Timotocuicas:AUTODEMARCACIÓN DEL TERRITORIO DEL PUEBLO INDÍGENA TIMOTE.

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA


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AUTODEMARCACIÓN DEL TERRITORIO DEL PUEBLO INDÍGENA TIMOTE FUNDACITE-MÉRIDA – CIET-ULA – CEPSAL – ULA Realizado por


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Andrés Puig Saltarelli - Nerio Ramírez – Analí García – Javier Ferreira INDICE Introducción

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El Proceso de Autodemarcación del Territorio del Pueblo Indígena Timote

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Estructura del proceso de autodemarcación

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Taller de aspectos socio jurídicos Taller de elaboración del Mapa Mental Timote Proceso de trascripción cartográfica del Mapa Mental Timote

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El espacio Timote Dimensiones, localización y situación del Territorio del Pueblo Indígena Timote

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Inventario Ambiental

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El hábitat y el medio físico

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La Red Hidrográfica

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Unidades de Paisaje y Unidades Ecológicas:

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Las Unidades de Paisaje Las Unidades Ecológicas: Clima, Suelos y vegetación

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Clima y suelos

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Vegetación

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Inventario Antropológico

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INVENTARIO JURÍDICO El reparto del Resguardo Indígena Timote

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Los derechos y El Pueblo Indígena Timote

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Bibliografía

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Introducción


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El concepto de hábitat aunque reciente en la literatura antropológica y en la ley, fue de alguna manera considerado por la colonia española al momento de construir los resguardos, en cierto modo fue necesaria la preservación de las culturas indígenas en la intención de obtener los beneficios derivados del uso de la mano de obra para múltiples fines, el resguardo parece ser una declaración de conciencia acerca de que mantener un sociedad productiva pasó necesariamente por la conservación de condiciones culturales asociadas con la explotación económica de espacios. Tal y como lo expresa Samudio (1995): “El resguardo fue esa institución, creada por el español, a la cual impuso jurídicamente la personalidad de propiedad colectiva de la tierra, producto de su propia interpretación sobre la utilización de ese preciado bien por el indígena”. (Samudio, 1995). En este sentido las formas de organización propias de los pobladores de los andes venezolanos, facilitaron la organización y distribución del espacio, a la llegada de los europeos, el resguardo conserva similitudes con la vida en comunidad indígena prehispánica. El efectivo rompimiento de este sentido de propiedad se genera por factores exógenos a la misma, relacionados con la formación de la nación venezolana, solo la afirmación de un patrón cultural y de su tradición permitió a la comunidad indígena de “El paramito”, mantenerse y hacerse de las herramientas legales que estuvieron a su alcance de acuerdo con el momento histórico. En estos tiempos el Estado Venezolano paga una deuda de vieja data a través del nuevo reconocimiento de las comunidades indígenas, otorgándoles en propiedad comunal aquel territorio que conforma su hábitat. El proceso de autodemarcación es en realidad la definición del hábitat indígena, entendido como aquel espacio necesario para la expresión sustentable de una cultura, es decir un espacio contenido de los elementos naturales e institucionales necesarios para aquel fin. Según lo expresa la Ley orgánica de pueblos y comunidades indígenas Tierras Indígenas: Son aquellas en las cuales los pueblos y comunidades indígenas de manera individual o colectiva ejercen sus derechos originarios y han desarrollado


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tradicional y ancestralmente su vida física, cultural, espiritual, social, económica y política. Comprenden los espacios terrestres, las áreas de cultivo, caza, pesca, recolección, pastoreo, asentamientos, caminos tradicionales, lugares sagrados e históricos y otras áreas que hayan ocupado ancestral o tradicionalmente y que son necesarias para garantizar y desarrollar sus formas específicas de vida. Hábitat Indígena: Es el conjunto de elementos, físicos, químicos, biológicos y socioculturales, que constituyen el entorno en el cual los pueblos y comunidades indígenas se desenvuelven y permiten el desarrollo de sus formas tradicionales de vida. Comprende el suelo, el agua, el aire, la flora, la fauna y en general todos aquellos recursos materiales e inmateriales necesarios para garantizar la vida y desarrollo de los pueblos y comunidades indígenas.

El Proceso de Autodemarcación del Territorio del Pueblo Indígena Timote Estructura del proceso de autodemarcación


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El proceso de autodemarcación del territorio del pueblo indígena Timote, se soporta en los antecedentes jurídicos del resguardo de Timotes y en el derecho consuetudinario derivado de la continuidad en el asentamiento de la población como comunidad indígena autoreconocida, en las áreas de aquel antiguo resguardo. En la actualidad la autodemarcación es un hecho obligatorio para lograr la asignación del espacio geográfico que ha sido su hábitat según y lo expresa la ley orgánica de pueblos y comunidades indígenas

Taller de aspectos socio jurídicos Taller elaborado y dictado por el CEPSAL – ULA destinado a instruir a la comunidad acerca de los derechos indígenas plasmados en la ley orgánica de pueblos y comunidades indígenas y la constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Taller de elaboración del Mapa Mental Timote Elaboración de croquis comunitario que registra el contorno del territorio Timote e incluye dentro de él los lugares con significado colectivo en el orden cultural y económico. (Ver foto 1)

Foto 1. Mapa mental timote elaborado por la comunidad

Al proceso de elaboración del mapa mental siguió aquel de la interpretación del mismo, el cual consistió en la elaboración de la leyenda que clasifica a los lugares para su posterior transcripción a una expresión cartográfica occidental4

Proceso de trascripción cartográfica del Mapa Mental Timote


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Se relaciona con la elaboración de la cartografía mediante el uso de un GPS navegador y un SIG o sistema de información geográfica. Incluye los siguientes pasos realizados con la participación de la comunidad: 1. Definición del contorno o límites del territorio 2. Registro de los lugares 3. Elaboración de la cartografía básica y temática

