SUMARIO
Sumario
Memoria de Actividades Artículos de Prensa Partituras y Canciones Que hablen los niños Mucho por decir Nuestras vivencias del grupo El 2006 en imágenes 4. Cosas de nuestro pueblo Anecdotario Calabazón Orígenes de Don Benito Don Benito. Ciudad 150 años 5. Investigación de Folklore Indumentaria tradicional Peñalsordo, un pasado lejano 6. Oficios antiguos Ganadero y artesano del mimbre Primer electricista autorizado Faenas de no olvidar, encajar paja 7. Juegos tradicionales Juegos tradicionales (III) 8. Gastronomía tradicional El comer en el Refranero Recetas de 1877 Confroncios: sosiegos del hambre (I) 9. Artículos varios El matrimonio entre los Sidama Poemas Fiestas de Interés Turísitco Regional (Jarramplas, Encamisá y Carantoñas)
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sumario
1. Presentación 2. Dedicatoria 3. Vida de Caramancho
Edita: Grupo de Promoción del Folklore Extremeño “Caramancho”. C/. Ancha, 154 (Escuela Municipal de Danza y Artes Escénicas) Apdo. de Correos 276. 06400 Don Benito (Badajoz) Tlfnos. 924 81 37 19 / 680 557 362 / 616 811 162 / 680 187 778 Email. caramancho@caramancho.com / www.caramancho.com ISSN: 1577-5259 * Depósito Legal: BA-45-2001 --------------------------------------------------------------------Diseño - Maquetación - Impresión Infografic. Estudio de diseño Gráfico. Hernán Cortés 110 entrep. 06700 Vva. de la Serena (Badajoz) Tel. y fax 924 84 70 47 / 655 452 252 www.infografic.net / info@infografic.net Diseño Gráfico * Perspectivas 3D * Fotografía Publicitaria y Catálogos Imagen Corporativa * Logotipos * Páginas web
PRESENTACIÓN
presentación
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Ocho años informándote
U
n año más, sale a la luz un nuevo número de la revista Caramancho, el número siete desde que comenzáramos con esta publicación allá por el año 1999. Se trata de una revista nuestra y de todas aquellas personas que quieran sentirla como propia; una revista que ve la luz gracias a la labor desinteresada del Grupo, los articulistas y de las casas colaboradoras, lo que permite que ustedes puedan disfrutar con la variedad de contenidos que ofrece. El Grupo sigue dando a conocer su trabajo, sigue llevando el Folklore por todos aquellos sitios donde le requieren y sigue sintiéndose Caramancho. Aniversario local Este año 2006, que Don Benito está celebrando sus 150 años de la concesión del título de Ciudad por la reina Isabel II en 1856, no podía faltar una mención para todos los dombenitenses, para todas aquellas personas que llevan con orgullo el hecho de sentirse “calabazones”, para todas aquellas personas que, de una forma u otra, trabajan para que Don Benito suene, y suene muy alto en Extremadura y en España. Cuando esta publicación llegue a sus manos y haya empezado a hojearla, no le quepa la menor duda de que está hecha con cariño, ilusión y esfuerzo, mucho esfuerzo. Esperamos y deseamos que disfruten con su lectura tanto como lo ha hecho el Grupo con su elaboración. Gracias.
Grupo de Promoción del Folklore Extremeño “Caramancho”.
DEDICATORIA 2
A tí, ciudadano, en tu 150 Aniversario
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Emprendedores Históricamente los Dombenitenses se han caracterizado por ser grandes emprendedores en todas las facetas de nuestra sociedad, desde los tiempos de conquistadores hasta nuestros días. Hubo Dombenitenses destacados en la conquista de América, políticos con cierto poder, escritores y pintores con renombre, muchos artesanos en nuestra ciudad y grandes empresarios y trabajadores en todos los oficios. También son luchadores y solidarios como por ejemplo en el famoso caso del crimen de Inés María en el que estuvieron todos unidos hasta que se castigó al culpable. Son comprometidos con la cultura y las artes de nuestra ciudad, respetuosos con sus raíces y tradiciones, hospitalarios con los que vienen de fuera procurando que se sientan a gusto entre nosotros, y además son solidarios con los muchos problemas que surgen en nuestra sociedad.
Caramancho os pide que sigáis luchando por nuestra ciudad.
Mejora de todos En fin, que entre todos han conseguido que Don Benito sea en la actualidad una ciudad pujante, tranquila, emprendedora... en definitiva, acojedora y moderna de la que todos nos sentimos muy orgullosos. Caramancho os pide que sigáis luchando por nuestra ciudad aportando cada uno vuestro granito de arena para que el nombre de los Dombenitenses quede muy alto. GRACIAS PAISANOS
dedicatoria
stábamos estudiando a quién dedicar este número de la Revista Caramancho y entonces alguien comentó la posibilidad de dedicársela a los ciudadanos de Don Benito en su 150 aniversario como ciudad. La idea nos gustó porque nuestros paisanos lo merecen.
Grupo de Promoción del Folklore Extremeño “Caramancho”.
La vida de CARAMANCHO
LA VIDA DE CARAMANCHO. MEMORIA DE ACTIVIDADES 4
Memoria de actividades
Llegaba el tiempo de la Navidad, y el grupo infantil y las escuelas, participaron en el certamen de villancicos. Días más tarde, los grupos juvenil y titular realizaron una muestra de folklore en el “Hospital San Antonio” de nuestra localidad y en la residencia de ancianos “Felipe Trigo” de Villanueva de la Serena. Comenzábamos el año asistiendo a las Asambleas Generales, Ordinarias y Extraordinarias de la FEF, celebradas en Piornal el día 20, coincidiendo con una de las fiestas de interés turístico regional como es el “Jarramplas”.(fig1) Un mes después nuestra asociación celebraba sus Asamblea General Ordinaria y Extraordinaria. El día 4 de marzo visitamos la granja educativa municipal “El Mansegal” (fig.2) en la que pudimos
conocer más a fondo el oficio de ganadero. En ese mismo mes, varios componentes del cuerpo de baile y de la rondalla asistieron a las jornadas de coordinación que organiza la Federación Extremeña de Folklore en la localidad de Miajadas para dar a conocer mejor entre los grupos el folklore de nuestra Comunidad Autónoma. En esta ocasión se coordinaron el ”Fandango de Talavera”, “El Candil” de Olivenza, “El Pollo” de Montehermoso y la “Jota de Valencia de Alcántara”. A Murcia A finales del mes de abril nos desplazamos a tierras murcianas, más concretamente a la localidad de Alhama de Murcia para participar en el Festival Nacional “Villa de Alhama”.(fig.3 y 4) Con motivo del día de la madre realizamos el Festival de Folklore “Día de la Madre”, en el cual participaron todas las secciones del grupo “Caramancho”. Tuvimos la colaboración de D. Ángel Valadés Gómez, que con mucho cariño realizó una semblanza dirigida, como no, a todas las madres. Continuando con nuestra vida, el grupo infantil participó en un Festival Infantil en la Capital Cacereña. En él participaron varios grupos de nuestra
actividades
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esde la presentación del número anterior de nuestra revista dedicada a nuestro treinta aniversario, se han realizado diversas actividades de lo más variadas e interesantes alternando actuaciones y visititas turísticas para conocer mejor nuestra tierra, costumbres y tradiciones.
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LA VIDA DE CARAMANCHO. MEMORIA DE ACTIVIDADES comunidad Autónoma. El día 3 de Junio, la rondalla de caramancho compartió escenario con las escuelas municipales de bailes regionales en una muestra de folklore que tuvo lugar en las Escuelas del Ave María. (fig. 5)
de Santiago Apóstol celebró el I Festival Juvenil de Coros y Danzas “Ciudad de Don Benito” en el cual participaron los grupos “Renacer” de Badajoz, “Valdemedel” de Ribera del Fresno, “Cogolla” de Vva. de la Serena y el grupo anfitrión “Caramancho”.
Días más tarde, varios componentes del grupo juvenil colaboraron en la obra de teatro “Remembranzas Dombenitenses” de Guiller-
El último fin de semana de julio visitamos la Comunidad Autónoma de Cataluña, donde realizamos una visita turística por Barcelona para después
Participamos en el I Festival Juvenil de Coros y Danzas “Ciudad de Don Benito. mo Paniagua que representó el I.E.S. Donoso Cortés en el Teatro Imperial. De nuevo nos desplazamos a la provincia cacereña, más concretamente a la localidad de Almoharín donde el grupo infantil participó en el Festival “Ángela Capdevielle”. A finales del mes, la Asociación del Distrito parroquial
desplazarnos a la localidad de L ´Arboç (Tarragona). Allí participamos junto con Zaragoza en la “II Mostra de Danses Vila de L `Arboç”.(fig.6) Una semana más tarde, realizamos una actuación en la localidad cacereña de Toril, y cinco días más tarde en Peraleda del Zaucejo. En el puente de Agosto y
LA VIDA DE CARAMANCHO. MEMORIA DE ACTIVIDADES 6 como ya es costumbre, Don Benito tiene una cita con el folklore, hablamos de los Festivales Folklóricos “Don Benito 2006”. Este año y por primera vez, nuestra agrupación celebró los dos festivales en el mismo fin de semana. El viernes día 11, nuestra plaza se llenó de colorido y vistosidad, de cultura mundial, era el Festival de los Pueblos del Mundo, donde contamos con las agrupaciones “Xochipili” de México y “Selenga” de Rusia. Al día siguiente, tocaba
localidad de Herrera del Duque, donde actuamos en honor de la Señora de la Consolación. El día 22 del mismo mes, nos desplazamos a una localidad cercana de nuestra ciudad, nos referimos a La Coronada, en la que realizamos una actuación en honor a San Bartolo. Dos días más tarde, viajamos a la localidad de Garlitos para realizar una muestra del folklo-
Este año, realizamos dos festivales folklóricos en un fin de semana el turno del Festival Nacional “Ciudad de Don Benito” en el cual participaron los grupos “Villa de Alhama” de la Ciudad de Alhama de Murcia y “Sant Juliá de Tarragona, además del grupo anfitrión que demostró el folklore de nuestra comunidad autónoma en los dos festivales.(fig.7y8) Una vez pasado los Festivales Folklóricos, nos dirigimos a la
re extremeño, donde hicimos canciones tan bonitas como el “Fado Batido” y la Jota Piornalega. Enlace caramancho Coincidiendo con nuestra feria, llegaba una ocasión especial para dos componentes de nuestro grupo, ya que se trataba de su enlace matrimonial en el cual cantamos la Misa Extremeña. Y después... Tocaba el tiempo de
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LA VIDA DE CARAMANCHO. MEMORIA DE ACTIVIDADES
celebrar y disfrutar con nuestros compañeros de ese día tan especial para ellos.(fig.9) En el ecuador del mes de septiembre, realizamos una Misa Extremeña en la ermita de la Cruces.
Una vez realizada la despedida de nuestra patrona, todas las secciones realizaron una muestra de nuestro folklore.
En el fin de semana del 7 y 8 de Octubre, tuvo lugar la feria de asociaciones en nuestra ciudad donde nuestra agrupación realizó una muestra de folklore. (fig. 10)
En el último fin de semana de Octubre, fuimos como invitados de honor a la Casa de Extremadura de Móstoles donde compartimos escenario, costumbres y tradiciones y el sentimiento de ser extremeño, con la agrupación “El Miajón”. (fig. 11)
En la víspera de la Velá, como ya es costumbre, las escuelas de folklore actuaron en la ofrenda de flores a nuestra patrona. Entrada ya la noche, cantamos la
La Guindilla Concluimos nuestra historia, asistimos nuevamente a las Jornadas de Coordinación que organiza la Federación Extre-
fuimos como invitados de honor a la Casa de Extremadura de Móstoles Misa Extremeña en la Solemne Novena, para después despedirnos de nuestra madre de la mejor manera que sabemos, bailando y dedicándole la jota de las Hilanderas.
meña de Folklore para enseñar a todos los grupos asistentes un baile dombenitense, “la Guindilla”.
Grupo de Promoción del Folklore Extremeño “Caramancho”.
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en los medios
Artículos de Prensa
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LA VIDA DE CARAMANCHO. ARTÍCULOS DE PRENSA
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LA VIDA DE CARAMANCHO. PARTITURAS Y CANCIONES
en fa mayor
Partituras y Canciones
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n este séptimo número de nuestra revista, y continuando con la muestra del folklore extremeño, presentamos unos temas representativos, seleccionando, cómo no, uno de cada provincia y otro de nuestra localidad, Don Benito.
Comenzando por el norte la comunidad, en la provincia de Cáceres, encontramos LA JOTA CUADRADA, una de las melodías más logradas, con un estribillo pleno de gracia chispeante, muy alegre y movido; correspondiente a Monroy (uno de los “Cuatro lugares”). Continuando con la provincia pacense, y más concrétamente de tierras oliventinas, proviene EL VIRADOBLE, que como casi todas las canciones y dan-
zas de ésta zona, es de origen portugués, aunque ha sufrido las lógicas modificaciones. Se bailaba en las verbenas de San Juan y San Pedro, que tenían un carácter muy peculiar en el pueblo; recibían el nombre de “Las muñecas” pues los jóvenes colocaban varias en diferentes lugares del pueblo y se trasladaban de unas a otras cantando y bailando. Finalmente, y dentro de la gran variedad de temas de nuestra localidad, se ha seleccionando un tema en el cuál, se exponen algunas de las “bombas o requiebros”,que antaño decían los mozos dedicados, unos a sus pretendidas, otros a las suegras..; dicho tema es ESTA ES LA CALLE DEL AIRE.
este año “Esta es la Calle del Aire” es la temática musical local
Raquel Valadés Gil Mª de los Ángeles Gallego Martín
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Partituras y Canciones
Esta es la Calle del Aire
Esta es la calle del aire * la calle del remolino donde se remolinean tu corazón con el mío. Una vez que quise ser no era de tu señor padre, como yo no le cuadraba, busca un cuadro que le cuadre. Eché un limón a rodar y en tu puerta se paró, hasta los limones saben que nos queremos los dos. Me dijiste agua va y todita me la echaste,
no tuviste caridad, que todita me mojaste. ESTRIBILLO A li, a li, a li, a la, que a mi me gusta la limoná, la limoná, y el limón, que a mi me gusta, tu corazón.
(*- En todas las estrofas se repiten los versos de dos en dos)
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LA VIDA DE CARAMANCHO. PARTITURAS Y CANCIONES
Partituras y Canciones
Quítate de esa esquina galán que llueve. Deja correr el agua por donde viene. ESTRIBILLO Ay, amor, ay, amor, ay, amante! Ay, amor, que no puedo olvidarte ay, amor! Mi suegra, porque la quiera, me ha regalado un rosario, teniendo yo con su hijo/a corona, cruz y calvario. Ole, ole, ole, las doce ya han dado; ole, ole, ole, lo ha dicho el sereno. Hoy mi novio me ha pedido un beso, yo le he dicho con mucho rubor: ande usté,ande usté, caballero tran larán larán, eso no, eso no. Levántate las alas de tu sombrero que pareces viudo, siendo soltero. (Estribillo)
Jota Cuadrada
LA VIDA DE CARAMANCHO. PARTITURAS Y CANCIONES 14
Vira Doble
Partituras y Canciones ESTRIBILLO: Venid, corred y saltad vamos a bailar el vira viró; bailemos con alegría morena mía, mi dulce amor. Al son del vira te quise y tú me quisiste a mí bailemos el vira doble que me hizo dueño de ti. (estribillo) Me escribistes en la arena me firmastes en la mar
los peces fueron testigos vaya una barbaridad! (estribillo) Ya sé que estás acostada pero dormidita no ya sé que estarás diciendo: “Ese que canta es mi amor” (estribillo) Me quisistes, me olvidastes, me volviste a querer las chanchas que yo he deshecho no me las vuelvo a poner (estribillo)
LA VIDA DE CARAMANCHO. QUE HABLEN LOS NIÑOS
que hablen los niños
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Que hablen los niños JOSÉ MANUEL HERNÁNDEZ BARROSO A mi me ha gustado siempre el baile, y cuando fui a las clases de los Caramanchos me sentí feliz. Allí me encontré el cariño de mi profesora a la que quiero mucho y a los demás compañeros. El tiempo que llevo con ellos me he sentido muy querido por todas y he aprendido los pasos de los bailes de mi tierra, me gusta mucho más de lo que al principio pensé. Espero estar mucho tiempo más. CRISTINA GALLEGO HERRERA
gusta porque a parte de bailar, me lo paso muy guay con mis compañeros. Es una actividad muy divertida y bonita. “Mari Ángeles” nos enseña muy bien. FRANCISCO JOSÉ GONZÁLEZ VALADÉS
mos bailado en algunos sitios, me lo paso muy bien y tengo muchos amigos. ESTEFANÍA PACHECO DELGADO
a parte de bailar, me lo paso muy guay con mis compañeros
Los miércoles y viernes son los días que voy a ensayar, voy muy contenta mi monitora es “Mari Ángeles” es muy buena y cariñosa. Me gusta la música y bailar; me lo paso bien y me enfado un poco cuando nos equivocamos.¡qué paciencia! No me gusta cuando actuamos, siempre se la lío a mi madre.
Me llamo Francisco, y me gusta bailar en los caramanchos y me lo paso muy bien con los compañeros y mi profesora
CRISTINA SIERRA CARREÑO
DANIEL GUERRERO MARTÍN
Me gustan mucho los Caramanchos, porque me gusta el baile y las canciones. También me
Llevo varios años en Caramanchos, mi monitora es Mª Ángeles y me enseña a bailar. He-
Me gusta los bailes regionales por eso estoy en los Caramanchos, aprendo muchos pasos, bailes y me lo paso muy bien. Me sé las canciones de Caramancho y bailo mejor, por eso, este año me he apuntado otra vez. Me hago caso de Mª Ángeles y me da vergüenza bailar con tanta gente viendo la actuación en el Ave María. JAVIER LANSERO GARCÍA
Mª Ángeles, jefa, me encanta ensayar contigo y José Manuel. Muy mal con Daniel y Francisco porque me pegan, son muy malos y no los voy a invitar a mi cumpleaños. Estefanía y las dos Cristina son muy guapas y me gusta bailar con ellas.
Declaraciones recopiladas por Mª de los Ángeles Guisado Soto.
