LIBERTAD A MILAGRO MIÉRCOLES 27 DE NOVIEMBRE DE 2019 / Nº 8683
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la hospitalidad como bandera
www.diariopionero.com.ar NO NECESITAMOS “INTELECTUALES” Hace añares me irrita mucho que los movimientos políticos populares repitan acríticamente la consagración de la vieja figura del “intelectual”: una antigualla anti-igualitaria, autoproclamada, históricamente retardada, individualista; procedente, además, de un momento histórico de severa desigualdad en la distribución de los bienes culturales y de la participación política de las masas. ¿Así que el/la “intelectual está para incomodar”? Pues que se las tome y vaya a incomodar a los mosquitos en el patio de su casa o en su balcón. ¡Los movimientos populares y emancipatorios no necesitamos “incomodadores”, compañeres! Necesitamos colectivos y agrupamientos de MILITANTES y activistas, que elijamos colectivamente a nuestrxs líderes, conductores, coordinadorxs, referentes, representantes... Acá lxs maestrxs, profesores, escritores y lxs investigadores científicxs somos militantes, no individuos esclarecidos que venimos a iluminar nada, menos que menos “la voz de los que no tienen voz”: ¿o qué, acaso lxs oprimidos son mudos, les reprimides por las derechas sanguinarias imperialistas son mudos?!? A tipxs como Horacio González o Judith Butler los valoro mucho, los estimo, los leo, los escucho. Pero ellos no me dirigen ni, menos, me bajan línea para la acción política. Solo aportan materiales e ideas, a veces muy valiosas (otras no tanto) para que la política (no “los intelectuales”) conduzcan el movimiento popular igualitarista y emancipatorio. Porque ni Horacio ni Judith piensan la política mejor que Mario Secco, intendente de Ensenada, ni que Victoria Tolosa Paz (mi referente local), ni que nuestra amada Milagro Sala. Mis dirigentes no se postularon para conducirnos dando conferencias ni escribiendo papers. Reconozco como dirigentes a quienes elegimos para llevar a cabo políticas y para pensar la política: los míos son Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner, Axel Kicilloff, Luana Volnovich, Máximo Kirchner... Los tuyos podrán ser Miriam Bregman y Nicolás del Caño, por caso, u otros. La política necesita técnicos, expertos, planificadores, estudiosos especializados, gestores y administradores, y también escritores, artistas, comunicadores. Pero LA POLÍTICA NO NECESITA “INTELECTUALES”. Muy buena al respecto esta nota en Página/12 del 22 de noviembre, sobre el caso Evo/Bolivia en la coyuntura: Bolivia, los intelectuales y la incomodidad https://www.pagina12.com.ar/232359-bolivia-los-intelectuales-y-laincomodidad MIGUEL DALMARONI
LA CRÍTICA DEL CIENTÍFICO ARGENTINO FEDERICO ARIEL
A pesar de la adversidad, seguimos generando conocimiento bro del Directorio por la Gran Área de Ciencias Biológicas y de la Salud; Josefina Hortensia Leloir, sobrina y ahijada de Luis Federico Leloir y Alejandro Schinder, presidente de la Fundación Instituto Leloir.
“Frente al desmantelamiento del sistema científico en la Argentina nos organizamos y ocupamos las calles. Pero no solo resistimos en las calles. También lo hicimos desde nuestras mesadas de trabajo. A pesar de la adversidad seguimos generando conocimiento. Este premio llega para reconocer la labor científica en tiempos de resistencia». POR MARCO MAZZINO «La ciencia es una labor colectiva» dijo Ariel, frente a lo s presentes entre los que se encontraban los funcionarios más altos del gobierno de Macri. «Hoy
entiendo este premio como un reconocimiento a la resistencia. Llegué a la Argentina en el 2016 y me tocó montar un laboratorio desde cero, con el apoyo de los que me acompañan, pero con la adversidad que afrontamos todos en estos años «. En la Fundación Instituto Leloir (FIL) ubicada en el corazón de Caballito, se llevó a cabo la entrega de premios Fima Leloir 2019. El acto de premiación contó con la presencia de Miguel Laborde, vicepresidente de Asuntos Tecnológicos a cargo de la presidencia del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET); Alberto Kornblith, miem-
El premio, que cumplió este año su segunda edición, fue instituido por Josefina Leloir con el objetivo de continuar con la voluntad del premio Nobel de Química de 1970, de aportar recursos económicos al mejoramiento de las ciencias. En esta oportunidad, el comité evaluador tuvo la difícil tarea de seleccionar al ganador y a las dos menciones especiales de entre 170 postulantes del sistema científico tecnológico. EJERCICIO CRÍTICO Hasta ahí todo discurría por los protocolos normales de este tipo de encuentros académicos. La sorpresa, grata por cierto fue el discurso del principal galardonado, el Dr. Federico Ariel, investigador adjunto del CONICET en el Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL, CONICET-UNL) quien busca diseñar innovadoras estrate-
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