El espacio Timote Dimensiones, localización y situación del Territorio del Pueblo Indígena Timote En términos político territoriales los Timotes se ubican del Municipio Miranda del Estado Mérida a unos 10 KM de Timotes, ciudad capital. El espacio Timote de acuerdo al proceso de autodemarcación realizado, ocupa una superficie de 4,56 Km² dibuja un polígono de apariencia rectangular cuyo eje principal se orienta en dirección noreste – suroeste (ver mapa 1). Dicho territorio se ubica en la margen izquierda de la cuenca del río Motatán entre 2.800 y 4.000 msnm extendiéndose por un rango de altura de 1.200 msnm. Las coordenadas de los puntos extremos N y E del territorio son las siguientes: su borde norte 994616 N – 305775 E y 992378 N – 304132 E en su término sur, en su margen oeste alcanza los 992745 N y 304132 E, mientras que, hacia el este, el límite arriba a los 994214 N y 306575 E. De tal forma la distancia del eje mayor del territorio o eje NE-SO, es de 4 KM el eje menor o transversal o eje N – S, es de 5 KM. Ver mapa 1. Incorporando los denominados espacios culturales asociados, el área Timote se extendería hasta las coordenadas 30280 E. (ver mapas 1, 6). De su posición en la cuenca del Motatán y de su orientación, el territorio se define como un área de solana, lo que, en ambientes tropicales se entiende, como la superficie expuesta directamente a los rayos solares a lo largo de la casi totalidad del ciclo. Esta


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condición de insolación, favorable al desarrollo de actividades agrícolas y pecuarias, parece haber sido un criterio prioritario al momento de elegir el área del antiguo resguardo indígena timotes en el siglo XVI, sobre todo si consideramos que las horas de mayor nubosidad se concentrar en horas de la tarde. La tradición oral de los indígenas Timote relata el fracaso que significó ubicar al resguardo indígena de Timotes en la vertiente opuesta, las condiciones desfavorables en cuanto a insolación y nubosidad, obligaron a reubicar el resguardo en su actual asiento. (Bastidas, 2002) Las quebradas de Chamarú y El Bailón describen el contorno izquierdo y derecho del territorio, mientras que, las cabeceras de el Paramito o el Páramo Miranda suponen su extremo superior u Este. La parte inferior o límite inferior Este, se dibuja como una línea irregular más definida por la relaciones con propietarios vecinos, que por hitos naturales. Previamente al proceso disolución del resguardo ocurrida en el siglo XIX y principios del XX, los límites inferiores del resguardo Timote se definían por el Río motatán y el pueblo de Timotes. Ha sido el proceso de disolución del resguardo en relación con la ocupación de las partes altas por parte de los indígenas, los causantes de la alteración de los criterios que sirvieron para definir los contornos territoriales de las unidades económicas y culturales coloniales (Samudio, 1995). Otro aspecto trascendente lo define la posición del espacio Timote en relación con su alcance y rango altitudinal. El territorio Timote es en su mayor parte de alta montaña impactado por condiciones climáticas derivadas de dicha situación, lo que trae por consecuencia que los espacios parameros dominen respecto a aquellos definidos por sistemas agrícolas y boscosos, como se observa en adelante en el inventario ambiental.

Inventario Ambiental El hábitat y el medio físico


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La definición del hábitat timote comienza con la descripción en inventario de los rasgos naturales a partir de los cuales la población indígena desarrolla su vida cotidiana. Esta parte de la definición es particularmente importante por que de tales aspectos dependen las variedades y ciclos de cultivo, los tipos de suelo en términos de su fertilidad y estabilidad física, los límites altitudinales del sistema agrícola o lo que es lo mismo, la extensión del sistema productivo. Por otra parte del medio físico deriva la oferta de plantas y animales silvestres intensamente empleadas con fines medicinales y como complemento dietario, pero más importante aún, resulta la ineludible dependencia entre la vida y el agua disponible, consideración clave que justifica la pertenencia y conservación de relativamente vastos ecosistemas por parte del pueblo indígena Timote. En relación con el agua, el Territorio timote incorpora las nacientes de dos importantes cursos de agua del Municipio Miranda: Las Quebradas de Chamarú y El Bailón, así como gran parte de la extensión los ecosistemas de los cuales depende el volumen y regularidad de sus caudales.

La Red Hidrográfica El territorio del pueblo indígena timote puede ser entendido como un especio entre dos microcuencas, de hecho le corresponden las vertientes de la quebrada Chamarú en su parte izquierda y la parte derecha de la quebrada El Bailón, de tal forma que una línea de relieve en sentido longitudinal al área la divide en dos vertientes, desde las cuales se dirigen quebradas guiadas por sanjones. Con relación al área total el espacio de la cuenca de la Quebrada Chamarú alcanza entre un 60 a 70 % de la superficie, por ella vierten las quebradas de El Ramo y El Caballo que confluyen en un punto cercano a la Quebrada Chamarú (Ver mapa. 1). La microcuenca de El Bailón es de menor importancia en relación con la superficie total, sin embargo se relaciona con el drenaje de importantes zonas de cultivo de la parte baja del territorio Timote, El resto de la microcuenca caracterizada por fuertes pendientes ocupadas por páramos y bosques naturales es la fuente de agua activa y potencial para el riego de cultivos hortícolas de las tierras Timotes y muchas otras colindantes aguas abajo. (Ver Mapa 1).


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Unidades de Paisaje y Unidades Ecológicas: El inventario de la integración de los aspectos bióticos y abióticos de la superficie del territorio del Pueblo indígena Timote se realizó con una primera aproximación relativa al paisaje tratando de ajustarse a la percepción de los indígenas, la cual como veremos se ajusta en gran medida a la percepción ecológica o científica biológica que lo asimila como unidades ecológicas La unidad de paisaje es en su caso la asimilación de condiciones uniformes a la percepción visual a través de una regularidad en la presentación de la forma, que se individualiza además gracia a estar asociada con una serie de propiedades de distinta naturaleza. Una percepción formal puede ser homogénea o regular pero también heterogénea al constituirse por una secuencia o patrón de repeticiones de distintas formas que en su conjunto son vistas como una unidad de únicas repeticiones. (Puig, 2005). Pasando a las propiedades una unidad formal o de paisaje contiene un significado que puede asociarse por lo regular al uso humano o a la presencia y dominio de seres sobrenaturales o míticos. En el caso de ser contiguos los paisajes interactúan incluyendo fragmentos que son propios de un paisaje dentro de aquel vecino. Por ejemplo: actividades agrícolas o ganaderas en páramos, lugares de culto en paisajes agrícolas o unidades de cultivo en zonas selváticas o boscosas. Las unidades ecológicas son entendidas aquí como: Una unidad ecológica no es exactamente lo mismo que un tipo de vegetación sino que se define por la confluencia de un conjunto de características ambientales que son determinantes para la existencia de un ecosistema en particular. La temperatura, la precipitación, el sustrato y la topografía suelen ser los parámetros más importantes. Cada unidad ecológica tiene un tipo de vegetación natural que le es propia y, siendo uno de los factores más conspicuos, se suele utilizar el nombre de la vegetación para denominar la unidad ecológica. Ataroff, M y Sarmiento, L (2003).