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uena el teléfono, lo coge David mi hijo pequeño, me mira con cara muy rara, hace una mueca de sorpresa y me dice “No sé quién será, toma papi es para ti”. Una voz al otro lado de la línea comienza diciendo “hola Javier, no se si te acordarás de mí, hace muchos años que no nos vemos, soy Eduardo… de Don Benito”.
alrededor para conocer mejor la zona, pescando en el Guadiana o en el Ruecas y visitando a mi familia de Villanueva de la Serena, donde nació mi padre, también soy paisano vuestro. Finalmente estuve viviendo en casa de Petra, una maravillosa persona a la que recordaré siempre por su alegría, amabilidad y por lo bien que estu-
a casa después del trabajo para comer y jugar conmigo, o acompañarme donde hiciera falta, blanco de mis bromas y yo de las suyas y también “Caramancho”, pero unos años después de que yo me marchara de Don Benito, siempre le recordaré con una amplia sonrisa en la boca, inocente, sin una pizca de maldad y con la curiosidad propia de sus años. Con Ramón Una mañana, charlando en el Banco, Ramón Gallego compañero y gran amigo desde entonces, tuvo la feliz idea de decirme que se estaba iniciando la formación de un grupo para la divulgación del Folklore Extremeño, yo le miré con cara de sorpresa y le dije que no tenía ni idea de baile, pero inmediatamente me pareció una magnifica idea para conocer gente, y acerté de pleno. Allí conocí gente, gente maravillosa que permitió que mi estancia en Don Benito fuera absolutamente feliz. Cómo podría olvidar a Joaquín el director, coreógrafo, alma máter del invento y mi amigo desde entonces (“si Joaquín quiere hay cabalgata” solíamos decir). Pedro Mari el coreógrafo como decía Joaquín, siempre con una sonrisa en la cara pero rápido de reflejos. Higinio que no bailaba ni cantaba pero después tomábamos cervezas
y en mi mente nombres, situaciones, anécdotas, caras,... recuerdos,
Mis neuronas inmediatamente reaccionan y comienzan a cruzarse en mi mente nombres, situaciones, anécdotas, caras,.... recuerdos, buenos recuerdos, maravillosos recuerdos,..... ¡Que alegría! También me doy cuenta del tiempo que ha pasado desde entonces. Como no me iba a acordar, efectivamente hace muchos años que estuve viviendo ahí en esa preciosa ciudad de Don Benito, exactamente llegué allí el 18 de abril de 1977 y estuve en vuestra (y un poquito mía también desde entonces) ciudad durante 14 meses, hasta el 30 de junio de 1978, cuando cerró la sucursal del Banco de España donde yo trabajaba. Recuerdo que mis primeras tardes en Don Benito las llenaba buscando una casa donde vivir y recorriendo todos los pueblos de
ve en su casa, siempre me sentí “en casa”. Petra además, es madre de tres hijos, los dos pequeños Rosa Mari que coincidió conmigo en esa primera época de baile y Jesús que tenía trece años cuando yo me vine y compañero de juegos, pesca, piscina, fútbol y todo lo que se terciara. Cuantas veces me acuerdo de él, un niño maravilloso, absolutamente feliz, yo creo que todos los días él esperaba mi vuelta
Mucho por decir
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y jugábamos al dominó. Alberto y su eterna sonrisa detrás de una poblada barba de color castaño claro, siempre bromeando. Paco “el chino” y su novia. Juanlu “el niño” a quien creo llegué a querer como si de un hermano pequeño se tratara, que buenos recuerdos tengo de él, que persona más encantadora, con él pasaba mucho de mi tiempo libre. Eduardo y su casa museo, aún recuerdo cierta astilla del ataúd de un tal “Carlos” enterrado en el monasterio de Yuste. Loli que en aquella época trabajaba en Galerías Preciados con Elena y creo que también con Gloria, en la misma plaza al lado del Banco. Pepi guapísima, amabilísima, educadísima,... siempre la recordaré con superlativos. Joaquina guapísima también y muy especial en mis recuerdos. Carmen puro fuego, morenaza, espléndida, siempre con una sonrisa en la boca. Nati la hermana de Pepe Palomero y su hermano pequeño con la bandurria ¿ó quizá el laúd?, las novias de Pedro e Higinio (que por eso aparecía por allí el jodío). Las dos hermanas, espléndidas altas, simpáticas con ganas de bromear y reír siempre. Chiqui con su Jacinto y su bandurria ¿ó era laúd?, siempre tirándome los tejos en broma, la más divertida, la hija de Eusebio “el duende”. Flora, que ayudaba con el vestuario, aún recuerdo una noche en la plaza hacien-
Ramón Gallego compañero y gran amigo desde entonces, tuvo la feliz idea de decirme que se estaba iniciando la formación de un grupo para la divulgación del Folklore Extremeño, yo le miré con cara de sorpresa y le dije que no tenía ni idea de baile,
do de Mary Poppins con un paraguas, saltó de un banco de piedra y se rompió los dos tobillos ó algún huesecillo de los tobillos y todos riendo incluida ella sin poder creer lo que estaba pasando, terminamos la noche en urgencias. Y Cecilia, “mi CECI”, la he dejado para el final a propósito, la persona más maravillosa, amable, sensual, divertida,.... ella por si misma merece un capítulo aparte en mi historia en Don Benito, mis recuerdos de ella están congelados, parece que fue ayer, aún conservo un libro manuscrito de poesías y dedicado a mí con una foto..... Ceci se ocupaba del vestuario y de hacerme la vida un poquito más alegre siempre, con su enorme inteligencia, sus ganas de reír y bromear y sobre todo con su agudísimo sentido del humor que le permitía estar siempre unos segundos por delante del resto del mundo. 28 años después Bueno quizá es injusto que haya relacionado nombres, porque seguro se me olvida gente muy importante para mí en aquellos momentos, quizá olvido a los más jóvenes, pero espero que entendáis que después de 28 años y un montón de avatares en mi vida, no todos buenos, mis recuerdos no son todo lo precisos que requeriría la ocasión y que a mí me gustaría. También me acuerdo de los dos curas que estaban siempre
por allí con nosotros, yo nunca he sido muy religioso, pero ellos principalmente eran amigos y colaboradores, buena gente. El Debut Recuerdo nuestro debut, la primera vez que bailábamos en público, fue en la Residencia de Ancianos (no sé si se llama así exactamente, pero vosotros seguro me entendéis), todos estábamos muy nerviosos, nuestro estado de excitación ante el debut hizo que mi pareja perdiera el equilibrio, cayera al suelo y quedara en una difícil postura en uno de los bailes que, con toda nuestra fuerza y entusiasmo ejecutábamos, yo quedé paralizado sin saber que hacer, si extender mi mano para tratar de ayudar a levantarse ó continuar para no perder el hilo. Fueron segundos interminables, al final ella se levantó sola y pudimos terminar. Nuestra actuación fue un enorme éxito y todos los ancianitos aplaudieron a rabiar, al menos habíamos conseguido debutar con público y seguramente hacer felices a unas personas que no siempre tienen oportunidad de recordar sus tradiciones. También vienen a mi memoria muchas otras actuaciones, en Villanueva, Santa Amalia, Mérida, Círculo de Artesanos, en la Ermita de las Cruces (el que aquí baila una jota, ni baila bien ni se luce, si no es la primera jota, a la Virgen de las Cruces), por supuesto ahora mismo sabría cantar o al menos tararear casi todo nuestro repertorio de entonces, El suelto, la jota de las Hilanderas ó de la Virgen de las Cruces, La pirro-
LA VIDA DE CARAMANCHO. MUCHO POR DECIR 18 quia, Pastoras de Don Benito y el Hechizao, La guindilla, Venimos de la Velada, La jota de la Serena, La reja (granaina), una Isa canaria...... , no sé si ahora mismo sería capaz de bailar alguna de estas preciosas danzas, pero casi con toda seguridad yo diría que de algún paso me acordaría. Aún recuerdo un fin de semana en la feria de Sevilla, decidimos alquilar un autobús y nos fuimos todos allí, cuando paseábamos por el real nos encontramos a dos mariquitas del lugar, “la pintora y la Chocha” con bata de cola y los pelos en el pecho asomando por encima, con nosotros venía otro, “la sastra” artífice del vestuario del grupo y estupenda persona también (por supuesto este comentario es con todo mi cariño y de ningún modo despectivo). A Higinio le robaron el coche dos veces en la misma noche; él tenía entonces, creo recordar, un 127 de color verde, la primera vez le quitaron un maletín con el muestrario de su trabajo, consiguió recuperarlo y decidió mover el coche con tan mala suerte que su novia olvidó el bolso en el asiento trasero y cuando regresaron le habían vuelto a abrir el coche y se lo habían robado. También le robaron la cartera a Antonio del bolsillo trasero de su pantalón, cuando salíamos de la caseta de Badajoz. Unos cuantos nos metimos a dormir un rato por la mañana en un cine de la calle Sierpes, después de haber tomado un chocolate con churros y discutir con una gitana que pretendía que invitáramos a toda su familia, hasta recuer-
do el nombre de la película (hombres salvajes, bestias salvajes) que por supuesto no vimos. La despedida Nunca podré olvidar la despedida que me hicisteis, cuando cerró el Banco de España y me destinaron a Madrid, con un día completo en las cascadas del Guadámez donde sólo falto mi amigo Ramón, ese día él no pudo estar allí, como penitencia se vino conmigo a Madrid y seguimos conservando y alimentando día a día nuestra amistad. Jamás mis sentimientos fueron tan contradictorios como aquel día, por un lado estaba feliz de regresar a mi casa con mis padres en Madrid y por otro lado tenía la sensación de que algo de mí quedaba en esa maravillosa tierra extremeña de donde realmente no quería salir. Ya nada podría volver a ser igual, como así fue después. Aquel día lloré aunque nadie lo notara, mis lágrimas eran totalmente privadas y silenciosas, a nadie hice partícipe de que un trocito de mi corazón se quebraba, pero así fue. Aún conservo los regalos que me hicisteis, pero guardo con especial cariño cuatro de ellos, una placa grabada, un muñeco con el traje tradicional y mis iniciales bordadas en la faja, todo hecho a mano, una libretita con mi nombre grabado en una pequeña placa don-
La primera vez que bailamos en público fue en el hogar de ancianos.
la excitanción ante el debut, hizo que mi pareja perdiera el equilibrio...
Recuerdo la feria de Sevilla, nos alquilamos un autobús y nos fuimos todos...
de os pedí me hicierais una pequeña dedicatoria y una cajita cuadrada de plástico transparente con tierra de Don Benito que cuando la ven mis hijos me dicen que estoy un poco zumbado y seguramente llevan razón, pero siempre he sido un poquito loco y soñador, incluso sigo creyendo que algún día todas las personas seremos iguales de verdad... Pero sin duda el mejor regalo siempre fue y es sentirme querido por todos vosotros. Los mejores 14 meses Dice el refrán que nunca tiempos pasados fueron mejores, yo sinceramente no lo sé, pero si os puedo asegurar que esos catorce meses representan una etapa tan feliz en mi vida que nunca, jamás se borrara de mi memoria. Por supuesto que me acuerdo de ti Eduardo y de todo lo que un día dejé atrás, eso que de alguna forma me permitió ser un poquito mejor persona después de haberos conocido y querido a todos. Con mi más profundo amor hacia esa, también mi tierra y un inmenso cariño a todos vosotros.
Javier Cabanillas
LA VIDA DE CARAMANCHO. MUCHO POR DECIR
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Recuerdos inolvidables
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oy del grupo “Caramanchos” y aunque llevo 17 años fuera de Don Benito seguiré diciendo que soy del grupo “Caramanchos”. Empecé siendo niña con la ilusión de hacer lo que más me gustaba, que era bailar, y a la vez de integrarme en un grupo que me pudiera enriquecer tanto a nivel cultural como personal. Todos mis deseos se cumplieron por completo ya que a los pocos años me incorporé al grupo de los “mayores”, como nosotros lo llamábamos. Nunca podré olvidar aquellos viajes por toda España, Portugal, Francia, Alemania, Bélgica, Holanda, con la mayor ilusión de representar a nuestro pueblo de la mejor forma posible. Muy poca gente se puede imaginar las horas de dedicación y trabajo que se emplean para que todo pueda salir bien. Me siento muy orgullosa al ver como chicos y chicas, que yo tuve el placer de enseñarles en mi etapa de profesora, de los grupos menores de “Caramanchos”, pertenecen ahora al primer grupo, cuando les miras las caras ves la misma ilusión y ganas que nosotros teníamos. Ahora trabajo de profesora en la Casa Extremadura de Parla (Madrid) y enseño todo lo que compartí con vosotros. Enhorabuena a la directiva, componentes del grupo y demás personas por poder seguir diciendo muy orgullosa, “SOY DEL GRUPO CARAMANCHO”
María Teresa Soto Grande
Llenas de vida
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omos tres chicas del grupo Caramancho. Llevamos en este grupo folclórico casi toda nuestra vida, desde los cinco hasta el día de hoy con diecisiete y dieciocho años. Hemos vivido numerosas experiencias como aprender bailes, conocer gente y lugares donde nunca habíamos estado... Al principio todo era diferente: cada una estaba en un colegio distinto, con otros niños y todo era como un juego en el que cada una se divertía sin tomárselo en serio, pues era una actividad extraescolar como otra cualquiera. A la vez que crecíamos, nos íbamos dando cuenta de que eso nos gustaba e íbamos aprendiendo numerosos bailes para mostrarlos con ilusión a un pequeño público (que solían ser casi todos familiares) y esperaban al borde de aquel escenario que nunca llenábamos. Una de las actividades que realizábamos todos los años era actuar, cada colegio, en el “Ave María “ que para muchos era como una pequeña competición por ver que colegio lo hacía mejor. Algunos fuimos seleccionados para formar parte del grupo juvenil de Caramancho, y participamos en un festival muy importante para nosotros en Badajoz donde recibimos el primer premio. En ese momento todo cambió, fuimos aumentando en número y actuaciones. El grupo juvenil de Caramancho mejoró en todos los aspectos, llevado por Genari y Nuria de las que recibimos
todo lo aprendido. Al poco tiempo surgió otro grupo también juvenil donde sólo había chicas pero ninguna desanimada para conseguir los mismos propósitos que el anterior, su profesora era Conchi, que bailaba junto con Genari y Nuria en el grupo titular. Ésta propuso la idea de juntar los dos grupos para más comodidad, aunque ninguna estaba de acuerdo. Este momento fue uno de los mejores para todas pues, subimos
un grupo reducido al titular mientras el grupo juvenil se iba conociendo. Gracias a esto nosotras nos hemos conocido, somos buenas amigas y hemos compartido gratas experiencias por los numerosos viajes que hemos realizado. El primero en el que coincidimos las tres fue en Boecillo (Valladolid). En este lugar, a parte de conocer la tradición folclórica de los grupos que actuaron, disfrutamos mucho de la estancia allí y amistades que entablamos.
A partir de aquí nos fuimos conociendo más y más y nuestra amistad se fue consolidando. Hicimos más viajes, más ensayos juntas, más fiestas de todo tipo como cumpleaños, carnavales... en fin, todo iba a mejor. Así hasta este verano en el que fuimos fuera de Extremadura, como casi todos los veranos, a Cataluña. Nos lo pasamos genial por Barcelona, en la Rambla, al igual que en L´arboc, un pueblo de Tarragona donde nos alojamos. El recuerdo Un hecho del cual no podemos olvidarnos ha sido abandonar el local donde hemos aprendido todo lo que sabemos. Allí fue donde nos conocimos y donde hemos realizado todas las fiestas hasta aquí nombradas. La noticia nos calló por sorpresa, decir que dejábamos el lugar donde hemos convivido con todo el grupo para ir a otro que tenía que ser compartido fue algo extraño, pues no es lo mismo tener intimidad que estar rodeado de otros grupos; tampoco es lo mismo ensayar en una sala habilitada para bailar que en un local viejo aunque preparado. Hoy en día estamos todas en el grupo titular, y hemos logrado cumplir nuestro sueño de llegar hasta aquí, a pesar de tantos esfuerzos y trabajos.
Marta Muñoz Moreno Esther Donoso Ortiz Raquel Moreno Gallardo
Nuestras viviencias
LA VIDA DE CARAMANCHO. NUESTRAS VIVENCIAS EN EL GRUPO 20
LA VIDA DE CARAMANCHO. EL 2006 EN IMร GENES
El 2006 en imรกgenes
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Cosas de nuestro PUEBLO
COSAS DE NUESTRO PUEBLO. ANECDOTARIO CALABAZÓN
ancedotario
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Un año más, continúa...
Anecdotario Calabazón -“CUANDO MENGUA LA RACIÓN” En el campo de concentración que había instalado el Ejército de la República , en la guerra civil, cerca de Castuera, después de las agotadoras jornada de trabajos forzados, y antes del toque de queda, los altavoces instalados por todo el campo, diariamente no dejaban de difundir a todos los prisioneros los partes de guerra, así cómo las consignas del Gobierno Popular. - ¡Oído! Los fascistas hoy han tomado la Azucarera de Epila, en Zaragoza por lo que, desde mañana, se racionará el azúcar... -Otro día decían: -¡Oído! Ayer tomaron los fascistas la Harinera de Zafra. Por lo que desde hoy, el pan estará racionado. - Y seguían las malas noticias. - ¡Oído! Tras los cruentos ataques librados entre nuestras valerosas tropas con el cobarde ejército fascista por tierras de Jaén, todos los molinos de aceite han quedado en poder de éstos. Por tanto, desde mañana, el aceite queda racionado a tan solo una jícara por persona y día... - Tras oír diariamente estas pésimas noticias, un gitano que se encontraba entre un grupo de prisioneros, exclamó: - ¡Aaah te veee...estos payos rojos! Cuándo van ha decí a los fascistas que tomen las fábricas de la “Bellota” o la “Nacional”, que es donde se fabrican los picos y las palas, pa ve si asín un día mos dan la noticia de que mos las han racionao...¡Aaah te veee...mal fario tengan estos tíos... Aquí termina el relato: de CUANDO SE ACORTA LA RACIÓN.... -UN APRENDIZ FLATULENTO... - En una de las muchas herrerías que había en Don Benito entró a trabajar de aprendiz un mocetón que mediría de estatura 1´95 metros. Y su peso sería unos 130 Kg. Por tanto era un esforzado muchacho que, tras el pesado trabajo de la herrería, lógicamente necesitaba nutrirse bien. - Hacía ya muchos días que venía notando el maestro herrero que, cuando trabajaba en el yunque con el aprendiz, éste, frecuentemente le pedía permiso para ir al corral. Y una vez concedido el permiso, iba para el corral e inmediatamente, se oía un ruido ensordecedor. Después, el joven regresaba al yunque y el maestro notaba un hedor insoportable. - Y así fueron pasando los días hasta que, el maestro, decidió cambiar de táctica. Esperó pacientemente a que el mozo le pidiera permiso para ir al corral. Y, llegado el momento, el maestro, cogiendo al mozo por el brazo, le dijo al instante: - ¡Espera! ¡Cóño! ¡Péete aquí!. Y una vez que el aprendiz se peía, le decía el maestro: - Y, ahora, so joío ... ¡Vete al corral! Que lo estabas haciendo al revés... José Antonio Gutiérrez Ortiz
Sobre los orígenes de Don Benito
T
radicionalmente se ha pensado que Don Benito era un pueblo <joven> desde una perspectiva histórica. Los aquí nacidos hemos escuchado en más de una ocasión que nuestra localidad tenía poca historia. Autores extremeños han llevado esta teoría a las páginas escritas y han contribuido a asentarla y difundirla. El estudioso local Fernando Talavera de Mexía se hacía eco de esta situación a mediados del siglo XX y afirmaba que “(…) cuando se habla o se escribe sobre Don Benito es frecuente, hasta casi obligado, mencionar su modernidad. Modernidad, claro está, no en sentido del espíritu más o menos progresivo y modernista del pueblo, sino en el de la proximidad en el tiempo de la época de su fundación”1 . Siempre fue este vacío histórico una asignatura pendiente para los investigadores del pasado dombenitense y - yo diría que también - ha sido una demanda de la población en general intentar cubrir ese hueco.
