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Fresneda & Zamora

"Intentamos liberar cada trabajo de referencias y atavismos estilísticos o identificativos de la firma, lo que nos permite asumir las “interferencias” que todo proceso proyectual tiene de una manera integrada en el lenguaje arquitectónico para ir guiando el proceso hasta su resultado final."

Entrevista con Fresneda & Zamora [www.fresnedazamora.com]

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"Nuestros edificios tienen que transmitir respeto por el usuario"

Fresneda & Zamora es un estudio de arquitectura ubicado en la ciudad de Granada con una amplia experiencia profesional y gran variedad de proyectos relacionados con la arquitectura y el diseño. Liderado por Antonio Luis García Fresneda y Juan Manuel Zamora, el despacho lleva trabajando desde 2001 con una finalidad clara desde el primer momento: un compromiso intenso con la arquitectura, pensando en las personas y con los medios disponibles, sin renunciar a su propia identidad y carácter. En esta línea, Fresneda & Zamora Arquitectura está comprometido con la calidad y el respeto al medio ambiente en los proyectos arquitectónicos.

¿Por qué quisisteis ser arquitectos?

La verdad es que esta pregunta a la luz de los años complica la respuesta. Intuitivamente, a día de hoy, responderíamos que elegimos ser arquitectos por pura inconsciencia juvenil. Si bien es verdad que en ambos casos podríamos decir que existía una atracción, un tanto desenfocada, por la arquitectura que con el paso del tiempo ha ido transformándose en vocación.

¿Qué os influyó más de vuestro paso por la Escuela Superior de Arquitectura de Granada, donde os conocisteis?

El aprendizaje del lenguaje propio de la arquitectura, por encima de su tecnicidad o su creatividad, como vehículo para poder desarrollar el hecho arquitectónico en su totalidad, desde el primer contacto con un encargo hasta la finalización de la obra. En todo este proceso interviene una innumerable concatenación de casuísticas, condicionantes, herramientas y conocimientos que no se pueden poner en relación sin el dominio de este lenguaje. Pensamos que las escuelas, más allá de introducirnos en las distintas áreas de conocimiento y disciplinas que intervienen en el proyecto arquitectónico, tienen como labor fundamental la de dotarnos del vocabulario y la gramática básica para el aprendizaje del lenguaje propio de la arquitectura y, en nuestro caso, esto fue fundamental en la Escuela de Arquitectura de Granada, por encima de formarnos de manera especializada en una u otra materia consustancial a la disciplina.

¿Qué os llevó a crear vuestro estudio?

En nuestros últimos años de formación en la Escuela de Arquitectura de Granada hicimos equipo en muchos de los ejercicios grupales de clase. Esto, junto con que, en esas mismas fechas de alta demanda de la profesión, ya obtuviéramos algún encargo que llevamos a cabo en paralelo al desarrollo del proyecto fin de carrera, nos permitió que la transición entre los trabajos de clase y los profesionales se sucedieran de una manera casi natural. De manera que cambiamos la cama por una mesa más amplia en la habitación del “piso compartido de estudiantes” de Zamora y ese fue nuestro primer estudio, una habitación de 10 metros cuadrados con una sala de reuniones y de recepción de clientes itinerante por las distintas cafeterías y bares de la ciudad.

¿Qué supone tener el despacho ubicado en una zona como la de Granada?

A día de hoy tener el estudio en Granada nos supone hacer muchos kilómetros porque la mayoría de nuestros trabajos están fuera de la provincia. Pero indudablemente Granada es una ciudad magnética, de inigualable atractivo en muchos aspectos, más si cabe a nivel patrimonial y cultural, por lo que para nosotros tener aquí el estudio significa poder seguir profundizando en la relación y aprendizaje de sus valores culturales y su influencia en el trabajo que desempeñamos. En este mismo sentido, en las últimas décadas, la arquitectura contemporánea en Granada es muy representativa, con innumerables ejemplos de actuaciones de gran calidad y un buen número de estudios de referencia en el panorama arquitectónico nacional e incluso internacional, lo que implica en la ciudad una cultura arquitectónica muy viva y dinámica de la que nos sentimos parte y de la que aprendemos continuamente.