Las Unidades de Paisaje


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Los indígenas Timote hacen clara distinción de tres tipos de unidades (Ver Mapa 3): 1. La montaña

Se relaciona con las áreas selváticas o boscosas, el término tiene su origen en el español antiguo, siendo la tradicional forma de identificar un lugar con semejantes características. En el área Timote las zonas de montaña están ubicadas en las áreas de mayor pendiente que rodean las quebradas de El Bailón y Chamarú, así como los bordes de sanjones. (Ver mapa 3) (Ver foto 2)

Foto 2. Bosque natural del paisaje boscoso de la Quebrada Chamarú

2. Siembras o áreas de cultivo, cría, bosque y matorral

Unidad territorial de uso agrícola utilizada de forma permanente por los indígenas tanto como áreas de cultivo como de vivienda, es una unidad interdigitada entre áreas de barbecho ganadero, unidades de cultivo hortícola y zonas de matorral que han sido eximidas recientemente de cualquier actividad productiva. Se incluyen aquí pequeñas unidades boscosas inaccesible relacionadas con cursos de agua o fuertes pendientes. (Ver mapa 3) (Ver foto 3) 3. Páramo


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Incluye las zonas frías dedicadas a la caza, recolección y pastoreo extensivo. Se asocian con la magia en relación con los encantos de las montañas. El páramo es al mismo tiempo unidad y multiplicidad. (Ver Mapa 3) (Ver foto 4).

Foto3. Paisaje humanizado


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Las Unidades Ecológicas: Clima, Suelos y vegetación Clima y suelos Se consideran aquí la distribución general de las precipitaciones y temperaturas del Territorio timote con el fin de cotejarlas con las condiciones ambientales características de las unidades ecológicas que se exponen en la parte titulada paisajes y Ecología. Las precipitaciones medias anuales de la parte altas de las cuencas de las quebradas de El Bailón y Chamarú se ubican entre 900 y 1.000 mm describiendo una tendencia al incremento de las pp. con la altura, por su parte las temperaturas medias anuales fluctúan entre 12 y 8 °C. Dichas fluctuaciones relacionadas con las variaciones altitudinales representan las diferencias de temperatura y precipitación entre la parte baja y alta del territorio Timote. Así mismo ocurre con la Evapotranspiración potencial y el índice de aridez calculado para el la cuenca del río Motatán, en el primer caso la ETP alcanza 700 mm en la parte inferior de la cuenca y 600 mm anuales en la parte alta, el índice de humedad resultado de la relación entre la ETP y el balance de precipitación se comporta en sentido inverso a la altura: 200 mm en la parte baja y 400 mm en la zona alta del territorio Timote. (González y Varela, 1987). Si observamos la relación entre la precipitación y la ETP potencial en estaciones cercanas al área Timote reflejan primero un régimen de bimodal

de ocurrencia de las

precipitaciones, donde los meses húmedos ocurren entre abril mayo y junio para dar paso a un época de cese de las precipitaciones entre julio y agosto, la cual sin embargo no significa un agotamiento de las reservas del suelo, la segunda temporada de lluvias; se ubica entre los meses de septiembre octubre y noviembre, para dar paso a un lapso verdaderamente seco entere los meses de diciembre y marzo aproximadamente. (González y Varela, 1987). Debemos tener en cuenta dentro de este breve y limitado análisis que la parte baja del valle del Motatán donde se ubica Timotes es parte de un bolsón seco climáticamente, el


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cual sede hacia condiciones de humedad creciente con respectivos aumentos de la elevación. Aunque las precipitaciones no alcancen un volumen significativo, debe tomarse en cuenta que el decremento de las temperaturas y la capacidad de almacenamiento de los suelos orgánicos, son factores climáticos que favorecen la preservación del agua aprovechable por las plantas a nivel del suelo, aumentando el volumen y extensión temporal de las reservas de agua disponibles. Los suelos del área se agrupan en la unidad fisiográfica de vertiente de la cuenca del río Motatán los suelos predominantes son del orden entisol, inceptisol e histosoles u orgánicos. En todos los casos existe en relación con las condiciones climáticas y la naturaleza del sustrato vegetal una tendencia a la acumulación de materia orgánica. Los inceptisoles e histosoles son esperables en condiciones que favorecen la acumulación como lo son las superficies de escalonamientos del relieve y pequeñas cuencas sedimentarias. Los entisoles por su parte ocuparían las pendientes más pronunciadas. (González y Varela, 1987 y Soil Taxonomy, 1992).

Vegetación Las unidades de vegetación fueron delimitadas en un ortofotomapa a escala 1:12500 y luego corregidas en campo. Los criterios utilizados para determinarlas fue el reconocimiento de las mismas de acuerdo a su fisonomía, lo que fue comparado con los registros cartográficos y fotográficos presentes en el Mapa de Unidades Ecológicas (Ataroff, M y Sarmiento, L, 2003), asimismo se identificaron algunas especies claves en el listado de especies vegetales que esta obra ofrece (Ataroff, M y Sarmiento, L, 2003). Otro elemento clave fue el cotejo entre las condiciones climáticas generales del área y aquellas expresadas en las característica ambientales descritas para cada unidad ecológica del Mapa de unidades Ecológicas de Ataroff, M y Sarmiento, L, 2003. Este reconocimiento de unidades ecológicas debe entenderse como preliminar y solo constituye un primer acercamiento a la realidad ecológica del territorio indígena Timote. Futuras determinaciones ambientales y vegetales en campo afirmarán o negarán en parte lo expuesto en adelante. (Ver Mapa 4).


