9 minute read

TWO BO

"En el ámbito residencial nos gustaría estirar los espacios hasta mezclarlos todos, que un vestíbulo sea una cocina, un baño un distribuidor, un pasillo albergue una sala… Si piensas en las películas del director japonés Ozu, verás que un mismo espacio puede ser muchas cosas, que se transforma por la forma de vivir de sus ocupantes. "

Entrevista con Pablo y Alberto Twose y María Pancorbo [www.two-bo.com]

Advertisement

"Nuestros proyectos comparten una mirada, una misma forma de trabajar y el cariño hacia la historia de los objetos"

TWO BO es un despacho familiar establecido en Barcelona con más de 10 años de experiencia, formado por Pablo Twose, María Pancorbo y Alberto Twose. Junto con su equipo se apoyamos en un amplio abanico profesional donde realizan desde servicios de interiorismo, paisajismo, arquitectura técnica, hasta un equipo de gestión y control de obras. Trabajan con mimo hasta el último detalle buscando el mejor equilibrio entre los materiales, la luz y el espacio, desde la primera reunión hasta el final de la obra.

¿Qué os llevó a querer dedicaros a la arquitectura?

Pablo: La arquitectura, estaba muy cerca de mi casa, Mi abuelo era arquitecto y dos de mis tíos también. Recuerdo la mesa de trabajo de mi abuelo con fascinación. Allí además de los planos, a los que apenas miraba, se reunían toda clase de dibujos, maquetas, papiroflexia, acuarelas… María: Yo estudié arquitectura porque desde pequeña me quedaba enganchada viendo las obras, sentía mucha curiosidad por como se construía. También gracias a mi abuelo y a mi padre que trabajaban en la construcción pude pisar obras desde pequeña. Más adelante tuve la gran suerte de hacer prácticas mientras iba al instituto en el despacho de BOPBAA. Allí descubrí el oficio de arquitecto y me enamoré del taller de maquetas que tenían, de ellos aprendí el cariño por el detalle. Alberto: A mí me atraía desde siempre, y al empezar la carrera me di cuenta que además me gustaba, que disfrutaba con ella.

¿Cómo se unieron vuestros caminos para fundar en 2007 el despacho familiar TWO BO?

P: La verdad es que mucho antes del 2007. Con Alberto somos primos, compartimos el primer apellido inglés, Twose, que forma esa primera parte de Two-bo…Siempre se nos dio bien jugar juntos, nuestras casas estaban cerca, y pasamos mucho tiempo dibujando, construyendo lego. La arquitectura fue una cosa compartida más, aunque al principio, al estar en escuelas diferentes fueron caminos paralelos. M: Pablo y yo nos conocimos en la escuela, y ya como pareja decidimos estudiar los dos la carrera de arquitectura. Hicimos la carrera juntos, así los proyectos de los dos, aún diferentes eran siempre compartidos, de esas conversaciones, de entender el trabajo del otro, aportar, sugerir surgió mucho de lo que es el espíritu de Two-bo... A: Acabo yo el relato. Fue al final de la carrera que nos cruzamos de nuevo con Pablo y conocí a María. Me propusieron hacer un concurso universitario juntos, después hicimos otro, y otro… Poco a poco vimos que formábamos un buen equipo entre los tres…Y eso que siempre he dicho que no es fácil ser el tercero de una pareja, jaja...

Desarrolláis desde multitud de proyectos residenciales a equipamientos culturales y diseño de mobiliario y productos. ¿Qué tienen en común vuestros trabajos?

A: Comparten una mirada y una misma forma de trabajar M: También el cariño hacia la histo-

Foto: José Hevia ria de los objetos, ya sean pequeños como una simple baldosa hidráulica o un edificio. Nos gusta estar atentos a esas historias que a veces pasan desapercibidas. P: Ahora pensaba en el trabajo de Alberto con las manos, tanto en sus esculturas recientes de alambre, como en las maquetas, o cuando está restaurando un mueble. Ese gusto por el trabajo manual guía y mantiene el proyecto cerca nuestro desde los primeros dibujos a mano alzada a las maquetas.

¿Qué emociones buscáis que transmitan vuestros espacios?

A: Algo de lo que decíamos anteriormente. Un espacio debe conectarse a una historia, siempre mayor que él. Al final el espacio es la suma de muchos momentos temporales distintos que se esconden o se muestran en un mismo lugar, por tanto, el proyecto nunca es un final, ni un punto de ese recorrido, es una línea más. M: El gusto por el detalle, que uno, ya sea pasando la mano, o la mirada comprenda las cosas, se sienta recogido o acogido por el material, por el espacio, por la luz. No desde un plano intelectual ni lógico, si no como algo orgánico, donde una cosa sucede a la siguiente. P: Recuerdo una frase de mi abuelo que decía que la arquitectura no había de molestar, muchas veces es mejor incluso que no se vea… La gente la ha de disfrutar sin más, sin cuestionársela mucho, ha de ser más un aroma que un discurso.

Foto: José Hevia Foto: José Hevia

Foto: José Hevia Foto: José Hevia

En el ámbito residencial, ¿qué cambios son los que estáis introduciendo a la hora de diseñar viviendas adaptadas a las nuevas demandas de la sociedad?

