Revista Errántio Carnaval

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Erran tes R e v i s t a d e l e n g u aj e s y e s tu d i o s s o c i o c u lt u r a l e s

Índ i ce Textos y contextos del carnaval 1- Objetos como mediación: semiótica del carnaval de

Maria Alejandra Solano

Universidad de los Andes

4- Boule de suif, personaje carnavalesco? de

Directora: Maria Alejandra Solano Reyes

6- CARNAVALENGUAS: Carnaval de lenguas,

Seres Errantes: Maria Paula Alarcon Pamela Crombie Alexandra Duarte Antifaz Alejandro Giraldode Gil cavidades Maria Alejandra Gomez Claudia Rondón Bohorquez Marcela Villa Comite Creativo: Paola León Natalie Pacheco Agradecimientos especiales: Jaime Borja Daniel Mesa Pinzón Ana María Pérez Chloe Rutter Jensen Célia Vankeisbelck

María Gomez Lara

voces y letras de Mujeres de Piedad Morales

8- Jorge Gaitán Durán y la muerte como posibilidad de resignificación de Claudia Rondón Bohorquez 10- Sobre la tradición del carnaval: Fui compositor de pesadillas una mirada al origen del carnaval colomFui la luna, o el aberrado ser que mordía su silueta de vez en vez Maria Paula Alarcón biano de para que no te iluminara. Fui 12un medio sin entorno,por entre cardos Caicedo de un cálido color y Encuentro Diego entre retardos de un árido vicio, amalgamando de cuando en Tertulia de Máscaras cuando un sin número de bailes frustrados, dejando caer como 13-losIncógnita juicios párpados pesados. de identificación de Pamela Crombie Fui 16un cuento de hadas, sediento de vidas enmarañadas y de un Soy un libro de Lorena Posada Rada primer resplandor de cantos a vapor, con viento en la frente y Prueba de identidad aire18caliente, mas quedé fusilado porde unJorge mundoAndrés aislado, oAcevedo un fin sin 19retorno. Palimsestro de Laura Garzón Fui el infinito, a lo lejos, entre la constelación Lira y sus dos 20Repens-ANDO eluncarnaval soles, a través de la penumbra en abrir y cerrar de dientes, de bailarines mientras viajaba sobre un claro de luz Ma. Alejandra Gomez de pendientes, momentos antes del roce secreto entre aguja y vinilo. Antifaz de sin cavidades Fui 21un sueño a medias; zapatos. de Marco Perilla

Marco Perilla Los articulos publicados en está revista no dan cuenta del pensamiento ni de la opinión del departamento de Lenguajes y Estudios socioculturales ni de los de la Universidad de los Andes.

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E d it orial

Carnaval nunca será respuesta, siempre será pregunta

La revista Errántio tiene el placer de volver de carnaval después de una larga ausencia. Pero señoras y señores, no es el carnaval que ustedes se imaginan. La subversión y el hábito convergen para hacer posible el surgimiento simbólico de identidad-es diferentes, o iguales? ¿Cómo conjugar el ojo vigilante que determina sujetos cotidianamente en su implacable eficacia y el carácter de transgresión que pareciera ser propio al carnaval? Errántio les trae un carnaval que se interroga sobre la naturaleza subversiva de la fiesta. Errántio no ofrece definiciones, no, sería poco carnavalesco de nuestra parte. Tenemos sólo aproximaciones. El espacio de carnaval se construye y reconstruye dentro de los límites culturales y se fabrica en torno a los miembros de una comunidad. Es un espacio de resignificación constante. Espacios que son corpus…cuerpos, la obsesión obligatoria que actúa como instrumento, sujeto y texto para mezclar y entrecruzar identidades. Esta edición pone sobre la mesa una pregunta respecto al límite que transgrede las fronteras, a modo de múltiples fisuras creadas por el carnaval entendido como campo social. “Repens-ANDO el Carnaval” Errántio recorrerá sensaciones y emociones corporales que construyen la anatomía que engendra la fiesta. Ahondaremos en la fisura del carnaval para tejerlo con otros textos. El poeta Jorge Gaitán Durán será unas de las máscaras que nos permitirán disfrazarnos de seres errantes carnavalescos. Máscaras foráneas nos sumergirán en el hábito colonial que moldea nuestra identidad. Incluso el carácter cómico, alegre y colorido sufrirá tropiezos. La palabra le servirá de excusa a Errántio para abrir nuevos significados y recontextualizar preguntas que interrogan y describen el fenómeno mismo al que Errántio ha decidido dedicarse. Póngase el antifaz y disfrácese. “La tertulia de las máscaras” es la prueba de que el carnaval se reconfigura en otros espacios. Haga parte de este comienzo que carnavalescamente invita a preguntarse y mirarse desde contextos múltiples. Vea el juego: sobreponer transgresión y vigilancia pone en evidencia una disonancia. Carnaval nunca será respuesta, siempre será pregunta.Ésta invitación es para ver: no para responder.


TEXTOS Y CONTEXTOS DEL CARNAVAL

Por: Paola Le贸n

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Objetos como mediación: Semiótica del carnaval Existen diversas maneras de leer el texto del carnaval. Los diferentes elementos que operan en el juego de interacciones, reproducciones, agencias y performatividades representan un amplio panorama que puede ser leído desde numerosas perspectivas. Una lectura posible del carnaval, que intenta codificar muchos de los objetos y las materialidades que construyen el desplazamiento de identidades y la posibilidad de ser el otro- es la teoría semiótica de Eco. Buscar una manera de desarrollar una teoría semiótica del carnaval es un gesto que inscribe a éste último, en el estructuralismo e incluso en la teoría clásica de Bajtin, que inaugura un acercamiento académico al carnaval desde la literatura. Esto supone reconocer el carácter binario que data de los carnavales de la Edad Media y también sugiere la posibilidad de pensar aquellos signos en clave saussureana. Carnaval = binarios, Mujer como Hombre, Hombre como mujer, jóvenes como viejos, moral como amoral. Así es posible afirmar entonces, que los sujetos participantes del carnaval necesitan de un mediador para poder performar los contrarios y asumir el papel binario. Así Ivanov: “La premisa básica de la antropología estructural, formulada por Claude Lévi Strauss, es que hay una búsqueda constante de equilibrio entre oposiciones polares binarias en el ritual y el mito. Este equilibrio puede lograrse con una mediación entre ellas. Esto es típico de los ritos carnavalescos de Europa occidental…en los que ‘los niños enmascarados son los mediadores entre la vida y la muerte’. ” ( Ivanov, 24). A la luz de esta cita y pensando también en el carácter performativo del carnaval, creo pertinente pensar los objetos del carnaval como mediadores. Si los carnavales son espejos de las carencias de la sociedad que se satisfacen durante el tiempo excepcional de la fiesta, los objetos son catalizadores de aquello que necesita ser representado a través del cuerpo. ¿Cómo codificar y entender la relación entre los objetos, los disfraces y los actores en la dinámica carnavalesca? Esta pregunta, que puede

ser abordada también desde la semiótica me ocupará a lo largo de éste artículo. En primer lugar, es interesante otorgarle una organización espacial al carnaval y sus objetos. La calle, que es el lugar donde el carnaval se materializa, puede actuar como mediación para hacer representaciones siempre y cuando pueda establecerse una relación físico-espacial que afirme esta simbolización performativa. Concretamente ésta es la propuesta de lectura semiótica del carnaval en relación al espacio: “… el lenguaje de los objetos de carnaval se liga con la sección previa por un elemento común: la significación del espacio. En semiótica, el papel de la proxémica es aclarar las relaciones que incluyen la distancia entre un ser humano y otro o un ser humano y un objeto” (Rector, 151). Vemos entonces, que no sólo son los objetos, sino también las distancias, las posiciones y los movimientos los que se expresan en dinámicas de sentido. Cada movimiento y cada disposición espacial también es parte de este signo binario que tiene un lado performativo y material y otro espacial. Es decir, los objetos significan algo en tanto que las dos caras del signo se complementan: el objeto y la forma en que es utilizado por aquél que lo porta y el lugar que ocupa en el espacio. Además de hacer notar el valor de la ubicación de los objetos también pueden establecerse ejes para estructurar de manera más precisa el espacio del carnaval. Tal vez así su texto sea más claro en su estructura binaria. El primero de ellos es la calle, el afuera, el pavimento. Este aspecto es fijo y no puede jugar con la significación. El tamaño de la calle no puede modificarse. Este espacio como signo no puede variar, sino que se presa como lienzo para que los otros objetos jueguen y se cambien sobre él. El llamado aspecto semifijo, está compuesto por la relación entre el bailarín y el objeto. Sea este, la máscara, el disfraz, algún instrumento, algún otro elemento explícitamente simbólico (el falo

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de la marimonda en la máscara por ejemplo), la relación física que se asuma con este objeto al bailar también será determinante en la lectura carnavalesca. El último eje es el eje informal, que tiene que ver con la interacción y la cercanía que se permitan unos bailarines con otros. Habiendo expuesto esta posibilidad de medición de los objetos del carnaval, el lector de preguntará qué es lo que puede leer exactamente a partir de estos conceptos abstractos que ponen sobre un plano a cruadrícula el espacio carnvalesco1. La respuesta nos regresa a las estructuras binarias: por lo general, esta organización espacial reproduce este mundo al revés que sitúa a los pobres en el lugar de los ricos, a los hombres en el pellejo de las mujeres y a los niños en la representación de la muerte. Estas mediciónes son seguro más claras a la luz de un objeto específico. Mónica Rector se basa en el carnaval de Río de Janeiro y en sus sambistas para plantear lo arriba presentado. Sin embargo , con el perdón del lector, me limito a remitirlo a la maravillosa lectura de su artículo, puesto que mi intención aquí no es sólo exponer y explicar una forma de codificar el carnaval. Por el contrario, deseo poner herramientas teóricas sobre la mesa, que evidencien que el carnaval tiene en efecto estructuras simbólicas y semióticas que merecen más atención. El carnaval sigue siendo un objeto de estudio descuidado y dadas las condiciones comerciales y turísticas de hoy, cada vez más incierto. Sea la presente una invitación a seguir viendo en las estructuras del carnaval, mediación simbólica y compleja, a pesar de verse como binaria que no sólo merece ser estudiada sino también exaltada y ampliada.

María Alejandra Solano

1.Esta codificación del espacio viene del artículo de Mónica Rector citado al final. Bibliografía: Umberto Eco, Mônica Rector, Vi a cheslav Vsevolodovich Ivanov. Carnaval!.México D.F: Fondo del Cultura económica, 1998. Impreso.

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Boule de suif, personaje carnavalesco?

Boule de suif, la protagonista del primer relato corto que hizo famoso a Maupassant desde su publicación en la recopilacion creada por Zola, Les Soirées de Médan, tiene rasgos de personaje carnavalesco, podríamos decir incluso, de una reina de carnaval.

glos sexuales, lucha y violencia, reversión codificada de cualquier tipo, juzgamiento y expulsión (137). Veremos como estos elementos pueden ayudarnos a subrayar tanto el carácter carnavalesco de Boule de Suif como su faceta anti carnaval.

Sin embargo, por otro lado, es más compleja que eso, tiene varias facetas y contradicciones que la hacen más compleja y menos típica; va más allá del folclor para volverse un personaje literario con su propia especificidad. Así, nos preguntaremos como se construye en el relato, una Boule de Suif de carácter carnavalesco ambivalente. Primer, veremos en qué medidas Boule de Suif es un personaje típicamente carnavalesco. Luego, consideraremos la posibilidad de definirla como personaje non carnavalesco, como el anti carnaval del relato. Para terminar veremos el lado irónico de la inversión carnavalesca que constituye a Boule de Suif como un personaje que desenmascara a su entorno.

Boule de Suif es un personaje carnavalesco en varias dimensiones : es nombrada de una manera ya carnavalesca ; tienen una forma física relacionada con el carnaval ; siendo una gorda prostituta, encarna el desbordamiento alimentario y sexual típico del carnaval; su historia repite la estructura de un carnaval y podría ser considerada como la Reina del Carnaval del relato o como el personaje Carnaval que acaba siendo juzgado y condenado: es el fruto de una inversión carnavalesca, ya que los valores heroicos encuentran su lugar en la prostituta.