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En base a un escalonamiento o sucesión de pisos climáticos consideramos al área de la vertiente del motatán a la altura de la población de Timotes como una vertiente seca en relación con sus valores de Precipitación y temperatura (PP 900 y 1000 mm y Temp. 10 y 8 °C ), como se observan dos pisos climáticos en el territorio Timote, el primero sería el Piso Andino entre 2800 y 4000 msnm y un reducido piso altiandino cercano a los 4.000 msnm que alcanza las máximas alturas de las cabeceras es decir 4100 msnm. En este contexto parecen dominar al menos dos sistemas de vegetación natural: 1. Bosque siempre verde seco montano alto o selva nublada montana alta, denominada en virtud de esta duda simplemente como Bosque natural (BN) (ver mapa El rango de altura donde se presenta responde al determinado por los datos conocidos (alcance altitudinal igual a 3.000 msnm) así como su fisionomía. (Ver mapa 4). El hecho de que el bosque se encuentre encajonado en estrechos cañones de las quebradas Chamarú y El Bailón, podría reflejar la presencia de microcondiciones climáticas tendientes al aumento relativo de la humedad respecto a las zonas de vertiente. Al observar el ortofotomapa del área puede verse que en ambas quebradas que la unidad de bosque rebasa los 3.000 msnm hasta llegar a los 3300 msnm, tal vez una expresión extendida de un bosque subparamero o paramero, sin embargo cualquier determinación de este tipo en relación a éstas dos últimas unidades de vegetación resulta vaga. En adelante se citan textualmente las características ambientales y florísticas de las unidades nombradas: UNIDAD ECOLÓGICA SELVA NUBALADA MONTANA ALTA

Altitud: 2200 a 3000 m, sólo en vertientes húmedas o intermedias, temperatura: 9 a 14 °C, precipitación: 1000 a 3000 mm, sin meses secos, alta nubosidad, alta humedad relativa y baja insolación todo el año. Ataroff, M y Sarmiento, L, 2003. Selva siempreverde, con más de 100 spp. de árboles. Dosel muy irregular, entre 20-30 m en el límite inferior, hasta 10 m en el superior. Árboles importantes: Podocarpus oleifolius, Oreopanax moritzii, Hedyosmum brasiliense, Havetia laurifolia, Ocotea calophylla, Billia columbiana, Brunellia acutangula, Persea mutisii, Weinmannia jahnii, Clusia multiflora. El sotobosque tiene más de 100 especies: Palicourea demissa, Psychotria aubletiana, Solanum meridense, Monochaetum


16 meridense, Fuchsia venusta, Begonia mariae, Dodonaea viscosa. Trepadoras: Anthurium gehrigeri, A. julianii, Passiflora mollissima, Mikania spp., Bomarea multiflora. Las epífitas son muy importantes, como ejemplo: Tillandsia tetrantha, T. biflora, Epidendrum dendrobii, Oncidium falcipetalum, Pleurothallis roseo-punctata, Peperomia microphylla. Ataroff, M y Sarmiento, L, 2003. UNIDAD ECOLÓGICA BOSQUE SIEMPREVERDE SECO MONTANO ALTO

Altitud: 2000 a 2700 m, sólo en vertientes secas, temperatura: 11 a 15°C, precipitación: 500a 900 mm, entre 3 y 5 meses secos. Ataroff, M y Sarmiento, L, 2003 Bosques siempreverdes bajos con dosel entre 10 y 15 m. Especies importantes: Roupala aff. pseudocordata, Escallonia floribunda, Psidium caudatum, Psidium guianense, Myrsine ferruginea. Clusia multiflora, Weinmannia glabra, Dodonaea viscosa. En el sotobosque: Myrsine coriacea, Cassia aff. mutisiana Stevia lucida, Baccharis nitida, Cassia jhanii, Berberis discolor. Ataroff, M y Sarmiento, L, 2003 2. Unidad agrícola hortícola. Se encuentra ubicada entre 3100 msnm y 2800, normalmente esta unidad predominantemente agro cultural estaría dominada por el ambiente páramo en condiciones de no intervención antrópica, sin embargo existen evidencias de unidades boscosas que se asemejan al bosque subparamero tal y como se describe en la unidad de páramo andino (Ataroff, M y Sarmiento, L, 2003), de hecho en las extremos inferiores del área unidades o derechos territoriales abandonados son sujetos a un proceso de sucesión distinto al páramo andino, donde prosperan especies arbustivas y están ausentes plantas diagnósticas del páramo andino como la Espeletia schultzii. (Ataroff, M y Sarmiento, L, 2003) (Ver mapa 4). A partir de 2900 0 3000 mts las áreas de barbecho se aproximan a la unidad ecológica de páramo andino. En todo caso la unidad agrocultural es una suerte de mosaico que combina distintos estadios de sucesión relacionados con barbechos ganaderos, superficies en desuso y pequeñas unidades boscosas y parameras en sectores no arables. 3. Unidad ecológica Páramo andino y altiandino


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Domina el paisaje Timote a partir de los 3100 0 3200 msnm hasta los 4.000 msnm, a partir de allí el paisaje es dominado por un relieve periglacial ocupado por una unidad ecológica de páramo altiandino. Dentro del páramo andino sin embargo se encuentra frecuentemente interrumpido por la presencia de islas de bosque altiandino, por otra parte una extensa sección ubicada en las laderas cercanas de las nacientes de la Quebrada El Bailón, particularmente en el sector de Los Pocitos o el Pajal, se establece una variante del páramo andino conocida como páramo pajonal, unidad característica de zonas en extremo húmedas. El suelo sobre el cual crece el páramo pajonal, es un entisol establecido sobre un estrato continuo de rocas aborregadas, las cuales parecen evitar el drenaje vertical privilegiando el drenaje oblicuo dentro de una matriz orgánica y por tanto favoreciendo condiciones de humedad del suelo permanentes. (Ver mapa 4). En adelante se describen las unidades de páramo andino y altiandino. UNIDAD ECOLÓGICA PÁRAMO ANDINO