El interés y la ausencia de documentación sobre los orígenes de nuestra ciudad se han visto <compensados> durante mucho tiempo con la leyenda sobre la fundación de Don Benito, ligada a la de otra aldea del antiguo condado de Medellín: Don Llorente. La supues-
Don Benito y Don Llorente convivieron hasta el siglo XVII... ta existencia de dos hermanos que fueron los primeros pobladores de ambos lugares es una cuestión difícil de probar. Otros aspectos del relato legendario han sido ya esclarecidos, como la aducida huida de los habitantes de Don Llorente hacia las tierras de Don Benito para
evitar los excesos del conde de Medellín. Las dos aldeas convivieron hasta el siglo XVII, sus vecinos tuvieron relaciones de familia, de amistad, de transacciones comerciales… similar a la situación que puedan presentar otros lugares cualquiera tan próximos entre sí -. Los dos núcleos y sus terrazgos pertenecieron, durante algún tiempo, a la jurisdicción del condado de Medellín. En la segunda mitad del siglo XVI se determinó judicialmente que Don Llorente era propiedad de los Marqueses de Loriana. Habían alcanzado tales derechos un siglo antes, cuando Rodrigo Portocarrero - conde de Medellín –– dotó a su hermana María con la mencionada aldea como regalo en sus bodas con Diego González Mexía2 ¿Quién fue Don Benito? El hecho de que la denominación de nuestra ciudad sea el antropónimo Don Benito – nombre de un lugar que hace referencia a una persona – ha despertado desde hace tiempo una curiosidad, insatisfecha hasta ahora, por conocer al personaje histórico que diera nombre a estas tierras. ¿Quién fue el tal Don Benito? ¿Cuándo fundó
1 TALAVERA DE MEXÍA, F. Sobre Don Benito y su nombre (aportación al esclarecimiento del origen de una ciudad). Revista “Don Benito”. Biblioteca Municipal de Don Benito.
orígen de Don Benito
COSAS DE NUESTRO PUEBLO. ORÍGENES DE DON BENITO 24
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COSAS DE NUESTRO PUEBLO. ORÍGENES DE DON BENITO
realmente este lugar? Son preguntas que siguen vigentes en el debe de los historiadores y de los estudiosos que nos acercamos a la investigación sobre los orígenes de nuestra ciudad. No será nada fácil su localización, si alguna vez llega a producirse, pero mientras tanto, los estudios realizados acerca de ese pasado han permitido conocer mejor y de forma mucho más documentada aquel Don Benito de los siglos medievales. Dificultades La dificultad por conocer los inicios de lo que entonces fuera aldea, más tarde villa y finalmente ciudad (de cuyo nombramiento se cumplen 150 años en este 2006) estriba fundamentalmente en la escasez de documentación para aquellas épocas. La causa principal de tal carencia puede deberse, como ha apuntado el profesor Mora Aliseda, a la “(…) situación de dominio que mantenía Medellín sobre Don Benito(…)”3 . Es lógico, efectivamente, que casi toda la documentación del condado y, anteriormente, de la tierra de Medellín, se elaborase en la villa cabecera, en donde residían los señores y las máximas autoridades jurisdiccionales. El papel de las aldeas, incluida la de Don Benito, quedaba relegado ante la primacía que ejercía la villa. No obstante, contábamos ya con algunas alusiones sobre aquel pasado que permitían suponer para Don Benito
unos orígenes no tan modernos como se había apuntado tradicionalmente. Investigaciones relativamente recientes han permitido localizar documentación de tremendo interés para conocer mejor los principios históricos de nuestra ciudad. El objetivo de este pequeño trabajo no es otro que satisfacer – sé conscientemente que sólo en parte – esa aludida curiosidad de una buena parte de los dombenitenses por saber más de sus orígenes. Por ello, me propongo recoger en estas páginas esos <descubrimientos históricos>, con la esperanza de que alcancen difusión entre sectores de la población que tienen difícil el acceso a otras posibles publicaciones que se hacen eco de tales averiguaciones. Alusiones Existen alusiones de escritores antiguos que contradecían la idea tradicional de <juventud histórica> asignada a Don Benito. Así, el autor de la Crónica de la Orden de Alcántara4 ya había mostrado una opinión peculiar sobre los orígenes de nuestra ciudad cuando en su libro relata que el famoso clavero Alonso de Monroy había perdido en 1474 su caballo overo al pasar por Don Benito, “pueblo viejo”. Este personaje de la casa
de Monroy fue figura destacada en la España de los primeros tiempos de los Reyes Católicos, gracias a sus correrías, alianzas
La dificultad por conocer los inicios estriba en la falta de documentación... políticas, pretensiones de alcanzar el maestrazgo de la orden e, incluso, ciertos encarcelamien-
El objetivo es satisfacer la curiosidad de los dombenitenses por conocer sus orígenes tos y prodigiosa huida del castillo de Magacela. En el mismo tratado existe
otra referencia de gran interés histórico: se recoge la donación de la dehesa de La Vega al concejo de Don Benito, cesión que hizo una tal doña Blanca, sobrina del Maestre Fernán Rodríguez de Villalobos- que estuvo al frente de la institución alcantarina entre 1394 y 1408 -. La citada dehesa ha mantenido su topónimo y hoy la encontramos en una zona inmediata al río Guadiana, en las proximidades de los límites jurisdiccionales de Don Benito y Villanueva por el área conocida como <las Arenas>. Privilegio de Caballería Por otra parte, la Revista de Estudios Extremeños se hizo eco de un trabajo que acreditaba la concesión de un privilegio de Caballería por el rey Juan II a un vecino de Don Benito. Era el año de 1431. Se luchaba entonces entre cristianos y árabes en la Vega de Granada y, concretamente, el día 3 de julio se otorgó tal privilegio a “(…) un hombre que se dijo por nombre Martín Cortés, hijo de Nuño Cortés, vecino de Don Benito, lugar e término de la villa de Medellín armado de todas armas ençima de un cavallo…”5 . El trabajo en cuestión trata de establecer vínculos de nacimiento o de vecindad entre
2 Véase CARMONA CERRATO, J. La aldea de Don Llorente y sus vínculos con Don Benito (de la leyenda a la historia). Accésit del Premio de Investigación “Santiago González” 2005. Fondo Editorial. Concejalía de Cultura. Ayuntamiento de Don Benito. 3 MORA ALISEDA, J. Don Benito (Historia). Trabajo para la Gran Enciclopedia de Extremadura.
COSAS DE NUESTRO PUEBLO. ORÍGENES DE DON BENITO 26 Hernán Cortés – cuyo padre sería el Martín Cortés que obtuvo el citado privilegio – y la entonces aldea de Don Benito. Toma de Medellín Otro documento que avala una antigüedad mayor de la que se consideraba tradicionalmente para Don Benito es el acta con la toma de posesión de la villa de Medellín por el representante de don Juan Pacheco, Marqués de Villena. En los actos protocolarios llevados al efecto en aquel año de 1446 - y recogidos con gran lujo de detalles por el escribano - comparecen en primer lugar los dos alcaldes del lugar de Don Benito para rendir homenaje al nuevo señor. Tras ellos lo hicieron los alcaldes del resto de las aldeas de Medellín. Pero el hallazgo documental que me parece de mayor interés para avalar ese carácter de “pueblo viejo” que ya Torres y Tapia concedía a Don Benito, ha sido dado a conocer en el marco del ciclo de conferencias que, sobre la historia de esta localidad, se han venido celebrando con motivo de la celebración del 150 Aniversario de la concesión del título de ciudad – conviene señalar que muy bien pagado por el pueblo dombenitense a las arcas de la reina Isabel II -. En la disertación ofrecida el 21 de abril en la Casa de Cultura por el profesor Julián Clemente Ramos6 abordó el asunto de los orígenes de Don Benito. Con tal motivo ofreció el dato
documentado que acredita la existencia de aquella entonces aldea a finales del siglo XIV. Por 500 maravedíes En concreto, se trata de la entrega de la dehesa La Veguilla – cuyo topónimo aún sigue vigente en las proximidades del Guadiana – por parte de Fernando de Antequera, consorte de Leonor de Alburquerque, al
de los señores de Alburquerque fueron amplias. Este valioso documento se encuentra en el Archivo General de Simancas y establece, según el ponente, que tal cesión se efectuó en torno al año 1393. En la misma conferencia, el profesor Clemente dio a conocer algunas otras referencias que ayudan a ratificar la fecha anterior. Con motivo de sus estudios sobre la evolución de
un trabajo acredita la concesión de un privilegio de Caballería a un vecino concejo de Don Benito a cambio de 500 maravedíes. Esa posesión le habría llegado casi con toda seguridad a través de la herencia que obtuvo Leonor de su padre, el infante Sancho. La vinculación entre los señoríos de Alburquerque y Medellín venía de lejos y las propiedades en el alfoz metellinense por parte
la propiedad de la tierra, este historiador profesor de la Universidad de Extremadura ha localizado varias escrituras de compraventa de tierras y casas que, realizadas también en el último decenio del siglo XIV, hablan de moradores y personas avecindadas en el lugar de Don Benito. Ello permite su-
poner una consolidación como aldea que posibilita retrasar los orígenes de esta localidad, al menos, varias décadas antes. Más antigüedad La investigación histórica ha permitido que hoy podamos hablar de un Don Benito más antiguo de lo que suponían la mayor parte de los autores. La aseveración del autor de la Crónica de la orden de Alcántara respecto de Don Benito como “pueblo viejo” va adquiriendo cuerpo de realidad. Poco a poco están apareciendo datos que nos ayudan a conocer mejor los inicios de nuestra ciudad como aldea de la tierra de Medellín. En esta parcela investigadora, los avances han sido considerables en los últimos años, lo que nos anima a continuar buceando en archivos y registros en busca de nuevas informaciones que completen el panorama de una época que siempre resultó desconocida y, tal vez por ello, sumamente atractiva para los dombenitenses.
Julio Carmona Cerrato
6 CLEMENTE RAMOS, J. Los orígenes históricos de Don Benito. Conferencia ofrecida en la Casa de Cultura de Don Benito el 21 de abril de 2006
COSAS DE NUESTRO PUEBLO. DON BENITO. CIUDAD 150 AÑOS
Don Benito.Ciudad
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Ese año memorable
U
na vez más, el grupo Caramancho me da la posibilidad de expresar en unas líneas todo lo que ha significado este año tan emblemático para nuestra ciudad. Nada más y nada menos que en su 150 aniversario como ciudad. En un primer momento, pensé que este sería un buen medio para poder enumerar las actuaciones que con motivo de esta conmemoración se han realizado y las que están por venir; pero, no va a ser así. Finalmente, y pensando los motivos que nos han llevado a trabajar duro por nuestra ciudad, me he dado cuenta que lo más importante de este año no han sido los monumentos, ni las conferencias, ni las exposiciones… sino todas las personas que habéis estado detrás de esta gran movilización. Intangible Y es por eso que he tenido a bien hablaros de lo intangible, de lo que no podemos tocar pero que ha hecho que me sienta el ciudadano más orgulloso de su pueblo que pueda haber. Como digo, me toca hablar de las personas, de los donbenitenses y, evidetemente de los sentimientos. Este año, ha sido el año de la “ilusión”. Trabajadores, empresarios, jóvenes, ancianos… todos han apoyado a base de ilusión (y aprentándose los bolsillos) la puesta en marcha de los actos y homenajes a nuestra ciudad. Cada cual a su ma-
escrito del Alcalde, Mariano Gallego.
nera, cada cual a su modo, pero todos unidos por lo que más nos une: Don Benito. Ha sido el año de la “incondicionalidad”, del apoyo incondicional y desinteresado de muchas personas que sin su empuje, sin sus ganas y sin su incondicionalidad, nunca hubiéramos “vestido” a Don Benito de “gala” como hemos hecho este año tan especial. Y es que, como todos sabéis, este año os he pedido mucho, bueno, puedo decir que os he “exigido”mucho… siempre por nuestro pueblo… y con el corazón en la mano os aseguro que habéis respondido. Sentimientos Pero quizás, la palabra o el sentimiento que mejor puede definir a este maravilloso año es: “la unión”. Podemos tener diferentes puntos de vista, podemos tener diferentes formas de ser, podemos tener gustos desiguales, pero todos tenemos algo que nos une: el amor a nuestra ciudad… y eso está por encima de todo: de los intereses particulares, de las discusiones comunes, etc… y es que, cuando se trata de luchar por Don Benito, los donbenitenses reaccionan, se levantan, y dan todo y el resto por echar una mano, un brazo, y lo que haga falta. En el plano personal, tengo que dar repetidamente las gracias a todos aquellos que, por su pueblo, han realizado verdaderos esfuerzos desinteresados por embellecer y enaltecer esta ciudad. Y no sólo desinteresadamente, sino incluso poniendo de sus bolsillos en mu-
chos casos para estos fines. Muchísimas gracias vecinos. Como el año se termina, es el momento de recordaros que nuestra andadura continúa, que el 2007 será el 151 aniversario como Ciudad, que Don Benito nos necesita a todos y que todos conseguimos que este sea un lugar excelente para vivir y disfrutar. Juventud Como sé que Caramanchos se nutre en buena parte de jóvenes y niños, aprovecho también para dedicaros unas palabras a vosotros y a todos los jóvenes que conviven en Don Benito: vosotros sois el futuro de nuestra ciudad, de vuestra asociación, de vuestra creatividad, de vuestra ilusión dependerán todos y cada uno de los aniversarios, de los centenarios y de las actuaciones que tengan lugar… por eso os pido que continuéis trabajando, que llevéis a cabo vuestros proyectos, que toméis los referentes familiares y vecinales como ejemplo y que luchéis por un futuro mejor. Y ánimo, mucho ánimo, que no se acaba un año de festejos sino que comienza un 2007 de buenos recuerdos y de muchos proyectos por realizar. Muchas gracias Don Benito.
Mariano Gallego Barrero
Investigaci贸n de FOLKLORE
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INVESTIGACIÓN DE FOLKLORE. INDUMENTARIAS TRADICIONALES
indumentarias
Indumentaria tradicional
de Herrera del Duque y Navalvillar de Pela
H
errera del Duque, uno de los principales centros de La Siberia extremeña, estaba dominado por una fortaleza en lo alto del monte a un tiro de pistola. Las calles flanqueadas por casas bajas (fig. 362) eran casi llanas. La Plaza Mayor, con el ayuntamiento a un lado y con arcadas blancas (fig. 361) bordeando los otros extremos, contenía una fuente que salpicaba sin cesar al son de campanadas intermitentes que sonaban en el mismo intervalo que las de Guadalupe pero con un ritmo más vivo. El amor propio y la amabilidad
manipulación de la piel de becerro o de jabalí. La falta de una comunicación fácil no solo podría crear tal atmósfera sino que debía ayudar a conservarla contra su adulteración.
