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No utilices el mismo protector solar para la cara

Desde un punto de vista sanitario

Hemos aprendido a valorar nuestra sanidad y a los profesionales de la salud. Nuestros farmacéuticos, médicos, equipos de enfermería y auxiliares. Aquellos que han estado cuidando de los pacientes, tranquilizándolos a pesar de sentir el mismo miedo. Y es que, este tipo de situaciones límite, con la salud en juego, hacen que nos sintamos orgullosos de nuestro sistema sanitario y de sus profesionales, independientemente de ideologías.

También, que para que la sociedad funcione, todos y cada uno de nosotros somos necesarios. Pero sobre todo, nos hemos dado cuenta de que los aplausos a las ocho de la tarde desde nuestras ventanas o balcones, o un simple gracias, se queda corto para agradecer toda su labor.

El coronavirus también nos ha recordado aquello que nos han inculcado nuestros médicos y farmacéuticos desde pequeños: a protegernos, a toser en el codo, a no tocarnos la cara, a lavarnos frecuentemente las manos, y a respetar las distancias. Nos hemos dado cuenta de la importancia que tiene mantener una buena higiene y

la responsabilidad individual que esto conlleva.

Desde un punto de vista profesional

Esta situación ha hecho que empresas de diversos sectores se reinventen. De la noche a la mañana, hemos visto cómo las compañías y los centros de enseñanza han reconvertido su metodología de trabajo, donde la digitalización y el teletrabajo han sido un punto clave. Todo esto, ha hecho que nuestra casa se convierta en nuestra oficina. Y por si fuera poco, hemos tenido que compaginarlo con las tareas del hogar y el cuidado de los más pequeños. Pero si hay algo a destacar de esta crisis, es la situación tan difícil que están viviendo miles de personas que han perdido de manera temporal o permanente su empleo.

Desde un punto de vista medioambiental

Hemos podido ver cómo ha bajado drásticamente la contaminación en el aire y en los mares, descubriendo vistas de ciudades que antes estaban ocultas. Los animales han regresado al hábitat que habían abandonado. Todo ello nos ha hecho darnos cuenta del daño que podemos hacer a otros seres vivos de nuestro planeta, y a nuestro propio hogar, la Tierra. Estas semanas hemos podido ver a jabalíes, patos o pavos andando por los pueblos o carreteras, osos albinos en las ruinas mayas o grandes cetáceos, como las ballenas, en las costas del mediterráneo.

Desde un punto de vista social

Si algo hemos aprendido con esta crisis sanitaria es a vivir de otra manera, hemos tenido que cambiar ciertos hábitos de nuestra vida diaria y hacer un mayor esfuerzo en muchos sectores, como en el sanitario. Esto no debe quedar ahí, tenemos que continuar colaborando todos y en todos los sectores con las medidas de seguridad, para que el esfuerzo inicial no quede en vano, y poder salir de esta crisis lo antes posible y de la mejor manera.

Desde un punto de vista personal

El coronavirus ha cambiado tantas cosas, que incluso ha afectado a nuestra forma de relacionarnos. Desde una videollamada, hasta un abrazo al aire. Nos ha hecho valorar el poder tocar o estar cerca de nuestra familia y amigos. Nos ha enseñado mucho, ahora podemos ver a los mayores mano a mano con las nuevas tecnologías para poder sentir a sus seres queridos más cerca. Además, este confinamiento nos ha hecho disparar nuestra creatividad: conciertos online, cenas por videollamada, vecindarios y balcones que nos han dado muchas alegrías y nos han sacado más de una sonrisa.

Estos meses hemos aprendido muchas cosas, pero si algo sacamos en claro, es que a pesar de ser los mismos, somos mucho mejores.

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