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Departamento de enfermería y gerocultor
Departamento de enfermería y gerocultores
Gabriela Agostini
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Coordinadora de enfermería
Hablo por ambos departamentos, y creo que no me equivoco, cuando digo que todos recordaremos estas fechas y época para toda la vida.
Desde el 12 de marzo, que se cierran las visitas, nuestra vida dio un giro por completo. No nos había dado tiempo si quiera a plantearnos un nuevo modelo de trabajo cuando se les pidió a los trabajadores el 150%, y lo superaron con creces.
Nos vimos inmersos en esta nueva forma de trabajar, con mascarillas 24 horas, uso de pantallas y otros equipos de protección individual, además de tener que aumentar desde el 19 de marzo las jornadas de trabajo a 12-14 horas diarias, pues desde esa fecha se mandó a casa a un gran número de trabajadores, por prevención al haber estado en contacto con una residente positiva en COVID-19. Al poco, hubo que mandar nuevamente a casa a otro gran grupo del personal, y creamos en una mañana una planta de aislamiento, con más de 20 cambios de residentes entre plantas.
Recuerdo esas fechas y todavía me cuesta asimilar cómo cambió todo de la noche a la mañana, y lo que lograron estos dos grandes departamentos, que han estado en primera fila desde el primer momento. Todos los días se reunía al personal y se comunicaban las pautas a seguir para que no hubiese el mínimo descontrol en el estado de salud de los residentes. El sobreesfuerzo que han hecho, para que no se produjera un contagio masivo y hubiese a su vez calidad en los cuidados básicos, ha sido tremendo. “ “
He visto cómo las personas que conforman el equipo de enfermería, en estas situaciones límite, han sacado pecho y han llevado el control del centro de una manera exquisita. Han mantenido una constancia, liderazgo y hasta sonrisas en momentos muy duros. No han tenido momentos para el descanso ni para el cansancio. Han priorizado la calidad de la atención a los mayores (ya que se había sacrificado una parte vital para ellos, como eran las visitas de sus familiares) y durante 2 meses han vivido más en el centro que con sus propias familias.
Los gerocultores han sido clave en esta situación: habiendo menos enfermeros en el centro en ciertos momentos, ellos supieron continuar su trabajo y tomaron el control. Gracias a su buen trabajo y uso de medidas adoptadas, este virus no se ha propagado.
También ellos se han visto con muchísimo trabajo y, aun así, son los primeros que, viendo la situación que se vivía en España, se ofrecían a prolongar sus jornadas de trabajo. También en un grupo de ellos se tuvo que modificar sus horarios y todas las respuestas ante estos cambios eran de valentía y de querer aportar y ayudar a los compañeros. He visto momentos impresionantes tanto en enfermería como en gerocultores. He observado cómo, a “ pesar de todo, se seguía manteniendo la atención centrada en la persona. “
A pesar de que los técnicos se ocupaban de las videollamadas, en los ratos que podían también las realizaban ellos. Se paraban a escuchar a los mayores, y vi cómo han sido mimados más que nunca. Sabían que, en estos momentos de crisis sanitaria, ellos eran una parte fundamental para que El Pino y los residentes salieran lo menos perjudicados ante tantos cambios. Todos han dado un paso para adelante y han querido formar parte, cuidar y salvar a esta gran familia.
En la presente nueva normalidad la situación ha mejorado, pero no nos relajamos, continuamos pidiendo a los equipos de trabajo el 100% para que siga saliendo todo igual de bien. A todos ellos les doy, y siempre les daré, gracias infinitas por el trabajo que hacen a diario, con tanta generosidad y buen hacer.