con la que este pueblo recibía a los forasteros producía una impresión indeleble. Parecía que habíamos entrado en un idilio pastoral donde la fe y la buena voluntad reinaban y todos encontraban su contento en la simplicidad. Los viejos oficios aún prosperaban. Los pastores tallaban cucharas de madera y cajas de corcho, las mujeres tejían e hilaban, y los curtidores disfrutaban con la
En la fiesta de la Candelaria el camino hacia el pueblo estaba lleno de mozas con el vestido de fiesta (fig. 363. 364). Estaban abriendo tempranamente la temporada de carnaval, tal y como es tradicional en estos lares. De nueve faldas no había dos que se hubieran hecho con el mismo patrón. Una minoría llevaba un diseño típico a rayas o a cuadros interrumpidos, como la falda en Alburquerque, por una raya compuesta usada horizontalmente. En las otras, rayas horizontales lla-
mativas de rojos o verdes se repetían alternativamente por todo el cuerpo de la falda en combinación con bandas figurativas de un tono más claro o con sencillas rayas de tonos negro y naranja. Solo había una con tres rayas compuestas que ahondaban hasta el dobladillo. Los delantales, un tipo nuevo hecho en casa, variaban de los apagados a los más brillantes. Dos estaban tejidos en rayas verticales de tonos marrones, dos a cuadros- marrón tostado o rojo y marrón – un poco más grandes que los delantales de Orellana (fig.384). Unos cuadros
todavía más grandes mostraban los
INVESTIGACIÓN DE FOLKLORE. INDUMENTARIAS TRADICIONALES 30 colores negro, gris y blanco. Los horizontales vívidos eran blancos con menos cantidades de
rojo y marrón- cada uno estaba adornado con una raya a modo de contraste en el mismo tejido o con un patrón floral en técnica de tapicería. Una falda a rayas (fig.365) de colores inusuales llamaba la atención en casa de una hilandera. En la parte superior, sencillas rayas de lavanda alternaban con figurativas bandas más estrechas haciendo un blanco zigzag y puntos de rojo brillante entre dos líneas de verdeazul y dos de blanco. Las tres bandas de una raya compuesta (fig.366) – cada par separado por dos rayas de lavanda y el zigzag- aumentaban en profundidad hacia el dobladillo. En la más alta, unas equis rosas con verdeazul en el medio combinadas con galones contiguos de rojo brillante sobre blanco para formar óvalos enlazados, estaban bordeadas a cada lado por una línea gris, una banda de puntos azules y galones en gris y una línea blanca. En la segun-
da, dos bandas de igual diseño, en las cuales un fondo blanco aliviaba los puntos azules y los zigzags que cercaban círculos rojos, bordeaban una banda de líneas alternando el rojo o el verdeazul con el gris. En la última, cuatro rayas sencillas de gris alternaban con cinco figurativas, la segunda y cuarta de las cuales duplicaban el zigzag. En los bordes, una línea azul dentada estaba separada del gris por una línea de verde, mientras que los círculos rojos de en medio estaban bordeados por una línea cada una de blanco y de verdeazul. La tejedora (fig. 367) iba vestida con un pañuelo negro de algodón y un jersey de lana, junto con una falda de lana y un delantal de su propio telar. La falda era sal y pimienta, el delantal de tonos azules tejidos a cuadros con una banda de dobladillo con círculos sobre y debajo de rombos superpuestos. Una banda diferente adornaba el bolsillo del delantal. En sus manos intentamos aprender cómo hacer la trenza engalonada que habíamos percibido que remataba las faldas y las alforjas. Como usaba un telar manual (figs. 368,369) su trenza inevitablemente parecía entretejida,
en vez de trenzada como la que buscábamos; de todas maneras, merecía la pena anotarlo como un tipo de adorno primitivo. Por unos ojos que atravesaban las largas mellas del telar ella hilaba ocho pares de hilos de lana, siendo la hilaza demasiado fina para usarla de uno en uno- uno azul, uno verde oscuro, cuatro rojos, uno verde oscuro, uno azul- mientras que en unas rajillas entre las mellas ella desplazaba tres azules, uno verde oscuro y tres azules. A todos ellos los ataba en un extremo a la falda de lavanda que estaba colgada de una silla, y por los otros a una cinta en su cintura. Con los hilos tirantes empezaba a tejer, separándolos mediante pasadas por los ojos de las hebras que controlaba alternativamente encima y debajo de lo hilos en las rajillas, que se movían de manera arbitraria hacia arriba o abajo. Después de cada cambio de urdimbre ella movía rápidamente la trama con sus dedos y después con su mano la golpeaba. En Asturias este tipo de telar, usado para hacer cintas y ligas, se cortaba con una manivela y se decoraba arriba
y abajo con un calado grabado con diseños florales. La mujer de un abogado que tenía un amable interés en nuestro tema reconoció el traje de hombre fotografiado en Sevilla como característico de Herrera del Duque. El último en llevar tal traje había muerto en 1943. Dos estilos de calzas se habían utilizado, el calzón que llegaba sencillo y ajustado a la rodilla y la calzona que, como el atuendo de Torrejoncillo se extendía hasta el tobillo y tenía vuelo al final donde la costura lateral se dejaba abierta. En Herrera, pura lana negra de oveja era el material tradicional, excepto que franela roja encaraba el final de la pierna, añadiendo una rica nota de color visible a través del lado abierto. El abrigo era bastante simple en estilo, como la chaqueta de Torrejoncillo, pero más largo en la falda. Con el traje se llevaba una faja de flecos de lana negra y una camisa sencilla de lino blanco tejida en Herrera del Duque. Las calzas de algodón blanco, tejidas en liso con correas en vez de pies, acompañaban a los
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INVESTIGACIÓN DE FOLKLORE. INDUMENTARIAS TRADICIONALES
zapatos pesados de cuero cuyos cordones estaban parcialmente cubiertos por una lengüeta. El ancho sombrero de fieltro y terciopelo negro, un calañés de ala llana, llevaba un pequeño pompón en la corona y otro justo en el borde. Los zahones En la casa del abogado, los zahones (fig.370) se guardaban para usarlos por los jinetes que pastoreaban a los toros bravos. Esta prenda de cuero estaba adornada con largos flecos y con bordes calados y motivos veteados, silueteados sobre piel de carnero y con unos trocitos de tela. La parte de arriba estaba formada por una curva más alta que la del ejemplo hecha en Malpartida de Plasencia. Lo que estos zahones ganaban en lo alto, lo perdían en la pierna sobre las bandas del muslo. Además habían sido cosidas con hilo a juego en vez de con correas en contraste y así se le había privado del agradable efecto de filigrana logrado por el sagaz chinato. De los zahones de Herrera, el borde inferior estaba cortado con los mismos pequeños festones agujereados que enriquecía una tira atada en lo alto. Zigzags superpues-
tos hacían el patrón principal del borde. En los grande motivos de las esquinas, una línea de elipses iban en paralelo con el borde festoneado. Las asombrosas áreas blancas de dos formas de murciélago abrumaban a un débil diseño floral centrado sobre un botón de metal. El motivo que reforzaba el ojal estaba cortado en una escarapela de ocho partes contenida dentro de un círculo de rectángulos pequeños alternados con elipses puntiagudas. Los triángulos tenían de fondo una tela a rayas , y las elipses una piel de cordero blanca. Debajo del ojal, asegurado con un cordón, el motivo mostraba la fecha, AÑO 1935, secciones del patrón del borde principal y filas de galones. Terminaba en flecos cortos. Las escarapelas de los motivos del muslo repetían el del ojal. Los lazos de una trenza de cinco hebras estaban envueltos al final con piel de carnero formando unos flecos, debajo del cual colgaban trenzas más estrechas, tres cortas y dos largas, cada una acabando en una borla de piel de carnero. Cuero de jabalí El cuero de jabalí, maravillosamente curtido, era muy apreciado en la Siberia. Para su hijo, la mujer del abogado había tenido unas alforjas (fig.371) hechas de ello por un maestro del cuero, hijo de un pastor de
cabras. La parte de la piel, más usada, era de un marrón rosáceo; el veteado, visible por atrás, mucho más oscuro. El material complementario era la piel de
llo. El borde de zigzags superpuestos y la escarapela de ocho partes estaban copiadas de los zahones. Excepto la decoración del bolsillo, el cosido estaba he-
La tejedora iba vestida con un pañuelo negro de algodón y un jersey de lana carnero blanca que ataba los bordes, silueteando motivos calados y galones cosidos en
cho a máquina con hilo blanco o de color crema. El accesorio era literalmente unas alforjas,
el finamente festoneado borde superior de la solapa del bolsi-
ya que estaban diseñadas para colgar sobre una silla de montar
INVESTIGACIÓN DE FOLKLORE. INDUMENTARIAS TRADICIONALES 32 de cuero. Hecha con bolsillos de acordeón a los lados, este tipo de bolso estaba de moda entre los cazadores de La Siberia.
Como mochila, estos cazadores habían adoptado el estilo de un zurrón hecho principalmente de cuero y decorado con flecos entre las costuras laterales. La piel podría estar cortada para formar un simple rectángulo cuando se doblaba, o las esquinas inferiores se podían sacar en puntos. Una bolsa llena con la última forma daba la impresión de las piernas de un niño extendidas para rodear la cintura del portador. La parte de arriba estaba rematada con una banda oscura y un borde atado. Por la banda iban lazos de cuero que, cuando se tiraba de ellos, plegaban la bolsa en los lados de tal forma que parecía un cono truncado. El arnés de uno sin terminar (figs. 372, 373) era de cuero de vaca. A cada lado una correa que arrancaba desde el borde superior y
otra desde un lazo añadido a un punto de la esquina se juntaban en un ángulo obtuso. Sobre esta junta estaba cosida una correa,
reducida en anchura por flecos cortados en los bordes. Se echaba en falta la hebilla y la lengüeta para atarse la prenda sobre el pecho. Esta bolsa de cuero, atada por arriba con piel de carnero blanca, llevaba unos ribetes en la parte que más se vestía. Desde arriba venía una banda de flecos sobre la que se aplicaba un óvalo con largas muescas. Unas aberturas, cosidas con hilo rojo y verde, hacían curvas en forma de C enmarcando la fecha “1948”. Debajo del fleco se extendía una pieza redonda, también con muescas en el borde y cosida sobre piel de carnero y en la cual había dos estrellas de seis partes y las iniciales “SATO”. Navalvillar de Pela Un pueblo más pequeño de La Siberia, Navalvillar de Pela,
había sido mencionado por la Sección Femenina como fuente de textiles artesanos. El pintor Covarsí, en una visita por allí en los últimos años 20, encontró a mujeres sentadas en simples portales hilando lana que después colorearían con sus propios tintes hervidos de plantas y raíces para su uso en mantas y en arreos. Hogar de pastores y de agricultores que producen grano y fruta, Navalvillar está situada en la Sierra de Pela entre el río Guadiana y el Gargáliga. Sus estrechas calles bajan desde la iglesia por una cuesta que da al norte. Entrando por la parte baja del pueblo por la tarde, condujimos lentamente entre muros de corrales hasta que las puertas, ventanas y la gente apareció. Manuel empezó a preguntar por gasolina, y nosotras por faldas y tejidos. El maestro, un hombre alto y agradable que vestía un abrigo ligero, detectó el acento foráneo de nuestra habla y ofreció sus servicios inmediatamente. “Por el honor de España” deseaba que los forasteros fueran recibidos con toda la cortesía posible y nos llevó a la oficina local de la Obra Sindical de Artesanía de la Delegación Nacional de Sindicatos, que tenía a su cargo las artes y oficios del pueblo. Un oficial mandó a por hilanderas que en unos instantes respondieron casi corriendo – mujeres pequeñas, de ojos claros resoplando bajo grandes canastas
llenas de colchas de lana y mantas con bolas de flecos. Estas mantas, enrolladas en cilindros, se llevaban en la silla por los jinetes de la romería, o más especialmente en una carrera celebrada el dieciséis de enero en la víspera de San Antón. En todo el trayecto desde la iglesia hasta la parte baja del pueblo, se prende una hoguera en cada cruce de calles. Pasando estas hogueras, unos treinta o cincuenta jinetes van corriendo por la cuesta entre luces parpadeantes y sobre un pavimento traicionero. Los oficiales decían que seiscientos u ochocientos podían correr, sin tener en cuenta la proporción de mulas entre los corredores.
En una peregrinación en septiembre a Guadalupe un puñado de peleños, tanto hombres como mujeres, entraban montados de manera triunfal en la plaza con vistosos arreos e impresionando más al pintor Covarsí que cualquier otro grupo
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INVESTIGACIÓN DE FOLKLORE. INDUMENTARIAS TRADICIONALES
de peregrinos. Adornos para caballos Los oficiales acordaron preparar un caballo con adornos característicos. Obviamente, si íbamos a beneficiarnos de tal generosidad, deberíamos quedarnos otro día, y el maestro nos acompañó andando, para no gastar los raídos neumáticos de Manuel, por una calle adoquinada y pasando por casas sencillas hasta la casa del sacristán quien nos dio cobijo. Después de una noche tranquila, atendidos con cualquier comodidad que la mujer del sacristán pudo dispensar, vol-
vimos a eso de las diez a la parte baja del pueblo donde las preparaciones estaban empezando. En un gran corral, rodeado de escombros y una tapia amarilla y con vistas a naranjos cargados de fruta, encontramos al caballo casi listo, un buen zaino (fig. 377) que, aunque sin nombre, fue en ese momento bautizado como Lucero por la estrella blanca en su frente. Dos hombres estaban doblando el pelo de su rabo y lo envolvían con bandas de algodón verde que luego cosían fuertemente, disminuyendo así su orgulloso penacho al pobre tronco de un potro rapado para una exhibición en la feria de Sevilla. Sobre su grupa había un pañuelo, una prenda de una novia a su jinete, de lana negra bordado con un diseño floral con hilo rosa, verde, amarillo y blanco. El asiento y la falda de la hermosa silla eran de cuero de jabalí. Una manta yacía sobre el cuello. Mientras tanto, en el centro del corral, a un joven que llevaba con una camisa blanca de algodón y pantalones negros le estaban poniendo su madre y una hilandera atenta, la señora Juliana la Gañota, el gorro prescrito para tales carreras en la
Torrealta de Reyes Huertas así como en Navalvillar. Se requería un pañuelo de seda, de textura compacta y lo suficientemente basto para que se mantuviera firme. Estas mujeres usaban uno a rayas azules, blancas y negras, primero doblándolo diagonalmente. Después, las dos esquinas cuadradas se ataban como una sola con un nudo de largos extremos que se separaban y se mantenían firmes con una ramita insertada en el nudo. Esta estructura se ponía sobre la cabeza del mozo, los extremos doblados se cruzaban y se ponían sobre la frente, sujeta con alfileres a los bordes del pañuelo, y sobre el cuero cabelludo. Uno podría decir que el pañuelo permanecía suavemente sobre su cabeza y que los alfileres estaban discretamente puestos. Sobre la cintura otras dos mujeres enrollaban una faja roja de lana, disponiéndola de tal manera que cayese por la espalda. Lo hacían con tanto esmero como los ayudantes de un torero que le visten firmemente en contra de la holgura y el desastre. Por encima ataron zahones de cuero, que por encima se arqueaban incluso más que los de Herrera del Duque.
la manta de tonos vivos subordinaba cualquier otro detalle. El cuerpo de la manta , aunque audazmente rayado, era de menos
El cuero de Jabalí maravillosamente curtido, era muy apreciado en la Sibera importancia que los madroños de grandes flecos, cada uno de casi ocho centímetros de diámetro, que colgaban de cordeles de azul claro. Al galopar entre hoguera y hoguera, las bolas deben danzar y dar saltos sobre
iban lazos de cuero que, cuando se tiraba de ellos, plegaban la bolsa en los lados
Cuando el mozo se hubo montado, se hacía patente que
sus cordones como cosas salvajes. Quizás el rabo del caballo se ata para evitar la distracción del pelo suelto y concentrar el interés en la artesanía del jinete. De
INVESTIGACIÓN DE FOLKLORE. INDUMENTARIAS TRADICIONALES 34 sin cortes, debajo de los cuales colgaban cordones púrpuras que llevaban los madroños. Por la raya negra de la mitad de ambos paneles se desplegaba la leyenda en blanco, SE TEJIÓ EN EL AÑO 1925. Entre rayas de diseño tradicional, llamadas de repaso, la señora Juliana había tejido en técnica de tapiz motivos copiados de un libro de ganchillo. Se había inspirado también de una fuente similar para unas enaguas blancas que llevaban por todo su alrededor en excelente técnica de tapiz a Caperucita y al lobo en un bosque de altos pinos.
Las mantas, enrolladas en cilindros, se llevaban en la silla por los jinetes colores vivos, aparte del blanco y del negro, estas bolas estaban diseñadas en rayas horizontales, secciones longitudinales, zigzags, rombos sólidos y huecos y círculos. Por una manta (fig. 378) exhibida en la Artesanía de Badajoz, la señora Juliana había ganado una medalla y un diploma. Sus
dos paneles, con rayas horizontales, estaban unidos a un lado con una trenza engalonada que admiramos; la señora la llamaba cairel. El final de los paneles estaban rematados por flecos
Después de despedirnos de la gente que nos habían dado la mañana para atendernos, le pedimos a la señora Juliana que nos llevase a un sitio tranquilo donde pudiéramos aprender a hacer su trenzado (fig. 379). Ya a salvo en casa de una hilandera genial, la señora Ana la Trampera, pudimos descansar lo suficiente como para preguntar sobre el constante uso de motes en esta parte del mundo. Cada persona tenía uno, dijo la señora. El padre de la señora Ana había cazado con trampas y de aquí ella se convirtió en la Trampera. El nombre de la señora Juliana de la Gañota tenía que ver probablemente con su voz, pues gañir significa tener la voz ronca. Los motes de los hombres eran de vez en cuando bastante feos, pero una vez recibido, un mote debía llevarse sin rencor.
No hay nada que uno pueda hacer al respecto. La casa de la Trampera tenía una despensa pintada de azul, donde los jamones y los chorizos colgaban de unos ganchos de hierro en el techo a b ov e d a d o. Las bóvedas aguantaban el peso del grano guardado en cubos en lo alto. En otras habitaciones el techo tenía vigas. Estos interiores eran un poco oscuros, pero la mujer nos condujo a otra casa donde
la hilandera tenía su telar en el corral. Ella estaba trabajando con algodón blanco. Un suministro de algodón generalmente llegaba en marzo a tiempo para que las mujeres hicieran sacos para el nuevo grano, Aquí, con abundante luz, la Trampera y una amiga disponían hilos para hilar una trenza. La señora Juliana había cerrado la puerta, y cuando la gente vio que no podían entrar empezaron a llamar a las ventanas. “Es-
tamos en camisa”, gritó la Gañota, y el ruido cesó. La Trampera midió seis lazadas de hilo, hizo
un nudo con los extremos cortados y los ató a una cinta sobre su cintura. La amiga cogió los extremos de las lazadas en sus dedos, tres blancos en una mano y en la otra uno púrpura con dos naranja. Estos hilos hacían una urdimbre; la trama era una sola hebra púrpura sostenida por la Trampera. Cuando empezaron a trabajar (fig.380), la amiga deslizaba las lanzadas blancas de su mano derecha a la izquierda, y al mismo tiempo las de color de izquierda a de-
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INVESTIGACIÓN DE FOLKLORE. INDUMENTARIAS TRADICIONALES
recha, cruzando así las hebras y continuando viceversa. Entre
de hilar si no fuera porque una vez vimos a un joven moro pre-
cada cruce la Trampera movía la trama y la sacudía con su mano. Habilidosa por larga costumbre, la amiga podía cruzar y deslizar las lazadas rápidamente sin que se les escapara de los dedos, la dificultad principal de las inexpertas. En un instante las mujeres habían hecho cinco pulgadas de trenza.
parándose para tejer con los extremos de los hilos atados a un dedo del pie. Los moros, como los tejedores de Torrejoncillo, hacían sus trenzados sobre la pieza que iban a adornar, cosiendo la trama en el paño después de cada pasada.
Deberíamos haber pensado que era la manera más antigua
Excepto por la campanariense que llevaba una falda azul a rayas, las hilanderas de Navalvillar de Pela eran las únicas mu-
jeres de la provincia que vimos usando atuendos regionales en días laborales. La falda de La Trampera, hecha de lana con sus manos, estaba diseñada entera a cuadros, con un fondo negro cruzado por rosas verticales y horizontales rojos. Como la falda contenía cinco anchos de material, se podía doblar y ponerse sobre la cabeza (fig.381) y servir de chal. La señora Ana se la puso con perfecta propiedad, sus enaguas eran azul marino y con rayas horizontales de azul claro siendo igualmente elegantes. Cuando recogían aceitunas en diciembre y enero, llevaba la parte de arriba de la falda recogida en un bulto en la espalda (fig. 382).
Por una manta, la señora Juliana había ganado una medalla y un diploma
Extraído del Libro “Spanish Costume: Extremadura” Ruth Matilda Anderson Pags: 299 – 313 Traducción: Fco. Miguel García Barroso
Peñalsordo: de folklore
y costumbres en un pasado ya algo lejano
E
s bien sabido el cambio experimentado en los últimos cincuenta años en el mundo, cambio de todo tipo. Nuestro país no podía ser ajeno a esa transformación. Tampoco nuestros pueblos extremeños, por muy marginales que se encontrasen, podían permanecer fuera de este fenómeno universal. El gran motor sin duda de cuanto apuntamos, ha sido la ciencia acompañada de la técnica y con ellas la electricidad. Nuevos fenómenos sociales, la radio, el cine, y muy especialmente la televisión y últimamente el ordenador, han hecho posible el desarrollo pleno de la comunicación entre los humanos. Obviamente, ferrocarriles y carreteras tuvieron también su protagonismo desde épocas atrás en nuestras ciudades y pueblos. Todo este fenómeno expresado, que hemos de definir como progreso, dio “al traste” con un tipo de vida tradicional transmitido de generación en generación durante siglos y siglos por nuestros antepasados. Cultura popular, costumbres, folklore…, en resumen, modos de vida, fueron evolucionando a una velocidad desacostumbrada para los hombres.