En vuestra obra encontramos desde viviendas, a centros educativos, rehabilitación patrimonial, oficinas, iglesias o proyectos de interiorismo ¿Qué características comparten estos trabajos con tipologías diversas?

En realidad, se nos hace difícil detectar el carácter de nuestra arquitectura entendida como una secuencia estilística, por lo que las características comunes en nuestras obras están en ámbitos que atañen al proceso y no tanto al resultado. Intentamos liberar cada trabajo de referencias y atavismos estilísticos o identificativos de la firma, lo que nos permite asumir las “interferencias” que todo proceso proyectual tiene [necesidades o preferencias del cliente, normativa urbanística, escasez de presupuesto, impericia del constructor, etc.] de una manera integrada en el lenguaje arquitectónico para ir guiando el proceso hasta su resultado final. Esto conlleva algunas veces a que el resultado difiera en buena medida, a nivel plástico o compositivo, del inicialmente propuesto, sin que por ello se pierda la esencia de la obra o su calidad arquitectónica, siempre y cuando, todas esas interferencias se hayan integrando bajo criterios y directrices de este lenguaje arquitectónico que mencionábamos al inicio de la entrevista, a veces con oficio, otras intuitivo, pero siempre disciplinar y conceptualmente.

¿Qué os gustaría que transmitieran a sus usuarios los edificios que proyectáis y ejecutáis?

Como en todas las relaciones, entre usuario y arquitectura existe un gran abanico de posibilidades de relación que difieren en gran medida. El usuario de una vivienda unifamiliar suele tener una relación muy intensa con nuestra arquitectura hasta el punto de ser un referente identitario para él, en cambio en un equipamiento público esta relación se despersonaliza y se suele circunscribir al ámbito funcional. Entendemos que la arquitectura debe saber aquilatar ese grado de intensidad en su relación con el usuario y ser más visceral o expresiva en relaciones personales de proximidad y más neutra o seria en relaciones institucionales o vinculadas a la colectividad. En definitiva, nuestros edificios tienen que transmitir respeto por el usuario.

Foto: Javier Callejas Foto: Javier Callejas

Foto: Javier Callejas Foto: Javier Callejas

Foto: Javier Callejas

"La arquitectura debe saber aquilatar ese grado de intensidad en su relación con el usuario y ser más visceral o expresiva en relaciones personales de proximidad y más neutra o seria en relaciones institucionales o vinculadas a la colectividad." "Es necesario abrir un debate en el ámbito de la arquitectura educativa que trascienda lo puramente arquitectónico y que sea capaz de dar un paso más hacia la caracterización y cualificación de estos espacios, más allá de dotarlos de unas condiciones de confort y de durabilidad."

"Los cambios más profundos que se están introduciendo en al ámbito de la arquitectura residencial son fruto del ineludible compromiso de la sociedad actual con la optimización de recursos naturales y el ahorro energético y en este sentido giran la mayoría de las acciones de proyecto."

Entre vuestros trabajos encontramos varios proyectos de arquitectura docente como el colegio público Indira Ghandi, el CEIP Las Gabias o el IES Arabuleila. ¿Cómo se puede contribuir desde la arquitectura a generar espacios arquitectónicos que contribuyen al aprendizaje y al bienestar?

La arquitectura educativa es un invariante en nuestra trayectoria profesional en los últimos años, lo que nos permite tener cierta perspectiva sobre la misma. Actualmente está muy parametrizada y normalizada, lo que sin duda contribuye a la optimización de los recursos públicos invertidos y un retorno social eficaz de los mismos, sin embargo, entendemos que es necesario abrir un debate en este ámbito que trascienda lo puramente arquitectónico y que sea capaz de dar un paso más hacia la caracterización y cualificación de estos espacios, más allá de dotarlos de unas condiciones de confort y de durabilidad. Las claves para lograr esto, sinceramente no las sabemos, puesto que este debate no se ha concretado y la arquitectura es solo una más de las partes implicadas, nuestra misión será traducir al lenguaje arquitectónico las demandas futuras de la arquitectura educativa sin perder nunca de vista su función social y el necesario compromiso con la optimización de los recursos públicos.