Aunque en el relato, el carnaval no es explícitamente mencionado, es pertinente preguntarse sobre el carácter carnavalesco de Boule de Suif ya que varios elementos fundamentales para la caracterización de este personaje son de manera evidente, relacionados con el carnaval. Para guiar el análisis, tomaremos en cuenta el artículo de Jean-Marie Privat, « Le Carnaval de Boule de suif ». Según Privat, Boule de Suif es en si-misma abiertamente carnavalesca, pero él va más allá de eso: ella existe en un mundo donde hasta la política se vuelve un carnaval. El autor trata la pregunta en un sentido más amplio: analiza el aspecto carnavalesco del relato entero mientras el tema de ese ensayo se limita al personaje de Boule de Suif. Para demostrar que el mundo de Boule de Suif esta convertido a un mundo de carnaval, Privat toma en cuenta seis elementos fundamentales para un carnaval: mascaradas y disfraces, desfiles y cortejos, excesos alimentarios y desarre-

Citando los especialistas del folclor francés, Privat recalca que “las personificaciones de los días ‘gras’ son numerosas y llevan nombres significativos como Mardi-Gras, Saint-Gras, Boule de Suif ” (Privat 135). Nombrada en la tradición carnavalesca, el apodo de Boule de Suif recalca el carácter ‘gras’ de esta prostituta, y además de encarnar el exceso alimentario del Carnaval (el Carnaval es a menudo presentado como un hombre grasoso), ella adquiere una dimensión cómica hasta grotesca. El narrador pone de relieve esta dimensión privilegiando siempre el apodo: Boule de Suif, como personaje, no tiene derecho a un nombre y apellido neutros pero a ese apodo que ya la califica recalcando su grasa. Aunque conocemos su nombre (Élisabeth Rousset), el narrador siempre la llama por su apodo y varias veces, ni siquiera, sino que la llama sencillamente « la chica gorda”. A parte de su nombre (o mas bien su falta de nombre), la descripción física de Boule de Suif recuerda el exceso alimentario y sexual, el contraste y la trasgresión relacionados con el carnaval.

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“Boule de Suif encarna maravillosamente la imagen tradicional, publica y espectacular del Carnaval”, afirma Privat (136). Ella es “pequeña, redonda por todas pates, grasosa como un cerdo, con dedos hinchados, estrangulados a la altura de los falanges, iguales a ristras de salchichas” (Maupassant 45). En Boule de Suif, como en el personaje Carnaval, la voluptuosidad de la comida se mezcla con la voluptuosidad del cuerpo. “En ella, se mezclan el placer de la carne y el deseo de la carne, exuberancia y lujuria, frescura y perversidad” (Privat 137). Ella es “apetecible y concurrida”, su rostro es comparado a “una manzana roja” y es tan deseable porque tiene ‘una boca encantadora, estrecha, húmeda para el beso” (45).

Con esa influencia particular respeto a sus compañeros, con ese carácter provocante y transgresivo, podríamos decir que Boule de Suif seria una especie de Reina del Carnaval en medio del cortejo: “Boule de Suif es, acabamos de verlo, la Reina de ese Carnaval donde desfilan al mismo tiempo la nobleza, la alta, la mediana y la pequeña burguesía, el clero, los legitimistas, los bonapartistas y los republicanos” (140).

También es una figura llena de contrastes. Tiene “dos ojos negros magníficos, umbríos de largas pestañas espesos que ponen una sombra dentro” (45). De hecho, el contraste en ella va mas allá de una mezcla grotesca de elementos diferentes: tiene al mismo tiempo algo de magnifico y de perverso, una sombra tentadora. Boule de Suif encarna la estética del exceso, del grotesco y de la trasgresión. Es su posibilidad de trasgresión de la orden que la vuelve deseable, y, aunque empieza por ser descrita de una manera ridícula, tiene un poder insólito sobre los otros personajes, los puede intimidar con su provocación: “pasea sobre esos vecinos una mirada tan provocante y audaz que un gran silencio reino enseguida, y todo el mundo bajo la mirada” (45-46). Según Privat, es “una figura inacabada, inmediatamente conocida y reconocida por todos, del gozo o mas exactamente de la insostenible trasgresión carnavalesca” (137)

Mária Gomez Lara traducido por: Célia Vankeisbelck

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Jorge Gaitán Durán y la muerte CARNAVALENGUAS: como posibilidad devoces resignificación Carnaval de lenguas, y letras de Mujeres Jorge Gaitán Durán, junto con sus compañeros de la revista Mito, miento de la sociedad. Las personas que viven el carnaval y Jorge hay queyllorar, es uno de esos autores que el común denominador olvida a peGaitán Durán ven un lenguaje desprovisto de“No libertad ante esta que la vida es un carnaval y sar de ser uno de los personajes que re-modernizaron la poesía falta de libertad buscan revelarse. Unos mediante el goce de los las penas se van cantando”. colombiana en el siglo pasado. Jorge Gaitán Durán nos hizo ver socialmente llamados vicios, el descubrimiento de sus propios Celia Carnaval cuerpos definidos en tiempo y espacio para los que la carnalidad cuerpos y su sexualidad o con disfraces que le Cruz. permitan jugar a jugaba en los límites de lo abyecto, lo significado, lo vivo y lo tener otras personalidades paralelas logran, hasta cierto punto, muerto, lo definido y lo etéreo. Para él, la muerte y la vida se inliberarse. Jorge Gaitán Durán intenta esa liberación con la obra fectaban mutuamente, hasta el punto de ser cada una posibilidad poética. Y lo logra, aunque sea solamente en el corto intervalo del de la otra.del Incluso, las nuevas signos, Concebido poema. Deasí, hecho, lo deja claro al decir en él mismo que “la poesía el Carnaval se convirtió el pre-texto ideal La proclama Carnaval –como significaciones, fiesta universal los quenuevos nos llega las nuevas formas de entender el cuerpo la sexualidad, la vida una forma demujeres violencia” (Gaitán Si salir mañana a las colombianas a la despierto calle, a lo 74). pú- No navegando en la Memoria y el Tiempoes ay celebrar la vida, a y paraesproponer al ser humano posibilidadJolgorio sólo ante la instantaneidad una violencia su necesariamente es de la violencias violación del a promover Derecho a unanegativa, Vida libre (leylenre-crearla, partiendotenían de la diversidad. colectivo donde se de blico, la muerte. Todo yenlosu obra respira vida ydel creación sololaen la 1257/08), guaje que posibilita creación de nuevos significados, de nuevos partiendo dellaarte popular, de la sabiduría cultural y encuentran lo sacro mundano y a través arte, lapero alegría, medida en que muerte y la destrucción lo posibiliten. Su obra ancestral lenguajes con los quede la sus experiencia personal se fuertes, puede hacer de las mujeres; voces cada vez más cla- un música, la danza se la dis-ciernen conflictos identitarios, políticos, se enmarca dentro mundocomo de lasdesfile paradojas, las rupturas más cercana. PorqueUn para Gaitán Durán, el lenguaje, las paras, poco contundentes y políticas. tema difícil de tratar, de hablar; religiosos. Las gentes se del atuendan; alegredellenan las dese cadenas de significación, de cuerpos se desdibujan de los la violencia labras heredadas, vacías y es caducas no le permiten ser humano hacia las mujeres naturalizada cultural,alpolítica y calles, re-conocen entre símbolos, ritmos, que movimientos de casociales. obra eslacarnaval. transmitirLa susdocumentación emociones, susysentimientos, sus experiencias socialmente. denuncia, develan un mun- de dera.márgenes La rabia da paso alQuisiera asombrodecir o a laque risa,suespanta indiferenvida. Lo han aislado de sí mismo y de los Porjóvenes, eso, la obra do de horror vivido fundamentalmente pordemás. mujeres, cia, la alienación, la beneficencia, la falsa caridad y la tolerancia Carnaval entendido noimpunidad. como un derroche de alegría y color, niñas poética, el instante de creación, es “una lucha por la palabra, una y niños. convertida en alcahueta de la sino como un espacio-tiempo en el que el sujeto puede jugar con palabra que signifique y a la vez que rutile: el vocablo poético los márgenes y re-descubrirse corporal y mentalmente. El carna- Cómo debe llevar la pesadumbre de laen existencia hablaraldereino tododel ellootro sin quedar suspendidas la lágri- huEl Carnaval es la fiesta cósmica dentro del ritual de celebración val es el momento en que las categorías sociales pueden ser ata- ma, mana y alalaimpotencia… vez tener vidaelpropia: la rabia, círculogloria”. de la violencia. Cómo sade la sana y alegre convivencia. A esclavas y esclavos sólo se les cadas, destruidas con el fin de crear unas nuevas. En palabras de lir de allí con la voz fortalecida, el espíritu liviano, la vida brotanpermitía cantar durante los carnavales y fiestas que generalmente Michail Bachtin “el carnaval es la fiesta del tiempo destructor y do amorosa Entonces, entralasla fisuras muertedealapermitir esta elcreación. por entre devastación, silencio, En la su estaban dedicadas a honrar al rey o amo de turno, ellas y ellos regenerador” (Bachtin 318). Es con esta idea con la que se puede impunidad, poema “Cada Palabra”eshace esto evidente al ánima, decir: “Cuando el abandono; decir: cuerpo, alma, ánimo, la aprovechaban, para luego de desearle buena salud y encomenestablecer un paralelo entre la concepción de la muerte de Jorge sujeta muerte es inminente, - cada palabrallena de senpolítica sana, alegrela ypalabra/ autoafirmada; juntas, se calentando darlo a Dios y sus santos, entonar cantos de resistencia, danzas Gaitán Durán y el carnaval. (Jorge Gaitán Si mañana despierto Es la muerte como alas,tido” amontonando latidos, rodeándose de las27). memorias femenique honraban antiguos dioses, allá en el África ardiente. Es el nolacomo proceso ni eterna compañera la que logra dar nas yinstante, avivando voz de las mujeres. carnaval una de las mayores argucias humanas para mantener La muerte, al igual que el carnaval, es el instante que permite la significado. ¿Cómo puede ser eso posible? Porque el instante de la memoria de lo vivido, entregado y construido por anteriores creación. ¿Qué tipo de creación? Tanto la muerte en la obra poé- Sela juntaron muerte seHadas mueveMadrinas los límitesyde lo significado.haciendo La muerte, como oportunidades pogeneraciones, por nuestros lejanos y cercanos ancestros. El cartica de Gaitán Durán como el carnaval buscan la transformación siblelolaveconvocación Julia Kristeva, eso otro que se mujeres hemos configurado como en es el 2010: Llegaron indígenas Yanaval es una fiesta universal, al igual que el humor y el arte, la endel lenguaje que oprime y obliga a reproducir viejas estructuras. naconas abyecto. La establecimos y socialmente como un límite al y Emberas, negras,mental campesinas, citadinas, populares, contramos en todos los continentes y culturas, tiene resonancias Es decir, ambos buscan modificar el lenguaje, esas formas de ver casadas, cual solas, le oponemos, esencialmente, nuestros deseos devictimas vivir. Conlesbianas, cabezas de familia, estudiantes, culturales, sociales y políticas. y sentir el mundo heredadas y conservadas en pro del manteni- sobrevivientes trario a la vida a la que armado, nos queremos aferrar y a la cual hemos del conflicto informales, abuelas, jóvenes