Peñalsordo como paradigma La carretera llegaría al pueblo en los años veinte del pasado siglo; el ferrocarril nunca lo hizo. La luz eléctrica, muy deficiente, se instaló por los mismos años. El cine, primer fenómeno de masas en el pueblo, apareció a finales de los cuarenta, al tiempo que dejó de representarse el teatro hecho por actores aficionados locales (la última función del “Auto de los Reyes Magos”, tradicional desde siglos atrás
ción de la nueva iglesia, nunca más hubo ninguna otra representación. La radio llega muy a comienzos de los cincuenta, y la televisión, el mayor fenómeno de masas de todos los tiempos, ya a finales de los sesenta. El ordenador, como es bien conocido, recientemente. Mas hasta la implantación de todos estos medios de progreso, la gente vivía ajena a cuanto desconocía. La vida en el pueblo transcurría sencilla y lentamente. Los hombres y mujeres se dedicaban a sus trabajos de siempre; los primeros, en general, a las faenas del campo, y tras las mismas, muchos eran asiduos a visitar la taberna; las segundas también a sus ocupaciones domésticas, propias de “su sexo”, como recogen algunos documentos. Los niños a sus juegos; abundantes y variados juegos infantiles, y ante la falta de juguetes industriales por la escasez de dinero, se usaba el intelecto para proporcionarse cada cuál a sí mismo su respectivo instrumento de diversión. Entre tantos juegos como había entonces, el trompo y los bolindres eran los reyes de los mismos. El fútbol llegaría más tarde, a finales de los cincuenta. Otros deportes nunca existieron. Y los jóvenes, cómo no, con toda una vida por delante, se afanaban en buscar y encontrar una novia con la que formar una familia tradicional. Habían de valerse de cuantas
La carretera llegaría al pueblo en los años veinte del pasado siglo y puesta en escena con frecuencia, tuvo lugar en 1945. Poco después, paradójicamente, se inaugurarían dos cines). Y si bien es cierto que hubo alguna función teatral esporádica de tema profano, desde 1964, con motivo de la inaugura-
Peñalsordo, el pasado
INVESTIGACIÓN DE FOLKLORE. PEÑALSORDO, UN PASADO LEJANO 36
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INVESTIGACIÓN DE FOLKLORE. PEÑALSORDO, UN PASADO LEJANO
artimañas poseían. Los desaires obligados de las muchachas les hacían ser con frecuencia tenaces y pillos, y, conseguido el objetivo, formar un matrimonio, que será “para siempre”. En torno a estos hechos, aparece una parafernalia propia de la edad y que era transmitida por lugareños algo mayores. Folklore Un elemento importante entre estos jóvenes de los años cuarenta y cincuenta –se usaba más las palabras mozo y moza, para conseguir sus objetivos, fue el uso del folklore autóctono; folklore que había ido transmitiéndose por generaciones de forma espontánea, pues lo popular y tradicional “campaban” con la más firme naturalidad. Hoy aquellas formas de expresión juvenil están diluidas si no desaparecidas. Algunos aún podemos dar fe de ellas por
haberlas vivido. Y si bien mis vivencias fueron escasas por haber vivido primero en el campo y más tarde como interno entre los padres claretianos de Don Benito, sí tengo suficientes conocimientos para reflejar en estas líneas aquellos recuerdos de infancia y juventud. Mas si hay alguien que desconozca su ubicación, Peñalsordo es un pueblo de la Baja Extremadura, a caballo entre las comarcas de La Serena y la mal llamada Siberia Extremeña. (Por los años que aquí referimos siempre se decía comarca de Los Montes). La población por entonces en Peñalsordo rondaba los cinco mil habitantes. El descenso de sus moradores, como sucediese por el mismo tiempo con otros pueblos de ambas comarcas debido a la emigración, nos ha llevado hasta la lastimosa actualidad, donde sus vecinos se han reducido en dos terceras partes. De costumbres y folklore propios Se daba en el pasado –aún hoy permanece en algunos casos entre poblaciones vecinas en nuestra Región-, los enfrentamientos dialécticos con chascarrillos, dicterios o decires
entre los habitantes de Peñalsordo y Capilla. Y eran bastante recurrentes. De mis años de infancia me viene el recuerdo de algunas de esas coplillas que daban lugar a ese tipo de chanzas dedicadas a nuestros vecinos capillenses o “capillúos”, como se conocían. Adelantemos ya que las fiestas populares durante el año eran escasas; apenas si se celebraban los domingos. “Al que celebra todos los santos, le amortajan con matrancho (mastranzo)”, decía el refrán popular. Por eso las fiestas eran muy esperadas: Año Nuevo o Día del Niño, Reyes, San Antón, San Sebastián (estas dos últimas se celebraban en Capilla), la Candelaria, Carnavales, San José, Semana Santa, la Cruz, San Isidro, el Corpus Christi y su Octava, Santiago, Santa Ana, San Pantaleón, la fiesta de la Patrona -la Virgen del Carmen-, los Santos y día de Difuntos, la Purísima, Navidad y Año Viejo. Éstas eran las más reconocidas. Hemos de añadir las bodas, que eran todo un acontecimiento entre los familiares de los no-
vios, y las matanzas. Y bien, en San Antón, 17 de enero, los mozalbetes de Peñalsordo intentaban el asalto al ruinoso castillo de Capilla, defendido asimismo por los muchachos de este pueblo. Se intentaba con piedras de escaso tamaño lanzadas por la mano o con hondas portadoras de piedras parecidas. A su vez los atacantes eran repelidos con el mismo sistema y el mismo entusiasmo por los atrincherados defensores de la fortaleza medieval. No se tiene constancia de que la muchachada peñalsordense consiguiese alguna vez su soñado objetivo. Sí se conoce de alguna descalabradura de estos emuladores soldados, mientras veían frustrado su empeño. Pero a cambio una y otra vez se resarcían recitando la quintilla que hasta nosotros ha llegado: Otras coplillas sin duda menos peyorativas iban dirigidas a San Antón o San Sebastián, festividades con tan sólo tres días de diferencia. Recogemos éstas:
INVESTIGACIÓN DE FOLKLORE. PEÑALSORDO, UN PASADO LEJANO 38
“Los marranos capillúos, tan valientes como eran. Nos subimos al castillo, les quitamos la bandera y también los calzoncillos”.
“Si el peñón de Capilla fuera de azucár (sic), ay, ay, fuera de azucár (bis), más de cuatro golosos chupa que chupá, ay, ay, chupa que chupá (bis)
Que dame la manó que resalada estás. Dámela con firmeza lechuguina de mi amor para ir a la verbena solitos los dos. Que salga la dama, dama vestida de marinero Qué bonita eres, que vale más pesetas que guapa que vaas, que estrellitas tiene el que bien te diviertes cielo. cuando´al baile vas, ay, Lucero del alma mía, ay, lucero de mi querer, cuando al baile vas (bis)” los pollos de la cazuela *** no los saben componer. “¿Qué haces ahí moza vieja Que son para ti mi vida, que no te casás (sic) (bis) que son para ti mi amor, que te vas arrugando que son para la muchacha como las pasás (bis). que lo componga mejor.
Todo este repertorio habrá ido acompañado de palmas rítmicas. Estas coplas se cantan formando doble fila, mientras una pareja se pasea de forma rápida entre ambas filas en sentido contrario. A continuación la pareja se para enfrente uno de la otra en los extremos. Y tanto el mozo como la moza moverán la cintura de forma acompasada y las manos en sus caderas o cuadril, al tiempo que vuelve la copla entonada por todos: Tonás de quintos y jotas Hasta mi época llegaron algunas tonás de quintos que repetían mis paisanos en
Ese cuerpo, ese talle, ese poquito meneo. Ese cuerpo saleroso, que vale tanto dinero. Alirín, alirón, que salga usted, mi amor, que vale más pesetas que estrellitas tien´el cielo. Lucero del alma mía, lucero de mi querer, que son para la (aquí se nombra una persona) que lo sabe hacer mejor”.
fiestas, preferentemente cuando se tallaban y “hacían el arco”, o por carnavales. Eran cantos de jóvenes que se divertían, a veces algo pasados de bebida. Muchas de estas tonás procedían de los años veinte cuando los mozos se incorporaban a filas, especialmente en África, que fueron pasando por generaciones:
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INVESTIGACIÓN DE FOLKLORE. PEÑALSORDO, UN PASADO LEJANO
(Estribillo) “Cantar quintillos, cantar, cantar y no tengáis pena, qu´a la tierra donde vais, también hay güenas morena. Los quintos, los quintos, los quintos se van, las pobres las madres cuanto llorarán (tris) los quintos, los quintos, los quintos, se van. Si te toca te jodes, que te tienes que dir, que tu padre no tiene para librarte a ti (tris). Si te toca de jodes, que te tienes que dir.
También de principios del pasado siglo son estas dos coplas populares:
“Ya no tiene Juan “el Chulo” su novia cantarranera, que la tiene en la Calucha y es una gran costurera”.
Quién el la zorra que ha dicho (bis) que los quintos tienen pena, que se preparen las mozas al entrar eén Villanueva. A Melilla voy a dir (bis) a por una melillanaaa, porque las de este paiiís espigan peeero no granan.
Otra toná es idéntica a la anterior, cambiando tan sólo los nombres de Antonio por Pepe y moño por el rodete. Hasta aquí las manifestaciones expuestas son las que han llegado a mí de forma directa. Pero otras en forma de jotas me fueron transmitidas hace muchos años por mis tíos-abuelos Francisco Zarcero y Crisanta Mora (ambos habían nacido en 1900), que se dedicaron en cierta medida a la música, como lo harían más tarde sus hijos. He aquí tres jotas de sus años jóvenes:
Melilla voy a dir (bis) montadito en una liebre, para que digan los moros: qué caballoo tan alegre. Y se llevan a mi Antonio, madre los quintos se van. Y se llevan a mi Antonio, ya no tengo quien me traiga horquillas paara mi moño”.
O esta otra algo anterior:
“Tenemos fuente en la Plaza alumbrada con bombillas, pero como no da agua que se vaya a hacer morcilla”
“Mañana voy a lavar a la Fuente del Tejar, si quieres que te le lave dame el pañuelito, Juan. *** Mañana voy a lavar a la Fuente del Madroño, si quieres que te le lave dame el pañuelito, Antonio. *** Mañana voy a lavar a la Fuente la Jarrera, si quieres que te le lave dame el pañuelo, Manuela”.
INVESTIGACIÓN DE FOLKLORE. PEÑALSORDO, UN PASADO LEJANO 40 La Octava del Corpues Christi y las mojigangas Es suficientemente conocida la Cofradía de los Soldados del Santísimo Sacramento o Hermandad del Señor en Peñalsordo, fiesta declarada de interés turístico tanto a nivel nacional como regional. En la víspera de su Octava se recitan desde el balcón del Ayuntamiento, recibidas con gran expectación las llamadas mojigangas. Todos los años algunos hermanos de la Cofradía pronuncian versos más o menos medidos y rimados que recogen los acontecimientos
más jocosos acaecidos durante el último año en el pueblo. Por lo general a través del tiempo estas mojigangas fueron destruidas una vez ofrecidas al público. No obstante, en los últimos años se han ido guardando recogidas en papel. Algunas han sido publicadas en mi folleto “El Corpus Christi y su Octava en Peñalsordo”, con cuatro ediciones diferentes. Una de las mojigangas del primer tercio del pasado siglo, que es una auténtica rareza, ha llegado a nuestras manos en fecha reciente. Nos la ha proporcionado el vecino del pueblo Manuel Sánchez Tamurejo. Verdaderamente está en conso-
“No quiero estar en el pueblo, me molesta la bullanga. Yo me marcho a mi cortijo que tengo en la Piedrasanta. Por la mañana temprano, así empieza mi trajina: Echo de comer los guarros y después a las gallinas. Veo de pasar el tren: el mixto, el mercancías, el rápido y el exprés. Si miro para el saliente veo el castillo Madroñiz con su fuerte torreón. En medio del centro un salón, en “ca” costero un escudo, y aunque son testigos mudos bien indican lo que son… Del conde Osuna, blasón. También veo Los Agallares, (una elevada sierra) que domina a Villanueva, domina a La Serena, Don Benito y Badajoz”.
nancia con la poesía popular, pues es ésta la esencia de tales poemillas. Se trata de una de las muchas que creó y recitó el cofrade Emiliano Serrano, padre de otro cofrade, Francisco Serrano “Tinajas”, a quien sí hemos conocido ya mayor, y cuyas mojigangas eran muy celebradas por los años cuarenta-cincuenta por los asistentes a las mismas. He aquí la de Emiliano, como se observa muy personal:
Alejandro García Galán
OямБcios ANTIGUOS
Ganadero y Artesano del Mimbre
E
n busca de oficios antiguos llegamos hasta la casa de Joaquín Casado Quintana, y Antonia Moreno Mora, este amable matrimonio nos abrió las puertas de su casa de par en par. Nada más entrar en casa de Joaquín y Antonia nos encontramos presidiendo su salón un precioso cuadro de las manos de nuestro entrevistado trabajando la mimbre... Antonia nos aclara que la autora del mismo es una prima suya, Isabel. Justo debajo del mismo Joaquín se hallaba “vistiendo el asiento” de una silla. Joaquín era ganadero, y ha sido aficionado de toda la vida a realizar trabajos con mimbre, bayunco, corcho... . Desde que se jubiló dedica a esta labor mucho más tiempo, aunque cuando trabajaba, sentado cuando no cuidaba el ganado, se dedicaba a realizar los trabajos más labrados. Una de las primeras cosas de las que Joaquín se lamenta es que ya no puede ir a coger sus materiales al río, porque está penado por la Ley, por la protección de aves acuáticas. Tiene que pedir permisos especiales, por lo que cada vez es más difícil conseguir la materia prima para trabajar. Todos sus trabajos los realiza por encargo, y sobre todo a personas amantes de las tradiciones. Actualmente está restaurando
arte y mimbre
OFICIOS ANTIGUOS. GANADERO Y ARTESANO DEL MIMBRE 42
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OFICIOS ANTIGUOS. GANADERO Y ARTESANO DEL MIMBRE
muchas sillas y cosas antiguas. Un trabajo, que si se tuviera que pagar no tendría precio. “Dr. Bayunco” le apodó de modo cariñoso un Sr. al que le preparó una colección de sillas.
Después de un buen rato de conversación Joaquín nos enseña el material que utiliza para trabajar, bayunco, mimbre, esparto bravío, juncia, y sin pensárselo mucho nos muestra como se tuerce la misma para realizar la cuerda de la que antes hablamos. Los cordones los realiza de cuatro ramales porque según él de tres los hace cualquiera. La mimbre nos dice que se cogía en las mimbreras que se crían en los cascajales de los ríos. Para seguir el proceso Joaquín nos explica que cuando lo corta está verde, y el material hay que pelarlo con dos palillos “estilo tijera”. Todo esto hay que hacerlo cuando sea su tiempo, más o menos en Junio. De no ser así, si se cortara antes de tiempo las “puntitas” de la mimbre se van, y si se cortara más tarde ya no se podría pelar. Después de este proceso hay que curarla al sol, y una vez seca hay que echarla un poco a remojo para trabajar con ella humedecida. El bayunco sigue para prepararse un proceso similar, pero no idéntico, como cuando se coge está verde hay que curarlo al sol, a modo de abanico abierto atado de un lado. Además hay que darle dos o tres vueltas porque necesita más soleo que la mimbre. Para trabajar este material también hay que humedecerlo.
Le preguntamos a Joaquín si sería posible que nos mostrara alguno de sus trabajos, y muy amablemente y poco a poco nos fue enseñando verdaderas maravillas. En primer lugar, una costera de mimbre, material que según él se cría en los cascajales de los ríos, garrafas forradas también de mimbre, cestas, costeras... y se quedó con ganas de enseñarnos un pequeño chozo que se había llevado su hijo. Por si eso nos parecía poco nos deleitó con el asiento de una silla de más de treinta años... nosotros como ignorantes que somos en la materia le preguntamos que si estaba realizada de cuerda y nos dijo que sí. Pero.. cuerda realizada con sus propias manos de juncia. Respecto a la pregunta de ¿cuánto tiempo se puede dedicar por ejemplo a vestir una silla con cuerda? Joaquín nos dice, que bastante. Dedicándote solo y exclusivamente a eso, aproximadamente día y medio, eso sí, teniendo la cuerda ya hecha. Y el tiempo de la cuerda nos dice que no sabe calcularlo, porque antiguamente cuando iba con el ganado se iba entreteniendo en torcer la misma. Las cuerdas según recuerda las hacían de tres “brazás” para que no se enrollen mucho cuando estás enhebrando. Ante la pregunta de quién le
enseñó el oficio, Joaquín nos sorprende diciendo que nadie, que es autodidacta, porque él simplemente lo ha visto hecho
y lo ha deshecho para fijarse y aprendiendo de sus propios errores, ha ido aprendiendo.
Ante le pregunta de qué fue lo primero que realizó nos dice que fueron unas sillas cuando él estaba en “La Veguilla”. Nos muestra tres “palos” el mayor de ellos nos dice
OFICIOS ANTIGUOS. GANADERO Y ARTESANO DEL MIMBRE 44 que lo utiliza para rellenar, porque como el bayunco lo trabaja húmedo, cuando finaliza de vestir el asiento de la silla, rellena la parte de abajo con unos cuantos bayuncos más. Otro lo utiliza para coser y el otro para recorrer, por si cuando está trabajando se montara algún bayunco. A la hora de trabajar nos dice que por ejemplo para hacer una costera, hay que echar unas guías determinadas porque si no, no te sale bien. Las guías tienen que ser pares, en cambio la “pleita” hay que trabajarla con nones. El chozo Hablando, hablando, Joaquín nos dice que el otro día le salió un pretendiente para hacer un chozo, pero de los grandes, dijo que no, porque para hacer un chozo en condiciones se precisa mucho. Él ya hizo en su momento muchos chozos, y a continuación nos contó que lo primero que hay que hacer para fabricar uno es coger la madera y saber el tiempo en que hay que cortarla, cuando no corre la sabia, porque si no, no haces de la madera lo que quieres. La madera preferiblemente debe de ser de álamo negro. Hay gente que lo ha hecho de eucalipto, pero una madera no es comparable con la otra. Una vez hecha la estructura, hasta el aro gordo se hace de espadaña, porque une más o de bayunco, porque es más abrigada la parte de abajo. Y del aro gordo hacia arriba, si lo había, porque hoy casi ni lo
hay se hacía de bálago, al tener mejor salida de humo. Joaquín nos dice que el construir un chozo es como cuando tenemos
cala, porque hincha. Antonia y él nos recuerdan que estuvieron veintiséis años trabajando en “La Veguilla” y viviendo en un
albañiles, cada uno trabaja de una manera. Nos dice que en la parte de abajo también echaban como un visillo de bálago por-
chozo. Estaban a cargo de ganado vacuno de leche. La verdad es que estuvimos maravillados de tanta sabiduría
...la trincalla, lleva los mismos ingredientes que el gazpacho, el pan en trozos... que es más duro y no se estropea tanto como el bayunco. Joaquín nos dice que en un chozo, mientras más llueva, menos se
y tanta amabilidad y a modo curioso cuando ya nos veníamos, Joaquín nos explicó una comida que le encanta y que
algunos de nosotros desconocíamos, la trincalla. Lleva los mismos ingredientes que el gazpacho, y en vez de picar el pan y echarlo migado, como lo migamos con las manos, se tiene que hacer trozos grandes, una cosa regular. Luego añadimos el poquita agua, el tomate y el guise de guinda, vinagre..lo das una vueltecita y coges la botella de aceite y a “estilo coruja” echas tu aceite y en lugar de coger una cuchara utilizas el tenedor. Generalmente se hacía con el pan bien asentado que no se espanzurre mucho . Y así puedes pinchar el pan, puedes pinchar el tomate y ahí se junta todo. En definitiva, Joaquín nos demostró que es un gran maestro del saber popular. MIL GRACIAS, JOAQUÍN Y ANTONIA.