Recientemente habéis finalizado la ampliación del CEIP San José en Almería. ¿Qué objetivos os habéis mar-

cado para este equipamiento? Este proyecto, de escala pequeñita, se distingue de otras intervenciones en el ámbito de la arquitectura educativa que llevamos a cabo por la singularidad del contexto. En este caso aparte de responder a las nuevas necesidades de espacios para la actividad del centro y hacerlo bajo los preceptos normativos relativos a este tipo de actuación, había que responder a unas condiciones de contorno y paisaje singulares, caracterizados por una arquitectura tradicional de escala doméstica muy propia y con indudables valores urbanos y paisajísticos. Por tanto, el objetivo de la intervención es “domesticar” la escala del equipamiento para integrarlo en la trama sin que se produzca una actuación discordante a nivel paisajístico. Su posición semienterrada, la fragmentación y el aterrazado de la edificación propuesta, son características que la alejan de sus referencias tipológicas y la integran con la domestica dominante.

En los trabajos en el ámbito residencial, ¿qué cambios estáis introduciendo a la hora de proyectar las viviendas en línea a las nuevas demandas de la sociedad?

Los cambios más profundos que se están introduciendo en al ámbito de la arquitectura residencial son fruto del ineludible compromiso de la sociedad actual con la optimización de recursos naturales y el ahorro energético y en este sentido giran la mayoría de las acciones de proyecto: lograr viviendas más eficientes desde el punto de vista energético y más respetuosas con el medio ambiente en todos los aspectos que atañen al proceso, desde su construcción hasta la configuración final del paisaje urbano y consumo de recursos durante la vida útil de la vivienda. En menor medida, pero igualmente influyente, se están implementado soluciones constructivas que palíen la escasez de especialización de los oficios tradicionales en el ámbito de la construcción. Esto conlleva a la extensión de la prefabricación, que, si bien en otras latitudes viene siendo habitual desde hace mucho tiempo, en nuestro contexto territorial es ahora cuando está experimentado un verdadero auge.

En qué proyectos estáis trabajando actualmente?

En continuidad con la trayectoria del estudio de los últimos años, actualmente tenemos un amplio abanico de trabajos que abarcan desde la vivienda particular unifamiliar, de la que siempre tenemos un par de proyectos en marcha, hasta equipamientos públicos [educativo, oficinas, judicial, sanitario, cultural y deportivo], pasando por vivienda social de protección oficial, residencial de promoción privada e intervenciones en Patrimonio, siendo estas últimas de gran importancia e interés para la trayectoria del estudio con proyectos significativos como el Centro Cultural Cánovas del Castillo en Málaga, la rehabilitación del Palacio de Torrente para sede del Conservatorio Profesional de Música en Úbeda o la Restauración de la Casa Consistorial también en Málaga.

Foto: Javier Callejas

Colegio Público Indira Gandhi

Casa Armadillo

Foto: Javier Callejas Foto: Javier Callejas Foto: Javier Callejas

Foto: Javier Callejas

Foto: Javier Callejas

¿Qué papel consideráis que jugará la arquitectura en los próximos años en nuestro país?

Aunque la perspectiva de los últimos tiempos no invita al optimismo, dado que la profesión ha perdido gran parte de su prestigio social y, lo que es peor, su rele-

Foto: Javier Callejas Foto: Javier Callejas Foto: Javier Callejas

vancia cultural, entendemos que la arquitectura está llamada a recuperar un papel influyente en la sociedad tal y como ha venido siendo cíclicamente a lo largo de la historia. La carga legislativa y normativa ha ido caracterizando a la profesión en los últimos años hacia la automatización del proceso proyectual y lamentablemente en los próximos años seguirá siendo así como parte ineludible de este deterioro. Sin embargo, lejos de mermar la calidad de las obras producidas, esto ha contribuido a una revisión de los paradigmas plásticos y compositivos dando lugar a arquitecturas más audaces y resilientes que mantienen vigente la función social de la arquitectura.

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