P: Nos gustaría estirar los espacios hasta mezclarlos todos, que un vestíbulo sea una cocina, un baño un distribuidor, un pasillo albergue una sa-

Foto: José Hevia

"Queremos que nuestros espacios transmitan el gusto por el detalle, que uno, ya sea pasando la mano, o la mirada comprenda las cosas, se sienta recogido o acogido por el material, por el espacio, por la luz. La gente ha de disfrutar sin más de la arquitectura sin cuestionársela mucho, ha de ser más un aroma que un discurso"

"Nos hemos dado cuenta que el primer trabajo que hacemos al enfrentarnos a la rehabilitación es rascar, buscar que hay en ese lugar donde trabajamos, capa tras capa. Para proyectar algo, pensando en su sentido literal de lanzar, uno tiene que tirar primero el brazo atrás para coger impulso, para luego volver de nuevo hacia adelante con más impulso y poder lanzar más lejos."

"Es importante el que el arquitecto siga estableciendo ese puente entre varios tiempos, así como escuchar, entender el mundo, cómo se mueve y las personas que lo mueven."

la… Si piensas en las películas del director japonés Ozu, verás que un mismo espacio puede ser muchas cosas, que se transforma por la forma de vivir de sus ocupantes. M: También buscamos un equilibrio entre las demandas de cada cliente, de su forma de vivir, con el propio espacio. Una casa hecha a medida a una sola persona igual no da cabida a futuro a otras formas de vivir. Las casas sobreviven a sus dueños, y ese otro tiempo también es importante para nosotros. Las casas han de ser generosas con los invitados futuros.

Uno de vuestros proyectos destacados ha sido el Museo Grífols. ¿En qué ha consistido este cambio de uso de un complejo de oficinas a un museo?

A: Aquí lo más importante fue ir hacia atrás en el tiempo. Cuando entramos era difícil entender donde acababa un edificio y empezaba el otro. Así que fue casi un ejercicio de renombrar sus partes: Este edificio es la casa original, este otro era una nave industrial, y este de corte moderno es el construido por Ponseti en el 62. Al nombrar de nuevo cada edificio, aparecieron sus adjetivos, y con ellos la forma de abordar el proyecto desde sus partes. La casa, con su estructura de muros de carga, ofrecía el lugar ideal para llevarnos a la historia de la compañía, que se inició en una casa del ensanche Barcelonés y en esta misma casa donde se ubica el museo estableció su primer laboratorio. Hicimos el mismo ejercicio con el resto de los edificios. El reto fue ser claros, y llevar este razonamiento hasta el final.

Cuando intervenís en el patrimonio construido para adaptarlo a un equipamiento cultural ¿cuáles son las claves para poner en valor la historia del edificio y adaptarlo a las necesidades actuales?

P: Como decía Alberto en el caso del museo, nos hemos dado cuenta que el primer trabajo que hacemos al enfrentarnos a la rehabilitación es rascar, buscar que hay en ese lugar donde trabajamos, capa tras capa. Se trata de volver la mirada atrás, pero no para recuperar un estado original exacto, si no para recuperar esa promesa de futuro que encierran los edificios en sus comienzos y que, con los años, a base de cambios se va perdiendo. Hay algo de ir hacia atrás para luego lanzar hacia adelante. M: Para proyectar algo, pensando ahora en su sentido literal de lanzar, uno tiene que tirar primero el brazo atrás para coger impulso, para luego volver de nuevo hacia adelante con más impulso y poder lanzar más lejos. El momento justo cuando se abre la mano y el proyectil vuela, casi sin peso, ese es el momento donde todo puede ocurrir de nuevo.

¿En qué proyectos estáis inmersos hoy en día?

A: Estamos realizando dos reformas interiores para viviendas, una en un bloque moderno donde vamos a intentar crear una terraza interior donde antes no la había, y la otra en un piso muy antiguo del ensanche de Barcelona donde queremos explorar el concepto de profundidad que encierran estos magníficos pisos. M: Hace poco han venido otros dos proyectos que nos ilusionan muchísimo, uno una reforma de una ruina en el Empordà para hacer una vivienda, (en colaboración con Giovanna d’Angelo) y una casa de nueva planta para unos amigos que nos han emocionado con su sensibilidad al lugar, la luz, a la forma de vivir que nos proponen. P: También estamos realizando un proyecto grande en Andorra, que supone un gran reto por el lugar y por el cambio de escala a la hora de trabajar. Y por último el interiorismo de las zonas comunes de unas grandes oficinas donde hemos explorado la calidez a través del detalle entre los materiales.

¿Cambiará el papel del arquitecto en un futuro?

P: Creo que lo más importante, es que el arquitecto siga estableciendo ese puente entre varios tiempos. Entre flashes de Instagram, de modas e imágenes sin contexto creo que el arquitecto debe dar anclaje y perspectiva sin que eso sea solamente un ejercicio de resistencia, o de ir en contra… A: Conectar con ese “proyectar” que decía antes María donde el brazo primero se mueve hacia atrás para luego impulsarse hacia adelante. M: También el de escuchar, el de entender el mundo, cómo se mueve y las personas que lo mueven. Ya sea el colectivo de padres de una escuela que quieren cambiar un patio, una familia que quiere una nueva casa, o una empresa que quiere un nuevo lugar social. En todos ellos hay que buscar lo común, establecer encuentros, empatizar, procesar y materializar.

Foto: José Hevia

Vivienda en Cabrera de Mar [co-autoría con el arquitecto Luis Twose]

Foto: José Hevia Foto: José Hevia

Casa en Mallorca [co-autoría con el arquitecto Luis Twose]

Foto: José Hevia

Foto: José Hevia

Foto: José Hevia Foto: José Hevia Foto: José Hevia Foto: José Hevia Foto: José Hevia

This article is from: