LIBERTAD A MILAGRO JUEVES 17 DE OCTUBRE DE 2019 / Nº 8661
$ 25
la hospitalidad como bandera
APOYAMOS A Ramos Padilla
www.diariopionero.com.ar Aquí estamos otra vez, volver a los 17
EN REVISTA SOCOMPA
LA MUERTE DE MARCELO ZLOTOWIAGZDA
Hacer dialogar las inteligencias ESCRIBE EDUARDO BLAUSTEIN
Pequeña historia del Paraíso de La Corvina Negra
Las marajenses en lo alto del fútbol femenino
Marcelo Zlotowiagzda murió ayer (por el martes) . Un periodista riguroso, querido y respetado por sus colegas, aún en las diferencias, por su manera virtuosa de ejercer el oficio y su capacidad de escucha y diálogo. Una despedida que duele. Un recuerdo de la prehistoria y una muestra al fin y al cabo inocente de lo vivillos y lo cínicos que podemos ser los periodistas, incluyendo progres y combativos. A Zloto lo conocí en el arranque de la experiencia de la cooperativa de periodistas (y fotógrafos y algún otro) que salvó a la revista mensual El Porteño de la muerte decretada por Gabriel Levinas. Entiendo que Marcelo venía ya de colaborar con Eduardo Aliverti en la radio Belgrano (Belgrado) de entonces. Una
primera noticia en desarrollo que publicó Página ayer, cuando se supo de la muerte de Zloto, decía que fue al revés. Que pasó de El Porteño a Belgrano. Yo creo que no fue así. Como fuera, Zloto se había interesado en participar de nuestra alegre agitación de periodistas alternativos con rancho propio, sin patrones. Y trajo creo que como primera colaboración una nota sobre una cooperativa de… paralíticos. En aquel entonces no se decía capacidades diferentes o alguna de esas fórmulas. La nota era medio ploma. Los que estábamos a cargo de la edición nos miramos y reimos y nos preguntamos si publicarla o no y cómo titularla, porque no era fácil. Salió el chiste fácil: “Una cooperativa que camina”. Todos teníamos veintipico. Ese es mi
primer recuerdo de Zloto haciendo mucha fuerza -mi memoria no es buena- para pasar directamente a Zloto en Página/12 y luego en el suplemento Cash. Por alguna cuestión prodigiosa (o por razones nada paranormales), entre el paso de Julio Nudler, el de Marcelo y el de Alfredo Zaiat, la sección de Economía fue una escuela maravillosa y renovadora de periodismo económico. Eso es así hasta hoy y creo a la distancia que Zloto nunca abandonó el ideario de esa sección, y el suyo, a favor de una sociedad más igualitaria. Los recuerdos viejos se me confunden y mezclan. Me enteré ayer por un posteo de Pablo Alabarces que en la facu Zloto había sido militante de no sé qué agrupación. Cuándo no, entre los miembros
CONT. PAG. 7