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“¡Que se rompa el espejo! ¡Que se rompa el hechizo! “Boule de Suif encarna maravillosamente la imagen traCon esa influencia particular respeto a sus compañeros, con se sane la de tan profunda costilla!” dicional, publica y espectacular del Carnaval”, afirma Priese carácter¡Que provocante y herida transgresivo, podríamos decir que vat (136). Ella es “pequeña, redonda por todas pates, graBoule de Suif seria una especie de Reina del Carnaval en medio Re-afinando la Suif confabulación, encontrando tiempos adultas, delunCauca, del Cauca, Santander, Caribe, Chocó y del cortejo: sosa como cerdo,Valle con dedos hinchados, estrangulados “Boule de es, acabamos de verlo, la Reina de yeseespacios para crecer más allá del logro artístico, en el 2011 realiza de ganas, florecidas de creación. Juntas dieron Carnaval aAntioquia, la altura deplenas los falanges, iguales a ristras de salchichas” donde desfilan al mismo tiempo la nobleza, la se alta, la la Escuela de Mujeres cinco a la luz y urdieron los primeros hilos arcoiricos del Carnava- mediana (Maupassant 45). y laCarnavalenguas pequeña burguesía, el clero, Colombianas, los legitimistas,juntas los bodías para diseñar, aprender, compartir el Carnaval soñado. Las lenguas, Carnaval de lenguas, voces y letras de mujeres: acción napartistas y los republicanos” (140). mujeres regresan a sus comunidades, territorios y organizaciones directa colorido, sones, tambores, poemas e historias En Boulede dealegría, Suif, como en el personaje Carnaval, la voluptuocon su paquete Carnavalenguas cargado de pelucas hechas por para derechos, silencios milenarios, sidadcontundentes de la comida seexigir mezcla con la llenar voluptuosidad del cuerpo.exorellas mismas, pancartas, plantillas que aprendieron y recrearon; limar rabia adelala esperanza. “En cizar ella, dolores, se mezclan el aristas placeren deellaalma, carneir ydeelladeseo carne, colores, texturas, hilos, cintas para realizar el Carnavalenguas en exuberancia y lujuria, frescura y perversidad” (Privat 137). Ella sus localidades y regiones, imprimiéndole el son y sabor luga“Hay un amanecer desuEsperanza, hay un amanecer de Alees “apetecible y concurrida”, rostro es comparado a “una manreños. El ritual, la propuesta simbólica, la música, el teatro y la las mujeres Carnavalenguas el 25 de noviembre, zanagría”*, roja” yporque es tan deseable porque tiene ‘una boca encantadora, danza acompañan las acciones del 25 de noviembre; y aunque Día Internacional NO a (45). la violencia contra las mujeres, anunestrecha, húmeda paradel el beso” las nuevas narraciones, trovas, poemas, canciones están en afinacian y celebran en veredas, pueblos, ciudades y regiones; al son ción, se cuentan con arengas, frases y consignas que se escuchan de ritmos y tonadas propias, el re-surgimiento También es colombianos una figura llena de contrastes. Tiene “dos ojos de por el territorio colombiano. sus magníficos, lenguas, voces, letras,de movimientos y risas. negros umbríos largas pestañas espesos que ponen una sombra dentro” (45). De hecho, el contraste en ella va Las mujeres colombianas viviendo en medio de la guerra, la ConfabulHadas antiguos y modernos. mas allá de una mezcladesgajan grotescasilencios de elementos diferentes: tiene Alpobreza y las violencias domésticas, políticas, sociales y culturarededor del dolor, tejen Mandala, honda una que sombra consuela y al mismo tiempo algo de magnifico y decual perverso, les declaran la sororidad como la pócima que permite protegersana. Tomadas de las manos sostienen la memoria que preserva tentadora. se, acompañar-se, defender-se; comprometidas con la defensa de la verdad y hace posible la búsqueda de la justicia. Develando, los derechos humanos de las mujeres desde las acciones artístidevanando, denunciando: “Nadie merece ser violaBoule de Suif deshaciendo, encarna la estética del exceso, del grotesco y de cas, lúdicas, comunitarias y acompañando las acciones públicas da, no te quedes callada”. Se de escuchan los sonidos femeninos la trasgresión. Es su posibilidad trasgresión de la orden que la que de incidencia de las organizaciones, redes, confluencias y procerecalcan y re-cantan derecho y fundamental a vivir vuelve deseable, y, aunquesu empieza porhumano ser descrita de una manesos que hacen parte del Programa Mujeres y Violencias. libre detiene violencias en lainsólito cama, la casa,los el otros país ypersonajes, el planeta. los ra ridícula, un poder sobre puede intimidar con su provocación: “pasea sobre esos vecinos Carnaval de Mujeres Colombianas, proceso y evento nacional El Carnavalenguas es zandungueo, cumbiamba, cororeino de juglauna mirada tan provocante y audaz que un gran silencio que convoca al arte, la alegría, el juego y la palabra; a re-mover resas, revolú, que exalta y exhorta: “Arriba las mujeres enseguida, y todohisteria, el mundo bajo la mirada” (45-46). Según Pri- / los círculos de violencia, indiferencia, impunidad y silencio que / No podemos permitir / Que nuestros vat, Vamos es “una revolucionando figura inacabada, inmediatamente conocida y recorodean la cotidianidad, la vida y la dignidad de las niñas, niños, derechos / Nosdellosgozo sigan pisoteando”. Susurro sube, en menocida por todos, o mas exactamente de laque insostenible jóvenes y mujeres. Arte popular cantando e inmortalizando la moria de la niña Yenny Torres Jaimes, violada y asesinada por el trasgresión carnavalesca” (137) memoria dignificante de las mujeres, sus dolores y sus logros. subteniente del ejército nacional Raúl Muñoz Linares, y en meMária Gomez Lara moria de miles de niñas, jóvenes y mujeres que como ella, han traducido por: Célia Vankeisbelck Besos, Versos y más ¡Carnavalenguasssssssssssss! sido violadas y asesinadas por todos los actores armados de la Piedad Morales guerra en Colombia, grito: Medellín, tarde sabatina con medio día brumoso, dalias y rosas florecidas, 17 de marzo de 2012. * Los entrecomillados son fragmentos de obras creadas por las mujeres durante su participación en el Carnavalenguas.

POR SIEMPRE Y SIEMPRE CIGARRA

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Jorge Gaitán Durán y la muerte Sobre la tradición carnaval: como posibilidad de del resignificación una mirada al origen del carnaval colombiano Jorge Gaitán Durán, junto con sus compañeros de la revista Mito, miento de la sociedad. Las personas que viven el carnaval y Jorge

es uno de esos autores que el común denominador olvida a peGaitán Durán ven un lenguaje desprovisto de libertad y ante esta sar de ser uno de los personajes que re-modernizaron la poesía falta de libertad buscan revelarse. Unos mediante el goce de los En América, los carnavales más Gaitán llamativos y alegres se ver ven ensocialmente bito sagrado de la vicios, Iglesia. elEstos festejos incluían danzas y mascolombiana en el siglo pasado. Jorge Durán nos hizo llamados descubrimiento de sus propios Río de Janeiro,enlatiempo Habana, Barranquilla, Panamá, New Orleáns,cuerpos caradas darían origen a las características particulares cuerpos definidos y espacio para los que la carnalidad y suque sexualidad o con disfraces que le permitan jugar a del Trinidad diversasdeciudades del área circumcaribe. Estány ubicaHeers propone que laslogran, características principales jugaba en losylímites lo abyecto, lo significado, lo vivo lo tenercarnaval. otras personalidades paralelas hasta cierto punto, del dos en zonas donde el hombre de ébano contribuye con su tracarnaval nacen en la cultura eclesiástica europea que determinan muerto, lo definido y lo etéreo. Para él, la muerte y la vida se inliberarse. Jorge Gaitán Durán intenta esa liberación con la obra bajo mutuamente, e inteligencia hasta al desarrollo la economía desde la épocapoética. rasgos principales que son asociados en conellacorto ideaintervalo del carnaval. fectaban el punto de de ser cada una posibilidad Y lo logra, aunque sea solamente del colonial. Muchos seres humanos ven en el carnaval una forma Por otro lado, la perspectiva de Umberto Eco encuentra la razón de la otra. Incluso, las nuevas significaciones, los nuevos signos, poema. De hecho, lo deja claro al decir él mismo que “la poesía de desnaturalizar la identificación que los tienelainmerso porforma la quedeelviolencia” ser humano decide adoptar despierto la identidad las nuevas formas de entender el cuerpoeny la la sexualidad, vida y eles una (Gaitán Si mañana 74).carnavaNo mundo moderno encontrar enante ésta la práctica diversos modos la cual no es considerada comoesuna ruptura de norma al ser humano tenían para posibilidad sólo instantaneidad de una lesca violencia necesariamente negativa, la violación dellalende liberación. El carnaval en Colombia suele inscribirse dentro social. El propone comprender a la inversión carnavalesca la muerte. Todo en su obra respira vida y creación pero solo en la guaje que posibilita la creación de nuevos significados, de nuevos no de ciertas que ydescriben la alegria que éste mismo etimo-lenguajes como con unalos rebelión en personal contra deselapuede norma, sinoun como medida en quefiguras la muerte la destrucción lo posibiliten. Su obra que la temporal experiencia hacer logicamente representa. Los colores, los trajes, la celebración y una transgresión autorizada que se instituye en el marco de se enmarca dentro del mundo de las paradojas, de las rupturas poco más cercana. Porque para Gaitán Durán, el lenguaje, las pa- una la identidad son parte dedelacuerpos construcción terminode carnaval. leyheredadas, vigente y conocida por todosnolos Enhumano ese sentido, de cadenas de significación, que se del desdibujan los labras vacías y caducas leparticipantes. permiten al ser Cada año en el Quisiera país se celebran carnavales como el de Barranqui-transmitir el autorsus sugiere que sinsus unasentimientos, ley instituidasus y válida, no hay de carnamárgenes sociales. decir que su obra es carnaval. emociones, experiencias lla, el de negros y blancos, el de rio sucio y el de Bogotá en dondevida.val posible. En consecuencia, no supondría más que un reforzaLo han aislado de sí mismo y de los demás. Por eso, la obra la gente suele salir ano la calle participar dede la practica discur-poética, miento de la norma en claveesfestiva. Carnaval entendido comoy un derroche alegría ydel color, el instante de creación, “una lucha por la palabra, una so carnavalesco. Pero lo que no es claro es el origen de la tradisino como un espacio-tiempo en el que el sujeto puede jugar con palabra que signifique y a la vez que rutile: el vocablo poético ción; cómo y en qué ambito se crearon semejantesElfestividades Si asumimos lo dicho Eco, las tradiciones africanas los márgenes y re-descubrirse corporal y mentalmente. carnadebe llevar al reino del otro lapor pesadumbre de la existencia hu- imque ponen en en evidencia de identificación plantadas la colonia constituyen val es el momento que las problemas categorías sociales pueden sercultural ata- ymana y a la vezentener vida propia: gloria”.un reforzamiento de la norde destruidas identidad en la mirada estáEn enfocada ma y de las practicas africanas utilizadas en el carnaval. Si tomacadas, conespacios el fin dedonde crear unas nuevas. palabrasendeestas practicas pero nolasefiesta observa qué es lodestructor que hay detrás mos comoentra ejemplo el carnaval de Barranquilla, en primer Michail Bachtin “elrealmente carnaval es del tiempo y Entonces, la muerte a permitir esta creación. En sulugar de la misma máscara del carnaval. se relaciona la tradición en la medida en que todavía es unalafiesta regenerador” (Bachtin 318). Es con esta idea con la que se puede poema “Cada Palabra” hace esto evidente al decir: “Cuando costera. El hecho de que los carnavales se inscriban establecer un paralelo entre la concepción de la muerte de Jorge muerte es inminente, la palabra/ - cada palabrase llenadentro de sen-de la comenzar, vale la pena trasladarse a las tradiciones Afri-tido”llegada los países americanos en evidencia GaitánPara Durán y el carnaval. (Jorge marítima Gaitán Si de mañana despierto 27). Espone la muerte como la canas que son, por lo general, importantes para el entendimientoinstante, herencia de las practicas africanas que se dieron por la dar llegada no como proceso ni eterna compañera la que logra carnaval en Colombia. Su importancia radica que la cultude los esclavos losposible? puertosPorque (como elel instante de Cartagena) Ladel muerte, al igual que el carnaval, es el instante queen permite la significado. ¿Cómo africanos puede ser aeso de ra africana fue parteTanto de nuestro proceso el cualla muerte en donde se establecen algunos deLalos carnavales creación. ¿Qué también tipo de creación? la muerte en lacolonial, obra poése mueve los límitesaún de hoy lo significado. muerte, comomás decidido fiestasbuscan y lo carnavalesco solemos re-lo veimportantes: tica hemos de Gaitán Duránignorar. como elLas carnaval la transformación Julia Kristeva, es eso otro que se hemos configurado como lacionarlo directamente con las tradicionesviejas europeas enfocandoabyecto. La establecimos mental y socialmente como un límite al del lenguaje que oprime y obliga a reproducir estructuras. Las danzasesencialmente, grandes del carnaval Barranquilla nuestra mirada a unmodificar referente el más alto al cual acostumEs decir, ambos buscan lenguaje, esas estamos formas de ver cual le oponemos, nuestrosdedeseos de vivir.tienen Conorígenes en los negros cartageneros, inbrados identificar. SegúnyJacques Heers,enenpro su del libro Carnavalestrario a sus y sentir el mundo heredadas conservadas mantenila vida a la que noscabildos queremos aferrar y a la cualbien hemos dividualizados, puesto que “cada cabildo bailaba su danza y Fiestas de Locos, el carnaval sería una expansión en el espacio particular” (…). Un proceso análogo ocurrió con sus siurbano de las fiestas que celebraban los jóvenes clérigos en el ám-