Genari Moreno Casado Juan F. Valadés Sauceda Mª Teresa Sánchez Casado Manuel García-Adámez Sosa
OFICIOS ANTIGUOS. PRIMER ELECTRICISTA AUTORIZADO
electricidad autorizada
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Primer instalador electricista autorizado en Don Benito
C
omo al parecer lo que queréis es que os de una explicación de mi trayectoria en el sector eléctrico, paso a reseñar algunas explicaciones y anécdotas de mi larga vivencia como instalador electricista (el primero autorizado en Don Benito). Me establecí en el año 1953, tiempos difíciles y de escasez, pues para conseguir un Kg. de cobre nuevo, teníamos que entregar kilo y cuarto de cobre en chatarra, además de pagarlo, y para conseguir una bombilla nueva, habías de entregar el casquillo de la vieja.
En esa época, las instalaciones se hacían con cables flexible trenzado, sobre aisladores de porcelana, el cual estaba revestido con una capa de goma que se endurecía y se resquebrajaba, y esta a su vez revestida con una capa de algodón. Tipos de instalación Las instalaciones empotradas se
que mi padre, que no era del oficio, un día llegó a casa muy orgulloso contando que le había dicho D. Manuel Camacho Galván, un notario en Don Benito, que a su hijo le veía como para formar una empresa y dirigir a varios empleados; yo entonces me eché a reir, pues lo veía extraño e imposible de llevarlo a cabo.
Las instalaciones empotradas se hacían con tubo de cartón forrado con chapa
Esta escasez unido a mi escaso poder adquisitivo y la mala calidad del material existente por aquellos entonces, hacía que tuviera dificultades para desarrollar en condiciones normales mi trabajo.
A todo esto, había que añadir, que las empresas distribuidoras de energía, no admitían que los instaladores pudieran desarrollar libremente su profesión, lo que puede dar una idea de la lucha que tenía que mantener para poder trabajar y sacar adelante un negocio.
hacía con tubo de cartón embreado, forrado con una fina lámina de chapa; a dicho tubo se le denominaba “bermang”. El hilo, al que se llamaba IKB, era rígido, forrado con una pasta de goma y algodón de color negro. La anécdota Como anécdota, puedo contar,
Años más tarde comprobé que D. Manuel pronosticó bien, y comprendí el refrán popular que corría por Don Benito, y que decía algo así como: Si D. Fulano anduviera, D. Beltrano oyera y D. Manuel Camacho viera, no habría hombre... Estas tres personas, eran muy emprendedoras a pesar de sus faltas físicas, pues D. Manuel tenía gafas de bastantes dioptrías.
Hoy para mí es una satisfacción haber formado a buenos profesionales y empresarios del sector eléctrico y desde aquí quiero felicitar al grupo Caramancho por su larga trayectoria y múltiples éxitos.
Mauricio Gutiérrez Ortíz
OFICIOS ANTIGUOS. FAENAS DE NO OLVIDAR, ENCAJAR PAJA 46
S
iempre que trato con hombres del campo, pienso en lo mucho que ellos saben y nosotros ignoramos, y en lo poco que a ellos importa conocer cuanto nosotros sabemos. A. Machado Pasan las etapas. Alrededor de la memoria me surgen ciclos de la vida en nuestros pueblos y que por mucho tiempo que pase siempre vivirán. Encerrar Paja Una vez finiquitado Agosto, terminado el trabajo de las E R A S, comenzaba la taraea de meter o encerrar paja. La tarea de llenar los pajares en bien conocida por todos los que rebasamos el medio siglo de edad. Todos recordamos aquellos trabajos de belleza expresiva que desgranaban aquellos hombres en función del acto recordatorio que nos legaron.
do con estacas, anchas redes y bolsas, ya que al ser cosa muy ligera podían cargarse al máximo de su capacidad. No hay duda de que tales faenas arraigaran en lo más hondo de todos nosotros, y es agradable observar como en el transcurso del tiempo son puntos patriarcales en nuestra memoria. El cargador en la era, estaba provisto de una gran BIELDA, ya que el carrero tenía la misión de tupir y retupir la paja en el carro, para
Por la mañana A primera hora de la mañana, como una gran procesión comenzaba la llegada de carros que se repartían por todas las calles del pueblo, con una musicalidad de traquteo y cantares mezclados con el crujir de látigos y el RIA-BO que era la voz de mando del carrero en ordenar a la yunta, para su buena circulación por las calles empedradas de las Villas. Son humildes y simbólicas pinceladas del mismo quehacer sinfónico y poético de nuestros oficios.
No es de buena inteligencia dejar paja a la inclemencia...
NO es de buena inteligancia Dejar paja a la inclemencia, Pues si es recio el temporal La suele dejar muy mal. Llegaban los carros cargados de la rubia materia, carros que previamente se habían acondiciona-
que el porte cundiera. Si la paja tú malgastas Por más que abunde no basta.
Quien paja no guardase cuan pudiere No la tendrá cuan quisiere.
La descarga Llegados al punto de destino comenzaba la descarga en la “PAJERA” donde la materia transportada quedaba lista, para por mano maestra ser bieldeada por el “AVENTAERO” al interior del pajar, donde los muchachos siempre mandados y vigilados por una persona mayor se les ordena la tarea de extender y repartir la paja con horcas o bieldos por todos los puntos del pajar. Entre los rasgos típicos que hacen inconfundible
PIDE un buen SURTIDO DE TAPAS con unas BUENAS CAÑAS
meter o encajar paja
Faenas de no olvidar: Meter o encajar paja
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OFICIOS ANTIGUOS. FAENAS DE NO OLVIDAR, ENCAJAR PAJA nuestra cosas, podríamos citar muchas más sobre la particularidad y su fuerza de prestancia a través de los tiempos.
Quien paja no guardase cuan pudiere, no la tendrá cuan quisiere
los participantes saltaban para hacer asiento y aumentar así la capacidad del pajar
En diciembre has de mirar lo que se bajó del pajar...
Hacer asiento Todos los participantes corrían y saltaban para que la paja fuera haciendo asiento, aumentando la capacidad del pajar. El trato con la paja era diverdido a pesar de que a veces resultaba algo molesto.. ¿De dónde podría venir esta costumbre tan generalizada?. Difícil es precisarlo, toparíamos con los archivos mohosos y desvencijados de los siglos. Los que se encontraban dentro del pajar eran sufridores del sudor y del tamo que quedaba pedado a la piel.. La cabeza se rpotegía con pañuelo y sombrero, aunque no impedía que ésta quedara revuelta por todos los componentes resultantes, que esta faena comportaba. El dinamismo no faltaba, había que llenar uno o varios pajares, para que durante todo el año no faltara en los pesebres del ganado de labor y otros menesteres. En diciembre has de mirar Lo que se bajó el pajar. Hay tiempos que podríamos exprimir por el sentido existente y misterios que nos introduce en el sentir amoroso de nuestras cosas. Entre carro y carro, en esa espera se organizaban juegos de entretenimiento, los más revoltosos se empleaban en enterrar a algún compañero entre la paja, del ancho y mullio colchón que era el pajar. Para días de holganza Terminaba esta obligatoria faena, ya cercana a la fechas de ferias y fiestas. Este menester siempre proporcionaba unos ingresos extras para esos días de holganza, con los que se hacían más llevaderas y olvidadizas todas estas rudas faenas a través de los estilos y de los tiempos.
Lorenzo Medel Romero
Juegos TRADICIONALES
JUEGOS TRADICIONALES. JUEGOS TRADICIONALES (III)
juegos y tradición
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Juegos Tradicionales (III)
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ontinuando con el artículo publicado en el número anterior, n o s centraremos en esta ocasión en juegos llevados a cabo sin otro instrumento que el propio cuerpo, ayudado por algún elemento extraño que le sirviera de sujeción. En este grupo de juegos vamos a enumerar tres: MOSCA ARRIBA O ABAJO, ENTERA Y ENTERA CORRIDA. MOSCA ARRIBA O ABAJO: Es un juego que se juega por equipos, se han de hacer dos grupos, normalmente de niños, y se establece un sorteo, para ver cuál de los dos equipos la “jincan”, una vez establecido el turno, el equipo que le toca “jincar”, se agrupa de tal manera en hilera, de forma que el primero de ellos inclinado hacia delante agarra algún elemento cosistente con sus manos (normal-
mente la reja de alguna ventana), mientras que los demás miembros del grupo irán agachándose y en-
trando su cabeza entre las piernas del que le precede, hasta que todos ellos estén perfectamente formados. Los miembros del otro equipo, teniendo en cuenta las habilidades de cada cual, irán saltando encima de tal forma que no han de modificar su postura después del salto. Una vez todos ellos encima, si han saltado convenientemente y han ajustado adecuadamente sus posturas, irán diciendo “¿mosca arriba o abajo?”; si los miembros del equipo que “jinca” intuyen que no se caerán o que no modificarán su postura, dicen “abajo”pero si sospechan que pueden sufrir algún movimiento o que simplemente, pueden caerse, entonces aguantan y dicen “arriba”, para tratar de ser ellos los que la próxima vez salten encima.
establecido el turno, el equipo que le toca “jincar”, se agrupa en hilera
ENTERA: Uno de los juegos más clásicos, no sólo lo jugaban los niños de corta edad, sino que incluso los mozalbetes también lo practicaban. Su práctica era llevada a cabo por un
JUEGOS TRADICIONALES. JUEGOS TRADICIONALES (III) 50 grupo de, normalmente, niños, en un número no inferior a tres y máximo el que el grupo acordase. Se comenzaba a jugar cuando se había sorteado quién hacía de “burro” (e que la “jincara”, una vez conocido el burro, éste hacía una raya en el suelo, poniendo una pierna a cada lado de la raya, apoyando sus brazos en las rodillas y entrando su cabeza hacia el pecho, con la intención de no sufrir ningún golpe (bien desagradable por cierto). Comenzaban a saltar los demás miembros del grupo, hasta que todos lo habían hecho sin fallos; entonces el burro daba un paso delante de la raya, quedando de esta forma un espacio entre la raya y él mismo, de esta forma los demás miembros del grupo debían volver a saltar desde la raya sin pisarla y sin rozar al burro, nada más que apoyando las manos en sus espalda. Si alguno no cumplían estas normas pasaba a ser “burro”. Cuando todos habían finalizado de saltar, el burro se alejaba otro paso de la raya y se comenzaba de nuevo. Cuando algún saltador entendía que no podría saltar la distancia entre la raya y el burro, sin pisar la raya y sin dar al burro, pedía “media”, esto significaba que entre la raya y el burro, podía tener un apoyo en el suelo sin incurrir en falta y continuar jugando. A medida que la distancia entre la raya y el burro se hacía más grande se podía pedir “tercera”, “cuarta”, etc. enumerando así el número de apoyos que se podían hacer en el suelo entre la raya
y el burro sin incurrir en falta. Evidentemente sobra decir que aquel que cometiera un fallo en cualquiera de sus “rígidas normas”, pasaba a “jincarla”. Una variante de este juego es:
eran frecuentes otros juegos como “La mocha”, “El repión”, “La picota”, etc...
ENTERA CORRIDA: El juego comenzaba de manera asimilar al anterior, eligiendo un burro que la “jincase”. Una vez establecido esto, los demás miembros del grupo hacían una fila e iban saltando sobre él; a medida que iban saltando, a su vez, se colocaban haciendo de “burro”, de esta forma se iba ejecutando una cadena que permitía recorrer calles y plazas al tiempo que se iba jugando. Estos juegos normalmente se practicaban, bien en primavera, bien en otoño, cuando el tiempo era agrabable, pues el verano con sus rigores no invitaba a hacer tanto ejercicio y en el invierno, eran mucho más frecuentes otros juegos como “La mocha”, “El repión”, “La picota”, etc. Como demuestran estos juegos, no son necesarios artilugios ni máquinas para pasar el tiempo libre, sólo se requiere un grupo de personas puestas de acuerdo para hacer de la calle o la plaza un lugar de encuentro.
José Isidoro Ruiz
Gastronomía TRADICIONAL
La Alimentación y el Refranero
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ace varios años me encargaron un libro sobre recetas de los años del hambre. Con este motivo recorrí pueblos de toda la geografía española, intentando recuperar aquellas recetas. He de reconocer que no lo conseguí, me quedé estancada en unas treinta, pero al mismo tiempo que me daban las recetas, me contaban anécdotas, refranes y cosas relacionadas con su modo de vida y decidí que eso no se podía perder, que había que recuperarlo y darlo a conocer, pues, para nuestro bien, nos guste o no, es nuestra herencia y no la debemos perder.
La dificultad por conocer los inicios estriba en la falta de documentación... En las aldeas, cuando era invierno y caían grandes nevadas, no cómo
la tertulia, las mujeres hilando o cosiendo, los hombres charlando alrededor de una botella de coñac, o reparando los aperos, y los niños jugando alrededor. No existían las televisiones, ni siquiera las radios, y lo que allí se hablaba se pasaba de generación en generación como una rica tradición oral. Los niños desde pequeños sabían orientarse mirando al cielo, así como saber si al día siguiente llovería, por la disposición de las nubes, el color del amanecer o del anochecer, etc.. tenían un gran aliado en el santoral, que regía desde tiempos inmemoriales las labores del campo.
Son refranes de la aldea, que van desde la plantación hasta el plato
Ardua tarea Los refranes que me contaban, los fui recopilando y luego aumentándolos, después de indagar en bibliotecas y con otras personas de unas edades similares a las anteriores. Son refranes relacionados con la aldea, que van desde la plantación de un producto hasta que este acaba su existencia en el plato. Lo mismo ocurre con los animales: hablan de la cría, desarrollo y posterior consumo, tal cual, o bien en forma de embutidos, jamones, etc..
ahora, la gente se reunía en una casa (así ahorraban leña), y comenzaba
Que no desaparezca Era una cultura popular muy arraigada que con el paso del tiempo, la televisión y los ordenadores ha dejado prácticamente de existir, y que es lo que pretendo que no desaparezca, que salga a la luz para orgullo de todos.
Todo esto ha dado como resultado la publicación de mi último libro: “Refranero Gastronómico”, que si no estoy equivocada, es el único que existe sobre este tema en España. Como homenaje a estos hombres y mujeres, os dejo algunos de estos refranes.
el comer del refranero
GASTRONOMÍA TRADICIONAL. EL COMER EN EL REFRANERO 52
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GASTRONOMÍA TRADICIONAL. EL COMER EN EL REFRANERO
• A boca de borracho, oído de cantinero • ¡ A buena hora pidió el Rey gachas! • A cada uno le toca escoger la cuchara con la que ha de comer (en el campo) • A la bota dale beso después del queso • A mordedura de alacrán, busca vino, busca pan, que mañana te enterrarán • A qué buscar pan de trastrigo, siendo tan bueno el de trigo • A quién a soplos enfría la comida, todos le miran • A quien no tiene hambre, Dios le llena los graneros • A unos les llenan el tazón, y a otros les dan con el cucharón • Abejas sin comida, colmena perdida • Abejas y ovejas poco rinden en mesas ajenas • Agua de primavera, si no es torrencial, llena la panera • Agua del Tajo, infla la tripa y afloja el badajo • Ajo, sal y pimiento, y lo demás es cuento • Al buen vino no le busques abolengo • Al comer y al cagar, prisa no te has de dar • Al mal cocinero le estorban hasta las cucharas • Al galgo más lebrero se le va la liebre en enero • Al que no siembra, Dios no le da cosecha • Al queso y a la mujer, de vez en vez • Amigo por amigo, el buen pan y el buen vino • Amigo, te guardé un higo, pero como no te vi, me lo comí • Amistad, la que quieras, pero la cebada, a veinte la fanega • Año bisiesto, ni cuba, ni cesto • Atún de ijada, comida regalada • Aún no eres alcalde y ya quieres comer de balde • Bachiller en medicina, confunde el vino con la orina • Bautizar es dar nombre, menos al vino, que se lo quita • Bendita sea el agua, por sana y por barata • Boca que bosteza, estómago que hambrea • Bocado de pan, rajilla de queso, y de la bota un beso • Buena vida me paso, buena hambre me rasco • Bueno es que haya ratones, para que no se sepa quien el queso come • Buenos son barbos, cuando no hay truchas a mano • Buñolero, a tus buñuelos • Cabras muertas de hambre no las ha visto nadie • Cada pan cuesta su afán • Caldo de gallina es famosa medicina • Carne, carne cría, y peces, agua fría • Carne perdida: liebre asada y perdiz cocida • Clases de vino sólo hay dos: el bueno y el mejor • Coles y nabos, comida de aldeanos • Comer sin vino, es comer mezquino
GASTRONOMÍA TRADICIONAL. EL COMER EN EL REFRANERO 54 • Comida de aldeanos, sin mantel, pero mucho y sano • Con buen pan y buena leña, el niño nunca enferma • Con malas comidas y peores cenas, menguan las carnes y crecen las venas • Con vino y tocino, no pasa frío ningún vecino • Criada nueva, puchero roto • Cuando comieras pan caliente, no bebas de la fuente • Cuando nace una criatura, lleva siempre un pan bajo el brazo • Cuando rasca la majá, cazuela, lumbre y tajá • Cuando suena el almirez, llama a comer • De la pescadilla, la colilla • De lo barato, comer hasta atiborrarse; de lo caro, comer pero sin hartarse • De lo que come el grillo, poquillo • De tierra de alacranes, pocos panes • De un cólico de espinacas, no se murió ningún Papa • Descendiente del vino, y de la cocina un amigo (el vinagre) • Después del verano, la uva llega al mercado • El buen estudiante, harto de sueño y muerto de hambre • El buen vendimiador nunca se arrodilla, le tienen que tocar las hojas en la barbilla • El dinero y el jamón, para las ocasiones son • El habaren flor tiene grato olor • El hambre es tan maestra que hasta a los animales adiestra • El pescado fresco, gástalo presto • En Manjaliza, muy buenas migas • En martes, ni tu hija cases , ni tu cochino mates • En Oseja, las viejas comen lentejas • En San Juan, al sol se quema el pan • En tiempo caliente, refresca tu vientre • En todo manjar buena es la sal • Hambre y sed, la mejor salsa para comer • Hasta San Juan, todo vino es rabadán • Hacendado en olivos, un año en terciopelo y cinco en cueros vivos • Labrador y cazador, conejos en la despensa y hambre en el comedor • La sopa de ajo, hasta llegar al tajo • Los caudillitos de abril para mi, y los de mayo, para mi amo Estos refranes forman parte del libro, que tas y curiosidades de la comarca a sus abuelos. contiene aproximadamente unos tres mil, poco Estoy segura de que sorprendería la riqueza de a poco se van ampliando, pero no quería dejar conocimientos que se podrían sacar de estos tepasar la oportunidad de transmitirlos a través de mas. esta querida revista. Estoy dispuesta a colaborar con ellos, si es que Sé que la leen muchos profesores, y les sugeri- mi conocimiento puede servir de aliciente para ría la posibilidad fomentar la recuperación de una cultura, que de que formasen grupos de alumnos en las cla- poco a poco desaparece. ses, que se dedicasen a preguntar refranes, rece- Un saludo
Inés Gibaja Hombre www.atapear.com
GASTRONOMÍA TRADICIONAL. RECETAS DE 1877
el buen comer
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Libro de Cocina (Don Benito, 1877) SOPA DE PAN
sirve en la misma cazuela.