Altitud: vertientes secas 2700 a 4000 m, vertientes húmedas 3000 a 4300 m, temperatura: 7-10 a 3 °C, precipitación: vertientes secas 800 a 1100 mm, vertientes húmedas 1100 a 1800 mm, entre 0 y 3 meses secos, heladas restringidas a la época seca. La vegetación es un mosaico de comunidades arbustivas y herbáceas, la más común tiene un estrato superior entre 50 y 150 cm., con rosetas y arbustos, un estrato intermedio de arbustos y hierbas entre 20 y 50 cm., y un estrato inferior con cojines y hierbas menores de 10 cm. Especies principales: Espeletia schultzii, Espeletia batata, Hypericum laricifolium, Baccharis prunifolia, Stevia lucida, Sisyrinchium micranthum, Lachemilla moritziana, Geranium multiceps, Agrostis trichodes. (Ataroff, M y Sarmiento, L, 2003) El bosque altiandino llamado en el mapa bosque paramero (BP) (Ver mapa 4) forma manchones aislados dentro de la vegetación de páramo andino (ver páramo altiandino). Los bosques subparameros

son importantes en el límite inferior del páramo pero

únicamente en las vertientes secas; desde 2600m hasta 3000m, con temperaturas de 9 a 11°C y precipitación entre 800 y 1100 mm. Hay dos tipos de bosques subparameros: i) el Subpáramo: bosque bajo o arbustal entre 3 y 5 m con Arcytophyllum nitidum, Escallonia floribunda, Bejaria aestuans, Symplocos rigidissima, Berberis discolor, Hypericum sp.,


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Dodonaea viscosa, Gaultheria alnifolia, G. cordifolia, G. buxifolia y ii) el Alisal: bosque con dosel de 15 m dominado por Alnus acuminata y en su parte más baja Espeletia neriifolia. Sotobosque de 2-3 m con: Prunus myrtifolia, Baccharis nitida, Myrsine guianensis, Hypericum bolivaricum. (Ataroff, M y Sarmiento, L, 2003) DISTRIBUCIÓN DE LA UNIDAD ECOLÓGICA PÁRAMO ALTIANDINO Altitud: vertientes secas 4000 a 4800 m, vertientes húmedas 4300 a 4800 m, temperatura:

3 a –2 °C, precipitación: vertientes secas 700 a 1000 mm, vertientes húmedas 1000 a 1600 mm, alta frecuencia de heladas todo el año. (Ataroff, M y Sarmiento, L, 2003) Ecosistema desértico con baja cobertura vegetal. Vegetación con un estrato bajo dominado por arbustos y plantas en cojín menores de 40 cm. y un estrato alto (a veces ausente) entre 3 y 4 m, dominado por rosetas gigantes como Espeletia timotensis y Coespeletia spicata. Estrato bajo: Arenaria jahnii, Azorella julianii, Aciachne pulvinata, Draba chionophylla, Hinterhubera laseguei. (Ataroff, M y Sarmiento, L, 2003) El bosque altiandino se encuentra en manchones aislados dentro de la vegetación de páramo andino y altiandino, ocupando zonas con condiciones especiales de sustrato como derrubios rocosos periglaciares. Altitud: 3500 a 4300 m. Bosques achaparrados, dosel entre 3 y 7 m. Árboles principales Polylepis sericea, Gynoxys meridana, Gynoxys moritziana y Weinmannia multijuga. En el sotobosque: Hypericum laricifolium, Pentacalia pachypus, Pentacalia magnicalyculata, Monticalia andicola, Bejaria aestuans, Bocconia integrifolia, Chaetolepis lindeniana, Baccharis prunifolia. (Ataroff, M y Sarmiento, L, 2003).

Inventario Antropológico Se abordan aquí las representaciones culturales del territorio como elemento esencial de la definición del hábitat Timote, es una cosmogonía del espacio indígena local en el sentido de reflejar el orden y vinculación de los elementos que lo conforman; desde el espacio cósmico hacia el espacio terrestre. El orden territorial relaciona de forma ordenada, tal vez jerárquica, una serie de concepciones míticas íntimamente asociadas con los recursos esenciales para el desarrollo de la vida cotidiana del indígena Timote. El


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espacio visto de esa forma resulta indivisible e imprescindible en cada una de sus componentes. Cabe señalar que los espacios o distintos paisajes Timote, han variado en su calificación o papel a lo largo del proceso histórico de la comunidad. Tierras antes de cultivo, son hoy páramos dominados por los encantos o propiedad de los mismos. A pesar de ello, la población indígena, incluso la más joven, guarda la memoria de la antigua extensión de las áreas de habitación y cultivo. Lo que ha prevalecido a través del tiempo es el orden espacial, cuyos elementos se reubican como consecuencia del suceder de los procesos histórico sociales. El inventario antropológico comienza con el registro cartográfico de los diferentes lugares del espacio indígena Timote. Los lugares fueron clasificados en dos categorías que reflejan la visión local de los lugares plasmada en el mapa sociojurídico comunitario, denominado croquis del territorio Timote o mapa mental Timote: a. Viviendas, subclasificados a su vez en dos clases: Viviendas Habitadas y Ruinas de Viviendas b. Sitios Sagrados Esta clasificación tiene la virtud de separa espacialmente dos realidades de distinta naturaleza. La primera se refiere a un espacio de la vida material y el segundo a elementos naturales que representan lo sobrenatural o mítico. Ambas categorías ocupan zonas particulares, se encuentran segregadas de forma tal que los espacios parameros se encuentran la mayor parte de los lugares sagrados, mientras que entre 2800 y 3100 msnm se concentran la casi totalidad de los sitios de habitación. (Ver mapa 2). La distribución de los lugares sobre el mapa de vegetación y paisaje Timote (Ver mapa 4), demuestra que las viviendas se concentran en los espacios ocupados por los cultivos y los barbechos, los cuales, desde el punto de vista ambiental, resultan más favorables para la producción hortícola que los espacios parameros. De hecho la concentración de la economía Timote se relaciona con la adopción de la horticultura como forma de producción, mientras que en otro momento histórico, el sistema triguero pareció rebasar los actuales limites altitudinales del sistema agrícola. En adelante se describen las