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“¡Que se rompa el espejo! ¡Que se rompa el hechizo! significado totalmente creyéndola estable y certera, la muerte cado porque la muerte se ha llevado junto con su respiración, las ¡Que se sane la herida de tan profunda costilla!” es el lugar de lo indefinido, lo no concreto y sobre la que no se palabras que se le imponían. Quedó un cuerpo como una hoja puede tener conocimiento certero alguno. La muerte es un “no en blanco sobre la que se puede escribir. Se sospecha un signo y Re-afinando la confabulación, encontrando tiempos y espaadultas, Cauca, que Vallehemos del Cauca, Santander, y ser”del aterrador significado comoCaribe, vacía y Chocó radicalmente con esta sospecha llega la vida. Una vida más libre, más joven que cios para crecer más allá del logro artístico, en el 2011 se realiza la Antioquia, plenas de ganas, florecidas de creación. Juntas dieron opuesta. Pero es precisamente por este aparente vacío significatipuede empezar a sentirse propia. Esta nueva vida juega entre la Escuela Carnavalenguas de Mujeres Colombianas, juntas cinco a la luz y urdieron loslaprimeros hilos arcoiricos delme Carnavavo que repelemos muerte, porque ella “draws towards the eternidad, entre lo que se escapa de las manos y lo que se puede días para diseñar, aprender, compartir el Carnaval soñado. Las lenguas, Carnaval de lenguas, voces y letras de mujeres: acción place where meaning collapses” (Kristeva 2). Ante la muerte, las asir con el lenguaje. La muerte, su instantaneidad y su fatalidad mujeres regresan a sus comunidades, territorios y organizaciones directa de alegría, colorido, tambores, poemasjuegan e historias palabras abandonan sussones, significados antiguos, con nueestán del lado del poeta que quiere atacar la realidad, y en la descontundentes para exigir silencios exor- escon su paquete Carnavalenguas cargado de pelucas hechas por vos conceptos paraderechos, la mismallenar forma escritamilenarios, u oral. Entonces, trucción que la acompaña, le permite crear una vida más libre, ellas mismas, pancartas, plantillas que aprendieron y recrearon; cizar en dolores, limar aristas en el alma, ir de la rabia a la esperanza. la muerte en la que se pueden crear nuevas cosas, en la que el más pura – como en el carnaval. La risa, la destrucción de las colores, texturas, hilos, cintas para realizar el Carnavalenguas en lenguaje se puede romper y re-crear. Así, la obra poética de Jorge jerarquías sociales en el breve lapso del carnaval, dejan al sujeto “Hay un Durán amanecer deser Esperanza, hay un amanecer de Ale- por-sus localidades y regiones, imprimiéndole el son y sabor lugaGaitán logra efectivamente liberadora y creadora con todo su ser “en blanco” para ser re-significado y justamente reños. El ritual, la propuesta simbólica, la música, el teatro y la gría”*, porque las mujeres Carnavalenguas el 25 noviembre, que coquetea con lo abyecto y se mete en susde dominios, dejando el carnaval encontró en lo vedado, en lo opuesto a lo “normal”, es danza acompañan las acciones del 25 de noviembre; y aunque Día Internacional del NO a la violencia contra las mujeres, anunatrás las antiguas formas vacías y caducas que hemos heredado. decir, en lo abyecto el espacio y los actos perfectos para liberarse. cian yEscelebran veredas, pueblos,que ciudades y regiones;sealvuelve son unlas nuevas narraciones, trovas, poemas, canciones están en afinamás, la en muerte, el cadáver se descompone ción, se cuentan con arengas, frases y consignas que se escuchan de ritmos colombianosporque y tonadas propias,con el su re-surgimiento de tema importante, el cadáver carne descompuesta Claudia Rondon Bohorquez por el territorio colombiano. sus lenguas, voces, letras, movimientos y risas. y repulsiva es en sí la posibilidad de ver nuevos lenguajes. En “Sospecho un signo” se hace clara esta posibilidad de creación Las mujeres colombianas viviendo en medio de la guerra, la ConfabulHadas en lo abyecto: desgajan silencios antiguos y modernos. Alpobreza y las violencias domésticas, políticas, sociales y culturarededor del dolor, tejen Mandala, cual honda que consuela y les declaran la sororidad como la pócima que permite protegersana. Tomadas de después las manos sostienen la memoria que preserva … Horas se, acompañar-se, defender-se; comprometidas con la defensa de la verdaddeyque hacela posible la búsqueda de la justicia. Develando, guillotina ha separado limpiamente los derechos humanos de las mujeres desde las acciones artístidevanando, deshaciendo, denunciando: “Nadie la cabeza del tronco, hay vísceras que semerece estre- ser violacas, lúdicas, comunitarias y acompañando las acciones públicas da, no temecen quedesycallada”. Se escuchan los sonidos femeninos que sienten: órganos que siguen viviendo. de incidencia de las organizaciones, redes, confluencias y procerecalcan Sospecho y re-cantan derecho humano y fundamental quesuesos pedazos de carne tienen ex a vivir sos que hacen parte del Programa Mujeres y Violencias. libre de violencias en la cama, la casa, el país y el planeta. presión. Sospecho un signo en el tumulto, una

soberanía (rapto o ademán) en la materia, cuanCarnaval de Mujeres Colombianas, proceso y evento nacional El Carnavalenguas cumbiamba, coro de juglado se asoma aeslazandungueo, nada. He aquí al ser bajo un que convoca al arte, la alegría, el juego y la palabra; a re-mover resas, revolú, histeria, que exalta y exhorta: “Arriba las mujeres / nuevo y lancinante foco de luz. (Jorge Gaitán Si mañana los círculos de violencia, indiferencia, impunidad y silencio que Vamos revolucionando despierto 28) / No podemos permitir / Que nuestros rodean la cotidianidad, la vida y la dignidad de las niñas, niños, derechos / Nos los sigan pisoteando”. Susurro que sube, en mejóvenes y mujeres. Arte popular cantando e inmortalizando la moria de la niña Yenny Torres Jaimes, violada y asesinada por el Esto es, la muerte está viendo a la vida desde su orilla opuesta. memoria dignificante de las mujeres, sus dolores y sus logros. subteniente ejército nacional Raúl que Muñoz Linares, de y en Hay undel cadáver, una vida mortal ha “dejado” ser,mepero es moriajusto de miles de niñas, jóvenes y mujeres que como ella, han cuando deja de ser que se puede presentir un nuevo lenguaBesos, Versos y más ¡Carnavalenguasssssssssssss! sido je, violadas y asesinadas por todos los actores de signifila algo diferente. Entonces, el cuerpo se llenaarmados por fin de Bibliografía: Piedad Morales guerra en Colombia, grito: Bachtin, Mijail. “Carnaval y Literatura: Sobre la Teoría de la Novela y la Cultura de la Medellín, tarde sabatina con medio día brumoso, dalias y rosas Risa”. ECO 23.129 (1971), 311-338. Impreso Gaitán, 17 Jorge. Mañana de Despierto. florecidas, deSimarzo 2012. Bogotá: Ediciones Mito, 1961 * Los entrecomillados son fragmentos de obras creadas por las mujeres durante su participación en el Carnavalenguas.

Kristeva, Julia. Powers Of Horror: An Essay on Abjection. Trad. Louis Ferdinand Celine. New York: Columbia University Press, 1982. POR SIEMPRE Y SIEMPRE CIGARRA

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Sobre la tradición del carnaval: una mirada al origen del carnaval colombiano En América, los carnavales más llamativos y alegres se ven en Río de Janeiro, la Habana, Barranquilla, Panamá, New Orleáns, Trinidad y diversas ciudades del área circumcaribe. Están ubicados en zonas donde el hombre de ébano contribuye con su trabajo e inteligencia al desarrollo de la economía desde la época colonial. Muchos seres humanos ven en el carnaval una forma de desnaturalizar la identificación en la que los tiene inmerso el mundo moderno para encontrar en ésta práctica diversos modos de liberación. El carnaval en Colombia suele inscribirse dentro de ciertas figuras que describen la alegria que éste mismo etimologicamente representa. Los colores, los trajes, la celebración y la identidad son parte de la construcción del termino carnaval. Cada año en el país se celebran carnavales como el de Barranquilla, el de negros y blancos, el de rio sucio y el de Bogotá en donde la gente suele salir a la calle y participar de la practica del discurso carnavalesco. Pero lo que no es claro es el origen de la tradición; cómo y en qué ambito se crearon semejantes festividades que ponen en evidencia problemas de identificación cultural y de identidad en espacios donde la mirada está enfocada en estas practicas pero realmente no se observa qué es lo que hay detrás de la misma máscara del carnaval. Para comenzar, vale la pena trasladarse a las tradiciones Africanas que son, por lo general, importantes para el entendimiento del carnaval en Colombia. Su importancia radica en que la cultura africana también fue parte de nuestro proceso colonial, el cual hemos decidido ignorar. Las fiestas y lo carnavalesco solemos relacionarlo directamente con las tradiciones europeas enfocando nuestra mirada a un referente más alto al cual estamos acostumbrados identificar. Según Jacques Heers, en su libro Carnavales y Fiestas de Locos, el carnaval sería una expansión en el espacio urbano de las fiestas que celebraban los jóvenes clérigos en el ám-

bito sagrado de la Iglesia. Estos festejos incluían danzas y mascaradas que darían origen a las características particulares del carnaval. Heers propone que las características principales del carnaval nacen en la cultura eclesiástica europea que determinan rasgos principales que son asociados con la idea del carnaval. Por otro lado, la perspectiva de Umberto Eco encuentra la razón por la que el ser humano decide adoptar la identidad carnavalesca la cual no es considerada como una ruptura de la norma social. El propone comprender a la inversión carnavalesca no como una rebelión temporal en contra de la norma, sino como una transgresión autorizada que se instituye en el marco de una ley vigente y conocida por todos los participantes. En ese sentido, el autor sugiere que sin una ley instituida y válida, no hay carnaval posible. En consecuencia, no supondría más que un reforzamiento de la norma en clave festiva. Si asumimos lo dicho por Eco, las tradiciones africanas implantadas en la colonia constituyen un reforzamiento de la norma y de las practicas africanas utilizadas en el carnaval. Si tomamos como ejemplo el carnaval de Barranquilla, en primer lugar se relaciona la tradición en la medida en que todavía es una fiesta costera. El hecho de que los carnavales se inscriban dentro de la llegada marítima de los países americanos pone en evidencia la herencia de las practicas africanas que se dieron por la llegada de los esclavos africanos a los puertos (como el de Cartagena) en donde se establecen aún hoy algunos de los carnavales más importantes: Las danzas grandes del carnaval de Barranquilla tienen sus orígenes en los cabildos negros cartageneros, bien individualizados, puesto que “cada cabildo bailaba su danza particular” (…). Un proceso análogo ocurrió con sus siEncuentro

Por: Diejo J. Caicedo

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naval, como sucesoras de cabildos de DĂ­a de Reyes, reviste una importancia singular para la culturade America Latina. La referencia zoomorfa se relaciona con elementos etnoculturales africanos. (UrfĂŠ). La existencia de estas practicas africanas trasciende hoy en dĂ­a en la forma en que se constituye el carnaval en Barranquilla. La implementaciĂłn de lo africano en figuras zoomorfas y los elementos etnoculturales se inscriben en el espacio del carnaval como una practica que reafirma la identidad dentro del mismo espacio carnavalesco asociĂĄndolo a la normatividad. Hoy en dĂ­a perdura esa tradiciĂłn del cabildo africano y de los elementos culturales de ellos en el carnaval que son simbolizados en el personaje del rey momo. Él hace que perdure la tradiciĂłn africana pues siendo hijo del sueĂąo y de la noche, preside las fiestas de los locos, que se celebran en pueblos, aldeas y ciudades. “Es divinidad de la burla, amo de la sĂĄtira hiriente y del sarcasmo cruel y de la mĂĄs despiadada ironĂ­a, Momo se convierte en el “protectorâ€? de todos aquellos que se entregan al jolgorio, al escĂĄndalo del vicio y a los excesosâ€?. (http://www.carnavaldebarranquilla.org/ Carnaval). El carnaval entonces puede ser comprendido como un espacio de producciĂłn de significaciones propias y originales que recurren al peso de la tradiciĂłn para constituirse como personaje aceptado dentro del ambiente carnavalesco. Cuando hablamos de carnaval recurrimos a la historia, sobretodo a la historia colonial en donde nace la practica de nuestro carnaval. SegĂşn Escalante el caso especĂ­fico de la ciudad de Cartagena de Indias lleva a constituir la organizaciĂłn y jerarquizaciĂłn que hoy en dĂ­a tambiĂŠn encontramos en la practica: El General Posada GutiĂŠrrez nos cuenta que despuĂŠs de la procesiĂłn de Nuestra SeĂąora de la Candelaria, el 2 de febrero, seguĂ­an celebrando diariamente las fiestas de iglesia de los diversos gremios, hasta el domingo de carnaval, dĂ­a que le correspondĂ­a a los negros bozales. Para esa fecha los esclavos se congregaban en cabildos. “En ese

dĂ­a imitando con alegrĂ­a las costumbres de su patria . . . embrazando grandes escudos de madera forrados en papel de colores, llevando delantales de cuero de tigre, en la cabeza una especie de rodete de cartĂłn guarnecido de plumas de colores vivos, la cara, el pecho, los brazos y las piernas pintados de labores rojas, y empuĂąando espada y sables desenvainados, saldan de la ciudad a las ocho de la maĂąana ... Iban cantando, bailando, dando brincos y haciendo contorsiones al son de tambores . . . Las mujeres no iban vestidas a la africana . . . sus amos se esmeraban en adornadas con sus propias alhajas. Las reinas de cada cabildo marchaban erguidas, deslumbrantes de pedrerĂ­a y galones de oro, con la corona de reina guarnecida de diarnan asna de esmeraldas, de perlas. (Escalante 6) Ese disfraz de rey momo, que representa los valores y tradiciones de un pueblo marginado que subvierte la descripciĂłn mencionada anteriormente del papel del africano en su propio carnaval, plantea diversas problemĂĄticas que el mismo carnaval suscita. ÂżpodrĂ­amos decir que el coronar la tradiciĂłn suscita revertir el orden social que histĂłricamente ha sido jerarquizado? Âżes posible encontrar una manifestaciĂłn en el carnaval con respecto a personajes como ĂŠste? Âżen quĂŠ medida el carnaval entra a jugar el papel de la crĂ­tica o de la perversiĂłn? Estas preguntas ponen al lector a pensar en quĂŠ medida hemos olvidado nuestra tradiciĂłn para poder entender la practica del carnaval que en Colombia mĂĄs que un motivo de festejo deberĂ­a ser objeto de mirada con lo que ĂŠl mismo representa.

