LOS CINCUENTA DE VITICO José Alberto Medina Molero
Los registros afirman que hace exactamente cincuenta años debutó en las mayores el octavo criollo: Vïctor Davalillo, sobre esa fecha, 9 de abril de 1963, abundan detalles de interés: entró al lienup como primer bate y se enfrentó en esa tarde en el Metropolitan Stadium de Minnesota al legendario lanzador Camilo Pascual. Hace 50 años comenzó la carrera en grandes ligas del versátil y prodigioso “Vitico”. Si bien esa tarde no tuvo suerte al bate, jugó de manera de manera impecable en la pradera central de los Indios de Cleveland, equipo que a la postre se llevó la victoria 54 sobre los Mellizos, ayudado con jonrón de dos carreras del
segunda base Woddie Held en el séptimo y sortario tramo. Camilo , cargó entonces con la derrota, pero nadie a ciencia cierta estaba claro que ese esmirriado maracucho de 25 años (cumpliría los 26 el 31 de julio) iba dar que hablar como un pelotero de valía tanto a la defensiva como por esa manera de enfrentar lo pitcheos contrarios. No fue hasta el 10 de abril, justo al siguiente dia, cuando Vitico logró su primer imparable en la gran carpa: en la alta del sexto abrió con sencillo frente al recordado Jim Kaat, ganador de 283 juegos . Ese fue el inatrapable iniciático de una carrera extraordinaria en ese prestigioso circuito y que lo convirtió en uno de los mejores emergentes que se recuerde y prueba de ello es que en 1970 lideró las mayores en hits (24) para un bateador de esta naturaleza. En lo particular le recordaré en su arte excelso de “dragar”, de dormir la bola, dejarla allí con un leve toque lejos del primera base y el pitcher para embasarse via infield hit . A la defensiva Vitico ganó un guante de oro como jardinero al año siguiente de su debut como bigleaguer, ya para el 63 había dado muestras de su calidad defensiva al capturar al liderato de liga para asistencias (10) en e CF. Hace 50 años Vitico terminó la temporada con estos numeritos en 90 de los 162 juegos de Cleveland: 292 de promedio de bateo, 18 dobletes, 5 triples, 7 jonrones, 44 anotadas y 36 remolcadas. Durante 1458 juegos en la mlb demostró este zurdo, cuyo sello era la picante habilidad latina , de que calidad estaba conformado. Él es uno de nuestros más grandes orgullos y ejemplos de maestría como jugador de alto nivel.