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relaciones del agua, las piedras y los encantos de acuerdo a los relatos provenientes de la tradición oral Timote. El dominio de los páramos es el dominio de los encantos, existen aquí cuatro encantos mayores: el primero de ellos es una dualidad hombre - mujer representada por dos piedras Don Airao y Doña Rosa esposos dueños del agua que sale de las nacientes que están a sus pies, El Encanto de Los Pocitos ubicado en el pajal frente a las nacientes de la Quebrada El Bailón y el encanto de Don Torres ubicado en el Sitio de El Hoyuelo cercano a la Laguna Ciega donde se encuentran las nacientes de la Quebrada Chamarú. Como puede verse los encantos mayores dominan las fuentes principales de agua de las cuales dependen la comunidad indígena y el antiguo resguardo aguas abajo. Pero los encantos no solo son lugares sagrados, sino también áreas sagradas que cubren vertientes particulares que dirigen o canalizan las aguas a superficies específicas de las partes bajas del espacio indígena. Don Airao y Doña rosa son encantos de la ladera basculada sobre cuyo extremo se encuentran las viviendas habitadas, Doña Rosa dirige su naciente hacia las tierras que finalmente drenan sus aguas a Chamarú, Don Airao por su parte dirige su mirada a El Bailón. El territorio de cada encanto llega hasta los límites del páramo con los cultivos. Don airao y Doña rosa son los encantos más importantes tal vez por estar estrechamente implicados en el quehacer diario de los indígenas, de hecho ambas piedras se divisan desde muchas viviendas. Los otros, Torres y Los pocitos parecen responder a una forma más natural o más salvaje de la manifestación del agua y la piedra, de hecho ambos encantos extremos se encuentran más arriba y las aguas que drenan no se relacionan directamente con las comunidades sino a través de las grandes quebradas. Volviendo a los encantos esposos, ambos toman forma humana y son vistos frecuentemente al punto de expresar personalmente a algunos pobladores su molestia por la presencia de ganado en sus tierras. Si existen encantos mayores existen por tanto también los hay menores, los últimos están relacionados igualmente con el agua de nacientes, pero en este caso las nacientes que están junto a las viviendas, que son su factor principal de localización. Las nacientes de las


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viviendas tienen su encanto o arco menor que según su posición respecto a los encantos mayores, será de Doña Rosa o de Don Airao. Encantos mayores y menores establecen una red hídrica entre nacientes o entre piedras y agua de las nacientes y las nacientes de las zonas bajas, de esta manera la red hídrica es una red territorial sostenida por una serie de hechos míticos o mágicos que componen la base del sistema de conocimiento local. La expresión de estas relaciones entre las tierras de los encantos y de los hombres se muestra en la cartografía como distintos espacios (Ver mapa 5): 1. Espacio Sagrado: de los encantos, piedras y nacientes. 2. Espacio humanizado: de los Hombres donde los espacios sagrados representados

fundamentalmente por las nacientes menores se vinculan a uno u otro encanto mayor 3. Especio transicional: es un espacio impreciso en el cual estuvo, en algún lugar no

bien precisado, la frontera agrícola de generaciones anteriores. El principio de la piedra y el agua como conexión entre el mundo cósmico y terrestre, o mejor dicho en su papel formativo y ordenador del espacio cultural indígena terrestre están relatadas con mayor precisión en el contexto andino merideño en la obra de Clarac, 2003 y en el caso particular de Los Timote en el artículo de Bastidas, 2003.

INVENTARIO JURÍDICO Basamentos históricos del derecho indígena Timote Del resguardo al reconocimiento de tierras del pueblo indígena Timote. “El Resguardo formó parte del proceso de poblamiento y constituyo factor de arraigo de la población nativa, púes el indígena asocio esos espacios, impuestos y delimitados a su propia subsistencia, y se aferró a ellos para existir sigilosamente con sus costumbres y


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creencias atávicas, circunstancias que apegaron al aborigen a esas tierras y le llevó a defenderlas férreamente”. (Samudio, 1995). El resguardo fue una institución creada por la metrópoli en el proceso de ocupación y ordenamiento de sus colonias en América desde el siglo XVI. “Consistió en unidades de tierras que fueron concedidas por el Rey a las comunidades indígenas por medio de títulos para que las usufructuaran colectivamente” (Bastidas, 2002), dicha propiedad era inalienable, inajenable e imperecedera. Al momento de su creación los resguardos eran delimitados por hechos geográficos propios del paisaje como; quebradas, cerros, bosques, lomas, ríos (Samudio, 1995). La tierra se adjudicaba a la comunidad indígena y, a cada familia, le eran concedidos derecho de usufructo, el derecho de propiedad era exclusivamente de la corona (Samudio, 2003). “Los resguardos eran divididos en tierras para la cría y tierras para la agricultura; a su vez estas últimas eran dividas en solares individuales para la construcción de “pequeñas casas para resguardarse de las lluvias” y lotes para las sementeras y labranzas. (A.G.I, E.C, Col los Andes, T.IX:337, En Bastidas 2002). La comunidad de Timotes fue una de las primeras a las cuales se les asigno resguardo en la Cordillera de Mérida, en el año de 1594. “En el caso de Timotes, el visitador Alonso Vázquez de Cisneros confirma las tierras de resguardos señaladas por Juan Gómez Garzón en 1594 y ordena el 11 de septiembre de 1619 fundar el pueblo de Timotes con las parcialidades de Mucuxaman, Quindora y Chiquimpu, (encomienda de Gracia Martín Buenavida), Mucumbas, (encomienda de Pedro de Rivas) y los indios del Capitanejo de la Mesa de Mucuguá, (encomienda de Lorenzo Cerrada), estas tierras de resguardo son nuevamente confirmadas por el visitador Juan Modesto de Meller, el 23 de septiembre de 1655” . (Bastidas, 2002). Tras el proceso de independencia, la propiedad de los resguardos indígenas recaería en la comunidad que lo usufructuaba conservando su carácter comunitario, con el advenimiento de las ideas liberales que en el siglo XIX definen la estructura económicoagraria en Venezuela, en este sentido, surge la intención de exterminar el sentido