MarĂ­a Paula AlarcĂłn BibliografĂ­a: t#"+5Âś/ .JKBJM -B DVMUVSB QPQVMBS FO MB &EBE .FEJB Z FO FM 3FOBDJNJFOUP &M contexto de François Rabelais, Alianza Editorial, Madrid, 1989. t&$0 6NCFSUP *7"/07 7 7 3&$503 .Ă˜OJDB $BSOJWBM &EJUBEP QPS ćPNBT A. Sebeok, Mount Publishers, BerlĂ­n, Alemania, 1984. t&4$"-"/5& "RVJMFT i-BT NBTDBSBT EF NBEFSB FO FM ÂŤGSJDB Z FO FM DBSOBWBM EF Barranquillaâ€?. En Divulgaciones EtnolĂłgica, no.1 (1980). t(6*."3&: .BSĂ“B &M DBSOBWBM DPNP QSĂˆDUJDB TPDJBM FTQFDUBDVMBS QFSTQFDUJWBT para una revisiĂłn de la historiografĂ­a tradicional del Carnaval. Encontrado en: http:// zambrarte.blogdiario.com/img/carnaval.pdf consultado el 30 Marzo de 2012. t)&&34 +BRVFT $BSOBWBMFT Z Ä•FTUBT EF MPDPT o QVCMJDBEP QPS MB -JCSBJSJF "SUIĂ’NF Fayard de ParĂ­s en 1983- TraducciĂłn de Xavier Riu I Camps, Ediciones PenĂ­nsula, Barcelona, 1988. tIUUQ XXX DBSOBWBMEFCBSSBORVJMMB PSH $BSOBWBM DPOTVMUBEP FM .BS[P EF

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Encuentro Por: Diejo J. Caicedo

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TERTULIA DE MÁSCAR AS

Incógnita de identificación Hablar Cantar Preguntar Inhalar ¡Calma! Viene allí De repente Abrumadoramente la lengua de tu máscara Él o ella eres Envuelto o envuelta estas Bailar Reír Llorar Exhalar

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¡Espera! Ahora Regresas con energía para esparcir tu lenguaje indescifrable. Eres. ¿Eres? ¿Hoy? ¿Ayer? ¿Mañana? ¿Pasado? ¿Futuro? ¿Presente? ¡Eres! Una sonrisa mutilada O una mirada retorcida O tal vez Un saludo mitificado Una verdad peligrosa O una mentira agradable.

Configuración extraña que brota de tus labios Configuración de tu mundo, de tus sueños y vigilia Configuración de tus metáforas de colores Configuración de tu mundo inconexo y convexo Configuración a través de tu lenguaje indescifrable A través de tus palabras, de tus gritos encerrados o de tus silencios desbordados. Tú eres… ¿Configuración? Eres ser indescifrable por mi lenguaje Eres máscara de una lengua ilegible ¿Y yo? ¿Qué soy? Calma. ¡Espera! Habla. Canta. Pregunta. ¡Inhala! Baila. Ríe. Llora. ¡Exhala! Ahí estoy.

Pamela Crombie

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TERTULIA DE MÁSCAR AS

Incógnita de identificación Hablar Cantar Preguntar Inhalar ¡Calma! Viene allí De repente Abrumadoramente la lengua de tu máscara Él o ella eres Envuelto o envuelta estas Bailar Reír Llorar Exhalar

Por: Paola León

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Prueba de identidadSoy un libro Soy un libro, con varias páginas en blanco, otras mascadas, unas en cursiva, otras en otros idiomas. Algunas me las arrancaron, otras me las arranqué. Puedes leerme como me dispongo en el orden concreto de mis páginas. O abrir páginas al azar y conocerme en lo abstracto. Hay páginas que aún no están escritas, otras que no sé cómo escribir. Poemas y prosa. Delirios y rosas. Canciones y seres que no entiendo bien. Incluso hay secciones que aún no he leído, y un poco de miedo... ¿las lees conmigo?. ¡Cuántos “yo” soy! Ni intentaré contarme, pues no siempre me compongo de la suma de mis partes.

Sigues el ejemplo de quien vino ayer a devorarme el hígado. Ya me sé tus pasos tus palabras en otro idioma. La misma mirada al voltear la cara la misma sombra al voltear la espalda. Ya me sé tu música: un re desde el fondo del deseo; el aliento esplendoroso que tocó las cuerdas del paladar para desafinarlas, que inventó la forma de sacudir un árbol y clamó el aplauso de los espectadores. Telón, telón, telón. Corrieron la cortina y ahí estabas Cambiándote la máscara.

Jorge Andrés Acevedo Lorena Posada Rada

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Por: Natalie Pacheco

Por: Paola Le贸n

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Prueba de identidad Sigues el ejemplo de quien vino ayer a devorarme el hígado. Ya me sé tus pasos tus palabras en otro idioma. La misma mirada al voltear la cara la misma sombra al voltear la espalda. Ya me sé tu música: un re desde el fondo del deseo; el aliento esplendoroso que tocó las cuerdas del paladar para desafinarlas, que inventó la forma de sacudir un árbol y clamó el aplauso de los espectadores. Telón, telón, telón. Corrieron la cortina y ahí estabas Cambiándote la máscara.

Jorge Andrés Acevedo

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Palimpsesto Escribo un rostro sobre mi rostro Invento un rostro que no sea el mío En estos días vísperas de algo Soy un otro que se habita Pasado un tiempo me canso y me lo quito vuelve a mí mi cara de siempre los mismos ojos, nariz, y dientes con cuidado me arranco de la máscara los vestigios regreso a mí, lugar del que nunca he salido invento, de nuevo, un rostro que sea mío

Laura Garzón

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TE XTOS Y CON TE XTOS DE L CAR N AVAL

â€œÂĄQue se rompa el espejo! ÂĄQue se rompa el hechizo! ÂĄQue se sane la herida de tan profunda costilla!â€?

Boule de suif, personaje carnavalesco?

Boule de suif, la protagonista del primer relato corto que hizo famoso a Maupassant desde su publicaciĂłn en la recopilacion creada por Zola, Les SoirĂŠes de MĂŠdan, tiene rasgos de personaje carnavalesco, podrĂ­amos decir incluso, de una reina de carnaval. Sin embargo, por otro lado, es mĂĄs compleja que eso, tiene varias facetas y contradicciones que la hacen mĂĄs compleja y menos tĂ­pica; va mĂĄs allĂĄ del folclor para volverse un personaje literario con su propia especificidad. AsĂ­, nos preguntaremos como se construye en el relato, una Boule de Suif de carĂĄcter carnavalesco ambivalente. Primer, veremos en quĂŠ medidas Boule de Suif es un personaje tĂ­picamente carnavalesco. Luego, consideraremos la posibilidad de definirla como personaje non carnavalesco, como el anti carnaval del relato. Para terminar veremos el lado irĂłnico de la inversiĂłn carnavalesca que constituye a Boule de Suif como un personaje que desenmascara a su entorno. Aunque en el relato, el carnaval no es explĂ­citamente mencionado, es pertinente preguntarse sobre el carĂĄcter carnavalesco de Boule de Suif ya que varios elementos fundamentales para la caracterizaciĂłn de este personaje son de manera evidente, relacionados con el carnaval. Para guiar el anĂĄlisis, tomaremos en cuenta el artĂ­culo de Jean-Marie Privat, ÂŤ Le Carnaval de Boule de suif Âť. SegĂşn Privat, Boule de Suif es en si-misma abiertamente carnavalesca, pero ĂŠl va mĂĄs allĂĄ de eso: ella existe en un mundo donde hasta la polĂ­tica se vuelve un carnaval. El autor trata la pregunta en un sentido mĂĄs amplio: analiza el aspecto carnavalesco del relato entero mientras el tema de ese ensayo se limita al personaje de Boule de Suif. Para demostrar que el mundo de Boule de Suif esta convertido a un mundo de carnaval, Privat toma en cuenta seis elementos fundamentales para un carnaval: mascaradas y disfraces, desfiles y cortejos, excesos alimentarios y desarre-

Por: Paola LeĂłn

glos sexuales, lucha y violencia, reversiĂłn codificada de cualquier tipo, juzgamiento y expulsiĂłn (137). Veremos como estos elementos pueden ayudarnos a subrayar tanto el carĂĄcter carnavalesco de Boule de Suif como su faceta anti carnaval. Boule de Suif es un personaje carnavalesco en varias dimensiones : es nombrada de una manera ya carnavalesca ; tienen una forma fĂ­sica relacionada con el carnaval ; siendo una gorda prostituta, encarna el desbordamiento alimentario y sexual tĂ­pico del carnaval; su historia repite la estructura de un carnaval y podrĂ­a ser considerada como la Reina del Carnaval del relato o como el personaje Carnaval que acaba siendo juzgado y condenado: es el fruto de una inversiĂłn carnavalesca, ya que los valores heroicos encuentran su lugar en la prostituta. Citando los especialistas del folclor francĂŠs, Privat recalca que “las personificaciones de los dĂ­as ‘gras’ son numerosas y llevan nombres significativos como Mardi-Gras, Saint-Gras, Boule de Suif â€? (Privat 135). Nombrada en la tradiciĂłn carnavalesca, el apodo de Boule de Suif recalca el carĂĄcter ‘gras’ de esta prostituta, y ademĂĄs de encarnar el exceso alimentario del Carnaval (el Carnaval es a menudo presentado como un hombre grasoso), ella adquiere una dimensiĂłn cĂłmica hasta grotesca. El narrador pone de relieve esta dimensiĂłn privilegiando siempre el apodo: Boule de Suif, como personaje, no tiene derecho a un nombre y apellido neutros pero a ese apodo que ya la califica recalcando su grasa. Aunque conocemos su nombre (Élisabeth Rousset), el narrador siempre la llama por su apodo y varias veces, ni siquiera, sino que la llama sencillamente ÂŤ la chica gordaâ€?. A parte de su nombre (o mas bien su falta de nombre), la descripciĂłn fĂ­sica de Boule de Suif recuerda el exceso alimentario y sexual, el contraste y la trasgresiĂłn relacionados con el carnaval.