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(Libro de Cocina)
ortado el pan en rebanadas finas, se pone una tanda doble de ellas en la cazuela, encima otra de perejil y ajos picados, otra de las rebanadas, otra de perejil y ajos y, en fin, cuantas san necesario; estando hecho el caldo, a esto se le echa al caldo bien caliente y se pone a cocer a fuego lento; se guarnece con rebanadas de huevos duros cocidos, asadurillas de gallina fritas con pringue de jamón; se
Dª Josefa Mejías Dias de la Cortina, Don Benito, 1877
GASTRONOMÍA TRADICIONAL. RECETAS DE 1877 56
TARTA DE FRUTAS
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e cogen unas pocas de peras y manzanas, se mondan y se rallan muy bien; se tiene media libra de azúcar hecha almíbar, se le echa la fruta preparada y se cuece en términos que se menee con el cucharón y quede limpio el cacillo, encargando se tenga cuidado de que no se agarre al
asiento y después que esté frío, se le echan tres claras de huevo y se batirá muy bien dicha masa con el cucharón; se verterá la tartera de la masa de las tortas de azúcar, se echa el relleno haciendo una rueda a la propia tartera con dicha masa, formando cuatro divisiones ocupadas de dicho relleno o de otros. Se echan las yemas enteras de dichos huevos encima, se guarnece con dulce de guinda u otro y se manda al hor-
no; se advierte que se echa al horno relleno, canela según el gusto, y que luego que viene del horno se le echa azúcar y canela. (Libro de cocina) Dª Josefa Mejías Dias de la Cortina, Don Benito, 1877
Recopilado por: Eduardo Gómez - Valadés
GASTRONOMÍA TRADICIONAL. CONFRONCIOS
sosiegos del hambre I
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Confroncios:
Sosiegos del Hambre (I)
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onfroncios y pasos largos”, nos decía mi padre a mis hermanas y a mí, cuando éramos niños, al preguntarle que qué íbamos a comer ese día. Pero muchos, con menos para comer, desgraciadamente, dirían también esa frase. Confroncios es una expresión dombenitense, que indica que no sabe lo que se va a comer, cuando la despensa está muy vacía. Y cualquier cosa que se encuentre sirve para sosegar el hambre, incluso hasta los rollos del Guadiana, se decía, pero no hace falta eso Las piedras del hambre que los poderosos rechazaron, los menesterosos (que han sido muchos, y serán cada vez más, si esta sociedad consumista y de globalización no cambia) las recogieron. Puede decirse que ellos, los necesitados, construyeron la piedra angular para el sosiego del hambre. Muchas fueron las necesidades que pasaron los más humildes para comer; ningunas, la de los necesitados. Pero más inteligentes fueron los primeros para saborear lo muy poco –en materia gastronómica– que disponían; los segundos…, con buenas cosas, poca inteligencia se necesita para comer. Y de ese material comestible que desechaban los potentados, y los
necesitados usaban, es lo que quiero escribir en este capítulo. Cierto día, los poderosos, que iban siendo menos prepotentes y sus riquezas –quien no trabaja y no tiene un quehacer…– marchaban en decadencia, probaron las comidas de los pobres. Y vieron que eran buenas. Se apoderaron de “sus recetas culinarias” y la explotaron como suyas. Pero el poder de comer
De aquellas comidas condimentadas, “cocinadas” y “pobres” (Gazpachos, cocidos, potajes, etc.), que ya he escrito en otros lugares, no voy a insistir, sino voy relatar algo de aquellos alimentos que servían para sosegar el hambre, y que ahora cualquiera se vanagloria, afortunadamente, de disponer de esos manjares y esos sabores. ¿Qué furrionas no han gozado de ellos? Voy a escribir sobre esos alimentos, que hasta hace unos años, y hasta hace unas décadas, servían para entretener el desayuno, el almuerzo o la cena, como plato único. Unos eran cárnicos y otros vegetales, estos últimos, producto del forrajeo (criadillas, espárragos y cardillos), esencial esta profesión para cubrir unas necesidades alimenticias y pecuniarias de verdadera miseria viviente. Prescindo ahora de escribir sobre “El encebollado”, que ya lo hice en el capítulo de la caldereta, y de “las aceitunas rajás o machás”, que ya lo hice en el capitulo titulado “El pastor come”, cuando éste se llevaba una almorzá de aceitunas para comer, mientras caminaba con el ganado por los distintos pastizales de la Serena, con una cantellá en su morrala.
Confroncios es una expresión que indica que no se sabe lo que se va a comer nació, por lo menos en la zona que yo conozco de Extremadura, como escribí en otro lugar, de la inteligencia de nuestras madres y mujeres, de esas mujeres sencillas y silenciosas pero incansables en su agudeza. Ellas fueron las que crearon la cocina extremeña, a parte de las comida de los monasterios extremeños, que ese puede ser cápitulo para otra ocasión, si hay tiempo.
Asaduras Antes de continuar, y en relación con las asaduras, diré, siguiendo a
GASTRONOMÍA TRADICIONAL. CONFRONCIOS 58 Matilde Santamaría, en el libro La España de Velázquez, en la época del siglo de Oro Español (según se relata en el año 1623), que éstas estaban destinadas los sábados –días de grosura– para el rey, la reina, el infante, señores del Consejo y a unos poco personajes. Debía ser las asaduras, entonces, un manjar exquisito, para que a tan alta nobleza llegara. Posteriormente, en desuso, y sólo cuando las necesidades de comidas acuciaban formó parte de la alimentación para la clase humilde y obrera, no ya ahora, las cuales forman parte de muchas corroplas. El tocino Comenzaré a escribir sobre los más tiernos y aceitosos y húmedos alimentos: el tocino. Se decía, hace unos cinco siglos: No hay olla sin tocino ni sermón sin agustino. Y siguiendo a Matilde Santamaría, el tocino, entonces, no solamente era necesario para la alimentación, era también necesario como carné de identidad de aquellas épocas pasadas: quien no lo comiera, podía ser acusado, por la llamada Santa Inquisición (por cierto, no única en España, ya se pudo apreciar unos siglos antes en Francia, cuando la persecución de los cátaros), de judío, y ello era muy peligroso en aquellos días, porque la Inquisición mataba más que el hambre. Aquél, el tocino, que jugaba en las ollas con los garbanzos y los trozos de carnes, podía ser añejo o fresco. Pero el que yo quiero expresar como sosegador
del hambre era el tocino fresco, viudo de ollas, y el tocino curado en salmuera, veteado o no. Desde hace muchos siglos ha sido el tocino fresco el alimento que rompía el ayuno de los labradores y trabajadores. En cualquier estación del año, era el manjar que ayudaba a mantener con fortaleza el duro trabajo de la jornada. Levantábanse temprano, encendían el fuego en la oscura cocinilla, cortaban el tocino con el largor y grosor del dedo índice y con un anchor de una ficha de dominó, y lo
cerdas, que aún quedaban en la corteza y que no había sido del todo quemada por la albulaga, y por el agradable sonsonete, en música seductora, del rechispotear de las pompitas perladas de grasas que se iban formando, llegando, el calor del fuego, hasta lo más profundo del tocino, a través de las yendas. Así, de esta manera tan sencilla, se convertía el tocino fresco en torrezno, en rompedor del ayuno, en el sosegador del hambre, en el fortalecedor del hombre para el trabajo. El torrezno, con
más de la grasa, mientras que con la mano derecha, despacito, iba cortándolo en finas lascas. Con mucha parsimonia, masticábalo y saboreábalo el pequeño trozo de tocino, a la vez que lo iba mezcla en la boca con un mordisco del pan pringoso, y crujía la corteza. Ese pasado, es también un presente. ¿Es necesario el rito del dedo pulgar, el pan y la navaja? Sí. Porque de esa manera, pan, torrezno y grasa se mezclan en una unidad. Plato, cuchillo y tenedor no, se desparrama la grasa y se pierde la mixtura. Algunos poetas clásicos han cantado las benevolencias del torrezno. Lope de Vega, escribió: “Quien con un torrezno asado se desayuna o con migas, al doctor le da cien higas”. Y no se cansa Lope, siguiendo en su Comedia “San Nicolás de Tolentino”: Confortan y recuperan, la vida, más que pudieran botica y confecciones…
asaban. La ceremonia era sencilla: se rachaban en una o dos partes cada trozo de tocino; se sentaban, en la cocinilla, en una silla baja de bayunco o sobre un tajillo de madera y acercaban el cacho de tocino, clavado en la punta de la navaja, al fuego del carbón o de la leña. Esperaban y se adormecían (el calor de la chosca y el madrugar provocaban sopor). Eran despertados por los restallidos de las cortas
la corteza churrascada y sus pompitas perladas de grasas, adornando el manjar, era colocado sobre una cantellá con mucho miajón. El pan se iba tiñendo lentamente de amarillo oscuro, absorbiendo la grasa. El comensal, con la paciencia del que sabe soportar todo, apretaba, con el dedo pulgar de la mano izquierda (si no era chovo), el torrezno contra el pan, para que el miajón se empapase
Cervantes, en la segunda parte del Quijote, capítulo L: Hiciéronlo así, y volvióse Teresa con ellos. Hallaron al paje cribando un poco de cebada para su cabalgadura y a Sanchica cortando un torrezno para empedrarle con güevos y dar de comer al paje, cuya presencia y buen adorno contentó mucho a los dos… Quevedo, cuando habla del vino de Rueda: Denme a las mañanas un gentil
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GASTRONOMÍA TRADICIONAL. CONFRONCIOS
torrezno, que friendo llame los cristianos viejos. También Quevedo usa el tocino para satirizar a su odiado enemigo y rival Luis de Góngora, al que dice, entre otras cosas: “Yo te untaré mis obras con tocino, porque no me las muerdas...” “Los huevos y quebrantos los sábados”, un plato de Don Quijote, que eran los huevos revueltos con torreznos. Dice un cancionero popular: Cada vez que yo veo jarro sin vino, la sartén sin torrezno, me desatino. Nadie echa mal de ojo al torrezno, tampoco al tocino curado, entrevelado o no. El mismo rito para comerlo que el torrezno: dedo pulgar, cantellá y navaja. Se rachan en finas yendas sobre la cantellá, a la que también se racha con el tamaño de la yenda del tocino. Ambos trozos, en la boca, saben jugar con las papilas, que solamente se dedican a transmitir la sensación gustativa. Y no se duermen. El tocino suaviza al pan y el sabor se engrasa con la salazón del mismo. Las mollejas Termino con el tocino y comienzo con las mollejas. Si algún alimento caracteriza a Don Benito (fuera de los distintos platos de peces y calabaza), al menos para mí, son las mollejas. Para quienes no la conozcan, diré que no tienen
nada que ver con las mollejas de pollo o cordero, pero sí con el hígado de cerdo y la manteca. Qué incoherencia, ¿verdad? Algunas elaboraciones extremeñas, como el caldillo o la cachuela, se pueden parecerse a la molleja, y una cosa las diferencia: la sencillez de esta última, pues está tan sólo juega con el hígado y la manteca de cerdo, mientras que el caldillo y
dombenitense no ha cenado alguna vez, sentado alrededor de una chosca, en las largas noches de invierno, una tostada con molleja? ¿Qué dombenitense no ha disfrutado, con la tostada en la mano, encontrarse un trompezón y partirlo con una navajilla, con suavidad y respeto, para llevarlo a la boca? ¿Qué dombenitense no ha fortalecido su trabajo con una tostada con
algunos llaman a las mollejas, foiegras ¡nada tiene que ver con las mollejas! la cachuela lo hacen, aparte del hígado y la manteca, con el corazón, el pulmón y los riñones, los primeros, los segundos, con el bofe. Recuerdo, en mi niñez, las veces que mi madre la preparaba en la cocina. Yo me quedaba, algunas veces mirando como la hacía y por si caía un trompezón. Esa pasta de hígado de cerdo y manteca, más celebrada durante el tiempo de las matanzas del cerdo, ha roto muchos ayunos y ha tranquilizado muchos estómagos antes acostarse. ¿Qué
mollejas? ¿Para cuántos obreros o menestrales dombenitenses no ha sido el único alimento en un día, en tiempos pasados? ¿Tiene mucha ciencia, como dicen por aquí, preparar las mollejas? Únicamente, la artesanía propia de cada mujer dombenitense, que es mucha. En aquellos calderos, bien refregados con estropajo, se pone a calentar la manteca de cerdo. Una vez bien caliente, se añadía el hígado de cerdo troceadito (no lo pasen por una turmix. Pierden hechizo, romanticismo y…
los trompezones). Se le vertía un poco de vino blanco, clavo y unas hojas de aurel (la presa de la cocinera, como diría mi buen amigo Francisco García, Quico). A continuación, pimentón disuelto en un poco de agua; se removía todo, se le permitía cocer un rato y, después, reposar, para que el color negruzco del hígado deshecho, con sus buenos trompezones escondido en la masa, quede cubierto por la grasa rojiza de la manteca. No me pidan, qué cantidad de ingrediente hay que usar; es un arte, como antes he escrito. Mi madre era una artista en esta destreza, y no era una trompillona. Las mollejas, ¡cómo calentaban en invierno!, ¡cómo aliviaban los estómagos agotados!, ¡cómo reforzaban a los cuerpos desmajaos! En la actualidad, es un alimento de placer, más que de necesidad. Buena herencia, la que nos han regalado nuestras madres, con respecto a las mollejas. Foiegras Algunos –en determinadas regiones de España–, con la clásica cultura española extranjerizante, llaman a las mollejas, foie gras (muy francés pero poco castellano) o paté de cerdo. ¡Nada tiene que ver, esto último, con las exquisitas mollejas! Son dos cosas distintas, prefiriendo la manteca de Don Benito. Guillermo Paniagua Parejo (De mi libro: Paquitas, ¿qué como hoy?)
Artículos VARIOS
ARTÍCULOS VARIOS. EL MATRIMONIO ENTRE LOS SIDAMA
El Matrimonio entre los Sidama
artículos varios
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os Sidama son un antiguo pueblo cusita superan los cuatro millones de habitantes, viven al sur de Etiopía. Creen en un dios (“Magano”) que actúa trámite los antepasados y los espíritus. Cada clan tiene su propio lugar de culto donde ofrecen sacrificios a sus antepasados. La sociedad sidama es fundamentalmente patriarcal y patrilineal y el matrimonio piedra angular con carácter sagrado. La importancia del matrimonio entre los sidama, se ilustra con esta historia: Un hombre joven construyó una gran choza, pero la choza al poco tiempo se derrumbó. Entonces el hombre fue a consultar un anciano a quien le contó lo sucedido, el anciano le dijo: hijo mío, oscuridad y mujer llenan la choza. Tan pronto como la mujer limpia la casa, cierra y abre la puerta, enciende y apaga el fuego, trae agua, leña, ordeña las vacas, prepara la comida, engendra hijos... La casa se llena. Hijo mío búscate rápidamente una mujer. Todos los sidamos aspiran al matrimonio tanto Él como Ella. Los hijos, especialmente varones son el valor más estimado. El matrimonio tradicional sidama, viene celebrándose a partir de los 16 o 17 años. En el matrimonio el marido tiene a la mujer en la categoría de bienes y no de persona. A la muerte del marido la mujer “no es viuda” sino que es heredada por el hermano, FUE COMPRADA! Todo matrimonio es una unión de por vida, sólo la mujer estéril puede ser repudiada. Los hijos numerosos son tenidos como una afirmación divina; una bendición de dios y un antídoto contra la muerte. Es un pacto no solo entre un hombre y una mujer, sino entre las dos familias y sus clanes.
La esposa es cuidadosamente escogida por el padre del joven y el contrato matrimonial es acordado
la muchacha abandona la casa en secreto y se va a vivir a la casa paterna del joven
Otra fórmula es el rapto por sorpresa de la joven mientras está en la escuela
a la muerte del marido, la joven no enviuda, sino que es heredada por su cuñado por los padres de ambos junto con los ancianos. Sin el pago del precio de la esposa (establecido previo acuerdo) no hay matrimonio y el
precio es tanto más alto cuanto es el linaje o categoría de la familia de la joven. En la cultura sidama, es bien conocido el sistema de castas (sircho) divididas en puras e impuras. Demasiada tradición Wachifo es un anciano Holo del clan Bilise, un yemerero (noble) que ha preferido para el matrimonio de sus hijos seguir el código tradicional sidama. Hoy en día, más del 50% de la población sidama lo sigue prefiriendo. Wachifo es un día propicio se ha hecho a acompañar de otros ancianos, han caminado al clan y a la casa de los padres de la muchacha a pedir y negociar un acuerdo de matrimonio para su hijo primogénito. Ni este ni la muchacha serán consultados, tampoco se negarán a la decisión final. El trato es siempre largo dura meses o años. Cuando finalmente se ha cerrado el acuerdo y se ha pagado el precio, se establece un día en que el amigo del esposo con los amigos y un anciano, en cortejo a caballo llevarán a la esposa a la casa paterna, a la nueva casa que el padre ha construido en el terreno que ha dado al hijo. Momentos antes de entregarla, en lágrimas, la madre la ha bendecido escupiéndola con saliva. Nadie de su familia ni sus amigas la acompañaran, se limitarán sólo a mirarla mientras se la llevan. El sacrificio del Jila Mientras en cortejo los amigos del esposo han ido a por la esposa, Wachifo ha traído un toro, lo pone frente a su casa, y el hijo lo tiene sujeto por la cabeza. Previamente Wachifo se ha ungido la cabeza con mantequilla, ha ungido también la cabeza del hijo y la víctima (toro) y ha rezado bendiciendo al hijo así: “Que procrees y te multipliques como la hierba del campo. Que la esposa te engendre numerosos hijos y lleguen a la madurez,
ARTÍCULOS VARIOS. EL MATRIMONIO ENTRE LOS SIDAMA 62 ame la nueva casa, honre a sus suegros, toda la familia y el clan”. Después de la bendición, ata el toro y lo echa por tierra, Wachifo con su propia lanza degüella al animal, deja correr un poco de sangre por tierra y luego metiendo ambas manos en la degolladura asperja al cielo y a la tierra con la sangre; se unge con la sangre a si mismo, unge al hijo, y finalmente unge a todos los presentes. En un recipiente a recogido un poco de sangre, que usará más tarde. Cuando a la caída de la tarde, entra el cortejo con la esposa, Wachifo bendice con la sangre asperjando la esposa y la choza. La madre del esposo la recibe, la bendice y la hace entrar en casa. A partir de este momento no se dejara ver por nadie y no participara en el banquete nupcial que el esposo ha preparado para sus invitados. La fiesta dura varios días, durante los cuales en un día propicio, una practicante local (comadrona tradicional) circuncidará y verificará la virginidad de la esposa. La clausura de la esposa dura varios meses. Wachifo señalará el día en que esta podrá salir de la casa. La ungirá en la cabeza con abundante mantequilla, se pondrá abalorios y brazaletes y poco a poco, muy tímidamente, será introducida al clan en un día de mercado que coincide con el Fiche (Año Nuevo Sidama). La madre del esposo es la encargada de acompañarla. A partir de aquí los esposos comenzarán a vivir juntos. Como en toda sociedad patri-lineal, la esposa deja la casa paterna y su clan, uniéndose a la casa paterna del marido y su clan. Todos los servicios que realice y los hijos que engendre pertenecen al marido y su clan. En la sociedad Sidama, los hijos varones heredan tierras y vacas del padre y de su clan, mientras las mujeres no heredan ni de sus padres ni de su clan. El cabeza de familia es el hombre, únicamente su genealogía es recordada en línea directa de la primogenitura del varón.
Función marital La función de la esposa en la casa es tener cuidado de todos los trabajos domésticos: traer agua y leña, ir al mercado, cuidar los animales y de los hijos. En señal de servidumbre, lavará los pies al marido todas las noches, le preparará y le servirá la comida que consumirá solo él con los invitados que tuviera en casa. Modalidades de Contraer matrimonio: La forma de matrimonio más generalizada y la más honorable es el de pedir a los padres la mano de la muchacha. El criterio del padre del joven a la hora de elegir la esposa es: el clan, la casta o raíz a la que pertenece, su virginidad, madurez para el matrimonio, su laboriosidad, bondad y salud, los antepasados familiares, linaje, filiación religiosa y categoría económica y social. Un segundo modo de matrimonio, es el de persuadir o convencer a una muchacha a casarse con una determinada persona. Esta forma de matrimonio refleja un cierto interés por parte de ambos. En este caso la muchacha abandona en secreto la casa paterna y se irá a vivir a la casa paterna del joven. A este punto la mucha-
cha se somete a la circuncisión. De seguido, los padres del joven mandarán algunos ancianos para negociar con el padre de la joven el precio a pagar. Un tercer modo de contraer matrimonio es el rapto. El joven pretendiente ayudado por algunos amigos, raptan por sorpresa a la muchacha mientras va a la escuela, al mercado, por agua o por leña. Seguro que la familia no les ha descubierto, el joven viola a la muchacha. Los padres del joven en un primer momento manda un mensajero a la casa de la muchacha para informar a los padres que la joven está bien. En un segundo momento manda algunos ancianos para acordar el precio de la muchacha. Tradicionalmente se dice: “la mujer pertenece a la persona que ha tomado en propiedad su virginidad”. Ante la pérdida de la virginidad de la hija, los padres se ven forzados a pactar. Las razones para cometer el rapto son varias: posibles competidores o pretendientes; la negación de los padres a dar la muchacha por esposa; precio excesivo; o una prisa del joven a casarse. Hay casos en que el padre de la muchacha permite el rapto cuando esta no acepta lo decidido para su matrimonio. La ley civil prohíbe este tipo de práctica.
Heredar la esposa Finalmente hay un cuarto modo de matrimonio: El levirato o heredar la esposa. A la muerte del marido la esposa “no es viuda”, si es joven y no ha tenido hijos, es tomada en heredad por el hermano o un pariente próximo al difunto, aunque este tenga ya mujer o mujeres. La tradición sidama apoya el levirato en base a que si un hombre muere sin tener hijos, la familia quiere darle hijos para él. Si la mujer ya tiene hijos y no quiere casarse, ella es necesaria para cuidarlos, pero no podrá decidir a la hora de educarlos o casarlos. La familia del difunto marido tiene absoluto derecho sobre los hijos y las propiedades, así no pierde lo acordado con la familia de ella porque es parte de la familia del clan. La esposa sí que queda en el clan, tiene derecho de por vida a usar los bienes que el marido tenía para cuidar los hijos. Muerto el marido, ella es libre de marcharse o quedarse, sin embargo, no podrá llevarse los hijos o vender la tierra del difunto, porque son heredad de la familia y del clan. En general, en la sociedad sidama, los niños que pertenecen a un mismo clan, son considerados hermanos y hermanas. Es por esto que los miembros de un mismo clan no pueden casarse entre ellos. Muchachos y muchachas en la cultura sidama no se asocian. Las chicas permanecen en sus casas con sus madres y únicamente se asociarán con otras chicas. Lo mismo ocurre con los chicos. Una mujer cuando es niña pertenece al padre, de casada pertenece al marido y muerto este pertenece al cuñado y al clan. Si es la mujer la que muere nada cambia. Hermano Fernando Acedo mccj. Teticha, 15 Octubre 2006
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ARTÍCULOS VARIOS. POEMAS
poemas
Poemas SEMBLANZA A LOS CARAMANCHOS
CARAMANCHOS
Del tronco marrón de encina se fabricó el caramancho y los pastores colgaban los aperos en sus ganchos.
me brindas con poesía tu tierra dorada por el Sol
Hoy cuelgan sus corazones alegres mozas y mozos, con sus zurrones completos de danzas, risas y gozos. Con danzas del pueblo llano, de las que ya se nos fueron: El “Vaquero de la Sierra”, La “Serrana del Caldero”. Y bailan a su Patrona, que es La Virgen de las Cruces. Y también a la Morena que vive por Guadalupe. ¡Son hijos de Don Benito! Que cantan como jilgueros. Que son sus bailes hermosos. Que siempre son los primeros.
Tu danza me explica tu gente la historia de un pueblo callado con alma y con corazón. Caramancho, folklore extremeño vestido de gala con la alegría de la música con la alegría mientras bailas, con esos traviesos refajos con esas pícaras faldas con ese brillo que ilumina la plaza y dice tanto de vuestro tesón Caramancho baila siempre ofrece tu danza tu historia tu gente, allí donde se oculta el sol
A la Corte y Villa fueron movidos por la ilusión De que en España se viera su arte en televisión. Quedóse perpleja Europa al verlos bailar con arte. De lágrimas se llenaron cien mil ojos emigrantes. Aun resuenan sus ecos reflejando nuestras cosas. Dejando esos efluvios... que siempre dejan las rosas. Y afirma este poeta, -que en su corazón tan anchopor siempre lo ocupara, EL GRUPO... LOS CARAMANCHOS José Antonio Gutiérrez Ortiz
Beatriz García Argelagós
Fiestas de interés Turístico Regional (introducción)
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a cultura viva de los pueblos, la que ha ido pasando por el tamiz de las gentes aparentemente sin historia, que no se une a los grandes acontecimientos, pero que tiene su raíz en las tradiciones y las creencias más antiguas o recientes,constituye un increíble y valiosísimo patrimonio cultural y a la vez, un impresionante recurso turístico. Esa cultura viva de los pueblos,
hondamente sentida y vivida cada año, se refleja con profunda intensidad en las Fiestas Tradicionales, algunas de las cuales en atención a su riqueza, singularidad, antigüedad, participación social e interés, han merecido el reconocimiento de los extremeños mediante su declaración como Fiesta de Interés Turístico de Extremadura. Son una simple y maravillosa muestra de la diversidad cultural y el valor de nuestras más profundas tradiciones, de las creencias más
propias con las que nos identificamos y en las que nos integramos. Porque si hay un denominador común en ellas, es lo profundamente que las sienten y viven todas aquellas personas que participan en unas fiestas en las que nadie, ni los propios extremeños, ni los que las visitan se sienten extraños. Las Fiestas de Interés Turístico de todos los extremeños son una maravillos oportunidad para conocer las fiestas y las localidades de su entorno. Reconocer y defender esa parte de nuestro patrimonio cultural y turístico es un modo de reconocernos como extremeños y defender nuestras señas de identidad. Se celebran durante todas las estaciones del año, si bien es en época de invierno y primavera cuando más festejos tiene Extremadura declarados de interés turístico regional. El año comienza con tres fiestas en zonas muy distantes: El Jarramplas, en Piornal; la Encamisá o Carrera de San Antón, en Navalvillar de Pela; y las Carantoñas de Acehúche, las tres, celebradas en enero, son precisamente éstas las que se van a describir a continuación.
fiestas de interés turístico
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ARTÍCULOS VARIOS. FIESTAS DE INTERÉS TURÍSTICO REGIONAL
Jarramplas
(Piornal- Cáceres)
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n torno al día de San sebastián, Piornal celebra, desde las vísperas, la fiesta de Jarramplas, personaje cuyo origen se remonta muchos siglos atrás. No se conoce exactamente el mismo barajándose varias teorías, desde mitológicas – las luchas y el castigo que infringió Hercules a Caco- , hasta las ceremonias vistas por los primeros conquistadores de América entre los indios, o la más simple, en la que se habla del personaje como el típico ladrón de ganado que es sometido al castigo y las burlas de los convecinos. El traje de Jarramplas está compuesto por una chaqueta y un pantalón blancos, de los que cuelgan infinidad de cintas multicolores. La máscara es de forma cónica, con dos cuernos laterales y una considerable nariz. Del vértice superior de la máscara cuelga una cola de crin de caballo. Bajo el traje, para evitar que la fuerza y la agresividad de algunos lanzamientos puedan producir daños importantes, en los últimos años se ha incorporado una especie de pesada armadura de fibra de vidrio, que le protege, pero que le resta posibilidad de movimientos. El 19 de enero por la mañana, Jarramplas y el mayordomo recorren el pueblo y algunos domicilios en los que recogen presentes para la fiesta, las migas de la madruga y la comida del día 20. Jarramplas efectúa su primera salida por el pueblo con máscara y tocando el tamboril hacia las 12 del mediodía, y es entonces cuando los niños, zagales y todo aquel que quiera participar en la fiesta comienzan a tirarle toneladas de kilos de vegetales, principalmente nabos. Jarramplas se defiende moviéndose, lo que la vestimenta le permite y con algún que otro lanzamiento de cachiporras a la muchedumbre, entrando en casas y bares entre carrera y carrera para reponer fuerzas. Después de comer, se dirige hacia la iglesia, llevando tras sí la consabida multitud que no paran de arrojarle nabos. Al atardecer se procede a bajar la imagen del santo, San Sebastián, de su trono para vestirlo y colocarlo en las andas para presidir los actos litúrgicos del día siguiente.
Jarramplas, a cara descubierta, camina de espaldas sin quitar la mirada del Santo
Ya al anochecer, las campanas tocan y Jarramplas, con la cabeza descubierta, da una vuelta por las calles del pueblo acompañado de niños que al son del tamboril van cantando: “le, lerelelelé leré le, lerelelelé leré le ...” Faltando unos minutos para la medianoche, todo el pueblo se concentra en la puerta de la iglesia, y, se rezan tres Avemarías y la Salve mientras se espera que el reloj de la torre acabe con las doce campanadas. En ese momento Jarramplas, con la cabeza descubierta, comienza a caminar hacia atrás tocando el tamboril. Los asistentes, entonando las coplas de Las Alborás, inician el recorrido por las calles del pueblo, con el ritmo cadencioso y sin dejar de cantar, terminando de nuevo en la puerta de la iglesia. En la madrugada se ofrecen migas y vino de pitarra a todo el pueblo, siendo los encargados de repartirlos a la gente, los quintos de cada año. Procesión El día 20, hacia las diez de la mañana, desde la puerta de la iglesia, se inicia la procesión, en la cúal, jarramplas, con la cabeza descubierta, camina de espaldas sin apartar la mirada del Santo. Al finalizar la procesión y subasta de las andas del Santo para introducirlo en el Templo, se inicia la misa en la que se canta ls Rosca de San Sebastián, unas mozas cantan y un niño repite el último verso. Entre estrofa y estrofa, Jarramplas hace tocar su tamboril, se va acelerando el ritmo y la gente comienza a abandonar la iglesia para posicionarse en una de las puertas de la misma, por la que minutos más tarde surgirá Jarramplas, para comenzar nuevamente, y delante de la principal y de la fuente con una batalla de nabos contra Jarramplas, que durará lo que su preparación física le permita. A mayor aguante, mayor consideración social para el personaje. Por la tarde éste asiste al Rosario, al Besapies, a la subasta y a la subida del Santo al trono. Tras la conclusión de los actos, efectuará una última salida, tras la cual se recogerá en casa del mayordomo del año siguiente, alli entregará todos sus efectos y toma con sus acompañantes, una merienda consistente en lomo, queso, pan y vino.
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La Encamisá
o Carrera de San Antón (Navalvillar de Pela)
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ransmitida oralmente de generación en generación, cuenta la leyenda que esta fiesta surgió hace siglos para rememorar un hecho histórico acontecido en Navalvillar de Pela, en época de la dominación árabe. Dicen las crónicas populares que Navalvillar fue atacada por un numeroso ejército musulmán a los que la población intentó confundir haciéndoles creer que en la localidad había más habitantes de los reales, recurriendo para ello a la estrategia de encender numerosas y grandes hogueras y montando a caballo, galoparon veloces portando hachas encendidas con estruendo de tambores, cencerros y campanillas dando vueltas por las estrechas calles del pueblo formando un gran escándalo. Los jinetes debían intimidar, para ello, se ataviaron con gorros puntiagudos que a gigantes asemejan y para tener más ligereza se vistieron con amplias camisas blancas (de ahí el nombre de “encamisá”). El ejército moro, al ver tal algarabía, huyeron despavoridos creyendo que se trataba de un ejército numeroso y fantasmal.
los chiquillos del pueblo que al finalizar serán obsequiados con un rico “buñuelo”; a este acto se le llama “correr el tambor”. El día 16 es sin duda el más esperado. A primera hora, sobre las 7 de la mañana, y tras la toma de pestiños, buñuelos y anis, salen los tractores y remolques a la Sierra de Pela a recoger la leña que arderá horas
Otra segunda hipótesis, menos apoyada, trata su origen en la cristianización de una fiesta pagana que se venía celebrando con anterioridad. La Encamisá, es el acto principal dentro de las Fiestas Patronales de San Antón Abad, y, se celebra en la noche de San Fulgencio, el 16 de Enero. Unos días antes, concretamente el día 6, se realiza en procesión la Bajada del Santo desde la ermita de San Anton, hasta la Parroquia de Santa Catalina de Alejandría; en la misma, el santo es cogido a hombros por miembros de la cofradía, y , va acompañada con jinetes ataviados con el traje típico que sólo será puesto de nuevo en la noche de la Encamisá. Ese mismo día , y hasta el día 15, un niño, al toque de un tambor, realizará el mismo recorrido de la Carrera, acompañado por
más tarde. A las 5 de la tarde, los jinetes, se dirigen a la parroquia Santa Catalina, para que el santo patrón bendiga a sus caballos, así como lo hacen también todas aquellas personas que tengan a su cargo algún animal. Ya falta poco y los jinetes acaban de preparar su vestimenta típica: gorro multicolor puntiagudo a la cabeza, pañuelo multicolor al cuello, camisa blanca, faja roja o negra,
pantalón de paño o pana negra, botas y zahones de cuero. Los caballos son igualmente vestidos: cabezón, pecho petral, campanillas, montura, la manta de madroños y el encintado de la cola. Sin lugar a duda, es la manta lo más destacado de la vestimenta del caballo; éstas son elaboradas en los telares del pueblo siguiendo antiguas tradiciones dando al caballo una gran vistosidad. Asímismo, también pueden observarse durante la carrera, algunos burros igualmente ataviados. Todo está ya preparado; la jara lista para ser hoguera, los remolques dispuestos para comenzar el obsequio de vinos y buñuelos, la charanga que guiará a la infantería afinando los instrumentos, los jinetes y los caballos engalanados en la Plaza de España, la bandera y el tambor preparados para dar las tres vueltas de rigor y en el balcón del Ayuntamiento, el Mayordomo de la Cofradía dirige su discurso, minutos antes de las ocho de la noche. El reloj marca la hora y sólo una frase queda por decir, entonces se detiene, respira y mirando fíjamente a los presentes grita: “peleños, forasteros, sanantoneros... ¡VIVA SAN ANTON!, ¡VIVA SAN ANTÓN!, ¡VIVA SAN ANTÓN!. La explosión de alegría salta entre los sanantoneros cuando suena el repique de campanas y el estruendo de cohetes. Las hogueras comienzan su misión en esta fiesta y los jinetes,emocionados y dando vivas a San Antón, a San Fulgencio, a San Antonino y al Chiquirrinino, empiezan a discurrir a lo largo del recorrido, que terminará cuando la bandera de tres vueltas pasando por el Ayuntamiento. No faltará vino de pitarra en los remolques ni en las numerosas casas abiertas de par en par al igual que tampoco faltarán los deliciosos buñuelos, y mucho menos faltará alguien que al grito de “Viva San Antón” te invite a participar en la fiesta. Todos los jinetes tienen una recompensa por su participación, serán obsequiados con un puro y con un buñuelo al caballo.
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ARTÍCULOS VARIOS. FIESTAS DE INTERÉS TURÍSTICO REGIONAL
Las Carantoñas (Acehuche – Cáceres)
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as Carantoñas”, etimológicamente máscara o carátula, son hombres disfrazados con pieles sin curtir de ovejas o cabras, ceñidas a la cintura con una cincha. Las cabezas de las carantoñas va cubierta con máscaras realizadas también en piel, en las que se puede observar orejas de animales, pimientos, colmillos, etc. Antíguamente, estas “carantoñas” llevaban una vara con muchas puntas, sustituida hoy día por una rama seca de acebuche u olivo silvestre, tan abundantes en estas tierras del Norte del Tajo, propiedad antaño de la Orden de Alcántara. La tradición popular dice que esta Fiesta representa el martirio del Santo cuando, después de ser asaetado, las fieras del bosque en lugar de atacarlo, como Santo que era lo respetaron; de ahí que las “carantoñas” vayan delante de la imagen del Santo, reverenciándola. Siendo considerado este rito, uno de los más antiguos de Extremadura. Desde la víspera de la festividad de San Sebastián, un tamborilero recorre el pueblo de Acehúche recordando el inicio
de la fiesta dedicada al Santo, sonar que se repite al amanecer del día siguiente,entre las cinco y media y las seis de la mañana, con la célebre alborá, que tiene como misión despertar a Las Carantoñas. Es el momento de ir a tomar las migas con café que han preparado los mayordomos para invitar al pueblo y los cada vez más numerosos visistantes. Estos personajes de origen ancestral, estarán acompañadas por las regaoras, mozas del pueblo vestidas con trajes regionales y el mayordomo de las fiestas.
hombres disfrazados con pieles sin curtir de ovejas o cabras Después de la misa, en la cuál, la carantoñas no pueden entrar, ya que son consideradas como fieras, San Sebastián saldrá en procesión entre el estruendo de las escopetas de los tiraores, las regaoras que escoltan al Santo al que van regándole de confites, el sonido del tamborilero y las sorprendentes paradas de las carantoñas, que se quedan extasiadas ante la imagen del
santo.Todo ello discurre por un pueblo cuyos balcones y ventanas están engalanados con preciosas colchas. Llegadas a la casa del mayordomo se echará la loa, durante la cual se hacen históricas referencias a la vida y martirio de San Sebastián. Al final de la procesión, las fieras bailan una danza ancestral hasta que son dispersados por la Vaca Tora (una representación de una vaca de grandes cuernos y cencerro, hecha por hombres) que arremete contra ellas y desaparecen de la procesión. Por último, y antes del convite final, parte de los mayordomos, regaoras y carantoñas bailan en la Plaza de Acehúche junto con los pequeños, disfrazados de Carantoñitas, y las mozas que se han acercado, terminando todo en buena hermandad y compaña. Las fiestas de las Carantoñas terminan al día siguiente, cuando se celebra el San Sebastián Chico, y se repiten muchos de los momentos de los festejos que se realizaron el día anterior.
Raquel Valadés Gil