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comunal de la posesión de las tierras. (Bastidas, 2002 y Samudio, 1995). El estado desvirtúa la figura de propiedad comunal, ante ello, algunos indígenas acosados por el estado y por particulares que ambicionan sus tierras, venden los derechos que en tiempos de la colonia se limitaban al usufructo. A través de la promulgación de diferentes leyes el Estado ejerce presión para la división y reparto de los resguardos, la ley legitima la transformación en propiedad privada de dichos derechos dentro del resguardo, de allí el desgarramiento de las propiedades que en otrora fueron concedidas exclusivamente a los indígenas. Así queda expresado en el artículo 200, de la constitución Federal de 1811: “El reparto en propiedad de las tierras que les estaban concedidas y de que están en posesión para que en proporción entre los padres de familia de cada pueblos, las dividan y dispongan de ellas como verdaderos señores, según los términos y reglamentos que formen los reglamentos provinciales” (Fundación Polar, 1997). Las leyes se suceden durante el siglo XIX y aun en el XX, con la finalidad de adjudicar la propiedad individual dentro de los resguardos, en cuanto a esto Bastidas (2002), afirma: “Dándose la primera legislación sobre resguardos con la ley del 11 de octubre de 1811; luego se sucedió la ley del 2 de octubre de1836, la ley del 7 de abril de 1838, la ley del 1 de mayo de 1841 y posteriormente a estas leyes habrá otras, sin embargo la que logro finalmente desestructurar el resguardo fue la ley “Sobre reducciones, civilizaciones y resguardos de indígenas” del 25 de mayo de 1885” (Bastidas, 2002). No hay que negar que algunas de las leyes anteriores a la 1885, fueron de cierta manera significativas, como por ejemplo, la ley del 7 de abril de 1838, aquí establece que las tierras a adjudicar serian aquellas en las que se lograra demostrar la ocupación permanente, lo determinante de esta ley lo expresa Bastidas (2002): “generó un desplazamiento de las viviendas de los indígenas, quienes prefirieron ocupar las áreas más fértiles del resguardo, “lo que originó que a finales del siglo XIX, ya muchos indígenas estuvieran viviendo en pequeñas unidades agrícolas”. Bastidas, 2002.


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El reparto del Resguardo Indígena Timote La imposición del concepto de propiedad individual, ajeno a las culturas prehispánicas de los Andes venezolanos, explica el diacronismo entre la creación de las leyes y el momento en que se hace efectiva la disolución del resguardo, el determinante de esta disolución será la ley de 1885, que en su articulo 4 señala “los resguardos serán declarados -ipso facto baldíos- sí en el termino de dos años, no hubiere concluido el correspondiente juicio, Bastidas (2002). El juicio al que refiere es la división y la adjudicación de las tierras del resguardo, que en el caso Timotes, se realizo entre 1887 y 1889, mediante las disposiciones contenidas en la ley sobre resguardos indígenas de 1885 como se menciona anteriormente, por petición de la comunidad, tras reconocer a los individuos que efectivamente tenían derecho al reparto, ya por ser descendientes directos de indígenas pertenecientes al resguardo o por haber comprado derechos dentro del mismo, se adjudico a 24 familias indígenas y a 47 criollos compradores. La particularidad de la comunidad de Timotes en el proceso de repartición del resguardo es que las familias indígenas abogaron en oposición a la propiedad privada individual por la figura de propiedad comunal, así quedo asentado (Partición de los resguardos indígenas de Timotes, 1887-1889:23v, en Bastidas 2002) “De acuerdo con el deseo de los indígenas y la instrucción cuarta he dejado el globo de tierra denominado El Paramito situado en la parte occidental común de aquellos exclusivamente”. (Partición de los resguardos indígenas de Timotes, 1887-1889:23v, en Bastidas 2002) “El globo de tierra denominado “El Paramito” circunscrito por los lindero conocidos, queda exclusivamente a beneficio de los indígenas de esta comunidad, sin que ninguno de ellos pueda enajenar ni ceder su derecho por ningún título”. (Partición de los resguardos indígenas de Timotes, 1887-1889:22. (Bastidas 2002).


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Las familias indígenas de la zona, defendieron la figura comunitaria de propiedad, al interior de esta se reconocen los derechos de cada uno de sus miembros, así mismo ellos reconocen los linderos de El Paramito, con los propietarios circunvecinos, según un representante de la comunidad Timotes. “Porque allí nadie cerca, como es una mancomunidad, nadie tiene propiedad exclusiva; entonces largan el ganado pa` la parte alta del páramo, y hay tienen hasta que vuelven a sembrar y amarrar el ganado y en relación con la propiedad púes como su nombre lo dice mancomunidad, pues nadie tiene un terreno exclusivo” (En Bastidas 2002).

Los derechos y El Pueblo Indígena Timote La asignación de tierras por persona o unidad familiar dentro del resguardo preció ser una forma de individualizar la carga impositiva que debía pagar todo indígena como feudatario al Reino de España y a la iglesia católica, como se ha visto anteriormente los derechos individuales a tierras del resguardo fue la base para asignar lotes en propiedad privada y así lograr la disolución de la comunidad indígena. La negativa de la comunidad de El Paramito a disolverse como sistema de propiedad comunal no pudo sin embargo evitar la influencia española en cuanto a la formas de la tenencia de la tierra. Debido a lo expuesto los indígenas se organizaron y organizan hasta la fecha a través de la asignación de derechos territoriales basados en La Palabra o Derecho de Palabra, el cual es a tal punto respetado que los derechos abandonados bien por fallecimiento o migración a la ciudad son respetados, en el sentido que no se les da uso agrícola alguno. No sabemos si para la colonia los derechos individuales en los resguardos fueron escritos, sin embargo eran reconocidos por el estado. Tal vez la razón por la cual un derecho escrito se transforma en otro consuetudinario se relacione con el hecho de que las tierras indígenas disueltas a pesar de ser ocupadas por los indígenas fueron y son en realidad propiedad del municipio.