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Objetos como mediaciĂłn: SemiĂłtica del carnaval Existen diversas maneras de leer el texto del carnaval. Los diferentes elementos que operan en el juego de interacciones, reproducciones, agencias y performatividades representan un amplio panorama que puede ser leĂ­do desde numerosas perspectivas. Una lectura posible del carnaval, que intenta codificar muchos de los objetos y las materialidades que construyen el desplazamiento de identidades y la posibilidad de ser el otro- es la teorĂ­a semiĂłtica de Eco. Buscar una manera de desarrollar una teorĂ­a semiĂłtica del carnaval es un gesto que inscribe a ĂŠste Ăşltimo, en el estructuralismo e incluso en la teorĂ­a clĂĄsica de Bajtin, que inaugura un acercamiento acadĂŠmico al carnaval desde la literatura. Esto supone reconocer el carĂĄcter binario que data de los carnavales de la Edad Media y tambiĂŠn sugiere la posibilidad de pensar aquellos signos en clave saussureana. Carnaval = binarios, Mujer como Hombre, Hombre como mujer, jĂłvenes como viejos, moral como amoral. AsĂ­ es posible afirmar entonces, que los sujetos participantes del carnaval necesitan de un mediador para poder performar los contrarios y asumir el papel binario. AsĂ­ Ivanov: “La premisa bĂĄsica de la antropologĂ­a estructural, formulada por Claude LĂŠvi Strauss, es que hay una bĂşsqueda constante de equilibrio entre oposiciones polares binarias en el ritual y el mito. Este equilibrio puede lograrse con una mediaciĂłn entre ellas. Esto es tĂ­pico de los ritos carnavalescos de Europa occidental‌en los que ‘los niĂąos enmascarados son los mediadores entre la vida y la muerte’. â€? ( Ivanov, 24). A la luz de esta cita y pensando tambiĂŠn en el carĂĄcter performativo del carnaval, creo pertinente pensar los objetos del carnaval como mediadores. Si los carnavales son espejos de las carencias de la sociedad que se satisfacen durante el tiempo excepcional de la fiesta, los objetos son catalizadores de aquello que necesita ser representado a travĂŠs del cuerpo. ÂżCĂłmo codificar y entender la relaciĂłn entre los objetos, los disfraces y los actores en la dinĂĄmica carnavalesca? Esta pregunta, que puede

ser abordada tambiĂŠn desde la semiĂłtica me ocuparĂĄ a lo largo de ĂŠste artĂ­culo. En primer lugar, es interesante otorgarle una organizaciĂłn espacial al carnaval y sus objetos. La calle, que es el lugar donde el carnaval se materializa, puede actuar como mediaciĂłn para hacer representaciones siempre y cuando pueda establecerse una relaciĂłn fĂ­sico-espacial que afirme esta simbolizaciĂłn performativa. Concretamente ĂŠsta es la propuesta de lectura semiĂłtica del carnaval en relaciĂłn al espacio: â€œâ€Ś el lenguaje de los objetos de carnaval se liga con la secciĂłn previa por un elemento comĂşn: la significaciĂłn del espacio. En semiĂłtica, el papel de la proxĂŠmica es aclarar las relaciones que incluyen la distancia entre un ser humano y otro o un ser humano y un objetoâ€? (Rector, 151). Vemos entonces, que no sĂłlo son los objetos, sino tambiĂŠn las distancias, las posiciones y los movimientos los que se expresan en dinĂĄmicas de sentido. Cada movimiento y cada disposiciĂłn espacial tambiĂŠn es parte de este signo binario que tiene un lado performativo y material y otro espacial. Es decir, los objetos significan algo en tanto que las dos caras del signo se complementan: el objeto y la forma en que es utilizado por aquĂŠl que lo porta y el lugar que ocupa en el espacio. AdemĂĄs de hacer notar el valor de la ubicaciĂłn de los objetos tambiĂŠn pueden establecerse ejes para estructurar de manera mĂĄs precisa el espacio del carnaval. Tal vez asĂ­ su texto sea mĂĄs claro en su estructura binaria. El primero de ellos es la calle, el afuera, el pavimento. Este aspecto es fijo y no puede jugar con la significaciĂłn. El tamaĂąo de la calle no puede modificarse. Este espacio como signo no puede variar, sino que se presa como lienzo para que los otros objetos jueguen y se cambien sobre ĂŠl. El llamado aspecto semifijo, estĂĄ compuesto por la relaciĂłn entre el bailarĂ­n y el objeto. Sea este, la mĂĄscara, el disfraz, algĂşn instrumento, algĂşn otro elemento explĂ­citamente simbĂłlico (el falo

MarĂ­a Alejandra Solano

Con esa influencia particular respeto a sus compaĂąeros, con ese carĂĄcter provocante y transgresivo, podrĂ­amos decir que Boule de Suif seria una especie de Reina del Carnaval en medio del cortejo: “Boule de Suif es, acabamos de verlo, la Reina de ese Carnaval donde desfilan al mismo tiempo la nobleza, la alta, la mediana y la pequeĂąa burguesĂ­a, el clero, los legitimistas, los bonapartistas y los republicanosâ€? (140).

“Hay un amanecer de Esperanza, hay un amanecer de AlegrĂ­aâ€?*, porque las mujeres Carnavalenguas el 25 de noviembre, DĂ­a Internacional del NO a la violencia contra las mujeres, anuncian y celebran en veredas, pueblos, ciudades y regiones; al son de ritmos colombianos y tonadas propias, el re-surgimiento de sus lenguas, voces, letras, movimientos y risas. ConfabulHadas desgajan silencios antiguos y modernos. Alrededor del dolor, tejen Mandala, cual honda que consuela y sana. Tomadas de las manos sostienen la memoria que preserva la verdad y hace posible la bĂşsqueda de la justicia. Develando, devanando, deshaciendo, denunciando: “Nadie merece ser violada, no te quedes calladaâ€?. Se escuchan los sonidos femeninos que recalcan y re-cantan su derecho humano y fundamental a vivir libre de violencias en la cama, la casa, el paĂ­s y el planeta. El Carnavalenguas es zandungueo, cumbiamba, coro de juglaresas, revolĂş, histeria, que exalta y exhorta: “Arriba las mujeres / Vamos revolucionando / No podemos permitir / Que nuestros derechos / Nos los sigan pisoteandoâ€?. Susurro que sube, en memoria de la niĂąa Yenny Torres Jaimes, violada y asesinada por el subteniente del ejĂŠrcito nacional RaĂşl MuĂąoz Linares, y en memoria de miles de niĂąas, jĂłvenes y mujeres que como ella, han sido violadas y asesinadas por todos los actores armados de la guerra en Colombia, grito:

Re-afinando la confabulaciĂłn, encontrando tiempos y espacios para crecer mĂĄs allĂĄ del logro artĂ­stico, en el 2011 se realiza la Escuela Carnavalenguas de Mujeres Colombianas, juntas cinco dĂ­as para diseĂąar, aprender, compartir el Carnaval soĂąado. Las mujeres regresan a sus comunidades, territorios y organizaciones con su paquete Carnavalenguas cargado de pelucas hechas por ellas mismas, pancartas, plantillas que aprendieron y recrearon; colores, texturas, hilos, cintas para realizar el Carnavalenguas en sus localidades y regiones, imprimiĂŠndole el son y sabor lugareĂąos. El ritual, la propuesta simbĂłlica, la mĂşsica, el teatro y la danza acompaĂąan las acciones del 25 de noviembre; y aunque las nuevas narraciones, trovas, poemas, canciones estĂĄn en afinaciĂłn, se cuentan con arengas, frases y consignas que se escuchan por el territorio colombiano. Las mujeres colombianas viviendo en medio de la guerra, la pobreza y las violencias domĂŠsticas, polĂ­ticas, sociales y culturales declaran la sororidad como la pĂłcima que permite protegerse, acompaĂąar-se, defender-se; comprometidas con la defensa de los derechos humanos de las mujeres desde las acciones artĂ­sticas, lĂşdicas, comunitarias y acompaĂąando las acciones pĂşblicas de incidencia de las organizaciones, redes, confluencias y procesos que hacen parte del Programa Mujeres y Violencias. Carnaval de Mujeres Colombianas, proceso y evento nacional que convoca al arte, la alegrĂ­a, el juego y la palabra; a re-mover los cĂ­rculos de violencia, indiferencia, impunidad y silencio que rodean la cotidianidad, la vida y la dignidad de las niĂąas, niĂąos, jĂłvenes y mujeres. Arte popular cantando e inmortalizando la memoria dignificante de las mujeres, sus dolores y sus logros. Besos, Versos y mĂĄs ÂĄCarnavalenguasssssssssssss! Piedad Morales MedellĂ­n, tarde sabatina con medio dĂ­a brumoso, dalias y rosas florecidas, 17 de marzo de 2012.

Celia Cruz. Carnaval

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Sobre la tradiciĂłn del carnaval: una mirada al origen del carnaval colombiano

Para comenzar, vale la pena trasladarse a las tradiciones Africanas que son, por lo general, importantes para el entendimiento del carnaval en Colombia. Su importancia radica en que la cultura africana tambiĂŠn fue parte de nuestro proceso colonial, el cual hemos decidido ignorar. Las fiestas y lo carnavalesco solemos relacionarlo directamente con las tradiciones europeas enfocando nuestra mirada a un referente mĂĄs alto al cual estamos acostumbrados identificar. SegĂşn Jacques Heers, en su libro Carnavales y Fiestas de Locos, el carnaval serĂ­a una expansiĂłn en el espacio urbano de las fiestas que celebraban los jĂłvenes clĂŠrigos en el ĂĄm-

bito sagrado de la Iglesia. Estos festejos incluĂ­an danzas y mascaradas que darĂ­an origen a las caracterĂ­sticas particulares del carnaval. Heers propone que las caracterĂ­sticas principales del carnaval nacen en la cultura eclesiĂĄstica europea que determinan rasgos principales que son asociados con la idea del carnaval. Por otro lado, la perspectiva de Umberto Eco encuentra la razĂłn por la que el ser humano decide adoptar la identidad carnavalesca la cual no es considerada como una ruptura de la norma social. El propone comprender a la inversiĂłn carnavalesca no como una rebeliĂłn temporal en contra de la norma, sino como una transgresiĂłn autorizada que se instituye en el marco de una ley vigente y conocida por todos los participantes. En ese sentido, el autor sugiere que sin una ley instituida y vĂĄlida, no hay carnaval posible. En consecuencia, no supondrĂ­a mĂĄs que un reforzamiento de la norma en clave festiva. Si asumimos lo dicho por Eco, las tradiciones africanas implantadas en la colonia constituyen un reforzamiento de la norma y de las practicas africanas utilizadas en el carnaval. Si tomamos como ejemplo el carnaval de Barranquilla, en primer lugar se relaciona la tradiciĂłn en la medida en que todavĂ­a es una fiesta costera. El hecho de que los carnavales se inscriban dentro de la llegada marĂ­tima de los paĂ­ses americanos pone en evidencia la herencia de las practicas africanas que se dieron por la llegada de los esclavos africanos a los puertos (como el de Cartagena) en donde se establecen aĂşn hoy algunos de los carnavales mĂĄs importantes: Las danzas grandes del carnaval de Barranquilla tienen sus orĂ­genes en los cabildos negros cartageneros, bien individualizados, puesto que “cada cabildo bailaba su danza particularâ€? (‌). Un proceso anĂĄlogo ocurriĂł con sus si-

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Jorge GaitĂĄn DurĂĄn, junto con sus compaĂąeros de la revista Mito, es uno de esos autores que el comĂşn denominador olvida a pesar de ser uno de los personajes que re-modernizaron la poesĂ­a colombiana en el siglo pasado. Jorge GaitĂĄn DurĂĄn nos hizo ver cuerpos definidos en tiempo y espacio para los que la carnalidad jugaba en los lĂ­mites de lo abyecto, lo significado, lo vivo y lo muerto, lo definido y lo etĂŠreo. Para ĂŠl, la muerte y la vida se infectaban mutuamente, hasta el punto de ser cada una posibilidad de la otra. Incluso, las nuevas significaciones, los nuevos signos, las nuevas formas de entender el cuerpo y la sexualidad, la vida y al ser humano tenĂ­an posibilidad sĂłlo ante la instantaneidad de la muerte. Todo en su obra respira vida y creaciĂłn pero solo en la medida en que la muerte y la destrucciĂłn lo posibiliten. Su obra se enmarca dentro del mundo de las paradojas, de las rupturas de cadenas de significaciĂłn, de cuerpos que se desdibujan de los mĂĄrgenes sociales. Quisiera decir que su obra es carnaval.

La muerte, al igual que el carnaval, es el instante que permite la creaciĂłn. ÂżQuĂŠ tipo de creaciĂłn? Tanto la muerte en la obra poĂŠtica de GaitĂĄn DurĂĄn como el carnaval buscan la transformaciĂłn del lenguaje que oprime y obliga a reproducir viejas estructuras. Es decir, ambos buscan modificar el lenguaje, esas formas de ver y sentir el mundo heredadas y conservadas en pro del manteni-

miento de la sociedad. Las personas que viven el carnaval y Jorge GaitĂĄn DurĂĄn ven un lenguaje desprovisto de libertad y ante esta falta de libertad buscan revelarse. Unos mediante el goce de los socialmente llamados vicios, el descubrimiento de sus propios cuerpos y su sexualidad o con disfraces que le permitan jugar a tener otras personalidades paralelas logran, hasta cierto punto, liberarse. Jorge GaitĂĄn DurĂĄn intenta esa liberaciĂłn con la obra poĂŠtica. Y lo logra, aunque sea solamente en el corto intervalo del poema. De hecho, lo deja claro al decir ĂŠl mismo que “la poesĂ­a es una forma de violenciaâ€? (GaitĂĄn Si maĂąana despierto 74). No una violencia necesariamente negativa, es la violaciĂłn del lenguaje que posibilita la creaciĂłn de nuevos significados, de nuevos lenguajes con los que la experiencia personal se puede hacer un poco mĂĄs cercana. Porque para GaitĂĄn DurĂĄn, el lenguaje, las palabras heredadas, vacĂ­as y caducas no le permiten al ser humano transmitir sus emociones, sus sentimientos, sus experiencias de vida. Lo han aislado de sĂ­ mismo y de los demĂĄs. Por eso, la obra poĂŠtica, el instante de creaciĂłn, es “una lucha por la palabra, una palabra que signifique y a la vez que rutile: el vocablo poĂŠtico debe llevar al reino del otro la pesadumbre de la existencia humana y a la vez tener vida propia: gloriaâ€?. Entonces, entra la muerte a permitir esta creaciĂłn. En su poema “Cada Palabraâ€? hace esto evidente al decir: “Cuando la muerte es inminente, la palabra/ - cada palabra- se llena de sentidoâ€? (Jorge GaitĂĄn Si maĂąana despierto 27). Es la muerte como instante, no como proceso ni eterna compaĂąera la que logra dar significado. ÂżCĂłmo puede ser eso posible? Porque el instante de la muerte se mueve los lĂ­mites de lo significado. La muerte, como lo ve Julia Kristeva, es eso otro que se hemos configurado como abyecto. La establecimos mental y socialmente como un lĂ­mite al cual le oponemos, esencialmente, nuestros deseos de vivir. Contrario a la vida a la que nos queremos aferrar y a la cual hemos

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“No hay que llorar, que la vida es un carnaval y las penas se van cantando�.

Concebido así, el Carnaval se convirtió en el pre-texto ideal para proponer a las mujeres colombianas salir a la calle, a lo público, a promover su Derecho a una Vida libre de violencias (ley 1257/08), partiendo del arte popular, de la sabiduría cultural y ancestral de las mujeres; de sus voces cada vez mås fuertes, claras, contundentes y políticas. Un tema difícil de tratar, de hablar; la violencia hacia las mujeres es naturalizada cultural, política y socialmente. La documentación y denuncia, develan un mundo de horror vivido fundamentalmente por mujeres, jóvenes, niùas y niùos. Cómo hablar de todo ello sin quedar suspendidas en la lågrima, la rabia, la impotencia‌ el círculo de la violencia. Cómo salir de allí con la voz fortalecida, el espíritu liviano, la vida brotando amorosa por entre las fisuras de la devastación, el silencio, la impunidad, el abandono; es decir: cuerpo, alma, ånima, ånimo, sujeta política sana, alegre y autoafirmada; juntas, calentando alas, amontonando latidos, rodeåndose de las memorias femeninas y avivando la voz de las mujeres. Se juntaron Hadas Madrinas y oportunidades haciendo posible la convocación en el 2010: Llegaron mujeres indígenas Yanaconas y Emberas, negras, campesinas, citadinas, populares, casadas, solas, lesbianas, cabezas de familia, estudiantes, victimas sobrevivientes del conflicto armado, informales, abuelas, jóvenes

En AmĂŠrica, los carnavales mĂĄs llamativos y alegres se ven en RĂ­o de Janeiro, la Habana, Barranquilla, PanamĂĄ, New OrleĂĄns, Trinidad y diversas ciudades del ĂĄrea circumcaribe. EstĂĄn ubicados en zonas donde el hombre de ĂŠbano contribuye con su trabajo e inteligencia al desarrollo de la economĂ­a desde la ĂŠpoca colonial. Muchos seres humanos ven en el carnaval una forma de desnaturalizar la identificaciĂłn en la que los tiene inmerso el mundo moderno para encontrar en ĂŠsta prĂĄctica diversos modos de liberaciĂłn. El carnaval en Colombia suele inscribirse dentro de ciertas figuras que describen la alegria que ĂŠste mismo etimologicamente representa. Los colores, los trajes, la celebraciĂłn y la identidad son parte de la construcciĂłn del termino carnaval. Cada aĂąo en el paĂ­s se celebran carnavales como el de Barranquilla, el de negros y blancos, el de rio sucio y el de BogotĂĄ en donde la gente suele salir a la calle y participar de la practica del discurso carnavalesco. Pero lo que no es claro es el origen de la tradiciĂłn; cĂłmo y en quĂŠ ambito se crearon semejantes festividades que ponen en evidencia problemas de identificaciĂłn cultural y de identidad en espacios donde la mirada estĂĄ enfocada en estas practicas pero realmente no se observa quĂŠ es lo que hay detrĂĄs de la misma mĂĄscara del carnaval.

POR SIEMPRE Y SIEMPRE CIGARRA

Jorge GaitĂĄn DurĂĄn y la muerte como posibilidad de resignificaciĂłn

Carnaval entendido no como un derroche de alegrĂ­a y color, sino como un espacio-tiempo en el que el sujeto puede jugar con los mĂĄrgenes y re-descubrirse corporal y mentalmente. El carnaval es el momento en que las categorĂ­as sociales pueden ser atacadas, destruidas con el fin de crear unas nuevas. En palabras de Michail Bachtin “el carnaval es la fiesta del tiempo destructor y regeneradorâ€? (Bachtin 318). Es con esta idea con la que se puede establecer un paralelo entre la concepciĂłn de la muerte de Jorge GaitĂĄn DurĂĄn y el carnaval.

MĂĄria Gomez Lara traducido por: CĂŠlia Vankeisbelck

CARNAVALENGUAS: Carnaval de lenguas, voces y letras de Mujeres

La proclama del Carnaval –como fiesta universal que nos llega navegando en la Memoria y el Tiempo- es a celebrar la vida, a re-crearla, partiendo de la diversidad. Jolgorio colectivo donde se encuentran lo sacro y lo mundano y a travÊs del arte, la alegría, la música, la danza se dis-ciernen conflictos identitarios, políticos, religiosos. Las gentes se atuendan; como desfile alegre llenan las calles, se re-conocen entre símbolos, ritmos, movimientos de cadera. La rabia da paso al asombro o a la risa, espanta la indiferencia, la alienación, la beneficencia, la falsa caridad y la tolerancia convertida en alcahueta de la impunidad. El Carnaval es la fiesta cósmica dentro del ritual de celebración de la sana y alegre convivencia. A esclavas y esclavos sólo se les permitía cantar durante los carnavales y fiestas que generalmente estaban dedicadas a honrar al rey o amo de turno, ellas y ellos aprovechaban, para luego de desearle buena salud y encomendarlo a Dios y sus santos, entonar cantos de resistencia, danzas que honraban antiguos dioses, allå en el à frica ardiente. Es el carnaval una de las mayores argucias humanas para mantener la memoria de lo vivido, entregado y construido por anteriores generaciones, por nuestros lejanos y cercanos ancestros. El carnaval es una fiesta universal, al igual que el humor y el arte, la encontramos en todos los continentes y culturas, tiene resonancias culturales, sociales y políticas.

1.Esta codificaciĂłn del espacio viene del artĂ­culo de MĂłnica Rector citado al final. BibliografĂ­a: Umberto Eco, MĂ´nica Rector, Vi a cheslav Vsevolodovich Ivanov. Carnaval!.MĂŠxico D.F: Fondo del Cultura econĂłmica, 1998. Impreso.

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adultas, del Cauca, Valle del Cauca, Santander, Caribe, ChocĂł y Antioquia, plenas de ganas, florecidas de creaciĂłn. Juntas dieron a la luz y urdieron los primeros hilos arcoiricos del Carnavalenguas, Carnaval de lenguas, voces y letras de mujeres: acciĂłn directa de alegrĂ­a, colorido, sones, tambores, poemas e historias contundentes para exigir derechos, llenar silencios milenarios, exorcizar dolores, limar aristas en el alma, ir de la rabia a la esperanza.

* Los entrecomillados son fragmentos de obras creadas por las mujeres durante su participaciĂłn en el Carnavalenguas.

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“Boule de Suif encarna maravillosamente la imagen tradicional, publica y espectacular del Carnavalâ€?, afirma Privat (136). Ella es “pequeĂąa, redonda por todas pates, grasosa como un cerdo, con dedos hinchados, estrangulados a la altura de los falanges, iguales a ristras de salchichasâ€? (Maupassant 45). En Boule de Suif, como en el personaje Carnaval, la voluptuosidad de la comida se mezcla con la voluptuosidad del cuerpo. “En ella, se mezclan el placer de la carne y el deseo de la carne, exuberancia y lujuria, frescura y perversidadâ€? (Privat 137). Ella es “apetecible y concurridaâ€?, su rostro es comparado a “una manzana rojaâ€? y es tan deseable porque tiene ‘una boca encantadora, estrecha, hĂşmeda para el besoâ€? (45). TambiĂŠn es una figura llena de contrastes. Tiene “dos ojos negros magnĂ­ficos, umbrĂ­os de largas pestaĂąas espesos que ponen una sombra dentroâ€? (45). De hecho, el contraste en ella va mas allĂĄ de una mezcla grotesca de elementos diferentes: tiene al mismo tiempo algo de magnifico y de perverso, una sombra tentadora. Boule de Suif encarna la estĂŠtica del exceso, del grotesco y de la trasgresiĂłn. Es su posibilidad de trasgresiĂłn de la orden que la vuelve deseable, y, aunque empieza por ser descrita de una manera ridĂ­cula, tiene un poder insĂłlito sobre los otros personajes, los puede intimidar con su provocaciĂłn: “pasea sobre esos vecinos una mirada tan provocante y audaz que un gran silencio reino enseguida, y todo el mundo bajo la miradaâ€? (45-46). SegĂşn Privat, es “una figura inacabada, inmediatamente conocida y reconocida por todos, del gozo o mas exactamente de la insostenible trasgresiĂłn carnavalescaâ€? (137)

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de la marimonda en la mĂĄscara por ejemplo), la relaciĂłn fĂ­sica que se asuma con este objeto al bailar tambiĂŠn serĂĄ determinante en la lectura carnavalesca. El Ăşltimo eje es el eje informal, que tiene que ver con la interacciĂłn y la cercanĂ­a que se permitan unos bailarines con otros. Habiendo expuesto esta posibilidad de mediciĂłn de los objetos del carnaval, el lector de preguntarĂĄ quĂŠ es lo que puede leer exactamente a partir de estos conceptos abstractos que ponen sobre un plano a cruadrĂ­cula el espacio carnvalesco1. La respuesta nos regresa a las estructuras binarias: por lo general, esta organizaciĂłn espacial reproduce este mundo al revĂŠs que sitĂşa a los pobres en el lugar de los ricos, a los hombres en el pellejo de las mujeres y a los niĂąos en la representaciĂłn de la muerte. Estas mediciĂłnes son seguro mĂĄs claras a la luz de un objeto especĂ­fico. MĂłnica Rector se basa en el carnaval de RĂ­o de Janeiro y en sus sambistas para plantear lo arriba presentado. Sin embargo , con el perdĂłn del lector, me limito a remitirlo a la maravillosa lectura de su artĂ­culo, puesto que mi intenciĂłn aquĂ­ no es sĂłlo exponer y explicar una forma de codificar el carnaval. Por el contrario, deseo poner herramientas teĂłricas sobre la mesa, que evidencien que el carnaval tiene en efecto estructuras simbĂłlicas y semiĂłticas que merecen mĂĄs atenciĂłn. El carnaval sigue siendo un objeto de estudio descuidado y dadas las condiciones comerciales y turĂ­sticas de hoy, cada vez mĂĄs incierto. Sea la presente una invitaciĂłn a seguir viendo en las estructuras del carnaval, mediaciĂłn simbĂłlica y compleja, a pesar de verse como binaria que no sĂłlo merece ser estudiada sino tambiĂŠn exaltada y ampliada.

significado totalmente creyĂŠndola estable y certera, la muerte es el lugar de lo indefinido, lo no concreto y sobre la que no se puede tener conocimiento certero alguno. La muerte es un “no serâ€? aterrador que hemos significado como vacĂ­a y radicalmente opuesta. Pero es precisamente por este aparente vacĂ­o significativo que repelemos la muerte, porque ella “draws me towards the place where meaning collapsesâ€? (Kristeva 2). Ante la muerte, las palabras abandonan sus significados antiguos, juegan con nuevos conceptos para la misma forma escrita u oral. Entonces, es en la muerte en la que se pueden crear nuevas cosas, en la que el lenguaje se puede romper y re-crear. AsĂ­, la obra poĂŠtica de Jorge GaitĂĄn DurĂĄn logra ser efectivamente liberadora y creadora porque coquetea con lo abyecto y se mete en sus dominios, dejando atrĂĄs las antiguas formas vacĂ­as y caducas que hemos heredado. Es mĂĄs, la muerte, el cadĂĄver que se descompone se vuelve un tema importante, porque el cadĂĄver con su carne descompuesta y repulsiva es en sĂ­ la posibilidad de ver nuevos lenguajes. En “Sospecho un signoâ€? se hace clara esta posibilidad de creaciĂłn en lo abyecto:

naval, como sucesoras de cabildos de DĂ­a de Reyes, reviste una importancia singular para la culturade America Latina. La referencia zoomorfa se relaciona con elementos etnoculturales africanos. (UrfĂŠ). La existencia de estas practicas africanas trasciende hoy en dĂ­a en la forma en que se constituye el carnaval en Barranquilla. La implementaciĂłn de lo africano en figuras zoomorfas y los elementos etnoculturales se inscriben en el espacio del carnaval como una practica que reafirma la identidad dentro del mismo espacio carnavalesco asociĂĄndolo a la normatividad. Hoy en dĂ­a perdura esa tradiciĂłn del cabildo africano y de los elementos culturales de ellos en el carnaval que son simbolizados en el personaje del rey momo. Él hace que perdure la tradiciĂłn africana pues siendo hijo del sueĂąo y de la noche, preside las fiestas de los locos, que se celebran en pueblos, aldeas y ciudades. “Es divinidad de la burla, amo de la sĂĄtira hiriente y del sarcasmo cruel y de la mĂĄs despiadada ironĂ­a, Momo se convierte en el “protectorâ€? de todos aquellos que se entregan al jolgorio, al escĂĄndalo del vicio y a los excesosâ€?. (http://www.carnavaldebarranquilla.org/ Carnaval). El carnaval entonces puede ser comprendido como un espacio de producciĂłn de significaciones propias y originales que recurren al peso de la tradiciĂłn para constituirse como personaje aceptado dentro del ambiente carnavalesco. Cuando hablamos de carnaval recurrimos a la historia, sobretodo a la historia colonial en donde nace la practica de nuestro carnaval. SegĂşn Escalante el caso especĂ­fico de la ciudad de Cartagena de Indias lleva a constituir la organizaciĂłn y jerarquizaciĂłn que hoy en dĂ­a tambiĂŠn encontramos en la practica: El General Posada GutiĂŠrrez nos cuenta que despuĂŠs de la procesiĂłn de Nuestra SeĂąora de la Candelaria, el 2 de febrero, seguĂ­an celebrando diariamente las fiestas de iglesia de los diversos gremios, hasta el domingo de carnaval, dĂ­a que le correspondĂ­a a los negros bozales. Para esa fecha los esclavos se congregaban en cabildos. “En ese

dĂ­a imitando con alegrĂ­a las costumbres de su patria . . . embrazando grandes escudos de madera forrados en papel de colores, llevando delantales de cuero de tigre, en la cabeza una especie de rodete de cartĂłn guarnecido de plumas de colores vivos, la cara, el pecho, los brazos y las piernas pintados de labores rojas, y empuĂąando espada y sables desenvainados, saldan de la ciudad a las ocho de la maĂąana ... Iban cantando, bailando, dando brincos y haciendo contorsiones al son de tambores . . . Las mujeres no iban vestidas a la africana . . . sus amos se esmeraban en adornadas con sus propias alhajas. Las reinas de cada cabildo marchaban erguidas, deslumbrantes de pedrerĂ­a y galones de oro, con la corona de reina guarnecida de diarnan asna de esmeraldas, de perlas. (Escalante 6) Ese disfraz de rey momo, que representa los valores y tradiciones de un pueblo marginado que subvierte la descripciĂłn mencionada anteriormente del papel del africano en su propio carnaval, plantea diversas problemĂĄticas que el mismo carnaval suscita. ÂżpodrĂ­amos decir que el coronar la tradiciĂłn suscita revertir el orden social que histĂłricamente ha sido jerarquizado? Âżes posible encontrar una manifestaciĂłn en el carnaval con respecto a personajes como ĂŠste? Âżen quĂŠ medida el carnaval entra a jugar el papel de la crĂ­tica o de la perversiĂłn? Estas preguntas ponen al lector a pensar en quĂŠ medida hemos olvidado nuestra tradiciĂłn para poder entender la practica del carnaval que en Colombia mĂĄs que un motivo de festejo deberĂ­a ser objeto de mirada con lo que ĂŠl mismo representa.

MarĂ­a Paula AlarcĂłn BibliografĂ­a: t#"+5Âś/ .JKBJM -B DVMUVSB QPQVMBS FO MB &EBE .FEJB Z FO FM 3FOBDJNJFOUP &M contexto de François Rabelais, Alianza Editorial, Madrid, 1989. t&$0 6NCFSUP *7"/07 7 7 3&$503 .Ă˜OJDB $BSOJWBM &EJUBEP QPS ćPNBT A. Sebeok, Mount Publishers, BerlĂ­n, Alemania, 1984. t&4$"-"/5& "RVJMFT i-BT NBTDBSBT EF NBEFSB FO FM ÂŤGSJDB Z FO FM DBSOBWBM EF Barranquillaâ€?. En Divulgaciones EtnolĂłgica, no.1 (1980). t(6*."3&: .BSĂ“B &M DBSOBWBM DPNP QSĂˆDUJDB TPDJBM FTQFDUBDVMBS QFSTQFDUJWBT para una revisiĂłn de la historiografĂ­a tradicional del Carnaval. Encontrado en: http:// zambrarte.blogdiario.com/img/carnaval.pdf consultado el 30 Marzo de 2012. t)&&34 +BRVFT $BSOBWBMFT Z Ä•FTUBT EF MPDPT o QVCMJDBEP QPS MB -JCSBJSJF "SUIĂ’NF Fayard de ParĂ­s en 1983- TraducciĂłn de Xavier Riu I Camps, Ediciones PenĂ­nsula, Barcelona, 1988. tIUUQ XXX DBSOBWBMEFCBSSBORVJMMB PSH $BSOBWBM DPOTVMUBEP FM .BS[P EF

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cado porque la muerte se ha llevado junto con su respiraciĂłn, las palabras que se le imponĂ­an. QuedĂł un cuerpo como una hoja en blanco sobre la que se puede escribir. Se sospecha un signo y con esta sospecha llega la vida. Una vida mĂĄs libre, mĂĄs joven que puede empezar a sentirse propia. Esta nueva vida juega entre la eternidad, entre lo que se escapa de las manos y lo que se puede asir con el lenguaje. La muerte, su instantaneidad y su fatalidad estĂĄn del lado del poeta que quiere atacar la realidad, y en la destrucciĂłn que la acompaĂąa, le permite crear una vida mĂĄs libre, mĂĄs pura – como en el carnaval. La risa, la destrucciĂłn de las jerarquĂ­as sociales en el breve lapso del carnaval, dejan al sujeto con todo su ser “en blancoâ€? para ser re-significado y justamente el carnaval encontrĂł en lo vedado, en lo opuesto a lo “normalâ€?, es decir, en lo abyecto el espacio y los actos perfectos para liberarse.

Claudia Rondon Bohorquez

‌ Horas despuĂŠs de que la guillotina ha separado limpiamente la cabeza del tronco, hay vĂ­sceras que se estremecen y sienten: Ăłrganos que siguen viviendo. Sospecho que esos pedazos de carne tienen ex presiĂłn. Sospecho un signo en el tumulto, una soberanĂ­a (rapto o ademĂĄn) en la materia, cuando se asoma a la nada. He aquĂ­ al ser bajo un nuevo y lancinante foco de luz. (Jorge GaitĂĄn Si maĂąana despierto 28) Esto es, la muerte estĂĄ viendo a la vida desde su orilla opuesta. Hay un cadĂĄver, una vida mortal que ha “dejadoâ€? de ser, pero es justo cuando deja de ser que se puede presentir un nuevo lenguaje, algo diferente. Entonces, el cuerpo se llena por fin de signifi-

BibliografĂ­a: Bachtin, Mijail. “Carnaval y Literatura: Sobre la TeorĂ­a de la Novela y la Cultura de la Risaâ€?. ECO 23.129 (1971), 311-338. Impreso GaitĂĄn, Jorge. Si MaĂąana Despierto. BogotĂĄ: Ediciones Mito, 1961 Kristeva, Julia. Powers Of Horror: An Essay on Abjection. Trad. Louis Ferdinand Celine. New York: Columbia University Press, 1982.

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Encuentro Por: Diejo J. Caicedo

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Repens-ANDO el Carnaval

‌la gente baila, suda, grita, canta, sonríe, se cansa y vuelve a empezar‌

En el mundo de hoy el carnaval se ha convertido en un evento que ofrece un espacio amable, diferente, exĂłtico y maravilloso al cual ya sea por costumbre, por turismo o por curiosidad, muchos de nosotros queremos asistir pues nos gustarĂ­a explorar el interior de tan extraĂąo acontecimiento. El primer paso: todo empieza con los medios de comunicaciĂłn que con mucha antelaciĂłn nos venden el carnaval como una “celebraciĂłnâ€? llena de felicidad, color, mĂşsica y arte. Esta influencia mediĂĄtica puede ser la razĂłn de por quĂŠ en Colombia estamos pendientes del carnaval de blancos y negros, el de Barranquilla, el de las flores en MedellĂ­n, la feria de Manizales y hasta el novedoso festival que se realiza en Puerto GaitĂĄn, entre otros de pueblos y territorios mĂĄs pequeĂąos y/o olvidados. Pero, en realidad Âżque hay detrĂĄs de este “carnavalâ€?? ÂĄGente! estamos en presencia de una macabra transformaciĂłn del carnaval, pues ahora se convirtiĂł en una festividad cuyo Ăşnico objetivo, ante mis ojos, es la conformidad del pueblo con su condiciĂłn paupĂŠrrima y melancĂłlica.

El segundo paso: la penetraciĂłn donde la gente baila, suda, grita, canta, sonrĂ­e, se cansa y vuelve a empezar. En este acto y por un instante podrĂ­amos definir al carnaval como un espacio temporal donde las diferencias se erosionan, donde los disfraces nos hacen iguales y donde la ocasiĂłn nos hace amigos, somos una gran masa donde la discriminaciĂłn y la violencia simbĂłlica desparecen. No hay gĂŠnero, no hay sexo, no hay blanco, no hay negro, no hay homosexual, no hay heterosexual, solo hay seres humanos siendo lo que quieren ser, representando sus deseos sin freno, sin lĂ­mites y sin pudor. Este es el escenario ideal de quienes abogan por la igualdad real y material. Este escenario es el espacio en el cual se da el cĂ­rculo vicioso que se repite una y otra vez con la excusa de estar viviendo una celebraciĂłn. ÂżUna celebraciĂłn de que o por quĂŠ? ÂżPor los miles de crĂ­menes impunes que no son resueltos por la ineficacia del Estado y/o sobrecarga de trabajo? ÂżPor miles de victimas que buscan su resarcimiento con la esperanza de que algĂşn dĂ­a llegarĂĄ? ÂżPor ser el paĂ­s que mas impuestos paga en el mundo? ÂżPor poseer las ciudades mas violentas en los rankings mundiales? O tal vez, por el desempleo o por que la mayorĂ­a de la poblaciĂłn vive del crĂŠdito con el Ăşnico sueĂąo de conformarse con comprar una casa. Ya sea por el deseo estatal o por el deseo de algunos pocos privilegiados, la masa carnavalera recibe su aliciente, como si con paĂąitos hĂşmedos algo fuera a cambiar. Este sometimiento, esta mentira y esta manipulaciĂłn dan fe de nuestro conformismo. Es hora de terminar con esto y buscar que en realidad los carnavales y su naturaleza, espĂ­ritu y alma sean promovidos, no solo como una excusa para legitimar una y otra vez la buena voluntad de un Estado, sino como un espacio “subversivoâ€?, un campo de acciĂłn para que las brechas sociales empiecen a desaparecer pero no por un momento, por unos dĂ­as, sino por algo mĂĄs‌

MÂŞ Alejandra GĂłmez Moreno

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Antifaz de cavidades Fui compositor de pesadillas Fui la luna, o el aberrado ser que mordía su silueta de vez en vez para que no te iluminara. Fui un medio sin entorno, entre cardos de un cálido color y entre retardos de un árido vicio, amalgamando de cuando en cuando un sin número de bailes frustrados, dejando caer como juicios los párpados pesados. Fui un cuento de hadas, sediento de vidas enmarañadas y de un primer resplandor de cantos a vapor, con viento en la frente y aire caliente, mas quedé fusilado por un mundo aislado, o un fin sin retorno. Fui el infinito, a lo lejos, entre la constelación Lira y sus dos soles, a través de la penumbra en un abrir y cerrar de dientes, de bailarines pendientes, mientras viajaba sobre un claro de luz momentos antes del roce secreto entre aguja y vinilo. Fui un sueño a medias; sin zapatos.

Marco Perilla

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