucedan, suceden. Es necesario que los dos estén en la misma página y deseen que las cosas funcionen, y sí, hay complicaciones: la distancia, el trabajo; esta profesión es algo que te consume mucho, pero soy de la idea de que cuando uno quiere que las cosas pasen, haces que pasen. Ahora, en una relación debe ser mutuo, donde ambas personas pongan todo de su parte para que funcione; por ejemplo, si es preciso viajar, aunque sean pocos días, ver cómo hacerle para que las cosas sucedan.

En tu carrera también te has desempeñado como productor, ¿te ha beneficiado como actor?

Me encanta porque no soy del estilo de actor al que le gusta llegar al set, decir sus líneas, hacer sus escenas e irse a casa. Cuando me comprometo a hacer algo, lo hago al 150%, es parte de mi personalidad, se da naturalmente. Producir Luis Miguel y Nuevo Orden fue un aprendizaje increíble, un trabajo con un equipo mexicano. Me encanta laborar en equipo, rodearme de personas igual de comprometidas, talentosas, con mucha pasión y ganas. Es padre porque puedo desarrollar ideas de historias que quiero contar y actuar, como At Midnight, y eso provoca que sea más personal. Este proyecto lo empezamos a desarrollar desde 2018, después de la primera temporada de Luis Miguel, y es una responsabilidad padre. Ahora que tengo una compañía productora (Three Amigos), en la que están Jorge, mi manager, y Natalia, mi hermana, tenemos una dinámica eficiente. Ha sido increíble trabajar con ellos y desarrollar historias que quiero contar.

¿Te preocupa ser encasillado en el arquetipo del actor galán?

No, porque precisamente al ser productor puedo escoger diferentes historias, y es justo lo que estamos haciendo. No hacemos puras romcoms, y eso es lo padre, tener el control. Ya hicimos una, ahora vamos a hacer algo totalmente diferente. Paco Stanley va a ser algo distinto, de la misma manera que fueron Luis Miguel, Nuevo Orden, Monster Hunter, Terminator. Es algo que tengo consciente, para mí es importante cambiar y contar historias diferentes.

¿Cuáles son tus miedos?

No soy fan de los aviones, sobre todo de la turbulencia. No sé si es un miedo propio, pero es algo que tengo consciente: tener un balance sano entre mi faceta profesional y mi vida personal. Los últimos cinco años han sido súper increíbles, pero bastante ocupados, de proyecto tras proyecto, y sí, hubo un momento en el que me quemé cañón, cuando estiras tanto la liga, se rompe. El aprendizaje es el equilibrio, el balance.

¿Cómo manejas este nivel de fama sin que te afecte?

Son varias cosas, principalmente mi familia; llevo 20 años en esto y no todo ha sido color de rosa. Cuando me fui a Estados Unidos fue empezar otra vez desde cero, y te das cuenta de que esto es algo efímero y la fama no te define como persona. Diego es Diego por la persona que es, no por su fama. Desde hace muchos años voy a terapia con la idea de encontrar ese equilibrio y hacer cosas que me gustan y no tienen que ver con mi trabajo, por ejemplo, me encanta jugar tenis, es casi como terapia para mí; me gusta hacer ejercicio por mi salud mental y por pasar tiempo con mis seres queridos; viajar, ir a lugares y conocer culturas me fascina. Siempre es importante tener gratitud y humildad, a diario agradezco por hacer lo que más me gusta; esto no es para siempre y hay que saber disfrutarlo, cuidarlo.