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Según relata la tradición oral Timote, en tiempos recientes calculados por los informantes en 25 0 40 años atrás, cada derechante araba su lote de tierra con la participación de toda la comunidad, esta forma de trabajo comunal llamado convite implicaba una serie de obligigaciones por parte del beneficiario del trabajo colectivo. Una de las más importantes era la preservación de la semilla de trigo, papa u otro rubro con el fin de aportarla para la próxima siembra en un derecho vecino. De este modo la comunidad poseía un elemento clave del componente tecnológico del sistema agrario: La semilla. No debemos olvidar que la rotación de parcelas se adecuó al manejo de las tierras bajo un sistema de barbechos largos, donde la tierra debía recuperar su fertilidad luego de sembrada y pastoreada por el ganado vacuno. Por otra parte la interdependencia a través del trabajo colectivo revalidó incesantemente los lazos comunitarios. En la actualidad se ha impuesto en el Paramito un nuevo sistema agrario llamado hortícola intensivo, esta nueva forma de producir abierta al mercado y destinada a la acumulación de riquezas, si esto es posible, ha traído profundo cambios en la comunidad indígena, que como todo proceso de cambio resulta dual. Lo positivo de la implementación de esta nueva agricultura ha sido la posibilidad de adquirir bienes y servicios que permiten complementar la nueva dieta local, exenta en estos momentos de productos locales a excepción del queso. Otro aspecto derivado de la autosuficiencia a través de la producción destinada al mercado, es el hecho que no ha sido necesaria la venta o secuestro de derechos a cambio de moneda para satisfacer necesidades de alimentación, tal y como lo relatan los indígenas: algunos propietarios vecinos fueron quitándole parcelas a los derechantes a cambio de maíz o del pago de un funeral. La invisibilización que los desconocía como pueblo indígena, fue la base de los intentos de expropiación y usurpación del territorio Timotes, desde el siglo XIX, hasta nuestros días. Sin embargo la ruptura de la diversidad ambiental que produjo la disolución del


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resguardo, limitó la diversidad productiva indígena, haciendo más vulnerable a la comunidad ante enfermedades, heladas u otra variable que afectara temporalmente la producción de rubros agrícolas de zonas altas o medias. La microverticalidad como estrategia productiva parece haber sido la racionalidad del resguardo, la ocupación de al menos tres ambientes productivos y otras tantas áreas naturales destinadas como hoy a la caza y la recolección, están demostradas en la conformación del resguardo al momento de su disolución (Ver mapa 7)

Mapa 7. Mapa del resguardo indígena de Timote en 1889

Si observamos el mapa de paisaje y vegetación (ver mapa 4), veremos que la comunidad se restringe en su casi totalidad a ambientes parameros, estando, como los Timotes expresan: las mejores tierras en manos de propietarios colindantes, y, lo que resulta aún más grave, es el hecho de que la población se agolpa en la franja limítrofe inferior (ver mapa 2). Si el proceso de vulneración de derechos territoriales continúa la comunidad Timote verá anuladas sus posibilidades productivas y podría entrar en un proceso acelerado de disolución.


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Pero uno de los rasgos más negativos de la implementación de la agricultura intensiva de mercado, sobre la comunidad puede ocurrir a largo plazo. La imperiosa necesidad de adquirir semillas e implementos como abonos químicos y orgánicos así como pesticidas, obliga a los poseedores de derechos territoriales a asociarse individualmente con productores foráneos que poseen capital. El acuerdo de tierra y producción junto al paquete productivo a cambio de la partición de las ganancias, ha roto el principio del trabajo comunal con fines productivos, reduciéndolo a áreas de interés común como lo es el riego o los cercados. Aunque no lo parece la dependencia con el capital tiende a individualizar los intereses indígenas y ha llevado a algunos a transformar sus derechos en propiedad privada, tal y como se hizo durante 100 años, es el caso de la venta del derecho de la familia Araujo en el extremo inferior del territorio cercano a la Quebrada El Bailón. Caben las preguntas: ¿Tiene sentido la propiedad colectiva de la tierra en un marco de intereses individualizados?, o bien, ¿pueden funcionar acuerdos colectivos en el marco de un sistema de propietarios?, o, ¿Cuál será el destino de los derechos territoriales abandonados por algunos indígenas?. La contracción espacial debido a la venta de derechos y la amenaza de sus derechos territoriales por parte de vecinos colindantes ha continuado en el tiempo reciente. El mapa de derechos y áreas de régimen especial muestran algunos de los conflictos recientes (Ver mapa 6): 1. El caso del límite inferior: se trata de la pérdida de gran parte de las tierras

agrícolas indígenas a manos de dos propietarios. Se identifica como derecho violado. 2. El Caso de La Puerta del Bailón donde el propietario de la margen izquierda de

dicha quebrada ha pretendido y pretende tomar en propiedad la vía de comunicación que le permite transportar su producción hacia timotes. Se identifica como derecho amenazado.


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Bibliografía González Aura y Varela Ana, 1987 Clasificación de tierras para determinar alternativas para el ordenamiento del espacio rural, Municipios Cachopo-Timotes del Estado Mérida y la Mesa del Estado Trujillo, Tesis de grado U.L.A, Facultad de Ciencias Forestales, Escuela de Geografía. Mérida -Venezuela.


30 Samudio A. Edda O, 1995 Proceso de poblamiento y asignación de resguardos en los Andes venezolanos, pp. 168-208. Servicio de Publicaciones UCM, Madrid-España. Samudio A. Edda O, 2003 Propiedad comunal indígena y posesión comunera campesina en Mérida Venezuela, siglo XIX. Procesos históricos: revista de historia, arte y ciencias sociales , ISSN 1690-4818, Nº. 3, Universidad de Los Andes, Mérida –Venezuela. Bastidas V. Luís, 2002. Las Tierras comunales indígenas en la legislación venezolana. Estudio de un caso. pp. 45-81. Revista CENIPEC 21 Enero – Diciembre, ISSN 0798-9202. Universidad de Los Andes, Mérida- Venezuela. Bastidas V. Luís, 2003. De los Timoto-Cuicas a la invisibilidad del indígena andino y a su diversidad cultural. pp. 283 – 312. Boletín antropológico, año 21, n 59, Septiembre – Diciembre, ISSN 1325-2610, Universidad de los Andes, Mérida – Venezuela. Clarac Jacqueline, 2003. Dioses en exilio. Segunda edición, ediciones del vicerrectorado académico, Universidad de los Andes, Mérida- Venezuela. Fundación Polar, 1997 Diccionario de Historia de Venezuela, tomo II, segunda edición, CaracasVenezuela.


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